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La Grecia micénica estuvo dominada por una élite social guerrera y Máscara micénica realizada en una
consistía en una red de estados palaciales dirigidos por reyes que lámina dorada, llamada «máscara de
desarrollaron unos rígidos sistemas jerárquicos, políticos, sociales y Agamenón», Museo Arqueológico
económicos. Los micénicos introdujeron diversas innovaciones en Nacional de Atenas.
los campos de la ingeniería, la arquitectura y la infraestructura
militar. Su sistema de escritura silabario, el Lineal B, ofrece los
primeros registros escritos del griego antiguo, mientras que la religión micénica ya incluía varias
divinidades que luego formarían parte de los dioses olímpicos.
El mundo micénico pereció durante el colapso de la Edad del Bronce Final en el Mediterráneo oriental para
ser relevado por la llamada Edad Oscura griega, un período de transición del que poco conocemos y que
daría paso a la Época arcaica, en la que ocurrieron giros significantes desde formas de organización
socioeconómicas centralizadas en los palacios a descentralizadas y se introdujo el trabajo extensivo del
hierro. Sobre el final de esta civilización se han propuesto varias teorías, entre ellas la de la invasión dórica
o actividades conectadas con los Pueblos del mar. También se han defendido explicaciones como desastres
naturales o cambios climáticos. El período micénico se convirtió en escenario histórico de gran parte de la
literatura y la mitología griegas.
Índice
Historia del descubrimiento
Cronología
Origen de los micénicos
Estudios científicos
La lengua micénica
Organización política
La geografía micénica
Los estados de Pilos y Cnosos
Sociedad
Economía
Agricultura
Ganadería, caza y pesca
Industria
Comercio
Religión
Divinidades
Lugares de culto
Rituales
Prácticas funerarias
Tipos de tumbas
Ritos funerarios
Arquitectura
Las fortalezas
Hábitat
Los palacios micénicos
Obras públicas
Arte y artesanía
Vasos
Escultura
Pintura
Glíptica
Armas
Decadencia
Destrucción y reorganización
Búsqueda de las causas
Hacia la «Edad Oscura»
Continuidad y memoria
Véase también
Notas
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos
Cronología
Para la cronología de la Edad del Bronce del área continental griega se utiliza el término Heládico. Dentro
de las tres fases en que se divide (Antiguo, Medio y Reciente), la civilización micénica se enmarca dentro
del Heládico Reciente —HR para abreviar. Este, a su vez, se divide en HR I, HR II y HR III y cada uno de
estos se divide en periodos más breves designados por las letras A, B y C. A veces también se usan los
números 1 y 2 para dividir estos últimos periodos. En cuanto a las fechas absolutas a los que corresponden
cada una de estas fases, están en constante revisión. Además, puede distinguirse una datación basada en la
comparación del material arqueológico micénico —fundamentalmente cerámica— con material de Egipto y
del Oriente Próximo, de la datación basada en estudios científicos como el carbono 14. Estos métodos han
producido resultados diferentes y por ello se habla de una cronología baja y una cronología alta.9
Cronología alta
Periodo Fechas absolutas
Heládico reciente I 1700/1675-1635/1600 a. C.
Heládico reciente IIA 1635/1600-1480/1470 a. C.
Heládico reciente IIB 1480/1470-1420/1410 a. C.
Heládico reciente IIIA 1420/1410-1330/1315 a. C.
Heládico reciente IIIB 1330/1315-1200/1190 a. C.
Heládico reciente IIIC 1200/1190-1075/1050 a. C.
Cronología baja
Periodo Fechas absolutas
Heládico reciente I 1600-1500 a. C.
Heládico reciente IIA 1500-1440 a. C.
Heládico reciente IIB 1440-1390 a. C.
Heládico reciente IIIA 1390-1300 a. C.
Heládico reciente IIIB 1300-1190 a. C.
Heládico reciente IIIC 1190-1070 a. C.
Los hallazgos de diferentes necrópolis del Heládico Medio
muestran que entre este periodo y el posterior hubo una continuidad
cultural. Entre finales del Heládico Medio y principios del Heládico
Reciente se estima que se produjo la formación de los reinos
micénicos. Las tumbas del Círculo B de Micenas se fechan en esta
época de transición, en torno a 1650-1550 a. C. Las del Círculo A
son algo posteriores (1600-1500 a. C.) En estas necrópolis se han
encontrado armas y ricos hallazgos, muchos de ellos importados del
Recipiente de cristal de roca en
exterior, que muestran una élite oligárquica dominante que
forma de pato hallado en el Círculo
mantenía fuertes contactos con Creta y con otras áreas del
de tumbas B de Micenas. Aunque
Mediterráneo.11 tiene rasgos egipcios, se cree que
probablemente se elaboró en un
El HR II vio un fuerte incremento del número de poblaciones
taller cretense y que pudo formar
micénicas en el área continental mientras en Creta, en torno al
parte de un intercambio de regalos
1450 a. C., muchos asentamientos minoicos fueron destruidos. De
entre minoicos y micénicos.10
los palacios cretenses antes existentes, solamente fue reconstruido
el de Cnosos. Algunos investigadores han supuesto que los
micénicos habrían sido los responsables de esas destrucciones y se
habrían establecido en la isla, en torno a Cnosos, mientras otros creen que la llegada de los micénicos se
habría producido más tarde. También se ha sugerido que la presencia de elementos culturales que combinan
características minoicas y micénicas de ese periodo puede ser debida a que la hegemonía micénica en la isla
fue apoyada de alguna manera por un sector de la población minoica. No obstante, el palacio de Cnosos
sufrió otra destrucción en torno al 1350 a. C.12
Durante el HR III la civilización micénica siguió expandiéndose. En este periodo se edificaron grandes
palacios y fortificaciones. Además de Creta, otras islas del mar Egeo (como Cos, Cálimnos y Rodas)
muestran yacimientos micénicos e incluso se establecieron en colonias en otros lugares más alejados, dentro
del Mediterráneo.13
Los principales tholoi de Micenas se enmarcan entre el HR IIA y en HR IIIA2. Son muestras de la
considerable riqueza monumental que los reyes micénicos han acumulado. Este periodo constituye el
apogeo de la civilización micénica.
Con respecto a las destrucciones, la mayoría de las de la zona continental griega se dio a finales del HR
IIIB2. Puesto que están asociados al fuego producido en ellas, la mayor parte de los textos de lineal B
pertenecen al HR IIIB2 —que corresponde aproximadamente a 1200 a. C.— pero algunos son más
antiguos, en particular una parte del archivo de Cnosos, que es del periodo de transición entre el HRII y el
HR III.14
El periodo HR IIIC corresponde al momento final de la civilización micénica, tras la destrucción de los
palacios del área continental griega. Se aprecia, en general, una disminución del número de asentamientos
en este periodo. 15
Ninguna fuente escrita que provenga de un yacimiento Mapa del Mediterráneo oriental y Oriente Medio
micénico indica cómo se llamaba este pueblo a sí mismo con los reinos más destacados en el momento
(su autoetnónimo). Se ha tratado de identificar cómo del apogeo de la civilización micénica.
nombran a los micénicos las fuentes de otros imperios de
la Edad del Bronce. En este sentido se piensa que la
mención de Ahhiyawa de las fuentes hititas y el topónimo Tanayu que aparece en fuentes egipcias,
designaban a la Grecia micénica o, al menos, una parte de la misma. Estos nombres se han relacionado,
respectivamente, con los términos aqueos y dánaos de los poemas homéricos.18
Estudios científicos
Entre las conclusiones de un estudio genético de 2017 dirigido, entre otros, por Iosif Lazaridis, se dio que
los micénicos y los minoicos estaban emparentados y que ambas civilizaciones descendían de gentes que ya
estaban en Grecia o que procedían del suroeste de Anatolia o del este del Cáucaso. Como diferencia
principal, los micénicos tenían un porcentaje de ADN de ancestros que procedían del norte (Europa oriental
o Siberia).19
Otro estudio de genomas publicado en 2021 llevado a cabo por Olga Dolgova, entre otros, muestra que las
poblaciones de las Cícladas, de Creta y del área continental griega eran genéticamente similares en la Edad
del Bronce antiguo y principalmente tenían ascendientes del neolítico Egeo, pero en la Edad del Bronce
Medio se observan cambios en los habitantes de la zona del norte continental griega, que tenían
aproximadamente un 50% de ascendientes procedentes de una amplia región en torno al mar Negro y al
mar Caspio.20
La lengua micénica
La lengua hablada en esta civilización era un dialecto del griego que se ha designado convencionalmente
como «micénico» y es el que recogen los textos de las tablillas de lineal B que se han conservado. Se trata
de un dialecto que es bastante homogéneo en todos los centros en los que se han hallado testimonios,
aunque se han encontrado algunas diferencias en la morfología derivacional y en el léxico, incluso dentro
de un mismo centro. Algunas de estas variaciones se atribuyen a que habría diferencias entre el micénico
hablado de manera corriente y el micénico más formal propio de la administración de los palacios.
Por otra parte, las características lingüísticas del micénico lo relacionan con los grupos dialectales jónico-
ático y arcado-chipriota, pero no se cree que fuera antecesor directo de ninguno de los dos, sino que
únicamente comparte ciertos rasgos con estos.21
Organización política
La geografía micénica
La mención de un «rey de los ahhiyawa» en las fuentes hititas ha sido comparada con el «rey de los
aqueos». Pero nada prueba que los ahhiyawa sean los aqueos (aunque parezca la solución más lógica) y la
localización de su reino continúa discutida: Asia Menor, Rodas, Tracia, Grecia continental...26 En todo
caso, tampoco está claro si la Grecia micénica era una confederación de estados dominados por un rey, o si
estos estados funcionaban como reinos de manera independiente.27
A una escala más reducida, existe información a través de las fuentes en lineal B sobre la organización
interna de los reinos mejor conocidos: Pilos y Cnosos. Pero tampoco ahí existen muchas certezas.
Estos estados estaban dirigidos por un rey, el wa-na-ka (ϝάναξ / wánax)Nota 2 que, además de estar en lo
más alto del poder político, probablemente también ostentaba la jefatura militar. Hay autores que han
defendido que en el ámbito religioso el wa-na-ka también habría tenido un importante papel como sumo
sacerdote o incluso podría haber estado revestido de un carácter divino.Nota 3 28
El wa-na-ka está secundado por el ra-wa-ke-ta, cuyas funciones son objeto de debate, pero en todo caso se
trataba de un personaje poderoso.29 Nota
4 Ambos poseen un dominio territorial propio, el te-me-no
(τέμενος / témenos).30
Además de los miembros de la corte, otros dignatarios están a cargo de la administración local del territorio.
El reino de Pilos está dividido en dos grandes provincias, la de-we-ro-a3-ko-ra-i-ja., la provincia próxima,
alrededor de Pilos, y la pe-ra3-ko-ra-i-ja, la provincia lejana, cuya posible capital sería la ciudad de re-u-ko-
to-ro. El reino se subdivide además en dieciséis distritos, que a su vez están formados por una serie de
pueblos o municipios.31 Nota 5 Para dirigir los distritos, el rey nombra a un ko-re-te (koreter,
«gobernador») y un po-ro-ko-re-te (prokoreter, «subgobernador»). Un da-mo-ko-ro (damokoros, «aquel
que se ocupa del damos »), se ocupa de los pueblos o municipios, los da-mo (literalmente «pueblos»,
comparar con δῆμος / dễmos), y un qa-si-re-u (palabra directamente predecesora de βασιλεύς / basileús)
ejerce igualmente un cargo a nivel local, mal conocido — parece dirigir un grupo de broncistas, pero
algunos creen que sus funciones eran más amplias.32 Resulta interesante observar que en los poemas
homéricos el basileus será el rey.33
Sociedad
La sociedad micénica parece estar dividida en dos grupos de
hombres libres: el entorno del palacio y el pueblo. Este último se
refleja en los textos con el término «da-mo», que sería una entidad
administrativa local que está esencialmente vinculada a tareas
agrícolas y que debe pagar impuestos. Pero dentro del «da-mo»
también se podría distinguir una élite que estaría formada por
personas que tendrían algún cargo relacionado con la gestión de las
tierras, y el resto, que en todo caso serían titulares de pequeños
terrenos.34
En lo más bajo de la escala social se encuentran los esclavos, «do-e-ro» (masculino) y «do-e-ra» (femenino)
(compárese con el griego δούλος / doúlos), aunque algunos figuran como titulares de tierras, lo que sugiere
que podrían haber sido reducidos a la esclavitud por no haber pagado sus deudas. A veces estos esclavos
están vinculados a santuarios, a dioses concretos, a la ganadería, a la industria textil o a la producción de
bronce.39
Economía
La organización económica de los reinos micénicos conocida por los textos de lineal B es limitada, dado
que estos conservan solo registros de los intereses de los palacios. Los escribas anotan las entradas y salidas
de productos tanto agrícolas como artesanales, el reparto de tareas de producción y la distribución de las
raciones de los equipos de trabajo dependientes de los palacios. Lo que se conoce a través de los
documentos de las actividades de la población que no dependía del palacio es solo referente a cargas
fiscales.40 41
Agricultura
Aunque la cuestión de la posesión de las tierras cultivables presenta muchas dudas, se estima que la mayor
parte de ellas probablemente pertenecían al da-mo, es decir, la comunidad. No está claro si los santuarios
participaban de la posesión de parte de estas tierras y es posible que el palacio también tuviera intereses en
ellas, ya que aparecen registradas en sus archivos. Además, otra parte de ellas pertenecía directamente al
wa-ka-na y al ra-wa-ge-ta, como se ha visto más arriba.42 Las tierras podían ser cultivadas por sus
titulares o bien eran arrendadas, lo que se conocía como o-na-to, aunque también existía otro tipo de
tenencia de tierras denominada e-to-ni-jo, que debía ser más beneficiosa que tenerla en arrendamiento.43
La producción agraria de estos reinos sigue la tradicional «tríada mediterránea»: cereales, olivos y viña. Los
cereales cultivados son el trigo y la cebada. También hay plantaciones de olivos para la producción de
aceite, que no se emplea necesariamente en la alimentación, sino para los cuidados corporales y los
perfumes. Con la vid se obtienen diversos vinos. Además se cultiva el lino para la vestimenta, el sésamo
para el aceite y árboles como la higuera o el terebinto. Otros productos documentados son la juncia, el
cilantro, el cártamo y el azafrán. Por otra parte, las legumbres no están presentes en textos de lineal B pero
los hallazgos arqueológicos indican que era otro de los alimentos comunes de los micénicos.44 45
Las informaciones proporcionadas por los textos de lineal B, sobre todo los de Cnosos, indican que el
ganado más importante era el ovino, que proporcionaba una producción abundante de lana,Nota 6 además
de carne y leche.
También se criaban cabras, vacas, bueyes y cerdos. Las vacas y los bueyes, además de los productos
alimenticios y pieles que proporcionaban, servían para labores del campo y se empleaban a menudo en
sacrificios religiosos. Los cerdos y las cabras también eran destinados a veces a este tipo de sacrificios. Los
caballos y los burros se dedican a labores del campo y a tirar de los carros de guerra. También está
documentada la producción de miel.
La caza era una actividad que estaba muy presente en la sociedad micénica. Abundan las representaciones
de esta práctica en elementos decorativos de algunas armas, estelas funerarias, cerámica y otros ejemplos
del arte de la época, mientras en los textos está documentada la caza de venados, cabras salvajes y jabalís.
Por otra parte, la pesca no está reflejada en los documentos de lineal B pero sí debía ser importante, como
muestran algunas representaciones artísticas y los hallazgos arqueológicos de artes de pesca.46 47
48
Industria
La industria textil era uno de los principales sectores de la economía micénica. Se trabajaba la lana y el lino.
Mientras en Creta está atestiguada una gran cantidad de ganado ovino que producía una importante
cantidad de lana, en Pilos era más importante el trabajo del lino. Las tablillas permiten seguir toda la cadena
de producción. Un ideograma representa un telar vertical que se cree que pudo ser una innovación de los
micénicos. La tinción tenía lugar antes del hilado.
Aparecen registrados al menos seis tipos de paños, una
veintena de oficios textiles y un gran número de
trabajadores, lo que indica un alto grado de
especialización.49
La industria de la perfumería también está atestiguada. Las tablillas describen la fabricación de aceites
perfumados: con olor a rosa, a salvia, etc. Asimismo, los textos atestiguan la producción de cuero, muebles,
pasta de vidrio, ruedas y carros de guerra.52
Otras áreas industriales o artesanales se conocen más por la arqueología que por los testimonios epigráficos,
como pueden ser el trabajo del marfil, el tallado de piedras preciosas o semipreciosas y la alfarería. Esta
última actividad era la principal fuente de productos de exportación.53
Comercio
Se estima que, de los productos necesarios para elaborar el bronce, el cobre debió ser importado por los
micénicos desde Chipre y el estaño desde Anatolia o el Levante mediterráneo. Otros productos de
importación fueron bienes de lujo como oro, quizá de Egipto, ámbar del Báltico y marfil de Siria,58
además de algunas maderas nobles procedentes de África y alumbre, usado para teñir pieles y fijar colores
en telas.59
De forma general, la circulación de bienes micénicos se puede trazar gracias a los «nódulos». Se trata de
pequeños prismas de arcilla, habitualmente de tres caras. Una de ellas tenía un logograma que indicaba el
tipo de objeto y en las otras caras a veces se añadían otras informaciones, como el tipo de contribución que
se paga mediante él, el origen o el destino. Tenían un agujero por donde se pasaba un cordón que servía
para atar el nódulo al objeto.60 56 nódulos, que han sido encontrados en Tebas en 1982, llevan ideogramas
que representan animales de ganado.61 Gracias a ellos se ha podido reconstruir el itinerario de los
animales: venidos de toda Beocia y Eubea, son llevados a Tebas para ser sacrificados. Los nódulos servían
para probar que no se trataba de animales robados y para demostrar su origen. Una vez que los animales
llegan a su destino los nódulos son comprobados y recogidos para realizar una tablilla contable.62 Los
nódulos son usados para todo tipo de objetos y explican la rigurosidad de la contabilidad micénica: el
escriba no tiene que contar él mismo los objetos, se basa en los nódulos para realizar sus tablillas.
Religión
El hecho religioso es bastante difícil de identificar en la civilización
micénica, en particular cuando se trata de yacimientos
arqueológicos, donde resulta complicado identificar con seguridad
un lugar de culto. En cuanto a los textos, hay listas de ofrendas que
dan los nombres de los dioses, de algunos santuarios y de algunas
festividades.63
Divinidades
«Dama de Micenas», fresco del siglo
El panteón micénico ya muestra numerosas divinidades que se xiii a. C. procedente de la «casa del
encuentran más tarde en la Grecia clásica. Poseidón parece ocupar sumo sacerdote» de Micenas que
un lugar privilegiado, sobre todo en los textos de Pilos. Nota 8 En probablemente representa una diosa,
esta época se trata probablemente de una divinidad ctónica, Museo Arqueológico Nacional de
asociada a los terremotos. También se encuentran una serie de Atenas.
«Damas» (Potnia), asociadas a los lugares de culto, como una
«Dama del Laberinto» en Creta —que recuerda el mito del
laberinto minoico, al igual que la presencia de un dios llamado Dédalo. Zeus aparece bajo las formas Di-we
(en dativo) o Di-wo (en genitivo). También se encuentra una divinidad llamada con un nombre que se
correlaciona con el de Zeus: Di-u-ja. Otras divinidades identificadas que se encuentran durante épocas
posteriores son Hera, Ares, Hermes, Atenea, Artemisa, Dioniso, Erinia, etc.64 Otros nombres de
divinidades en cambio no tienen, aparentamente, relación con los dioses clásicos.
Lugares de culto
Ningún gran templo de época micénica ha podido ser identificado. Entre los espacios de culto, se estima
que la sala del trono de los palacios debían desarrollarse rituales religiosos. Además otros edificios
encontrados en las ciudadelas deben haber servido de lugar de culto. Es el caso del denominado «Centro de
culto de Micenas» y de otros santuarios como los encontrados en Tirinto, Agia Irini (isla de Ceos) y
Filacopí (isla de Melos). Otros edificios cuyos hallazgos de estatuillas de culto y bancos permiten
identificarlos como santuarios estaban en lugares más aislados.65 Algunos de los lugares de culto de esta
época fueron después importantes centros religiosos de la Grecia clásica, como Epidauro,66 Eleusis67 o el
monte Liceo.68 Hay autores que han sugerido que en fuentes, cuevas o en otros lugares donde han
aparecido depósitos de gran número de estatuillas se debía practicar un tipo de culto popular, frente al
oficial. De este tipo de culto se han hallado ejemplos en Delfos y Ayios Vasilios.65
Rituales
En los textos está atestiguada la presencia tanto de sacerdotes como de sacerdotisas y la realización de
sacrificios de animales en honor a las divinidades. Posiblemente parte del animal sacrificado fuera ofrecido
a los dioses y luego la carne comestible sería consumida en grandes banquetes.
Otros rituales que debían ser importantes en el culto eran las libaciones, así como las ofrendas de vestidos
debidamente perfumados, de vasos lujosos e incluso de personas.Nota 9 También se realizaban procesiones
en las que los participantes transportaban diferentes objetos relacionados con la preparación de una fiesta o
la imagen de una divinidad. Por otra parte, también debían participar en algún tipo de ritual personas que
portaban máscaras de animales.69
Prácticas funerarias
Tipos de tumbas
Tras la destrucción de los palacios, en el HR III C, se advierte un cambio en los tipos de tumbas, puesto que
pasan a ser más habituales los enterramientos individuales, directamente bajo tierra, en cista, o a veces en
pitoi. Por otra parte, empieza a aparecer y a expandirse, desde la región del Ática, el rito de la
incineración.74
Ritos funerarios
Se conocen algunas representaciones pictóricas que probablemente describen ritos funerarios, como el del
sarcófago de Hagia Triada. Se ha supuesto que se realizaba una procesión que discurría entre la vivienda
del fallecido y la tumba. Una vez depositado el cuerpo se le hacían ofrendas que podían consistir en
comida, bebida, perfume, joyas, vestidos, armas y figurillas, entre otros objetos. Luego se cerraba la tumba,
aunque muchas veces se volvía a abrir para ser reutilizada para otro enterramiento.75
Arquitectura
Las fortalezas
En sus inicios, los palacios micénicos no estaban fortificados. La construcción de las primeras estructuras
defensivas no se produjo hasta el siglo xiv a. C.76 A partir de entonces, algunos de los principales centros
micénicos contaron con imponentes murallas, como Atenas, Tirinto, Micenas y Gla.77 Sin embargo, otros
centros importantes como Pilos o Yolco no llegaron a estar nunca amurallados.78 Además de las
ciudadelas, se han encontrado también fortalezas aisladas que servían sin duda para el control militar del
territorio.
Las murallas micénicas son a menudo de tipo «ciclópeo»: están construidas mediante grandes bloques de
piedra, apilados unos sobre otros y se empleaban piedras de menor tamaño para rellenar los huecos que
quedaban entre ellas.79 En algunos de los lugares más importantes de las murallas estas estructuras se
convertían en sillares.80 Por otra parte, había sofisticados sistemas de entradas y pozos en el interior de las
ciudadelas para poder afrontar posibles asedios.81
Hábitat
Los yacimientos
micénicos
muestran
diferentes tipos de
residencias, que
podían tener uno o
dos pisos.82 Este
último caso fue el
Murallas ciclópeas de Micenas. más extendido en
épocas más
recientes. Las más
pequeñas eran de forma cuadrangular y medían entre cinco
y veinte metros de lado. En ellas residían las capas más
bajas de la población. Eran construcciones con sólidas
bases de piedra, en las que en la parte superior de las
paredes, se insertaban gruesos listones de madera en la
mampostería.82 Este armazón confería al conjunto, que no
estaba cimentado, más cohesión y quizá una cierta
elasticidad que le hacía más resistente a los terremotos.82
Los tejados con tejas eran excepcionales, ya que las casas
Puerta de los Leones en Micenas.
estaban generalmente cubiertas con terrazas.82
Los almacenes y graneros estaban hechos con ladrillos secados al sol o con barro seco.83
Parece que algunas casas no tenían puertas: debían hallarse sin duda a una cierta altura, como se puede ver
en una plaqueta de marfil de Cnosos que representa la fachada de una casa. Era una precaución contra las
inundaciones o las fuertes escorrentías de agua en las calles, con climas con régimen de lluvias
torrenciales.84
Debe hacerse una mención particular a las casas, generalmente rurales, ovaladas o con ábsides. Las casas
con ábsides aparecen en Grecia continental en el Neolítico y se las encuentra en el HA y HM. Se las halla
comúnmente en el HR III, pero existieron en periodos precedentes al micénico, en Termo en Etolia en
particular.84 A veces son del tipo con megaron, constituidas por una o dos habitaciones y construidas de
una manera bastante tosca. Las hay en las partes occidentales de Grecia, en Nijoria, Malthi-Dorio, Tris
Langadas (Ítaca), Dodona, Delfos, Yolco, en Macedonia (Kastanas, Limnotopos-Vardino,), en Tracia
(Asartepe), en Asia Menor (Mileto), en Cos (Seraglio) y en Creta (Cnosos y Arjanes). Se puede ver en ellas
una tradición importada. Se trata más bien de una resurgimiento de antiguas tradiciones indígenas.84
Más elaboradas eran las residencias más grandes, que medían entre 20 y 35 metros de lado
aproximadamente y estaban constituidas por varias salas e incluso de patio central. Estaban organizadas
según un modelo próximo al del palacio. Sin embargo, no es seguro que se tratara de residencias de
aristócratas micénicos, puesto que existe otra hipótesis que quiere ver en estos edificios dependencias
auxiliares del palacio, a menudo situados en su proximidad.
Los palacios micénicos tienen sus más bellos ejemplos en los excavados en Micenas, Tirinto y Pilos. Son
los centros de la administración de los estados micénicos, como lo han demostrado los archivos
encontrados. Desde el punto de vista arquitectónico, son los herederos de los palacios minoicos, pero
también de otras grandes residencias de la Grecia continental del período Heládico medio. Las estructuras
palaciales de los tres palacios mencionados se erigieron en las cumbres de las colinas o en los afloramientos
rocosos, dominando el entorno inmediato.85 Las mejores conservadas se encuentran en Pilos y Tirinto,
mientras que la de Micenas se conserva solo parcialmente. En la Grecia central, Tebas y Orcómeno solo se
han sacado a la luz parcialmente. Por otra parte, el palacio construido en la acrópolis de Atenas ha sido
destruido casi por completo. Un edificio importante en Dímini en Tesalia, posiblemente la antigua Yolco,86
es considerado por varios arqueólogos como un palacio.85 En 2008 también se ha encontrado un palacio
micénico en Laconia, a unos 12 km al sur de Esparta, en el yacimiento de Ayios Vasilios.87 88
Las estructuras palaciales de la Grecia continental comparten una serie de características comunes.89 90
Están organizados alrededor de un conjunto de patios a las que se abren diversas salas de diferentes
dimensiones, entre las que se encuentran almacenes y talleres, además de zonas de residencia y
representación. El punto central del aspecto sociopolítico de un palacio micénico era el megaron, la sala del
trono.85 Se disponía alrededor de un hogar circular rodeado por cuatro columnas. El trono se encontraba
generalmente en el lado derecho al entrar en la sala, mientras que el interior del megaron estaba
profusamente decorado, ostentando imágenes diseñadas intencionadamente para demostrar el poder político
y religioso del gobernante.91 El acceso al megaron se realizaba a través de un patio, al que se llegaba
desde un propylon.90 La iconografía de las cámaras palaciales es notablemente uniforme en toda Grecia.
Por ejemplo, en Pilos y Tirinto las pinturas se centran en motivos marinos, ofreciendo representaciones de
octópodos, peces y delfines.89 Alrededor del megarón un grupo de patios se abría cada uno a varias
estancias de diferentes dimensiones, como almacenes y talleres, así como salas de recepción y viviendas.90
En general los palacios micénicos han aportado una gran cantidad de artefactos y frescos fragmentarios.90
Los palacios de Pilos, Micenas y Tirinto comparten otras características comunes;90 un gran patio con
columnatas se encuentra directamente delante del megarón central,92 mientras que un segundo megaron,
pero más pequeño, también se encuentra dentro de estas estructuras.90 Las escaleras del palacio de Pilos
indican que los palacios tenían dos pisos.93 Los aposentos privados de los miembros de la familia real se
encontraban presumiblemente en el segundo piso.94
Obras públicas
Entre las obras públicas que llevaron a cabo los micénicos puede citarse la red de caminos que discurría por
sus territorios, así como los puentes construidos —de piedra o de tierra— para facilitar las
comunicaciones.84 También destacan los sistemas de abastecimiento de agua desde las fuentes naturales a
través de conducciones subterráneas que se han encontrado en las ciudadelas. Por otra parte, una obra de
gran envergadura fue el sistema de canalizaciones que llevaron a cabo en el lago Copaide con fines
agrícolas. En las proximidades de Tirinto también construyeron una presa ciclópea.95 También subsiste en
parte otra presa ciclópea entre Tirinto y Agios Adrianos, en Argólida.84
Arte y artesanía
Vasos
La arqueología ha encontrado gran cantidad de cerámica de época micénica, de formas muy variadas.96
En el HR I pueden destacarse dos tipos de decoración: la de aquellos recipientes con líneas geométricas que
forman composiciones diferentes en cada estructura del vaso, que se ha denominado «estilo arquitectónico»
y, por otra parte, otros recipientes que tienen una decoración que abarca todo el vaso, que se ha llamado
«estilo unitario». En el HR II B fue muy común la llamada «copa efirea» que consta de dos asas y un pie
muy estilizado.
En el HR III se dan unos vasos que se han llamado de «copa de champán» por su forma, pequeñas, con un
asa y sin decoración. También en este periodo abundan los kílices y las jarras de estribo, 97 que constan de
dos asas en la parte superior del vaso completamente cerrado y provisto únicamente de un pico vertedor,
cilíndrico y vertical.98
En las fases de mayor apogeo de la civilización, los modelos se van estandarizando en todo el espacio
micénico y la producción aumenta considerablemente en cantidad. Entre los motivos decorativos son
habituales las espirales, las hojas, las dobles hachas, las flores o los motivos marinos, a menudo
influenciados por la cerámica minoica. Otro tipo de decoración de las vasijas utiliza motivos presentes en
las pinturas murales, como temas guerreros o animales, entre otros.99
Además de vasos de cerámica, en los yacimientos arqueológicos micénicos se han encontrado abundantes
ejemplos de vasos de metal (principalmente de bronce, pero también de oro), así como de otros materiales
lujosos como el marfil.100
Entre las piezas singulares de destacado valor artístico pueden citarse los «vasos de Vafio», que son de oro
con una decoración en la que se representa la captura de un toro y que pertenecen al HR II; un ritón de oro
con forma de cabeza de león hallado en Micenas, una cratera encontrada en Enkomi, Chipre, que
representa un paisaje con dos personas en un carro enfrente de otra persona que sostiene una balanza y la
«píxide del tañedor de lira», hallada en Creta, que pertenece al MR III A y representa un hombre que tiene
en una mano una lira y en la otra lo que parece una espiga de trigo.101
Copa efirea hallada en Cratera de Enkomi, «Píxide del tañedor de
Koraku, Museo Museo de Chipre.
lira», Museo Arqueológico
Arqueológico de la de La Canea
Escultura
Los únicos bajorrelieves de piedra tallados en la Grecia micénica que se conservan proceden del yacimiento
de Micenas, de principios del Heládico Reciente. Se trata de trece estelas encontradas en las tumbas de fosa
de este yacimiento, que representan en un estilo tosco escenas de guerra, caza o lucha de animales,
decoradas con motivos decorativos en espiral.104 105 No tienen posteridad conocida. El único bajorrelieve
del Heládico Reciente, pero posterior, procede del mismo yacimiento: se trata de la decoración sobre la
Puerta de los Leones. Representa a dos animales sin cabeza, identificados sin certeza como leones,
colocados a ambos lados de una columna y apoyando sus patas delanteras en una especie de altar. La
decoración también ha desaparecido. El estilo de esta obra recuerda a los sellos cretenses, a diferencia de
los anteriores bajorrelieves funerarios que son propiamente micénicos.106
Pintura
Se han encontrado algunos fragmentos de frescos murales en los palacios y en algunos otros edificios
destacados que denotan que la pintura micénica estuvo muy influenciada por la minoica, aunque se
aprecian diferencias en los temas representados ya que además de procesiones y figuras religiosas, que
aparecen también entre los minoicos, se representan actividades más asociadas a los micénicos como la
guerra y la caza.107 Otros frescos están formados por motivos geométricos. Por otra parte, hay pinturas
que no solo tienen la finalidad de decorar o representar figuras religiosas, sino que también son útiles para
integrar a los espectadores en un contexto relacionado con algún ritual de culto en particular.108 También
se encuentran variadas pinturas en sarcófagos; en estos casos probablemente los temas tuvieran como eje
diferentes símbolos funerarios.109
Glíptica
La glíptica, un arte que ya tuvo un desarrollo importante en la civilización minoica, también fue destacado
en el mundo micénico, aunque a menudo es difícil saber si los sellos hallados en las excavaciones del área
continental griega fueron realizados por los micénicos o eran importaciones de los minoicos. Los sellos se
elaboraron como amuletos personajes o bien para etiquetar objetos. Los materiales en los que se tallaron
estos sellos eran muy diversos: vidrio, piedras semipreciosas, oro, entre otros. Los temas representados
también eran muy variados, como la caza, seres híbridos, rituales de sacrificios, procesiones y luchas. Uno
de los sellos singulares más destacados fue encontrado en Pilos en 2015. Se trata del «ágata del combate de
Pilos», que representa un combate con un gran detallismo.110
Armas
Las armas ofensivas eran sobre todo de bronce. Se han encontrado lanzas y jabalinas, además de un
conjunto de espadas de diferentes tallas, que en un principio estaban hechas para golpear con el filo como
de estoque y en el periodo final micénico se elaboraron para ser usadas principalmente en el combate para
cortar. El resto del armamento que usaron los micénicos se componía de puñales, arcos, flechas y
hondas.114
Decadencia
El fin de la civilización micénica presenta una serie de problemas que no han sido resueltos todavía, tanto
desde el punto de vista cronológico como de interpretación de los hechos.
Destrucción y reorganización
Los signos de una situación de deterioro en el mundo micénico pueden estar presentes ya en el siglo
xiii a. C., quizás relacionados con un declive de los circuitos comerciales a larga distancia que habrían
generado tensiones entre estados, pero esto está por confirmar.115 El final de Heládico Reciente IIIB1
estuvo marcado por algunas destrucciones, especialmente en Micenas.116 En el Heládico Reciente IIIB2,
hacia el 1250/1200 a. C., se observa un aumento de los sistemas de defensa de los yacimientos micénicos,
signo de una creciente inseguridad. Sin embargo, no se trata
necesariamente de un periodo de crisis, ya que estos niveles han
proporcionado material arqueológico que muestra un nivel de
riqueza que nada tiene que envidiar a los anteriores. El final de este
periodo está marcado por numerosas destrucciones en gran parte de
los emplazamientos palaciales micénicos de la Grecia continental, y
esta vez los palacios no fueron reconstruidos: algunos como
Micenas y Tirinto fueron reocupados, pero de forma más modesta,
mientras que Pilos y Tebas fueron completamente abandonados. La
destrucción también afectó a los yacimientos secundarios, pero no Soldados en marcha observados por
está claro en qué medida afectó a esta categoría de hábitat poco una figura femenina vestida de
excavado. Una destrucción similar se encuentra en Creta.117 118 negro, Vaso de los guerreros,
Micenas, c. 1200 a. C., Museo
El declive es, pues, evidente a finales del siglo xii a. C., cuando se Arqueológico Nacional de Atenas.
inicia el Heládico reciente III C, que constituye el periodo
«postpalacial». La administración característica del sistema
palaciego micénico había desaparecido, la escritura de tablillas en Lineal B había cesado, los artículos de
lujo ya no se importaban.118 Pero los rasgos materiales micénicos permanecen durante al menos un siglo,
por lo que el período, aunque sin palacios, se caracteriza como una fase de la civilización micénica.119 Se
detecta un renacimiento en varios lugares a mediados de siglo, pero no es duradero. La presencia de
enterramientos de guerreros indica que aún existe una élite en el siglo xii a. C.117 120 Esto podría estar
relacionado con el cambio hacia tiempos de inseguridad crónica. 121 De hecho, la inestabilidad parece ser
una constante del período, que probablemente ve importantes movimientos de población, tal vez por el
aumento de la inseguridad (revueltas, incursiones piratas).117 En el periodo postpalacial se produjo un
descenso del número de asentamientos en Grecia,122 que pudo ser muy significativo en algunas regiones
(desaparecieron 9 de cada 10 asentamientos de Beocia, 2 de cada 3 en la Argólida). Algunos asentamientos
como Micenas o Tirinto siguieron ocupados, sus ciudadelas se mantuvieron y la cultura material que se
encontraba en ellos siguió teniendo rasgos micénicos, pero en otros lugares la situación es menos conocida,
aunque los descubrimientos han hecho avanzar el conocimiento del periodo.123 124 Hay cambios: los
edificios erigidos sobre los antiguos palacios son de planta diferente (abandono del megarón en Tirinto),
aparece un nuevo tipo de cerámica, llamada «bárbara» porque en su día se atribuyó a invasores externos, y
la cerámica pintada de la época se ha considerado un antecedente de los estilos geométricos. En este
periodo también aumenta la práctica de la cremación de cadáveres. Así, el periodo postpalacial no está
exento de creatividad e innovación.125 En términos más generales, la homogeneidad de la cultura material
que estuvo a la orden del día durante el periodo palacial estaba llegando a su fin, dando paso a una mayor
diversidad regional, lo que implica una diversidad de situaciones en la forma de vivir la crisis y en el
impacto que tuvo.118
En Creta cambia la estructura de los asentamientos: se abandonan los emplazamientos costeros en favor de
los emplazamientos interiores en las alturas, lo que se explica por la búsqueda de protección y el aumento
de la inseguridad en el mar.126 127
En las Cícladas disminuyen los contactos con el continente, y se ha
propuesto que las perturbaciones detectadas en algunos lugares se deben a la llegada de refugiados del
continente. Tras el periodo de perturbación se encuentra un asentamiento de gran riqueza en Grotta, en
Naxos, pero la situación en las demás islas permanece oscura.128 En la costa de Asia Menor y Creta se
asentaron en este periodo, grupos procedentes del mundo micénico o «micenizado» del Egeo, pero no
sabemos qué importancia tuvieron; fuera como fuera, iniciaron cambios importantes para estas
regiones.129 En términos más generales, esta crisis se inscribe en un contexto de colapso de las
civilizaciones de la Edad del Bronce, que afecta al mundo antiguo desde el Mediterráneo oriental hasta
Mesopotamia, y arrasa con varios reinos importantes (en primer lugar los hititas, también Ugarit) y ve el
marcado declive de otros (Egipto, Asiria, Babilonia, Elam).
Búsqueda de las causas
Fueran cuales fueran las causas, la civilización micénica desapareció definitivamente en los últimos años
del Heládico reciente IIIC, cuando Micenas y Tirinto fueron destruidos de nuevo, luego abandonadas, y se
convirtieron en lugares menores para el resto de su existencia.134 Este final, que hay que datar en los
últimos años del siglo xii a. C. o poco después, se produce al final del largo declive de la civilización
micénica, que tardó un siglo largo en extinguirse. En lugar de una ruptura abrupta, la cultura micénica se
desintegró gradualmente. Después, sus principales características se perdieron y no se conservaron en
períodos posteriores.118 135
Así, a finales de la Edad del Bronce tardía, los grandes palacios reales, sus
registros administrativos en escritura lineal B, las tumbas colectivas y los estilos artísticos micénicos no
tuvieron continuidad: todo el «sistema» de la civilización micénica se derrumbó y desapareció.136 No
quedó rastro de la élite; el hábitat estaba formado por pueblos o aldeas agrupados sin edificios públicos o de
culto; la producción artesanal perdió mucha variedad y se volvió esencialmente utilitaria; las diferencias en
la producción cerámica y las prácticas funerarias son fuertes incluso entre regiones vecinas.117 El inicio
del siglo xi a. C. abrió un nuevo contexto, el de la fase «submicénica», cuyo material cerámico era
considerablemente pobre en comparación con las fases palaciales137 Grecia volvió a entrar entonces en la
Edad Oscura de la tradición historiográfica, que marca la transición de la Edad del Bronce a la Edad del
Hierro, y hacia las tradiciones cerámicas «geométricas» (el periodo protogeométrico comienza hacia
mediados del siglo xi a. C.) Las culturas que se desarrollaron tras el colapso de la civilización micénica
estaban menos abiertas al exterior, sus élites eran menos ricas y su organización socioeconómica era menos
compleja, aunque se ha matizado el panorama pesimista que prevalecía anteriormente.138
Continuidad y memoria
La ruptura creada por los «siglos oscuros» es tal que la civilización micénica parece caer en el olvido y sus
características sociales y políticas desaparecen. En el aspecto cultural, se debaten los elementos de
continuidad. Un primer punto es el hecho de que la lengua griega se conserve durante este periodo, aunque
se olvide la escritura micénica, y que al final de la Edad Oscura los griegos se dirigieran al Próximo Oriente
para adoptar su alfabeto. El vocabulario del periodo micénico puede entenderse porque tiene mucho en
común con el del griego antiguo, pero los significados de las palabras sufren notables cambios entre
periodos, lo que hace referencia a los cambios que se producen en la civilización de Grecia. La arqueología
también muestra muchos cambios, como se ha visto anteriormente: el sistema palacial micénico desaparece
alrededor del 1200 a. C., y luego los demás rasgos materiales de la civilización micénica desaparecen en el
transcurso del siglo xii a. C., en particular sus estilos cerámicos. El abandono de muchos yacimientos
micénicos es otro indicador de la radicalidad de la ruptura que se produjo en esa época, así como de los
cambios en las prácticas de enterramiento, asentamiento y también en las técnicas arquitectónicas. Se
derrumba un sistema, luego una civilización, y se gesta algo nuevo, sobre nuevos cimientos. El hecho de
que los datos arqueológicos sigan siendo limitados nos impide, sin embargo, medir plenamente el alcance
de la ruptura que se produjo, sus modalidades y su ritmo.139
La cuestión del alcance de la ruptura entre la Edad del Bronce y la Edad Oscura se plantea a menudo en el
ámbito de la religión. Las tablillas micénicas han indicado que los griegos de este periodo ya adoraban a las
principales deidades conocidas de las épocas arcaica y clásica, con algunas excepciones. Pero la estructura
del panteón parece mostrar diferencias significativas, y son pocas las continuidades que se desprenden del
estudio de los rituales y el vocabulario religioso,140 aunque el sacrificio a los dioses era ya el acto central
del culto, siguiendo unos principios que parecen corresponderse con los de los períodos históricos.141
Además, poco o nada se sabe de las funciones y poderes que encarnaban las deidades del periodo
micénico, por lo que la comparación suele limitarse a los nombres: pero nada permite afirmar que el Zeus
del periodo micénico tenga los mismos aspectos que el de los periodos arcaico y clásico. En cuanto a la
cuestión de la continuidad de los lugares de culto, no es más obvia de resolver: ciertamente hay huellas de
ocupación micénica en ciertos santuarios importantes de la antigüedad clásica (Delfos, Delos), pero nada
indica con seguridad que se traten de santuarios. De hecho, muy a menudo, cuando hay continuidad de
ocupación, surge un santuario durante la Edad Oscura de un sitio micénico que no tiene una función
religiosa evidente, con algunas excepciones (como Epidauro o Agia Irini, esta última en la isla de Ceos).
Esto implica al menos la conservación de un recuerdo del periodo micénico, aunque sea borroso, que
asegura la continuidad de la ocupación e incluso la atribución de un aspecto sagrado a un yacimiento. Pero
los santuarios del primer milenio a. C., con sus templos y témenos, no se parecen en nada a los
identificados para el periodo micénico, lo que parece indicar una profunda ruptura en las creencias y
prácticas religiosas.142
Otra cuestión recurrente es hasta qué punto las narraciones homéricas, y más ampliamente los ciclos épicos,
proporcionan información sobre el periodo micénico. Esto se remonta a la época de los descubrimientos de
Schliemann, quien vincula explícitamente sus hallazgos en Micenas y Troya con las epopeyas homéricas
(que guiaron sus investigaciones), y en ello le siguen los historiadores y arqueólogos de las décadas
siguientes.143 Uno de los pioneros de la historia de la religión y la mitología griegas, Martin P. Nilsson,
consideraba que las narraciones heroicas se referían al periodo micénico, ya que varios lugares importantes
de este periodo se presentan como reinos principales (Micenas, Pilos), y también que documentan un
periodo en el que la institución real es primordial, lo que corresponde bien a la época micénica. Además,
vio en la iconografía micénica antecedentes de ciertos mitos griegos. Pero estas interpretaciones distan
mucho de ser unánimes, ya que las imágenes micénicas son objeto de varias explicaciones muy
divergentes, varios lugares importantes del periodo micénico no están atestiguados en los textos épicos y
algunos reinos importantes de las epopeyas no han dejado rastro de la época micénica (en primer lugar
Ítaca, la patria de Odiseo).144 Desde la década de 1950, con la traducción de las tablillas micénicas, que
permitió mejorar el conocimiento de esta civilización, luego los trabajos de M. I. Finley, y los
descubrimientos arqueológicos que siguieron, el consenso que ha surgido es que los textos homéricos no
describen el mundo micénico, que era muy anterior a la época de su escritura (alrededor de la segunda
mitad del siglo viii a. C.) y muy diferente de lo que se muestra en estos relatos. Se ha propuesto que los
textos no se basan en la época micénica, sino en la sociedad del período de su redacción y en la del período
inmediatamente anterior (es decir, la Edad Oscura), añadiendo al mismo tiempo reminiscencias de la época
micénica.145 146
Así, se ha propuesto que los textos homéricos conservarían algunos recuerdos auténticos
de las tradiciones rituales de la Edad del Bronce.147 En un pasaje de la Ilíada (X,260-271) se describe con
precisión un casco de colmillos de jabalí similar a los conocidos en la época micénica), mientras que este
tipo de objeto es desconocido en el período homérico, lo que indica que el conocimiento de algunos
elementos de la cultura material micénica puede haber sobrevivido.148
Véase también
Otros yacimientos micénicos no citados en el texto en Categoría:Asentamientos micénicos
Aqueos
Cónulos micénicos
Orfebrería prehelénica
Submicénico
Notas
1. Se estima que, en Anatolia, pudo haber colonias micénicas en Mileto, Yaso y Muskebi
(cerca de Halicarnaso); en el sur de Italia, en Scoglio del Tonno (cerca de Tarento); en
Sicilia, en Tapso; en Epiro, en Glykys Limín. Otros lugares están en discusión. En Chipre,
aunque hay constancia de importante presencia micénica después del fin de los palacios,
es objeto de debate la existencia de colonias micénicas en el periodo precedente.
2. Este término es identificable con el ἄναξ / anax homérico («señor divino, soberano, señor de
la casa»).
3. En relación a esta idea, Wa-na-ka aparece a veces en los textos de ofrendas a divinidades o
en posesión de un te-me-no, que en griego clásico equivale a un recinto sagrado.
4. Se ha propuesto que podría ser el jefe del ejército, o bien el príncipe heredero, sin excluir
otras posibilidades.
5. Se cree que re-u-ko-to-ro es la ciudad que posteriormente se llamó Leuctro, que algunos
identifican con los restos arqueológicos hallados en el yacimiento de Muriatada.
6. De hecho, una parte importante de este ganado estaba formado por machos castrados
destinados a la producción de lana.
7. La plata y el plomo aparecen en los registros de lineal B que se han conservado una sola
vez cada uno, pero a juzgar por los hallazgos arqueológicos su uso era también frecuente.
8. En cambio esta divinidad solo se documenta una vez en los textos conservados de Cnosos.
9. Algunos han creído que estas personas podrían ser víctimas de sacrificios, pero también se
ha sugerido que serían asistentes para los sacerdotes.
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Enlaces externos
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