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Comprensión y Redacción de Textos I

Ciclo 2022 - marzo

Fuentes para el Examen Final


Fuente 1
¿Se puede determinar la inteligencia de las personas por sus gustos musicales?
Los efectos de la música clásica en las conexiones neuronales de nuestro cerebro ha sido objeto
de numerosos estudios, algunos más científicos que otros, para tratar de determinar cómo la
música puede alterar nuestro estado de ánimo e influir positivamente en el alivio de la ansiedad
y el estrés.
Aunque todavía no ha podido demostrar cómo funcionan los mecanismos neuronales al
escuchar música, lo que sí parece evidente es que música de piano mejora el estado anímico de
los pacientes con depresión y favorece la evolución en personas con problemas de aprendizaje y
discapacidades del desarrollo. Esto es debido, según los estudiosos, a que la música clásica
produce cambios neuronales y fisiológicos que mejoran la función cognitiva del cerebro. Parece
que la música clásica aumenta la secreción de dopamina y la neurotransmisión sináptica, de
forma que facilita el aprendizaje y favorece la memoria.
También es abundante la literatura científica que vincula la preferencia por
determinados estudios musicales con ciertos rasgos de personalidad e incluso con el coeficiente
intelectual.
Estudio sobre la inteligencia y la música
Un estudio realizado en la Universidad de Warwick recopiló los gustos musicales de más de mil
estudiantes de entre 11 y 18 años con altas capacidades intelectuales. Los resultados fueron
sorprendentes y muy alejados de los estereotipos. Los datos obtenidos mostraban que a la
mayoría de esos estudiantes de brillante expediente académico les gustaba escuchar heavy metal
para liberarse de sus emociones negativas y afrontar la presión académica.
Por otro lado, un trabajo presentado en la 18th Annual Conference of the Association for
Psychological Science (Nueva York), concluyó que las personas que preferían el rock y el
heavy metal obtenían puntuaciones más altas en una medida objetiva de inteligencia.
El desarrollador de software Virgil Griffith también realizó un estudio para tratar de encontrar
vínculos entre los gustos musicales de las personas y su coeficiente intelectual. Para ello cruzó
la calificación media de un grupo de estudiantes en las pruebas de acceso a la universidad con
sus preferencias musicales. Aunque la metodología es poco científica, los resultados no dejan de
ser curiosos y merecen nuevas investigaciones que analicen la relación entre la inteligencia y los
gustos musicales.
De su estudio se obtuvieron varias conclusiones:
o Los estudiantes con calificaciones más bajas preferían la música de artistas como Beyoncé o
Jay-Z, y géneros como el hip-hop y el reggaetón.
o En el otro extremo, los estudiantes con notas más brillantes preferían la música clásica, en
particular, Beethoven.
o El grupo con calificaciones altas también mostró preferencia por U2, Bob Dylan, Radiohead,
Coldplay o Red Hot Chili Peppers, entre otros.
o Los gustos musicales de los alumnos promedio incluían grupos como Pearl Jam, AC/DC,
Oasis o The Doors.
Por el momento, lo único que sí está demostrado es que existe una forma de mejorar las
habilidades cognitivas a través de la música: aprender a tocar un instrumento musical. Un año
de clases de piano, complementadas con la práctica regular, puede incrementar el IQ hasta tres
puntos.
[Adaptado de: https://hinves.com/blog/se-puede-determinar-la-inteligencia-de-las-personas-por-
sus-gustos-musicales/]

Fuente 2
El tipo de música que escuchan las personas inteligentes, según la ciencia
Según la ciencia y las investigaciones que se han hecho en torno a la música y las personas,
aprender a tocar un instrumento es bueno para su cerebro, por lo que quizá no debería
sorprender que los más inteligentes entre nosotros, al parecer, prefieran escuchar música
instrumental.
Una reciente publicación de la Asociación Americana de Psicología en la revista Evolutionary
Behavioral Sciences identificó una relación entre la inteligencia y la música sin letras.
"Encontramos que la inteligencia es un predictor significativo de la preferencia por la música
instrumental, pero no de la preferencia por la música vocal-instrumental", señala el resumen de
la investigación. En tanto, investigadores de la Universidad de Oxford Brookes realizaron una
encuesta a 467 estudiantes croatas de secundaria para evaluar su inteligencia, su tipo de música
preferida y cómo usan la música en su día a día. El resultado evidenció que los estudiantes que
obtuvieron una calificación más alta en inteligencia se asociaron con un oído para géneros de
música sin palabras como clásica o electrónica.
Otro hallazgo fue que los estudiantes que escuchaban música para analizar o apreciar la
composición o técnica, también preferían la música instrumental. Si bien el trabajo encuentra
una conexión entre la inteligencia y la preferencia por los instrumentos, los autores reconocen
que la investigación tiene sus limitaciones, pues cada persona tiene a tener características
complicadas.
"La inteligencia es solo uno de los constructos relacionados con las preferencias musicales, hay
muchos otros, como los rasgos de personalidad, el género, la edad, el grado de educación y los
ingresos familiares", señaló la coautora del estudio Elena Racevska. Entonces, si bien la
investigación no dice que escuchar a Beethoven o Alan Walker, por decir dos artistas
reconocidos, nos hace más inteligente; pero sí sugiere que, si una persona es inteligente, es
probable que disfrute un buen ritmo sin voces que hagan ruido.
De otro lado, en 2013, CNN México compartió en su sitio web los efectos en el cerebro los
tipos de música más escuchados; es decir, la salsa, música clásica, rock y reggaetón. ¿Cuál fue
el resultado?
Salsa:
Este tipo de música ayuda a liberar el estrés, al producir beneficios físicos, emocionales y
mentales, además mejora la coordinación y el equilibrio. La salsa permite que el cerebro se
relaje y active al mismo tiempo, debido a la dopamina y adrenalina.
Música clásica:
Escuchar música clásica al menos durante 30 minutos al día le permitirá desarrollar mejor sus
ideas, mantenerse alerta y optimizar procesos de aprendizaje. Este género despierta en el
cerebro humano un estado de alerta constante, propicio para el aprendizaje activo.
Rock:
Los ritmos densos y acelerados, propios del rock, tienen la capacidad de dotar de adrenalina al
cerebro. Asimismo, refugiarse en este tipo de música en búsqueda de concentración no es una
buena idea, aunque poner un poco de rock a la hora de hacer ejercicios podría incrementar su
resistencia.
Reggaetón:
Al igual que el tecno y el rap, el reggaetón es bueno para ejercitarse. Las manifestaciones del
Urban Style ayudan a mejorar la capacidad cardiovascular y obtener mayor resistencia al
momento de practicar algún deporte.
[Adaptado de https://gestion.pe/tendencias/el-tipo-de-musica-que-escuchan-las-personas-
inteligentes-segun-la-ciencia-noticia/]

Fuente 3
Análisis del Efecto Mozart en el desarrollo intelectual de las personas adultas y niños
Durante varios años, se ha dialogado acerca de la influencia del Efecto Mozart en las personas.
Se han realizado varias pruebas tanto en bebes como en mujeres embarazadas para unificar la
hipótesis acerca de si es verdad que, al escuchar música clásica, específicamente, las sinfonías
de Mozart, se logra un desarrollo intelectual más elevado que otras personas que no escuchan
este tipo de música. Analizar esto es muy complejo, puesto que, el mismo se debe ver desde
diferentes ámbitos como son: médico, musical, pedagógico, etcétera. A continuación, trataremos
de realizar una investigación basada en la realidad, pues son necesarias varias pruebas y
muestras de distintas poblaciones para ir verificando el comportamiento de las personas que se
estudian en este tipo de análisis.
Wólfram Amadeus Mozart
Compositor de origen austriaco. Nació el 27 de enero de 1756. Durante su infancia demostró
grandes dotes para la música, siendo así que a la edad de 6 años podía tocar el piano y violín
con una facilidad única. Además, escribía y leía partituras muy avanzadas que a su temprana
edad era impensable que alguien lo pudiera realizar.
La música y sus efectos en el desarrollo del cerebro
Las investigaciones referidas al efecto de la música sobre el cerebro infantil han coincidido en
que ésta provoca una activación de la corteza cerebral, específicamente, en las zonas frontal y
occipital, implicadas en el procesamiento espacio-temporal. Asimismo, al evaluar los efectos de
la música a través de registros de electroencefalogramas, se ha encontrado que la música origina
una actividad eléctrica cerebral tipo alfa. Todo lo anterior se traduce en lo siguiente: la música
(sobre todo la música clásica de Mozart) provoca:
• Aumento en la capacidad de memoria, atención y concentración de los niños.
• Mejora la habilidad para resolver problemas matemáticos y de razonamiento complejo.
• Introduce a los niños a los sonidos y significados de las palabras y fortalece el aprendizaje.
• Brinda la oportunidad para que los niños interactúen entre sí y con los adultos.
• Estimula la creatividad y la imaginación infantil.
• Al combinarse con el baile, estimula los sentidos, el equilibrio, y el desarrollo muscular.
• Provoca la evocación de recuerdos e imágenes con lo cual se enriquece el intelecto.
• Estimula el desarrollo integral del niño, al actuar sobre todas las áreas del desarrollo.
Efecto Mozart en el cerebro humano
El cerebro humano es el órgano más complejo que un ser vivo puede tener; está conformado por
un sin número de neuronas y conexiones sinápticas que están ligadas a cada una de las
funcionalidades que tenemos. Por eso, es importante identificar que el cerebro se divide en dos
partes: hemisferio derecho e izquierdo. El primero se dedica a desarrollar la parte de la
percepción y el desarrollo musical, mientras que el hemisferio izquierdo se dedica al desarrollo
del lenguaje. La música de Mozart actúa sobre la parte del hemisferio derecho, haciendo que el
desarrollo de la inteligencia se potencialice de mejor manera, tanto en personas adultas como en
los bebés. Entre los principales beneficios de escuchar la música de Mozart tenemos (Vélez,
2006):
• Mejora la habilidad para entender, resolver y plantear problemas matemáticos.
• Fortalece el aprendizaje.
• Capacidad entre los niños para desenvolverse entre sí.
• Mejora la memoria.
• Estimula y mejora la creatividad.
Realizar un análisis más detallado requiere que se proceda a cargar diferentes tipos de canciones
entre música clásica, reggaetón, salsa, etcétera, y ver su espectro, para visualizar cuál es la
medida que alcanza cada una de éstas y observar los datos que se obtengan. Para realizar el
análisis se dispuso del software MATLAB. Se tomaron varios tipos de géneros musicales para
el análisis; en total 22 canciones. Realizando el análisis espectral, pudimos observar que la
música clásica tiene componentes frecuenciales mucho más bajas que todas las canciones de
diferente tipo. En este tipo de género, obtuvimos amplitudes hasta 0,0013 unidades; por el
contrario, en el reggaetón constatamos amplitudes de 0,023 unidades. Las bajas amplitudes que
tiene la música clásica ayudan al cerebro a relajarse y hacer que las interconexiones sinápticas
que este realice se las haga de mejor manera y que la información procesada sea asimilada muy
rápidamente, ya que se estimula las neuronas que permanecen estáticas sin realizar función
alguna y éstas son las que ayudan a mejorar la capacidad intelectual (Vélez, 2006).
Dentro del análisis que se realizó a la partitura de Mozart, se encontraron partes en las que
algunos componentes frecuenciales de las notas musicales permitían al cerebro de ciertas
personas reaccionar de manera distinta; es decir, lograban un nivel de concentración un poco
más elevado que de las demás personas que no escuchaban este tipo de música, cuando estaban
realizando cierta actividad. En este breve análisis realizado, se pretende mostrar los posibles
efectos que puede tener la música del compositor Mozart sobre la concentración y el
mejoramiento de la inteligencia en niños y en personas adultas. El tema es amplio, por lo que al
momento se dejan sentadas las bases para futuras experimentaciones e investigaciones sobre
este controversial tema que sigue aún en estudio para su comprobación final.
[Adaptado de https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=505554809004]

Fuente 4
¿Dime qué escuchas y te diré quién eres?
La música es, sin duda, una de las actividades culturales que están más presentes en el día a día
del adolescente, que paulatinamente la va entendiendo cada vez más como un medio para
exteriorizar sus emociones. Entonces, ¿podemos sostener que la música define a la persona que
la escucha?
Música e identidad
En este contexto psicosocial la música desempeña un papel muy importante: es uno de los
medios a través del cual los adolescentes van a poder reconocerse y verse reflejados. Lo harán
por la necesidad de pertenecer a un grupo de iguales, para lo cual tienden a querer identificarse
con alguno de los modelos o estereotipos propuestos por la industria musical. De esta manera, la
música supone un entramado complejo que juega una doble función interrelacionada: a) Es
elemento socializador, ya que el hecho de que un grupo comparta unos códigos garantiza la
relación y la comprensión entre sus miembros. b) Es elemento diferenciador, ya que el hecho de
adoptar unos códigos que no son comunes a toda la sociedad hace que estos subrayen lo
genuino y lo particular de cada comunidad y por ende de cada miembro.
Influencia de la música en la personalidad
Una vez analizados los distintos tipos de vínculos afectivos que los adolescentes crean respecto
a sus ídolos, es menester conocer en qué medida son un referente para ellos. Para ello, les
preguntamos en primer lugar qué es lo que tienen en común con estos modelos y qué es lo que
les lleva a verse reflejados en ellos. Las respuestas a esta cuestión están más o menos
equilibradas. Un 46,2 % del alumnado de la E.S.O. encuestado opina que lo que genera su
identificación con el artista son la música y las letras de sus canciones, ya que comparten las
mismas emociones e ideas transmitidas a través de ellas. Existe, pues, lo que denominaremos un
tipo de conexión expresiva. En cambio, un escaso 5,9 % admite que todo lo que envuelve al
artista representa cómo le gustaría ser, de ahí que intente imitar su actitud y su estilismo. Se da
entonces un tipo de conexión personal. Por último, la respuesta de casi la mitad del alumnado, el
47,9 %, ha sido que los elementos que pueda tener en común con sus respectivos ídolos son
esporádicos; es decir, que no sienten que ellos reproduzcan siempre de manera fiel ni sus
emociones, ni sus ideas ni su apariencia. Hay una ausencia de conexión. Si observamos los
datos resultantes y los comparamos con los que analizaban cuál era el elemento al que los
adolescentes daban más importancia en la pregunta siete – música, estética o música y estética,
vemos que prácticamente coinciden: los referentes a la conexión expresiva y a la ausencia de
conexión se corresponden a los que contestaron música o música y estética; y los de la conexión
personal a los que contestaron estética.
Conclusiones
El hecho de conocer tipos de música minoritarios o pertenecientes a otro tiempo o espacio
amplía el abanico de alternativas y estimula el fin de esa homogeneidad, haciendo que el
adolescente sea el único dueño y responsable de sus elecciones en el marco de la diversidad.
Esto implica a su vez que el individuo se dote de cierto criterio a la hora de escoger su música
más allá de su mera popularidad, y que sea consciente de que los gustos son siempre subjetivos,
aprendiendo a respetar las preferencias de unos y otros. En segundo lugar, siguiendo en esta
línea de ofrecer un criterio al alumno para juzgar y valorar la música, se tendría que analizar qué
elementos intervienen en el fenómeno musical desde diferentes puntos de vista para entender
que, además de una manifestación cultural muy importante, es también el producto de un
negocio. Esto ayudaría al adolescente a ser capaz de separar ambas facetas y contribuir a la
ruptura de los estereotipos y de los prejuicios consecuentes.
[Adaptado de http://www.sineris.es/adolescentes.pdf]

Fuente 5
La inteligencia musical
En su libro sobre la inteligencia musical, Gardner introduce el tema explicando que el talento
musical es una de las habilidades que aparecen de un modo más temprano y explica que, a pesar
de haberse especulado mucho sobre este tema, todavía no se ha averiguado por qué razón el
talento musical surge tan pronto y cuál es su naturaleza. Pero ¿de qué manera se consigue esta
precocidad musical?
Aunque es posible que haya un talento principal de tipo hereditario, Gardner piensa que
influyen otros factores, ya que el grado de talento que muestra una persona depende del entorno
en el que vive, esto es, de su contexto cultural. Seguidamente, Gardner expone algunas
reflexiones que nos han transmitido diferentes músicos sobre el proceso de composición
musical. En opinión de Copland, las habilidades para escuchar música se relacionan con
aquellas implicadas en la creación musical, ya que el oyente inteligente será aquel que
desarrolle una escucha más consciente, esto es, una escucha activa, en la que el sujeto establece
relaciones entre los diferentes elementos que percibe, generando y cumpliendo expectativas
(Balsera y Moreno, 2001). Existen una serie de habilidades que son necesarias para participar en
la experiencia musical de cualquier cultura. Partiendo de los elementos constitutivos de la
música (ritmo, melodía, armonía y timbre), observamos que en determinadas culturas tienen
mayor importancia unos elementos que otros. Así, la melodía es la característica fundamental en
las culturas orientales mientras que el ritmo tiene una mayor importancia en el África
Subsahariana.
Para Gardner el oído es crucial en todo acto musical pero la organización rítmica puede darse
independientemente de cualquier aspecto auditivo. Como ejemplo podemos citar a las personas
sordas, las cuales experimentan la música a través del ritmo. Tradicionalmente, la psicología de
la música se ha estudiado desde dos perspectivas diferentes. La escuela clásica ha utilizado un
método de análisis que se centra en la forma en que las personas procesamos la información
musical sin tener en consideración la información que proporciona el contexto en la
interpretación de una obra musical. Muchos conservatorios en nuestro país utilizan esta
metodología en sus pruebas de acceso a enseñanzas elementales. Con el paso del tiempo ha
ganado en importancia un método de análisis que sigue un proceso de lo general a lo particular,
de forma que se observan las reacciones que producen las características más generales de la
música, así como sus aspectos metafóricos. Gardner opina que los dos planteamientos anteriores
no son opuestos sino complementarios.
Gardner opina que si hay un área del conocimiento humano en el que hay que tener en
consideración la herencia genética esta es sin duda la música, pero existen factores no genéticos
que no podemos pasar por alto. Hay niños que, sin tener un ambiente familiar musical, muestran
una gran sensibilidad hacia el arte de los sonidos. No obstante, Gardner recuerda que aun
poseyendo una gran cantidad de talento no tiene por qué desarrollarse la capacidad musical, ya
que son también decisivas las cuestiones de motivación, personalidad y carácter.
En líneas generales, podemos mencionar que las habilidades musicales se encuentran
lateralizadas en el hemisferio derecho. Sin embargo, las personas que tienen una mayor
educación musical utilizan también los mecanismos del hemisferio izquierdo para realizar
diferentes tareas musicales1.
Balsera, F. y Gallego, G. (2010) Inteligencia emocional y enseñanza de la música. Barcelona:
1

EDUGRAF.

Fuente 6
Música para tontos y música para inteligentes ¿Cuál escuchas tú?
https://youtu.be/N72KyVUXldo

Fuente 7
EL CEREBRO DEL MÚSICO: ¿Estudiar música te hace más inteligente?
https://youtu.be/bhfprjEQFgw

Fuente 8
Música, emociones y neurociencia
https://youtu.be/SFlE6pJJri8

Fuente 9
¿Cómo ESCUCHAR MÚSICA? ¡De verdad!
https://www.youtube.com/watch?v=Qnqb0fM_RrM

Fuente 10
Las INTELIGENCIAS MÚLTIPLES en la MÚSICA 🧠 | Antonio Domingo
https://youtu.be/ZOpCl4EBqTg

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