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La energía geotérmica se ha utilizado desde hace siglos, como en Groenlandia donde se calentaban invernaderos con fuentes subterráneas. En 1818, François de Larderel explotó por primera vez las emanaciones de vapor geotérmico en Italia. Sin embargo, el verdadero pionero fue el príncipe Giovanni Conti, quien en 1911 construyó la primera central geotérmica piloto para generar energía eléctrica en Larderello, Italia.
La energía geotérmica se ha utilizado desde hace siglos, como en Groenlandia donde se calentaban invernaderos con fuentes subterráneas. En 1818, François de Larderel explotó por primera vez las emanaciones de vapor geotérmico en Italia. Sin embargo, el verdadero pionero fue el príncipe Giovanni Conti, quien en 1911 construyó la primera central geotérmica piloto para generar energía eléctrica en Larderello, Italia.
La energía geotérmica se ha utilizado desde hace siglos, como en Groenlandia donde se calentaban invernaderos con fuentes subterráneas. En 1818, François de Larderel explotó por primera vez las emanaciones de vapor geotérmico en Italia. Sin embargo, el verdadero pionero fue el príncipe Giovanni Conti, quien en 1911 construyó la primera central geotérmica piloto para generar energía eléctrica en Larderello, Italia.
En el siglo XV, el viajero florentino Niccolo Zeno relataba que había visto en Groenlandia unos invernaderos especiales, caldeados por fuentes subterrá neas, en los que crecían naranjos, manzanos y rosales. Se sabe también que sobre el añ o 1450 las viviendas de algunas colonias nó rdicas de Groenlandia contaban con sistemas de distribució n de agua caliente natural gracias al calor que emanaba del suelo. En muchas zonas del mundo las fuentes de agua caliente se utilizaron desde antiguo para instalar sistemas rudimentarios de calefacció n o para alimentar bañ os pú blicos, a veces de propiedades terapéuticas. Citaremos sin embargo, a título puramente académico, el nombre del francés François de Larderel, que fue el primero en explotar, en 1818, las emanaciones de vapor geotérmico de un pequeñ o pueblo de Toscana que actualmente le debe su nombre, Larderello. Lo cierto es que Larderel só lo sería un inventor “casual”. Aparentemente no había previsto una explotació n má s elaborada de la energía geotérmica, algo que en cambio sí haría Arago, en 1848, al abrir el pozo de agua caliente de Grenelle. Pionero de la energía geotérmica El verdadero precursor y pionero de la energía geotérmica fue el príncipe Giovanni Conti. En el añ o 1911, en la localidad de Larderdi (Italia), promovió la construcció n de una central piloto paro transformació n de la energía térmica en energía eléctrica. Su eficacia quedó demostrada al conseguir encender cuatro bombillas incandescentes gracias a la energía suministrada por su central. En la actualidad, la central geotérmica de Lardarello produce má s de 290 mW que alimentan la red eléctrica de los ferrocarriles del centro de Italia. A pesar del alto rendimiento de la primera central geotérmica de la historia, transcurriría má s de medio siglo hasta que se pusiese en marcha una segunda central geotérmica, construida en 1958 en Wairaket; Nueva Zelanda. Evolució n de la energía geotérmica Con el paso del tiempo se ha perfeccionado el sistema de aprovechamiento de esta energía sostenible y que respeta el medio ambiente. Hasta tal punto que incluso hay empresas que instalan sistemas en casas de particulares para aprovechar el calor de la profundidad del subsuelo y calentar el hogar. Suele distinguirse entre la geotermia de alta energía, cuyos yacimientos se hallan en zonas de calentamiento anormal, y la geotermia de baja energía, cuyos yacimientos está n formados por estratos acuíferos de calor medio. En los primeros, la temperatura oscila entre los 200° y los 300°C estos yacimientos son escasos y solo se conocen cinco en todo el mundo Larderello, los géiseres de California, Valle Caldera en México, Matsukawo y Otaka en Japó n. En los segundos yacimientos, la temperatura se sitú a entre 60° y 90°C; se encuentran a profundidades de entre 1.000 y 2.000 m y son má s frecuentes. Muchos de ellos fueron explotados desde la antigü edad como sistema de calefacció n y partir de la segunda mitad del siglo XX, se incrementó su explotació n. Actualmente se considera que esta forma de energía ha sido infravalorada durante mucho tiempo, aunque só lo sea en sus aplicaciones calefactoras. Desgraciadamente só lo las fuentes de alta energía pueden ser utilizadas para producir electricidad.