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MODELOS COMERCIALES REGIONALES

Los MCR según OMC están constituidos con base en una estructura de la
integralidad del comercio exterior, con una propuesta interesante de manera que
pretende disminuir las barreras arancelarias y las barreras no arancelarias. Éstos
además son considerados herramientas de liberalización de los estados miembros
para una mejor negociación de sus productos, tratando de disminuir las BA y las
BNA todo desde un enfoque globalizado de diferentes entornos de comercio. En
referencia a lo que se puede interpretar de la OMC los ACR son factores claves en
las relaciones comerciales entre estados, dado que con el paso del tiempo las
negociaciones no solo se han incrementado, si no también se han tornado más
relevantes e importantes debido al crecimiento de la economía mundial y sus
factores comerciales para garantizar negociaciones transparentes, mejorar la
comunicación y la solución de conflictos entre dos o más estados que no tienen
por qué pertenecer a una misma región, pero que tienen una relación comercial de
acuerdo a los productos que cada ellos comercializan.

Según la OMC los Tratados de Libre Comercio y los ACR son un enfoque de
negociaciones que a su vez pueden interferir positivamente en la adjudicación de
los recursos efectivos de las especializaciones que se dan en cada norma de
comercio Caracterización de los acuerdos comerciales regionales desde el
enfoque de la OMC internacional y estos facilitan los procesos de liberalización de
las mercancías que se pueden disponer para las exportaciones a los países que
intervienen en dicho tratado. Los ACR son convenios de negocios internacionales
entre países que se encuentran favorecidos por los enlaces comerciales que entre
ellos prosperan, los más importantes para este estudio son: NAFTA, CARICOM,
CAN, MERCOSUR, UE, ASEAN, COMESA, UEMOA, SPARTECA, EFTA y EEA.
Cada uno de estos ACR están detallado según la descripción de los Países
miembros de la OMC, con convenios significativos, como resultado de la salida de
la unión europea, reino unido renegociara los aranceles tanto a la importación
como a la exportación con los 164 miembros de la organización mundial de
comercio.

Sistema Multilateral de Comercio y su relación con los ACR

El sistema multilateral de comercio está integrado por los estados y miembros de


pleno derecho de la OMC y así mismo está regulado por las normas del GATT;
cabe anotar que este conjunto de reglas en algún momento eran consideradas
como una figura especial que intentaba garantizar las relaciones comerciales entre
los países; sin embargo y pese a la creación de diferentes rondas de negociación
solo fue hasta la última ronda la denominada Ronda de Uruguay de 1986 que se
logró configurar la OMC como organismo. En este sentido los países miembros
regidos, en cualquier caso, por las normas del GATT que aún se mantienen e
intentan delimitar y establecer condiciones claras para la regulación del comercio
internacional y es precisamente en este sentido que los ACR como una alternativa
especial buscan en paralelo disminuir las barreras al comercio y dinamizar el
crecimiento mancomunado de los estados que desarrollan este tipo de tratados
internacionales.

Caracterización de los acuerdos comerciales regionales desde el enfoque de la


OMC

En el sistema multilateral de comercio se ponen además de manifiesto los retos


pendientes de los esfuerzos de cada uno de los países con el interés en el
desarrollo competente en la OMC, del cual también se exponen las estrategias
que sirven como foco principal para mejorar el trato especial y diferenciado de
cada uno de los acuerdos, con sus respetivos miembros para un mejor desarrollo;
ya que la gran mayoría de las naciones industrializadas fueron parte de los
fundadores del GATT y a su vez también se adhirieron a éste en sus primeros
años, los cuales fueron considerados marcan esencial para el alcance y el
contenido de las disciplinas de comercio. La mayoría de los miembros del GATT y
la OMC se distinguen por su diversidad en las funciones de sus asociados,
principalmente con la diferencia fundamental del interés comercial entre los países
desarrollados y en desarrollo, a pesar de la gran heterogeneidad de los últimos
años. Por ello es importante la evolución de las disciplinas de estos dos
integrantes principales del sistema multilateral de comercio, con base en su
aplicación a los países en desarrollo, esto de acuerdo al contexto histórico, cuándo
se produjeron las demandas y las concesiones. En definitiva es posible agregar en
relación a todo lo anterior que el sistema multilateral de comercio se integra a los
acuerdos comerciales como extensión de un contexto jurídico que abarca una
amplia variedad de actividades comerciales que delimitan el comportamiento de
los países, estas tratan de diferentes asuntos o cuestiones mercantiles tales como
agricultura, servicios bancarios, contratación pública, normas industriales, textiles
y vestido, telecomunicaciones, seguridad de los productos entre otros asuntos que
en definitiva constituyen la razón de ser de la misma OMC
Conclusiones La caracterización de los ACR desde el enfoque de la OMC,
demuestra que existe una tendencia en el crecimiento de esta figura de
liberalización que apunto al crecimiento mancomunado entre las partes y esto
lleva a oportunidades de participar dentro del comercio internacional de una
manera más dinámica gracias a la reducción de las barreras arancelarias, además
de otros asuntos más complejos como sucede con los acuerdos multilaterales,
todo ello considerando el devenir mismo de la globalización. Es evidente también
que el caso de la Unión Europea es posiblemente el más llamativo no solo porque
este bloque comercial e integración económica es un ejemplo paradigmático de
ACR sino porque así mismo este ha logrado que sus

países miembros toman las decisiones de forma conjunta además de ser en la


actualidad la región con más ACR firmados dentro del sistema multilateral de
comercio; todo ello considerando la cantidad notable de miembros que en efecto
hacen parte de esta organización. Es importante agregar también que los ACR
han sido en principio creados para liberalizar el comercio de mercancías; sin
embargo y pese a las dificultades dentro de la OMC para regular el tema de los
servicios, algunos países han comenzado ya que negociar al margen de las
normas de la OMC algunos ACR que delimiten mejor las condiciones en las que
se busca liberalizar el comercio de servicios y/o intangibles. Respecto a los TLC
se puede determinar que son en la actualidad los ACR más comunes entre los
países posiblemente debido a la versatilidad de los mismos, en cuyo caso no solo
suelen ser negociados por dos partes, lo cual facilita ostensiblemente el proceso,
sino que estos generar reducciones arancelarias puntuales en ciertos productos y
no implican compromisos tan ambiciosos tal y como sucede con las integraciones
económicas en donde, como se mencionó previamente, son negociados asuntos
profundamente complejos alusivos a temas monetarios, cambiarios, tributarios,
migratorios, políticos además de otros tantos entre dos o más países. Finalmente
como futuras líneas de trabajo se recomienda ahondar un poco más en el papel de
los ACR y su impacto directo dentro del comercio internacional; también sería
conveniente implementar este mismo estilo de investigación aplicada para el caso
Caracterización de los acuerdos comerciales regionales desde el enfoque de la
OMC, todo ello a fin de lograr identificar al detalle cuales son los socios
estratégicos del país en materia de ACR además de caracterizar su volumen de
comercio tras la implementación de esta figura de liberalización comercial.

LOS MODELOS COMERCIALES REGIONALES


Los modelos comerciales regionales (MCR) son un factor clave en las relaciones
comerciales internacionales. A lo largo de los años, los MCR no solo se han hecho
más numerosos, sino también más amplios y complejos. Los Miembros y la
Secretaría de la OMC se esfuerzan por reunir información y fomentar el debate
sobre los MCR con el fin de aumentar la transparencia y mejorar la comprensión
de la repercusión que tienen en el conjunto del sistema multilateral de comercio.
En la OMC se entiende por MCR cualquier acuerdo comercial recíproco entre dos
o más partes, que no tienen por qué pertenecer a una misma región. En junio de
2016 todos los Miembros de la OMC mantenían al menos un MCR en vigor. En
la base de datos sobre los MCR se pueden consultar, entre otros documentos,
presentaciones fácticas sobre los diversos acuerdos comerciales regionales
notificados a la OMC.
Los arreglos comerciales preferenciales (ACP), en cambio, establecen privilegios
comerciales unilaterales, por ejemplo sistemas generalizados de preferencias
(SGP) y programas preferenciales no recíprocos que algunos Miembros de la
OMC aplican respecto de los productos procedentes de países en desarrollo y
países menos adelantados. En la base de datos sobre los MCR se puede
consultar información sobre los arreglos comerciales preferenciales notificados a
la OMC.

NORMAS DE LA OMC EN MATERIA DE MCR


El principio de no discriminación es fundamental en la OMC. Los Miembros se han
comprometido, de manera general, a no favorecer a un interlocutor comercial con
respecto a otro. Los MCR constituyen una excepción a esa norma. Los MCR son
discriminatorios por su propia naturaleza, ya que solo los firmantes disfrutan de las
condiciones más favorables de acceso a los mercados. Los Miembros de la OMC
reconocen la función legítima que desempeñan los ACR que tienen por objeto
facilitar el comercio entre sus partes, pero sin erigir obstáculos comerciales con
respecto a los terceros.
Los Miembros de la OMC pueden concertar MCR con arreglo a determinadas
condiciones, que se estipulan en tres series de normas. Esas normas abarcan el
establecimiento y la utilización de uniones aduaneras y zonas de libre comercio
para el comercio de mercancías
Acuerdos regionales o mundiales para el comercio de mercancías entre países en
desarrollo Miembros y acuerdos relativos al comercio de servicios. En términos
generales, los MCR deben abarcar lo esencial de los intercambios comerciales
salvo que se concierten al amparo de la Cláusula de Habilitación, y contribuir a
una mayor fluidez de los intercambios comerciales entre los países que son parte
en el acuerdo, sin erigir obstáculos al comercio con el resto del mundo.
Los Miembros de la OMC también han declarado que los MCR deben seguir
siendo complementarios del sistema multilateral de comercio, y no sustituirlo.
Además, un sistema multilateral garantiza la participación de los países más
pequeños y vulnerables y contribuye a apoyar la integración de los países en
desarrollo en la economía mundial.
Hay diferentes opiniones sobre los efectos de los MCR en la liberalización del
comercio mundial. Aunque los MCR tienen por objeto beneficiar a los países que
los suscriben, los beneficios previstos pueden frustrarse si no se reducen al
mínimo las distorsiones en la asignación de los recursos, así como la desviación
del comercio y la inversión.
Por otro lado, al haber aumentado el número de MCR, ahora hay numerosos
países que son parte en varios acuerdos. Ello puede entorpecer las corrientes
comerciales, puesto que los comerciantes deben esforzarse por cumplir múltiples
conjuntos de normas. Además, como el alcance de los MCR se ha ampliado para
incluir esferas de política que no están sujetas a normas multilaterales, puede
aumentar el riesgo de disparidad entre los distintos acuerdos. Los MCR más
antiguos abarcaban solo la liberalización de los aranceles, junto con normas
conexas, como las medidas de defensa comercial, las normas técnicas y las
normas de origen. Ahora, los MCR comprenden cada vez con mayor frecuencia
una liberalización de los servicios, así como compromisos en materia de normas
relativas a los servicios y en materia de inversión, competencia, derechos de
propiedad intelectual, comercio electrónico, medio ambiente y trabajo, lo que
podría generar confusión en la reglamentación, además de problemas de
aplicación.
LA LABOR DE LA OMC EN MATERIA DE MCR
Desde el establecimiento del Comité de Modelos Comerciales Regionales
(CACR), en febrero de 1996, los Miembros de la OMC han puesto de relieve
sistemáticamente la necesidad de recopilar información sobre los MCR y habilitar
un foro para debatir sobre sus repercusiones.
Desde diciembre de 2006 todos los MCR están sujetos a las disposiciones y
procedimientos del Mecanismo de Transparencia para los Acuerdos Comerciales
Regionales. Este Mecanismo, establecido mediante una Decisión del Consejo
General de diciembre de 2006 y aplicado desde entonces con carácter provisional,
prevé directrices específicas sobre el momento en que se deben notificar a la
Secretaría de la OMC los nuevos MCR, así como la información y los datos que
han de facilitarse. Esa información permite a la Secretaría preparar una
presentación fáctica sobre el MCR, que ayuda a los Miembros de la OMC en su
examen del acuerdo. En la Conferencia Ministerial celebrada en Nairobi en 2015
los Miembros de la OMC convinieron en trabajar para transformar el actual
Mecanismo de Transparencia provisional en un mecanismo permanente. Puede
consultarse aquí más información sobre el Mecanismo de Transparencia.
Por lo general se considera que el Mecanismo ha sido un éxito, ya que ha
aumentado la transparencia y ha generado un corpus exhaustivo de información
sobre los MCR que puede ayudar a los Miembros en los francos debates que
mantienen en el CACR.
Además, se considera que debatir sobre los MCR en la OMC ayuda a velar por la
preservación del equilibrio y la inclusión. En la Décima Conferencia Ministerial,
celebrada en Nairobi en 2015, los Miembros de la OMC adoptaron una
Declaración Ministerial, en la que se encomendaba al Comité de Modelos
Comerciales Regionales que examinara las implicaciones sistémicas de los MCR
para el sistema multilateral de comercio y su relación con las normas de la OMC.

EFECTOS TEÓRICOS DE LA INTEGRACIÓN COMERCIAL


El análisis de los costos y beneficios que resultan de los acuerdos comerciales
representa uno de los aportes más importantes de la teoría económica a los
estudios de la integración; destacando principalmente el enfoque estático, propio
de la teoría del comercio internacional, y el enfoque dinámico que se sustenta en
el criterio de análisis integral y es resultado de la crítica al primer enfoque.
Inicialmente presentados como opciones para entender las consecuencias de la
conformación de uniones aduaneras, en lo que Viner denominó teoría de las
uniones aduaneras, es una referencia teórica que luego se extendió para
comprender el impacto de todos los procesos de integración comercial.

EFECTOS ESTÁTICOS
Los efectos estáticos son los beneficios (o pérdidas) que pueden resultar del
ajuste de la producción, el consumo y los términos de intercambio como
consecuencia de la puesta en práctica de un acuerdo de integración.
Resultado de la aplicación del análisis que propone la teoría del segundo óptimo al
escenario del comercio internacional, es posible explicar los siguientes efectos de
la conformación de una unión aduanera:
1) efecto producción Viner 1950, estudio de los cambios en el patrón de
intercambio entre países utilizando los criterios de creación y desviación de
comercio;
2) efecto consumo revisión de la sustitución entre bienes generada por los
cambios en los precios relativos luego de la firma del acuerdo comercial; y
3) efecto términos de intercambio evaluación de los cambios generados por el
desvío del comercio y el incremento de la capacidad para negociar dentro de los
países del acuerdo.
Para el análisis del efecto producción, el enfoque estático del equilibrio parcial de
la conformación de una unión aduanera propuesto por Viner identifica los impactos
en términos de creación y desviación de comercio. La creación de comercio se
identifica cuando un país sustituye la producción doméstica de un bien con
importaciones más económicas del referido producto desde un país miembro del
proceso de integración. La dinámica así planteada es positiva desde el punto de
vista de la eficiencia y el bienestar, ya que los consumidores logran acceder a los
bienes ofertados por los productores más eficientes que existen en la economía de
la región. Y la desviación del comercio se reconoce cuando los países integrados
sustituyen las importaciones más baratas provenientes del resto del mundo por
importaciones más caras desde otros países integrantes del bloque comercial.
En cuanto al análisis del efecto consumo, Meade, Gehrels y Lipsey plantearon el
análisis estático de las uniones aduaneras considerando el efecto sustitución de
mercancías que estas producen. Así, los efectos de la integración comercial en el
consumo pueden ser positivos o negativos dependiendo de:
1) la extensión de las regulaciones de comercio entre los países de la región,
2) la complementariedad y el nivel de competencia entre las economías del
bloque comercial, y
3) la altura de los niveles arancelarios.
Con respecto al efecto términos de intercambio, Mundell y Vanek reforzaron el
estudio de los efectos estáticos de las uniones aduaneras considerando el impacto
que tiene todo proceso de integración regional en los términos de intercambio del
grupo de países participantes, ya que los cambios en el patrón de comercio de los
países de la región, ocasionado por la eliminación de los aranceles
intraregionales, también afectan los términos de comercio de estas naciones. De
esta manera, cuando una unión aduanera es desviadora de comercio (reducción
de importaciones y oferta de exportaciones al resto del mundo), se evidencia una
mejora en los términos de intercambio de la región. En el caso del proceso de
integración creador de comercio, el impacto generado en el ingreso real de los
países de la región se derrama ocasionando mayor demanda de los productos
elaborados en el resto del mundo, lo que es posible por la desmejora en los
términos de intercambio del bloque comercial. Para ambos autores, toda unión
aduanera al actuar como una sola unidad dentro de las negociaciones de
comercio internacional, tiene mayor poder de negociación que todos sus
integrantes de manera separada.

EFECTOS DINÁMICOS
Los efectos dinámicos son los beneficios (o pérdidas) que se producen luego de la
implementación de un acuerdo de integración debido a mayor competencia,
desarrollo de economías de escala, estímulos a la inversión, y mejor uso de los
recursos económicos. Corresponde a aquellos efectos que se producen a largo
plazo y cambian la estructura productiva de la región, haciéndola más competitiva,
y son generados por todos los “factores que afectan la eficiencia dinámica de una
economía”. En ellos se incluye la incidencia de la innovación, el nuevo uso de los
factores de producción, los cambios en la dinámica empresarial y en la forma
como se relacionan los agentes económicos.
Debido a que la dinámica de la conformación de una unión aduanera está
relacionada con el surgimiento de mayor competencia, es decir, al eliminarse las
barreras comerciales en un grupo de países, las empresas localizadas en estos se
ven obligadas a ser más eficientes para enfrentar la competencia de otras
empresas dentro de la región. Todo proceso de integración trae consigo la
generación de una competencia más efectiva dentro de las economías
participantes, pero los beneficios de esa competencia podrán preservarse solo
mediante la puesta en práctica de medidas contra la cartelización. De esta
manera, el proceso de integración económica hace desaparecer las estructuras
ineficientes de mercado (monopolios, oligopolios, competencia monopolística)
existentes a nivel local antes de constituirse el bloque comercial, ya que en el
mercado ampliado las empresas locales se limitan recíprocamente el poder de
mercado que antes tenían.
La intensificación de la competencia también trae consigo beneficios para los
consumidores al asegurar el acceso a una oferta más amplia de mercancías a
menores precios; y condiciona las decisiones empresariales a un entorno de: a) no
discriminación de precios (o efecto precompetitivo), debido a que se elimina la
segmentación de mercados y se suprime la posibilidad de que las empresas
locales realicen discriminación de precios; y b) transmisión de la tecnología y
estímulo al desarrollo e investigación, como resultado de la interacción con nuevos
productos y procesos productivos de países miembros de la región.
La conformación de una unión aduanera también trae consigo el desarrollo de
economías de escala, es decir, el aumento del tamaño del mercado luego de la
integración ocasiona economías de escala en aquellas industrias que estén
operando en niveles inferiores a su capacidad óptima. Este efecto dinámico
conlleva a que las empresas locales en su esfuerzo por mantener mercados
reduzcan el nivel de sus productos diferenciados y aumenten el nivel de
producción por cada planta instalada. Según Bela Balassa, otros efectos
dinámicos de la integración comercial están relacionados con:
a) riesgo e inseguridad en las transacciones extranjeras: la conformación de una
unión aduanera representa la firma de acuerdos relacionados con la abolición de
tarifas aduaneras, con lo cual se elimina la inseguridad asociada a las
restricciones al comercio, mientras que el riesgo asociado a los cambios en la
política económica (monetaria, fiscal, cambiaria), seguirá existiendo en el marco
de la integración hasta que esta no llegue a la coordinación plena de políticas
públicas;
b) impacto sobre las economías no participantes: beneficioso en la medida que el
ingreso de la unión se incremente y ello provoque aumento de sus importaciones;
y
c) actividad inversionista en una unión comercial: se incrementa la inversión en
industrias de exportación, y se establece un mercado de capitales integrado para
atender el cambio en el volumen de las inversiones y en la distribución de los
fondos de inversión. Acerca de este último efecto,Tugores resalta que la
liberalización discriminatoria del mercado de capitales que se da por la firma del
acuerdo comercial incrementa la rentabilidad esperada del capital en los países
miembros del bloque regional en comparación con otros países fuera de la región,
al tiempo que mejora el clima de inversiones en general por el compromiso que
implica suscribir los retos de la integración.
De esta manera la teoría económica explica el análisis costo-beneficio de las
iniciativas de integración que llevan a cabo los países. Bajo los criterios del
análisis estático y dinámico se definen los principios que permiten valorar los
efectos que produce la firma de un acuerdo comercial, con la esperanza de que el
resultado final de la estimación del efecto neto de la iniciativa contenga los
aspectos positivos y negativos de la integración.

LA INTEGRACIÓN EUROPEA
La integración económica europea está fundamentada en varios objetivos políticos
más o menos explícitos que han ido substituyéndose conforme pasaba el tiempo:
impedir la reanudación del enfrentamiento bélico sobre el suelo europeo, favorecer
la reconstrucción de lo destruido en la Segunda Guerra Mundial, establecer una
barrera al expansionismo soviético, defenderse de la agresividad económica
americana, constituirse como tercera potencia económica mundial.
La Unión Europea ha superado ya los tres grados iniciales de integración: área de
libre comercio, unión aduanera y mercado común y tiene muy avanzado el
proceso de unión económica.
Los quince países de la Unión Europea forman un Área de Libre Comercio. Han
desaparecido totalmente las barreras cuantitativas y arancelarias para todos los
productos, están completamente homogeneizadas las normativas sanitaria y
técnica y los trámites administrativos del transporte por lo que no existe ninguna
barrera al movimiento interno de bienes y servicios. Los derechos de aduana e
industriales quedaron totalmente eliminados el 1 de julio de 1968 entre los seis
países entonces miembros de las Comunidades Europea
Los quince países de la Unión Europea forman una Unión Aduanera. En su
comercio externo la CEE aplica, desde 1968, un Arancel o Tarifa Exterior Común
(TEC) para todos los bienes industriales, productos agrícolas y servicios
producidos en el exterior. La UE mantiene acuerdos comercilaes con paises no
europeos que son especialmente importantes para los países Mediterráneos y los
llamados ACP.
Los quince países de la Unión Europea forman un Mercado Único que garantiza la
libre circulación de capital y personas en los 15 Estados miembros. Los
trabajadores pueden ser contratados por las empresas en las mismas condiciones
sea cual sea su país de origen. Hay libertad para que los profesionales se
establezcan en el país que deseen. Los capitales se mueven libremente.
Los doce países que han aceptado el euro como su moneda, han formado una
unión monetaria en la que sólo hay una autoridad monetaria y una política
monetaria. Los demás países adaptan sus políticas monetarias hacia la
convergencia con el euro. Respecto a la política fiscal, estamos muy lejos de la
unidad, pero hay una gran coordinación, con normas de disciplina presupuestaria
comunes para todos y sistemas fiscales homogéneos. El presupuesto comunitario
aún representa un porcentaje muy pequeño del producto europeo. Hay políticas
comunes específicas para la Agricultura, la Pesca y la Industria.

SISTEMA DE LA INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA


La integración Centroamericana, surge con la firma del Tratado General de
Integración Económica Centroamericana el 13 de diciembre de 1960.
En dicho instrumento los países Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y
Costa Rica acuerdan establecer entre ellos un Mercado Común Centroamericano
(MCCA), cuyo objetivo principal era unificar las economías, impulsar en forma
conjunta el desarrollo de Centroamérica y mejorar las condiciones de vida de sus
habitantes. Para tales fines se comprometieron a perfeccionar una zona de libre
comercio, la adopción de un arancel externo común, así como, a constituir una
Unión Aduanera entre sus territorios. Para tal fin, los países centroamericanos
establecen el régimen de libre comercio para todos los productos originarios de
sus respectivos territorios, con algunas excepciones comprendidas en el Anexo A
al Tratado General de Integración, lo que significa, que todos los productos
originarios están exentos del pago de los Derechos Arancelarios a la Importación
(DAI) y exportación, los derechos consulares y demás impuestos, sobrecargos y
contribuciones vinculados a la importación o exportación o que se cobren en razón
de ellas.
El Tratado General de Integración Económica Centroamericana entró en vigencia:
el 4 de junio de 1961 para Guatemala, El Salvador y Nicaragua;
el 27 de abril de 1962 para Honduras y el
23 de septiembre de 1963 para Costa Rica.
Durante los 30 años posteriores a la firma del Tratado General, la región enfrentó
crisis económicas y políticas particularmente en los años 80, sin embargo, la
región experimentó crecimientos significativos del comercio intrarregional, se
redujo la lista de productos del Anexo A que no gozaban de libre comercio en la
región y se alcanzó una mayor armonización en términos arancelarios. Con el
objetivo de alcanzar la integración centroamericana, y constituir a Centroamérica
en una región de “Paz, Libertad, Democracia y Desarrollo” es que se firma
el Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de la ODECA (Protocolo de Tegucigalpa),
el 13 de diciembre de 1991 por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua,
Costa Rica y Panamá. Mediante este Protocolo se establece y consolida el
Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), como el marco institucional de
la Integración Regional de Centroamérica, incorporando a Panamá como Estado
Miembro.
Belice se adhiere en diciembre del año 2000, en calidad de Estado Miembro,
seguido de República Dominicana que se incorpora en diciembre del 2003 en
calidad de Estado Asociado. Posteriormente, los Estados Unidos Mexicanos (11
de Diciembre de 2004), la República de Chile (27 de junio de 2008) y la República
Federativa del Brasil (7 de Octubre de 2008) y la República Argentina (5 de
diciembre de 2008) se incorporan como Observadores Regionales; la República
de China (Taiwán) (24 de abril de 2002), el Reino de España (15 de octubre de
2005) y la República Federal de Alemania (27 de junio de 2008) y la República
Italiana (5 de diciembre de 2008) se incorporan como Observadores
Extrarregionales.
Con el firme propósito de consolidar la democracia en la región, de concretar un
modelo de seguridad regional, superar la pobreza extrema, proteger el medio
ambiente, lograr un sistema regional de bienestar y justicia económica y social,
fortalecer la región como bloque económico para insertarlo exitosamente en la
economía internacional y promover en forma armónica y equilibrada el desarrollo
económico, social, cultural y político de los Estados miembros y de la región en su
conjunto; el SICA lo conforman cuatro subsistemas:
Subsistema de Integración Económica
Subsistema de Integración Social
Subsistema de Integración Ambiental
Subsistema de Integración Política
Con esta nueva estructura y con el objetivo de alcanzar el desarrollo económico y
social equitativo y sostenible de los países centroamericanos, mediante un
proceso que permita la transformación y modernización de sus estructuras
productivas, sociales y tecnológicas, eleve la competitividad y logre una
reinserción eficiente y dinámica de Centroamérica en la economía internacional,
es que los países centroamericanos toman la decisión de firmar el Protocolo al
Tratado General de Integración Económica Centroamericana (Protocolo de
Guatemala), el 29 de octubre de 1993. Mediante este Protocolo, Guatemala, El
Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, se comprometen a alcanzar de
manera voluntaria, gradual, complementaria y progresiva, la Unión Económica
Centroamericana cuyos avances deberán responder a las necesidades de los
países que integran la región, sobre los siguientes fundamentos:
La integración económica regional es un medio para maximizar las opciones de
desarrollo de los países centroamericanos y vincularlos más provechosa y
efectivamente a la economía internacional.
La integración económica se define como un proceso gradual, complementario y
flexible de aproximación de voluntades y políticas.
El proceso de integración económica se impulsará mediante la coordinación,
armonización y convergencia de las políticas económicas, negociaciones
comerciales extrarregionales, infraestructura y servicios, con el fin de lograr la
concreción de las diferentes etapas de la integración.
El proceso de integración económica se regulará por este Protocolo, en el marco
del ordenamiento jurídico e institucional del SICA, y podrá ser desarrollado
mediante instrumentos complementarios o derivados.
Es así que el Subsistema de Integración Económica debe ajustarse a los
siguientes principios: legalidad, consenso, gradualidad, flexibilidad, transparencia,
reciprocidad, solidaridad, globalidad, simultaneidad y complementariedad.
Mediante Declaración Conjunta, en la Ciudad de Panamá el seis de julio de dos
mil diez y mediante la firma de un Protocolo de Incorporación, la República de
Panamá se incorporará al Subsistema de Integración Económica
Centroamericana.

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