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INTEGRANTES:

Keyla Lara 2019-1157


Karla Maldonado 2019-1234
Yarileydi Ramos 2019-1126

DOCENTE:
Rafael Saint-Hilaire

TEMA:
Órganos y células del sistema inmune.

FECHA:
03/03/2021
Introducción.
En cada segundo de la vida de un ser humano hay bacterias, virus y hongos
que tratan de entrar al cuerpo para que sea su hogar permanente. Entonces,
el cuerpo tiene un sistema efectivo, rápido e inteligente para protegerse de
estas amenazas: el sistema inmune.
Este sistema está compuesto por una red de células, tejidos y órganos que
coordinan la defensa del cuerpo humano en contra de cualquier amenaza. Sin
la ayuda de este, cualquier pequeña lesión (como una cortada de papel)
podría ser letal para el humano.
Esta defensa natural se puede dividir en dos: una parte del sistema inmune
es con la que el humano nace, que empieza a funcionar desde el momento en
que los bebés salen del vientre. La segunda parte del sistema inmune es la
que se adapta, que es la que se desarrolla cuando el cuerpo se expone a
microbios.
Cada una de estas dos partes funciona gracias a diferentes células protectoras
que se crean en órganos específicos y tienen tareas concretas. Este sistema
se ha perfeccionado a través de la evolución del humano y logra defender al
cuerpo de ataques de diferentes bacterias, virus y hongos.
Es por todo lo mencionado, que, en el siguiente trabajo de investigación, se
hablará detalladamente de este tan importante sistema.
El sistema inmune.
El sistema inmunitario es el sistema de defensa del cuerpo contra las
infecciones. El sistema inmunitario ataca a gérmenes invasores y nos ayuda
a mantenernos sanos.
Partes del sistema inmune.
Muchas células y órganos colaboran entre sí para proteger al cuerpo. Los
glóbulos blancos, también conocidos como leucocitos, desempeñan un papel
importante en el sistema inmunitario.
Hay un tipo de glóbulos blancos, llamados fagocitos, que devoran a los
organismos invasores. Otro tipo de glóbulos blancos, llamados linfocitos,
ayudan al cuerpo a reconocer a los invasores y a destruirlos.
Un tipo de fagocitos son los neutrófilos, que luchan contra las bacterias. Si a
un médico le preocupa que alguien tenga una infección bacteriana, lo más
probable es que le pida un análisis de sangre para saber si tiene una cantidad
muy elevada de neutrófilos. Hay otros tipos de fagocitos que desempeñan
sus propias funciones para asegurarse de que el cuerpo responde
adecuadamente a los gérmenes invasores.
Los dos tipos de linfocitos son los linfocitos B y los linfocitos T. Los
linfocitos se fabrican en la médula ósea y permanecen allí y maduran hasta
convertirse en linfocitos B, o bien se desplazan hasta la glándula del timo y
maduran hasta convertirse en linfocitos T. Los linfocitos B vienen a ser el
sistema de inteligencia militar del cuerpo: detectan a los invasores y los
inmovilizan. Los linfocitos T actúan como si fueran soldados: destruyen a
los invasores que ha detectado el sistema de inteligencia.
Los actores del sistema inmune.
Como cualquier sistema del cuerpo, el inmune funciona con un trabajo en
equipo en todo el cuerpo. Los glóbulos blancos, también llamados
leucocitos, son los héroes del sistema inmune, pues son los que luchan
directamente contra los gérmenes. Estos son apenas el 1% de las células en
la sangre, pero su impacto es muy grande.
Cuando cierta área del cuerpo está bajo ataque, los glóbulos blancos son los
que corren para destruir la sustancia peligrosa, también llamada antígeno, y
prevenir una enfermedad. Estos son creados en la médula ósea y están
guardados en la sangre y en el sistema linfático. De hecho, la vida de los
leucocitos no es muy larga, apenas viven de 1 a 3 días, entonces el cuerpo
siempre está haciendo nuevos.
Pero no todos los glóbulos blancos trabajan de la misma manera, de hecho,
hay muchos tipos. Algunos de estos son, por ejemplo, los monocitos que se
encargan de atacar a las bacterias, los linfocitos que crean los anticuerpos
para cualquier amenaza, los neutrófilos que matan a las bacterias y hongos,
los basófilos que segregan un químico para avisar al cuerpo que hay agente
infeccioso, y los eosinófilos que atacan parásitos y células cancerígenas.
Otros actores que hacen parte de la defensa inmunológica son la piel, que
evita que los gérmenes entren al cuerpo, las membranas mucosas, que
protegen órganos y cavidades atrapando los gérmenes y el sistema linfático,
que incluye órganos como la médula ósea, el bazo y los ganglios linfáticos.

Órganos del sistema inmune.


Un órgano es una agrupación de diversos tejidos que forman una unidad
estructural encargada del cumplimiento de una función determinada en el
seno de un organismo pluricelular.

Funcionalmente los órganos del sistema inmune se dividen en dos categorías:


órganos primarios o centrales y órganos secundarios o periféricos.

Órganos primarios o centrales.

Como órganos primarios tenemos al timo y la médula ósea.

El timo. Es un órgano que se localiza en la parte superior del tórax, justo por
debajo del esternón.

Composición.

El timo está compuesto de dos lóbulos idénticos, ubicados anatómicamente


en el mediastino superior anterior, enfrente del corazón y detrás del esternón.
Histológicamente, cada lóbulo del timo puede dividirse en una médula
central y en una corteza periférica, que está rodeada por una cápsula externa.

Función.
La función principal del timo es madurar los linfocitos T. Una vez maduros,
dejan el timo y se transportan a través de la sangre a los ganglios linfáticos y
el bazo.

Cabe destacar que los linfocitos T son las células del sistema inmunológico
encargadas de la inmunidad celular, que consiste en una respuesta inmune
que provoca la activación de determinadas células inmunes para combatir la
infección.

La médula ósea. La médula ósea es un tipo de tejido que se encuentra en el


interior de los huesos largos, vértebras, costillas, esternón, huesos
del cráneo, cintura escapular y pelvis.

Composición.

Hay dos tipos de médula ósea: roja y amarilla.

La médula roja contiene células madre sanguíneas que se pueden convertir


en glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas.

La médula amarilla está compuesta, en mayor parte, de grasa.

Función.

La médula ósea roja tiene como función principal la hematopoyesis, que es


la producción de células sanguíneas a partir de sus células madre. Por lo
tanto, la medula ósea roja es la responsable de fabricar todos los leucocitos
que componen el sistema inmune.

En etapas tempranas del desarrollo fetal, el hígado asume estas funciones,


aunque paulatinamente se ve sustituido por la médula.

Órganos secundarios o periféricos.

Los órganos secundarios están representados por el bazo, los ganglios


linfáticos y el tejido linfoide.

El bazo. Es un órgano situado en el cuadrante superior izquierdo de la


cavidad abdominal.
Composición.

El bazo está dividido en 2 compartimentos: pulpa roja y pulpa blanca,


separados por una zona marginal. La pulpa blanca contiene linfocitos T y B
y es de localización central. La pulpa roja vascular se compone de 2 sistemas
circulatorios, uno de flujo lento y otro de flujo rápido.

Función.

Producen anticuerpos (inmunoglobulinas) que reconocen y neutralizan


antígenos dañinos (bacterias y virus) en la sangre. También produce y
almacena glóbulos blancos (linfocitos) los cuales funcionan atacando y
destruyendo los gérmenes que contiene la sangre que pasa a través del bazo.

Los nódulos o ganglios linfáticos. Se ubican a lo largo del trayecto de


los vasos linfáticos formando cadenas o racimos.

Composición.

El ganglio consta de una corteza y una médula. La corteza contiene a los


folículos, algunos de los cuales presentan centros claros germinales, y a las
zonas parafoliculares o zonas T. Los folículos sin centros germinales son los
folículos primarios y los que los tienen son los secundarios.

Función.

La función principal del ganglio linfático es permitir la interacción entre


antígenos y linfocitos. Es el lugar principal donde los linfocitos proliferan
para lograr la respuesta inmunitaria. Las células presentadoras de antígeno
viajan desde el tejido infectado a los ganglios a través de la circulación
linfática penetrando al ganglio por los vasos linfáticos aferentes. En el
ganglio, los linfocitos son activados por el contacto con los antígenos. Una
vez activados, salen por los vasos linfáticos eferentes, volcándose por el
ducto torácico a la circulación sanguínea, por donde llegaran hasta el tejido
infectado para ejercer su función.

Los tejidos linfoides. El tejido linfático se encuentra en muchos lugares del


cuerpo, incluyendo los ganglios linfáticos, el timo, el bazo, las amígdalas y
la médula ósea.
Función.

Su función es atrapar antígenos y llevarlos a los linfocitos para desencadenar


una respuesta inmunológica.

Células del sistema inmunitario.


El sistema inmunitario es una red compleja de células (como los linfocitos) y
órganos que trabajan juntos para defender al cuerpo de sustancias extrañas
(antígenos) tales como las bacterias, los virus o las células
tumorales. Cuando el cuerpo descubre una sustancia extraña, varios tipos de
células entran en acción en lo que se denomina respuesta inmune. A
continuación, se describen algunas de las células que forman parte del
sistema inmunitario.
Células que conforman el sistema inmune:

Leucocito.

Tipo de glóbulo sanguíneo (célula de la sangre) que se produce en la médula


ósea y se encuentra en la sangre y el tejido linfático. Los leucocitos son parte
del sistema inmunitario del cuerpo y ayudan a combatir infecciones y otras
enfermedades. Los tipos de leucocitos son los granulocitos (neutrófilos,
eosinófilos y basófilos), los monocitos y los linfocitos (células T y células
B). La prueba del recuento sanguíneo completo (RSC) a menudo incluye el
número de leucocitos. Este valor se usa para detectar afecciones como
infecciones, inflamaciones, alergias y leucemias. También se llama GB y
glóbulo blanco.

Células linfoides.
Desde el punto de vista funcional podemos encontrar tres tipos de células
linfoides; los linfocitos originados de la medula ósea, cuyo órgano sinónimo
en las aves de denomina Bursa de Fabricio y por esta razón se nombran
linfocitos B, los que se originan del Timo, los linfocitos T y las células
asesinas naturales o comúnmente denominadas NK (del inglés Natural
Killer).
Los linfocitos T y B son los responsables de la respuesta inmune específica.
Estas células en su estadio de no contacto con el antígeno (Ag) específico
denominados vírgenes, son pequeños de aproximadamente 6 µm de
diámetro, con poco citoplasma, el cual forma un anillo estrecho alrededor
del núcleo de cromatina condensada; poseen escasas mitocondrias, y un
retículo endoplásmico y complejo de Golgi pobremente desarrollados. Esta
variante celular en ausencia de Ag específico, tienen una vida corta, entre
unos días a unas pocas semanas y son eliminados mediante una muerte
celular programada.
Linfocitos B. Reconocen al antígeno en forma soluble, por medio de sus
inmunoglobulinas de membrana (mIg), que forman parte del complejo
receptor de las células B (BCR). En cada linfocito hay unas 150.000
moléculas de mIg (de las clases M y D), que han sido sintetizadas por él.
Todas estas moléculas poseen la misma especificidad antigénica.
En ausencia de estímulo antigénico, estos linfocitos B maduros vírgenes
mueren por apoptosis al cabo de unos pocos días. Si, en cambio, se une por
su BCR al Ag complementario específico (y con la ayuda de señales de
macrófagos y células T), se pone en marcha la selección y proliferación
clonal, que termina (al cabo de 4-5 días) con la diferenciación de dos
subpoblaciones: una de células plasmáticas secretoras de Anticuerpos (Ac),
y otra de células B de memoria
La trasformación de este linfocito en célula plasmática trae como
consecuencia un cambio evidente en sus características morfofuncionales lo
cual se pone de manifiesto en que:
1. Carecen de Inmunoglobulina de membrana.
2. Son mayores y con más proporción de citoplasma que las B de las que
proceden.
3. Su RER está muy desarrollado, así como su Aparato de Golgi. Esto
explica la gran cantidad de Ac secretados que producen; esos anticuerpos
poseen la misma especificidad antigénica que la de las mIg de la célula B
original.
4. No circulan por la sangre ni por los vasos linfáticos, sino que se localizan
en los órganos linfoides secundarios y los lugares de la respuesta
inmunológica.
5. Viven unos pocos días; al ser células en fase de diferenciación terminal,
carecen de capacidad mitótica, y mueren por apoptosis.

Macrófagos.
Son células del sistema inmunitario que se localizan en los tejidos. Proceden
de células precursoras de la médula ósea que se dividen
dando monocitos (un tipo de leucocito), que tras atravesar el epitelio de
los capilares y penetrar en el tejido conjuntivo se convierten en macrófagos.
Pueden ingerir y destruir bacterias, células dañadas y eritrocitos gastados.
Este proceso se llama fagocitosis.
Formación.
Los macrófagos proceden de los monocitos. Estos se forman en la médula
ósea procedentes de células pluripotenciales de la serie granulocítico-
monocítica, gracias al factor de crecimiento GM-CSF (granulocyte
macrophage colony stimulating factor) y otras citoquinas, como
la interleucina 3 (IL-3).
Cuando estos factores de crecimiento están presentes en la médula ósea, la
célula progenitora prolifera y se diferencia a promonocitos, células que
en divisiones celulares posteriores producirán monocitos.
Función.

La función principal de los macrófagos es la de fagocitar todos los cuerpos


extraños que se introducen en el organismo como las bacterias y sustancias
de desecho de los tejidos. Los macrófagos son fagocitos junto con
los neutrófilos y otras células. Los macrófagos tienen la capacidad
de quimiotaxis, es decir la de ser atraídos y desplazados hacia una
determinada localización por la presencia de determinados
factores quimiotácticos para monocitos como interleucina-
I, trombina, factor de crecimiento derivado de las plaquetas, factor
del complemento C5a, fragmentos
de colágeno, elastina, fibronectina, calicreína, activador
del plasminógeno, inmunoglobulinas y leucotrienos.
Células dentricas.
Las células dendríticas (CD) juegan un papel fundamental en la regulación
de la respuesta inmune. Son las principales células presentadoras
antigénicas, por su capacidad de capturar, procesar y presentar antígenos de
forma óptima a linfocitos T, y generar respuestas inmunes específicas.
Posteriormente al descubrimiento de esta función y al aparecer técnicas
metodológicas que permitían su purificación y maduración in vitro, se ha
comprobado que también son capaces de activar otros tipos celulares, como
linfocitos B, células NK, macrófagos o eosinófilos, e incluso generar
tolerancia inmunológica. Este mejor conocimiento de su biología y
funciones ha permitido el desarrollo de ensayos clínicos basados en el uso
de CD en el campo de la inmunoterapia antitumoral y antiinfecciosa o para
inducir tolerancia postrasplante o en patologías autoinmunes.
Función de las células del sistema inmune.

Atacar a los invasores produciendo proteínas (llamadas anticuerpos)


dirigidas contra antígenos específicos. Este proceso se
denomina respuesta inmunitaria dirigida o específica. Cada antígeno que
entra a tu cuerpo tiene un anticuerpo que lo ataca.

Ubicación de las células del sistema inmune.

Como ocurre también con los glóbulos rojos y las Plaquetas, la mayoría de
las células inmunitarias, como los neutrolitos, los linfocitos B y los
macrófagos, se producen en la medula ósea. Los linfocitos T son los únicos
que son diferentes. Se desarrollan en un órgano especial, cercano al corazón,
llamado timo.
Conclusión.
En conclusión, el sistema inmunológico es el mecanismo autónomo que
todo ser vivo posee desde el inicio de su vida.
Es una red muy completa de células y sustancias que protegen al
organismo de agentes microbianos patógenos, toxinas, partículas
extrañas, células tumorales y procesos autoinmunes.
Este mecanismo actúa desde el instante en que nos exponemos al
ambiente, el sistema inmune es capaz de distinguir entre lo propio y lo
ajeno y destruir a los microorganismos dañinos.
El conocimiento en profundidad del sistema inmune ha permitido que se
lograran avances terapéuticos importantes, como el mejor desarrollo de
vacuna y logros significativos con la aplicación de terapias en personas
inmunodeficientes.
Bibliografía.
http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/histologia/sistema_inmunitario.pdf
https://www.laparoscopic.md/es/digestion/bazo
https://kidshealth.org/es/parents/spleen-lymphatic-esp.html
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https://www.topdoctors.es/articulos-medicos/importancia-del-timo-en-
las-infecciones-y-el-trasplante-hematopoyetico
http://eusalud.uninet.edu/misapuntes/index.php/Histologia_del_Timo#:~
:text=El%20timo%20est%C3%A1%20formado%20por,la%20medular%
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