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El microcrédito como política

social y como proyecto político


Grupo de Investigación en Antropología Política y Económica Regional
Confianza, participación y compromiso ffyl-uba
seanso-ica
en el Banco Popular de la Buena Fe Puan 480, 4 o piso, of. 463
(1406) Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Argentina
E-mail: grupo.giaper@gmail.com
Samanta Doudtchitzky y Adrián Koberwein El GIAPER esta integrado por Mauricio F. Boivin, Ana Rosato, Fernando A. Balbi,
Julieta Gaztañaga, Cecilia Ayerdi, Laura Ferrero, Julia Piñeiro, Adrián Koberwein,
Laura Prol y Samanta Doudtchitzky.
Publicación financiada con fondos de los proyectos F045 y SO43 de la Programación
Científica ubacyt 2008/2010, Secretaria de Ciencia y Ténica de la Universidad de Bue-
nos Aires.
La Serie ‘Antropología Política y Económica’ esta coordinada por Mauricio F. Boivin,
Ana Rosato, y Fernando A. Balbi.

ISBN: 978-987-1238-69-9
Primera edición Editorial Antropofagia, octubre de 2010.
www.eantropofagia.com.ar

Doudtchitzky, Samanta
El microcrédito como política social y como proyecto político : confianza, partici-
pación y compromiso en el Banco Popular de la Buena Fe / Samanta Doudtchitzky
y Adrián Koberwein. - 1a ed. - Buenos Aires : Antropofagia, 2010.
200 p. ; 23x16 cm.
ISBN 978-987-1238-68-2
1. Antropología Política. I. Koberwein, Adrián II. Título
CDD 306

Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723. No se permite la repro-


ducción total o parcial de este libro ni su almacenamiento ni transmisión
por cualquier medio sin la autorización de los editores.
6 El microcrédito como política social. . .

Índice El conocimiento personal, cómo ser un buen prestatario . . . . . . . . . . . 209

Los rituales del banquito y la actualización del compromiso con


Prólogo. Obligación moral y relaciones personales El Proyecto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235
en la producción social del ‘Estado’ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Fernando Alberto Balbi Bibliografía general ................................... 273

Microcrédito y relaciones personalizadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21


Adrián Koberwein y Samanta Doudtchitzky

Primera parte
Producción y circulación de valores en una política social
de microcréditos: el gusto por pagar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Samanta Doudtchitzky

Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35

La Otra Economía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43

Sobre cómo se piensa y vive el Banquito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63

Etnografía de un evento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97

Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133

Anexo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139

Segunda parte
Dar, recibir y devolver en una política social
de microcréditos: participación, compromiso y adhesión. . . . . . 145
Adrián Koberwein

Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149

Un banco microfinanciero y una política social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163

El ciclo de los créditos. Cómo crecer, para qué invertir . . . . . . . . . . . . 187

5
Agradecimientos
Gracias a Mauricio Boivin, Ana Rosato y Fernando Balbi que fueron, ya
hace bastante tiempo, mis docentes, y que ahora son mis maestros.
Gracias a Laura Ferrero, Julia Piñeiro y Julieta Gaztañaga, por ser el
cable a tierra en el campo y por ayudarme a manejar el temor al anthro-
pological blues.
Gracias a Samanta Doudtchitzky por compartir conmigo su experiencia
de investigación sobre microcréditos. Las charlas y discusiones con ella
ayudaron a dar forma a las primeras ideas.
Segunda parte Gracias a la gente del banquito: a Laura Stratta por su generosa dis-
posición y por facilitarme los primeros pasos en la inserción en el campo;
a María Stratta por su hospitalidad en Victoria; a Sebastián Larrosa y
a Carlos Ramos por aguantar mi curiosidad persistente y por la cálida
recepción en cada una de las visitas; a Marta Bizcaldi por hacerme un
Dar, recibir y lugar en las reuniones de Centro, a La Peti, a José, Inés, Betina, Leandro
y a todos los prestatarios y promotores del Banco Popular de la Buena
devolver en una política social de Fe en Victoria y Paraná.

microcréditos: participación, Adrián Koberwein

compromiso y adhesión.

Adrián Koberwein

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150 El microcrédito como política social. . .

la de entregar créditos en dinero con interés? A partir de estos interro-


Introducción gantes planteamos como objetivo analizar la producción, reproducción e
imposición de representaciones sociales y valores en el marco de la cons-
La presente investigación es producto de un análisis etnográfico de las trucción de políticas sociales. En particular, nos interesó indagar en las
relaciones sociales entre “beneficiarios” y “ejecutores” de un programa de formas en que se producía la obligación de devolver el dinero entregado
microcréditos formulado y gestionado en la Argentina por el Ministerio bajo la garantía grupal solidaria de la palabra empeñada.
de Desarrollo Social de la Nación: el Banco Popular de la Buena Fe, un La pregunta de partida fue qué tipo de relaciones sociales estaba ins-
banquito 1 (tal como es nombrado el programa en la jerga coloquial) que taurando un crédito con garantía de palabra enmarcado en el contexto
promueve la generación de trabajo en forma de autoempleo financiando de una política social. En términos jurídicos estábamos tratando con un
emprendimientos económicos por medio de préstamos que oscilan entre contrato, y nos preguntamos cómo es que se llegaba a un acuerdo entre
los 500 y los 1000 pesos con un interés 2 anual del 24%. Los microcréditos las partes. Es decir, cuáles eran las condiciones de posibilidad para que el
se devuelven en cuotas semanales durante seis meses. Están destinados a empeño de la palabra tuviera un valor como para instaurar una relación
los sectores más empobrecidos y se entregan bajo modalidad grupal con entre quien presta dinero y quien tiene la obligación de devolverlo. En tér-
garantía de palabra empeñada. Los montos otorgados hacen que, en com- minos del lenguaje de las políticas sociales, nos estábamos preguntando
paración con los créditos del mercado, éstos sean llamados microcréditos. cómo se determinaba a los beneficiarios de los créditos. Este interrogan-
Fundamentado en la Economía Social y Solidaria 3 como eje de la for- te surgió también ante la ausencia un procedimiento de definición de los
mulación e implementación, el banquito proclama ser una política par- beneficiarios que quedara formalmente explicitado en la “normativa” del
ticipativa fundada sobre los valores de la honestidad, la solidaridad, la programa.
confianza, el compromiso, el valor de la palabra y la disciplina. Adscribir Nos preguntamos, a su vez, y ampliando el mismo razonamiento, lo
a estos valores es condición para poder formar parte del banquito. Se- siguiente: una vez instaurado el contrato de la palabra empeñada, ¿cómo
gún afirman sus protagonistas, ya sean “beneficiarios” (quienes reciben el perdura en el tiempo? Es decir, ¿se cumplía efectivamente la norma de
crédito) o “ejecutores” (quienes lo entregan), el banquito es para todos responder por el otro si algún miembro del grupo no devolvía el dinero?
aquellos que tienen la capacidad de asumir un compromiso, de ser solida- Con ello apuntábamos a dilucidar qué significaba la garantía solidaria para
rios y honestos. En síntesis, hay que tener aptitudes, pues cada prestatario los protagonistas del Banco Popular de la Buena Fe. En definitiva, nos
es garante del otro, como miembro de un grupo solidario. Es decir, debe preguntamos cómo se determinaba el derecho a recibir y cómo se producía
responder por él ante una eventual mora en la cuota del crédito. la obligación de devolver. Considerando a su vez los valores promovidos
Ahora bien, ¿cómo se determina, en el contexto de una política social, por el programa, nos preguntamos qué rol jugaban estos valores en la
si una persona es (o no) honesta, solidaria y comprometida? ¿cómo se producción de las relaciones entre deudores y acreedores.
construyen estos valores en función de la particularidad de esta política, Centrándonos en la dimensión local de la implementación del Banco
Popular de la Buena Fe hemos tomado como unidades de análisis a las
1 La cursiva en el cuerpo del texto debe entenderse como una apropiación del discurso de nuestros relaciones sociales entre los llamados “ejecutores directos” y los “benefi-
interlocutores. La cursiva en párrafo aparte, como una trascripción de sus dichos tal como fueron
registrados. ciarios” en diferentes ámbitos y contextos del proceso de implementación.
2 Según un documento interno del programa, los intereses son para el auto sostenimiento del El análisis etnográfico nos reveló que la solidaridad es uno de los valores
sistema. centrales que imprimen la dinámica del otorgamiento y devolución de los
3 El término Economía Social “designa tanto una disciplina que pretende dar cuenta de todas
las dimensiones de la economía, incluida las sociales (. . .) como a una corriente de pensamiento créditos, proceso entendido por los actores en términos de una ruptura
de la primera mitad del siglo xix (. . .) atravesada por el debate de los “socialistas utópicos”. con el clientelismo y con formas neoliberales de asistencia social. Ahora
Asimismo comprende un campo de investigación más contemporáneo (con especial desarrollo
en Europa y Canadá) que enfatiza el análisis en un subsector de la economía integrado por
bien, la solidaridad no es el único valor promovido. Para mantenerse como
asociaciones cooperativas, asociaciones de voluntarios, empresas de carácter social, empresas beneficiarios del programa, los prestatarios deben demostrar a su vez que
mixtas, sindicatos y organizaciones con fines sociales” Merlinsky y Rofman (2004: 168)

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Introducción 151 152 El microcrédito como política social. . .

son honestos, confiables y se comprometen a través de la participación ga el Banco Popular de la Buena Fe posibilitarían la puesta en marcha de
en reuniones semanales durante los ocho meses que abarca la solicitud y emprendimientos económicos que generarían los ingresos suficientes como
devolución del crédito. La producción de estos valores implica relaciones para que los prestatarios puedan, en un futuro, acceder al crédito en el
de tipo personalizado entre beneficiarios y ejecutores, incidiendo estas re- mercado y dejar de depender del banquito como fuente de financiamien-
laciones en la permanencia o no de las personas como beneficiarias del to. En síntesis, el programa estaría garantizando el derecho al crédito y
programa. En este sentido, los prestatarios están a su vez obligados a promoviendo la inclusión de los pobres en la producción.
participar. El dinero para los microcréditos llega a las localidades a través de un
Al otorgar créditos y al ponderar los valores, el Banco Popular de la Bue- “circuito” que comienza en el Ministerio de Desarrollo de la Nación. El
na Fe es concebido como parte de una renovación de las políticas sociales Ministerio deposita las partidas a una cuenta especial manejada por una
que busca romper con el modelo asistencialista de la época neoliberal, mo- ong que oficia como Organización Provincial y que se encarga de coordi-
delo al cual se asocian, según quienes formularon este programa, prácticas nar el trabajo de las diferentes Organizaciones Locales. Los promotores,
deshonestas en el manejo de los recursos que derivaron en el clientelismo. tal como son nombrados por el programa los miembros de estas Organiza-
El dar un crédito es visto como algo que evitaría el clientelismo por varias ciones Locales, tienen la tarea de implementar el programa en los barrios.
razones. Es entregado por miembros de Organizaciones No Gubernamen- Es decir, entregan los créditos a los beneficiarios. En forma gráfica, esta
tales (en adelante ongs) que estarían por fuera de las redes clientelares; estructura puede representarse de la siguiente manera:
por la propia noción de crédito con interés; y porque los beneficiarios uti- cuadro ak 001
lizan el dinero para el trabajo: para un emprendimiento propio. Como Desde el punto de vista de la normativa del proceso de implementación,
decía uno de los miembros de una ong que entregaba microcréditos del la recepción y el uso del dinero son cuestiones que atañen a cada benefi-
Banco Popular, ciario. Es decir, son créditos destinadaos a personas en tanto individuos
(aunque más adelante veremos que esto es cierto sólo en parte). La entre-
la gente toma como un trabajo la oportunidad del banquito. Autode- ga del crédito también es individual. Los promotores entregan el dinero
sarrollarse no sólo para sí mismos, sino por los compañeros. Con esto en mano y personalmente a cada uno de los beneficiarios. Sin embargo,
te despegás del clientelismo. Además, acá nadie te regala nada, no es los créditos deben solicitarse en grupo. Esta modalidad de préstamos gru-
gratis. Y si el interés es un poco alto, es para que los que vienen atrás pales está relacionada con la garantía del crédito, que es de palabra. La
también puedan recibir. palabra empeñada implica un compromiso de solidaridad y confianza: si
alguno de los cinco prestatarios que conforman cada grupo no devuelve
Como componente del Plan Nacional de Desarrollo Local y Economía el dinero, el resto debe hacerse cargo de la deuda. A su vez, el dinero se
Social “Manos a la Obra”, el Banco Popular de la Buena Fe es una política entrega en forma escalonada: una vez que están aprobados los proyectos
social formulada y gestionada a nivel nacional, pero cuya implementación de emprendimiento de cada uno de los prestatarios, el propio grupo soli-
se encuentra orientada hacia la actividad de los Centros 4 del banco en dario determina el orden en el cual sus miembros irán recibiendo el dinero.
diferentes localidades del país. Uno de los objetivos del programa es el Mientras los primeros demuestren que son buenos pagadores, el resto va
de otorgar crédito a quienes no son sujetos de crédito en el mercado por recibiendo el crédito en forma sucesiva. Es por ello que, entendiendo al
no contar con las garantías prendarias necesarias para garantizar la de- proceso de otorgamiento de los créditos en los términos de un intercambio,
volución del dinero. Concebida en este sentido como un camino hacia la sostuvimos que más que dinero, el principal “objeto” del intercambio era
inclusión de los pobres en la producción, esta política social, como muchas el derecho a recibirlo. Lo que circulaba desde el banco hacia los prestata-
otras, está destinada a quienes carecen no sólo de recursos sino también de rios y entre los prestatarios era el derecho a recibir, siendo las condiciones
la posibilidad de hacer cumplir sus derechos. Los microcréditos que entre- del intercambio producidas, impuestas y controladas por el banco.
4 El Centro es el espacio en donde funciona el banco a nivel local. Puede haber un sólo Centro o
varios en cada localidad.
Introducción 153 154 El microcrédito como política social. . .

El préstamo no se aprueba en forma inmediata. Desde la solicitud hasta tá regulado, hay determinadas formas de invertirlo que son consideradas
el efectivo otorgamiento media un tiempo denominado jornadas de capaci- como deshonestas en el marco de la lógica del programa, pero que difícil-
tación en el cual los promotores evalúan la sustentabilidad de los proyectos mente lo serían en otros contextos. Ya sea para entregar el dinero, para
y capacitan a los solicitantes del crédito tanto en cuestiones relacionadas renovarlo o para conceder las sumas solicitadas en la renovación, el pro-
con el armado de los proyectos que deben presentar para obtener el cré- motor no sólo evalúa la rentabilidad o viabilidad de los proyectos, sino
dito, como en lo que refiere a las pautas culturales y valores del Banco también el comportamiento de los prestatarios en función de los valores
Popular de la Buena Fe: la honestidad, la confianza, la solidaridad, la mencionados. Alguien que falta seguido a las reuniones, por ejemplo, no
disciplina y el compromiso. Los promotores tienen la tarea de transmitir estaría comportándose según la disciplina del banquito y ello repercutirá
estos valores durante las jornadas de capacitación que duran aproximada- en su capacidad de negociación con el promotor, y en consecuencia en la
mente dos meses y adoptan la forma de reuniones semanales rotativas en aprobación del crédito.
las casas de lo solicitantes del crédito. Estas jornadas se realizan a su vez Al poner énfasis en la dimensión local de la implementación decidimos
para que los miembros del grupose conozcan entre sí y con los promotores centrarnos en las relaciones entre los “ejecutores directos” y los “beneficia-
para generar el vínculo solidario que sostiene la garantía del préstamo. rios” del programa. Mejor dicho, entre los promotores y los prestatarios,
Una vez aprobados los créditos y durante los seis meses de devolución, pues suponíamos que era dicha relación la que daba forma a los derechos
los prestatarios participan de reuniones semanales de Centro en las cuales y a las obligaciones. Prestatarios y promotores son quienes entran en re-
se realizan actividades que abarcan, por ejemplo, el pago y la contabilidad lación e interacción directa durante el proceso de implementación de esta
de las cuotas, el intercambio de experiencias respecto de la marcha de los política.
diferentes emprendimientos, reflexiones en torno a la experiencia de cada De acuerdo con Shore y Wright (1997), las políticas sociales son un
uno como prestatario o debates e intercambio de ideas respecto de las instrumento central de la organización de las sociedades contemporáneas
pautas culturales y los valores antes mencionados. pues moldean la forma en la cual las personas se constituyen como su-
Cuando el crédito ya se encuentra saldado, los prestatarios tienen la po- jetos. A través de las políticas sociales los individuos son categorizados
sibilidad de solicitar uno nuevo de importes mayores aún cuando el proyec- y clasificados en status y roles. En esta línea y teniendo en cuenta que
to original no hubiera resultado económicamente viable. Se les permite, en este programa tiene como objetivo que los beneficiarios dejen su condición
consecuencia, renovar tanto el crédito como el proyecto de emprendimien- de pobres y se transformen en emprendedores, consideramos el proceso
to. El monto de estos recréditos, tal como son denominados los sucesivos de otorgamiento de los créditos en términos de un proceso de transfor-
préstamos luego de que el primero haya sido saldado, es negociable en- mación 5. Los prestatarios se encontrarían, como diría V. Turner (1980),
tre el prestatario y el promotor. Luego de devolver el primer crédito que “entre lo uno y lo otro”: entre su condición de pobres y su condición
tiene como techo los 500 pesos, el prestatario puede renovar y “negociar” de emprendedores. En este sentido, serían transformados socialmente a
sumas mayores. Esta negociación depende de una diversidad de factores través de un proceso de reclasificación. Esta transformación conlleva la
relacionados con los valores y pautas culturales del banco. Para seguir imposición de determinados comportamientos, representaciones sociales
recibiendo dinero, los prestatarios tienen que demostrar que fueron, son y y valores como la honestidad, el compromiso, la solidaridad, la disciplina,
seguirán comportándose en forma honesta, solidara y comprometida para dimensiones constitutivas de lo que en términos de Marcel Mauss (1971,
con sus compañeros de grupo solidario y para con el banquito. [1924]) podría entenderse como la creación una “comunidad moral”. Sos-
Estas formas de comportamiento se encuentran “valorizadas”. En es- tuvimos, a su vez, que los beneficiarios de los créditos se ven envueltos en
te sentido hay, por ejemplo, usos honestos y deshonestos para el dinero una doble obligación: a) hacia el banco, la obligación de devolver el dine-
que poco tienen que ver con una moralidad abstracta y universal, sino
5 Aclaramos que se trata de una transformación de las clasificaciones, de las nominaciones. Si bien
con una moralidad construida en el marco de relaciones personalizadas por supuesto tiene “efectos” empíricos, e inciden en consecuencia en las relaciones sociales, estos
hacia el interior del Banco Popular. Debido a que el uso del dinero es- efectos no necesariamente observan una relación de correspondencia unívoca a la transformación
nominal.
Introducción 155 156 El microcrédito como política social. . .

ro, y b) hacia los miembros del grupo la obligación de recibirlo, pues la viremos de ellas sólo en parte. Consideramos que se trata, de categorías
persona que recibe está determinando el derecho del otro. Para clarificar que fueron creadas históricamente a lo largo del proceso de producción de
este último punto, supongamos que A, B y C son miembros de un grupo las políticas sociales 6. Utilizarlas sin reflexionar cómo dichas categorías
solidario de crédito. C sólo recibirá un crédito si A y B ya lo han recibido determinan el análisis y cómo se determinan mutuamente se torna pro-
anteriormente. Habiendo A y B demostrado su buena fe al banco, C recibe blemático. Por ello haremos referencia a ellas en sólo en tanto son usadas
el dinero. Esta dinámica lleva a que A y B estén obligados a recibir para en contextos significativos acotados y particulares. Cabe mencionar que
que C pueda hacerlo. para nuestro caso hay actores que no las usan ni se las plantean. Es más,
Sin embargo, mostraremos que el análisis de estas dos obligaciones, que la propia categoría de “política social” aparece sólo circunstancialmente
se desprenden como consecuencia de la aplicación de una metodología utilizada por los actores con los cuales hemos entrado en contacto. Salvo
adoptada por instituciones microfinancieras de diversa índole y no nece- algunos técnicos y funcionarios, pocos se refieren al banquito como una
sariamente enmarcadas como políticas sociales, explica sólo en parte las política social. Esta categoría aparece por supuesto en los manuales ope-
relaciones que se producen en el proceso de implementación del Banco rativos y en los documentos, pero no es relevante en otros contextos como
Popular de la Buena Fe. A estas dos se les suma una tercera: la obligación las actividades en el Centro o durante las jornadas de capacitación. En
de participar. consecuencia, nos servimos de estas categorías sólo en aquellos momentos
En síntesis, el derecho de recibir un crédito tiene como contrapartida en los cuales estamos describiendo contextos específicos en los cuales son
la obligación de participar. La participación, que es entendida por los usadas y producidas. Estos contextos son parte de una complejidad más
actores en términos del estar y no desaparecer, opera como el “principio amplia que no se agota ni comienza con dichas clasificaciones.
de legitimidad” (Douglas, 1996) que posibilita y permite la producción El Banco Popular de la Buena Fe responde a la lógica de las políticas
de “adhesión” (Palmeira, 2003) a una causa y a un proyecto de escala sociales, pero también a la lógica de las microfinanzas. Este programa de
nacional: el Proyecto Nacional y Popular. Es por ello que afirmamos que microcréditos se nutre de experiencias internacionales y adopta modalida-
se trata de una obligación que se construye a través de un lenguaje político, des microfinancieras ya probadas en otros lugares. La modalidad grupal
teniendo como punto de partida y fundamento inicial una relación de tipo con garantía de palabra a “personas de bajos recursos” es una modalidad
económica: entre deudores y acreedores. extendida en este tipo de créditos en varios países. Es por ello que, co-
En función de esta problemática, abordamos cuestiones específicas sobre mo programa de microcréditos, el Banco Popular de la Buena Fe toma
políticas sociales. Sin embargo, estas cuestiones se transforman en focos y propone como fuente de inspiración al economista bengalí Muhhamad
de una reflexión que no es sobre una política social sino que se realiza a Yunus, fundador del Banco Grameen de Bangladesh, uno de los bancos
través de ella. Ahora bien, existe un consenso en torno a que las políticas microfinancieros mundialmente más conocidos y considerado como el más
sociales observan un proceso que transcurre desde la construcción de una exitoso de todos los bancos de este tipo.
realidad como problema social, pasando luego por el diseño y la formu- La amplia extensión de las diversas experiencias con microcréditos y los
lación de políticas que intervendrían sobre el problema para revertirlo, informes difundidos mundialmente en cuanto a la supesta “efectividad” de
minimizar sus efectos o contenerlo, hasta la efectiva implementación, eva- estos programas hicieron que el microcrédito sea actualmente considerado
luación y reajuste de la plolítica. Este ciclo volvería a su punto inicial 6 Suriano (2004) nos muestra cómo desde 1870 en la Argentina el problema de la intervención
ante las eventuales reacomodaciones en la gestión o transformaciones de del Estado sobre la “cuestión social” implicaba conflictos y disputas en torno a la definición
la coyuntura social. misma de las “cuestiones sociales” sobre las cuales intervenir. En este sentido, y para la época,
la cuestión social “implicaba desplazar el Centro de atención desde (. . .) [la] salubridad e higiene
Si bien este tipo de perspectivas focaliza en los procesos, el uso que se le pública, aunque sin dejar de prestarle atención, hacia el riesgo y la inseguridad a la que estaban
da a las distinciones entre ‘gestión, ‘formulación’ e ‘implementación’ mu- sometidos los trabajadores” (op. cit.:10). Lo que queremos decir es que beneficiarios y ejecutores
de las políticas van a estar definidos en función de conflictos de este tipo en el presente y que
chas veces hace que en el análisis prime una de estas instancias quedando tienen una profunda penetración histórica en nuestra sociedad. Hoy en día estos conflictos en
oscuras las demás. Sin negar la importancia de estas distinciones, nos ser- torno a la definición de los problemas sociales y a la forma de intervención se expresan en
términos de las políticas neoliberales versus las nuevas políticas.
Introducción 157 158 El microcrédito como política social. . .

como una eficaz herramienta de lucha contra la pobreza. A tal punto llega herramienta. Debido a que la implementación del programa adopta una
esta consideración, que el año 2005 fue declarado “Año Internacional del modalidad de trabajo fundamentada en reuniones semanales entre benefi-
Microcrédito” por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas. ciarios y ejecutores, la observación participante se centró en la asistencia a
Además, en 2006 Muhammad Yunus fue acreedor del Premio Nobel de la las mismas. A su vez, participamos en ferias y encuentros de diversa índole
Paz por su labor en este campo. organizados por el programa. Por otra parte, y a raíz de la participación en
En la Argentina, las microfinanzas llevadas adelante por ongs tienen dichos espacios y de los contactos realizados, fueron generadas instancias
una existencia previa a su incorporación como política social. En este sen- de encuentro con los actores 8 del Banco Popular de la Buena Fe en diversos
tido, la relación entre microfinanzas y programas sociales del Estado no contextos: en los lugares de trabajo en los cuales funcionaba el emprendi-
fue “espontánea”, y tampoco es “necesaria”, sino que es plausible de ser miento por el cual solicitaban o habían solicitado el crédito, en la “sede”
rastreada en la historia reciente. Es por ello que proponemos encontrar la local del banco, en sus domicilios, o en cualquier otro contexto que los
especificidad de este programa en particular a través del análisis de la ar- propios actores referenciaran como relativo a su actividad en el banquito.
ticulación entre estos dos espacios sociales: el mundo de las microfinanzas Con la información obtenida en campo, recurrimos también a un análisis
y el de las políticas sociales. comparativo que tuvo como resultado la explicitación de las formas en que
Según Shore y Wright, se producían variantes en la implementación del programa Banco Popular
de la Buena Fe en dos localidades. Nos servimos además del análisis de di-
las políticas sociales son obviamente fenómenos políticos. Sin embargo, versos documentos producidos tanto por el Ministerio de Desarrollo como
es una característica que su naturaleza política sea disfrazada por un por “beneficiarios” y “ejecutores” del programa: El Manual de Trabajo
idioma objetivo, neutral, legal-racional a través del cual son retratadas. del Banco Popular de la Buena Fe, informes técnicos producidos a nivel
De esta forma, las políticas sociales aparentan ser meros instrumentos provincial y local, planillas usadas durante las jornadas de capacitación
para la promoción de la eficiencia y la efectividad. Este enmascara- para el armado de los proyectos de los prestatarios, etc.
miento de la política bajo la capa de la neutralidad es la clave del En el capítulo I realizamos lo que podríamos llamar un análisis de tipo
poder moderno 7 (op.cit: 8). etnográfico del “manual de trabajo del Banco Popular de la Buena Fe”.
Dicho manual fue confeccionado por el Ministerio de Desarrollo para que
En esta línea y en función de lo dicho hasta aquí, podríamos enten- sea utilizado como guía por los encargados de implementar los créditos a
der que el lenguaje o idioma de los créditos podría estar operando co- nivel local. El texto, de 22 páginas, “propone un método sencillo, práctico
mo la “máscara” que oculta la dimensión política. Sin embargo, mostra- y preciso, para la conformación y buen funcionamiento de los Bancos Po-
remos que ambos lenguajes son parte constitutiva de un mismo proce- pulares de la Buena Fe”. (p.1) Nos servimos del texto para dar cuenta de
so y que la supuesta relación legal-racional (nosotros preferiríamos decir la característica microfinanciera del programa, describiendo la metodolo-
jurídico-racional) de los microcréditos permite y es el fundamento de la gía sobre la cual basan los créditos y que es utilizada por instituciones
construcción de un lenguaje político que toma expresión pública y ritual microfinancieras en otros países. A su vez, focalizamos en cómo el manual
durante los Encuentros Nacionales y Provinciales que el programa orga- presenta los fundamentos del programa, sus objetivos, y cómo se plantea
niza. la necesidad de una política de este tipo. Es decir, prestamos atención al
*** texto en tanto expresión y producto de la formulación de esta política.
El trabajo de campo para esta investigación se desarrolló entre Junio de
2006 y Febrero de 2007 en dos localidades de la Provincia de Entre Ríos: 8 Cabe aclarar que los nombres personales que utilizamos en las descripciones etnográficas y en los
Victoria y Paraná. Hemos ponderando a la etnografía como fundamen- relatos de situaciones de campo son ficticios debido a que el foco del análisis son las relaciones
sociales, no las personas. Sin embargo, mantuvimos el nombre real cuando se hace referencia a
to metodológico recurriendo a la observación participante como principal personas, especialmente políticos y funcionarios, cuyas actividades y funciones en el ámbito en
el cual hemos realizado nuestra investigación demanda, para los actores involucrados en esos
7 Original en inglés, traducción propia. ámbitos, el conocimiento y reconocimiento público de su nombre más que el de su cargo.
Introducción 159 160 El microcrédito como política social. . .

Sin embargo, consideramos que este tipo de documentos no pueden ser elegimos para comparar se corresponden con equivalencias morfológicas
considerados separados de la implementación. Es por ello que hemos he- de las comunidades comparadas.
cho énfasis en el uso que se le da a este manual, relacionando su contenido Sin embargo, las correspondencias de escala en dichos términos quedan
con instancias específicas de dicho proceso. minimizadas siempre y cuando tengamos en claro que no comparamos
A partir del capítulo ii nos concentrarnos en las relaciones que se esta- realidades empíricas delimitadas. Lo que comparamos son descripciones
blecen entre quienes dan los créditos y quienes los reciben. Luego de una de comportamientos y prácticas de grupos y actores que ocupan posi-
referencia a cómo llegó el programa a la provincia en la cual hemos tra- ciones homólogas tanto estructurales como funcionales en los respectivos
bajado, mostramos las razones que prestatarios y promotores esgrimen espacios sociales en donde actúan (cf. Rosato y Quirós 2004), espacios ar-
para pedir y para otorgar un microcrédito respectivamente, mostrando ticulados, además, en un marco común de referencia: la puesta en práctica
que estas razones y sentidos no son necesariamente coincidentes y pue- de una misma política social. “Así, la comparación envuelve la identifica-
den presentarse como conflictivas. En este capítulo comenzamos a su vez a ción de dos formas como variantes de una misma, lo que implica construir
prestar atención a las relaciones que se crean entre promotores y prestata- una categoría abarcativa en la cual las dos formas puedan ser incluidas,
rios en el marco del proceso local de implementación de los microcréditos comparadas y contrastadas” (Barth, op. cit.:188). Los actores de ambos
para explorar cómo se determina el derecho a recibir y cómo se cons- espacios sociales construyen relaciones entre sí a lo largo del tiempo, un
truye la obligación de devolver el dinero atendiendo, específica aunque hecho que hace la comparación aún menos riesgosa. En forma regular,
no únicamente, al lugar que juegan los valores y pautas culturales, los entran en relación en encuentros provinciales, regionales y nacionales, es-
conocimientos y las capacidades en la construcción de estos derechos y pacios que están situados más allá de los límites físicos y cotidianos de
obligaciones sus respectivas “comunidades”, pero que son “parte de la construcción de
En el capítulo iii realizamos un análisis comparativo de la implemen- su mundo” (Barth, op. cit: 191).
tación del programa en las dos localidades en las cuales hemos realizado La comparación nos permitió problematizar la dimensión de “lo local”
trabajo de campo, focalizando en la interacción entre ejecutores y benefi- relativo a las políticas sociales, al mostrar que la “localidad” no es algo
ciarios. Ahora bien, una de las consideraciones de rigor refiere a si los casos dado o preexistente a ellas, sino producto de la forma que adoptan las
elegidos son efectivamente comparables. Esto que parece una obviedad, relaciones entre ejecutores y beneficiarios en el proceso de implementación.
no lo es, pues en los análisis de este tipo intervienen factores de no poca A lo largo de este proceso, la obligación de devolver el dinero se transforma
importancia que determinan el resultado final de la comparación. Uno de en una obligación de estar y de participar, derivando en una adhesión
estos determinantes está relacionado con los objetos de comparación que, política que toma estado público y ritual en los Encuentros Nacionales
tal como afirma Barth (2000b), hacen que el método comparativo en an- analizados en el capítulo iv. En dichos encuentros, los prestatarios que
tropología presente ciertas dificultades que hay que tener en cuenta: no presentaron su proyecto de emprendimiento para obtener el crédito son
tratamos con unidades comparativas u objetos delimitados y autoeviden- nominados como emprendedores de un proyecto nacional y popular.
tes como en otras ciencias. La construcción antropológica de un grupo, En síntesis, mostraremos como, visto en su conjunto y a lo largo del
una sociedad o una cultura “siempre fue una unidad (. . .) incómoda: la tiempo, el proceso de implementación, es decir, el proceso de otorgamien-
utilidad de tal tipo de construcción se tornó, de hecho, bastante cuestio- to y devolución de los créditos, puede entenderse en términos de una
nable” Barth, (op. cit.: 190). Otro de los determinantes es el problema transformación de los sujetos que va desde la categorización “prestatarios
de la escala: es habitual que en la verificación de la compatibilidad de los pobres” a “emprendedores en crecimiento”. Se trata, en definitiva, de un
casos comparados se tengan en cuenta consideraciones espaciales (territo- proceso de reclasificación y de retraducción. El lenguaje económico en el
riales) y demográficas. En este sentido, estaríamos únicamente autorizados cual se expresa la interacción inicial entre prestatarios y promotores, se
a comparar cuando los hechos etnográficos en las comunidades –caso que transforma con el tiempo en un lenguaje político que relaciona a los em-
prendedores con un proyecto de escala nacional, un Proyecto Nacional y
Introducción 161

Popular. En este sentido, los emprendedores que llevan adelante un pro-


yecto económico para salir de la pobreza se transforman en emprendedores
de un proyecto político.
164 El microcrédito como política social. . .

Garantizar la devolución, reducir el riesgo


Un banco microfinanciero
Si bien las microfinanzas llegan “algo más tarde” a nuestro país que a
y una política social otros, los microcréditos para los pobres no son nada nuevo. Según Nis-
sanke (2002), las microfinanzas son un “movimiento mundial” sostenido
En la primera parte de este capítulo mostramos cómo el programa se económicamente por una “comunidad de donantes privados” y por Orga-
inspira en una metodología microfinanciera ampliamente difundida que, nismos Multilaterales y Agencias de las Naciones Unidas como unicef 1
según varios autores, tiene su “origen” en el Banco Grameen de Bangla- y unesco 2.
desh, y analizamos cómo en el Manual de Trabajo del Banco Popular Una de las Instituciones Microfinancieras mundialmente más conocidas
de la Buena Fe quedan expreadas estas influencias. En la segunda parte es el Banco Grameen de Bangladesh fundado hacia fines de los años se-
del capítulo nos serviremos del manual para dar cuenta de la relación tenta por el economista bengalí Muhammad Yunus, quien recibiera, en
entre formulación e implementación del Banco Popular de la Buena Fe, el año 2006 el Premio Nobel de la Paz por su aporte a la lucha contra
explicitando cómo ‘lo formulado’ en el manual se pone en práctica en el la pobreza a través del Banco Grameen. Como hemos mencionado, este
contexto de la implementación. En la tercera parte nos concentramos en banco ha “exportado” su metodología para los microcréditos a muchos
cómo se presenta esta política, también en el texto del manual, como un países.
nuevo paradigma que posibilitaría la reconstrucción del país al plantear Para el caso argentino, previamente a su incorporación por parte del Es-
una nueva relación entre comunidad, Estado y Nación. tado como política social, la experiencia con microcréditos fue realizada
El Manual de Trabajo del Banco Popular de la Buena Fe es un docu- (y lo sigue siendo) por ongs que funcionan ya sea como réplicas del Ban-
mento redactado por el equipo técnico del Ministerio para los promoto- co Grameen de Bangladesh, o simplemente adoptando su metodología. El
res que se encargan de llevar adelante la implementación del programa Banco Popular de la Buena Fe nació en octubre de 2002 nutriéndose y
en los barrios. El manual es un “conjunto de propuestas y sugerencias siendo influenciado directamente por experiencias de este tipo. Las inicia-
pedagógico-didácticas” (p.2) para trabajar en la comunidad en la cual el tivas para incorporar a los microcréditos como política social comenzaron
banco funcionará. El texto tiene el propósito de “proponer un método durante un encuentro de Mujeres Empresarias de la Provincia de Buenos
sencillo, práctico y preciso, para la conformación y buen funcionamiento Aires organizado por feba 3 en la capital de dicha Provincia en septiem-
de los Bancos Populares de la Buena Fe”. (p.2) La interpretación de este bre de 2002. En ese encuentro, la Secretaría de Desarrollo Humano del
manual fue realizada casi finalizando la investigación, pues el texto en sí Ministerio de Desarrollo Social de la Nación conoce la experiencia de una
mismo no nos brindaba las claves para entender su relevancia en el pro- ong que trabajaba con microcréditos bajo la metodología Yunus desde
ceso de implementación. Fue recién cuando relacionamos “lo que dice” el el año 1999. A partir de allí se comienza a trabajar para incorporar los
manual con los datos producidos en el campo que pudimos interpretar el microcréditos como política social del Estado.
texto. La metodología del Banco Popular de la buena Fe se corresponde con la
La importancia de este texto es considerada por nosotros, en primer metodología del Banco Grameen de Bangladesh, hoy generalizada entre
lugar, por el hecho de que es utilizado como una herramienta de capacita- instituciones microfinancieras de todo el mundo 4. Fue desarrollada como
ción. Ante la inminente apertura de un Centro en una localidad, quienes
fueron seleccionados como promotores participan de un taller de tres días 1 Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
de duración en el cual son capacitados en todo lo que refiere a la imple- 2 Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
3 Federación Económica de la Provincia de Buenos Ares
mentación del programa y que el manual plasma por escrito. En segundo 4 Según Morduch (1999), la idea del Banco Grameen no proviene, como generalmente se sostiene,
lugar, el manual es usado como una herramienta para la implementación. de la academia ni de ideas que fueron desarrolladas en los países de altos ingresos y que luego se
En tercer lugar, el Manual nos muestra el “deber ser” de esta política expandieron por todo el globo. Parte de la inspiración se debe a la observación de cooperativas
de crédito en Bangladesh que, curiosamente, afirma el autor, tienen raíces europeas. Según Mor-
social. duch, “el modelo Grameen de préstamos grupales ha sido replicado en Bolivia, Chile, India,

163
Un banco microfinanciero y una política social 165 166 El microcrédito como política social. . .

una forma de superar uno de los principales “problemas” de las microfi- go a través de mecanismos “objetivos” como podrían serlo las garantías
nanzas para los más pobres: el de la devolución del dinero. En este sentido, prendarias, las diferentes formas de comprobar ingresos estables del pres-
un buen asesor de créditos diría que todo préstamo implica un riesgo, y tatario, o la existencia de un veraz y de una historia crediticia, todas ellas
aún más riesgo implica prestarle dinero a “los pobres”. Los programas de fuentes de información que se utilizan en las finanzas y microfinanzas “for-
microcrédito han desarrollado en consecuencia diversos mecanismos para males”. 6 Veamos más en detalle qué implica cada uno de estos mecanismos
garantizar la devolución, pues si el dinero no se devuelve, “el sistema no se y cómo se presentan en el Manual de Trabajo del Banco Popular de la
sustenta”. Una diversidad de autores, en su mayoría economistas, se han Buena Fe.
dedicado a formalizar y analizar estos mecanismos de reducción del riesgo El monitoreo entre pares implica que el control de la morosidad se
que en la bibliografía son también llamados “incentivos para la devolución transfiere a los prestatarios al hacer responsable al grupo por las deudas
o el pago”. individuales. El supuesto es que los miembros del grupo de prestatarios
En su conjunto, estos mecanismos refieren a una metodología. Conside- se presionarán entre sí para mantener las cuotas al día (cf. Stiglitz 2005).
ramos la necesidad de indagar en esta metodología y en los supuestos que En el “lenguaje” del manual, este mecanismo se expresa de la siguiente
la sustentan porque su explicitación es de vital importancia para com- manera:
prender el proceso de implementación del programa que aquí nos ocupa.
El riesgo de las instituciones microfinancieras se expresa a través de lo Para participar del Banco hay que “entrar” en grupo. Son las per-
que se denomina la tasa de retorno, que no es más que un porcentaje de sonas que conforman cada grupo y su relación las que constituyen
morosidad leído a la inversa. Es decir, un porcentaje de devolución. Por la garantía, la cual denominamos “solidaria”. No hay papeles para
ejemplo: si un banco microfinanciero tiene una tasa de retorno del 80%, respaldar el otorgamiento del crédito. Es la Palabra empeñada dada
tiene un 20% de morosos. Para mantener una tasa de retorno alta, las por grupo que sale como garante de cada uno de sus miembros. (p.3,
instituciones microfinancieras que entregan créditos grupales despliegan resaltado en el original)
una serie de mecanismos para garantizar de la mejor manera posible la
devolución del dinero. Como decíamos, estos mecanismos están en función Cada uno evalúa y aprueba el proyecto de los otros miembros y
de la minimización del riesgo que supondría prestar dinero a personas en garantiza el pago de su cuota. (p. 5)
situación de pobreza. Los mecanismos más generalizados para reducir el Se parte de la confianza en la persona y en sus saberes. Se confía en
riesgo de los microcréditos del tipo grupal y con garantía solidaria son los la construcción de la garantía solidaria (p. 5)
siguientes:
Se insistirá en la importancia de la sustentabilidad de los proyectos
a. La selección y el monitoreo entre pares. y la construcción de la garantía solidaria. ¿quién formó el grupo, cómo
b. La entrega escalonada del crédito. se conocieron, quiénes se conocen mucho y quienes poco? (p. 15)
c. La posibilidad de renovación con montos progresivamente mayores. Sólo cuando el grupo tiene todos los proyectos de sus integrantes
d. Un cronograma de pagos frecuentes. aprobados por sus compañeros y el promotor , y se ha logrado una
cohesión grupal y un clima de confianza, se está en condiciones de
Estos mecanismos “son adoptados por aquellas instituciones microfinan-
seguir avanzando. Es el momento de dar un nuevo paso. (p. 17)
cieras que operan en las microfinanzas ‘informales”’ 5 (Nissanke, 2002:5)
debido la imposibilidad de poder medir y en consecuencia reducir el ries-
6 Los conceptos “formal” e “informal” son aquí usados únicamente como términos descriptivos.
Malasia, Mali, las Filipinas, Sri Lanka, Tanzania, Tailandia, Vietnam y los Estados Unidos. Con “informal” queremos hacer referencia a que estos tipos de microcréditos no son reconocidos
Cuando Bill Clinton era todavía gobernador, Muhammad Yunus (. . .) fue llamado para organi- como “válidos” en el sistema financiero. Según el Informe final sobre microfinanzas en la Ar-
zar el Fondo de la Buena Fe en Arkansas, una de las primeras organizaciones de microcrédito gentina del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, aunque el bcra no considere la
en dicho país.” (op. cit.: 1574-5) garantía solidaria como válida, la mayor parte de las instituciones microfinancieras que operan
5 Original en inglés, traducción propia. en la Argentina las utiliza.
Un banco microfinanciero y una política social 167 168 El microcrédito como política social. . .

El valor de la Palabra y la confianza se cultivan permanentemente 1999). Stiglitz explica de la siguiente manera la puesta en práctica de este
(p.19) mecanismo para el Banco Grameen Bank de Bangladesh:

El manual insiste, como puede apreciarse en estas citas, en que si el


Hay fuertes incentivos para que se formen grupos con similares ca-
grupo es el garante, es necesario que entre los miembros se construya una
racterísticas de riesgo. Porque el grupo actúa como cooperativa, si
relación de solidaridad y de confianza. Doudtchitzky (2006) ha analizado
algún individuo es más propenso al default que otros, lo estarían sub-
cómo, para un Centro del Banco Popular de la Buena Fe de la Provincia de
sidiando. Cuando los grupos son idénticos [en términos de riesgo], no
Buenos Aires, la confianza es producida socialmente adquiriendo el estatus
hay subsidio (por lo menos en un sentido ex ante). Por supuesto aque-
de un “valor moral” cuya no observancia opera en diferentes niveles como
llos con altos riesgos de default quisieran unirse a grupos con riesgo
“sanción de prestigio” ante los incumplimientos de los prestatarios. En
de default bajo. La formación de grupos no aleatorios sucede cuando
sus palabras:
aquellos con menor riesgo de default reconocen su interés mutuo en
agruparse; entonces aquellos con menores riesgos entre los que quedan
Respecto de la producción de la confianza, hemos sugerido que existe se agrupan y el proceso continúa hasta que los individuos con el ries-
un ‘tiempo’ durante el cual ésta es producida y que, a su vez, existen go más alto son forzados a juntarse. Los aldeanos tienen una ventaja
dos momentos en este proceso de producción. El primero, remitido al adicional en cuanto a la información que manejan con relación a las
ámbito doméstico (de las reuniones de capacitación en las casas de instituciones de crédito formales no solo en el monitoreo, sino también
los prestatarios previas a la entrega del dinero) y, el segundo, relativo en la selección (. . .) Tener grupos que se forman por sí solos puede así
al ámbito de la vida de Centro en el cual la confianza adquiere una ser un ingrediente importante del éxito del Grameen (op. cit.: 197)
dimensión pública exigiendo, en tanto tal, una determinada observan-
cia. Sostenemos, por tanto, que la tan ansiada y perseguida tasa de Más allá de los supuestos que esto lleva consigo y que refieren a la idea
retorno podría medirse en términos de confianza. Un buen prestatario de que las personas se relacionan evaluando riesgos de la misma mane-
era aquel que confiaba y honraba la confianza en él depositada. En ra que lo haría el contador de un banco, no estamos en condiciones de
otras palabras, aquel que actuaba en conformidad con la regla moral confirmar que para el caso del Banco Popular de la Buena Fe exista una
(Durkheim, 1951). La confianza se manifiesta, pues, en la devolución preocupación por la “reducción del riesgo” en términos de este modelo.
del crédito en el tiempo y forma previstos y en el acatamiento y la Lo que sí podemos afirmar es que existe cierto recaudo puesto en la me-
observancia a los valores morales. (Doudtchitzky, op. cit. :122) todología en cuanto a la “libre asociación” de los miembros del grupo
solidario.
De esta forma, la confianza parecería ser el lenguaje que adopta el “con-
Por lo menos en Entre Ríos, el Banco Popular de la Buena Fe no per-
trol entre pares” para el Banco Popular de la Buena Fe.
mite que personas con relación de parentesco formen parte de un mismo
La selección entre pares refiere a la conformación de los grupos que
grupo. Esto sí implica una evaluación de riesgo, pero es una evaluación
quedaría bajo el criterio de los solicitantes del crédito. El supuesto de
atribuible al banco, no a un supuesto comportamiento de los prestatarios
este mecanismo es el siguiente: las personas que conforman el grupo so-
que llevaría, a través de quién sabe qué tipo de tendencias, a agrupar a
lidario, al ser “vecinos de una comunidad local”, tendrán mayor y mejor
los “menos riesgosos” entre sí forzando a los “más riesgosos” a formar sus
información del “riesgo” que implicaría asociarse entre sí para pedir un
propios grupos. En el Banco Popular de la Buena Fe, la prohibición de
crédito que aquella que el banco pueda obtener sobre el riesgo que impli-
que los grupos sean integrados por parientes está relacionada con la idea
caría prestarle a cada uno por separado. Es decir, si el monitoreo entre
de que las disputas o conflictos entre parientes son más graves y tienen
pares implica que el grupo es el garante, la selección entre pares llevaría a
mayores consecuencias que aquellas entre no parientes. Así lo expresaba
que las personas seleccionen a sus pares con menor “riesgo de morosidad”
quien se encargaba de gestionar el programa a nivel provincial:
para conformar el grupo de prestatarios. (cf. Stiglitz, 2005; cf. Morduch,
Un banco microfinanciero y una política social 169 170 El microcrédito como política social. . .

Nosotros no trabajamos con parientes para evitar el conflicto. Una Sin embargo, no es común en el Banco Popular de la Buena Fe que
vez, una prestataria [cuando no aceptamos a su cuñada en el grupo], los prestatarios incurran en moras durante el primer y segundo mes de
nos dijo: pero no somos nada, sólo cuñadas. Pero las relaciones entre devolución, de forma tal que es difícil de determinar el alcance de la
cuñadas son jodidas. Incluso si son amigos de antes y se pelean, se entrega escalonada como mecanismo de reducción del riesgo. O bien es un
acabó. Hay provincias que sí trabajan con parientes. Pero acá no. Así mecanismo muy efectivo o bien no incide en absoluto en “reducir el riesgo”.
trabajamos en Entre Ríos. Si no te va, andá a pedir el crédito a Santa Según esta lógica, más que producir el cumplimiento de la obligación de
Fe. devolver el dinero, lo que produce la entrega escalonada es una obligación
de recibir, pues la lógica lleva a que los últimos de esta “escalera” sólo
Según se expresa este mismo tema en la metodología del manual, reciban si los primeros lo han hecho y viceversa: que reciba el primero, es
determinante para que lo haga el último. De negarse, la solidaridad del
Los grupos se conforman a partir de la iniciativa de al menos uno grupo se rompería.
de los integrantes que es quién se pone en marcha para ir convocando La posibilidad de renovación y de obtención de montos progre-
a los demás (no pueden ser integrantes de su familia). En ningún caso sivamente mayores es entendida como un fuerte incentivo para cumplir
y por ninguna razón el ep [equipo promotor] sugerirá quiénes deben con la devolución del crédito (cf. Nissanke 2002). Para el Banco Popular
formar un grupo y qué les conviene presentar como proyecto. Esta es de la Buena Fe, esta posibilidad implica una promesa de sumas mayores
una premisa de base. Si no se respeta, todo el proyecto corre riesgos en el caso de “honrar” la deuda previa en tiempo y forma. En los capítulos
de derrumbarse. Se trata de asegurar siempre, en primer lugar, la ii y iii mostraremos que los términos que adquieren las “negociaciones”
palabra y el protagonismo del prestatario/a junto a la palabra y la al momento de renovar el crédito y las sumas de dinero, ponen en juego
participación del ep (p.14). la “trayectoria” del prestatario no sólo en función de si saldó la deuda
Vemos con estas referencias que lo que es llamado en la metodología previa, sino a su vez en función de cómo lo hizo: si concurrió a todas las
de las microfinanzas como “selección entre pares”, en la metodología del reuniones, si utilizó el dinero exclusivamente para el emprendimiento y no
Banco Popular de la Buena Fe es adoptado bajo un sentido distinto: que para otras cosas, si no mintió respecto de deudas que tenía por otro lado,
las personas elijan con quién agruparse está en función de asegurar su si realmente trabajó en su emprendimiento, etc. A su vez, la posibilidad
palabra y su protagonismo y no necesaria o exclusivamente en función de renovación opera como una promesa que se cumplirá si el prestatario
del cálculo de los “riesgos”. De esta forma, la concepción de una política asume los compromisos con el grupo solidario y con el banquito.
construida de abajo hacia arriba, tal como es conceptualizado el Banco Sin embargo, el manual no explicita cuáles son las condiciones para
Popular de la Buena Fe, queda expresada y condensada en este supuesto renovar los créditos. Esto se define y se realiza en el proceso de implemen-
mecanismo microfinanciero de “reducción del riesgo”. tación y en el marco de relaciones personalizadas entre los promotores y
La entrega escalonada es adoptada prácticamente en su forma ori- los prestatarios, relaciones “moldeadas” en función de las pautas cultu-
ginal, en su “forma Grameen”, y aparece expresada en el manual en los rales y los valores que promueve el banquito y que orientan la acción e
siguientes términos: interacción entre sus protagonistas.
El cronograma de pagos frecuentes es también entendido, según
Nissanke, como un “incentivo” para el pago. Debido a que se comienza
Los cinco (5) miembros del grupo no reciben al mismo tiempo el prés-
a devolver en cuotas semanales al poco tiempo de recibir crédito (en el
tamo. El otorgamiento es escalonado. Primero lo reciben dos miem-
Banco Popular de la Buena Fe a la semana siguiente o a las dos semanas),
bros, entre las 2 y las 4 semanas otros dos y entre las 2 y las 4 semanas
“las organizaciones de microcréditos se aseguran parte de la devolución
siguientes, el que resta. Esto siempre y cuando cada prestatario que
del préstamo en caso de que el proyecto fracase”. (2002: 5). Para el Banco
anteceda haya cumplido en tiempo y forma con el pago de las cuotas.
Popular de la Buena Fe, el “cronograma de pagos frecuente”, si bien no
(p. 14)
Un banco microfinanciero y una política social 171 172 El microcrédito como política social. . .

se expresa en estos términos, opera bajo la forma de reuniones semanales explicitados los pasos que hay que dar para construir al Banco Popular
a las cuales los prestatarios concurren a pagar las cuotas. Sin embargo, de la Buena Fe. Estos pasos llevarían, a través de la organización de la
no se trata simplemente de pagar, sino fundamentalmente de participar comunidad, a reconstruir tanto el rol del Estado así como el país en su
de la reunión. Estas reuniones semanales, que parecerían corresponderse conjunto.
con un “cronograma de pagos frecuentes” duran entre una hora y una
hora y media. Sin embargo, el pago de las cuotas se transforma en un
Cómo construir un banco popular.
acto subsidiario en comparación con otras actividades que se realizan en
la reunión y que ya hemos mencionado en la introducción y trataremos La primera referencia del texto a cómo se construye el banco interpela al
en detalle más adelante. lector a partir de la segunda persona del singular, ofreciéndonos de esta
Queremos destacar aquí especialmente el hecho de que esta metodología forma un primer indicio de que el proceso implica relaciones cara a cara:
para los microcréditos está inmersa en cuestiones más amplias que aquellas
que hacen al Banco Popular de la Buena Fe sólo un banco microfinanciero.
“Te presentamos el Manual del Banco Popular de la Buena Fe. El
Es significativo en este sentido que la palabra “riesgo” sólo aparezca dos
mismo tiene como finalidad brindarte una metodología para conformar
veces en el manual, y en el siguiente contexto. Una de las citas la hemos
los ‘bancos’ y un conjunto de sugerencias pedagógico-didácticas para
reproducido más arriba:
que los trabajes en la comunidad donde vas a desarrollarlo” (p.3)

“Por ninguna razón el ep [equipo promotor] sugerirá quiénes deben Una de las condiciones para ser promotor del banco es la de ser miembro
formar un grupo y qué les conviene presentar como proyecto. Esta de una organización comunitaria que tenga un trabajo previo y sostenido
es una premisa de base. Si no se respeta, todo el proyecto corre en la localidad a implementar el programa. Según el manual, la princi-
riesgos de derrumbarse. Se trata de asegurar siempre, en primer pal tarea de los promotores es construir la garantía de la palabra con la
lugar, la palabra y el protagonismo del prestatario/a junto a la palabra participación activa de los prestatarios. Es decir, sentar las bases para la
y la participación del ep”(p. 14, el subrayado es nuestro.) sustentabilidad de los proyectos a financiar y que el dinero y los intereses
correspondientes sean devueltos en tiempo y forma. Pero el texto con-
“El grupo debe aprender a conquistar un práctica de disciplina que le
templa que antes de que el banco comience a entregar créditos, una de
permitirá afrontar el desafío del crédito con menos riesgo. . . Los
las primeras actividades de los promotores debe ser la de salir a buscar a
pasos son firmes. . . no importa si algo lentos.”(p.15, el subrayado es
los posibles prestatarios y realizar una reunión de convocatoria. En dicha
nuestro.)
reunión, prosigue el manual, debe comunicarse qué es el banco y sus razo-
Colocamos estas dos citas aquí porque hasta ahora hemos explorado nes de ser. Es por ello que el primer apartado se titule, justamente, ¿Qué
ciertos elementos que hacen la dimensión microfinanciera del Banco Po- es el Banco popular de la Buena Fe? Allí se explica en forma detallada
pular de la Buena Fe. Sin embargo, de la lectura del manual en su totalidad cuál debe ser la dinámica de esta primera reunión: entre otras cosas, se
se infiere que el programa no se reduce a entregar créditos a los pobres recomienda que
“minimizando el riesgo financiero”, sino que refiere a un proyecto para
la construcción de un nuevo país y para la reconstrucción de la patria, “es muy importante la participación de los convocados. Abrir con pre-
un proyecto que comienza desde abajo y a partir de la puesta en funcio- guntas, animar la participación. Preparar el lugar con carteles, afiches,
namiento de los Centros del banco a nivel local. Es por ello que todo el creando un clima familiar (. . .), y preparar unos ricos mates”. (p. 13)
proceso es considerado com un desafío. A continuación, entonces, y para
comenzar a trazar los puentes y articulaciones entre lo micro-financiero En esta sección se explican a su vez los objetivos del Banco, como el de
y lo político-social, analizamos el manual en función de cómo quedan prestarle dinero a los más pobres. Sin embargo, más allá de las cuestiones
Un banco microfinanciero y una política social 173 174 El microcrédito como política social. . .

técnicas y los deberes de los promotores y los prestatarios, nos interesa por A partir de aquí podemos empezar a trazar las primeras relaciones pa-
el momento rescatar otras cuestiones del manual: aquellas que presentan ra mostrar la importancia que tiene para los protagonistas del banquito
al Banco Popular de la Buena fe como un proyecto más amplio que el de la idea de participación. Siguiendo el sentido de la metáfora de la cons-
entregar créditos. trucción, podemos firmar que los pilares disciplina y unidad se “apoyan”
El banquito es representado, entre otras formas, como una gran familia sobre el cimiento de la participación. En la “vida cotidiana” de los dis-
(cf. Doudtchitzky, 2006). El manual recurre entonces a la metáfora de la tintos banquitos locales, la disciplina en la asistencia a las reuniones es
construcción de una casa para explicar cómo se construye el banquito: utilizada como una medida de la participación. A su vez, la unidad sólo es
posible a través de la participación de todos los protagonistas del Banco
“Como cuando construimos una casa, antes de empezar la obra te- Popular de la Buena Fe y del cumplimiento de los compromisos asumidos.
nemos que saber qué tipo de casa queremos construir y qué materiales
vamos a necesitar. (. . .) Pero no se construye de cualquier manera. A favor de la disciplina, siempre propiciará que la palabra empeña-
Hay principios y valores que van a orientar el trabajo” (p.6) da se traduzca en compromiso y acción (desde la puntualidad en las
reuniones hasta los pagos de las cuotas) (p.20)
Toda casa necesita de cimientos sólidos, pues sobre ellos se realiza
toda la construcción. La construcción del Banco de la Buena Fe se Sin embargo, aún falta para que esta casa esté completa. “Para construir
basa en la concepción de la educación popular y emplea por lo tanto las paredes, normalmente se necesita cal, arena, cemento y ladrillos. Son
una metodología participativa, de reflexión sistemática de la práctica, los materiales imprescindibles. En el Banco Popular de la Buena Fe, estos
cuyo protagonista principal son las personas, cada uno con sus propios materiales son” (p.7):
saberes. (p.6)
El valor de la palabra empeñada
Lo que le da solidez al banco es, entonces, la participación de todos.
La responsabilidad compartida
Sin participación, el banco no puede construirse ni funcionar. En tanto
Honestidad
adopta una modalidad de trabajo en reuniones, “El Banco Popular de la
La confianza mutua
Buena Fe es una verdadera escuela de participación y promoción comuni-
taria.”(p.6) La mayoría de estas reuniones son semanales, pero hay épocas En estos materiales reside también, según el manual, la solidez del ban-
de reuniones diarias, y momentos de reunión de los banquitos de todo el co, una solidez definida en contraposición a las “reservas y la tenencia
país. No faltar a estas reuniones se transforma entonces en una consigna de cuantiosos capitales” (p.7) que dan solidez a los bancos del sistema
que los promotores del banco no se cansan de repetir en las diferentes financiero. Esta distinción entre los dos tipos de banco no se encuentra
instancias de la implementación. A tal punto se trata del cimiento del únicamente en el manual, sino que es su vez reexpresada en diversas ins-
banco, que muchas veces estas reuniones no se realizan si no están todos. tancias de la implementación en boca de los promotores y bajo la fórmula
Pero la construcción de la casa recién comienza. “Toda construcción de testimonios y experiencias personales de los prestatarios: yo nunca pu-
necesita los pilares sobre el cual fundamentar la estructura” (p.6). Estos de pedir un crédito, pero gracias al banquito lo conseguí.
pilares son: El techo, sostenido por las “vigas de la solidaridad, la dignidad y la
mística (. . .) es el gran reaseguro de todos. El techo del banco es pues
la “unidad de todos los que participan del proyecto; disciplina, para la economía solidaria, economía social o economía del trabajo.” (p.7) Las
cumplir con los compromisos y [con] la palabra empeñada; coraje para repetidas referencias a la economía solidaria están en función de marcar
enfrentar las dificultades; mujeres, [pues]la mayoría de las participan- una diferencia. Por un lado, con la “economía dominada por el capital
tes del sistema son mujeres.” (p.6). ([que] se caracteriza por la acumulación de ganancias)” y por otro lado,
con la “economía pública regida bajo la acumulación de poder político”.
Un banco microfinanciero y una política social 175 176 El microcrédito como política social. . .

(p.7). En cuanto al rechazo de la acumulación de ganancias, esta idea Además de rechazar la acumulación de ganancias característica de la
queda reforzada a través de un cuadro comparativo entre los bancos del economía del capital, el Banco Popular de la Buena Fe se diferencia a
sistema financiero y el Banco Popular de la Buena Fe. Reproducimos dicho sí mismo de la mencionada economía pública al rechazar las políticas
cuadro a continuación: sociales de tipo asistencialista. La economía del banquito es, en síntesis,
una economía solidaria. En este sentido, propone:
Banco del Sistema Financiero Banco Popular de la Buena Fe
Presta $ con interés para cubrir los gastos ope-
Presta $ con interés, con objetivo de lucro.
rativos del banco “Impulsar la Autonomía de cada persona a través de la promoción de
sus propias habilidades y saberes que generan trabajo digno, dejando
Garantía prendaria, hipotecaria, debo demos- Garantía solidaria. Cada uno evalúa y aprueba
trar solvencia económica, lo que tengo yo o una el proyecto de los otros miembros y garantiza de lado todo tipo de asistencialismo y dependencia. El proyecto, al
3 o persona. el pago de su cuota. estar llevado por los propios prestatarios/as, genera protagonismo en
Valor a los papeles .Requisitos legales Valor de la palabra empeñada
cada uno y en la comunidad en su conjunto”. (p.5) [Subrayado en
el original]
No se funde si no hay fuerte retorno “Si no hay retorno se funde todo”

Solvencia en la persona, en la palabra. La sol-


La solidaridad es la puerta de entrada a la casa: es uno de los fundamen-
Solvencia económica tos de la garantía de los préstamos. Finalmente, el tesoro de este banco /
vencia tiene que ver con lo sólido
casa es
El pueblo será el dueño. Con nombre apellido,
Socios. Accionistas en general invisibles
son visibles
“el de la vida digna para todos. En la caja fuerte se guarda la posibili-
Se otorgan préstamos con fines precisos para
Otorga préstamos sin importar el proyecto
concretar proyectos de trabajo. dad de todos de acceder a bienes y servicios, al trabajo, a la educación,
a la salud. En definitiva en ella se guardan los valores que permiten al
Se les da créditos sólo a quienes tienen suficien-
tes bienes para garantizar la devolución.
Reciben los más pobres. hombre dignificarse personal y comunitariamente y que merecen ser
celebrados, por ello en el banco es muy importante celebrar la vida, la
La capacitación es continua. Dos meses antes
No existe capacitación. Cada cliente se las arre-
de recibir el crédito y una vez por semana en la
caja fuerte guarda el sentido de la fiesta y la alegría de un pueblo que
gla con un contador para armar su presentación. no pierde la esperanza” (p.7)
vida de los Centros, una vez recibido el crédito

Se evalúa partiendo de la desconfianza. Se de- Se parte de la confianza en la persona y en Si bien el manual está escrito y pensado para que sea usado por los
ben tener las garantías suficientes y un plan de sus saberes. Se confía en la construcción de la
negocio a largo plazo garantía solidaria
promotores, hay un fuerte énfasis en que el banquito se construye entre
todos y tanto promotores como prestatarios son sus dueños. De allí que la
El control se ejerce con cada deudor en parti- El “control” es ejercido por los mismos inte-
cular. grantes del grupo y el Centro.
metáfora de la construcción de la casa quede plasmada no sólo por escrito
en el papel del manual, sino que muchas veces “baja” a las reuniones que
El Banco exige que el cliente se acerque a la su- El banco va a buscar a los prestatarios, se com- se realizan entre prestatarios y promotores. Una situación de campo nos
cursal. No conoce a los clientes ni genera víncu- promete personalmente con ellos y el contacto
lo con ellos. con ellos es continuo. permitirá ilustrar este punto.
Cuando volví por segunda vez a una de las localidades en las cuales
El funcionario trabaja en la oficina, leyendo pa- El promotor trabaja en el barrio, viendo cómo
peles. viven y trabajan las prestatarias
realicé trabajo de campo llegué temprano a la parroquia en cuyo salón
funcionaba uno de los tres Centros del banquito. Me encontré con dos
Las oficinas de los bancos son importantes. De- No posee oficinas. Funciona en el corazón de
ben dar seguridad los barrios unas horas en la semana
prestatarias y una promotora que estaban acomodando las sillas del sa-
lón para llevar a cabo la reunión semanal de Centro. Aún cuando yo les
Entramos solos. No importa la persona ni el había dicho un tiempo atrás que habría de volver porque mi trabajo en
El grupo y sus proyectos son el modo de entrar.
proyecto.
aquél entonces recién empezaba, se sorprendieron de verme y se alegraron
Un banco microfinanciero y una política social 177 178 El microcrédito como política social. . .

nuevamente por mi interés en el banquito. De reojo, mientras charlaba con


una de las prestatarias acerca de lo persistente que estaba la lluvia en los
últimos días, vi un afiche colgado en la pared cuyo contenido me resultaba
familiar a esta altura del trabajo de campo pues ya tenía un panorama
bastante amplio de cómo ‘funcionaba’ el banco como para interpretar su
contenido. Al notarme interesado en él, una de las prestatarias me dijo
que eran los pilares del banquito. El afiche me sorprendió, ya que se tra-
taba de la casa descrita en el manual. Una réplica casi perfecta, aunque
en forma de dibujo y no en forma de texto, de cómo construir la casa, de
cómo construir el banquito. Ver el contenido del afiche en Figura 1, tal
como lo copié de mi libreta de campo.

Figura 2

Cuando la promotora que coordinaba la actividad vio el jardín dibujado,


preguntó si la confianza iba ahí o iba en la casa. Va en los dos lados, le
contestaron, y quien había dibujado el jardín se levantó nuevamente para
colocar el pilar de la confianza escribiéndolo sobre el techo. Por fin, la
casa quedó terminada (ver Figura 3).

Figura 1

Esta casa había sido dibujada en la reunión previa con el aporte y las
ideas de todos los presentes, y la consigna para aquél día era completarla.
Mirándola detenidamente y desde mi punto de vista, no parecía faltarle
nada. Según mi memoria en ese momento, todo lo que el manual referen-
ciaba estaba allí.¿Qué es lo que falta? pregunté entonces. El jardín, me
dijeron. Hoy lo vamos a poner.
Una vez que la reunión había comenzado, y previa charla-debate de qué
es lo que iría en el jardín de la cual surgió que al dibujo de la casa la
faltaban los pilares alegría, fortaleza y confianza, una prestataria pasó al
frente y completó el dibujo. Una flor con pétalos en forma de corazones
sostenida por estas tres palabras, los tres pilares que faltaban. Ver Figura
Figura 3
2 para apreciar la modificación realizada en el afiche.
Un banco microfinanciero y una política social 179 180 El microcrédito como política social. . .

Ahora bien, una casa sin quien la habite, todavía no es una casa. ¿Quiénes La promoción de La fuerza, la energía, el impulsar los sueños de
son, entonces, sus moradores? En distintas secciones del manual aparecen transformación son también una tarea (. . .) para que el banco sea
referenciados como: realmente una herramienta para refundar el país. (p.19)

• Los excluidos. Refundar el país implica romper con el pasado, con los años de neolibe-
• Personas en situación de pobreza. ralismo, redefiniendo el rol del Estado y construyendo a su vez una idea
• Quienes necesitan apoyo para realizar su potencial: el trabajo. de Nación que acompañe esta ruptura.
• Los empobrecidos.
• Los sectores populares.
Un cambio de paradigma para refundar el país.
• Los más pobres.
• Los vecinos. Una marcada diferenciación con las políticas neoliberales atraviesa todo
• Quienes no tienen posibilidad de acceso al crédito el contenido del manual. En relación con ello, el Banco Popular de la
Buena Fe se posiciona en contra de dichas políticas, y a favor de revertir
El Banco Popular de la Buena Fe es para todos “ellos”. Es decir, las
sus efectos. El rol del estado es considerado a este respecto como crucial.
víctimas del sistema neoliberal de los últimos veinte años. Lo que no queda
explicitado en el texto es si para obtener un crédito una persona habría de
llevar consigo reunidas todas las características que aquí volcamos en la Constatamos que mas de 20 años de implementación de políticas
lista, o si con sólo una de ellas sería suficiente. Sin embargo, el objetivo del neoliberales en la región han provocado la generación y el aumento
manual en este aspecto es menos la definición burocrático – administrativa alarmante de excluidos del sistema. Sin embargo los excluidos y em-
de sus beneficiarios o destinatarios, y más la de explicitar la razón de ser, pobrecidos buscan otras formas de sustento de modo autónomo o con
la fundamentación de la “necesidad” de una política de este tipo. Por un el apoyo de una variedad de organizaciones sociales. Tratan así enfren-
lado, esta “necesidad” queda fundamentada en oposición a las políticas tarse con la falta de condiciones para realizar socialmente el potencial
neoliberales de los últimos 20 años que produjeron un “debilitamiento” productivo de su principal recurso: el trabajo. [resaltado en el origi-
de las relaciones entre el Estado y la gente. Es por ello que el manual nal] (p.4)
explicita claramente los objetivos del programa en este sentido: “Desde el Estado asumimos un rol indelegable en lo que respecta
a aliviar la pobreza extrema a través de distintas propuestas. Esta
Fortalecer el nuevo rol del Estado en su papel de fuerte mediador propuesta, entonces, desde las políticas de Estado, se inscribe en un
y coordinador de programas y acciones con incidencia en el ámbito nuevo marco político-conceptual, incorporándose al vasto mundo de
jurisdiccional del que es gobierno representativo. las estrategias que los sectores populares se dan para construir nuevas
alternativas de vida.” (p.4)
Promover una economía alternativa al modelo neoliberal que ha ge-
nerado exclusión y pobreza, en la que se prioriza a la persona con sus Como se desprende de la primera cita, este nuevo marco político-con-
saberes y habilidades con el fin que logre autosustentarse y generar ceptual hace alusión a un intento de suplir una falta provocada por un
ingresos para si y su familia. (p.4) modelo “anterior”, es decir, por las políticas neoliberales de los últimos
20 años.
Hacia la finalización del texto, aparecen estos mismos objetivos del ban-
La idea implícita en el texto es que con el Banco Popular de la Buena
co en términos de una transformación:
Fe el Estado “vuelve” a estar cerca de la gente, cerca de la comunidad.
Además, el Estado se adapta a una realidad preexistente: las estrategias
de los empobrecidos y excluidos que buscan, con el apoyo de las organiza-
Un banco microfinanciero y una política social 181 182 El microcrédito como política social. . .

ciones comunitarias, insertarse en el mundo del trabajo. El Estado de la


época neoliberal, visto como el responsable de la exclusión, el desempleo
y la pobreza, se transforma aquí en su contrario: al crear empleo, ayuda
a los excluidos y empobrecidos a mejorar su calidad de vida.
El Estado se fusiona, a su vez, con la Nación. Frente al Estado neolibe-
ral, el Banco Popular propone rescatar a la persona y a la familia como
dimensiones constitutivas de una comunidad que se proyecta desde la ca-
sa, el barrio y la localidad, ampliándose progresivamente hasta construir a
la nación en su conjunto desde abajo. Una cita textual de Juan Domingo
Perón en la contratapa del manual nos ejemplifica claramente el “espíritu”
de esta idea:

Figura 4
“Lo que caracteriza a las comunidades sanas y vigorosas es el grado
de sus individualidades y el sentido con que se disponen a engendrar
nes desde el suelo. Algunas mujeres con sus niños, algún hombre vestido
en lo colectivo. A este sentido de comunidad se llega desde abajo, no
de traje, todos con sonrisas dibujadas en sus caras participan mancomu-
desde arriba (. . .)Lo que puede devolver al hombre la actitud com-
nadamente de esta tarea colectiva. Incluso, como para no olvidarnos del
bativa es la fe en su misión, en lo individual, en lo familiar y en lo
Estado podríamos, tal vez, reconocer por la ropa a un agente de policía
colectivo. . . aparece en nosotros en su ordenación suprema: la comu-
entre la multitud (parado en el piso con tiradores en cruz y gorra). No
nidad organizada”
se distingue si lo que el supuesto policía sostiene en una de sus manos
Este “espíritu” se expresado también, como veremos en el capítulo iv, es una herramienta o un vaso con una bebida, pero de todas formas su
en los Encuentros Nacionales que reúnen a los banquitos locales de todo presencia es significativa. Incluso el hombre al cual hacíamos referencia
el país una o dos veces por año bajo el lema de que todos los protagonistas como vestido de traje (parado en los andamios de la izquierda, el segundo
de esta gran familia están trabajando mancomunadamente por la causa y contando de arriba hacia abajo), es plausible de ser interpretado como
el proyecto nacional y popular. En síntesis, la persona, la familia, el barrio, un cura. Si bien no queremos forzar nuestra interpretación y encontrar
la localidad, la provincia, a través del banquito, trabajan para construir en el dibujo aspectos que quisiéramos ver (como un policía o un cura),
un nuevo estado, para reconstruir la patria. no tenemos dudas de que aquí se encuentra representada una comunidad
Ilustra a esta idea la portada misma del manual. Se trata de un dibujo en relacionada directamente con la Nación Argentina. En este sentido, un
el cual un grupo numeroso de gente está, literalmente, construyendo una cura y un policía no desentonarían entre la multitud.
bandera argentina de proporciones “inmensas” en relación con el tamaño Esta metáfora de la comunidad implica el interjuego de tres dimensio-
de las personas dibujadas. nes mutuamente articuladas y condensadas. Es por ello que decimos que
En función de la lectura del manual interpretamos que lo que se observa se trata de un símbolo 7. Estas dimensiones son: 1. la comunidad unida
en este dibujo es una metáfora de la construcción de la Nación. Colocada a través del trabajo, y compartiendo valores comunes (los pilares y las
de forma vertical sobre uno de sus segmentos menores, no hay espacio de paredes de la casa, por ejemplo); 2.La Nación, claramente presente en la
la bandera que no esté siendo objeto de trabajo. Parados y colgados en gran bandera y como unacomunidad ampliada, y 3. el Estado que, de la
andamios estructurales y colgantes, hombres y mujeres, como si fueran mano de estas dos concepciones de comunidad y nación, sería objeto de
albañiles de un edificio en construcción, se encuentran pintando, llevando reforma bajo un nuevo marco político-conceptual. Justamente, el nuevo
y trayendo materiales; algunos subidos a escaleras, otros dando indicacio- 7 En términos de Leach (1978), se trata de un símbolo tipo icono. Es decir, aquel en el cual la
asociación entre la “entidad portadora del mensaje” y el “mensaje” es de semejanza planeada.
Un banco microfinanciero y una política social 183 184 El microcrédito como política social. . .

rol del estado es, según el manual, el de darle participación a la comuni- desarrollarse? Nosotros creemos que hay que dar pescado, hay que en-
dad en la construcción de la Nación. En este sentido, otro de los objetivos señar a pescar, y también hay que garantizar que haya peces en la
del Banco Popular de la Buena Fe es el de laguna. Esto es, el Estado tiene un rol central: hay que capacitar y
financiar el desarrollo económico. Y de la pobreza se sale con capital
Aportar una metodología de trabajo que promueva el fortalecimiento humano, capacitación, con capital social, redes, articulación, grupos,
del tejido social en las siguientes dimensiones relacionales: y con capital económico: financiamiento para los sectores pobres, para
el cual hay que tender redes, orientación y capacitación, [para que los
a. entre los sectores populares (destinatarios y protagonistas del pro- pobres]tengan crédito para dar un salto productivo. Éste es el núcleo
ceso) central, este es el núcleo central [repite]del eje de la política social y
b. entre los sectores populares y las organizaciones comunitarias par- supone, fuertemente, la necesidad de construir un cambio de paradig-
ticipantes ma.”
c. entre los sectores populares y el Estado
d. entre todos los actores involucrados de nuestra patria (dimensión Este cambio de paradigma se relaciona entonces con lo que el Estado
nacional), trabajar juntos por una “comunidad organizada”: una tiene pendiente: garantizar que haya peces en la laguna. De esta forma,
comunidad que sea artífice de su propia historia, con sus miembros el Estado ‘ofrece’ las posibilidades para salir de la pobreza.
participando organizada y activamente en la transformación social. Esta particular representación del Estado como algo que tiene agencia
(p.4) propia brinda a su vez la posibilidad para que el Estado pueda ser per-
sonificado en actores concretos. A quién se refiere el Ministro cuando se
El Estado es conceptualizado aquí no sólo en una posición de mediador pregunta “¿uno tiene que dar pescado o enseñar a pescar?” o cuando afir-
aportando al fortalecimiento de la comunidad en su conjunto en términos ma “Nosotros creemos que hay que hay que garantizar que haya peces
de una transformación social, sino que se está representado a su vez como en la laguna” ¿Se refiere a él y a su equipo? ¿Se refiere al gobierno? ¿Se
teniendo una ‘deuda’ con la gente. Al explicitar cuáles son sus deberes refiere al Estado como estructura burocrática? ¿o a los políticos y fun-
y obligaciones; –mediar y coordinar programas y acciones rechazando el cionarios que formulan las políticas sociales? La plasticidad y flexibilidad
asistencialismo y la dependencia–, el Banco Popular de la Buena Fe, en de estos sentidos, sin embargo, no erosiona la representación fundamental
tanto política social, es entendido como una de estas acciones que salda- que se encuentra aquí denotada: la del dar y el recibir 8. Es más, la forta-
rían una deuda pendiente: la generación de trabajo digno y la participa- lece como fundamento de las relaciones entre El Estado y la gente. Y este
ción de la gente en la construcción del país. Al estar ‘obligado’ para con la Estado con capacidad de agencia puede ser entonces transformado, según
gente (los excluidos, empobrecidos) el Estado se construye entonces como el contexto, en cualquier otro agente, sea éste definido en términos gene-
‘deudor’ y ‘dador’. rales como “el gobierno”, o personalizado, como veremos en otro capítulo,
Podemos reforzar esta idea haciendo referencia a las palabras pronun- en la propia Ministra de Desarrollo Social o en su hermano el Presiden-
ciadas por el Viceministro de Desarrollo de la Nación durante una confe- te. Un comentario realizado por una promotora de la ciudad de Victoria
rencia sobre microcréditos que ofreció en una universidad privada y que durante una charla que mantuve con ella puede ilustrar este punto:
hacen referencia al mismo tema: el nuevo rol del Estado y sus deberes y
obligaciones para con la Nación:
Muchas veces la gente no sabe lo que hace el gobierno, la plata que
esta poniendo. [Para uno de los Encuentros Nacionales]nos alojaron
“El paradigma clásico en política social discute si hay que dar pes-
cado o hay que enseñar a pescar.¿Uno tiene que dar pescado, tiene 8 Cabe aclarar que esta interpretación que realizamos no necesariamente entra en contradicción
que hacer asistencia, tiene que contener?(. . .)¿o hay que enseñar a con una de las históricas “funciones” del Estado, la redistribución. Sin embargo, ésta forma
no aparece en el lenguaje de los microcréditos, y en consecuencia no podemos incluirla en la
pescar, capacitar, fortalecer las capacidades para que la gente pueda explicitación de cómo se presenta el estado en la formulación de esta política en particular.
Un banco microfinanciero y una política social 185

en el Hotel Bauen por tres días. Yo no pagué nada, ni pasaje, ni co-


mida, nada. Nos dan la beca para promotores, pagan los encuentros,
la comida, el alojamiento.

En síntesis, el Estado se construye como dador y, como tratamos de


mostrar, esto en contraposición con el Estado neoliberal que excluyó. Ex-
cluyó del trabajo por ejemplo, pero también de la capacidad de soñar en
la transformación.
Ahora bien, todo esto adquirirá mayor sentido si lo relacionamos con la
forma y los significados que adoptan las relaciones sociales en el proceso
de implementación. Es por ello que, una vez que hemos explicitado cómo
se construye el Banco Popular de la Buena Fe desde el punto de vista del
“deber ser” que reflejan los documentos y discursos públicos, nos dedica-
remos a describir cómo funciona y, fundamentalmente, cómo promotores
y prestatarios entran en relación.
188 El microcrédito como política social. . .

los sujetos a partir de un lenguaje crediticio inicial que se transforma en


El ciclo de los créditos. un lenguaje político.
Cómo crecer, para qué invertir
El funcionamiento del banco a nivel local
En el presente capítulo describimos el proceso de implementación del pro- Cada banquito local tiene un rango de acción previamente definido. Los
grama a nivel local en función de lo que hemos dado en llamar “el ciclo de prestatarios no pueden provenir de más allá de límites territoriales fijados,
los créditos”. Este ciclo temporal se corresponde parcialmente con lo que pues deben tener un fácil y rápido acceso al Centro, el lugar de atención
se denomina la operatoria del programa. Tiene una duración de un año y del banquito. Este lugar puede ser la sede de la ong local, un salón pres-
puede dividirse en diferentes “fases” o “etapas”. La primera fase, que dura tado de una biblioteca popular, el salón de una parroquia, etc. Allí se
aproximadamente dos o tres semanas, se corresponde con la convocatoria. realizan los pagos de las cuotas que, junto con una diversidad de acti-
Es el período en el cual el banquito sale a buscar prestatarios y realiza vidades sociales, de todo tipo, constituyen la vida de ese Centro. Como
una primera reunión con los interesados en recibir un crédito. Allí se con- lugar y momento de devolución del dinero, las reuniones de Centro son
forman los grupos que van a participar de las jornadas de capacitación. también espacios para organizar rifas o bingos para quienes están atrasa-
Estas jornadas, que tienen una duración de dos meses, son la segunda dos en sus pagos, para festejar los cumpleaños de las prestatarias y, sobre
“fase” del ciclo, en la cual se arman los proyectos de emprendimiento de todo, intercambiar experiencias respecto de los emprendimientos, debatir
cada uno de los solicitantes del crédito. en torno a los valores y pautas culturales del banquito o charlar sobre
Una vez que los proyectos están listos para ponerse en práctica, los las últimas novedades del barrio con una buena provista de mate y tor-
miembros del grupo reciben el dinero. Cuando finalizan las jornadas de tas fritas. El banquito procura que las reuniones semanales de Centro, se
capacitación el grupo se ha constituido como grupo solidario, y sus miem- realicen siempre en el mismo lugar, el mismo día y a la misma hora. Pero
bros “ya están listos” para encarar su emprendimiento y comenzar a de- no cualquiera puede estar en estas reuniones. Para participar hay que ser
volver el dinero. Es decir, están listos para entrar en la siguiente “fase” prestatario, promotor o referente provincial.
como prestatarios del banquito: la vida de Centro. Abarca seis meses y Son prestatarios del banquito todas aquellas personas que tienen su
es el tiempo durante el cual los prestatarios devuelven el dinero y par- crédito aprobado y que participaron, previa e indefectiblemente, de las
ticipan en reuniones semanales llamadas reuniones de Centro. En estas jornadas de capacitación en las cuales se arman los proyectos presentados
reuniones se realizan diversas actividades referidas al banquito: se com- por cada uno. Los promotores son quienes acompañan a los prestatarios
parten experiencias respecto de la evolución de los emprendimientos, se durante todo el proceso de otorgamiento y devolución de los créditos:
realizan charlas, debates o juegos respecto de los valores. Participar de orientan en la constitución de los grupos, capacitan en la metodología
estas reuniones es obligación de todo prestatario, y se transforma en la del programa, aprueban los proyectos y cobran los reembolsos. Asimismo,
medida del compromiso que cada uno asume con el proyecto del banquito. son los responsables de transmitir y promover las pautas culturales y los
Mostraremos cómo el compromiso se transforma, a lo largo del tiempo, valores del programa. Todo esto se realiza bajo la coordinación y supervi-
en adhesión a una causa o proyecto a gran escala: un Proyecto Nacional sión del referente provincial, una figura que oficia de puente y articulación
y Popular. Durante los Encuentros Nacionales que se realizan hacia la entre el banquito local y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
finalización del año, quienes comenzaron el ciclo como prestatarios son El referente provincial, junto con otras dos personas de confianza, es
nominados y fundamentalmente interpelados en tanto emprendedores de quien tiene acceso y maneja la cuenta bancaria en la cual el Ministe-
una causa. rio deposita la partida de dinero destinada a la Provincia y que luego se
En síntesis, mostraremos cómo este “ciclo” que acabamos someramente transforma en microcréditos. Se necesitan las firmas de tres personas para
de describir, puede entenderse en tanto un proceso de reclasificación de mover el dinero o acceder a la cuenta. A veces son promotores de confian-

187
El ciclo de los créditos. Cómo crecer, para qué invertir 189 190 El microcrédito como política social. . .

za del referente provincial, otras veces es otro miembro de la Organización entonces dijimos ¿qué hacemos? ¡hagamos una ong! Y primero em-
Provincial pero que no participa directamente en el proceso de los crédi- pezamos a laburar sin nada, sin personería jurídica, hasta que nos
tos, como es para el caso de Caritas-Victoria en donde el cura párroco es contactó Marcela [la referente provincial] y nos hizo la propuesta del
uno de los firmantes de la cuenta bancaria. El referente provincial es a su banquito. Les dijimos que si y ahí nomás empezamos a hacer la per-
vez quien conforma los equipos promotores de las distintas ongs locales sonería jurídica.
que se constituyen en banquitos. Los lineamientos del programa prescri-
ben que el equipo promotor debe conformarse con gente que ya venga Ahora bien, una vez puesto en funcionamiento, la gente se entera de la
realizando trabajos comunitarios en los barrios. Para el caso de Victoria, existencia del banquito cada vez que se realiza una convocatoria a través
quienes se convirtieron en promotoras se desempeñaban como volunta- de diversas vías. Los medios de comunicación, volanteadas que organizan
rias de Caritas desde hacía varios años. A su vez, tenían vinculación con los promotores o de boca en boca. Sobre este tema un promotor de Paraná
una línea del Partido Justicialista local, partido que controla actualmente nos comentaba lo siguiente:
la intendencia, aunque al momento de escribir este trabajo la gente del
banquito pertenecía a una línea “no oficialista”. En realidad lo más importante es el boca en boca, el marketing
Para el caso de Paraná el equipo promotor está conformado por miem- directo. Es nuestra herramienta fundamental. Lo primero que se hace
bros de una ong con una inserción social fuerte en el barrio. Son jóvenes es la convocatoria en los diarios, los volantes y la tele. Después de esa
varones y mujeres que están cursando estudios universitarios. Algunos convocatoria, el boca en boca empieza a funcionar. ‘Che, me entere
fueron o son militantes en el partido justicialista, pero se apartaron de él de un banco que presta plata sin garantía. Después, la gente que ya
aunque sin romper completamente. Al respecto, un promotor nos comen- vivió el banquito, también. Esto es lo mas efectivo, porque ya hay
taba lo siguiente durante un encuentro que convocó a varios promotores casos concretos de éxito: está más fundamentado, y tiene un efecto
de todo el país: multiplicador.

La convocatoria concluye cuando finaliza la reunión del equipo local de


Con Mario nos conocemos desde hace tiempo. Él militaba en un lado, promotores con los interesados en recibir un crédito y con los curiosos
y yo en otro. Él estaba con el que perdió y yo con el que ganó (risas). que van a ver de qué se trata. En dicha reunión, el equipo de promotores
Pero un día nos dimos cuenta de que lo que hacíamos no servía para plantea en términos generales la propuesta y la dinámica de los créditos,
nada, nos sentimos usados. Después de tanto laburo nos mandaban a solicitando a quienes tomen la decisión de ser prestatarios que formen un
pegar carteles y repartir volantes, éramos como los che pibe, así que grupo de cinco personas y que vuelvan a la semana siguiente con un pro-
nos distanciamos. yecto de emprendimiento en mente que se trabajará durante las jornadas
de capacitación. Si alguna persona no puede juntar a los cinco, pero tiene
Una promotora de una localidad de la Provincia de Buenos Aires que
interés en recibir un crédito, los promotores se encargan de conectarla con
participaba en la charla intervino en ese momento afirmando que
otras personas que hayan quedado sin grupo. Durante la convocatoria se
explica lo que es considerado como lo más importante: no faltar, venir,
eso no es casualidad, yo también milité y me fui. Te voy a decir una porque tienen que hacer todo el proceso los cinco. Como veremos, este
cosa: todos los que estamos acá pasamos por el partido 1. Venimos es considerado como uno de los principios básicos y fundamentales del
todos de la militancia, y nos pasó lo mismo. No es casualidad. . . banquito: sin compromiso y sin la participación de todos el banquito se
Yo sigo militando, dice el promotor de Paraná, pero no como antes, cae.
que estaba siempre. Pero con Mario queríamos hacer algo, seguir, y En este sentido, la asistencia y también la puntualidad funcionan como
una medida del compromiso y la participación durante todo el ciclo de ca-
1 Se refiere al Partido Justicialista. Es de notar que ninguno de los dos mencionó que estábamos
hablando de ese partido en particular. Era un sobreentendido. pacitación, entrega y devolución de los créditos. Un promotor de Paraná,
El ciclo de los créditos. Cómo crecer, para qué invertir 191 192 El microcrédito como política social. . .

por ejemplo, nos comentaba que antes de las jornadas de capacitación, Entre Ríos. En este sentido, dependiendo del contexto, el término ban-
es decir, antes de comenzar con el proceso de armado de los proyectos, quito referirá al nivel local, al provincial o al nacional, pues los banquitos
hacemos que vengan dos martes. Si alguno falta el segundo martes, ya provinciales en su conjunto conforman y constituyen al Banco Popular
tenés un indicio de cómo puede ser el futuro de ese grupo. de la Buena Fe. Como veremos, durante los Encuentros Nacionales se
Ver Figura 5 para una representación gráfica de este ciclo. expresa este “continuo de agregación” en términos territoriales: desde la
localidad a las provincias y desde éstas al país y la nación en su conjunto.
Convocatoria Convocatoria Ahora bien, en términos de los protagonistas del banquito, este continuo
2-3 semanas (2)
de agregación se expresa en una diversidad de significados que aportan a
Jornadas de capacitación (2) la construcción de un sentido colectivo del crecimiento a varios e inter-
Vida de Centro para nuevos prestatarios
6 meses y para renovar créditos conectados niveles. A continuación describiremos cómo se construyen los
sentidos sobre el crecimiento, pues se trata a nuestro juicio de un aspecto
clave para la interpretación: en definitiva, a través de la categoría de creci-
miento los protagonistas del Banco Popular de la Buena Fe se representan
las relaciones sociales en las cuales se ven inmersos.
Jornadas de capacitación
2 meses
El crecimiento del banquito en Entre Ríos.
Encuentros Nacionales
3 días El nacimiento del banquito tanto a nivel nacional como en lo que refiere
a la provincia de Entre Ríos es relacionado por los propios actores con
Figura 5
la crisis. En la provincia, dicha crisis se asocia, en su dimensión política,
Este ciclo puede ser entendido también en términos de aquél proceso de con el pedido de juicio político por mal desempeño en sus funciones al
agregación que describimos al momento de analizar el manual. Allí par- entonces gobernador Montiel 2. En su dimensión económica, la crisis refiere
timos de la construcción de una casa y terminamos en la construcción la puesta en circulación de bonos devaluados en más de un 50% 3. Cuando
de la Nación.. Aquí, durante la primera etapa del ciclo, es decir duran- el programa llega a la provincia en julio de 2003, los “efectos” de esta
te la convocatoria, las personas concurren en tanto individuos. Una vez crisis se hacían sentir por ejemplo, en palabras de una prestataria, de la
que finaliza la convocatoria y comienzan las jornadas de capacitación, siguiente manera: yo tenía un local con mi marido. Vendíamos productos
las personas individuales se vuelven “personas agrupadas” que serán en- de limpieza, y en la época de los [bonos] federales nos fundimos. Pero
tendidas, luego las jornadas de capacitación, en tanto grupos solidarios gracias al banquito pudimos seguir adelante.
constituidos. Durante el transcurro de estas jornadas, cada grupo solida- A Entre Ríos el banco llegó el 17 de julio de 2003 de la mano de un
rio se reúne independientemente de los demás. Es recién cuando comienza legislador provincial relacionado personalmente con una funcionaria de la
la fase de vida de Centro y ya fueron entregados los créditos, cuando los Secretaría de Desarrollo Humano del Ministerio que tenía a cargo en ese
diferentes grupos solidarios entran en contacto entre sí. Por otra parte, y momento la puesta en marcha del banco a nivel nacional. Stratta, mili-
como punto cúlmine de este continuo de niveles de agregación, durante los 2 Períodos de Sergio Alberto Montiel como gobernador de Entre Ríos: 1983-1987 y 1999-2003
Encuentros Nacionales se reúnen los banquitos locales de todo el país. En 3 Los conflictos en torno al pedido de juicio político al entonces gobernador Montiel tuvieron lugar
estos Encuentros los grupos solidarios pierden entidad como tales y las hacia fines de 2002. Los “Bonos Federales” fueron puestos en circulación a partir de la sanción
de la ley 9359/2001 en septiembre de 2001, previamente a la devaluación Nacional. Dicha ley
“diferenciaciones” se construyen en torno a las localidades y provincias: autorizaba al Poder Ejecutivo de la provincia a emitir Letras de Tesorería para Cancelación
el banquito de Paraná y el banquito de Victoria, por ejemplo, junto con de Obligaciones hasta la suma total de cien millones de pesos. La puesta en circulación de los
Bonos es tenida en cuenta como el principal signo de la crisis que vivió la provincia en aquél
el resto de las localidades de la provincia, conformarían el banquito de período que arranca a fines de 2001.
El ciclo de los créditos. Cómo crecer, para qué invertir 193 194 El microcrédito como política social. . .

tante de muchos años con las personas que menos tienen, es considerado ganización en este nivel provincial encontramos generalmente a personas
como el padre e impulsor del banco en la provincia. Según las palabras con trayectoria política en el partido justicialista provincial. Se trata de
de aquella funcionaria que lo habría convocado, palabras que se repro- políticos que conocen la realidad de la provincia y conocen a las organiza-
ducen en un informe técnico 4 elevado por la Organización Provincial al ciones locales. Conocen a la gente. Cómo llega el banco a las localidades
Ministerio, depende de los contactos y la inserción que tenga el referente provincial
en las redes sociales, políticas e institucionales de la provincia.
pensamos más que en Entre Ríos, en Juan Carlos, porque lo que te- En muchos casos los referentes provinciales son autoridades eclesiásti-
níamos en claro era que se trataba de encontrar referentes confiables cas o curas responsables de parroquias que trabajan en la acción social
que se entusiasmaran con la propuesta, que tuvieran clara la dimen- y que articulan sus actividades con el gobierno. Caritas, debido a sus
sión política que tenía, (. . .) y que conocieran a otras organizaciones posibilidades institucionales y a su fuerte inserción territorial en todo el
y referentes locales país, funciona muchas veces como la Organización Provincial y Local 6 al
mismo tiempo.
La funcionaria consideraba fundamental apostar al proyecto en un mo- En Entre Ríos, la Organización Provincial al momento de comenzar con
mento tan crítico y de tanta incertidumbre. En otra sección del mismo la investigación era el Instituto de Estudios Municipales y Legislativos
informe se expresa cómo el nacimiento del banquito se relaciona directa- de Entre Ríos que contaba con miembros que participaban de la vida
mente con la crisis del 2001-2002: política provincial. En la ciudad de Victoria, la Organización Local era
Caritas Parroquial, y en la ciudad de Paraná, una asociación civil formada
“Nuestra provincia comenzaba a transitar la peor crisis de su his- por jóvenes universitarios dedicada a llevar adelante proyectos sociales de
toria: colapsa la salud, la educación, y la provincia es inundada por diverso tipo.
Bonos Federales (. . .). Se pagan con atraso los sueldos y en bonos que Luego de un año de funcionamiento en la provincia, la propuesta ya
estaban devaluados en un 50%. (. . .) Dice una prestataria: ‘en épo- estaba consolidada como para realizar una nueva convocatoria a más or-
ca pasada con el advenimiento del Federal, en que nuestra provincia ganizaciones. Así refleja esto el informe mencionado anteriormente:
pasó un momento crucial, mi pequeño comercio se fundió totalmente,
como le pasó a mucha gente conocida. . . Entre tanto llegó como una “La primera capacitación de la segunda operatoria del Banco Popu-
bendición el banco del pueblo 5” lar de la Buena Fe en la provincia de Entre Ríos se llevó a cabo en
la ciudad de Victoria los días 9, 10 y 11 de diciembre de 2004. (. . .)
En la Provincia de Entre Ríos, al momento de empezar esta investi- En dicho encuentro había organizaciones (. . .) que ya venían desarro-
gación, el Banco Popular de la Buena Fe se implementaba en La Paz, llando este proyecto en sus respectivas localidades desde el año 2003,
Victoria, Paraná, Nogoyá, Bovril y Concordia. El trabajo de campo se razón por la cual habían experimentado la metodología en la práctica
realizó en Paraná, la capital de la Provincia, y en Victoria, cabecera del y se conocían entre los promotores e integrantes de las Organizaciones
departamento homónimo. Cuáles son las ciudades “adecuadas” para im- Locales, ya que habían compartido capacitaciones y encuentros tanto
plementar el programa dependerá de la Organización Provincial a quien el
Ministerio delega la responsabilidad de encontrar organizaciones locales 6 Institucionalmente, Caritas está organizada de la siguiente manera: Caritas Parroquiales:
confiables y que se comprometan con la propuesta. Al frente de la or- las 3371 parroquias, capillas y centros misionales coordinan en todo el país la tarea de Caritas
en su ámbito local. Caritas Diocesanas: articulan y coordinan la tarea de las Caritas parro-
4 Luego de cada operatoria, la organización Provincial eleva un informe técnico al Ministerio quiales y llevan adelante programas y proyectos de asistencia y promoción a nivel diocesano
sobre el desarrollo del programa durante ese tiempo. Una operatoria abarca todo el proceso de y regional. Caritas Nacional: Apoya la acción de las Caritas diocesanas articulando y coordi-
entrega y devolución de los créditos, y para el caso de que se trate de la primera puesta en nando recursos, programas y esfuerzos mediante el acompañamiento, la asistencia técnica, la
práctica del programa en una localidad, abarca también el proceso de convocatoria a las ongs capacitación y el monitoreo de sus equipos de trabajo. Fuente: www.caritas.org.ar Estos tres
y la selección y capacitación de los promotores. niveles institucionales permiten que Caritas pueda oficiar como Organización Local y Provincial
5 En Victoria, uno de los tres Centros es llamado “Banco del Pueblo”. al mismo tiempo.
El ciclo de los créditos. Cómo crecer, para qué invertir 195 196 El microcrédito como política social. . .

provinciales como el Encuentro Nacional en Tandil. Pero como la idea dirigiéndose a ella. Después del proyecto de reventa de ropa, Juana pidió
era seguir creciendo, habíamos convocado a cuatro nuevas organiza- un recrédito para dedicarse a las artesanías. También vendió bastante,
ciones”. pero no ganó mucho. En su emprendimiento actual, a partir de su tercer
crédito, Juana se embarcó en la cría de conejos, algo que está llevando
Esta idea de crecimiento es constantemente referenciada por muchos
adelante no sin dificultades pues se le están muriendo muchos animales.
protagonistas del banquito y es generalmente asociada con la superación
El relato de María es uno de tantos relatos sobre crecimiento perso-
de los temores y las incertidumbres.
nal que circulan de boca en boca entre los prestatarios y promotores del
Al igual que cualquier persona, el banquito también vivió momentos
banco, a veces llegando a aparecer en la prensa local o incluso en alguna
de dificultades. Pero se sobrepuso, y al día de hoy se dice que está en
entrevista radial. Así como el banquito crece, las personas que participan
constante crecimiento, como muchos de sus prestatarios y prestatarias.
de él también. Este crecimiento puede estar expresado en términos del éxi-
María, por ejemplo, una de las primeras prestatarias del banquito de Pa-
to del emprendimiento, pero también en términos personales a través de la
raná, solicitó el crédito para poner en funcionamiento un emprendimiento
referencia al hecho de que el banquito te cambia la vida. Perder la vergüen-
de panadería. Contaba con varias máquinas que consiguió a préstamo de
za, por ejemplo, funciona entonces como evidencia de este cambio. Aún
un familiar cuya panadería habría cerrado y tenía además un lugar en
cuando sucesivos emprendimientos “fracasen” en términos estrictamente
su casa para usarlo como espacio de trabajo. Disponía de una camioneta
económicos como podría interpretarse el caso de Juana, este crecimiento
que estaba “ociosa”, pues el marido se había quedado sin su trabajo de
es traducido en términos personales, generalmente bajo la fórmula de la
repartidor. Se le ocurrió entonces responder a la convocatoria hecha por
amistad: yo ya terminé de pagar el crédito, pero sigo yendo igual a tomar
una ong que ofrecía dinero sin garantías. Su idea era comprar la materia
mate con las amigas que hice en el banquito.
prima, y así comenzar a producir galletas malteadas y pre-pizzas para
De esta forma, ciertas experiencias se transforman en relatos ejempli-
repartirlas entre los contactos que su esposo había generado trabajando
ficadores que circulan no sólo entre quienes están en proceso de solicitar
para una importante empresa alimenticia. Con los quinientos pesos del
un crédito, sino que a su vez llegan por distintos medios a las instancias
crédito arregló un espacio en el galpón de su casa, trajo las máquinas –un
de la organización provincial y nacional como un elemento más que ali-
horno, una sobadora, una mezcladora y una mesa de trabajo–, compró al-
menta lo “evidente”: el banquito está funcionando bien porque crece. El
go de materia prima y puso el emprendimiento en marcha. Sin embargo,
crecimiento, tanto económico como en términos personales, es traducido
según ella, no fue el dinero lo que más la ayudó a encarar su empresa,
a medida que estos relatos circulan en diferentes ámbitos en términos del
sino un cambio de tipo personal: al principio yo tenía vergüenza de salir
éxito que tiene el banquito en todos los niveles.
a vender, pero después me animé. El banquito me ayudó a perder la ver-
Vivencias como las relatadas por María y por Juana fueron incluidas en
güenza. No sé por qué tenía vergüenza, creo que porque yo siempre me
lo que fue denominado la sistematización de las prácticas que fue encarada
sentía inferior a los demás, y ahora cambié. El banquito me hizo cambiar.
durante el 2006 y que llevó todo un año de trabajo. Consistió en armar la
Durante nuestra charla con María en su casa, estaba también Juana,
historia del banquito desde distintos ángulos: el crecimiento institucional,
que es otra de las primeras mujeres que recibieron un crédito del banqui-
la expansión territorial, los números del aumento de créditos entregados,
to. A diferencia de María, ella no contaba con una infraestructura previa
las experiencias y vivencias personales de promotores y prestatarios, etc.
para su emprendimiento. Llevaba ya tres créditos en su haber que había
Se recolectaron recortes de prensa, fotos, informes técnicos, relatos de
devuelto en tiempo y forma renovando, junto con los préstamos, también
prestatarios, tipo de emprendimientos financiados, etc., acumulándose un
los proyectos. Primero tuve reventa de ropa. Ese fue cortito, nos comen-
corpus de información que provino de los banquitos locales de todo el país
taba. Me fui a Buenos Aires, compré ropa y la revendía acá. María, su
y que luego fue sintetizada en un a línea de tiempo: la línea de la vida del
compañera del grupo solidario nos comentó por qué fue cortito ese pro-
banquito. Hay varias versiones de esta línea de la vida. Hay versiones del
yecto: Juana vendió todo y vendió muy rápido. Vendiste muy barato, por
banquito a nivel nacional, hay versiones de los banquitos provinciales y
eso te sacaron las remeras de las manos, y no ganaste nada, afirmó luego
El ciclo de los créditos. Cómo crecer, para qué invertir 197 198 El microcrédito como política social. . .

de los banquitos locales. Todas ellas tienen un punto en común: reflejan Antes del 2007 Desde principios del 2007
el crecimiento. Para entregar créditos $ 10.000 $ 13.000

Ahora bien, esta línea de la vida “comienza” en las personas que confor- Gastos operativos $ 1.000 $ 2.000
Becas para promotores $ 4.000 $ 15.000
man los diferentes grupos solidarios. Una de las primeras actividades que
Total $ 15.000 $ 30.000
se realizan durante las jornadas de capacitación es el de trabajar sobre
la línea de la vida de las personas. Se trata de una actividad en la cual
cada uno de los miembros del grupo, incluido el promotor a cargo de las Como el crecimiento es relativo a buen funcionamiento del programa, esta
reuniones, escribe en una hoja en blanco los siete hechos más importantes relación, en el lenguaje de las cifras, se expresa en términos de la tasa de
de su vida. Luego estos escritos son leídos en voz alta y así comienza un retorno. Es decir, del porcentaje de devolución de los distintos banquitos.
intercambio de experiencias y reflexiones en torno a la vida y experien- Este cálculo se realiza por cada localidad así como por cada provincia y
cias personales de cada miembro del grupo con el objeto de comenzar también a nivel nacional. En este sentido, técnicos, políticos, promotores
un proceso de conocimiento personal que consolidará la garantía de la y prestatarios, en sus respectivos espacios de acción e influencia, se ven
palabra. inmersos en una lógica que obliga a mantener la tasa de retorno requeri-
Con el tiempo, estas líneas de la vida personales se funden en la línea de da por el Ministerio: para mantener a su vez las partidas presupuestarias,
la vida del banquito. El ejercicio mencionado se realiza una vez durante la para cumplir con las rendiciones de cuentas, para recibir el dinero del
primera reunión, pero línea de la vida se extiende simbólicamente desde las Ministerio para nuevos créditos con celeridad y sin mayores inconvenien-
personas del grupo de crédito hasta abarcar al Banco Popular de la Buena tes, para que las becas a los promotores lleguen en tiempo y forma, para
Fe en su conjunto, que también tiene su propia línea de la vida. A su vez, poder renovar los réditos, etc. Sin embargo, en el devenir cotidiano del
existen banquitos locales más jóvenes y más viejos, con más experiencia y banquito, sólo unos pocos conocen cuál es el porcentaje prescrito. Aun-
con menos experiencia. Notemos también que el primer fondo que recibe que en realidad, en la cotidianeidad no tiene demasiada importancia. Lo
un banquito se llama fondo semilla. Estas metáforas vitales aparecen una importante es identificar qué es lo que efectiva o potencialmente puede
y otra vez en todas las actividades del programa alimentando los relatos poner en riesgo el crecimiento.
sobre el crecimiento. El lenguaje cotidiano del banquito no es el lenguaje de las cifras. En los
Éstos relatos incluyen, junto con las experiencias acumuladas, referen- niveles de la interacción entre los que dan y los que reciben el dinero, las
cias a los “números”. Así, en las entrevistas y charlas que tuve con los reflexiones en torno al crecimiento, al buen funcionamiento del programa
promotores y con el referente provincial, era frecuente el uso de cifras pa- y al mantenimiento o cumplimiento de la tasa de retorno, tres aspectos
ra dar cuenta de este crecimiento. En una de las charlas, los “números” en estrechamente vinculados entre sí al punto que pueden considerarse como
cuestión reflejaban el aumento de las partidas asignadas por el Ministerio sinónimos, se expresan en función de los valores.
de Desarrollo para el funcionamiento del programa. Sobre la base de la Es alrededor de estos valores que se construye a su vez la idea de que
información obtenida en estas entrevistas realizamos el siguiente cuadro. el banquito es de todos, y por ello es que hay que defenderlo de quienes
Se trata de las partidas y las asignaciones prescritas por el Ministerio para podrían perjudicarlo: de la gente deshonesta, no solidaria, que no se com-
la Provincia de Entre Ríos. promete, que no participa y desaparece sin devolver el dinero. En este
El ítem becas para promotores está estipulado pues cada uno de ellos sentido, el banquito sólo crece si se lo defiende; si cada prestatario, cada
recibe, durante 10 meses, una beca renovable por el trabajo que realiza. promotor se siente parte de ese todos a quien el banquito pertenece.
Actualmente es de 300 pesos. Antes del 2007 era de 100 pesos. De esta En síntesis, este crecimiento es construido en términos de lo que hemos
forma, la cantidad de dinero entregado por el Ministerio es considerado dado en llamar “metáforas vitales”. Estas metáforas del crecimiento im-
como otro indicador del crecimiento. plican un interjuego y una articulación entre la dimensión personal y la
dimensión “institucional”, acompañando este continuo de agregación que
El ciclo de los créditos. Cómo crecer, para qué invertir 199 200 El microcrédito como política social. . .

va “fusionando” a las personas en un colectivo de gran escala. En este pesos le permitieron a María comprar materia prima, preparar un espacio
sentido, si las personas crecen, el programa crece. Las metáforas vitales como lugar de trabajo, ponerle gasoil a la camioneta y salir a vender.
se referirán, según el contexto, a diferentes niveles de agregación. Es sig- Otro ejemplo es el de Paula que, aunque conocía el banquito desde hacía
nificativo que la primera partida que reciben los banquitos locales para la más de dos años pues era amiga de varias prestatarias y de una de las
implementación del programa se denomine fondo semilla. Las reuniones promotoras del banquito en la localidad, recién pidió un crédito cuando
y actividades que se realizan durante la etapa de devolución de los créditos se le cayó el plan Jefes y Jefas de Hogar 7:
es referenciada como vida de Centro. Además, cada persona “entra” al
banquito compartiendo, durante la primera jornada de capacitación, su Graciela [la promotora], siempre me insistió que pusiera un kiosco,
línea de la vida. Se trata de la primera actividad que se realiza durante que era conveniente porque vivo en frente de la escuela, y que la librería
las jornadas de capacitación y que implica que cada solicitante del crédito también se iba a vender bien, y me convenció. Yo me quedé sin el plan
comparta con el resto del grupo los siete hechos más importantes de y también vi que viajaban 8, y eso me interesó, por lo menos una vez
su vida. por año. Yo todavía no viajé, pero ya me va a tocar.
Para describir cómo la interacción y las relaciones en el banquito están
atravesadas por estos significados, volcaremos nuestra mirada hacia cuáles Al momento de realizar nuestro trabajo de campo Paula estaba armando
son los motivos y las razones tanto para pedir como para entregar un mi- un kiosco en un ambiente de su casa con ventana a la calle desde la cual
crocrédito, focalizando a su vez en el uso que se le da al dinero en función se ve un colegio secundario que ocupa toda la manzana de enfrente. Un
de valores construidos en el marco de las relaciones entre promotores y espacio ideal para un kiosco, decía Paula. El ambiente es de unos nueve
prestatarios. Como hemos dicho, es a través del lenguaje del crecimiento, metros cuadrados. Tiene organizadas las golosinas en una estantería de
y en términos de qué es lo que lo posibilita, lo favorece, lo impulsa y en metal que compró usada por cien pesos. El ‘freezer’, para mantener las
términos de qué es lo que potencialmente lo frena, lo impide o lo hace bebidas bien frías durante el caluroso verano, también lo compró usado
peligrar, que los protagonistas del banco popular de la buena fe significan por seiscientos pesos. Pagó todo de una vez porque no quisocomprar a
las relaciones sociales en las cuales se ven inmersos. cuotas. El ‘freezer’ lo compré con mi plata, comentaba. Lo que necesito
ahora es una balanza. Tengo ésta, decía señalando una balanza de cocina
de hogar, pero sólo sirve para pesar los palitos y las papas fritas.
Por qué y para qué pedir un crédito. Cuando le pregunté cómo estaban las ventas en el verano, me respondió
Para la mayoría de los prestatarios, el banquito no fue ni es la única que por el momento sólo vende golosinas, gaseosas y cerveza. Sólo kiosco
fuente de dinero o recursos. Cuando el programa comenzó a funcionar, por ahora. La cerveza es lo que más sale, y se vende bien. Al preguntarle
un período en que los efectos de la crisis se hacían sentir con fuerza, dónde compraba la mercadería, comentó que vienen a levantarle los pe-
los 500 pesos del crédito difícilmente hubieran podido “resolverle” los didos. De los cajones de cerveza que tiene, dos se los entregó la empresa
problemas económicos a los prestatarios. Sin embargo, se trató de una proveedora, y el resto se los regalaron para el cumpleaños. Más adelante,
ayuda para sobrellevar aquellos momentos de tanta incertidumbre. En con el recrédito, voy a poner cosas de librería, cuando empiecen las clases,
el ejemplo mencionado en el apartado anterior sobre el emprendimiento y de almacén. De librería se va a vender bien porque la escuela esta acá
de panadería se ve claramente cómo el dinero del crédito es sólo una enfrente, y siempre una regla, un lápiz los chicos necesitan.
parte de diversas fuentes de recursos a las cuales las personas recurren.
En ese caso, el marido de la prestataria se había quedado sin su trabajo 7 Durante la crisis desencadenada hacia fines del año 2001 el gobierno provisional de Eduar-
do Duhalde (2002-2003) puso en práctica el Plan Jefes y Jefas de Hogar, uno de los planes
de repartidor, al tiempo que la panadería de un pariente había cerrado asistenciales de más amplio alcance hasta el momento y que tuvo como principal objetivo la
quedando ociosa una maquinaria que aprovechó y pidió prestada. Los 500 “contención social”
8 Se refiere a los Encuentros Nacionales y Provinciales que el programa realiza anualmente tra-
taremos con estos encuentros en el cap. iv.
El ciclo de los créditos. Cómo crecer, para qué invertir 201 202 El microcrédito como política social. . .

Paula está por la cuota número catorce de su actual y primer crédito y el telar, el yeso, el tejido, la pintura y el dibujo. Sus alumnos son todos
le faltan seis para cancelar la totalidad. Es viernes, y el lunes empiezan beneficiarios del plan que van allí para cumplir con el requisito de la
las clases. Lamentablemente no va a poder abrir con artículos de librería contraprestación en capacitación. Ella empuja siempre a la gente para
porque recién en poco más de un mes puede pedir un nuevo crédito para que venda lo que produce y las motiva para que vendan. Con los cursos
comprar. Parecería entonces que existe un ‘desfasaje’ entre el tiempo del despierta los talentos de la gente, decía el padre Rolando que da misa
crédito y el tiempo comercial del emprendimiento. En términos de una en la parroquia. Hay un hombre que ni sabía agarrar un pincel y ahora
lógica comercial lo ideal sería que, si quiere vender útiles escolares, Paula no te imaginás los cuadros que pinta y vende. Una de estas motivaciones
tenga la mercadería lista para la venta el día de comienzo de las clases, para que sus alumnos comercialicen lo que producen en los talleres es el
sino antes. Pero hoy no tiene el dinero, y es recién con un nuevo crédito ofrecimiento de un microcrédito.
que va a poder completar el local. Sin embargo, ella no se preocupaba Las razones para acercarse al banquito son entonces muy diversas. Están
demasiado por esto, pues en realidad el kiosco no era su principal fuente quienes se arruinaron con la crisis y el banquito les permitió seguir ade-
de ingresos. lante; también quienes dejaron de ser beneficiarios de otros programas o
El crédito del banco debe ser entendido como una forma más de acceso planes, o a la inversa, porque son justamente beneficiaros de otros planes.
a los recursos por parte de los prestatarios. Recordemos que fue recién Están también quienes se acercan para encontrar algún complemento a
cuando se le cayó el plan que Paula se decidió a pedir un microcrédito sus ingresos, y quienes encontraron allí un espacio de socialización, siendo
en el banquito. Aunque ya lo conocía desde antes, no tenía motivos de el proyecto sólo una excusa para participar de las más diversas activida-
acercarse como prestataria. Por otro lado, el crédito es generalmente sólo des sociales que el banquito organiza. El banquito es, ante todo, como nos
una parte del dinero invertido en un emprendimiento. Si hacemos las decía lareferente provincial, un espacio de sociabilidad:
cuentas de los gastos más gruesos que llevó el kiosco, la estantería más
el ‘freezer’ nos llevan el gasto a setecientos pesos, doscientos pesos más El éxito del banquito viene justamente porque los chicos [los pro-
que el crédito del banco. Estos setecientos pesos los puso de otro lado, y motores de la ciudad de Paraná] lograron generar cosas que van más
los quinientos del crédito los destinó a la compra de las golosinas y las allá de la plata: festejan los cumpleaños. . . cuando a mi [los prestata-
bebidas. rios] me agradecen, muchas veces digo ‘no me agradezcan a mi, sino
En el mismo grupo solidario que Paula estaba Carlos, también devol- a ustedes’. Porque esto se sostiene con la participación y el trabajo de
viendo el primer crédito. Sin embargo, mientras estaba cancelando su la gente. Y esto es nuevo. Lo fundamental no es la plata sino que la
deuda y faltándole aún más de la mitad de las cuotas, dio marcha atrás gente participe, que vaya a las reuniones.
con su emprendimiento. Originalmente quería dedicarse a la herrería ar-
tística como complemento de sus ingresos. Pero un ascenso en el trabajo y Si durante las jornadas de capacitación la idea de participación significa
el mayor sueldo, dedicación y responsabilidad que ello implicaba hicieron ir a las reuniones porque tienen que hacer todo el proceso los cinco pues
que destinara el dinero de su crédito, previa aprobación de los promotores así lo prescribe la metodología de los créditos solidarios, durante la vida
del banco, al emprendimiento de su esposa, también prestataria aunque de Centro la participación está más relacionada con que el banquito es un
en otro grupo solidario. espacio de sociabilidad. Ahora bien, no se trata ‘únicamente’ de un espacio
Muchas veces se pide un crédito no sólo cuando se cae el plan, como de sociabilidad del cual hay que participar. Hay que estar y participar de
en el caso de Paula, sino justamente por estar en el plan. Una de las determinada manera. La participación es una condición necesaria pero no
promotoras del banquito de Victoria da clases de emprendimientos en suficiente para formar parte del banquito. En este sentido, para participar
una de las capillas de la localidad. Todos los jueves, entre las 14:30 y hay que ser un “buen” prestatario. Un “buen” prestatario es aquél que
las 18:00, ella espera a sus alumnos que pueden acercarse en cualquier se compromete. Se trata de un compromiso que se construye a lo largo
momento de la tarde para trabajar y para aprender cómo trabajar con del tiempo y que implica, en principio, el compromiso con los valores y
El ciclo de los créditos. Cómo crecer, para qué invertir 203 204 El microcrédito como política social. . .

las pautas culturales del banquito que luego se transformará en algo más de la primera cuota, se les pide y exige que traigan las facturas de todo lo
amplio: un compromiso con la causa, con el proyecto. El análisis del uso que compraron por el valor del crédito. Según los promotores, al exigir que
que se le da al dinero nos permitirá a continuación comenzar a relacionar compren durante la primera semana todo lo relativo al emprendimiento
la participación y el compromiso con los valores. impediría que el dinero sea destinado a otra cosa.
Esto lo hacemos así, decía un promotor, porque hay gente que te pide
quinientos, compra doscientos cincuenta para el proyecto y doscientos
El valor del dinero.
cincuenta lo pone en otras cosas. Yo entiendo que hay necesidades, pero
La concepción de que el banquito es un espacio de sociabilidad y de parti- si no lo hacemos así el banquito se cae.
cipación viene unida a la idea de que el crédito es una forma de insertarse Otra situación nos ilustrará cómo se relaciona la honestidad con los usos
en el mundo del trabajo, del crecimiento y el progreso económico. En del dinero en el Banco Popular de la Buena Fe y cómo la distinción entre
relación con esto, otro de los principios fundamentales del banquito es, honestidad y deshonestidad expresa un conflicto particular relacionado
además del de la participación, aquél que refiere al uso que se le da al di- con el problema de la asignación de los recursos. Durante una reunión
nero recibido. El dinero del crédito no se puede usar para cualquier cosa. de Centro los planes de los promotores para las actividades del día se
Los promotores del banco lo tienen bien en claro, e insisten en ello reite- vieron frustrados por una “encolerizada” prestataria que le reclamaba al
radamente. Existe un acuerdo generalizado sobre ello, así como también banco no haber hecho nada en función de una actitud deshonesta que
existe un consenso en que las personas deshonestas, poco confiables y no habría tenido otra prestataria. Estaba enojada con el promotor, pues el
comprometidas no pueden formar parte del banquito. Incluso en ocasiones banco había dejado pasar algo que era injusto y deshonesto: otra presta-
se ha planteado, aunque no en forma pública y abierta, la necesidad de taria habría comprado un acondicionador de aire con el dinero del crédito.
echar del banquito a quienes no se ajusten a estos valores. En una explícita actitud desafiante hacia el promotor, actitud que hacía
Si algún prestatario utiliza aunque más no sea una parte del dinero para que el resto de los presentes no pudiéramos más que guardar silencio, y
algo “no permitido”, estaría rompiendo con los valores del banquito, un discutiéndole con el fundamento de la propia lógica del banquito (recor-
hecho que puede llegar a transformarse en “sanciones” de diverso tipo. Por demos que el dinero no se puede usar para estas cuestiones), la enojada
ejemplo: ante un antecedente de “mal” uso del dinero, no se le entrega prestataria quería que el promotor admitiera la injusticia que estaba co-
al prestatario el monto que pidió para su segundo crédito (recordemos metiendo el banco al no tomar medidas respecto de la actitud deshonesta
que pueden pedir más de quinientos), sino algo menos. Sin embargo, la en cuestión. El promotor, a la defensiva, trataba de ponerle paños fríos a
dimensión de lo “no permitido” es algo ambigua y difusa. Algunas cosas la discusión sin dejarse doblegar. Tratando de justificar el hecho, con lo
están claramente estipuladas, como por ejemplo el hecho de que el primer cual la señora se ofuscaba aún más, tuvo finalmente que admitir que se
crédito no se pueda usar para cuestiones edilicias que tengan que ver trataba de una situación injusta y deshonesta. Yo soy sólo cumplidora,
con embellecer el lugar (en el caso de que el emprendimiento implique dijo entonces la señora,¡qué bien que cumplo! me dicen, pero resulta que
la puesta en funcionamiento de un local o espacio). Ahora bien, el límite otra se compra un aire acondicionado con la plata del crédito. Eso no es
entre embellecer y arreglar un espacio para ponerlo en funcionamiento es justo.
algo difuso, y se negocia para cada caso en particular. Sus últimas palabras antes de levantarse e irse sin que la reunión fi-
Una de las mujeres de un grupo solidario que participaba de las jornadas nalizara, cerrando el debate con el promotor en forma triunfal, me las
de capacitación para renovar el crédito en el banquito de Paraná quería dirigió a mi: ¿Vos querés saber cómo funciona el banquito? Esto también
usar parte del crédito para arreglar el techo de su casa. Eso no va, nos funciona así. Hay gente honesta y gente chanta. “Como en todos lados”,
comentaba el promotor,porque tienen que rendir el crédito en una semana. le respondí. Sí, como en todos lados, dijo otra de las prestatarias presen-
En este banquito, los prestatarios tienen que comprar en una semana todo tes, y acto seguido comentó acerca de una estafa de la cual ella había sido
lo que dijeron que iban a comprar para el emprendimiento. Con el pago víctima por parte de su vecino, una anécdota fuera del tema del banquito,
El ciclo de los créditos. Cómo crecer, para qué invertir 205 206 El microcrédito como política social. . .

con lo cual se ralajó la tensión que se vivía en el ambiente y que nos ponía Rivers, op. cit: 139) y los otros tienen de uno. Ahora bien, cuando habla-
a todos algo incómodos. mos de valores, nos referimos a aquellos a los cuales R. Firth (1964) se
Como vemos, los usos del dinero pueden ser valorados como honestos, refiere como “sociales”. Si bien este autor entiende como un problema la
aunque este tipo de usos sólo tomen estado público cuando se pone en distinción entre diferentes órdenes de valores (sociales, normativos, eco-
juego su contraposición con los usos deshonestos. En este sentido, el di- nómicos, etc.), plantea sin embargo que en algunos casos es posible iden-
nero en sí mismo es considerado como moralmente neutro. Es el uso lo tificar situaciones en las cuales “se manifiestan” (op. cit. : 222) –nosotros
que es juzgado valorativamente en forma positiva o negativa. Estas consi- podríamos agregar se ponen en juego– valores de un tipo particular.
deraciones se asemejan a lo que Pitt Rivers (1989) plantea en su análisis Ciertos valores que son entendidos como “económicos” adquieren su
sobre la ocupación y la riqueza en Grazalema. El autor afirma al respecto pleno sentido cuando se expresan en términos de los valores “sociales”, a
lo siguiente: “La estructura económica es una cosa y el significado social tal punto que la distinción entre ambos órdenes se vuelve difusa, tal como
de los derechos que engendra es otra. Aquí nos interesa conocer, además, lo refleja la relación entre honestidad y deshonestidad en función del uso
no sólo quién posee, adquiere o gasta (y cómo y dónde), sino también qué que se le da al dinero de los créditos.
valores sociales están adheridos a la posesión, la adquisición y el desembol- El valor de la honestidad está determinado aquí por el ideal, sosteni-
so” (Pitt Rivers, op.cit,: 90) Así como para el caso analizado por Rivers, do por los promotores, de que el emprendimiento de se transforme con
en el banquito estos valores sociales distan de tener significados unívocos el tiempo en la actividad económica principal de los prestatarios. Si los
y absolutos. Son el producto de una tensión y disputa entre actores posi- fondos se desvían para otras cosas este objetivo no se cumpliría, o se
cionados diferencialmente en el proceso de otorgamiento y devolución de cumpliría con mayores dificultades. Sin embargo, como hemos mostrado,
los créditos. Promotores y prestatarios se ven inmersos en una continua desde el punto de vista de muchos prestatarios, el proyecto es sólo una
“negociación conflictiva” que pone en juego diversos sentidos respecto de forma más de ganarse la vida, y no necesariamente la principal o a la cual
los valores y pautas culturales, poniendo así en tensión diferentes pers- se le dedica la mayor inversión en trabajo y recursos.
pectivas, representaciones y formas de ver el mundo. Teniendo entonces esto en cuenta, podemos decir en este punto que lo
Según los lineamientos del programa, una de las funciones del promo- que subyace a estas discrepancias en el uso y la asignación del dinero
tor es la de transmitir los valores del banquito. Sin embargo, este rol del que se expresan en términos de la honestidad y deshonestidad, es un
promotor es en sí mismo una fuente de divergencias. En ocasiones, el pro- conflicto entre distintos esquemas simbólicos de la actividad práctica que
motor es considerado como un par y en este sentido no está en el lugar de implican formas diversas de asignación, uso y determinación de recursos,
transmitir nada, pues es considerado como uno más entre los prestatarios. prioridades y necesidades.
Para aquellos que piensan de esta forma, el promotor ocuparía más bien En su análisis sobre las políticas de modernización de la producción del
un lugar en la recuperación de los valores perdidos, como el valor de la cuy en la sierra ecuatoriana, Archetti (1992) ha analizado este tipo de
palabra, por ejemplo, pero como uno más que se ocupa de esta tarea co- conflictos que, aunque allí se presentan más marcados, nos pueden ser-
lectiva. En este sentido, los promotores serían más bien los referentes. Sin vir como un punto de referencia para nuestro caso. Según este autor, los
embargo, el peso de los promotores en el devenir de la vida cotidiana del proyectos de modernización de la producción elaborados por el Estado
banquito es considerable. A través de la apelación a los valores y gracias están orientados “en primer lugar a ‘cambiar la mentalidad de la gente’ y
a su posición en la estructura del programa tienen la capacidad de juzgar, a ‘introducir nuevas ideas que permitan un cambio en la producción’. Los
sancionar, premiar y advertir sobre las conductas y los comportamientos recursos materiales (. . .) no son sino un medio ‘instrumental’ de un obje-
que se alejan de dichos valores. tivo central: ‘modernizar las mentalidades”’. (op. cit: 144). Desde cierto
Consideramos a dichos valores como referidos a las reglas por las cuales punto de vista podríamos adoptar esta perspectiva, entendiendo al pro-
la interacción social debe tener lugar (Pitt Rivers, op.cit: 139). Estos va- grama que aquí nos ocupa como una herramienta ‘racionalizadora’ y a su
lores se expresan en términos de la “opinión que se tiene del otro” (Pitt vez ‘moralizadora’.
El ciclo de los créditos. Cómo crecer, para qué invertir 207 208 El microcrédito como política social. . .

En este sentido, las necesidades y los objetivos de los prestatarios son Teniendo en cuenta que la mayoría de los prestatarios no concibe su
definidos a priori por los impulsores de las políticas. En principio, la idea emprendimiento como la principal fuente de ingresos en el presente y
fundatriz de este tipo de programas –la inclusión de las personas en el tampoco lo concibe así para el futuro, se entiende una de las posibles
mundo de la producción y el trabajo, tal como afirma en cada conferencia razones de que no se logre dar ese paso. En todos los casos que hemos
y acto público el Viceministro de Desarrollo Social y tal como figura en los relevado hay siempre “algo más” que permite darle un uso productivo
documentos internos del área al cual el Banco Popular pertenece– carga al dinero recibido a través del crédito: una infraestructura previa que
con el supuesto de que los “destinatarios” no producen ni trabajan, o en quedó ociosa durante la crisis, un empleo anterior que brinda experiencia
su defecto, en el caso de que sea reconocido que efectivamente trabajan y conocimientos y ofrece un capital social que puede aprovecharse, etc.
y producen, no lo hacen de forma “adecuada”. Las explicaciones respecto Sin embargo, el uso del dinero en el banquito está determinado por
de esta “inadecuación” son diversas y se expresan por diversas vías. Para no sólo por una lógica del tiempo (dos meses de capacitación, rendir las
nuestro caso, la razón más explícita de esta “inadecuación” nos conduce compras en una semana, pensar en los ingresos futuros), del cálculo y
hacia las consecuencias del modelo económico de los últimos años: desocu- la asignación de prioridades “racionales”. Está a su vez marcado por la
pación, trabajo precario, informalidad, etc. Las más soslayadas, que están puesta en juego de valores sociales. Por ejemplo, la honestidad que como
ocultas y que difícilmente encontraremos en forma textualizada sino que vimos es un valor estrechamente vinculado a los usos del dinero.
están inscriptas en la interacción y en la relaciones sociales, nos remiten El dinero es considerado moralmente neutro, pero los modos en que
al hecho de que las personas carecen de conocimiento o no saben utilizar es utilizado o gastado “son temas de enjuiciamiento moral” (Pitt Rivers,
el que poseen, han perdido la cultura del trabajo, no saben administrar op.cit:93). En este sentido, la honestidad es entendida en su forma nega-
el dinero, el tiempo, el consumo, etc. tiva como algo que hace peligrar el crecimiento y el buen funcionamiento
En el próximo capítulo nos dedicaremos a mostrar cómo estas concep- del banquito. Es por ello que, en términos positivos, es uno de los valores
ciones son producidas por y producen las relaciones entre los distintos centrales, aunque construido socialmente (y contextualmente) en el marco
actores del banco. Aquí queremos mostrar el conflicto existente entre la de la lógica del programa.
asignación de los recursos y la determinación de las necesidades que hace Un valor social como la honestidad está “determinando” aquí el uso de
el prestatario en función de su propia realidad –por ejemplo, “no preocu- valores monetarios como el dinero. Fuera de la lógica del banquito, la com-
parse” por no tener la mercadería en el momento en que “racionalmente” pra de un acondicionador de aire con dinero obtenido en forma “legítima”
sería conveniente, o volcar parte del dinero del crédito a arreglar el techo no tendría por qué ser necesariamente deshonesto. Vemos entonces que
de su casa–, y que no se ajustan a las concepciones de quienes formula- estos valores, a su vez, prescriben formas adecuadas de comportamiento.
ron estas políticas y de muchos promotores del banco que se esfuerzan A continuación damos cuenta de cómo esta “herramienta racionaliza-
por que el emprendimiento de cada uno se transforme en el sustento del dora y moralizadora” opera en el proceso mismo de la entrega del dinero
progreso económico. Nuestro objetivo, decía un promotor de Paraná, es y cómo otros valores, además del de la honestidad, moldean las relaciones
el blanqueo. entre los diferentes protagonistas. Debido a que estos créditos financian
proyectos de emprendimientos económicos, cómo se arma un proyecto pa-
Que hagan facturas, que se anoten en el monotributo, que paguen ra ser presentado ante el banco podría funcionar como aproximación. A tal
jubilación, los impuestos. Todo apunta a que se independicen del ban- efecto realizamos un análisis comparativo de las jornadas de capacitación
quito, que deje de ser proyecto y se transforme en laburo. Todavía no de las dos localidades en las cuales hemos realizado trabajo de campo.
lo hemos logrado. Lo que pasa es que es difícil que la gente se blan-
quee. No lo hemos logrado por ahora. Es un paso que falta dar, que
den el salto los prestatarios.
210 El microcrédito como política social. . .

entre sí. Es decir, que sepan que sus compañeros de grupo son honestos,
El conocimiento personal, solidarios y se comprometen con los demás y con el banco.
cómo ser un buen prestatario Los promotores son los encargados capacitar a los futuros prestatarios
en lo que refiere tanto a los pilares o pautas culturales y valores del ban-
quito, como a las cuestiones del “plan de negocios” que deben volcar en
En el presente capítulo nos centraremos en las relaciones que se cons-
el proyecto. En síntesis, hay dos tipos de conocimiento implicados: un co-
truyen entre promotores yprestatarios atendiendo a cómo son usados y
nocimiento de tipo comercial y el otro que refiere al conocimiento sobre
producidos los valores del banquito, también llamados pautas culturales.
los valores a los cuales adscriben las personas. Es decir, se trata de un
A su vez, mostramos cómo la obligación de devolver el dinero se transfor-
conocimiento sobre las personas.
ma en una obligación de estar y de participar, permitiendo la construcción
Sin embargo, en cada una de las localidades en las cuales hemos realiza-
de un capital de “adhesión” (Palmeira, 2003). Como principio de legitimi-
do trabajo de campo, uno de estos dos tipos de conocimiento era valorado
dad (Douglas, 1996), el estar y participar, entendido en términos del no
por sobre el otro. Para el caso del banquito de Paraná el énfasis estaba
desaparecer, es expresión de un compromiso asumido por los prestatarios
puesto en el conocimiento de tipo económico - comercial que implica el
con el proyecto del banquito.
armado de los proyectos. En este sentido, una de las condiciones para
Según el contexto, proyecto significará dos cosas: por un lado el proyec-
convertirse en prestatario era la dehaber hecho bien las cuentas de costos,
to que cada persona debe presentar para recibir el dinero. Por otro lado
precios y ganancias que implicaba el armado y la gestión de los proyectos.
referirá al proyecto ola causa con la cual los prestatarios se comprometen.
Sin embargo, según los promotores, que los números cierren no importa
Ahora bien, un prestatario que participa de este últimoproyecto ya no es
tanto como que la gente entienda y aprenda a hacer las cuentas durante
entendido como un simple deudor de dinero, sino como el emprendedor
los dos meses de las jornadas de capacitación.
de una causa. Para dar cuenta de este proceso de transformación de los
Para el banquito de la localidad de Victoria, si bien se trabajaban tam-
prestatarios en emprendedores debemos, en primera instancia, analizar el
bién los números de los emprendimientos, el conocimiento sobre las per-
significado primario de la categoría proyecto. Aquél que refiere al empren-
sonas así como su “reputación” en el barrio eran aspectos ponderados por
dimiento económico que las personas presentan para incorporarse como
sobre la economía del proyecto como elementos clave para la decisión del
prestatarios al banquito.
banco de entregar o no el crédito.
Para recibir un microcrédito del banquito, entonces, no sólo hay que
Esta distinción se nos evidenció cuando comparamos nuestras descrip-
“presentar” un proyecto, sino además “sumarse” a un proyecto. En el
ciones del proceso de otorgamiento de los créditos para ambas localidades.
primer sentido puede ser un proyecto de tipo productivo, como los de pa-
Tomadas aisladamente, cada una de las descripciones no nos “mostraba”
nadería; puede ser de servicios, como por ejemplo la jardinería, o puede
esta diferenciación, pues los dos conocimientos se presentaban para am-
ser de reventa. Este proyecto, que es personal (el otro es colectivo) se ar-
bos casos. El énfasis que cada uno de los banquitos le daba a cada uno
ma durante las jornadas de capacitación. Todo prestatario del banco debe
de ellos quedó evidenciado cuando se compararon ambas localidades. Re-
haber atravesado las distintas reuniones de capacitación como condición
curriendo al análisis de la interacción ente promotores y prestatarios en
excluyente para recibir el crédito. Estas jornadas, que se realizan sema-
estas jornadas de capacitación mostramos a continuación cómo y por qué
nalmente durante dos meses, tienen como objetivo construir la garantía
se produce esta diferencia.
de la palabra.
Son entonces dos las actividades centrales que se realizan durante esta
capacitación: a) el armado de la “estructura” los proyectos, una especie Armar un buen proyecto
de “plan de negocios” que implica análisis de costos, precios y ganancias
futuras del emprendimiento, y b) la construcción de la garantía de palabra Durante el transcurso de lasjornadas de capacitación el grupo debe ir com-
o solidaria, para lo cual es fundamental que las personas se conozcan pletando una carpeta de proyecto. El llenado de estas carpetas se realiza

209
El conocimiento personal, cómo ser un buen prestatario 211 212 El microcrédito como política social. . .

fundamentalmente durante las reuniones de las jornadas, que tienen tam- Al tratarse de jornadas de capacitación durante las cuales se transmitían
bién como objetivo que el grupo se conozca para generar un vínculo con valores y pautas culturales, partimos del supuesto de que estas reuniones
los compañeros y con el equipo promotor. En función de lo último, la implicaban un proceso cognitivo. Es decir, un proceso de producción, cir-
premisa es que cada uno de los miembros del grupo, pero sobre todo el culación y transmisión de conocimientos. En esta línea, entendimos a las
promotor, conozca la realidad de los demás. Para facilitar este proceso de relaciones entre el grupo que pide el crédito y los promotores del banco en
conocimiento, las reuniones se realizan rotativamente en las casas de los tanto transacciones que involucran la puesta en juego de tipos particula-
miembros del grupo. res de conocimiento. Cabría entender entonces el proceso de otorgamiento
Las carpetas sobre las cuales se trabaja durante los dos meses de ca- de los créditos como la expresión de “una sintaxis que envuelve transfor-
pacitación constan de varias hojas en las cuales figuran distintas planillas maciones e intercambio de valores, en donde el conocimiento tiene valor
a llenar con la información requerida por el banco acerca del proyecto máximo como esencia de la sustancia generadora” (Barth, 2000b: 158) de
y la situación económica y familiar de la persona. Durante las jornadas, las relaciones sociales.
los promotores a su vez transmiten al grupo los valores y pautas cultura- Uno de los primeros contrastes que encontramos al comparar las jorna-
les del banquito. Ambas actividades van desarrollándose en paralelo y en das de capacitación del banquito de Victoria con las de Paraná fue que
forma articulada. en el segundo, el llenado de las planillas era tenido en cuenta como el
En vistas de transmitir los valores, y para comenzar a conocerse mu- eje que marcaba la dinámica de las reuniones. Mientras que en Victoria
tuamente, los promotores trabajan sobre la línea de la vida del grupo. Se si bien se completaban y se les dedicaba una atención acorde a lo que el
trata de un ejercicio en el cual todos los presentes, incluso los promotores, banco consideraba como adecuada, la atención sobre las planillas ocupaba
deben tomarse unos minutos para escribir en una hoja en blanco los siete el espacio de una tarea equivalente a otras. Visto a la luz del otro caso,
hechos más importantes de su vida. Una vez plasmados en papel, estos en el banquito de Paraná el trabajo sobre la estructura de costos era casi
siete momentos vitales de cada uno son compartidos con los demás. Así “obsesivo”.
comienza un proceso de conocimiento personal entre el grupo que, una vez ¿Cuál era la razón de ello?, ¿cuál era la lógica que producía esta di-
consolidado, sentaría las bases para la garantía de la palabra o garantía ferencia? Entendimos que, debido a que la dinámica de estas reuniones
solidaria. estaba determinada por las relaciones entre el grupo que pide el crédi-
Al mismo tiempo, el grupo trabaja sobre los aspectos técnico-económicos to y el equipo promotor, la razón debía buscarse justamente allí. En este
de los proyectos. En función de ello, deben volcar en las planillas una serie sentido, la respuesta a la pregunta respecto de qué tipo de relaciones se es-
de datos en forma de respuesta a determinadas preguntas: ¿cuántos clien- tablecían entre los promotores y los grupos para cada caso, nos conduciría
tes pienso tener?, ¿cuáles son mis competidores más próximos?, ¿por qué a encontrar cómo se producía la diferencia 1.
me comprarían a mi y no a la competencia? El armado de las carpetas El tipo de conocimientos que se ponían en juego presentaban marcados
es un proceso colectivo, pues cada uno de los miembros del grupo aporta, contrastes: en un caso, se trataba de un conocimiento que implicaba la
opina, corrige y comenta las respuestas de los otros. transmisión, por parte de lo que podríamos llamar un ‘especialista’, de
Además de estrategias de marketing –¿por qué me comprarían a mi y no un tipo particular de saberes: los que refieren a la administración de un
a la competencia?–, se les solicita a los miembros del grupo que desarrollen emprendimiento, a la comercialización, al armado de una estructura de
una estructura de costos. A tal efecto, deben volcar pormenorizadamen- costos. El otro, estaba ligado a la producción de un conocimiento sobre las
te todos sus ingresos y egresos familiares. Cuánto gastan en educación, personas: implicaba reconocerse mutuamente en la adscripción a ciertos
en recreación, gas, teléfono, remedios, luz, cigarrillos, golosinas, etc. Una valores compartidos y también, por parte del banco, una búsqueda de
vez completada esta parte, también en forma colectiva e intercambiando información respecto de las personas que no respondía estrictamente a la
experiencias bajo la coordinación del promotor, se trabaja lo que hace
específicamente a la economía del emprendimiento. 1 En otro trabajo, Koberwein y Doudtchitzky (2007), hemos realizado una comparación similar
entre el banquito de Paraná y uno de una localidad de Provincia de Buenos Aires.
El conocimiento personal, cómo ser un buen prestatario 213 214 El microcrédito como política social. . .

propia lógica de las jornadas de capacitación sino que se realizaba “por El promotor había explicado cómo hacer este tipo de cuentas en la
afuera”. reunión anterior, y cada una de las solicitantes del crédito había hecho los
Por ejemplo, una de las formas en que se averigua si alguien es o no ho- números en su casa. Mientras Mario chequeaba los números con la calcu-
nesto, es preguntándole a personas que lo conozcan bien, como sus parien- ladora, la mujer le preguntó por la proporción de uno de los productos.
tes o vecinos. Este “trabajo”, esta búsqueda de información la realizaban No estaba segura de que fuera tal como el proveedor le había indicado.
los promotores. Veamos a continuación más en detalle cómo se producían La proporción para fraccionar el desodorante de ambiente concentrado
ambos tipos de conocimiento haciendo referencia a varias situaciones de era de 1/100. Es decir, por cada unidad de producto, 100 unidades de
campo y describiendo la dinámica de estas reuniones de capacitación. agua. El promotor no estaba seguro de si dicha proporción era correcta
y aconsejó que llamara al proveedor, aprovechando su propia respuesta
para introducir el tema de la reunión del día: “hay que incluir los gastos
La racionalidad de los valores
de teléfono en los costos en el proyecto”,
Para ilustrar cómo los promotores del banquito de Paraná enseñan a
armar un proyecto relataré lo sucedido en una de las reuniones de las acá les tengo otro trabajito, les prometo que es el último. Con esto
jornadas de capacitación. La reunión se realizó en la casa de Teresa, una quiero que veamos qué son los costos fijos y los costos variables. ¿Qué
mujer de unos 65 años de edad. Teresa es jubilada y, debido a que había quiero decir con costos variables? Son los que dependen de cuánto
enviudado recientemente, su hijo la había llevado a vivir con él. Llegué a ustedes vendan. Si venden más, tienen que comprar más. Si venden
la casa junto con el promotor y fuimos invitados a sentarnos en la mesa menos, menos. Lo que ustedes tienen hasta ahora son los costos varia-
del comedor mientras esperábamos al resto del grupo solidario. Una vez bles. Pero también hay costos fijos. Es decir, todo aquello que tengo
que estuvieron todas presentes, Mario, el promotor a cargo de coordinar la que pagar sí o sí aunque no vendan.
reunión, me presentó como un antropólogo que está haciendo un trabajo
sobre el banquito. Acto seguido, les dice a las prestatarias que no se El promotor repartió entonces una hoja a cada una con una nueva
preocupen, que él no está acá para evaluar nada. planilla para llenar y comentó:
Mario comenzó entonces a revisar las carpetas que cada una de las can-
didatas a prestatarias le había entregado al llegar. Una de las solicitantes tenemos el teléfono, por ejemplo. Vos, Teresa, ¿cuánto pensás que
del crédito, que estaba armando un proyecto de fraccionamiento y venta gastarías de teléfono en una semana? 2
de artículos de limpieza, le pide a Mario que revise las cuentas con la cal-
culadora porque las había hecho a mano. El fraccionamiento de productos Ante el silencio, el promotor agregó: tené en cuenta que una llamada
de limpieza implica comprar la base líquida del producto (desodorante, sale 25 centavos. Si llamás a un cliente o dos, o al proveedor, ya tenés
detergente, limpia pisos, etc.) en forma concentrada y a granel en el ma- un peso. Teresa llenó entonces el casillero correspondiente a gastos de
yorista. Luego diluirlo en agua para finalmente fraccionarlo y así poder teléfono escribiendo: 2 pesos. El promotor estaba utilizando el proyecto
venderlo al público minorista. Las cuentas referidas implicaban realizar el de Teresa como un ejemplo práctico para todas las demás. Yo creo que
cálculo del costo final del producto incluyendo lo siguiente: puedo gastar dos con cincuenta dijo otra de las presentes. Yo pongo seis
pesos, afirmó una prestataria cuyas ventas dependerían de la cantidad de
• Proporción entre producto concentrado en relación con la cantidad de llamadas telefónicas que realizara. Una vez que todas llenaron el casillero
agua para diluirlo. de los gastos telefónicos fue el turno de los gastos de transporte.
• Precio del producto concentrado.
• Precio del envase.
• Costo del producto final envasado. 2 Las cuentas de las planillas que figuran en la carpeta de proyectos se realizan sobre la base de
la proyección de una semana de trabajo.
El conocimiento personal, cómo ser un buen prestatario 215 216 El microcrédito como política social. . .

El colectivo para ir a comprar las cosas, o el remis para traerlas ¿Al- El énfasis en la enseñanza por parte de los promotores hacía que es-
guien alquila? Nadie, bien, entonces pongan cero. ¿Publicidad? Uste- tas reuniones de capacitación se transformaran en verdaderas clases de
des habían dicho que sacaron volantes gratis, pero no siempre va a ser economía empresaria. En síntesis, los promotores del banquito de Para-
así. La publicidad también tiene su costo. . . ná partían de la idea de que debían ‘llenar’ una falta de conocimiento,
una ausencia de saberes. Si bien lo fundamental era el tema de las cuen-
De esta forma, bajo la orientación del promotor, las solicitantes del tas, los promotores de Paraná también enseñaban a los solicitantes del
crédito iban llenando la planilla de los costos fijos del proyecto. En la crédito cómo deberían relacionarse entre ellos. Para ilustrar este punto
reunión anterior se habían calculado las ganancias por producto teniendo volvamos a nuestra reunión en la casa de Teresa. Luego de que las car-
en cuenta únicamente los costos variables. Una vez agregados estos nuevos petas estuvieron listas, el promotor entregó una nueva hoja a cada una,
costos, el promotor solicitó que recalculen cuánta ganancia obtenía cada esta vez en blanco. Anoten su nombre arriba, les indicó. Ahora escriban:
una por semana. A Teresa, que quería dedicarse a tejer gorros y bufandas, cosas positivas sobre mi. ¿Qué es esto? preguntaron, a lo cual el promotor
le quedaban unos veintinueve pesos por el trabajo de siete días. A una respondió: no pregunten, escriban lo que dicto, ahora vemos. Den vuelta
prestataria que quería revender ollas, cincuenta pesos. El proyecto de la hoja. Escriban: cosas negativas sobre mi o que podrían perjudicar mi
fraccionamiento de artículos de limpieza, sin embargo, daba pérdidas; las proyecto. Ahora denme las hojas. Después de recogerlas, el promotor las
cuentas no cerraban: tenía una “ganancia” de dos pesos por debajo de colocó debajo de la mesa y las mezcló para luego repartirlas nuevamente
cero. El promotor, entonces, afirmó: es la primera cuenta que hacemos, en un orden aleatorio, aunque evitando que a cada una de las presentes
no se asusten que esos son los números. Además no se olviden que está le tocara la hoja en al cual figuraba su propio nombre. A continuación
incluida la cuota [del crédito] en eso. Hay que ir afinando los números, explicó el ejercicio:
aumentar los precios por ejemplo.
Según los promotores de Paraná, la gente no incluye los costos fijos y
Escriban lo que tengan que decir. Hay que decir las cosas ahora,
después no ve nunca la plata. Para demostrar esto a los propios solicitantes
si no, no se dicen más. Sean honestas, escriban realmente lo que les
del crédito, a los promotores se les había ocurrido entregar las carpetas
parece. Por ejemplo: tal se levanta muy tarde y eso puede perjudicarla.
de proyecto en forma de fascículos. Al no entregarla en forma completa
O pidió mucha plata para el proyecto, no sé. . .
desde el principio, quienes solicitaban el crédito no tenían acceso a todas
las planillas en su conjunto. De esta manera les era imposible prever lo Teresa terminó de escribir en primer lugar y le entregó la hoja al pro-
que se trabajaría en las reuniones subsiguientes. motor, quien le ofreció por fin un mate, diciéndole: “Ahora sí, tomá un
Para el caso relatado, los promotores les habían hecho calcular a las mate, Tere”, repitiendo la misma escena con cada una de las mujeres que
solicitantes del crédito las ganancias por producto teniendo en cuenta en le iban entregando la hoja con el ejercicio realizado. El promotor colocó
principio sólo una parte de los costos. Luego, a la semana siguiente, fueron nuevamente las hojas debajo de la mesa en actitud de mezclarlas y luego
agregados los costos fijos y los números fueron modificados. Las ganancias prosiguió leyendo lo escrito en ellas. A Mariela, la de los productos de
calculadas en la reunión previa “cayeron” entonces “abruptamente”. limpieza le escribieron: el sol sale para todas y vos sos parte de todas.
Desde el punto de vista de los promotores, el recurso de dejarlos una Para Ramona, la de las ollas:siempre está cambiando y por eso el fracaso
semana pensando cuánto ganan según las cuentas que no incluyen los no es lo que la guía. A Teresa le escribieron que no pide ayuda en los
costos fijos, es un recurso pedagógico. Así lo relataba un promotor: cuando momentos difíciles. No comunica a tiempo que tiene dificultades.
ven que lo que ellos pensaron da pérdidas, o ganan muy poco, aprenden La “lección”, tal como había dicho el promotor al comenzar el ejercicio,
que hacer las cuentas bien es fundamental. De esta forma, los promotores fue: hay que decir las cosas ahora, si no, no se dicen más. Un ejemplo
‘demostraban’ a quienes solicitaban el crédito no sólo que hacer las cuentas práctico de cómo deberían relacionarse los miembros de un grupo solida-
bien es importante. rio. Las últimas palabras del promotor en forma de cierre hicieron alusión
El conocimiento personal, cómo ser un buen prestatario 217 218 El microcrédito como política social. . .

a experiencias de prestatarios exitosos que lograron mejorar su calidad de La situación que describimos a continuación nos servirá para ilustrar
vida gracias al crédito del banquito. Con 150 pesos iniciales, una presta- esto. Trata acerca del ‘ocultamiento’ de una supuesta deuda que tenía una
taria se puso un quiosco y hoy tiene dos, con drugstore. Lo que queremos persona al momento de pedir un crédito en el banquito, hecho por el cual
es que llegue un momento en que ustedes no dependan de nadie, ni del no le “aprobaron” el préstamo. El relato que reconstruimos a continuación
banquito ni de nosotros [los promotores]. fue hecho por la promotora de uno de los grupos solidarios que había
En síntesis, la actividad de los promotores de Paraná parecería tener escuchado que uno de los miembros del grupo debía plata por otro lado:
una finalidad educativa. Para ser un buen prestatario, hay que aprender tenía una deuda de alquiler.
cómo se realiza una estructura de costos y cómo se planifica racionalmente La promotora indagó entonces sobre ello hablando con los parientes de
en términos económicos un emprendimiento. Sin embargo, lo fundamental la deudora. Fue la tía quien le brindó la información que necesitaba. Si
para los promotores es enseñar cómo se hacen las cuentas, más que los bien tenía mucho aprecio por su sobrina, le recomendó a la promotora no
números en sí mismos. Durante las jornadas de capacitación, el emprendi- prestarle el dinero. Sólo prestale la plata si querés perderla habría dicho
miento de cada uno funcionaba en este sentido como un medio didáctico la tía de la deudora. En la reunión que siguió a estos hechos, la promotora
para ejemplificar en clase. Es por ello que podemos afirmar que los promo- preguntó a todos los miembros del grupo si alguien tenía alguna deuda
tores partían de la idea de que los futuros prestatarios “no saben” cómo pendiente en su haber.
armar un proyecto, y en consecuencia hay que enseñarles. A su vez, debido
a que el éxito de cada uno depende de cómo se relacione con los demás Noo, me contestaron todas. Pero yo sabía que Mariana debía un
miembros del grupo solidario, pues el grupo es la garantía, la enseñanza alquiler. Entonces pregunto: ¿Nadie tiene una deuda de alquiler? Noo,
también incluye las formas “adecuadas” de relacionarse entre sí. contestaron de nuevo. ¿Y vos Mariana? ¿No le debías el alquiler a
Para el caso de la localidad de Victoria, sin embargo, el énfasis en las Marcela? ‘Yo eso lo pagué’ me dijo, ‘lo que pasa es que le di la plata
jornadas de capacitación está puesto en un conocimiento diferente al co- al cuñado y nunca se la dio’ Entonces traeme al cuñado, le dije, para
nocimiento de tipo comercial que implica el armado de costos y ganancias. ver qué dice. ‘Yo te lo traigo y vas a ver que no debo nada’ le habría
Se trata de un conocimiento sobre las personas. A continuación nos deten- contestado la supuesta deudora. Ahí nomás, –continúa el relato de
dremos en explicitar estas cuestiones para luego explicitar la comparación. la promotora– se fueron todas enojadas. Yo les dije al resto que se
quedaran, que armamos otro grupo, porque siempre hay alguien que
Acá nos conocemos todos se quedó sin grupo. Si no, las metíamos a ellas en otro. Pero al final
vimos las hojas de las carpetas tiradas en la basura.
El banquito de la ciudad de Victoria nos servirá para dar cuenta de
otras formas de conocimiento relacionadas más bien con un conocimiento Durante las jornadas de capacitación y las reuniones de Centro los pro-
de tipo personal; un conocimiento sobre las personas. Allí, si bien tam- motores indagan sobre este tipo de cuestiones. Además, las charlas que
bién se arman las carpetas de proyectos volcando costos, precios y cal- se producen respecto de los valores del banquito en estas reuniones, que
culando ganancias, hay un conocimiento que es valorado por sobre el giran en torno a la honestidad, la confianza, el compromiso, etc. 3 operan
económico-comercial. Este conocimiento refiere al comportamiento y a como fuentes de información para los promotores.
las actitudes de las personas. Una persona que es impuntual y falta segui- Para profundizar en ello, retomemos el relato de aquella situación que
do a las reuniones y no se compromete con el grupo ni con el banquito, comentábamos en páginas anteriores respecto de la prestataria que estaba
difícilmente pueda recibir dinero en préstamo. Pero hay otro tipo de in- enojada con el promotor debido a que el banco estaba dejando pasar algo
formación, a la cual no puede accederse tan simplemente. Se trata de una que era injusto y deshonesto: la compra de un acondicionador de aire que
información que implica una inversión en trabajo para producirla, y es habría realizado otra prestataria con el dinero del crédito.
por ello que afirmamos que se trata de un conocimiento.
3 ver cap. I, la situación descrita en el apartado del análisis del manual.
El conocimiento personal, cómo ser un buen prestatario 219 220 El microcrédito como política social. . .

La prestataria habría afirmado que en el banquito hay gente honesta tiempo. Es decir, la circulación de este tipo de información (que desde otro
y gente chanta. Esta expresión motivó el a otra persona a relatar acerca tipo de análisis pueden asociarse a los rumores o a los chismes) no es un
de una estafa de la cual ella había sido víctima; el victimario, su vecino. fenómeno propio ni exclusivo del banquito. Sin embargo, en conexión con
(ver pág. 50) Este caso de estafa nada tenía que ver, aparentemente, con la dinámica de los créditos, esta información se produce y se reproduce
el banquito. El vecino no le habría pagado la venta de un coche que ella como un conocimiento, obteniendo su eficacia en tanto tal.
le había entregado porque confiaba en él. Un “Renault 6”, un auto lindo Este conocimiento opera como “la sustancia generadora” (Barth 2000)
para andar en el barro. Con lujo de detalles, la prestataria explicó dónde de las relaciones sociales entre quienes dan y quienes reciben, relaciones
vivía este señor que la había estafado, sumándole a la historia el hecho que se expresan en términos de valores como la honestidad, la confian-
de que su esposa tampoco era confiable: no le quería devolver una cama za y el compromiso, y que son el trasfondo sobre el cual tiene lugar la
que le habría prestado. Es una lástima, porque yo me llevaba bien con esa interacción y las relaciones entre personas definidas como prestatarios y
gente, dijo finalizando su relato. promotores. Es más, no son sólo el trasfondo. Son parte constitutiva de
Esa gente, por deshonesta y no confiable, no recibirá un crédito del ban- las relaciones sociales y en consecuencia de la “adecuada” interacción. Pe-
quito en caso de solicitarlo. Aclaremos sin embargo que no se trató de una ro la inversa también es válida: las relaciones sociales entre las personas
‘acusación’ explícita hacia el estafador, pues éste tal vez ni siquiera haya expresadas en términos de relaciones de vecino, pariente, conocido, etc.
escuchado acerca del Banco Popular de la Buena Fe. Queremos destacar (relaciones definidas en función de una lógica y a unos valores diferentes
que se trató de un relato que fue desencadenado como producto del hilo a los que definen las relaciones en el banquito) operan a su vez como la
argumentativo de la charla. Sin embargo, circuló en un ámbito sensible a “sustancia generadora” de este conocimiento: recordemos aquí a la tía que
este tipo de cuestiones, a tal punto que a partir de la anécdota de la esta- no recomendaba el préstamos de dinero a su sobrina, y a la vecina esta-
fa se dispara una charla que deriva hacia la honestidad en términos más fada en la venta de su coche. Este conocimiento, a través de su uso en un
abstractos y generales. En este sentido, la anécdota funcionó como una contexto determinado, el de los microcréditos del banquito, juega el papel
especie de “relato ejemplificador” de actitudes moralmente reprobables. de mecanismo de producción del derecho de entrar como prestatario. Es
Luego de un rato, la charla volvió a focalizar en casos particulares, decir, del derecho a recibir un crédito.
esta vez teniendo como protagonistas a cierta gente del banquito, pero Para entrar en los detalles respecto de la especificidad de estas relacio-
de otros grupos solidarios. Se nombraron a prestatarias y prestatarios y nes trataremos a continuación de resolver el siguiente interrogante: ¿Por
se comentó que era gente que debía. El promotor tomó en ese instante qué son “valorados” (Barth, op.cit.) en forma diferencial ambos tipos de
una libreta y pidió que le repitan los nombres. Una de las “morosas” en conocimiento? ¿Cuáles son las condiciones de posibilidad para que en ca-
cuestión había comprado con el dinero del crédito una máquina para hacer da caso, si bien ambos tipos están presentes, uno de ellos se pondere sobre
masa. Hacía tortas y pastelitos riquísimos, y nadie sabía decir por qué no el otro?
estaba pagando. El promotor preguntó si erala que vive allá en el barrio Para responder estas cuestiones volvamos sobre las características de las
de la huerta. Le contestaron que si, antes vivía ahí, pero desde que se le instituciones que ofician de banquito y su articulación con la ‘vida local’.
ahorcó el marido está viviendo en la casa de los hijos acá en el Centro. Recordemos que en Paraná, la ong que entrega los créditos tiene tanta
¡Ahh!, exclamó el promotor, es la que se le ahorcó el marido, si, ya sé. antigüedad en el barrio como el banquito, y además es la única actividad
Teniendo en cuenta cuál es la conexión entre estos relatos, conversacio- que realiza institucionalmente como ong. Esto hace que su ámbito de
nes e indagaciones sobre las personas por un lado y la lógica del banquito acción no se extienda más allá de la propia lógica del Banco Popular. Por
por otro, el hecho adquiere su dimensión significativa. Tomada aislada- otra parte, los promotores son hombres y mujeres jóvenes, universitarios,
mente, esta información que circula es simplemente eso: información cir- y que, al momento de realizar el trabajo de campo, no superaban los 24
culando, y puede hacerlo en cualquier espacio social o contexto que im- años. Algunos tuvieron un breve y, según ellos, no muy productivo paso
plique a personas vinculadas a través de una vida social sostenida en el por un partido político. Su distanciamiento del partido y su voluntad de
El conocimiento personal, cómo ser un buen prestatario 221 222 El microcrédito como política social. . .

seguir haciendo algo para cambiar la realidad los llevó a fundar la ong. trabaja en el penal de menores de la ciudad y en el hogar de niños, espacios
Las conexiones y contactos generados en su militancia facilitaron el pro- en los cuales dos mujeres del banquito van a dar clases de catequesis. Por
ceso de constitución de la organización, pero no podemos afirmar que sus supuesto que en ese contexto no se las trata como las prestatarias del
trayectorias sean lo suficientemente amplias como para que se encuentren banquito, sino como las catequistas de la pastoral.
inmersos en redes sociales y políticas de alcance significativo, y esto dicho Victoria tiene cuatro Centros que se corresponden con tres parroquias.
en comparación con una organización como Caritas, la institución que Paraná sólo uno y otro por inaugurar al momento de escribir este trabajo.
oficia de Banco Popular en las otra localidad, cuya presencia histórica e En una de las parroquias de Victoria, una promotora ofrece cursos de
inserción en las redes sociales locales es de larga data. emprendimientos para beneficiarios de planes sociales que deben certificar
Las prestatarias de Paraná son en su mayoría mujeres que superan en que se están capacitando como condición para recibir el plan. Gracias a
edad a los promotores en más de una generación. En este sentido, la estos cursos, la promotora del banquito formó varios grupos solidarios a
distancia social entre promotores y prestatarias es marcada en términos quienes les entregó microcréditos con proyectos surgidos de los talleres.
generacionales tanto como en términos de “sector socio-económico”. Las Este entrecruzamiento y articulación de distintos espacios sociales de
condiciones de producción y de eficacia de un conocimiento sobre las per- la vida cotidiana de las personas hace posible, a diferencia de Paraná,
sonas tal como se da para el caso de Victoria se encuentran por ello más que el conocimiento personal tenga mayor fuerza en la lógica del proceso
restringidas, permitiendo que un conocimiento “objetivo”, el de la admi- de otorgamiento de los créditos; es decir, que sea más valorado que el
nistración contable, el de la economía, o como queramos llamarlo, pueda conocimiento de tipo comercial a fin de establecer quién merece recibir un
operar eficazmente. No obstante, esto no significa que un conocimiento crédito.
personalizado no se ponga en juego. De hecho, los promotores conocen Ahora bien, los propios victorienses dicen que su ciudad es un lugar
la realidad de los prestatarios, pues los visitaron durante dos meses en en el cual todos se conocen. Algunos nos han dicho incluso que, de tanto
sus casas, y generaron con ellos cierta empatía y simpatía personal que hacerlo, acá uno se cansa de saludar a la gente. De hecho, si lo pensa-
incluso llega a ser considerada en ocasiones como amistad. Pero la dife- mos en función del barrio, esta representación de Victoria en términos del
rencia fundamental con el caso de Paraná es que este conocimiento sobre “acá todos nos conocemos”, toma aún más fuerza: cuando una prestataria
la persona no está inserto ni articulado en redes sociales más amplias. me quiso indicar dónde vivía para que pueda ir a visitar el quiosco que
Son entonces tres los factores que, en su combinación, hacen que el co- había puesto con el dinero del crédito, sólo me dio los nombres de dos
nocimiento de tipo económico-comercial sea más valorado en el banquito calles se cruzaban, indicándome que me parase en la esquina y le pregun-
de Paraná: a) la menor inserción de la institución en las redes sociales tara a cualquiera que anduviera por allí dónde quedaba su casa. Para un
locales en comparación con el banquito de Victoria; b) el hecho de que “porteño”, efectivamente todos se conocen. ¿Pero qué significa esto?
los promotores sean estudiantes universitarios, experiencia que los lleva Sostenemos que este conocimiento mutuo debe ser reactualizado y sig-
a considerar un conocimiento de este tipo como “legítimo”; c) la distan- nificado en el marco de las relaciones sociales que se establecen en el
cia social “objetiva”, tanto de clase como de edad, que existe entre los banquito. De hecho, se trata de una relación social específica, que no
promotores y los prestatarios. necesariamente se da en la vida cotidiana de las personas. Si bien los
En el caso Victoria, los promotores y los prestatarios comparten en gran miembros de un grupo solidario pueden ser vecinos o pueden conocerse,
medida redes y espacios sociales articulados entre si y entran en relaciones lo que significa que se relacionan de las más diversas formas, la relación
que van más allá del banquito. De hecho, varias prestatarias son, junto que los une en tanto grupo de solicitantes de un microcrédito en el marco
con una de las responsables del banco, miembros de Caritas. Los lunes de una política social, impone que las relaciones sociales se reactualicen
se reúnen en la parroquia por la reunión de Centro, y los miércoles por y se signifiquen en función de un contexto particular que es distinto al de
cuestiones que refieren a su participación en Caritas. El marido de una de otros ámbitos.
las prestatarias, también prestatario aunque no del mismo grupo solidario,
El conocimiento personal, cómo ser un buen prestatario 223 224 El microcrédito como política social. . .

Así como en Paraná la eficacia del conocimiento como elemento para silla sobre la cual se encontraba parado. Acto seguido, pidió al público
entregar los créditos deriva de la capacitación, del el hecho de que los que recordara juegos de la infancia, mientras su “secretaria” iba anotando
prestatarios aprendan a administrar su emprendimiento y que éste obser- lo que salía en un afiche de cartulina. Una vez que colectivamente que-
ve un progreso en términos empresariales, en Victoria la entrega de los dó armada una lista de juegos, el coordinador anunció. Bueno a jugar.
créditos está más apoyada en el conocimiento sobre las personas que en la Formen grupos de cinco (¡vaya casualidad!). Una vez que de la masa de
administración de la economía del emprendimiento. Las condiciones para gente se podían distinguir los grupos formados, el coordinador sostuvo en
que el conocimiento sobre las personas pueda valorarse más que el cono- lo alto, mostrándosela al público, una hoja de color sobre la cual había
cimiento comercial están dadas por su articulación en redes sociales más dibujado un círculo dividido en partes iguales con cuatro marcas ubicadas
amplias que las que podríamos entender como estrictamente relativas a simétricamente sobre la circunferencia.
las del banquito. Sin embargo, este conocimiento debe ser reactualizado
y puesto en juego en función de la dinámica propia del proceso del dar y
el recibir un microcrédito.
Lo común que tienen estos dos tipos es que involucran relaciones de
tipo personalizado. Un conocimiento ‘sobre’ las personas en el contexto
de relaciones cara a cara, que hace que incluso el conocimiento más ‘eco-
nómico’ sea transmitido de esta forma: en las casas de los prestatarios y
en forma personalizada. Toma entonces algo más de sentido el hecho por
el cual no faltar a las reuniones sea un elemento sobre el cual insisten
repetidamente los promotores: todo el proceso del dar y recibir un crédito ¿Qué es esto?, preguntó el animador, y nadie respondió. Esto es un reloj,
se sostiene a través de relaciones cara a cara. dijo a continuación, pero está incompleto, le faltan las horas. Señalando
Ahora bien, no sólo se enseña y se prescribe cómo debe administrarse el cada una de las marcas y explicando dónde iba cada número, afirmó: acá
dinero tal como vimos en el capítulo ii o cómo armar un proyecto, tal como vamos a ponerlas. Mientras tanto, otra persona iba repartiendo una hoja
vimos en el capítulo iii. A su vez, hay formas adecuadas de administrar con el mismo dibujo por cada grupo.
el tiempo y los compromisos. La reiterada insistencia en la puntualidad Una vez que escribimos las horas correspondientes a las marcas del reloj,
y asistencia ilustrarían esta cuestión. Sin embargo, no son elementos sufi- nos explicaron el ejercicio: esto es una agenda. Lo que vamos a hacer es
cientes como para dar cuenta de que es una particular administración del elegirnos 4 juegos de la lista, y arreglar con otro grupo si quieren jugarlo,
tiempo lo que se está poniendo aquí en juego. y la hora en cual jugarlo, y cuando llegue esa hora, lo vamos a jugar en
Durante uno de los Encuentros Nacionales que organizó el equipo téc- un lugar que también tienen que ponerse de acuerdo. Arrancan los pre-
nico del programa se planteó una actividad que estuvo orientada hacia parativos, y nos dedicamos entonces a llenar la agenda. Nuestra primera
la transmisión de un saber particular: saber administrar una agenda, un negociación no tuvo éxito. Con un grupo quisimos jugar al “veo veo” a
componente fundamental de la disciplina del trabajo tal como se la con- las tres, pero ellos querían jugar al “truco”. No hubo acuerdo. Cuando
cibe desde esta política social. Durante el ejercicio, se podía reconocer finalmente tuvimos dos compromisos hechos, nos dimos cuenta de que no
claramente un organizador o coordinador, y el público participante que sabíamos cómo, leyendo la hoja, determinar con qué grupo habíamos acor-
debía llevar a cabo las consignas planteadas. dado qué juego. La agenda sólo nos reflejaba la hora y el tipo de juego,
Una vez que el coordinador logró juntar a todos, a unos cien participan- no nos daba información sobre nuestro equipo contrario. Es así que nos
tes, y logró que le prestaran atención, comenzó con un relato acerca de los dimos un nombre a nosotros mismos en tanto grupo: “los amuchados” y
juegos de la infancia realizando algunas bromas respecto de la diversidad preguntamos cómo se llamaban los otros, anotándolo respectivamente en
de edades que él mismo pudo observar desde la altura que le brindaba la cada uno de los compromisos pactados.
El conocimiento personal, cómo ser un buen prestatario 225 226 El microcrédito como política social. . .

Todos los grupos se inventaron un nombre para diferenciarse. Cuando y Popular. El contexto de nominación era distinto, por supuesto, pero no
más o menos cada uno de ellos tuvo su agenda completa, el animador, podíamos aislar el contexto de los encuentros del proceso de otorgamiento
nuevamente parado sobre la silla y hablando por el micrófono, exclamó: de los créditos. Sostuvimos en consecuencia que teníamos que relacionar el
–¡Uy, son las doce!, ¿qué teníamos que hacer a las doce? Busquen a su contexto particular en el cual se ponían en juego estas “nuevas” categorías
grupo y jueguen. –¿Cómo hacemos? se escuchaba que algunos le pregun- con el proceso de otorgamiento de los créditos, pues suponíamos que era
taban al animador. Nuestra cita era con el grupo “Los correcaminos” para allí en el cual se producía esta diferente nominación para los beneficiarios.
jugar a esa hora al “tejo”, pero no teníamos los discos necesarios para ju- En función de explicitar cómo se define a las personas como prestatarias
gar, y menos aún arena de playa o tierra. . . usen la imaginación, dijo el hemos focalizado hasta aquí en las jornadas de capacitación. A partir
animador. Es así que elegimos un rincón y, con los garbanzos y porotos de aquí, y en función de dilucidar el proceso de transformación aludido,
utilizados en otro de los juegos oficiando de discos, jugamos a algo que po- indagaremos en las formas que adoptan las relaciones entre los prestatarios
dría llamarse “tejo”: arrimar el poroto. Cada uno tiró sus porotos y nunca y los promotores luego de las jornadas de capacitación.
se supo quién ganó. De todas formas ese no era el objetivo del juego. Con
una intención claramente pedagógica, este juego tuvo como objetivo “en-
La participación: estar y no desaparecer
señarnos” a administrar el tiempo y los compromisos. En definitiva, a usar
una agenda. Tal como los promotores se encargan de explicarle a los prestatarios des-
Nuevamente surge la enseñanza como un elemento central. Si bien el de el principio, lo más importante es que la gente participe. Que esté y
Banco Popular de la Buena Fe tiene como objetivo crear trabajo para que no desaparezca, que el grupo haga todo el proceso en conjunto, que
el que no lo tiene, incluir en la producción al que está excluido, brin- vayan siempre los cinco. Éste es el principio fundamental, el principio de
darle acceso a los recursos a quién no puede acceder de otra forma, la legitimidad, como diría Mary Douglas (1996) para el análisis de las ins-
formulación e implementación de este tipo de políticas está determinada tituciones, que sostiene al banquito y sobre el cual se sustentan todos
por el supuesto de que existe un tipo de carencia previa a la carencia de los demás principios y valores, como por ejemplo aquél que afirma que el
recursos: carencia de disciplina, de conocimientos, de saberes, carencias banquito es de todos. De esta forma, la participación, es decir el hecho
que también hay que suplir junto con aquella que refiere a los recursos de estar, de no faltar, y de no desaparecer, es entendido como el principio
económicos. que sostiene la garantía solidaria. Entendemos estos principios como la
El conocimiento moldea y también prescribe las relaciones sociales y forma de normatizar los valores. En este sentido, el banquito es de todos
la interacción entre quienes entregan los créditos y quienes los reciben. aquellos que participan y se involucran personalmente en las actividades
Por un lado, para ser “buen” prestatario hay que aprender cómo se ad- cotidianas, no existiendo forma alguna de representación, de “ir en nom-
ministra un negocio, un emprendimiento. Hay que saber de costos fijos y bre de”. Ningún prestatario puede ir a pagar la cuota por otro. Puede
variables por ejemplo. Por otro lado, un “buen prestatario” no le ocultaría haber uno que junte la plata, pero a entregarla tienen que ir todos. Si no,
al promotor respecto de deudas anteriores en las cuales ha incurrido. no hay vida de Centro.
Ahora bien, cuando participé del Encuentro Nacional del Banco Popu- Para explicitar cuál es la lógica de este principio de legitimidad, en el
lar de la Buena Fe, noté que las personas beneficiarias de los créditos eran presente apartado entenderemos al Banco Popular de la Buena Fe en los
llamadas, en vez de prestatarios, emprendedores. A su vez, el nombre que términos en que Mary Douglas (op. cit.) entiende a las instituciones. Es
se le dio al encuentro fue: “iv Encuentro Nacional de Emprendedores y Or- decir, en tanto una “agrupación social legitimada”. Para esta autora,
ganizaciones de Microcrédito: ‘Con trabajo y Organización organizamos el
Proyecto Nacional y Popular”. ¿A qué se debía este cambio de categoría?
“La institución de que se trate en cada caso bien puede ser una
Ya no se trataba de prestatarios que encaraban un proyecto productivo o
familia, un juego o una ceremonia. La autoridad legitimada puede ser
de servicios, sino de emprendedores involucrados en un Proyecto Nacional
personal, tal como un padre, un médico o un juez, un árbitro o un
El conocimiento personal, cómo ser un buen prestatario 227 228 El microcrédito como política social. . .

maitre, pero también puede ser difusa, como sería el caso de basarse mente, sólo en pocas ocasiones sucedía esto. Lo más generalizado era la
en el común acuerdo sobre algún tipo de principio fundamental. Lo organización de rifas o bingos para juntar dinero para aquellos prestata-
que sí se excluye de la idea de institución en estas páginas es cualquier rios o prestatarias que estaban atrasados en las cuotas. Sin embargo, este
arreglo puramente instrumental o provisional que se reconozca como tipo de soluciones o alternativas a la garantía solidaria entendida como
tal.” (1996:75) “responder por los otros” no duraron mucho.
Mi primer acercamiento al banquito de Victoria fue, justamente, parti-
La utilidad de la propuesta de Mary Douglas reside, para nuestro caso,
cipar en una tarde de bingo en el salón de la parroquia en el cual los grupos
en que no se trata de una definición sustantiva de las instituciones, sino
solidarios se reunían todas las semanas: las ya mencionadas reuniones de
de una definición operativa. Nos permite encontrar no tanto “qué son”
Centro. En mi segundo viaje, unos meses después, pregunté a una de las
las instituciones sino “qué hacen”, y qué tipo de vínculos sociales las
prestatarias por los bingos:
sostienen. En estos términos no es necesario entender al Banco Popular
de la Buena Fe como una institución en pleno sentido, sino considerar que
observa determinados procesos sociales que la teoría de Mary Douglas eso se hacía para juntar plata para las que no pagaban, y nos cansa-
contempla como específicos de las instituciones. mos de hacerlo porque trabajás para otros. Y las que no pagan no se
En un primer momento, habíamos entendido que el principio de legi- preocupan de nada, porque total después se hace un bingo para pagar
timidad era la garantía de la palabra, pues en torno a ella comenzaba sus cuotas. Las que estábamos al día teníamos que trabajar para las
todo el proceso de entrega y devolución de los créditos. Se trataba del que no, y eso no va.
fundamento de la circulación del derecho a recibir el dinero, –recordemos En Paraná, un promotor me comentaba que la garantía solidaria no
que sólo se recibe cuando el compañero de grupo ha probado ser un buen funcionaba porque nadie quiere pagar la deuda de otros. Nunca, en muy
pagador–, del fundamento que organizaba las reuniones de capacitación, pocos casos, un grupo salda la deuda de su bolsillo.
pues la garantía solidaria implicaba un muto conocimiento entre las per- No sólo la garantía de la palabra puede significar varias cosas como
sonas. Se trataba a su vez del valor de la palabra, aquello que se intentaba responder directamente del bolsillo de uno, u organizar de rifas y bingos;
recuperar como cimiento de las relaciones entre las personas, etc. Ade- curiosamente, el único acuerdo que existía en torno a ella, tanto en Pa-
más, el dinero comenzaba a entregarse una vez que se determinaba que la raná como en Victoria, así como entre promotores y prestatarios, era que
garantía solidaria podía operar de forma efectiva. no funcionaba. Difícilmente podía ser entonces éste el principio de legiti-
Sin embargo, era un principio muy “visible” como para que fuera real- midad. Este tipo de principios son indiscutibles. Están, podríamos decir,
mente efectivo como principio de legitimidad. Todos tenían en claro que naturalizados. En este sentido, afirma Douglas,
deberían responder por el otro. La convención, es decir el acuerdo respec-
to de este principio era explícito. A su vez, los mecanismos a través de los ante la pregunta ‘¿por qué se hace esto así?’ aunque la primera res-
cuales la garantía solidaria funcionaba estaban bien claros. Primero había puesta que pueda venir expresada en términos de mutua conveniencia,
que conocer la realidad del otro, luego reconocerse mutuamente como ho- la respuesta final, al cabo del interrogatorio, acabará remitiendo al
nesto (por ejemplo) y, finalmente, expresar públicamente el hecho de que modo en que aparecen los planetas en el firmamento o la manera en
se estaba dispuesto a responder por los otros; que uno estaba dispuesto a que se comportan naturalmente los humanos o las plantas. (op.cit.75).
ser solidario y a asumir el compromiso.
Fueron la “visibilidad” y la “cuestionaiblidad” de este principio por lo Era el principio de estar y no desaparecer el que motivaba este tipo de
cual buscamos la legitimidad por otro lado. No necesariamente la garan- “respuestas”:Hay que estar porque si no el banquito se cae. Así funciona
tía de la palabra funcionaba tal como los prestatarios y promotores se la el banquito. El banquito es de todos. A tal punto, que el hecho de des-
representaban idealmente. Para muchos, directamente no existía. Nadie aparecer era considerado como uno de los actos más perjudiciales para el
va a poner plata de su bolsillo para pagar la cuota de otro. Efectiva- banquito. Que la gente no pagara no era el problema de fondo. El peligro
El conocimiento personal, cómo ser un buen prestatario 229 230 El microcrédito como política social. . .

asomaba cuando no pagaban y se iban, desaparecían. Durante una de las Estar, es algo más que asistir a las reuniones semanales de Centro. Si
charlas con los promotores de la ciudad de Paraná, uno de ellos se quejaba bien la asistencia se controla y a quienes faltan se lo hacen notar los
de una prestataria que no pagaba, y a quien le habían tenido que incautar propios compañeros, el significado de estar y no desaparecer es algo más
la máquina de coser comprada con el dinero del crédito. Los promotores que no faltar a las reuniones, pues las ausencias son muy comunes. Sin
habrían tomado la medida porque la prestataria mentía. Decía que la- embargo, no hace falta más que una reunión exitosa para que los ‘falta-
buraba pero no laburaba, y además había desaparecido. Esto era lo más zos’ queden en el olvido. Una reunión exitosa se caracteriza, además de
grave, y lo que motivó el hecho de que le incautaran la máquina de coser. por el hecho de que estén todos, por la realización de juegos que ten-
El tema con los que no pagan es así, me comentaba el mismo promotor: gan que ver con la vida del banquito, o la realización de charlas respecto
de los valores, el intercambio de experiencias respecto de la marcha de
Tenés dos tipos, o tres. Uno: los que les va mal y no pagan, dos: los los emprendimientos, el festejo del cumpleaños de alguna prestataria, o
que desaparecen en el medio, tres: los que les va bien, dejan de pagar simplemente pasarla bien con amigos y amigas al mismo tiempo que se
y se van porque hicieron negocio. Dos y tres son los peligrosos porque intercambian las novedades del barrio.
hacen que se caiga el grupo y ponen en riesgo el éxito del banquito. Estar y no desaparecer significa entonces demostrar que se sigue for-
Pero en los que les va mal, es ahí donde la garantía funciona realmente. mando parte del banquito. Quien sólo paga la cuota pero no participa en
La gente del grupo responde por ellos. Ponen entre todos algo o hacen este sentido de la vida de Centro, no es un buen prestario, porque no está.
una rifa. . . esos no son el problema. El banquito no es para él. Es, como decía el promotor de Paraná, poten-
cialmente peligroso porque nadie sabe nada de él. Es sólo una entrada
Esta asociación entre el que desaparece y su peligrosidad está vinculada más en el cuaderno de contabilidad de las cuotas.
a la devolución del dinero y en consecuencia a la garantía solidaria. Sin Ahora bien, para retornar a nuestra pregunta respecto de cuál es el
embargo, el sólo hecho de ser moroso, de verse imposibilitado de devolver fundamento de esta obligación de estar y no desaparecer, se hace necesario
el dinero, no es grave y no pone en peligro la vida del banquito mientras explorar nuevamente la obligación de devolver el dinero, aunque esta vez
las personas tengan la capacidad de pedir ayuda. Es cuando las personas desde una perspectiva distinta a la expuesta en el capítulo I, en el cual
que no pueden devolver el crédito desaparecen cuando están actuando en tratamos el problema de la tasa de retorno.
contra del principio más elemental del banquito: la participación. Nos servimos de las consideraciones de Firth (1970) respecto del con-
A tal punto esta idea es “indiscutible”, queel banquito no es para todos, cepto de reciprocidad en Malinowski. Este autor afirma que este concepto,
hay que tener aptitudes. No es para todos, pero es de todos los que están. “que aunque puede inducir a error si se toma como principio axiomático,
Deber dinero no se transforma en una falta a los compromisos o a los resulta un instrumento inapreciable en el estudio de la naturaleza de las
valores del programa sólo mientras uno esté y no desaparezca. Mientras transacciones, aunque sólo sea porque ayuda a centrar la atención en las
el prestatario admita que tiene dificultades y pida ayuda, algo que es en- posibles implicaciones amplias de cualquier transferencia (. . .) de bienes
tendido en términos de la capacidad de pedirla, el banquito es “tolerante”. o de servicios” (op. cit: 238).
En este sentido, la devolución del dinero no se puede hacer por correo. No En nuestro caso, se trata de derechos y obligaciones inscriptos en re-
se puede mandar a otra persona a pagar por uno. Si no, no hay vida de laciones de tipo personalizado. Sin embargo, no se trata de una cadena
Centro, y el banquito se cae. de reciprocidades reductibles a relaciones de tipo diádico como en última
En función de lo dicho, podemos decir que los prestatarios deben algo instancia ocurre en el modelo de Malinowski en las cuales los intercambios
más que dinero: más allá de esta obligación implicada en la lógica del se producen como “numerosas transacciones individuales que se llevan a
crédito, están obligados a estar. ¿Por qué? Hasta aquí hemos tratado de cabo simultáneamente” (Firth, op.cit.). Si observamos más de cerca el
mostrar cómo esta obligación se genera. A partir de aquí trataremos de intercambio expresado en el proceso de otorgamiento de los créditos, ve-
dar cuenta cuál es su fundamento. remos que existe una combinación de obligaciones hacia las diferentes (y
El conocimiento personal, cómo ser un buen prestatario 231 232 El microcrédito como política social. . .

más de dos) partes involucradas en el intercambio. Para simplificar la “Según Malinowski, (. . .), el ‘principio de reciprocidad’ impregna to-
exposición nos vamos a posicionar en el momento y desde el “punto de da conducta social. Al decir esto pretendía hacer hincapié en que las
vista” de quien acaba de recibir el crédito. En principio, se está obligado transacciones económicas que provienen de la reciprocidad son social-
hacia el banco por el hecho de tener que devolver el dinero. Esta obliga- mente cohesivas, pero también reconocía que la reciprocidad es una
ción es intrínseca a la noción misma de crédito con interés. En segundo manera de comunicarse. No sólo hace algo, también dice algo. Si doy a
lugar, el control entre pares y la forma escalonada en la cual se entregan alguien un regalo, se sentirá moralmente obligado a darme algo a cam-
los créditos implica una obligación con los compañeros de grupo, pues bio. En términos económicos está en deuda conmigo, pero en términos
hay que demostrarle al banco que se va a devolver el dinero en tiempo y de comunicación el sentido de la obligación reciproca es expresión de
forma para que el resto adquiera el derecho a recibir: hay que devolverle un sentimiento recíproco de que ambos pertenecemos al mismo sistema
al banco el dinero durante un período en el cual la buena fe y la palabra social. Además, la manera de corresponder a mi regalo dirá algo sobre
de uno están en juego 4. nuestras mutuas relaciones. Si me devuelve mi regalo en la misma mo-
No se trata de una única transacción, sino que se trata de dos transac- neda con un equivalente exacto (. . .) la conducta expresa igualdad de
ciones simultáneas, articuladas y mutuamente determinadas y que invo- status. Pero si la reciprocidad implica dones en diferente especie (. . .)
lucran a tres partes diferenciables: 1. el banco, 2. el prestatario quien está la conducta expresa desigualdad de estatus”. (Leach, op. cit.:9)
probando su buena fe, y 3. quien está esperando recibir el dinero; es decir,
esperando el derecho a recibir. La transacción involucra entonces a tres Este “lenguaje” a través del cual se expresan las relaciones entre quie-
partes, y es doble: circula dinero, y al mismo tiempo el derecho a recibirlo. nes dan y quienes reciben los créditos es el lenguaje de la participación y
Mientras se le devuelve a una parte, se le está dando la posibilidad de re- el compromiso en función de una común pertenencia a la comunidad del
cibir a la otra. Cabe aclarar que se trata de una transacción que no sólo se banquito. Si la triple transacción a la que hacíamos referencia puede en-
da entre los miembros del grupo solidario. La cuestión respecto de la tasa tenderse en términos económico – jurídicos (circulan dinero y derechos),
de retorno que mencionábamos anteriormente está también en función de el principio de estar y no desaparecer puede entenderse como el lenguaje
mantener este ciclo de circulación. Si el banquito se cae porque la gente político en el cual se expresa la obligatoriedad de participar.
no devuelve, no se podrán seguir entregando créditos. Esto justificaba a En primer lugar, el hecho de estar puede deberse a que la transacción
su vez los intereses que se cobraban: para que los que vienen atrás puedan se encuentra inscripta en relaciones de tipo personalizado. No podemos
recibir también un crédito. negar que aquí hay una situación práctica. Sin embargo, la participación
Entonces, quien está devolviendo el préstamo no sólo se compromete es el lenguaje a través del cual los protagonistas del Banco Popular de la
con los miembros del grupo solidario, sino con todas aquellas personas que Buena Fe expresan su mutua pertenencia a la misma causa. Este lenguaje
pedirán el crédito en el futuro. Como hemos mostrado, esta circulación de de la participación lleva consigo la posibilidad de producir relaciones que
dinero y derechos, este compromiso que implica ser prestatario, está a su podemos entender como de tipo político. En este sentido, el hecho de
vez atravesado por y es representado a través de valores sociales como la contar con gente que está y participa, puede servir a los efectos de la
solidaridad, la disciplina y la honestidad, valores que determinan no sólo producción de lo que llamaremos un ‘capital’ de adhesión.
el derecho a recibir el dinero, sino fundamentalmente el derecho a formar Cabe aclarar que aquí tomamos el concepto bourdeano de “capital”
parte de la comunidad y de la familia del banquito. para dar cuenta de la particular forma en que se manifiesta la “adhesión”,
En este último sentido, proponemos tomar como referencia las interpre- concepto utilizado por Palmeira (2003) en su análisis de las relaciones
taciones de Edmund Leach (1978) respecto del concepto de reciprocidad: sociales durante el tiempo de la política en Pernambuco Brasil. Es decir
del tiempo electoral tal como es entendido localmente. Allí el voto, más
que una elección de representantes, tendría el significado de una adhesión
4 No necesariamente hay que cancelar la totalidad del crédito. La calve es demostrar que uno es
de fiar y que va a devolver el dinero. Un aspecto de esta demostración es, por supuesto, devolver
a una facción.
efectivamente algunas cuotas.
El conocimiento personal, cómo ser un buen prestatario 233 234 El microcrédito como política social. . .

Aquí no tratamos con el tiempo de la política en los mismos términos los valores del banquito, atenerse a sus pautas culturales, a su disciplina,
que lo trabaja Palmeira para el caso de Pernambuco, pues no estamos etc.
tratando con elecciones. Sin embargo, el concepto de ‘adhesión’ nos es de Según Palmeira, el compromiso toma un significado de adhesión cuando
utilidad para dar cuenta de la dimensión política del proceso que estamos se expresa en el voto durante el período electoral, pues el voto que se va
analizando. a realizar se declara públicamente. Por ejemplo, colocando la foto de un
La adhesión, que en Pernambuco se expresa a través del voto, “no es es- candidato en la puerta de la casa. De esta forma se declara la adhesión no
coger representantes, sino situarse de un lado de la sociedad” (op. cit.:35) sólo a un candidato, sino a una facción. Las personas expresan entonces,
Se trata de un proceso “que va comprometiendo al individuo o a su fami- públicamente, “de qué lado de la sociedad están”.
lia, o a alguna otra unidad social significativa a lo largo del tiempo, más La dimensión política implicaría también aquí la generación de com-
allá del tiempo de la política [es decir, más allá del período electoral]” promisos a través de un ciclo de intercambios que implican pedidos y
(op. cit.: 36). En línea con este argumento, nosotros estaríamos analizan- promesas que se van negociando y saldando a lo largo del tiempo y que
do cómo se produce la adhesión en tiempos no electorales. Es por ello que resultan en la expresión pública de una adhesión.
afirmamos estar tratando con la producción de un ‘capital’ de adhesión. Si bien la instancia electoral no está contemplada aquí, hemos participa-
En el análisis de Palmeira la adhesión se encuentra asociada con la leal- do en otro tipo de eventos en los cuales se manifestaba una adhesión: Los
tad política. Esta lealtad es adquirida, según el autor, a través del com- Encuentros Nacionales del Banco Popular de la Buena Fe en los cuales los
promiso y no implica necesariamente la vinculación a un partido, sino que banquitos de todo el país se reunían para trabajar sobre el funcionamiento
tiene que ver con el compromiso personal producido “en la cotidianeidad, del programa. Promotores, prestatarios, referentes provinciales, técnicos
a través de múltiples flujos de intercambios” (op. cit: 37). En estos flujos y funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, se reúnen
de intercambio están en juego ayudas o pequeños favores que van siendo anualmente en los Encuentros Nacionales del Banco Popular de la Buena
saldados a lo largo del tiempo. En este sentido, afirma el autor, para el Fe. Durante estos Encuentros se ponía en juego la expresión y declaración
caso de Pernambuco “no hay grandes diferencias en relación con lo que pública de una adhesión en los términos expuestos.
ha sido relatado por la literatura (. . .) sobre patronazgo y clientelismo”.
(op. cit: 37). Sin embargo, sostiene que las cosas parecerían ser un poco
más complejas. En primer lugar, estos favores o ayudas suponen por un
lado un “pedido” y por el otro una “promesa”. En este sentido, “suponen
el empeño de la palabra de ambas partes” (op. cit:37).
Para el caso del banquito se trata, efectivamente, de un compromiso
asumido a través de la palabra empeñada. Aunque estas categorías no
significan lo mismo para los actores implicados en ambos casos, la lógica
social que genera estos compromisos personales es homóloga, aunque pre-
senta particularidades que los hacen diferenciables. En el banquito tam-
bién se ponen en juego “pedidos” y “promesas”. Si bien los promotores del
banco van a buscar o convocan a la gente, los interesados deben pedir el
crédito, y los promotores prometen que pueden pedir más en el futuro si
los prestatarios se comprometen con el banco. Este compromiso pone en
juego no sólo una economía de la entrega y la devolución de los créditos,
sino una política de la participación entendida en los términos del estar y
no desaparecer: ir a las reuniones, ser parte de la vida de Centro, defender
236 El microcrédito como política social. . .

Los rituales del banquito y la actualización mismos objetivos generales que el primero, con la diferencia de que fue
convocado para trabajar sobre la sistematización de las prácticas. Esta
del compromiso con El Proyecto tarea implicó juntar todo acerca de la vida del banquito: fotos de los pres-
tatarios trabajando en sus emprendimientos, fotos de la vida de Centro,
recortes periodísticos, reflexiones escritas de los prestatarios y los promo-
Anualmente, el programa organiza encuentros nacionales que tienen una tores, etc. Lo que no había, se producía. Uno de los banquitos, por ejem-
duración de tres días durante los cuales se reúnen los banquitos locales plo, organizó un concurso literario para incentivar a los prestatarios a que
todo el país para reflexionar, debatir y trabajar sobre la implementación volcaran sus experiencias en forma de relatos escritos. La consigna había
del programa y para intercambiar experiencias con otras personas invo- sido juntar todo, desde el principio, y hacer memoria. Los encargados de
lucradas en el programa en diferentes localidades del país. Durante estos llevar adelante esta sistematización fueron en su mayoría promotores de
eventos, funcionarios y políticos entran en contacto directo con los benefi- los banquitos locales, aunque no faltaron prestatarios que se encargaran
ciarios. En estos encuentros se expresa a su vez en forma pública, a modo también de esta tarea.
de balance y proyección a futuro, el trabajo realizado durante todo el año Hemos considerado a estos eventos como “situaciones sociales” (Gluck-
en función del rol que a cada uno le cabe. Funcionarios, políticos, así como man 2003). En este sentido, ligamos su análisis con las situaciones referen-
prestatarios, promotores y referentes provinciales, expresan y comunican ciadas a lo largo de los capítulos anteriores. “Así, una situación social es el
públicamente las dificultades sobrellevadas y el crecimiento logrado a lo comportamiento, en cierta ocasión, de miembros de una comunidad como
largo del año. tal, analizado y comparado con su comportamiento en otras ocasiones,
Los Encuentros también se vuelven momentos para agradecer. Los pres- de tal forma que el análisis revele el sistema subyacente de relaciones”
tatarios agradecen a los promotores y al banquito, porque el banquito te (Gluckman, op. cit: 7). En consecuencia, el análisis y la descripción de
cambia la vida. Los funcionarios agradecen la labor de los promotores, y los encuentros toman aquí sentido por estar conectados con las situacio-
todos agradecen a los fundadores 1del banquito. A su vez, en estos eventos nes y relaciones descritas anteriormente. Así como en la propuesta de
se pone de manifiesto que el programa está sostenido por el trabajo de Gluckman, las distintas situaciones están ligadas en función de nuestra
los prestatarios y de los emprendedores, pues el banquito es una política presencia en tanto antropólogos.
construida desde abajo hacia arriba. El análisis de estos eventos adquiere para nosotros importancia debido a
Durante tres días, técnicos, promotores, prestatarios, referentes provin- que en ellos se actualizó y se reforzó aquél compromiso que se creaba en la
ciales y funcionarios se organizan en comisiones para trabajar de acuerdo vida cotidiana del banquito durante el proceso de entrega y devolución de
a diversas consignas que el equipo técnico del programa prepara espe- los créditos, y porque estos encuentros implicaron la adhesión a una causa
cialmente para el evento. Los resultados son luego puestos en común y y a un proyecto en común. Es decir, una toma de posición hacia un lado
finalmente se elabora un informe general sobre las conclusiones del en- de la sociedad expresada, entre otras formas, través de la definición de
cuentro. Este informe se hace público sirviendo como base y fundamento quiénes son los enemigos del banquito y del Proyecto. Al mismo tiempo,
para el encuentro siguiente. Al momento el programa llevaba organizados los valores en términos de los cuales este compromiso es entendido fueron
cuatro encuentros Nacionales. A su vez, se habían se realizado una serie puestos en escena a través de instancias ritualizadas y a través de una
de Encuentros Regionales y Provinciales, y dos Encuentros de Sistemati- expresión pública de adhesión a una causa común.
zación de las Prácticas. Retomando a Leach (1976), consideramos que toda acción social pre-
Aquí nos ocuparemos del iv encuentro Nacional y del ii Encuentro de senta dos aspectos; un aspecto técnico y un aspecto expresivo. “La técnica
Sistematización, que también tuvo carácter nacional. Este último tuvo los tiene consecuencias materiales económicas que son cuantificables y pre-
1 Los fundadores del banquito reconocidos públicamente en los encuentros como tales son tres. Un
decibles; por otra parte, el ritual es una exposición simbólica que ‘dice’
cura de Tandil, una actual funcionaria de la Provincia de Buenos Aires y un político entrerriano algo sobre los individuos que participan en la acción.” (op. cit: 34). Si bien
fallecido, quien fuera intendente de la ciudad de Victoria y senador provincial.

235
Los rituales del banquito. . . 237 238 El microcrédito como política social. . .

no consideramos los encuentros como rituales en sí mismos, observamos determinado momento y en lugares distintos y con diferenciales formas
instancias en las cuales la dimensión expresiva de la acción preponderaba de utilización del espacio. A su vez, cada uno de estos acontecimientos
por sobre la dimensión técnica. Por ello mismo las denominaremos como estuvo “encadenado” con el otro de forma tal que el orden no podría
“instancias ritualizadas” (Boivin, et. al 2000). Los encuentros manifesta- haber sido invertido. Esta secuencia se encontraba preestablecida por los
ban organizadores, figurando por escrito en el programa que era entregado a
cada participante durante la acreditación.
una ruptura con lo cotidiano que comenzaba a experimentarse a par- Los dos encuentros que aquí se describen forman parte de una serie
tir del viaje que los participantes debían realizar para concurrir. Se temporal de eventos mucho mayor de la que aquí abarcamos. Esta serie
trataba también de espacios sociales en donde la experiencia de cada se hizo visible para nosotros debido a que los diferentes encuentros rea-
prestatario, de cada promotor, era medida en función de un proyecto lizados en el pasado y aquellos que se realizarían en el futuro estuvieron
colectivo de escala nacional, gracias a la presencia de los funcionarios, mutuamente referenciados por los propios actores.
al contacto con banquitos de localidades lejanas y hasta desconocidas,
al intercambio de experiencias comunes y a la puesta en escena de El II Encuentro de Sistematización
los valores compartidos por todos los actores del Banco Popular de la
Buena Fe. Se trató de eventos cuya estructura fue similar y se relacio- El ii Encuentro de Sistematización de las Prácticas se realizó los días 4-5
naron formalmente entre sí. Segregados del tiempo y el espacio coti- y 6 de agosto de 2006 en las instalaciones del Hotel Bauen de Buenos
dianos del banquito, estuvieron a su vez signados por momentos clara- Aires. Asistieron aproximadamente 200 personas provenientes de todas
mente delimitados en los cuales la dimensión expresivo-comunicativa las provincias en las cuales el banquito estaba funcionando. Todas estas
de la acción social tuvo mayor valor, tanto para el antropólogo co- personas formaban el comité nacional de sistematización, siendo en su ma-
mo para los protagonistas del evento, que la dimensión puramente yoría promotores y referentes provinciales que se estaban encargando de
técnica o instrumental (cf. Turner, 1980; cf. Leach, 1976). Esta dimen- la tarea de sistematizar las experiencias del banquito. El comité central,
sión expresivo-comunicativa se realizó, a su vez, a través de diferentes por su parte, estaba integrado por el equipo técnico del Ministerio. Cada
medios, adoptando formas repetitivas, estereotipadas, condensadas y provincia había traído una carpeta que contenía el producto del trabajo
redundantes (cf. Tambiah, 1979). (Koberwein y Doudtchitzky, 2007b: de sistematización: recortes periodísticos en donde apareciera el Banco
139-140) Popular de la Buena Fe o sus prestatarios, fotos de los emprendimientos,
relatos escritos de vivencias, informes elaborados por los promotores, pe-
En forma sintetizada, los eventos estuvieron organizados a partir de la riodizaciones del crecimiento de los banquitos locales, etc. Esta carpeta
siguiente secuencia de acontecimientos 2 debía ser entregada al comité central, quien se encargaría de realizar la
etapa final del proceso: seleccionar, sintetizar y sistematizar propiamente
• Acreditación y alojamiento de los participantes.
dicho la información recolectada por cada provincia.
• Acto de Apertura [y muestra de emprendimientos].
El coordinador del Banco Popular de la Buena Fe a nivel nacional ofició
• Trabajo en comisiones.
de coordinador del Encuentro, estando presente desde el momento en que
• Plenarios.
los participantes comenzaron a entrar al salón en el cual se realizó el
• [Fiesta].
evento y dándole a cada uno que se le acercaba la bienvenida en forma
• Acto de cierre.
personal saludando con un abrazo efusivo y un beso. El salón, de unos
Cada ítem se corresponde a un acontecimiento que estuvo delimitado veinte metros por diez, estaba cubierto de sillas hasta la mitad. Mientras
temporal y espacialmente durante el evento. Es decir, ocurrieron en un los participantes se ubicaban, sonaba música a través de los parlantes
montados sobre el escenario hacia el cual estaban orientadas las sillas.
2 Entre corchetes figura aquello que no necesariamente ocurrió en todos los encuentros.
Los rituales del banquito. . . 239 240 El microcrédito como política social. . .

Al entrar, era entregada una carpeta con el programa que contenía una fue presentada como unjuego de integración. El juego tuvo el objetivo de
síntesis del I Encuentro, y el cancionero delbanquito compuesto por letras que los participantes, personas de diferentes provincias y localidades, es
de canciones de diversos cantautores de música popular argentina: Peteco decir personas de diferentes banquitos, se conocieran entre sí. El acto de
Carabajal, Teresa Parodi, León Gieco, Los Nocheros, etc. apertura, luego de las palabras inaugurales del coordinador, tuvo entonces
Una vez que los lugares fueron ocupados en su totalidad, el coordinador por función conocerse mutuamente.
del evento tomó un micrófono y subió al escenario. Al escucharse una Las puertas que comunicaban el salón con el patio estaban abiertas de
nueva canción, el exclamó: ¡A ver! ¡Canción número uno del cancionero! y tal forma que sólo cabían dos personas al mismo tiempo a través de ella.
comenzó a cantar por el micrófono, de memoria, la canción “Resistiendo” Del otro lado de la puerta dos jóvenes de unos 25 años, dos animadores,
de Teresa Parodi. El público comenzó a cantar, a palmear y algunos se como ellos mismos se definieron, sostenían cada uno una bolsa de la cual
pusieron de pie para bailar. ¡No quiero ver a nadie sentado! ¡A bailar!, debíamos extraer un puñado de porotos de soja y garbanzos. Una vez que
exclamó el coordinador y siguió cantando mientras hacía reír al público traspasamos todos el umbral de la puerta y nos encontrábamos dentro
con su paso de baile. del patio con los porotos en la mano, los animadores pidieron nuestra
Luego de la danza, el coordinador presentó con nombre y apellido al atención y explicaron un juego que serviría para empezar a conocerse los
comité central de sistematización, seis personas que formaban parte del que no se conocen, y conocerse mejor los que ya se conocen.
equipo técnico del Ministerio. Una vez presentados, realizó un balance del El juego es de a dos, explicó, pero van a ir cambiando de parejas. y luego
I Encuentro de Sistematización realizado en abril: lo Es así, dijo, y lo ejemplificó con su compañero a través del siguiente
diálogo que los participantes debíamos reproducir entre nosotros durante
En ese entonces nos preguntábamos qué sistematizar y habíamos el juego:
llegado a una definición propia de lo que es la sistematización. No
una definición de los libros. Esta definición requiere cinco tiempos: 1. – Hola, ¿cómo te llamás?
el punto de partida; 2. las preguntas iniciales; 3. la recuperación del – Pepe
proceso vivido: lo que sucedió y cómo sucedió desde 2002 hasta hoy: – ¿De dónde sos?
recuperar materiales, registros, acontecimientos del contexto social y – De Bs. As.
político. Sin análisis, que quedó para este encuentro; 4. la reflexión – ¿Par o impar? dijo sosteniendo los garbanzos y porotos con la mando
de fondo que se realizará durante este estos tres días: Sobre todo lo derecha en lo alto.
que pasó vamos a estar trabajando y 5. los objetivos de promotores, – Par, le contestó su compañero.
de prestatarios, del Ministerio, de la Organización Provincial. Durante
este Encuentro vamos compartir cómo fue el proceso de recuperación
de lo vivido en cada lugar, qué aprendimos haciendo la sistematiza- Luego, a través de una gesticulación casi teatral para que todos pudié-
ción, contar las experiencias como un aporte a la cultura del pueblo, ramos observar claramente lo que estaba haciendo, contó los porotos y
a recuperar la cultura, el papel de la mujer en el banquito, la vida dijo: tengo siete, es impar, perdiste.
familiar y política de la comunidad. Las preguntas que nos tenemos
que hacer es por qué pasó lo que pasó, para luego planear lo que si- ¿Se entendió? Primero con los que tienen al lado, y después van
gue. Estamos en el momento más interesante [de la sistematización], cambiando de pareja. Se preguntan los nombres, se dicen de dónde
nuestras cabezas en punto de ebullición. Tenemos que meternos en la son y juegan al par o impar. El que pierde le tiene que entregar un
pileta y ver hacia adónde vamos y cómo seguimos. poroto al otro, y después nos juntamos a ver quién pudo juntar más
Luego de pronunciar estas palabras, pidió a los presentes que pasaran al porotos.
patio que se encontraba al lado del salón para realizar una actividad que
Los rituales del banquito. . . 241 242 El microcrédito como política social. . .

El conocerse mutuamente quedó así expresado en forma dramática a laburás para la gente, para los prestatarios y sabés que estás haciendo
través del juego, reafirmando el lugar que ocupa este tipo de conocimien- algo para ellos y eso es lo que te vuelve, eso no importa si cobrás o
to en el banquito. El momento en el que se realizó el juego, como parte del no. Pero también estás trabajando para ellos, y entonces te preguntás
acto de apertura, nos indica que conocerse mutuamente no es sólo el pro- a veces para qué estoy haciendo esto.
ducto de las relaciones, sino su fundamento primario. En otras palabras,
la idea implícita es que las personas se conocen no porque se relacionan
a través de las actividades del banquito, sino que para relacionarse y pa- El malestar respecto de esta situación fue generalizado entre los partici-
ra participar en él primero hay que conocerse. Así como los prestatarios pantes del encuentro. Durante el recreo charlé con un grupo de promotoras
y promotores comienzan un proceso de conocimiento mutuo durante las de diferentes provincias que afirmaban, en relación al mismo tema, que
jornadas de capacitación para luego recibir y entregar el crédito, aquí pa- estaban trabajando para hacerle la campaña a Kirchner. El énfasis de las
recería que se reafirma la idea de que este conocimiento debe ser la base “quejas” estaba puesto en el hecho de que la sistematización había sobre-
sobre la cual se construye todo lo demás. cargado el trabajo de los promotores, y en la sensación de que eratrabajo
Después del juego nos invitaron a almorzar para que luego de un recreo para el Ministerio.
de media hora se armaran los grupos de trabajo que se repartirían en
diferentes comisiones. Para almorzar me ubiqué junto a uno de los pro- Una hizo toda una carpeta, decía una promotora, ¡por 100 pesos! y
motores de la ciudad de Paraná que había conocido en mi primer viaje a ese trabajo vale mucho más que 100 pesos. Gastamos en celular, en lo-
esa ciudad. Una de las conversaciones que tuvimos giró en torno al tra- cutorio, porque quieren todo en disquet, y yo no tengo computadora. Si
bajo que implicó armar la carpeta con toda la información que requería vos te quejás, que no tenés familia, intervino otra promotora,imaginate
la tarea de sistematización. Incluso casi no me baño antes de salir, me yo, que tengo hijos y que además del trabajo de promotora tenía que
decía el promotor.Estuve imprimiendo todo a último momento mientras dedicarle tiempo a la sistematización mientras buscaba a los chicos del
hacía el bolso. Le decía a la impresora que imprimiera más rápido pero colegio. Estamos trabajando para los del Ministerio. Trabajar con las
no me hacía caso. Reproduzco lo que siguió en forma de diálogo tal como prestatarias no hay problema, es gratificante, lo que te vuelve es satis-
lo tengo registrado en mi libreta de campo. facción. Pero trabajar para el ministerio se hizo muy pesado. El que
menos gana ahí, gana 5000 pesos por mes y nosotros estamos haciendo
– Fue un laburo de locos entonces. esto por nada. Encima para el primer encuentro [de sistematización]
– Si, por una semana dormí tres horas por día. nos trajeron a todos apretados en micros de porquería. Ahora por lo
– Todo sea por el banquito. menos peleamos por micros más cómodos y lo conseguimos.
– Todo sea por el banquito. El tema es que nos matamos y le estamos
Una vez que todos los participantes volvieron del recreo y antes de armar
haciendo el laburo a ellos, le estamos sistematizando todo, se lo trae-
las comisiones de trabajo, el coordinador habló nuevamente al público.
mos acá, y ellos no hicieron nada. Encima tenemos que trabajar por
Sonaba otra vez música por los parlantes pero esta vez no hubo canto ni
nuestra parte para vivir. Fernanda [otra promotora de Paraná] llega
baile, sino una exposición del crecimiento del banquito: Hemos otorgado
mañana porque no se pudo tomar el día en el anses, recién empieza
en este tiempo 184 becas [se refiere a lo que reciben los promotores por su
ahí. Estamos entre el trabajo, el banquito, la facultad, y ni siquiera los
trabajo] y hemos abierto 2 nuevas Organizaciones Regionales 3y se están
100 pesos estamos cobrando. Yo te digo que esto lo hacemos de pura
gestionando otras 26, es decir, 112 banquitos más. 4128 créditos otorgados
dedicación, pero llega un momento que decís bueno, estás trabajando
para otros, y no cobrás nada.
– ¿Y esto se lo van a plantear al Ministerio? 3 Las Organizaciones Regionales son niveles de organización que habían surgido recientemente
– Si, si, se lo planteamos varias veces. El problema es que vos sabés que como producto del crecimiento del programa. La región aquí hace referencia a zonas dentro de
la provincia.
Los rituales del banquito. . . 243 244 El microcrédito como política social. . .

hasta ahora en todo el país, 4634 personas capacitadas, ¡Vamos esa tablita!
¡Qué bárbaro! ¡Más de 900 promotores en todo el país!
Luego de mencionar estas cifras por el micrófono elevando la voz por
sobre la música, el coordinador invitó a los referentes provinciales a que
pasaran a colocar a sus banquitos en la línea de la vida que, colgada en
una de las paredes, ocupaba una superficie de cuatro metros de largo y un
metro y medio de alto. Se trataba de una línea de tiempo que comenzaba
en 1999 y terminaba en diciembre de 2006, (ver Figura 6). Cada referente
provincial debía pasar al frente y colocar un recorte de cartulina de color
en el cual figuraba el nombre de la ong que oficiaba de Organización
Provincial en la respectiva fecha en la cual había comenzado a trabajar
con el banquito.

Figura 7

El acto de colocar la cartulina con el nombre de la organización sobre


la línea de la vida re-expresó en forma visual la idea del crecimiento del
banquito. Viendo este colorido, ¿quién podría negar que el banquito cre-
ce? En este sentido, el “efecto” de este tipo de actos comunicativos es
el de provocar la incuestionabilidad (cf. Moore & Myerhoff 1977) de lo
comunicado imponiendo una certeza: que el banquito crece. Sin embargo,
aún cuando este tipo de actos comuniquen algo que no pueda cuestionarse
mientras la comunicación está en curso, las discrepancias y conflictos exis-
tían. las condiciones de la sistematización en relación con las asimetrías
en la cantidad trabajo que a cada uno le tocó para seguir construyendo
esta línea de la vida del banquito quedaron explícitamente notadas en las
Figura 6 charlas y comentarios durante los almuerzos y recreos. Sin embargo, en
este tipo de instancias como la pegatina de las cartulinas de colores no
A medida que los referentes pegaban su cartulina en este gran cartel, el hubo espacio para que los conflictos quedaran expresados públicamente.
crecimiento referido por el coordinador comenzó a expresarse visualmente Luego de colorear la línea de la vida y de acuerdo al número que cada
para todos. La línea de la vida fue llenándose de círculos de colores con uno de los participantes llevábamos en nuestras identificaciones, se forma-
los nombres de las Organizaciones Provinciales y pronto se transformó en ron 5 grupos para comenzar a trabajar en comisiones. La consigna para
una progresión de tonalidades que se hacían cada vez más numerosas a este primer día de trabajo era plasmar qué sentimos durante la sistemati-
medida que avanzaban en el tiempo, a tal punto que a partir del 2005 ya zación y luego exponerlo públicamente durante el plenario. La puesta en
no se podía leer el texto del cartel que había quedado “sepultado” bajo común durante el plenario podía ser a través de afiches, dibujos, actua-
las cartulinas de colores (ver Figura 7). ciones, o cualquier otra cosa que provea la imaginación.
Los rituales del banquito. . . 245 246 El microcrédito como política social. . .

Una de las comisiones mereció los aplausos más fuertes al exponer uti- lar. Todas las dificultades expresadas eran acompañadas por un “pero”.
lizando todos estos recursos. La exposición giró en torno a la idea de des- Pero fue gratificante, aprendimos mucho, logramos lo que nos habíamos
cubrimiento. Queríamos mostrar lo que descubrimos entre todos, fueron propuesto.
las palabras con las cuales abrieron mientras una “actriz” representaba a Las expresiones públicas en el contexto de momentos expresivamente
un explorador que llegaba a tierras desconocidas. Descubrimos angustias, estructurados (acto de apertura y plenarios) contrastaban marcadamente
pero también afectos. El proceso de sistematización nos movilizó por lo con lo dicho en momentos más “relajados” de los recreos y almuerzos,
que descubrimos en la vida del barrio y de las organizaciones. Descubri- como por ejemplo, como había expresado una promotora: estar haciéndole
mientos maravillosos. Realmente somos una familia. Recién cuando nos la campaña a Kirchner o trabajando para el Ministerio por cien pesos.
paramos y miramos para atrás dijimos: ¡La puta cuánto que hicimos! Durante el acto de cierre el objetivo fue nuevamente expresar pública-
Otro de los grupos decidió hacer un semáforo dibujado en un afiche. mente qué sentíamos. En esta oportunidad, qué nos hacía sentir el banqui-
Rojo para los problemas, amarillo para las dudas y verde para los logros: to. Las sillas habían sido levantadas y nos sentamos en el piso formando
lo que pasó después del I Encuentro [de sistematización], el proceso de una gran ronda. El coordinador nos explicó la actividad: ahora les van a
trabajo. Empezamos de abajo, con una oportunidad para el futuro. Esto repartir unos corazones. Ahí vamos a escribir qué es lo que el banquito
fue importante porque pudimos no haber encontrado nada. Nos empeza- nos hizo sentir, qué sienten del Banquito, eso por lo cual ustedes están
mos a comunicar y a armar un proceso de red, un proceso de memoria, en el banquito. Mientras tanto, una de las chicas del comité central de
qué es lo que pasó y miramos para atrás y para adelante, y que adelante sistematización descolgó un mapa de la Argentina (de un metro y medio
sean todos logros, pero siempre hay dificultades en el proceso. de largo y de 70cm de ancho) depositándolo en el medio del círculo sobre
Cabe hacer notar en este tipo de situaciones la ausencia de las “quejas” y el piso. El coordinador explicó que una vez escritos, depositemos nuestros
“malestares” que surgían en los momentos “intermedios” (los almuerzos y corazones en el centro, del mapa. Un promotor que estaba sentado al lado
recreos) que no estaban constituidos por acciones en las cuales lo expresi- mío tenía bien en claro qué escribir pues no dudó un segundo: el banqui-
vo preponderaba. Durante las exposiciones públicas durante los plenarios, to es una revolución. Una vez que todos depositaron su corazón sobre la
en las cuales notoriamente el componente expresivo fue marcado –a través Argentina, el coordinador tomó un puñado y se dispuso a leer.
de la teatralización de lo dicho, el uso de metáforas como la del semáforo Se reservó la “mejor” frase para el final. Cuando tuvo el último corazón
o aquella utilizada por otro de los grupos que dibujó una escalera para en la mano, dijo: vamos a cerrar con este que es muy lindo, y leyó: y a
representar lo vivido en el proceso de sistematización– los conflictos estu- lo vengo diciendo y lo repito. El banquito me dio un lugar en el mundo.
vieron opacados. Si afloraron, lo hicieron a través de expresiones ambiguas Cerramos con aplausos mientras los animadores se colocaron en el centro
que referían a las dificultades y problemas relacionados con no saber qué del círculo tomando el lugar del coordinador. Uno de ellos traía una gran
hacer, qué sistematizar y cómo. Por ejemplo, una promotora afirmó que soga que desplegó paralelamente a la línea de la ronda que formaban las
no sabíamos qué hacer con tanta cantidad de datos. Costaba juntarnos personas sentadas en el piso, pasándola por detrás nuestro y dejándola
porque los banquitos están desperdigados [en localidades distantes de la descansar en el suelo.
provincia]. No sabíamos qué buscar y lo que hicimos fue un seguimiento de
los proyectos. Pero para otros se les hace difícil, por ejemplo, buscar datos
de hace 2 años atrás. Sin embargo, fueron todos problemas y dificultades
superadas porque todo funcionaba con los logros, en conjunto.
Otro grupo compartió la reflexión acerca de las dificultades que implicó
la sistematización debido a la dispersión y distancia de las localidades
en donde funciona el banquito. Llevó esfuerzo, tiempo, pero lo que nos
encantó fue la integración. Aprendimos a conocernos, un logro espectacu-
Los rituales del banquito. . . 247 248 El microcrédito como política social. . .

Una vez que ató los dos extremos de la soga cerrando la circunferencia a Fue un éxito rotundo, el de nuestra empresa, que concluimos con ex-
nuestras espaldas, pidió que nos pusiéramos de pie. Entonces desplegó un clamaciones, gritos de triunfo y aplausos. Pero la prueba no terminó allí.
rollo de hilo sisal y dividió la ronda por la mitad. Luego trazó otras tres El animador retiró la caja, y colocó un cenicero de los que encontramos
mitades de mitades con más hilo de forma tal que el círculo, visto desde en los lugares públicos, esos de un metro de alto, aún más allá de donde
arriba, hubiera seguido el esquema de una pizza cortada en ocho porciones. había ubicado la caja. El cenicero tenía un espacio menor por el cual hacer
Mientras tanto, su compañero nos dividía en dos grupos asignándonos ya pasar la tijera con el agravante de que había que levantar la soga y luego
sea el número uno o el número dos. bajarla para cumplir con el objetivo. Nuevamente, el animador se refirió
Todos los número dos debíamos pararnos y, tomando la soga con ambas al desafío que esta repetición de la prueba, ahora con un grado mayor de
manos a la altura de la cadera, colocarnos de tal forma que miráramos dificultad, implicaba. Lo hicimos más rápido que con la caja.
de frente hacia afuera del círculo. Los número uno debían por su parte El último objetivo tenía un diámetro ínfimo, un simple agujero por el
realizar lo mismo, sólo que parándose por fuera del círculo que marcaba cual cabían únicamente las hojas de corte de la tijera, no así su mango:
la cuerda, y enfrentados cara a cara a los número dos. La tarea era hasta una botellita de agua mineral. Esta vez se complicó bastante debido al
ese momento la de darle tensión a la soga. El animador tomó entonces constante pendular de la tijera. ¡Más para acá! ¡No tiren tanto! ¡Bajemos
la punta de cada uno de los hilos que marcaban las porciones y las fue ahora! ¡Bieeeeeen! Los gritos de triunfo y los aplausos superaron los de las
atando a la soga principal indicándonos que abriéramos más la ronda para pruebas anteriores, e incluso fueron seguidos por abrazos y puños cerrados
darle tensión a los hilos. al mejor estilo de los deportistas de alta competencia cuando ganan un
El círculo quedó entonces atravesado por cuatro hilos unidos en su pun- partido difícil.
to de cruce de donde colgaba una tijera que se movía anárquicamente, El juego fue planteado como un desafío a la capacidad de los partici-
siendo virtualmente imposible que la tijera se quedara quieta. Mirándo- pantes de trabajar en conjunto. Se trató de una dramatización de la idea
nos absortos, aunque con expresión de contento, nos preguntábamos de de que el banquito es de todos. Esta idea se verbalizaba sistemáticamente
qué se trataba todo ello. Ni bien estuvimos en la posición en que los ani- en una infinidad de situaciones y momentos de la vida de Centro; también
madores requirieron, con buena tensión en la soga y en los hilos, uno de quedaba expresada por escrito en los documentos internos del programa.
ellos tomó el micrófono y pasó a explicar la prueba difícil, que no siempre Además, es entonada en las canciones que varios prestatarios habían com-
sale que estábamos a punto de realizar. puesto para el banquito, y dramatizada en los momentos lúdicos y festivos
Todo dependía de nosotros, dijo el animador. Es una prueba difícil, que que se organizaban durante los Encuentros.
no siempre sale, repitió, pero esta vez agregando que al banquito le iba a A partir de este núcleo significativo compartido y sobre el cual existía
salir si trabaja como sabe: todos juntos y en equipo. Mientras tanto el otro un fuerte consenso (el banquito es de todos), se derivaba que tenemos
animador colocó, a un metro de la tijera danzarina, una caja de cartón que trabajar en conjunto, ser solidarios y tirar para el mismo lado. Así
cuyas dimensiones podían compararse dos veces con las de una caja de como existían diversas formas de comunicarla, diversos códigos y medios,
zapatos. ¡No!, es muy fácil ahí, exclamó su compañero. ¿Acá?, le pregunta y distintas situaciones en las cuales se expresaba, los significados de esta
corriendo aún más allá la caja. ¡Perfecto! En ese mismo instante supimos idea eran diversos, contradictorios y potenciales fuentes de conflictos que
todos de qué se trataba: ¡era el jueguito de embocar la tijera! asomaban cuando se trataba de definir si había que tirar para adelante
Esto es muy difícil y no siempre sale, dice el animador nuevamente. o para arriba, para un costado o para el otro, y en qué momento. En el
Tienen que meter la tijera en la caja, pero si trabajan todos juntos va a juego realizado durante el acto de cierre de este encuentro, sin embargo,
salir. Ya estábamos a medio camino antes de que el animador concluyera todos supimos para qué lado tirar, y no faltaron sentimientos de orgullo
esta frase, quien tuvo que salir raudamente del círculo encorvándose por por una tarea colectiva cumplida con éxito.
debajo de los hilos para evitar ser atropellado. Tambiah (1979) afirma que la eficacia de este tipo de actos deriva de una
performance que utiliza varios medios de comunicación a través de los cua-
Los rituales del banquito. . . 249 250 El microcrédito como política social. . .

les los participantes experimentan intensamente el evento, ya que remiten Ubicar a 1600 personas que van llegando ininterrumpidamente durante
a valores que son inferidos por los actores durante la performance. Para toda una mañana en tres hoteles no fue tarea sencilla para los organizado-
nuestro caso, el “juego” se transformó entonces en una dramatización de res. Previendo que durante la acreditación y el alojamiento era posible que
los valores tales como la solidaridad y la cooperación. Si relacionamos este surjan eventualidades que hagan que esta instancia se demore más de lo
juego con el acto de depositar “nuestros” corazones sobre la “argentina”, previsto, la gente del Ministerio comunicó por correo electrónico a los dis-
escritos con frases relativas a los sentimientos hacia el banquito, queda tintos banquitos los procedimientos y los modos en que cada organización
entonces nuevamente representada, metafórica y ritualmente, la idea de provincial debía realizar su llegada.
la nación construida en conjunto, la idea de comunidad organizada. Eran los referentes provinciales los responsables de cada delegación. Es
Una vez concluida la prueba comenzó nuevamente a sonar música y el decir, los responsables de que la gente de los banquitos locales de su pro-
coordinador del evento tomó el micrófono para decir unas palabras como vincia pudieran alojarse y acreditarse sin mayores dificultades. El correo
cierre oficial del encuentro. Pidió un aplauso para todos los participan- electrónico enviado con las indicaciones para la acreditación y alojamiento
tes, para el comité central de sistematización, para el comité nacional, agradecía a los referentes por esta importante y especial tarea. En primer
invitándonos luego a abrazarnos y a desearnos mutuamente lo mejor. Al lugar, al llegar al complejo, los micros 5 debían detenerse para que en la
instante, nos vimos todos enredados en un intercambio de abrazos y besos administración se chequeara la información de los pasajeros. Luego debía
con promesas de volvernos a ver, promesas que se cumplieron dos meses dirigirse al hotel asignado para su provincia. Llegada al hotel, la dele-
después durante el iv Encuentro Nacional. gación esperaría en el “hall” sin bajar el equipaje del micro. En uno de
los correos se claraba que: se les avisa [a los pasajeros]que estén atentos,
puesto que se les llamará a su debido tiempo para ubicarlos en las piezas.
El IV Encuentro Nacional
En la recepción sólo podían reunirse el referente a cargo de la delega-
El iv Encuentro Nacional de emprendedores y Organizaciones de Micro- ción y el equipo de recepción del hotel para organizar la asignación de las
crédito “Con trabajo y Organización afianzamos el Proyecto Nacional y piezas que ya estaba establecida en los listados correspondientes. Luego
popular” fue realizado en noviembre de 2006 en las instalaciones del com- se autorizaba a los participantes a bajar el equipaje y a retirar la creden-
plejo turístico de Chapadmalal 4. Participaron, según los organizadores, cial que identificaba a las personas como prestatarios o como promotores
unas 1600 personas. asignándolos a su vez en las comisiones de trabajo. En la credencial fi-
En medio de los tres Hoteles del Complejo Turístico que se estaba utili- guraba una letra del abecedario; todas las Z, por ejemplo, sabían que
zando para el encuentro se había armado una carpa de 50 metros de largo trabajarían juntas en las comisiones. Luego de retirar las identificaciones,
y 25m de ancho en la cual se realizaron los actos de apertura y cierre, los el personal del hotel acompañaba a los participantes del encuentro hacia
plenarios y la fiesta. El interior de la carpa estaba dividido longitudinal- las habitaciones compartidas entre 4 o 6 personas.
mente en dos mitades que se correspondían con dos espacios funcionales
diferentes: uno en el cual había un escenario o palco y sillas para 1600 La visibilización de las jerarquías
personas. El otro, un espacio “libre” en el cual se montó el primer día una
muestra de emprendimientos que fue levantada luego del acto de apertu- Los referentes de cada provincia eran quienes tenían acceso directo a los
ra para que funcionaran las comisiones de trabajo. A su vez, los patios organizadores en todo lo que refería a la logística del Encuentro, y los
y ambientes abiertos de los hoteles funcionaron también como lugares de responsables de que sus delegaciones cumplieran con los horarios para
reunión y trabajo. las comisiones de trabajo y el resto de las actividades programadas con
estricta precisión: salvo por una hora luego del los almuerzos y una salida
4 El complejo turístico de Chapadmalal depende de la Secretaría de Turismo de la Nación. Está
compuesto por 9 hoteles separados entre sí por amplios espacios parquizados. El complejo 5 Cada organización provincial se había encargado de organizar el traslado y contratar el trans-
cuenta, a su vez, con 19 “bungalows” que integran el área Presidencial. porte desde las localidades hasta el lugar del encuentro.
Los rituales del banquito. . . 251 252 El microcrédito como política social. . .

comunitaria a la ciudad de Mar del Plata al segundo día, no había tiempo ción, explico las razones por las cuales me encuentro allí y me encuentran
que no estuviera ocupado por alguna actividad programada. Los referentes en la lista bajo el rubro “sueltos”, y referenciado como “investigador”. Te
provinciales debían a su vez encargarse de que las normas de convivencia vamos a poner con Raúl, un chico del Ministerio, me dicen. Esperá un
fueran cumplidas. segundo que ahora te acompañamos a la habitación. Qué bien, pienso,
Aunque parezca un detalle sin importancia y hasta algo obvio, lo que voy a dormir con un informante. Sin embargo, para mi desgracia, el chico
queremos remarcar es que esta estructura de toma de decisiones se ma- del Ministerio resultó ser de otra subsecretaría y no sabía nada acerca
terializó y tomó una visibilidad no común durante la vida cotidiana del del banquito. Estaba acá, justamente, para informarse acerca del Banco
banquito. Rara vez hemos podido observar que los referentes provinciales Popular de la Buena Fe y como parte de una iniciativa de ambas sub-
de los banquitos dieran órdenes e indicaciones directas y concretas a los secretarías para comenzar a trazar puentes y trabajar en conjunto. En
prestatarios y promotores. Aquí, sin embargo, eran la “autoridad”, en el definitiva terminé yo convirtiéndome en su informante.
sentido de que eran los que daban las indicaciones para que la dinámi- Más allá de la anécdota, lo interesante de este chico del Ministerio fue
ca del evento se desarrollara tal como la gente del Ministerio lo había que me resolvió el problema de las comidas. Para almorzar, desayunar o
planeado. cenar había que tener un cartón que cada uno de los participantes debía
Los promotores ocupaban también una visible posición de autoridad pedirle a su referente provincial. Como yo no tenía referente pues Entre
aunque ubicándose “por debajo” de los referentes. Se ocupaban de que Ríos estaba alojado en un hotel distinto, todos los intentos por conseguir
las indicaciones de los referentes se cumplan. Se encargaban además de un cartón, intentos que Raúl el chico del Ministerio había dejado en mis
los pequeños detalles del fluir del evento: que la gente no se olvide las manos, fracasaron.
cosas por ahí, repetir que se deje siempre la llave de la habitación en Cuando reconozco la derrota, Raúl me dice: vos seguime a mí, y decí que
recepción, recordar los horarios de los almuerzos, apurar a los más lentos, estás conmigo. Acto seguido, se coloca en la cola para entrar al comedor.
tener presente a sus prestatarios y hacer que concurran a las comisiones Los referentes provinciales estaban parados en la puerta e iban llamando
de trabajo, así como recordar los pequeños detalles logísticos como no ir a a la gente por localidad para que vayan entrando y ubicándose en las
almorzar a otro hotel porque las porciones ya estaban calculadas, recordar mesas. Raúl encara por detrás de la gente de Provincia de Buenos Aires.
el lugar de la enfermería, e insistir en que debíamos todos comportarnos Cuando ven que estábamos tomando envión para entrar con Escobar, nos
en forma comunitaria para que este evento puede realizarse de la mejor preguntan: ¿Y ustedes? ¿De dónde son ustedes? Entonces, con voz firme
manera posible. y segura, Raúl dice: el señor y yo somos del Ministerio. Ah, entonces si,
En síntesis, durante todo el encuentro, pero especialmente en los mo- pasen por favor.
mentos de llegada, alojamiento y acreditación, las jerarquías en juego se Durante el almuerzo me enteré que en el hotel en el cual estaba alojado,
hicieron visibles expresándose en forma pragmática y en función de la el hotel 5, era el hotel de los banquitos nuevos y de los banquitos “por
resolución de situaciones prácticas en las cuales no había que perder el nacer”. La gente de Misiones con quien estaba compartiendo la mesa,
tiempo y ser lo más expeditivo posible. Si bien es un dato que puede pa- por ejemplo, todavía no había comenzado con la entrega de los créditos.
recer obvio si se lo considera aisladamente, no lo es si se lo considera en Estaban allí para aprender. Los de Avellaneda, Provincia de Buenos Aires,
función de una dinámica mucho más amplia que oscila entre la expresión eran un banquito nuevo. Yo soy de las primeras, recién empecé a pagar
del igualitarismo y la visibilización de jerarquías en diversos contextos y las cuotas, me comentó una prestataria. No tenemos tanta experiencia.
actividades que se realizan en el marco del programa del Banco Popular Por su parte, en los hoteles 7 y 8, más cercanos a la carpa, se alojaban los
de la Buena Fe. banquitos más viejos, con experiencia, y el equipo técnico del Ministerio.
Valga otro ejemplo en el sentido de cómo operaron las jerarquías duran- En este sentido, la organización que resultó de la asignación de los hoteles
te el encuentro, una situación en la cual me vi personalmente implicado. expresaba a su vez el “estatus” de los distintos banquitos. Era claro que de
Cuando me tocó el turno de acreditarme para que me asignen una habita- un lado de la ruta (ver esquema pág. 93) estaban los banquitos nuevos, y
Los rituales del banquito. . . 253 254 El microcrédito como política social. . .

del otro lado de la ruta, junto a la carpa central, los banquitos viejos, con lema del encuentro: “Con trabajo y Organización afianzamos el Proyecto
más experiencia. Luego de una hora de descanso después del almuerzo, a Nacional y Popular”.
las 15hs estaba programado el acto de apertura en la carpa central. Luego de que explicara la dinámica del encuentro y se repitieran las
recomendaciones hechas durante el alojamiento y la acreditación, el coor-
dinador pidió que nos pongamos de pie para entonar el Himno Nacional
Los funcionarios, el gobierno y la gente por un Proyecto Nacional y Popular
Argentino. Cuando todos estuvieron nuevamente sentados anunció que
El acto de apertura, así como los plenarios, requirieron de un escenario o Alicia Kirchner, la Ministra de Desarrollo Social de la Nación, estaba por
palco para su realización. Los presentes estaban claramente diferenciados subir al escenario. Al instante, las 1600 personas nos paramos al mismo
entre quienes participaban desde el escenario y quienes participaban como tiempo para mirar hacia la entrada de la carpa que daba al escenario,
público. Durante el acto, el núcleo de la acción giró en torno a la expre- pero la Ministra no apareció. Se dio lugar, entonces, a los testimonios de
sión del valor de la solidaridad asociado a la pertenencia a una misma losemprendedores.
comunidad de referencia y a un mismo Proyecto. La primera persona en subir al escenario y dar su testimonio fue una
La interacción entre el público y el coordinador del acto así como entre emprendedora de La Paz, Entre Ríos. Reproducimos aquí un fragmento
el público y los oradores estuvo focalizada en dos cuestiones: por un lado, de sus dichos:
en la palabra de los funcionarios ejecutivos del Ministerio de Desarrollo
de la Nación y, por otro lado, en una actividad que dramatizó y comunicó “Yo hago arreglo y hago reciclado de ropa con lo que me prestó
la unión de todos los banquitos en la misma causa nacional y popular. Lo el banquito. Siempre digo que soy joven para jubilarme y vieja para
que ocurrió en este acto de apertura, así como en los plenarios y actos de buscar trabajo. Hoy, en el banquito crezco como persona, estoy empe-
cierre, estuvo planificado con antelación. El equipo técnico incluso solici- zando el camino de promotora. El banquito mejora la calidad de vida,
tó por correo electrónico que los participantes llevaran diversos elementos despierta saberes dormidos, hay que luchar por los derechos de vivir
que aportaron al desarrollo del evento. Para usarlas durante el acto de con el propio trabajo. Hoy, gracias al banquito los sueños se cumplen.
apertura, aunque sin adelantar con qué fin, se había solicitado a las dele- Gracias a todos.”
gaciones de cada provincia que llevaran una bolsa con semillas autóctonas
de cada lugar. Luego fue el turno de un promotor de Tandil:
Mientras nos acomodábamos en las sillas, sonaba música. Cuando ya
éramos una cantidad considerable de gente pero aún no estaba completa la Nosotros desde nuestra organización trabajamos con niños. Nos vi-
carpa, Marcelo, el coordinador del programa a nivel Nacional que ofició a nieron a proponer lo del banquito y dijimos que sí, porque hay que
su vez de coordinador de los actos desde el escenario, tomó el micrófono y partir de los derechos. Que el padre tenga trabajo garantiza los de-
empezó a “arengar” a la gente. ¡Qué lindo! Exclama dilatando las vocales rechos de los niños. El banquito cambió la vida de todos nosotros.
y dándole un tono musical a su voz ¡Cuánta gente de todo el país, tantos No sólo por el dinero sino por los amigos. Nos permite luchar por un
emprendedores! ¡Dónde está la gente de Jujuy! ¡Dónde está la gente de futuro mejor.
Córdoba! ¡De Santa Fe! Con cada mención a las provincias (creo que no
se olvidó de ninguna), los banquitos hacían notar su presencia gritando, Y, para concluir la sección de los testimonios, habló una referente pro-
aplaudiendo y chiflando, como contestándole, “acá estamos”. vincial:
Una vez que estuvimos todos ubicados, la música bajó de volumen y
comenzó formalmente el Encuentro con la mención de los objetivos de la Cambiar las cosas con experiencias chiquitinas y sostenidas. El ban-
jornada: Acá estamos, todos juntos, para trabajar durante tres días en el quito es una herramienta chiquita, pero trabajamos como red, hay un
nuevo compromiso. (. . .). Avanza un proyecto nacional.
Los rituales del banquito. . . 255 256 El microcrédito como política social. . .

El siguiente orador fue un funcionario del equipo técnico del banquito: las semillas va el aporte de cada localidad para construir juntos este pro-
Les voy a mostrar una foto de nosotros, dijo, que evidencia en qué punto yecto, afirmó. Juntos cantemos la canción No 10 del cancionero [“Canta
estamos. Esta foto consistió en una lista de números y cifras respecto de conmigo, de Los Nocheros”]. Mientras las provincias se adelantaban a vol-
la evolución del programa a lo largo de los últimos tres años: la canti- car las semillas, todos cantábamos la canción y el coordinador del evento
dad de Organizaciones implicadas, la cantidad de créditos otorgados, de exclamaba: ¡Y vienen las semillas de Tucumán!, ¡de Entre Ríos! ¡Todos
promotores capacitados, etc. Todo reflejaba el crecimiento del banquito. aportan estas hermosas semillas para que de fruto este proyecto nacional
Concluida la foto, el coordinador del acto tomó nuevamente el micrófono y popular!
e invitó a Alicia Kirchner a pasar al escenario, quien subió acompañada Alicia Kirchner, que se encontraba sentada en la mesa sobre el esce-
por el subsecretario, ubicándose ambos en una mesa dispuesta sobre el nario, se levantó ni bien la segunda provincia se encontraba depositando
palco. El subsecretario, a quien le tocaba hablar, a los dos segundos de semillas y caminó hasta el límite del escenario. Se acercó a la gente y se
haberse sentado dice:yo me voy a parar. Voy a hablar bien cortito. agachó para quedar a su altura, pues el escenario estaba a desnivel del piso
en donde estaba apoyada la gran bolsa. Recibió entonces, de la mano de
Yo hace 15-20 años era más flaco y tenía más pelo. Trabajaba con los un emprendedor, un paquete de semillas. A partir de allí, fue la Ministra
fondos prosac 6y los problemas legales y administrativos que había. quien comenzó a volcarlas en la gran bolsa-bandera. Cuando el “semillero”
Después entramos en la gestión con Alicia y Daniel Arroyo 7, y en esto estuvo completo, el coordinador tomó nuevamente el micrófono y gritó:
de los microcréditos había un vacío legal: ¿cómo era esto de entregar un ¡Viva la Patria!, ante lo que el público respondió ¡Viva! El coordinador,
subsidio que se convertía en crédito? No lo entendían los legisladores, entonces, alzando su voz al límite de lo posible, exclamó: ¡Viva el proyecto
no lo entendían los contadores. Entonces Alicia dice: ‘paremos todo nacional y popular! ¡Viva! le ofreció nuevamente el público. Bueno, con-
hasta que lo resolvamos’. Lo paró, fue una decisión de ella, y sacamos tinuó, hagamos ahora silencio para escuchar con atención y con cariño a
la ley. Esta señora la sacó. Las organizaciones de microcrédito tenían la Ministra Alicia Kirchner.
problemas jurídicos y con esta ley nos estamos poniendo de pie. Es
nuestro reconocimiento hacia ustedes. Acá estamos, estamos con la Primero quiero agradecer a todos ustedes este símbolo de la solidari-
ley, estamos con la Ministra. Y sobre todo, estamos con ustedes. dad. Esto tiene un valor incalculable, hay un pueblo que pone todo de
sí para poner a nuestra patria de pie. Comparto plenamente con uste-
Las palabras del subsecretario nos ilustran lo que afirmábamos en el des esta línea del microcrédito. Hay mucha fuerza para el microcrédito.
capítulo I respecto de cómo una representación del Estado con capacidad El gobierno nacional, por decisión del presidente ya tiene las partidas.
de agencia permite que esta agencia sea personificada en actores concretos. ¿Pero saben de quién va a depender esto? Hay lugares muy lejanos que
En este sentido, fue la Ministra Alicia Kirchner la que paró todo y sacó no saben del banquito. Les pedimos a ustedes que ayuden al Ministerio
la ley 8. para ampliarlo en el 2007 en todo el territorio nacional. No hay país
Luego de las palabras del subsecretario y antes de que hablara la Mi- que pueda crecer sin organización. Desde la línea del Plan Manos a la
nistra, el animador tomó nuevamente el micrófono y pidió que pasaran Obra vamos a trabajar también con los que menos tienen. Tenemos
representantes de los banquitos de cada provincia para volcar las semillas tanta fe, que el nombre que le pusimos a la Comisión Nacional de Mi-
que habían llevado en una gran bolsa hecha con la bandera argentina que crocréditos es el de Padre Carlos Cajade 9¡Ayúdennos! Hagamos una
estaba a sus pies, en el piso, al borde del escenario. En el gesto de arrojar
9 “Nacido en La Plata el 2 de mayo de 1950, el Padre Cajade fue ordenado presbítero para esa
6 Programa de Saneamiento para Poblaciones en Situación de Carencia. Arquidiócesis el 18 de agosto de 1979. Fue bendecido con la misión de fundar el “Hogar de la
7 Viceministro de Desarrollo Social de la Nación. Madre tres veces Admirable” para chicos de la calle y muchas obras de asistencia y promoción
8 Durante el 2006, Alicia Kirchner asumió como Senadora y luego de un tiempo volvió a hacerse social que nacieron de allí. Cofundador, junto al sociólogo Morlachetti, de la Federación de los
cargo del Ministerio. Es durante este período al cual se refiere el subsecretario cuando afirma Chicos del Pueblo, órgano que nuclea en Argentina las obras de Niñez, con el correr de los años
que la Ministra “sacó” la ley de microcréditos. y debido a la seriedad de su compromiso en favor de los más humildes, Cajade se convirtió en
Los rituales del banquito. . . 257 258 El microcrédito como política social. . .

inmensa red y acerquemos el microcrédito a todas las organizaciones ¿Qué haríamos si. . .?
del país. Plantemos estas semillas y hagámoslas prosperar.
Aún en las comisiones de trabajo no faltaron momentos en donde los va-
A través de la unión de las semillas se comunicó un particular significado lores y el compromiso se pusieron, literalmente, “en juego”. En una de
de la solidaridad. A su vez, una representación del futuro estaba inscripta las comisiones en las cuales participamos, la consigna fue trabajar sobre
en este símbolo que nuevamente apareció en términos de una ‘metáfora la evaluación de la marcha de los emprendimientos. El trabajo fue plan-
vital’ e hizo referencia al nacimiento, al crecimiento y a la prosperidad. teado en forma de un Juego de la Oca no competitivo. La coordinadora
No es arbitrario que el primer fondo que reciban las organizaciones para del grupo, una promotora de Rosario, pidió que formáramos dos equipos
empezar a entregar los microcréditos se llame, justamente, fondo semilla. mientras desplegaba el tablero y colocaba en el centro un dado enorme
Tampoco es casual la reiterada insistencia en el crecimiento del banquito, hecho de cartón que había que tomar con ambas manos para poder tirar.
expresada ya sea desde el nivel personal, como vimos en el capítulo ii, No había carrera en este juego de la oca. A juicio del grupo esto hacía al
desde el lenguaje técnico de los números, o a través de metáforas vitales juego bastante aburrido, pero a juicio de los organizadores lo hizo bastante
de este tipo como la siembra, el plantar semillas y hacerlas prosperar. instructivo: acá no competimos entre nosotros.
No fue la única y primera vez que pudimos apreciar que se expresaban Cada grupo partió de un lugar del tablero distinto sin destino alguno,
este tipo de metáforas. Durante la primera reunión de las jornadas de más que el de responder a preguntas que se correspondían a cada casillero
capacitación los prestatarios deben escribir en una hoja en blanco los de color y que el coordinador tenía anotadas en su planilla. Las preguntas
siete momentos más importantes de su vida. El ejercicio se llama la línea eran del tipo ¿qué haríamos si. . .? A partir de esta fórmula las pregun-
de la vida. Aunque este ejercicio se realiza una vez durante la primera tas planteaban diversas situaciones concretas que podría llegar a vivir un
reunión, la línea de la vida se extiende simbólicamente desde las personas emprendedor en su emprendimiento. La idea era compartir experiencias
del grupo solidario hasta abarcar toda la realidad del Banco Popular de o reflexionar acerca de cómo resolver o aprovechar la situación planteada,
la Buena Fe, que como vimos también tiene su propia línea de la vida . dependiendo de si se tratara de un obstáculo o de una oportunidad. Cada
A su vez, existen banquitos locales más jóvenes y más viejos, con más color de casillero se correspondía con alguna temática general: rosa, traba-
experiencia y con menos experiencia. Estas metáforas vitales aparecen jo; amarillo, organización; verde, proyecto nacional y popular. Al compar-
una y otra vez en todas las actividades del programa, y aquí fueron re- tir experiencias se generaban debates. Una de las preguntas-situaciones
afirmadas en un contexto particular y por una persona en particular: la planteaba el siguiente hecho: llegó la plata y el promotor se la comió toda,
Ministra de Desarrollo Social de la Nación. Estas instancias ritualizadas, y no hay plata para créditos. ¿Qué hacemos?.
además de reforzar y reproducir estos significados, también plantearon ¡Eso no es el banquito, no es el espíritu del banquito! ¡Hay que echar-
una continuidad que durante la vida cotidiana del banquito en los barrios lo, y que no vuelva nunca más!, respondió encolerizado un señor mayor,
y localidades, si bien es percibida, no es experimentada: la continuidad emprendedor de la provincia de Córdoba. Acto seguido, se desarrolló el
entre la sede local del banco (la parroquia, la biblioteca popular, etc.), siguiente diálogo ente dos emprendedoras:
el Estado y la Nación-Patria. Aquí el Estado no es representado como
algo abstracto, sino que se encarna en los funcionarios y políticos, en los E1: Nosotros teníamos un líder en el grupo, que cobraba la cuota y
promotores y prestatarios que, juntos, construyen la Nación. después la iba a entregar en el banquito y una vez no entregó nada y
hay gente que figura que no pagó la cuota, pero sí la pagó.
E2: ¡Pero en el banquito no hay líderes!

uno de los referentes más importantes del país, en materia de acción social y promoción de la
niñez.” Fuente: http://www.schoenstatt.de/news2006/top_news_sp.php
Los rituales del banquito. . . 259 260 El microcrédito como política social. . .

E1: Nosotros nombramos un líder 10 de cada grupo. do a partir de intereses divergentes y constantemente reinterpretados por
E2: No, no es líder, es el referente. los actores en el curso de su acción.
Los significados de estos valores distaban de ser homogéneos. Para al-
La discusión comenzó a girar entonces alrededor de la forma de admi- gunos prestatarios y promotores, no pagar intereses por ejemplo, minaba
nistrar el dinero, la forma de organizarse en la vida de Centro y al ideal dicha autonomía y solidaridad pues con los intereses generados se podrían
de participación. La coordinadora intervino en un momento cerrando el entregar más créditos, llegar a más gente, y no depender de los vaivenes
debate, afirmando que de las decisiones políticas.
Los valores del banco Popular de la Buena fe no conforman un código
el tema es que tienen que ir todos juntos a pagar la cuota. Si no, no homogéneo de principios abstractos obedecidos por los actores, sino una
hay vida de Centro. En todo caso, uno sólo puede pagar, pero que colección de conceptos relacionados mutuamente y a los cuales las per-
vayan todos. Uno junta la plata, el que la lleva, pero tienen que ir los sonas apelan en distintas situaciones y contextos (cf. Pitt Rivers, 1971;
cinco a la reunión. Que vaya uno sólo está mal. Por eso pasan esas cf. Gluckman 2003) en función de qué es lo que se está comunicando. En
cosas, no se trabaja solidariamente. las instancias ritualizadas que se observaron durante estos eventos, la ex-
presión explícita del conflicto o de divergencias en los significados de los
Esta intervención condensa entonces la idea de que sin el compromiso valores no tuvo lugar.
de la participación y la solidaridad el banquito no funciona: no hay vida Ahora bien, un determinado tipo de conflicto fue efectivamente expre-
de Centro. sado y puesto en escena. Sin embargo, no se trató de un conflicto hacia el
Las conclusiones del intercambio de experiencias eran luego volcadas “interior” del Banco Popular de la Buena Fe, sino que se proyectó hacia
en distintos afiches que serían colgados a la vista de todos para que se “afuera”, entendido como un conflicto con los enemigos del banquito, los
pudiera apreciar qué se había trabajado en cada comisión. En el armado enemigos de la Proyecto Nacional y Popular.
de estas conclusiones, el coordinador de la comisión de trabajo, siempre
un promotor, ocupaba un rol particular. Interpretaba el contenido de los
debates y los sintetizaba, abstrayendo en palabras clave lo que se había Los amigos y los enemigos del banquito.
dicho y diluyendo de esta forma las divergencias que habían surgido.
Durante el primer plenario, la acción y la interacción adoptaron también
Una de las discusiones más importantes que se dieron en varias co-
formas expresivas, incluso podríamos decir aún más marcadas que duran-
misiones fue el tema de los intereses de los créditos que el Ministerio
te la apertura. Este acto también se abrió entonando una canción. Una
había recientemente eliminado. Muchos querían pagarlos, otros estaban
vez concluida, y luego de que todos bailáramos un poco, el coordinador
en contra. Ningún afiche reflejó esta situación. En una de las comisiones
tomó el micrófono para referirse a la consigna que convocaba el plenario:
el coordinador decidió explícitamente no colocarlo aún cuando el grupo
¿De qué hablamos cuando hablamos de Proyecto Nacional y Popular? A
le solicitó que lo hiciera, apelando a la no unanimidad al respecto. Todo
continuación pronunció las siguientes palabras:
aquello que era objeto de impugnación o desacuerdo, terminaba diluyén-
dose en la incuestionabilidad de las ideas reflejadas en los afiches: trabajar
con dignidad; ser solidarios; fomentar la autonomía, que no eran otra cosa Hoy hacemos honor a todos los que estamos trabajando para cons-
que los valores del banquito, un “lenguaje común” (Leach, 1976) construi- truir un proyecto nacional y popular. Esto no es hacer cualquier cosa,
es hacer lo que cada uno de ustedes está haciendo. Que tengan trabajo
y el pan de cada día, porque los poderosos se han quedado con el pan
10 No pudimos constatar a qué se referían concretamente para este caso con que habían nombrado
a un líder. En otras circunstancias, hemos notado que el líder es el primero que recibe el dinero de otros.
en el grupo solidario. Cómo se decide quién es varía de acuerdo a las circunstancias. A veces es
aquél que tuvo la iniciativa de conformar el grupo, a veces es el que necesita el dinero en forma Entonces, el público le contestó:
más urgente, y en otras ocasiones se decide por sorteo.
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¡No lo vamos a permitir! pudiendo “zafar” fue vívidamente experimentado: los monstruos atacan a
los militantes del Proyecto Nacional y Popular, atacan al banquito, pero
Y el coordinador continuó: éste no se doblega.
El informe final del encuentro redactado por los técnicos del ministerio
Los grandes imperios saquearon el oro, la plata, han querido apagar trae a cuenta esta escena describiéndola de la siguiente forma:
el proyecto nacional y popular. Los monstruos han querido aniquilar
a sangre y fuego a los militantes de esta causa. “[nombre del coordinador]intentaba echarlos pero era en vano. El Tío
En ese instante, se corta la música “alegre” que sonaba por los altopar- Sam lo tomó por detrás y le puso el cuchillo en la garganta. Fue un
lantes siendo reemplazada por una “tenebrosa” música de tambores. Por momento horrible, nadie sabía qué iba a pasar. . . Pero todos comen-
detrás del público entró entonces una procesión de monstruos. El propio zamos a escuchar una musiquita, pero no era cualquier musiquita, era
contador del Banco Popular de la Buena Fe, vestido con un frac hecho esa que viene de la lucha, esa que nos refresca la memoria y nos ani-
con los colores de la bandera Norteamericana, estaba disfrazado de Tío ma para seguir, y entonces los vimos, entraron ellos, los que lucharon
Sam. De sus bolsillos sobresalían billetes verdes; en su cintura llevaba un siempre construyendo el proyecto nacional y popular”
puñal, y sostenía en lo alto un cetro con una calavera. Pero no estaba
Luego de la escena del ataque de los monstruos la música cambió de
solo. Detrás del Tío Sam la procesión de monstruosidades se completaba
tenor y fue nuevamente escuchada una canción que transmitía alegría
con el diablo, seguido de ogros y otros personajes intimidantes que eran
para recibir esta vez a una nueva procesión, pero no de monstruos, sino
objeto de chiflidos, abucheos e insultos por parte del público. Cada mons-
de sus contrarios: los militantes de la causa. Esta procesión fue mucho
truo llevaba un cartel colgado al cuello con leyendas de diverso tenor que
más concurrida que la anterior. Se trataba de los militantes que dieron su
los identificaba como los enemigos del banquito, los enemigos de la causa
vida por la causa nacional y popular, militantes que estuvieron presentes
nacional y popular: el fantasma de la inflación, las empresas extranjeras
y fueron homenajeados a través de enormes fotos que una gran cantidad
de servicios públicos, los políticos corruptos, el clientelismo, la mano dura,
de personas sostenían en lo alto haciéndolas recorrer por entre el público.
el fmi, las dictaduras, las multinacionales que vienen por nuestros recur-
Es interesante hacer notar que se trataba de personas fallecidas y este
sos naturales, etc. Mientras caminaban entre la multitud, los monstruos
homenaje, como todo homenaje, nos recordó que las personas, de alguna
agredían a la gente pegándole con sus cachiporras inflables en la cabeza,
manera u otra, siguen ‘estando entre nosotros’: no desaparecieron.
dramatizando ritualmente la violencia ejercida hacia la causa por aquello
Quien encabezaba esta procesión de militantes era Juan Domingo Pe-
que representaban.
rón, seguido inmediatamente atrás por Evita, y luego Juan Carlos Strat-
Cuando los monstruos llegaron al escenario se subieron para “atacar” al
ta, uno de los padres fundadores del banquito, quien había fallecido unos
coordinador que, recordemos, era el coordinador nacional del programa.
meses atrás. Acompañaban a estos tres militantes otros como Atahualpa
Cuando lo alcanzaron, lo agarraron del cuello, le pegaron con las cachi-
Yupanqui, El “Che” Guevara, El General San Martín, Carlos Mugica, Ro-
porras, y de pronto se le tiraron encima. El coordinador nunca dejó de
dolfo Walsh, Paco Urondo, Liliana Rivero, Susana Bermejillo y muchos
hablar por el micrófono acerca de la causa nacional y popular, aún en el
más 11. Mientras eran nombrados por los altoparlantes, y luego de su reco-
momento en el cual se perdió de vista entre los monstruos por unos se-
rrida entre el público, los militantes comenzaron a subir al escenario y a
gundos. Cuando logró evadirse se adelantó dejando a los monstruos atrás
bailar al ritmo de la murga que iba entrando a la carpa, al mismo tiempo
que, ya pacíficos, comenzaron a bailar al son de la música.
Es difícil de determinar si este “ataque” estaba planeado o no. Sin em-
bargo, en función de la representación no tiene sentido tratar de descifrar 11 Para armar esta escena, así como para aquella de la gran bolsa de las semillas, se había pedido a
si esta escena fue parte o no del libreto. Sin embargo, el efecto comu- cada banquito local que llevara fotos de los militantes que dieron su vida por la causa nacional
y popular. Sin embargo, la forma de utilización de estas fotos así como la secuencia en la cual
nicativo de los monstruos atacando al coordinador del banquito y éste “entraron” los militantes fue establecida por los organizadores.
Los rituales del banquito. . . 263 264 El microcrédito como política social. . .

que ‘echaban’ al Tío Sam y a sus monstruos. El informe del encuentro se Se trató, en definitiva, de la expresión pública de una adhesión. El com-
refiere a esta escena de la siguiente manera: promiso, que durante el proceso de implementación de los créditos es un
compromiso de participación es, en este contexto ritual, un compromiso
“varios compañeros ingresaron a la carpa acompañados por la murga con el proyecto nacional y popular construido colectivamente. Los prota-
llevando en alto fotos gigantes de los compañeros [militantes de la cau- gonistas de esta construcción colectiva ya no son simples prestatarios, es
sa nacional y popular] y no saben la cara del Tío Sam, no sabía dónde decir, deudores de dinero, sino emprendedores; pero no de un emprendi-
meterse, quiso ir con su ejército de monstruos a echar al pueblo pero miento económico, sino de un proyecto colectivo de escala nacional.
no pudo. Se ligó un ‘Strattazo’ en la cabeza 12que tuvo que salir co- Luego de que fueran “expulsados” los monstruos hizo su entrada el
rriendo como rata por tirante, con sus monstruos, la gente los silbaba tesoro del banquito, un cofre cargado por dos personas que repartían
y también los echaba de la carpa. Fue un momento sumamente emo- recortes en cartulina con la forma de las provincias del país sobre las
tivo, todas las fotografías gigantes se subieron al escenario mientras cuales se podían leer las ideas que habían surgido de las comisiones de
eran nombradas y de fondo sonaba la murga como expresión popular trabajo: trabajar con dignidad, solidaridad, etc. Recordemos que el tesoro
de nuestro pueblo. Bueno, zafamos, nos salvaron.” del banquito, en el manual de trabajo analizado en el capítulo I, era

Hay ritos, dice Durkheim, que consisten “exclusivamente en rememorar “el de la vida digna para todos. En la caja fuerte se guarda la posibili-
el pasado y, de alguna manera, en reactualizarlo por medio de una ver- dad de todos de acceder a bienes y servicios, al trabajo, a la educación,
dadera representación dramática” (1992: 346). En este sentido, parecería a la salud. En definitiva en ella se guardan los valores que permiten al
que las referencias a Juan Domingo Perón y a los militantes fallecidos así hombre dignificarse personal y comunitariamente y que merecen ser
como las referencias a los monstruos del neoliberalismo están inscriptas en celebrados, por ello en el banco es muy importante celebrar la vida, la
un pasado que se pretende rememorar, pero para superar. Sin embargo, caja fuerte guarda el sentido de la fiesta y la alegría de un pueblo que
lo que del análisis de Durkheim se nos escapa es que, como afirma Leach no pierde la esperanza” (Manual de Trabajo del Banco Popular de la
(1976), lo que se está poniendo en juego al rememorar el pasado es la Buena Fe p.7)
justificación de actitudes y acciones del presente. En esta línea, estamos
tratando con rituales entendidos en términos de “espectáculos que ponen Mientras las provincias circulaban de mano en mano y eran intercam-
en juego y en escena a todo el grupo, constituido así en espectador de una biadas unas por otras, fuimos cubiertos por una gran bandera argentina,
representación visible de lo que no es una representación del mundo natu- formándose así por sobre nuestras cabezas un techo celeste y blanco que
ral y social, una ‘visión del mundo’ como gusta decirse, sino una relación era sostenido por todos y bajo el cual seguíamos bailando.
práctica y tácita con las cosas del mundo” (Bourdieu, 1991:182-183) Pero
no sólo con las cosas del mundo, sino fundamentalmente con las personas.
Durante el plenario se comunicó de qué lado de la sociedad se coloca el
Conclusiones
banquito, de qué lado de la sociedad se colocan las personas que forman El interrogante desde el cual partimos se relacionaba con las condiciones
parte de él. Es por ello que afirmamos que se expresó públicamente una de posibilidad para que la palabra empeñada tuviera un valor como para
adhesión política a través de la construcción de límites sociales y a tra- instaurar una relación entre quien presta dinero y quien tiene la obligación
vés del rechazo hacia todo aquello que está del otro lado de los “límites”. de devolverlo en el contexto de una política social. El hecho de que los
12 Se refiere a lo siguiente: quien llevaba la foto de Juan Carlos Stratta le habría pegado con microcréditos no necesariamente se implementaran como políticas sociales
ella en la cabeza al Tío Sam. No tenemos la posibilidad de chequear si esto realmente ocurrió,
aunque en realidad no tiene relevancia hacerlo. Leemos esta descripción del informe, así como
nos llevó a indagar, en primer lugar, cuál es la lógica propiamente crediti-
toda la escena, como una división que se está estableciendo, simbólicamente, entre diferentes cia o microfinanciera que explicaría el cumplimiento de dicha obligación.
posiciones políticas, división que implica expresar públicamente quiénes son los amigos y quiénes La devolución, en el contexto de las microfinanzas, se expresa en términos
los enemigos.
Los rituales del banquito. . . 265 266 El microcrédito como política social. . .

de cálculos relativos a la tasa de retorno y a los riesgos de prestarle dinero prestatario es definido como pobre, como carente de recursos o derechos,
a los pobres y, en consecuencia, en función de reducir la morosidad. En es- pero también de conocimientos y capacidades (de allí las jornadas de
tos términos, la selección entre pares, la entrega escalonada del dinero, la capacitación), el emprendedor es aquél que encara un emprendimiento que
posibilidad de renovación del préstamos con montos sucesivamente mayo- lo llevará a salir de dicha condición de pobre. Sin embargo, emprendedor
res y el cronograma de pagos frecuentes, brindarían el contexto normativo puede significar también el hecho de emprender, embarcarse en o formar
de las relaciones entre quienes entregan y quienes reciben el dinero. parte de una causa colectiva común, a tal punto que ganarase el pan
Sin embargo, hemos mostrado que el análisis de esta normativa, aún de cada día a través del emprendimiento que posibilitan los créditos es
cuando se encuentra formulada en los documentos del Banco Popular de sinónimo de construir una causa y formar parte de un proyecto colectivo
la Buena Fe, específicamente en su manual del trabajo, no es suficiente de escala nacional.
para explicar la dinámica del proceso de implementación de los microcré- En este sentido, los pobres que piden un microcrédito, es decir, los pres-
ditos. Si bien responde a una metodología adoptada como modelo, ésta tatarios, son reclasificados en emprendedores de una causa. El proyecto
se encuentra readaptada en un contexto significativo distinto: renovar las de emprendimiento que cada solicitante del crédito debe presentar se con-
políticas sociales rompiendo con un pasado reciente asociado a las políti- vierte entonces en parte de un proyecto más amplio y bajo un sentido
cas asistencialistas de la época neoliberal. Consideramos entonces a este distinto: un proyecto nacional y popular. En síntesis, tratamos de dar
programa de microcréditos como un espacio de articulación entre una ló- cuenta de cómo relaciones que pueden entenderse desde una dimensión
gica microfinanciera y una lógica de las políticas sociales entendidas como económica (las relaciones que instauran los créditos) permiten, ya a que
“fenómenos políticos”. (Shore y Wright, 1997). se trata de relaciones de tipo personalizado, que éstas sean retraducidas
Sin embargo, no fue sino hasta que nos encontramos con la obligación en términos de un lenguaje político.
de estar y participar en tanto principio de legitimidad (Douglas, op. cit.) En consecuencia, el lenguaje microfinanciero del programa no es un len-
que la dimensión “política” comenzó a tomar forma para nuestro caso. En guaje que oculta o enmascara su condición política, tal como se da en otros
principio, las preguntas que nos habíamos formulado apuntaban más hacia contextos (cf. Shore y Wright, op. cit.), sino un lenguaje a partir del cual
la lógica crediticia que hacia la lógica de las políticas sociales. Sin descartar la política se construye. Entregar microcréditos, darle a los beneficiarios
los primeros interrogantes que referían al problema del contrato de la la posibilidad de insertarse en el mundo del trabajo es, en sí mismo, desde
palabra empeñada y al cumplimento de la obligación crediticia instaurada, la perspectiva de quienes formularon este programa, una cuestión política:
agregamos otros: ¿qué implicaba la obligación de estar y participar? Es una ruptura con el neoliberalismo.
decir, ¿estar para qué y participar en qué? Ahora bien, hemos mostrado que la política en este contexto no se re-
Esto nos llevó a relacionar la participación con formas de adhesión po- duce simplemente a una ruptura proclamada. Indagando en el proceso
lítica (Palmeira, op. cit.) que, si bien soslayadas (aunque no ausentes) en de otorgar y recibir un microcrédito hemos llegado a la conclusión que el
el devenir cotidiano del programa, tomaban su expresión pública en los prestatario se ve inmerso en una triple obligación: la de recibir y devolver
grandes eventos anuales, en los Encuentros Nacionales en los cuales el el dinero, y la de participar. Estas obligaciones se encuentran asociadas a
Banco Popular de la Buena Fe era presentado y representado como una un compromiso que se va construyendo y ampliando a lo largo del tiempo.
causa, produciéndose, durante estos eventos y en instancias que tomaban En las fases iniciales del proceso, este compromiso es “reducido”. Se cons-
formas ritualizadas, una manifestación pública de adhesión a dicha causa. truye entre las personas que solicitan el crédito durante las jornadas de
Al relacionar esto último con el proceso de transformación de los sujetos capacitación previas a la entrega del dinero. Sin embargo, va ampliándose
en términos de una reclasificación de pobres en emprendedores, podemos progresivamente. Mientras los prestatarios devuelven el dinero y concu-
concluir que se trataba en rigor de la transformación de una relación rren a las reuniones semanales de Centro, el compromiso se extiende a
económica inicial, una relación crediticia-microfinanciera, en una relación todos aquellos que forman parte del banquito local. En el marco de es-
que se expresa en un lenguaje político. En este sentido, mostramos que si el ta dinámica, las personas agrupadas en los grupos solidarios de crédito
Los rituales del banquito. . . 267 268 El microcrédito como política social. . .

que están realizando la solicitud, se transforman en prestatarios del ban- pacitación, pero que va progresivamente subsumiéndose en una dinámica
quito una vez que se les aprueba el crédito. El compromiso asumido con más amplia, transformándose en un compromiso con el proyecto del Ban-
el grupo de cinco personas se transforma, así en uno más amplio: en un co Popular de la Buena Fe, un compromiso que se expresa públicamente
compromiso con el banquito. en términos de una adhesión.
La evidencia de este compromiso, para los protagonistas del banquito, Las jornadas de capacitación podrían entenderse entonces no sólo como
no es sólo el pago a término de la cuota. Es también el hecho de participar. el momento en que comienza a producirse el compromiso, sino fundamen-
Quien no participa de las reuniones semanales, quien no está, o quien talmente como comienzo de un proceso de producción de la capacidad
desaparece, aún cuando sea cumplidor en sus pagos, no es un prestatario de comprometerse. En definitiva, sostenemos que, más que mecanismos
comprometido. de reducción del riesgo, lo que hemos descrito forma parte de procesos
Debido a que durante las jornadas de capacitación se aprobaban (o no) cognitivos que van produciendo una imposición de formas adecuadas de
los proyectos de cada uno de los miembros del grupo solidario, hemos comportamiento y de relaciones. Más que una mecánica (a lo que nos
considerado a estas jornadas como instancias de producción del derecho a lleva la idea de “mecanismo”), se trataría de una dinámica. En síntesis,
recibir. O, en otros términos, como las instancias de definición de los be- devolver el dinero para que el compañero de grupo pueda recibir, se trans-
neficiarios o “merecedores”. Ahora bien, indagando en las relaciones entre forma en la primera expresión de que la persona es capaz de mantener
prestatarios y promotores durante estas jornadas pudimos determinar que la palabra, de mantener un compromiso. Una de las formas de saber si
estaban construidas sobre la base de un conocimiento de tipo personali- una persona se compromete es si participa, ya que sin la participación
zado. El derecho a recibir y la obligación de devolver estaban atravesados de todos, el banquito se cae. En este sentido, compromiso y participación
por un conocimiento sobre las personas. Por ejemplo, sobre la adscripción son inseparables. Es por ello que afirmábamos, siguiendo a Douglas, que
a ciertos valores o sobre su comportamiento frente a otras deudas. Para la participación era el principio de legitimidad del banquito. Sólo así las
determinar si alguien tenía el derecho a recibir un crédito, más que eva- cosas funcionan.
luar la viabilidad del proyecto económico había que conocer a la persona. Sin embargo, del banquito no se participa de cualquier manera. Hay
Consideramos entonces que el proceso de otorgamiento y devolución de que “atenerse” a ciertas pautas y valores construidos en una constante
los créditos podía entenderse como un proceso de producción y circulación negociación y disputa que enmarca las relaciones entre los promotores y
de conocimiento. Es decir, como un proceso cognitivo. los prestatarios. Los actores participan, pero en una forma desigual en
Al indagar en dicho proceso también nos encontramos, por un lado, estas disputas. Son los promotores quienes están posibilitados de definir,
que la garantía solidaria no funcionaba y no existía consenso en torno a sancionar y controlar los comportamientos adecuados dentro de la lógica
qué significaba. Por otro lado, la obligación de devolver el dinero no se del programa.
reducía simplemente a saldar un haber, sino que en cada pago la persona Estas disputas expresan un conflicto más profundo que se expresa en
deudora debía hacerse presente en forma física y como miembro del grupo divergencias en las formas de determinar las necesidades y las prioridades
solidario. No estaba permitido mandar el dinero de la cuota por un tercero. económicas de las personas, a tal punto que arreglar el techo de la casa con
Había que ir personalmente no sólo para pagar, sino fundamentalmente el dinero del crédito, por ejemplo, se transforma en un acto deshonesto.
a participar de la reunión semanal de Centro. En este sentido, ya no se En este sentido, las formas adecuadas de comportamiento se expresan en
trataba simplemente de la obligación de devolver, sino de la obligación de términos de valores producidos a lo largo del proceso de implementación
estar y de participar. de los créditos.
Como decíamos, las relaciones que se constituyen entre el promotor y Siguiendo a Archetti (1992) relacionamos este proceso con la imposición
el prestatarios durante el proceso de entrega y devolución de los créditos de valores que están en función de “racionalizar” los comportamientos, al-
opera, en el Banco Popular de la Buena Fe, como primera expresión de go que nos permitió a su vez indagar en los supuestos con los cuales este
la construcción de un compromiso que “comienza” en las jornadas de ca- tipo de programas se formulan: los pobres trabajan en forma inadecuada.
Los rituales del banquito. . . 269 270 El microcrédito como política social. . .

Para “revertir” esta situación, no sólo se les debe otorgar derechos y re- En cuanto las jerarquías, son los promotores quienes, debido a su po-
cursos (a través de la posibilidad de recibir un crédito), sino que a su vez sición en la estructura formal del programa, tienen la capacidad de san-
hay que capacitarlos y “moralizarlos”. Es por ello que antes de recibir el cionar y advertir sobre los comportamientos que se alejan de las pautas
dinero, los prestatarios participan, durante dos meses, de las jornadas de del banquito, determinando quién merece o no recibir un crédito. Aunque
capacitación. en ambos casos estén presentes los dos tipos de conocimientos, pudimos
El análisis de estas jornadas nos permitió mostrar cómo, además de re- establecer, siguiendo a Barth, que la diferencia reside en que son valorados
cursos, se “transfieren” conocimientos y valores en el marco de relaciones de forma distinta. Esto nos puede remitir, por otro lado, a un problema
personalizadas. El análisis comparativo que realizamos entre dos locali- que aparece reiteradamente en las políticas sociales: la dimensión local.
dades en las cuales se implementa el programa nos permitió encontrar En este sentido, podemos decir que se trata de dos variantes en la di-
diferencias en las formas de implementación, pero coincidencias en lo que námica que asume la implementación de este programa. Estas variantes
refiere a los principios y valores promovidos. no están absolutamente determinadas ni planificadas a priori, sino que se
Por un lado, en la localidad de Paraná, las jornadas de capacitación in- generan de acuerdo al tipo de relaciones sociales que se ponen en juego
volucraban un conocimiento sobre la administración del emprendimiento: durante el proceso. Aunque por cierto debemos suponer que existen lími-
costos fijos y variables, precios, ganancias, etc. Sin embargo, aún cuando tes a las variantes posibles, el análisis comparativo nos permitió evitar la
desde cierto punto de vista este tipo de conocimientos podría considerar- reificación de aquello que es entendido comúnmente como la dimensión
se un conocimiento de tipo ‘objetivo’, es decir, producido en un contexto local en muchos análisis técnicos sobre políticas sociales (cf. Koberwein
diferente al de las relaciones entre los actores que lo ‘transmiten’ y lo y Doudtchitzky 2007b). La localidad no es algo dado o preexistente a la
‘aprenden’, su “eficacia” se producía en el marco de relaciones cara a ca- implementación de las políticas. Las variantes en las formas son produc-
ra. Una vez que los solicitantes del crédito habían aprendido cómo armar to de una tensión que se constituye entre los distintos protagonistas que
una carpeta de proyecto, no sólo habían aprendido que hacer las cuentas entran en relación en el marco de un programa. Como decíamos, estas
bien es fundamental, sino que habían adquirido la capacidad de compro- relaciones están inmersas en un proceso de producción e imposición de
meterse. representaciones, valores y comportamientos.
Por otro lado, en la ciudad de Victoria, más que de un conocimiento Ahora bien, ¿cuáles son las consecuencias o efectos de este proceso de
de tipo comercial, se trataba de un conocimiento sobre las personas. En “imposición”? Consideramos que desde cierto punto de vista sus efectos
las situaciones que hemos descrito, los promotores buscaban información inmediatos o directos no exceden los límites del contexto de la política so-
respecto de los comportamientos previos de los solicitantes del crédito. cial que nos ocupa. Lo impuesto, en este sentido, son determinadas formas
Alguien que haya mentido respecto de una deuda anterior no tiene la adecuadas de comportamiento valorizadas en el limitado espacio social del
capacidad de comprometerse con el banquito o con sus compañeros del programa. Es decir, formas de comportamiento que son válidas para un
grupo solidario. Lo particular del caso es que en esta localidad existe la contexto determinado, pero que cuando dicho contexto se diluye no que-
representación de que nos conocemos todos. De hecho, hemos mostrado dan “comportamientos impuestos” mecánicamente, sino el reconocimiento
cómo las relaciones entre promotores y prestatarios están articuladas en- de su legitimidad.
tre distintos espacios sociales. Pero las relaciones que prescribe el banquito Allí reside su fuerza y efectividad. No en el hecho de que las personas
no necesariamente se dan en la vida cotidiana de las personas por fuera terminen comportándose o pensando como el Estado, las clases dominan-
de la lógica del programa. Las cinco personas que forman un grupo soli- tes, los grupos hegemónicos –o como queramos llamarlos– lo prescriben,
dario no necesariamente se han relacionado previamente como un grupo sino en el hecho de que reconozcan determinadas prácticas, y determi-
de solicitantes de un crédito. Es por ello que el hecho de conocernos todos nadas formas de pensamiento como legítimas. Es decir, como patrón de
debe reactualizarse y reproducirse en el marco de la lógica del banco. medida para evaluar todas las demás formas de pensar y de comportar-
Los rituales del banquito. . . 271 272 El microcrédito como política social. . .

se cuando llegue el momento de evaluarlas por quienes “deben” y están lo largo del tiempo que lleva solicitar, capacitarse, recibir y devolver un
autorizados a evaluarlas. microcrédito. En síntesis, este “acto de comunión” visibiliza qué es lo que
Sin embargo, este proceso de “imposición” no es unilineal ni unívoco. en definitiva los prestatarios devuelven: participación y adhesión a una
Puede ser objeto de impugnación, tal como hemos visto para la situación causa. Es decir, reconocimiento.
en la cual todo un grupo solidario decidió romper con el banquito al irse A tal punto se trataba de una adhesión entendida como un posiciona-
de una reunión tirando las planillas de los proyectos a la basura, o para el miento de un lado de la sociedad, que durante en estos encuentros ‘toma-
caso en el cual los significados de los valores del banco como la honestidad ban cuerpo’ incluso los enemigos del banquito. Aquellos enemigos de los
o el valor de la palabra son desafiados. El hecho de desaparecer, es a su cuales había que defenderlo. No hace falta aclarar que cuando uno define
vez una forma de impugnación. Afirmamos esto no sólo porque el hecho a sus enemigos se está posicionando socialmente. A su vez, durante estos
de que un prestatario desaparezca es concebido por el banco como un encuentros se observaron instancias ritualizadas en las cuales se reactua-
acto peligroso, como un acto que pone en riesgo la misma existencia del lizaba y se reproducía el compromiso asumido, y se representaban (en el
banco, sino porque se trata de una manifestación de ruptura explícita. De sentido de que se ponían en escena) los valores y las pautas culturales
hecho, la posibilidad de recibir crédito se funda en el consentimiento de del banquito, quedando asimismo dramáticamente expresados los roles de
los prestatarios de ajustarse a las formas que el banquito prescribe. cada uno de los actores del programa.
El análisis de este proceso en términos de la producción de una adhesión Si en términos de una lógica microfinanciera, los beneficiarios de esta
pública a estos valores y la generación de un compromiso hacia una causa, política son entendidos como prestatarios que presentan un proyecto a
completa el análisis de la dimensión política del proceso. En definitiva, ser financiado y luego como emprendedores en crecimiento, en términos
producir la adhesión es una forma de producir reconocimiento, de producir de la dimensión política son entendidos como los emprendedores de un
el reconocimiento de la legitimidad de formas particulares de representar Proyecto Nacional y Popular.
el mundo.
Consideramos entonces que las relaciones que se construyen en esta po-
lítica social son relaciones políticas. Sin embargo, son relaciones políticas
diferentes a las que se dan entre el votante –candidato o entre el líder y los
seguidores o militantes. Los Encuentros Nacionales, tal como los hemos
descrito, pueden ser entendidos como una forma de comulgar. Quienes
participan demuestran públicamente que son parte de y que participan
de la comunidad, de su proyecto y de su causa. Si bien creen en ella al
adherir públicamente, no son “militantes” plenos de esta causa. Son, si se
nos permiten las metáforas religiosas, como aquellos creyentes que parti-
cipan de los sacramentos sin llegar a ser feligreses en el sentido pleno de la
palabra. Quienes participan de estos eventos no participan plenamente de
la “comunidad” entendida términos políticos, pero sí de ciertos momentos
de comunión.
Es por ello que si bien en nuestra hipótesis original afirmábamos que lo
que se producía era una “comunidad moral”, estamos ahora en condiciones
de afirmar que más que una comunidad de ese tipo, lo que nos revelan los
encuentros nacionales es, en definitiva, un acto de comunión política. Las
condiciones de posibilidad para este acto de comunión son producidas a
274 El microcrédito como política social. . .

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