Está en la página 1de 6

Ensayo Academia Traversari

Francisco Ortiz
24-06-2018

PELICULA FRONT OF THE CLASS

Esta película muestra una realidad de un trastorno casi desconocido pero


también muestra las incoherencias de una sociedad marcada por patrones
excluyentes que indican que si no eres parte de lo que la misma considera
normal, no puedes formar parte de ella. Una forma más de práctica del
llamado bullying, Brad Cohen, protagonista de la película experimenta esta
situación en “carne propia”, pues desde muy pequeño padece del Síndrome de
Tourette. Este Síndrome provoca que el niño realice constantemente sonidos
involuntarios que se convierten en motivo de burlas y de rechazo por parte de
sus compañeros y profesores. cómo es posible que la sociedad puede llegar a
causar tanto mal a una persona y que ese comportamiento puede convertirse en
muchos casos en una en una actitud violenta que se revierte sobre la misma. En
la historia hasta el padre de Cohen maltrata psicológicamente a su hijo por ser
ignorante de lo que realmente sucedía, la sociedad lo excluye y por su condición
no le dan trabajo, son pocos los que creyeron en Cohen, comenzando por su
madre o aquel director Mayer que fue capaz de darle una oportunidad para que
todos en la escuela conocieran qué estaba pasando con el

Cohen, a pesar de las dificultades del entorno sintió la necesidad de ir más allá y
se planteó proyecto de vida que nunca abandono a pesar del rechazo de más de
25 instituciones escolares, hizo posible una meta personal que nació
precisamente por la necesidad de ese apoyo que nunca obtuvo de parte de sus
maestros.

CASO EL PRINCIPITO

El presunto abuso sexual a un menor de edad en Ecuador por parte de uno de


sus profesores en una prestigiosa escuela de Quito generó rechazo en la
sociedad, especialmente después de conocerse que el defensor del acusado es el
abogado personal de presidente del país, Rafael Correa.

El colegio La Condamine se pronunció el viernes al respecto señalando que se


sienten "profundamente conmovidos y consternados por la situación que
atraviesa la familia denunciante y particularmente el niño", por lo que esperan
"que la justicia determine responsabilidad y falle conforme a derecho"
Los hechos se remontan a 2014, cuando el niño presuntamente abusado, de tan
solo 5 años, empezó a tener pesadillas y a mostrar conductas extrañas que
inquietaron a sus padres.
Después de realizar estudios psicológicos al menor, se reveló que había sido
víctima de una agresión sexual.

Los detalles proporcionados por el menor indicaban que había sido abusado por
su profesor de natación, quien de acuerdo con el testimonio, le obligaba a
practicar sexo oral y lo amenazaba con hacer daño a sus padres si contaba algo
de lo sucedido.

La familia del menor presentó las respectivas denuncias el 4 de noviembre de


2014, tras lo cual el colegio también se vio obligado a presentar la queja en la
Dirección Nacional de la Policía especializa en niños, niñas y adolescentes
(Dinapen).

Cuando las investigaciones señalaron al profesor como presunto culpable, "de


forma inmediata el colegio procedió a reubicarlo en funciones administrativas",
señala el comunicado de La Condamine; después, el maestro solicitó una
licencia, por lo que nunca fue retirado de sus labores ni despedido.
Una primera resolución judicial sobreseyó al acusado, pero en una segunda
instancia, el Tribunal de Pichincha lo sentenció a 22 años de prisión por
violación, dictamen que fue apelado por el docente y cuya audiencia debía
llevarse a cabo el jueves, algo que no ocurrió debido a la ausencia de uno de los
tres jueces.

Al momento, el maestro cuenta con medidas sustitutivas, es decir, permanece


en libertad pero debe presentarse una vez por semana ante la justicia y no puede
salir del país.

El malestar ciudadano incrementó en Ecuador al conocer que el defensor del


implicado es Caupolicán Ochoa, el abogado personal de Correa.

Ochoa dijo que aceptó el caso porque es "profesional en libre ejercicio y no un


funcionario público", aunque tras las presiones ciudadanas, trascendió que
pensaría alejarse del caso.
"Si mi presencia podría afectar de algún modo el buen desarrollo de la justicia,
yo no tengo ningún problema en solicitar a la familia que pidió mis servicios que
prescindan de los mismos para evitar comentarios perversos o que se quiera dar
a un asunto eminentemente legal y profesional un giro político", dijo el jurista,
según recoge el diario La Hora.

A esto se suma que la esposa del mandatario, Anne Malherbe, trabaja también
como docente en La Condamine y los tres hijos de Correa han cursado sus
estudios allí.

Protestas
En las afueras de la Corte se reunieron decenas de personas, especialmente
mujeres vestidas de blanco, pidiendo justicia para el pequeño, cuyo nombre se
guarda en reserva debido a la sensibilidad de caso, y exigiendo prisión para el
acusado.

Gissela Vaca, abogada de la familia, señaló tras la suspensión de la audiencia


que las autoridades les anunciarán oportunamente cuando se realice el sorteo
para seleccionar a un nuevo juez y así retomar la causa.
A Vaca sí le preocupa que existan influencias políticas por la estrecha relación
que existe entre Ochoa y el Gobierno.

El Ejecutivo no se ha pronunciado al respecto, aunque la ciudadanía reclama


que el propio mandatario exprese su postura.

CASO AAMPETRA

El lugar de los hechos fue la Academia Aeronáutica Mayor Pedro Traversari


(AAMPETRA), ubicada en el populoso sector de Chillogallo, en el sur de Quito.
El tiempo: el año electivo 2010-2011. Y la historia de las periodistas arranca sin
tregua: “El aula de Sexto C se volvió oscura. El profesor José Luis Negrete Arias
insistió en tapar las ventanas. Los padres de los 41 estudiantes compraron las
cortinas para proteger a sus hijos del sol, sin saber que el peligro estaba adentro.
Allí, durante once meses, el docente sin título universitario insultó, torturó y
abusó sexualmente de todos los alumnos sin que nadie lo notara”.

En ese entonces, los niños tenían entre 10 y 11 años. El profesor forzó a los
estudiantes a repetir escenas pornográficas de las películas que veían en clase.
Los obligaba a desnudarse. Tocó a las niñas y rayó con marcadores sus partes
íntimas. El profesor pegaba a sus estudiantes con un tubo y un cable. Fue allí
donde, dice el relato, violó a una alumna.
“Y estaban seguros de que ese hombre de mirada perversa, que fingía hablar con
sicarios durante las horas de clase, cumpliría la amenaza de matar a los padres e
incendiar la casa del primero que hablara. Él sabía dónde vivían y les llamaba por
teléfono si faltaban a clases”, continúa la historia.

De cada cuatro niños que sufren abuso sexual, tres son niñas. Las víctimas, en
su mayoría, no logran recuperarse.

En el proceso hay otros detalles. La denuncia de una madre de familia


desencadenó las investigaciones. Su hija empezó a llegar a casa con moretones
en los brazos. Así se enteró del infierno que sucedía en el aula. Los golpes del
profesor podían dejar incapacitado a un menor hasta por tres días. Insultaba a
los varones por el simple hecho de tener hojas rosadas en sus cuadernos.

Los exámenes que les efectuaron a los niños solo confirmaron lo peor. Ansiedad
y angustia. Estrés post traumático. Depresión y pánico. Incontinencia urinaria y
sentimientos de culpabilidad. Irritables y con tendencia al llanto. A estos
resultados se suman los descritos en la investigación periodística: “ Una de los 41
pintó su cuarto de negro, uno de los 41 no quería encender la luz, una de los 41 lloraba
si pasaba cerca de la escuela, varios de los 41 intentaron suicidarse ”.

En el 2012, tras las denuncias, el profesor José Luis Negrete Arias huyó y estuvo
prófugo hasta septiembre de 2015 cuando fue capturado. Fue condenado a 16
años de prisión por violación a una menor y a 7 años por atentado al
pudor contra los 41 estudiantes. Esta sentencia fue ratificada por la Sala de lo
Penal de la Corte Provincial de Pichincha el 23 de mayo de 2016.

La condena incluyó reparaciones materiales e inmateriales. En lo material, el


profesor está obligado a indemnizar con 10.000 dólares a cada una de las 41
víctimas. Dentro de las inmateriales está el tratamiento sicológico para los
estudiantes. Asimismo la sentencia pide al  Ministerio de Educación que
establezca “políticas públicas para conminar a las instituciones educativas
privadas de estándares más altos para el ingreso de personal docente y
administrativo”. 

Pero también dentro de estas reparaciones se obliga al colegio a poner una


placa en el aula de clases con la leyenda “En memoria de las víctimas de abuso
infantil en el sistema educativo”. La placa debe ser develada en un minuto
cívico y con la presencia de los familiares de las víctimas. El salón debe ser
convertido además en un lugar para charlas de prevención contra la violencia
infantil.

En la unidad de Violencia de Género de la Fiscalía de Pichincha, por lo general


el victimario no tiene los recursos para el pago de indemnizaciones. Entonces
cuando ven esta falencia, la Fiscalía pone énfasis en la reparación inmaterial.
“Los papás tenían indignación porque las autoridades de la escuela nunca les
apoyaron” Ellos sintieron, que las autoridades no escucharon sus denuncias y
no tomaron medidas como apartar el profesor hasta que las investigaciones
esclarezcan el caso. Ante una denuncia, las autoridades deben tomar medidas de
protección inmediatas.

Pero es la misma institución educativa la que ahora pone reparos a esta decisión
judicial. Luis Naranjo Paredes, rector de AAMPETRA, interpuso una acción
extraordinaria de protección ante la Corte Constitucional.

13 REASONS WHY

Esta serie fue basada en la novela escrita por Jay Asher (2008). Cuando salieron
los capítulos generó gran controversia alrededor del mundo debido a que
muchos especialistas en salud mental de Estados Unidos consideran que 13
Reasons Why puede generar un “efecto contagio” en la audiencia.

Sin embargo, empezó a reformar su campaña promocional brindando ayuda


profesional (sin costo y con promesa de anonimato) a aquellos adolescentes que
puedan pasar por situaciones similares a las expuestas.

Al público adolescente le suelen gustar las series en las que se puedan sentir
identificados, como el ambiente del instituto, la mayoría de series de
adolescentes de éxito tienen esta temática. Público adolescente ganado. Sin
embargo, la profunda temática de la serie mantiene al espectador adulto
identificado en todo momento con muchas de las situaciones que ocurren,
seguramente que hayan vivido directa o indirectamente, como
el bullying. Muchos padres ven esta serie para intentar evitar que esto les pueda
suceder a sus propios hijos.

Hay una cosa que hay que tener en cuenta, la serie está ambientada en los
institutos americanos en los que los  jóvenes de 17 años van en sus propios autos
a clase, y que “parecen” tener un grado de madurez mayor del que realmente
tienen, que manía con acelerar los proceso naturales de desarrollo biológico. A
los niños hay que dejarlos ser niños y no crear adultos en cuerpos de niños que
luego serán niños en cuerpo de adultos. Para este fin no ayuda demasiado que
los actores que encarnan a los protagonistas tengan en realidad 3-4 años o
incluso 10 años más, como es el caso de Zach, interpretado por Ross Butler que
cumplirá 27 años próximamente. Es decir, los espectadores adolescentes tienen
ojos, y al final asociarán comportamientos de adultos donde no debería
haberlos.

También podría gustarte