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LA JUVENTUD Y EL MAR.

Un día en el que me puse a pensar y a preguntarme ¿Qué quería ser de


grande? Y entraron a mi cabeza mil ideas y mil preguntas de que me
llevaba la atención para estudiar y que no gustaría ser.

Mi mama nos llamo a la mesa para comer y le pregunte -Mama, ¿a ti que te


gustaría que yo estudiara? – a lo que ella me respondió que lo que a mí me
gustara y me hiciera mas feliz, lo cual revolvió aún más mis ideas y me
hacía más preguntas a la vez, terminamos de comer y me puse a realizar mi
tarea.

Mas tarde salí con mis vecinos a jugar y me dispuse a preguntarles


¿ustedes que quieren ser de grandes?, todos tenían una idea muy clara de
lo que querían estudiar o dedicarse, cuando me regresaron la pregunta, con
una tristeza respondí que no sabía y decidí regresar a mi casa, pero
pasaban los días y la misma pregunta seguía rondando por mi cabeza.

Pasado los días mi familia decidido emprender un viaje a la playa, al cual


íbamos todos los primos y mi abuelita, en el camino con destino a la playa
mi abuelita siempre solía contarnos historias de mi abuelo ya fallecido, y
esta vez no fue la excepción, ella nos contaba que ese camino le recordaba
mucho a mi abuelo, ya que el en algún tiempo había sido cabo de la marina
y cuando se retiro le gustaba mucho llevar a mi mamá y a mis tíos a la playa
del puerto de Veracruz para recordar lo que vivió siendo cabo.

Mi abuelita nos contaba todo con tanto detalle que todos mis primos y tíos
nos gustaba prestar atención a lo que nos contaba y recordar a mi abuelo
con una gran admiración e imaginárnoslos como un gran cabo a pesar de
que no tuvimos la dicha de conocerlo.
Al llegar a Veracruz fuimos a la playa como era lo planeado, estando ahí la
pregunta de ¿Qué quería ser de grande? se me borro por completo de la
cabeza, me divertí muchísimo ese día con mi familia, pero ya se había
llegado la hora de irnos al hotel a descansar y planear que haríamos
mañana.

Al otro día nos levantaron muy temprano ya que solo habíamos ido 2 días a
la playa, fuimos a desayunar y de ahí iríamos al acuario de Veracruz, en el
camino hacia allá se me hizo ver a hombres vestidos de blanco con un
uniforme bastante particular por todo el puerto y no sabia que eran o
quienes eran, pero no me puse a investigar o a preguntar, fuimos a la visita
al museo y nos divertimos mucho y vimos muchos peces, animales marinos
y un espectáculo de delfines que era increíble.

Al salir mi abuelita pregunto que que haríamos y nadie sabia que hacer ni a
donde dirigirnos y a mi abuelita le surgió la idea de llevarnos a conocer el
grandioso Museo Naval de Veracruz, al escucharlo todos dijimos que si sin
dudarlo por lo cual nos dirigimos hacia allá.

Al llegar y verlo solo desde afuera me quede asombrado e igual vi a los


mismos hombres de blanco y le pregunte a mi abuelita y me dijo que eran
los cabos de la Marina que eran los encargados de la vigilancia de todo el
puerto y de salvaguardar el museo, nos dirigimos a entrar, recién entrando
me entro un escalofrió enorme y se me vinieron a la mente todas las
historias que mi abuelita nos había contado y al mismo tiempo la pregunta
que tanto tiempo me atormento.

En ese momento con gran felicidad le dije a mi familia en unos años quería
incorporarme a la Marina y ser como mi abuelito, todos me dijeron con gran
felicidad que nunca dejara mis sueños y fue así, desde ese momento fue
que supe que mi sueño y lo que quería en mi futuro era pertenecer a La
marina y salvaguardar al país y al mismo tiempo dándole continuidad y
tomando como inspiración a la historia de mi abuelo.

Y fue así el como años mas tarde me convertí en un cabo de la Marina y me


impulso para seguir contando la historia de mi abuelo y que mas miembros
de la familia siguiéramos el legado que mi abuelo nos había dejado.

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