Lio, G.G. - La Cuerda Que Proviene Del Sol

GUILLERMO GUSTAVO LIO
LA CUERDA
QUE PROVIENE
DEL SOL
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ............................................................................................. 3
LA BÚSQUEDA ................................................................................................ 5
ACERCAMIENTO A LA ENSEÑANZA .......................................................... 7
EL COMIENZO................................................................................................. 8
¿CÓMO VIVIMOS HOY? .................................................................................. 9
LA LEY DE TRES ........................................................................................... 10
ESENCIA, PERSONALIDAD, TRABAJO SOBRE SÍ .................................. 12
LA LEY DE TRES EN LA CREACIÓN ......................................................... 14
LA LEY DE TRES Y LA LEY DE SIETE ...................................................... 18
LEY DE SIETE, SEMITONOS ...................................................................... 20
LA LEY DE SIETE EN LAS ESCALAS MUSICALES ................................. 23
LA LEY DE SIETE EN LA CREACIÓN ........................................................ 29
LA OCTAVA LATERAL, LA POSIBILIDAD DE ESCAPE .......................... 31
LA LEY DE OCTAVAS. FRACTALIDAD ...................................................... 32
LA LINEA DEL TIEMPO Y LA LINEA DE LA TRANSFORMACION ....... 35
EL SER ............................................................................................................ 39
LAS TRES PERSONAS EN UNO MISMO.................................................... 41
IDENTIFICACIÓN ......................................................................................... 44
LAS EMOCIONES NEGATIVAS ................................................................... 47
¿POR QUÉ DEBEMOS TENER UN PROPÓSITO?...................................... 50
TIPOS DE SER ............................................................................................... 52
LOS TRES ALIMENTOS ............................................................................... 55
EL PENSAMIENTO SUPERIOR................................................................... 58
LA OCTAVA DE TRABAJO SOBRE SÍ ........................................................ 63
LAS ETIQUETAS NOS HACEN CIEGOS .................................................... 68
PENSAR DE UNA NUEVA MANERA .......................................................... 72
EL TIGRE ....................................................................................................... 77
@escuelacuartocamino 2
INTRODUCCIÓN
El sendero hacia la conciencia es el camino hacia uno mismo ¿cómo
podría ser de otra forma? Muchos de nosotros hemos creído que encontrar la
conciencia es un camino hacia algún lugar, ir hacia algún sitio, una
búsqueda externa, siendo que la conciencia está dentro nuestro, está
escondida y no lo sabemos.
La adquisición y posesión de cosas externas con la fantasiosa promesa

de la felicidad siempre terminan convirtiéndose en algo vacío, porque eso
son, cosas vacías. Cuando depositamos nuestra felicidad en algo externo
somos vulnerables, todo puede derrumbarse con una pequeña brisa. Quizás
en algún momento nos detenemos y nos preguntamos: ¿qué estoy haciendo?
¿Hacia dónde voy?
Cuando satisfacemos un deseo, inmediatamente sentimos que necesitamos

algo más, otra vez deseamos alguna otra cosa, para satisfacerla y
nuevamente desear satisfacer otro deseo y así. Es un círculo perpetuo y
recurrente. Siento que me falta algo →imagino que un objeto, una actividad
placentera o alguna creencia llenará ese algo que me falta →surge el deseo
→el deseo se satisface → sigo sintiendo que me falta algo. Esta es nuestra
vida.
Si observamos la vida del ser humano veremos que corremos para

satisfacer deseos, uno tras otro. Deseamos cumplir 15 años, deseamos la
mayoría de edad, deseamos vacaciones en un lugar de moda, marcar estatus,
deseamos ser más queridos, y así, al infinito.
Lo irreal, lo fantasioso, nunca podrá llenar el vacío real existencial

que tenemos todos los seres humanos dentro. Sólo podremos sentirnos
completos cuando nos construyamos a nosotros mismos. Somos seres
incompletos, esto es un hecho ¿sino por qué siempre sentimos que algo nos
falta? La naturaleza nos desarrolla hasta un cierto punto, luego nos deja a
nuestra propia voluntad para que nos desarrollemos por nuestros propios
medios. El ser humano es un ser creado para que se desarrolle a sí mismo.
Nada externo, ni nadie más pueden hacernos crecer internamente, el trabajo
de evolución es personal, voluntario e individual.
Si logramos tener un atisbo, una pequeña vislumbre de lo que esto

significa, entenderemos que la vida no lleva a parte alguna. Tomarnos la
vida como un fin, tiene una meta que no llenará nuestro mundo interno,
siempre sentiremos que algo nos falta. Nuestra vida real pertenece al
mundo interno, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, amar, odiar,
etc.; es un mundo invisible. Nadie puede ver ni saber cómo es nuestra vida
interna. Con los cinco sentidos tenemos acceso al mundo visible llamado
“realidad”, esta es la vida externa de una persona. Lo externo no hace a lo
interno.
Cuando nos damos cuenta de que nuestra vida real no es la externa y

que nosotros vivimos en un mundo interno, invisible a los demás, donde nos
sentimos desdichados, solos, incomprendidos, vacíos y así sufrimos día tras
día, año tras año, aparece la posibilidad de evolución, de completarnos y así
poder tener una vida real, no ficticia, no fantasiosa, no de apariencias, sino,
una vida real. Una vida dónde uno pueda sentirse bien a voluntad, dónde
uno pueda amar de manera real y compartir momentos reales con nuestros
seres queridos. La posibilidad de crear el mundo feliz existe, sólo depende de
nosotros.
LA BÚSQUEDA
En mi niñez recuerdo lo mucho que disfrutaba ir de pesca con mi tío y
mi padre. Siempre me alejaba un poco y pescaba solo. Me interesaba
observar que hacían los pájaros, las mojarras que se asomaban en la orilla y
algún que otro animal que ande suelto por el campo. La calidez, la brisa, el
Sol, los sonidos de la naturaleza me hacían sentir muy vivo.
Algunas noches salía a ver las estrellas, el cinturón de Orión me

cautivaba. Moría de intriga por saber qué habría allí, ¿otros seres? ¿Otros
mundos? Imaginaba que me teletrasportaba a esos lugares. Quería ser
astronauta y explorar el espacio. No podía creer las distancias tremendas
que nos separan del resto de los sistemas y sentía lo insignificantes que
somos en relaciona la creación.
Durante la adolescencia, todas esas sensaciones que disfrutaba de

niño comenzaron a oscurecerse. No encontraba sentido a las cosas, nada
tenía significado o valor, sentía como si viviría en una gran mentira y todo lo
tomaba con una mirada estrecha y muy negativa. Fueron años de vivir en la
profunda oscuridad, años de no poder tener un vínculo ni con mi madre y ni
con mi hermana, llegando a extremos de no dirigirles la palabra por años.
En mis tiempos libres, cuando no tenía que estudiar, siempre tenía

alguna changa 1 para ganar algo de dinero, pintaba casas, hacía trabajos de
herrería y reparaciones hogareñas. A mis 17 años comencé a trabajar en la
industria, en paralelo a mis estudios, ganaba mi propio dinero y empecé a
reconocer lo que cuestan las cosas. Experimenté en un momento un
sentimiento de arrepentimiento, de haber estado equivocado muchos años
con la forma particular de ver a mi madre y hermana. La responsabilidad de
un trabajo, cumplir horarios, los esfuerzos, el cansancio, hicieron que me dé
cuenta que no valoraba nada. Un día llegué a mi casa agotado del trabajo y
mi madre me dijo: “¿Querés un mate 2?” sus ojos demostraban amor, ternura
y compasión. Esto me conmovió profundamente, y en un instante, vi pasar
por mi mente todos los errores, toda mi falsedad y estupidez que habían
hecho mi vida tan miserable. Tuve un shock de conciencia y desde ese día
recuperé la relación con mi madre y con mi hermana, la cual sostengo
felizmente hasta hoy día. Esa frase, junto con su mirada, quedaron grabados
en mi retina y en mi corazón.
1 Término que se utiliza de manera informal y que significa trabajo temporal.

2 Infusión hecha con hojas de yerba mate consumida en América desde la época prehispánica.
Cuando me encontraba en lo que se llama la “edad responsable”, mi
carrera universitaria no cumplía con las expectativas y fantasías que me
había hecho al principio. Me sentía algo estancado en mi empleo, había
cambiado de amistades muchas veces, no podía encontrarle la vuelta a la
vida de pareja, nunca me sentía satisfecho y no podía tener una relación
estable por más de unos meses.
Cierto día, luego de una jornada laboral exhaustiva, con un

compañero, fuimos a un paseo muy pintoresco donde se encuentran varios
restaurantes y negocios de todo tipo. En invierno, solían encender una gran
fogata. Nos dispusimos alrededor del fuego, comenzamos a conversar y
filosofar sobre la existencia misma mientras disfrutábamos de unas copas de
vino. Mi compañero me comentó que había leído un libro que le resultó muy
impactante, “Pfff! ese libro me voló la cabeza” fueron exactamente sus
palabras. Me lo recomendó leer, el libro se llamaba “Fragmentos de una
enseñanza desconocida de P.D. Ouspensky”.
Me llevó unos cuantos meses convencerme, dejar de lado todos mis

vicios y hacerme un tiempo para poder leer el libro. Cuando comencé a
leerlo, me di cuenta que por fin había encontrado algo que le daría sentido a
mi vida.
ACERCAMIENTO A LA ENSEÑANZA
Estas notas que me dispongo a escribir en este libro son un
acercamiento a una enseñanza que tiene miles de años y que se ha adaptado
para cada época, ya que, la enseñanza debe ser para el presente. Sólo la
forma externa y el formato o dirección cambian pero el conocimiento
esotérico, lo más interno, lo real, nunca cambia. El conocimiento verdadero
siempre se ha conservado y trasmitido por la mente superior. Esta
enseñanza no puede pertenecer al ser humano común y corriente porque si
no, ya no existiría.
Todo lo que me he dispuesto a escribir y representar en imágenes en

este libro no son más que un medio de ayuda para comprender mejor el
trabajo sobre sí. Habrá notas con definiciones del trabajo mismo, ejemplos y
reflexiones que deben ser tomadas como adicionales para facilitar la
comprensión. Esto por sí solo no es una escuela.
EL COMIENZO
Al comienzo de los tiempos todos éramos uno, ahora somos muchos y
volveremos a ser uno. En el origen, el SER era uno. Era uno pero, no era
conciente de sí, nunca había experimentado cosa alguna, no se conocía a sí
mismo, sólo era.
El SER “es” pero no se conoce, entonces se parte en dos para poder

verse a sí mismo. Una parte, ahora puede ver a la otra, como mirarse en un
espejo por las mañanas. Ahora el SER puede reflejarse a sí mismo en otra
parte suya.
Para ser conciente de sí mismo, el SER necesita experimentar una

infinidad de situaciones, una variedad y diversidad enorme. Este es el
comienzo del universo. El SER se fragmenta para realizar la mayor cantidad
de experiencias posibles y así conocerse a sí mismo. Experimenta, se refleja
en otra parte suya y se torna conciente de sí.
El SER se encuentra fragmentado, partido en pedazos y anhela volver

a ser uno, a unir todas sus partes y regresar al origen.
Quizás ahora podamos comenzar a entender el porqué de la creación,

la gran variedad de cosas animadas e inanimadas que existen en escala
pequeña y en escala grande. Galaxias, sistemas estelares, Soles de todos
tamaños, planetas, seres vivos, etc. Todos ordenados, con leyes que son
incomprensibles para el ser humano que considera al universo como una
suerte de caos y desorden. Si fuera desorden, la vida no podría existir. Si
observamos la naturaleza, una simple flor, tiene una inteligencia
impresionante, leyes matemáticas, físicas y químicas regulan su
crecimiento, le dan esas formas hermosas, sus colores y aromas. ¿Acaso esto
es desorden? ¿Caos? ¿Casualidad? ¿Suerte? Solamente siendo observadores
nos daremos cuenta que la naturaleza está regida por leyes para que pueda
existir. Nosotros somos parte de esa naturaleza, de esa capa o cubierta que
recubre el planeta Tierra, por ende, debemos comprender que vivimos bajo
ciertas leyes y que no podría ser de otra forma.
Un rosal siempre da rosas, un limonero siempre da limones, un

espinillo siempre da espinas, todo funciona bajo ciertas leyes, no puede un
rosal dar limones, ni un espinillo dar rosas. Todo funciona de acuerdo a
ciertas leyes. El ser humano no es la excepción, él mismo se encuentra
gobernado bajo 48 órdenes de leyes y en ciertos momentos bajo 96 leyes.
¿CÓMO VIVIMOS HOY?
La situación del ser humano hoy es muy triste. Vivimos en un mundo
lleno de discriminación, desigualdad, egoísmo, violencia, guerras, restricción
de derechos, etc. Nos dicen cómo debemos vestirnos, qué debemos estudiar,
qué debemos comer, qué medicamentos consumir o inyectarnos, dónde y
cuándo tomarnos vacaciones, etc. Las así llamadas irónicamente “redes
sociales” han reemplazado la vida social, reemplazaron el juntarse,
conversar, mirarse a la cara, abrazarse, etc. Ahora sólo basta con participar
en grupos de WhatsApp, ahora esto ya es suficiente para creer que uno tiene
una vida social. Todas estas redes sociales, en realidad, deberían llamarse
“redes anti-sociales”. Así vivimos hoy.
La situación del ser humano, no tiene explicación en el mismo nivel.

La vida no puede explicarse a sí misma, no podemos encontrarle un sentido
o finalidad en sí. La vida, si la tomamos como un fin, no tendrá un sentido.
La vida como un fin no lleva a ninguna parte.
En nuestra imaginación o fantasía nos creamos una imagen de lo

bueno que sería tener ese ascenso, lo grandioso que será comprarnos un 0km
cada año, lo magnífico que será tener el celular o móvil más costoso. Cuando
la realidad se concretó, poco y nada tiene que ver con lo que fantaseábamos.
Así ocurre y transcurre toda nuestra vida.
Este sistema que me dispongo a transmitir, es conocido en esta época

con el nombre de Cuarto Camino. Él mismo toma a la vida como un medio
para despertar.
Este sistema conoce nuestro origen esencial. La esencia ha descendido

a este planeta llamado Tierra porque aquí en medio de todo este caos tiene
la posibilidad de crecer. Este es el significado de la vida del hombre y de la
mujer en esta experiencia terrestre.
LA LEY DE TRES
Debemos esforzarnos para poder comprender que, para que algo se
manifieste, se necesitan tres fuerzas. El universo, toda la creación se basa
en leyes para su creación y leyes para su orden.
Nos resulta difícil comprender que se necesitan 3 fuerzas para crear

algo. Una fuerza no crea, dos fuerzas tampoco, recién con tres fuerzas en
comunión se puede crear algo. La primera fuerza es fácil de observar, la
segunda cuesta un poco más y la tercera muy pocos la ven. Tomemos un
ejemplo:
1ra fuerza → Tengo un pensamiento de que necesito un celular o

móvil nuevo.
2da fuerza → El celular cuesta cuatro sueldos.
3ra fuerza → Mi emoción dice: igual lo quiero.
En el ejemplo anterior se pueden ver claramente cada una de las tres

fuerzas operando y su carácter. La primera fuerza es la fuerza activa. La
segunda fuerza es la fuerza de oposición, la resistencia natural. La tercera
fuerza es la neutral o fuerza conciliadora. De faltar alguna de las fuerzas, no
compraremos un nuevo celular o móvil.
Otro ejemplo podría ser una manzana que cuelga de un manzano.

Ésta tiene aplicada la fuerza del peso que la jala hacia el piso, deseando que
la manzana se caiga del árbol. Esta fuerza nada puede hacer porque el árbol
sostiene la manzana para que no se caiga. La fuerza activa y la de oposición
se contrarrestan. No existe el evento o manifestación “la manzana cae”.
Dicho evento no ocurrirá hasta que aparezca una tercera fuerza a mediar y
conciliar. La maduración del fruto es la tercera fuerza. El cavo que la
sostiene se debilita y ocurre el evento: “cayó la manzana”.
Podemos apreciar que no es tan simple ver las tres fuerzas operando.
La más simple de ver es la primera. La segunda, es todo lo que se opone a la
primera. La tercera es la que desempata, la que resuelve.
No podemos entender y comprender la ley de tres sino hasta que no

comprendamos como opera en nosotros mismos. Es parte del trabajo
personal comprender el origen de toda manifestación y para lograrlo hay
que empezar por casa.
Una forma de tener un acercamiento a la ley de tres es observar
nuestros deseos. ¿Qué deseo? ¿Qué quiero? Ésta es la primera fuerza. Luego
debo analizar todo lo que se opone a la realización de ese deseo. Esto
pertenece a la segunda fuerza.
En el estado actual que vivimos, llamado vigilia, creemos que

podemos obtener las cosas tal cual las deseamos, nadie se da cuenta que por
cada deseo, cada cosa que queremos, aparece una fuerza de oposición igual
en magnitud que a la primera. Este es el motivo de porque cuesta tanto
obtener algo o llevar alguna cosa a cabo. Así sucede con muchas actividades
que nos proponemos como: sostener una dieta, hacer deportes de manera
regular, leer todos los días, etc.
Supongamos una conversación con dos personas, una persona afirma

sobre algún tema en particular y la otra lo niega. La discusión debe existir
para que algo resulte de las conversaciones. Nada existe sin la Ley de tres.
El universo está regido por leyes, la Ley de tres o trinidad es la

responsable de la materialización de las cosas.
ESENCIA, PERSONALIDAD, TRABAJO SOBRE SÍ
Estamos formados por dos partes. Por un lado tenemos la parte
esencial, lo más íntimo, lo que somos y por otro lado tenemos la
personalidad, lo adquirido, lo más externo, lo que no somos.
La situación hoy es tal que

la personalidad es la fuerza
activa, la esencia la pasiva y la
vida la neutralizante.
La personalidad
conformada por muchos Yoes
dirige nuestra vida. La esencia
está subdesarrollada. La acción
de la vida, con todas sus
demandas y demás como fuerza
neutralizante, han hecho que la
esencia deje de desarrollarse.
Este es el proceso mecánico y la
forma de vida que todos tenemos.
Mecánicamente la personalidad comienza a crecer alrededor de la

esencia cuando somos niños. En este momento, la vida comienza a ser
importante, imitamos, copiamos, adquirimos y nos hacemos una
personalidad con cosas del entorno. La vida con todos sus intereses nos hace
de tercera fuerza, así la personalidad es activa durante toda la vida.
Según este sistema, en

algún momento de nuestra edad
responsable debería ocurrir una
inversión en las fuerzas. La
personalidad debe volverse pasiva
y la esencia activa. Para que esto
ocurra, la tercera fuerza debe
dejar de ser la vida mecánica, con
todas sus superficialidades,
incesantes círculos de problemas
y exigencias. Para que la esencia
se vuelva activa, y la
personalidad pasiva, la tercera
fuerza debe ser el Trabajo sobre sí. Si nos tomamos la vida como un medio
para despertar, las fuerzas se invierten, y la vida, ahora, es nuestra mejor
maestra.
Desde el mundo atómico, molecular y hasta el mundo estelar, creación

de galaxias y soles, existe la Ley de Tres. Nada puede crearse, nada puede
manifestarse si no se ponen en relación tres fuerzas.
Las tres fuerzas existen en el universo como activas, solamente que

cuando se relacionan entre sí, cada una ocupa su lugar en la triada como
activa, pasiva y neutral.
El ser humano no conoce la existencia de la tercera fuerza o

neutralizante, sólo conoce las dos primeras, por ejemplo: tenemos el protón,
fuerza activa y el electrón, fuerza pasiva; el Yang, fuerza activa y el Yin,
fuerza pasiva; los medios ácidos y los alcalinos. La tercera fuerza es invisible
e irreconocida, sólo el conocimiento verdadero conoce esta verdad.
No podremos reconocer la existencia de estas tres fuerzas hasta que

no empecemos a observar cómo actúan en nosotros. Tome por ejemplo, algo
que desee hacer y escríbalo en un papel como primera fuerza. Ahora utilice
su imaginación para ver todas las dificultades, todo lo que se le opondrá a la
realización de ese deseo, todo esto pertenece a la segunda fuerza. Una
persona desea ser emprendedora, quiere tener su propio proyecto personal,
digamos una fábrica de pastas. Esta será la primera fuerza. El proyecto aún
es solo un deseo, algo que la persona tiene en su mente, nada se ha
concretado. Todas las dificultades que ésta persona tenga para hacer
realidad su deseo de tener una fábrica de pastas, corresponden a la segunda
fuerza, o de oposición. La persona agotará su energía luchando contra las
dificultades. Deberá conseguir un lugar físico, lidiar con contratos de
alquiler o comprar un espacio. Tendrá que lidiar con todas las opiniones
negativas de la gente que la rodea, tendrá que comprar muebles, contratar
empleados, lidiar con permisos y autorizaciones para su negocio, etc.
Muchos proyectos no se concretan porque la persona agota su primera
fuerza luchando contra las dificultades, ósea, la segunda fuerza.
Es importante estudiar la ley de tres en uno mismo. Estudiar cómo

operan las fuerzas y como nada puede ser creado si no existen tres fuerzas.
LA LEY DE TRES EN LA CREACIÓN
Desde el mundo atómico al cosmos opera la ley de tres. Es una ley
universal para todas las escalas y octavas.
Nosotros vivimos en un lugar o sitio del gran cosmos, de la gran

creación. Pensemos en un gran árbol, su tronco, sus ramas principales, sus
ramas secundarias, hasta llegar a las últimas ramificaciones para terminar
en las yemas. Nosotros vivimos en una de esas ramas del gran universo, este
sistema denomina a esa rama “rayo de creación”. Hay miles de rayos de
creación que van desde el tronco principal, hasta las puntas de las ramas.
El rayo de creación comienza en el Absoluto, la unidad. Con la

voluntad del Absoluto se crean las 3 primeras leyes que corresponden a la
creación de Todas las Galaxias. La rama sigue fragmentándose hasta llegar
al mundo 6, donde operan 6 leyes, este mundo se lo denomina Todos los
Soles. Le sigue el mundo 12 que le corresponde a nuestro Sol. El mundo
siguiente es el 24, nuestro sistema Solar, donde se encuentran todos los
planetas que conocemos. A nosotros nos interesa la rama donde se
encuentra el planeta Tierra, el cual vive bajo 48 órdenes de leyes. La yema
de esta rama sería La Luna, nuestra Luna, 96 órdenes de leyes.
En el Absoluto opera 1 ley, la voluntad del Absoluto. En el mundo 3

operan 3 leyes, en éste mundo hay menos libertad. El mundo que le sigue es
el mundo 6, aquí operan 3 leyes del mundo anterior y 3 de él mismo, 3+3=6.
El mundo 12 contiene 12 leyes, 3 leyes del mundo 3, 6 leyes del mundo 6 y 3
leyes de él mismo 3+6+3=12. El mundo 24 contiene 3 leyes del mundo 3, 6
leyes del mundo 6, 12 leyes del mundo 12 y 3 leyes de él mismo
3+6+12+3=24. De la misma manera obtenemos para el mundo 48, 48 leyes,
3+6+12+24+3=48 y para el mundo 96, obtenemos 3+6+12+24+48+3=96.
Podemos ver claramente como a medida que la fragmentación

aumenta, el número de leyes de los mundos crece. Nosotros vivimos en el
mundo 48, el mismo posee 48 leyes. Creer que somos libres es otra de las
ilusiones que nos hacemos, el rayo de creación nos muestra claramente la
cantidad de leyes que operan en la Tierra.
Las leyes de los mundos

superiores alcanzan a los mundos
inferiores de la misma manera
que ocurre en una empresa. A la
cabeza de una empresa tenemos
al Director, luego le sigue el
Gerente, después el Jefe, después
el Supervisor y por último el
Operario. A éste, puede darle órdenes el Supervisor, el Jefe, etc. y así estar
sometido a muchas Leyes, y su vida o capacidad de libertad es muy pobre. Si
el Operario es una persona astuta, puede recibir órdenes solamente del
Gerente y no quedar afectado por las órdenes del Supervisor y del Jefe. Éste
Operario astuto se ha liberado de cierta cantidad de leyes. Las leyes del
Supervisor y del Jefe siguen existiendo, pero no pueden alcanzarlo.
Pensemos ahora en un dedo de la mano, el mismo tiene cierto grado

de movilidad y libertad pero no mucho. Los movimientos de la mano afectan
a la posición del dedo. El brazo y luego el cuerpo son los sistemas superiores
o mundos superiores. La posición o grado de movimiento del dedo, está
condicionado por todo el cuerpo. Si consideramos las órdenes de mundos
desde el tronco del cuerpo humano hasta la falange más distante de la mano
tenemos: el mundo 1, el tronco; el mundo 3, el antebrazo; el mundo 6, el
brazo; el mundo 12, la mano; el mundo 24, la falange proximal; el mundo 48,
la falangina media y el mundo 96, la falangeta distal.
Los dedos son parte del mundo físico planetario, le sería imposible a
un dedo escapar de las leyes de la mano o del brazo. Pero sin embargo, el
Operario del ejemplo anterior, si podía escapar de las órdenes del Jefe y del
Supervisor, pero físicamente no puede escapar de la empresa. Esto nos debe
hacer pensar en lo que significa.
Existen dos mundos, el físico y el psicológico. Uno es visible, es el
mundo fenoménico y el otro es invisible.
En el ejemplo del dedo, éste no puede escapar físicamente, la única

forma sería cortarlo, pero moriría. Físicamente no puede escapar, pero si se
volvería conciente de sí, de su situación, de su mecanicidad y demás, su
psicología puede liberarse de cierto número de leyes, o sea, podría vivir en
mundos superiores.
El ser humano vive en dos mundos, el fenoménico, el externo, el de los

sentidos y el interno, el invisible, el mundo psicológico. Su cuerpo físico, está
atado al planeta Tierra donde operan 48 leyes. No puede dejar de respirar,
de alimentarse, etc. No puede físicamente vivir en otro mundo, porque la
máquina física pertenece al planeta Tierra. Su cuerpo psicológico, su mundo
interno, donde piensa, donde siente, donde ama y sufre no está condicionado
a vivir bajo las 48 leyes. Nuestra psicología puede vivir en el mundo 48 pero
también podría vivir en otros mundos mejores o peores.
Cuando somos negativos no poseemos nada de libertad interior, somos

muy mecánicos; en este momento, nuestra psicología vive en el peor lugar,
con la máxima cantidad de Leyes, sin posibilidad de nada, es decir, nos
encontramos en el mundo 96. Una persona en estado natural debería tener
una psicología en el mundo 48 y no en el mundo 96, donde la esclavitud es
total. Es demasiado evidente que vivir bajo 48 leyes es mucho más libre que
vivir bajo 96 leyes.
Cuando somos negativos, vivimos en la Luna, en estado mineral. ¿Qué

grado de libertad pueden tener los minerales de la Luna? Prácticamente
nada, ser un mineral toda la vida es un infierno. Debemos comprender que
nuestra vida es psicológica y no donde se encuentre el contenedor o cuerpo
físico. Si creemos que nuestra vida es nuestro cuerpo, la casa que tenemos,
el auto que tenemos, el esposo, la esposa o pareja que tenemos, el sitio donde
vacacionamos, la cantidad de dinero acumulado, el celular o móvil que
tenemos, etc., entonces, este sistema no nos servirá para nada. Este sistema
trata de nuestra vida interna, la casa interior, nuestra psicología, donde
pensamos, donde amamos, donde sufrimos. Si estamos preocupados por
algún problema en particular, por más que nos inviten a una fiesta, nuestro
cuerpo físico estará en la fiesta pero nuestro cuerpo psicológico estará en la
preocupación. Entonces ¿dónde vivo? ¿Estoy en la fiesta o no? Si hemos
comenzado a entender algo podemos responder: mi cuerpo físico está en la
fiesta pero mis preocupaciones no me dejan disfrutarla, mis pensamientos
solo rondan en la preocupación, mis emociones son negativas, no dejo de
echar culpas a otras personas que no han resuelto las cosas como
correspondía y ahora tengo este problema en mi cabeza ocupando todo mi
tiempo, no me deja estar en la fiesta, estoy en mi problema.
¿Podemos darnos cuenta dónde vivimos? ¿Por qué este trabajo es

psicológico? ¿Podemos entender ahora? Si lo entendemos, este trabajo es
para nosotros. Nuestra vida real es psicológica, vivimos en la psicología. Si
somos negativos tenemos una psicología viviendo en estado mineral, bajo 96
órdenes de leyes, sin posibilidad alguna. Podríamos tener una psicología
viviendo en la Tierra bajo 48 órdenes de leyes, donde tendríamos una vida
normal y razonable, aunque también podríamos despertar y tener una
psicología con la inteligencia del nivel del Sol.
LA LEY DE TRES Y LA LEY DE SIETE
La ley de tres crea y la ley de los siete da un orden a esa creación. El
universo tiene un orden, no es caos y casualidad como ocurren las cosas,
como se crean galaxias y hasta cómo nace una simple flor. El orden en la
creación es evidente si lo meditamos por un momento, nada es creado por el
azar o la casualidad ¿cómo podrían crearse las flores siempre con la misma
forma? ¿El ser humano por qué crece siempre de la misma manera? La
respuesta está en que todo tiene un orden en su manifestación.
El universo tiene leyes y nada puede existir sin la ley de tres y sin la
ley de siete.
La ley de siete se la suele llamar ley de octavas en analogía a las

notas musicales, desde un Do hasta otro Do, tenemos una octava. En las
octavas musicales, un Do de una escala superior tiene el doble de la
frecuencia que el Do de la escala anterior, por ende, un Do de una escala
inferior, tiene la mitad de la frecuencia.
En un piano, el Do central vibra a una frecuencia de 261,63 Hz. En la

siguiente octava, el Do vibra al doble, o sea, 523,26 Hz. En la anterior vibra
a la mitad, o sea, 130,81 Hz.
En la música tenemos 7 notas, en la semana tenemos 7 días, en el

cuerpo humano hay 7 puntos energéticos o chacras, la luz se manifiesta en
su espectro visible con 7 colores, la digestión consta de 7 pasos y el rayo de
creación también. La ley de tres y la ley de siete están en todas partes.
En un piano tenemos por ejemplo el acorde Do mayor formado por las

tres notas Do, Mi, Sol. El acorde Re menor formado por las tres notas Re,
Fa, La. El acorde Mi menor, Mi, Sol, Si, y así, tenemos para toda la escala
Do mayor, los acordes. Un acorde no se forma con una nota, tampoco con
dos, sino, con tres. Un acorde es una unidad armónica y el orden de su
manifestación, o sea, como sus vibraciones prosiguen, están dados por la ley
de siete.
En la creación, el Absoluto con su voluntad crea las tres primeras

fuerzas. La creación debe respetar la ley de siete, debe someterse a las
reglas de la ley. Todo el rayo de creación se lo considera como una gran
octava, comenzando por Do en el Absoluto. El mundo 3 sería la nota anterior
al Do, o sea, Si y no la siguiente de Do, o sea, Re. ¿Por qué esto es así? Si
consideramos la nota siguiente como Re, significaría una frecuencia de
vibración más alta, o sea, más veloz, más sutil lo que sería incorrecto. A
medida que el rayo desciende, se fragmenta en los mundos 3, 6, 12, 24, 48 y
96, esto significa más leyes, menor libertad y menor posibilidad de
movimiento, vibraciones cada vez más bajas y más lentas. Entendemos
ahora que suponer una octava ascendente para el rayo de creación sería
incoherente.
El rayo de creación es una octava descendente: Do, Si, La, Sol, Fa, Mi,
Re. Evolucionar significa más libertad, menos leyes, vibraciones más altas,
lo que es coherente cuando escalamos el rayo de la creación, tratando de
volver al origen, a la unidad, al Absoluto.
LEY DE SIETE, SEMITONOS
La ley de siete u octavas nos dice que nada puede desarrollarse por sí
solo hacia el destino deseado. Si queremos ir del punto A al B, no podemos
hacerlo tan fácilmente, en medio debemos atravesar ciertas dificultades o
semitonos.
Si no existirían los semitonos, cualquier cosa que comenzase, nunca se

detendría. Por ejemplo: una tormenta que se desata, nunca cesaría; un
volcán en erupción, nunca dejaría de expulsar lava; etc.
Consideremos para el estudio de los semitonos un piano. Las teclas

del mismo están en cierta disposición, tienen un orden especial que respeta
la ley de siete u octavas. Si tomamos una octava en un piano veremos 7
teclas blancas y 5 negras. Las blancas están una después de la otra y las
negras están agrupadas de a dos y de a tres. Entre cada nota, por ejemplo,
Do y Re, tenemos una tecla negra llamada bemol o sostenida. Cada paso de
nota a nota tiene un semitono entre medio, pero no ocurre así para todas.
Entre las notas Mi-Fa y Si-Do falta un semitono, por eso en un piano no hay
teclas negras entre esas notas. Estos dos semitonos faltantes son debidos a
la ley de siete u octavas. En esos dos puntos hay una disminución en las
vibraciones, una constricción, una resistencia al paso de la nota siguiente.
Volviendo al ejemplo de querer ir del punto A al B nos queda:
Deseamos ir de A a B, en teoría es un camino recto, sin dificultades.

¿Qué ocurre generalmente? No llegamos a B, sino a C.
Albert Einstein dijo: “ningún problema puede ser resuelto en el

mismo nivel de conciencia que se creó”.
Mecánicamente nada puede crearse, la ley de 7 presenta 2 puntos de

disminución de las vibraciones que curvan la ilusoria línea recta que une A
con B.
Una persona emprende una empresa. Arma el proyecto, los planos del
producto, hace el análisis de costo/beneficio, etc. Esto sería el comienzo de la
gran octava de la construcción de su empresa para lograr el producto
requerido.
Toda la gestión sería la nota Do. Luego le sigue la investigación y el

desarrollo del producto, esto sería Re. Luego habría que realizar el diseño
preliminar, nota Mi. En este punto, hemos agotado el impulso inicial,
llegamos a un punto problemático. Aquí comienza a curvarse la línea recta
imaginaria. Todos los problemas de diseño serán atravesar el intervalo Mi-
Fa para pasar a la nota siguiente, hacer el diseño del producto a construir.
La idea de producto que teníamos al comienzo no puede realizarse

exactamente, no podemos ir del punto A al B directamente, la ley de 7 nos lo
impide.
El segundo semitono se encuentra entre las notas Si y el Do de la

octava siguiente. Este intervalo es más difícil de atravesar que el primero.
Para el ejemplo de emprender una empresa, el intervalo sería

completar la octava, cerrar todos los puntos pendientes que han quedado del
proyecto, para así poder cerrar la octava y pasar a la siguiente.
Las dificultades en atravesar los intervalos también podemos

observarlos en lo psicológico. Una persona inicia algo con mucho entusiasmo
y lo abandona a la mitad, o nunca termina de completarlo como se lo
propuso inicialmente.
Tenemos la ilusión de avanzar, la ley de siete nos muestra que
mecánicamente nada puede seguir en línea recta. El ser humano cree en el
progreso, en un futuro mejor, sin hacer nada internamente para que las
cosas mejoren. La ley de siete nos mantiene girando en círculos pero
creemos que avanzamos.
Si somos sinceros y observamos un día cualquiera de nuestra vida,

veremos que somos la misma persona de ayer, la misma que antes de ayer,
la misma que hace un mes, la misma que hace un año o diez. Por ende si
nada hacemos internamente, mañana seremos la misma persona de hoy,
pasado mañana seremos la misma persona de hoy, dentro de diez días, un
año o diez, seguiremos siendo la misma persona. El tiempo avanza pero nos
quedamos dando vueltas en círculos.
LA LEY DE SIETE EN LAS ESCALAS MUSICALES
Una onda de sonido puro se representa por una función senoidal de
tipo A.sen(2.π.f.t). Donde A es la amplitud de la onda y f la frecuencia.
La amplitud se relaciona con el volumen y la frecuencia con el tono

del sonido.
Una cuerda fija en sus extremos como por ejemplo en una guitarra,
un violín o un piano, no pueden vibrar libremente porque la fijación de sus
extremos se lo impide. Las cuerdas sólo pueden vibrar de una manera
determinada. Esta manera de vibración se la conoce como armónicos. A
partir del primer armónico o fundamental se desprenden los siguientes. Si el
armónico fundamental vibra a una frecuencia f, el segundo lo hará a 2xf, el
tercero a 3xf y así.
Cuando tocamos una cuerda, suenan todos sus armónicos pero con
distinta amplitud, o sea, con distinto volumen. Cuando la mezcla o
resultante de todos los armónicos es escuchada suena como un piano, una
guitarra, un violín, etc.
La amplitud de cada armónico es lo que distingue y da el sonido
característico a cada instrumento.
La construcción de la escala musical que conocemos comenzó

buscando sonidos que estén en armonía con el oído. Lo primero que se hizo,
fue dividir las cuerdas a la mitad, obteniéndose el doble de la frecuencia en
cada división.
Se obtuvo un sonido parecido

que se lo denomina como la misma
nota pero al doble o la mitad de la
frecuencia. Esto es lo que se conoce
como una octava. Por ejemplo, si
tomamos la nota La, tenemos:
La grave La medio La agudo
½.f f 2xf
Estas tienen armónicos en

común, por eso suenan tan
armoniosas. Nada nuevo es creado
fuera de los armónicos. Si una nota
genera armónicos en 300 Hz, 600 Hz, 900 Hz, 1200 Hz, 1500 Hz, 1800 Hz,
2100 Hz; la siguiente los tendrá en 600 Hz, 1200 Hz, 1800 Hz y así.
Esta es la primera forma de crear notas, tomar una cuerda y dividirla

a la mitad y luego a la mitad, etc. Obtendremos así tantas octavas como
divisiones hagamos. En un piano hay 8 octavas.
La segunda forma de
generar notas es dividir la cuerda
en otro número sencillo, el valor
elegido fue 2/3.
Se obtuvieron sonidos
agradables y armónicos,
apareciendo un nuevo armónico
exactamente entre dos de la nota
anterior. Si tomamos el ejemplo
anterior donde teníamos que la
primera cuerda generaba
armónicos en 300 Hz, 600 Hz, 900
Hz, 1200 Hz, 1500 Hz, 1800 Hz, 2100 Hz. La siguiente cuerda ahora tendrá
en 450 Hz, 900 Hz, 1350 Hz, 1800 Hz. Nuevamente hay armónicos comunes
pero aparecen nuevas frecuencias exactamente a la mitad de las anteriores.
Toda la teoría musical se basa en las octavas y en las quintas, de aquí

se obtienen las 12 notas que se ven por ejemplo en un piano. Muchas
civilizaciones antiguas utilizaron la escala pentatónica en su música, ya que
su simetría permite hacer música.
Si disponemos una octava en un círculo podemos observar la simetría

de la escala pentatónica.
Partiendo de una frecuencia “f” tomando sus quintas obtenemos la

siguiente división:
Si seguimos tomando quintas obtendremos la escala completa de 12
notas.
Las 7 primeras notas corresponden a las teclas blancas del piano y las
5 siguientes, es decir, de la 8 a la 12 corresponden a las teclas negras.
Podemos observar que algunas notas negras caen entre dos blancas. Por
ejemplo, entre el 1 y el 3 está el 8, entre el 3 y el 5 está el 10, pero hay dos
lugares dónde esto no ocurre. Entre el 6 y 1, y entre 7 y 2, no hay notas
negras, es decir, éstos son los intervalos faltantes entre Mi-Fa y Si-Do. En el
teclado observamos la ausencia de las teclas negras en esos sitios.
La escala musical nos da exactitud y armonía gracias a la ley de siete.

La escala de 12 notas se la conoce como escala cromática. Si cortamos el
círculo entre las notas Si y Do y lo extendemos en una línea recta
obtenemos:
La ubicación del Do es estratégica en la música para una mejor
conveniencia en la construcción de escalas mayores y menores.
La ley de los siete u octavas aparece en la música, en la geometría, en

la anatomía, en los procesos físicos y químicos, en el cosmos y en el ser
humano.
LA LEY DE SIETE EN LA CREACIÓN
La ley de tres crea, a partir del Absoluto, mundos cada vez más
densos. Nosotros vivimos en una especie de rama del gran árbol de la
creación. Esa rama se la denomina el rayo de creación. Existen miles de
rayos, nosotros nos interesamos por uno, en el que se encuentra el planeta
Tierra. El rayo de creación se puede representar como toda una octava
descendente desde el Absoluto hasta la Luna.
Absoluto Mundo 1 1 Ley Do

Todas las galaxias Mundo 3 3 Leyes Si
Todos los soles Mundo 6 6 Leyes La
Nuestro Sol Mundo 12 12 Leyes Sol
Planetas Mundo 24 24 Leyes Fa
Tierra Mundo 48 48 Leyes Mi
Luna Mundo 96 96 Leyes Re
El absoluto crea mundos cada vez más densos, la octava desciende. Si

recorremos la octava desde abajo hacia arriba, o sea, el camino evolutivo,
nos encontraremos con el semitono faltante entre las notas Mi-Fa. Para
rellenar este lugar se creó la vida orgánica sobre el planeta Tierra. La
misma facilita el paso energético en la gran octava de creación. La vida
orgánica incluye todos los seres vivos, animales, plantas, incluso nosotros
mismos.
Las vibraciones provenientes de lo alto pueden alcanzar la Tierra

gracias a esta delgada capa que cubre la corteza terrestre. El Sol, este
gigante, envía energía que es recolectada por las plantas y mediante el
proceso de la fotosíntesis generan oxígeno y envían energías en una forma
transformada a la Tierra. Muchos animales se alimentan de vegetales y
ellos también devuelven la energía transformada, procesada y digerida a la
Tierra. La Tierra es un gran ser vivo, necesita alimentarse. La vida orgánica
funciona como el aparato digestivo de la Tierra. La vida orgánica recibe la
energía Solar, la proveniente de los planetas y por supuesto, la de otros
Soles más lejanos que envían energía hacia toda la galaxia. Esta energía es
procesada y devuelta a la Tierra transformada, así como nuestro sistema
digestivo toma una papa o un pedazo de carne y lo transforma en algo más
sutil, para que pueda ser utilizado por el organismo.
Pensemos en un árbol, el mismo ha estado años recibiendo luz solar,

si ese árbol es talado y sus ramas son cortadas para leña, cuando alguien
las utiliza en un fogón, la leña enciende, se convierte en fuego, libera toda la
luz que tenía concentrada en su constitución. Un fruto, una manzana, un
tomate, una pera, una naranja, etc., son todos concentrados de la luz.
Cuando mordemos un fruto sentimos el placer de saborear energía pura, luz
pura.
Este es el propósito de la vida orgánica sobre la Tierra de la cual

formamos parte. La naturaleza necesita la vida orgánica tal cual es, esto es
algo obvio.
La situación actual del ser humano es servir a los fines de la

naturaleza, esto quizás sea algo difícil de entender y digerir. Muchos de
nosotros creemos que hacemos cosas importantes, estudiamos largos años,
somos personas respetables, algunos trabajan y luchan por la paz, otras
luchan por la igualdad, porque se termine el hambre en el mundo, por el fin
de las guerras, por crear un nuevo partido político, una nueva religión y así
la vida del ser humano parece importante y nunca se da cuenta que
solamente está sirviendo a la naturaleza, funcionando como antenas
receptoras y emisoras de energía para asegurar la existencia y crecimiento
del rayo de creación, nada más. Lleva muchos años entender la situación en
la cual nos encontramos. Es difícil comprender en el estado de esclavitud
invisible en la que vive el ser humano.
El hombre y la mujer mecánicos sólo sirven a la naturaleza pero,

creen en sus pequeñas mentes, que hacen cosas importantes. Todos lo que
hacemos no tiene ninguna importancia, son solo sueños, fantasías, ¿de qué
nos sirven todas las medallas y títulos que nos hemos ganado cuando
estamos muertos? ¿Quién recordará las muchas cosas importantes que
hemos hecho? Por supuesto, con el tiempo todo es olvidado y lo que parecía
importante en una época, hoy a nadie le interesa.
LA OCTAVA LATERAL, LA POSIBILIDAD DE
ESCAPE
La humanidad ha sido sembrada en este planeta como un
experimento de auto evolución. En el estado actual, sólo sirve a la
naturaleza y a sus fines. El ser humano es esclavo y la naturaleza no quiere
perder ni un solo individuo. El hipnotismo es muy grande, el sueño con los
ojos abiertos que todos poseemos son los barrotes invisibles que nos
mantienen en una perpetua esclavitud.
Existe una salida, existe la posibilidad de escapar de la esclavitud.

Desde el Sol se nos arroja una cuerda, una cuerda para que nos podamos
aferrar y escalar, subir a los niveles superiores.
Esta cuerda que proviene del nivel de inteligencia del Sol, es llamada
por este sistema, la octava lateral del Sol. Por esta cuerda podemos escalar y
elevarnos hasta el nivel de conciencia divina Solar.
Sol Do
Planetas Si
Fa Sol La
Tierra Mi
Luna Re
La vida orgánica pertenece a las notas Fa, Sol, La. Nosotros, al ser
parte de la misma, pertenecemos a las notas La, Sol, Fa. La nota Mi está al
nivel de la Tierra, se puede entender como todas las excreciones, cadáveres y
abonos que alimentan a la Tierra. La nota Re está al nivel de la Luna,
corresponde a toda la radiación energética, vibraciones, átomos y moléculas
que le llegan desde la Tierra y le sirven de alimento. La luna es un ser
nuevo en el rayo, el más joven, la yema de la rama del árbol de la creación.
Todas las vibraciones energéticas, todo el sufrimiento humano alimenta a la
Luna. Muchas veces se la llamó a la Tierra una gran fábrica de dolor. La
humanidad sufre inútilmente, vive en emociones negativas, toda su vida es
negativa, por ende, toda su vida es comida por la Luna. Todo el esoterismo
viene de ayuda para liberar a la humanidad de su esclavitud, para que deje
de sufrir inútilmente, para liberarla de las emociones negativas.
La cuerda que proviene del Sol es la única vía de escapatoria para

algunos hombres que han trabajado sobre sí mismos y han dejado de servir
a los propósitos de la naturaleza. La nota Si es el nivel de evolución
planetario y la nota Do es el nivel de evolución Solar, este es el máximo
desarrollo posible que tenemos como humanos.
LA LEY DE OCTAVAS. FRACTALIDAD
Un fractal se puede entender como una geometría básica, un patrón
que se repite en diferentes escalas. La palabra deriva del latín Fractus, que
significa fracturado o quebrado.
Si somos observadores podemos ver en la naturaleza la fractalidad.

Los copos de nieve se crean de manera fractálica, en diferentes escalas
encontramos la misma geometría.
La estructura geométrica de los caparazones de ostras, caracoles y

distintas conchas marinas presentan geometrías fractálicas.
En varios vegetales como el girasol, el helecho, el brócoli, coliflor, etc.,

también se encuentran estas geometrías fractálicas.
En el cuerpo humano también se encuentran, por ejemplo, en los

tejidos, en las arterias y venas, en los vasos, en los alvéolos de los pulmones,
etc.
La fractalidad se entiende como algo común en diferentes escalas. En

una escala se ve una cierta geometría y, por ejemplo, en una escala mayor o
menor la geometría se repite.
El fractal es un denominador común, como el armónico fundamental

en la música, siempre está presente en todas las octavas, en todas las
escalas.
La fractalidad es un concepto sinónimo de la ley de siete u octavas.

Un mismo principio se repite en el micro cosmos o en el macro cosmos. Los
electrones giran alrededor de un núcleo y los planetas giran alrededor del
Sol. En dos escalas muy distantes, el mismo patrón, en la octava del nivel
atómico así como en la octava del nivel Solar.
En la escala individual, una persona puede ser negativa y desatar la

sospecha hacia otros, por ejemplo sospecha que su vecino le ha robado, esto
muchas veces puede llegar a tal punto que se llegue a la violencia. En la
escala de las naciones, una nación puede sospechar que la nación vecina
desea apoderarse de sus riquezas, esto muchas veces termina desatando una
guerra donde todo es destruido. El mismo principio fractálico de “sospecha”
operando en distintas octavas o niveles.
Pensemos otro ejemplo, en la escala individual una persona miente,

no es sincera ni con ella, ni con los demás. En la escala de los gobernantes
sucede lo mismo, mienten a todos incluso a sí mismos. El mismo principio
fractálico operando en distintos niveles.
La fractalidad como herramienta de autoconocimiento es muy

interesante ya que nos permite buscar qué es lo que se repite en nuestra
vida, cuál es el denominador común.
El ser humano parece una unidad pero no lo es, está fragmentado.

Primero se parte en tres, luego en seis y así su fragmentación aumenta cada
vez más hasta llegar a los Yoes. Parecemos uno, pero somos muchos.
Nuestra psicología está fragmentada, pero cada pedacito es una parte del
todo, cada pedacito conserva un fractal. Si un científico analizara todos los
pedacitos, podría encontrar un denominador común. Este es el trabajo
personal, un científico de sí mismo. Ser concientes de ese fractal es
conocerse a sí mismo.
En una familia podemos observar el principio fractálico. Los padres

educan de cierta manera a sus hijos. Una persona desde fuera puede decir
de esos niños que son un “calco de sus padres”. Ciertas actitudes, ciertos
comportamientos, manifestaciones negativas, etc., se propagaron
fractálicamente de los padres a los hijos y el cicló continuará. Esos hijos
serán padres algún día y educarán a sus hijos tal cual sus valores
aprendidos, sus ideas adquiridas, etc., entonces una persona que observa
desde fuera podrá decir: “esos chicos son un calco de sus padres y de sus
abuelos”. Este proceso ocurre generalmente de manera inconciente. Un
doctor puede decir: mi padre fue médico y mis hijos estudian medicina.
El concepto fractálico podemos aplicarlo a infinidad de cosas, es un

concepto útil a nivel práctico para el estudio de sí.
En la lucha contra la mecanicidad, contra las emociones negativas,

contra el hacer cargos internos, contra los vicios, etc., el concepto fractálico
es muy útil. Supongamos que una persona desee luchar contra los vicios
mecánicos rutinarios. El trabajo práctico se inicia con la observación de sí y
descubre que tiene el hábito mecánico de no lavar los platos después de
comer. Esta persona puede proponerse luchar contra ese hábito, hace un
esfuerzo por lavar los platos después de cenar. Luego observa que no lava la
ropa sino hasta el momento en que se queda sin ropa interior. Ahora esta
persona se propone lavar la ropa antes de que se le termine la limpia. Luego
esta persona descubre que nunca guarda sus herramientas después de
trabajar en su hogar, siempre lo deja para después. Esta persona podría
seguir trabajando y luchando contra cada hábito mecánico que descubra y
así estar toda la vida luchando uno por uno. En cambio, si esta persona es
conciente del significado de la fractalidad puede darse cuenta que sea lo que
sea siempre su pereza de dejar todo para luego es el denominador común en
todo lo que hace, “después lo hago” es su principio fractálico. Todos sus
hábitos, y más aún, son debidos al fractal “después lo hago”, por la pereza y
demás. Si esta persona podría llamarse inteligente elegiría trabajar sobre el
principio fractálico porque éste es el denominador común, la raíz de todos
sus hábitos mecánicos. De esta manera sacaría la mala hierba de raíz.
LA LINEA DEL TIEMPO Y LA LINEA DE LA
TRANSFORMACION
El ser humano se encuentra en la intersección de la línea del tiempo y
de la línea de la transformación. La línea del tiempo tiene un significado
horizontal y la línea de la transformación tiene un significado vertical.
Nosotros nos encontramos en el centro de las mismas.
La línea del significado horizontal significa la vida misma con todos

sus intereses, peligros, luchas, progreso, envejecimiento y demás. El
significado horizontal vive en el tiempo, en la sucesión de eventos, sucesos
tras sucesos, día tras día, año tras año.
Toda nuestra vida sucede a lo largo de la línea horizontal, la línea del

tiempo, de los aconteceres.
Miles de sucesos ocurren a lo largo de la línea horizontal. Una

persona nace, crece, estudia, trabaja, se enamora, se casa, construye un
hogar, luego tiene un perro, luego hijos, luego agranda su casa y así un
suceso tras otro. Esta persona cree en un futuro mejor, cree que a medida
que avanza por la línea del tiempo horizontal las cosas serán mejores.
El tiempo altera y modifica las cosas. Nuestro barrio cambia, nuestros

amigos se mudan, crece mi ciudad, ahora tiene más densidad de habitantes,
cambió el gobierno, cambié la mascota, envejecí, las montañas cambiaron, el
clima cambió, mis vajillas envejecieron, el árbol que planté es enorme, todo
esto es el paso del tiempo, los cambios producidos por el mismo avance del
tiempo.
Existe otra
línea que es
transversal al
tiempo, una línea
vertical. Esta es
la línea de la
transformación.
En cada momento presente existe una línea vertical que nos permite
ascender, transformarnos. Esta es la línea del nivel del Ser, la clase de
persona que somos realmente.
El progreso, la mejoría de las condiciones exteriores, no significa una

transformación, es solo una sucesión de eventos, seguimos sintiéndonos
igual. Si mi nivel de Ser no cambia, es decir, si no ascendemos por la línea
vertical, por más que se nos cumplan todos nuestros deseos, siempre nos
sentiremos igual.
Ascender en la línea del Ser es fruto de un trabajo interno en una

escuela de evolución personal. No puede suceder de manera accidental o
mecánica. La evolución requiere esfuerzo, requiere trabajo interior, requiere
ayuda para aprender a cultivar y ser una persona distinta.
Cuando cesamos de identificarnos y nos recordamos a nosotros

mismos, llega la ayuda desde lo alto, penetra en el momento temporal
llamado presente y nos da la posibilidad de crecer internamente.
Los centros superiores siempre nos están hablando desde lo alto. Los
incesantes problemas de la vida y las preocupaciones constantes, hacen que
no podamos escuchar la ayuda que tenemos en cada momento, en cada
instante de nuestra vida.
Vivimos en el tiempo, necesitamos tiempo para cocinar, para ir de una

ciudad a la otra, para leer un libro, tomar apuntes, etc., necesitamos tiempo
para cualquier cosa que hagamos. Vivimos en nuestro tiempo, nuestra vida
es nuestro tiempo.
Si nos tomamos la vida como nuestra maestra, nuestro nivel de Ser

crece. Nos tomará cierto tiempo estudiarnos a nosotros mismos, luego nos
afianzamos y nos elevamos por la línea de la transformación mediante la
aplicación de las ideas del trabajo sobre nosotros mismos.
Vivir el trabajo, practicarlo en nuestro cotidiano vivir es lo que nos
eleva, nuestra línea temporal ahora es otra, no tengo la misma vida que
antes. A cada nivel de Ser le corresponde una línea temporal. Por ejemplo, si
le ponemos una escala numérica al nivel de Ser tenemos que no es la misma
vida para un nivel de Ser 1, 2, 3, 4, 5,… Tener 20, 30, 40, 50, 60, 70 u 80
años en el nivel de Ser 1, no es la misma vida que para un nivel de Ser 2.
Mucho menos para 3, 4, 5 y así. Puedo tener 40 años y creer que será mejor
mañana pero esto no es así. Estaremos mejor si tengo 40 años y escalo por la
línea vertical del Ser pasando de 1 a 2 o a 3 o a 4.
Somos organismos temporales, necesitamos el tiempo para

afianzarnos, luego damos el salto en la línea del Ser y así sucesivamente,
poco a poco, vamos escalando la escalera de la evolución personal.
Se nos da nuestro tiempo de vida como tiempo para evolucionar y
ascender. En la parábola de la viña, el ciervo le dice a Cristo que le dé un
año más a su viña para que dé fruto, si no da, córtala y tírala, dice Cristo.
Todo lo que obtengamos esencialmente, todo lo que ganemos en la

línea de transformación, es nuestro. Todo lo que acumulemos en la línea del
tiempo, se pierde. Lo que nos llevamos de esta experiencia terrenal es el
nivel de Ser, lo que ha crecido nuestra parte real. Lo que estudiamos,
nuestros hábitos, vicios, la memoria, sentimientos, recuerdos, etc.,
desaparecen al momento de la muerte. Lo que creció nuestra esencia como
fruto de un trabajo interno es lo que nos llevamos de regreso a casa.
El esoterismo, el trabajo personal, no está orientado a que seamos

más queridos, más buenos, tener más amistades, más dinero, etc., sino que,
está orientado a que crezca nuestra esencia.
EL SER
Existe el Ser de una planta, de una piedra, de un perro y el del
humano. Cada hombre y cada mujer tienen un tipo de Ser. El ser humano
tomado como masa tiene un tipo de Ser pero además, cada persona tiene un
tipo de ser diferente que lo caracteriza. Este sistema distingue siete niveles
de ser para el ser humano. Ser humano N° 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7. Las personas 1,
2 y 3 pertenecen al círculo mecánico y el resto son fruto del trabajo de
escuela.
Nosotros deseamos alcanzar el tipo N° 4, es decir, ser equilibrados,

tener las funciones básicas desarrolladas, la máquina en pleno
funcionamiento.
Una persona común y corriente tiene un predominio en alguna de sus

funciones básicas, por ejemplo la motora. Esta es la persona N° 1, la del
predominio motor. Si esta persona no puede resolver de manera motriz
deberá utilizar la función emocional o intelectual en orden de predominio.
Supongamos que al colapsar su motricidad, resuelve emocionalmente. Si
tampoco puede resolverlo con esta función, entonces utilizará la función
intelectual. Esta persona es del tipo 123 para éste sistema.
Si nos encontramos con una persona que ha estudiado mucho, que lee
mucho y que todo lo razona, entonces esta persona es predominio
intelectual. Si esta persona tiene algunas capacidades motoras como poder
reparar electrodomésticos, hacer un pozo o reparar un techo pero nuca
expresó su parte creativa, o sea, no sabe de música, ni de obras artísticas,
nunca experimentó emocionalmente el arte, estamos en presencia de una
persona que tiene su función emocional sin desarrollar, con una motricidad
algo desarrollada y un intelecto altamente desarrollado. Es una persona 312
para este sistema. Esta persona imaginaria debería trabajar sobre sus
funciones poco desarrolladas, por ejemplo podría comenzar a pintar, a
dibujar o aprender a tocar algún instrumento musical.
El Cuarto Camino nos dice que debemos tener un buen instrumento

adquisidor de conciencia, una máquina física y psicológica en buenas
condiciones de operatoria. Esta máquina hoy, está sucia, posee funciones
que no usamos, partes que desconocemos y partes descompuestas.
El trabajo práctico comienza con el conocimiento de la máquina, sus

partes, su funcionamiento y su posterior ordenamiento. Para poder recibir
las influencias de los centros superiores, es decir, del centro emocional
superior y del centro intelectual superior, es preciso que los centros
inferiores estén en perfecto funcionamiento.
Con el estudio de sí y la observación de sí, debemos conocer que partes

no hemos usado. Por ejemplo: ¿hemos plantado un árbol? ¿Sabemos cocinar
algún plato digno de comida? ¿Tocamos algún instrumento? ¿Leemos
frecuentemente? ¿Limpiamos nuestra casa? ¿Sabemos de economía?
¿Hacemos compras? Cada uno de nosotros debe tener un listado de cosas que
no hace y debería hacer. Todo esto es parte del desarrollo de las funciones
motoras, emocionales e intelectuales. Cada una de nuestras funciones debe
estar en perfecto funcionamiento y plenamente desarrolladas, así seremos
hombres y mujeres equilibrados. Corresponderemos seres humanos N°4,
personas que pueden utilizar todas sus facultades, dependiendo en qué
situación se encuentren, sean capaces de utilizar la función correcta. Por
ejemplo, personas que pueden responder intelectualmente, si deben razonar,
hacer cálculos, un plan, etc. o pueden responder emocionalmente, si están
demostrando el cariño a sus hijos o a sus padres o pueden responder
motrizmente si deben caminar para buscar ayuda o reparar el techo de su
casa.
Un hombre o mujer equilibrada, está en posición de oír y recibir las

influencias de los centros superiores, ya que, tiene la casa en orden.
LAS TRES PERSONAS EN UNO MISMO
Muchas veces nos pasa de sentirnos en contradicción con lo que
pensamos, sentimos y hacemos, esto tiene su explicación. Dentro de nosotros
poseemos tres cerebros bien distintos y cada uno de ellos trabaja por sí
mismo como una unidad independiente, como un CPU (Unidad central de
procesamiento) independiente.
Estas unidades de procesamiento trabajan de manera autónoma pero

están comunicadas, entre ellas se envían información de lo que están
procesando y de los resultados que obtienen.
Por el descuido y la mala educación que han recibido cada uno de

estos cerebros a lo largo de toda su existencia, cada uno de ellos habla un
lenguaje diferente, sus protocolos de comunicación son distintos, como si uno
hablara chino, otro alemán y otro inglés. Esto acarrea grandes dificultades
en la comunicación, produciéndose los mayores malentendidos que puedan
existir.
Imaginemos a tres personas que no se conocen y que deben ahora

vivir en la misma casa. Una es de origen Japonés, otra sudafricana y otra
Latina. La casa será un caos. Esta es nuestra situación hoy. Estas son
imágenes de cómo se encuentra nuestro mundo interno.
Nos invitan a una cena, en esa cena va a estar presente alguien que
no soportamos. Con la CPU 3, el intelecto, nos decimos que no vamos a
ponernos furiosos cuando veamos a esa persona y comience a comportarse de
manera desagradable. Intelectualmente estamos convencidos de permanecer
tranquilos y disfrutar la cena. Cuando llega el día de la cena y vemos a esta
persona que parece estar en sus mejores días de insoportabilidad, nos
enfurecemos, la CPU 2, no tiene la menor idea de lo que la CPU 3 propuso,
nuestras emociones se desatan, somos un volcán en erupción, la comida nos
cae mal, no podemos hablar con el anfitrión, la cena fue arruinada por esta
persona que nos desagrada. El intelecto pensaba tener una linda cena, pero
las emociones, tenían otros planes.
Tenemos que ser concientes

que dentro nuestro viven tres
personas diferentes. Cada una de
ellas trabaja de manera
independiente, no se entienden y
hasta se mal interpretan. Sucede
que la persona que vive en el piso
3 malinterpreta a la que vive en
el piso 2 y a la del 1.
Ciertas personas creen que

aman a otro porque tienen una
lista de justificaciones intelectuales de lo que significa amar. Por ejemplo:
“sé que te amo porque vivo con vos”, “lavé los platos porque te amo”, “te
invité a jugar a la PlayStation porque te quiero”, “pagué la cena porque te
amo”. La CPU 3 no puede amar, esta es una función de la CPU 2. El amor
no necesita justificaciones.
Cada una de las CPU tiene una función, la CPU 3, pensar; la CPU 2,
sentir y la CPU 1, moverse. Estas 3 computadoras, no se entienden y
además funcionan mal. Cada CPU ha tomado del entorno familiar,
educativo, televisión, redes sociales, juegos, etc., y se ha construido con lo
que tenía a su alrededor. Es evidente por qué funcionan mal estas CPU, el
entorno está dormido, lleno de negatividad y violencia y con esto se han
nutrido.
Las CPU deben ser estudiadas, reparadas y reprogramadas para que

la CPU 3, piense; la CPU 2, sienta y la CPU 1, se encargue de los
movimientos. Al día de hoy, las CPU no realizan correctamente su trabajo.
La segunda educación o tercera etapa del desarrollo de los seres humanos
trata de re-educarnos. Educar las CPU, colocar lo que es necesario en cada
una de ellas para que funcionen por primera vez en la dirección de nuestro
lado esencial, que toda nuestra maquinaria sea un instrumento adquisidor
de conciencia que permita que nuestro lado real e inmortal, a saber, nuestra
esencia, se desarrolle. Que la esencia cumpla su propósito, lo que se ha
propuesto al inicio, antes de venir a esta experiencia terrenal. Para esto es
preciso que nos re-eduquemos. El trabajo sobre sí es la segunda educación,
voluntaria y conciente en una Escuela de Cuarto Camino.
IDENTIFICACIÓN
Gurdjieff dijo: “el identificarse es el mayor enemigo que hemos de
vencer”. Una persona se compra un celular o móvil nuevo, le pone una funda
protectora y el vidrio templado de protección. Esta persona está muy
contenta con su nuevo celular, brillante, sin una sola rayadura, funcionando
a la perfección. Alguien de su familia le pide prestado el celular para enviar
un mensaje porque se quedó sin batería en el suyo. Un escalofrío pasa por la
espalda al oír que le piden su celular nuevo recién comprado. Supongamos
que accede a prestarlo. Mientras su familiar se lo usa, la persona lo observa
y piensa: “que no se le vaya a caer porque lo mato”, “¿cuánto tiempo más lo
va a usar?”, “apreta muy fuerte la pantalla”. Luego de usarlo un rato, se lo
devuelve sano y salvo, ahora la persona siente un alivio, “por fin, ya pasó”.
Una chica muy coqueta se compra unas sandalias muy bonitas. Se las
prueba, camina, se mira al espejo con ellas y se imagina que dirán sus
amigas cuando la vean con esas sandalias. Llega el fin de semana y se va a
reunir con ellas, esta es la oportunidad de usar sus nuevas sandalias.
Cuando está a media cuadra del lugar de encuentro pisa una baldosa floja y
se manchan de barro las sandalias. “¡No! mis sandalias nuevas”, “¡no voy a
poder mostrarlas!”, “¡qué dirán mis amigas!”.
Un hombre exitoso en la vida, un hombre que posee una linda familia,

un puesto importante en una importante empresa, un ejemplo de éxito en
todo lo que hace y tiene. Un día, el director lo llama para decirle que ya no lo
necesitan en ese puesto. Internamente este hombre de éxito, enfrenta una
terrible injusticia, “después de todo lo que he hecho por la empresa”,
“gracias a mis facultades e inteligencia hemos crecido”, “¿cómo van a hacer
sin mí ahora?”, “se van a arrepentir, nadie va a manejar el puesto mejor que
yo”, “ya vendrán a pedir mi ayuda y se las negaré”.
Podríamos seguir hasta el infinito, todos estos son ejemplos de

identificación. La identificación nos hace sufrir inútilmente. Sufrimos por si
algo le sucede a mi celular, sufrimos por si algo le sucede a mis sandalias,
sufrimos por si algo le sucede a la imagen de hombre exitoso que tengo.
Los seres humanos podemos identificarnos casi con todo, es muy raro
o imposible que una persona no esté identificada con algo en algún
momento. El estado actual del ser humano es una constante y perpetua
identificación.
Las personas se identifican con su celular, sea nuevo o viejo, con sus
zapatos, sus sandalias, sus blusas, su sombrero, sus tatuajes, sus anillos,
sus piercings, su ciudad, su país, su barrio, su equipo de fútbol, sus deseos y
fantasías, etc.
Se nos ha enseñado que estar identificados es algo bueno y así debe

ser. Esto está muy bien para la humanidad dormida pero, para las personas
que desean evolucionar, esto es una dificultad, una pérdida constante de
energía y de tiempo.
Estar identificados es una forma de ser las cosas. Si me identifico con

el auto, el auto es como una parte de mí. Si me identifico con la motocicleta,
la motocicleta es una parte mía. Si me identifico con un vestido nuevo, el
vestido es una parte mía. Si me rayan el auto, si me roban la moto o me
dicen que el vestido nuevo es feo me están hiriendo a mí mismo. Cuando
estamos identificados, somos las cosas. Soy mi auto, soy mi moto, soy mi
vestido nuevo. Cualquier cosa que les pase o que pueda suceder hace que yo
sufra, que me duela como si me pasara a mí. Esto es una forma de
sufrimiento inútil, de malestares y en casos extremos pueden llevar a
enfermedades psicológicas y físicas.
Es un buen ejercicio preguntarnos: “¿me he identificado hoy?”, “¿con

qué cosa o con qué evento o con qué idea?”, “¿de qué me ha servido?, ¿qué
gané con estar identificado?”
Los que estamos trabajando por un despertar, debemos luchar contra

la identificación. Cada uno de nosotros debería tener un listado o un ranking
de sus 10 identificaciones cotidianas.
Muchas veces creemos que poseemos las cosas, por ejemplo: tengo un
auto, tengo una casa, tengo un celular, tengo unos zapatos, tengo una
camisa, tengo una blusa, tengo una cartera, etc. En realidad las cosas nos
tienen. Sería mucho más acertado decir: el auto me tiene, el celular me
tiene, la blusa me tiene, la casa me tiene. Las cosas nos tienen. Nosotros al
estar desparramados y pegados a todo, somos esclavos.
La misma situación se da con las ideas. Una persona identificada con

una idea es una persona ciega. El idealismo es una forma de identificación
tan enceguecedora que podemos llegar a matar por nuestros ideales. Con
personas también podemos identificarnos. Una madre se identifica con su
hijo, un hijo con su padre, etc.
Cuando estamos identificados no podemos ver el objeto separado de lo

que sentimos por él. Estamos anímicamente pegados. Cualquier cosa que lo
toque, es como que me lo hagan a mí. Si pierde mi equipo de futbol favorito
digo: “perdimos”, o sea, yo soy el equipo aunque en mi vida nunca patee una
pelota, igualmente sufro como si hubiera perdido yo mismo. El estado de
identificación es producto del estado continuo de duermevela en el cual nos
encontramos.
En fin, la observación de sí junto con recordarnos a nosotros mismos

hacen que podamos separarnos de las cosas y dejar de sufrir inútilmente.
Esto sólo es posible cuando empezamos a ser parte de una Escuela.
LAS EMOCIONES NEGATIVAS
Es bueno tener presente todos los días que las emociones negativas
destruyen nuestras relaciones e imposibilitan el despertar de la conciencia
escondida, que cada uno de nosotros posee, pero ha quedado sepultada bajo
capas y capas de falsa personalidad.
La lucha contra las emociones negativas es una tarea muy difícil. Las
emociones negativas son el grillete invisible que esclaviza a la humanidad.
Cada uno de nosotros imagina ser una persona libre. Creemos que somos
libres para expresarnos, que podemos viajar por donde lo deseemos y
sentirnos bien cuando queramos. Por supuesto, todo esto no es más que una
ilusión. Mucho tiempo ha de pasar para comprenderlo. Los medios de
comunicación, la radio, la televisión, las redes sociales, Facebook,
Instagram, Whatsapp, TikTok, la cultura, educadores, familiares y
amistades alimentan constantemente las ilusiones. Podemos llegar a
pensar: ¿cómo puede estar todo el planeta equivocado?, ¿me estaré volviendo
loco? No, el mundo está loco. Si nos preguntamos ahora: ¿qué estuve
haciendo todos estos años con mi vida?, ¿estaba completamente loco? Sí, así
es. El estado en el cual vive el ser humano visto por alguien más despierto
se asemeja a la locura.
Cuando decimos que las emociones negativas nos esclavizan significa

que no somos libres psicológicamente. No podemos pensar, no podemos
sentir correctamente y hasta nuestros movimientos se limitan.
La lucha contra las emociones negativas debe comenzar con el estudio

de las mismas. La observación de sí es la herramienta por excelencia para
comenzar el estudio de las mismas.
¿Qué sucede si pierdo las llaves? ¿Qué sucede cuando no hay señal de
Wifi? ¿Qué sucede cuando me quedé sin batería en el celular o móvil? ¿Qué
sucede cuando me dicen: dejame que esto lo hago yo porque vos no lo haces
muy bien? ¿Qué sucede si mis padres felicitan a mi hermano y a mí no?
¿Qué sucede si mi jefe me dice que debo quedarme después de hora a
terminar un trabajo? ¿Qué sucede si mi pareja olvida la fecha del
aniversario? ¿Qué sucede si mi mejor amigo no me saluda para mi fecha de
cumpleaños? ¿Qué sucede si cancelan mi serie favorita? ¿Qué sucede si
llueve cuando planifiqué mi día de camping? ¿Qué sucede si rayan mi auto
nuevo? ¿Qué sucede si se me mancha la blusa nueva? ¿Qué sucede si nos
cortan la electricidad todo el día? ¿Qué sucede si mis hijos no siguen la
carrera que yo deseaba que estudien? ¿Qué sucede si mi familia no quiere
venir a mi casa a festejar las fiestas?
¿Qué sucede? ¿Nos lo hemos preguntado? ¿Lo hemos observado? Algo

es seguro, somos negativos.
El centro emocional, hoy día, está enfermo. Nuestro órgano para

sentir se lo ha maltratado años y años. Es como si a un niño se lo deja en la
selva para que lo eduquen las fieras. Nuestro centro emocional no ha sido
educado correctamente, está en estado salvaje y se lo ha torturado por años,
desconfía de todo y de todos, tiene miedo, ira, rabia, etc., no entiende ningún
lenguaje, no se puede razonar con él, hay que empezar por conocerlo para
luego poder educarlo por primera vez. La educación oficial, no se ocupa del
centro emocional, sólo se fija en la repetición y memorización de información
intelectual. Las emociones son dejadas de lado, a nadie se le enseña a sentir.
No nos enseñaron a sentir, no nos enseñaron a amar imparcialmente. El
centro emocional no ha sido educado.
Hoy día nuestro trabajo finca en la observación de sí. Debemos

observar que sucede con nuestras posturas cuando somos negativos. ¿Cómo
está mi rostro? ¿Arrugado? ¿Tenso? ¿Fruncí el ceño? ¿Mis hombros? ¿Mis
manos? El centro motor, es decir, todas las posturas de los músculos son
condicionados por el centro emocional. Es un buen ejercicio relajar los
músculos de la cara, practicar yoga regularmente, relajar hombros y cuello a
diario para evitar los estados negativos. Si estamos relajados no podemos
ser negativos. Cada emoción tiene asociada una postura.
Para cada una de nuestras emociones, tenemos asociada una postura en

particular. De la misma manera, cada postura física evoca en nosotros
ciertas emociones.
Emoción Postura corporal
En cuanto nos proponemos

dejar de ser negativos no podemos
hacerlo porque las posturas
habituales evocan
constantemente asociaciones.
Tanto los hombres como las
mujeres tienen cierto número de
posturas y nunca pueden salir de
ahí. Una postura corporal, o sea,
motriz, evocará ciertas emociones y ciertos pensamientos.
Si me siento siempre de la misma manera, siempre me sentiré igual.

No puedo salir de esas posturas habituales.
Sería útil adquirir nuevas posturas motrices. Debemos empezar

observando cómo nos sentamos ¿cómo pongo las piernas? ¿Mi espalda cómo
está? ¿Mis hombros? ¿La cabeza? Luego, cuando ya lo tengo observado,
podría sentarme lo más erguido posible.
Una persona amargada tendrá una postura motriz asociada, alguien

triste también. Debemos descubrir el repertorio de posturas de ellas. Por
ejemplo, siempre leo en mi silla favorita. Ahora me propongo leer sentado en
el suelo con un pequeño almohadón. Otro ejemplo, si estoy en la cama con el
celular puedo estar horas sumido en ensueños y alimentando las emociones
negativas. Puedo proponerme usar el celular sentado sobre una de mis
piernas, esto evitará evocar las mismas asociaciones y no nos dormiremos
tanto.
El trabajo sobre las emociones negativas es largo y duro. Por nosotros

mismos es imposible sostener el trabajo personal. Los incesantes cambios
de Yoes y la constante presión de la vida mecánica hacen que necesitemos
ayuda. Los métodos de trabajo personal y la contención necesaria, sólo se
encuentran en una Escuela.
Ni bien nos levantamos en las mañanas, las rutinas de: vestirnos, ir

al baño, desayunar; hacen aparecer, por asociación, siempre las mismas
emociones. Las emociones negativas son pequeñas en las mañanas y crecen
a lo largo del día. Es inteligente comenzar el trabajo práctico ni bien nos
levantamos. Podemos empezar por cambiar la forma en que hacemos las
cosas. Por ejemplo, cambiar el orden, desayunar en otro sitio, incorporar una
lectura de 15 minutos de algún texto del trabajo personal, no usar el celular
mientras desayuno ni mientras leo, tomar una nota de cómo me siento en
ese momento, etc. De esta manera, algo que comenzaría habitualmente a
transformarse en una enorme emoción negativa en la tarde, la estamos
atacando ni bien quiere aparecer. Nuestro día será más llevadero. Esta
práctica da muy buenos resultados si se la lleva a cabo diariamente. El
trabajo personal, es diario, un poco cada día.
¿POR QUÉ DEBEMOS TENER UN PROPÓSITO?
Nos encontramos dando vueltas sin ir a ningún sitio, creemos que
avanzamos, que sabemos lo que es mejor para nosotros y que hacia allí nos
dirigimos.
El estado actual de fantasía y de vivir en las nubes, sumado a las

redes sociales dónde uno dedica de 3 a 5 horas diarias en “verter la nada en
el vacío” como diría Gurdjieff y la eminente llegada del “metaverso” a
nuestras vidas, dónde las personas podrán tener una vida totalmente
virtual, hacen que no vayamos a ningún sitio, que no experimentemos nada
real. Pero creemos en el progreso, en el devenir y en un futuro próspero.
Debemos preguntarnos: ¿estoy yendo hacia alguna parte? ¿Qué estoy
haciendo con mi vida?
Por mucho tiempo uno vive en ilusiones. Es así, es un proceso por el

cual todos pasamos. Lo importante es detenerse en algún momento de
nuestra vida y reflexionar sobre este asunto.
Hay personas que si se les pregunta que desean, unos dirán: “deseo la
paz mundial”, otro dirá: “deseo acabar con el hambre en el mundo”, otro
dirá: “que se terminen las injusticias”. Esto es vivir en una ilusión. Jamás
ocurrirá algo como lo que estas personas esperan. Sería al mismo nivel que
esperar que no salga más el Sol cada mañana.
Un propósito tiene que ser como una luz en el camino. Hay luces más
lejanas y luces más cercanas. Una persona puede tener el propósito de
despertar, de ser su verdadero amo. Esta sería una luz lejana, una luz al
final del camino. Para esta persona, le sería bueno que tenga luces a lo largo
de todo su camino, propósitos cercanos y distribuidos en todo su camino.
Esto sería tener el camino iluminado. Una persona sin propósito, no tiene
luz en su camino, anda a oscuras.
El hombre ladino, el
hombre y la mujer astutos, son
personas que se crean propósitos
cortos, cercanos y alcanzables a
medida que avanzan en el camino
del despertar.
Un propósito puede ser

algo tan simple como ¿ordené mi
cocina? Tener un propósito
práctico y al alcance es muy buen trabajo personal. “Me propongo que luego
de cocinar dejaré la cocina limpia y ordenada”. Este es un muy buen
propósito. “Me propongo una vez por semana cortar el césped y arreglar mi
jardín”. ”Me propongo no hacer berrinches si a la comida le falta sal”. “Me
propongo no poner mala cara cuando veo a mi jefe”. “Me propongo tender la
cama todas las mañanas”. “Me propongo leer 15 minutos por día algún libro
que favorezca mi evolución”.
Muchas veces nos ponemos propósitos muy grandes e imposibles para

el nivel en que nos encontramos. Por ejemplo, “a partir de mañana no seré
más negativo”, “nunca más me irritaré”, “ahora siempre escucharé a las
personas cuando me hablan”, “con el retiro de fin de semana despertaré”.
Todos estos propósitos son incumplibles para el nivel de ser que poseemos,
son muy lejanos. Debemos ser prácticos y sinceros a la hora de elegir los
propósitos personales. Sino, el trabajo sobre sí, será sólo una fantasía.
TIPOS DE SER
Si nos preguntamos ¿por qué hay tantas guerras desarrollándose en
todo el mundo? ¿Por qué hay tantas injusticias? ¿Por qué el ser humano vive
como vive? ¿Por qué necesitamos un sistema policial, político, económico,
educativo y religioso? La respuesta a todas estas preguntas es simple. El ser
de la humanidad atrae su vida.
Cada animal, cada vegetal, cada mineral tiene un tipo de ser

particular y su ser atrae su vida. Un ave atrae su vida de ave y no la vida de
un mono. Lo mismo ocurre con un roble. Un roble atrae su vida de roble y no
la vida de una roca. Cada cosa tiene su ser. No podemos esperar que un sapo
haga vida de una serpiente. Cada uno tiene un ser que lo caracteriza y cada
uno vive según su ser.
Un animal salvaje como el león, se alimenta de seres que muchos de

nosotros ve como lindos y buenos, como por ejemplo los ciervos. El león los
caza, los mata y se alimenta, no puede hacer otra cosa. No podemos esperar
que se vuelva vegetariano. El león hace lo que su ser cataloga como “normal”
o como su “bien”. Una serpiente mata y se alimenta de huevos y pichones.
Esto está bien para la serpiente. Una persona como nosotros puede
considerarlo cruel y malo. El ser nos da una forma de vida y una forma de
bien. Para un gato está bien matar un roedor. Para un zorro está bien matar
un dulce conejo.
Cada animal, cada vegetal tiene su ser. El ser humano, tomado como
masa, tiene un ser, pero cada ser humano tiene un ser distinto al de otro.
Hay personas que tienen el ser de un criminal y no pueden actuar de otra
manera. Ser un criminal está bien para esa persona, todos sus actos son
justos y necesarios. Otra persona puede tener el ser de un santo. Todo lo que
hace es su bien, aunque para otros pueda parecer estúpido y fácil de
engañar, para él, es su bien. No puede comportarse de otra manera y
atraerá vida de santo.
Este sistema tiene una categorización especial al hablar del ser de

una persona. Este sistema habla del ser humano N° 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7. Los
seres que pertenecen al N° 1, 2, 3; son las personas que conocemos como
familiares, amistades, gobernantes, etc. Los seres humanos 1, 2, 3
pertenecen al círculo de la humanidad dormida. Son seres parciales y no
desarrollados. Las personas de esta primer categoría atraen la vida que le
corresponde según su ser y vivirán según el mismo.
Un holgazán atraerá una vida de holgazanería. Todas sus amistades
serán holgazanes, gente que no tienen el menor interés en realizar algún
tipo de esfuerzo, a menos, que se le terminen los cigarrillos o el saldo en el
celular y deban ir al kiosco.
Este trabajo requiere esfuerzo de una clase especial. No todas las

personas pueden hacer este trabajo. Este trabajo es para personas
responsables y que además posean un centro magnético, una brújula
interna. Este trabajo es para unos pocos que desean despertar, es para
personas con cierta calidad de ser. Un criminal, un holgazán, o un
hasnamus, como decía Gurdjieff, no pueden trabajar sobre sí. Cristo dijo:
¿acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos?
Las personas que han emprendido el trabajo sobre sí deben elevar su

nivel de ser, deben desarrollarse y completarse. Una mujer puede tener un
tipo de ser N° 1, entonces debe trabajar arduamente sobre sus emociones e
intelecto. Un hombre puede tener un tipo de ser N° 3, entonces deberá
trabajar sobre su físico y su emoción. Todas estas personas deberán trabajar
por desarrollar sus lados no desarrollados, las partes de su casa psicológica
que no construyeron, para elevar su ser y convertirse en seres equilibrados,
tipo de ser N°4.
La persona equilibrada posee amplio uso de sus funciones. Puede

hacer, sentir y pensar según lo que necesite. No es parcial, es completa y
está en armonía.
7
6 Ser Despierto.
5
4 Ser equilibrado y balanceado.
1, 2, 3 Seres parciales. No desarrollados.
Todo este sistema nos ayuda a ser seres N° 4, personas equilibradas.

Generalmente, en la vida mecánica, seguimos desarrollando y
perfeccionando nuestros lados más habituales, los que siempre utilizamos.
Nos volvemos especialistas en una o dos cosas y el resto queda sin utilizar.
Por ejemplo, trabajo en la justicia, me dedico a mi profesión, el resto de las
obligaciones que tengo, otras personas las hacen por mí. Mis hijos los cuida
la niñera, el perro lo pasea el paseador, mi casa la limpia el personal
doméstico, el aceite del auto me lo revisa el de la estación de servicio. Soy
una persona que sólo se dedica a la profesión. Pincho un neumático y tengo
que llamar a la grúa, me pierde la canilla debo llamar un plomero. ¿Esta
persona no podría resolver y hacerse cargo de sus cosas? Por supuesto que
podría pero, al estado actual no puede porque no ha desarrollado el resto de
sus funciones.
Debemos observar en
nuestro día la cantidad de tiempo
que le dedicamos a las cosas y
retirarles tiempo a algunas para
poder dárselo a las funciones que
no utilizamos.
LOS TRES ALIMENTOS
Gurdjieff decía que existen tres tipos de alimentos para los seres
humanos. Por un lado tenemos el alimento común, el conocido: una
hamburguesa, una lechuga, agua, etc. El otro alimento que consumimos es
el aire que respiramos y el último lo llamaba las impresiones. Este último es
el más importante de todos.
Una persona no podría vivir si es privada de las impresiones. Las

impresiones son todo lo que nos llega del exterior, por ejemplo: mirar una
flor, oler un perfume, que alguien nos diga algo bonito o algo desagradable,
estar en compañía de una persona, jugar con el perro o gato, mirar un
atardecer, etc.
Este sistema considera al

ser humano como una gran
máquina procesadora de
alimentos. Esta máquina se
divide en tres pisos. El piso
inferior recibe el alimento común,
el piso intermedio recibe el aire y
el piso superior las impresiones.
El alimento común, que

ingerimos regularmente, sufre
diferentes procesos para llegar a convertirse en algo tan sutil como para
alimentar el cerebro. Todo el proceso de refinamiento comienza en la boca,
donde la comida se mastica y se combina con la saliva. Luego pasa al
estómago dónde se encuentra con los jugos gástricos para proseguir con el
proceso de refinamiento. En los intestinos, el alimento refinado pasa a la
sangre, luego es transportado hacia los pulmones para que se combine con el
aire, el segundo alimento y luego alimentar el organismo.
El organismo necesita materias muy finas, rápidas y livianas para

funcionar correctamente. Un automóvil puede funcionar con combustible
común pero funcionará mejor con uno especial, de más octanaje, más
refinado. Un avión necesita el mejor y más refinado de todos los
combustibles para poder volar. Lo mismo ocurre con nosotros. Necesitamos
cierta clase de energía más refinada para poder pensar en el sentido pleno
de la palabra. Sin la cantidad y calidad necesaria, no podemos pensar
correctamente. Esta energía la obtenemos de los alimentos, a recordar:
comida común, aire e impresiones.
Una hamburguesa puede producir un pensamiento. Para que esto
ocurra, debe pasar por largos y costosos procesos de refinamiento hasta ser
tan fino y sutil como para poder usarse para pensar.
Si tomamos el segundo alimento, el aire, este es mucho más ligero que

un biftec o una papa, por lo tanto, producir un pensamiento a partir de él es
más económico.
El primer alimento, necesita combinarse con el aire en uno de los

puntos de su proceso, exactamente en el intervalo donde se encuentra la
dificultad, en el así llamado semitono.
El aire ingresa en el piso intermedio de la máquina humana y le da

un choque al proceso de refinamiento del primer alimento para que pueda
continuar.
La ley de siete nos marca un punto llamado semitono faltante entre

Mi-Fa, es un punto de dificultad, aquí los procesos se detienen. La octava del
aire que ingresa mecánicamente en el organismo por medio de la
respiración, es el choque necesario en el intervalo Mi-Fa para que la
hamburguesa continúe su proceso de refinamiento y llegue a ser un
pensamiento.
La entrada del aire en el organismo ocurre de manera automática, sin

nuestra intervención conciente, por eso se lo denomina choque mecánico.
Además de entrar como una nueva octava alimenticia, también rellena el
semitono faltante en la octava de la comida común, para nuestro ejemplo, la
octava de la hamburguesa.
El proceso descripto, es el que ocurre en todos los seres humanos.

Todos nos alimentamos, todos podemos pensar, sentir y hacer gracias a la
energía que nos provee toda la maquinaria. El ser humano es una gran
fábrica procesadora de alimentos. Una fábrica que convierte lo grosero en
sutil.
Respecto al segundo alimento, el aire, este es de una calidad superior
respecto a su grado de refinamiento. El aire es un alimento más sutil que un
biftec, una hamburguesa o una papa.
El aire comienza su proceso de refinamiento y se detiene, de la misma

manera que el alimento común, al llegar al semitono faltante.
La octava del aire se detiene en el intervalo Mi-Fa y necesita un

choque para poder proseguir. El choque se lo proveen las impresiones que
ingresan en nuestra mente.
Las impresiones rodean nuestra vida. Vivimos en un mar de

impresiones.
Por más que vivamos en un mar de impresiones, muy pocas penetran

en nuestra psicología, ya que, no somos concientes de nuestra vida. Es como
que estaríamos plastificados o sí fuéramos impermeables y muy poco de
nuestra vida penetra, por eso recordamos tan poco de nuestro día. Sólo
cuando somos concientes y estamos presentes, las impresiones penetran y
dan el choque necesario a la octava del aire para que se desarrolle
completamente y produzca las materias más finas.
EL PENSAMIENTO SUPERIOR
Si queremos desarrollarnos necesitamos poder utilizar nuestras
funciones superiores, para ello las materias más finas son indispensables.
Las funciones más concientes que poseemos utilizan un alimento de gran
calidad, de una sutileza o finura especial. Este combustible se produce
cuando la octava del aire se desarrolla plenamente. Al estado actual, la
misma se detiene en el intervalo Mi-fa y solamente puede desarrollarse, si
por la acción de nuestra voluntad, las impresiones penetran en nuestro
mundo interno.
Este fenómeno se lo denomina darse el primer choque conciente. Es

un acto voluntario, es una forma de recordarse a sí mismo. Si no nos
recordamos, si no estamos allí para recibir las impresiones que
constantemente nos llegan, no se produce el primer choque conciente que
necesitamos para que la octava del aire se desarrolle totalmente. De esta
manera, la gran maquinaria no llega a producir el alimento necesario para
el pensamiento superior.
Una persona común y corriente, rara vez se recuerda a sí misma, por
lo tanto, rara vez puede tener lo que se denomina un pensamiento real o
simplemente pensar por sí misma.
La causa y motivo principal de por qué las personas comunes y

corrientes de la vida no se recuerdan a sí mismas es porque ya creen que son
concientes de sí, que para todo lo que dicen y hacen están presentes y
además que hacen pleno uso de sus capacidades físicas e intelectuales.
¿Cómo podrían desear recordarse a sí mismas si ya creen que son concientes
de sí? Esta es la principal dificultad. La ilusión que tiene el ser humano de
ser conciente, la ilusión de ser UNO, la ilusión de tener voluntad, la ilusión
del progreso y las falsas esperanzas.
Para poder recordarnos a nosotros mismos debemos destruir la ilusión

de que ya somos concientes. Nuestra psicología hoy es un incesante carrusel
de Yoes. Uno tras otro se suceden los distintos Yoes, se hacen cargo de
nosotros y luego se van, teniendo que hacerse cargo el Yo siguiente de lo que
dijo, hizo o prometió el anterior.
La ilusión de la unidad debe ser destruida, somos una pluralidad y no
lo sabemos. Creemos que somos siempre la misma persona, pero
constantemente el carrusel de Yoes gira y gira, dando paso al Yo siguiente.
El carrusel gira en torno a un eje principal. Este eje es un rasgo que

nos caracteriza muy bien, al momento, nos es muy difícil de ver o detectar.
El autoconocimiento nos provee las herramientas para conocer el carrusel,
sus partes más externas y sus partes más internas hasta poder ver su eje de
giro.
Regresemos ahora al hecho de que toda nuestra máquina es una gran

fábrica, una fábrica de transformación. Esta fábrica transforma lo grosero
en sutil, es como una especie de destilería o refinería. Una refinería de
petróleo es una gran fábrica de la cual se obtienen sustancias derivadas del
petróleo crudo a través de distintos procesos de transformación químicos en
varias etapas u octavas de refinamiento.
Las materias más sutiles y más refinadas se encuentran en la parte

superior de la torre de destilación y hacia abajo se encuentran las más
groseras.
Nuestra destilería rara vez

produce los combustibles más
refinados y de mayor octanaje. La
etapa de transformación queda a
medio camino por no recordarnos
a nosotros mismos. Es como si no
agregaríamos el reactivo en su
cantidad y momento exacto para
que se terminen de desarrollar
las octavas superiores de
alimento. Ciertos procesos
químicos necesitan cierta dosis de
algo denominado “catalizador”.
Este catalizador es el que permite
que la transformación química se
complete. Si el mismo no es
dosificado en la cantidad justa y
en el momento oportuno, la reacción química queda sin completarse, o sea,
la octava queda truncada, incompleta.
En la máquina humana sucede algo similar. Si no agregamos el
recuerdo de sí en el punto de ingreso de las impresiones, la octava queda
trunca y no se produce el alimento que necesitamos para el pensamiento
superior. Al no tener disponible esa energía sutil, esa energía superior, no
nos es posible conectarnos con los centros superiores. De aquí la importancia
de recordarnos a nosotros mismos todos los días. Es importante detenernos
internamente, “ver” dónde estamos en lo psicológico y recordar el propósito
personal al menos una vez al día. Con esto logramos dar un choque, agregar
el catalizador en el punto de entrada de las impresiones y así provocar que
la octava del aire se desarrolle de manera completa hasta la nota Sí.
Toda nuestra vida ocurre mientras nosotros hacemos planes a futuro

o nos entristecemos por cosas que no hemos hecho en el pasado. No estamos
presentes para recibir la vida con todas sus impresiones en el momento que
éstas ocurren.
Este hecho produce que, en nuestra casa psicológica, no hay quién

reciba la llegada de las impresiones, quedando las mismas sin ser digeridas.
Esto causa la chatura de la vida del ser humano, la famosa vida rutinaria,
dónde todo parece ser igual, todo en el mismo tono como en una escala de
grises. Una persona se levanta por la mañana, desayuna, se dirige hacia su
empleo, regresa a su hogar y a esto se lo llama rutina. Esto es ver la vida
con el mismo lente cada día, todo se ve liso y llano. En realidad lo que
comúnmente se denomina “rutina” no existe, sólo es no estar presentes, no
recordarnos a nosotros mismos, no estar ahí recibiendo la vida. Todos los
días son distintos y cada uno de ellos merece la pena vivirlos. Si nos
recordamos a nosotros mismos, claro que la vida tiene sentido vivirla, no
desperdiciaríamos ni un solo instante de la misma, extraeríamos de ella
cada pepita de oro que nos ofrece, pero por nuestro estado recurrente de
sueño nos lo perdemos, no vemos el oro por más que esté delante de nuestros
ojos.
“Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará”. Este pasaje

se refiere a la importancia de recordarse. Convertirse al Señor hace
referencia a una transformación hacia algo superior. Recordarnos a nosotros
mismos es una forma de elevarse por encima de todos los Yoes que sólo
desean pelearse y hacernos la vida insoportable. Si nos recordamos a
nosotros mismos, si nos convertimos al Señor, recibiremos la vida con
frescura, con una nueva vitalidad, sin el velo que cubre nuestros “ojos” que
no son los “ojos” de manera literal, sino que, es todo nuestro aparato para
recibir y experimentar el mundo en esta experiencia terrestre. Así, las
impresiones son recibidas correctamente y transformadas en alimento
superior. Los días rutinarios y aburridos ya no tienen lugar cuando el velo
es quitado. Cada día tiene su afán.
LA OCTAVA DE TRABAJO SOBRE SÍ
Cada cosa que hacemos tiene un valor. Algunas sólo las hacemos
porque no tenemos otra opción y otras porque así lo deseamos. Tener un
empleo puede ser por necesidad de dinero, o sea, el valor está en el dinero,
en todo lo que este puede llegar a significar. Una persona de la farándula,
una persona famosa aunque gane millones esto ya no le significa nada, sino
que el valor está en el poder, la vanidad, el deseo de ser aún más famosos y
poderosos que otros. Un deportista puede desear vivir del deporte y da
mucha importancia a los hábitos para que su cuerpo este a la altura de las
circunstancias por encima de todos los vicios que conocemos.
Podemos realizar muchas actividades, aprender a cocinar, limpiar,

tocar un instrumento, estudiar un nuevo idioma, algo referido a una mejor
alimentación, salud, etc. Algunas veces nos sostenemos mucho tiempo en
alguna actividad y otras veces duramos sólo un tiempo o nunca tenemos
tiempo para empezarlas.
Podemos cuestionarnos por qué muchas veces decimos “lo haré

cuando tenga tiempo” o “mejor el año próximo”. Nos será difícil reconocer
que es sólo falta de interés. Cada uno de nosotros tiene interés por una u
otra cosa y eso es lo que nos motiva e impulsa a realizarla y a sostenerla en
el tiempo. Este “interés” es creado por la valoración de lo que hemos recibido
y aprendido a lo largo de toda nuestra vida. Por ejemplo: en qué época
nacimos, en qué país, nuestra crianza, educadores, etc. Según cómo se
valore todo lo que vayamos adquiriendo a lo largo de la vida será como nos
moveremos y actuaremos según nuestros intereses. Por ejemplo, ciertas
personas pueden solamente interesarse por las influencias A, dinero, poder,
fama, etc., y quizás otras puedan tener cierto interés por las influencias B,
nuevas ideas sobre la vida y el significado de la existencia humana. Así el
interés va guiando nuestras vidas, como una especie de brújula o GPS que
actúa en la dirección de lo que valoramos.
Algunos de nosotros, gracias al centro magnético, podemos encontrar

una Escuela. Luego de un tiempo, el centro magnético nos abandona y
quedamos por nuestros propios medios, ocupando el lugar del centro
magnético las influencias C, las influencias de la Escuela.
La octava de trabajo sobre sí comienza con la nota Do: “valoración de

las ideas de Trabajo”, pues porque si algo no es valorado, nada puede
comenzar. El interés por las influencias B no significa necesariamente que
hayamos dado la nota Do, tampoco el hecho de ya haber encontrado una
Escuela. Hay personas que permanecen años calentando una silla sin hacer
nada. La nota Do, o sea, la valoración de las ideas del Trabajo, comienza
cuando uno ve el milagro de estas ideas, cuando uno siente amor por ellas y
siente que no puede haber nada de la vida mecánica que pueda estar por
encima de ellas. No hay política por encima de ellas, no hay religión por
encima de ellas, no hay nada más valioso que ellas. En este momento, hemos
dado la nota Do, ahora nuestro Trabajo personal puede comenzar.
El siguiente paso, una vez que estas nuevas ideas son valoradas, es
estudiarlas y aplicarlas a nuestra vida. El trabajo personal debe ser algo
práctico, debe ser sobre nosotros mismos. La siguiente nota es Re:
"aplicación del trabajo a sí mismo". Una persona en esta etapa estudia el
sistema y se lo aplica a sí mismo. El trabajo debe ser práctico, no sólo lindas
ideas teóricas.
Cuando comencemos a aplicarnos las nuevas ideas, la nota Do sonará

más fuerte, la valoración aumentará. Todas las ideas al ser valoradas
correctamente, caerán en los mejores lugares de los centros y no en los
lugares formatorios y acostumbrados dónde suele caer la vida mecánica.
La valoración de las ideas del trabajo es importante, nos prepara para

utilizar las mejores partes de nuestra psicología.
La humanidad hoy se
parece a las piezas de un tablero
de ajedrez. Cada uno de nosotros
es utilizado y movido desde el
exterior quedándonos sin control
sobre nuestra vida. Todo lo que
hacemos, todas nuestras
opiniones y puntos de vista son
meros repetir lo que hemos visto
y escuchado en la TV, radio o
redes sociales. No tenemos ideas
propias, sino la de alguien más.
El sueño hipnótico en el cual nos
encontramos hoy, es tal que, nos
hace creer que somos libres, cuando en realidad todo sucede en nuestra vida,
no hemos decidido nada. Negar esto es una prueba del grado de velo que
cubre nuestros ojos. La lucha contra el sueño, la valoración de las ideas del
Trabajo y la aplicación de las mismas sobre nosotros mismos, nos dan la
posibilidad de ser los dueños de nuestra vida.
El trabajo personal comienza en la nota Do con la “valoración del
Trabajo”, prosigue en la nota Re con “la aplicación del Trabajo a sí mismo” y
la próxima nota en la octava de Trabajo es la nota Mi con el “entendimiento
de las dificultades personales”. Cuando una persona se pone a trabajar sobre
sí misma se dará cuenta que son muchas las dificultades que aparecen en el
sendero. Las dificultades pueden ser propias de nuestro ser o dificultades en
el conocimiento. Llega un momento que para poder avanzar y alcanzar la
nota Mi, es necesario que entendamos nuestras propias dificultades. Todo lo
que hemos aprendido a lo largo de nuestros años de vida forma parte del
conocimiento. Nuestro pensamiento, se basa en lo que tenemos guardado en
los centros. Nuestra mente lee y levanta los datos almacenados en los discos
de la memoria y con esta
información evaluamos el mundo.
A una persona de la vida
mecánica, un ser humano común,
le sería imposible tener un
pensamiento u opinión distinta
sobre la vida porque su
pensamiento se basa en la
información almacenada y
recopilada por su memoria.
¿Cómo podríamos pensar de una nueva manera? Necesitaríamos un

nuevo conocimiento y para adquirirlo debemos esforzarnos.
El conocimiento esotérico, el conocimiento verdadero parecería que

estaría oculto y que se le es negado a la mayoría de los seres humanos.
Gurdjieff decía que por la propia naturaleza del conocimiento, el mismo, no
podía estar al alcance de todos. El conocimiento está calculado para cada
persona, por ejemplo le corresponde 1kg de conocimiento por año a cada ser
humano. En los períodos de tiempo que estamos, donde a la gente sólo le
interesan las redes sociales, los programas vacíos, el fanatismo por algún
deporte o ideologías políticas, la destrucción de edificios educativos y
culturales, manifestaciones violentas para destruir todo lo que aparece en su
paso, etc., hacen que ese Kg de conocimiento quede sin que nadie lo reclame.
Cientos de kilogramos de conocimiento están disponibles porque a la gente
no le interesa o ni siquiera está preparada para recibir este conocimiento. El
conocimiento, el conocimiento verdadero necesita esfuerzo para ser recibido
y las personas cada vez quieren esforzarse menos. Todo se automatiza, todo
tiende a apretar un botón y que las cosas se hagan por uno. Estos son los dos
motivos por los cuales parecería que el conocimiento verdadero está oculto y
que es inaccesible para la humanidad.
Para los seres humanos interesados les queda mucho conocimiento, ya

que, lo que otros no desean pueden usarlo porque de otro modo se perdería.
Estas cantidades concentradas de conocimiento dan muy buenos resultados
a las personas que lo desean y que realizan el esfuerzo por asimilarlo.
Uno de los metales más valiosos es el Platino, el mismo posee muy

buenas propiedades de maleabilidad, densidad y anticorrosión.
Este metal valioso se utiliza en joyería, odontología, armamento y en

la industria aeroespacial.
Si se dispondría de muy poco Platino, toda esta industria se vería

afectada. Las joyas no serían de buena calidad y los satélites y naves
espaciales se deteriorarían rápidamente por la corrosión y no soportarían la
hostilidad del espacio.
Es necesaria cierta cantidad suficiente y concentrada de Platino en

estas industrias para obtener buenos resultados. De aquí su elevado valor,
sino se desperdiciaría, nada valioso podría obtenerse y los resultados de
estos productos serían pobres, de baja calidad.
El conocimiento verdadero es como el Platino, es un metal valioso

para el que lo desee. De la misma manera que no se obtendrían buenos
productos con cantidades pequeñas de Platino, algo similar ocurre con el
conocimiento. Con pequeñas cantidades del mismo, una persona no obtiene
casi nada útil y duradero para sí. En cambio, si tiene a su disposición cientos
de kilogramos de conocimiento, mucho será lo que pueda obtener.
Esto puede parecer injusto, pero no lo es. Cientos de Kg de

conocimiento quedan disponibles cada año porque a la gente no le interesa.
Si el conocimiento no se aprovecha se pierde, por lo tanto nada tiene de
injusto que unas pocas personas lo utilicen para trabajar sobre sí mismas.
Esto tiene la ventaja de que es algo positivo para la humanidad, porque,
como la humanidad es una, si un cierto número de personas es más
conciente, el conciente colectivo aumenta, ayudando indirectamente a que
algunas personas estén en mejores condiciones.
Para las personas que desean alcanzar el conocimiento les queda el

trabajo de esforzarse por buscarlo, reconocerlo y adquirirlo. Podemos
entender fácilmente que una carrera universitaria nos cuesta 6 años, que
ser cinturón negro de Karate nos tomará unos 5 años de esfuerzo, que
aprender un nuevo idioma nos tomará muchos años, pero la gente cree que
el conocimiento verdadero puede asimilarse en un rato, con una lectura,
leyendo posts o con un video de YouTube de 5 minutos. El conocimiento lo
debemos obtener de las personas que lo poseen, de las personas que han
transitado antes el sendero que nosotros. Con el esfuerzo de ellas mismas y
con esfuerzos de nuestra parte, el conocimiento puede así ser transmitido y
asimilado.
LAS ETIQUETAS NOS HACEN CIEGOS
La mayoría de las personas por el simple hecho de saber algo o de
conocerlo cierran la puerta a la investigación. Las etiquetas, el ponerle a
cada cosa un rótulo, un nombre para luego guardar esa definición en un
fichero psicológico hacen que nos perdamos la vida.
Una persona nos señala un gran árbol, nosotros por lo general lo

miramos y aplicamos automáticamente la etiqueta: “ah! es un árbol” o si
conocemos un poco más la etiqueta será: “¡ah! es un pino”, “¡ah! es un roble”.
Automáticamente en nuestra mente aparece la imagen de lo que hemos
aprendido, el conocimiento que tengamos respecto de un árbol pero, en
ningún momento se nos ocurrió observar ese árbol que nos señalaron.
Este mal hace que nunca estemos psicológicamente dónde debemos

estar, nada nuevo penetra en nosotros, nada fresco. El hecho de haber
conocido algo, de saberlo, no debe ser tomado como una mera cosa que se
guarda en una caja, se rotula y se lo almacena en un altillo.
Sé lo que es un árbol pero, ¿puedo observarlo sin juzgarlo? ¿Sólo

observarlo? sé que soy una persona testaruda pero, ¿puedo observar mi
testarudez? sé que por las mañanas soy negativo pero, ¿puedo observarme
en las mañanas?
El hecho de conocer algo lamentablemente hace que nos digamos

¿para qué observarlo si ya lo sé? ¿Para qué mirar si ya lo conozco? ¿Por qué
debo mirar el árbol si ya sé lo que es un árbol? Así de cerrada tenemos
nuestra mente hoy.
Podemos tener mucho conocimiento sobre botánica, pero nunca

observamos la naturaleza cuando la tenemos frente nuestro. Lo mismo
ocurre con nuestros hijos, los conocemos y damos por sentado que son así o
asá pero nunca los miramos sin la etiqueta, sin el rótulo.
Conocemos mucho de nosotros, sabemos que nos gusta lo salado más

que lo dulce, que preferimos el calor antes que el frío, que nos gusta la
música romántica, que nos gusta ir de vacaciones a las montañas y así.
Mucho es lo que conocemos de nosotros, ahora ¿lo hemos observado? Que lo
conozcamos no implica haberlo observado, esto debe ser comprendido. Una
cosa es conocer algo y otra muy distinta es observarlo. ¿Me he observado
comiendo algo dulce? ¿Me he observado en verano? ¿Me he observado
escuchando música? ¿Me he observado en vacaciones?
La observación de sí es algo activo, no pasivo. Para observarnos a
nosotros mismos necesitamos atención dirigida y no atención dormida. La
pasividad de creer que conocemos nos limita y nos justifica para no
esforzarnos por lograr atención activa y dirigida hacia nuestro mundo
interno.
El hecho de creer que ya conocemos las cosas, hace que siempre

tengamos en nuestra mente una imagen, una especie de holograma mental
que no nos permite observar ni el mundo externo, ni a nosotros mismos.
Los hologramas son una

tecnología avanzada que permite
recrear una imagen en 3
dimensiones empleando rayos
láser. En la industria del cine
podemos ver a Lord Vader
teniendo una charla con el
Emperador por medio de
hologramas. Muchos conciertos se
han llevado a cabo mediante el
uso de hologramas permitiendo
tener un recital de una banda
virtual como Gorilaz o ver a
Whitney Houston en vivo aunque
haya fallecido hace años.
Esta tecnología es muy

realista y podemos hasta creer
que las personas están allí
aunque no lo estén. Nuestra
mente es el creador de las imágenes tridimensionales más poderosas que
existen, solamente que por falta de autoconocimiento no sabemos darle un
buen uso.
Existe en una parte de nuestra psicología, un objeto psicológico

llamado mente. La mente es un procesador de hologramas. El inventor
Nikola Tesla que trabajó en el campo del electromagnetismo a fines del siglo
XIX y principios del siglo XX utilizaba el procesador de hologramas de la
mente para fabricar sus invenciones. Tesla trabajó en el campo de la energía
libre, en la trasmisión de energía sin cables y en el control de los campos
gravitatorios. Este inventor tenía la capacidad de esforzarse por sostener la
atención y recrear en su mente lo que deseaba investigar. Con años de
entrenamiento logró no solamente diseñar sus invenciones en la mente, sino
que podía visualizar un prototipo, verlo funcionar y corregir los errores.
Cuando todo estaba lo suficientemente pulido procedía a la construcción de
la invención. Hoy en el siglo XXI, los ingenieros utilizan software de
simulación para sus proyectos, cosa que Nikola Tesla hacía con su mente.
En el estado de sueño humano se suceden miles de imágenes

automáticas sin ningún control ni dirección en la mente. Son sueños, tan
deshilvanadas están las imágenes entre sí que es imposible que puedan ser
útiles. Si ponemos atención, las imágenes deshilvanadas se detienen y
queda la mente a la espera de que construyamos lo que necesitemos. La
atención nos pone en mejores condiciones, nos despierta, hasta cierto punto,
del estado de duerme vela que tenemos cotidianamente.
La atención dirigida hacia dentro de uno mismo permite percibirnos.

Este acto de percibirnos lo denominamos observación de sí. Con la
observación de sí, podemos ver qué somos en un determinado momento y
dejar de creer que ya conocemos lo que somos. El mundo interno, el mundo
invisible es aún más vasto que el mundo físico.
Cientos de lugares distintos se encuentran en nuestro interior,

aunque generalmente sólo frecuentamos unos pocos. Poseemos lugares
hermosos y lugares no tan hermosos, lugares donde reina la paz y lugares
donde reina la violencia y el odio, lugares donde somos felices y lugares
donde somos desdichados. ¿Dónde vivimos? ¿Dónde vivo? ¿En qué lugar de
mi mundo interno vivo? Esto debo cuestionarlo constantemente y sólo la
observación de sí puede dar la respuesta.
Podemos vivir con los lujos más codiciados, en una isla privada con
todas las riquezas que deseemos, tener la mujer más bella, el hombre más
bello pero en el mundo interno, vivir en un lugar oscuro, con humedad,
deteriorado, donde reina la envidia, el odio y la maldad. Cada uno de
nosotros tiene una vida psicológica que nadie conoce, que nadie tiene acceso
a la misma y eso es lo que somos realmente a cada momento. Podemos tener
títulos, una pared llena de diplomas, medallas de honor, una foto junto al
Papa, pero internamente soy desdichado.
El mundo externo, el mundo sensorial, sólo es una interpretación. El

verdadero mundo es el interno. Una persona da por sentado que es negativa
cuando llueve, esta persona ya sabe que si llueve se pone de mal humor.
Pero, esta persona puede que nunca se haya observado cuando está
lloviendo, por lo tanto está fija, no puede moverse de donde está. Esta
situación lleva mucho tiempo comprenderla porque por lo general creemos
que si ya sabemos algo el asunto queda cerrado. El conocimiento de sí no
puede ser algo fijo como si guardaríamos algo en un cofre bajo llave por
años. Debemos observarnos aunque creamos que ya sabemos cómo somos.
Lo cierto es que no nos conocemos pero creemos que sí.
La observación de sí es un acto de atención controlada y vuelta hacia

dentro. La observación comienza con el Yo observante, una parte de nuestra
psicología que puede separarse del resto y observar de manera imparcial. Al
comienzo de la observación de sí nos daremos cuenta que nos resulta difícil
sostener la atención, no tenemos suficiente energía pero, el hecho de seguir
intentando y de luchar contra la mecanicidad, hace que día a día cultivemos
esa energía que necesitamos. Hoy decido observarme y lo hago por un
segundo, mañana lo vuelvo a intentar y lo hago por 2 segundos, luego 5
segundos y así, como un buen agricultor que cosecha la tierra con paciencia
y buena voluntad. Así, el trabajo sobre sí dará sus frutos.
PENSAR DE UNA NUEVA MANERA
Este sistema se basa precisamente en comenzar a pensar de una
nueva manera. Si una persona se pone negativa por lo que alguien pudo
decirle, la culpa es exclusivamente de ella. La persona que se pone negativa
es la única culpable de su estado.
Todo lo que recibimos del exterior mediante los cinco sentidos debe
ser transformado y esto sólo es posible si comenzamos a pensar distinto de lo
que lo hacíamos habitualmente y si recibimos la ayuda proveniente de una
Escuela. A cada momento, las circunstancias externas nos obligan a
reaccionar y siempre reaccionamos de la misma manera. Nosotros somos
nuestras reacciones. La vida externa nos llega en forma de impresiones y
depende de nuestra forma habitual de recepcionar y etiquetar todo lo que
nos llega siempre de la misma manera, con los recurrentes puntos de vista y
actitudes. No podemos esperar a que las circunstancias externas mejoren
porque nunca lo han hecho en miles y miles de años, ¿por qué habrían de
mejorar ahora? Todo el esoterismo se basa en la astucia e inteligencia de
cambiar la forma en que recibimos la vida. Ver todo el drama de la vida de
una nueva manera, abandonar los antiguos puntos de vista que sólo nublan
nuestra vista y así, todo siempre lo vemos gris. Esta es la transformación de
sí, construir una nueva mente, la metanoia, crear una nueva mente libre de
juicios y contradicciones.
La construcción de esta nueva mente viene acompañada con todo el

trabajo sobre las distintas estructuras psicológicas que posee nuestro mundo
interno. Trabajar sobre la
identificación, las emociones
negativas, la charla interna, los
Yoes destructivos, las funciones y
los centros. La nueva mente es
tomarnos la vida de una manera
más abierta, libre de todo el
condicionamiento implantado por
miles de años sobre el ser
humano. Una mente viva, rápida,
sutil, fresca y abierta a un nuevo
mundo de significados. La mente
del ser humano hoy es una cosa
rígida, pre-fabricada y adquirida.
Platón diferenciaba a las personas apegadas a sus sentidos de las
personas comprensivas. La primera cree que la materia creó la mente,
mientras que la segunda cree que la mente creó la materia. La ciencia
postula que el cosmos, el universo, se creó a partir de una combinación de
átomos. Los mismos se condensaron para formar miles de millones de
mundos y galaxias. Luego, de algún modo, surgió la mente, la vida y la
conciencia, apareciendo animales de todo tipo, una inmensa variedad de
vegetación, insectos y el ser humano.
Debemos empezar a pensar de una nueva manera y ver dónde

justamente es el lugar en el cuál tenemos la posibilidad de cambiar. Si todas
las impresiones que recibimos del exterior las tomamos de la manera
negativa habitual, nuestra vida será una masa de reacciones negativas y eso
seremos nosotros. El trabajo sobre sí comienza con la observación en el
punto justo de entrada de las impresiones. Podemos dejar que penetren de
la manera habitual, automática, de manera negativa o podemos comenzar a
tomarlas de una nueva manera y así dejar de ser un autómata.
Para alcanzar un nivel de Ser más alto, debemos transformar las

impresiones que penetran a cada momento en nosotros, esto sólo es posible
si el Trabajo ha llegado hasta ese punto, si ha llegado a tocar nuestra mente.
La situación actual del ser humano es la siguiente: las impresiones,

todo lo que es registrado por los 5 sentidos, llegan solamente a la
personalidad. Esto se asemeja a un centro de logística donde todo está
automatizado y cada cosa que se recibe, se etiqueta y se pone en cintas
transportadoras para luego ser archivadas o almacenadas en un enorme
almacén o depósito. Cada paquete similar es tratado de la misma manera,
no existe un tratamiento distinto, profundo o más minucioso de lo que se
recibe. Hoy en día, existen los almacenes inteligentes, que son grandes
depósitos dónde se almacenan los paquetes. Nuestra personalidad se
asemeja a esto. Nada es tratado de manera humana, más conciente; sino
que, todo está automatizado.
El cambio de mente se asemeja a dar una atención personalizada, con

afecto humano y carisma a cada paquete que es recibido. Hoy, la recepción
de las impresiones es fría y mecánica, por lo tanto, la esencia, la parte real
del ser humano, pasa hambre. El cambio de mente, tomarnos la vida de una
nueva manera, hace que las impresiones penetren y lleguen hasta la
esencia.
La vida del ser humano hoy es un mero reaccionar mecánicamente.
Llega un paquete y este es enviado a un determinado sector del almacén, o
sea, llega una impresión y la misma es recibida por los Yoes y éstos sólo
saben reaccionar de la única manera que les es posible. Si no nos
observamos a nosotros mismos, los Yoes toman el control de la máquina y en
ese momento creemos que somos ellos. Por ejemplo, un Yo hace posesión del
centro motor, la cara comienza a tensarse, el ceño se frunce, apretamos los
dientes y en ese momento somos la reacción mecánica, somos esos Yoes que
se hicieron cargo de la situación que acontece. A cada momento estamos
identificados con los Yoes porque olvidamos de observarnos a nosotros
mismos. Las impresiones penetran y siguen el curso acostumbrado, no hay
un tratamiento para ellos de nuestra parte, no podemos observar como la
vida nos llega y a cada momento nos identificamos con todo. El Yo
observante debemos colocarlo en el punto exacto de la entrada de las
impresiones y así poder clasificarlas y darles respuesta de una nueva
manera. Si nadie observa ¿cómo vamos a cambiar la forma de tomarnos la
vida? Sin observación de sí, ningún cambio es posible y sólo nos restará
quejarnos porque la vida no ha sido justa con nosotros.
Al momento que creemos que nuestro estado interior es el normal,

que es la única manera de que las cosas pueden ser tratadas, o sea, nos
damos por sentado, ningún cambio de sí es posible, nos restará esperar que
la situación del país mejore, que mis hijos cambien, que mi mujer o mi
marido cambien, que mis padres cambien y así. No podemos creer que esto
sólo le sucede a unas pocas personas, esto le sucede a cada uno de los seres
humanos. La personalidad, el lado adquirido en nosotros, se crea en base a
lo que nos rodea, se hace del entorno. Hoy las personas son una completa
máquina de reaccionar. La personalidad se hace cargo de nosotros a cada
momento y ejecuta un número de reacciones mecánicas, más no puede
hacer. Estas reacciones forman la vida de una persona, esta es su vida,
reaccionar mecánicamente a cada impresión que le llega del exterior o del
interior.
Cada uno de nosotros recibe la vida en forma de impresiones, aunque

la vida parezca siempre la misma y única para cada persona, no lo es. La
vida es recibida por cada personan de manera diferente, cada uno de
nosotros vive “su vida” y es diferente para cada uno de nosotros. La forma en
que nos tomamos la vida, como es clasificado y distribuido cada uno de los
paquetes en el gran almacén de nuestra mente, constituye nuestra vida. La
forma que tenemos de distribuir y almacenar los paquetes, ese algoritmo
automatizado y repetitivo es lo que debemos cambiar. ¿De qué manera te
tomas la vida en este momento? Pregúntate a ti mismo ahora. ¿De qué
manera me tomo tener un ser querido a mi lado? ¿De qué manera me tomo
ese árbol que veo por la ventana? Es momento de tomarnos la vida más
concientemente y comenzar a transformar las impresiones, es decir,
tomarnos la vida misma de una nueva manera.
Solamente gustamos de nosotros mismos y nos disgustan las personas

que no simpatizan con nosotros. Nuestro centro emocional debe ser
purificado, al momento está hasta el tope de emociones negativas. En el
estado actual solemos creer que somos personas consideradas y que nos
importan los demás. La realidad es que mucho de lo que decimos y hacemos
no nos gustaría que nos lo hagan a nosotros mismos. Si somos de las
personas que dicen que nos importa el prójimo, entonces debemos
observarnos a nosotros mismos.
Externamente una persona puede ser muy cortés, muy atenta y muy
amable pero, internamente habría que ver cómo trata a las demás personas.
La observación de sí nos muestra cuál es la clase de charla interior que
poseemos. El propósito de este Trabajo es cambiarnos internamente por
medio de la purificación de las emociones. Es muy importante observar cómo
nos comportamos internamente, cómo es nuestra vida interior e invisible.
Todo el esoterismo trata del mundo invisible. Comprender esto toma muchos
años de trabajo en una Escuela. Cuando nuestra vida externa es gobernada
por nuestro mundo interno, es decir, que lo externo obedece a lo interno es
porque un nuevo cuerpo psicológico opera en la persona. Esta persona posee
lo que este sistema denomina: “segundo cuerpo”. Hoy ocurre todo lo
contrario, la vida externa, todo el drama de la vida controla nuestro interior,
somos unos completos autómatas dirigidos por las noticias, el clima, la
crítica y cualquier otro tipo de evento ínfimo como no tener internet en el
celular o móvil. Esta es la vida interna que poseemos hoy.
El Trabajo, todo el esoterismo con sus nuevas formas de entender la

vida, empiezan a crear un nuevo instrumento de recepción, un aparato para
recibir las impresiones externas e internas. Este cambio de mente sólo es
posible con la ayuda proveniente de una Escuela de Cuarto Camino, con la
ayuda de personas que han transitado el sendero antes y pueden
mostrárnoslo, aunque, cada uno deberá dar sus propios pasos.
Cada idea de este sistema del Cuarto Camino, cada diagrama, cada
dibujo, cada uno de los trozos de enseñanza se asemejan a las partes de un
celular o móvil. Imaginemos nuestro teléfono desparramado en todas sus
partes. Por un lado su display o pantalla, por otro, sus botones o teclas, por
otro el chip o procesador principal, módulo wifi, memoria interna, cámara,
micrófono, altavoz, etc. Todas estas partes, unidas de manera correcta,
hacen que el móvil funcione y permita comunicarnos. Lo mismo ocurre con el
Trabajo, cada parte de esta enseñanza debe ser unida por medio de la
comprensión y la valoración del sistema, así se pondrá en funcionamiento un
nuevo aparato receptor de la vida misma. Este nuevo aparato es en realidad
un nuevo organismo entero y completo, un organismo psíquico, es otro
cuerpo. Este nuevo cuerpo, muchas veces llamado segundo cuerpo, es una
cosa organizada dentro de uno mismo cuando el Trabajo vive en nosotros.
Ahora, este nuevo organismo, controlará al antiguo organismo que se
encontraba desorganizado, lleno de contradicciones y sin dirección alguna.
Ahora, es cuando resucitaremos de entre los muertos, ahora es cuando
empezaremos a tener la vida que merecemos por derecho divino, la vida que
está destinada para cada uno de nosotros, la vida de un ser humano cabal
creando su mundo feliz.
EL TIGRE
El tigre se encuentra principalmente en el continente asiático y es
una de las especies de felinos más grande del mundo. Muchos de ellos viven
en medio de la salvaje selva con sus crías. Cuando es época de caza, el tigre
no se apresura, confía en sí mismo y está seguro de cuál es el mejor
momento para actuar. Esa confianza y esa seguridad es la que le transmite
a sus crías con su ejemplo. El tigre descansa sobre una gran roca, con su
gran porte, con su mirada serena fuera del tiempo, su postura irradia
seguridad y confianza interior. Entiende que habrá días difíciles, donde
comer se dificulte, días que tendrá que huir por alguna amenaza, pero
siempre estará seguro de cada decisión que tome y nunca dudará de sí
mismo, ni se pondrá mal si algo no sale como lo esperaba. Sabe que tomó la
mejor decisión para ese momento. La vida siempre busca el equilibrio. El
tigre lo sabe. Hay momentos duros en su vida y eso hace que otros días sean
mucho más felices.
Cristo dijo: “Angosto es el camino que conduce hacia la vida y pocos son los
que lo encuentran”
Para tener una vida real y crear nuestro mundo feliz, necesitamos el
autoconocimiento. Al principio, necesitamos ayuda de los que transitaron
antes el camino. Estas personas, que conocen los métodos y herramientas
para liberarnos, las encontramos en las Escuelas de Cuarto Camino.
Salir de la prisión es posible, sólo depende de nosotros.
Agradecimientos:
Deseo agradecer a mi mujer y compañera de viaje Carolina por su

apoyo y paciencia en este último tiempo. También deseo agradecer a Julieta
de @tip.express por su ayuda y gran trabajo en la transcripción de los
manuscritos.
Seguinos en:
https://www.instagram.com/escuelacuartocamino/
https://youtube.com/playlist?list=PLSSpGFqwqHITlEdxHiu_4g95-LfvW4WyI
https://www.facebook.com/cuarto.camino.359
Escribinos a:
escuela4camino@gmail.com
Te esperamos en la Escuela de Cuarto Camino para iniciar el viaje de

autoconocimiento.
Este libro, junto con sus dibujos y gráficos, son propiedad de Guillermo Gustavo Lio. El mismo está
protegido por SafeCreative, código de registro 2112310155627. Sólo se permite el uso personal y no comercial del
mismo. No está permitido vender este libro. Puedes distribuir este libro a todas las personas que desees y que
creas que pueda ayudarlas, de manera libre y gratuita.

Lio, G.G. - La Cuerda Que Proviene Del Sol

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GUILLERMO GUSTAVO LIO

La adquisición y posesión de cosas externas con la fantasiosa promesa

Cuando satisfacemos un deseo, inmediatamente sentimos que necesitamos

Si observamos la vida del ser humano veremos que corremos para

Lo irreal, lo fantasioso, nunca podrá llenar el vacío real existencial

Si logramos tener un atisbo, una pequeña vislumbre de lo que esto

Cuando nos damos cuenta de que nuestra vida real no es la externa y

Algunas noches salía a ver las estrellas, el cinturón de Orión me

Durante la adolescencia, todas esas sensaciones que disfrutaba de

En mis tiempos libres, cuando no tenía que estudiar, siempre tenía

1 Término que se utiliza de manera informal y que significa trabajo temporal.

Cierto día, luego de una jornada laboral exhaustiva, con un

Me llevó unos cuantos meses convencerme, dejar de lado todos mis

Todo lo que me he dispuesto a escribir y representar en imágenes en

El SER “es” pero no se conoce, entonces se parte en dos para poder

Para ser conciente de sí mismo, el SER necesita experimentar una

El SER se encuentra fragmentado, partido en pedazos y anhela volver

Quizás ahora podamos comenzar a entender el porqué de la creación,

Un rosal siempre da rosas, un limonero siempre da limones, un

La situación del ser humano, no tiene explicación en el mismo nivel.

En nuestra imaginación o fantasía nos creamos una imagen de lo

Este sistema que me dispongo a transmitir, es conocido en esta época

Este sistema conoce nuestro origen esencial. La esencia ha descendido

Nos resulta difícil comprender que se necesitan 3 fuerzas para crear

1ra fuerza → Tengo un pensamiento de que necesito un celular o

2da fuerza → El celular cuesta cuatro sueldos.

3ra fuerza → Mi emoción dice: igual lo quiero.

En el ejemplo anterior se pueden ver claramente cada una de las tres

Otro ejemplo podría ser una manzana que cuelga de un manzano.

No podemos entender y comprender la ley de tres sino hasta que no

En el estado actual que vivimos, llamado vigilia, creemos que

Supongamos una conversación con dos personas, una persona afirma

El universo está regido por leyes, la Ley de tres o trinidad es la

La situación hoy es tal que

Mecánicamente la personalidad comienza a crecer alrededor de la

Según este sistema, en

Desde el mundo atómico, molecular y hasta el mundo estelar, creación

Las tres fuerzas existen en el universo como activas, solamente que

El ser humano no conoce la existencia de la tercera fuerza o

No podremos reconocer la existencia de estas tres fuerzas hasta que

Es importante estudiar la ley de tres en uno mismo. Estudiar cómo

Nosotros vivimos en un lugar o sitio del gran cosmos, de la gran

El rayo de creación comienza en el Absoluto, la unidad. Con la

En el Absoluto opera 1 ley, la voluntad del Absoluto. En el mundo 3

Podemos ver claramente como a medida que la fragmentación

Las leyes de los mundos

Pensemos ahora en un dedo de la mano, el mismo tiene cierto grado

En el ejemplo del dedo, éste no puede escapar físicamente, la única

El ser humano vive en dos mundos, el fenoménico, el externo, el de los

Cuando somos negativos no poseemos nada de libertad interior, somos

Cuando somos negativos, vivimos en la Luna, en estado mineral. ¿Qué

¿Podemos darnos cuenta dónde vivimos? ¿Por qué este trabajo es

La ley de siete se la suele llamar ley de octavas en analogía a las

En un piano, el Do central vibra a una frecuencia de 261,63 Hz. En la

En la música tenemos 7 notas, en la semana tenemos 7 días, en el

En un piano tenemos por ejemplo el acorde Do mayor formado por las

En la creación, el Absoluto con su voluntad crea las tres primeras

Si no existirían los semitonos, cualquier cosa que comenzase, nunca se

Consideremos para el estudio de los semitonos un piano. Las teclas

Volviendo al ejemplo de querer ir del punto A al B nos queda:

Deseamos ir de A a B, en teoría es un camino recto, sin dificultades.

Albert Einstein dijo: “ningún problema puede ser resuelto en el