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Calidad del agua subterránea

BREVE DESCRIPCIÓN

La calidad (química) del agua subterránea refleja los aportes desde


la atmósfera, el suelo y las reacciones agua-roca (meteorización), así
como también desde fuentes de contaminación tales como minas,
áreas despejadas, agricultura, lluvias ácidas, residuos domésticos e
industriales. El movimiento relativamente lento del agua a través del
terreno indica que los tiempos de permanencia de las aguas
subterráneas están generalmente dentro de órdenes de magnitud
mayores que los de las aguas superficiales. Como en el caso de la
calidad de las aguas superficiales, es difícil simplificarla a unos pocos
parámetros. Sin embargo, en el contexto de geoindicadores, se ha
realizado una selección de unos cuantos parámetros importantes de
primer orden y de segundo orden que pueden usarse en la mayoría
de los casos para evaluar procesos o tendencias significativos en una
escala de tiempo de 50 a 100 años. 

Se proponen los siguientes indicadores de cambio de primer orden


(en cursiva), asociados a varios procesos y problemas, y respaldados
por varios parámetros de segundo orden: 

1. Salinidad: Cl, SEC (conductividad eléctrica específica),


SO4, Br, TDS (sólidos totales disueltos), Mg/Ca, 18O, 2H,

2. Acidez y estado Redox o de óxido-reducción: pH, HCO3,
Eh, oxígeno disuelto, Fe, As
3. Radioactividad: 3H, 36Cl, 222Rn 
4. Contaminación agrícola: NO3, SO4, DOC (carbono orgánico
disuelto), K/Na, P, pesticidas y herbicidas 
5. Contaminación minera: SO4, pH, Fe, As, otros metales, F,
Sr 
6. Contaminación urbana: Cl, HCO3, DOC, B, hidrocarburos,
solventes orgánicos.  

Durante el desarrollo y explotación de un acuífero, podrían producirse


cambios en la química natural, los cuales podrían resultar
beneficiosos o perjudiciales para la salud (por ejemplo: aumento de
F, As): estos elementos deberían ser incluidos en los programas de
monitoreo. La calidad del agua subterránea alojada en acuíferos poco
profundos también puede verse afectada por deslizamientos,
incendios y otros procesos superficiales, que aumentan o reducen  la
infiltración, o que exponen o cubren superficies rocosas y suelos, los
cuales interactúan con el agua superficial descendente.

SIGNIFICADO

El agua subterránea es mundialmente importante para el consumo


humano, y los cambios en su calidad pueden tener serias
consecuencias. También es importante para el sustento de hábitats y
para el mantenimiento de la calidad del flujo base que alimenta los
ríos. La composición química del agua subterránea es una medida de
su conveniencia como fuente de abastecimiento para consumo
humano y animal, para irrigación, para la industria y otros propósitos.
También influye en la salud y el funcionamiento de ecosistemas, por
lo que es importante para detectar variaciones y dar las alertas
tempranas de cambios en su calidad, tanto en sistemas naturales
como en los resultantes de contaminación.  

1. Salinidad: El agua dulce subterránea puede estar limitada


lateralmente (en las regiones costeras) por sus interfases con el
agua marina y por los tipos de rocas adyacentes, o
verticalmente por el agua de las formaciones subyacentes. La
intrusión del agua salada en los acuíferos costeros puede ser el
resultado del bombeo intensivo del agua dulce subterránea, o
producto de la disminución del caudal de una corriente (por
ejemplo debido a la construcción de diques o derivaciones), lo
que conduce a reducir la recarga de acuíferos en los deltas y
llanuras aluviales. La intensa evaporación en áreas con niveles
freáticos poco profundos también puede llevar a la salinización.
Las variaciones en los niveles de salinidad pueden ocurrir
debido al cambio climático natural o al bombeo excesivo y las
prácticas de riego que estimulan la precipitación de sólidos
disueltos, como las sales, en las tierras agrícolas. Es importante
monitorear todos los cambios en la salinidad usando Cl
(cloruros) o la SEC (conductividad eléctrica) y, si fuera posible,
caracterizar la fuente de salinidad, usando uno o más de los
indicadores secundarios.

2. Acidez y estado REDOX (de óxido reducción): Las emisiones


industriales de SOx y NOx han llevado, en ciertos lugares, a
reducir en un orden de magnitud el pH promedio de las lluvias.
Esto ha acelerado las tasas de meteorización natural y reducido
la capacidad de atenuación de los suelos y rocas, provocando
un incremento de la acidez de las aguas subterráneas someras,
especialmente en áreas con deficiencia de minerales
carbonatados. En grandes áreas de América del Norte, Norte de
Europa, Sudeste de Asia y América del Sur, la acidificación es
un problema mayor para la salud del hombre y de los
ecosistemas. El impacto sobre las aguas superficiales se agrava
en aquellos lugares donde disminuyen los efectos de atenuación
del HCO3, en los flujos base de agua subterránea que
alimentan a ríos y lagos. Los cambios del estado de óxido-
reducción (Redox) del agua subterránea (principalmente como
consecuencia de la reducción de O2) también pueden tener
lugar rápidamente debido a los procesos microbianos o
químicos en sistemas naturales o en los resultantes la
contaminación. Un aumento de la acidez (disminución del pH) o
una disminución del Eh (potencial redox) pueden dar lugar a
incrementos indeseables de metales disueltos. Sin embargo, el
inicio de condiciones de reducción pueden acarrear beneficios
tales como de-nitrificación in situ.

3. Radiactividad: La radiactividad natural antecedente puede estar


estrechamente relacionada con la presencia, o ausencia, de
rocas y sedimentos que contienen uranio u otros materiales
naturalmente radiactivos. Las concentraciones del gas Rn
disuelto constituyen un medio para detectar la presencia de
radiactividad natural en el agua subterránea [ver: Actividad del
karst]. Desde un punto de vista ambiental tiene mayor
significado la posible migración hacia el agua subterránea de
radionucleidos provenientes de pruebas termonucleares,
plantas de energía nuclear o instalaciones militares.

4. Contaminación de origen agrícola: Durante las últimas décadas,


en la mayoría de los países, los niveles de nitrato en el agua
subterránea han estado aumentando como resultado del
drenaje del exceso de fertilizantes. El nitrato, y otros
parámetros móviles derivados de los fertilizantes tales como K
(K/Na), DOC y SO4, sirven como indicadores importantes de la
degradación ambiental provocada por el hombre, aunque
también puede ocurrir la desnitrificación natural bajo
condiciones de reducción (ver: Acidez). Los herbicidas y
pesticidas (insecticidas, fungicidas) y otros agroquímicos,
también pueden ser móviles en las aguas subterráneas y servir
como un índice de contaminación difusa debajo de terrenos
agrícolas durante los últimos 20 a 30 años. Debido a que el
análisis es sumamente dificultoso, no es factible usarlos como
indicadores. Sin embargo, su presencia puede ser inferida si se
presentan altas concentraciones de otros indicadores.

5. Contaminación de origen minero: El sulfato derivado de la


oxidación de minerales sulfurosos es el mejor indicador
individual de la contaminación derivada de la explotación
minera de metales y carbón, de la producción de gas y petróleo
y, en menor grado, de las actividades de exploración. Una
disminución del pH está generalmente asociada con este
proceso, al igual que los incrementos de cargas disueltas de Fe
y otros metales podrían contaminar tanto aguas subterráneas
como superficiales en forma de drenaje ácido de minas. El
problema se torna crítico para el abastecimiento de agua y los
ecosistemas cuando los niveles freáticos se elevan tras el cierre
de una mina. El F y el Sr derivados de la meteorización de los
minerales asociados a la veta pueden también servir como
indicadores secundarios. 

6. Contaminación de origen urbano e industrial: El impacto de los


asentamientos humanos y la acumulación de residuos,
caracterizados por numerosos compuestos químicos, se hace
invariablemente evidente en la calidad local del agua
subterránea. Muchos compuestos químicos ingresan al terreno,
pero el deterioro de la calidad del agua puede ser evaluado a
través de aquellos constituyentes que son más móviles. Un
aspecto clave sería proteger los acuíferos no contaminados más
profundos, y monitorear los efectos de las plumas
contaminantes que se desplazan en las áreas circundantes. Así,
DOC, Cl y HCO3 constituyen indicadores primarios de
contaminación de localidades, ciudades, basurales y vertederos
de residuos. Los impactos biológicos pueden medirse usando
organismos indicadores tales como E. coli. Sin embargo, los
microorganismos dañinos generalmente se desvanecen
gradualmente tras recorrer varios cientos de metros en el agua
subterránea, por lo que una alternativa es medir los productos
de descomposición de estos procesos biológicos, tales como
DOC y HCO3. Los indicadores secundarios incluyen B (donde se
usan detergentes), solventes e hidrocarburos.

CAUSA HUMANA O NATURAL

 
Ambas. Los cambios en las condiciones naturales originales podrían
ocurrir durante la escala temporal que nos interesa, pudiendo ser
medidos en una única perforación o en un manantial. Sin embargo,
superpuestos a éstos, están los mayores impactos de las actividades
humanas descriptos anteriormente. 

AMBIENTE DONDE ES APLICABLE

Los principales ambientes de importancia, desde un punto de vista


global, son aquellos donde los acuíferos principales constituyen
fuentes de aprovisionamiento de agua, sobre todo los situados en
hondonadas con sedimentos ribereños o deltaicos saturados,
generalmente de espesor limitado y alta transmisividad. Estos
ambientes incluyen regiones templadas donde no se dispone de
abastecimiento adecuado de agua superficial; regiones semiáridas y
áridas donde el agua subterránea es, ineludiblemente, la única fuente
de suministro, y regiones tropicales húmedas, donde el agua
subterránea significa, de manera creciente, una fuente
bacteriológicamente “segura” de agua potable. En estos casos resulta
esencial proteger la calidad del agua subterránea. Además, en estas
regiones el agua subterránea proporciona un importante medio para
monitorear los cambios ambientales asociados.

SITIOS DE MONITOREO

Pozos poco profundos, manantiales y pozos principales de suministro


de agua donde el flujo es activo. Deben evitarse los pozos de
observación donde el flujo puede ser bajo o estar estancado. Los
pozos de monitoreo deben estar ubicados a lo largo de los gradientes
hidráulicos principales, y algunos deben localizarse aguas abajo de
áreas potencialmente problemáticas (por ejemplo: centrales
eléctricas, áreas urbanas, botaderos de desechos, terrenos agrícolas),
para así relacionar los contaminantes individuales con sus fuentes.
Donde sea posible se debe integrar el monitoreo de los
geoindicadores de las aguas subterráneas con las redes nacionales de
calidad de agua.

ESCALA ESPACIAL

Parcela a mesoescala / regional.

MÉTODOS DE MEDICIÓN

 
Los indicadores de primer orden pueden analizarse con relativa
facilidad usando técnicas estándar y equipo de laboratorio. En
muchos casos podrían ser medidos mediante sensores remotos
ubicados en pozos o en puntos de descarga. La medición de pequeños
cambios ambientales requiere alta precisión y exactitud. Los cambios
en el estado ácido deben evaluarse usando HCO3 más que el pH, ya
que este último podría variar poco (excepto por debajo de un pH de
5,5) debido al efecto de atenuación. Los indicadores de segundo
orden requieren análisis más especializados y costosos, tales como
mediciones de radiactividad. 

FRECUENCIA DE MEDICIÓN

Los cambios en la calidad del agua subterránea son normalmente


perceptibles a escala estacional o anual. Los procesos de dispersión,
reacción y mezcla implican que la adición de pequeñas cantidades de
contaminantes sea comúnmente difícil de detectar. Tanto los cambios
a escala regional como los efectos de una fuente puntual son
importantes para monitorear. Se sugiere una frecuencia máxima de 4
veces por año para detectar cambios en las fuentes de agua
subterránea poco profundas; en cambio las mediciones anuales son
suficientes para fuentes más profundas.

LIMITACIONES DE LOS DATOS Y DEL MONITOREO

Es necesario tener mucho cuidado para asegurar que los sitios de


muestreo sean representativos del régimen de flujo del agua
subterránea, tanto vertical como horizontalmente. Resulta de suma
utilidad tener dos puntos de muestreo, uno somero y uno profundo,
instalados en el mismo sitio. La variabilidad espacial impondrá un
límite de lo que puede ser alcanzado, y es probable que la red
resultante de sitios de medición de la calidad del agua subterránea
represente un compromiso. La exactitud analítica entre mediciones
muy espaciadas y, posiblemente realizadas por diferentes personas,
probablemente será un problema. Los manantiales pueden ser
estables a largo plazo, pero también pueden fluctuar rápidamente,
debido a la naturaleza dual de la porosidad del acuífero, a los
cambios en la presión atmosférica, en las tasas de precipitación y
evaporación, o por actividad sísmica o volcánica, haciendo difícil la
determinación de las causas.

APLICACIONES AL PASADO Y AL FUTURO


Por debajo del nivel freático, el agua subterránea no es generalmente
un buen archivo de los cambios ocurridos en el pasado, debido a la
dispersión de la señal entrante. Sin embargo, en grandes cuencas
sedimentarias, las paleo-aguas pueden ser reconocidas por medio de
señales químicas e isotópicas. Alrededor de manantiales, los
depósitos de material calcáreo o silíceo (travertino, tufa, toba), que
abarcan desde los que son precipitados inorgánicos a aquellos que
son totalmente orgánicos, pueden reflejar cambios pasados en el
clima superficial o en las condiciones hidrológicas y químicas
subterráneas locales. La química del agua subterránea en la zona no
saturada puede proporcionar un registro clave de los cambios
climáticos y ecológicos pasados [Ver: Química del agua subterránea
en la zona no saturada].

POSIBLES UMBRALES

La Organización Mundial de la Salud (WHO, 1993) y muchos


organismos nacionales han establecido normas o estándares para las
concentraciones máximas admisibles de distintas substancias en el
agua potable. Existe una variedad de pautas para establecer la
calidad del agua subterránea usada para otros propósitos, como
ganadería e irrigación.

www.lgeos.lt/geoin/files/calidad_del_agua_subterranea.doc

Fuentes de contaminación de aguas subterráneas


La intrusión de agua salina debido a la sobre-explotación de acuíferos o depósitos
naturales que provocan drenaje natural, son formas naturales de contaminación de las
aguas subterráneas. La mayor preocupación sobre la contaminación de agua subterránea
se ha centrado en la contaminación asociada con actividades humanas. La
contaminación de las aguas subterráneas por el hombre están relacionadas con la
disposición de residuos (residuos de aguas residuales en sistemas privados, residuos
sólidos en basureros, residuos de aguas residuales municipales, depósitos de lodos,
depósitos de residuos salinos de la industria petrolera, residuos de la industria minera,
emisión de residuos líquidos en pozos profundos, emisión de residuos de animales,
residuos radiactivos) o no directamente relacionado con emisión de residuos
(accidentes, algunas actividades agrícolas, minería, deshielo de carreteras, lluvia acida,
construcción y mantenimiento inadecuado de edificios, sal en caminos y carreteras).

La siguiente tabla muestra una lista de posibles fuentes de contaminación de las aguas
subterráneas [6]:
Fuentes de contaminación potenciales de aguas subterráneas
Lugar de
origen
Municipal Industrial Agrícola Individual
contaminación delcontaminación de contaminación del contaminación del
aire aire aire aire

disposición en químicos: derrame de fertilizantes


suelos de residuos almacén & químicos
municipales derrames casas
fertilizantes
sal para el combustibles: limpiadores
deshielo de almacén & residuos en granjas
caminos derrames almacenamiento & detergentes
Cerca de la emisión al campo
superficie calles & arrastre en petróleo
del suelo aparcamientos residuos de minas pesticidas
pinturas

pesticidas

basureros tuberías almacenamiento sistemas sépticos


subterráneo
fugas y drenaje de tanques de pozos: construidos
líneas de aguas almacenamiento tanques inadecuadamente o
residuales subterráneos abandonados
pozos: construidos
Por debajo inadecuadamente o
de la abandonados
superficie
de suelo

Se fabrican grandes cantidades de compuestos orgánicos para las industrias, agricultura


y municipios. Estos compuestos fabricados por el hombre son de gran preocupación.
Los compuestos orgánicos se producen en la naturaleza y pueden provenir de fuentes
naturales como de actividades humanas. En muchos lugares las aguas subterráneas se
han contaminado durante muchas décadas por químicos, pero estos episodios de
contaminación no se reconocieron como problemas medioambientales hasta los años
1980.
Una descripción breve de las fuentes de contaminación son las siguientes:

Natural: el agua subterránea contiene algunas impurezas, incluso si no queda afectado


por actividades humanas. Los tipos y concentraciones de impurezas naturales dependen
de la naturaleza del material geológico a partir del cual se mueve el agua subterránea, y
la calidad del agua de reposición. El agua subterránea que se mueve a través de rocas y
suelos sedimentarios pueden sucederse en grandes cantidades materiales y compuestos
como el Magnesio, Calcio y Cloruros. Algunos acuíferos tienen altas concentraciones
naturales de constituyentes disueltos como arsénico, boro y Selenio. El efecto de estas
fuentes naturales de contaminación en la calidad del agua subterránea depende el tipo de
contaminante y su concentración.

Agrícola: Los pesticidas, fertilizantes, herbicidas y residuos de animales son fuentes de


contaminación de aguas subterráneas de origen agrícola. Estas fuentes de contaminación
agrícola son muy variadas y numerosas: el derrame de fertilizantes y pesticidas durante
el manejo, escorrentía por la carga y el lavado de spray de pesticidas u otro equipo de
aplicación, el uso de químicos ladera arriba y a unos cuantos cientos de metros de pozos
o aguas de alimentación a pozos. La tierra agrícola que no tiene suficiente drenaje se
considera por muchos granjeros como tierra que ha perdido su beneficio de producción.
Los pozos de drenaje luego sirven como un conducto directo a las aguas subterráneas de
las aguas residuales.

El almacenamiento de químicos agrícolas cerca de los conductos de agua subterráneas,


como pozos abiertos y abandonados, pozos y depósitos o depresiones de la superficie
donde el agua se suele estancar. La contaminación también puede ocurrir Cuando se
almacenan químicos en áreas no cubiertas, que no se protegen contra el viento y la
lluvia, o almacenado en lugares donde el agua subterránea fluye desde el
almacenamiento de químicos a los pozos.

Industrial: La fabricación y servicios industriales tienen altas demandas de agua de


enfriamiento, aguas de proceso y agua con fines de limpieza. La contaminación de las
aguas subterráneas ocurre cuando el agua usada se devuelve a ciclor hidrológico.
Las actividades económicas modernas requieren del transporte y almacenamiento de
materiales usados en la fabricación, proceso y construcción. En el camino de transporte,
parte de este material puede perderse por derrames, fugas o manejo inadecuado. La
disposición de residuos asociados con las actividades arriba mencionadas es otra fuente
de contaminación de las aguas subterráneas.

Algunos negocios, normalmente carentes de sistemas de tratamiento de aguas


residuales, son dependientes de depósitos estrechos de aguas subterráneas. Pueden
utilizar letrinas o agujeros secos, o enviar las aguas subterráneas y tanques sépticos.
Cualquiera de estas formas de disposición puede dar lugar a la contaminación de las
aguas subterráneas destinas a consumo. Los agujeros secos y letrinas generan residuos
que van directos al suelo. Los sistemas sépticos no pueden tratar los residuos
industriales. Algunos residuos y aguas residuales de industrias y empresas como
estaciones de servicios de automóviles, limpiadores en seco, componentes eléctricos o
fabricantes de maquinas, foto procesadores, y fabricantes de planchas de metal, pueden
generar residuos altamente contaminantes y tóxicos. Otras fuentes de contaminación
industrial incluye la limpieza de tanques o equipos de spray en campo abierto,
disposición de residuos en sistemas sépticos y pozos secos, almacenamiento de
materiales peligrosos en lugares no protegidos o en lugares sin caminos para drenajes o
lugares de recogida o retención. Los tanques de almacenamiento tanto subterráneos
como superficiales de productos del petróleo, ácidos, solventes y químicos pueden
provocar fugas debido a la corrosión, defectos e instalación inadecuada o fallo mecanizo
de tuberías y acoples. La minería de minerales combustibles y no combustibles puede
crear oportunidades para la contaminación de las aguas subterráneas. Los problemas
derivan del propio proceso de minería, disposición de residuos, y procesamiento de
menas y los residuos que esto genera.

Residencial: los sistemas de aguas residenciales puede ser una fuente de gran cantidad
de contaminantes como bacterias, virus, nitratos, materia orgánica y residuos humanos.
Los pozos de inyección usados para disposición de aguas residuales domesticas
(sistemas sépticos, letrinas, pozos de drenaje para la recogida de aguas de lluvia, pozos
de recarga de aguas subterránea) son de una preocupación particular para la calidad de
las aguas subterráneas si se localizan cerca de los pozos que alimentan las aguas de uso
para beber. El almacenamiento y disposición inadecuado de químicos domésticos como
pinturas, detergentes sintéticos, aceites solventes, medicinas, desinfectantes, químicos
de piscinas, pesticidas, baterías, combustibles de gasolina y diesel puede provocar la
contaminación de las aguas subterráneas. Cuando se tiran en la basura domestica, los
productos acabaran en las aguas subterráneas debido a los basureros de municipales
están equipados para el manejo de materiales peligrosos. De manera similar, los
residuos que se echan o entierran en el suelo pueden contaminar el suelo y penetrar a las
aguas subterráneas.

www.lenntech.es/agua-subterranea/fuentes-contaminacion.htm

Prevención y control de contaminación de las aguas


subterráneas

Sobre este programa

Las aguas subterráneas cumplen


un rol importante, y en numerosos
casos vital, para el suministro de
agua potable de muchas áreas
urbanas y rurales de la Región de
América Latina y el Caribe. Sin
embargo, en la mayoría de los casos
se ha prestado poca atención a la
prevención de la contaminación de
las mismas fuentes de aguas
subterráneas, y aún menos, a la
protección de los acuíferos en su
conjunto.

En algunas áreas, principalmente dentro de los grandes centros urbanos o en las


áreas circundantes, ya se ha producido la contaminación de las aguas
subterráneas, creando riesgos potenciales para la salud pública y causando el
abandono de las fuentes de suministro de agua existentes, con la consiguiente
pérdida de inversión financiera y de recursos naturales. En lo que se refiere a
aguas subterráneas, la contaminación tiende a aparecer lentamente, pero es
muy persistente y, en muchos casos, la purificación es técnicamente problemática,
excesivamente costosa y con frecuencia poco práctica.

La contaminación más común de las aguas subterráneas está asociada con el


saneamiento de áreas que no cuentan con alcantarillado, la disposición final de
efluentes líquidos industriales, y las actuales prácticas de cultivo agrícola. El
creciente incremento de las concentraciones de nitratos en las aguas
subterráneas y los frecuentes episodios de penetración en la subsuperficie de
hidrocarburos halogenados volátiles, plantean un serio peligro para la calidad del
agua potable en relación con las actuales guías para la potabilidad del agua
establecidas por la OMS.

En respuesta a lo anterior, la OPS inició en 1984 el Programa Regional sobre la


Prevención y Control de la Contaminación de las Aguas Subterráneas.

Los elementos básicos del programa son:

1. Identificar los problemas principales de contaminación de aguas


subterráneas en la Región.
2. Identificar las instituciones con infraestructura apropiada y suficientes
recursos humanos para absorber y aplicar la tecnología del control de
contaminación de aguas subterráneas.
3. Movilizar estas instituciones en los Países Miembros a través de una red
cooperante informal, que recibirá orientación y consultoría del CEPIS y del
"British Geological Survey (BGS)".
4. Preparar una serie de documentos técnicos sobre el control de
contaminación de aguas subterráneas aplicable al contexto de América
Latina.
5. Diseminar esta tecnología a través de talleres y seminarios regionales.

El mecanismo para concertar un programa de trabajo conjunto es a través de un


Núcleo Técnico, compuesto por expertos de BGS/CEPIS y por profesionales
pertenecientes a instituciones de la Región, con conocimiento no sólo de los
problemas y necesidades nacionales, sino también de la capacidad técnica y
económica para afrontarlos. Este Núcleo Técnico, convocado por primera vez en
1984, proporciona el conocimiento y la orientación, estableciendo los lineamientos
generales del plan de trabajo a nivel regional.

El Programa Regional de Prevención y Control de Contaminación de Aguas


Subterráneas ha cumplido con los primeros cuatro elementos del programa.

Actualmente, dicho Programa se encuentra en la etapa de diseminación de la


tecnología mediante la promoción de talleres y seminarios regionales, basados en
los manuales e informes que se han desarrollado dentro del mismo.

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