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La personalidad

Najely Medina Miranda

A lo largo de la historia se ha estudiado minuciosamente una agrupación de cualidades

que distinguen a los seres humanos entre sí, una manera única de comprender, trabajar y vivir.

Esta característica única, ordinariamente se llama personalidad. En el caso de Allport, este

eminente psicólogo estima que la personalidad es la disposición de sistemas psicofisiológicos

dinámicos que establecen la conducta del individuo.

Con el paso del tiempo, se han evaluado nuevos descubrimientos con pruebas de

diagnóstico que comparan el comportamiento individual con las normas sociales, pero siguen

siendo la base de la disciplina de la psicología.

Cómo actuamos o reaccionamos de cualquier manera en el mundo es el resultado de

muchas variables y factores. Las circunstancias en las que vivimos, lo que buscamos,

cómo interpretamos la situación y lo que vemos son cosas muy importantes para decidir la

acción o el plan de los demás. Sin embargo, no solo el entorno controla el

comportamiento, hay muchas variables internas que controlan lo que hacemos e incluso lo

que pensamos (Castillero Mimenza, 2016).

Si bien es cierto, nosotros hemos utilizado adjetivos tratando de describir el

comportamiento de las personas e incluso el de nosotros mismos, en este contexto, nos hacemos

la siguiente pregunta, ¿Qué hay detrás de todo comportamiento? Como hipótesis, lo que hay

detrás de cada conducta son bases genéticas que durante las experiencias con el medio exterior se

van moldeando.

La forma de las características personales que distinguen a las personas entre sí y los

adjetivos que se usan cuando se habla de una persona en particular se denominan descriptivos de

rasgos. Los rasgos psicológicos son cualidades que explican cómo las personas se comportan de
manera diferente. Son útiles por lo menos por tres razones: primero, nos ayudan a describir a las

personas; segundo, nos ayudan a interpretar el comportamiento; y tercero, nos pueden ayudar a

augurar el comportamiento futuro.

La personalidad consta de dos elementos: el temperamento y el carácter, uno de los cuales

es genético y el otro más social, es decir, establecido por el medio en el que se desarrolla la

personalidad. El primero implica el nivel de carga emotiva de una acción o decisión; y el segundo

muestra cómo pensamos y nos expresamos.

El temperamento es un rasgo importante de la salud social y emocional que describe

cómo te relacionas y reaccionas ante el mundo. Este es nuestro "estilo" personal presente desde el

nacimiento (ECLKC, 2018).

Se dice que el predominio del estado de ánimo afecta la apariencia y el comportamiento.

Sin embargo, la mayoría de las personas no tienen un temperamento puro, sino un tipo mixto,

dominado por uno de los cuatro tipos, éstos son el melancólico, el colérico, el flemático y el

sanguíneo.

El temperamento es el resultado de una serie de interacciones bioquímicas humorales que

dependen de la actividad caliciforme y glandular de las células que componen nuestros

órganos endocrinos. El carácter, en cambio, opone a la tempestuosa, instintiva actitud

temperamental; además es, a la vez, el diseñador de la fuerza vital y selector de los

estímulos del mundo exterior en constante acción protectora para restablecer la armonía

entre las emociones y las reacciones (Pittaluga , 1954, págs. 39-40).

Algunos de los factores que determinan la personalidad son los factores ambientales,

psicológicos y orgánicos. Éste último son construcciones naturales y biológicas que se heredan y

adquieren a través del proceso de maduración, como el temperamento. Ambientalmente, se

adquiere con el tiempo, los hábitos, la cultura, las formas de comunicación, cómo crecemos y
cómo vemos la vida son los factores que inciden en el entorno social. Psicológicamente, estas son

las veteranías de vida que los individuos que crean con sus propias decisiones.

Teniendo en cuenta que cada persona desde el momento de su nacimiento ya tiene

marcado algunos de sus rasgos de personalidad, la cual se organizan a lo largo del tiempo y éstas

tienen gran influencia en sus interacciones con otras personas y en la incorporación a grupos y

estructuras sociales.

La personalidad influye en la vida de las personas, de la manera en que actuamos, cómo

nos vemos a nosotros mismos, cómo pensamos, cómo interactuamos con otros, cómo nos

sentimos, cómo seleccionamos nuestro ambiente (específicamente el social), qué metas y

deseos perseguimos en la vida y cómo reaccionamos ante nuestras circunstancias (Larsen

& Buss, s.f., pág. 8).

Finalmente, respondiendo a nuestro problema ¿Qué hay detrás de todo comportamiento?,

y afirmando nuestra hipótesis podemos concluir que efectivamente la personalidad tiene una gran

carga genética y que además es compleja y puede moldearse, influirse y cambiarse a voluntad a

lo largo de la vida.
Referencias
Américas, L. (2014, 2 mayo). Personalidad: cuestión de carácter. diariolasamericas.com.

https://www.diariolasamericas.com/personalidad-cuestion-caracter-n2905914

ECLKC. (30 de mayo de 2018). Introducción al temperamento. Obtenido de

https://eclkc.ohs.acf.hhs.gov/es/salud-mental/articulo/introduccion-al-temperamento

Larsen, R., & Buss, D. (s. f.). Psicología de la personalidad. Dominios de conocimiento sobre la

naturaleza humana (2a. ed.). McGraw-Hill Education.

Mimenza, O. C. (2016, 4 diciembre). La teoría de la personalidad de Gordon Allport. Psicología

y Mente. https://psicologiaymente.com/personalidad/teoria-personalidad-gordon-allport

Pittaluga , G. (1954). Temperamento, carácter y personalidad (1ra. ed.). Fondo de cultura


económica.

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