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Moquillo canino

Etiología
El virus del moquillo canino o distemper canino es un miembro del género Morvillivirus de la familia
Paramixoviridae, es pleomorfo, con partículas de 150 a 250 nm. Su genoma es de ARN lineal, ,
monocatenario y no segmentado, lo que impide toda oportunidad de reagrupamiento genético frecuente,
lo que da por resultado estabilidad antigénica. Este es un virus envuelto ya que está cubierto por una
envoltura de lipoproteínas derivada de la membrana celular.
El virus está compuesto por seis proteínas estructurales. Tres proteínas forman complejos con el ARN
viral, estas son: la nucleoproteína que forma la nucleocápside helicoidal y representa la proteína interna
principal y otras dos proteínas que son la fosfoproteína y polimerasa grande, que intervienen en la
actividad de la polimerasa viral que funciona en la transcripción y la replicación de ARN.
Las otras tres proteínas participan en la formación de la envoltura viral. Una proteína de matriz que
recubre a la nucleocápside, la glucoproteína más grande posee actividades de hemaglutinación y se
encarga del acoplamiento a la célula hospedadora y por último una glucoproteína que sirve de mediadora
de la fusión de la membrana y de actividades de hemolisina. El virus del moquillo canino posee proteínas
que le posibilitan integrarse a la membrana celular del huésped y hace que las células infectadas sean
susceptibles al daño por citólisis inmunomediada, así como, a inducir fusión celular.

Especies afectadas
Afecta principalmente a perros domésticos, pero también especies silvestres como el lobo, zorro, zorrino
y hurón.

Periodo de incubación
La infección inicia cuando se inhalan partículas virales exceptuando a los perro callejeros que están en
constante contacto con agentes infecciosos, en todos los demás perros el virus del moquillo entrará
pasivamente en contacto con el epitelio de la cavidad nasal, oral y la faringe en donde por efecto
mecánico y sin replicación previa llegará a los tejidos linfoides de la orofaringe y mediante la interacción
de su proteínas F y H se une al receptor denominado SLAM e infecta a las células del sistema inmune
como los macrófagos y células dendríticas, estas células infectadas transportan el virus por vía linfática a
las tonsilas, linfonodos retrofaríngeos y bronquiales en un periodo menor de 24 horas, en donde otras
células del sistema inmunitario que portan el receptor SLAM se infectan como son los linfocitos T
activados y los linfocitos B. En los siguientes tres días se incrementa la replicación viral en esos
linfonodos, sin transferencia a otros sitios linfoides. Pasados ya cuatro a cinco días la migración de
linfocitos infectados se traslada a otros tejidos linfoides y hemáticos en donde hay receptores SLAM lo
que permite la multiplicación viral en el timo, bazo, médula ósea, células de Kupffer, lamina propia del
estómago, placas de Peyer, tejido linfoide asociado a bronquios, tejido linfoide asociado a mucosas
conjuntivales, genitourinarias y nasales. En este periodo acontece la primera viremia, que se caracteriza
por ser plasmática, libre de células.

Signos clínicos
Inicialmente se podrá observar en el perro fiebre, anorexia, depresión, leucopenia y dificultad respiratoria
leve.
Posteriormente se podrán apreciar los siguientes signos:
 Signos cutáneos: dermatitis vesiculares o ulcerativas, así como hiperqueratosis
(engrosamiento de la piel por acumulación excesiva de queratina).
 Signos digestivos de tipo catarral: diarreas o disminución de la consistencia y color de las
heces.
 Signos nerviosos que dependen del área del SNC afectada y varían desde simples
temblores a un síndrome grave de convulsiones que puede conducir a la muerte.

Transmisión
Por las características de baja resistencia del virus a las condiciones del medio ambiente el mecanismo de
contagio se clasifica como de contacto directo entre el perro eliminador del virus con el perro susceptible,
eliminando prácticamente las opciones de contacto indirecto (fomités) o de contagio en el medio
ambiente, y esta se da mediante la inhalación de partículas virales suspendidas en el aire en forma de
aerosol o por contacto directo entre el perro infectado y el perro susceptible, a través de olfateo nariz a
nariz o nariz con secreciones.

Morbilidad y mortalidad
Aproximadamente solo el 10% de los perros que se infectan en zonas urbanas, se enferman, mientras que
en zonas rurales o en poblaciones ferales la morbilidad puede incrementarse hasta el 50% de los animales
infectados.
La tasa de mortalidad puede ir desde el 50% hasta el 80%.

Tratamiento
No existe un tratamiento específico, por lo que su tratamiento es sintomático y puede incluir fluido
terapia, antibióticos indicados para tratar infecciones bacterianas secundarias, antinflamatorios y
anticonvulsivos acompañados de un buen manejo hospitalario.
En caso de que se presenten convulsiones se debe utilizar Fenobarbital entre 2 a 5 mg/Kg cada 12 horas
por vía intravenosa, si se presenta un status epiléptico se debe ocupara dexametasona a dosis única, es
decir, 2,2 mg/Kg por vía intravenosa.

Referencias
Calzada. L, Vasquez. L. (s. f.). VanguardiaVet 2022. Recuperado 14 de octubre de 2022, de
https://www.vanguardiaveterinaria.com.mx/moquillo-canino-fisiopatologia
PortalVeterinaria. (s. f.). Recuperado 14 de octubre de 2022, de
https://www.portalveterinaria.com/animales-de-compania/articulos/24174/moquillo-
canino-neurologico.html
Universidad Complutense de Madrid. (s. f.). Moquillo canino. ucm,es. Recuperado 14 de octubre
de 2022, de https://www.ucm.es/data/cont/docs/1462-2017-10-19-DistemperT_es.pdf

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