Fiera.

Prologo:

Si tan solo no hubiera escapado esa noche, entonces ahora todo sería diferente, no tendría que haber
pasado por toda la mierda que he tenido que sobrellevar, no habría tenido que sufrir por otros y no
tendría que haber amado a las personas equivocadas.

Aunque esto me cueste mi propia vida descubriré la verdad tras su muerte, se lo prometí en su último
respiro y moriré cumpliendo mi promesa si es necesario. A veces nos dejamos llevar por los
sentimientos nublando nuestro juicio, cometiendo errores, errores que a la larga nos cuesta más que
aquel momento que pudimos haber disfrutado con aquellos asquerosos sentimientos que hoy no nos
sirven de nada. Todo en mi vida empieza y terminara por una persona, es el o yo.

Cap. 1-
Oct-2-2003

-Fiorela cariño es hora de ir a la cama, recoge tus juguetes de la sala, ya papa está por llegar- le gritaba
una señora desde la cocina a su hija dichas palabras, esta mujer era de tez blanca, ojos azules y un pelo
rojizo natural que podría confundirse con una muñeca.

Antes de que pudiese decirle algo más a su hija, el timbre retumbo en toda la casa, esta se apresuró
creyendo que sería su esposo llegando del trabajo, grata fe su sorpresa cuando dos hombres robustos
entraron sin permiso previo buscando a su marido.

-Que están haciendo ¡están locos, fuera de mi casa! – intento esta echar a dichos desconocidos que
habían irrumpida en aquel hogar.

-Señora no tenemos ningún asunto con usted, el problema es su esposo, donde se encuentra el
bastardo- este giro mirando todo a su paso hasta posar su mirada en aquella mujer asustada que los
miraba con expresión de confusión.

-Señora Denver, con todo respeto su querido esposo nos debe una plata que tiene meses intentando
pagar, como esto no ha sido saldado venimos por su hija-

Denver escuchaba todo lejano sin entender una palabra, solo con su mirada en aquel contrario donde
claramente había un acuerdo donde su marido había puesto de garantía a su propia hija, esta con el
corazón en la mano solo pudo arrodillarse ante ello y suplicar.

- ¡Por favor, no se lleven a mi bebe! Prometo que os pagare, denme chance de 1 semana, prometo
conseguirlo, mi bebe apena tiene 3 años, ustedes deben de tener corazón y entender a esta pobre
mujer- suplicaba e intentaba por cualquier método simpatizar con estos.
Aquellos hombres de mirada tajante y físico amenazante, se miraron entre si con un poco de duda y
pena en sus ojos, sabían que esto no iba hacer fácil pero ya estaban acostumbrados a ellos, pero a pesar
de ello, aquella mujer tirada suplicando, les removió algo.

-Te daremos 1 semana, más de ahí no, de lo contrario vendremos a buscar a la niña- expresaron
mientras salían de aquella casa que algún día pudo haber sido calidad y ahora solo era una familia más
en problemas.

Denver recupero rápidamente la compostura y solo pensó en sacar a su hija de esto, sabía muy bien que
no podría darles todo en una semana, pero si tenía el suficiente tiempo para enviar a su hija con una
conocida donde será imposible que la encuentren.

Subió frenéticamente al cuarto de su hija buscando sus maletas y entrando toda la ropa que veía su pasa
mientras registraba en busca de su pasaporte.

-Mami que pasa- cuestiono la pequeña, haciendo detener todo movimiento a Denver.

-Amor sabes que te dije que te irías de vacaciones con la tía? -

-si ma- contesto esta, corriendo a buscar sus cosas favoritas para guardarlas en la maleta.

-bien pues es hoy, así que ayuda a mami y empaca tus cosas- Denver intentaba poner su mejor cara para
no asustar a Fiorela, pero los nervios no la dejaban actuar correctamente, así que tuvo que parar un
momento para calmarse.

Luego de unos minutos esta ya tenía todo empacada y el pasaporte de su hija, la enviaría con alguien ya
que no podía dejar todo este lio y escapar, sería más fácil encontrarlas a ambas, pero a su bebe sola,
sería más complicado, ni siquiera pudieron ver cómo era.

-estoy aquí amiga, vine lo más rápido posible, no te preocupes, la protegeré y estaré comunicada
contigo-

Denver suspiro ante lo dicho por su socia, era la única amiga en la que confiaba para esto y a la vez su
socia empresarial.
-Cuídala, procura que se tome sus pastillas a la hora y muchas gracias por todo, te estaré agradecida de
por vida-

-no es nada Denver, para eso estamos-

-MAMII- bajaba Fiorela muy animada, con la esperanza de por fin viajará el tan esperado día para ella
estaba cumpliéndose.

-ven acá bebe- tomo en sus brazos ala pequeña nena mientras la abrazaba y le decía palabras hermosas
y abrazadoras.

-Mama estará muy pronto contigo cuídate-

-te amo mami-esta respondió con un beso de despedida, mientras su amiga subía a Fiorela al coche y le
daba una última mirada de ánimo.

Después de ese último día nada volvió hacer igual, solo existía la plenitud y paz de que su bebe ya no
correría ningún peligro jamás o eso creía esta.