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Psicología Institucional Bleger, J.

(1999)
Capítulo II.
En Psicohigiene y psicología institucional. Editorial Paidós. Buenos Aires.
Psicología Institucional
Bleger, J. (1999) comenta:
La posición general sustentada puede resumirse en las siguientes proposiciones, ya dadas
anteriormente a conocer en otra publicación: a) el psicólogo como profesional debe pasar de la
actividad psicoterapéutica (enfermo y curación) a la de la psicohigiene (población sana y promoción de
salud); b)para ello se impone un pasaje de los enfoques individuales a los sociales.
El enfoque social es doble: por un lado comprende los modelos conceptuales respectivos y, por otra
parte, la ampliación del ámbito en el que se trabaja. (pp. 43 – 44)
Bleger, J. (1999) expresa:
La psicología institucional se inserta tanto en la historia de las necesidades sociales como en la historia
de la psicología, y dentro de esta última no se trata sólo de un campo de aplicación de la psicología,
sino fundamentalmente de un campo de investigación; no hay posibilidad de ninguna tarea profesional
correcta en psicología si no es al mismo tiempo una investigación de lo que está ocurriendo y de lo que
se está haciendo. La práctica no es una derivación subalterna de la ciencia, sino su núcleo o centro vital;
y la investigación científica no tiene lugar por encima o fuera de la práctica, sino dentro del curso de la
misma. (p. 45)
Qué es la psicología institucional
Bleger, J. (1999) destaca:
(…) la psicología institucional se caracteriza por el ámbito (las instituciones) y por sus modelos
conceptuales; dentro de su estrategia se incluye, como parte fundamental, el encuadre de la tarea y la
administración de los recursos. (pp. 51 – 52)
Bleger, J. (1999) describe:
(…) se impone un mínimo de información sobre la institución misma, que, por ejemplo, incluye:
a) finalidad u objetivo de la institución;
b) instalaciones y procedimientos con los que se satisface su objetivo;
c) ubicación geográfica y relaciones con la comunidad;
d) relaciones con otras instituciones;
e) origen y formación;
f) evolución, historia, crecimiento, cambios, fluctuaciones; sus tradiciones;
g) organización y normas que la rigen;
h) contingente humano que en ella interviene: su estratificación social y estratificación de tareas;
i) evaluación de los resultados de su funcionamiento; resultado para la institución y para sus
integrantes. (p. 54)

Bleger, J. (1999) exhibe:


Circunscripto el ámbito en el que corresponde trabajar, lo que caracteriza específicamente a la
psicología institucional es un encuadre particular de la tarea; dentro del encuadre se deben contar, en
primer lugar, dos principios, estrechamente interrelacionados:
a) toda tarea debe ser emprendida y comprendida
b) el psicólogo debe considerar muy particularmente la diferencia entre psicología institucional y el
trabajo psicológico en una institución.
Bleger, J. (1999) expone:
En psicología institucional nos interesa la institución como totalidad (…) el psicólogo deduce su tarea de
su propio estudio diagnóstico, a diferencia del psicólogo que trabaja en una institución pero en
funciones que le son fijadas por los directivos de la misma o por un cuerpo profesional que no ha
dejado lugar a que el psicólogo haya deducido su tarea de una evaluación propia y técnica de la
institución. En el primer caso el psicólogo es un asesor o consultor y en el segundo es un empleado, y
la tarea concerniente a la psicología institucional no se puede realizar en situación de empleado, sino
en la de asesor o consultor, porque hay una distancia óptima en la dependencia económica y en la
independencia profesional, que es básica en el manejo técnico de situaciones. (p. 55)
Objetivos de la institución y objetivos del psicólogo
Bleger, J. (1999) destaca:
Cada institución tiene sus objetivos específicos y su propia organización (…) tienen que ser conocidos
perfectamente por el o los psicólogos, como punto de partida para decidir su ingreso como profesional
en la institución. (…) El psicólogo debe saber que siempre el motivo de una consulta no es el problema,
sino un síntoma del mismo. (pp. 58 – 59)

Bleger, J. (1999) señala:


En primer lugar, no se debe acepar en ningún caso el trabajo en una institución con cuyos objetivos el
psicólogo no esté de acuerdo o entre en conflicto; sea con los objetivos o sea con los medios que tiene
la institución para llevarlos a cabo.
En psicología, la ética coincide con la técnica, o, mejor dicho, la ética forma parte del encuadre de la
tarea, ya que ninguna tarea puede ser llevada a cabo correctamente si el psicólogo rechaza la
institución (sea en sus objetivos o en sus medios o procedimientos). (…)
En segundo lugar, tampoco puede el psicólogo aceptar un atarea profesional si está demasiado incluido
o participa en la organización o el movimiento ideológico de la institución. (…) Se debe entender
claramente que el psicólogo no tiene por qué exigirse neutralidad ni pasividad, pero sí tiene que
exigirse en su tarea profesional un encuadre que le permita trabajar y operar como psicólogo.
En tercer lugar, el psicólogo no puede ni debe aceptar el trabajo en ninguna institución a la que
rechaza, con el ánimo oculto de torcer sus objetivos o sus procedimientos. (pp. 63 – 64)

Método de trabajo institucional


Bleger, J. (1999) detalla:
(…) se refiere fundamentalmente al empleo del método clínico en el ámbito de la psicología
institucional, y dentro del método clínico nos guiamos por la sistemática del encuadre introducido por
la técnica psicoanalítica, adaptado a las necesidades de este ámbito y a los problemas que aquí
tenemos que enfrentar. (p. 66)

Técnicas del encuadre


Bleger, J. (1999) menciona:
a) La primera condición del encuadre se refiere al psicólogo mismo, quien debe cumplir con lo que
llamaremos la actitud clínica, (…)
b) Establecimiento de relaciones explícitas y claras en todo lo que atañe a la función profesional (…)
c) Esclarecimiento del carácter de la tarea profesional a realizarse (…)
d) Realizar una tarea de esclarecimiento sobre el carácter de la tarea profesional en todos los grupos
(…)
e) Establecer en forma previa, definida y clara, el carácter de la información de los resultados, tanto
como los grupos y personas a quienes irá dirigida dicha información (…)
f) Secreto profesional y lealtad estrictamente observadas, en el sentido de que lo que atañe a cada
grupo, (…)
g) Limitar los contactos extraprofesionales al mínimo o, en lo posible, excluirlos totalmente (…) El
manejo de la información no es sólo un problema ético, sino al mismo tiempo un instrumento técnico;

Bleger, J. (1999) relata:


h) Ser prescindente y no tomar partido profesionalmente (…)
i) Limitarse al asesoramiento y a la actividad profesional (…)
j) El psicólogo debe compartir responsabilidad (…)
k) No formar sobreestructuras (…)
l) No fomentar la dependencia psicológica (…)
m) Estricto control y limitación de la información (…)
n) No tomar como índice de evaluación de la tarea profesional el progreso de la institución en sus
objetivos, sino el grado de
“comprensión” (insight) (…)
o) La única forma de operar es a través del suministro de información. (…)
p) El psicólogo debe contar siempre con la presencia de resistencias (…)
q) Una institución no debe ser considerada sana o normal cuando en ella no existen conflictos, (…)
r) No aceptar plazos fijos para tareas y resultados, sino solamente para el c aso de un informe
diagnóstico. (pp. 71 – 72 – 73)

Inserción del psicólogo en la institución


Bleger, J. (1999) describe:
Cuanto mejor se maneje el método clínico y sus instrumentos, cuanto más seguro se sienta en el
establecimiento del encuadre, tanto mejor podrá el psicólogo tratar con las distintas alternativas de su
inserción en el campo de trabajo, que sigue siendo siempre una etapa difícil y al mismo tiempo una
etapa generalmente decisiva de todo el encuadre posterior. (pp. 73 – 74)

El hospital como institución


Bleger, J. (1999) manifiesta:
Los objetivos de la psicología institucional resultan también en el hospital más claros, ya que también
se da el hecho de que esta institución es menos conflictiva para el psicólogo mismo en todo lo que se
refiere a su ideología y sus objetivos. (pp. 88 – 89)
La empresa
Bleger, J. (1999) exhibe:
La empresa es la institución que plantea los problemas más agudos en cuanto a la elucidación de
objetivos y la aceptación de la tarea profesional.
Toda empresa tiene como objetivo fundamental, de una u otra manera, un incremento de su
productividad – mejor dicho, de sus utilidades – y del psicólogo se espera, explícita o implícitamente,
una conducción de las relaciones humanas que lleva a esa finalidad.
En ningún caso el psicólogo debe ubicarse como agente o promotor de la productividad, porque no es
ésa su función profesional; su objetivo es la salud y el bienestar de los seres humanos, el
establecimiento o creación de vínculos saludables y dignificantes.

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