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Con o sin corbata

Nuestro país ha experimentado grandes cambios en el contexto social y político dentro de


los últimos años. El día 6 de octubre del 2019, el Metro de Santiago aumentó $30 pesos
chilenos el costo del pasaje, despertando con esto el malestar de los usuarios del medio
de transporte. Días después, estudiantes de educación media y superior comenzaron
movimientos de desobediencia civil, saltando los torniquetes y evadiendo el pago del
pasaje. El 18 de octubre de 2019 en Santiago se generó una evasión masiva en casi la
totalidad de estaciones, pero después de una serie de incendios y desmanes, se aumentó
la represión policial y las manifestaciones se propagaron a otras ciudades en las que
amplios sectores medios y de las clases populares comenzaron a manifestar su rechazo al
modelo político en ese momento vigente. La protesta redundó en grandes marchas,
cacerolazos multitudinarios y enormes destrozos, saqueos e incendios en estaciones del
tren subterráneo, supermercados y multitiendas, lo que conmocionó profundamente a la
opinión pública nacional e incluso internacional. Las respuestas del gobierno del
mandatario en ese entonces no fueron suficientes y el huso de fuerzas armadas provocó el
aumento de movilizaciones y adherentes a estos movimientos en los que se exigían las
demandas fundamentales sobre pensiones por retiro, salud, desigualdad, delincuencia y
educación. Así exigiéndose el cambio de la constitución chilena por la ilegitimidad de la
constitución vigente, fruto de la dictadura civil-militar. El día 15 de noviembre del 2019,
diversos representantes de los partidos políticos, con excepción del PC, suscribieron el
histórico “Acuerdo por la Paz Social y nueva Constitución”tanto del oficialismo como de la
oposición, firmando el “Acuerdo por la paz y la Nueva Constitución” que buscó a el
proceso de elaboración de una nueva Carta Magna que reemplace la de 1980 por una
nueva Carta Constitucional. En este se estableció que el 26 de abril del 2020 los chilenos
podrían participar de un plebiscito para votar por el “apruebo” o “rechazo” de la
realización de una Asamblea Constituye. Debido a la pandemia del COVID-19 aquella
votación fijada para el 26 de Abril se realizó el 25 de octubre del 2020. Votación en la que
el Apruebo se impone en con el 78.3% de las votaciones, mientras que respecto del
mecanismo, la convención constitucional recibió un 79% de las adhesiones y la convención
mixta, un 21%.

El 18 de julio de 2021, como abanderado del Frente Amplio, el candidato Gabriel Boric
compite en las primarias presidenciales de la izquierda frente candidato por el bloque
Chile Digno, el alcalde Recoleta y militante del Partido Comunista, Daniel Jadue.
Finalmente, Boric venció a Jadue y se convirtió en el candidato presidencial del Frente
Amplio y el pacto Chile Digno.

Cuatro meses después, en las elecciones presidenciales del 21 de noviembre del mismo
año el Servicio Electoral (Servel) informan las cifras obtenidas en las votaciones: José
Antonio Kast (27,9%), Gabriel Boric (25,8%), Franco Parisi (12,8%), Sebastián Sichel
(12,8%), Yasna Provoste (11,6%), Marco Enríquez-Ominami (7,6%) y Eduardo Artés (1,5%).
Pasando a segunda vuelta con primera mayoria José Antonio Kast y Gabriel Boric.

A finales del año pasado, Gabriel Boric obtuvo la mayoría de votos en las elecciones
presidenciales imponiéndose ante el candidato José Antonio Kast. Con casi un 56% de
preferencia, es decir, unos 4.6 millones de votos, siendo escogido este ex lider estudiantil
para ser el nuevo presidente de Chile por los próximos cuatro años.

Este pasado 11 de marzo a las 12:00hrs en el Congreso ubicado en Valparaíso se concretó


aquel triunfo. En la ceremonia del cambio de mando el ex abanderado por apruebo
dignidad recibió el mando del pais de manos del ex presidente Sebastian Piñera y juró
frente a sus invitados y el país dando inicio a esta nueva estapa que viviremos como
nación. Las expectativas de más de la mitad del pueblo chileno son muy altas si
comparamos el escenario actual con los cambios de gobierno anteriormente vividos, es
más gran parte de la sociedad cataloga lo sucedido como “el regreso de la democracia”.
Por parte de los adherentes del Presidente Gabriel Boric existe la esperanza de que
finalmente se solucionaran las problemáticas que ocasionaron el estallido social y otras
que se han ido agravando en estos últimos años como la crisis migratoria, el conflicto en la
Araucanía, la delincuencia, la corrupción, etc.

La interrogante que surge a raíz de lo descrito anteriormente es sí es posible que el nuevo


Gobierno junto a sus colaboradores puedan hacer frente a la alta demanda de
problemáticas sociales, realmente será posible aumentar los beneficios para los más
vulnerables y disminuir las garantías a los más poderosos, se logrará mejorar la vida de
todos los chilenos en un par de años y dejar atrás la desigualdad social, los campamentos,
niños abandonados en centros de horror, abuelos con pensiones miserables, enfermos
que fallecen esperando atención, víctimas de delito encerrados por temor y delincuentes
libres por un sistema policial y judicial débil. Será posible erradicar todo en tan corto
tiempo.

No cabe duda que todos los Chilenos quisieran ver solucionadas en el corto plazo todas las
problemáticas que dañan en mayor o menor grado su vida en este largo y angosto
territorio, pero así como existe un gran optimismo frente al liderazgo del Presidente Boric,
también hay un grupo de Chilenos que se mantienen al margen del excesivo entusiasmo
que envuelve al populismo que apoya al nuevo mandatario y distante de las predicciones
negativas. Estos ciudadanos no utilizan tecnicismos o estudios de reconocidas
instituciones como podemos ver o escuchar a diario en los medios de comunicación, la
inflación, el comportamiento de los mercados financieros, la importancia del cobre o el
litio para el presupuesto del país y tantas otras variables, no son temáticas relevantes en
la vida de estos compatriotas. Ellos son simples para expresarse, pero sus fundamentos
son poderosos y convincentes, vidas de mucho esfuerzo para poder mantener sus familias
y tratar de salir adelante, es por ello que manifiestan la pérdida de confianza después de
esperar por años los cambios que nunca llegaron. Cada uno de los Mandatarios anteriores
se comprometieron con los ciudadanos a solucionar las mismas problemáticas sociales y el
resultado al final de sus gobiernos fue ineficiente, es mucho lo que se promete y muy
poco lo que se cumple. Se espera que en esta ocasión el cambio sea más profundo que el
no uso de una corbata.

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