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Acabamos de perder a nuestra tía Jacinta, murió la semana

pasada. y aún en esa tristeza, las lluvias nos sorprendieron a grandes


cantidades, nuestra cebada que estaba en manojos, no lo pudimos
recoger, eso entristeció a mi padre.

Ahora apenas ayer en el santo de su cumpleaños de mi hermana, nos


enteramos que el río se había llevado a su vaca, un regalo de mi padre a
mi hermana. porque hacía tres noches que el río comenzó a crecer, y el
estruendo era atroz, parecía que mi casa se iba a caer, yo pegue un
susto en mi cama. pero al percatarme que era el río me volví a dormir.

A la mañana se olía del río un olor a podrido del agua revuelto,


cuando vi que el río iba subiendo poco a poco, se estaba metiendo en
casa de una mujer llamada La Tambora, ella en su desesperación
ahuyento a sus gallinas para que estas se metieran, quien sabe a donde.
y por otro lado el río se había llevado la planta de tamarindo de mi tía
Jacinta, era la única planta de tamarindo que había. y en años no se
había visto que el río creciera en esa magnitud, todos los moradores se
daban cuenta de eso.
Por la tarde con mi hermana nos fuimos a ver y subimos a la barranca
donde la gente comentaba los perjuicios del río. Fue ahí que supimos
que el río se había llevado a la vaca Serpentina, la vaca de mi
hermana. el regalo de mi padre, la vaca tenía una oreja blanca y otra
colorada, y muy bonitos ojos.

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