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BARDO

Mariano Dubín
Dubín, Mariano
Bardo. - 1a ed. - La Plata : Pixel, 2011.
56 p. ; 21x15 cm.

ISBN 978-987-27536-0-3

1. Poesía Argentina. I. Título


CDD A861

Fecha de catalogación: 02/11/2011

Textos
Mariano Dubín

Fotografía de Tapa
Federico Sager

Ilustración de tapa
Franco Glellel

Diseño
Pixel Editora

Primera edición noviembre 2011


La Plata - Argentina - Indoamérica
Este es un trabajo impulsado por PIXEL Editora
Serie Poesía

identidad_pixel@hotmail.com
www.laboratoriopixel.com.ar
laboratoriopixel.blogspot.com
Alcides Gandolfi Herrero, uno de los bardos en los que Du-
bin dice encontrar la huella que me explica, tituló a su
poemario Nocau lírico. La contundencia y la sorpresa de
tal imagen tendría su correlato en la biografía del poeta:
boxeador durante 14 años, campeón de la categoría livia-
no. A Dubín no se le conocen antecedentes pugilísticos.
¿Se tratará de un peleador callejero? Su nariz no parece
de las que han aguantado muchas piñas. Pero en sus ver-
sos se suceden las relaciones de combates sin cuadrilátero,
cuerdas ni jurado. De puro guapo. Contra una gorda en-
rulada, contra la mujer que lo llama vago porque no en-
tiende su necesidad de mate, pantuflas y quien le caliente
las piernas, contra guachos bravos en serio que le dan sin
asco. Pero sobre todo, y no sin humor, Dubin la emprende
a poéticos trompazos con las contradicciones que lo atra-
viesan. Un santo en un malón dantesco, un burgués triste,
un héroe de la clase obrera, el héroe de las trolas tristes,
uno que quiso ser Rimbaud se suceden, entre otros, por
los versos. ¿Y cuál de todos era yo?, se pregunta el poe-
ta. Un judío errante no sólo de los territorios -el centro,
la academia, los barrios, la Isla Paulino, la zona roja, las
niñas putas de la alta clase universitaria-, sino sobre todo
un errabundo del lenguaje. Los cielitos patrióticos, la gau-
chesca, el lunfardo, el Siglo de Oro, el tango, la cumbia
villera. No hay fusión entre esos vocabularios, hay puro
choque. Y los versos son las batallas en las que el poeta
ha combatido. Él es esas luchas, esas palabras insumisas,
este Bardo.

Juan Bautista Duizeide


Bardo

Parte de guerra

…la Araucania
los vagos de la esquina de mi casa
el Incario /los verduleros del barrio
los tobas /los albañiles los bardos
las trolas paraguayas /los arrabales
todo /curtido en nuestra espalda…

San Martín
escribió en el paredón
declaró la guerra a todo el Imperio
era otra vez
correntino y villero.

/compañeros
la guerra se la haremos
así curtidos
sin dinero
si no tenés pelotas para curtirte
por tu patria
tomatelá
que vienen los tiempos
de los que tienen el
odio engordando
sus venas/

le pregunté al croto
del baldío
quién escribió esa mierda
y se reía:
¿no sabías?
se declaró la guerra
y me vas a tener que pagar
todas las tardes
cuando quiera
las monedas
para mi cerveza.

7
Mariano Dubín

Ya están quemando Barrio Norte


ya están quemando los autos
//informan en la radio//
se están culeando a los perros
en las mansiones
están trocando las joyas
por asado con vino patero.

No quieren tus monedas


che pendeja: qué triste
se desvanece lo sólido
todo por una piedra
y no por un papel:

desde ahora lo sabés.

//un chamamé es himno nacional//

Todo por una piedra


y no por un papel:

desde ahora lo sabés.

/RELIGIÓN O MUERTE/

…yo sabía que esarubiaenchinchulín


me iba a caer mal,

¿tenés algo para tomar?

Todo por una piedra


y no por un papel:

desde ahora lo sabés.

Me tiro al zanjón
pitá del fuerte me dice
Ramón Contreras

8
Bardo

ponele el pecho a las balas

ay amigo nunca más


la sangre se juntará con el agua
cielo cielito que sí

che Ramón
vos sabés
todos los mates
que queman las tripas
hoy se justifican…

ay amigo nunca más


la sangre se juntará con el agua
cielo cielito que sí.

9
Mariano Dubín

Flaco Pescuezo

Flaco Pescuezo
para en la esquina
bardea las minas.

Su panza arde
el vino compartido
el fuego latido.

Cuello de gallina
siente en las tripas
como cruje la muerte
su hambre de días.

Cara de diaguita en sol,


el Flaco mareado
manguea un trago.

En una zanja
en un baldío
en un pasillo

duerme el Flaco
borracho meado
curtiendo su dolor.

Se apaga como
una civilización
sus ojos en el trago.

El Flaco Pescuezo
se tira en la esquina
entre trapos y bolsas
hace su rincón.

10
Bardo

El Flaco se duerme
tirado en el piso
se apaga como
una civilización.

11
Mariano Dubín

Guantes/1

al segundo lo escuché / estrelló mi cabeza / a la puerta /


trastabillé.// veo derramarse el vino / le emboco / de gan-
cho / me levanto / de guapo.// pero de atrás / me tiran al
empedrado / que salpicasangre / me siento enterrado.//
la roja me gotea / parezco un santo / en un malón pampa
/ ¡cristiano culeau! // una morocha / gorda enrulada / me
asfixia / con su culo / dantesco / sobre mi espalda.// dale
guacho /te matamos / quedé astilla / en el arrebato.//
tengo un diente / chiflándome / un ojo cerrado / el labio
abierto / y todo mi lamento / al vino derramado.// el gil se
confía / bardea / de gran ladrón alardea.// una torta frita /
su cara termina / queda aplastada / baldosa precisa.// con
otra baldosa / saco a la gorda / maremoto de piedras / cae
levantando polvo.// vacayendo / y no es al baile / paso de
la zamba a la mar / y le digo / llamame Ismael / sos balle-
na y sos bagre.// ahora aprovecho / me hago yo / el gran
peleador / pero la gorda se levanta / sus rollos se repro-
ducen / en su panza.// aclaro que no tomé / ni floripondio /
ni vino con pepa / sólo escuché / de sus labios podridos / a
ver guacho / si sos bravo.// me muestra su cara de pulpo /
su boca de zanja / le crecen pelos por la nariz / como una
selva desaforada.// ay dio ques fea / yo pensé / esta pelea
no la gano.// me voy corriendo / es mejor / guardo mi dien-
te partido / apurado en el bolsillo.// volviendo al rancho
/ me digo / esta noche / con los años / termina entre los
versos / de un libro llamado bardo.

12
Bardo

Basilisco

Alors, oh! chère pauvre âme,


l´eternité serait – elle pas perdue
pour nous!1

Subí a trenes /corre vago que nos vamos/


dormí en camionetas
terrosas con peones
en ranchos de chapa: me contagié
entre chanchos gordas hermosas
sarna fiebre tifoidea cagadera

en pocas palabras, fui feliz.

Todos los vinos malos se derramaron


en mí
mon dieu.

Desperté en zanjas
en cabarés
en mi alma en pena
perdí en una partida de truco
mis huesos dormidos
nada más recordé:

¿no sos vos


el que me debe plata
para el micro?

(Siempre fui el burgués triste


un héroe de la clase obrera.)

*** *** *** *** ***

En sábanas limpias
una noche de Olivos

1.Traducción galo – criollo: no arrebatés la carne, papá.

13
Mariano Dubín

mi tilinga con amor


quise ser Rimbaud

todo un poeta francés


comenzar traficando versos
terminar traficando negros
lo que se dice:
todo un poeta francés.

¡eh negra!
¡escuchá lo que dice el gil!

*** *** *** *** ***

Busqué en el mapa
los pueblos más lejanos:

¡una concha peluda!

Chos Malal
Angastaco
el barrio

en las nalgas de una gorda africana


(no lo soñé: ¡sigo ahí!)
dormí la noche entera
sólo uno o dos problemas:

despertaba cuando
sus gases reventaban
tornados del Caribe
el alma en mi pecho

yo lo canté
siempre se vuelve
al primer amor:

14
Bardo

oda a la divina con media


rezan los pobres su triste espera

y a mí,
¿qué?
¿quién me acerca a la parada?

el tiempo pasa, el 214 no

*** *** *** *** ***

me desperté:
borracho sobrio dormido más alto más bajo

porque cada mañana se despierta mariano


el indio el gigoló la puta entero
porque todo repartido
sería difícil de comenzar.

El héroe de las trolas tristes


una chanson con vino bruto
en tus labios de vinchucas puchas:

¿qué besaste hoy


los pieses de un viejo lepra? 2

*** *** *** *** ***

…quemé mi hogar
para escapar de su mirada
y hoy ya no tengo lugar
para volver atrás.

2. Traducción criollo – gringo: all you need is love?

15
Mariano Dubín

La puta

La puta
prende
su primer cigarro.

Los árboles
la luna
y la tenue melodía.

Las piernas
le tiemblan
un monte adentro.

Su amiga
le arregla el pelo
río revuelto.

Pecas
todos los dientes
y su primer cigarro.

16
Bardo

Isla Paulino

para Carlos, maestro de la isla

El crota vive en la paulino, vive


en un rancho alto, el río
se mete por la ventana; por dentro
las damajuanas se ajuntan, entre maderas
que trabaja el crota, para hacer del tiempo
algo humano, algo nuestro;
la gente no lo entiende
ni son mis versos videntes, no
de su alma de río, de su isla paulino.
Toma vino patero, se cura
con yuyos
del monte, son las yararás
el peligro de la noche, para
un hombre dormido son
el único desvelo.
Él no preguntó,
a Dios no, ni matea
pensando en ello, por qué
creó la sudestada, creó
la bronca, el pus: la sudestada
que arrasa los ranchos, que arrasa
las maderas, las chapas.
Toda la mañana siguiente
agua anegada y resaca.
¿Por qué le preguntarías
al crota
de su alma en vino, de su
alma en
isla paulino?

17
Mariano Dubín

Santa Fe, esquina Cerrito

Caminaba por
Santa Fe esquina Cerrito, pero
un criollo de los de mi barrio los que conocí
cuando andaba por el monte con
mi abuelo cazando vizcachas para comer para
ir a la casa con la abuela y sentir todo
el calor de los guisos y las coplas del campo sentí
mi barrio de zanjas abiertas y panzas pobres.
Caminaba por
Santa Fe esquina Cerrito, pero
un criollo de los del campo de mi
barrio de la fábrica un indio guaraní
me agarró del brazo él también agarrado a un
niño de pocos años a un bebé a un nenito
y me dijo “por favor, necesito una moneda, para
comer una moneda sola algo para”
y yo que pensé entre pobres solo pobres
entre los guisos que llamaban mugrientos los
criollos de los ranchos,
me sentí enojado
casi lo empujo casi
se me escapa un hijo de puta un San Martín
para gritarle
qué hacés criollo
llorando entre estos gringos, entre
tanta mierda, se macho
entre blancas estiradas su piel de
sus bolsillos llenos con
moneditas de oro y de arcoiris en sus años cromados.
Caminaba por
Santa Fe esquina Cerrito, pero
había turistas raros
de idiomas que no se enseñan no se hablan

18
Bardo

en el monte guaraní: rubias pelirrojas negras motas


todas con cámaras en cámaras de fotos
en Santa Fe esquina Cerrito pero seguí
el criollo lloraba, esquina
los criollos no lloran me lo enseñó
mi abuelo en el monte, no lloran
si el hambre aprieta
se golpea la cara con el viento a buscar
una vizcacha un peludo algo para masticar
pero seguí Santa Fe esquina Cerrito en
no donde había
monte vizcacha peludo
había sí: rubias pelirrojas negras motas
todas con culos enormes bocas de lagartos todas
bebedoras aburridas divertidas contentas deprimidas
entre tantos criollos
en el piso tirados juntando cartones colillas
durmiendo en el piso
pidiendo un cigarrillo suelto, un pucho
cualquier cosa
que puedan pedir porque pedir pedir pedir
un cigarrillo un trago un saludo una moneda
pedir algo por favor una cosita
que tengo hambre pedir pedir pedir
entre besos
de rubias pelirrojas negras motas
con sus culos enormes y bocas de lagartos:
pedir pedir pedir.

19
Mariano Dubín

Arte pop

Estudió
no recuerdo dónde
escuchaba jazz
y hablaba de griegos fiestas
y otros entonces.

Su risita discreta
y sus pasos de bailarina
en la cama
arrullando el miedo
en la oscuridad
no repetían aún aquello
de
qué divertido es ser un rato quien no soy

pero
luego encontró
perdiéndose
en pampa y la vía
siempre más emoción.

Allí pensó
por vez primera
pitándose un cigarrillo
(echándome el humo)
qué divertido es ser un rato quien no soy.

Me dijo
que era el mundo poco redondo
dentro de sus ojos,
y conoció
en un vino de cartón
todo el amor a nuestra nación.

20
Bardo

Le surgió divertida
primitivo amor
la melodía del pueblo.

Ella bailaba
nunca olvidando reir
qué divertido es ser un rato quien no soy.

Pero
los ranchos eran una cuadrícula
hermosa
incendiados parecían
arte pop.

La pobreza es divertida
sonrisas de la vida
porque uno sabe
qué divertido es ser un rato quien no soy

pero
los ranchos eran una cuadrícula
hermosa
incendiados parecían
arte pop.

21
Mariano Dubín

Antonio

Antonio
botelleaba por la orilla
de los campos
allá el hambre
y acá el hombre.

La barba
la zumbaban todas
las moscas
su panza
nunca rezongó
haciéndose milanesa
de algún bicho
gato
rata
lagarto.

Sus uñas largas


costras
de tierra arena
su huella
de
botellero voy.

Sé que lo enterraron
a lo criollo
entre paisanos

una cruz
anda clavada:

sus uñas largas


costras

22
Bardo

de tierra arena
su huella
de
botellero voy.

23
Mariano Dubín

4161

En una época estuvo prohibido


nombrarlo como a Dios

yo no estuve en ese país que ya no existe


donde comer y trabajar

uno la anda como fierro


durmiendo entre meadas de trenes
en el piso en la zanja en algún lugar

todos tenían mate y torta frita


en aquel tiempo
una china
unos cigarros
un rancho donde madrugar

(la vida es tan de mierda


porque aburre las verdades
por las que nos iban a enterrar.)

Hoy lo nombran pero nadie


en las plazas lo escribe
de la esquina no lo recuerdo

hoy lo nombran
como a la anorexia a dios a las drogas
a todo lo que no te ha de faltar

pero yo encuentro
en esa palabra prohibida
cuando era paredones y baldíos

yo lo encuentro prohibido
cuando todos teníamos
mate y tortas fritas
un rancho donde madrugar.

24
Bardo

revolución

amigo
es buen momento para hablar
nuevamente
de la revolución

la palabra tiene su peso


su cuerpo
su suelo

de Chos Malal a la villa Carlos Gardel


de mi barrio a Angastaco

criollos indios
gringos negros

vivos muertos han tomado


sin permiso
con payé enturbiado
mi cuerpo

casi me convierto en pared


en arroyo
en casa de chapa
en india
en acordeón
en la boca de un marinero

por eso yo te digo amigo


es buen momento
para hablar
nuevamente
de la revolución

25
Mariano Dubín

de chico entré
con mi abuelo al monte
llevaba en su hombro
una escopeta

disparó a la oscuridad
quien no lo conocía
pensó ver nada
y hasta alguno que se reía
viejo no gastés balas al cuete

pero
el viejo se acercó
volvió de la oscuridad
con la presa que esperaba
mi abuela en la cocina

hay que tener ojo


para disparar también
en la oscuridad

cuando nací
el viejo
se quedó despierto
y a la noche avisó
hoy nace el crío
cambia la luna nacen los terneros

así vine criollo


a este suelo

poetas políticos
policías maestras de lengua
todos ciudadanos que protegen
al menor
pero yo imagino
26
Bardo

a todos aprendiendo
levantar cañas
o manzanas
con un peón

la palabra tiene su peso


su cuerpo
su suelo

de Chos Malal a la villa Carlos Gardel


de mi barrio a Angastaco

criollos indios
gringos negros

creo
que es buen momento
para hablar
nuevamente
de la revolución

27
Mariano Dubín

Con permiso

pa´ la peonada

Yo me iba durmiendo
en la vera del río me fui,

acordoneándome el alma
desperté
un monte
talándose por dentro.

Cuando la tierra
en sus hombros

yo me pierdo
y no vuelve,

(el vino gotea


y se llena de río
mi vaso de vino.)

Yo quiero bailar
señorita Aguirre
guardarle en el algodón
la muerte de su vientre

yo me pierdo
y no vuelve…

que me muerda
una yarará acordeón
curame de esta pena hoy

porque yo me pierdo
y no vuelve…

28
Bardo

también siento su monte


cuando me despertó

porque me pierdo
y no vuelve.

Cuando calle:
vino monte sol
yo quiero ir
otra vez
monte vino sol
no te olvides
otra vez

curame de esta pena hoy

porque yo me pierdo
y no vuelve…

29
Mariano Dubín

Ciertos inconvenientes

para Tolosa, mi primer amor

Yo me enamoré del barrio


y escribí versos
para los bravos amigos
que me enseñaron
a plantarme en la esquina
a pelear a lo macho
cara a cara
golpe a golpe
sentir la sangre
bailándome entre los dientes.

Recorrí todos los barrios


y cuando escuchaba
no vayas
allá son todos ladrones
peligrosos
son todos malandras
yo sabía que ahí estaba
mejor guardado el secreto
y lo buscaba.

Escribí los versos que festejaban


esos viajes que nunca acababan
cabarés villas casillas montes
selvas conventillos pensiones
todo lugar donde me decían
no vayas que ahí estaba
todo lo que me esperaba.

No sabía luego antes de escribir


que tatuándome ese mundo
debería convivir

30
Bardo

también
con toda esa sangre
dentro de los recuerdos.

Por entonces empezaron


ciertos inconvenientes.

Confundía yo
o confundía
la realidad la verdad:
no eran los malevos ellos
sino
los malevos de mis versos.

Me hablaban entonces
más barrocos más lunfardos
porque no podían ellos tampoco
olvidar que iban a estar
en mis versos adentro.

En los cabarés me sonreían


y escuchaba que decían
ahí llega el poeta
en busca de sus estrellas.

Y ya no me dieron
cerveza caliente sin gas.

El paraguayo Carlos
me repetía
no te olvidés los gigolós
tenemos una angustia
atrapada escondida
no olvidés me lo decía
sin ninguna bravura
sólo una 22 en la cintura.
31
Mariano Dubín

Las chicas me recriminaban


porque me habían soñado
un poeta bandolero
medio anarco
siempre forastero.

Un vago me apuró:
¿sos dubín?
“soy yo”
pero si sos
blanquitogordo
usás anteojos
¡cómo mienten los libros
hermano!

Si alguno moría pensaron


se lo podía revivir
pero yo no tenía
gualicho
para atraparlos
en mis versos.

Los nacionalistas decían


que yo
era uno de ellos
los comunistas decían
que yo
era uno de ellos
también
los anarquistas
los judíos
los putos
los cornudos
decían
que yo
era uno de ellos…
32
Bardo

y si yo quería hablar
me callaban
hasta un amigo
me atajó me dijo:
la verdad es que te prefiero
en los libros.

¿de qué barrio sos?


¿judío nacionalista?
¿eslavo indigenista?
¿criollo afrodescendiente?

¿equipo de fútbol?
¿a favor de la industria pesada
de hacer huertas
o fumar marihuana?

¿vírgen o peronista?

Mi esposa:

¿y esta mierda que escribís


nos va a dar de comer?

La plata
no la cagan los monos:

¿escuchás?

¿y cuál de todos era yo?

Como los malevos


las putas los gauchos
los chorros los vagos
era
un invento croto
uno más
de los versos
de mi barrio.

33
Mariano Dubín

Abraham

«el mar es revuelto por los vientos;


mientras alguien no lo mueva,
es la más justa de todas las cosas»
Solón

Abraham
bume mi zeide abuelo
me enseñó el sistema solar
con manzanas naranjas
sobre una mesa.

Me enseñó
las pirámides
los secretos
del petróleo
me dio para leer
David Copperfield
pero se disgustó
cuando a mis doce años
llevé conmigo
el manifiesto comunista;

en su biblioteca encontré
a los primeros poetas
Heine Darío también las
historias de Solón sabio
que fue poeta subversivo
y cruzó el Egeo conmigo;
los mares fueron, el sistema
solar el petróleo:
la biblioteca.

Me enseñó
tangos y renegó

34
Bardo

de su abuelo rabino que vivió con él


en un sucucho de Villa Crespo…
y no quiso
o no supo
que todo judío o es
rabino o comunista,

yo fui
rabino y comunista
leí a los siete años
David Copperfield escuché
tangos malditos que son
que me hicieron perder
también
en un desierto.

Mi zeide mi bume
nombró en palabras
ya secretas para mí
algo,
que me hace
aunque no quiera
lituashne polishe
me hace rabino
comunista
me hace volver
a ese desierto al que ya
nunca más
volveré.

35
Mariano Dubín

Guantes/2

El bar es un encanto / pibitas lindas / de las que se bañan


/ todos los días.// Todos cobramos / todos tenemos/ los
bolsillos llenos /por una noche / como narcotraficantes /
colombianos.// Viene la cosa / controlada / pero virulana /
viene del baño / ya se pudrió / de la gilada / tanta conche-
tada.// Y al más rubio / al más pinta de cornudo / lo apura
/ che cuñado / ¿no me convidás / un trago? // La primera
cerveza / pasa sobre mi cabeza / agachate grita / el coli-
lla / veo volando / una silla.// Cuidado la punta / y casi
adelgazo / un pedazo / de tripa / por culpa / del godzila.//
Yo me miro / atento / para escribir todo esto / en un ver-
so.// El Tuca / (debajo de la mesa) / me pasa un vino / me
previene / velo desdeacá / es más divertido / es la platea
del partido.// El “Morza” / está como una boa / constric-
tora / comiendo el brazo / de un pobre borracho.// Ese no
es / avisa tarde / el turco / porque ya tiene el “Morza” /
dos enanos / tirándole del pelo / y otros dos atrás / que
intentan meter / por su culo / un palo en el recto.// Viru-
lana / ya está en el piso / baldosa / en el agua / podrida
dormida.// Nos sobrepasan / y chamuyamos / de arrebato
/ un mano a mano / entre el Ruso / y uno de ellos /que el
bondi / es entre ellos.// El Ruso mide / más de dos metros
/ tiene al puerto / tatuado en su cuerpo / entre paulino /
y San Petersburgo / viaja su tiempo.// El otro no esquiva
/ el duelo asumido / aunque ya le veo / abollada la cara /
me gana su respeto / de bancarse la parada.// Lo previe-
nen / puré pa´morfar / con carne picada / te van a comer /
en empanada.// Sale a la esquina / sin escuchar / pobre lo
ayudan / a levantar.// Después de los golpes / sus huesos
adentro / se moverán / como piedras / en una mezcladora
/ entre el cemento.// El “Morza” lleva en sus hombros/ al
virulana / el turco / apura el vino / que se robó del bar /

36
Bardo

durante el lío.// El Ruso / para antes / él se va / a Berisso /


hay que trabajar / entre San Petersburgo / y la paulino.//
Y nosotros / entre puño y vino / hacemos épica / de pura
prisa / y sin motivo.//

37
Mariano Dubín

Un cuarteto para Dubín

para que bailen los vagos

Me aburguesé me cambié
el peinado
las alpargatas por unos zapatos
carey también.

No me puse corbata
pero hablé en francés:

les cite mal


como Sarmiento
a niñas putas de la alta clase
universitaria
(no son solo judías)
versos abúlicos
modestamente cínicos.

Cambié el mate por el café


la birra con saliva
de los vagos en la esquina:

eh guacho no te cortés

¡ay!
siempre fui
el judío errante.

Cambié las trolas


los putos bardos
los travas de la zona roja

abandoné
a los cogedores
de corderos,
gauchos sureños:

38
Bardo

¡sáquense el sombrero!

Acá eran cigarrillos


mentolados putitos
afeminados apáticos
masturbadores ocasionales

me aburría tanto
sabiendo que
mi barrio estaba tan cerca
siempre dentro mío:

Marcial Catulo
tomaban vino
patero en la puerta
de un conventillo,

Quevedo escuchaba
una cumbia reía
villera es:
catología de negras tetonas
culonas de su lenguaraz
labia barroca.

En pisos de madera
estudié
lustrados
acomodados
prolijos

¿entendés mi cagadera?

Yo extrañaba
la tierra los chanchos los chamamé
cada vez más
cada vez

39
Mariano Dubín

más bibliotecas más humedad


más putitas más petes aburridos
más palabras más solemnidad.

Y escribí otra vez


esa poesía mezclada
con vino malo
un artista burgués en la toldería
de chapa:

mariano un gusto vago.

Escribí en los baldíos


versos que festejaban
a los vagos de mi barrio
y uno me levantó el vino:

te rescataste guacho

y volví a recorrer entre líneas América


la vida cortada del rancherío
los trenes meados
el olor a cago
el cuerpo mío ensanchado
me sentía atrapado

extrañaba
reo mareo
de una cerveza
en una barra
lugar: Berisso
(a la vuelta de donde escribo.)

Me volví
en la esquina:
donde un día clavarán
una cruz un vino
40
Bardo

eso espero me recuerden


como Esquilo
no por mis obras sino
por las batallas
en las que he combatido.

41
Mariano Dubín

¡no le creas nada!

¿cómo? ¿si lo conozco? / es un careta / ¿qué no? ¡que sí!


/ haciéndose el coqueto en un bar / con nenas de clase
media // a mí no me saludó / después pide cigarros / es un
mentiroso ese vago // no no /no le prestes plata / que no
no / no te la devuelve / es una rata / tiene más hambre /
que maestra de escuela / no se lava ni los dientes // no te
acerqués / es un borracho / yo lo invité a mi cumpleaños /
me piropeó a mi vieja / le tocó el culo a la criada / se tomo
todo el vino / me vomitó la porcelana italiana // ¡me debe
plata! / encima es judío / es atávico / ¡no le creas nada! //
yo conozco a su familia / de punta alta / todos pordioseros
/ negros de ranchos / de a caballo / ¡se comían los caba-
llos! / ¡también me debían plata! // es un mentiroso cha-
muyero / te da vuelta como un trompo / dice esto aquello
/ y no hizo nada / si se la pasa en la cama / rascándose los
huevos// es un pajero / le gusta sentarse en la puerta / ver
las nenas / y hacer daguerotipos de sus piernas / dormir-
se con ellas // se fue a vivir a berisso / no por el arrabal
y el destino / ¡no le creas nada! // ahí son todos negros /
colgados de los ciudadanos / de los impuestos // los veci-
nos no lo quieren / porque está todo el día en calzoncillos
/ leyendo diarios viejos / tomando solo / tirándose pedos
// pobre mujer / ¡cómo lo aguanta! / y antes su madre / su
abuela / es un proxeneta / un vividor / un machista / un
estalinista // trotskista / anarco peronista / nacionalista /
subversivo // indigenista judío / a favor de quemar libros
/ de tirar bombas atómicas / invadir España / Estados
Unidos // yo lo conozco / es un atrevido / a los 15 años /
empezó en la comisaría / por robar una bicicleta / y él
dice que fue por estar / en una marcha / luchando por la
patria/ por favor / ¡no le creas nada! // se fumaba todos

42
Bardo

los porros / con los vagos de la esquina / pero cuando


tenía / se iba al centro con las nenitas chetas / que en sus
poemas critica // es un hipócrita / un borracho / un blanco
/ un negro / un guarango // yo lo vi un campeonato / con
la 12 las trompetas / diciendo que la Boca era su alma
acordoneada / y al otro campeonato / haciéndose de River
/ diciendo que odiaba / los lugares comunes / la grasada
// yo te dije / ¡no le creas nada! // cuando escribe es peor
/ porque lo hace drogado / borracho / para sacarse toda
la resaca // yo lo vi durmiendo / en la calle en entre ríos /
pidiendo monedas / durmiendo en la terminal de micros
/ diciéndole a sus padres / que se estaba haciendo conoci-
do // ¡pobre madre! / qué pobre madre / ¡si es culpa suya!
/ por dejar crecer a esa bestia / pendenciera / orillera
villera // si yo lo vi todo un año / en la biblioteca leyendo /
cualquier basura universitaria / y riéndose con los biblio-
tecarios / hablando de latín literaturas eslavas // ¡pero
a mí me sigue debiendo plata! // por eso te digo / ¡no le
creas nada!//

43
Mariano Dubín

Olímpica X

Pocos son los que sin esfuerzo


alcanzan victoria gozosa;
luz para la vida
frente a todo trabajo.
Píndaro, Olímpicas, X, 22-23.1
Estrofa I,
Mi mujer me grita
(yo no escribo este poema)
porque estoy
todo el día
en la cama
dándome vueltas.
Yo le explico
todo escritor
vive en su cama
necesita sus mates sus pantuflas
alguien quien le caliente
las piernas.
(Yo quiero ser también
un héroe entre las sábanas
del Nilo.)
Pero desde la cocina,
calentando el guiso
escucho nuevamente:
“salí de la cama”
“conseguí trabajo”
“sos un vago”,
¡ay!,
mi mujer no entiende a los poetas
dice que por eso no trabajo
me gasto
los mango en los puchos
los últimos
mal medidos versos
entre mate y mate
en mi cama garabateo
una olímpica al Diego
1.- Traducción castizo - heleno: ei) a)nale/gv tou=to, ei)= i)diw/thj kai/ pelotou=doj.

44
Bardo

Antiestrofa I,
dicen
que en los cementerios
escribían “no saben
por dios lo que se pierden” lo que hay
dicen que los linyeras despertaban
y tiraban el vino en la última gambeteada
que en el 86
este villerito dio.
Yo descubría la patria
cada vez, cada vez más
en cada defensor que
dejaba atrás.
El gordo escapado
de algún malón pampa
sabe
que la poesía es el ritmo
de curtir experiencia
con sentimientos ajenos.
Juremos con gloria morir
me enlacé
en tus botines al ver caer
en una épica villera
en una homérica gambeta
a todos los defensores.
Los negros no lo quieren
no por lo que ganó
nadie confía en los que ganan
cualquiera es premio nobel
presidente de la nación
proxeneta campeón:
todos rubios universitarios
con campos autos televisión
con caras de
“me llevo tu vuelto” “terminó la función”.
45
Mariano Dubín

Los negros lo quieren


pudo
ser el griego broncíneo
de la edad de oro ganar,
pero por dentro
lo llamaba una patria castigada
(se llama: merca mala.)
Se sabía que en
sus lágrimas no se perdía
no una vez más un mundial,
se perdía
la posteridad que Dios nos cagó
en algún suburbio
de este universo.

Epodo I,
no saben cómo me rompe las pelotas
este continente
que quiere solo indios fracasados,
yo quería aire acondicionado
para el verano.

Antiestrofa II,
Yo quise jugar como él
pero solo por las minas
la plata poder cagar
a la hinchada,

Epodo II,
lloré casi
(llorar es de puto
yo no lloro:
tengo diarrea)
cuando
en la televisión lo vi
muriendo

46
Bardo

Estrofa III
pero el gordo sí que sabía
de poesía
por eso gasto mis últimos mangos
en la cama escribiendo
versos al Diego,
mientras me imagino en el potrero
esquivando
desparramando por el barro
a los vagos,
gambeteando las toscas
me sale el arquero
adelantado
se la pico con la zurda
y ya la patada del defensor
no me duele
porque del piso
con la cara escrachada
por una piedra
abierta veo
el ojo mocho
ensangrentado
veo
la pelota picando
pasando los dos palos
que hacen de arco,

ahora sí: decime vago.

47
Mariano Dubín

Oda a la escuela

I
(aún sobrio)

Pido perdón porque no aprendí aún


ni el triángulo ni
a hablar a lo señor
ni eso que me calle
cuando hable el profesor.

Puedo decir como el poeta


ruso que aprendí
geografía con los codos.

Aprendí de los trenes terrosos


cuando miraba las golondrinas volar fuera
y nos encerramos en un cuarto
con mapas pizarrones
con maestras de cortas polleras.

Descubrí que la Amazonas


no era tan profunda
como
los misterios que se anidaban
entre sus piernas
mis maestras tiernas.

No fue en la escuela
donde aprendí
el guaraní criollo:

yo las amé

su almita india ruborizada


con las tetas al aire
y bucles rubios:
yo no inventé este mundo, amor
48
Bardo

yo no le dije a Dios
que las vaginas sean ranuras
ni las penumbras rojizas
sean espasmos de una flor
de primavera

volví y era una tapera

pero recuerdo
el triste trocado de eternidad
que es un monte
en tu cuerpo desnudo
con los billetes de un fulano
lánguida belleza pálida esmeralda de tus ojitos criollos

yo no inventé este mundo, amor

me dormía la ventana
la lección de geografía de lengua.

Cuando anduve por los campos


nadie me dijo cada caballo
tiene su nombre cada color
y no todos los colores
están en los cuadros del salón

tropilla de un pelo
pobreza de un solo amor

yo soñé
con sus tetas de colores policromes
señoritas
cuando dormí en el suelo
por primera vez
yo las soñaba
y eran como los Andes
en mis manos,

49
Mariano Dubín

tropilla de un pelo
el gaucho más infeliz.

Aprendí en la calle
que las mujeres hay tristes
criollitas gringas
paraguayitas rusas

tropilla de un pelo
pobreza de un solo amor.

Escupen su sexo
en un pañuelo no les pude
las quiero
en su nariz
siempre fui un François Villon arrabalero
escribir un poema
que las redima que entre
sábanas sudadas ajenas seamos
los cuatro de copas
con champaña merca
para la noche entera.

II
(ya borracho)

…algunos / otros muchos de los menganos


fulano es yo / dijo el poeta francés / menganos somos
dije uno yo.

Ya no entiendo los trabalenguas


de dios pero en la esquina
de mi barrio hay un croto
que habla su lengua me contó
que él sueña con los sueños del señor
50
Bardo

¡ay!
yo le robé unas monedas
no lo escuché
al croto pitón …

amor, ¿dónde dormí hoy?

Dicen
si yo hubiera hubiese haya sido creería
otro tiempo mejor que otro distinto
otro mucho no éste
entiendo no hablo se imagina se sueña

dicen
con Cleopatra
besos en nalgas
pálidas noches luna llena rodeados
aromas intrigantes vaginas gatos secretos

dicen
soñar levantar un fusil
bandera roja praderas lejanas
ser un héroe en Hungría en Rumania en Croacia
en algo que

pero
soy el único
que agradezco no haber
nacido ni un
segundo antes un segundo después.

51
Mariano Dubín

III
(aún despierto)

un grande malón sangriento


tus labios

¿te lavaste los dientes, mariano?

una maloneada
al Mio Cid campeador recuerdo
curtirle la espada la cruz las pibas
culearlo en plaza pública
cantando un lonkomeo
llorando por su culo abierto

tropilla, no recuerdo

borracho pendenciero
hermano piola el vago
juntaríamos tigres cebados
perderíamos
en iglesias en santuarios
en espera en claraboyas de baño
cansados

tropilla, no recuerdo

IV
(aún)

las palabras se me piantan pedregosa vida mi río podrido


quién me dijo no que no

52
Bardo

había dioses entre tanta chapa duermo despierto


que no que no
pasa el último tren
que no que no que no

me vuelvo a escapar:
¡adiós, señoritas! ¡sus piernas largas! ¡mis tiernas maestras!

53
Mariano Dubín

Post data.

Con bardo concluyo una trilogía que incluye los poemarios


Con los pasos de la mala vida y La razón de mi lima; di
a llamarle bardos. Mantengo la opinión que la poesía es
una experiencia, ante todo y no una autopsia de bibliote-
ca; además peco de ingenuo y sigo creyendo en la verdad.
Sin querer encontré una pequeña huella que me explica:
Marcial, François Villon, Rimbaud, Discépolo, Gandolfi
Herrero, Quevedo, Nicomedes Santa Cruz, García Lorca.
Nombrar a todos sería engorroso. En ellos abrí una trin-
chera. En sustancia el poeta es un bardo; viene de acá y de
allá, contando las nuevas. Son trashumantes, migrantes,
viajeros, crotos. Por eso llevan la voz mezclada, resacosa,
confusa y altiva.
No son una versión precaria de un informativo. No ne-
cesitan contar algo claro, tampoco podrían. En rioplaten-
se su nombre se completa. Son molestos, intempestivos,
peleadores, ideológicamente corruptos. Realmente saben
poco de las precisiones políticas de la époque. Sin embar-
go, nada se equivocan en dónde armar trinchera y a quién
apuntar. Los hijos de puta tienen un olor preclaro para
cualquier bardo. Creo que de ninguno de ellos me he olvi-
dado: mano a mano hemos quedado. Es verdad que todo
esto se podría haber hecho con más politesse, con más cor-
tesía. Pero hubiera dejado de ser un bardo y eso como la
marca que llevan los terneros quemada en su lomo no se
cura.
En el entre tanto de la trilogía prolongué el gesto en mis
trabajos y los días. Recité los versos donde pude o me en-
contraron: en una casilla de chapa que mal hacía de igle-
sia, en bares donde algún borracho mejoraba un verso con
un eructo o acotación, en radios herrumbradas de algún

54
Bardo

barrio. Sin embargo, decirle trilogía es también decirle un


hasta acá. Dije lo que tenía que decir y me curtí en sudes-
tadas, selvas, desiertos los versos que pude. En el entre
tanto, también, se fue gente que me enseñó a escribir lo
que en los libros no está o no se encuentra. Entre ellos, mi
abuelo. Recorriendo esta tierra grande, habiendo andado
en los Andes con los paisanos, o en el monte jugando un
torneo de truco en guaraní entre tobas, wichis, gringos y
criollos, aún no encuentro persona que corporice mejor la
palabra Indoamérica que mi abuelo. A él, a Rogelio, es en
parte la invocación de este libro.
También se fue mi compadre Santiago. Con él, de pibe,
descubrimos la calle: los trenes, los santuarios a santos
paganos, el bardo, la esquina, todo el amor a nuestro ba-
rrio. En cada casa del rioba me sobra un recuerdo, en cada
esquina. El barrio nos sigue respirando. Sabemos, los
muertos son invisibles pero no ausentes. A él, salú her-
mano.
Sin embargo, es un hasta acá. Mis versos me abrieron a la
tierra que me come y me pudre por dentro. No importa la
santidad o la enfermedad. Indómita me obligó a recorrer-
la. A conocerla. Encordarla en mis letras fue un gualicho.
Ahora parte de mí, es innecesaria nombrarla. La tengo en
el cuerpo, en los pedos, en los mates, en los cigarrillos que
me abren por dentro. Es un hasta acá.

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