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ARISTÓTELES

POÉTICA

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Traducción, notas
e introducción:

Eduardo Sinnott

¡!.:.i:i-.r) ,. , • , , . . ; ; Í , ' : ! ' ;

*^ C O L I H U E (£ CLÁSICA
3

CAPÍTULO I , ¡.

i¡ > 1 '* ^ «I ! i ! ' 1 j frr i''icl

a primera sección de la parte general del tratado, formada por


^ este capítulo y los dos siguientes, está dedicada a dos cuestiones
de fiindamento: la determinación de la naturalezfl de la poesía y el
deslindamiento de sus especies. '->,
E l capítulo se inicia con la indicación de la temática del trata-
do y de la pauta metodológica de la sección (1447a.8-13).
Las especies particulares de la poesía coinciden en ser imita-
ciones y se distinguen entre sí por el medio, el objeto y el modo
de la imitación. E l medio de la imitación diferencia también a
la poesía en general de la imitación hecha mediante colores y fi-
guras, y de la hecha mediante la voz. Los medios de imitación de
la poesía son la armonía, el ritmo y el lenguaje (1447& 13-23).
Desde este punto de vista, las especies poéticas se distinguen en-
tre sí por el hecho de emplear (1) unas sólo la armonía y el ritmo
(la música instrumental) y (2) otras sólo el ritmo (la danza); (3)
otras se valen sólo del lenguaje sin ritmo (el mimo, los diálogos so-
cráticos) o unido al ritmo (la poesía épica); no hay para este sector
de la poesía una denominación común f/447a23-bl3).
A continuación se introduce un paréntesis crítico referente a la
forma de ver corriente, que define la poeticidad por el empleo del
verso -y distingue las formm poéticas según la métrica particular
empleada-, sin atender a si se trata de una imitación, que es lo re-
levante (1447 h 13-23).
Finalmente, (4) otras formas poéticas se valen de los tres medios,
aunque (4a) algunai de ellas (el ditirambo y el nomo) los emplean
al mismo tiempo y (4b) otras (la tragedia y la comedia) en forma al-
terna (1447h23-29).
^ ARISTÓTELES ; POÉTICA

(De hecho, en el resto de la Poética Aristóteles tratará única- La_eíi9peya, pues, y la poesm,trágica, al i ^ a l que la
mente de una de las formas de (3), la épica, y, sobre todo, de la tra- comedia, la poesía ditirámbica,^ y la mayor parte de la
gedia, comprendida en (4b).) aulética y de la citarística,* son' todas ellas, consideradas
genéricamente, imitaciones.'' Pero difieren entre sí en tres
^JTratemos acerca de la poética en sí misma y de sus es- cosas: en imitar con medios diversos, en imitar objetos
pecies, del efecto que cada una tiene, del modo en que de- diversos, y en imitar de modo diverso y no de la misma
ben componerse las tramas a fin de que la producción nianera.',
poética esté bien; además, acerca de la cantidad y la cua- • Í4,

lidad de sus elementos constitutivos, y, asimismo, de todas 'V


3. E n sus orígenes, el d i t i r a m b o era u n canto en h o n o r de D i o n i s o
las demás cuestiones que son propias de la misma investi-
entonado p o r u n solista y tenía carácter n a r r a t i v o ; en el siglo V I pa-
gación,' comenzando, de acuerdo con el orden natural, só a ser coral y adquirió u n sesgo m a r c a d a m e n t e dramático. Esta
primeramente por las cosas que son primeras.^ m e n c i ó n del d i t i r a m b o i n c l u y e quizá l a del n o m o , al que más abajo
(1447Í26) se alude p o r separado.
4. L a flauta [aulas) se empleaba en el acompañamiento del cíuito co-
7. Esta apertura contiene u n listado parcial y u n tanto inorgánico de ral en general y, p o r t;mto, en el d e l d i t i r a m b o , y la cítara [kt(haris)
los temas del tratado: (a) «la poética [ = l a poesía] en sí misma» (es en el del n o m o y de todo canto de u n solista. N o se relacionan aquí
decir, su naturaleza, consistente en ser u n a m o d a l i d a d de l a mimesis, c o n l a poesía lírica, que cae fuera d e l ámbito de l a mimesis (cf. l a In-
l a especificación «en sí misma» puede i m p l i c a r a l a vez u n a diferen- troducción). L a razón de l a restricción («la m a y o r parte») n o es e v i d e n -
ciación respecto de l a discusión del arte en el m a r c o del Estado, co- te. Se h a sugerido que l o que Aristóteles da a entender es que en oca-
m o l o había hecho Platón en República y en Leyes, y c o m o lo hace el siones l a música n o es mimética (Valgiraigli [1916: 3 ] ; H a r d y [1975:
p r o p i o Aristóteles en Polj y «sus especies» (las formas poéticas p a r t i - 2 9 ] ; Zúccoli [1963: 87], pero los textos alegados en favor de esa i n -
culares) son líis cuestiones de esta p r i m e r a sección de la parte gene- terpretación no son aristotélicos (Platón, Leyes, 669¿-670¿) o n o l o
r a l ; (b) el «efecto» (o «capacidad» o «potencia»: dynamis] remite a los son c o n c e r t i d u m b r e (Pro¿/918a31). Es más creíble que l o que A r i s -
estados afectivos i n d u c i d o s p o r l a poesía (placer, temor, conmisera- tóteles exceptúa sea el e m p l e o de l a música i n s t r u m e n t a l c o m o
ción), a los que se alude en distintos lugares (cf. sobre todo el capítu- acompañamiento del d i t i r a m b o y el n o m o (cf Rostagni, 1945: 4). A
l o x i v ) ; (c) l a c o m p o s i c i ó n de l a t r a m a (myihos) es discutida p r i m e r o juzgar p o r algunos lugares de P o / V I H v (cf. especialmente 1340fll3-
a propósito de l a tragedia (capítulos v i a x i v y x v i a xvüi) y después 14), l a opinión de Aristóteles pareciera ser que el ritmo musical p o -
en relación c o n l a épica (capítulo x x i v ) ; (d) los elementos constituti- see siempre u n a naturaleza mimética. — A l a aulética y a l a citarísti-
vos (o «partes»: mória o mere) cuantitativos de l a tragedia se exponen ca se agreg-a después el arte de l a siringa (1447fl25-26).
en el x i i y los cualitativos (uno de los cuales es l a trama) se enume- 5. L a expresión griega «tygkhánousin oüsat», traducida aquí p o r «son»,
r a n en el v i y se estudian en l a sección que v a del vií ¡il x x i i . cormota que se trata de u n a circunstancia táctica c u y a necesidad n o
2. Según Phys I v i i 189tól, el «orden natural» [katá physiri) de u n a i n - puede aclararse o justificarse: «ocurre que son», «se c o m p r u e b a que
vestigación consiste en referirse p r i m e r o a los elementos comunes [ta de hecho son». Cf. García Bacca (1946:149).
koindj y considerar después los rasgos distintivos de las formas particu- 6. A c e r c a de l a n o c i ó n de imitación [mimesis), cf. l a Introducción.
lares (taperi hékaslon tdia). Y , en efecto, en el presente caso se señala- 7. Los «medios» [en hoís) serán considerados en lo que resta de este ca-
rá p r i m e r o l a determinación genérica de l a poesía, esto es, su n a t u - pítulo, los «objetos» [há) en el capítulo siguiente, y el « m o d o » [hós) en
raleza mimética, c o m p a r t i d a p o r todas sus formas particulares el subsiguiente. -Aristóteles no divide u n género dicotómicaraente, a
(1447cl3-í6), y a continuación las rasgos especíiicos de éstas (1447a través de u n a sola diferencia, c o m o Platón, sino a través de u n a plura-
16-18). lidad de diferencias.
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Pues tal como hay quienes imitan muchas cosas (unos armonia," separadamente o mezclados. Por ejemplo: la au-
por arte y otros por costumbre)' representándolas median- lética y la citarística (y otras artes que sean similares a éstas
te colores y figuras, y hay quienes lo hacen mediante la por su efecto," como la de la siringa)'^ utilizan sólo la armo-
voz,' lo mismo [ocurre] en las artes mencionadas: todas nía y el ritmo; pero la de los bailarines ]utiliza] el ritmo so-
ellas hacen la imitación mediante el ritmo, el lenguaje y la lo, sin armonía, pues también ellos, mediante los ritmos
acompañados por figuras de danza, imitan caracteres, pa-
siones y acciones.'^
8. Esto es, algunos artistas a p l i c a n las pautas expresas del arte Por otro lado, el [arte]'* ]que se vale] sólo de palabras
[tékhne; acerca de esta n o c i ó n , cf. l a Introducción] y otros las descu-
b r e n empíricamente a través de l a práctica. L a distinción i m p l i c a d a
aquí entre «arte» [tékhne) y «costumbre» [syríelheidj se corresponde W. E l ritmo [rhythmós] es l a articulación de u n a secuencia (de soni-
c o n l a distinción entre «arte» y «experiencia» [empeiríd] de Met I i dos o de m o v i m i e n t o s ; cf. l a danza) según u n a pauta t e m p o r a l regu-
980¿28-981¿9, y a que, según se desprende de AW V I H v i 1158al4- lar; l a armonía [harmonio) es l a variación t o n a l del sonido (instru-
15, l a «costumbre» es equiparable a l a «experiencia». Según Met I i , m e n t a l o fónico), o b i e n l a g a m a m u s i c a l (cf. S o m v i l l e ]1975: 13]);
la «experiencia» es u n saber n o reflexivo de los rasgos comunes de n o debe entendérsela, pues, en el sentido m o d e r n o , y a que las m e -
las cosas, recogido a través de trato frecuente c o n lo particular, m i e n - lodías eran ejecutadas p o r u n solo i n s t r u m e n t o ; c o m o m e d i o , el
tras que en el «arte» se conoce l o universal de m a n e r a expb'cita y ple- lenguaje (fógoí) e s j g n t e n d ^ ^ de su e x p r e s i o n c o n c r e -
na. - Cf. v i i i 1451a24 y x i v 1 4 5 4 a l 0 - l l , d o n d e el «arte» es contra- £ a ~ m ~ t í ' T i a 6 l a _ ( p p r l o demás, c f el capítulo x x ) . Más abajo
puesto a l a «naturaleza» (pKystí) y al «azar» [tykhe) respectivamente. (1447Í25) Ajistóteles_exn^^ (esto es, «canto» o « m e l o d í a » ;
Para Aristóteles, l a «naturaleza», l a práctica y el azar desempeñaron en t o d o caso, i m p l i c a que h a y u n texto cantado) en l u g a r de «har-
un p a p e l de i m p o r t a n c i a en l a constitución de las formas poéticas, monio», y «me'tron» (palabra que r e g u l a r m e n t e t r a d u c i m o s c o m o
c o m o se ve en l a reconstrucción de l a h i s t o r i a de l a tragedia presen- «verso») en l u g a r de «lagos»; «métron» es l a c o m b i n a c i ó n de l e n g u a -
tada en el capítulo i v . j e y ritmo en l a expresión versificada, y, según parece, n u n c a alu-
9. L a imitación que se vale de colores y figuras es, desde ya, l a de de e n Aristóteles al m e t r o lírico. Por cierto, también h a y u n a p r o -
las artes plásticas. L a r e f e r e n c i a a u n arte mimética que se vale de sa ritmica (cf. Rhet I I I v i i i ) .
l a v o z [phoríe) es u n tanto enigmática. Rostagni (1945: 5) entiende 77. S e g u r a m e n t e , el efecto [dynamis) que Aristóteles en Polla a t r i -
que se trata del arte de i m i t a r «personas, animales, etc.», al que Pla- b u y e a l a música en g e n e r a l , esto es, el de suscitar simpatéticamen-
tón alude en República (397a) y en Leyes[&69d). Lucas (1978: 56) c o n - te en los oyentes los estados afectivos [páthe) de los cuales las m e l o -
sidera que esa interpretación es l a más p r o b a b l e . E n o t r o lugar (Sin- días c o n t i e n e n «símiles» [homoíbmala). Cí. especialmente P o / V I I I v
n o t t : 1978) h e m o s sugerido que se trata d e l arte actoral [hypokritike 1340al3-14, 19-20.
tékhne); según RJiet ( I I I 1403¿27), l a ejecución actoral [hypókrisü) «re-
72. L a m o d e s t a flauta de Pan, f o r m a d a p o r cañas de distinta l o n g i -
side en l a v o z [phoné)». N o parece aceptable l a interpretación de
tud, que usaban los pastores.
C a p p e l l e t t i (1991: 39) de acuerdo c o n l a cual «los que i m i t ; m l a rea-
l i d a d ' p o r m e d i o de l a voz' ] . . . ] son los autores de m i m o s y diálo- 73. Acerca de esta indicación del objeto de l a mimesis, cí. la Introducción.
gos en prosa». E l m i m o y los diálogos son f o r m a s poéticas que explí- Cf. además v i i i 1451al6-19 y las notas 207 y 208, en ese capítulo. -
citamente caen d e n t r o de l a tercera m o d a l i d a d deslindada p o r Para Aristóteles l a danza es, pues, mimética aun cuando no f o r m e
Aristóteles (la de las que usan el lagos), esto es, en el segundo m o - parte del d i t i r a m b o o del n o m o .
m e n t o de l a división d e l género de l a «imitación», del que son, p o r 14. Los mss. traen «epopoia» ( = «epopeya») término suprimido p o r U e -
tanto, subespecies. E n c a m b i o , l o que aquí deHraita Aristóteles es u n a berweg, a quien siguen los editores posteriores. L o b e l h a propuesto en
especie «fónica» de l a imitación en general, al l a d o de l a especie p o é - esta m i s m a frase l a substitución de <«» («o») p o r «kai he» («y la»), c o n
tica y l a especie plástica. lo que se lee; «El ]arte que se vale] sólo de palabras desnudas y el
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desnudas'* o de los versos (y, en este caso, mezclándolos o ra hacerse en trímetros,^" en versos elegiacos o en algún otro
utíKzaSdo un único género de versos), hasta ahora de hjecho metro similar.
[carece de denominación]."' Pues no podríamos dar una de- Sólo que los hombres, enlazando con el verso la produc-
nominación en común a los mimos'' de Sofrón y de Jenar- ción poética, llaman [a unos] «poetas elegiacos» y a otros
co" )^ IToFHialogos socráticos," o a la imitación que pudie- «poetas épicos»," no declarándolos_goetas en razón de la
imitación, sino, en general, en razón del verso.
SeJJene, en efecto, la costumbre de llamarlos así aun
Ique se vale] de los versos ...» E n este caso las variedades carentes
de n o m b r e serían dos: los textos (miméticos) e n p r o s a y los textos
cuando expongan, mediante versos, una cuestión de me-
(miméticos) en verso (pero n o acompañados de música). S i n embar- 3ícina o de ciencia natural.^^ Pero nada en común hay a
go, Aristóteles parece estar pens;mdo en u n sector único, caracteri- Homero y a Empédocles, salvo el verso. Por_esQ_lQ justo
zado p o r el e m p l e o del lenguaje c o m o m e d i o de l a mimesis.
es llamar al uno jgoeta y;^ al oto^ más bien que
15. Esto es, de las palabras sin elementos rítmicos o musicales, l o
cual equivale a l a prosa.
u n género l i t e r a r i o y su p r i n c i p a l representante fue Platón. C o m o
16. E l g i r o «carece de d e n o m i n a c i ó n » traduce «anónymos», término
observa Rostagni (194.5: 7), e n l a inclusión de los diálogos socráti-
conjeturado p o r B e m a y s y c o r r o b o r a d o p o r l a versión árabe (s. x ,
cos d e n t r o de l a minüsishuy, de parte de Aristóteles, u n a sutil ironía
t r a d u c i d a al latín p o r M a r g o l i o u t h ) : «quae sine nomine est adhuc». -
hacia su maestro, que había expulsado a los poetas de su Estado
N o h a y , pues, u n término que designe a l a mí'meíW h e c h a únicamen-
i d e a l j u s t a m e n t e p o r ser mimetai, «imitadores».
te p o r m e d i o d e l lenguaje (acompañado o n o de ritmo). Es frecuen-
te que e n u n proceso de inducción Aristóteles c o m p r u e b e l a exis- 20. Esto es, en trímetros y á m b i c o s . E l trímero y á m b i c o está f o r m a -
tencia de u n rasgo c o m ú n a varias cosas p a r a el que n o existe e n el do p o r l a sucesión de tres m e t r o s yámbicos, es decir, p o r seis y a m -
lenguaje c o r r i e n t e u n a d e n o m i n a c i ó n general. Cf. S i n n o t t (1988: bos ( u -). Cf. i v 1449a21-28. E l verso elegiaco que se m e n c i o n a a
170-171). Fyfe (1967: 4) observa^que eso que n o tiene u n n o m b r e en continuación es u n dístico f o r m a d o p o r u n hexámetro y u n pentáme-
griego es l o que m o d e r n a m e n t e l l a m a r n o s «literatur:i». Sin e m b a r g o , t r o . Los dos metros f u e r o n utilizados p o r muchísimos poetas desde
Aristóteles n o incluiría en ella n i l a historiografía n i las piezas orato- los i n i c i o s de l a lírica l i t e r a r i a en el siglo V I I a. C.
rias, c o m o hacemos h o y al menos a propósito de l a l i t e r a t u r a griega 27. Los términos «elegeio-poioi» («poetas elegiacos») y nepo-poioí»
(Aristóteles excluye expresamente l a h i s t o r i a del terreno de l a poe- («poetas épicos») son, en efecto, d e n o m i n a c i o n e s formadas «enlazan-
sía, y l a o r a t o r i a corresponde a u n a tékhne d i e n t a de l a poética). E n do c o n el verso», esto es, c o n elegeion ( = «verso elegiaco») y c o n
cuanto a l a poesía lírica, c f fntroducciélL__^^ «épos» ( = «verso épico»), «la p r o d u c c i ó n poética» [«.poi-ós», de
77. Los m i m o s eran breves piezas dramáticas «realistas» e n prosa en «poiein» = «producir [poesía]»).
las que se representaban hechos y caracteres de l a v i d a c o t i d i a n a u r - 22. A l a m a n e r a de Empédocles, el filósofo de A g r i g e n t o (siglo V a. C),
bana. Pueden hallarse ejemplos de m i m o literario en verso entre los mencionado a continuación c o m o ejemplo de ello, que expuso sus
[dilios de Teócrito (ii, x i v , x v ; algunos consideran que este último es doctrinas científicas y religiosas en dos poemas didácticos conocidos
l a versión de xm m i m o de Sofrón). tradicionalmente c o m o De la naturaleza y Las-purificaciones, compues-
78. Sofrón fue p a d r e de J e n a r c o . A m b o s v i v i e r o n e n Siracusa en el tos en hexámetros, esto es, el m i s m o m e t r o empleado p o r H o m e r o en
siglo V a. C. Los m i m o s d e l p r i m e r o e r a n d e l agrado de Platón sus dos poemas épicos.
( D i ó g e n e s L a e r c i o I I I x i ) , que acaso e n c o n t r ó e n ellos el m o d e l o 23. E n el sentido de «filósofo de l a naturaleza [physis)». Empédocles no
p a r a sus diálogos filosóficos. es poeta, pues, pese a expresarse en versos, porque n o «imita», c o m o
79. Esto es, los diálogos filosóficos compuestos p o r Platón y p o r H o m e r o , acciones humanas, que es lo p r o p i o de l a mimesis poética en
otros discípulos de Sócrates, c o m o J e n o f o n t e , similares a los m i m o s genertJ. A diferencia del criterio del uso del verso, el de l a mimesis per-
p o r consistir e n diálogos en prosa. E l diálogo fue en l a Antigüedad mite, pues, distinguir con claridad l o que es poesía de lo que no lo es.
,0 ARISTÓTELES

poeta^^Del mismo modo, si alguien hiciera la imitación


mezclando todos los versos, como Q u e r e m ó n " hizo El
Centauro - u n a rapsodia en la que se mezclan todos los
versos— , también habría que darle el nombre de poeta."
En relación, pues, con estas cuestiones, deben hacerse CAPÍTULO I I
las distinciones en la forma indicada. Hay algunas [artes]
que utilizan todos los [medios] mencionados, ésío^es,_por
ejemplo, él ritmo, la melodía y el verso, como la poesía de
ste capítulo está dedicado al segundo criterio de distinción
los ditirambos y la de los nomos,^* y la tragedia y la come-
de las especies poéticas, esto es, el basado en el objeto de la
dia, pero se diferencian porque las unas los utilizan a todos
mitación.
al mismo tiempo y las otras por separado." Digo, pues, que
El objeto de la imitación es la acción humana; como las accio-
ésas son las diferencias entre las artes en cuanto a los me-
tes humanas (y sus agentes) poseen la cualidad de ser buenas o ma-
dios con los que hacen la imitación.
las, las imitaciones pueden presentar a los hombres mejores de co-
mo son, tales como son, o peores de como son (1448a.1-5). Lo
mismo se advierte en la pintura. Esta distinción se aplica a las es-
' ecies que en el capítulo precedente se han deslindado atendiendo a
los medios que se emplean (1448a6-9).
Ello se puede comprobar en todo el terreno de la poesía, según
24. Poeta trágico contemporáneo de Aristóteles (mencionado también
en x x i v 1460a2). Su Centauro parece haber sido u n a pieza e x p e r i m e n - lo muestran distintos ejemplos (7448a.9-16).
tal. L a expresión «todos los versos» debe de tener e l sentido de «to- En la poesía dramática en particular, esta diferencia distin-
dos los versos antes n o m b r a d o s » . E l hecho de que a continuación gue a la tragedia respecto de la comedia (1448a.J6-18).
Aristóteles caracterice l a o b r a c o m o u n a «rapsodiíi» pareciera sugerir
que en l a pieza había también elementos épicos de alguna especie. E n
sentido estricto, l a rapsodia es u n a sección o u n a combinación de dis- Pero puesto que los que hacen imitación la hacen de
tintas secciones de u n p o e m a épico elegidas para u n recitado. quienes actúan,^* y es necesario que éstos sean o buenos o
25. Pero n o p o d r i a apelarse en este caso a u n a denominación basa-
da en l a métrica e m p l e a d a y c o n l a terminación -poiós, c o m o en los
28. «Qmenes actúan» = prátlontas. A partir de este m o m e n t o l a acción
casos anteriores, puesto que se u t i l i z a n varias métricas. Cf. l a n o t a 2 1 .
[praxis] pasa a ocupar el p r i m e r plano c o m o «objeto» de l a mimesis y no
26. Cf. l a n o t a 3. E l n o m o era u n a c o m p o s i c i ó n d e d i c a d a a A p o l o ; lo abandonará prácticamente en ningún m o m e n t o . E n el sentido que
parece h a b e r sido c o r a l e n sus comienzos, p e r o e n é p o c a de A r i s - aquí es relevante, actuar [práttein) n o es meramente hacer algo, sino
tóteles era ejecutada p o r u n solista c o n acompañamiento de cítara y proceder c o n u n propósito determinado; p o r eso, c o m o se advierte en
se a p r o x i m a b a al d i t i r a m b o . lo que sigue, l a acción es considerada inmediatamente desde el punto
27. E n l a ejecución d e l d i t i r a m b o y del n o m o se e m p l e a n los tres m e - de vista de su cualidad m o r a l (buena : mala). L a cualidad m o r a l de l a
dios simultáneamente desde e l comienzo hasta el final; e n l a trage- acción es correlativa de la cualidad m o n i l del agente, ya que la acción
dia y en l a c o m e d i a eso ocurre solamente en las partes corales; en las (Jiráxis) y el carácter [éthos) del agente son solidarios. Estas nociones,
dialogadas los actores recitan textos versificados, sin acompañamien- fundamentales en l a ética de Aristóteles, están sobreentendidas en las
to musical. lineas que siguen y en otros lugares de l a Poética.
ARISTÓTELES POÉTICA
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m a l o s ^ ' ( p u e s l o s c a r a c t e r e s ^ " c a s i s i e m p r e se c o r r e s p o n d e n c o m o peores q u e n o s o t r o s , o tales c o m o n o s o t r o s , l o m i s -


s ó l o c o n estas ¡ d o s c a t e g o r í a s ] , y a q u e e n c u a n t o a l o s c a - m o q u e los p i n t o r e s . ^ ^ u e s P o l i g n o t o los r e p r e s e n t a b a m e -
racteres t o d o s ¡los h o m b r e s ] d i f i e r e n e n r a z ó n d e l v i c i o y j o r e s , P a u s ó n p e o r e s , y D i o n i s i o semejantes.'* Es e v i d e n t e
d e l a virtud),^' [los i m i t a n ] o c o m o m e j o r e s q u e nosotros'^ o q u e c a d a u n a d e l a s i m i t a c i o n e s m e n c i o n a d a s ' ' ^ o f r e c e r á es-
h u m a n i d a d actual, destacado exph'citamente ya en H o m e r o (cf., p o r
ejemplo, / / X I 449), se refleja aún en l a tragedia y es recogido c o n -
29. L o m i s m o que otros términos griegos de este campo léxico, las pa- ceptualmente en este l u g a r de l a Poética. C o m o se advierte, Aristóte-
labras «spoudaíos» y «phaúlos», traducidas aquí c o m o « b u e n o » y «ma- les describe esa s u p e r i o r i d a d en términos éticos. L a acción cuyos
lo», tienen connotaciones específicas, al m i s m o t i e m p o éticas y socia-
agentes son esas figuras prestigiosas será l a «acción elevada» (preci-
les, m u y díficües de reflejar c o n fidelidad en otras lenguas. L a palabra
samente l a «praxis spoudaia»; cf. v i 1449A24 y lo señalado en l a n o t a
«•Spoudaíos» significa básicamente « e m p e ñ o s o » , «activo», «esforzado»;
califica, en especial,al que se esfuerza por lograr la arete ( = «excelen- 29 acerca de «spoudaíos»). E l sentido ético de l a descripción de ese
cia», «virtud»), y es, de hecho, el adjetivo correspondiente a este subs- m u n d o es m u y c l a r a asimismo e n Platón, q u i e n destaca l a visión de
tantivo (cf Cat 10¿7); p o r esa vía adquiere los valores de «excelente», ios héroes c o m o m o d e l o s m o r a l e s . E n t r e esas figuras y «nosotros»
«bueno», «noble» o (en el léxico filosófico) «virtuoso». Más adelante [kath'hemás, 1448a4) existe u n a suerte de distancia a l a vez ontológi-
Aristóteles empleará los términos «tdirestós», «agathós» y «epieifás», que ca y t e m p o r a l , r e s u m i d a en l a otra mención del p u n t o de referencia
expresan una v;doración positiva m u y cercana a la de «spoudaíos». Su
de l a estilización poética, a saber, los h o m b r e s « c o m o son en reafi-
<mtónimo «phaülos» conlleva u n a m;ucada connotación negativa de i n -
dad»: l a expresión griega correspondiente, «ton nyn» (1448al8) i n c l u -
ferioridad, sea en el terreno de l a conducta («malo», «malvado», «falto
de ambiciones»), en de l a condición social («hurmlde», «bajo», «vul- ye el a d v e r b i o «nyn» que le otorga a l a expresión los sentidos de «los
gar») o en el de l a educación («grosero», «maleducado»). C f EN 11 v hombres reales» y «los h o m b r e s de ahora». D e acuerdo c o n ello, los
110,5¿29-32: « A h o r a b i e n : n i las virtudes {aretatj n i los vicios (kakíai) héroes son resultado de u n a «idealización» poética y pertenecen a u n
son pasiones [páthe], p o r q u e n o se nos l l a m a spoudaíoi o phaúloi aten- pasado ya cerrado, cualitativamente distinto del presente. , jt?
d i e n d o a his pasiones, sino a l a v i r t u d y al v i c i o , y p o r q u e n o somos
33. E l paralelo c o n l a p i n t u r a es en parte üustrativo y en parte p r o -
elogiados o censurados a t e n d i e n d o a las pasiones ] . . . ] sino a l a v i r -
batorio. L a apelación a l a p i n t u r a c o m o término de comparación
t u d y al vicio».
(que en l a Poética se registra en otras seis ocasiones) se justifica p o r su
30. E l término «éthos» designa al «carácter» tanto en el sentido de naturaleza i g u a l m e n t e mimética, señalada en el capítulo i , y r e t o m a
«personídidad» m o r a l y psicológica cuanto en el sentido de «persona- una práctica frecuente en Platón. A l hacerlo, los dos filósofos suelen
j e » de vma obra literaria. Es l a «forma de ser» que resulta de los hábi- pasar p o r alto las p r o f u n d a s diferencias que separan ambas formíis
tos [héxeis), esto es, de cualidades estables adquiridas, p o r las que acos- de representación.
t u m b r a m o s , o p r o p e n d e m o s , a actuar de u n a m a n e r a determinada.
34. Polignoto de Tasos fue u n p i n t o r m u y i m p o r t a n t e de las p r i m e -
Desde el p u n t o de vista ontológico, el éthos es u n a potencia que se ac-
rus décadas siglo V ; entre otras cosas, decoró l a Stóa Poikíle. Pausón
tualiza en la reididad de l a praxis, de manera que ésta supone o i n c l u -
parece haber sido u n p o c o m e n o r que Pofignoto. Aristóteles los
ye a aquél. E l p r i v i l e g i o que en l a Poética ostenta l a acción respecto
menciona también en Pol ( V I I I v 1340a36-39) d o n d e r e c o m i e n d a
del carácter reposa en ese hecho. Acerca del detalle d e l uso de este
que los j ó v e n e s v e a n las obnis del Polignoto —a q u i e n califica de «éti-
concepto en l a Poética, cf. Schütrumpf (1970).
c o » [éthikós), y más adelante en l a m i s m a Poet (1450a28) de « b u e n
31. L a oposición entre «vicio» [kakid) y «virtud» [arete] se correspon- pintor de caracteres» [agathós ethográphos)- y n o las de Pausón. E n
de c o n l a oposición entre «phaülos» y «spoudaíos», aunque desde el Acamienses (8.54) Aristófanes m e n c i o n a a u n Pausón caricaturista.
p u n t o de vista l é x i c o «phaülos» n o se relaciona c o n «kakía» exacta- Dionisio de C o l o f ó n fue contemporáneo de Polignoto. Según u n a
m e n t e igual que «spoudaíos» c o n «arete»; cf. l a n o t a 29. noticia de P l i i i i o [NHxxxv) D i o n i s i o era l l a m a d o «anthropográphos»,
32. L o s h o m b r e s «mejores» c o r r e s p o n d e n a los héroes de l a t r a d i - según parece p o r h u m a n i z a r a los dioses y a los héroes. ^„
ción legendaria. E l contraste entre las figuras heroicas del pasado y l a .55. E n el c a p i t u l o precedente. ,
ARISTÓTELES POÉTICA ,5
14
tas diferencias, y será una u otra por imitar, en este senti- Por esta misma diferencia se distingue también la trage-
do, uno u otro objeto. dia respecto de la comedia.*^ Pues la una se propone imitar
Estas desemejanzas pueden darse también en la danza, ja los hombres] peores y la otra mejores de como son en
en la aulética y en la citarística,'*' lo mismo que en la prosa reahdad.
y en los versos desnudos.'' Así, Homero [representa a sus
personajes] mejores, Cleofonte'* similares, y Hegemón de
Taso - e l primero en hacer parodias-'^ y Nicócares - e l autor
de la Deilíada—,*" peores. Lo mismo en los ditirambos y en los
nomos, pues se podría imitar como <Ar>gas < y > Timoteo y
Filoxeno*' a sus Ciclopes.

36. L a «imitación» de las cualidades éticas m e d i a n t e l a música (y


su i n c i d e n c i a e n l o oyentes) e n c u e n t r a u n a a m p l i a ilustración en
discusión d e s a r r o l l a d a p o r Platón en República I I I (especialmente
398c-399c).
37. Todo este giro - « l a prosa [lógoíi y los versos desnudos» ( = sin acom-
pañamiento musical o sin ritmo)- remite a l a tercera especie, «anóni-
ma», de l a mimesis poética señalada en el capítulo i (1447a29-¿2).
38. Cleofonte es autor de fecha incierta. Las únicas noticias acerca
de él son las dadas p o r Aristóteles en este tratado (aquí y en x x i i
14,58a20) y en Rhet I I I vü 1408al4.
39. H e g e m ó n actuó en Atenas en l a segunda m i t a d del siglo V . Las
parodias de H e g e m ó n parecen h a b e r l o sido de historias míticas, co-
m o las que después fueron frecuentes en el d r a m a satírico y en l a co-
media. Pese a l a afirmación de Aristóteles, l a p a r o d i a tuvo expresio-
nes anteriores a H e g e m ó n . Rostagni (1945: 11) sugiere que lo que entre los siglos V y I V a. C. T i m o t e o fue a m i g o de Eurípides e i n t r o -
Aristóteles d a a entender es que H e g e m ó n fue «el p r i m e r o en i n t r o - dujo innovaciones en l a c o m p o s i c i ó n del d i t i r a m b o y en su acompa-
ducir el género y acaso también el nombre de 'parodia'». ñamiento musical. Consta que aquellos dos poetas c o m p u s i e r o n sen-
40. P r o b a b l e m e n t e el poeta c ó m i c o de ese n o m b r e que vivió en el dos poemas ( T i m o t e o , según parece, u n n o m o y F i l o x e n o u n
siglo V . E l título «Deilíada» i n d i c a algo así c o m o « P o e m a de l a cobar- d i t i r a m b o ) titulados E l ciclope, y debe suponerse que Argas h i z o l o
día» [deilia), y era p r o b a b l e m e n t e u n a p a r o d i a de l a Iliada. Existe l a m i s m o . Posiblemente se conserve ;dgo de esa tradición en los Idilios
variante «Delíada», que podría entenderse c o m o « P o e m a de Délos» v i y x i de Teócrito. L a pieza de F i l o x e n o parece h a b e r sido u n a bur-
o « d e Delio». O t r o s títulos conservados de obras de Nicócares sugie- la de D i o n i s i o de Siracusa, en c u y a corte vivió u n t i e m p o el poeta,
r e n u n a predilección p o r l a p a r o d i a del m i t o . que estaba e n a m o r a d o de u n a de las concubinas del monarca. Argas
47. E l texto está c o r r u p t o . «<iAf>gás» es reconstrucción de Castelve- parece ejemplo de u n a mimesis de los h o m b r e s c o m o «peores» de co-
tro p a r a salvar l a corrupción de l a frase, y <fcai = « y » > u n agregado m o son, F i l o x e n o c o m o «semejantes» y T i m o t e o c o m o «mejores».
de Rostagni p o r razones sintácticas. Argas era poeta p o c o apreciado 42. Pues desde el punto de vista de los «medios» estas dos especies n o
de l a é p o c a de Arístóteles. T i m o t e o de M i l e t o y F i l o x e n o de C i t e - se discernían (cf el capítulo i). Esta distinción es l a que más interesaba
r a f u e r o n autores famosos de d i t i r a m b o s y de n o m o s que v i v i e r o n establecer.
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?,1,

'5. Ii J' '


"I I"''1t .

CAPÍTULO I I I

J J ^ n este capítulo se considera el tercero y último de los criterios de


i J distinción de las formas poéticas, esto es, el basado en el modo
de la imitación.
La imitación puede ser (1) narrativa —y, en tal caso, (la) he-
cha mediante el discurso directo o (Ib) mediante el discurso indi-
recto- o (2) dramática (7448ÍL19-24).
Si se consideran los tres criterios de distinción, se advierte que las
especies poéticas pueden coincidir desde el punto de vista de uno de esos
criterios y distinguirse desde el punto de vista de otro (1448a.24-28).
Sigue una digresión acerca de la etimología de las palabras
«drama» y «comedia». La denominación de «drama» se debe a que
su objeto es la acción; el empleo de esa palabra sirve de base a la
pretensión de los dorios de ser los creadores de la poesía dramática
en general. Además, se basan en el presunto origen de la palabra
«comedia» para pretender ser los creadores de esa forma dramática
particular (U48a.28-1449a.2).
Con esto termina el análisis de las diferencias entre las especies
poéticas (1448h2-3).

Existe, entre esas [artes], una tercera diferencia, que


consiste en el modo en que se puede imitar cada una de
esas cosas/' Pues es posible imitar con los mismos medios

43. Esta clasificación según el « m o d o » puede aplicarse sólo a las es-


pecies que e m p l e a n el lenguaje c o m o « m e d i o » (por tanto, n o vale n i
para l a danza n i para l a música). E n ella, «mimesis» tiene el sentido
eminentemente dramático que Platón le atribuye en República I I I ,
subtexto de este lugar de l a Poética.
18 ARISTÓTELES POÉTICA
19
y los mismos objetos narrando —ya sea haciendo hasta Estas tres diferencias se dan, pues, en la imitación, se-
cierto punto las veces de otro, a la manera de Homero, o gún dijimos al comienzo:*" en cuanto a los medios, al ob-
como uno mismo y sin cambiar— o bien [imitar], los que jeto y al modo. Así, en cierto sentido Sófocles es, por una 25
hacen la imitación," a todos como si obraran y actuaran parte, un imitador igual a Homero, puesto que ambos
realmente.''* i - • imitan a hombres buenos,*' y, en un sentido distinto, ]un
imitador igual] a Aristófanes, puesto que ambos imitan a
quienes actúan y obran.*'
44. Parecen razonable entender l a expresión «toús mimounénous» (eli-
De ahí que,*' según dicen™ algunos, ellas*' también se
m i n a d a p o r algunos editores) en sentido activo («los que h a c e n l a llamen «dramas» \drámata = «acciones»], porque imitan a
imitación») y n o en sentido pasivo («los que son objeto de l a i m i t a - quienes obran [drdntas].^'^ También por esa razón los dorios
ción»). Cf. Lucas (1978: 68). Sed contra. García Y e b r a (1992: 251). E l
hecho de que Aristóteles piense aquí en los actores c o m o sujetos de
l a mimesis n o representa u n a d i f i c u l t a d . — L a sintaxis de t o d o este pá- Enelcapítuloi(1447al7-18). ' ' ' =0!
rrafo es m u y discutida. 47. «Buenos» = «spuodaiopy. cí. l a n o t a 29, en el capítulo i i .
45. Se t i e n e n , p o r tanto, dos f o r m a s , (1) l a n a r r a t i v a y (2) l a d r a - 48. Esto es, Sófocles coincide c o n H o m e r o o, en general, l a tragedia
mática, l a p r i m e r a de ellas c o n dos variedades. (1) E l m o d o n a r r a - c o n l a épica, en l a m e d i d a en que en ambas formas el objeto de l a
t i v o p u e d e t o m a r (a) u n a f o r m a p r e d o m i n a n t e m e n t e d i r e c t a , esto imitación son personajes «buenos» o «elevados» en el sentido seña-
es, el n a r r a d o r en ocasiones («/¿», 1448a21 = «hasta c i e r t o p u n t o » ) lado en el capítulo precedente. E n c a m b i o , desde el p u n t o de vista
hace las veces « d e o t r o » , es decir, d e l personaje (cosa que o c u r r e del m o d o de l a imitación, i n t r o d u c i d o en este capítulo, Sófocles d i -
c u a n d o e m p l e a el discurso d i r e c t o , el c u a l r e p r e s e n t a u n m o m e n - fiere de H o m e r o y coincide c o n Aristófanes o, en general, l a trage-
to « d r a m á t i c o » i n s e r t o en l a narración) y en los demás casos h a b l a dia difiere de l a épica y concuerda con l a comedia, puesto que l a épi-
en n o m b r e p r o p i o , o (b) u n a f o r m a i n d i r e c t a , en l a que, el n a r r a - ca es narrativa, y l a tragedia y l a c o m e d i a son formas dramáticas.
dor c o n s e r v a su p a p e l de t a l , « c o m o u n o m i s m o y sin c a m b i a r » ,
49. Aristóteles introduce en lo que sigue i m a digresión etimológica.
esto es, h a b l a s i e m p r e en n o m b r e p r o p i o y p r e s e n t a las palabras
Con vistas a ella, sin duda, !il final del párrafo anterior (1448a27-28) h a
de los personajes en u n discurso i n d i r e c t o . (2) E n l a f o r m a dramá-
agregado al «actiían» [práttonías) el «obran» (... kai dróntas). De acuer-
tica, el p o e t a n u n c a h a b l a en p r i m e r a persona: se üene s o l a m e n t e
do con l a explicación que sigue en el texto, los verbos «práttein» y
los discursos de los personajes (los p a r l a m e n t o s ) , y esto sin excep-
«drán» resultan ser denotativamente equivalentes. Aristóteles emplea
c i ó n (cf. pánias, 1449é23 = « a t o d o s » ) . - A l referirse a (1) Aristóte-
«práttein» para designar tanto el actuíu" real (cf. l a nota 28, en el capítu-
les se expresa en s i n g u l a r (apaggéllontd) y al referirse a (2) en p l u -
lo ü) cuanto el actuar de los actores en el escenario y el actuar ficticio
r a l [toüs mimoume'nous; cf. l a n o t a p r e c e d e n t e ) ; piensa, en el p r i m e r
de los personajes. Por otra parte, al final del p r i m e r párrafo (donde se
caso, en el n a r r a d o r (quizá también en el r a p s o d a que l o e n c a m a )
lee « c o m o si o b r a r a n y actuaran realmente», 1448 a23) a c o m p a ñ ó
y en el segundo caso en los actores que representan l a a c c i ó n : en
el verbo «práttein» del verbo «energetn» que sugiere el carácter de «rea-
l a Poética suele n o distinguirse entre l a c o m p o s i c i ó n y l a e j e c u c i ó n
lización» o de «actualización» (cf. «enérgeia» = «acto», p o r oposición a
poéticas; cf. Introducción, n o t a 4 4 . - Estas distinciones se r e m o n t a n
dynamis = «potencia») que ostenta l a mimesis dramática.
a l a clasificación de los modos de l a léxis poética, esto es, de l a f o r m a
en que en l a poesía se presentan los hechos, desarrollada p o r Platón en 50. Aristóteles utifiza aquí el «dicen» íphasiiij caracteristico de l a cita:
República I I I (392(£i94¿): l a v a r i e d a d ( l a ) corresponde a l tipo «mix- deja constíuicia del parecer sin responsabilizarse de que ese parecer sea
to» [kekraménos typos); l a v a r i e d a d ( I b ) a l a narración s i m p l e [haplé correcto.
dtegesis), y (2) a l a f o r m a enteramente mimética [hale dio. miníeseos). 57. L a tragedia y l a comedia.
Platón ejempHfica ( l a ) c o n l a épica, ( I b ) c o n el d i t i r a m b o , y (2) c o n
52. L a base del substantivo «drama» está en el v e r b o «dráó», del que
l a poesía dramática. ^
«dróntas» es p a r t i c i p i o .
2 0 ARISTÓTELES POÉTICA

se arrogan la tragedia y la comedia (la comedia los mega- plean la palabra «drdm>, mientras que los atenienses em-
renses, tanto los de aquí,*' quienes pretenden que nació plean <ipráltein».^^
cuando tenían régimen democrático,*' cuanto los de Sici- Basten, pues, estas cosas acerca del número y la natura-
lia,** pues de allí era el poeta Epicarmo, muy anterior a leza de las diferencias de la imitación.
Quiónides y a Magnetes;** la tragedia, algunos de los [dorios]
del Peloponeso)*' y aducen, como indicio de ello, los n o m -
bres. Dicen que ellos llaman a los suburbios «kómai», y los
atenienses, en cambio, «demoi», y pretenden que los acto-
res cómicos [komoido^ toman su nombre, no de «komázein»
]= «hacer procesiones festivas»], sino del hecho de que,
arrojados con desprecio de la ciudad, andaban errando por
los suburbios [tómaí].*' Añaden que para «hacer» ellos em-

53. Los megarenses « d e agiíí», esto es, los habitantes de l a región de


M e g a r a , l i n d a n t e c o n el A t i c a (esto muestra que Aristóteles escribe
esta líneas hallándose en Atenas).
54. Se sobreentiende que l a c o m e d i a del tipo de l a antigua es posi-
ble sólo en el m a r c o de u n régimen democrático, que p e r m i t e l a l i -
bertad de expresión. E n M e g a r a l a democracia se constituyó algún
t i e m p o después de l a expulsión del tirano Teágenes alrededor d e l
600 a. C. U n a tradición p r e t e n d e , en efecto, que el i n v e n t o r de la co-
m e d i a había sido el poeta Susarión de M e g a r a .
55. Esto es, los de H i b l a , al n o r t e de Siracusa.
56. A l paracer, E p i c a r m o de Cos c o m e n z ó a p r o d u c i r comedias (hoy
perdidas) en Siracusa (en las cortes de Gelón y de Hierón) algo an-
tes del ,500 y murió en el 467. Los otros dos parecen h a b e r sido los
poetas c ó m i c o s áticos más antiguos. D e acuerdo c o n el Suda, Q u i ó -
nides de Atenas o b t u v o u n a v i c t o r i a e n el certamen de 4 8 8 , y cons-
ta que Magnetes de Icaria o b t u v o la p r i m e r a v i c t o r i a en el c e r t a m e n
del 472. Por eso h a parecido exagerado decir que E p i c a r m o es «muy
anterior» a aquéllos.
(llamado «demos» en ático) y no de «hemos» («grupo de jóvenes que
57. Estos peloponesios p u e d e n ser en particular los de l a c i u d a d de se b r o m e a n y cantan»), que es, sin e m b a r g o , l a etimología h o y a d m i -
Sición, donde, según H e r o d o t o ( V bcvii), a comienzos del siglo V I a. tida. Cf. C h a n t r a i n e (1990: 606).
C. se i n s t i t u y e r o n «coros trágicos» en h o n o r del héroe A d r a s t o (no
59. Se sobreentiende que, de tener su origen en Atenas, l a pieza dra-
del dios D i o n i s o , c o m o en Atenas). E l Suda trae l a n o t i c i a de que el
mática no se Uamaria «drama» (de «drán», término dórico según es-
p o e t a trágico más antiguo h a b r i a sido Teágenes de Sición.
tas líneas) sino «prágma» (de «práttein», el término ático). N o obstan-
58. Esto es, según los peloponesios l a palabra «kómoidi'a» derivaría de te, «drán» es empleado también p o r autores áticos. Cf. Chantraine
«Icdme», l a denominación dórica de l a «aldea» o distrito campesino

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