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ESCUELA DE POSGRADO

DOCTORADO EN GESTIÓN PÚBLICA Y GOBERNABILIDAD

CURSO
LA NUEVA ADMINISTRACION Y GERENCIA PUBLICA

PRODUCTO ACADEMICO N° 01
REALIZAR UN INFORME SOBRE LOS HECHOS OCURRIDOS EN EL PERU -
TENIENDO EN CUENTA LA DEMOCRACIA, GOBERNABILIDAD Y
GOBERNANZA

DOCTORANTE:
MG. CPCC. JOSÉ ANDRES RIVAS CHONG

DOCENTE:
DRA. MARIELLA VERENISSE CUSTODIO CHOLÁN

CHICLAYO, JULIO 2021


REALIZAR UN INFORME SOBRE LOS HECHOS OCURRIDOS EN EL PERU -
TENIENDO EN CUENTA LA DEMOCRACIA, GOBERNABILIDAD Y
GOBERNANZA

El 09 de noviembre de 2020, el Congreso del Perú destituyó a Martín Vizcarra como


presidente del Perú tras ser llevado a un Juicio Político por corrupción. Este hecho ocurrió
en plena pandemia del covid-19, generando manifestaciones y revueltas en este país. Fue
reemplazado por Manuel Merino de Lama, quien lideró la moción de “Vacancia por
incapacidad moral”, sin embargo, dimitió el 15 de noviembre, tras seis días de estar en la
cabeza del Ejecutivo. Rápidamente fue reemplazado por Francisco Sagasti, quien se
encuentra en el cargo desde el 17 de noviembre de 2020. En una semana, nuestro Perú tuvo
tres presidentes, lo que develó una honda crisis sociopolítica que vive este país. Pero
también, un profundo conflicto en las bases sociales, pues tras las protestas por la
destitución de Vizcarra, dos jóvenes fallecieron.

La historia política de Perú cuenta con una gran lista de expresidentes que se han visto
envueltos en escándalos por actos ilícitos de corrupción, y por ello, han sido condenados o
enjuiciados. Los presidentes Alberto Fujimori, Alan García, Alejandro Toledo, Ollanta
Humala, Pedro Pablo Kutzinsky, y el último que hemos tenido, Martín Alberto Vizcarra
Cornejo; se han visto envueltos en algún caso de este tipo, de los cuales varios de ellos han
sido destituidos por vacancia. Aunque se debe tener en consideración que la destitución de
un presidente es una herramienta constitucional, que puede ser tramitada fácilmente porque
el Congreso es unicameral.

La corrupción y la delincuencia son los principales problemas que vive el país. En efecto,
más del sesenta por ciento de la población (60,6%), coloca a la corrupción como la principal
preocupación. Seguido por la delincuencia (41,8%). Los datos sugieren que la corrupción
percibida por la población como principal problema del país, es aquella vinculada al poder
político, como el tráfico de influencias, cobro de porcentajes sobre contratos y licitaciones,
malversaciones, descuentos compulsivos etc. que requieren instrumentos de medición,
distintos al de una encuesta de hogares.

El año 2020 ha sido crítico para el mundo por la pandemia del COVID-19. Será recordado
como el año que vivimos en peligro. Para el Perú es, adicionalmente, el año en que la
democracia se tambaleó en sus raíces, tanto como sistema de representación política y en sus
principales instituciones. En el 2016, la elección de Pedro Pablo Kuczynski en segunda
vuelta configuró el escenario de un gobierno dividido que gestó un interminable conflicto
entre ejecutivo y legislativo. En relaciones tensas con el Congreso, el gobierno de PPK tuvo
un ministro censurado y se le denegó la confianza a un gabinete. Renunció después de librar
una vacancia por permanente incapacidad moral. Asumió Martín Vizcarra, su
vicepresidente. Tras denuncias de corrupción por la propalación de audios que vinculaban a
una red que incluía a jueces con hechos de corrupción, convocó a un referéndum para
reformar parcialmente la Constitución. En la consulta popular se aprobó la prohibición de
relección parlamentaria inmediata al lado de otras dos reformas: la creación de la Junta
Nacional de Justicia y el financiamiento público de los partidos políticos. Ante el
escalamiento de conflictos con el Congreso, Vizcarra propuso un anticipo de elecciones en
julio; luego, en el mes setiembre de 2019, disolvió el Congreso invocando el artículo 134 de
la Constitución. El nuevo Congreso, electo en enero de 2020, tiene nueve grupos
parlamentarios en una composición muy diferente al disuelto. Se instaló el 16 de marzo,
cuando el Perú enfrentaba la crisis sanitaria por el COVID-19, en estado de emergencia.
Martín Vizcarra fue un presidente sin partido ni bancada, pues no formó alianza con ningún
partido para participar de esa elección.

De acuerdo a lo visto durante el transcurrir de los años, la corrupción es el problema más


importante del Perú y la mayoría de peruanos afirman que la mitad o más de los políticos se
encuentran involucrados en corrupción. En los últimos procesos electorales se presentaron
candidatos, tanto al Congreso como a cargos regionales, que contaban con procesos penales
o inclusive, sentencias por delitos dolosos vinculados a actos de corrupción. La elección de
personas con procesos penales ha ocupado la agenda pública pues una vez en el cargo han
procurado obstaculizar sus procesos. Los problemas derivador de la inmunidad
parlamentaria y las reglas de financiamiento fueron otros de los temas cuya reforma se
propuso.

Uno de los principales problemas que el Perú no ha logrado superar es el de lograr


gobernabilidad democrática cuando los gobiernos no tienen mayoría en el congreso. Cuando
Se gobernó con mayorías durante el siglo XX, el control parlamentario fue insuficiente
(Bernales, 1989); mientras que sin mayoría parlamentaria (Tuesta 1995), los golpes de
estado interrumpieron períodos de gobierno. Entre 2001 y 2016, los gobiernos carecieron de
mayorías parlamentarias pero formaron coaliciones que aunque poco estables, les permitió
concluir su mandato, impidiendo una coalición opositora. Algunos estudios habían
pronosticado el triunfo del Ejecutivo en escenarios catastróficos de conflicto (García
Belaunde, 1991; Fernández Segado 1998) 1, otros más bien daban cuenta de ejecutivos
acorralados que podrían terminar destituidos como había ocurrido en otros países de la
región.

Dos eventos graves, la crisis política y la crisis sanitaria, podrían haber sido causa
suficientemente grave para que se paralice el debate y aprobación de las propuestas de
reforma política. Sin embargo, en este clima de tensiones políticas, entre 2019 y 2020 se han
aprobado reformas. La mayor parte de ellas aplicables al proceso electoral que se dio en el
mes de abril de 2021.

Las diferencias ideológicas de los aspirantes Keiko Fujimori y Pedro Castillo han polarizado
aún más si cabe a una sociedad hastiada de la política, la corrupción y la falta de perspectiva
económica. Más de 25 millones de electores peruanos tienen en sus manos elegir al o el
próximo presidente. Y pocas veces se había visto una segunda vuelta con tanto rechazo y
resignación por escoger al menos malo para la nación andina.

Los candidatos Keiko Fujimori y Pedro Castillo no solo tienen propuestas completamente
distintas, sino que sus perfiles también representan mundos opuestos. Tal extremidad ha
provocado que los ciudadanos vean, en función de su propia ideología, a uno de los dos
como un peligro para la democracia peruana.
Con este escenario –de voto obligatorio además, solo facultativo para los mayores de 70–,
aunque muchos peruanos desconfíen de ambos representantes, saben que están forzados a
elegir lo que consideran "un mal menor".

José Pedro Castillo Terrones es un maestro rural y sindicalista que se hizo conocido en Perú
por liderar una huelga de maestros en 2017, que duró más de un mes. Las ideas del
candidato de 51 años convencen sobre todo a las clases bajas, a quienes se inclinan por
medidas de izquierda y a quienes creen que son diferentes con respecto a los últimos
gobiernos, manchados de acusaciones de corrupción.
Más célebre, por su apellido, es Keiko Sofía Fujimori, de 46 años, administradora de
empresas, ex primera dama y excongresista. Su partido, Fuerza Popular, es de derecha
autoritaria. Y, si bien el modelo económico que propone es consecuente al de los últimos
gobiernos, aglutina mucho voto en contra.

Este 28 de junio, el pleno del Jurado Nacional de Elecciones de Perú (JNE) rechazó diez
expedientes más sobre impugnación de votos de la segunda vuelta de elecciones
presidenciales, presentados por la candidata de la derecha Keiko Fujimori. El JNE consideró
infundados los pedidos por no encontrar pruebas sobre supuestas irregularidades. Entretanto,
Fujimori pidió al presidente Francisco Sagasti una auditoría internacional para esclarecer lo
que señala como “fraude”.

Por último, la nueva derrota para la candidata presidencial de Perú, Keiko Fujimori, en su
intento por impugnar los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 6 de junio,
que dan como virtual ganador al izquierdista Pedro Castillo. El pleno del Jurado Nacional de
Elecciones de Perú (JNE) declaró infundados diez expedientes más en los que Fujimori
solicita la anulación de votos por supuesto fraude. El órgano ya había rechazado la semana
pasada otros diez pedidos de la líder del movimiento Fuerza Popular. Las autoridades
electorales han afirmado que la aspirante presidencial no ha presentado pruebas suficientes
sobre sus alegatos de que se habrían falsificado firmas de miembros de mesa de votación
donde supuestamente se adulteraron el número de votos para cada candidato. Además, el
JNE afirma que recibió en primera instancia 1.088 pedidos para anular mesas de sufragio,
pero asegura que de ellos solo 281 se entregaron dentro del plazo legal. No obstante, el
partido de Fujimori insiste y ha presentado cientos de apelaciones con las que pide la
anulación de al menos 200.000 votos.

La mayoría de solicitudes de nulidad son sufragios de zonas muy alejadas o rurales pobres
del país, donde la candidata conservadora e hija del encarcelado expresidente Alberto
Fujimori no tuvo mayor apoyo, reporta la prensa local. Los alegatos se producen tras unas
reñidas elecciones, que con el 100% de los votos escrutados ubican a Castillo en el primer
lugar, pero hay una diferencia de solo 44.000 sufragios entre los dos candidatos. Es por esta
razón, que la candidata Fujimori se mantiene en su postura de impugnar decenas de mesas
de votación, pues si el JNE le da la razón, la anulación de votos podría cambiar la balanza y
darle la victoria a la derechista.

Cabe resaltar que, la justicia peruana rechaza pedido de repetir las elecciones y la JNE
retomará revisión de papeletas, pues el Segundo Juzgado Constitucional Transitorio de Lima
rechazó la solicitud de repetir la segunda vuelta de los comicios presidenciales entre el
izquierdista y virtual ganador, Pedro Castillo, y la candidata de la derecha Keiko Fujimori,
quien alega fraude. La justicia indicó que no se registraron irregularidades, como aseguró la
demanda. Entretanto, el JNE retomará el lunes la revisión de las papeletas refutadas, luego
de que se posesionará el nuevo fiscal tras la renuncia de Luis Arce.

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