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LA VERDADERA Y NECESARIA REFORMA DE LAS PENSIONES?

LA JUBILACIÓN GRADUAL: POR FASES Y ESCALONADA


LA EDAD “ACTUALIZADA” DE JUBILACIÓN
Hace décadas se da por supuesto que la “tercera edad” empieza alrededor de los 65 años, que es la edad
aproximada cuando los trabajadores dejan de trabajar acceder a una pensión de jubilación, pero la mejora
en el estado de salud de los individuos hacen cada vez más difícil asociar a las personas de alrededor de 65
años a la condición de “inactivos laborales”. La barrera de los 65 años se difumina en la práctica
La edad de jubilación se situó convencionalmente en los 65 años alrededor de 1900, cuando empezaron a
generalizarse los sistemas de Seguridad Social en Europa, y muchos opinan que, si nos atenemos a las
estadísticas oficiales de mortalidad, esa edad de “inactividad laboral plena” debería trasladarse hoy a los 80
años. Por resumir groseramente, un individuo representativo de 80 años hoy estaría tan bien (o tan mal)
como uno de 65 años en 1900.
LA EDAD Y LA JUBILACIÓN GRADUAL (POR FASESY ESCALONADA)
Diferentes estudios nos dicen que los ciudadanos recién jubilados, y entre los 65 y los 80 años, son una
generación que, en general disponen de cierto poder adquisitivo y de mucho tiempo, que son activos y
versados en las tecnologías digitales, que se cuidan y que, dada su enorme autonomía de ingresos,
constituyen una garantía de consumo en los momentos recesivos de la economía.
La edad cronológica es determinante en la vida de los individuos, especialmente en el ámbito administrativo,
pues con ella se marcan hitos vitales tan relevantes como la mayoría de edad, el acceso al carnet de
conducir, el acceso al voto,… o la obtención del estatus de pensionista de jubilación. Sin embargo, la edad
cronológica no es la única referencia a tener en cuenta en muchas otras dimensiones pues al igual que han
aumentado los años de escolarización o se han retrasado decisiones tan importantes como el acceso al
primer empleo, la formación del primer hogar o, incluso, la llegada del primer hijo, es preciso pensar con
rigor la edad de acceso a la pensión de jubilación, y sobre todo el posible debate es sobre si esta edad debe
ser única o debe plantearse una jubilación gradual por fases y escalonada.
Actualmente en casi todos los países se aboga por un Sistema Mixto de Pensiones, que permita mantener
un pilar público, siempre necesario, junto con otros pilares cuya financiación se basa en la responsabilidad
individual de los ciudadanos. Con ello se persigue diversificar las fuentes de renta tras la jubilación, evitando
la dependencia exclusiva de solo uno de los pilares existentes. Tendremos así tres pensiones: la pensión
pública de la Seguridad Social financiada por el Estado a través de las cotizaciones a la Seguridad Social y
de los impuestos, la pensión ocupacional, financiada a través, por ejemplo, de los Planes de Pensiones
de Empleo (“de empresa”) -PPE- que se ”inauguraran” en España a partir de 2022 con la reforma Escrivá y
la pensión personal, financiada con los planes de pensiones privados individuales.
Frente a los modelos de sistemas mixtos habituales cabe plantear una alternativa en la que la pensión
pública y la pensión ocupacional no se superpongan, sino que se sucedan en el tiempo (jubilación por
fases). Este sistema poseería las siguientes características básicas:
a) el trabajador aporta durante su periodo de actividad laboral tanto cotizaciones a la Seguridad Social
como aportaciones a unos PPE de adscripción cuasi obligatoria
b) el trabajador decide cuándo abandona (total o parcialmente) la actividad laboral dentro de un tramo
amplio de edades y comienza a percibir la pensión temporal del sistema de empleo
c) posteriormente, a otra edad más elevada se inicia el pago de una pensión vitalicia de la Seguridad
Social y justo en ese momento finaliza el pago de la pensión ocupacional temporal que procede de
las aportaciones a los PPE.
d) el trabajador es libre de contratar, a título individual, cualesquiera otras pensiones temporales o
vitalicias complementarias a esas dos pensiones a través de planes de pensiones individuales para
obtener en un momento acordado la pensión personal que puede ser complementaria y recibirse
superpuestamente tanto a la pensión ocupacional como a la pensión pública.
En definitiva, los sistemas de pensiones necesitan nuevas reformas para adaptarse a la realidad demográfica
y a la creciente esperanza de vida, y tendrán en común las siguientes características:
1. la edad ordinaria de jubilación no será homogénea para todos los trabajadores, pues se tendrá
en cuenta como de exigente físicamente y/o mentalmente es la profesión y como afecta a la salud
del trabajador.
2. será por fases, accediendo en la primera fase a la “pensión ocupacional” y posteriormente a la
“pensión pública”
3. será gradual y escalonada, en el sentido de que los trabajadores no pasarán de trabajar a jubilarse
de un día para otro, sino que habrá una reducción gradual de la jornada laboral hasta la jubilación
total. El trabajador podía pasar de una actividad laboral de 40 horas semanales a 30 horas, después
a 20, luego a 10 y así hasta su jubilación total. Será una adaptación a la actual jubilación
anticipada parcial con, o sin, contrato de relevo. Se comenzará a recibir parte de la pensión
pública en función de la parcialidad del trabajo como ya se hace en la jubilación parcial
4. la edad de jubilación, tanto en la fase 1 como en la fase 2, se podrá elegir libremente, dentro
de unos límites, independientemente de la edad legal ordinaria (ELO) jubilación. Si se anticipa la
jubilación a esa ELO se minorará la cuantía de la pensión (tanto la ocupacional como la pública en
su caso) y si se demora se incrementará la cuantía de la pensión. En realidad. eso ya es de aplicación
en los países que tienen implantadas las “cuentas nocionales” en su sistema de pensiones.
5. un vez que se pase a ser pensionista por jubilación “total” se permitirá la plena compatibilidad
entre la percepción de la pensión y el salario, desapareciendo, o adaptándose, las actuales
jubilación activa y la jubilación flexible

ESQUEMA RESUMEN DE LA JUBILACIÓN GRADUAL (POR FASES Y ESCALONADA)

PENSIÓN OCUPACIONAL PENSIÓN PÚBLICA PENSIÓN PERSONAL


FASE 1 FASE 2
Aportaciones a los PPE Cotizaciones
Financiación (trabajador + empresa) (+ Impuestos)
Ahorro individual
Temporal hasta el acceso a la Según el acuerdo con la
Duración pensión pública
Vitalicia
gestora/aseguradora
De capitalización puro con De reparto puro con
Sistema aportaciones definidas prestaciones definidas
De capitalización puro
Desde unos 5 años antes de la ELO, pero de forma de forma
Edad acceso Según el acuerdo con la
ELO, pero de forma escalonada voluntaria y escalonada antes
(escalonada) gestora/aseguradora
en ese periodo y después de esa edad
Reducción/aumento de la pensión en función de la
Cuantía NO APLICA
anticipación/demora de la edad de acceso
ELO: Edad Legal Ordinaria de acceso a la pensión pública, por ejemplo y en general, los 75 años

SUFICIENCIA Y SOSTENIBILIDAD DE LAS PENSIONES PÚBLICAS


Bajo este esquema se reconcilian algunos de los principales problemas actuales de los sistemas de
pensiones:
1. se recuperan las reglas actuariales de las pensiones públicas y si se ajustan sus parámetros el
avance de la esperanza de vida no pondría en riesgo la sostenibilidad del sistema público de
pensiones. Además la suficiencia de las pensiones públicas queda mejor protegida porque el periodo
durante el cual intervienen estas pensiones públicas se acorta considerablemente (piénsese en una
edad de ser pensionista público de, por ejemplo, los 75 años). Las pensiones ocupacionales, al ser
rentas temporales, evitarían tener que hacer frente a un aumento extremo de la longevidad, que es
lo que verdaderamente encarece las pensiones públicas vitalicias y aumentan la deuda que origina
al sistema público.
2. los trabajadores tienen, dentro de cada esquema de pensiones (ocupacional, pública e individual)
una mayor posibilidad de adaptar flexiblemente su proceso de jubilación.

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