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La protección infantil en Colombia:

una apuesta por controlar las condiciones de


indefensión infantil (1960-1990)*
Child Protection in Colombia: A Bet to Control
the Conditions of Defenseless Child
Sandra Milena Laiton Rozo**

Fecha de recepción: 26/07/2013


Fecha aceptación: 19/09/2013

Resumen Abstract
Esta investigación es una exploración histórica que This research is a historical exploration that at-
intenta sumergirse en el tiempo para describir las con- tempts to immerse in time to describe the historical
diciones históricas que permitieron la emergencia de conditions that allow the emergency of a security de-
un dispositivo de seguridad sobre la infancia abando- vice towards the abandonment childhood in Colombia
nada en Colombia durante el periodo de 1960-1990. during the period of 1960-1990. This advice resulted in
Este dispositivo se tradujo en la incursión de una serie the incursion of a number of strategies that impelled the
de estrategias que impulsaron el gobierno de la infancia. government childhood. So, it was noted that child protec-
Así las cosas, se observó que la protección a la infan- tion was established as a mechanism operated under
cia fue establecida como un mecanismo que funcionó a number of unique practices to recognize the impor-
bajo una serie de prácticas singulares para reconocer tance, appearance, emergence and institutionalization
la importancia, aparición, emergencia e institucionali- of a set of actions that operated for intervening prob-
zación de un conjunto de acciones que operaron para lems related to children on condition of helplessness.
intervenir los problemas relacionados con los niños en State that, in this moment, was becoming in a social
condición de indefensión. Estado que, para entonces, se and state risk.
estaba convirtiendo en un riesgo social y estatal.
Keywords: infant subjectivities, governance practi-
Palabras clave: subjetividades infantiles, prácticas ces, infant, child protection, security advice.
de gobierno, infancia, protección infantil, dispositivo de
seguridad.

Proemio a la infancia bre un determinado sector de la infancia, que para ese


entonces se encontraba en situación de abandono. Du-
Este trabajo es un estudio investigativo que proce-
rante esta época, precisamente, se garantizó la protec-
de de la intención por describir las condiciones históri-
ción infantil como “mecanismo de gobierno” (Castro,
cas que permitieron en Colombia la emergencia de un 2010, p. 44), sobre los malestares generados por esta
dispositivo de seguridad que materializó, mediante una condición y de contención sobre las múltiples adversi-
conjunción de prácticas, la preocupación por los niños dades que enfrentó la sociedad producto de la indefen-
durante el periodo de 1960 a 1990, particularmente so- sión en la que se hallaban los niños.

* Este artículo de reflexión es una síntesis de la investigación denominada “La protección infantil en Colombia, una sospecha por el cuidado de los niños (1960-
1990)” realizada entre 2011-2013, con el objeto de mostrar y observar las condiciones históricas que motivaron la emergencia por la preocupación de la infancia
durante el periodo objeto de estudio..
** Magíster en Desarrollo Educativo y Social de la Universidad Pedagógica Nacional – Convenio Cinde. Licenciada en Idiomas (inglés-español) de la Universidad An-
tonio Nariño. Docente del distrito en básica primaria del Colegio Entre Nubes SO-IED. Correos electrónicos:samilaro@hotmail.com; radsanontila@hotmail.com.

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Por consiguiente, esta descripción partió del ras- el niño vago, el gamín, el niño, el niño abandonado, el
treo de fuentes en el archivo (periódicos, discursos, li- niño especial, etc.
bros, fotograf ías, imágenes, folletos) de la época en la
que se indagaron las prácticas, los medios y las estra- De ese modo, se pudo establecer que la condición
tegias que fueron empleados para proteger a la infan- de abandono infantil en Colombia estuvo regulada por
cia. Posteriormente, la información se registró en una una serie de tecnologías de gobierno que se establecie-
matriz que permitió el agrupamiento de los registros ron para resguardar y normalizar a los niños bajo el ar-
por categorías de análisis que determinaron los objetos, gumento que “la vida de los niños se encuentra definida
conceptos, sujetos, instituciones, prácticas y discursos tanto por su cultura y medio ambiente” (Montgomery,
relacionados con la protección infantil en Colombia. 2009 citado en Pachón, 2009, p. 452). Esto se dio, no
Desde esta perspectiva se establece que el investigador obstante, con el único objeto de lograr minimizar el so-
comprende que el fenómeno abordado es un aconteci- bresalto y el auge de sus conductas delictivas, y con la
miento que se halla en las huellas, vestigios, rastros de búsqueda, además, de controlar a un niño gamín, delin-
la historia y que se ha institucionalizado y hecho prácti- cuente, vago, sin hogar, sin normas, mendigo, abusado,
ca en un momento histórico (Álvarez, 2003, p. 1), para vulnerado y bajo las riendas de su propia libertad para
buscar la mutación, la transformación, la resignifica- transfigurarlo en un niño trabajador, silencioso y obe-
ción de esa verdad en lo histórico y lo social. diente como lo deseaba la sociedad del momento.

En concordancia, se describe la instalación, la crea-


ción y la emergencia de un sinnúmero de tecnologías de
Condiciones históricas que permitieron
gobierno1 con las que se pretendió regular a los niños el reconocimiento del niño sin amparo
en Colombia, y así evitar que su condición de desampa- en Colombia y su posterior protección
ro se tornara en un malestar social. Aquí se observará (1960-1990)
que la necesidad que se evidenció en torno a la pro- La infancia en Colombia se ubicó en el centro de
tección de la infancia fue resultado de la conjunción atención de la sociedad durante los años 1960-1990,
de múltiples condiciones de existencia que actuaron puesto que demandó del Estado, de la sociedad, de la
acopladas para permitir el reconocimiento de la inde- familia y de las instituciones la instauración de una serie
fensión social, estatal y familiar en que se hallaban los de prácticas, discursos, subjetivaciones que orienta-
niños y la necesidad que floreció entonces de “prote- ran su protección, disciplinamiento y control desde una
gerlos” y “ampararlos” sobre cualquier forma de penu- mirada social más exigente y constante. En ese sentido,
ria social manifiesta en estilos de violencia, explotación y a finales de los años cincuenta, en Colombia y Latino-
otros aspectos que iban en detrimento del país. Entre américa, aparecieron instaladas múltiples condiciones
estos malestares estaban la mendicidad, el abandono, históricas que determinaron los modos de concebir a
la vagancia, la delincuencia infantil, etc., problemáticas los niños, y que posibilitaron, a su vez, que la sociedad y
que impulsaron la necesidad de generar estrategias de el Estado enfocaran su atención y la definición de estra-
control, gobierno y asilo sobre los niños, a razón del esta- tegias hacia cierto sector de la población infantil. Este
do de conciencia social y de control que se fue asu- sector estaba compuesto por aquellos niños que vivían
miendo paulatinamente en la época. en circunstancias económicas y educativas desfavora-
bles, que deambulaban por las calles como delincuen-
En ese sentido, la preocupación por la infancia en
tes, trabajadores y mendigos infantiles, y que habían
Colombia se fue constituyendo como producto de la
sido considerados en condición de descuido y arrojados
urgencia de contención y el gobierno de las conductas
que presentaban los niños en la sociedad del momento a estos contextos por efecto del incremento de las ma-
(1960-1990) y como una práctica fundamental y nece- dres solteras, de la paternidad irresponsable, la irres-
saria de supervivencia humana. De hecho, se planteó ponsabilidad de los padres o la miseria y la pobreza, tal
la necesidad de resguardar a los niños, de internarlos como lo señaló el siguiente aparte: “la delincuencia de
tempranamente y cuidarlos, como un mecanismo que menores en los países latinoamericanos no es un pro-
permitiría su regulación y amoldamiento a los reque- blema de precocidad, […] sino un fenómeno nacido del
rimientos sociales del entonces, pero, además, generar pauperismo, de la ignorancia, del abandono y del medio
la intervención sobre los riesgos que provocó su estado ambiente nocivo” (More, 22 de marzo de 1959, p. 21).
de indefensión, posibilitando así la instalación y emer- Cada uno de estos efectos definió la forma como la
gencia de diversas concepciones acerca de la infancia sociedad comprendió a los niños; es decir, como “almas
entre las que se nombraron: los hijos de la violencia, leves” y “subjetividades débiles e indefensas” sobre las que
se debía tender un cerco de salvaguarda que se materia-

1
Entiéndase por tecnologías de gobierno aquellas que buscan dirigir lizó en el impulso, la formulación, el reconocimiento y
la conducta de otros de un modo eficaz (Castro, 2010, p. 39). la definición de una serie de políticas de protección

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infantil. Estas, como medidas de seguridad y regulación, indefensos y sin orientación. En ese sentido, se planteó
se orientaron a enfrentar la condición de desamparo que era necesario actuar como se hacía con los adultos a
que venía afectando a los niños dentro de la sociedad. fin de contrarrestar la situación arguyendo que “una re-
A este respecto, se dijo entonces que “no debemos así dada como la que frecuentemente se realizan, con bue-
ahorrar sacrificios en procura de remediar este flagelo, no aunque fugaz éxito, contra vagos y maleantes sería
que sin razón propia […] se agrupa en nuestro pueblo. evidentemente excesiva en este caso” (p. 5).
Evitemos […] que se convierta en vergüenza para noso-
tros” (Ramírez y Vallejo, 9 de noviembre de 1959, p. 18). Nótese que tanto para Colombia como para los paí-
ses latinoamericanos fue relevante el reconocimiento
Lo que devino en el reconocimiento de la existencia de la existencia de una infancia abandonada, al igual,
de una infancia indefensa sobre la cual se debía extender que fue vital la importancia que representaba para el
un halo de protección para evitar que su “realidad” y país generar esfuerzos que propendieran al bienestar
malestares provocados se transfiguraran en riesgos no solo del niño en calidad de subjetividad abandonada,
para la población. Y es que, justamente, al dar cuen- sino también de la familia, núcleo central para su con-
ta de esas prácticas no solo se describieron los modos trol y gobierno; es decir, que de ella, según el momento,
como la sociedad comprendió a los niños en condición dependió la asertiva contención de las vicisitudes que
de desatención, sino que también se pudo evidenciar la se manifestaban en relación con los niños. En ese caso,
manera como estaba constituida la vida social en aquel “la infancia se convierte en el centro de la familia mo-
tiempo. Así pues, se visibilizó el punto de inicio de esa derna y sobre ella comenzaría a girar buena parte de
gama de vicisitudes que la época tuvo que entrar a con- la dinámica familiar” (Jiménez, 2008, p. 157). Este as-
trarrestar en relación con los niños, debido a su condi- pecto señaló la relevancia de atender en el ámbito social
ción de abandono. a la familia en Colombia, pues en ella se encontraban
los valores, los principios y las condiciones de protec-
Por ello, el abandono de la infancia colombiana des- ción para remediar el problema de la infancia abandonada
de finales de los años cincuenta fue catalogado como por el Estado. Esto mostró que lo que había que resol-
uno de los problemas más visibles que afrontaban la ver no era “el estatuto del niño, sino el estatuto de la
mayoría de los niños del país, el cual se originó por el familia, o en términos más amplios, […] el concepto de
desplazamiento de la población a otras regiones y cen- que la seguridad social no sea solo una concepción legal
tros de la nación a causa de la violencia. Este fenómeno sino una realidad de hechos” (González, 17 de agosto
empezó a generarle a la sociedad la puesta en marcha de 1962, p. 23).
de una gama de acciones, para evitar que le ocasionara al
país malestares sociales dif íciles de contener. Cabe Como se constató, entonces, el fenómeno del aban-
exponer que esta situación no era solo colombiana, dono de la infancia causó distintas problemáticas que
se vieron abocadas no solo por la irresponsabilidad
sino que también afectaba a los países de América, puesto
manifiesta de padres y adultos comprometidos con su
que la infancia representaba en aquel entonces “nues-
protección y guía, sino también por la falta de concien-
tro destino en potencia” (El Tiempo, 23 de noviembre
cia y preocupación de la sociedad misma por tratar de
de 1959, p. 14). En concordancia, se ratificó para los
subsanar el problema. A grandes rasgos, la sociedad
años sesenta que el “gran problema de la infancia aban-
colombiana trató de reivindicarse con la población in-
donada” (El Tiempo, 10 de agosto de 1960, p. 5) había
fantil, pero sus esfuerzos fueron insuficientes porque cada
provocado el surgimiento de una serie de dificultades
día era más notorio el crecimiento y aumento de los ni-
sociales entre las que se nombraron “la vagancia y la
ños en situación de abandono. Debido a ello, para los años
mendicidad infantil”. Estas problemáticas se convirtie-
ochenta se indicó que el abandono infantil era “la más
ron en un riesgo que denotó la poca intervención que seria y patética de las enfermedades sociales” (Espinosa,
recibieron, pues el cuadro descriptivo que se manifestó 25 de abril de 1988, p. última E), ya que afectaba no solo
en la época consistió en ver: “por todas partes […] mu- a los sectores populares, sino también a las clases favore-
chachos desharrapados, desgreñados, presumiblemente cidas del país. De esta forma, se hizo visible que:
hambrientos y en acosador trance no ya de pordioseros
sino de abusadores que hoy pueden ser raterillos y ma- las formas de abandono indican […] fallas de fon-
ñana delincuentes integrales” (p. 5). do en la preparación intelectual y moral de nues-
tra juventud. […] Esta “enfermedad” […] refleja
A partir de allí, también se expresó que “somos, un grave deterioro en la estabilidad de la familia y
en verdad, un país pobre, pero no tanto como para es la causa principal del posterior desequilibrio
que haya tantos muchachos entregados precozmen- social. (Espinosa, 25 de abril de 1988, p. última E)
te al ocio y a la mendicidad” (p. 5), ya que la alarmante
situación que se empezaba a observar visibilizaba que En síntesis, el abandono de la infancia produjo
la mayoría de los niños se encontraban ante el mundo en la sociedad colombiana, durante 1960-1990, una

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multiplicidad de factores y eventualidades que poten- flejado en el hecho que la delincuencia juvenil, como
ciaron la emergencia de prácticas de gobierno2 sobre primer foco de ese abandono infantil, incitó a los jóve-
la infancia. Esto se dio debido al cúmulo de problemas nes a cometer delitos contra la propiedad, debido a la
que el Estado tuvo que entrar a controlar como resulta- miseria y a la indefensión en la que se hallaban:
do de la indefensión de los niños quienes diariamente
se vieron abocados a sumergirse en situaciones dif íci- los jóvenes, más débiles f ísicos y moralmente y,
les. Estos escenarios potenciaron las formas en que el por tanto, más expuestos a la acción negativa del
Estado, las instituciones, los sujetos y las políticas iban ambiente social, caen más fácilmente en el vicio
a comprender, reconocer y nombrar a los niños, plan- y en el delito; los varones en el robo y el hurto; las
teando además el proceso de “naturalización, socializa- mujeres en la prostitución. (More, 22 de marzo
ción y subjetivación” (Jiménez, 2008, p. 160) del niño de 1959, p. 21)
en la sociedad. Adicional a este problema del abandono de la in-
fancia devino la mendicidad, problemática a la que se
Los problemas de la infancia: nuevos vio enfrentada la sociedad y que determinó que el Esta-
riesgos del abandono infantil do, los sujetos, los discursos, y diversas organizaciones
Muchos de los efectos que surgieron del abandono sociales se fijaran en los niños para “protegerlos” y ge-
de la infancia en Colombia fueron los que motivaron la nerar estrategias de gobierno debido a la gravedad del
masificación de prácticas, tecnologías y dispositivos de asunto. Así, se señaló que la explotación del niño por
control sobre los niños y su actuar en sociedad en lo re- la mendicidad era “una de las formas más repugnantes
lativo a la protección de la infancia. Por ello, a finales de y odiosas que presenciamos a diario en nuestra capital
los años cincuenta, muchos de los niños que eran afec- […] es el medio de vida que emplean ciertas gentes para
tados y que se encontraban sumergidos en un “medio implorar la caridad pública valiéndose para ello de sus
ambiente nocivo”, marcado por la violencia, la pobreza pequeños hijos y extraños” (Gómez, 10 de noviembre
y el abandono, significaron para la sociedad colombia- de 1959, p. 18).
na un problema que debía afrontarse rápidamente, pues
Más aún frente al descuido por la infancia desde fi-
debía hallárseles un medio ambiente favorable, dentro
nales de la década de los cincuenta se presentó el traba-
de unos “límites aceptables” (Castro, 2010, p. 77) donde
jo infantil, fenómeno que fue permeado por el fomento
no supusieran un riesgo para la nación. Por esto empe-
de la industria y el empleo del recurso a la mano de
zaron a ser reconocidos como vagos, mendigos, gami-
obra barata. Este tipo de empleo empezó a ser visto
nes, niños indefensos, desamparados y desprotegidos
como “uno de los peores excesos de la revolución in-
que se hallaban cometiendo crímenes, infringiendo la
dustrial, y que produjo […] la explotación del trabajo
ley, pidiendo limosnas e involucrados en vicios, condi-
femenino y de la mano de obra infantil” (El Tiempo,
ción que los llevó a estar solos, sin la tutela o la pro-
11 de noviembre de 1959, p. 5), y afectó gravemente a
tección de la familia, la sociedad, el Estado, etc. Esto
los niños; aunque cabe señalar que como tal no le sig-
los instaló en el centro de la atención social, con lo que
nificó a Colombia un problema a atender, inicialmente;
además se dio origen al reconocimiento de una nueva
más bien fue una de las alternativas para sacar a los ni-
subjetividad infantil, denominada “el niño sin amparo”,
ños de las calles y brindarles un oficio o algo que hacer.
producto del eventual abandono de la infancia y que
Sin embargo, más adelante fue visto como una dificul-
devino de las formas de desamparo asumidas por la dé-
tad que la nación tuvo que entrar a controlar, para que,
cada de los sesenta en el país.
precisamente, esta condición no se transfigurara en una
Como se advirtió estos descuidos sobre la infan- amenaza para las personas de ese entonces.
cia le generaron a Colombia una serie de problemas
Cabe resaltar que la sociedad notó que el trabajo
sociales entre los que se contaron: la delincuencia ju-
infantil agravó el problema de la delincuencia y el fo-
venil, que incluyó inicialmente a los niños menores, la
mento de los bajos costos en el ámbito de desarrollo
mendicidad, la vagancia, la prostitución, entre otros.
económico, en la medida en que la mano de obra que
Lo impactante de estas situaciones fue que tendían a
laboraba y ejercía actividades diversas no tenía prepa-
aumentar significativamente no solo en Colombia, sino
ración, ni subsidio y la gratificación del trabajo era poca.
también en toda Latinoamérica, ejemplo de ello se vio re-
Razón por la cual se dijo que la infancia no tenía “es-
peranza de redención, porque en realidad no aprende

2
Entiéndase por prácticas de gobierno aquellas que se refieren a las nada y emplea los primeros años de su formación en la-
relaciones de poder marcadas no solo por la dominación, sino por bores puramente manuales, de bajísima remuneración”
un “juego de acciones sobre acciones”, en las que las relaciones de
poder son reversibles (Castro, 2010, p. 27). Por consiguiente, “al
(p. 5). Ante esto y como producto de la indefensión de
cambiar las prácticas, cambia la racionalidad de las prácticas y cam- los niños y la mano de obra infantil en Colombia se pro-
bian también sus objetivaciones” (p. 30). dujo el acontecimiento de los niños desaparecidos. Con

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esto se constató que este había sido uno de los proble- la intención por “proteger a los niños”, ya que afectaba
mas poco advertidos socialmente a partir de la década y generaba en esta población afecciones de tipo emo-
de los sesenta, ya que en algunas ocasiones se llegó a cional, de salud y psicológicas que tendían a llevarlos
suponer que los niños desaparecían por aventurarse al consumo de sustancias psicoactivas con el objeto de
a nuevas experiencias, porque se escapaban de los pro- huir de los problemas y con el propósito de responder
blemas del hogar o por el constante maltrato. De esa ma- al oficio:
nera, el fenómeno de los niños desaparecidos se instaló
como una situación que reveló la actitud de descuido María […] Mide aproximadamente 1.35 centí-
que la sociedad mantenía sobre ellos y la consecuen- metros y solo tiene 11 años. Apenas comienza a
te preocupación por esto manifestaría la intención por delinearse su busto “y claro que me he engordado
salvaguardar y cuidar a la infancia. mucho por lo que tengo que tomar tanta cerve-
za”. […] Ahora cada vez que fumo, bebo y cuan-
Paralelamente, se instaló en Colombia la vagancia do tengo que atender a alguien me acuerdo de
infantil, acontecimiento causado en su totalidad por los lo cruel que fue mi mamá conmigo y que ella es la
problemas familiares y la limosna, ya que fue conside- culpable de todo lo que ahora me ocurre a mí. Es
rado como “un grave problema social” (El Tiempo, 24 que cuando me acuerdo siento mucha amargura
de abril de 1961, p. 15). Con ello se confirmó que los y más ganas de que me den de tomar. (Gómez, 27
niños se veían en esta situación gracias a factores entre de abril de 1980, p. última A)
los que se contaron la forma como estaba organizada la
sociedad y la familia, los castigos y maltratos sufridos En síntesis, a partir de esa multiplicidad de proble-
por familiares y extraños, el deseo de aventura de los máticas que afectaron a la sociedad colombiana desde
infantes, la falta de dinero en el hogar, el hambre, la po- finales de los años cincuenta hasta 1990, el niño fue com-
breza y la falta de afecto materno, entre otros. prendido, atendido y reconocido de un modo distinto.
Estos rostros que vinieron a reorientar una serie de
Asimismo, el maltrato infantil, como condición emer- estrategias, mecanismos y prácticas de contención de es-
gente hacia la década de los ochenta, constituyó otra tas problemáticas aludidas con el término de “protec-
forma de atender y considerar al niño colombiano, ción” pretendieron la minimización y la contención de
ya que este se veía expuesto a un sinnúmero de casti- estos fenómenos en un alto grado, pues lo esencial del
gos severos que le generaban secuelas que muchas veces Estado colombiano para mediar tal situación era contar
no eran reversibles a nivel emocional. Por esto la socie- con la participación de distintos sujetos, instituciones y
dad indicó que “pese a la confluencia de códigos y leyes discursos como “dispositivos de control” a los malesta-
que lo prohíben, en Colombia […] en forma dramática res presentes.
e inhumana padres, maestros, hermanos, padrastros o
vecinos ‘castigan’ al niño con técnicas que van desde Subjetividades infantiles emergentes
lo cruel hasta lo brutal” (Samper de Medina, 16 de marzo (1960-1990)
de 1980, p. última B).
Dentro del marco histórico que abarcó la paulatina
De igual forma, el maltrato infantil orilló a los ni- proyección de la protección infantil en Colombia ha sido
ños a buscar en situaciones adversas una ruta que los notoria la incidencia que tuvo para el país la existencia
hiciera socialmente visibles. Dentro de estas rutas de ac- de una infancia indefensa, abandonada, desamparada,
ceso “negativas” estaban el formar parte de pandillas, vulnerada y afectada por una multiplicidad de condicio-
el odio y el resentimiento, la delincuencia, la mendici- nes que determinaron los modos en que los niños de-
dad y el hurto, la agresión o muchas veces el silencio, bían ser concebidos, vistos, entendidos, comprendidos
la soledad, el aislamiento y la precariedad e incluso el y denominados. En ese sentido, estas subjetividades in-
alcohol y las drogas como reflejo de la incidencia noci- fantiles y otras que fueron fluyendo paulatinamente en
va familiar o la prostitución. Tal como se esbozó en la la sociedad condicionaron, al igual que las problemáti-
época: “los niños tienden a imitar los comportamientos cas de la infancia, la consecución de una serie de estra-
de sus padres, inclusive los modelos nocivos. El niño tegias, prácticas y campañas a favor de los niños. Entre
recibe mensajes contradictorios; mientras verbalmente estas subjetividades instaladas, emergentes e institucio-
su padre (o madre) le dice que el consumo es malo, el nalizadas, desde finales de los años cincuenta a los no-
ejemplo le muestra que es algo aceptable” (Revista Ca- venta, se destacan: los hijos de la violencia, subjetividad
rrusel, 16 de junio de 1989, p. 18). que mostró a una infancia desvalida, desconcertada,
desprotegida y en abandono que buscaba protección,
Otro factor que despertó el interés de la sociedad abrigo y alimentación.
colombiana en la década de los ochenta para controlar
y gobernar a la infancia fue la prostitución infantil. Este Un niño de once años […] explicó lacónicamen-
fenómeno entró a desempeñar un papel relevante en te su caso: hace una semana, su padre, su madre

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y su hermano fueron asesinados ante su vista en temprana edad. “El niño abandónico” es distinto al niño
una vereda del Tolima. Pidió a un camionero que abandonado, ya que hace referencia al abandono f ísi-
lo trajera a Bogotá y anoche desembarcó en nues- co del menor en la sociedad colombiana, explicitando
tras oficinas. Solo, desconcertado, con un rostro que aquel era “más que el niño abandonado, porque este
puro cuyos ojos hacen bajar la mirada del más hace relación a un abandono f ísico, mientras que aquel
osado. ¿Qué decirle? ¿Cómo explicarle el mun- puede que viva con sus familiares, que no le suminis-
do? ¿Es que “esto” puede tener explicación para tran, por ejemplo las necesidades emocionales que re-
un niño? Este cambio absurdo, esta transforma- quiere” (El Tiempo, 23 de febrero de 1969, p. 23). Con
ción inaudita de una vida, en una hora, sin causa. estas subjetividades aparecieron los “NN”, aquellos
No queda sino el silencio y la vergüenza del si- niños que siendo recogidos por bienestar familiar des-
lencio. El niño encontrará techo; tal vez educa- conocían su nombre y su procedencia; es decir, que no
ción; por milagro, justicia. Pero, ¿y explicación? daban razón de sus progenitores ni de su nombre de pila
Porque eso es lo que pide un niño: explicación. con el que habían sido “bautizados”; de la misma forma,
“Eso”, nunca. (El Tiempo, 9 de enero de 1958, p. 5) se originó “el niño vagabundo”. Subjetividad imperan-
te que representó a una ciudad hundida en la miseria,
De hecho, de esta subjetividad instalada en la época en el desempleo, en la prostitución, en la limosna. Esta
emergió una que vino a contrarrestar esa explosiva cam- situación fue asumida por la sociedad como una condi-
paña de protección infantil: los niños de los cautivos. ción a la que se debía atender, brindar asilo y contener a
Ellos eran hijos de los maleantes, agresores, violentos raíz de las inclemencias a las que era sometida socialmen-
y presos; asimismo, fueron descritos como aquellos ni- te, pues se los comprendió como subjetividades demacra-
ños “descalzos […], vestidos de harapos, sin juguetes ni das, pálidas y enfermizas, donde se describió a “Bogotá
sonrisas, [que] van avanzando hacia la vida prematura- como una ciudad paupérrima” en la que:
mente tristes y resentidos con una sociedad que ni los
protege ni les perdona los pecados ajenos” (Pinzón, 14 No hay sino que […] apreciar aquella miseria.
de mayo de 1963, p. 5). Señoras “vergonzantes”; padres de familia sin
empleo; desfile de mendigos llenos de lacras, y
Así también se constató el surgimiento de los niños de macilentos niños vagabundos; cesantes que se
abandonados. Niños descritos como fruto de la desventu- aproximaban al peatón de aspecto rico y le pe-
ra, de una infancia perpetuada en la violencia, en la falta dían medio real para desayunar, a las tres de la
de los padres o con padres desatentos e irresponsables. tarde. Había pan de a cuarto, panela de a centa-
Estos niños, que eran considerados una problemática vo, chocolate de a cuartillo; pero no dinero para
social y una vergüenza nacional, crecían diariamente adquirir estas viandas. (Calibán, 13 de marzo de
en las ciudades del país en forma “aterradora”, deman- 1959, p. 4)
dando limosnas y ejerciendo una de las manifestacio-
nes más notorias e inclementes de las problemáticas Aunado a ello, aparecieron en Colombia los “niños
referidas a la infancia: la mendicidad infantil. Ante este delincuentes” que nacieron del abandono de la infan-
fenómeno se mostró que “los salones de cine, los super- cia, de la vagancia infantil, de los niños sin amparo y des-
mercados, los restaurantes de lujo, se ven asediados protegidos en el ámbito estatal y familiar, del desempleo
por multitud de niños o niñas en demanda de los ‘cin- y la falta de una labor seria contra la criminalidad a fina-
co centavitos’ tradicionales” (Calibán, 16 de enero de les de los años cincuenta. Ellos fueron vistos por la socie-
1958, p. 4). Debido a ello, con otro cuadro descriptivo dad como “el semillero de la delincuencia” (El Tiempo,
del momento se plasmó que su desventura fue sinóni- 26 de mayo de 1959, p. 5), pues se sostuvo que eran niños
mo de indiferencia social: casi infantes dedicados al oficio del robo, el hurto, el van-
dalismo y la búsqueda de pleitos. Ante esto se dijo que:
Cuántas veces vemos […] esta infancia bogotana,
indigente pero noble, arrancar con el afán del merodean [y], empiezan por “cuidar” automó-
frío el cartel mural […] para usar el papel litogra- viles a las salidas de los cines, siguen robándoles
fiado […] como manto protector de un cuerpo las capas y los boceles y acaban apoderándose
infantil; que lucha entre el hambre y el delito, en- del mismo automóvil, asaltando casas y bancos
tre la perversión sexual y la resistencia imposible, en pandillas y creando, finalmente, este estado
entre una sociedad indiferente a su abandono. de cosas que tenemos que sufrir en casi todas las
(Castellanos, 27 de febrero de 1961, p. 5) ciudades del país. (p. 5)

Más aún, de estas subjetividades surgieron otras De los niños delincuentes surgió el “niño difícil”, ni-
como aquella que definió a los niños bajo el término ños “de conducta irregular que principian la gama de-
de “miserias humanas”, a razón de las múltiples pre- lictiva en su propio hogar sin encontrar solución ni en
cariedades a las que fueron motivados y expuestos a el consultorio del psicólogo, del siquiatra, del pedagogo,

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ni del propio juez de menores” (El Tiempo, 22 de no- ordinación motora. La capacidad de tracción es
viembre de 1960, p. 3). De esta forma, en Colombia, se limitada, el pensamiento es concreto y las res-
reconoció que del niño delincuente sobrevinieron “los puestas lentas. […] Niños entrenables, son niños
gamines o pelafustanillos”, que surgieron debido a los dife- que presentan un marcado retraso en su desarro-
rentes problemas que afectaban a la infancia colombia- llo f ísico y deficiencias visuales y/o auditivas y
na. Esta subjetividad imperante e instalada en la sociedad una salud muy precaria. Su pensamiento es con-
empezó a convertirse en un mal social que fomentó el creto, lo cual limita notablemente el aprendizaje.
auge de los futuros delincuentes a razón de su condi- […] Niños profundos, su educación no pertenece
ción de indefensión y de la poca atención que la sociedad al sistema formal dadas sus características de li-
le brindaba. Debido a ello se la consideró como aque- mitación profunda, que solo les permite apren-
lla subjetividad que mostraba “el abandono y la miseria dizajes reflejos a través de un condicionamiento
moral de sus cuerpos malolientes y semidesnudos” (El operante […] deben ser educados en guarderías
Tiempo, 10 de julio de 1960, p. 4), por las calles del país. especiales donde se hace énfasis en la adquisición
Aunado a lo anterior, se reconoció que estos niños que de habilidades básicas de supervivencia y necesi-
recorrían las calles de la capital señalaban una proble- tan cuidado de por vida. (Cerda, 1996, p. 88)
mática que seguía vigente y que agudizaba la mendi-
Finalmente, estas denominaciones no dan cuenta
cidad por medio de la limosna, generando fastidio y
de una gama variada de niños en Colombia, sino de un
desconcierto dentro de la población, que una vez más
solo tipo de niño, el niño indefenso y vulnerado colom-
era indiferente hacia su condición. En relación con ello, biano que, de acuerdo con las vicisitudes, los proble-
se sostuvo entonces que los pequeños gamines, eran: mas, las situaciones o los dilemas que le representó a
niños que […] se arrojan a las calles con el fin la sociedad durante las épocas aquí señaladas y objeto
de pedir una limosna o un bocado. Se hace in- de investigación, fue renombrado y nombrado a fin de
tolerable este hecho social y se torna fastidiosa mostrar una manera plausible de contener el malestar
la insistencia del gamín, que repite mil veces al que le generaban al país. Fue así como se convirtió en
día: “deme cinco” o “regáleme un pedacito”. Por varias subjetividades emergentes al reconocerse por
la calle, el chicuelo transita sin rumbo. En zig-zag cuenta propia de igual manera.
recorre la vía pública sin importarle el qué dirán
de la gente, que lo ve pasar inadvertidamente. Prácticas y mecanismos de regulación
(Franco, 11 de febrero de 1961, p. 19) emergentes (1960-1990)
En Colombia, la infancia se ha caracterizado por ser
Como complemento de lo anterior, para los años uno de los “grupos vulnerados” y “vulnerables de la na-
ochenta se develó otra subjetividad emergente e insti- ción” (Noguera, 2003, p. 77), de ahí la notoria insisten-
tucionalizada en la época, “los niños especiales”. Esta cia asistencial, protectora, de control, disciplinamiento
población se insertó en Colombia con el advenimiento y resguardo que manifestó el Estado para contener las
de una serie de niños con dificultades de aprendizaje, problemáticas que se suscitaron con la indefensión de
con problemas de adaptación y con dificultades en su de- la infancia durante el periodo de 1960-1990. De he-
sarrollo físico. Estos factores potenciaron la búsqueda de cho, desde finales de la década del cincuenta se venían
mecanismos para su readaptación, pues muchos de ellos insinuando una serie de prácticas y mecanismos de
eran ocultados, maltratados e incluso alejados de la vida regulación orientados a brindarle al niño seguridad, ali-
social por las familias que sentían vergüenza y desespe- mentación, salud, educación, resguardo y protección;
ranza al tener en su seno niños con estas característi- en fin, desplegar un dispositivo de seguridad3 sobre la
cas. Ante esta eventualidad, en un estudio investigativo infancia sin amparo, en abandono, mendiga, delincuen-
desarrollado en la década, los niños especiales fueron te que se hallaba vagando por las calles sin la custodia
nombrados y reconocidos como: de familiares, del Estado o de alguna institución de pro-
tección o de beneficencia.
Niños lentos de aprendizaje, son aquellos que
presentan las mismas características de los niños
normales y, únicamente se diferencian en que su
ritmo de aprendizaje es lento y elaborado. […] 3
“Los dispositivos de seguridad ponen en marcha una serie de técnicas
Niños fronterizos, son niños que en su desarro- (estadísticas, mediciones, diseño urbano) capaces de insertar el fenó-
llo no presentan características especiales, pasan meno del crimen dentro de una serie de acontecimientos probables
desapercibidos tanto por el grupo familiar como para así realizar un cálculo de riesgos y costos. […] Lo cual significa
que los dispositivos de seguridad no operan con el código normal/
el escolar mientras no tengan que competir en el
anormal o permitido/prohibido, sino con la pareja aceptable/inacep-
área académica. […] Niños educables, estos […] table en términos de calculabilidad económica y política” (Castro,
presentan retraso f ísico y fallas serias en la co- 2010, p. 68).

14 La protección infantil en Colombia: una apuesta por controlar en las condiciones de indefensión infantil / Sandra Milena Laiton Rozo
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Con ello se pretendió gobernar4 las problemáticas todos los esfuerzos y recursos” (El Tiempo, 10 de abril
que precisamente se produjeron a raíz de la condición de de 1965, p. 5).
abandono de los niños, como fue el caso de la mendicidad,
la vagancia, el gaminismo y la delincuencia infantil en Paralelamente a ello, entre los múltiples mecanis-
general. Todas estas prácticas funcionaron en red y se mos que se introdujeron específicamente, a nivel de las
materializaron en una serie de estrategias, campañas, prácticas educativas y de escolarización, para potenciar
instituciones, subjetividades y discursos que permitie- el gobierno de la infancia y su ulterior “protección” des-
ron evidenciar un modo de ser de la época. Entre estas de 1960-1990 se encontraron: el tema de la educación
se destacan las organizaciones creadas por las damas de como aspecto generalizado y preponderante para el de-
la sociedad a favor del niño pobre, las instituciones de re- sarrollo de la nación, y la escolarización de los niños des-
habilitación para niños desamparados y víctimas de la de temprana edad tanto en locales como escuelas. Esta
violencia y la mendicidad, los centros maternoinfanti- última se manifestó en instituciones como los jardines,
les para jóvenes embarazadas y niños menores de edad los hogares infantiles y el preescolar, con la considera-
y las ofensivas instauradas contra la delincuencia, entre ción de que este último factor posibilitaba la incursión
otros. temprana de los niños menores de siete años a la edu-
cación. Además, se mostró los aspectos recurrentes en
Así este cúmulo de prácticas emergentes propen- relación al tema familiar, ya que se había sostenido a lo
derían esencialmente por el control, el disciplinamien- largo del estudio que la familia era vital para asegurar
to y el resguardo de los niños más que por la misma el bienestar de los niños y de la sociedad. Visto esto, en
protección, puesto que a algunas de estas instituciones Colombia la infancia se:
de beneficencia eran llevados los infantes por un breve
espacio de tiempo y luego eran devueltos a las familias constituía en una subjetividad fundamental de
o a la calle, ya que su objeto no era el de brindarles asilo las políticas de Estado, [ya que] en ellas se enun-
permanente, sino retirarlos de las calles y de la vista de ciaba la importancia del derecho a la educación,
la sociedad para que no dieran muestra de su desventu- la asistencia y bienestar social, unido al suminis-
ra y desesperanza. Tal como se mostró por la década de tro de la escuela, la nutrición escolar, la protec-
los sesenta al enunciarse que “por qué ‘no se [los] retira ción infantil, medios para asegurar el cuidado de
de las calles […] se les encierra o se les lleva a colonias, los niños. (Cárdenas, Contreras y Navarro, 2011,
lejos de la ciudad, donde no se les vea y no ofrezcan el p. 90)
mísero espectáculo de su suciedad y abandono” (Cama-
En suma, la protección a la infancia fue compren-
cho, 13 de octubre de 1962, p. 4).
dida desde diversos ángulos que posibilitaron la cons-
Más aún, se insistió, a mediados de los sesenta, en titución y la emergencia de una serie de prácticas de
que la protección de la infancia debía ser objeto del gobierno, para encauzar la conducta de los niños y de-
mayor cuidado por parte del Estado, ya que para ese finir los ideales de nación que se querían durante la
instante, en Colombia, había instituciones de resguardo época, ya que de ello dependió el futuro del país, su de-
para los niños cuyas condiciones de salud e infraestruc- sarrollo y la preservación humana. No obstante, se deja
tura eran insuficientes para dar asilo a estos seres inde- entrever que esta gama de prácticas subyacentes a la
fensos. Ante esto se mostró que la protección infantil “protección infantil” colombiana ha sido un mecanis-
en Colombia era “precaria […]. Acaso no resulte in- mo de contención a una serie de dificultades que se
necesario insistir en que la protección infantil debe ser presentaron en torno al niño colombiano. Por esto, su
objeto de la más cuidadosa acción estatal, y que para solución o protección no se hace tan evidente en la me-
trazar una eficaz política a ese respecto deben agotarse dida en que la incidencia y la reincidencia de estas se
continúan manifestando en la actualidad, aun cuando
hayan decretos, leyes, normas o dictámenes nacionales

4
La palabra gobernar en Castro (2010) hace referencia a un nue- e internacionales que las regulan, al igual que sujetos e
vo conjunto que se diferencia de las tecnologías de dominación, instituciones que velen por su salvaguarda.
porque no buscan simplemente determinar la conducta de los
otros, sino dirigirla de un modo eficaz, ya que presuponen la ca-
pacidad de acción (libertad) de aquellas personas que deben ser A manera de conclusión
gobernadas. Pero también se diferencias de las tecnologías del
yo, pues aunque los objetivos del gobierno son hechos suyos li-
La protección infantil fue establecida en el país
bremente por los gobernados, no son puestos por ellos mismos, como un dispositivo (Castro, 2010, p. 65) que funcionó
sino por una racionalidad exterior. En ese sentido, Foucault dice para reconocer la importancia, aparición, emergencia e
que las tecnologías de gobierno se ubican en una zona de contacto institucionalización de una serie de prácticas (sociales, le-
entre dos familias tecnológicas distintas: aquellas que determinan
la conducta de los sujetos (sujección) y aquellas que permiten a los
gales, de salud, educativas y familiares) que operaron para
sujetos dirigir autónomamente su propia conducta (subjetivación) intervenir los problemas relacionados con el niño y que
(p. 39). constituyeron el surgimiento de innumerables aspectos

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que iban en detrimento de lo social y de lo humano. se consolidaron, legitimaron e instituyeron varias insti-
Con ello se quiso decir que los niños le representaron a tuciones que tuvieron distintas finalidades respecto a la
la nación un serio problema que había que controlar y atención de los niños. Dentro de estas estaban las institu-
gobernar a razón de sus conductas negativas y delictivas, ciones referidas al tema de la salud, como los centros ma-
y de su estado de precariedad en el que se hallaban su- ternoinfantiles que buscaron potenciar mecanismos
midos por la miseria, el abandono, el hambre, la pobreza de bienestar f ísico, psicológico, psiquiátrico, emocional
y la indiferencia social. En síntesis, se trató de buscar un y alimenticio para los menores y las madres de familia
medio ambiente que permitiera la actividad y la movilidad que a ellas ingresaban, entre otros como la clínica de
de los niños en la sociedad, pero dentro de unos “límites la conducta, las campañas de vacunación y las brigadas
aceptables” (Castro, 2010, p. 77). de salud, los institutos de audición y lenguaje, Propace y
Por ello se puede afirmar que la asistencia a la lla- aquellos centros para “retardados mentales”, entre otros.
mada expansión o despliegue de medidas referentes a Esto no quiere decir que los mecanismos emplea-
la protección infantil en Colombia devino de un reco-
dos por una época, desde finales de los años cincuenta
nocimiento distinto de la infancia que se materializó en
hasta los noventa, hayan desaparecido, por el contrario
campañas, estrategias, instituciones y sujetos que des-
siguen y continúan su vigencia y progresiva representa-
plegaron un “halo de protección” que gobernó a los ni-
ños. Sin embargo, este buscó ante todo ponerlos en un ción. Lo que se ha movido en ellos es el eventual inte-
intervalo de control que permitió la regulación de los rés que los condujo a ser lo que eran en un principio;
fenómenos suscitados en relación con la infancia en el es decir, que han mutado, transfigurado sus ideales y
territorio nacional, y que posibilitaron, a su vez, que se cambiado sus fines a razón de la época en que se vive,
institucionalizaran “verdades”, discursos y prácticas no de los sujetos con los que se mueven y de los recur-
discursivas en relación con ellos, como por ejemplo que sos con los que se cuentan. Así de lo que se trata es de
“el niño debía ser protegido” porque: “Sabemos que hay indagar por:
instituciones estatales que deben afrontar el problema
Un tipo de racionalidad gubernamental que, a
[…] [y] comprendemos que ellas no son suficientes.
partir de esa experiencia histórica concreta (el ne-
Más es útil conocer qué falta y cómo puede remediarse
pronto una situación social desesperada y cada día más garse a ser gobernados de cierto modo), propone
grave” (Castellanos, 27 de febrero de 1961, p. 5). un juego de poder que toma en cuenta la libertad
de los jugadores y establece límites a la guberna-
No obstante, estas ideas instaladas subjetivaron mentalidad del Estado. (Castro, 2010, p. 90)
una nueva infancia en innumerables aspectos que la
configuraron en un nuevo tipo de subjetividad infan- Fue así como se instauró una nueva visión en la
til: “el niño protegido y vulnerado”. Esto dio paso a la que la población infantil se asumió como un “conjunto
desaparición de un niño desprotegido para permitir de procesos (no de personas)” frente a la protección de
el advenimiento de un niño amparado y su respectiva la infancia, condición aceptada como el “arte de gober-
institucionalización en la sociedad que hizo necesario nar a los niños” ya que se los concibió en términos de
cobijarlo, resguardarlo y garantizar de esa manera su con- peligrosidad y como resultado de esta se comprendió
tinuidad y preservación en el mundo, en concordancia que los dispositivos de seguridad, llámense campañas,
con lo que se solicitaba en algún momento de la historia instituciones, leyes, decretos, discursos y sujetos esta-
del país respecto a la protección de la infancia, pues se blecidos por la sociedad colombiana para contrarrestar
lo consideró “el porvenir de Colombia” (p. 5). De esta las dificultades generadas por los niños en la sociedad,
manera, también se aludió a que: fueron movidos por un eje de “riesgo-población (regu-
lación)” (p. 80).
Mientras la base social esté viciada de miseria e
irredención moral, el hombre que de ellas resul-
te no será factor de progreso ni de tranquilidad. Referencias
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Tiempo, 25 de abril de 1961, p. 4) como herramientas para leer la hipótesis sobre la
sociedad educadora. Popayán, Colombia.
En síntesis, se puede afirmar que la protección in-
fantil en Colombia fue efecto de la intención de la época Calibán. (16 de enero de 1958). Danza de las horas. El
por intervenir ciertas problemáticas que se presentaron Tiempo, p. 4.
en relación con los niños en estado de indefensión, que
afectaron lo social a causa de su proliferación extrema Calibán. (13 de marzo de 1959). Danza de las horas. El
dentro de la población. Ante estas medidas emergentes Tiempo, p. 4.

16 La protección infantil en Colombia: una apuesta por controlar en las condiciones de indefensión infantil / Sandra Milena Laiton Rozo
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