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Curso de Especialización

“Familia y Escuela”

Módulo 1

La familia como contexto de desarrollo humano.

Benito J. Baranda Ferrán

Escuela de Educación - Centro de Altos Estudios Universitarios OEI


Benito Baranda Ferrán. Licenciado en psicología y psicólogo Clínico de la Pontificia Universidad Católica de
Santiago(Chile), magíster en Ciencias del Matrimonio y de la Familia en la Pontificia Lateranense de Roma (Italia) y doc-
tor en sociología con mención en exclusión social en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid (España).

Ha dedicado veinticinco años de su vida al trabajo en la Fundación de Beneficencia Hogar de Cristo de Chile, siendo
finalmente su director social desde 1991 hasta inicios del 2011 momento en el cual decidió dejarlo para emprender un
compromiso mayor en América Latina y el Caribe por intermedio de la Fundación América Solidaria.

En su trabajo ha buscado involucrarse con la generación de políticas públicas que aporten a la superación de la pobreza
colaborando activamente en numerosos Consejos y Comités Presidenciales en materias de pobreza, asuntos indígenas,
políticas de infancia, programas educacionales, participación de la sociedad civil y reformas del Estado en su servicio
a los más excluidos. En todos estos espacios ha buscado la promoción social, la justicia y la dignidad para quienes más
sufren la exclusión social y marginación.
Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

Unidad didáctica 1:Perspectiva histórica-geográfica de ANOTACIONES


la familia: Ideologías familiares y funciones de la fami-
lia, factores de riesgo y protección

Presentación

La familia es la primera institución de la sociedad en la que se deposita la respon-


sabilidad de plasmar en un ser humano biológico recién nacido su ‘ser social y cul-
tural’, es decir, que su tarea de ‘socialización’ es anterior a las otras instituciones
que la comunidad humana ha creado en diferentes culturas y sociedades (tales como
iglesias, jardines infantiles/escuelas, hospitales…), por ello, la impronta que ofrece
la familia es fundamental (p ej., en el aprendizaje de la lengua y en asumir roles).
Rastros de esta manera de organizar la vida, lo que denominamos sistema familiar
(con sus singularidades y evoluciones), los encontramos hace treinta millones de años
en la historia de la humanidad como por ejemplo en el ordenamiento tribal y en la
propia estratificación observada desde la prehistoria. La familia es hoy, por tanto,
el espacio de crianza y formación, de adquisición de hábitos de vida comunitaria y
de inserción en la sociedad.

Si bien resulta complejo definir con exactitud ‘qué’ es la familia como institución
social, entendiendo además que en una perspectiva histórica y comparada, ésta ha
variado en su composición, roles y funciones, etc., podríamos comenzar por utilizar
la definición de la RAE1 que nos entrega tres perspectivas complementarias: grupo
de personas emparentadas entre sí que viven juntas; conjunto de ascendientes,
descendientes, colaterales y afines de un linaje; e hijos o descendencia. De acuer-
do a la Declaración Universal de los Derechos Humanos2 la familia es el elemento
natural y fundamental de la sociedad y del Estado, y los vínculos que por lo general
la definen son de dos tipos: de afinidad (como el matrimonio) y de consanguinidad
(como la filiación)3.

En síntesis, se puede comprender en sentido amplio a la familia como un conjunto


de personas unidas por lazos de parentesco, ya sea consanguíneo, de matrimonio o
adopción, y que viven juntos por un período de tiempo muy variable recibiendo –los
individuos– de ella una herencia ‘genética y socio cultural’ que los configura como
personas únicas y singulares, desde la vida intrauterina y preferentemente desde
la infancia temprana, gracias a los vínculos que se van tejiendo entre sus miembros
(Maier,1971; Nuttin,1973; Satir,1978; Scarpellini,1983; Zambra,1995; Bronson, y
Merryman,2011).

Sin lugar a dudas la familia representa el medio natural por donde el ser humano
accede a la vida social en el contexto cultural y con la realidad psicofamiliar en la
que le ha tocado nacer e inicialmente desarrollarse. En la época contemporánea
se denomina familia nuclear a aquella constituida por la madre, el padre y el hijo
(o los hijos), y familia extendida a aquella compuesta por otros parientes cercanos
1 Real Academia de la Lengua, rae.es/draeI/SrvltConsulta?LEMA=familia
2 Artículo 16, n.° 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cinu.mx/onu/do-
cumentos/declaracion-universal-de-los-d/
3 es.wikipedia.org/wiki/Familia:“El término familia procede del latín famīlia, “grupo de
siervos y esclavos patrimonio del jefe de la gens”, a su vez derivado de famŭlus, “siervo, esclavo”,
que a su vez deriva del osco famel. El término abrió su campo semántico para incluir también a la
esposa e hijos del pater familias, a quien legalmente pertenecían, hasta que acabó remplazando a
gens. Tradicionalmente se ha vinculado la palabra famŭlus, y sus términos asociados, a la raíz fames
(«hambre»), de forma que la voz se refiere al conjunto de personas que se alimentan juntas en la
misma casa y a los que un pater familiastiene la obligación de alimentar”.
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Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES como, por ejemplo, los abuelos, suegros, tíos y primos. Otros tipos de familias hay
en la actualidad, en particular una cada vez más extendida: la monoparental, y
desde hace algunas décadas se ha integrado también la homosexual (Pichardo, 2009).
El mundo contemporáneo nos muestra realidades muy diferentes de familia, contex-
tos socioculturales con mayores separaciones, divorcios, convivencias (sin vínculo
formal), monoparentales, madres solteras, hijos fuera del matrimonio y aceptación
de la relación homosexual, que van marcando un rumbo diverso en este siglo y nos
ponen frente a situaciones que requieren de conocimientos, actitudes valóricas y
estrategias educativas nuevas.

Objetivos

Para lograr que estos contenidos sean tratados en la amplitud que se requiere, con
la profundidad que se merece y la especificidad de las realidades familiares con-
temporáneas necesarias, esperamos lograr los siguientes objetivos:

Objetivo general

La finalidad de este módulo es el análisis de la familia como uno de los más impor-
tantes y cruciales contextos en los que se produce el desarrollo humano.

Objetivos específicos

»» Lograr comprender la evolución de la familia y su importancia –como ecosiste-


ma– en el desarrollo integral del ser humano.
»» Identificar las funciones actuales de la familia y los diferentes modelos y/o
tipos que coexisten.
»» Analizar los factores de protección y de riesgo que se dan en el núcleo familiar
y que afectan al desarrollo de la persona.
»» Reconocer la importancia de la contextualización social y cultural de la familia,
sus aportes y complejidades.

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Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

Introducción ANOTACIONES

En la historia de la humanidad, aquella estudiada, documentada y reconocida, la


familia ha ido tomando diversas maneras para organizarse, influenciada intensamente
por el contexto geográfico y los fenómenos naturales, por las creencias e ideologías
particulares, por las dinámicas socio-culturales y político-sociales, por las realidades
económico-materiales y por el propio momento histórico de los pueblos y naciones
(tales como migraciones, desplazamientos, guerras, dictaduras, democracias, monar-
quías…). Esta es, por tanto, su modalidad y organización, extremadamente versátil
y cambiante ya que se ve afectada directamente por la realidad cultural, social,
política y económica que se vive en cada contexto y momento histórico, dado que al
interior de ella repercuten todos los fenómenos socio culturales, todas las bonanzas
y crisis económicas, y también las transformaciones producidas en los regímenes
políticos y en las ideologías predominantes (Berástegui y Gómez, 2011), como en
las nuevas visiones desde la medicina combinadas con la ética (Di Pietro, 2012).

Así como la familia se ve afectada directamente por las dinámicas histórico-político-


sociales en que se desarrolla, y a su vez por la modalidad de la cultura y el sistema
económico predominante, su funcionamiento como un ‘sistema’, sus ‘funciones’ y
los ‘modos’ de vivirla han soportado transformaciones aceleradas en las tres últimas
décadas, en particular por lo vinculado al cambio del rol de la mujer y del hombre
en ella, y por las profundas variaciones en el campo laboral/económico (Vidal,
2011 en Berástegui y Gómez, 2011). Hoy más que nunca esta realidad humana se ha
visto afectada por los cambios de nuestro tiempo, pero en la que todos hundimos
nuestras raíces, hemos sido constituidos como personas y han sido puestas las bases
de nuestros valores y de nuestra fe (Guerrero, 2011).

La historia inmediata nos reporta diversas etapas de la convivencia humana y de la


familia que vale la pena reconocer y analizar. En efecto, en siglos recientes hemos
conocido tiempos en los que la ‘familia extensa’ era una práctica frecuente, en
especial en las sociedades tradicionales y por lo general rurales, hoy las ‘familias
nucleares’ son las más recurrentes en las sociedades capitalistas, con mayor indivi-
dualismo y consumismo, preferentemente urbanizadas, sin embargo en estas mismas
sociedades –y en particular en las más neoliberales– han ido en aumento aquellas
mono–parentales y las homo-parentales, estas últimas sobre todo en las naciones
en las cuales se ha reconocido legal y culturalmente el matrimonio homosexual.

Temas

Para aproximarnos a un análisis amplio de la familia, a su evolución, a sus cambios,


al rol en la vida de cada persona y a las funciones que cumple en la sociedad misma,
es necesario conocer también la historia de este acto fundamental en la comunidad
humana, del cómo se organiza hoy y de la dinámica que la caracteriza, así como
de las maneras en que cada ambiente sociocultural se ha desenvuelto. Al mismo
tiempo resulta ilustrativo abordar aquellos elementos de la vida familiar que inciden
en la existencia de cada individuo desde su nacimiento y en todo su itinerario de
desarrollo, y cómo estos les permiten humanizarse e integrarse al mundo social.
Además, es importante rescatar desde esta realidad, la riqueza de las familias en los
diversos contextos sociales, culturales, políticos y económicos, y desde allí valorar
sus capacidades, historias y aprendizajes. Como afirma Winnicott (1984) el hogar

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Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES y la familia siguen siendo los modelos en que se basa cualquier tipo de provisión
social que promete ser eficaz (Winnicott, 1984).

Por tanto, dada la focalidad de la familia en el desarrollo del ser humano y para
cumplir con los objetivos planteados, la presente Unidad Didáctica será desarro-
llada progresivamente a través de cinco temas que se complementan y se explican
mutuamente. Estos son:

Contenidos

1.1. La familia como una constante antropológica

1.2. La familia: una mirada ecológica-sistémica

1.3. La familia y sus funciones actuales

1.4. Los factores de riesgo y de protección en la vida familiar

1.5. Familia: los modelos y la riqueza del contexto personal, cultural y social

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Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

1.1. La familia como una constante antropológica (8 ANOTACIONES


horas)

Se ha escrito bastante acerca del origen de la palabra familia, lo más significativo


de este vocablo tiene relación con otro de origen latino que es domus (hogar/casa).
Para los romanos los que estaban bajo su techo eran su familia, es decir, los hijos,
el patrimonio, los aprendices y esclavos, no así la esposa ya que no correspondía a
la heredad. Pero también, desde una mirada más multidisciplinaria e integral, es en
ese espacio de la vida humana donde ocurren episodios impulsores de la existencia
y se modela la manera humana de estar en el mundo, de vincularse entre sí, de
relacionarse con el medio ambiente y el entorno socio cultural, y es desde esta
realidad vital desde donde se edifica históricamente la comunidad y la sociedad.

La familia se manifiesta a través de los siglos como una institución básica de la


comunidad humana, viva donde viva, tenga las creencias que tenga, y se organice
de la manera que se organice, de una u otra forma aparece siempre como el espa-
cio de acogida, nutrición, formación y promoción de la persona. Por ello Murdock
(1967) señala que ninguna sociedad ha tenido éxito en la sustitución de la familia
nuclear, es decir, la familia como un ‘antiguo patrimonio’ de la especie humana ya
que sus elementos estructurantes (madre-padre-hijo y más nuclear aún madre-hijo)
están en la base de los diversos sistemas de organización social de las distintitas
culturas y épocas.

Como institución social fundamental para el ser humano, la familia se presenta


en todas las culturas y a través de la historia (y por supuesto en el presente) en
manifestaciones particulares muy diversas, siendo altamente condicionada por
los momentos históricos, pero manteniéndose como una expresión singular de la
sociedad humana, lo que la hace ser una constante antropológica por excelencia.
Al revisar la historia de la humanidad se reconoce a la familia como una institución
universal, que formalmente está en todas las sociedades y donde todos los seres
humanos nacemos y nos criamos (con la excepción de una pequeña minoría).

Prácticamente en todas las sociedades humanas se encuentra alguna forma de fami-


lia, aunque su posición dentro del sistema mayor de parentesco varía grandemente:
desde una posición central y predominante, como en la sociedad de clase media
norteamericana, hasta la importancia mínima que tiene entre muchos pueblos
primitivos, en los cuales se acentúa más el grupo de parentesco que la unidad del
esposo, la esposa y los hijos (Chinoy, 1966).

Esta ‘constante antropológica’ ha sido reconocida como nuclear en el crecimiento


del individuo, las Naciones Unidas se han hecho cargo de esta realidad nada menos
que en la Declaración Universal de los Derechos Humanos4 (se recomienda leer la
totalidad de la Declaración Universal en http://www.un.org/es/documents/udhr/).
En el Artículo 16 se señala:

»» 1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin
restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y
fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio,
durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.

4 http://www.un.org/es/documents/udhr/ ; www.derechoshumanos.net
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Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES »» 2. Solo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá
contraerse el matrimonio.
»» 3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene
derecho a la protección de la sociedad y del Estado.

En tiempos recientes hemos visto experiencias que implícita o explícitamente


han buscado ‘remplazar’ a la familia. Los más nombrados a nivel mundial son: los
Kibbutz5 en Israel, la ‘Gran Familia’ en Austria, el Colectivo Hog-farm en EE. UU.,
Nueva Sociedad en Dinamarca, etc., y las experiencias llevadas adelante desde la
misma psicología (Rogers,1980). Cooper (1971) (Cooper, 1972) extiende su crítica
a la ‘familia burguesa’ (patriarcal y monogámica) y anuncia su desaparición en la
‘nueva sociedad’.

El matrimonio y la familia nuclear son una institución que falla, una forma de
vida vacilante. Nadie niega que hayan sido altamente eficientes y satisfactorias
en el pasado. Pero ahora necesitamos laboratorios, experimentos, tentativas, para
subsanar los fallos de la historia y explorar nuevas concepciones (Rogers, 1980).

Con mayor o menor intensidad y éxito, sus dinámicas y en muchos casos sus conse-
cuencias no han sido las esperadas para los procesos de individuación y socialización,
y en el día de hoy solo algunas de ellas perduran con un tipo de organización que
replica en varios aspectos al de la familia, pero que no han logrado generalizarse
como estilos de vida de las parejas que pasaron a conformar un hogar en estas
últimas décadas.

Quienes afirman que la familia está en crisis, no están más que transformándola en
un ‘chivo expiatorio’ de una disfunción social mucho más grave: lo que realmente
está en crisis es la relación entre el microsistema social, al quedar la familia cada
vez más desprotegida frente a este último (Montenegro, 1995).

Modos de expresión de la vida familiar a través de la historia

Podemos identificar diferentes manifestaciones de la vida familiar a través del de-


sarrollo de la humanidad. Sobre esto hay cierto acuerdo entre la historia, la antro-
pología y la arqueología, ya que la tendencia del ser humano a estar y agruparse en
familia es prioritaria aunque haya ido cambiando desde los orígenes de la especie.

Los descubrimientos científicos del último siglo, en particular aquellos de la peda-


gogía, psicología y sociología (sumados hoy también a los de las neurociencias), dan
a la familia –independiente de su estructura y organización– un peso fundamental
en el desarrollo humano y la ponen en el centro de las preocupaciones sociales,
culturales, religiosas y políticas.

Todo individuo es precedido, antes de su nacimiento, por un discurso cultural y


familiar, que es aquel del grupo que lo acogerá desde su venida al mundo y al
interior del cual deberá situarse (Álvarez y Quevedo, 1995).

Considerando, pues, que los grupos familiares datan su existencia en los tiempos
primitivos de la cultura humana (prehistoria) y que estos fueron evolucionando por
los diversos períodos de la historia de la humanidad, es por lo que, a continuación,

5 http://www.kibbutz.org.il
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Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

se describen de manera sucinta y progresiva los períodos más significativos de la ANOTACIONES


evolución de esta institución humana básica con el fin de comprender sus transfor-
maciones e importancia. Se consideran siete las etapas más significativas que han
marcado intensamente lo que hoy en día conforma esta institución social.

Comunidad primitiva6

Su existencia está vinculada a las primeras manifestaciones del ser humano y a su


vida grupal que, dependiendo de los contextos de vida, se organiza de manera di-
versa (hace cerca de 200.000 años). Es la primera organización que constituyen los
seres humanos para satisfacer sus necesidades y protegerse; las relaciones que se
establecen, por tanto, son de ayuda mutua para la producción, cuidado y defensa,
sin existir con claridad una jerarquía y no teniendo clases sociales. Su actividad
productiva se basaba en la recolección y la cacería.

Horda7

(Del árabe ‘urdà’ que significa campamento). Una forma muy simple de organización
social, que consiste por lo general en un grupo compuesto por pocas personas donde
no se hacen valer los lazos de paternidad ni maternidad, y viven en permanente
movimiento territorial, es decir, de manera nómade8.

La comunidad tribal salida de la naturaleza, o si se prefiere a la horda (comunidad


de sangre, de lenguas, de costumbres, etc.), es la primera condición de la apro-
piación de las condiciones objetivas de existencia y de la efectividad reproductiva
y objetiva (pudiendo esta actividad ser aquella de los pastores, cazadores, culti-
vadores, etc.). La tierra es el gran laboratorio; el arsenal que proporciona tanto
el medio y la materia de trabajo como el asiento base de la comuna (Marx, 1970).

6 http://es.wikipedia.org/wiki/Comunismo_primitivo: “En el comunismo primitivo los seres


humanos estaban organizados en grupos, dedicados a la caza, pesca y recolección. La actividad pro-
ductiva humana se basaba en la cooperación simple. Para Marx, este tipo de asociación cooperativa
era una necesidad inexorable debido al desamparo en que se encontraba el individuo aislado en la
naturaleza (…). Esta forma de vida corresponde al período que los prehistoriadores han denominado
Paleolítico (…). Al ser una sociedad basada en el autoconsumo, todas sus relaciones sociales eran
comunitarias, y al no ser una sociedad dividida en clases sociales no era necesario ninguna clase de
Estado para su regulación”.
7 Según Ch. Darwin la ‘horda’ es la ‘forma primitiva de la sociedad humana’ sometida al
dominio absoluto de un poderoso macho, aspecto citado y resaltado por S. Freud para analizar la
‘Psicología de las masas’ (en Freud, S. 1948 Obras Completas, cap. XIII, pp. 1168-1179).
8 “Horda: Reunión de salvajes que forman comunidad y no tienen domicilio. Tribu nómada
cuya principal característica constituye la de su continuo movimiento” . Madrid, Diccionario Enciclo-
pédico Abreviado Espasa-Calpe, 1957
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Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES Clan

(Del gaélico/celta ‘clann o clannad’: hijo/familia). Es una etapa en la que ya apa-


rece una autoridad, un jefe, que encabeza a un grupo de personas al que el resto
se somete y obedece, y desde el que se comienza a organizar la vida social donde
toman mayor importancia los vínculos familiares (lazos de parentesco y ascendencia).

Comienza a cambiar definitivamente la vida del ser humano, incluso en este período
ya se identifican las primeras comunidades y grupos que dejan de trasladarse y que
inician un proceso de radicación territorial dando paso al sedentarismo, ubicándose
aquí el origen más remoto de la conformación de los tipos de organización familiar
que vendrán después. En esta etapa los seres humanos son exogámicos y por lo
general eligen su pareja.

Familia Consanguínea9

En este período ya se puede hablar de familia, que se forma por grupos conyugales
generacionales (abuelos y abuelas, en los límites de la familia, están casados entre
sí al igual que los hijos).

Familia Alacalufe/Kawésqar (sur austral de Chile)

Su forma de organización tiene como singularidad con relación al pasado que son
‘las relaciones de sangre’ las que unen a sus miembros, está, por tanto, basada en
una relación biológica. Podríamos llamarla ‘unilineal’ al incluir como parientes a
quienes descienden de un antepasado común, por lo que todos los abuelos y abuelas
son cónyuges entre sí.

Familia Punalúa

Representa el avance más importante de una organización familiar como la cono-


cemos hoy y es consecuencia natural de la etapa anterior. No permite que padres e
hijos participen del comercio sexual recíproco, lo que, posteriormente, se extiende
a los hermanos. Dado el contexto económico y la ‘nueva vida’ más sedentaria de
las comunidades, las familias tendieron a ser más pequeñas ya que se dividieron,
su extensión se redujo y abandonaron también la unión sexual entre hijos de la
misma madre.

9 consanguíneo, -nea adj.1. Se aplica a la persona que desciende de los mismos antepasados
que otra.— adj./s. m. y f.2 . Se aplica al hermano que solo lo es por vínculo paterno (Diccionario
Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.).
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Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

ANOTACIONES


Familia Sindiásmica

A medida que la especie humana evoluciona, la vida en grupo va adquiriendo dife-


rentes formas; efectivamente, en el límite mismo del salvajismo y la barbarie nace
esta nueva forma familiar en la cual el hombre vive con una mujer terminando en
parte con las uniones grupales. Sin embargo, la infidelidad y la poligamia en los
hombres son aceptadas, aunque esta última por razones económicas no es practi-
cada. Las mujeres por lo general son obligadas a la fidelidad y en caso de adulterio
reciben severas sanciones (inclusive la muerte).

Familia Monogámica

Como es natural su origen se encuentra en la familia sindiásmica, radicada en el


control por parte del hombre, buscando el procrear hijos cuya paternidad no se
pusiera en duda y que permitiera la herencia clara de los bienes familiares. Su
estructura es muy fuerte y aunque la ruptura de la unión familiar solo la puede
efectuar el hombre, se da un cuidado y crianza más personalizado de los hijos, y la
mujer es protegida logrando un puesto más digno que en la etapa anterior.

En algunas culturas se dan estas mismas características pero con una ‘pluralidad
de cónyuges’, lo que sería una ‘familia poligámica’ (hombre con varias mujeres) o
‘poliándrica’10 (mujer con varios maridos) y en escasas ocasiones los ‘matrimonios
grupales’11 (donde más de un hombre y más de una mujer conforman matrimonio y
asumen la responsabilidad colectiva sobre los hijos).

10 “Las formas más notorias de poliandria se han observado en la Creta antigua, las etnias
tradicionales del Tíbet, o entre los Inuit, o entre la etnia matriarcal de los Mosuo, que habitan las
provincias chinas de Yunnan y Sichuan. En todos los casos conocidos, la poliandria se debe a que en
las poblaciones en donde se ha practicado ha existido una alta tasa de masculinidad, un “exceso”
numérico de varones en relación al de mujeres casaderas disponibles, y los varones de tales etnias
no han podido “adquirir” mujeres de otras etnias. La alta tasa de masculinidad entre las etnias
en cuestión casi siempre ha sido ocasionada por el infanticidio de las mujeres neonatas. De modo
que se debe evitar la creencia según la cual la poliandria se corresponde “siempre” con sociedades
matriarcales. En general, la poliandria se ha practicado compartiendo varios hermanos a una mujer.
Si la poliandria no implica matriarcados, en cambio sí suele implicar matrilinajes. En efecto: siendo
la única progenitora cierta la mujer, en las sociedades con poliandria resulta más fácil establecer el
linaje parental cierto al ser referente la mujer”, http://es.wikipedia.org/wiki/Poliandria.
11 MURDOCK, G. P. (1962-1980): Atlas Etnográfico es una base de datos donde 1167 sociedades
clasificadas y publicadas en 29 entregas sucesivas en el Diario ETHNOLOGY en 1962-1980. En ellas
aparece descrito el Pueblo Káingag (caingag) del centro sur del Brasil donde hay presencia de matri-
monios grupales pero no son los predominantes.
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Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES

En esta etapa se presentan también dos modalidades de familias diferentes –dentro


de las características esenciales antes descritas– la Matriarcal y la Patriarcal. La
primera compuesta por la madre y los hijos donde ella se preocupaba de la siem-
bra (alimentos vegetales) y los hijos de la caza y la recolección, ella controlaba lo
económico y el poder dentro de la estructura social; la segunda, por el contrario,
la ‘patriarcal’, que según muchos surge de la ‘matriarcal’, centra la autoridad en
el varón/padre, quien domina, controla y le da dirección a la vida familiar. De él
depende la ‘provisión de alimentos y la manutención económica’, y de la madre la
crianza y educación de los hijos.

La multiplicidad de variaciones que va tomando esta familia en los siglos siguientes


es muy amplia y se manifiesta en la realidad contemporánea en un rico escenario
de relaciones familiares, en parte provocados por el nuevo rol de la mujer en la
sociedad moderna y por los cambios experimentados con la acentuación de la familia
nuclear y/o monoparental.

Modo Período Características


Comunidad primitiva Entre 1.000.000 a Los seres humanos se
200.000 años a. C. organizan en bandas
cazadoras amplias, sin
residencia fija y con una
división simple de tareas.
Horda Entre unos 120.000 y Una organización menor,
10.000 años a. C. con vida nómada, sin la-
zos familiares entre sí y
con estabilidad. Primeros
rastros del cultivo de la
tierra.
Clan Entre unos 10.000 y Se organizan con una
5.000 años a. C. ‘cabeza o jefe’ definido,
hay más frecuencia de
lazos familiares en el
grupo y se dan mayores
actividades agrícolas y
de recolección (mayor
sedentarismo) con espe-
cialización en el trabajo.

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Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

Consanguínea Entre unos 5.000 y 3.000 Desarrollo de socieda- ANOTACIONES


años a. C. des basándose en la
agricultura, ganadería
y comercio. Presencia
de ‘señoríos’ con fuerte
influencia de creencias
religiosas. Se forman los
grupos conyugales gene-
racionales, los vínculos
grupales se dan por los
de ‘sangre’. Hay períodos
de mayor sedentarismo.
Punalúa Entre unos 3.000 y 2.000 Señoríos y liderazgos con
años a. C. invasiones territoria-
les. Sigue avanzando la
conformación de grupos
humanos que se basan
en lazos sanguíneos.
Familias más pequeñas,
se abandona el vínculo
sexual entre hijos de
una misma madre. Se
acentúa el sedentarismo
y las urbes comienzan a
aparecer.
Sindiásmica Entre unos 2.000 y 1.000 Monarquías y reinados,
años a. C. desarrollo de la cultura
mediterránea, inestabili-
dad social de los grupos.
La familia se configura
por la línea sanguínea,
aunque se mantiene un
grado alto de infidelidad
y multiplicidad de pare-
jas de parte del hombre
(las mujeres son obliga-
das a la fidelidad).
Monogámica Desde hace unos 1.000 Sociedad fundada en
años a. C. diversidad de activida-
des económicas, con
acentuación creciente
en las urbes, se conjugan
reinados, poderes reli-
giosos y, posteriormente,
organizaciones políticas
democráticas. Reinados,
guerras y conquistas que
impactan fuertemente en
la sociedad humana, su-
mado a una aceleración
de las innovaciones tec-
nológicas. Muy centrado
en la figura paterna o
materna fuerte, donde
los hijos se crían bajo un
mismo techo de manera
más personalizada.

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Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES Sus variaciones aumen-


tan y se proliferan en el
tiempo, de la mano del
nuevo rol femenino en la
sociedad y de los cam-
bios en la familia nuclear
y/o monoparental.
Figura1: Modos de expresión de la vida familiar a través de la historia.

En todas las etapas de la familia a través de la historia han tenido también una
influencia central las ideas, creencias y valores de los pueblos/culturas, poniendo
restricciones, facilitando procesos, acomodándose a la realidad histórico social y
generando ‘nuevas’ maneras de organizarse y otros espacios de realización.

En la sociedad contemporánea, especialmente la occidental aunque también en toda


la parte del mundo influida radicalmente por esta economía y cultura, la forma más
habitual de organizar la familia es la ‘monogámica’, sin embargo esta modalidad
presenta múltiples variantes hoy en día, dependiendo de las sociedades y de su
contexto legal, de sus valores y prácticas religiosas, y de la realidad económico-
social. Su rol ha variado en el mundo debido particularmente a las dinámicas sociales
originadas por la rápida urbanización, el revolucionario cambio del rol de la mujer
y la arremetida de la globalización económica y cultural.

Concepto, vínculos y líneas de parentesco

El concepto ‘familia’ se refiere hoy, por lo general, a un grupo de dos o más personas
que tienen vínculos de dependencia entre sí (interdependencia), quienes general-
mente –no exclusivamente– fundan sus relaciones en lazos sanguíneos, acuerdos
verbales y/u obligaciones mutuas amparadas por la ley. El vínculo es el afecto mutuo
(amor), lo que se concreta en una residencia compartida que obliga a las relaciones
domésticas, se funda en un intercambio sexual (relaciones) que habitualmente se
expresa en deseos de reproducción (lo que implica la llegada de hijos).

Basándonos en todo lo anterior es por lo que insistimos en la influencia radical que


ejerce la familia en la conformación de la identidad del individuo, constituyéndose
en un espacio educativo por excelencia.

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Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

Hemos visto que el ‘parentesco’ hace referencia a los vínculos y a la unión que se ANOTACIONES
da dentro de la familia. Estos poseen básicamente tres importantes fuentes:

»» Consanguínea: que explica el vínculo que existe entre descendientes de un


progenitor común (p. ej., padre, hijos, nietos, bisnieto etc.).
»» Afinidad: es una unión que se basa en las ‘nuevas relaciones’ con los parientes
del cónyuge: suegra, nuera, cuñada, etc.).
»» Adopción: es una relación diferente que se crea tanto en el adoptado como el
adoptante, generalmente no son descendientes sanguíneos, sin embargo la ley
les reconoce igualdad entre los hijos biológicos

Para organizar los vínculos de parentesco consanguíneo se acude a las ‘líneas de


parentesco’ que hacen referencia a la serie sucesiva de ‘grados de parentesco’,
estas se definen de la siguiente manera:

a. Línea recta: es aquella línea que existe entre las personas que descienden unas
de otras de manera directa. Se denomina ‘línea recta descendiente’ a aquellas
personas que ‘descienden’ directamente: hijos, nietos, bisnietos, tataranietos….
Por otra parte, ‘línea recta ascendiente’ hace referencia a aquellos que ‘ascienden’
directamente: padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos…

b. Líneas colaterales o transversas: hace mención a las líneas que existen entre
personas que tienen un ascendiente común sin descender una de la otra. Encontra-
mos las ‘líneas colaterales preferentes’: hermanos y sobrinos; y también las ‘líneas
colaterales ordinarias’: tíos y primos.

Ideologías, valores y concepciones históricas de la familia

En la historia de la humanidad, en particular en los dos últimos siglos, se han mani-


festado infinidad de preocupaciones acerca de la familia y esta ha recibido fuertes
críticas. La más recurrente de ellas es sobre su rol más político, ya sea de la misma
concepción de ella que proviene de creencias religiosas y/o principios morales (y
que la ubican como un espacio de poder e influencia) o de su rol educativo (‘con-
cientizador y opresor’) que sostiene una sociedad más represiva y autoritaria.

La familia es la agrupación humana primordial por antonomasia y la más elemental


de todas (…), es la piedra angular de la estructura social y cultural; el lugar donde
se construye la cultura: se afianzan las creencias y los valores cognitiva, normativa
y emocionalmente en un solo proceso que trenza las tres legitimaciones y las arrai-
ga en la propia definición de la identidad del sujeto en formación. Es la primera
y mayor agencia de socialización por la profundidad y duración de su troquelado,
por la inmediatez y facilidad del proceso, por la participación y corporatividad del
sujeto en la comunidad parental. Desde la familia el niño construye la realidad
social y la organiza emocionalmente (…) la familia es la piedra clave de la creación
social, el filtro de la socialización más definitiva. En tanto institución central en los
procesos de integración social, la familia efectúa no solo la socialización primaria
de los hijos sino que también establece marcos en los que configuran los sistemas
de interacción y de construcción de identidad de los adultos (Vidal, 2011).

13
Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES Las recientes crisis de la familia, los cambios culturales producidos principalmente
por la globalización, las influencias de las transformaciones sociales y económicas,
el impacto de las leyes o políticas estatales y el de las diversas religiones con su
concepción de la persona, matrimonio o familia , han configurado un escenario de
mayor complejidad en esta época, sin embargo también se ha abierto a nuevas
maneras de organizarse, de asumir los roles en su interior y de aportar al desarro-
llo global de nuestras comunidades. En medio de las dificultades, perplejidades y
contradicciones propias del modelo de crecimiento que rige hoy en el mundo (y de
su efecto en cada hogar), podemos a su vez encontrar beneficios y aportes a las
personas, a sus familias y a las sociedades donde se insertan. En efecto, sumados a la
reconocida diversidad que enriquece, se encuentran los avances en la consideración
de la mujer como miembro activo de la vida pública, y de los hijos como sujetos
de derechos, lo que les permite acceder a la educación gratuita e igualitaria, a la
atención en salud y a un lugar tranquilo, protegido y seguro donde vivir.

Lecturas obligatorias

1. ENGELS, F. 1884 (2000): El origen de la familia, la propiedad privada y el estado.


Disponible en: www.marxists.org
2. MONTENEGRO, H. (1995): “Familia y sociedad: una relación en crisis”. En Revista
de Trabajo Social, n. º 65/1995. Chile, Universidad Pontificia Católica.
3. SEGALEN, M. “Antropología Histórica de la familia”. Disponible en: www.mo-
nografías.com

Lecturas sugeridas

1. ROGERS, C. (1980): El matrimonio y sus alternativas. Barcelona. Kairós.


2. WINNICOTT, D. W. (1984): La familia y el desarrollo del individuo. Buenos Aires.
Horme.
3. MAIER, H. (1969). Tres teorías sobre el desarrollo del niño: Erikson, Piaget y
Sears. Buenos Aires, Amorrortu.
4. COVARRUBIAS, P.; MUÑOZ, M. & REYES, C. (1983): “¿Crisis en la familia?” en
Cuadernos del Instituto de Sociología de la Universidad Católica, Chile.

14
Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

1.2.La familia: una mirada ecológica-sistémica (10 horas) ANOTACIONES

La familia, como institución fundamental en la vida individual y colectiva de cada


persona, funciona como un ‘ecosistema’ proporcionando la socialización inicial y
aportando la ‘impronta’ con la cual la persona se inserta progresivamente en la
comunidad desde su singularidad. En este proceso, dicha institución es el princi-
pal vehículo por medio del cual el ser humano accede a una cultura e inicia los
aprendizajes necesarios para convivir dentro de una comunidad; la familia como
sistema permite la integración multigeneracional, manteniendo subsistemas de
funcionamiento por los cuales desarrolla su tarea en una estrecha interrelación con
el medio socio-ambiental.

Como sostén teórico en el que se basa el enfoque sistémico-ecológico existen diversas


fuentes, entre ellas destacan las que más han influido desde sus orígenes tales como:
la Teoría General de Sistemas, el Enfoque Ecológico del desarrollo, la Teoría de la
Comunicación y muchos de los elementos de aquello aportado por la Cibernética.

Los sistemas sociales se organizan de tal manera que los individuos, las familias, las
comunidades y las sociedades forman capas o estratos de creciente inclusión y com-
plejidad, semejantes a las cajas chinas (Bronfenbrenner,1979; Shwartzman,1982).
Cada nivel del sistema opera en constante intercambio con los demás, en un recí-
proco entrelazamiento de patrones interaccionales. En las sociedades estables como
en las culturas tradicionales, hay un ajuste ecológico entre los diversos niveles,
en donde cada uno de ellos complementa o refuerza a los otros, siendo cada cual
una parte funcional de un patrón sistémico mayor.

En esta jerarquía, la familia ocupa una posición central mediadora, funcionando


como el nexo primario entre el individuo y los otros sistemas sociales (Montenegro,
1995).

El aproximarnos al ser humano desde esta visión más comprensiva de su vida nos
permite entender las interrelaciones fundamentales entre los comportamientos,
sentimientos, creencias, realidades sociales y contextuales…, y cómo estas fun-
cionan de manera sistémica, siendo en el caso particular de la familia funcionales
a su existencia. Esto puede y debe ser tratado de forma unitaria, observando las
interacciones de los componentes en las conductas que se manifiestan y el impacto
que tienen en la dinámica total familiar (y no solo en un aspecto de ella o en un
fragmento de su historia). Lo interesante es que desde esta mirada se busca saber
con claridad ‘qué sucede’ en esta interrelación (antes de ‘por qué’ sucede) para
afrontar las tensiones allí presentes preferentemente desde la `comunicación’ y
desde las relaciones que se dan dentro del sistema familiar.
15
Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES Del enfoque sistémico inicialmente reconocemos la singularidad y comprensión de la


realidad humana (y familiar) desde un ‘sistema abierto’ (relacional) cuyas principales
cualidades son: la totalidad, la interrelación de todas las partes y la retroalimenta-
ción (básico para mantener los equilibrios y provocar los cambios cuando se hacen
necesarios). Además destaca una de las propiedades del ‘sistema’ muy apropiada a
lo tratado, la ‘equifinalidad’, en la que lo importante son los ‘procesos’ más que el
origen y sus condiciones, lo que es totalmente aplicable a la familia (como enfoque
predominante hoy de análisis y trabajo).

El modelo sistémico nos permite pues observar cómo cada grupo familiar se inserta
dentro de una red social más amplia, y desde esta despliega su energía para alcanzar
su propia autonomía, como un todo. Pero a la vez nos permite analizar cómo cada
microsistema permite integrar la energía de los demás miembros del sistema, bien
sean estos individuos, bien sean subsistemas. En nuestro caso, el microsistema de
referencia es la familia, y la pareja y la constelación fraterna son los dos subsis-
temas de obligada referencia (Espinal, Gimeno y González, 2004).

Familia: macrosistema, mesosistema y microsistema

Entendemos que la evolución y crecimiento de la persona está regida por una diver-
sidad de sistemas estrechamente interrelacionados entre sí, lo vemos en la biología,
la psicología, en los ciclos naturales del entorno físico, etc. Estos, sin lugar a dudas,
interactúan permanentemente con el medio ambiente y se condicionan mutuamente
(sistemas íntimamente relacionados). Como se aprecia en la Figura 2 basada en el
modelo socio-ecológico de desarrollo del ser humano, reconocemos también que este
depende inevitablemente de la interacción dinámica de ‘estructuras concéntricas’
inclusivas (donde cada una está asumida en la siguiente).

Desde este enfoque es necesario considerar de antemano las características indi-


viduales (1) de cada ser humano (irrepetible y único), entre las que se encuentran
el género (masculino, femenino, homosexual), la edad (período del ciclo vital), la
salud (desarrollo fetal, parto, crianza temprana, enfermedades, patologías, etc.),
y la propia estructura de personalidad. Lo anterior afecta a la forma en que el
individuo se relacionará progresivamente con su medio.

Como todo sistema inclusivo requiere una fuerte relación con el entorno que se da
de manera multivariada y multidimensional. Por ello, el vínculo más inmediato del
individuo es con su familia, sus amigos (de la misma edad preferentemente), con su
barrio más próximo, su grupo religioso… A esto se le llama microsistema (2). Entre
ellos sin lugar a dudas la familia es el que mayor influencia ejerce desde edad tem-
prana en la formación del individuo, es en ese espacio donde se configura el sujeto
individual, con su personalidad característica y con su sistema de creencias propio.

Aquello que ocurre dentro del microsistema tiene a su vez una rica y permanente
interacción con el entorno más lejano –del cual no posee tanto el control– que es el
exosistema (4) donde interactúan la familia extensa, los amigos de la familia, los
medios de comunicación, los servicios de bienestar y legales y el barrio en su sentido
amplio. Sin embargo esa imprescindible interacción no sería posible sin la acción
del mesosistema (3) que permite el encuentro, la articulación y la integración de
la persona en el exosistema y en el macrosistema.

16
Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

La familia mantiene una intensa relación con diversos sistemas dependiendo del ANOTACIONES
ciclo de la vida familiar, y en ellos es donde se refleja más lo que va ocurriendo
en el interior de la familia, entre estos –dependiendo de la época de la existencia–
destacan los círculos de amistades del barrio (que pueden derivar en pandillas), las
redes establecidas en la escuela, el club deportivo donde practica alguna actividad
cultural grupal que le apasiona, las juntas de vecinos, los partidos políticos, la
participación activa en un credo religioso, etc.

En este ámbito la influencia es mutua entre la familia y estos sistemas; en la pri-


mera, los hábitos de crianza, las pautas morales y las creencias religiosas serán
llevadas a los sistemas y subsistemas; por otro lado, los sistemas entrarán en juego
–principalmente desde la influencia grupal e institucional– por medio de hábitos y
conductas asociadas como por ejemplo la relación con otras religiones y culturas,
el consumo de alcohol y tabaco, la vida afectiva y sexual, el comportamiento en
la vía pública y social...

Este es un importante espacio de trabajo y de enriquecimiento para el desarrollo de


las personas si su conducción es adecuada, que permite una integración no exenta
de tensiones aunque llena de aprendizajes y de confirmaciones para su identidad, y
facilita la progresiva y exitosa inclusión social. Sin embargo también puede ocurrir
lo contrario con una familia aislada, tensionada o fragmentada, donde la integra-
ción a su comunidad y a su entorno sea frágil, afrontando así el individuo serias
dificultades para cumplir con las tareas propias de su desarrollo en momentos de su
existencia que lo deberían llevar a una participación social sana y activa, y que por
el contrario se ve enfrentado diariamente a situaciones complejas y sin herramientas
para resolverlas. En consecuencia, muchas de estas personas terminan ejecutando
comportamientos desadaptativos o totalmente antisociales y autodestructivos.

Para colaborar tempranamente con la prevención y/o resolución de estas situa-


ciones potencialmente dañinas, es necesario estar atentos a los sistemas que más
frecuentan los niños y las mismas familias. Por ello es tan importante –y cada día
más frecuente– contar con programas de alerta temprana en la conflictividad fami-
liar (Viola, 1999) (donde tienen un puesto fundamental los maestros y la escuela).

Finalmente, de igual importancia y trascendencia, nos encontramos con el macro-


sistema (5) como la ‘capa más externa’ de estas interrelaciones que dan vida al
individuo y a la sociedad. Este representa nada menos que el conjunto de valores de
la cultura donde está inserto el individuo y su familia, lo que abarca las creencias,
las prácticas sociales, las ideologías y la manera de hacer política, y, por supues-
to, la modalidad de organización que presenta la sociedad y sus instituciones, sus
cuerpos legales y servicios sociales generales.

Debido a la movilidad migratoria que experimentamos hoy, tanto dentro de los paí-
ses (principalmente migración interna del campo a la ciudad) como hacia fuera de
ellos (migración externa desde el país de origen a una nueva nación), las personas
y sus familias están sujetas a fuertes tensiones en estos microsistemas (y también
en los otros).

Algunas de las diferencias, conflictos y/u obstáculos se logran resolver de manera


positiva y generan nuevos modos culturales en la vida de ellas que las dignifican,
otras en cambio constituyen una fuente de permanentes crisis y origen de com-

17
Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES portamientos disruptivos de difícil manejo en el ámbito familiar (nuevamente aquí


la escuela se convierte en un espacio de apoyo), donde la cultura de origen entra
en colisión violenta con la nueva y no se logra avanzar en la complementación e
integración mutua (Hinojosa, 2009).

La visión fuertemente estereotipada de los impactos de la migración en las fami-


lias, que en buena medida fue posicionada por la prensa en la esfera de la opinión
pública, debe ser relativizada. Lo que al parecer está en crisis no es la familia en
sí sino la idea de ‘familia tradicional’. Se ha producido una rearticulación signifi-
cativa en las funciones de los miembros de la familia, que en muchos casos termina
alterando completamente las prácticas de convivencia pero que en otros da lugar
a redefiniciones funcionales a las nuevas realidades. Los constantes, sistemáticos
y crecientes desplazamientos poblacionales que caracterizan a las sociedades ac-
tuales plantean la urgente necesidad de comprender y dimensionar las dinámicas
migratorias que, en los hechos, están reconfigurando identidades y comunidades,
circuitos y redes, y mercados laborales locales, regionales, nacionales e interna-
cionales (Hinojosa, 2009).

Un enfoque de estas características da la posibilidad de comprender a la familia


y a su entorno socio-comunitario como una unidad, donde entran en juego ricos y
complejos sistemas, subsistemas y los mismos individuos para conformar humanidad.
En efecto, todo grupo familiar particular forma parte de una red social extensa
que no puede ni debe ser negada por el bien de sus miembros, además, gracias a

18
Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

la interrelación de todos estos sistemas en sus diversos niveles y grados de profun- ANOTACIONES
didad, se puede integrar y potenciar el uso de las energías en bien del desarrollo
de personas, familias y comunidades.

Como queda demostrado en la Figura 2 y en la breve descripción de los sistemas


principales, hay una comunicación permanente en el interior de los sistemas y de
sus propios subsistemas, que es bidireccional, es decir, recíproca y se da gracias al
funcionamiento de los subsistemas con sus características que va conformando una
unidad en la totalidad a través de los diversos períodos del ciclo vital del individuo
y de la familia.

El enfoque ecosistémico y sus principales características aplica-


das a la familia

Es el enfoque ecosistémico una excelente manera de abordar la realidad familiar,


de trabajarla y colaborar con ella en su tarea diaria, que parte de una visión más
holística, tiene una mirada más integral del ser humano y su entorno, y se puede
construir sobre él un modo de proceder que permita a la familia ser lo que efecti-
vamente es, es decir, una verdadera escuela de humanización. Por ello, desde este
modelo se comprende a la familia como un conjunto organizado e interdependiente
de individuos en permanente interrelación (vínculos recíprocos), que logran regularse
por sus propias normas y funciones dinámicas que existen entre sí y con el entorno
social-ambiental (Minuchin, 1982). Este conforma un grupo de personas con una
identidad propia, donde se fraguan relaciones de alta intimidad, que se abren al
mundo a partir de ellas mismas. Entre las características principales de la familia
como sistema destacan: que es un conjunto con una estructura (organización),
compuesto por personas, en cuyo seno se experimenta una constante interacción,
que es abierto y que tiene un propósito claro.

»» Conjunto
La familia no es solo la suma de sus miembros por muy rica que esta sea, es una
institución que funciona como un todo, con dinámicas propias y en la que gracias
a la interacción entre las personas que la componen nace una nueva realidad con
características propias (Bronfennbrenner, 1987). Es justamente su sistema de va-
lores y creencias, con sus propias experiencias vividas y hábitos consolidados, lo
que origina este conjunto de personas únicas e irrepetibles con identidad propia y
acentuado sentido de pertenencia; y es este sello el que se va transmitiendo inter-
generacionalmente en su medio de existencia. El actuar como un sistema, en unidad
y de manera conjunta, es lo que da solidez e identidad a este grupo de personas,
le pone una ‘marca’ que le da presencia en el medio social, interactuando para
enriquecerse e enriquecer a los demás en humanidad.

»» Estructurado/autoorganizado
Como todo sistema la familia posee una organización basada en normas (Satir,
1981) que facilitan la existencia ordinaria de sus miembros dependiendo de una
jerarquía de relaciones, regulando las relaciones entre unos y otros con el entorno
socio-ambiental-cultural. La explicitación de estas reglas (casi siempre implícitas)
permite entender el funcionamiento particular de la familia, su cultura, la modalidad
de relaciones de autoridad interna, la forma de comunicarse y la sintonía de todo
el conjunto con sus valores, creencias y deseos. De la calidad, solidez y flexibilidad
de este sistema de normas familiares dependerá parte importante del desarrollo
19
Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES exitoso de las personas; si son rígidas, con alta incongruencia e inestabilidad, existe
una gran probabilidad de que aparezcan tensiones y dificultades en su seno. Todo
dependerá del liderazgo que asuman los padres tanto hacia el interior como hacia
el exterior del núcleo familiar, donde el democrático –con afecto y rigurosidad– ha
causado los mejores efectos a diferencia de las familias caóticas o conflictivas
que causan mucho daño (Minuchin, 1982). Se autoorganiza por sí misma, como un
sistema que se autorregula y se direcciona a su propio fin, logrando una dinámica
promotora del desarrollo.

»» Personas interrelacionadas
Dentro de la organización familiar son personas, con su propia individualidad y
singularidad, que interactúan consigo mismas y con el medio que las circunda. Se
recupera así la centralidad del sujeto que no puede ser olvidado por el ‘sistema’,
ya que lo considera con su rol activo y protagónico, que modifica y se vincula con
el entorno, al cual aporta su propia identidad. El individuo diariamente procesa la
información recibida, impacta todo el sistema al relacionarse con él y logra hacerse
valer dentro de esta dinámica; comprender esta realidad implica reconocer la riqueza
de la resiliencia, de la capacidad casi infinita de recuperarse y revitalizarse frente
a las adversidades. Esta riqueza se ve multiplicada gracias a la interrelación entre
sus miembros, este vínculo que humaniza es de carácter bidireccional y circular,
involucra a muy diversos actores y circunstancias, tanto dentro como fuera de la
familia, y esta multidimensionalidad de variables que entran en juego y aportan
sus características propias para nutrir y desarrollar a las personas y a su familias
es propia de los sistemas. Los variados sistemas logran un tráfico de información,
conocimientos, experiencias, aprendizajes, valores y sentimientos que edifican al
ser humano y dan sentido a su existencia, y esto permite la creación de una sociedad
más integrada (las personas no son islas).

»» Propositivo y abierto
Por su propia naturaleza ‘sistémica’ –y con una mirada ecológica– la familia evolu-
ciona para alcanzar un desarrollo cada vez más superior, con una madurez creciente
y nuevas posibilidades de aporte a las personas y a la sociedad en general; su foco
principal radica en facilitar que los hijos se realicen como personas y que a su vez
estos pasen a ser parte activa de la comunidad en que viven. Nuestras comunidades
humanas, en diferentes latitudes, han ido creando nuevos sistemas de protección,
acompañamiento y desarrollo para sus miembros, muchos de los cuales son en parte
asumidos por la institucionalidad política (salud, educación, pensiones, vivienda,
etc.). Por ello se habla también de un ‘sistema abierto’, vivo y lleno de energía,
con intercambios permanentes con otros sistemas (iglesias, escuelas, clubes, ba-
rrios etc.); es allí donde este cruce institucional entre familia-sociedad adquiere
su mayor dinamismo, con aportes mutuos de creencias, valores y aprendizajes, y
ambos sistemas crecen y salen fortalecidos de estos vínculos cuando son sanos,
productivos y esperanzadores.

Es, por tanto, la familia el espacio de relaciones humanas, con reglas/normas, donde
se experimentan los roles, un lugar de permanente comunicación (red) y de ricos
vínculos de influencia y poder mutuamente determinados e interrelacionados. Se
entiende finalmente como una institución que presenta una estructura organizada
que se relaciona con un medio externo, con una sociedad y cultura circundante
que vive también su propio dinamismo (por razones naturales, históricas, valóricas,
políticas, económicas y/o sociales). Un adecuado acompañamiento implica partir

20
Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

desde esta mirada para luego establecer relaciones fundadas en la reciprocidad y ANOTACIONES
prácticas que faciliten el desarrollo12.

Etapas del ciclo de la vida familiar (Elsner, Montero, Reyes, y Zegers,1994).


El tener presente a la familia desde una perspectiva sistémica no nos puede hacer
olvidar lo dinámico de este proceso dentro de su ciclo de vida; en efecto, existen
distintos períodos de la existencia familiar que han sido estudiados y documentados,
y que poseen diferentes tiempos de duración y se manifiestan de manera desigual
en los contextos que les toca evolucionar. Sin embargo en el mundo urbano de oc-
cidente, donde aún prevalece la familia nuclear, se dan al menos ocho etapas que
brevemente se describen a continuación.

I. Hacia el encuentro del otro: corresponde al período de conocimiento y noviazgo


(actualmente hay un inicio de la vida sexual más temprano).

II. Recién casados: se ha prolongado este período donde ambos están solos (antes era
bastante más corto) y en la actualidad es consecuencia de una convivencia previa.

III. Camino a la familia: embarazo y llegada del primer hijo, lo que conlleva un
trastorno a la vida de pareja.

IV. Y ahora somos tres: con la presencia del hijo (y de los que vendrán después)
la dinámica matrimonial varía y requiere una nueva adecuación a la vida familiar
propiamente dicha.

V. La familia se abre al mundo (etapa escolar): es una etapa del ciclo fundamen-
tal, la vida de pareja se pone a prueba ya que se ven abiertos al mundo desde el
ingreso en la escuela del hijo.

VI. Cuando los hijos son adolescentes: el inicio de la pubertad por parte de los
hijos implica un importante ajuste de las relaciones familiares, es una etapa que
pone a prueba el vínculo hacia los hijos y la relación entre los padres.

VII. Encuentro con un nido vacío: la partida de los hijos de la casa, el inicio de
su vida de pareja al margen de le la familia, plantea un nuevo desafío a la vida
matrimonial.

VIII. Los años dorados: es una etapa que ha cambiado a través del tiempo debido
a dos fenómenos sociológicos: el final de la familia extendida y la prolongación
de la esperanza de vida; las personas se reencuentran consigo mismas y tienen la
posibilidad de enriquecerla.

Al referirnos pues a la familia desde el enfoque sistémico es necesario considerar en


qué etapa del ciclo de vida familiar se encuentra esta; solo así es factible obtener
un análisis y diagnóstico más preciso de las dinámicas actuales de la familia, de la
explicitación de sus valores y creencias, y de las prioridades en la rutinas de vida.

12 Un notable ejemplo de un apoyo comunitario a la familia es el desarrollado por Carl J.


DUNSTy Carol M. TRIVETTE, ver en: http://www.enciclopedia-infantes.com/documents/Trivette-Duns-
tESPxp.pdf
21
Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES Lecturas obligatorias

1. ESPINAL, I., GIMENO, A.y GONZÁLEZ, F.(2004): “El Enfoque Sistémico” En


Los Estudios Sobre La Familia, disponible en: www.uv.es/jugar2/Enfoque%20
Sistemico.pdf
2. POVEDA, E. “El modelo sistémico aplicado al campo educativo”. Disponible en:
http://www.iaf-alicante.es/imgs/ckfinder/files/PUB_Modelo_sist%C3%A9mcio_
ES.pdf
3. KREUZ, A., CASAS, C., AGUILAR, I. y CARBÓ, M. J. “La Convivencia Escolar des-
de el Enfoque Sistémico”. Disponible en: www.ctff fasedos.com/documentos/
Convivencia%20Escolar%20enfoque%20siste

Lecturas sugeridas

1. BRONFENNBRENNER, U. (1987): La Ecología del Desarrollo Humano. Barcelona,


Paidós.
2. MINUCHIN, S. (1986): Familias y Terapia Familiar. Barcelona, Gedisa.
3. WAHLROOS, S. (1970): La comunicación en la familia. México, Diana.
4. Instituto Interamericano del Niño. “Concepto de Familia: La familia como sis-
tema”. Disponible en: http://www.iin.oea.org/Cursos_a_distancia/Lectura%20
12_UT_1.PDF
5. GURMAN, A. S. y KNISKEM, D. P. (Ed.) (1981): Handbook of Family Therapy. New
York, Ed. Brunner/Mazel.

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Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

1.3. La familia y sus funciones actuales (4 horas) ANOTACIONES

Asumiendo una visión a través de la historia, desde los orígenes del ser humano,
el núcleo familiar ha realizado una función clave que es la biológica/sexual, en
particular aquella de la reproducción de la especie, de su protección y educación.
Con el paso de los siglos otras funciones se han ido consolidando fundamentales e
imprescindibles para la persona y la sociedad en general, en especial las vinculadas
a la relación de pareja (conyugal) y a las pautas de crianza que impactan profun-
damente la vida afectiva de los individuos. En efecto, es en el ámbito del hogar
donde los sistemas de relaciones, basados en las redes familiares y en el ejercicio
de la maternidad-paternidad, salen de sí mismos para interrelacionarse con el medio
ambiente natural, social, cultural, político, religioso, desde su realidad singular,
sus afectos, valores, hábitos y experiencias de vida.

Según Murdock (1967), la familia tendría cuatro funciones fundamentales en todas


las sociedades y culturas: la sexual, la económica, la reproductiva y la educativa.
Evidentemente, según la disposición sociológica las funciones de la familia se re-
parten de manera diversa y pueden agregarse a ellas otras que son requeridas en
determinados ámbitos (p. ej., inculturación, sociabilidad, etc.).

Más adelante, la literatura especializada y estudios de campo han identificado al


menos cinco funciones de la familia en la sociedad contemporánea que le permiten
preservar a los seres humanos, favorecer su realización y colaborar con su bienes-
tar. Por tanto, el funcionamiento de la institución familiar se refiere justamente a
la capacidad que tiene como sistema de desarrollar sus funciones durante todo su
ciclo vital, viviendo las crisis y aprendiendo de ellas, madurando y construyendo
formas estables de vinculación familiar y social13. Sobre esas bases se construyen
las sociedades equilibradas que facilitan el desarrollo humano y la realización de
sus potencialidades (Kliksberg, 2004).

A estas funciones al menos se les exige lograr que las siguientes necesidades puedan
ser satisfechas de manera positiva en el seno de la familia:

1. Satisfacer las necesidades básicas biopsicológicas de los hijos.


2. Satisfacer las necesidades sociales.
3. Satisfacer las necesidades económico-materiales.
4. Satisfacer la necesidad de interrelación y mediación con las estructuras y sis-
temas sociales.

Para tener éxito en esta tarea de desarrollo y humanización, la familia despliega


diversas funciones que le permiten cumplir adecuadamente con su rol, focalizándose
particularmente en el crecimiento del individuo y en su introducción en la sociedad
y cultura de referencia. A modo sintético podríamos agrupar estas funciones de la
familia en cinco categorías explicativas:

»» Función biológica-sexual-reproductiva
Los seres humanos tenemos en el seno interno de la familia la necesidad de satis-
facer el apetito sexual y permitir la reproducción de la especie.

13 http://psiquiatria.facmed.unam.mx/doctos/descargas/4.1%20CICLO%20VITAL%20DE%20
LA%20FAMILIA.pdf
23
Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES Figura 3. Sexualidad humana.

Esta función ha evolucionado a lo largo de los siglos tanto su desarrollo mismo


como su modalidad de satisfacción, es decir, el rol que en ella desempeña la mujer
(madre) y el hombre (padre) y las responsabilidades que le son asignadas desde la
misma cultura/sociedad en que se encuentra (Figura 3).

Cumple con el mantenimiento de la especie a través de la procreación/educación,


basada en relaciones afectivas, de apoyo, y amor, que se prolonga y proyecta en
los hijos. Su satisfacción permite a su vez una armonía en el desarrollo individual
y social, facilitando el crecimiento de la persona contribuyendo con ello a la sana
vida comunitaria.

»» Función educativa-valórica-hábitos (Mifsud, 2003)


Los estudios demuestran con claridad que desde la misma vida intrauterina y en
particular durante los primeros veinticuatro meses de la existencia de cada individuo,
se aprenden los hábitos, se modelan los afectos y su expresión, se instauran com-
portamientos y se adquieren los valores presentes en el hogar, como la adquisición
del lenguaje y la regulación de hábitos básicos (Figura 4).

Figura 4. Desarrollo del cerebro, algunas etapas fundamentales.

24
Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

Es la inserción de los hijos en la comunidad otra de las importantes tareas en este ANOTACIONES
ámbito, la familia en las actividades diarias enseña a sus miembros los comporta-
mientos que necesitan para vivir junto a los demás, se da también allí la importante
modelación de los roles sexuales, y se les instruye sobre su responsabilidad grupal.

»» Función de acogida-protección-nutrición14
Las sociedades humanas se han ido reconociendo en su ‘capacidad de transmitir
humanidad’ gracias en parte a su ‘acogida’ y ‘protección’ en toda la amplitud de
estos conceptos.

Inicialmente esta función está vinculada a los ‘nuevos seres humanos que nacen’,
a quienes se les debe proporcionar seguridad, confianza y cuidado, pero también
se hace extensible –a lo largo de la vida– a la potencialidad que la familia posee
para transformarse en un espacio de cobijo y acompañamiento a personas mayores
(ancianos), con capacidades diferentes (inválidos y discapacitados), extranjeros solos
(inmigrantes), personas abandonadas y/o maltratadas, etc., aportando con todo ello
su gran riqueza a la vida social en general. Se refiere a la capacidad del ser humano
de entregar amor y a la necesidad que se tiene de él para realizarse en plenitud.

Según relata un cronista de Parma, Salimbene, en el siglo XIII, el Emperador Fede-


rico II ordenó efectuar un experimento con lactantes de pocos meses. Este consistió
en que ellos fueran llevados a un lugar especial, al cuidado de madres adoptivas
y nodrizas a quienes se les instruyó para que se limitaran solo a alimentarlos y
cuidar de su aseo personal, pero de ninguna manera les hablaran o acariciaran.

Su hipótesis era que si a los niños no se les hablaba, algún lenguaje aparecería
espontáneamente. Lo más probable, pensaba el Emperador, es que fuera el hebreo,
que era el lenguaje más antiguo, o el griego, o el latín o el árabe, a tal vez el
lenguaje de los padres que los habían engendrado.

La curiosidad científica de Federico II, sin embargo, no pudo ser satisfecha ya que
todos los niños murieron (Montenegro, 1977).

»» Función económica-social-política
Se orienta a proveer alimentos (a las edades necesarias), abrigo (techo y ropa) y
todos aquellos elementos necesarios para la subsistencia (salud), con el fin de que
cada ser humano alcance –desde los primeros años de vida– un crecimiento normal
e integral.

Con esta función se busca satisfacer necesidades básicas asociadas, indispensables


para la sobrevivencia, como condiciones imprescindibles sobre las cuales se puede
plantear luego un desarrollo mayor.

Dicha función se lleva a cabo en la propia vida cotidiana en el hogar y se evidencia en


el manejo de los recursos materiales en su interior. Por ello juega un rol fundamental
el ‘trabajo doméstico’ que en la actualidad ha comenzado a ser más compartido
(no solo realizado por la mujer). Su impacto en el ámbito social y político es cada
vez mayor ya que va modelando una ‘manera de participar’ de sus miembros y se
relaciona con estas realidades desde lo que simplemente ‘es y hace’.

14 Es importante analizar el ‘nuevo’ concepto de ‘Nutrición afectiva’, este se puede revisar


en: wqce.sica.int/busqueda/busqueda_archivo.aspx?Archivo=nttc...1
25
Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES »» Función comunitaria-solidaria


Identifica el apoyo de los padres en el ámbito emocional- afectivo, fundamental
para el crecimiento verdaderamente humano. Debe ser un apoyo positivo para
determinar un camino eficaz hacia la identidad y aceptación de lo que cada uno es
dentro de su propia comunidad.

Si bien cada miembro de la familia debe definirse como un ser individual, éste
también debe desarrollar sus talentos en sociedad en un marco de respeto y to-
lerancia, logrando que sus más profundos afectos valoren el socorro mutuo y la
ayuda al prójimo.

La familia es un conjunto constituido por varias unidades vinculadas entre sí por


medio de una estructura de relaciones formalizadas. La familia tiene historia
propia, se ha ligado en el tiempo diferenciándose de su entorno a la vez que par-
ticipan en él y con él. El cambio de estado de una unidad del sistema va seguido
por el cambio de las demás unidades; y este va seguido por un cambio de estado
en la unidad primitiva y así sucesivamente. Por tanto una familia es una totalidad,
no una suma de partes, que funciona en el tiempo por la interdependencia de las
partes entre sí y los demás sistemas que la rodean (Andolfi, 1977).

En este ámbito social y cultural la institución familia entrega a sus miembros sa-
tisfacción y seguridad emocional, proporcionando cercanía, afecto, fraternidad y
experiencias de gratuidad. Es ella la que facilita desde este rol multidimensional
el desarrollo afectivo del individuo desde su temprana infancia, condicionando su
vínculo con la familia y la sociedad.

El ser humano requiere de diversos nutrientes en calidad y cantidad suficientes para


llenar las necesidades del organismo. Una dieta balanceada que incluya alimentos
fuentes de todos los nutrientes asegura un óptimo crecimiento físico. Sin embar-
go, para que el ser humano se desarrolle integralmente, además de la nutrición
biológica requiere otro tipo de nutrición, la nutrición afectiva, que también se
requiere en calidad y cantidad suficiente para desarrollar la inteligencia emocional
del individuo. Cuando el niño recibe una adecuada nutrición biológica y afectiva,
se desarrolla en todo su potencial físico, intelectual y emocional. Favoreciendo su
desarrollo y el de la sociedad a la que pertenece (Molina, 2004).

Lecturas obligatorias

1. MOLINA, V. (2004):. “Nutrición Afectiva”. Instituto de nutrición de Centro


América y Panamá. Disponible en: wqce.sica.int/busqueda/busqueda_archivo.
aspx?Archivo=nttc...1.
2. KLIKSBERG, B. (2004): La familia en América Latina: Realidades, interrogantes
y perspectiva. Disponible en: http://www.iin.oea.org/iin/cad/actualizacion/
pdf/1_2/basica/La%20familia%20en%20América%20Latina-Realidades,%20inte-
rrogantes%20y%20persp.,Kliksberg,%20XIX%20Congreso
3. MIFSUD, T. (2003): Disponible en: www.revistadocencia.cl/pdf/20100730002211.
pdf

26
Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

Lecturas sugeridas ANOTACIONES

1. 1ANDOLFI, M. (1977): Terapia familiar, un enfoque interrelacional. Barcelona,


Paidós.
2. ROIZBLAT, A. (2006): Terapia familiar y de pareja. Santiago, Mediterráneo.

27
Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES 1.4. Los factores de riesgo y de protección en la vida


familiar15 (10 horas)

Al analizar en el tema anterior las funciones de la familia, pudimos constatar que


estas implican una mirada integral de la persona más allá de lo puramente físico-
biológico. Por ello, el concepto de salud integral y biopsicosocial trasciende a la
salud física integrando los aspectos psicológicos y psicosociales del ser humano y su
interrelación dinámica y funcional, como ya ha quedado desarrollado extensamente
en el tema de una ’mirada sistémica de la familia’ (1.2).

Otro concepto de salud personal y familiar

Durante largo tiempo las acciones de las intervenciones en el ámbito de la salud


se habían focalizado en las patologías con una mirada que era predominantemente
‘biologicista’, unidimensional, centrada, en fin, en la salud física. La apertura pos-
terior nos llevó a una mirada más integral, que centraba su atención en el bienestar
de los niños, los adolescentes y su familia, y por tanto a darle importancia a la
prevención y la promoción (salud positiva).

Hay un claro énfasis en la prevención de las conductas de riesgo y el fomento de


los factores protectores, siendo de especial actualidad la descripción de las inter-
venciones que fomentan la resiliencia –de sobreponerse a la adversidad– así como
las que se orientan al fortalecimiento de la familia (Florenzano, 2005)

Se trata, pues, de un cambio del foco de atención del daño al desafío. Estamos frente
a un nuevo concepto, un nuevo paradigma donde se cambia el foco de atención y
ya no nos quedamos con el daño, la enfermedad o el problema como centro, sino
que reconocemos la posibilidad de la transformación, la existencia de recursos por
parte de las personas para salir adelante, recurriendo a su potencial.

Enfoque de riesgo aplicado a la familia

Este enfoque sostiene que las personas, familias y comunidades tienen diferentes
grados de probabilidad de desvíos de salud y bienestar, encontrándose numerosas
interrelaciones entre los factores que determinan los niveles de salud, bienestar y
desarrollo (OPS/OMS, 2005).

En general, se entiende por factores de riesgo aquellos que si están presentes, au-
mentan la probabilidad de desarrollar una alteración emocional o conductual en los
niños, en comparación con una muestra aleatoria de la población (Garmezy, 1985).

Si compartimos que la familia funciona como ‘un sistema’ es, por tanto, en ella
misma donde estos factores de riesgo se manifiestan más tempranamente y pueden
afectar en mayor o menor intensidad al desarrollo de las personas, en particular al
de los hijos. Lo que es claro para el círculo familiar, siguiendo los mismos supuestos
explicados con anterioridad, lo es con la misma profundidad para el entorno social
directo (familia extendida, barrio, escuela, iglesia...) y para el más indirecto (po-
líticas, ambiente nacional y demás.)

15 Al respecto la experiencia del modelo ‘Homebuiders’ resulta muy interesante para la inter-
vención, ver en www.institutefamily.org
28
Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

Factores de riesgo en familia (familias conflictivas) (Satir, 1982) ANOTACIONES

Se refieren a aquellos asociados a la presencia de dificultades en la relación de pare-


ja, en la relación de padres e hijos, en el ambiente familiar, etc. Según lo observado
e investigado, tienen que ver principalmente con las siguientes características:

1. Características de los padres y/o madres

»» Padres frustrados, estresados.


»» Padres violentos.
»» Padres muy fríos e indiferentes.
»» Padres muy centrados en sí mismos.
»» Padres ‘livianos’ (light).

2. Deficiente relación de pareja

»» Discusiones muy frecuentes y prolongadas.


»» Silencios llenos de agresividad.
»» Maltrato físico y/o psicológico.
»» Rupturas conflictivas de los padres.
»» Falta de acuerdo en la educación de los hijos (o contradicciones).

3. Deficiente relación padres/madres-hijos

»» Dificultad para relacionarse afectivamente.


»» Ausencia de expresiones de afecto.
»» Mala comunicación (vaga, confusa, poco profunda, castigadora, enjuiciadora).
»» Dificultad por parte de los padres para asumir su rol como tales (muchas veces
se abandona).
»» Formación de coaliciones desadaptativas.

4. Ambiente familiar poco acogedor

»» Clima afectivo negativo.


»» No se miran ni se relacionan en profundidad.
»» Hay tensión entre los miembros (cada pequeño conflicto termina en una gran
discusión).
»» Las personas evitan estar en casa (el hogar se transforma en un hotel-restau-
rante).

29
Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES 5. Ausencia de actividades recreativas en familia

»» Falta sentido del humor (reírse de uno mismo, contar anécdotas familiares).
»» Poca creatividad en el uso del tiempo libre (mucha televisión, videojuegos).
»» No hay rutinas familiares que incluyan el esparcimiento (sin paseos ni juegos
familiares).

6. Dificultades para acompañar y regular la conducta y las actividades de los hijos

»» Ausencia de reglas que regulen la rutina diaria y que orienten los hábitos y
comportamientos de los hijos.
»» Inconsistencia en la aplicación de normas (de uno o de ambos padres).
»» Falta de control, por parte de los padres/madres, de la conducta de los hijos
(desconocimiento de sus actividades, de sus amigos/as).
»» Inconsistencia en la respuesta de los padres/madres a la conducta inadecuada
de los hijos (falta de finalidad educativa de la acción de los padres).
»» Ausencia de técnicas para tratar las crisis o conflictos familiares (baja capacidad
para resolver de manera madura y adecuada los problemas).
»» Imposición rígida de los criterios parentales (autoritarismo).

En las familias problemáticas, los cuerpos y rostros son una muestra viviente del
conflicto existente. Los cuerpos están tensos y rígidos, o bien desmañados. Los
rostros, de aspecto huraño o triste, son inexpresivos como máscaras. Los ojos ba-
jos esquivan la mirada. Los oídos obviamente no escuchan y las voces son duras,
estridentes, o apenas audibles. Existe una actitud poco amistosa entre cada uno
de los miembros de la familia, no hay alegría…(Satir, 1982).

Factores protectores (familias nutridoras) (Satir, 1982)

Son los que se asocian a un buen clima familiar, a la armonía en la relación de pareja,
a la buena relación padres e hijos, etc., son, efectivamente, recursos personales,
familiares, sociales e institucionales que facilitan el crecimiento integral del ser
humano, evitando alteraciones que modifiquen su desarrollo y terminen dañándolo.

Los factores protectores parten de la observación de que no todas las personas


sometidas a situaciones de riesgo sufren enfermedades o padecimientos de diver-
so tipo, sino que, por el contrario, las hay que superan la situación y hasta salen
fortalecidas de ella. Entonces se comenzó a investigar este fenómeno al que se
denomina ‘resiliencia’.

Por ‘resiliencia’ se entiende la capacidad del ser humano para hacer frente a las
adversidades de la vida, superarlas y ser transformado positivamente por ellas
(Vanistendael, 1994).

30
Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

La resiliencia o facultad de recuperación designa la capacidad del individuo para ANOTACIONES


hacer las cosas bien y de forma socialmente aceptable, en un entorno agobiante o
adverso que suele entrañar un elevado riesgo de efectos negativos. No es más que
una definición de trabajo. Se basa en los elementos facilitados por dos investiga-
dores británicos en asuntos de resiliencia. Michael Rutter, de Londres, y Albert
Osborn, de Bristol. Cabe simplificarla aún más: la resiliencia es la capacidad para
hacer las cosas bien y de forma socialmente aceptable en circunstancias adversas
(Vanistendael, 1995).

No siempre se puede asociar carencia a incompetencia, el individuo puede con-


seguir ser independiente de la situación adversa en la que nazca y viva. A partir
de ello se han buscado los factores que logran proteger a los seres humanos más
allá de los efectos negativos de la adversidad, tratando de estimularlos una vez
detectados. Por ello desde la perspectiva de la salud mental, para la familia y sus
integrantes, la promoción de la resiliencia pasaría a ser un buen antídoto frente a
las agresiones del medio sobre el equilibrio psicofísico de niños y adolescentes en
el seno de sus familias.

Además conviene señalar que los ‘factores protectores’ son interdependientes unos
con otros, es así como los factores familiares pueden fortalecer a los personales y a
los sociales; no son las predisposiciones genéticas las que predominan aquí –aunque
se reconoce su importancia e influencia–, más bien son estos ‘factores’ los que se
forman a partir de la rica interacción de diversos elementos, como, por ejemplo,
naturaleza-educación o persona-situación.

Tabla 5: Resiliencia

Desde el punto de vista de la acción para la familia, la resiliencia comprende dos


elementos:

»» La aptitud de resistir a la destrucción, es decir, preservar la integridad en


circunstancias difíciles.
»» La actitud de reaccionar positivamente a pesar de las dificultades. Es de-
cir, la capacidad de construir una vida positiva a pesar de las circunstancias
desfavorables.
»» La resiliencia es un resultado. El conocimiento de los factores que contribu-
yen a la resiliencia, y que pueden ser empleados en una intervención social,
es esencial.

Hay ámbitos de la vida que se relacionan entre sí y que posibilitan un mayor desa-
rrollo de la resiliencia, y son (Vanistendael, 1995):

»» Redes sociales y aceptación incondicional


»» Capacidad para buscar orden, sentido y significado de cuanto ocurre en la vida
»» Diversidad de aptitudes
»» Autoestima
»» Sentido del humor

Por tanto, la resiliencia es la mejor ‘vacuna’ para prevenir los riesgos a los que se
exponen nuestros hijos ya que están siempre dentro de ese contexto cultural local
que prevalece también en el interior de la dinámica familiar.
31
Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES Dentro de las dinámicas familiares positivas, que permiten a los seres humanos crecer
en un ambiente de dignidad, se encuentran los siguientes ‘factores protectores’:

1. Características de los Padres/Madres

»» Se trata de padres y madres preocupados por lo que les suceda a sus hijos:
»» Que les demuestran cariño de forma permanente.
»» Que confían en ellos.
»» Que los respetan.
»» Que están disponibles para escucharlos y compartir.
»» Que les corrigen sin descalificar o ridiculizar.
»» Que les ayudan a tener éxito en sus cosas.

»» Se trata de padres y madres que logran salir de sí mismos (de su egocentrismo):


»» Que son capaces de ponerse en el lugar de sus hijos.
»» Que pueden conciliar sus necesidades con las de ellos.
»» Que tienen una actitud abierta y flexible.
»» Que logran aceptar la rebeldía y la crítica.
»» Que son capaces de expresar sentimientos.
»» Que pueden reconocer sus errores y pedir disculpas a los hijos.
»» Que están contentos con la vida que llevan.

2. Buena relación de pareja

»» Frecuentes demostraciones de afecto.


»» Ambos se respetan y se tienen confianza.
»» Pueden escucharse, dialogar y discutir sin herirse.
»» Son capaces de ponerse en el lugar del otro.
»» Hay acuerdo en la educación de los hijos.
»» Lo pasan bien juntos.

3. Hogar acogedor

»» Se trata de lograr un clima afectivo positivo:


»» Las personas se sienten queridas y valoradas.
»» Hay armonía y fluidez en las relaciones.
»» Se siente satisfacción por pertenecer a esa familia.
»» Las personas tienen la libertad de invitar amigos o pretendientes... (el
grupo de amigos puede ser un gran factor protector, su cercanía y salud son
determinantes, pero también podrían ser un tremendo factor de riesgo).
»» Apetece estar en casa.

4. Normas y límites desde pequeños

»» Control y cariño van juntos.


»» Es más fácil establecer los límites a partir de una relación afectiva, que co-
mienza a construirse cuando el niño es pequeño.
»» No debemos temer a ejercer la autoridad.
»» Ponemos límites a los niños por muchas razones:

32
Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

»» Porque ellos aún no pueden autorregularse. ANOTACIONES


»» Porque los queremos preservar de riesgos que ellos no ven.
»» Porque es un gesto de cariño y preocupación.
»» Porque tenemos la hermosa responsabilidad sobre sus vidas y su
felicidad.
»» Porque en su proceso de conformación de la personalidad, ellos
necesitan que se los pongamos.
»» Porque como adultos somos más previsores que ellos.
»» Porque los amamos mucho.

5. Promover actividades que dan sentido a la vida

»» Fomentar las actividades recreativas al aire libre (paseos, deporte...).


»» Participar en actividades extra programáticas que ofrece la escuela, munici-
palidad, y otros organismos (artísticas, culturales, recreativas, deportivas...).
»» Pertenecer a un grupo religioso, parroquial, scouts, club deportivo, cultural.
»» Realizar actividades en familia.
»» Como padres tener la disposición de acompañarlos en estas actividades y ani-
marlos para que participen.

6. Estar atentos a posibles patologías

Hay ciertas características de personalidad que pueden estar presentes en nuestros


hijos:

»» Impulsividad.
»» Aburrimiento permanente.
»» “Buscadores de novedad”.
»» Baja tolerancia a la frustración.
»» Muy influenciables (inseguridad, baja autoestima).

Hay también ciertas patologías psiquiátricas ante las que hay que estar atentos:

»» Trastornos del ánimo: depresión, bipolaridad infantil.


»» Trastornos de adaptación.
»» Trastornos de tipo compulsivo.
»» Fobias sociales.
»» Déficit de atención.

Dichas dificultades, en una dinámica familiar sana, comunicativa y nutridora, pueden


ser afrontadas dentro del mismo hogar o en su defecto, si esto no es posible dada la
complejidad, solicitar ayuda externa sin ningún prejuicio, colaborando activamente
como sistema familiar con esta intervención (más que buscar ‘responsables o culpa-
bles’, la familia es apoyada para identificar en su propio ‘funcionamiento sistémico’
las causas de la disfuncionalidad y desde ahí se la guía a una resolución adecuada).

¡Qué distinto es estar con una familia nutridora! Enseguida intuyo la vitalidad,
sinceridad, honestidad y amor. Siento la presencia de alma y corazón y sentido co-
mún. Siento que si viviera en una familia como esta, me escucharían y yo tendría
interés en escuchar a los demás; me tendrían consideración y yo tendría deseos
de considerarlos; podría demostrarles mi afecto así como también mi dolor y des-

33
Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES acuerdo; no tendría miedo de correr riesgos puesto que toda familia comprendería
que inevitablemente cometería errores, los cuales son una señal de madurez. Sería
una persona con derechos propios, importante, valorada, querida y que obviamente
tendría que valorar, tomar en cuenta y querer a los demás y darles su lugar (Lösel,
1994).

En el siguiente cuadro rescatamos una síntesis efectuada por Lösel (1994) que
permite comprender un poco más las dinámicas de estos factores protectores y de
riesgo desde las diferentes dimensiones de la existencia humana.

Tabla 6: Factores de riesgo y protectores en familia.

Factores protectores Factores de riesgo


Conducta Fuerte capacidad de Resistencia a la autori-
decisión dad y la agresión
Espiritual Fe creciente Involucrarse en sectas y
cultos
Familia Lazos familiares Consumo de drogas en la
familia
Escuela Éxito escolar Fracaso escolar
Compañeros Rechazo al consumo de Amigos que consumen
drogas drogas
Cultural Normas de grupo positi- Disponibilidad de drogas
vas
Económico Empleo estable de los Pobreza crónica
padres
Jurídico Leyes reguladoras de Consumo de drogas que
venta de licores conduce a delinquir

Quizás una de las características más sobresalientes de padres nutridores es que


comprenden que los cambios son inevitables (…) Esta clase de personas aceptan
el cambio como una parte inevitable de la vida y tratan de aprovecharlo en forma
creativa para que sus familias sean cada vez más nutridoras (Satir, 1979).

Para Virginia Satir (1978) existen cuatro aspectos que inciden profundamente en
la vida familiar:

1. Los sentimientos e ideas que uno tiene sobre sí mismo: Autoestima.


2. Las formas que desarrolla la gente para expresar lo que quiere decirse el uno
al otro: Comunicación.
3. Las normas que utiliza la gente para actuar y sentir, que llegan a construir
eventualmente: Sistema familiar.
4. Las relaciones de la gente con los demás y con las instituciones fuera de la
familia: Enlace con la sociedad.

Los programas centrados en el mejoramiento del ambiente familiar, pese a ser más
caros, en términos de costos, que los focalizados directamente en el niño, importan
beneficios de más largo plazo, especialmente si se focalizan adecuadamente en la
población más pobre, pues sus efectos se traspasan al niño hasta mucho tiempo
después de que el programa termina ( Unicef, 2004).

34
Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

Lecturas obligatorias ANOTACIONES

1. http://umce.academia.edu/SylviaSantander/Papers/771155/Influencia_de_la_
familia_como_factor_protector_de_conductas_de_riesgo_en_escolares_chilenos
2. SATIR, V. (1978): Relaciones humanas en el núcleo familiar, México, Ed. Pax.
3. SANTANDER, S.; ZUBAREW, T.; SATELICES, L.; ARGOLLO, P.; CERDA, J. y BÓRQUEZ,
M. (2008): “Influencia de la familia como factor protector de conductas de
riesgo en escolares chilenos”. Revista Médica de Chile, 2008, 136: pp.317-324.

Lecturas sugeridas

1. ELSNER, P.; MONTERO, M. L.; REYES, C. y ZEGERS, B. (1994): La familia: una


aventura. Santiago, Ediciones Universidad Católica.
2. ERIKSON, E. (1972): Sociedad y adolescencia. México, Siglo XXI.
3. PELUFO, M. (1993): Cómo lograr un hijo neurótico. Montevideo, Self editores.
4. VANISTENDAEL, S. (1995): Cómo crecer superando los percances. Ginebra, Bice.

35
Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES 1. 5.Familia: los modelos y la riqueza del contexto per-


sonal, cultural y social (4 horas)

Como es de esperar, los diferentes contextos culturales, sociales, religiosos, econó-


micos y políticos van interactuando con la familia con la que se determinan mutua-
mente, como dos ‘sistemas’ que se enriquecen y a partir de ello se desarrollan. Es
en esta realidad donde la familia ha sido y seguirá siendo un aporte al ser humano.

En todas las culturas a través de la historia, la familia ha cumplido una función


socializadora fundamental, transmitiendo las normas y valores societales a sus
miembros y, mediante su asimilación, preparando a su descendencia para funcionar
en el mundo social (Montenegro, 1995).

La variedad de modelos que se han manifestado durante la historia y en los diversos


contextos culturales hablan justamente de la riqueza y del aporte de la familia, y su
evolución es la prueba de su rol fundamental en la existencia de los seres humanos.
Tenemos desde los modelos más ‘clásicos’ monogámicos, patriarcales y nucleares,
pasando por los unipersonales y alcanzando también aquellos modelos de ‘familias
extendidas’ matriarcales. En la actualidad se manifiestan otros modelos ´nuevos’
como las familias ‘monogámicas con poderes o roles compartidos’ nucleares o
extendidas (o semiextendidas), familias ‘reconstituidas’ (los tuyos, los míos y los
nuestros) y familias homosexuales.

Tipos de familia

En la actualidad los tipos de familias existentes, dependiendo de las creencias,


sociedades y culturas, podrían ser categorizados de la siguiente manera:

»» Familia Nuclear: aquella conformada por madre, padre y su descendencia


común. Todavía sigue siendo frecuente.
»» Familia Extensa: es la que está conformada por varios parientes que no se
restringen a las relaciones primarias de padres e hijos Está integrada por abue-
los, tíos, primos, y parientes consanguíneos. Es menos frecuente hoy que en
el pasado.
»» Familia Monoparental: está formada por uno de los padres y el hijo o los hijos.
Han aumentado en porcentaje en relación a décadas pasadas.
»» Familia Homoparental: una pareja de hombres o mujeres se convierten en
progenitores de uno o más hijos, Aún es muy minoritaria y en la gran mayoría
de los países tiene restricciones legales y/o culturales muy fuertes.

Familia ‘Ensamblada’: esta categoría agrupa una diversidad de situaciones fa-


miliares cada día más frecuentes en la sociedad, que viven bajo un mismo techo.
Veamos algunos casos: dos o más familias agregadas (p. ej., padre viudo con sus
hijos se junta con otra viuda con sus hijos y tienen además hijos; madre sola con sus
hijos se junta con padre solo con sus hijos...); hay algunas que por circunstancias
de la vida solo están conformadas por hermanos (p. ej., con la muerte o separación
de los padres y el abandono de los hijos); otras nacen de vínculos de amistad que
se hacen tan estrechos que replican aquellos familiares (p. ej., amigos, amigas…);
por último, las que incluyen abuelos y abuelas reemplazando a padres y madres, o
también tío y tías, etc.

36
Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

En todas las culturas, la familia imprime a sus miembros un sentimiento de iden- ANOTACIONES
tidad independiente. La experiencia humana de identidad posee dos elementos:
un sentimiento de identidad y un sentido de separación. El laboratorio en el que
estos ingredientes se mezclan y se proveen, es la familia, la matriz de la identidad.
En los procesos de socialización, las familias moldean y programan la conducta
del niño y el sentido de la identidad (…). El sentido de separación y de individua-
ción se logra a través de la participación en diferentes subsistemas familiares en
diversos contextos familiares, al igual que a través de la participación en grupos
extrafamiliares (…). Aunque la familia es la matriz del desarrollo psicosocial de sus
miembros, también debe acomodarse a la sociedad y garantizar alguna continuidad
a su cultura (Minuchin, 1982).

Este mosaico ha variado el tamaño familiar y las dinámicas psicológicas internas y


externas, así como la interacción entre tipos de familia y lugares de residencia. Esta
diversidad socio cultural (que se manifiesta con claridad en pueblos originarios,
organizaciones económicas, estratos sociales, migraciones…) se debe también a la
misma globalización y a los cambios sustanciales que han tenido lugar en la sociedad
a velocidad de vértigo, así como las transformaciones en el rol femenino y masculino
afectando el desenvolvimiento de la misma familia (Fassler, 2006).

Parentesco, cambio y cultura

Las familias y el ejercicio de los roles parentales están sujetos intrínsecamente a las
prioridades que las mismas culturas van definiendo, a las maneras en que cultivan
sus valores y expresan también sus riquezas espirituales. Todo ello no puede obviarse
al trabajar con las familias de sectores rurales pero ‘ya urbanizadas’ por los medios
de comunicación, o por aquellas que viviendo aún en sus comunidades originales
(indígenas) han visto partir a las nuevas generaciones a la urbe por sus estudios o
por razones laborales: la familia se transforma diariamente, ese ha sido su sino a
lo largo de toda la historia de la humanidad. Por ello, es necesario clarificar qué
concepciones de familia, en determinadas etapas de evolución de la comunidad
humana, colaboran efectivamente en su dignificación y contribuyen a la continuidad
del ejercicio de su rol humanizador. Enfrentar estos aspectos es fundamental dentro
de los contextos educacionales actuales.

Es en esta realidad donde van variando con un dinamismo asombroso los roles des-
empeñados por los adultos que componen la familia, baste para ello tener como
ejemplo lo ocurrido en las últimas décadas acerca del rol privado y público de la
mujer (no solo en los aspectos referidos a la crianza de los hijos sino también a los
‘nuevos’ vinculados a la provisión del hogar). Por otro lado, también el rol mas-
culino, dentro del ámbito del hogar y de la crianza de los hijos, ha tenido nuevas
manifestaciones en la sociedad urbana contemporánea.

Determinadas concepciones sobre el parentesco, la familia y el matrimonio se con-


vierten en modelos de representación y organización que se hacen hegemónicos,
viéndose reforzados por aquellas personas e instituciones que se benefician de ellos
y contestados por aquellas otras que se ven abocadas a situaciones de subordinación
y discriminación (…) la concepción de la familia y las relaciones de parentesco como
una realidad natural o biológica constituye una ideología que presenta a la familia
nuclear heterosexual como el ideal de organización social inscrita en la naturaleza
y que, por tanto, debe ser protegido por la ley (Pichardo, 2009).

37
Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES La labor fundamental de la familia, sea cual sea, de introducir en el mundo a los hijos
continúa siendo nuclear, pues sería difícil comprender el proceso de humanización
del ser humano sin su hogar. Y cuando el ser humano fracasa en su rol o simplemente
está ausente, las consecuencias suelen ser muy complejas y potencialmente dañinas
para los hijos. En cada época surgen formas, ritos y maneras de comprender las
etapas del crecimiento, de maduración y de inserción en la sociedad más amplia,
que hoy en día se define desde lo global.

Desde una perspectiva biológica, niñez y adultez son distintas. Sin embargo, estas
diferencias estarán socialmente dadas por las concepciones que existan respecto
de ellos, por los desafíos que se les planteen, por las tareas que se espera que
cumplan o por los comportamientos que se supone deben tener, entre otros aspec-
tos. Además, estas concepciones tendrán diferencias, muchas veces sustantivas, de
sociedad en sociedad, en determinados momentos históricos y según sea el grupo
cultural. (...) Desde “ritos de pasaje” que hacen explícito, a través de un acto social,
el paso de una etapa a otra, sin embargo, su caracterización y exigencias tampoco
son homogéneas. En la cultura occidental, la niñez como construcción cultural solo
surge alrededor del siglo XVIII, consolidándose posteriormente (Unesco, 2004).

Migraciones y exclusión social: nuevas tareas culturales para la


familia

En el mundo contemporáneo, globalizado y cada día más permeable, transcultural


y multinacional, con medios de comunicación y comercio que apuntan con clari-
dad a una globalización ya instalada, la familia representa un espacio potente de
desarrollo y de enriquecimiento cultural, más que una amenaza. Este escenario es
una nueva oportunidad de construir desde lo mejor de cada cultura una humanidad
más integrada y que respete efectivamente la dignidad de cada cual. Hoy vivimos
cambios y estos hacen que muchas familias vivan en ‘transición’ (MaMpolo, 1984),
llevando adelante sus propias modificaciones, especialmente cuando les toca migrar
hacia nuevas culturas y sociedades.

La diversificación de las normas migratorias actuales se manifiesta también re-


configurando identidades y comunidades, circuitos y redes, y mercados laborales
locales, regionales, nacionales e internacionales. La diversificación de las normas
migratorias actuales se manifiesta también en la intensificación de las lógicas de
circulación e intercambio entre los distintos espacios geográficos. La circulación
de los migrantes se acompaña de otras normas de articulación de los lugares en
una suerte de ‘multipolaridad’ donde la transferencia de bienes, dinero, ideas o
prácticas son nexos de intercambio y de interacción social y económica entre los
grupos que se encuentran a ambos lados del proceso. Estas dinámicas, así como los
contextos e infraestructuras que se desarrollan, contribuyen a la estructuración
progresiva de los espacios migratorios transnacionales donde las prácticas indivi-
duales, lejos de ser marginales, se agregan para dar lugar a verdaderas fuerzas de
trasformación de las sociedades y de los territorios (Hinojosa, 2009).

Por otra parte, la exclusión social golpea fuertemente a los hogares en una situación
de mayor pobreza material y que sufren además la marginación social, donde en
algunos casos coincide con los flujos migratorios que en algunas décadas recientes
se acentuaron. La exclusión social es un factor muy relevante que condiciona la

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Módulo 1. La familia como contexto de desarrollo humano.

calidad de la vida familiar e influye simultáneamente de manera determinante en ANOTACIONES


las dinámicas que se establecen en el interior de los hogares (Urrutia, 1997).

Como ilustra la Figura 7 la exclusión social se manifiesta de manera grave en las


sociedades contemporáneas a través de la conformación de espacios residenciales
socialmente homogéneos –de pobreza material–, lo que conlleva una inevitable se-
gregación laboral (además de los mayores costos de movilización y dificultades de
acceso a las oportunidades laborales) a la vez que se desarrolla una segmentación
educacional acelerada empobreciendo más aún a las familias de estos sectores y
proporcionándoles una calidad muy inferior a la que reciben niños de niveles socioe-
conómicos más altos. La exclusión genera desintegración social, lo que aumenta la
tensión, deteriora la cohesión y afecta negativamente a las familias (Bandini, 1990).

Familia y porvenir

En todas las culturas, modelos de desarrollo económico-social-político y socieda-


des influenciadas por religiones mayoritarias, la familia ha seguido teniendo un rol
preponderante en el ingreso de los nuevos seres humanos en la comunidad y en la
sociedad. Sin lugar a dudas no ha existido aún una experiencia lo suficientemente
generalizada y exitosa en este rol como para remplazar actualmente la diversidad de
modelos familiares en la historia y en el presente. En esta misma línea, al parecer,
tendremos familia para mucho tiempo más y estaremos llamados a sacar lo mejor
de ella misma para hacer una sociedad más armónica, justa y feliz.

¿Habrá familia en el futuro? Mientras que las personas se inicien en este mundo
como infantes, siempre existirá el reto de criarlos. Y mientras exista la necesidad
de criar hijos, tendremos el problema de desarrollar un conjunto de creencias y
actitudes que propicien la realización de crear un ser humano (Satir, 1978).

Lecturas obligatorias

1. UNICEF (2009): Acercando la familia a la Escuela (Manual para profesores),


Chile, www.unicef.cl
2. UNESCO (2004): Participación de las familias en la educación infantil latinoa-
mericana. www. portal.unesco.org/.../ev.php-URL_ID=8264&URL_DO=DO_TOPIC
3. FASSLER, C. (Coord.) (2006): “Familias en cambio en un mundo en cambio”.

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Curso de Especialización “Familia y Escuela”

ANOTACIONES Red Género y Familia, UNFPA, Ed. Trilce-Uruguay.www.unfpa.org.uy/userfiles/


informacion/items/257_pdf.pdf
4. FLAQUER, L. (2000):Las políticas familiares en una perspectiva comparada. Dis-
ponible en: www.fundaciolacaixa.es/StaticFiles/StaticFiles/.../es/es03_esp.pdf

Lecturas sugeridas

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2. PICHARDO, J. I. (2009): Entender la diversidad familiar. Barcelona, Bellaterra.
3. PAÉZ, G. (1984): Sociología de la familia: elementos de análisis en Colombia y
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4. OYARCE, A. M. y DELPOPOLO, F. (2008): Hogar y familia indígenas en Bolivia,
Chile y Panamá: algunos hallazgos y su aporte a la recolección de la información
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Otros Recursos

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