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HISTORIA

SENIOR 4

Alumno:
Docente: Verónica Galante
INDICE HISTORIA - SENIOR 4

1. El modelo agroexportador. Apunte de cátedra


2. Presentación de la materia
3. Guía de lectura y cuestionario
4. Benjamín Coriat “Tiempos modernos”, El taller y el cronómetro.
5. JM Keynes The General Theory of Employment, Interest and Money,
apunte de cátedra
El modelo agroexportador

Introducción: En esa unidad nos centraremos en algunas cuestiones relevantes


para la historia económica, policía y social de nuestro país. Para ello, nos
detendremos en los aspectos mas salientes de la época estudiada (la segunda
mitad del siglo XIX) ales como la consolidación del Estado Nacional y las
modificaciones de las estructuras sociales, en un conexo internacional signado por
el librecambio y la división internacional del abajo.
En ese sentido, es necesario comprender el significativo papel desempeñado por
la tenencia de la tierra, el flujo de capitales externos y la masiva inmigración
europea, factores de la producción que hicieron posible la puesta en marcha de un
modelo económico orientado en función de la producción y exportación del
alimento de clima templado a cambio de la importación de bienes industriales.
Asimismo, analizaremos el momento y las condiciones de inserción de la
Argentina en la economía mundial y la expansión del modelo agroexportador en el
país:
Los contenidos a abordar para realizar esa tarea son:
1. Las transformaciones del capitalismo industrial hacia fines del Siglo XIX, la
supremacía del librecambio en la economía mundial y el papel
desempeñado por Gran Bretaña.
2. La consolidación del Estado Nacional y sus sectores dirigentes: la
apropiación y distribución de la tierra.
3. El capital, la inversión y las empresas extranjeras.
4. La inmigración, el poblamiento del territorio y la situación social.
5. La expansión de la ganadería, el desarrollo de la agricultura y el sector
industrial.
6. El sistema financiero y bancario.
7. El comercio exterior, las crisis y el endeudamiento externo.
Los contenidos de esa unidad están vinculados, básicamente, a la consolidación
del Estado Nacional argentino y a su inserción en la economía mundial. A país de
esos años comenzó a integrarse el espacio territorial de la Argentina y a
vertebrarse un mercado nacional en función de la demanda externa.
Por esta razón, la dirigencia argentina de aquella época orientó sus esfuerzos
hacia la implementación de un modelo económico esencialmente primario
exportador, teniendo en cuenta que, el único recurso disponible y abundante, la
tierra, era susceptible de ser explotado mediante la inversión de capitales externos
y la mano de obra producto de la inmigración europea.

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Ese proceso fue posible en un conexo internacional caracterizado por las
transformaciones que se estaban dando, por ese entonces, en la posición relativa
de Gran Bretaña y en la economía mundial (2 Revolución Industrial, colonización)
La concentración de la propiedad de la tierra, tal como venía sucediendo desde las
décadas anteriores y como lo seguirá siendo muchos años después, es un
elemento de análisis que discurre a lo largo de la historia de nuestro país.
En consecuencia, veremos cómo el sector agropecuario adquirió una gran
importancia para la economía argentina, relegando a la incipiente producción
manufacturera local. A partir de entonces, la disyuntiva de priorizar el mercado
interno a los mercados externos fue motivo de intensos debates entre las clases
dirigentes.
Esto significa que, desde mucho antes de 1880 y aún hasta nuestros días, se fue
instalando una pugna entre las tendencias proteccionistas, favorables a la mayor
industrialización, y las corrientes librecambistas, que apuntalaron el modelo
agroexportador y transformaron a la economía argentina en una estructura
vulnerable a los cambios del mercado mundial.
De acuerdo con lo que hemos señalado, nuestros ejes de análisis mas destacados
serán:
La propiedad de la tierra, concentrada en un reducido número de terratenientes
de la región pampeana: ésta permitió a tal sector n tan sólo la acumulación de
capital, sino también el control del poder político y social del Estado argentino.
Las inversiones extranjeras, canalizadas a través de empréstitos y títulos
externos, ferrocarriles, instituciones financieras, obras de infraestructura y
empresas de servicios públicos, predominantemente de origen europeo –
especialmente británicas- se construyeron en el capital social básico del modelo
agroexportador.
La inmigración europea, inicialmente ideada como un factor de colonización
agrícola, vio cerrado el acceso a la propiedad de la tierra dado que las mejores
tierras ya habían sido apropiadas luego de la campaña del desierto. En
consecuencia, se orientó hacia el arrendamiento de parcelas o al empleo en los
centros urbanos.
Algunas cuestiones fundamentales a tener en cuenta:
a) Las transformaciones que se estaban dando por ese entonces en la
economía mundial y la posición relativa de Gran Bretaña en ese contexto.
b) Las nuevas potencias que se perfilaban en el último cuarto del siglo XIX
enfrentado a la supremacía británica.
c) El momento en que la Argentina comienza a incorporarse definitivamente al
mercado mundial.

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d) El papel que cumplieron los movimientos de capital en las últimas décadas
del siglo XIX
A partir de este marco de referencia, se podrá analizar el modelo agroexportador
constatando la evolución de la posición relativa de Gran Bretaña frente a las
nuevas potencias, el destino que tuvieron las inversiones británicas y la manera en
que los así llamados “ingresos invisibles” le permitieron compensar sus déficits
comerciales en el período 1870-1913. Es importante tener en cuenta estos datos
debido a que la mayor parte de las inversiones extranjeras realizadas en la
Argentina entre los años antes mencionados se originaron en el Reino Unido,
posibilitando el incremento de las exportaciones, que mayoritariamente tuvieron
como destino el mercado británico.
La propiedad de la tierra: la tenencia de la tierra y su forma de apropiación
tendieron a consolidar una estructura latifundaria destinada a la producción
ganadera. Sobre la base de esta realidad, la elite argentina fue elaborando un
proyecto de nación que apuntaba a insertar a nuestro país en el mercado mundial.
Al estudiar el régimen de distribución de la tierra, punto esencial para motorizar la
potencialidad económica del Estado argentino, observamos que más del 28% de
la superficie arrebatada al dominio indígena luego de la conquista del desierto,
pasó a manos de tan sólo 19 “nuevos” propietarios y superaba los tres millones de
hectáreas: así, se fue configurando una estructura de la propiedad de la tierra
evidentemente latifundiaria. Ahora bien, es en el contexto de la evolución de la
economía argentina destinada a satisfacer la demanda europea de materias
primas que debe de ser entendida la estructura de la propiedad de la tierra de la
Pampa argentina.
De esta manera y aprovechando las ventajas comparativas de la Pampa Húmeda,
la Argentina se fu transformando en uno de los principales abastecedores de
alimentos de clima templado (cereales y carne vacuna) a escala mundial.
La inversión extranjera: ésta se constituyó en uno de los elementos clave para
entender el dinamismo que fueron adquiriendo las exportaciones argentinas, las
cuales para 1891 superaron las importaciones. Las inversiones externas en
nuestro país se orientaron preferentemente hacia los empréstitos públicos y la
construcción y explotación de líneas férreas. En segundo lugar, se concentraron
en hipotecas y propiedades englobando alrededor del 70% de las preferencias de
los inversores foráneos. Siendo así, la inversión extranjera jugó un papel clave en
la implementación del modelo agroexportador, en la medida en que abarcó
prácticamente todos los sectores de la economía, exceptuando la producción
manufacturera.
Ahora bien, tales inversiones si bien incidieron en el incremento de las
exportaciones, al mismo tiempo aumentaron considerablemente los servicios de la
deuda argentina.

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La inmigración europea: La constatación de una escasa población alentó en los
gobernantes argentinos la idea y posterior puesta en práctica de varias iniciativas
para facilitar el arribo de mano de obra destinada a movilizar los recursos que la
pampa húmeda potencialmente ofrecía al mundo. Es en este sentido que deben
de ser tenido en cuenta los siguientes puntos:
a) El papel que cumplió el Estado argentino en el acelerado proceso
migratorio.
b) La transmutación de una idealizada colonización en mano de obra de baja
calificación.
c) La denominada “inmigración golondrina”.
d) El papel desempeñado por la demanda de los centros urbanos.
e) El notable crecimiento de la población argentina.
Es importante destacar la notable incidencia de los arrendatarios en la producción
agrícola, como así también el alto porcentaje de extranjeros dedicados al
arrendamiento de parcelas. Por el contrario, la producción ganadera estuvo
sustentada en los propietarios argentinos.
Una de las características de este período es la debilidad del sector industrial
dentro del sistema económico vigente. Por esto, resulta importante relacionar los
datos objetivos con los debates que en el seno de la clase dirigente argentina se
plantearon en torno a la opción entre liberalismo y proteccionismo.
Al mismo tiempo, uno de los elementos clave para interpretar el funcionamiento
del modelo agroexportador es el comercio exterior. La Argentina se transformó en
este período en una importante proveedora de alimentos en los mercados
mundiales. Es esta misma condición la que permite a nuestro país satisfacer sus
necesidades internas mediante la importación de bienes y servicios de otros
países del mundo.
El sistema financiero bancario: El sistema monetario argentino anterior a 1881
se había caracterizado por su anarquía. Recién a partir de ese año se dictó una
ley cuya base intentó ser una moneda convertible a oro desde fines de 1883, pero
este sistema resultó sumamente frágil porque esa convertibilidad dependía de una
balanza de pagos permanentemente favorable; así, la estructura del balance de
pagos constituía un elemento clave para comprender, por un lado, el crecimiento
de las exportaciones pampeanas y, por otro lado, el creciente endeudamiento de
la Argentina.
Por otra parte, la ausencia de un marco institucional sólido en el terreno financiero
y bancario y la existencia de intereses contrarios (tales como el caso de los
productores agropecuarios-exportadores que preferían un papel moneda
devaluado) contribuía a impedir el éxito de una política monetaria basada en la
vigencia del patrón oro y la libre convertibilidad.

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A efectos de ser instalado, este modelo requirió de una estructura estatal que le
brindara ciertas precondiciones, algunas de las cuales (por ej. el prever la
inmigración) ya fueron mencionadas. Otras, como el “orden” necesario para el
“progreso” llevaron a la indispensable formación del mercado interno (organizado
en torno a la economía porteña al tiempo que arrastraba a la ruina a las
economías del interior), transformando al habitante de la nación en un trabajador
capitalista (asalariado), al punto que algunos autores consideran que la sociedad
argentina fuera impuesta “desde arriba” a un conjunto heterogéneo de meros
habitantes. En este proceso, mercado interno y Estado nacional fueron
constituyéndose conjuntamente, justificándose uno al otro. Así, la adquisición por
parte del Estado argentino de los atributos que lo diferencia como tal (los llamados
“atributos de la estatidad”) no es en absoluto ajena al modelo agroexportador, sino
que es un requisito de éste al tiempo que su propio sustento.

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Presentación

En el presente ciclo lectivo estudiaremos la historia de la construcción del Estado Nacional y de un


orden democrático (1880-1930)

Comenzaremos a recorrer la historia de la Argentina para analizar la relación entre el Estado y la


sociedad e intentar dilucidar cómo esta se vincula con los distintos regímenes políticos. Entonces,
antes que nada, vale la pena resaltar que no nos proponemos conocer y memorizar hechos
históricos, sino interpretarlos.

Estado Nacional

¿Por qué elegimos iniciar el recorrido en 1880? El Estado Nacional había sido creado en 1853 con la
sanción de la Constitución Nacional y completado en 1860 con la incorporación de la provincia de
Buenos Aires. Hasta ahí, lo que había claramente era un acuerdo político de llevar adelante un
proyecto, y ya se contaba con la institución formal fundamental: la Constitución Nacional. Por lo
cierto es que el Estado había que construirlo. Como veremos, para 1880 el proyecto se había
concretado. Tomemos por un instante a la definición de Estado de Weber: “comunidad humana que
en un territorio ejerce el monopolio de la violencia física legítima”. Para 1880, la población del
territorio conformaba, en cierta medida, una comunidad o sociedad que se identificaba como “la
Nación argentina”: se habían establecido ciertos lazos, se perfilaba una historia común y se
vislumbraba un proyecto de futuro común. Se había delimitado el territorio y se ejercía el control
sobre él luego de haber sometido a las poblaciones originarias en lo que se conoce como Campaña o
Conquista del Desierto. Había un gobierno central aceptado, que controlaba instituciones con
capacidad de aplicar la fuerza de manera legítima: el ejército, la policía y el sistema judicial y penal.
Sin duda, había un Estado nacional. Pero eso no significa que se tratase de un proceso finalizado.

La relación entre la sociedad y el Estado es conflictiva y genera permanentes transformaciones. Para


comprender esto, vamos a focalizarnos en el régimen político: cómo se accede al poder político,
quiénes lo hacen, cómo ejercer el poder, qué valores sustentan estos mecanismos y reglas.

La oligarquía

A través de la lectura del capítulo 1 de Romero vamos a conocer el régimen político que imperó
hasta 1916. Aunque había elecciones, existían leyes que reconocían derechos y existían partidos
políticos, se trataba claramente de un régimen no democrático, definido fundamentalmente por las
restricciones que las propias leyes imponían, pero mas que nada por las prácticas informales, como
el fraude, y la relación entre la élite que tenía el poder económico y canalizaba sus intereses por
medio del partido político que ganaba indefectiblemente las elecciones, el PAN. Este régimen
oligárquico no estaba exento de conflictos: sectores sociales populares promovían otra ideas y se
movilizaban activamente para ponerlo en cuestión y derribar su legitimidad. Entre los grupos que se
oponían, había fundamentalmente dos: el que conformaba un partido político revolucionario
(porque pretende derribar el régimen político y modificar el statu quo), la UCR, y los anarquistas y-
mas tarde- los sindicalistas, conformados en mayor medida por organizaciones de trabajadores
inmigrantes que habían traído ideas de izquierda desde Europa.

La primera democracia
En 1912, durante la residencia de Luis Sáenz Peña, se sancionó la ley que lleva su nombre que
estableció el sufragio universal masculino, secreto y obligatorio. Esta ley significó un cambio
importante en las reglas de acceso al poder, y, por lo tanto, implicó un cambio de régimen hacia una
forma democrática.

En las primeras elecciones nacionales en las que se aplicó la Ley Sáenz Peña, en 1916, triunfó el
candidato de la UCR, Hipólito Yrigoyen, y se inició así una etapa distinta en la vida política y también
social. Esto fue así porque en una democracia, los líderes políticos necesariamente tienen que
conformar su electorado, construir y mantener su base de apoyo. Significa que los gobernantes
necesitan atender, en mayor o menor medida, las necesidades y los problemas que los distintos
grupos plantean. Si no lo hicieran, perderían apoyo, legitimidad, y no podría mantenerse en el poder
(perderían votos en las próximas elecciones, por ejemplo). Así es como algunos sectores vieron la
oportunidad para profundizar la democracia, para llevarla a otros ámbitos de la sociedad; por
ejemplo, a la universidad. Durante esta etapa se produjo la “Reforma universitaria”, que tuvo su
epicentro en Córdoba. Este ejemplo es interesante para ver que todo proceso de cambio hacia la
democracia tiene fuertes resistencias de los sectores conservadores, cuyo interés es mantener su
lugar de privilegio en la sociedad.

Pero hubo otros motivos mas profundos de conflicto durante la presidencia de Yrigoyen.
Evidentemente, la posibilidad de participación electoral de los sectores populares no fue suficiente
para garantizar que se atendieran todas las demandas y que se desactivara a la movilización de los
grupos anarco-sindicalistas. Así fue que tuvieron lugar, en los años siguientes, dos de los sucesos
mas penosos de la historia de nuestro país, conocidos como la Semana Trágica y la Patagonia
Rebelde. Dentro del propio partido radical, se formaron dos tendencias: una mas progresista, la de
Yrigoyen, y otra mas vinculada al poder económico agroexportador, liderado por Marcelo Torcuato
de Alvear. Alvear sucedió a Yrigoyen (1922-1928) y, a su vez, este fue reelecto en 1928.

El primer golpe a la democracia

Para comprender la conflictividad del período 1916-1930, es imprescindible considerar el escenario


internacional y la manera en que este repercutía en la política y en la economía interna. Pensamos
que entre 1914 y 1918 tuvo lugar la Primera Guerra Mundial y que en 1917 se produjo la Revolución
Ruso que llevó al poder al comunismo, siguiendo el programa del marxismo. Estos dos sucesos
tuvieron consecuencias económicas (la devastación europea como consecuencia de la guerra) y
también ideológicas (el liberalismo se vio profundamente cuestionado y, al mismo tiempo, se puso
en tela de juicio a la democracia liberal). En la década de 1920, surgieron en Europa movimientos de
ideología fascista, que promovían formas no democráticas de ejercer el poder. Estas ideologías
ganaban adeptos porque se presentaban como una alternativa a la desprestigiada democracia
liberal. Esas ideas llegaron a nuestro país y tuvieron cabida en los sectores conservadores que habían
sido desplazados del gobierno, en las Fuerzas Armadas y también en sectores de la clase media. Por
otro lado, la crisis económica internacional había alcanzado su momento crítico con la quiebra de la
Bolsa de Valores de Nueva York y hacía sentir sus efectos en la economía doméstica, en particular en
las relaciones de intercambio comercial.

Para 1930, era claro el desgaste del gobierno de Yrigoyen. En este escenario, los sectores opuestos a
Yrigoyen se unieron a grupos militares y realizaron el primer golpe de Estado que derribó la
democracia en nuestro país.
En este curso trabajaremos los primeros capítulos del libro de Romero, un texto de carácter histórico
que tiene su grado de dificultad, por ej. el relato “va y viene” en el tiempo porque su enfoque es por
temas, no por años.

Para facilitar la comprensión del texto disponen de guías de lectura que, esperamos, los ayuden a
analizar el escrito. Las guías no son cuestionarios para completar y memorizar, por el contrario son
ayudas para que ustedes puedan seguir el texto.
Guías de Lectura del texto de JL Romero Breve historia contemporánea de la Argentina

Vivimos en una época de cambios profundos, y nuestro país no ha permanecido ajeno a los cambios
que atraviesa el mundo. Estudiar los procesos económicos, sociales, políticos y culturales de fines del
siglo XIX y principios del XX, en la Argentina, puede resultar un camino interesante y fértil para analizar
rupturas y continuidades que llegan hasta el presente y atraviesan todo el siglo XX.

Capítulo 1. “1916”

La obra de Luis Alberto Romero, historiador argentino contemporáneo, comienza con la jornada de
1916, en la que una multitud eligió a Hipólito Yrigoyen, como el primer presidente electo por el voto
universal, secreto y obligatorio, ingresando en un período democrático relativamente corto (1916 a
1930). Aun así, el autor advierte los peligros de utilizar prácticas intervencionistas del pasado régimen
(cuestión que enfatiza en el capítulo II “Los gobierno radicales”)

Antes de tratar el desarrollo del régimen democrático, Romero aborda el período de 1880 hasta la
elección de Yrigoyen, en el cual se subrayan las principales características institucionales, la acción del
Estado para aumentar sus recursos, sus propias instituciones (creación del Registro Civil, Matrimonio
Civil, ley 1420), su inserción en la economía internacional, la profundización de su relación con Gran
Bretaña y su relación con la economía mundial, la importancia de la inmigración, la Conquista del
Desierto (decisiva para la clase terrateniente), y la relación entre los partidos políticos.

Todos estos elementos se conjugaron dando lugar a una nueva sociedad, que se articula de una forma
más directa con el sistema político.

El siglo XX es periodizado desde un criterio político, pero abordado desde la concepción de la historia
social, los procesos políticos, económicos, sociales y culturales, y sus interrelaciones. Por otra parte,
se indagan los puntos de vista de los sujetos individuales y colectivos (los actores de la historia) que
en el período que este autor considera, han entrado en acuerdos, conflictos, luchas y establecimiento
de variables alianzas.

Esta obra permite encontrar explicaciones sobre la inestabilidad política y la violencia que
caracterizaron a vastos períodos de nuestra historia contemporánea. Es útil, además, para introducirse
en las particularidades de los sectores dominantes así como en las de los otros grupos sociales y
factores de poder. También han sido su objeto de estudio, la vulnerabilidad de la economía argentina
frente a la economía de otros países del mundo, los cambios en el rol del Estado a lo largo del siglo XX
y el modo en que los mismos se relacionan con transformaciones en la economía, en la sociedad y en
el campo de las ideas.

La siguiente guía de lectura los ayudará a encontrar los núcleos temáticos en los que indaga el autor
en el primer capítulo. Capítulo I. “1916”

1. Desde 1880 se configuró un nuevo escenario institucional, ¿cuáles fueron sus principales rasgos?
2. ¿Cuál fue la importancia de la inmigración para la Generación del ochenta?
3. ¿A quién/es estaba dirigida la educación pública en 1880? ¿Cuáles fueron las consecuencias de su
implementación?

4. Expliquen qué importancia tuvo la ley 1420 para la población, y ¿qué significó dicha ley para los
inmigrantes?

5. ¿Cuáles eran las prácticas electorales a las que se recurría antes de la elección de Yrigoyen, a qué
mecanismo se recurría para controlar al aparato estatal? ¿Cómo funcionaba el régimen político?

6. ¿Qué partidos políticos y organizaciones comenzaron a surgir tras las oleadas inmigratorias? ¿Cómo
se vinculaban con los sectores criollos, las elites y los inmigrantes?

7. ¿En qué contexto social, político y económico fue electo Yrigoyen en 1916?

8. ¿En qué tipo de legitimidad se basó la figura de Yrigoyen?

9. ¿Cómo fue la inserción de nuestro país en el mercado mundial? ¿En qué consistió el modelo
económico llamado “agroexportador”?
Capítulo II. “Los gobiernos radicales, 1916-1930”

Este capítulo explora los estilos de conducción de quienes fueron los dos primeros presidentes
democráticos a partir de 1916: Hipólito Yrigoyen y Marcelo T. de Alvear. Pero al mismo tiempo, analiza
el impacto de la Primera Guerra Mundial (y la influencia de la Revolución Soviética) no sólo al sistema
político, sino también a la economía y, fundamentalmente, a la sociedad, generando amplios sectores
de desocupados. En términos de Romero, a partir del 1917:

“La impresión de que la revolución mundial era inminente operó en cierta medida como ejemplo para
los trabajadores […] La revolución se mezcló con la contrarrevolución, y entre ambas hirieron de
muerte a las democracias liberales.”

Este malestar social inicia lo que se conoce como el “ciclo de huelgas” de 1917 a 1921, entre los
trabajadores y los desocupados, pasando por la Semana Trágica en 1919. Dicho año marca un punto
trascendente en la política gubernamental hacia esos movimientos de protesta.

Hasta entonces no se habían utilizado los recursos clásicos de represión; el gobierno acudió a esos
mecanismos de represión con la colaboración de la Liga Patriótica.

Por otra parte, es destacable el rol que comenzaron a tener en estos enfrentamientos las corrientes
anarquistas, comunistas, socialistas, y los sindicalistas; y el tipo de vinculación que entablaban con el
Estado.

Dentro del período de 1919 a 1921, hay que destacar la impronta de la reforma universitaria en 1918,
como expresión de la transformación social, durante la primera presidencia de Yrigoyen. A los
estudiantes como a los trabajadores, los unía la aspiración al ascenso individual y a la reforma social.

Romero retoma el desempeño de la economía nacional y su vinculación con Gran Bretaña, con Estados
Unidos, demostrando su vulnerabilidad, su dependencia de las exportaciones, el ingreso de capitales;
la guerra mundial afectó las cantidades exportadas, como, así también, sus precios. La guerra dejó en
evidencia la precariedad del financiamiento del Estado.

Es destacable la relación que el autor plantea sobre el funcionamiento del sistema político: el
crecimiento de los partidos políticos, la representatividad en el Congreso nacional, las estrategias de
Yrigoyen para acceder al poder, el creciente papel de las Fuerzas Armadas en la política nacional
(particularmente el Ejército, de la mano de su injerencia en la presidencia de YPF, que se convertiría
en un actor político clave para la vida del régimen). Tiempo después, en 1930, cuando se aclamaba
por la caída del gobierno, el segundo de Yrigoyen, serían ellas quienes definirían si la solución se
buscaría por las vías institucionales o si se apelaría a una intervención militar. Ésta última fue la opción
elegida, produciéndose finalmente el golpe de Estado (cambio de régimen político).

La siguiente guía de lectura los ayudará a encontrar los núcleos temáticos en los que indaga Romero
en el segundo capítulo.

Guía de lectura, Capítulo 2. “Los gobiernos radicales, 1916-1930”

1. ¿Qué diferencias se pueden establecer entre los estilos de conducción política de Yrigoyen y de
Alvear durante sus presidencias?
2. ¿Cuáles eran las condiciones sociales tras la Primera Guerra Mundial, durante el primer gobierno
de Yrigoyen? ¿Cómo era el desempeño de la economía?

3. Si se tiene en cuenta la ola inmigratoria después de la Primera Guerra Mundial, ¿cuál sería la
importancia de la inmigración para ese entonces y qué papel o influencia tendría, años más tarde,
en la política nacional?

4. ¿Qué fue la Liga Patriótica?, ¿cuándo surgió y a qué se dedicaba?

5. ¿En qué consistió la reforma universitaria en 1918? ¿Qué consecuencias trajo dicha reforma?

6. ¿Qué rol jugó el sindicalismo durante la ola de huelgas entre 1917 y 1921?

7. Según el desempeño de la economía nacional tras la Primera Guerra Mundial, ¿a qué se refiere el
autor cuando afirma que la economía se encuentra en un “mundo triangular”?

8. En el camino hacia la construcción de la democracia, ¿qué estrategias utilizó Yrigoyen para


aumentar su poder al inicio de su primer gobierno?

9. ¿Qué relación mantuvo con el Congreso nacional? ¿De qué modo intervino algunas provincias?
Capítulo III. “La restauración conservadora, 1930-1943”

El tercer capítulo del libro de Romero nos introduce en los sucesos ocurridos luego del golpe de Estado
que derribó al gobierno de Hipólito Yrigoyen en 1930. Esta circunstancia fue central en la historia
argentina y en la de sus instituciones. Por primera vez, las fuerzas armadas argentinas decidían
desobedecer las leyes vigentes y obviar a la Constitución. Al apelar solo a la razón de la fuerza (ellas
son las que tienen las armas), quitaron a quien había sido electo con las reglas de juego que
caracterizan al régimen político de la poliarquía y de la democracia, y tomaron el poder ubicando en
la presidencia a uno de los suyos.

El general José F. Uriburu fue la cara visible de este primer golpe de Estado. Su gobierno se extendió
desde el 8 de septiembre de 1930 hasta el 20 de febrero de 1932. Uriburu era un general influenciado
por la visión autoritaria de cómo debía organizarse la sociedad (sobre todo del fascismo italiano) y
poner freno a la supuesta avanzada comunista, que se imponía en parte de Europa en aquel momento.
Sin embargo, su intento de aplicar esta concepción no encontró mayor eco, ni siquiera en el propio
ejército, que poseía líderes con ideas liberales como Agustín P. Justo, que reemplazaría a Uriburu poco
tiempo después y ejercería la presidencia por seis años, desde el 20 de febrero de 1932 hasta el 20 de
febrero de 1938.

Este cambio de régimen, de uno democrático encabezado por Yrigoyen (electo y legitimado por
elecciones) a una dictadura encabezada por Uriburu (y sólo elegido por sus colegas de armas), tendría
en el futuro una pequeña variante en busca de la legitimidad.

El gobierno militar llamó a elecciones pero utilizó el fraude como una herramienta sistemática para
asegurarse el control del poder. Es decir, formalmente había elecciones con todas las garantías que la
ley ofrecía pero, informalmente, se hacía todo tipo de trampas apañadas desde el Estado y se sabían
los resultados mucho antes de que se empezara a votar.

Los años de la década de 1930 se conocerían como la “década infame” porque las reglas de acceso al
poder fueron fraudulentas y la acción del Estado, autoritaria y represiva. Sobre todo, dejaron fuera de
la vida pública (política y económica) a grandes sectores de la población. Un reflejo de la exclusión
económica de esa etapa fue el inicio de un proceso de migraciones internas: miles de personas se
trasladaron en busca de trabajo desde las distintas provincias, fundamentalmente a la Ciudad de
Buenos Aires y sus alrededores, donde empezaba a desarrollarse la industria. Así, la cantidad
insuficiente de puestos de trabajo de calidad y el déficit habitacional dieron origen a las primeras villas
miseria.

Este régimen político, que caracterizó la etapa 1930-1943, no puede considerarse una poliarquía
aunque se hayan realizado elecciones.

En lo que respecta al contexto económico, la época estuvo caracterizada por una gran crisis
económica: recuerden que en 1929 se produjo el famoso crack de la bolsa en Estados Unidos. La
economía argentina, de características agrarias y tan profundamente dependiente, no quedó al
margen de la depresión generalizada, pero sufrió más por la política proteccionista que asumió Gran
Bretaña durante dicho período. Los sectores trabajadores fueron los más perjudicados ya que en aquel
momento no existían leyes sociales que los protegieran y la acción sindical no lograba efectividad
frente a gobiernos poco preocupados por el tema.
A partir de 1935, la situación social y política de los sindicatos y trabajadores fue cambiando de la
mano de un nuevo crecimiento económico. Entonces comenzó un proceso de modernización en la
legislación laboral. Prácticas como las del convenio colectivo de trabajo y el arbitraje estatal en la
cuestión social y laboral se extendieron durante el gobierno del sucesor de Justo (también, a través de
la vía del fraude), Roberto M. Ortiz. Por último, los comienzos de la Segunda Guerra Mundial marcaron
el surgimiento de nuevas relaciones políticas y económicas, tanto internas como externas, para la
Argentina.

A continuación, se presenta una guía de lectura que les permitirá un abordaje integral del capítulo III
del texto de Romero.

1. ¿Cuáles fueron las consecuencias para las instituciones políticas de la caída del gobierno de
Yrigoyen en 1930?

2. Romero describe una serie de situaciones que propiciaron el fin de la institucionalidad


democrática, analícenlas y expliquen cómo se relacionan entre sí.

3. ¿Qué diferencias había entre las propuestas de los sectores nacionalistas y las de la clase política,
sobre el régimen político que debía implementarse después del golpe?

4. ¿Cuál era la situación política a nivel mundial durante este período?

5. ¿Cómo fueron las políticas económicas de Gran Bretaña luego de la crisis de 1930? ¿Cómo
impactaron en la economía argentina?

6. ¿En qué consistió el Tratado Roca-Runciman?

7. ¿Cómo fueron los cambios que se evidenciaron en la actividad sindical a partir de 1935?

8. ¿En qué cambió la política económica del ministro Federico Pinedo con respecto a la política
económica del período anterior?

9. ¿Qué se entiende por Estado keynesiano? ¿Se podría afirmar que la Argentina contó con un
modelo de Estado keynesiano durante los años treinta?

10. ¿Cuáles fueron las consecuencias de políticas ejecutadas por Ortiz en relación con los sindicatos y
los trabajadores?

11. ¿Cuál era el contexto económico durante el gobierno de Ortiz?

12. ¿Cuál fue el impacto que tuvo la Segunda Guerra Mundial en la economía y política argentinas?
El pensamiento de John Keynes a través de la Teoría general del
empleo, el interés y el dinero.
The General Theory of Employment, Interest and Money (1936) de Lord John Maynard
Keynes, contiene sin duda la esencia de su contribución a la teoría económica general. El
presente libro de Keynes es un repudio a los fundamentos del laissez faire. La teoría aquí
expuesta se sostiene sobre ciertas ideas básicas:

Estas ideas fundamentales se centran alrededor de lo siguiente:

1) El carácter general de la teoría de Keynes,

2) El papel del dinero

3) La relación entre el interés y el dinero

4) La inversión

5) La incertidumbre del futuro.

1) teoría General: Keynes carga el acento en la palabra general. Su teoría se ocupa de todos
los niveles de empleo, en contraste con la que el denomina teoría económica clásica, que se
limita al caso especial del empleo total. El propósito de la teoría general de Keynes es explicar
qué es lo que determina el volumen de empleo en un momento dado, ya sea empleo total,
desocupación amplia o algún nivel intermedio.

Keynes intenta demostrar que la situación “normal” de capitalismo del laissez faire en su
estadio actual (los años 30) no corresponde al pleno empleo, por el contrario, se desarrolla en
una situación fluctuante de la actividad económica, que puede recorrer toda la gama que va
desde el empleo total hasta la desocupación amplia: un nivel de empleo característico bastante
alejado del empleo total.

Un aspecto general de la teoría a tener fuertemente en cuenta es que explica la inflación con
tanta facilidad como la desocupación, ya que ambos dependen fundamentalmente del volumen
de demanda efectiva1. Cuando la demanda es deficiente se produce la desocupación, y
cuando la demanda es excesiva se produce la inflación.

La mayoría de las diferencias de importancia entre la teoría clásica2 y la teoría de Keynes


surgen de la diferencia entre el supuesto de que el empleo total es el normal (teoría clásica) y
el supuesto de que lo normal es el empleo incompleto (Keynes). Un significado igualmente
importante asociado al término general remite al hecho de que la teoría keynesiana se refiere a
los cambios de volumen del empleo y la producción en el sistema económico en su conjunto,
en contraste con la teoría tradicional, que se refiere primordialmente, aunque no de una manera
exclusiva, a la economía de la empresa singular y de la industria singular. Los conceptos
básicos de la teoría general de Keynes son los volúmenes totales de empleo, de renta nacional,

1
Se entiende por demanda efectiva (demanda agregada) siguiendo a Keynes, al conjunto de consumo, ahorro,
exportaciones netas más el agregado de expectativas por consumos futuros.
2
Por teoría clásica, simplificando, entendemos aquellas nociones cercanas al laissez faire

1
de producción nacional, de oferta total, de demanda total, de consumo social total, de inversión
social total y de ahorro social total.

2) La teoría de una economía monetaria: El dinero desempeña tres funciones:

a) medio de cambio, b) unidad de cuenta, c) acumulador de valor

La más importante para la economía monetaria es la función de acumular valor.

Los que tienen más renta y riqueza de la que consumen de ordinario pueden acumular exceso
de varias formas, entre las que se cuentan atesorar dinero, prestar dinero e invertirlo en algún
tipo de bien de capital. Si optan por acumular su riqueza en forma de dinero, no obtienen renta,
si prestan su dinero, perciben interés, y si adquieren un capital de inversión, esperan percibir
beneficios

Cuando los poseedores de riqueza expresan en general una preferencia por atesorar dinero más
bien que por prestarlo o invertirlo, la producción de riqueza social real está en desventaja. Esta
preferencia por la posesión de dinero, más bien que por la posesión de riqueza rentable, sólo
existe en un grado importante en un mundo en que el futuro económico es incierto.

3) El interés como premio por no atesorar dinero: El interés es la recompensa por transferir
la disposición sobre la riqueza en su forma líquida. El tipo de interés depende de la intensidad
del deseo de atesorar, o de lo que Keynes llama preferencia de liquidez, para fines
especulativos. Cuando mayor es la preferencia de liquidez, más elevado es el tipo de interés
que hay que pagar.

Keynes carga el acento sobre el deseo de atesorar. El atesoramiento es uno de los fenómenos
que aparecen de una manera completamente diferente cuando se miran desde la posición del
individuo a cuando se miran desde el punto de vista de la economía en toda su amplitud.

Un aumento de los tipos de interés tiende a reducir la demanda efectiva y, en tiempos


normales, a originar desocupación. El interés se ha considerado por los economistas clásicos
como una recompensa al ahorro, es decir, una recompensa por posponer el consumo, más bien
que como un premio a la cesión de liquidez.

4) La inversión como importante factor determinante del empleo: La producción que excede
lo que se consume habitualmente, se llama inversión. Esta comprende actividades como
construir nuevas fábricas, nuevas casas, nuevos ferrocarriles y otros tipos de bienes que no han
de ser consumidos con tanta rapidez como se producen. La distinción entre consumo e
inversión es fundamental para todo el análisis de Keynes. Su teoría, reducida a sus términos
más simples, afirma que el empleo depende de la cantidad de inversión, o bien que la
desocupación es originado por una insuficiencia de inversión.

En resumen, el empleo en la actividad de inversión ayuda a mantener la demanda de la


producción existente de bienes de consumo. Si disminuye la inversión, se origina
desocupación.

El empleo fluctúa, ante todo, porque fluctúa la inversión. La desocupación se origina


primordialmente por una insuficiencia de inversión. Si la inversión puede ser sometida a
intervención, también puede serlo el empleo total. Un nivel elevado de empleo depende de un

2
nivel elevado de inversión. La clave para la comprensión de la teoría general de empleo se
encuentra en la respuesta a esta pregunta: ¿Cuál es la causa de que la inversión fluctué y
de que esté característicamente por debajo de la cuantía necesaria para el empleo total?

5) La irracionalidad psicológica como causa de la inestabilidad: Hay una tendencia a lo


abstracto que se deriva del hecho de que sabemos muy poco del futuro a largo plazo.

Lo que Keynes llama juicios convencionales se convierte en la base del comportamiento en el


mercado. Son convencionales porque implican una coincidencia general de opinión o la
aceptación de una convención en sustitución de un conocimiento genuino que no existe.
Proporcionan alguna estabilidad en tanto que la convención es aceptada, pero cuando la
convención se quiebra, la inestabilidad se pone a la orden del día.

Al suponer que los inversores tienen un conocimiento presente del futuro completamente
diferente del que tienen en realidad, la teoría clásica subestima “los factores ocultos de la duda
radical, la incertidumbre, la esperanza y el temor”. A pesar de estas importantes diferencias
entre los supuestos psicológicos de Keynes y los de la escuela clásica, hay un aspecto en el que
las teorías psicológicas de ambos son similares: mientras que los economistas clásicos se
ocupan del comportamiento racional en un mundo racional, Keynes se ocupa del
comportamiento racional en un mundo irracional.

De la presentación de estas ideas básicas resulta patente que están íntimamente ligadas unas a
otras. No puede ser expuesta una idea sin hacerse eco de las demás. La teoría del interés y del
dinero es, en realidad, una sola teoría.

Todas estas ideas conexas entran en una teoría del empleo, que es la esencia de la General
Theory…, y puede enunciarse como sigue: en un mundo en que el futuro económico es
sumamente incierto y en que el dinero es una forma importante de acumular riqueza, el nivel
general de empleo depende de la relación entre los beneficios esperados de la inversión en
bienes de capital y el premio de interés que hay que pagar para inducir a los poseedores de
riqueza a transferir el dominio de su dinero. Si hay confianza en el futuro, habrá inversión real
y el empleo tendrá un nivel elevado. Aunque haya que seguir pagando interés por el no
atesoramiento, este premio puede ser pagado y capacita también a los empresarios para realizar
una inversión real en los términos en que esperan que rinda beneficios.

CAPITULO II: EL FONDO CLASICO

3
En su General Theory…, Keynes cargaba el acento en las diferencias más bien que en las
semejanzas entre su teoría y la clásica, a fin de llevar mejor a puerto sus puntos principales. En
una época en que el laissez faire ha muerto, es importante separar de este la teoría económica,
aun cuando su unión, que tan bien fue realizada por Adam Smith, ya había perdido terreno, al
menos desde la época de John Stuart Mill. Considerando la teoría clásica en su conjunto, su
significación práctica hay que seguir viéndola en la presunción a favor del laissez faire.

EL CONTENIDO DE LA TEORIA ECONOMICA CLASICA

Está basada en el supuesto del empleo total del trabajo y demás factores de la producción.

Si bien en alguna época no hay realmente empleo total, la teoría clásica afirma que hay siempre
una tendencia hacia el empleo total. La situación normal es un equilibrio estable de empleo
total. Si la perturbación persiste, la escuela clásica la atribuye a la interferencia de los gobiernos
o los monopolios privados en el libre juego de las fuerzas de mercado. Como regla general,
cuyas excepciones carecen de importancia, la política social que garantiza el empleo total
normal es la del laissez faire, la ausencia de intervención estatal en la empresa privada. En
contraste con esto, Keynes considera que la situación normal del capitalismo del laissez faire
es un nivel de empleo fluctuante. La finalidad primordial de la teoría de Keynes consiste en
explicar lo que determina el volumen de empleo en cualquier momento.

En lugar de intentar explicar que es lo que determina el volumen de empleo, la teoría clásica
presupone el empleo total y prosigue explicando cómo se adscribe a la producción un volumen
total dado de elementos y cómo se distribuye la renta derivada de la producción entre los
diferentes tipos de elementos que participan en la producción. La oferta y demanda determinan
los valores relativos de los elementos de producción y de las mercancías singulares, expresados
en términos de dinero, estos valores son los precios, y el sistema que fija los precios es el á

La teoría económica clásica es un estudio de las utilizaciones alternativas de una cantidad dada
de medios de producción ocupados.

“La oferta crea su propia demanda”. Este supuesto o principio se llama Ley del mercado de
Say, por J.B. Say, economista francés de principios del siglo XIX.

Que la oferta cree su propia demanda quiere decir que todo productor que trae mercancías al
mercado las trae tan sólo para cambiarlas por otras mercancías. Say supone que la única
razón por la que la gente trabaja y produce es para disfrutar de la satisfacción de consumir.

La ley del mercado de Say constituye una negación de la posibilidad de una superproducción
general, es decir, una negación de la posibilidad de una deficiencia de demanda adicional.

En una economía de cambio, la ley de Say significa que el gasto siempre será suficiente para
mantener el empleo total. Ahorrar es gastar en bienes de producción (inversión). Como, según
la teoría clásica, el ahorro es otra forma del gasto, toda renta se gasta, parcialmente en consumo
y parcialmente en inversión (bienes de producción).

En primer lugar, cuánto más elevado sea el tipo de ahorro, más tenderá a bajar el tipo de interés,
y un tipo de interés más bajo disminuirá el aliciente de ahorrar. El interés se considera como la
recompensa del ahorro, y una disminución de los tipos de interés hará disminuir este. En

4
segundo lugar, el tipo de interés más bajo aumentará el aliciente para invertir hasta un grado
en que absorba el ahorro adicional que queda después de haber bajado el tipo de interés.

Un aumento en el ahorro representa una disminución de la demanda de bienes de consumo y


hace que bajen los precios. Los precios más bajos significan beneficios más bajos, lo cual hace
desplazarse a los medios de producción de las industrias de bienes de consumo a las industrias
de bienes de inversión, en las que la demanda ha aumentado.

La teoría clásica no reconoce que una disminución del consumo, en lugar de llevar a un
aumento de la inversión, puede conducir a una disminución de la demanda total, y por lo tanto,
a la desocupación . Tampoco reconoce como importante móvil para el ahorro el deseo de
riqueza en cuanto a tal.

La significación del empleo total y de la desocupación: Es más correcto decir que la posición
clásica supone que no hay desocupación involuntaria, que es distinto de la desocupación
voluntaria y de la causada por fricción. Cuando la gente se niega a trabajar por propia voluntad,
no debe clasificarse como desocupada y por tanto, el empleo total puede existir aun cuando
haya gente voluntariamente ociosa.

La desocupación por fricción existe cuando hay hombres que dejan de trabajar por
imperfecciones en el mercado de trabajo. Hay muchos factores que pueden explicar la
desocupación por fricción: la inmovilidad de la mano de obra, el carácter estacional de cierto
trabajo, la escasez de materias primas, averías en las máquinas y equipos, ignorancia de las
oportunidades de colocación.

El empleo total es compatible con la desocupación voluntaria y tolera cierta cuantía de


desocupación por fricción. Existe empleo total en ausencia de desocupación involuntaria. En
la teoría clásica, no existe este tipo de desocupación, aunque en la polémica entre Keynes y los
clásicos hay implicado algo más que simples hechos, éstos no pueden ser ignorados, puesto
que, las polémicas como ésta tienen que ser resueltas en última instancia por una apelación al
sentido común y a los duros hechos de la experiencia.

La lección práctica es clara: como la desocupación, aparte del de tipo de fricción, se origina
por ser los salarios demasiados elevados, el remedio está en bajar los salarios.

LAS OBJECIONES DE KEYNES A LA TEORIA CLASICA

Lo que con más vigor objeta Keynes al razonamiento clásico es la idea de que la desocupación
desaparece si los obreros aceptan tipos de salarios suficientemente bajos. Rechaza el supuesto
de que el mercado de trabajo es siempre un mercado de vendedores en el que puede venderse
el trabajo si los obreros quieren aceptar reducciones de salarios. Hay dos aspectos en la objeción
de Keynes al punto de vista de que los tipos de salario flexibles remedian la desocupación.1)
el aspecto práctico, y 2) el aspecto teórico.

En un aspecto práctico, las uniones obreras son una parte integrante de la economía
democrática moderna, y la legislación de protección social, tal como la que establece salarios
mínimos y el seguro de desocupación, han de seguir probablemente formando parte de ella. Es
mala política poner objeciones a las uniones obreras y a la legislación protectora del trabajo.
La solución de tipos de salarios más bajos solamente podría llevarse a cabo en un mercado de
trabajo de libre competencia o en una economía plenamente autoritaria. En las sociedades

5
democráticas, las uniones obreras no es probable que sean eliminadas, ni que se deroguen las
leyes de salarios mínimos, ni que se rebajen las compensaciones por desocupación, y la opinión
pública respecto a lo que constituye un salario razonable para vivir no es probable que sea
revisada para rebajarlo a la luz de la enorme productividad de la técnica moderna.

Keynes sostiene que el volumen de empleo está determinado por la demanda efectiva y no por
los contratos entre obreros y patronos. También dice que las características peculiares de una
economía monetaria desarrollada explican la desocupación.

La explicación teórica última de la desocupación de Keynes descansa en el nexo de los tipos


de interés tomados en su conjunto con la irracionalidad de las previsiones de los hombres de
negocios respecto de la inversión en bienes de capital duraderos.

El mundo era pobre no porque le faltasen recursos materiales, capacidad técnica o voluntad de
trabajar, ni siquiera porque tuviese mal acoplados sus recursos empleados, era pobre porque
había algo radicalmente equivocado en la manera de pensar de los hombres y de conducir sus
asuntos económicos.

Reducir los salarios y los sueldos lo estimó Keynes desmoralizador y equivocado. Él buscaba
un medio de prosperidad a través de la expansión monetaria, de la inversión pública y de
otras formas de acción estatal. Esto representaba una desviación del laissez faire tradicional,
pero Keynes no se hacía ilusiones en cuanto a la mano invisible que se supone que guía a los
hombres por la recta senda cuando tratan de perseguir su propio interés.

Keynes deseaba la acción del gobierno porque veía la necesidad de una reglamentación del
tráfico que a todos beneficia y sin la cual la gente se interpone en el camino de los otros y nadie
llega a ninguna parte.

El gran defecto de la teoría clásica es su alejamiento de las condiciones del mundo capitalista
contemporáneo.

CAPITULO III: RESUMEN PRELIMINAR DE LA TEORIA GENERAL DEL EMPLEO

El punto de partida lógico de la teoría del empleo, de Keynes, es el principio de la demanda


efectiva. El empleo total depende de la demanda total, y la desocupación es el resultado de una
falta de demanda total. La demanda efectiva se manifiesta en el gasto de la renta. Cuando el
empleo aumenta, aumenta la renta. Es un principio fundamental el de que cuando la renta real
de una comunidad aumenta, aumentará también el consumo, pero menos que la renta. El
empleo no puede aumentar a no ser que aumente la inversión.

DEMANDA TOTAL Y OFERTA TOTAL: El término total demanda, tal como lo usa Keynes,
designa la demanda total del conjunto del sistema económico. Hay que distinguirla claramente
de la demanda de productos de empresas aisladas y de industrias singulares, que es el tipo usual
representado en dos diagramas de oferta y demanda.

Keynes utiliza como medida del volumen total de la producción la cantidad de trabajo
empleado. El precio de demanda total del volumen de producción de una cantidad dada de
empleo es la suma total de dinero, o ingresos, que se espera de la venta del volumen de la
producción alcanzada cuando se ha empleado esa cantidad de trabajo.

6
La curva de la demanda total, o función de la demanda total, como Keynes la llama es una
curva de los ingresos esperados de la venta de la producción resultante de diversas cantidades
de empleo. A medida que se emplea más trabajo, se realiza mayor volumen de producción y
los ingresos totales son mayores. El precio de la demanda total aumenta a medida que aumenta
la cantidad del empleo, y disminuye a medida que disminuye la cantidad del empleo.

La máxima de que ¨la oferta crea su propia demanda ¨ significa que todo aumento del empleo
conducirá a una cantidad adicional de ingreso suficiente para inducir a los empresarios a ofrecer
el empleo adicional.

Exposición más amplia del principio de la demanda efectiva: Puesto que el empleo depende
de la demanda y la demanda total es igual a la renta total, la teoría general del empleo es
también una teoría de la demanda total o de la renta total. Si partimos de un empleo inferior al
total, todo aumento en el empleo tiene que dividirse entre la producción para el consumo y la
producción para la inversión de una manera que corresponde a la forma como los perceptores
de la renta deciden dividir su aumento de renta entre el gasto para el consumo y el ahorro. La
curva del consumo (propensión al consumo) representa la relación permanente que Keynes
supone que existe entre el volumen de la renta nacional y la cantidad que será gastada por el
público en el consumo. La inversión tiene que aumentar hasta cubrir la diferencia entre la renta
y el consumo. En ausencia de un aumento en la demanda de inversión, los hombres de negocios
que emplean obreros adicionales para aumentar el volumen de producción no podrán vender
todo lo que producen, a no ser que vendan con pérdida.

LA PROPENSION AL CONSUMO

La demanda de consumo depende del volumen de la renta y de la parte de ella que se gasta en
bienes de consumo. La cuantía absoluta del consumo aumentará a medida que aumente la renta
y disminuirá a medida que disminuya la renta. Una curva que muestre las distintas cuantías del
consumo que se corresponden con los diferentes niveles de renta constituye la curva de la
propensión al consumo. Es una relación funcional que indica como varia el consumo cuando
varia la renta. El supuesto de Keynes de que la propensión al consumo es relativamente estable
a corto plazo es una generalización de la experiencia real y constituye una parte esencial de la
estructura de su teoría.

Una alta propensión al consumo es favorable para el empleo porque origina disparidades
relativamente pequeñas entre la renta y el consumo, atendido con la renta correspondiente a los
diferentes niveles de empleo. Si consumo serán mayores, y para mantener niveles altos de
empleo, la cuantía de la inversión tiene que ser relativamente grande. Si la propensión media
al consumo fuese del 100 por 100 para todos los niveles de renta, estaría asegurado el empleo
total, porque no se necesitaría ninguna inversión

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