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ENFERMEDAD DE LYME (BORRELIA)

La enfermedad de Lyme, también conocida como borreliosis de Lyme, es una


enfermedad infecciosa multiorgánica con manifestaciones principalmente
dermatológicas, reumáticas, neurológicas y cardíacas causada por la espiroqueta
Borrelia burgdorferi, que es transmitida por la picadura de una garrapata. Es la
principal enfermedad transmitida por garrapatas en Europa. Es transmitida por la
especie Ixodes ricinus que se encuentra ampliamente distribuida en la Península
Ibérica, su reservorio animal lo constituyen roedores salvajes y ciervos.
Si la infección por Borrelia burgdorferi no es reconocida y tratada a tiempo se
puede cronificar dando lugar a la enfermedad de lyme crónica, la cual presenta
muchos síntomas persistentes e incapacitantes que imitan a muchas
enfermedades, como Esclerosis Múltiple, Lupus, enfermedad de Crohn, Síndrome
de Fatiga Crónica, Fibromialgia, Autismo, Alzheimer o Esclerosis Lateral
Amiotrófica, conociéndose la enfermedad de lyme crónica como "la gran
imitadora". Además de borrelia las garrapatas pueden estar infectadas y trasmitir
otras bacterias como rickettsia, bartonella, babesia o coxiella las cuales pueden
causar co-infecciones cada una de ellas con unos síntomas característicos.
Después de la picadura de una garrapata infectada, la Borrelia entra en el
organismo y se produce un periodo de incubación de entre 7 y 10 días. Después de
este periodo existen tres etapas de la enfermedad:

Etapa 1: Enfermedad de Lyme temprana y localizada


En esta etapa puede aparecer el Eritema Migrans, es un rash macular que se
extiende poco a poco. Más de un 50% de las personas que sufren la enfermedad de
lyme no han visto nunca el Eritema Migrans ni han sido conscientes de la picadura
de garrapata, cosa que hace el diagnóstico de la enfermedad de lyme temprana
más complicado. En esta primera etapa la infección aún no se ha propagado por
todo el cuerpo y los síntomas se asemejan a los de una gripe: fiebre, malestar
general, dolor de articulaciones. sudores, debilidad. Algunas personas no
presentan ningún síntoma en esta etapa.

Etapa 2: Enfermedad de Lyme de diseminación temprana


Esta etapa aparece varias semanas o varios meses después de la infección por
Borrelia. La bacteria empieza a propagarse por diferentes partes del cuerpo. Los
síntomas en esta etapa son: dolores de articulaciones, fatiga, síntomas
neurológicos, parálisis facial, miocarditis, meningoencefalitis, palpitaciones
cardíacas, bloqueo auriculoventricular entre otros. Estos síntomas no se presentan
en todos los casos y la enfermedad puede seguir pasando desapercibida aunque su
curso sigue avanzando y extendiéndose a más partes del cuerpo si no es tratada
correctamente.
Etapa 3: Enfermedad de Lyme en estadio tardío o enfermedad de lyme crónica
Esta etapa puede ocurrir meses o años después de la picadura de garrapata. Si no
se recibió tratamiento en la etapa inicial o si este fue insuficiente la enfermedad de
lyme puede evolucionar hacia la enfermedad de Lyme crónica. En esta fase la
bacteria se ha diseminado por todo el organismo y los síntomas afectan a múltiples
sistemas, llegando a ser altamente incapacitantes: artritis permanente, fatiga
extrema, problemas neurológicos, problemas cardiacos, problemas de memoria,
problemas de visión. A menudo los pacientes son diagnosticados erróneamente
con otras enfermedades como síndrome de fatiga crónica, fibromialgia, esclerosis
múltiple, enfermedad de crohn, lupus, hipertiroidismo, alzheimer y esclerosis
lateral amiotrófica entre otras.
En esta última etapa hay una gran controversia y la comunidad médica está
dividida entre quienes creen que para controlar la infección es necesario un
tratamiento agresivo con antibióticos durante meses, años e incluso indefinido y
los que creen que con el tratamiento estándar de 4 semanas de antibiótico es
suficiente y los síntomas que persistan serán secuelas de la infección temprana.
Cada vez hay más evidencia científica sobre la persistencia de la infección por
Borrelia. Cultivos y análisis de laboratorio demuestran la persistencia de la
Borrelia durante meses y años si la infección no es tratada adecuadamente. En
muchos casos una persona puede pasar más de 10 años sin ser diagnosticada, esta
persona ha recurrido a muchos médicos de muchas especialidades sin obtener
respuestas ni soluciones a sus síntomas y su calidad de vida se va deteriorando con
el paso del tiempo. Es frecuente que acabe siendo enviado al psiquiatra, el cual le
dice que sus síntomas son psicosomáticos y que físicamente no tiene nada, nada
más lejos de la realidad.
Desde la Asociación de Lyme Crónico luchamos por el reconocimiento de la
enfermedad de lyme crónica, porque se potencie la investigación para tener
diagnósticos más precisos y mejores tratamientos que eviten el sufrimiento de
miles de pacientes que padecen esta dolencia, muchos de ellos sin saberlo todavía.

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