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Una desventaja de los diagramas de fases es que no reflejan el tiempo necesario para lograr
la transformación (el que suele ser muy alto). En los enfriamientos de no equilibrio, las
transformaciones ocurren a temperaturas inferiores (subenfriamiento) y en los
calentamientos a temperaturas superiores (sobrecalentamiento). Cuanto mayor sea la
velocidad, más nos apartamos de las temperaturas representadas en el diagrama.
Fuera del equilibrio, A1 y A3 se denominan Ac1 y Ac3 para el calentamiento y Ar1 y Ar3 para el
enfriamiento.
Repasando las fases hasta ahora vistas para el sistema hierro - carbono:
• Ferrita α: estable a temperatura ambiente. Tiene estructura BCC donde son solubles
pequeñas concentraciones de carbono (máximo 0.022%) debido a la forma y
tamaño de los intersticios del tipo de estructura, que dificulta el acomodamiento de
los átomos de carbono. Es relativamente blanda y dúctil. Presenta características
magnéticas.
• Austenita ᵞ: Aparece a 912 °C y persiste hasta 1538 °C. Presenta estructura FCC, lo
que permite una mayor solubilidad del carbono (máximo de 2.11%, casi 100 veces
más grande que en la fase α) debido a que las posiciones intersticiales de la
estructura FCC tienen una forma tal que, al llenarse de átomos de carbono, no se
generan grandes deformaciones sobre los átomos de hierro. No es magnética. Esta
fase es más densa ya que al tener estructura FCC los átomos se encuentran más
empaquetados.
• Ferrita ᵟ: Aparece a 1538 °C, tiene características magnéticas y estructura BCC.
Como sólo es estable a altas temperaturas no tiene importancia técnica.
• Cementita (Fe3C): Es un compuesto intermedio metaestable (si caliento a una
temperatura de aproximadamente 700 °C durante varios años, cambia
gradualmente y se transforma en hierro α + grafito). Es un soluto intersticial en el
hierro y forma soluciones sólidas con la ferrita y la austenita. Es dura y frágil y su
presencia suele aumentar considerablemente la resistencia de algunos aceros.
Presenta estructura ortorrómbica formada por 4 átomos de carbono y 12 de hierro.
Según cómo fue el enfriamiento para obtener una dada fase, se pueden obtener diferentes
morfologías. Por ejemplo, para la ferrita (fase blanda y tenaz, que presenta transición dúctil-
frágil) se tiene:
1- Ferrita Idiomórfica: Se considera que tiene una morfología equiaxial (no tiene una
orientación preferencial). Se forma intragranularmente, en torno a inclusiones u otros
sitios de nucleación heterogéneos.
2- Ferrita Alotriomórfica: Tiende a nuclearse en los bordes de grano de la austenita, y a
crecer a lo largo de las “paredes de la austenita” mucho más de lo que crece en dirección
normal. Por lo tanto, tiene forma alargada
3- Ferrita Widmanstatten: Forma listones que tienden a propagarse hacia el interior del
grano.
Diagramas de transformación isotérmica (T-T-T): Para armar estos gráficos, se parte de una
probeta de austenita de cierta composición y se la enfría rápidamente hasta una cierta
temperatura. La primera curva representa el tiempo que tarda en iniciarse la
transformación. La segunda indica el tiempo que tarda en finalizar. Ambas curvas en función
del log(t). Este procedimiento se repite para diferentes temperaturas. La transformación
austenita-perlita ocurre solamente si se enfría por temperaturas menores a Te.
Por encima de “la nariz” del gráfico se obtiene perlita, que tiene morfología laminar (la
cual se debe a que los átomos de carbono necesitan difundir la distancia mínima). A
temperaturas más altas se tiene perlita gruesa, ya que al verse favorecidos los
mecanismos difusivos, el carbono puede difundir distancias relativamente largas,
permitiendo la formación de láminas más gruesas. A temperaturas más bajas (aún
superiores a la de la nariz) se obtiene perlita fina. La perlita gruesa se ve más como una
cebra, porque estás más separadas las láminas; la fina se ve como un manchón.
Por debajo de “la nariz” se obtiene otra microestructura, llamada bainita. En ella la
ferrita nuclea primero, adopta forma de listones y los carburos no son más laminares,
sino que son discretos y toman forma de placas más o menos cortas, ya que no tienen
tanta capacidad de difusión (menores temperaturas). Si las placas de Fe3C son más
largas, se trata de bainita superior (a temperaturas mayores), y si se ubican como
carburos finos dentro de los listones, se trata de bainita inferior. En este caso la
cementita precipita más dispersa, lo que hace más difícil el avance de las dislocaciones.
Teniendo en cuenta las definiciones anteriores, se puede agregar una nueva transformación al
diagrama T-T-T. Como la transformación martensítica es instantánea y sin difusión, se
representa de forma diferente. Se representan las líneas Minicio (indica comienzo de la
transformación), M(50%) y M(90%) que indican el porcentaje de transformación austenita-
martensita, que es independiente del tiempo. La T donde se ubican estas líneas, depende de la
composición del acero.
(Ver ejemplo 10.1 Callister. Explica cómo leer diagrama para diferentes transformaciones).
iii- Esferoidización: aceros medios y altos en carbono tienen estructura perlítica gruesa,
que puede ser muy dura para deformación plástica y para el mecanizado. Se calienta
hasta temperatura cercana a Ac1 durante un tiempo adecuado, o se hace oscilar y luego
se enfría lentamente. Se busca que los carburos laminares de la perlita se globulicen
para ablandar el acero y que sea más fácil procesarlo y de deformar.
iv- Recocido subcrítico: se calienta hasta T<Ac1, se mantiene un tiempo adecuado para
bajar las tensiones residuales generadas por procesos previos y luego se enfría
lentamente.
La severidad de temple es un valor que me define qué tanto voy a poder enfriar. Si uso agua
puede pasar que enfríe muy rápido en la superficie, pero el centro quede caliente, se
generen tensiones y se rompa la pieza.
Toda la parte de la probeta que no recibe agua es como la parte del interior de un
material (alejada de la superficie) cuando se templa. Podría ocurrir que, dado que se
presentan diferentes velocidades de enfriamiento en la superficie y en el interior de la
pieza, por más que la superficie tenga solamente martensita, en el centro se forme perlita o
bainita, que son más blandas.
Luego de mide la dureza Rockwell a lo largo de la probeta (distancia indicada) y se realiza una
curva de dureza en función de la distancia al extremo templado. La distancia al extremo
templado se puede correlacionar con la velocidad de enfriamiento en ese punto. Un acero con
alta templabilidad mantiene valores elevados de dureza durante distancias largas. S
En la imagen de la derecha se puede observar que, si diferentes partes de una misma pieza
tienen diferentes velocidades de enfriamiento, es posible que se obtengan diferentes
microestructuras.
Efecto del agregado de aleantes y del porcentaje de C en la Martensita: Uno de los principales
efectos es la variación de Minicio y Mfin. Esta última es la que más rápido decrece. Cuanto mayor
sea el contenido de carbono o de aleantes, se tendrá más dureza, y será necesario un
subenfriamiento mayor para alcanzar ambas M. Entonces para altos %C, a la aleación le cuesta
transformar la austenita en martensita (queda entonces retenida). El principal inconveniente de
la austenita retenida es que, dado que se va a utilizar a T bajas, al hacerle cualquier esfuerzo, en
lugar de deformarse pasa a martensita (que es frágil) y entonces se fisura y se rompe.
Efecto de los aleantes en la temperatura del eutectoide: Algunos como el Ti, Mo, Si, W y Cr la
aumentan, mientras que el Mn y Ni la disminuyen. Aquellos elementos que bajan A1, y amplían
el dominio de la austenita son llamados gammágenos, mientras que los que la aumentan y
amplían el de la ferrita se llaman alfágenos.
Efecto de los aleantes en la composición del eutectoide: a medida que se aumenta el porcentaje
de aleantes, la composición del eutectoide se ve desplazada hacia menores proporciones de
carbono.
Efecto de los aleantes en el diagrama T-T-T: tanto alfágenos como gammágenos retrasan las
transformaciones.
Características del acero: son muy utilizados debido a su bajo costo, alta rigidez, versatilidad y
a la experiencia en servicio.
Donde los aceros al carbono prácticamente no tienen aleantes, y los aleados presentan otros
elementos secundarios.
Los más ampliamente utilizados son los aceros al carbono y de baja aleación debido a su bajo
costo y propiedades relativamente buenas. Sin embargo, no son aptos para servicios
particulares como ambiente corrosivo, o muy altas/bajas temperaturas.
• Aceros de bajo carbono (< 0.25%): estructura es principalmente ferrita (por lo tanto,
tienen transición D-F). Presentan baja a media resistencia, alta ductilidad y tenacidad.
Maquinabilidad es regular para porcentajes muy bajos de C. Endurecimiento puede
darse por: deformación en frío, reducción de tamaño de grano, temple y revenido, etc.
Se utilizan para obtener chapa revestida, chapa de uso eléctrico, hojalata, aceros
estructurales.
• Aceros de medio carbono (0.25 – 0.55%): la estructura depende del tratamiento térmico
(hay una amplia gama para estos aceros). Presentan resistencia media a ultra alta,
ductilidad media a baja y tenacidad que varía según microestructura. Maquinabilidad
baja para C > 0.4%. Endurecimiento se da principalmente por temple y revenido. Se
utilizan para obtener engranajes y piezas de bulonería.
• Aceros de alto carbono (> 0.55%): la estructura consiste en carburos dispersos en una
matriz que depende del tratamiento térmico. Presentan resistencia alta a ultra alta, y
ductilidad y tenacidad bajas. Tienen alta dureza y resistencia al desgaste. La
maquinabilidad no es buena. Endurecimiento se da principalmente por temple y
revenido, y pueden ser utilizados en estado normalizado. Se utilizan para rieles, cables,
resortes.
• Aceros de media aleación: Son utilizados para condiciones de T < -30 °C (bajo carbono,
2.5 – 9% de Ni) o para T > 350°C (Cr-Mo o Cr-Mo-V).
• Aceros de alta aleación: aceros inoxidables, aceros para herramientas, etc.
Fundiciones de Hierro: son aleaciones Fe-C-Si con %C ente 2-5 en general. Esta cantidad es
mayor a la que puede ser retenida en solución sólida por la austenita, de modo que se tiene
carbono parcialmente libre, en forma de venas o láminas de grafito.
El proceso consiste en fundir el material y colocarlo en el molde, de manera que ahorra tiempo
porque no se lo trabaja y los hornos son más económicos, dado que funden a temperaturas
bastante menores que los aceros. Las piezas que se obtienen no pueden ser sometidas a
deformación plástica, y no son dúctiles ni maleables, pero son relativamente duras y resistentes
a la corrosión.
Otra ventaja es que absorben las vibraciones mecánicas y actúan como autolubricantes.
El carbono en las fundiciones puede aparecer como carbono libre (grafito, forma estable que se
da en fundiciones grises) o en forma combinada (cementita, forma metaestable en fundiciones
blancas).
Constituyentes: ferrita (lleva altas cantitas de Si que aumentan su dureza y resistencia), perlita
(contenido de C algo menor debido al alto porcentaje de Si), cementita (similar a los aceros) y
grafito (blando, de alta conductividad, en fundiciones grises, influye en propiedades).
Aparece entonces otra microestructura llamada Ledeburita: eutéctico formado por austenita
(48%) y cementita (52%). No es estable a temperatura ambiente y genera fragilidad.
Los principales factores que influyen en la estructura de la función son: composición química y
velocidad de enfriamiento.
Fundiciones grises: tienen contenido de Si entre 1-3% y de C entre 2.5-4%. En general, el grafito
aparece como láminas en una matriz de ferrita o perlita. Tienen mejor resistencia mecánica y
maquinabilidad que las blancas. Son de fácil fusión y moldeo, y tienen buena capacidad de
amortiguamiento de vibraciones (se debe principalmente a las venas de grafito que, como no
presentan resistencia mecánica, constituyen “vacíos” en la pieza, permitiendo deformación
plástica del material localizado alrededor de estas) y alta resistencia al desgaste.
El módulo de elasticidad no es constante (no obedece la ley de Hooke) ya que el grafito es blando
y se va deformando con la fuerza aplicada. Este varía entre 75-150 GPa. Además, se puede ver
en la curva de tensión-deformación, que no se tiene deformación plástica. El valor de la
resistencia a la tracción depende de la composición química, la velocidad de enfriamiento, etc.
El valor de resistencia a la compresión es de gran interés comercial, ya que es de 3 a 4.5 veces
superior a la resistencia a la tracción.
Se suelen utilizar para las bancadas para máquinas y equipos que vibran.
Se suele utilizar para: conexiones para tuberías hidráulicas, cadenas, cajas de dirección, cajas de
engranajes, etc.
Fundiciones nodulares: en estado líquido se agrega Mn o Ce, que permiten que globulice el
grafito, generando una gran continuidad en la matriz. Esto hace que tenga una buena ductilidad.
Presenta comportamiento algo plástico (para ser fundición).
Laminación de metales: deformación plástica de los metales que consiste en hacer pasar el
material entre dos cilindros que giran en sentido contrario a la misma velocidad, ubicados
de manera tal que la separación es menor que el espesor del material a laminar, de manera
que este se aplasta y se alarga.
Los cilindros pueden “agarrar” la chapa debido a la fricción. Si estos tienen diámetros más
chicos, se generan menos tensiones, pero deben soportar mucha más presión podrían
romperse).
Parámetros de laminación:
Muchas veces se utilizan trenes de laminación, que están formados por varias etapas (cajas)
donde se va reduciendo el espesor del producto paso a paso y elementos auxiliares como
motores de accionamiento de los cilindros, caminos de rodillos comandados para entrada y
salida del material, etc.
Deformaciones en la laminación:
Productos presentan superficies algo rugosas, cubiertas por óxido (conocido como cascarilla).
Laminación en frío: se utiliza cuando hay pequeño rango de tolerancia y se necesitan mayores
precisiones dimensionales, cuando se requiere un acabado superficial más fino y mejores
propiedades mecánicas (mejor resistencia y maquinabilidad).
En este proceso un metal dúctil se vuelve más duro y resistente (pero menos dúctil) a medida
que se deforma plásticamente
Laminado de anillos: lamina las paredes gruesas de un anillo para obtener anillos con paredes
más delgadas y diámetro mayor. Por ejemplo: llantas de acero para ruedas de ferrocarril.
Laminado de roscas o cuerdas: se usa para formar roscas en piezas cilíndricas mediante su
laminación entre dos matrices. Proceso de conformado en frío. Ejemplo: pernos, tornillos, etc.
Laminado de tubos sin costura (perforado): permite obtener tubos de diferentes diámetros
mediante la reducción del diámetro de un tubo de partida.
Laminado de tubos con costura: consiste en obtener tubos a partir de una chapa que es curvada
por la acción de los rodillos, de una forma apropiada.
Siderurgia:
Al principio, como los hornos no eran tan eficientes, no se alcanzaban tan altas temperaturas,
por lo que no se alcanzaba el punto de fusión, y el hierro obtenido era sólido. Este era blando y
maleable, ya que había absorbido poco carbono. Luego, con el avance de la tecnología, los
hornos se volvieron más eficientes, y alcanzaban mayores temperaturas. Así, el hierro absorbía
más carbono y bajaba su punto de fusión. Por lo tanto, se obtenía un producto que se podía
licuar con facilidad. Sin embargo, este dejó de ser forjable debido al alto contenido de C.
El arrabio o hierro bruto (producto obtenido de Fe con 2-4% de C, Si y otras impurezas) no es
utilizable en forma directa, sino que debe ser sometido a una refinación posterior.
En el alto horno no se obtiene únicamente el arrabio, sino que también se obtiene escoria como
subproducto (mezcla de cal, magnesita, sílice, alúmina, etc.). Se la suele utilizar como parte de
una mezcla de cemento.
Con respecto al mineral de hierro, su extracción depende del yacimiento en que se encuentre.
Si está en un yacimiento a cielo abierto, basta con fragmentar la capa de tierra que lo cubre
mediante explosivos y removerla para llegar al mineral. Luego se lo extrae con excavadoras. Si
se encuentra en un yacimiento profundo, se necesita construir túneles para llegar al material.
Por otro lado, el mineral extraído contiene impurezas (tierra, restos fósiles) llamadas “ganga”.
Además, posee tamaños variables que hacen que no se lo pueda introducir directamente en el
alto horno. Para solucionar esto, se lo somete a los siguientes procesos:
Un alto horno tiene entre 30 -40 m de alto y diámetro entre 7 – 10 m. Presenta diferentes partes:
- Tragante: permite la entrada al interior del horno de las materias primas necesarias para
obtener arrabio.
- Etalajes: se busca que el aire caliente reaccione con el coque y se transforme en CO
- En el crisol se concentra el arrabio fundido y la escoria
- En las toberas se inyecta el aire caliente a presión para avivar la combustión
- Bigotera: es un canal que permite la salida de la escoria fundida
- Piquera: descarga el arrabio que luego se transporta a la acería.
El alto horno debe cumplir con dos funciones: obtención de hierro y procurar una buena
separación del metal producido de la ganga contenida en el mineral. Esto último se logra
mediante la diferencia de densidades del fundido, que hace que la escoria flote sobre la fase
metálica líquida.
El horno es sangrado 4/5 veces por día para obtener el arrabio. Este es vaciado en los moldes
que producen lingotillos o transferido directamente a la sección de las instalaciones donde se
fabrica acero.
Una vez obtenido el arrabio, se busca la fabricación de acero a partir del mismo. Existieron a lo
largo de la historia diferentes métodos para lograrlo.
Proceso de pudelado: Se busca refinar el arrabio líquido por oxidación. Según el diagrama Fe-C,
la descarburación lleva a un aumento en la T de fusión. Por lo tanto, el acero que se obtenía al
final de la operación se encontraba en forma de masa pastosa que luego se forjaba en el
martinete para eliminar la escoria atrapada. El proceso se llevaba a cabo en un horno de
reverbero. Se movía la masa de arrabio fundido en presencia de una corriente de aire superficial.
De esta manera se eliminaba C, Si, Mn y P.
Proceso Bessemer: Bessemer descubrió que mediante el soplado de aire podía remover
rápidamente el C y SI del hierro, y además que el calor liberado por la oxidación de las impurezas
era suficiente para mantener el hierro en estado líquido y aumentar su temperatura
hacia el rango de la fabricación de acero (1600-1650 °C).
El proceso Bessemer elimina muy poco azufre. Una forma para quitar S del arrabio,
antes de hacer acero consiste en colocar el líquido salido del alto horno sobre
cenizas de NaCO3. El calor descompone el NaCO3, y el S se extrae como Na2S. Para
que un acero sea considerado de buena calidad debe tener menos de 0.04% de S.
Otra desventaja es que este proceso no permite eliminar P, por lo tanto, el arrabio ya debe
contener menos de 0.04%. Además, el acero del convertidor tiende a tener un 0.015% de N
absorbido del aire que se sopla. En algunas aplicaciones esto puede ser bueno, ya que el N
proporciona una mayor dureza al material.
Dado que es un proceso lento, hay tiempo para efectuar análisis químico de las muestras de
metal tomadas del baño, lo que suele permitir un control más preciso de la fabricación de acero.
Lingote: La mayor parte del acero es moldeado en moldes metálicos llamados lingoteras (de
fundición gris). Estas se llenan de acero, que muchas veces al solidificar se contrae (rechupe).
Esta parte defectuosa del lingote debe ser cortada y vuelta al proceso para fundir nuevamente
(chatarra).
Horno eléctrico: Se alimenta chatarra (materia prima), mineral u óxido de hierro (para oxidar
impurezas), aleantes (Ni, Cr, Mn, V, etc.) que se alimentan en forma de ferroaleaciones,
fundentes (Na2CO3).
En este caso el calor se desprende de un arco de alta corriente eléctrica. De este modo, se funde
el material, se oxidan las impurezas, y se forma la escoria.
Acería básica al oxígeno (BOP): en este proceso se busca reducir el %C de 4.5% a menos de 1%
(muchas veces 0.1%), reducir o controlar el contenido de Si, Mn, S y P y aumentar la temperatura
en el convertidor. La cantidad de chatarra, fundente y arrabio que se carga al convertidor varía
según la temperatura y composición química que se desea obtener.
Se sopla oxígeno puro por una lanza refrigerada, el cual oxida a las impurezas. Esta reacción
exotérmica provee la energía necesaria para fundir la chatarra y los fundentes, y mantener una
temperatura de aproximadamente 1600°C. La mayor parte del Si, P, Mn y C vienen del arrabio,
y en poca cantidad de la chatarra.
De la oxidación de impurezas se obtiene CO, CO2, SiO2, MnO, FeO, P2O5. Los óxidos y los
fundentes forman una escoria líquida a la T del convertidor, que cuando el flujo de oxígeno
termina, flota en la superficie del acero.
Aceros Inoxidables: son aceros de alta aleación diseñados para tener y mantener una alta
resistencia a la corrosión en un amplio rango de condiciones de operación (T, velocidad del
fluido, pH, etc.). Además, poseen resistencia a altas temperaturas y algunos grupos pueden
usarse a bajas temperaturas (dado que conservan una adecuada tenacidad).
Se utilizan para tanques, recipientes, tuberías, elementos de cocina. Sus principales ventajas son
que tienen bajos costos de mantenimiento, buen aspecto estético, evitan contaminación (por
eso se utilizan en industria alimenticia y farmacéutica), son fáciles de limpiar.
Por otro lado, algunos aleantes (como Cr principalmente o Mo) permiten que la capa pasivante
se forme más fácilmente que en Fe puro, en una gran variedad de medios y bajo diferentes
condiciones de operación. Por lo tanto, se pueden obtener aleación de hierro de alta resistencia
a la corrosión.
Corrosión en rendijas: se produce dentro de las rendijas que se forman por el propio
diseño o geometría de las piezas del componente (juntas roscadas, soldaduras) o
debido a partículas sólidas depositadas sobre la superficie del metal. En estas zonas es
difícil la circulación del fluido, por lo que no se renueva. De esta forma, análogamente
a como ocurre en picado, la rendija actúa como ánodo y el resto de la superficie como
cátodo.
Se utilizan diferentes agentes gammágenos para hacer que la austenita sea estable a T ambiente
(cuando se agregan en cantidades suficientes). El más utilizado es el Ni que además baja
considerablemente Minicio, mejora la tenacidad y aumenta la resistencia a la corrosión. La
desventaja del Ni es que es caro. Además, hay que tener presente que el Cr y Mo (utilizados para
prevenir la corrosión) son elementos alfágenos, por lo que se va a requerir un contenido mayor
de Ni para balancear la estructura y lograr austenita.
Suelen agregarse elementos estabilizadores formadores de carburos más fuertes que el Cr (Nb,
Ti, Ta, etc.), de manera que compiten con el Cr por el C y evitan la precipitación de sus carburos.
Para remover los precipitados se puede aplicar un tratamiento térmico de estabilización que
consiste en calentar el acero hasta rango donde precipitan estos carburos, pero no los de Cr (950
–1000 °C).
Otra solución es bajar la cantidad de C del acero, lo que retrasa la precipitación de los carburos,
además de disminuir su cantidad.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, la composición química de los inoxidables austeníticos es:
Aceros inoxidables ferríticos: No requieren Ni. Son de bajo costo, pero presentan problemas
con las propiedades mecánicas. Son ferromagnéticos. Tienen una tensión de fluencia mayor que
austeníticos, resistencia a la tracción igual o menor, y menor ductilidad y tenacidad. Presentan
transición D/F. Presentan resistencia al creep menor que austeníticos, y al igual que estos tienen
problemas de sensibilización.