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SEMANA N° 11
CURSO: Lenguaje y Comunicación Integral
DOCENTE: Alexander Huaman Monteza
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………….3
2. CONTENIDO TEMÁTICO ............................................................................................................. 3
Semana 7: La tildación general: definición, clasificación y normas .............................................. 3
Semana 8: Documentos administrativos, concepto, funciones y características: Breve descripción 3
Semana 9: Mayúsculas y uso de las grafías: “b”, “v”, “c”, “s”, “z”, “g”, “j”: Breve descripción .... 3
Semana 10: Los signos de puntuación: Breve descripción............................................................ 3
3. DESARROLLO ................................................................................................................................. 3
3.1. La tildación general: definición, clasificación y normas - Breve descripción .................... 3
3.1.1. Clasificación de la tildación general ................................................................................... 5
3.1.2. Normas generales de tildación general ................................................................................ 6
3.1.3. Tildación de Palabras Compuestas .................................................................................... 7
Definición ..................................................................................................................................... 7
Importancia de la tildación ........................................................................................................... 8
3.2. Documentos administrativos, concepto, funciones y características: Breve descripción . 8
Definición de documento: ....................................................................................................... 11
SEGÚN LA NORMATIVIDAD DEL CONTENIDO DEL DOCUMENTO ......................... 14
DOCUMENTOS NORMATIVOS O DE DECISIÓN: ............................................................. 14
DOCUMENTOS NO NORMATIVOS ...................................................................................... 14
ESTRUCTURA GENERAL DEL DOCUMENTO ADMINISTRATIVO............................. 15
TIPOS DE DOCUMENTOS........................................................................................................ 20
3.3. Las mayúsculas y el uso de las grafías: “b”, “v”, “c”, “s”, “z”, “g”, “j”: Breve descripción 22
3.4. Uso de los signos de puntuación: Breve descripción .......................................................... 36
3.1.1. Definición .......................................................................................................................... 36
3.1.2. El punto (.)......................................................................................................................... 36
3.1.3. La coma (,) ........................................................................................................................ 37
3.1.4. El punto y coma (;) ............................................................................................................ 40
3.1.5. Los dos puntos (:) .............................................................................................................. 40
3.1.6. Los puntos suspensivos (…) ............................................................................................. 42
4. ACTIVIDADES Y EVALUACIÓN ............................................................................................... 43
Actividad 1.................................................................................................................................... 43
Evaluación 1 ................................................................................................................................. 43
Rúbrica para evaluar un examen escrito ................................................................................... 44
5. GLOSARIO...................................................................................................................................... 45
6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .......................................................................................... 45
1. INTRODUCCIÓN
La guía de aprendizaje de la semana 11, contiene una breve descripción de cada uno de los temas
abordados en las semanas 7, 8, 9 y 10; de tal manera que facilita el desarrollo respectivo de la evaluación
conceptual, que se presenta en el rubro 4, actividades y evaluación.
La elaboración de la guía cumple con la estructura y aspectos señalados. Por lo que, se invita a leerla
de manera comprensiva, y a cumplir estrictamente con las especificaciones establecidas para el desarrollo
de la evaluación aplicando la ética y honestidad, así como lograr una presentación puntual de la actividad
planteada (evaluación conceptual).
2. CONTENIDO TEMÁTICO
Temas
Semana 7: La tildación general: definición, clasificación y normas
Semana 8: Documentos administrativos, concepto, funciones y características: Breve descripción
Semana 9: Mayúsculas y uso de las grafías: “b”, “v”, “c”, “s”, “z”, “g”, “j”: Breve descripción
Semana 10: Los signos de puntuación: Breve descripción
3. DESARROLLO
3.1. La tildación general: definición, clasificación y normas - Breve descripción
La tildación es la parte de la ortografía que nos enseña a poner correctamente las tildes en las
palabras. La acentuación (acento prosódico), es la mayor intensidad con que se pronuncia
determinada sílaba en una palabra, es decir, la que tiene "mayor fuerza de voz". La tildación (acento
ortográfico), es la materialización de esa "mayor intensidad de voz", esta se representa mediante una
rayita oblicua (') llamada tilde, que se aplica de acuerdo a las reglas de tildación1.
La tilde o también denominada acento gráfico u ortográfico, es un elemento que sirve para
destacar en la escritura la mayor intensidad de la sílaba de una palabra. El uso de los términos como
acento prosódico y acento ortográfico ha hecho que se confundan ambas denominaciones, lo que ha
motivado que se hable del acento cuando la palabra lleva tilde y que, si no lo hay, entonces no hay
acento2.
De tal manera, dos conceptos distintos: acento mayor intensidad de sonido con que se
pronuncia una vocal dentro de una cadena sonora (aspecto fonológico), y tilde, presentación gráfica
que, en algunos casos, se hace del acento (aspecto ortográfico) han determinado por provocar una
confusión que no ha favorecido un aprendizaje reflexivo2.
1. Escritura: Es el trazo oblicuo que se marca sobre algunas vocales al escribir, como ocurre
en la vocal final de habló.
2. Pronunciación: Es la especial fuerza con que se pronuncia una sílaba determinada de una
palabra, como ocurre al pronunciar la sílaba -bló del ejemplo anterior.
Cuando alguien nos pregunta si solo tiene acento o si las mayúsculas llevan acento, por lo
general se está refiriendo a la primera acepción, la que tiene que ver con la escritura. Existen para
ella dos nombres técnicos que la designan inequívocamente: acento ortográfico y acento gráfico.
Estas denominaciones coexisten con la de tilde, que es más frecuente, aunque menos precisa, ya que
puede aplicarse también al trazo ondulado que corona la eñe. No obstante, la denominación tilde por
lo general nos sirve para entendernos.
El único acento gráfico que se usa en español es el denominado acento agudo, que es el que
está inclinado hacia la derecha: á, é, í, ó, ú. Es un error utilizar el denominado acento grave, que es
el que se encuentra inclinado a la izquierda (ò), y, por supuesto, el circunflejo (ô).
En su segunda acepción, el acento es un concepto referido al plano de la pronunciación. Es la
especial fuerza o hincapié que se hace al pronunciar una sílaba en una palabra. Su denominación
específica es acento prosódico. El tecnicismo prosódico viene a significar aquí algo así como ‹de la
pronunciación›.
La sílaba tónica es simplemente la sílaba en la que recae el acento prosódico. Todas las
palabras, cuando se pronuncian aisladas, tienen acento prosódico. Otra cosa es lo que ocurre cuando
se encadenan en el discurso. La presencia de un acento en el plano de la pronunciación no siempre
se marca en la escritura. Se hace, por ejemplo, en el caso de ratón, pero no en el de gato. Eso depende
de las reglas que estudiaremos a continuación.
Palabras tónicas y palabras átonas
Diferencia entre palabras tónicas y átonas
Todas las palabras cuando se pronuncian aisladas, tienen acento prosódico. Sin embargo,
cuando se encadenan unas con otras al hablar, nos encontramos con que unas son tónicas y otras son
átonas.
Lo que hemos de entender por palabra tónica y palabra átona es esto:
Palabra tónica: Es la que tiene acento prosódico.
Palabra átona: Es la que carece de acento prosódico.
En definitiva, las palabras tónicas son las que se pronuncian con acento propio en la cadena
hablada, mientras que las átonas son las que carecen de él. Las palabras átonas se tienen que apoyar
en una palabra tónica cuando hablamos porque no podemos pronunciar una secuencia de sonidos sin
que aparezca por alguna parte un acento prosódico.
La normativa según la acentuación implica en primer lugar una división entre palabras
monosílabos (de una sílaba) y palabras polisílabas (de dos a más sílabas). Las palabras monosílabas
no se acentúan, salvo en los casos de la tilde diacrítica, y los polisílabos siguen las reglas, además
estas palabras se clasifican en2: Palabras oxítonas, paroxítonas, proparoxítonas y
sobreproparoxítonas.
Palabras agudas u oxítonas, que según Alberto Bustos en el año 2013, son aquellas que tienen
el acento prosódico o fuerza de pronunciación en la última sílaba, por ejemplo: jabón, correr, convoy.
Algunas palabras agudas llevan tilde y otras no. La regla general para su acentuación ortográfica es
la siguiente: Las palabras agudas llevan tilde cuando terminan en vocal o en la consonante n o s.
Ejemplos de palabras agudas que se tildan porque acaban en vocal, en n o s: allá, café, conseguí,
acabó, tabú, faisán, almacén, cojín, jamón, atún, jamás, arnés, Galdós, anís, obús.
También hay que conocer una excepción: Las palabras agudas que terminan en un grupo de
dos o más consonantes no se tildan nunca. Esta excepción afecta solamente al plural de alguna que
otra onomatopeya y a un puñado de palabras de origen extranjero, sobre todo en plural: zigzags,
tictacs, robots, confort, Orleans, compost. Hay que tener cuidado también con las palabras terminadas
en vocal y, como convoy y espray. Muchas son agudas, pero no se tildan porque la i griega se
considera consonante a efectos ortográficos.
Las palabras graves o llanas o paroxítonas, son las que tienen el acento prosódico en la
penúltima sílaba. Ejemplo: arce, examen, virus, árbol, tórax, nácar. Como se puede ver por los
ejemplos mencionados, solo algunas de ellas tienen además acento ortográfico. La regla para esto es:
Se escriben con tilde las palabras llanas que no terminan en vocal, n o s. Nos encontramos, por tanto,
con el reverso de la regla de acentuación de las palabras agudas.
Existe una excepción a la regla que acabamos de formular: Las palabras llanas que terminan
en un grupo de dos o más consonantes se tildan siempre. Una vez más, esta excepción es el reverso
de la correspondiente para las palabras agudas. Ejemplo: bíceps, referéndums, superávits, récord,
récords.
Son esdrújulas o proparoxítonas, las palabras que tienen el acento prosódico en la
antepenúltima sílaba, por ejemplo: régimen, esdrújula, déficit, máquina, química. La regla para su
acentuación gráfica es: Las palabras esdrújulas se tildan siempre.
Las palabras sobresdrújulas o sobreproparoxítonas, son excepcionales en español. En ellas, el
acento prosódico recae en una sílaba situada antes de la antepenúltima (o sea, en la cuarta contando
desde el final o, raramente, en la quinta). La regla de acentuación gráfica es: Las palabras
sobresdrújulas se tildan siempre. No hay palabras simples con este tipo de acentuación. Los únicos
casos son los de gerundios o imperativos, a los que se les añaden pronombres átonos, por ejemplo:
cómpramela, recójanmelos, quítenmelas.
a. Definición
A efectos de acentuación gráfica las palabras compuestas se comportan como una sola palabra
y, por tanto, siguen las normas generales o particulares ya definidas, con independencia de cómo se
acentúan sus formantes por separado. Ejemplo: busca + pies = buscapiés (palabra aguda terminante
en–s), así + mismo = asimismo (palabra grave terminada en vocal), décimo + séptimo =
decimoséptimo (palabra esdrújula)2.
La tildación de palabras compuestas, estudia la tildación de términos que se originan de la
unión de dos o más palabras simples. Aborda: Tildación de vocablos fusionados en uno solo. Cuando
se fusiona dos vocablos simples para formar uno solo, el primero pierde su tilde que llevaba y la
segunda conserva su tilde. Ejemplo: Céfalo + raquídeo = cefalorraquídeo, Pía + madre = piamadre
Decimo + séptimo =decimoséptimo3.
Tildación de vocablos adverbializados, llamados vocablo adverbializado, a la palabra que se
junte al sufijo mente, para formar adverbio modal. El primer componente conserva la tilde que como
simple tenia, en su defecto, permanece sin ella. Ejemplo: Dócil + mente = dócilmente, Fácil + mente
= fácilmente2.
Tildación de vocablos unidos por guion. Los componentes de dos o más adjetivos unidos por
guion, cada elemento conserva su tilde. Ejemplo: Técnico – pedagógico Técnico – administrativo.
Tildación de verbos con enclíticos. Si el verbo ya tenía tilde, la mantiene al añadírsele el enclítico.
Ejemplo: Golpeó + se + le = golpeósele. Si el verbo era palabra grave o paroxítona sin tilde, adquiere
tilde al añadírsele el enclítico, porque se convierte en esdrújula o en las llamadas palabras
sobresdrújulas. Ejemplo: Diga + me = dígame, Escucha + nos = escúchanos3.
Redacción oficial
Pizarro, (2011) señalo, que según el modelo de Flower y Hayes fue creado en 1980, es un proceso
cognitivo de escritura y modelo descriptivo. Con este modelo se puede observar el proceso de escritura
de un sujeto y saber cuáles son los procedimientos que utiliza.
Los procesos mentales, dentro de este modelo, son las unidades de análisis básicas, estos procesos pueden
ocurrir en cualquier momento durante el proceso de escritura. Este proceso, además, es recursivo, por lo
que pueden ocurrir varias etapas a la vez.
Relacionando con la cita anterior se presentan los procesos de la escritura que son:
• Planificación: El escritor forma un esquema mental del conocimiento que quiere escribir, esta función
tiene la finalidad de poner metas. Este proceso se puede dar en cualquier momento de la escritura. Un
buen ejemplo de esto son las lluvias de ideas o los primeros borradores que puede crear el escritor.
Durante este proceso el escritor tiene la posibilidad de recuperar información a largo plazo, además de
organizar la información en nuevos esquemas mentales, por tanto, dentro de la planificación esta la
organización y la determinación de objetivos.
• Producción: El proceso de producción es donde el escritor propiamente tal traduce sus ideas al papel,
es donde las ideas de transportan al papel. Aquí el escritor debe desarrollar la escritura, clasificar y
revisar el significado de lo que se escribe, por lo que muchas veces el escritor puede volver al proceso
de planificación.
• Revisión: En este proceso el escritor revisa lo escrito para darle forma al texto y reformularlo si es
necesario. Durante este proceso también se puede volver a la planificación en caso de ser necesario.
Dentro de este proceso, además, encontramos los subprocesos de exanimación y corrección, en donde
el texto es examinado exhaustivamente por el escritor para encontrar los errores, tanto de redacción,
coherencia, ortografía, entre otros y es corregido para que sea más claro.
Documentos se entiende todo “diploma, carta, relación u otro escrito que ilustra acerca de algún hecho,
principalmente de los históricos”. Con mayor precisión, documentos públicos es “el que autorizado por
funcionarios para ello competente, acredita los hechos que refiere y su fecha”.
En virtud de lo anterior, todo documento entraña un testimonio, una prueba sobre una materia de interés
público. Tal sucede, por ejemplo, con la Declaración, el Certificado y el Acta.
necesariamente son firmados por una autoridad, sobre todo sin la respuesta a otro y se usan solamente en
el ámbito privado.
Redacción Oficial
Para (Sepulveda , 2012) es el conjunto de comunicaciones y documentos que se utilizan en los servicios
del Estado y sus organismos auxiliares. Por competer a la administración del Estado, deben ser mesurados
en su contenido y claros en las materias que tratan.
En esta correspondencia existen fórmulas legales que se refieren al tratamiento especial que se le debe
otorgar el funcionario a quien se dirige comunicación. La correspondencia oficial tiene una disposición
reglamentada por la autoridad superior del país. Según Potrero (2013) la redacción oficial se clasifica en
tres grupos:
• Comunicaciones Oficiales: Oficio, Circular y Memorando.
• Documentos Oficiales: Certificado, Resolución, Decreto, Actas, Certificados, Acuerdos e Informes.
• Documentos Notariales: Declaración Jurada y Poder
1.3. CARACTERÍSTICAS
Las características de los documentos pueden dividirse en externas e internas, según se refieran a
su estructura física o a su contenido sustantivo:
Caracteres externos: clase y soporte
a) La clase: está determinada por el método empleado para transmitir la información. Los
documentos pueden ser textuales, si la información se transmite mediante texto escrito
(manuscrito, mecanografiado o impreso); también pueden ser iconográficos (mapas, planos,
dibujos, fotografías...); sonoros, o electrónicos e informáticos (generados en el entorno de los
ordenadores: USB, memorias externas, etc.).
b) El soporte. En la Administración ha sido predominante -y sigue siéndolo- el documento de texto
sobre el soporte de papel, hasta el punto de identificar el documento administrativo con el
documento escrito. Pero la implantación de las nuevas tecnologías requiere alternativas
modernizadas para el ejercicio del servicio público. Aunque la pervivencia de la escritura como
código de transmisión parece asegurada, los nuevos soportes requieren codificaciones diferentes
de la escritura -los códigos de barras, por ejemplo- para ser descodificados y entendidos por el
destinatario.
Caracteres internos
a) Emisión. Su emisor debe ser un órgano administrativo que actúa en el ejercicio de sus
competencias. Pese a la gran trascendencia que los actos del ciudadano tienen en la actividad
administrativa -sus solicitudes, alegaciones o recursos inician e impulsan los procedimientos-
no pueden considerarse documentos administrativos, ya que carecen del elemento subjetivo
que acabamos de definir: ser emitidos por una autoridad pública en el ejercicio de sus
potestades.
b) Produce efectos. El documento, en tanto que soporte del acto administrativo que contiene,
produce los mismos efectos de éste, tanto para el ciudadano, frente a terceros y ante la propia
organización administrativa. Quedan fuera de la condición de documentos administrativos
aquellos otros que, como resúmenes, extractos, índices o anotaciones, no están destinados a
producir efecto alguno.
c) Formalización. Para que su emisión sea válida, aparte de los requisitos derivados del acto que
contienen (competencia del emisor, sometimiento al ordenamiento jurídico) hay un requisito
específico para la validez del documento administrativo: se trata de la formalización.
DOCUMENTOS DE LA ADMINISTRACIÓN:
✓ DIRIGIDOS AL CIUDADANO: anuncios, bandos, cartas, oficios, notificaciones, citaciones...
✓ DIRIGIDOS A LA ADMINISTRACIÓN: actas, cartas, notas interiores, oficios, informes, diligencias...
a) Cabecera impresa. Es la franja superior del documento donde aparecen impresos el escudo o el
logotipo que identifican corporativamente al emisor, según las normas de imagen o identidad
corporativa de cada Administración.
b) Título El título es el resumen del documento. Es obligatorio en los documentos que contengan actos
administrativos, incluidos los de trámite, cuyos destinatarios sean los ciudadanos, y expresará con
claridad y precisión el tipo de documento, su contenido esencial y, en su caso, el procedimiento en
que se inserta. Para que sea eficaz, debe situarse en un sitio visible y fácilmente identificable,
destacado del resto del contenido por caracteres tipográficos (mayúscula o negrita).
c) Datos identificativos del documento. En este apartado, que es optativo y variable, se dispone la
información más significativa para la identificación inmediata del documento y para la gestión
administrativa (registro, archivo, reenvíos). Incluirá todos o algunos de los siguientes apartados,
siempre según las necesidades de cada unidad administrativa:
o Referencia, número o clave asignados por cada dependencia para la identificación del
documento, con objeto de facilitar el control interno administrativo.
o Asunto. Describe sucintamente el objeto del documento. El asunto complementa la
información proporcionada por el título o lo sustituye si el documento carece de título o este
se refiere únicamente al tipo de documento (p. e., una nota interior).
o Identificación del interesado o los interesados en el procedimiento.
o Fecha de inicio del procedimiento.
El estilo del lenguaje de la Administración ha sido un tema controvertido en los últimos treinta
años. Frente al lenguaje solemne, autoritario y formulista que caracterizó una época de la
Administración, hay quienes defienden una reforma de este lenguaje que conduzca a su
democratización por la vía de la simplificación; otros defienden que es una herramienta de la
actividad administrativa que no puede sustituirse sin más para satisfacer a todos los niveles de los
ciudadanos.
La actividad administrativa se ha convertido en una disciplina científica que usa un conjunto de
términos especializados para dar precisión y eficacia a su lenguaje. Pero también es cierto que el
estilo en muchos de los documentos administrativos suele incurrir en algunos excesos que los hacen
difícilmente comprensibles para una persona poco experta.
Algunos de esos rasgos más destacados son el abuso de términos técnicos y jurídicos en situaciones
en que no están estrictamente justificados, abundancia de formas repetitivas, que se han convertido
en anacrónicas o desusadas, falta de concisión y sencillez, longitud excesiva de las oraciones y
párrafos y, consecuentemente, una estructuración deficiente. La coincidencia de esos rasgos en un
documento complica la lectura a cualquier lector, sea experto o no.
No es tarea sencilla conciliar ambas exigencias. Las notas de estilo que vienen a continuación
proponen alcanzar un equilibrio entre el rigor y la precisión que la ciencia jurídico-administrativa
requiere, al mismo tiempo que satisfacer el derecho de los ciudadanos a comprender el lenguaje de
la Administración: mal pueden ejercer sus derechos y sus obligaciones si no comprenden las
normas o los actos que se los comunican.
Para alcanzar este fin, es posible aplicar un criterio general de redacción: cuanto más directamente
afecte un documento a los ciudadanos (actos de un procedimiento en el que son interesados,
información o disposiciones generales) más necesario será un lenguaje claro, sencillo, adaptado a
las necesidades de su destinatario y que atenúe las peculiaridades del lenguaje administrativo como
lenguaje especializado. Sin embargo, cuando el documento vaya dirigido a la propia
Administración (informes, propuestas, dictámenes, etc.), la dificultad de la especialización de la
materia o de los términos se reduce y permite usar un lenguaje más técnico, pero siempre dentro de
unos estándares de claridad, imprescindibles en cualquier acto comunicativo.
Siguiendo a CONDE ANTEQUERA1, existe un requisito básico para cualquier documento escrito
de la Administración: la claridad. Ser claro es decir lo que hay que decir, de forma que el
destinatario específico del mensaje o documento lo entienda con el menor esfuerzo posible.
La claridad implica también la concisión, que consiste en usar la cantidad justa y suficiente de
palabras, evitando rodeos, repeticiones y complicaciones. Sus manifestaciones principales son la
eficacia y la eficiencia a que todo documento debe tender, las cuales sirven para cumplir varios
objetivos:
a) La precisión, el rigor y la exactitud en el significado y en la expresión del contenido, que evita
ambigüedades y favorece la seguridad jurídica.
b) La objetividad como ausencia de valoraciones personales y reflejo de la imparcialidad y
neutralidad de la función pública.
c) La comprensión del contenido con el menor esfuerzo posible tanto por parte del destinatario al
leerlo como del emisor para intentar aclarar aspectos oscuros del mensaje.
2. Aspectos estilísticos
• Es mejor la cercanía que el distanciamiento. El lenguaje de la Administración es un lenguaje
formal y oficial, que no permite las familiaridades del registro coloquial. Pero eso no justifica el
uso y abuso de recursos gramaticales distanciadores. Las formas no personales de los verbos
(infinitivo, participio, gerundio), junto con las construcciones pasivas e impersonales con se (se
le comunica, se ha tenido conocimiento, resultando, considerando, anuncio notificando plazo de
principal + oración subordinada) que es la forma más directa y clara de comprender la información
(la lengua española admite la movilidad sintáctica por razones de prioridad informativa. Pero en
caso de duda, puede volverse al patrón mencionado). Es conveniente utilizar los puntos y
seguidos, puntos y aparte como elementos que estructuran y dosifican la información.
• Articulación del documento en párrafos. La oración es el primer nivel de organización de la
información; el párrafo es el segundo nivel. Un párrafo es una unidad del texto que desde un punto
de vista formal está delimitado por una mayúscula inicial y un punto y aparte. Desde el punto de
vista de la información, aborda un aspecto del tema central del texto o documento. En los escritos
de poca extensión, los párrafos articulan el texto. Según su extensión (se recomienda no exceder
de seis líneas) puede estar compuesto por una o varias oraciones independientes, relacionadas
temáticamente. ¿Cuáles son las características del párrafo «administrativo»? Al igual que la
oración, tiende a ser muy largo, no es infrecuente leer párrafos de más de diez o líneas. La forma
de reducir el peso de párrafo excesivamente largo es simplificar al máximo y dividirlo en varias
oraciones independientes.
• Orden en la disposición de la información. La claridad también depende de la manera en que se
distribuya la información en el texto. La mente retiene mejor la información que aparece al
principio de un período (oración o párrafo). Por eso, se recomienda organizar jerárquicamente la
información del texto y destacar lo importante frente a lo accesorio, reservando la información
principal al comienzo del texto.
• Organización visual del documento. La estructura de un documento se puede hacer visible gracias
al uso de los recursos de los procesadores de textos: títulos, subtítulos, recuadros, tablas, tamaño
de letra, alteraciones tipográficas (cursiva, negrita, mayúsculas). Lo importante es ayudar al lector
a leer cómodamente el documento (con un tamaño de letra suficiente) y a encontrar en el texto la
información que se considera importante o que debe tener en cuenta.
b) El oficio: El oficio es el documento que emite un organismo oficial para comunicar una actuación
administrativa prevista legalmente e integrada en un procedimiento. Son, por tanto, documentos
propios de la fase de ordenación del procedimiento. El oficio es un documento externo que sirve
para comunicar alguna circunstancia del procedimiento, solicitar del destinatario el cumplimiento
de alguna obligación (requerimiento) o su comparecencia para algún trámite u obligación
(citación).
c) El acta de reunión
El acta de reunión o de sesión es un documento por el que se deja constancia de las incidencias
(deliberaciones, acuerdos, etc.) que acontecen en las sesiones de un órgano colegiado. La
estructura más común es:
1. Encabezamiento, que contiene
a) Título identificativo del documento y el órgano que se reúne.
b) Identificación de la sesión. En este apartado se incluirán el número de la sesión, su carácter
ordinario o extraordinario y si se celebra en primera o segunda convocatoria, el lugar donde
se celebra la reunión, la localidad, el día, el mes y el año y la hora en que comienza.
2. Cuerpo
a) Desarrollo de la sesión. Síntesis del contenido esencial. La intervención íntegra solo figurará
si algún miembro lo solicitase.
b) Acuerdos. En este apartado se transcribirán los acuerdos que se adopten, señalando
asimismo el procedimiento de votación (secreta, a mano alzada...) y el resultado de la votación.
c) Fórmula final. Suele responder a uno de estos tipos: «El presidente levanta la sesión, cuya
acta extiendo como secretario» o «Sin más asuntos que tratar, el presidente levanta la sesión a
las 20:30 horas...».
3. Pie Datación y firma. Junto a la firma del secretario, que formaliza el acta aparece el visto
bueno del presidente. En ambos casos se indicarán, por este orden, el cargo en la antefirma,
la rúbrica y, tras ella, el nombre.
3.3. Las mayúsculas y el uso de las grafías: “b”, “v”, “c”, “s”, “z”, “g”, “j”: Breve descripción
Mayúsculas
En cuanto al uso de las mayúsculas la RAE1, señala que la escritura normal utiliza
habitualmente las letras minúsculas, si bien, por distintos motivos, pueden escribirse enteramente
con mayúsculas palabras, frases e incluso textos enteros; pero lo usual es que las mayúsculas se
utilicen solo en posición inicial de palabra, y su aparición está condicionada por distintos factores.
El empleo de la mayúscula no exime de poner la tilde cuando así lo exijan las reglas de
acentuación: ÁFRICA, África. Únicamente las siglas, que se escriben enteramente en mayúsculas,
no llevan nunca tilde: CIA (del ingl. Central Intelligence Agency)1.
Cuando los dígrafos ch, gu, ll y qu, se emplean en mayúscula al inicio de una palabra escrita
con minúsculas, solo adopta forma de mayúscula el primero de sus componentes: Chillida, Guinea,
Llerena, Quevedo; pero si los dígrafos forman parte de una palabra escrita enteramente en
mayúsculas, deben ir en mayúscula sus dos componentes: CHILLIDA, GUINEA, LLERENA,
QUEVEDO. Cuando los dígrafos forman parte de una sigla, se escribe en mayúscula solo el primero
de sus componentes: PCCh (Partido Comunista de China). La forma mayúscula de las
letras i y j carece del punto que llevan en su grafía minúscula: Inés, Javier1.
Uso de mayúsculas en palabras o frases enteras. Se escriben enteramente en mayúscula las siglas
y algunos acrónimos: ISBN, OTI, ONG. Se escriben en minúscula, en cambio, los acrónimos que el
uso ha convertido en sustantivos comunes: láser, radar, uvi. Cuando los acrónimos son nombres
propios y tienen más de cuatro letras, solo se escribe en mayúscula la inicial: Unicef, Unesco1.
Se utiliza la escritura en mayúsculas con el fin de destacar determinadas frases o palabras dentro
de un escrito. Así, suelen escribirse enteramente en mayúsculas:
a) Las palabras o frases que aparecen en las cubiertas y portadas de los libros impresos, así como los
títulos de cada una de sus divisiones internas (partes, capítulos, escenas, etc.)1.
b) Las cabeceras de diarios y revistas: EL UNIVERSAL, LA NACIÓN, TIEMPO.
c) Las inscripciones en lápidas y monumentos.
d) En textos jurídicos y administrativos, decretos, sentencias, bandos, edictos, certificados o instancias,
el verbo o verbos que presentan el objetivo fundamental del documento: CERTIFICA, EXPONE,
SOLICITA1.
e) En textos de carácter informativo, las frases que expresan el contenido fundamental del escrito: Por
orden expresa de la dirección, se comunica a todos los empleados que, a partir de ahora, ESTÁ
PROHIBIDO FUMAR DENTRO DE LAS DEPENDENCIAS DE LA EMPRESA.
f) Los textos de los carteles de aviso, para asegurar su visibilidad: SE RUEGA NO FUMAR;
PROHIBIDO EL PASO1.
Uso de mayúscula inicial exigido por la puntuación. De acuerdo con la posición que la palabra
ocupe en el escrito, la puntuación exige su escritura con mayúscula inicial en los casos siguientes: Si
se trata de la primera palabra de un escrito o va después de punto: Hoy no iré. Mañana puede que sí1.
Si sigue a los puntos suspensivos, cuando estos cierran un enunciado: Compramos mariscos,
solomillos, vino... La cena resultó un éxito. Pero si los puntos suspensivos no cierran el enunciado,
sino que este continúa tras ellos, la palabra que los sigue se escribe con inicial minúscula: Estoy
pensando que... aceptaré; en esta ocasión debo arriesgarme1.
Después de los dos puntos, debe comenzarse el texto con inicial mayúscula en los casos
siguientes: tras los dos puntos que siguen a la fórmula de encabezamiento o saludo de una carta: Muy
señor mío: / Le agradeceré... Tras los dos puntos que siguen al verbo fundamental de un documento
jurídico-administrativo: CERTIFICA: / Que D. José Álvarez García ha seguido el Curso de Técnicas
Audiovisuales... Tras los dos puntos que anuncian la reproducción de una cita o palabras
textuales: Pedro dijo: «No volveré hasta las nueve»1.
En frases interrogativas y exclamativas existen dos posibilidades: Si la pregunta o la
exclamación constituyen la totalidad del enunciado, y sus signos de cierre equivalen a un punto, la
primera palabra de la pregunta o la exclamación se escribe con inicial mayúscula, así como la palabra
que inicia la oración siguiente: ¿En qué año nació tu abuelo? Si no me equivoco, tenía la misma edad
que el mío. ¡Qué miedo pasamos ayer! Se nos hizo de noche mientras bajábamos de la montaña.
Si la pregunta o la exclamación constituyen solo una parte del enunciado, pueden darse dos
casos1:
a) La pregunta o la exclamación inician el enunciado. En este caso, la primera palabra que sigue a los
signos de apertura (¿ ¡) se escribe con mayúscula y la que sigue a los signos de cierre (? !) se escribe
con minúscula: ¿Qué sorpresas me deparará este día?, me pregunto ante el espejo cada mañana. Esto
ocurre también cuando se suceden varias preguntas o exclamaciones breves que pueden ser
consideradas un único enunciado y separarse con signos de coma o de punto y coma: ¿Cómo te
llamas?, ¿en qué trabajas?, ¿dónde naciste?
b) La pregunta o la exclamación no están colocadas al comienzo del enunciado, sino que siguen a otra
palabra o palabras que también forman parte de este. En ese caso, la primera palabra de la pregunta
o de la exclamación (la que sigue a los signos de apertura) se escribe con minúscula:
• Natalia, ¿puedes ayudarme?
• Pero ¡qué alegría tan grande verte por aquí!
Uso de mayúscula inicial independientemente de la puntuación. Se escriben con letra inicial
mayúscula todos los nombres propios y también los comunes que, en un contexto dado o en virtud
de determinados fenómenos (como, por ejemplo, la antonomasia), funcionan con valor de tales, es
decir, cuando designan seres o realidades únicas y su función principal es la identificativa. En otras
ocasiones, la mayúscula responde a otros factores, como la necesidad de distinguir entre sentidos
diversos de una misma palabra (mayúscula diacrítica), o a razones expresivas o de respeto
(mayúscula de respeto). Se escriben con inicial mayúscula lo siguiente1:
Los nombres propios de persona, animal y cosa singularizada: Beatriz, Platero, Tizona (espada
del Cid). Los nombres de divinidades: Dios, Jehová, Alá, Afrodita, Júpiter, Amón. Los
apellidos: Jiménez, García, Mendoza. Si un apellido español comienza por preposición, o por
preposición y artículo, estos se escriben con minúscula cuando acompañan al nombre de pila (Juan
de Ávalos, Pedro de la Calle); pero si se omite el nombre de pila, la preposición debe escribirse con
mayúscula (señor De Ávalos, De la Calle).
Si el apellido no lleva preposición, sino solamente artículo, este se escribe siempre con
mayúscula, independientemente de que se anteponga o no el nombre de pila (Antonio La Orden,
señor La Orden). También se escriben con mayúscula los nombres de las dinastías derivados de un
apellido: los Borbones, los Austrias, salvo que se utilicen como adjetivos, caso en el que se escriben
con minúscula: los reyes borbones. Por otra parte, deben conservar la mayúscula los apellidos de
autores (a veces acompañados también del nombre de pila) cuando designan sus obras: «Incendiaron
la iglesia, y con ella las tres joyas pictóricas, un Goya [...], un Bayeu [...] y un José del Castillo».
Los sobrenombres, apodos y seudónimos: Manuel Benítez, el Cordobés; José Nemesio, alias el
Chino; Alfonso X el Sabio; el Libertador; el Greco; el Pobrecito Hablador (seudónimo del escritor
Mariano José de Larra). El artículo que antecede a los seudónimos, apodos y sobrenombres, tanto si
estos acompañan al nombre propio como si lo sustituyen, debe escribirse con minúscula: Ayer el
Cordobés realizó una estupenda faena; por lo tanto, si el artículo va precedido de las
preposiciones a o de, forma con ellas las contracciones al y del: Me gusta mucho este cuadro del
Greco.
Los nombres comunes que, por antonomasia, se utilizan para designar a una persona en lugar
del nombre propio: el Mantuano (por Virgilio), el Sabio (por Salomón), el Magnánimo (por el
rey Alfonso V), así como los que se refieren, también por antonomasia, a Dios, a Jesucristo o a la
Virgen: el Creador, el Todopoderoso, el Mesías, el Salvador, la Purísima, la Inmaculada.
Los nombres abstractos personificados, utilizados alegóricamente: la Muerte, la Esperanza, el
Mal. Los nombres propios geográficos (continentes, países, ciudades, comarcas, mares, ríos,
etc.): América, África, Italia, Canadá, Toledo, Lima, las Alpujarras, la Rioja (comarca), la
Mancha (comarca), el Adriático, el Mediterráneo, el Orinoco, el Ebro, los Andes, el Himalaya. Como
se ve en los ejemplos, determinados nombres propios geográficos van necesariamente acompañados
de artículo, como ocurre con las comarcas, los mares, los ríos y las montañas. En otros casos, como
ocurre con determinados países, el uso del artículo es opcional: Perú o el Perú.
El artículo, en todos estos casos, debe escribirse con minúscula, porque no forma parte del
nombre propio. Pero cuando el nombre oficial de un país, una comunidad autónoma, una provincia
o una ciudad lleve incorporado el artículo, este debe escribirse con mayúscula: El Salvador, La
Rioja (comunidad autónoma), Castilla-La Mancha (comunidad autónoma), La Pampa, La Habana,
Las Palmas. Cuando el artículo forma parte del nombre propio no se realiza en la escritura la
amalgama con las preposiciones de o a: Mi padre acaba de regresar de El Cairo; Este verano iremos
a El Salvador.
Los nombres comunes genéricos que acompañan a los nombres propios geográficos (ciudad,
río, mar, océano, sierra, cordillera, cabo, golfo, estrecho, etc.) deben escribirse con minúscula: la
ciudad de Panamá, el río Ebro, la sierra de Gredos, la cordillera de los Andes, el cabo de Hornos.
Solo si el nombre genérico forma parte del nombre propio, se escribe con mayúscula inicial: Ciudad
Real, Río de la Plata, Sierra Nevada, los Picos de Europa.
También se escriben con inicial mayúscula algunos de estos nombres genéricos cuando, por
antonomasia, designan un lugar único y, por lo tanto, funcionan a modo de nombre propio. Estas
antonomasias están lógicamente limitadas en su uso a la comunidad de hablantes que comparten una
misma geografía, para los que la identificación de la referencia es inequívoca, como ocurre, por
ejemplo, entre los chilenos, con la Cordillera (por la cordillera de los Andes) o, entre los españoles,
con la Península (por el territorio peninsular español) o el Estrecho (por el estrecho de Gibraltar). El
hecho de escribir Península Ibérica con mayúsculas se debe a que con esta expresión nos referimos
a una entidad de carácter histórico-político, y no a un mero accidente geográfico.
Las designaciones que, por antonomasia, tienen algunos topónimos y que se usan como
alternativa estilística a su nombre oficial: el Nuevo Mundo (por América), la Ciudad
Eterna (por Roma). Los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de determinadas zonas
geográficas, que generalmente abarcan distintos países, pero que se conciben como áreas geopolíticas
con características comunes: Occidente, Oriente Medio, Cono Sur, Hispanoamérica, el Magreb.
Los nombres de vías y espacios urbanos. Al igual que en el caso de los nombres geográficos,
solo el nombre propio debe ir escrito con mayúscula, y no los nombres comunes genéricos que
acompañan a este, como calle, plaza, avenida, paseo, etc., que deben escribirse con minúscula: calle
(de) Alcalá, calle Mayor, plaza de España, avenida de la Ilustración, paseo de Recoletos. Sin
embargo, se escribirán en mayúscula los nombres genéricos de vías o espacios urbanos procedentes
del inglés: Oxford Street, Quinta Avenida, Central Park, como es usual en esa lengua.
Los nombres de galaxias, constelaciones, estrellas, planetas y satélites: la Vía Láctea, la Osa
Mayor, la Estrella Polar, Venus, Ganimedes. Las palabras Sol y Luna solo suelen escribirse con
mayúscula inicial en textos científicos de temática astronómica, en los que designan los respectivos
astros: «Entre la esfera de fuego y la de las estrellas fijas están situadas las esferas de los distintos
planetas, empezando por la esfera de la Luna y, a continuación, las esferas de Mercurio, Venus, el
Sol, Marte, Júpiter y Saturno»; pero, excepto en este tipo de textos, se escriben normalmente con
minúscula: El sol lucía esplendoroso esa mañana; Entra mucho sol por la ventana. Negros nubarrones
ocultaron la luna por completo. Me pongo muy nervioso cuando hay luna llena.
La palabra tierra se escribe con mayúscula cuando designa el planeta: «Dios le hizo ver las
estrellas jamás vistas desde la Tierra»; pero con minúscula en el resto de sus acepciones: El avión
tomó tierra; Esta tierra es muy fértil; He vuelto a la tierra de mis mayores.
Los nombres de los signos del Zodiaco: Aries, Géminis, Sagitario; también los nombres
alternativos que aluden a la representación iconográfica de cada signo: Balanza (por Libra), Toro
(por Tauro), Carnero (por Aries), Gemelos (por Géminis), Cangrejo (por Cáncer), Pez (por Piscis),
Escorpión (por Escorpio), León (por Leo), Virgen (por Virgo). Se escriben con minúscula, en
cambio, cuando dejan de ser nombres propios por designar, genéricamente, a las personas nacidas
bajo cada signo: Raquel es sagitario; Los géminis son muy volubles.
Los nombres de los cuatro puntos cardinales (Norte, Sur, Este, Oeste) y de los puntos del
horizonte (Noroeste, Sudeste, etc.), cuando nos referimos a ellos en su significado primario, como
tales puntos, o cuando forman parte de un nombre propio: La brújula señala el Norte; La nave puso
rumbo al Noroeste; Corea del Norte; la Cruz del Sur.
También se escriben con mayúsculas los casos de Polo Norte y Polo Sur. Sin embargo, cuando
los nombres de los puntos cardinales o de los puntos del horizonte están usados en sentidos derivados
y se refieren a la orientación o la dirección correspondientes, se escribirán en minúscula: el sur de
Europa, el noroeste de la ciudad, el viento norte. También se escribirán en minúscula estos puntos
cuando estén usados en aposición: latitud norte, hemisferio sur, rumbo nornoroeste. En el caso de las
líneas imaginarias, tanto de la esfera terrestre como celeste, se recomienda el uso de la
minúscula: ecuador, eclíptica, trópico de Cáncer.
También se escribe con mayúscula el término que en el uso corriente nombra de forma abreviada
una determinada institución o edificio: la Nacional (por la Biblioteca Nacional), el Cervantes (por el
Instituto Cervantes), la Complutense (por la Universidad Complutense), el Real (por el Teatro Real).
Los nombres de los libros sagrados y sus designaciones antonomásticas: la Biblia, el Corán, el
Avesta, el Talmud, la(s) Sagrada(s) Escritura(s). También los nombres de los libros de la
Biblia: Génesis, Levítico, Libro de los Reyes, Hechos de los Apóstoles. Los sustantivos y adjetivos
que forman parte del nombre de publicaciones periódicas o de colecciones: La Vanguardia, Nueva
Revista de Filología Hispánica, Biblioteca de Autores Españoles.
La primera palabra del título de cualquier obra de creación (libros, películas, cuadros, esculturas,
piezas musicales, programas de radio o televisión, etc.); el resto de las palabras que lo componen,
salvo que se trate de nombres propios, deben escribirse con minúscula: Últimas tardes con Teresa,
La vida es sueño, La lección de anatomía, El galo moribundo, Las cuatro estaciones, Las mañanas
de la radio, Informe semanal. En el caso de los títulos abreviados con que se conocen comúnmente
determinados textos literarios, el artículo que los acompaña debe escribirse con minúscula: el
Quijote, el Lazarillo, la Celestina.
Los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de documentos oficiales, como leyes
o decretos, cuando se cita el nombre oficial completo: Real Decreto 125/1983 (pero el citado real
decreto), Ley para la Ordenación General del Sistema Educativo (pero la ley de educación, la ley
sálica, etc.). También se escriben con mayúscula los nombres de los documentos históricos: Edicto
de Nantes, Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Los nombres de festividades religiosas o civiles: Epifanía, Pentecostés, Navidad, Corpus, Día
de la Constitución, Año Nuevo, Feria de Abril. Las advocaciones de la Virgen: la Virgen de
Guadalupe, la Virgen del Rocío. También las celebraciones o festividades a ellas dedicadas: el Rocío,
el Pilar.
Los nombres de órdenes religiosas: el Carmelo, el Temple, la Merced. También se escribe con
mayúscula la palabra Orden cuando acompaña al nombre propio: la Orden del Temple.
Los nombres de marcas comerciales. Las marcas comerciales son nombres propios, de forma
que, utilizados específicamente para referirse a un producto de la marca, han de escribirse con
mayúscula: Me gusta tanto el Cinzano como el Martini; Me he comprado un Seat; pero cuando estos
nombres pasan a referirse no exclusivamente a un objeto de la marca en cuestión, sino a cualquier
otro con características similares, se escriben con minúscula: Me aficioné al martini seco en mis años
de estudiante (al vermú seco, de cualquier marca).
Las palabras que forman parte de la denominación oficial de premios, distinciones, certámenes
y grandes acontecimientos culturales o deportivos: el Premio Cervantes, los Goya, la Gran Cruz de
la Orden de Alfonso X el Sabio, la Bienal de Venecia, la Feria del Libro, los Juegos Olímpicos. Por
lo que respecta a los premios, cuando nos referimos al objeto material que los representa o a la
persona que los ha recibido, se utiliza la minúscula: Esa actriz ya tiene dos goyas; Ha colocado el
óscar encima del televisor; Esta noche entrevistan al nobel de literatura de este año.
Los sustantivos y adjetivos que forman el nombre de disciplinas científicas, cuando nos
referimos a ellas como materias de estudio, y especialmente en contextos académicos (nombres de
asignaturas, cátedras, facultades, etc.) o curriculares: Soy licenciado en Biología; Me he matriculado
en Arquitectura; El profesor de Cálculo Numérico es extraordinario. Fuera de los contextos antes
señalados, se utiliza la minúscula: La medicina ha experimentado grandes avances en los últimos
años; La psicología de los niños es muy complicada.
adjetivo especificador que acompaña, en estos casos, a los sustantivos Revolución e Imperio se
escribe con minúscula: la Revolución francesa, el Imperio romano.
Determinados nombres comunes cuando, por antonomasia, designan una sola de las realidades
de su misma clase: el Diluvio (referido al diluvio bíblico), la Reconquista (referida a la de los
territorios ocupados por los musulmanes, llevada a cabo por los reinos cristianos peninsulares durante
la Edad Media), el Muro (referido al que separaba en Berlín los sectores oriental y occidental).
Determinados nombres, cuando designan entidades o colectividades institucionales: la
Universidad, el Estado, el Ejército, el Reino, la Marina, la Judicatura, el Gobierno. En muchos casos,
esta mayúscula tiene una función diacrítica o diferenciadora, ya que permite distinguir entre
acepciones distintas de una misma palabra: Iglesia (‘institución’)
/ iglesia (‘edificio’), Ejército (‘institución’) / ejército (‘conjunto de soldados’), Gobierno (‘conjunto
de los ministros de un Estado’) / gobierno (‘acción de gobernar’). La mayúscula diacrítica afecta
tanto al singular como al plural: «Europa es importante para los Gobiernos, pero sobre todo para los
ciudadanos».
Los nombres de conceptos religiosos como el Paraíso, el Infierno, el Purgatorio, etc., siempre
que se usen en su sentido religioso originario, y no en usos derivados o metafóricos, pues, en ese
caso, se escriben con minúscula: Aquella isla era un paraíso; La noche pasada fue un infierno.
En textos religiosos, suelen escribirse con mayúscula, en señal de respeto, los pronombres
personales Tú, Ti, Sí, Vos, Él, Ella, referidos a Dios o a la Virgen. Los títulos, cargos y nombres de
dignidad, como rey, papa, duque, presidente, ministro, etc., que normalmente se escriben con
minúscula, pueden aparecer en determinados casos escritos con mayúscula.
Así, es frecuente, aunque no obligatorio, que estas palabras se escriban con mayúscula cuando
se emplean referidas a una persona concreta, sin mención expresa de su nombre propio: El Rey
inaugurará la nueva biblioteca; El Papa visitará la India en su próximo viaje. Por otra parte, por
razones de respeto, los títulos de los miembros de la familia reinante en España suelen escribirse con
mayúscula, aunque vayan seguidos del nombre propio de la persona que los posee, al igual que los
tratamientos de don y doña a ellos referidos: el Rey Don Juan Carlos, el Príncipe Felipe, la Infanta
Doña Cristina.
También es costumbre particular de las leyes, decretos y documentos oficiales, por razones de
solemnidad, escribir con mayúsculas las palabras de este tipo: el Rey de España, el Jefe del Estado,
el Presidente del Gobierno, el Secretario de Estado de Comercio. Por último, es muy frecuente que
los cargos de cierta categoría se escriban con mayúscula en el encabezamiento de las cartas dirigidas
a las personas que los ocupan.
También es habitual que en textos pertenecientes a ámbitos particulares se escriban con
mayúscula las palabras que designan conceptos de especial relevancia dentro de esos ámbitos. Así,
por ejemplo, es normal ver escritos con mayúscula, en textos religiosos, palabras como Sacramento,
Bautismo, Misa; o, en textos militares, las palabras Bandera o Patria. Estas mayúsculas, que no
deben extenderse a la lengua general, obedecen únicamente a razones expresivas o de respeto.
Otros usos de las mayúsculas. Se escriben con mayúsculas los números romanos, algunas
abreviaturas y algunos símbolos.
Casos en que no debe usarse la mayúscula inicial. Se escriben con minúscula inicial, salvo que
la mayúscula venga exigida por la puntuación, las palabras siguientes 1: Los nombres de los días de
la semana, de los meses y de las estaciones del año: lunes, abril, verano. Solo se escriben con
mayúscula cuando forman parte de fechas históricas, festividades o nombres propios: Primero de
Mayo, Primavera de Praga, Viernes Santo, Hospital Doce de Octubre.
Los nombres de las notas musicales: do, re, mi, fa, sol, la, si. Los nombres propios que se usan
como nombres comunes. Es muy frecuente que determinados nombres propios acaben designando
un género o una clase de objetos o personas. Esto ocurre en los casos siguientes: Nombres propios
de persona que pasan a designar genéricamente a quienes poseen el rasgo más característico o
destacable del original: Mi tía Petra es una auténtica celestina; Siempre vas de quijote por la vida;
Mi padre, de joven, era un donjuán.
Muchos objetos, aparatos, sistemas y productos que pasan a ser designados con el nombre propio
de su inventor, de su descubridor, de su fabricante o de la persona que los popularizó o en honor de
la cual se hicieron (zepelín, roentgen, braille, quevedos, rebeca, napoleón), o del lugar en que se
producen o del que son originarios (cabrales, rioja, damasco, fez). Por el contrario, conservan la
mayúscula inicial los nombres de los autores aplicados a sus obras.
Nombres de marcas comerciales, cuando no designan ya un objeto o un producto de la marca,
sino, genéricamente, cualquier objeto o producto de características similares. Los nombres comunes
genéricos que acompañan a los nombres propios de lugar, sean geográficos o de espacios o vías
urbanas.
Los nombres de los vientos, salvo que estén personificados en poemas o relatos
mitológicos: céfiro, austro, bóreas, tramontana. Los nombres de las religiones: catolicismo, budismo,
islamismo, judaísmo. Los nombres de tribus o pueblos y de lenguas, así como los gentilicios: el
pueblo inca, los mayas, el español, los ingleses.
Los tratamientos (usted, señor, don, fray, san(to), sor, reverendo, etc.), salvo que se escriban en
abreviatura, caso en que se escriben con mayúscula: Ud., Sr., D., Fr., Sto., Rvdo. Solo cuando, por
tradición, se han formado acuñaciones que funcionan como nombres propios, se escribirán estos
tratamientos en mayúscula: Fray Luis, referido a fray Luis de León; Sor Juana, referido a sor Juana
Inés de la Cruz; Santa Teresa, referido a santa Teresa de Jesús.
Los títulos, cargos y nombres de dignidad como rey, papa, duque, presidente, ministro, etc., se
escriben con minúscula cuando aparecen acompañados del nombre propio de la persona que los
posee, o del lugar o ámbito al que corresponden (el rey Felipe IV, el papa Juan Pablo II, el presidente
de Nicaragua, el ministro de Trabajo), o cuando están usados en sentido genérico (El papa, el rey, el
duque están sujetos a morir, como lo está cualquier otro hombre). Existen casos, sin embargo, en que
estas palabras pueden escribirse con mayúsculas.
Uso de las grafías: “b”, “v”, “c”, “s”, “z”, “g”, “j”
Se escriben con "b" todas las palabras que empiezan por "bu", "bur", "bus", "bibl". Ej.: Burro,
buque, burbuja, burla, buscar, busto, biblioteca, bibliotecario1.
Se usa «b» en los verbos terminados en buir, como atribuir, contribuir y distribuir. Antes de
cualquier consonante se escribe b y no v. (Esta regla incluye las palabras que contiene bla, ble, bli,
blo, blu, bra, bre, bri, bro, bru)1.
El sonido final “bir” de los infinitivos y todas las formas de estos verbos
(excepto hervir, servir y vivir y sus compuestos); los infinitivos y todas las formas de los
verbos beber y deber; los infinitivos y formas verbales de caber, haber y saber; las terminaciones -
ba, -bas, -bamos, -bais y -ban; el pretérito imperfecto de indicativo del verbo ir1.
Antes de las consonantes: l, s, t y r, se escribe con “b”, ejemplos: doble, absurdo, obtuvo, abrazó,
obstinada, cable. También, después de la “m” y “n”, por ejemplo: cambio, hambre, ambivalente,
ambiguo, también, combate, envidia, envoltura, envase, etc.
Las terminaciones -viro, -vira, -ívoro e -ívora (excepto víbora): Elvira, carnívoro, herbívora; las
terminaciones -servar y -versar de los verbos conservar, observar, reservar y conversar; las formas
de los verbos que no tienen ni v ni b en su infinitivo: tuve, estuve, anduvieron, vayamos (se
exceptúan las terminaciones –ba, -bas, -bamos, -bais y -ban del pretérito imperfecto de indicativo);
las palabras en las que este sonido aparece detrás de las letras b, d y n: obvio, adverso, invierno, y
los compuestos y derivados de palabras que llevan esa letra: prevenir de venir, revuelta de vuelta,
etc2.
Se escribe con “v”, las voces que empiezan con la sílaba “ad”, adviento, advertir, advenedizo,
adversario. Después de las sílabas “cla”, “di”, “pri”, excepto dibujo, ejemplos: clavo, clavado,
clavícula, clavijero, adivino, divisible, divisa, privilegio, privado.
También, se escribe con “v” después de las sílabas lla, lle, llo y llu, por ejemplos tenemos:
llavero, llevar, lloverá, lluvia.
El uso de la C1, la C es la tercera letra del abecedario y su uso varía de acuerdo a cada palabra.
Normalmente su sonido depende de las vocales a, o y u, por ejemplo: casa, cosas, cuerda, etc.
Aquellas palabras que termina en z y se cambia a plural, se escriben con “c”. Ejemplos: lápiz- lápices
o luz-luces2.
El sustantivo termine el “tor” y en “sor”, cambia a “ción”. Ejemplos: destructor-destrucción,
director-dirección. Las palabras terminadas en -ción que provienen de sustantivos abstractos
derivados de infinitivos terminados en –ar. Ejemplos: contaminación, renovación, urbanización,
realización, exclamación.
La terminación ción se escribe con c en las palabras que provienen de adjetivos terminados en
to o do. Ejemplos: afección - de afecto admiración - de admirado
Se escriben con c las palabras que se derivan de otras que lleven t en la sílaba en donde deba ir el
sonido de “c”. Ejemplos: acción de acto, egipcio de Egipto. También se escribe con c la terminación
acia de sustantivos. Ejemplos: tecnocracia, desgracia, aristocracia, farmacia, gracia, falacia
Otra regla precisa que se escriben con c los verbos terminados en cer. Ejemplos: nacer,
ofrecer, conocer, entorpecer. Excepciones: ser, toser, coser (de costura, con aguja e hilo). También se
escriben con c los verbos terminados en ciar. Ejemplos: financiar, agenciar, diferenciar, propiciar,
vaciar. Excepciones: ansiar, lisiar y extasiar.
Se escriben con c las terminaciones ancio, ancia y encia de algunos sustantivos. Ejemplos:
rancio, cansancio, importancia, constancia, prestancia. Excepciones: ansia y Hortensia. El plural de
las palabras terminadas en sílabas que contenga “z”, se convierte en c, formándose la
terminación ces. Ejemplos: felices de feliz, matices de matiz.
También se escriben con c las terminaciones de los diminutivos cito/a, cillo/a, cico/a, ecito/a, ecillo/
a, ecico/a, cecito/a, cecillo/a. Ejemplos: cochecito, silloncito, briboncico, trenecito, panecillo
Observación:
Existen algunas palabras cuyo diminutivo parece una excepción a la regla anterior, pero no es
así pues como terminan en s toman el sufijo diminutivo ito. Ejemplos: de ciprés – cipresito, de
japonés - japonesito, de Andrés - Andresito, de Inés – Inesita, de Jesús – Jesusito, de Luis – Luisito
El uso de la S2, se escribe con s en las sílabas tras, des y dis. Ejemplos: traspaso, destapar,
trastorno disparate. Se escriben con “s” la terminación sión de los sustantivos que se derivan de
adjetivos terminados en so, sor, sible y sivo.
También se escriben con s las terminaciones sivo y siva de los adjetivos. Ejemplos: televisivo,
decisivo, explosivo, compasiva.
Excepción: nocivo, que significa perjudicial.
Asimismo, se escriben con s las terminaciones “ense” y “és” de los gentilicios. Ejemplos:
duranguense, sinaloense, francés, cordobés, holandés. Los adjetivos en grado superlativo terminados
en ísimo se escriben con s. Ejemplo: altísimo, malísimo, facilísimo, rarísimo, grandísimo.
También se escriben con s las terminaciones “oso” y “osa” de los adjetivos. Ejemplo: bondadoso,
amorosa, honroso, oloroso, jugosa; y la terminación “ismo” de los nombres. Ejemplos: comunismo,
periodismo, altruismo, neologismo.
A veces al verbo se le agrega al final uno o más pronombres. Estos pronombres se llaman
enclíticos. Un pronombre enclítico importante es el pronombre se, que se escribe con s. Ejemplos:
mirose, lávese, dígaselo, cuéntaselo.
La terminación “ ista” de sustantivos o adjetivos se escriben con “s”. Ejemplos: dentista,
modista, vanguardista, guitarrista, futurista.
También se escribe con s la terminación ésimo/a de adjetivos y de sustantivos numerales.
Ejemplos: milésimo, pésimo, vigésimo, nonagésimo, quincuagésimo. Excepciones: décimo y todos sus
compuestos undécimo, decimocuarto, duodécimo, decimoquinto, etc.
El uso de la Z1, la letra z, se escriben con z los aumentativos y palabras con sentido ponderativo
o de alabanza terminadas en azo/ a. Ejemplos: jugadorazo, escritorazo, noviaza, actorazo, balazo.
Las palabras terminadas en –anza. Ejemplos: tardanza, lanza, crianza, adivinanza, desesperanza.
Excepciones: mansa, gansa, cansa, descansa.
La terminación “azo”, que significa “golpe”, también se escribe con z. Ejemplos: latigazo,
portazo, puñetazo, avionazo.
Observación: En algunos casos, la terminación azo no significa “golpe dado con...”, sino que
encierra la idea de rapidez o brevedad; por ejemplo, cuando decimos “voy a darme un regaderazo”,
no significa que me voy a dar un golpe con la regadera, sino un baño o ducha breve en la regadera;
asimismo, “un telefonazo” no significa un golpe dado con el teléfono, sino una llamada telefónica
rápida o breve.
Los sufijos zuelo/a y ezno/a que sirven para formar diminutivos y despectivos siempre se
escriben con z. Ejemplos: ladronzuela, reyezuelo, plazuela, osezno
Se escriben con z las terminaciones az, ez, iz, oz, uz, de los patronímicos (que son apellidos
derivados de nombres propios españoles). Ejemplos: Alcatraz, Velásquez, Muñoz, Ruiz.
Los sustantivos abstractos terminados en -ez y en –eza. Ejemplos: nitidez, ridiculez, extrañeza,
gentileza, naturaleza, timidez, bajeza, pereza, honradez. Las terminaciones -zuelo, -uzco. Ejemplos:
tozuelo, negruzco, ladronzuelo. Final, las palabras cuyo plural termina en –ces. Ejemplos: jueces
juez, cruces cruz. Las palabras terminadas en –aza, -azo. Ejemplos: codazo, manazo.
La terminación azgo de algunos sustantivos se escriben con z. Ejemplos: almirantazgo,
cacicazgo, mayorazgo, hallazgo, noviazgo.
Excepción: Rasgo.
Uso de la g1, La g es la octava letra del alfabeto español. Su nombre es “ge” y el plural “ges”.
Tiene dos sonidos: uno suave como en gato, guante, Gómez; y otro fuerte igual que el sonido de la
“j” como en girar, género, recoger, Gerardo.
Tiene sonido suave antes de cualquier letra excepto cuando precede la “e” de la “i” (ge, gi), pues
en este caso suena como “j”; por eso cuando queremos que tenga sonido suave antes de la “e” o de
la “i”, interponemos una u silente o muda entre la “g” y la “e” o entre la “g” y la “i” como en guerra,
guitarra, guía, llegue, entregue.
En realidad, esta letra constituye un problema sólo cuando su sonido es fuerte y hace que se
confunda con la “j”; y así tenemos palabras como exigir que presentan duda en cuanto a si se escriben
con “g” o con “j”, ya que su sonido es el mismo de ambos casos.
Se escriben con g las palabras que empiecen con germ o gest; o que lleven la partícula gest.
Ejemplos: germen, gestor, gestionar, gestudo, congestionar. También, Las palabras que lleven la raíz
latina “legi” o “legis”, cuyo significado es “ley”, se escribirán con g. Ejemplos: legislación,
legista, legítima.
Deberán escribirse con g las palabras que contengan las raíces grecolatinas gen, gene, que
significan “origen”, gens, gentis que significan “nación, linaje”; los derivados del participio latino
ogens = hacedor; las raíces griegas genos cuyo significado es “familia, origen” o genan que significa
“engendrar”. Ejemplos: genealogía, gente, generador, agente.
las palabras terminadas en gía. Ej: ginecología. Los sonidos gia, gio, gión. Ej: región. Las
palabras terminadas en gésimo. Ej: trigésimo. El sonido gen. Ej: gente, imagen. A excepción de:
avejentar, berenjena, ajeno. Las palabras terminadas en gente y gencia se escriben con g. Los sonidos
ge, gi, de los verbos cuyos infinitivos terminan en ger, gir. Ejemplos: recogemos de recoger, corregir,
dirigir. A excepción de: crujir, tejer.
Los compuestos y derivados de las palabras que se escriben con g. Ej: Ejemplos: general,
generalizado, generalmente. Las palabras que tienen las siguientes terminaciones: génico, genario,
geneo, -génico, genio, genito, gético, giénico, ginal, gineo, ginoso, gismo, gio, gión, gionario, gioso,
gírico, ógica ígena, ígeno, igero. A excepción de: espejismo. Las palabras que empiezan por in y
después de n o r. Ej: Ingerir, Ángel. A excepción de: injerta, canje, monje, tarjeta, extranjero.
El prefijo geo- de las palabras compuestas: geografía, geometría, geología, etc.; la terminación -
gen de los nombres: origen, margen, aborigen, etc.; las terminaciones -gélico, -genario, -géneo, -
génico, -genio, -génito, -gesimal, -gésimo, -gético y sus femeninos y plurales: angélico, sexagenario,
homogéneo, fotogénico, ingenio, primogénito, cuadragesimal, vigésimo, apologético.
Además, es preciso recordar que la g con la e y la i tiene sonido gutural fuerte (como en gente o
en gigante); para representar ese mismo sonido suave, se coloca una u muda entre la g y la e o
la i: guerra, guiso…; cuando esa u intermedia suena, se escribe con diéresis, como en pingüino.
Uso de la letra j1, la j es la undécima letra del abecedario español y su nombre es “jota”, siendo
el plural “jotas”. Su sonido es igual al de la g fuerte cuando ésta antecede la e o la i, tal como lo
vimos en las reglas anteriores; por lo tanto, sólo presenta dificultad ortográfica si precede a la e o a
la i, ya que en este caso ambas letras tienen sonido idéntico.
Se escriben con “j” Las palabras que tienen las siguientes combinaciones: aje, eje, ije, oje, uje. A
excepción de las conjugaciones de los verbos cuyos infinitivos terminan en ger, gir como: elegir,
coger, proteger. Y cuando después de dichas combinaciones siguen las consonantes l, n o s como:
flagelo, agente, digestivo.
Se escriben con j las palabras que comienzan con adj, eje y obj. Ejemplos: adjetivado, ejecución,
ejecutivo, objetar, adjetivar. Las flexiones de los verbos terminados en “decir” se escriben con j.
Ejemplos: de producir, produje de conducir; conduje de traducir; traduje de deducir deduje.
También se escriben con j las terminaciones “jero” y “jería”. Ejemplos: relojero, relojería, mensajería,
mensajero.
Excepción: Se exceptúa de la regla ligero.
Se escriben con j los sonidos “je” y “ji” que existan en las formas verbales cuyos infinitivos no
contengan g ni j. Ejemplos: de contraer, contraje; de atraer, atraje; de decir, dijera; de distraer,
distraje.
Se escriben con j2, las formas usted y ustedes del Modo Imperativo (proteja, protejan). Todas
las personas del tiempo presente del modo subjuntivo (dirija, dirijas, dirija, dirijamos, dirijáis, dirijan)
Las formas de los verbos terminados en jear. Ej: cojear. Las palabras terminadas en jería, jero,
jera. Ej.: Aprendizaje. A excepción de: protege, ligero. La terminación –jería. Gutural, es un sonido
creado o relacionado con la garganta. Deriva del latín gutturalis que tiene como raíz la palabra
'garganta'. Gutural se asocia a ruidos, gritos y cantos guturales. Ejemplo: conserjería, cerrajería, etc.
Los tiempos de los verbos cuyo infinitivo lleva esa letra: cruje de crujir o trabaja de trabajar; las
palabras derivadas de otras que llevan j: cajita de caja o herejía de hereje.
Usos lingüísticos2, recibe distintos nombres, según marque el final de un enunciado, un párrafo
o un texto: Si se escribe al final de un enunciado y a continuación, en el mismo renglón, se inicia
otro, se denomina punto y seguido, nombre más lógico y recomendable que el también usual de punto
seguido. Si el punto y seguido coincide con el final de una línea, se comienza a escribir en la siguiente
con el mismo margen, sin sangrado inicial. El punto y seguido es, pues, el que separa los enunciados
que integran un párrafo2.
Si se escribe al final de un párrafo y el enunciado siguiente inicia un párrafo nuevo, se
denomina punto y aparte, aunque en algunas zonas de América se dice punto aparte. La primera línea
de cada párrafo debe tener un margen mayor que el resto de las líneas que lo componen, es decir, ha
de quedar sangrada. Ejemplo: Estuvo rondando la casa varias horas, silbando claves privadas, hasta
que la proximidad del alba lo obligó a regresar2.
El punto y aparte es, pues, el que separa dos párrafos distintos, que suelen desarrollar, dentro
de la unidad del texto, ideas o contenidos diferentes. Si se escribe al final de un escrito o de una
división importante del texto, se denomina punto final. No es correcta la denominación punto y
final, creada por analogía de las correctas punto y seguido y punto y aparte2.
Se escribe punto detrás de las abreviaturas, con muy pocas excepciones. Actualmente las siglas
no llevan puntos entre las letras que las componen (OTAN). En combinación con otros signos, el
punto se escribirá siempre detrás de las comillas, los paréntesis y las rayas de cierre. No debe
escribirse punto tras los signos de cierre de interrogación o de exclamación, aunque con ellos termine
el enunciado. Solo debe escribirse punto si tras los signos de interrogación o de exclamación hay
paréntesis o comillas de cierre: Se puso a gritar como un loco (¡vaya genio que tiene el amigo!)2.
Si el punto de una abreviatura coincide con el punto de cierre del enunciado, solo debe
escribirse un punto, nunca dos: A la boda fueron todos sus parientes: tíos, primos, sobrinos, etc.
Fueron en total ciento veinte invitados. Nunca se escribe otro punto tras los puntos suspensivos
cuando estos cierran un enunciado: Le gusta todo tipo de cine: negro, histórico, de aventuras... Es un
cinéfilo empedernido2.
3.1.3. La coma (,)
Delimita unidades inferiores al enunciado; puede tener o no función distintiva. Pensemos
en: Su vida acabó lamentablemente frente a Su vida acabó, lamentablemente. Tras la coma, la norma
es escribir en minúscula, con unas pocas excepciones, por ejemplo, si se trata de un nombre propio3.
Signo de puntuación (,) que indica normalmente la existencia de una pausa breve dentro de un
enunciado. Se escribe pegada a la palabra o el signo que la precede y separada por un espacio de la
palabra o el signo que la sigue. No siempre su presencia responde a la necesidad de realizar una pausa
en la lectura y, viceversa, existen en la lectura pausas breves que no deben marcarse gráficamente
mediante comas2.
Aunque en algunos casos el usar la coma en un determinado lugar del enunciado puede
depender del gusto o de la intención de quien escribe, existen comas de presencia obligatoria en un
escrito para que este pueda ser correctamente leído e interpretado. A continuación, se exponen los
usos normativos de la coma2.
Los usos lingüísticos de la coma son2: Para delimitar incisos, deben utilizarse dos comas, una
al comienzo del inciso y otra al final. En este caso, la coma sí indica pausa y el inciso se lee en un
tono más grave que el del resto del enunciado. En aposiciones explicativas (Ejm: Cuando llegó
Alberto, el novio de mi hermana, todo se aclaró). En adjetivos explicativos pospuestos al sustantivo
u oraciones adjetivas explicativas. Expresiones u oraciones de carácter accesorio, sin vinculación
sintáctica con los elementos del enunciado en el que se insertan. Cualquier otra clase de comentario,
explicación o precisión sobre lo dicho.
Para separar o aislar elementos u oraciones dentro de un mismo enunciado. La coma separa
los elementos de una enumeración, siempre que estos no sean complejos y ya contengan comas en
su expresión, pues, en ese caso, se utiliza el punto y coma. Cuando la enumeración es completa o
exhaustiva, el último elemento va introducido por una conjunción (y, e, o, u, ni), delante de la cual
no debe escribirse coma. Si la enumeración es incompleta y se escogen solo algunos elementos
representativos, no se escribe conjunción alguna ante el último término, sino coma. La enumeración
puede cerrarse con etcétera (o su abreviatura etc.), con puntos suspensivos o, en usos expresivos,
simplemente con punto.
ahora no te hagas el remolón. Ante oraciones causales lógicas o explicativas, también llamadas «de
la enunciación»: Ha llovido, porque está el suelo mojado.
Se escribe coma para separar los dos términos de la construcción copulativa intensiva no
solo..., sino (también). Cuando se invierte el orden regular de las partes de un enunciado,
anteponiendo al verbo elementos que suelen ir pospuestos. Cuando otros complementos verbales
(directos, indirectos, complementos de régimen, etc.) anticipan su aparición, no debe escribirse coma
cuando la intención es destacar o enfatizar el elemento anticipado: Vergüenza debería darte; Muy
contento estás tú. Sin embargo, cuando el elemento anticipado simplemente expresa el tema del que
se va a decir algo, la coma es opcional: De dinero, no hablamos nunca / De dinero no hablamos
nunca; Carne, no suelo comer mucha / Carne no suelo comer mucha. En este último caso, la presencia
de la coma es más conveniente cuanto más largo es el fragmento anticipado: La costumbre de hacer
regalos a los niños cuando terminan las clases, nunca la hemos seguido en mi casa.
Se escribe coma detrás de determinados enlaces como esto es, es decir, a saber, pues bien,
ahora bien, en primer lugar, por un/otro lado, por una/otra parte, en fin, por último, además, con todo,
en tal caso, sin embargo, no obstante, por el contrario, en cambio y otros similares, así como detrás
de muchos adverbios o locuciones adverbiales que modifican a toda la oración y no solo a uno de
sus elementos, como efectivamente, generalmente, naturalmente, por regla general, etc.
Se escribe coma detrás de los complementos encabezados por locuciones preposicionales de
valor introductorio, del tipo en cuanto a, respecto de, con respecto a, en relación con, con referencia
a, a tenor de, etc.: En cuanto a ti, no quiero volver a verte. Se escribe coma delante de una palabra
que se acaba de mencionar cuando se repite para introducir una explicación sobre ella: Se compró la
mejor moto que había en el mercado, moto que, a los pocos meses, acabó olvidada y polvorienta en
el garaje. La palabra etcétera (o su abreviatura etc.) se separa con coma del resto del enunciado: «Los
bailes populares como la sardana, la jota, etcétera, estaban proscritos».
Se escriben entre comas los sobrenombres o seudónimos cuando se mencionan tras el nombre
verdadero. Es conveniente escribir entre comas la mención del autor cuando se pospone al título de
la obra: La escultura El pensador, de August Rodin, es la más conocida de su autor. Se separan
mediante coma el nombre de una colección y el número del volumen correspondiente: Biblioteca de
Autores Españoles, 24; Colección Melibea, 5. Se usa la coma para separar los componentes de un
nombre o expresión cuando, para integrarlos en una lista alfabética.
Para distinguir entre sentidos posibles de un mismo enunciado. Una misma secuencia de
palabras puede tener varios significados dependiendo de cómo esté puntuada: Me he vestido, como
me indicaron (me indicaron que me vistiera) / Me he vestido como me indicaron (me indicaron cómo
debía vestirme). El uso de la coma es incompatible con las conjunciones y, e, ni, o, u cuando este
signo se utiliza para separar elementos de una misma serie o miembros gramaticalmente equivalentes
dentro de un mismo enunciado.
En una relación compuesta de elementos complejos que se separan unos de otros por punto y
coma, delante de la conjunción que introduce el último de ellos se escribe una coma. Se escribe coma
delante de estas conjunciones cuando la secuencia que encabezan enlaza con todo el predicado
anterior, y no con el último de sus miembros coordinados: Pagó el traje, el bolso y los zapatos, y
salió de la tienda.
Cuando se enlazan miembros gramaticalmente equivalentes dentro de un mismo enunciado, si
el último de ellos es semánticamente heterogéneo con respecto a los anteriores (es decir, no introduce
un elemento perteneciente a la misma serie o enumeración), por indicar normalmente una conclusión
o una consecuencia, se escribe coma delante de la conjunción: Pintaron las paredes de la habitación,
cambiaron la disposición de los muebles, pusieron alfombras nuevas, y quedaron encantados con el
resultado.
Debe escribirse coma delante o detrás de cualquiera de estas conjunciones si inmediatamente
antes o después hay un inciso o cualquier otro elemento que deba ir aislado por comas del resto del
enunciado: Mi abuelo, que era un gran aficionado a la poesía, y el maestro del pueblo fundaron una
revista literaria; Puedes venir con nosotros o, por el contrario, quedarte en casa todo el día.
3.1.4. El punto y coma (;)
Al igual que la coma, delimita unidades inferiores al enunciado. Sin embargo, depende de la
longitud y de la complejidad de las secuencias que separa, así como de la presencia de otros signos
de puntuación. Por tanto, su uso está fuertemente vinculado al criterio de quien escribe. Tras el punto
y coma, la norma es comenzar a escribir en minúscula, exceptuando unos pocos casos3.
El punto y coma es, de todos los signos de puntuación, el que presenta un mayor grado de
subjetividad en su empleo, pues, en muchos casos, es posible optar, en su lugar, por otro signo de
puntuación, como el punto y seguido, los dos puntos o la coma; pero esto no significa que el punto y
coma sea un signo prescindible2.
Usos lingüísticos 2, para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de
expresiones complejas que incluyen comas, ejemplo: Cada grupo irá por un lado diferente: el
primero, por la izquierda; el segundo, por la derecha; el tercero, de frente. Para separar oraciones
sintácticamente independientes entre las que existe una estrecha relación semántica, ejemplo: Era
necesario que el hospital permaneciese abierto toda la noche; hubo que establecer turnos.
Se escribe punto y coma delante de conectores de sentido adversativo, concesivo o
consecutivo, como pero, más, aunque, sin embargo, por tanto, por consiguiente, etc., cuando las
oraciones que encabezan tienen cierta longitud: Los jugadores se entrenaron intensamente durante
todo el mes; sin embargo, los resultados no fueron los que el entrenador esperaba.
Si el período encabezado por la conjunción es corto, se usa la coma; y si tiene una extensión
considerable, es mejor utilizar el punto y seguido: Vendrá, pero tarde.
3.1.5. Los dos puntos (:)
Asimismo, cuando la reproducción de la cita queda incompleta por su parte final, es posible
escribir puntos suspensivos, sin paréntesis ni corchetes y sin blanco de separación con respecto al
texto que antecede, para indicar que el enunciado continúa más allá de la última palabra
reproducida: Al final de la obra, don Quijote pide «... un confesor que me confiese y un escribano
que haga mi testamento...», evidenciando la cordura que le asiste en sus últimos momentos.
Combinación con otros signos. Si los puntos suspensivos finalizan el enunciado, no debe
añadirse a ellos el punto de cierre (se escribirán solo tres puntos): Me encanta esta casa. Es hermoso
despertarse y ver el sol, los árboles, la luz en las ventanas... Creo que volveré el año que viene; pero
si los puntos suspensivos van detrás de una abreviatura, se suma a ellos el punto que la cierra, de
modo que se escribirán cuatro puntos en total, ejemplo: Algunas abreviaturas con tilde son pág., cód.,
admón....
Tras los puntos suspensivos sí pueden colocarse otros signos de puntuación, como la coma, el
punto y coma y los dos puntos, sin dejar entre ambos signos ningún espacio de separación: Cuando
decidas los colores, las telas, el tipo de mobiliario..., ven a verme y te haré el presupuesto. Los puntos
suspensivos se escriben delante de los signos de cierre de interrogación o de exclamación si el
enunciado interrogativo o exclamativo está incompleto: ¡Si te dije que...! Es inútil, nunca haces caso
a nadie; si está completo, los puntos suspensivos se escriben detrás, sin espacio de separación: ¿Me
habrá traído los libros?...
4. ACTIVIDADES Y EVALUACIÓN
Para evaluar el aprendizaje obtenido, es necesario el desarrollo de la siguiente evaluación
conceptual.
Actividad 1
Instrucciones: Lea detenidamente la presente guía, y de manera individual, desarrolla
la evaluación conceptual correspondiente a la segunda unidad didáctica. De igual
manera, es importante que realices un repaso de las cuatro guías de aprendizaje
trabajadas con anterioridad, se considerará las respuestas enmarcadas en el contenido de
las guías de aprendizaje desarrolladas. En cada una de las respuestas mantenga la honestidad y la ética que
caracteriza al futuro profesional de nuestra Universidad Nacional de Jaén.
Evaluación 1
Para la evaluación de la actividad 1, se considerará las respuestas de la evaluación conceptual y la
rúbrica para evaluar examen escrito.
Calificaci
Categoría 4 Muy bueno 3 Bueno 2 Regular 1 Malo ón
parcial
Durante la evaluación Durante la Durante la Durante la
los contenidos están evaluación los evaluación los evaluación los
bien organizados, contenidos están contenidos están contenidos no se
jerarquizados, bien organizados, organizados, encuentran
Organización sintetizados y jerarquizados, jerarquizados, organizados,
de la sistematizados en su sintetizados y sintetizados y tampoco
información totalidad. sistematizados en su sistematizados en jerarquizados, ni
disponible mayoría. más de la mitad sintetizados y
del contenido. sistematizados.
Hubo esfuerzo previo en Hubo esfuerzo Hubo esfuerzo No hubo
la redacción total de los previo en la gran previo en la esfuerzo previo
Planificación contenidos en función mayoría de la redacción de los en la redacción
de la respuesta: de los ejes redacción de los contenidos. Ha de los
preparación de fundamentales de la contenidos. Ha tenido en contenidos.
esquema, respuesta, teniendo en tenido en cuenta los cuenta Responde sin
conocimiento cuenta los límites. La límites, pero existen los límites, pero tener en cuenta
de los límites respuesta es completa, muy pocas existen varias los límites
de las sintética y sistemática. reiteraciones leves. lagunas o espaciales y
respuestas y La respuesta es reiteraciones temporales.
adecuación a acertada en la gran leves, en la Hay lagunas o
estos mayoría del mayoría del reiteraciones
contenido. contenido. evidentes como
consecuencia.
Reproduce Es capaz de Es capaz de Memoriza los
correctamente los reproducir los reproducir los conceptos y
conceptos, los ha conceptos conceptos teorías,
aprehendido respetando los respetando los reproduciendo al
comprensivamente en significados significados pie de la letra.
su totalidad, y los plantea originales, con datos originales, aunque No hay uso
mediante elementales y no hay datos que están adecuado de los
Uso de los procedimientos no presenta lagunas ausentes. conceptos,
conceptos de basados exclusivamente tampoco existen
modo apropiado en la memoria. La incoherencias. marcadas
formulación es incoherencias,
completa, sin errores ni lagunas, errores
lagunas, siendo fiel a los en la
significados de los formulación, etc.
autores.
Sabe contextualizar en Sabe contextualizar Contextualiza el Muy débilmente
Contextualizaci su totalidad el concepto el concepto en su concepto en su y de modo
ón de los en su marco, hasta el marco, aunque marco, hay incorrecto ubica
conceptos en su punto de realizar hay aspectos y datos aspectos y datos el concepto con
contexto reflexiones de la teoría que de la teoría que, demasiados
teórico y metodológicas y plantea de modo siendo errores,
metodológico epistemológicas como elemental y simple fundamentales, no incoherencias y
resultado del dominio de en la respuesta. están presentes en lagunas.
la teoría, e incluso del la respuesta.
contexto social e
histórico.
El lenguaje en su Las respuestas están Las respuestas No hay un uso
totalidad es claro, formuladas de modo están formuladas del lenguaje
conciso, correcto, rico claro y apropiado, de modo claro y académico
Uso de un en el ejercicio sin dificultades de apropiado, con apropiado
lenguaje expositivo y intelección, no se algunas (conciso
correcto y observan dificultades de preciso, etc.).
teóricamente apropiado.
apropiado: ambigüedades, pero intelección, se Hay dificultades
5. GLOSARIO
Términos
• Articulado: Que integra16.
• Complejidad: Hace referencia a algo que está constituido de diversos elementos que se
interrelacionan16.
• Fenómeno social: Hecho generado por el ser humano. Surge a partir del accionar consciente de una
persona o un grupo de individuos frente a un acontecimiento cotidiano17.
6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Asociación de Academias de la Lengua Española a (Asale) y la Real Academia Española
(RAE). (2010). Ortografía de la lengua española. 1era Edición. España: Espasa.