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Mariano Dubín
Dubín, Mariano
Bardo. - 1a ed. - La Plata : Pixel, 2011.
56 p. ; 21x15 cm.
ISBN 978-987-27536-0-3
Textos
Mariano Dubín
Fotografía de Tapa
Federico Sager
Ilustración de tapa
Franco Glellel
Diseño
Pixel Editora
identidad_pixel@hotmail.com
www.laboratoriopixel.com.ar
laboratoriopixel.blogspot.com
Alcides Gandolfi Herrero, uno de los bardos en los que Du-
bin dice encontrar la huella que me explica, tituló a su
poemario Nocau lírico. La contundencia y la sorpresa de
tal imagen tendría su correlato en la biografía del poeta:
boxeador durante 14 años, campeón de la categoría livia-
no. A Dubín no se le conocen antecedentes pugilísticos.
¿Se tratará de un peleador callejero? Su nariz no parece
de las que han aguantado muchas piñas. Pero en sus ver-
sos se suceden las relaciones de combates sin cuadrilátero,
cuerdas ni jurado. De puro guapo. Contra una gorda en-
rulada, contra la mujer que lo llama vago porque no en-
tiende su necesidad de mate, pantuflas y quien le caliente
las piernas, contra guachos bravos en serio que le dan sin
asco. Pero sobre todo, y no sin humor, Dubin la emprende
a poéticos trompazos con las contradicciones que lo atra-
viesan. Un santo en un malón dantesco, un burgués triste,
un héroe de la clase obrera, el héroe de las trolas tristes,
uno que quiso ser Rimbaud se suceden, entre otros, por
los versos. ¿Y cuál de todos era yo?, se pregunta el poe-
ta. Un judío errante no sólo de los territorios -el centro,
la academia, los barrios, la Isla Paulino, la zona roja, las
niñas putas de la alta clase universitaria-, sino sobre todo
un errabundo del lenguaje. Los cielitos patrióticos, la gau-
chesca, el lunfardo, el Siglo de Oro, el tango, la cumbia
villera. No hay fusión entre esos vocabularios, hay puro
choque. Y los versos son las batallas en las que el poeta
ha combatido. Él es esas luchas, esas palabras insumisas,
este Bardo.
Parte de guerra
…la Araucania
los vagos de la esquina de mi casa
el Incario /los verduleros del barrio
los tobas /los albañiles los bardos
las trolas paraguayas /los arrabales
todo /curtido en nuestra espalda…
San Martín
escribió en el paredón
declaró la guerra a todo el Imperio
era otra vez
correntino y villero.
/compañeros
la guerra se la haremos
así curtidos
sin dinero
si no tenés pelotas para curtirte
por tu patria
tomatelá
que vienen los tiempos
de los que tienen el
odio engordando
sus venas/
le pregunté al croto
del baldío
quién escribió esa mierda
y se reía:
¿no sabías?
se declaró la guerra
y me vas a tener que pagar
todas las tardes
cuando quiera
las monedas
para mi cerveza.
7
Mariano Dubín
/RELIGIÓN O MUERTE/
Me tiro al zanjón
pitá del fuerte me dice
Ramón Contreras
8
Bardo
che Ramón
vos sabés
todos los mates
que queman las tripas
hoy se justifican…
9
Mariano Dubín
Flaco Pescuezo
Flaco Pescuezo
para en la esquina
bardea las minas.
Su panza arde
el vino compartido
el fuego latido.
Cuello de gallina
siente en las tripas
como cruje la muerte
su hambre de días.
En una zanja
en un baldío
en un pasillo
duerme el Flaco
borracho meado
curtiendo su dolor.
Se apaga como
una civilización
sus ojos en el trago.
El Flaco Pescuezo
se tira en la esquina
entre trapos y bolsas
hace su rincón.
10
Bardo
El Flaco se duerme
tirado en el piso
se apaga como
una civilización.
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Mariano Dubín
Guantes/1
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Bardo
Basilisco
Desperté en zanjas
en cabarés
en mi alma en pena
perdí en una partida de truco
mis huesos dormidos
nada más recordé:
En sábanas limpias
una noche de Olivos
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Mariano Dubín
¡eh negra!
¡escuchá lo que dice el gil!
Busqué en el mapa
los pueblos más lejanos:
Chos Malal
Angastaco
el barrio
despertaba cuando
sus gases reventaban
tornados del Caribe
el alma en mi pecho
yo lo canté
siempre se vuelve
al primer amor:
14
Bardo
y a mí,
¿qué?
¿quién me acerca a la parada?
me desperté:
borracho sobrio dormido más alto más bajo
…quemé mi hogar
para escapar de su mirada
y hoy ya no tengo lugar
para volver atrás.
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Mariano Dubín
La puta
La puta
prende
su primer cigarro.
Los árboles
la luna
y la tenue melodía.
Las piernas
le tiemblan
un monte adentro.
Su amiga
le arregla el pelo
río revuelto.
Pecas
todos los dientes
y su primer cigarro.
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Bardo
Isla Paulino
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Mariano Dubín
Caminaba por
Santa Fe esquina Cerrito, pero
un criollo de los de mi barrio los que conocí
cuando andaba por el monte con
mi abuelo cazando vizcachas para comer para
ir a la casa con la abuela y sentir todo
el calor de los guisos y las coplas del campo sentí
mi barrio de zanjas abiertas y panzas pobres.
Caminaba por
Santa Fe esquina Cerrito, pero
un criollo de los del campo de mi
barrio de la fábrica un indio guaraní
me agarró del brazo él también agarrado a un
niño de pocos años a un bebé a un nenito
y me dijo “por favor, necesito una moneda, para
comer una moneda sola algo para”
y yo que pensé entre pobres solo pobres
entre los guisos que llamaban mugrientos los
criollos de los ranchos,
me sentí enojado
casi lo empujo casi
se me escapa un hijo de puta un San Martín
para gritarle
qué hacés criollo
llorando entre estos gringos, entre
tanta mierda, se macho
entre blancas estiradas su piel de
sus bolsillos llenos con
moneditas de oro y de arcoiris en sus años cromados.
Caminaba por
Santa Fe esquina Cerrito, pero
había turistas raros
de idiomas que no se enseñan no se hablan
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Bardo
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Mariano Dubín
Arte pop
Estudió
no recuerdo dónde
escuchaba jazz
y hablaba de griegos fiestas
y otros entonces.
Su risita discreta
y sus pasos de bailarina
en la cama
arrullando el miedo
en la oscuridad
no repetían aún aquello
de
qué divertido es ser un rato quien no soy
pero
luego encontró
perdiéndose
en pampa y la vía
siempre más emoción.
Allí pensó
por vez primera
pitándose un cigarrillo
(echándome el humo)
qué divertido es ser un rato quien no soy.
Me dijo
que era el mundo poco redondo
dentro de sus ojos,
y conoció
en un vino de cartón
todo el amor a nuestra nación.
20
Bardo
Le surgió divertida
primitivo amor
la melodía del pueblo.
Ella bailaba
nunca olvidando reir
qué divertido es ser un rato quien no soy.
Pero
los ranchos eran una cuadrícula
hermosa
incendiados parecían
arte pop.
La pobreza es divertida
sonrisas de la vida
porque uno sabe
qué divertido es ser un rato quien no soy
pero
los ranchos eran una cuadrícula
hermosa
incendiados parecían
arte pop.
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Mariano Dubín
Antonio
Antonio
botelleaba por la orilla
de los campos
allá el hambre
y acá el hombre.
La barba
la zumbaban todas
las moscas
su panza
nunca rezongó
haciéndose milanesa
de algún bicho
gato
rata
lagarto.
Sé que lo enterraron
a lo criollo
entre paisanos
una cruz
anda clavada:
22
Bardo
de tierra arena
su huella
de
botellero voy.
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Mariano Dubín
4161
hoy lo nombran
como a la anorexia a dios a las drogas
a todo lo que no te ha de faltar
pero yo encuentro
en esa palabra prohibida
cuando era paredones y baldíos
yo lo encuentro prohibido
cuando todos teníamos
mate y tortas fritas
un rancho donde madrugar.
24
Bardo
revolución
amigo
es buen momento para hablar
nuevamente
de la revolución
criollos indios
gringos negros
25
Mariano Dubín
de chico entré
con mi abuelo al monte
llevaba en su hombro
una escopeta
disparó a la oscuridad
quien no lo conocía
pensó ver nada
y hasta alguno que se reía
viejo no gastés balas al cuete
pero
el viejo se acercó
volvió de la oscuridad
con la presa que esperaba
mi abuela en la cocina
poetas políticos
policías maestras de lengua
todos ciudadanos que protegen
al menor
pero yo imagino
26
Bardo
a todos aprendiendo
levantar cañas
o manzanas
con un peón
criollos indios
gringos negros
creo
que es buen momento
para hablar
nuevamente
de la revolución
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Mariano Dubín
Con permiso
pa´ la peonada
Yo me iba durmiendo
en la vera del río me fui,
acordoneándome el alma
desperté
un monte
talándose por dentro.
Cuando la tierra
en sus hombros
yo me pierdo
y no vuelve,
Yo quiero bailar
señorita Aguirre
guardarle en el algodón
la muerte de su vientre
yo me pierdo
y no vuelve…
que me muerda
una yarará acordeón
curame de esta pena hoy
porque yo me pierdo
y no vuelve…
28
Bardo
porque me pierdo
y no vuelve.
Cuando calle:
vino monte sol
yo quiero ir
otra vez
monte vino sol
no te olvides
otra vez
porque yo me pierdo
y no vuelve…
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Mariano Dubín
Ciertos inconvenientes
30
Bardo
también
con toda esa sangre
dentro de los recuerdos.
Confundía yo
o confundía
la realidad la verdad:
no eran los malevos ellos
sino
los malevos de mis versos.
Me hablaban entonces
más barrocos más lunfardos
porque no podían ellos tampoco
olvidar que iban a estar
en mis versos adentro.
Y ya no me dieron
cerveza caliente sin gas.
El paraguayo Carlos
me repetía
no te olvidés los gigolós
tenemos una angustia
atrapada escondida
no olvidés me lo decía
sin ninguna bravura
sólo una 22 en la cintura.
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Mariano Dubín
Un vago me apuró:
¿sos dubín?
“soy yo”
pero si sos
blanquitogordo
usás anteojos
¡cómo mienten los libros
hermano!
y si yo quería hablar
me callaban
hasta un amigo
me atajó me dijo:
la verdad es que te prefiero
en los libros.
¿equipo de fútbol?
¿a favor de la industria pesada
de hacer huertas
o fumar marihuana?
¿vírgen o peronista?
Mi esposa:
La plata
no la cagan los monos:
¿escuchás?
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Mariano Dubín
Abraham
Abraham
bume mi zeide abuelo
me enseñó el sistema solar
con manzanas naranjas
sobre una mesa.
Me enseñó
las pirámides
los secretos
del petróleo
me dio para leer
David Copperfield
pero se disgustó
cuando a mis doce años
llevé conmigo
el manifiesto comunista;
en su biblioteca encontré
a los primeros poetas
Heine Darío también las
historias de Solón sabio
que fue poeta subversivo
y cruzó el Egeo conmigo;
los mares fueron, el sistema
solar el petróleo:
la biblioteca.
Me enseñó
tangos y renegó
34
Bardo
yo fui
rabino y comunista
leí a los siete años
David Copperfield escuché
tangos malditos que son
que me hicieron perder
también
en un desierto.
Mi zeide mi bume
nombró en palabras
ya secretas para mí
algo,
que me hace
aunque no quiera
lituashne polishe
me hace rabino
comunista
me hace volver
a ese desierto al que ya
nunca más
volveré.
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Mariano Dubín
Guantes/2
36
Bardo
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Mariano Dubín
Me aburguesé me cambié
el peinado
las alpargatas por unos zapatos
carey también.
No me puse corbata
pero hablé en francés:
eh guacho no te cortés
¡ay!
siempre fui
el judío errante.
abandoné
a los cogedores
de corderos,
gauchos sureños:
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Bardo
¡sáquense el sombrero!
me aburría tanto
sabiendo que
mi barrio estaba tan cerca
siempre dentro mío:
Marcial Catulo
tomaban vino
patero en la puerta
de un conventillo,
Quevedo escuchaba
una cumbia reía
villera es:
catología de negras tetonas
culonas de su lenguaraz
labia barroca.
En pisos de madera
estudié
lustrados
acomodados
prolijos
¿entendés mi cagadera?
Yo extrañaba
la tierra los chanchos los chamamé
cada vez más
cada vez
39
Mariano Dubín
te rescataste guacho
extrañaba
reo mareo
de una cerveza
en una barra
lugar: Berisso
(a la vuelta de donde escribo.)
Me volví
en la esquina:
donde un día clavarán
una cruz un vino
40
Bardo
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Mariano Dubín
42
Bardo
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Mariano Dubín
Olímpica X
44
Bardo
Antiestrofa I,
dicen
que en los cementerios
escribían “no saben
por dios lo que se pierden” lo que hay
dicen que los linyeras despertaban
y tiraban el vino en la última gambeteada
que en el 86
este villerito dio.
Yo descubría la patria
cada vez, cada vez más
en cada defensor que
dejaba atrás.
El gordo escapado
de algún malón pampa
sabe
que la poesía es el ritmo
de curtir experiencia
con sentimientos ajenos.
Juremos con gloria morir
me enlacé
en tus botines al ver caer
en una épica villera
en una homérica gambeta
a todos los defensores.
Los negros no lo quieren
no por lo que ganó
nadie confía en los que ganan
cualquiera es premio nobel
presidente de la nación
proxeneta campeón:
todos rubios universitarios
con campos autos televisión
con caras de
“me llevo tu vuelto” “terminó la función”.
45
Mariano Dubín
Epodo I,
no saben cómo me rompe las pelotas
este continente
que quiere solo indios fracasados,
yo quería aire acondicionado
para el verano.
Antiestrofa II,
Yo quise jugar como él
pero solo por las minas
la plata poder cagar
a la hinchada,
Epodo II,
lloré casi
(llorar es de puto
yo no lloro:
tengo diarrea)
cuando
en la televisión lo vi
muriendo
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Bardo
Estrofa III
pero el gordo sí que sabía
de poesía
por eso gasto mis últimos mangos
en la cama escribiendo
versos al Diego,
mientras me imagino en el potrero
esquivando
desparramando por el barro
a los vagos,
gambeteando las toscas
me sale el arquero
adelantado
se la pico con la zurda
y ya la patada del defensor
no me duele
porque del piso
con la cara escrachada
por una piedra
abierta veo
el ojo mocho
ensangrentado
veo
la pelota picando
pasando los dos palos
que hacen de arco,
47
Mariano Dubín
Oda a la escuela
I
(aún sobrio)
No fue en la escuela
donde aprendí
el guaraní criollo:
yo las amé
yo no le dije a Dios
que las vaginas sean ranuras
ni las penumbras rojizas
sean espasmos de una flor
de primavera
pero recuerdo
el triste trocado de eternidad
que es un monte
en tu cuerpo desnudo
con los billetes de un fulano
lánguida belleza pálida esmeralda de tus ojitos criollos
me dormía la ventana
la lección de geografía de lengua.
tropilla de un pelo
pobreza de un solo amor
yo soñé
con sus tetas de colores policromes
señoritas
cuando dormí en el suelo
por primera vez
yo las soñaba
y eran como los Andes
en mis manos,
49
Mariano Dubín
tropilla de un pelo
el gaucho más infeliz.
Aprendí en la calle
que las mujeres hay tristes
criollitas gringas
paraguayitas rusas
tropilla de un pelo
pobreza de un solo amor.
Escupen su sexo
en un pañuelo no les pude
las quiero
en su nariz
siempre fui un François Villon arrabalero
escribir un poema
que las redima que entre
sábanas sudadas ajenas seamos
los cuatro de copas
con champaña merca
para la noche entera.
II
(ya borracho)
¡ay!
yo le robé unas monedas
no lo escuché
al croto pitón …
Dicen
si yo hubiera hubiese haya sido creería
otro tiempo mejor que otro distinto
otro mucho no éste
entiendo no hablo se imagina se sueña
dicen
con Cleopatra
besos en nalgas
pálidas noches luna llena rodeados
aromas intrigantes vaginas gatos secretos
dicen
soñar levantar un fusil
bandera roja praderas lejanas
ser un héroe en Hungría en Rumania en Croacia
en algo que
pero
soy el único
que agradezco no haber
nacido ni un
segundo antes un segundo después.
51
Mariano Dubín
III
(aún despierto)
una maloneada
al Mio Cid campeador recuerdo
curtirle la espada la cruz las pibas
culearlo en plaza pública
cantando un lonkomeo
llorando por su culo abierto
tropilla, no recuerdo
borracho pendenciero
hermano piola el vago
juntaríamos tigres cebados
perderíamos
en iglesias en santuarios
en espera en claraboyas de baño
cansados
tropilla, no recuerdo
IV
(aún)
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Bardo
me vuelvo a escapar:
¡adiós, señoritas! ¡sus piernas largas! ¡mis tiernas maestras!
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Mariano Dubín
Post data.
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Bardo
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