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Segunda Infancia

Según Salmerón-Pérez, H. En esta etapa el niño descubre que hay una realidad

exterior independiente a él y a la que se debe tener en cuenta para conseguir sus fines. A un

mundo en el que bastaba desear algo para ser satisfecho de inmediato, como ocurría en la

primera infancia, sucede otro mundo en el que hay que seguir unas "normas" para alcanzar

sus objetivos.

Es fundamental ir estableciendo cimientos de la personalidad y para ello tiene que

estar rodeado de afecto, pero no hay que excederse en consentirlos. Las normas y reglas

deben ser claras y justas. Esto hay que aplicar desde los primeros años de vida para el niño

vaya tomando hábitos y costumbres vitales para su diario vivir, y estas tienen que ser

adecuadas a su edad, fáciles de entender y de observar su cumplimiento.

Al final de esta fase, es físicamente capaz de hacer casi cualquier cosa que quiera

dentro de su rango de fortalezas, desde la gracia que tiene al comienzo de la fase hasta la

fuerza que domina al final del paso. El ambiente competitivo que encuentra en la escuela con

sus compañeros le permitirá perfeccionar sus habilidades y así ser tomado en cuenta por el

grupo.

También podemos observar que en infante empieza a tener cambios hablando

socialmente, probablemente es el centro de atención en el hogar, si no tiene hermanos

menores, pero empieza a tener cambios desde el comienzo de la escuela ya está en un grupo

social que tiene reglas que seguir. Por lo general, en esta etapa los niños muestran diferentes

comportamientos en el hogar y en la escuela. Primero, es caprichoso, y segundo, es dócil y

obediente.
Tercera Infancia

Las preferencias de esta etapa se pueden denominar "intereses objetivos", ya que los

niños le nace la curiosidad realmente grande por lo que les rodea a diferencia de la e etapa

anterior, en esta fase los niños se interesan por todo por el placer de manipular objetos.

Durante estos primeros años de la tercera infancia se interesan por las cosas y sus

características así como por su capacidad para jugar y conocer la realidad en la que se

encuentran.

Las habilidades lingüísticas continúan mejorando en la tercera infancia, gracias a un

desarrollo cognitivo más estructurado que permite una mayor adquisición de vocabulario,

estructuras gramaticales y un uso más complejo del lenguaje en situaciones cotidianas. Las

escuelas y las familias contribuyen a ello fomentando su aprendizaje de forma sistemática

(escuela) o de forma espontánea e informal (familia). La comprensión del lenguaje es una

herramienta de comunicación que hace que los niños en edad escolar sean más competentes

en el uso de diferentes formas de lenguaje en diferentes contextos (aprendizaje de un segundo

idioma y en un solo idioma, en algunos casos un tercer idioma).

En esta etapa vital se producen cambios muy importantes en el pensamiento en

relación con procesos cognitivos básicos: atención, memoria, aumento de la velocidad y de la

capacidad del procesamiento de la información, etc. En este sentido, uno de los logros más

relevantes es la aparición de la metacognición o capacidad para pensar sobre el pensamiento.

Gracias a esta característica el niño podrá posteriormente tener capacidad para evaluar una

tarea cognitiva así como determinar la mejor forma de realizarla y la forma de hacer el

seguimiento al trabajo realizado. (Pantoja, L., & Revelo, L. (2012).


REFERENCIAS:

Pantoja, L., & Revelo, L. (2012). Dinámica de los factores personales en la expresión

creativa en la tercera infancia (Doctoral dissertation, Universidad de Nariño).

Salmerón-Pérez, H., Gutierrez-Braojos, C., Fernández-Cano, A., & Salmeron-Vilchez, P.

(2010). Aprendizaje autorregulado, creencias de autoeficacia y desempeño en la

segunda infancia. RELIEVE. Revista Electrónica de Investigación y Evaluación

Educativa, 16(2), 1-18.

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