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Ilpl) dI) relación o actividad ajena por completo al Derecho.

Sin embargo, y
Pero ya se ha dicho que aquí no se intentará definir lo que sea «Dere-
\,111' Noguircon la metáfora, aunque el aire esté en todas partes, no todo es
cho», sino que se procurará aelarar dicho concepto a partir de otros cuyo
11 h (l.\)e Ia misma manera, no todos los comportamientos y relaciones socia-
significado siempre se ha considerado próximo o coincidente. y el primero
h!N Ilonjurídicos, aunque, a veces, los juristas parezcan olvidarse de ello. Si
de estós conceptos es el de «norma».
I¡jI illlmos como ejempiola relación patemo- filial (Capella, 1980), podemos
VIlI' cómo cabe distinguir en ella un aspecto biológico-natural, otro socio-

DERECHO y NORMAS l"lIltllralo institucional que no ne~cesariamente coincide con el anterior (el
~''''''''"t.''''''~~:'"~:''~~ -¡'- Plldro biológico puede no ser el padre socio-cultural) y, finalmente, un
En la teoría contemporánea del Derecho hay una opinión bastante genera- Ilrlpllctojurídico como consecuencia de la selección de alguno de los diver-
WI modelos socio-culturales de familia. La existencia de un Derecho de
lizada de que el Derecho consiste esencialmente en normas; los Derechos
serían conjuntos de normas. Pero esta opinión no es, de ninguna manera, Il\lnilia supone que las relaciones del grupo familiar aparecen reglamenta-
unánime. Así, para los representantes del realismo jurídico (al menos, dllHcon la intervención del Estado. Así pues, familia no puede confundirse
DOn Derecho de familia. Los comportamientos familiares no son siempre, ni
para el realismo jurídico americano) ~!!?(~Eecho-!l0~9n~tanto las-normas
s~~molas conductas y c9mportamientos de losjueces y º"tr.ºs.funci~jgs.. ú1o,jurídicos, de la misma manera que tampoco lo son los comportamien-
los económicos. Además, como hemos visto a propósito del realismojurí-
Para Carlos Cossio, uñ-filósofo del Der~cho argentino cuya teoría"(la teoría
ego lógica del Derech6 )gozóde un cieno predicamento en las dé~~ IlIeo, el Derecho no es tanto el comportamiento cama una determinada
I'llglamentación de ciertos comportamientos. < I
[9S(ryr960;"éfDerecho es conducta humana en interferencia intersubj e!!.ya
(la moral sería cond~cta en Ú;Ú:rrereriCiiisubj~ti~~) y la norma sóí~~s un Entre los representantes de la teoría marxista /~el Derecho también
concepto apto para mentar la conducta. Estos planteamientos (el uno más puede encontrarse una actitud contraria a hacer de la norma el concepto
elaro que el otro) ofrecen, aparentemente, un gran atractivo: la conducta 'entral del Derech~/Así, ~asukanis, ~Imás importante jurista soviético
parece ser un objeto de estudio (un hecho, al fin y al cabo) bastante más partiendo de la idea de que la economía ofrece laelave para comprender
consistente que las normas. La ciencia del Derecho, como ciencia de la con- lo jurídico, de~~i.2.1.'!...t.~~isde que el Derecho no consiste propiamente en
ducta, podría -o tendría que-- emplear los métodos de investigación de las ¡-Iormas(que sería más bien un aspecto derivado, secundario), sino que el
otras ciencias de la conducta (sociología, psicología, etcétera), de mane- Derecho es la forma de una relación social específica, la relación que tiene"
ra que su estatuto científico estaría mucho mejor asegurado. Sin embar- lugar entre poseedores de mercancías que intercambian equivalente~. Se
go, la reducción del Derecho a conducta, de uno u otro tipo, no es fácil trata, en definitiva, de la relación típica del modo de producción capitalista:
de admitir. la relación mercantil. Ahora bien, entre las críticas que se le han formulado
Supongamos que el Derecho sea el comportamiento de los jueces. Aho- a Pasukanis, la fundamental -':yen}-ª-'\.uec.ºi"ºgi~.I.~!1
tantQ.auto[es no marxis~
ra bien un aspecto de dicho comportamiento -seguramente el central- las (Kelsen, Bobbio) como marXistas (Cerroni}- es que, al haber infravalo~
consiste en tomar decisiones sobre determinados casos, es decir, en dictar rado~C~j-;;;;~~t~;;;;;atlYQ':~9i;;:~;'í; p~~i filIa"aa (le'~dist:iñg~¡¡:lil"relaei:Qn
sentencias, que no son otra cosa que normas (particulares). Por otro lado, jurídica de lar~\<wiÓn.económica, ",
Por ello debemos aclarar ante todo el concepto de.(lnorma». Para hacer-
necesitamos también el concepto de «norma» (y la existencia de normas)
para determinar quiénes son los jueces en una sociedad. lo, podemos recurrir a Kant y a su conocida distinción entre razón teórica y
Pasemos ahora al Derecho como conducta en interferencia intersub- razón práctica. Según Kant, el conocimiento teórico (la razón teórica) es
jetiva. Si aceptamos como válido este concepto de Derecho, parece muy conocimiento de lo que es, y la forma típica de conocimiento en este campo
dificil pensar en algún tipo de conducta que no sea jurídica. Se corre, pues, la constituyen los juicios (indicativos o descriptivos). Por el contrario, el
el grave riesgo de identificar conducta jurídica con conducta social; rela- conocimiento práctico (la razón práctica) es conocimiento de lo que debe
ciones (constelaciones de conductas) jurídicas con relaciones sociales. ser; la forma típica de conocimiento en este caso (de conocimiento volcado
Ciertamente, se ha llegado a escribir (Ni no) que «el Derecho, como el aire, a la acción) es el imperativo. Entre el mundo del ser y el del deber ser (al
está en todas partes», y, en efecto, es dificil pensar, al menos hoy, en algún menos, tal como se ha interpretado comúnmente a Kant) existe un hiato

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_ Función operativa, ejecutiva o performativa (perfomativefunction) ..
infranqueable: de lo que es no puede derivarse lo que debe ser. La crítica a
los autor~s que pretenden derivar «debe» de «es» (incurriendo en la famo- ('LIando decir algo implica también hacer algo. Por ejemplo: «Proclamo al
sa «falacia naturalista»), fue formulada por Hume a mediados del XVIII, y es, partido ... vencedor de las pasadas elecciones» (dicho por el presidente de
ciertamente, un aspecto básico en la filosofiajurídica y moral contemporá- lujunta electoral en la ocasión apropiada).
nea, aunque sea todavía una cuestión sometida a debate. _ Función directiva. Cuando el lenguaje se utiliza con la intención de
Sobre los pasos de Kant y de 'los neokantianos, ~~.~n dj~uirá influir en el comportamiento de los demás, como guía para el comporta-
e~.j.yiciQS...de.-ser.,...aQ€cuadQs.paraJassj~nQ¡"ª~ ...st~.be~.hQ'?(natural~ o miento. Por ejemplo: «¡Vota a un partido de izquierda!». Las directivas
'social es), .9.1!~Jie.tleIlJafOJ:¡na:~{(si
,es.A..entonces es..B».;_Y.J,uici.o.s.d.e...c!eber pueden tener diversa fuerza, según se trate de ordenar, mandar, sugerir,
(como la del Derecho) ~.E_
ser, ~gef4.i!9Q.§".Q,'!!:e..la.§"SteD..f.!.~~J1ºmiatiy.as invitar, pedir, implorar, etcétera. Cuando uno la lee·en un cartel mural, la
-f6rm~ sería: «si es :A,..ent.ºnG~Adehe,ser..B~!.Es decir, y dejando para más frase anterior no pasa de ser una invitación o una sugerencia. Dicha por un
~de1añÚ:-"i~~--~~-;:;:;Píicacionesque presenta esta postura, en la concepción padre autoritarioasu hijo (o a su mujer) en la puerta del colegio electoral (en
de Kelsen, una norma aparece como unjuicio de deber sér y distinto, por lo el caso de que los padres autoritarios sean de izquierdas), puede ser bas-
tanto, de los juicios de ser. 1 tante más. Respecto de las directivas, no parece que tenga sentido pregun-
Hoy se suele introducir la noción de norma a partir de un análisis del tar por su verdad o su falsedad.
lenguaje más r~finadp. SfgÚiendo--l~elásica distinción ~e Ch. Morris, el Las normas, desde esta perspectiva, son precisamente directivas, es
estudio de 1~~.igo.ps.JingÜísticos (semiótica) puede hacerse desde tres decir, enunciados que tratan de influir en el comportamiento de aquellos a
puntos de vista: estudiando las relaciones de los signos entre sí, prescin- quienes van dirigidos. En general, las normas pertenecen a una categoría
diendo tanto del significado de los signos .como de los usuarios de los especial de directivas -las directivas más fuertes- que se suelen llamar
mismos (sintaxis); estudiando las relaciones de los signos con sus signi- prescripciones. De lo anterior habría que exceptuar, quizás, a los permisos
ficados (semántica); estudiando las relaciones de los signos con los usua- que ocupan un lugar importante dentro de las normas (y, en particular,
rios de los mismos (pragmática). Este último nivel (análisis del lenguaje dentro de las normas jurídicas) y que, en todo caso, serían directivas.
desde un punto de vista psica-social) es el que ahora nos interesa. No siempre es fácil, sin embargo, distinguir cuál es el uso o función de
Enun libro de 1965 que marca el comienzo de la iusfilosofia analítica en una determinada expresión. Generalmente, en una misma expresión pue-
lengua castellana, G. Carrió mostraba cómo además (y, en cierto modo, de apreciarse más de una función, aunque una determinada sea la predomi-
antes) de contestar a la pregunta «¿qué quiere decir X?», esto es, antes de nante. Por ejemplo, en la frase «¡Vota a un partido de izquierda!» destaca
prpceder a un análisis semántico (y sintáctico) de una expresión habría que ante todo su función directiva, pero el enunciado nos suministra también
contestar a esta otra: «¿qué hizo fulano al decir X?», es decir, ¿con qué una información (que hay, al menos, un partido de izquierda que se presen-
intención utilizó la expresión X? Y parece claro que la respuesta a esta ta a las elecciones) y, desde luego, trata de suscitar en nosotros un senti-
pregunta es que no siempre utilizamos el lenguaje con la misma intención, miento de adhesión hacia un determinado proyecto político, al mismo tiempo
de la misma manera, sino que existen diversos usos ofunciones lingüísticas. que (expresada por un candidato, por ejemplo) significa hacer campaña
He aquí algunas de ellas: electoral. En ocasiones, la forma gramatical ayuda a distinguir las diversas
funciones: uso de interrogaciones, utilización de ciertos tiempos y modos
- Función informativa o descriptiva. Cuando el lenguaje se utiliza para verbales, etcétera, pero, en general, es preciso recurrir al contexto (no sólo
transmitir información sobre el mundo, que puede ser verdadera o falsa.
al contexto lingüístico, sino también al contexto situacional).
Por ejemplo: «El partido ... fue el vencedor en las pasadas elecciones».
Hasta ahora hemos caracterizado las normas en un plano pragmático.
- Función emotiva o expresiva. Cuando el lenguaje se emplea para
Cabe también un análisis semántico (un análisisléÍe su significado) que,
expresar emociones o sentimientos o para generarlos. Por ejemplo: «¡Ojalá
desde luego, no puede separarse del anterior aunque ello plantee ciertas
que un partido de izquierda gane las proximas elecciones! ».
dificultades; sobre todo porque estamos acostumbrados a analizar se-
- Función interrogativa. Cuando el lenguaje se emplea para formular
mánticamente los enunciados informativos, es decir, los enunciados sus-
preguntas, para inquirir información. Por ejemplo: «¿Quién fue el vencedor
de las pasadas elecciones?». ceptibles de ser verdaderos o falsos (el problema semántico fundamental

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es el problema de la verdad), mientras que, como se ha dicho, las normas no
;ia del Derecho); las normas no son susceptibles de ser calificadas como
parecen susceptibles de esa calificación. Sin embargo, esto plantea una
serie de inconvenientes que han tratado de evitarse de diversas formas. verdaderas o falsas, pero las proposiciones normativas sí."3) Que los aná-
Una de ellas, la seguida por G. Kalinowski, consiste en utilizar el concepto lisis efectuados anteriormente sobre diversos problemas semánticos (am-
de verdad de Tarski (y una ontología de tipo tomista) y de este modo atri- bigüedad, vaguedad, etcétera) son perfectamente aplicables al lenguaje
buir también a las normas los valores verdadero/falso, Otro intento ha normativo, e ineluso es fundamental tenerlos en cuenta a la hora de afron-
consistido en trasladar al campo de la lógica deóntica (o lógica de las nor- tar el problema de la interpretación del Derecho. 4) Que también es posible
mas la llamada «semántica de los mundos posibles», Por ejemplo, una llevar a cabo un análisis sintáctico de las normas, es decir, e~ydjar."c,óm()
norma del tipo Op (obligatorio efectuar la accioónp) significaría que p es están estructuradas las normas, cuáles' sowles e;lementos g,\lj:me....§..~~om-
verdadera en todos los mundos deónticamente admisibles (Gardies). Pero ponen y cómo se combinan éstos entre si.
el punto de vista más frecuente considera que las normas no son enuncia- Antes de proceder a un análisis de este último tipo, convient; tener en
dos que puedan calificarse como verdaderos o falsos, sin que ello suponga cuenta que el mundo de las normas es considerablemente variado: están
que carezcan de significado, como ha pretendido un verificacionismo ex- las normas de los juegos, las que dicen, por ejemplo, cómo deben mover-
tremo y hoy generalmente superado. En el caso de las normas (y, en parti- se las fichas del ajedrez; las normas gramaticales, que indican cómo hablar
cular, de las normas jurídicas), la noción fundamental que vendría a hacer y escribir correctamente un idioma; las normas o reglas técnicas, que ~eña-
las veces de la de verdad en los enunciados descriptivos seria la categoría lan los medios para alcanzar ciertos fines (por ejemplo: «para poner el co-
de validez. Se trata, desde luego, de una noción compleja y controvertida che en marcha se debe girar la llave del contacto y acelerar»); las normaS
(Garzón Valdés), pero todos o casi todos los autores están de acuerdo en jurídicas, como la que expresa el artículo 413 del Código penal (todavía
que calificar a una norma Uurídica) como válida significa afirmar que ha sido vigente a la hora de redactar estas páginas): «la mujer que produjere su
dictada por el órgano competente y de acuerdo con el procedimiento ade- aborto o consintiera que otra persona se lo cause, será castigada con la
cuado (ésta sería, en concreto, la definición kelseniana). Sin embargo, los pena de prisión menor»; las normas religiosas, como la que establece el
iusnaturalistas añadirían a lo anterior un nuevo requisito: que su conteni- deber de «amar a Dios sobre todas las cosas»; las normas moráles: «no se
do sea justo; en el caso de la concepción hartiana, se precisa que los debe mentir»; las normas del trato social, como la que establece que'cuan-
criterios de validez sean los establecidos por la regla de reconocimiento, do uno es presentado a otra persona debe emplear una frase de cortesía-
etcétera. Por otro lado, mientras que ciertos autores como Kelsen y 'los como «encantado», «mucho gustO», etcétera. Uno ~.. de los problemas elá-.
iusnaturalistas, hacen equivalentes validez, existencia y deber de obe- sicos de la teoría del Derecho (problema conectado, naturalmente, con el
diencia, otros, como Hart o van Wright, distinguen estas tres nociones. En del concepto de Derecho) es el de la distinción de las normas jurídicas de
la concepción de Hart, por ejemplo, hayal menos una norma.:...laregla de los otros tipos de normas y, en especial, de las normas de los tres últimos
reconocimiento- que existe pero de la que no tiene sentido predicar su tipos (sobre todo, de las normas morales). El análisis de la estructura de una
validez y, por otro lado, existen normas válidas -las reglas secundarias-
norma puede permitir aclarar este problema.
que no imponen obligaciones. Finalmente (E. Diaz), parece interesante
G. H. van Wright, el fundador -o uno de los fundadores- de la lógica
distinguir la validez de una norma, de su eficacia (que resulte o no aplicada
deóntica a mediados de nuestro siglo, ha distinguido una serie de elemen-
en la práctica) y de sujusticia (que se considere o no valiosa).
tos existentes en el tipo de normas gµe él llama prescripciones (este autor
En conclusión, y sin profundizar más en la dificil cuestión de la semántica
considera a los permisos como un tipo de prescripción) y su análisis puede
del discurso normativo, cabría afirmar: 1)Que las normas (Jas,noffl13sj.ur-ídi.-
extenderse, en general (con las puntualizacionesque luego efectuaremos),
cas) ~?_pueden calificarse como verdaderas o falsas...pero,sí COillD."válid/as
o inválidas, eficaces o ineficaces, justas o injustas, que es lo que les «da a las normas de los cuatro últimos tipos aludidos anteriormente. Son los
sentido». 2) Que, según la distinción introducida anteriormente entre len- siguientes:
gUcUey metalenguaje, es posible distinguir las normas (en lo que consiste
el Derecho) de las proposiciones normativas (en lo que consiste la cien- - el carácter: es decir, la caracterización de determinadasa~~jQnes
como obligatorias, prohibidas, permitidas o facultativas;

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- el contenido: la ac.ción o acciones afectadas.p.9.I diche-carác;ter; es sta sugerencia, Alchourrón y Bulygin hayan podido dar una definición
Q<ecir,lo prohibido, permitido, etcétera; (on un plano sintáctico) de lo que es una norma, en estos términos: ~a
liS una correlación entre un caso (una serie de condiciones de aplicación) y
- la condición de aplicación: las circµmlaJ}~ias...qlli:deben presentar-
~r.ª-g.!Je Q!!§_9-ª darse la oportunidad de realizar el contenido de la n0L!!l.a \Ina solución (carácter más contenido). En un capítulo posterior (al tratar
(si sólo son las circunstancias que surgen del propio contenido, la nor- dc la lógica de las normas) desarrollaremos estas ideas con más detalle.
ma será categórica; si hay otras adicionales, hipotética); Ahora debemos analizar una norma moral, religiosa o de trato social, de
-la autoridad: quien dicta la norma; manera análoga a como lo hemos hecho con una normajurÍdica, para tratar
- el(Jos) sujeto(s) normativo(s): los destinatarios de las normas; OC ver qué diferencias existen entre todas ellas. Pero antes de entrar en esta
-la ocasión: la localización espacio-temporal en que debe_cumplirse el cuestión es conveniente distinguir entre la moral social o positi~a, el con-
contenido de la norma; junto de normas morales vigentes en un determinado grupo Y en un mo-
- lapromulgación: la formulación.de la norma, es decir, su expresión en mento histórico concreto, y la moral crítica o subjetiva, las normas y
éilgún lenguaje (escrito, oral o de otro tipo, como el de las señales de tráfico ) principios morales de carácter personal que pueden identificarse o no con
para que pueda ser conocida; la moral establecida'1
-lasQ/J¡:¡ión:amenaza de un perjuicio en el caso en que sea incumplido En general, suele admitirse que la diferencia más clara existente entre los
,eLcontenido de la norma. diversos tipos de normas de las que aquí nos ocupamos (normas jurídicils,
morales, religiosas y de trato social) estriba en que solamente unas de ellas
Si tomamos, por ejemplo, la norma contenida en el artículo 413 del Códi- (las jurídicas) establecen una sanción de carácter externo que puede con-
go penal español, podemos caracterizarla como una prohibición. Su conte- sistir, en último término, en la aplicación de la fuerza fisica(de la coacción)
nido consiste en «producir el aborto o consentir que otra persona lo cause». y en que está institucionalizada (existen ciertos órganos estatales, los
Aparentemente, la norma es categórica, no aparece especificada ninguna jueces y otros órganos administrativos, la policía, etcétera, encargados de
condición de aplicación distinta a la que surge del propio contenido. Sin aplicarlas). La sanción de las normas de moral social tiene carácter externo
embargo, las normas jurídicas son siempre hipotéticas; las condiciones de (repulsa social, pérdida de prestigio, etcétera), pero carece de la posibilidad
aplicación, en este supuesto, deben buscarse, por ejemplo, en el artículo 8 de recurrir a la fuerzafisica (aunque en ocasiones la otra fuerza pueda ser
del mismo Código penal, que establece las circunstancias que eximen de ineluso más persuasiva) y no está institucionalizada (en el terreno de la mo-
responsabilidad criminal, y así será condición de aplicación. que se trate ral no existe nada equivalente, aunque quizá sí análogo, a los tribunales o a
de una mujer mayor de dieciséis años, que no sufra enajenación mental ni la policía). Las normas de moral crítica tienen una mera sanción interna (re-
haya padecido un trastorno mental transitorio, etcétera. La autoridad que mordimiento de conciencia). En el caso de las normas religiosas, tal vez
la ha dictado es el poder legislativo (pero la mayor parte de las normas quepa decir que la sanción hace referencia a instancias ultraempíricas (un
jurídicas no provienen directamente del poder legislativo). Los destinata-
cristiano pensará que será castigado en la otra vida, en el supuesto de que
rios de la norma son las mujeres y, si se quiere, los jueces y funcionarios
no ame a Dios sobre todas las cosas). De todas formas, no siempre es fácil
encargados de aplicarla. La ocasión espacial es el territorio del Estado
distinguir las normas religiosas de las normas morales, pues estas últimas
español; y, en cuanto al tiempo, la norma entró en vigor veinte días des-
tienen muchas veces un origen religioso. Y, finalmente, las normas del trato
pués de su publicación en el BOE y seguirá vigente hasta que sea deroga-
social contienen una sanción de tipo externo, no institucionalizada Y de
da. Ha sido promulgada mediante la escritura y atendiendo a ciertas
formalidades (como, por ejemplo, haber sido publicada en el BOE). y la menor intensidad o gravedad que las de lamoral social: ser un grosero sue-
sanción que establece es la de prisión menor (de seis meses y un día a seis le resultar más llevadero que ser un inmoral.
años). Una visión más completa de las diferencias y semejanzas entre estos
Según van Wright, el núcleo normativo, lo que las prescripciol)es -en diversos tipos de normas puede lograrse si, en vez de un único criterio
su terminología- tienen en común con los otros tipos de normas, está de distinción (la sanción), utilizamos todos los que permite el análisis que
constituido por los tres primeros elementos. De ahí que, siguiendo de cerca hemos efectuado de las normas siguiendo a van Wright. Obtendríamos así

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el siguiente cuadro (al lector le corresponde la tarea de llenarlo una vez El análisis efectuado muestra también la posibilidad de emplear diver-
leído todo el apartado): sos criterios para elasificar las normas (en particular, las normas jurídicas).
Así, según su carácter, puede haber normas de obligación, de prohibi-
Normas Normas Normas ción, de permisión o facultativas. Según su contenido, se hablará de nor-
Normas

l~
de jurídicas morales religiosas del trato mas abstractas (se refieren a elases de acciones) o concretas (se refieren a
normas (legales, con- (de moral social acciones específicas). Según la condición de aplicación, de normas hipo-
suetudinarias, social o de
Elementos etcétera) téticas o categóricas, como hemos visto, o bien de diversos tipos de nor-
moral crítica)
de las normas mas hipotéticas. Según la autoridad, de leyes, decretos, reglamentos,
Carácter órdenes ministeriales, etc. Según el sujeto normativo., de normas generales
Contenido (se dirigen a cualquier sujeto de una elase) o particulares (se dirigen a suje-
Condición de aplicación tos determinados). Según la ocasión espacial, de normas vigentes en todo
Autoridad un Estado, en una comunidad autónoma, en un municipio, etcétera. Según
Sujeto normativo la ocasión temporal, de normas retroactivas o irretroactivas, vigentes de
Ocasión espacio-temporal manera indefinida o por un espacio de tiempo determinado. Según lapromul-
Promulgación gación, de normas escritas o consuetudinarias. Según la sanción, de nor-
Sanción mas sancionadoras y (como veremos) normas sin sanción, o bien de normas
con sanción positiva o con sanción negativa, etcétera. Es importante ob-
servar que pueden utilizarse muchos criterios para elasificar las normas
Este cuadro serviría para dar cuenta de los diversos criterios de distin-
jurídicas (aquí sólo hemos apuntado algunos de los posibles), pero hay
ción intentados en distintas épocas y desde diferentes concepciones teó-
que tener cuidado para no mezclar más de un criterio en cada elasificación.
ricas. Así, limitando el análisis al campo del Derecho y de la moral, la
Sólo de esta forma puede lograrse una elasificación formalmente correcta
diferencia entre ambos órdenes normativos se ha visto: 1) En el carácter de (y sin este requisito dificilmente resultará útil), es decir, que origine elases
las normas. Thomasius, por ejemplo, consideraba que la moral establece (o subclases) de normas que resulten excluyentes entre sí (una misma nor-
mandatos positivos, es decir, obligaciones (de hacer el bien), a diferencia ma no debe poder ineluirse en más de una clase) y que sean exhaustivas
del Derecho, que establece prohibiciones (de hacer el mal). 2) En el conte- (cualquier norma debe póder ineluirse en alguna de las clases estable-
nido de las normas: el Derecho, según una tradición que proviene de Kant, cidas).
regula los actos externos y la moral los internos. 3) En la condición de apli- De todas formas, lo que acabamos de señalar no soluciona del todo el
cación: las normas jurídicas serían, pues, hipotéticas y las morales categó- problema de la distinción entre el Derecho y los otros órdenes normativos,
ricas. 4) En la autoridad-destinatario de las normas: las normas jurídicas por varias razones. En primer lugar, porque lo que hemos llevado a cabo es
son heterónomas, provienen del exterior del propio sujeto, mientras que un análisis estructural, cuando es posible que las diferencias existan más
bien (o además) desde un punto de vista funcional (las normas jurídicas,
las morales son autónomas, en ellas coincide la autoridad con el destinata-
religiosas, morales, etcétera, se distinguirían entre sí porque cada una de
rio; o bien (en otra posible variante): las normas jurídicas, a diferencia de las
ellas cumple una función peculiar); o bien desde un punto de vistaaxiológico
morales, son aquellas que provienen del Estado. 5) En la ocasión espacio- (lo que varía serian los valores subyacentes o realizados por los distintos
temporal y en la promulgación: las normas jurídicas tienen límites espacia- tipos de normas). En segundo lugar, aun suponiendo que el planteamiento
les definidos (el territorio de un Estado, de un municipio, etc.), suelen tener más adecuado sea el estructural, no tenemos ninguna seguridad de que las
una vigencia temporal indeterminada (hasta que sean derogadas), y la normas jurídicas (si se quiere, los enunciados júrídicos) respondan siem-
promulgación de las mismas exige ciertas formalidades, como publicación pre a una misma estructura.
en el BOE, sanción --en el sentido de ratificación o aprobación- por el jefe Esta última es, sin embargo, la opinión de H. Kelseri, para el cual norma
del Estado, etcétera. 6) En la sanción que, como hemos visto, es el criterio jurídica es aquella que prescribe una sanción (lo que él entiende por san-
más importante y, en cierto modo, el definitivo. ción), de manera que una normajurídica obedece siempre a una misma es-

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tructura. Por ejemplo, el artículo 413 del Código penal sería un supuesto mente en las que establecen obligaciones y prohibiciones. Por ello, Hart
elaro de normajurídica: a un hecho ilícito (producir el aborto o consentirlo) acepta que el Derecho puede considerarse como un conjunto de normas,
se le imputa una sanción (prisión menor); el artículo en cuestión suministrá pero de diversos tipos. Para Hart, en un sistema jurídico desarrollado cabe
una interpretación posible a la fórmula: «si es A (ilícito), entonces debe ser distinguir dos tipos fundamentales de normas: primarias y secundarias (la
B (sanción)). Adviértase, sin embargo, que hemos dicho que el carácter de coincidencia terminológica con la clasificación de Kelsen no es concep-
la norma contenida en el artículo 413 es el de prohibición, pues, en efecto, la tual). Las normas primarias o básicas son las que prescriben que los seres
prohibición (de producir el aborto, etcétera) parece derivarse lógicamen- humanos hagan u omitan ciertos actos, lo quieran o no. Las normas secun-
te del enunciado del artículo. Así, para Kelsen existen, en realidad, dos darias son normas de segundo grado, es decir, normas que se refieren a las
tipos de normas jurídicas: las normas primarias o genuinas (las que prescri- primarias, y que pueden clasificarse en: normas de reconocimiento (como
ben una sanción); y las normas secundarias o derivadas, que son una con- el artículo 1 del Código civil español), las cuales establecen qué normas
secuencia lógica de las anteriores (y establecen la prohibición de realizar el pertenecen al sistema, es decir, forman parte del Derecho; normas de cam-
antecedente de la sanción). Pero esto no permite solucionar todos los bio, que indican cómo se pueden modificar y crear nuevas normas y quién
problemas, pues en el Derecho aparecen con mucha frecuencia enuncia- puede hacerlo (por ejemplo, el artículo 167 de la Constitución); y normas de
dos que no son fáciles de encajar en la estructura de la normajurídica suge- adjudicación o de aplicación, que establecen los órganos que deben
rida por Kelsen, es decir, enunciados que no prevén ninguna sanción y que decidir si se ha infringido o no una norma primaria (por ejemplo, el artículo
tampoco pueden, por lo menos con facilidad, reconducirse a normas con 117 de la Constitución). Las reglas del primer tipo, según Hart, imponen
sanción. Kelsen da varias soluciones para ello: deberes; las del segundo tipo, confieren potestades, públicas o privadas.
En la critica del normativismo de Kelsen, puede considerarse un paso
Por un lado, ampliar el concepto de sanción para no ineluir en el mismo todavía más allá el dado por los dos autores argentinos C. Alchourrón y E.
únicamente las sanciones penales; la indemnización y la nulidad son tam- Bulygin, para los cuales un sistemajurídico está integrado por enunciados
bién, para Kelsen, supuestos de sanción. Así, por ejemplo, una norma que de diversos tipos, algunos de los cuales ni siquiera son normas. Concreta-
establezca una indemnización para el supuesto en que se incumpla un con- ménte, en un sistema jurídico cabría encontrar: 1) Enunciados que prevén
trato o que declare nulo un testamento por haberse celebrado sin testigos una sanción para el caso de incumplimiento de la conducta debida (artículo
serían también ejemplos de normas jurídicas genuinas. 413 del Código penal). 2) Enunciados (también normativos) que obligan,
Por otro lado, Kelsen admite que no todos los artículos, los enunciados prohíben, facultan o permiten realizar u omitir algo, sin disponer sanciones
que aparecen en los sistemas jurídicos, expresan por sí mismos una norma (la mayoria de los artículos del Código civil). 3) Enunciados que no estable-
completa; muchos de ellos no serían más que antecedentes o fragmentos cen ninguna conducta como obligatoria, prohibida, permitida o facultativa
de auténticas normas. Por ejempío, el artículo 8 del Código penal antes y que, en consecuencia, no son normas. En este apartado puede estable-
mencionado: «Están exentos de responsabilidad criminal: 1.°el enajenado cerse todavía una distinción entre: 3.1) enunciados que no son normas, pe-
y el que se halla en situación de trastorno mental transitorio ... ». ro que influyen en los efectos normativos de otros enunciados (por ejemplo,
una definición legislativa -como la contenida en el artículo 1 del Código
Sin embargo, las explicaciones de Kelsen resultan excesivamente artifi- penal-); 3.2) enunciados que no tienen influencia alguna sobre las conse-
ciosas, de manera que se han dirigido a su concepción diversas críticas cuencias normativas del sistema (por ejemplo, invocar la protección de
entre las que destaca la de Hart. En efecto, si se acepta la teoría de Kelsen Dios o el agradecimiento del pueblo aljefe del Estado-como el principio 11
sería muy dificil, si no imposible, llegar a formular una normajurídica com- de la extinta Ley de Principios del Movimiento Nacional-) y que, en conse-
pleta. Kelsen, además, parece contemplar el Derecho desde el punto de vis- cuencia, deberían quedar eliminados del sistema.
ta del transgresor de la norma, olvidando que, en muchos cas~s, el Derecho Todavía hay que señalar la existencia de una importante tendencia de la
resulta íntimamente aceptado por sus destinatarios. Y, lo que constituye la teoría del Derecho contemporánea -especialmente la encabezada por R.
crítica más importante, la concepción de Kelsen no permite explicar las Dworkin- la cual sostiene que un sistema de Derecho positivo no está in-
normas que confieren potestades (los permisos), centrándose especial- tegrado únicamente por normas (y definiciones), sino también por princi-

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pios, esto es, por enunciados que establecen objetivos, metas, propósitos lila como el ordenalT\iento jurídico, el conjunto estructurado de las normas
sociales, económicos, políticos, etcétera (directrices), y exigencias de Ilrfdicas. Así es como lo ha entendido la teoría del Derecho posterior a
justicia, equidad y moral positivas (principios en sentido estricto). Estos l~dsen. Valga como ejemplo el caso de Bobbio, quien, en un trabajo de
enunciados (por ejemplo, el artículo 9, apartado 2 o el artículo 14 de la Cons- 1960, después de mostrar que no se puede definir el Derecho partiendo del
titución española) no serían propiamente normas, en la medida en que no punto de vista de la normajurídica aislada, señala: «Lo que nosotros llama-
están determinadas con precisión las condiciones de su aplicación, pero mos habitualmente Derecho es un tipo de ordenamiento normativo, más
juegan un papel importante a la hora de establecer, por vía interpretativa, el que un tipo de normas (...). Para definir la norma jurídica bastará con de-
significado de las normas del sistema. Dworkin entiende que mantener la Ir que norma jurídica es aquella que pertenece a un ordenamiento jurí-
tesis de que el Derecho está integrado por principios (y no sólo por nor- dico».
mas) es incompatible con el positivismo jurídico (en particular, con el posi-
tivismo jurídico hartiano), que parte de la separación entre el Derecho y la
moral (distinción que no siempre puede hacerse al nivel de los principios) 1.5. DERECHO y ESTADO. DERECHO y PODER
y de la existencia de una regla de reconocimiento que establece cuáles son
los enunciados que forman parte del Derecho positivo (y que no serviría Al tratar del problema de la ambigüedad de «Derecho» hemos considerado
como criterio de reconocimiento de los principios). Ambas líneas de crítica en cierto modo, seleccionado-- una de sus acepciones,~~~chQ~_s~.
son, empero, discutibles. Carrió (1970 y 1981), aceptando la concepción de ficntido objetivo el Derecho como conjunto de norma~ y luego se ha j)J'0-
Hart, ha insistido en que los principios a que alude Dworkin podrían ser 'lIrado aelarar la noción de norma. En lo que respecta a la vaguedad inten-
considerados como normas del sistema, siempre y cuando satisfagan los Hionalde «Derecho» (en cuanto conjunto de normas), la notade coactividad
criterios de la regla de reconocimiento (la postura de Carrió presupone la parece ser fundamental, aunque no agote toda la intensión del concepto.
ampliación del concepto de norma, para poder incluir en;el mismo pautas de Pinalmente, en cuanto a la vaguedad extensional, el concepto de «Estado»
conducta de carácter muy general). Y, por otro lado, l~ tesi~ de la separa- (vinculado, naturalmente, a la idea de coacción, de fuerza) nos permite dis-
ción entre el Derecho y la moral-tal y como la deflenqe Hart'y, en general, tinguir, hasta cierto punto, los casos elaros de aplicación de la expresión
el positivismo jurídico contemporáneo-- no implica una separación abso- «Derecho» (las reglamentaciones respaldadas por el poder del Estado) de
luta, como parecen haber pensado Dworkin y algunos comentaristas de su los casos oscuros (el Derecho internacional, el Derecho de las sociedades
obra. Sobre esta última cuestión y sobre las relacione,s'entre los principios primitivas, el Derecho canónico).
y los valores se volverá más adelante. Ahora bien, como hemos insinuado anteriormente, el concepto de «Es-
En todo caso, algo que parece indiscutible es que la sanción no puede tado» no es precisamente un concepto simple y claro (en 1931, un autor ha-
encontrars~ en todos y cada uno de los enunciados jurídicos (ni siquiera bía coleccionado hasta 145 definiciones distintas [Pérez Royo, 1980]) e
en todas y cada una de las normas jurídicas), lo que no implica negar que la ineluso da la impresión de que muchos de los problemas que suscita son
posibilidad -y el hecho-- de recurrir a la fuerza física sea una condición al paralelos a los que habíamos encontrado al tratar del concepto de «Dere-
menos necesaria para poder hablar de Derecho. Se puede decir que la coac- cho». Esto nos plantea, desde luego, serias dificultades. Por ejemplo>\la
ción es un requisito que se predica del ordenamientojurídico en su conjun- existencia o no de Derecho en todas las sociedades primitiva~ue es una
to, no de cada uno de sus elementos integrantes; del todo, no de cada una cuestión debatida en la antropología4.,difícilmente puede aelararse a partir
del concepto de «Estado>>"cuando resulta que tampoco hay acuerdo so-
de las partes (de lamisma manera que se puede afirmar que una clase -de es-
bre si el Estado ha existido siempre (es decir, a través de todos los niveles
tudiantes- es ruidosa o peligrosa, aunque existan estudiantes callados y
sociales y culturales de la humanidad) o bien el término «Estado» debe re-
que no ponen en peligro al profesor). Concretamente, sin la existencia de
servarse para el caso de las sociedades relativamente complejas, las cuale.s
una instancia que organiza y monopoliza el uso de la fuerza--es decir, sin el
cuentan con un centro de autoridad concentrada que dispone de un m07b-
Estado-- no puede entenderse el Derecho. En seguida lo veremos.
polio de instrumentos coercitivos para hacer cumplir las disposicioner de
Antes conviene extraer otra conelusión del análisi"s anterior, a saber: esa autoridad. Nosotros aceptaremos aquí esta segunda hipótesis, no
que el centro de interés en el estudio del Derecho no debe serlo tanto la nor-
porque esté más de acuerdo con la «esencia» del Estado, sino por j~zgar

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