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Actividad 1

TSF

Concebir la familia implica revisar cómo, desde tiempos remotos, se han


dado diferentes estructuras que se suman a la evolución y con ello a la
diferenciación de funciones. 

Forma de colectividad humana basada en lazos consanguíneos y surgida


en las comunidades primitivas sobre la base de las relaciones
económicas. 

familia predominante en las sociedades industrializadas tiene también


una base utilitaria, al permitir la transmisión de capitales económicos,
simbólicos y sociales. 

Retomando el concepto dado por la Declaración Universal de los


Derechos Humanos, la familia es el elemento natural y fundamental de
la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.
Para Morgan, citado por Engels (2017), la familia es:

El elemento activo; nunca permanece estacionada, sino que pasa de una


forma inferior a una forma superior a medida que la sociedad
evoluciona de un grado más bajo a otro más alto.

Retomando dicho proceso evolutivo, el cual, inicialmente atendió a unos


esquemas económicos; se encuentra que también obedece a una
perspectiva biológica, es decir, la familia pensada como conjunto
heterosexual de adultos y con fines de procreación, donde se ha
protegido la maternidad y posteriormente también la paternidad,
buscando con ello el establecimiento de una pareja. De esta manera el
término familia implica aspectos biológicos, sociales y jurídicos y con
estos la transversalidad de una cultura e incluso el surgimiento de
subculturas que le dan nuevos significados. A continuación, veamos una
serie de conceptualizaciones en torno al concepto de familia.
Según la teoría general de sistemas: la familia es un conjunto organizado
e interdependiente de personas en constante interacción, que se regula
por unas reglas y por funciones dinámicas que existen entre sí y con el
exterior (Espinal, Gimeno y González, 2004, p.24). La familia de esta
manera funciona como una institución social a través de una serie de
abstracciones de la conducta, es decir un sistema de normas; como
grupo es un conjunto de personas que interactúan en la vida cotidiana
para preservar su supervivencia; como construcción cultural está
constituido por valores sociales, tradicionales, religiosos y políticos,
puestos en acción por sus miembros; y como conjunto de relaciones
emocionales es una forma de vida en común, constituida para satisfacer
necesidades emocionales de los miembros a través de la interacción, las
cuales determinaran el estilo de cada individuos en otros contextos.
(UNAD, s.f)

Antecedentes históricos del Trabajo


Social con familias
El antropólogo Lewis H. Morgan, desde sus investigaciones relacionadas
al origen de la familia, en las que retoma la prehistoria de la humanidad,
tuvo la oportunidad de pasar parte de su vida con los iroqueses
(confederación de tribus indígenas también llamada Haudenosaunee o
“gente de la gran casa”) que habitaron una zona conocida como área
cultural de los Bosques del Este (hoy Nueva York); desde allí Lewis
“encontró un sistema de parentesco… en contradicción con sus
verdaderos vínculos de familia” (Engels, 2017, p.6), pero con una
completa definición en torno “a quién debían aplicarse los apelativos de
padre, madre, hijo, hija, hermano, hermana” (Engels, 2017, p.6),
permitiendo de esta manera entender las relaciones de parentesco que
se pueden establecer en términos de consanguinidad, con un papel
decisivo en el régimen social de los pueblos. Al respecto, revisando los
sistemas de parentesco y las normas de familia existentes en los
pueblos primitivos, puede decirse que ha dado lugar desde la historia a
diferentes formas de familia donde los hombres practicaban la
poligamia y las mujeres la poliandria, para dar lugar hoy en día a la
monogamia.

la configuración de la familia, hallazgos sobre un estadio primitivo en el


cual imperaba el comercio sexual promiscuo, de modo que cada mujer
pertenecía igualmente a todos los hombres y cada hombre a todas las
mujeres; sin embargo, parece ser una historia que se acostumbra a
negar, y que puede conocerse como un periodo de transición entre la
animalidad y la humanidad.

Morgan citado por Engels (2017) plantea unas formas de familia que
comenzaron a salir del estado primitivo de promiscuidad y que se
describen a continuación:

Familia consanguínea: formada por parientes de sangre por lo tanto es


unilineal (son parientes quienes tienen la misma sangre), 

 Familia Punalúa: en la anterior se excluyó padres e hijos, para esta se excluyeron los
hermanos uterinos hasta llegar a los hermanos colaterales (primos).
 Familia sindiásmica: en el régimen de matrimonio por grupos, o quizás antes, se
formaban ya parejas conyugales para un tiempo más o menos largo; el hombre tenía una
mujer principal (no puede aún decirse que una favorita) entre sus numerosas, y era para ella
el esposo principal entre todos los demás.
 Familia monogámica: nace de la familia sindiásmica, según hemos indicado, en el
período de la transición entre el estadio medio y el estadio superior de la barbarie; su
triunfo definitivo es uno de los síntomas de la civilización naciente. Se funda en el
predominio del hombre; su fin expreso es el de procrear hijos cuya paternidad sea
indiscutible; y esta paternidad indiscutible se exige porque los hijos, en calidad de
herederos directos, han de entrar un día en posesión de los bienes de su padre. Se diferencia
del matrimonio sindiásmico por una solidez mucho más grande de los lazos conyugales,
que ya no pueden ser disueltos por deseo de cualquiera de las partes. Ahora, sólo el
hombre, como regla, puede romper estos lazos y repudiar a su mujer.

durante el XVIII la familia se retira de la calle, de la plaza, de la vida


colectiva, para recluirse dentro de una casa, buscando intimidad y
privacidad, definiendo con ello una nueva manera de concebir, vivir y
preservar la existencia privada. De esta manera se puede verificar que la
familia se definió desde dos situaciones históricas, por un lado, al final
de la Edad Media, se encuentra un individuo inserto en las solidaridades
colectivas y esencialmente comunitarias. Aquí, lo privado y lo público se
confunden, en el sentido de que muchos actos de la vida privada se
realizarían, aún durante mucho tiempo en público. Sin embargo, se
puede reconocer un espacio precario de intimidad dado que para esa
época el poblamiento no era tan denso y se podían tener espacios más
amplios. De otro lado, para el siglo XIX la sociedad se convierte en una
población anónima en la que las personas ya no se conocen; el hombre
ha querido protegerse de la mirada de los demás de dos maneras: a)
mediante el derecho a elegir con mayor libertad —o a tener la sensación
de hacerlo— su condición, su tipo de vida; y b) recogiéndose en la
familia, convertida en refugio, centro del espacio privado.

Dicha situación responde a las nuevas dinámicas Estatales para lo que se


delegó en la familia, lo correspondiente a la educación y a las actividades
asistenciales, así como al desarrollo de la alfabetización y la difusión de
la lectura, gracias a la imprenta; adicional a ello las nuevas formas de
religión donde se replantea el desarrollo de la piedad interior. De esta
forma, hemos evidenciado el recorrido histórico que ha tenido la familia;
sin embargo, es preciso plantear cuál ha sido, entonces, la historia del
Trabajo Social con familias, buscando con ello incorporar la relevancia de
una historia primitiva, pero también el paso que los siglos fueron
dejando para poder definir y determinar cómo desde esta profesión con
sus matices religiosos, desde la caridad, se le dio sentido a la familia
como un espacio vital en el desarrollo de las sociedades.

Hablar, entonces, de Trabajo Social familiar en sus inicios es remontarse


a las primeras prácticas ejecutadas en su mayoría por las mujeres, lo
que le da un desarrollo específico al status de la profesión y a las ideas
que se han proporcionado a través de la terapia familiar, donde Rosselot
y Carrasco (como se citó en A y Solar) afirman que "las primeras
conceptualizaciones del funcionamiento familiar surgen del aporte de
los Trabajadores Sociales, quienes desde los comienzos de su disciplina
se han preocupado de la familia como la unidad social en que focalizan
sus intervenciones” (p.52).
De acuerdo con los avances que el Trabajo Social ha tenido a lo largo de
su trayectoria, es precisamente con Mary Richmond, quien a partir de su
libro “Diagnóstico social” y mediada por el modelo médico, explica el
Trabajo Social de Casos, donde enfatizó que los problemas tenían una
causalidad lineal, es decir, causa efecto, y que además estaba vinculado
al medio en el cual se desenvolvía el individuo. De esta manera para
Mary Richmond citado por Solar (1984) “se debe abordar el problema de
un individuo tomando en cuenta toda la gama de relaciones en las
cuales se desenvuelve el ser humano. En primer lugar, el contexto
familiar” (p.5), lo que indica notablemente la importancia que la familia
ha tenido en el Trabajo Social a partir del siglo XX con una relevancia que
se sustenta desde los aprendizajes que se dan en torno a los instintos de
protección y benevolencia, además de los esquemas que se van
aprendiendo, para establecer la calidad de relaciones que los individuos
establecen con su medio.

Posteriormente, Gordon Hamilton (Trabajadora Social) también hace


importantes avances en el trabajo social de caso y familiar, destacando
la familia como lugar en el cual se aprenden aspectos importantes de la
vida humana, tanto en relación con los mismos individuos como en
relación con otros, y adiciona un elemento vital en la acción social: el
contexto en el cual se desarrolla la familia y los individuos. En ese mismo
orden de ideas, Salvador Minuchin, citado por Eguiluz (2004) pionero en
la terapia familiar, define la familia como “unidad de desarrollo social
que enfrenta una serie de tareas de desarrollo”, adicional a ello afirma
que la familia imprime en sus miembros un sentido de pertenencia y de
individuación, es decir un sentido de adaptación o acomodación y con
ello también un sentido para la participación en diferentes sistemas.

Sintetizando un poco esta historia, es pertinente determinar que la


atención a la familia no es nueva y que si bien desde orientaciones
teóricas tanto desde lo social como desde lo psicológico, la familia ha
tenido un lugar privilegiado que le ha conferido un papel importante en
la construcción de la sociedad.

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