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Anexos embrionarios

Introducción

Los anexos embrionarios son


aquellas partes principales para
que el embrión pueda subsistir,
crecer y nutrirse. Algunos de
estos anexos son creados
solamente luego de la
fecundación de una madre. Todas
estas partes son fundamentales
para que todo funcione como
corresponde.

 Todos los seres humanos somos


parte del grupo de los vertebrados
terrestres quienes para crearse y
subsistir necesitan estructuras que lo protejan, nutrición y excreción de las sustancias producidas
por el embrión. Estas estructuras son llamadas “Anexos Embrionarios”:

Saco vitelino, Corión,

Alantoides, Amnios,

Placenta y Cordón umbilical.

Estos se aseguran que el embrión se desarrolle como corresponda. 

Saco Vitelino:

En la especie humana no cumple un rol tan importante, sólo sirve para demostrarnos el desarrollo
progresivo del embrión.

En un comienzo el embrión se nutre a través de la desintegración enzimática de las células que lo


rodean y por nutrientes extraídos de la sangre de la madre mediante la planta. Hay diferentes
maneras de suministrar nutrientes al embrión. Por ejemplo, en los peces el contenido de vitelio
tiene suficientes proteínas, grasas e hidratos de carbono para alimentar al embrión. Luego al
entrar en el medio acuático obtiene otros nutrientes que faltaban para completar su crecimiento.

En el caso de las aves es la “clara” del huevo la que reserva las proteínas y agua para el embrión.
La formación del cascarón se debe a glándulas situadas en la pared de los ovocítos.

Amnios:

Esta es una de las membranas encargadas de sostener, proteger y alimentas a los embriones.

El amnios se forma en la pared interna del pliego original de la pared corporal. Éste envuelve al
embrión y el espacio que queda entre ambos se llama cavidad amniótica, donde se encuentra el
“líquido amniótico”, el cual tiene la función de proteger y amortiguar al embrión para que no sufra
daños, además al separar al amnios del embrión le da libertas de movilidad.

En el momento del parto el amios se rompe para dejar salir libre al nuevo bebé.

Corión:
Se forma en la porción externa del pliegue original de la pared corporal.

En el caso de los huevos, es la parte más externa del cascarón y en los mamíferos está próxima
a las células de la pared uterina. A partir de ésta membrana se forma la porción fetal de la
placenta.

El corión, además secreta la hormona gonadotrofina coriónica humana que asegura la


continuidad del embarazo hasta que la placenta entre en actividad.

Alantoides:

Es una dependencia del tubo digestivo y crece entre el amnios y el corión.

En las aves sirve de depósito de desechos nitrogenados, deposita el ácido úrico en forma de
cristales para ser botado en cuanto la cría rompa la cáscara del huevo.

En el ser humano no tiene una función en especial, tan sólo proporciona vasos a la placenta.

 Cordón umbilical:

Los pliegues amnióticos que se encuentran en la región ventral se reúnen para formar un tubo
que reúne y esta formado de las otras membranas. Además los grandes vasos que nutren y
alimentan al embrión desde la pared del útero.

Tiene aproximadamente 1 cm. de diámetro y 70 cm. de longitud. Está hecho de un material


gelatinoso y especial.

Placenta:

En los hemisferios, el coirón es muy delgado, excepto cerca del cordón umbilical desde donde
tiene prolongaciones llamadas “Vellosidades corionicas”. Estas vellosidades junto con las paredes
interiores del útero donde están enclavadas, forman un órgano llamado placenta, el cual se
encarga de intercambiar Oxigeno y nutrientes por productos de desecho.

Hay muchos capilares en las vellosidades que reciben la sangre a través de las arterias
umbilicales y vuelve a través de las venas umbilicales.

La placenta crece al compás del embrión y llega a medir 15 a 20 cm. de diámetro, 2 a 3 cm de


espesor y pesa aproximadamente 500 gr

Al término, unos 600 ml. De sangre materna pasa cada minuto por los espacios placenteros, que
hacen un total de 140 ml. La placenta consume el doble de Oxigeno del feto con el fin de tener lo
suficiente para nutrir. La placenta además es una importante glándula endocrina.

Conclusión: Sólo la mujer es capaz de hacer cambios en casi todo su cuerpo con el fin de crear
un ambiente y condiciones necesarias para que el bebé pueda crecer y desarrollarse.

El acto que da como fin a un bebé es el sexo, y lamentablemente este acto muchísimas veces no
tiene como fin procrear y lamentablemente el proceso biológico a veces da como resultado un
bebé que no es esperado.

Es por esto que es importante que como mujeres cuidamos esa maravillosa facultad de crear una
vida, y no la ensuciemos.

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