Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Para comenzar a desarrollar la unidad conviene hacer una pequeña introducción tomando en cuenta
lo planteado por (Greiner, 1998), es decir, que “los problemas de las compañías se deben
principalmente a decisiones del pasado que a sucesos del presente o la rivalidad competitiva en la
industria y el mercado”.
Sin embargo, este autor plantea, que esas compañías en un apuro por crecer a veces pasan
por alto preguntas críticas que sirven para su desarrollo, tales como: ¿Dónde estuvo nuestra
organización? ¿Dónde se encuentra ahora? ¿Qué significan esas respuestas para el rumbo futuro de
la organización? Y en cambio, se fijan en el entorno y las perspectivas de futuro del mercado o de la
industria como si sus proyecciones fueran a marcar la nueva identidad que debe tomar la
organización.
Sin embargo este comportamiento tiene una explicación; si nos basamos en las
explicaciones comúnmente ofrecidas por el legado de los psicólogos europeos, quienes argumentan
que el comportamiento de los individuos está determinado principalmente por eventos y
experiencias pasadas más que por lo que les depara el futuro y extrapolamos este planteo a los
problemas de las organizaciones, podemos identificar una serie de fases que las compañías tienden
a atravesar a medida que crecen. Encontramos así una fase que comienza con un período de
evolución, con un crecimiento constante y con estabilidad y termina con un período
“revolucionario” de turbulencia organizativa y cambios necesarios.
Edad de la organización: Es la dimensión más obvia y esencial para cualquier modelo que
busque representar el desarrollo de cualquier organización, es la “edad” que esa
organización tiene (definámosla como el tiempo que lleva en una industria). Es esencial
dado que en la práctica las organizaciones no mantienen las mismas prácticas durante toda
su existencia, sin embargo los problemas de administración y los principios a través de los
cuales los gerentes basan sus decisiones son útiles en un período determinado. Sin embargo
el paso del tiempo, la mayoría de veces contribuye a la institucionalización de dichos
principios en la organización, transformándose en rigideces y muchas veces anticuados para
momentos posteriores por lo que el comportamiento de los empleados se vuelven
predecibles a la par que más difíciles de cambiar.
Tamaño de la organización: Los problemas que tiene una organización y sus soluciones
tienden a cambiar a medida que el número de empleados y las ventas crecen. Problemas
de coordinación y magnitud afloran, emergen nuevas funciones, se multiplica la jerarquía y
los trabajos se vuelven más interdependientes. Las organizaciones que no crecen pueden
conservar sus comportamientos y problemas a lo largo de las distintas fases.
Etapas de evolución: Explicaremos en más detalle posteriormente.
Etapas de revolución: IDEM.
Tasa de crecimiento de la industria: La velocidad a la que una organización experimenta las
etapas de evolución y revolución están relacionadas por la estructura de su industria y su
comportamiento. Por ejemplo: una compañía compitiendo en un mercado que se expande
rápidamente debería agregar empleados si quiere aprovechar ese suceso, entonces, se
acelera la necesidad de contar con una nueva estructura organizacional para acomodar el
creciente número de empleados. En industrias de rápido crecimiento las etapas de
evolución y revolución son más cortas que en industrias de bajo crecimiento, generalmente
estas últimas industrias están en una etapa de madurez. Por eso, las compañías que
cometen errores en industrias prósperas y en crecimiento, tienen mejores perspectivas
respecto a sus estados de resultado, dado que los errores se camuflan por el desempeño
mismo de la industria. Más bien, en industrias de bajo crecimiento con entornos de mercado
competidos, los errores que se cometan provocan que las etapas de revolución sean más
severas y difíciles de resolver.
Figura 1 – Imagen extraída del artículo del mismo autor, traducción propia
Sin embargo, volveremos sobre este punto más adelante, de momento es preciso
quedarnos entonces, con que toda organización para lograr un “sano desarrollo” y poder subsistir a
lo largo del tiempo tiene que responder a esas tres preguntas clave (¿Dónde estuvimos? ¿Dónde
estamos? ¿Qué nos espera para el futuro en base a lo respondido anteriormente?), sobre todo
poder encontrar soluciones o más específicamente definir estrategias y planes de acción concretos,
y solo podrá hallar esas respuestas a través de un correcto diagnóstico.
1. Diagnóstico, crisis y caos. Principios para el diseño de soluciones
estratégicas.
Podemos encontrar así un diagnóstico estático, es decir, una mirada que reúne las
características del entorno actual de la organización, y las características de la organización y las
enfrenta entre sí a través del uso de una matriz FODA, para poder obtener estrategias que sirvan
para neutralizar las debilidades y amenazas y aprovechar al máximo las fortalezas y explotar las
oportunidades.
A su vez (Ansoff, Kipley, Lewis, Helm-Stevens, & Ansoff, 2019) Propone que él diagnóstico
estratégico es un acercamiento sistemático que busca determinar los cambios que deben ser
realizados en la estrategia de una firma y en sus capacidades para poder alcanzar el éxito en el
entorno futuro
Sin embargo el entorno también es fuente de amenazas, por ejemplo: cambios en los gustos
de los consumidores, entrada de nuevos competidores, desarrollo de tecnologías revolucionarias o
cambios en las regulaciones del gobierno que afectan a las actividades de nuestra organización. El
cambio del entorno, si agarra desprevenido y mal preparado a las organizaciones, puede ser fatal.
Es así que como planteábamos en el inicio de esta unidad, y como planteamos en el primer
párrafo de esta sección, la mejor manera de comprender el entorno es realizando un diagnóstico.
Es preciso primero definir la composición de ese entorno, nos apoyaremos en la siguiente figura:
Macroentorno
Industria
Competidores
y mercados
La organización
(Johnson, Scholes, & Whittington, 2009) Nos ofrecen un desarrollo sobre los tres aspectos
mencionados arriba. Empecemos entonces con el análisis PESTEL: El mismo nos ofrece una lista que
abarca las influencias en el éxito o en el fallo que puedan tener las estrategias. El marco político,
refiere al rol de los gobiernos; La economía refiere a la macroeconomía, en aspectos tales como
tipos de cambio, ciclos de negocios y las diferentes tasas de crecimiento económico de los diversos
países; el aspecto social incluye cambios culturales y demográficos, por ejemplo: el envejecimiento
de la población; el marco tecnológico refiere a las innovaciones, por ejemplo: la utilización de la
inteligencia artificial en la generación de códigos de programación; el marco medioambiental, está
más orientado a las cuestiones “verdes” como la contaminación y los desechos; por último el marco
legal abarca las regulaciones y los cambios en las mismas, por ejemplo: la promulgación de una ley
que prohíbe la cría de salmón en tierra del fuego.
Para que el análisis sea productivo y los resultados fructíferos, es importante que se analice
como esos factores están cambiando en el presente, y como se espera o se prevé que cambiaran en
el futuro, delineando de esa manera las implicaciones para la organización. Los factores pueden
estar interrelacionados, por ejemplo: en el caso de la inteligencia artificial que genera códigos de
programación (marco tecnológico), puede afectar directamente la cantidad de horas de trabajo de
los programadores, lo que conlleva a una modificación de su ánimo (marco social), pero también
puede repercutir en la productividad de la economía (marco económico).
Sin embargo, este análisis y el hecho de que puede existir una interrelación entre los
factores mencionados, hace necesario primero, identificar los motores claves del cambio.
Básicamente, son los factores de alto impacto que tendrán un efecto significativo en el éxito o en el
fallo de las estrategias. Estos factores de alto impacto varían según la industria o el sector. Identificar
estos motores claves del cambio, ayuda a enfocar el análisis en los factores que son más importantes
y que deben ser entendidos con máxima prioridad.
Sin embargo, está claro que el anterior análisis prevalece cuando el entorno presenta niveles
elevados de estabilidad y por eso hay poca incertidumbre sobre lo que pasará en el futuro. Sin
embargo, cuando el entorno es inestable, y presenta una creciente complejidad y/o un rápido
cambio, la incertidumbre comienza a tomar camino y es prácticamente inútil desarrollar un solo
punto de vista acerca de cómo se comportará el entorno y afectará a las estrategias de la
organización. Aparece así una herramienta útil llamada análisis de escenarios, que busca establecer
diferentes posibilidades acerca del comportamiento futuro del entorno al final del horizonte
temporal de planificación y ayuda a los estrategas a definir alternativas. Por lo tanto los escenarios
ofrecen miradas alternativas acerca del comportamiento futuro del entorno. Podemos utilizar el
análisis PESTEL y sus motores claves del cambio para ofrecer distintos marcos de análisis.
De hecho los escenarios típicamente, empiezan desde los motores claves del cambio que
poseen una mayor incertidumbre, dado que crean puntos de vista radicalmente diferentes acerca
del futuro. Construir escenarios útiles depende en mantener la interrelación de los factores
proveyendo así escenarios internamente consistentes; por lo que como mínimo, deberían ofrecerse
dos escenarios internamente consistentes: uno basado en el bajo crecimiento y la alta inestabilidad,
y el otro basado en un gran crecimiento y una baja estabilidad.
Cabe aclarar que el análisis de escenarios no intenta predecir el futuro en detalle, más bien
busca ofrecer futuros alternativos para así poder idear estrategias para contestar a esos escenarios.
A medida que los eventos se vayan desenlazando se establecerá una u otra estrategia de acuerdo a
lo determinado por los escenarios.
(Hitt, Ireland, & Hoskisson, 2008) Ilustran una serie de conceptos que nos permiten comprender
mejor lo visto hasta ahora. Entender que el análisis del macro-entorno y de la industria, tiene como
objetivo identificar oportunidades y amenazas. Las oportunidades son una condición presente en
el entorno general que, si es explotada por la empresa, le ayudará a lograr una competitividad
estratégica. Las amenazas son una condición presente en el entorno general que podría entorpecer
las actividades de la empresa para lograr la competitividad estratégica.
Para poder analizar el entorno general necesitamos fuentes, las cuales pueden ser,
publicaciones del sector, periódicos, publicaciones de negocios, resultados de investigaciones
académicas, sondeos de opinión, páginas web, etc. Una vez tenemos las fuentes el autor propone
una serie de etapas para estudiar el entorno general:
Exploración: Implica estudiar todos los segmentos del entorno general; gracias a ella las
empresas pueden identificar las primeras señales de los cambios que podrían ocurrir en el
entorno general y detectar otros que ya están ocurriendo. A veces se tratan de datos
ambiguos, inconexos o incompletos.
Monitoreo: Los analistas observan los cambios que están ocurriendo en el entorno para ver
si, de entre las tendencias que se detectaron en la exploración, está surgiendo alguna más
importante. Depende de la capacidad que tenga la empresa de interpretar el significado de
distintos hechos y tendencias del entorno.
Pronóstico: Las etapas anteriores se ocupan de los hechos y tendencias presentes en el
entorno general en un momento determinado. Los pronósticos son proyecciones viables de
lo que podría ocurrir y de qué tan pronto ocurrirá, como consecuencia de las tendencias y
los cambios que han detectado por medio de la exploración y el monitoreo.
Evaluación: Determinar los tiempos y la importancia que tendrán los efectos de las
tendencias y los cambios del entorno en la administración estratégica de la empresa.
Respecto de la industria, (Johnson, Scholes, & Whittington, 2009), definen que la industria es un
grupo de firmas que producen el mismo producto o servicio, o más bien grupo de firmas que
producen bienes o servicios que son sustitutos casi perfectos de los demás competidores. Si
hablamos del sector público tenemos que mencionar, la palabra sector. Para poder analizar la
industria hacemos uso de las fuerzas competitivas de Michael Porter.
(Porter, 2008) Propone una explicación acerca de cómo se define la estrategia competitiva de la
empresa. Para formularla es necesario examinar los cuatro factores que determinan los límites de
lo que la compañía puede lograr. Sus puntos fuertes y débiles representan su perfil de activos y sus
habilidades en relación con la competencia (recursos, situación tecnológica, marca, etc.). Los valores
personales son los motivos y necesidades de los principales ejecutivos y de otros empleados que se
encargan de implementar la estrategia escogida. Los puntos fuertes y débiles y los valores,
determinan los límites internos de la estrategia competitiva que una compañía puede adoptar
exitosamente.
Los límites externos dependen del sector industrial y del ambiente en general, las
oportunidades y las amenazas de la industria definen el ambiente competitivo, con sus
correspondientes riesgos y premios potenciales. Las expectativas sociales reflejan el impacto que
en la compañía tienen cosas como la política gubernamental, los problemas sociales, las costumbres
cambiantes, etc.
La meta de la estrategia competitiva de una unidad de negocios consiste en encontrar una posición
en el sector industrial donde pueda defenderse mejor en contra de estas fuerzas o influir en ellas
para sacarles provecho. Es importante aclarar que hay que prestar atención a los actores potenciales
respecto de cada una de las fuerzas, no solo a los que actualmente se encuentran presentes.
Los nuevos participantes aportan más capacidad, el deseo de conquistar participación de mercado
y grandes recursos. Ello puede hacer que se reduzcan los precios o se inflen los costos de las
compañías establecidas. Este riesgo dependerá de las barreras actuales contra la entrada y de la
reacción previsible por parte de las empresas ya establecidas. El riesgo será escaso si las barreras
son importantes o si las nuevas empresas esperan una gran represalia de los competidores bien
consolidados.
Represalia esperada
Las expectativas del posible participante respecto a la reacción de los competidores actuales
influyen también en el riesgo de la entrada. Si se prevé que respondan agresivamente para
dificultarle en lo posible el ingreso, quizá termine por desistir. Algunas señales de posibles
represalias contra la entrada son:
La estructura prevalente de precios que apenas si equilibran los premios potenciales del ingreso con
los costos esperados de superar las barreras contra el ingreso y de exponerse a represalias.
Adopta la conocida forma de manipular para alcanzar una posición, recurriendo a tácticas como la
competencia de precios, las guerras de publicidad, la introducción de productos y un mejor servicio
o garantías a los clientes. Se debe a que uno o más competidores se sienten presionados o ven la
oportunidad de mejorar su posición. Las tácticas competitivas de una compañía pueden influir en
otras y por tanto provocan represalias o esfuerzos por contrarrestarlas. Entre sus factores están:
Rivalidad cambiante
Los factores que rigen la intensidad de la rivalidad competitiva pueden cambiar, de hecho cambian.
Por ejemplo, el crecimiento de una industria ocasionado por su madurez, dado que conforme va
madurando se disminuye la tasa de crecimiento, lo cual intensifica la rivalidad, merma las utilidades
y, frecuentemente, provoca una recesión moderada. A veces las mismas compañías participantes
pueden mejorar las cosas mediante cambios estratégicos.
A pesar de que sean distintas desde su concepto, su nivel conjunto constituye un aspecto
importante del análisis de la industria. A menudo unas y otras están relacionadas. En la figura que
se adjunta a continuación se muestra el caso simplificado en que las barreras de entrada y salida
pueden ser fuertes y débiles:
En un sentido general, todas las compañías de una industria compiten con las industrias que generan
productos sustitutos. Los cuales limitan los rendimientos potenciales de un sector industrial pues
imponen un techo a los precios que pueden cobrarse rentablemente en él. Cuanto más atractiva
sea la opción de precios que ofrecen los sustitutos mayor será el margen de utilidad.
Para descubrir productos sustitutos es necesario buscar otros productos que realicen la
misma función que el de la industria. Algunas veces es una tarea sutil y lleva al analista a industrias
aparentemente muy distintas. La posición frente a los productos sustitutos requiere a veces
acciones colectivas de la industria.
Teniendo en cuenta la figura y las utilidades de la industria, el caso óptimo es aquel en que las
barreras contra la entrada son fuertes y la barrera contra la salida débiles. En ella se disuade el
ingreso y los competidores poco exitosos abandonarán la industria.
Los sustitutos que merecen especial atención son aquellos que: 1) están sujetos a tendencias que
mejoran su relación de precio-desempeño con el producto de la industria, o 2) los que generan
industrias que obtienen altas utilidades.
Los compradores compiten con la industria cuando la obligan a reducir los precios, cuando negocian
una mejor calidad o más servicios y cuando enfrentan rivales entre sí. El poder de los grupos
importantes de compradores depende del número de características de su situación de mercado y
del valor relativo de su compra en relación con la industria global. Un grupo de compradores será
poderoso si se cumplen las siguientes condiciones:
El grupo está concentrado o compra grandes volúmenes en relación con las ventas del
proveedor; si un cliente realiza gran parte de compras, crecerá la importancia de la
transacción.
Los productos que compra el grupo a la industria representan una parte considerable de los
costos o de las adquisiciones que realiza; Los compradores tienden a invertir recursos
necesarios para buscar un precio favorable y efectuar una compra selectiva. Cuando el
producto que se venden en la industria constituye una parte pequeña de los costos de los
compradores, éstos suelen ser mucho menos sensibles al precio.
Los productos que el grupo adquiere en la industria son estándar o indiferenciados; con la
seguridad de que siempre encontrarán proveedores los compradores pueden enfrentar una
compañía contra otra.
El grupo tiene pocos costos cambiantes
El grupo obtiene bajas utilidades; Esta circunstancia da origen a grandes incentivos para
disminuir los costos de la compra.
Los compradores representan una seria amenaza contra la integración hacia atrás;
especialmente si están parcialmente integrados o ponen en riesgo la integración hacia atrás,
está en condiciones de exigir concesiones.
El producto de la industria no es decisivo para la calidad de los productos del grupo ni para
sus servicios; Cuando el producto de la industria influye profundamente en la calidad de los
que genera el cliente, éste generalmente muestra menor sensibilidad al precio.
El grupo tiene toda la información; cuando el cliente conoce perfectamente la demanda, los
precios de mercado e incluso los costos del proveedor, suelen darse una mayor ventaja
negociadora que cuando carece de estos datos.
El poder de los compradores crecerá o disminuirá, conforme los factores antes descritos cambian
con el tiempo o a causa de las decisiones estratégicas de la compañía. Cuando una compañía decide
a qué grupo de compradores venderle, nos hallamos ante una trascendente decisión. Para mejorar
su posición estratégica puede encontrar clientes que posean muy poco poder para influir
negativamente en ella.
Los proveedores pueden ejercer poder de negociación sobre los participantes de una industria si
amenazan con elevar los precios o disminuir la calidad de los bienes y servicios que ofrecen. De este
modo, los más poderosos reducen drásticamente la rentabilidad en una industria incapaz de
recuperar los incrementos de costos con sus precios. Un grupo de proveedores es poderoso si se
cumplen las siguientes condiciones:
El grupo está dominado por pocas compañías y muestra mayor concentración que la
industria a la que le vende.
El grupo de proveedores no está obligado a competir con otros productos sustitutos para
venderle a la industria; Se controla el poder de proveedores aún más grandes y poderosos
si se compiten con sustitutos.
La industria no es un cliente importante para el grupo de proveedores.
El producto de los proveedores es un insumo importante para el negocio del comprador.
Los productos del grupo de proveedores están diferenciados o han acumulado costos
cambiantes.
El grupo de proveedores constituye una amenaza seria contra la integración vertical.
Hay que tener en cuenta que más allá de los impactos que pueda ocasionar en las barreras contra
la entrada, también el gobierno tiene la capacidad de influir directa e indirectamente en muchos
aspectos de la estructura de la industria. A través de su posición de comprador o proveedor y puede
incidir en la competencia por medio de las políticas que establece.
Una vez diagnosticada la competencia y sus causas fundamentales, la compañía puede identificar
sus puntos fuertes y débiles con relación a la industria. Los puntos esenciales son su posición frente
a las causas principales de cada factor competitivo: ¿Cuál es su situación frente a los sustitutos?
¿Frente a las fuentes de barreras contra la entrada? ¿Y cómo enfrenta la rivalidad de los
competidores ya establecidos?
Una buena estrategia competitiva emprende acciones ofensivas y defensivas con el fin de
lograr una posición defendible contra las cinco fuerzas competitivas. En términos generales,
podemos encontrar varios métodos:
Posicionar la compañía de modo que sus capacidades ofrezcan la mejor defensa posible en
contra de las actuales fuerzas competitivas;
Influir en el equilibrio de las fuerzas con tácticas estratégicas mejorando así la posición
relativa de la compañía;
Previendo los cambios de los factores en que se basan las fuerzas y tomando las medidas
pertinentes, aprovechando con ello el cambio al seleccionar una estrategia adecuada al
nuevo equilibrio antes que los rivales lo reconozcan.
Posicionamiento: Da por sentado la estructura de la industria y ajusta a ella las fuerzas y debilidades
de la compañía. La estrategia consistirá entonces en construir defensa en contra de las fuerzas
competitivas o en localizar, dentro de la industria, las posiciones donde las fuerzas sean más débiles.
Influir en el equilibrio: Una compañía puede diseñar una estrategia que tome la ofensiva. Con ello
se busca hacer algo más que encarar las fuerzas de la competencia; se pretende modificar sus
causas.
Volviendo a (Johnson, Scholes, & Whittington, 2009), proponen que el análisis de industria preste
atención a tres aspectos:
Las cinco fueras varían en los diversos estadios del ciclo de vida de la industria. El ciclo de vida de la
industria propone que las industrias son pequeñas en su etapa de desarrollo, luego avanzan a un
período de rápido crecimiento, y luego empiezan a declinar tras un período de “temblor”. Existen
dos estadios finales, el primero un período de crecimiento lento o nulo (maduración) que ocurre
antes del período final (declinación).
Al respecto de este modelo cabe aclarar muchas cuestiones; primero no hay que depositar toda la
fe en el ciclo de vida de la industria como si fuera inevitable, de hecho un estadio no tiene por qué
anteceder a los demás: las industrias pueden variar mucho a lo largo de sus etapas de crecimiento,
y otras pueden rápidamente revitalizarse a través de la innovación provocando así una vuelta atrás
desde la etapa de maduración a la etapa de crecimiento. Abajo se presenta una figura que resume
lo expresado arriba:
Figura 3 – Extraído del autor citado, traducción propia
El radar nos provee un marco para resumir cada fuerza con su respectiva ponderación en 5 ejes, a
medida que vamos del centro hacia afuera decimos que la ponderación de la fuerza es menor;
cuando las fuerzas son débiles, el área total encerrada entre las líneas demuestra una figura más
grande, cuando las fuerzas son fuertes el área total encerrada entre las líneas es pequeña.
Continuando con (Johnson, Scholes, & Whittington, 2009), nos encontramos que el análisis de
industrias quizás toma un amplio espectro para proveer un entendimiento acerca de la competencia
en general. El impacto de las cinco fuerzas puede ser diferente en diferentes organizaciones.
Posiblemente dos empresas en la misma industria estén posicionadas de manera diferente, por lo
que enfrentan diferentes tipos de poder de los compradores y poder de los proveedores, por
ejemplo. A veces es útil desagregar.
Los clientes también pueden diferir significantemente, esas diferencias pueden ser
capturadas distinguiendo entre consumidores estratégicos y diferentes segmentos de mercado.
Luego conviene analizar que valoran los consumidores a través de los factores críticos del éxito.
Existen diferentes maneras para distinguir entre grupos estratégicos, pero podemos
agruparlas en dos categorías mayores:
Podemos graficar a los grupos estratégicos en un gráfico de dos dimensiones como el de la figura 5,
donde en el eje y ponemos la región geográfica y en el eje x ponemos el tipo de orientación de un
grupo de instituciones educativas.
Una manera para establecer dimensiones clave a través de las cuales podemos armar el
mapa de grupos estratégicos de la figura 5, es identificando las organizaciones con mejor
performance (ya sea por crecimiento o rentabilidad) en una industria, y comparar esos con los de
peor desempeño. Las características compartidas por los de mejor desempeño son relevantes para
el mapeo de grupos estratégicos. De tal modo que por ejemplo, algunas empresas rentables están
ajustando su mirada en términos de rango de productos y gastando dinero en esfuerzos de
marketing, mientras que las empresas menos rentables pueden ser amplias en términos de rango
de productos y restringiendo sus gastos de marketing, una potencial recomendación para las
empresas menos rentables es estrechar su rango de productos y aumentar el gasto en marketing.
Si bien es cierto que tener una mirada sobre los segmentos de mercado nos ayuda a acotar el marco
de análisis, y sobre todo a planificar un posicionamiento en particular; es necesario comprender y
conocer al consumidor estratégico. Brindar bienes y servicios al mercado usualmente involucra un
alto número de organizaciones que juegan distintos roles, es decir forman parte de la cadena de
valor del mercado. Pongamos un ejemplo: la mayoría de consumidores compran bienes a través de
minoristas, por lo tanto los fabricantes deben atender dos tipos de consumidores, los minoristas,
sus consumidores directos, y los consumidores que acuden al minorista, el último eslabón de la
cadena.
Sin embargo a pesar de que los dos consumidores influyen en la demanda, usualmente uno
de ellos es más influyente que los demás, a este lo llamamos consumidor estratégico. Es decir, es
la persona a la que se debe dirigir la estrategia porque es la que tiene la mayor influencia sobre que
bienes o servicios son comprados. Si no se tiene claridad en quien es el consumidor estratégico, los
administradores acabaran proveyendo de productos y apuntando a las personas equivocadas.
En pocas palabras son los deseos del consumidor estratégico los que proveen el punto de
partida de la estrategia; sin embargo los deseos o necesidades del resto de consumidores no son
poco importantes, de hecho debemos conocerlos, más bien los requerimientos de los consumidores
estratégicos son los que tienen prioridad.
Ahora bien, nos resta conocer que es lo que los consumidores valúan; partamos de la base de que
entender las necesidades del consumidor y como estas difieren a través de los distintos segmentos,
es crucial para desarrollar las capacidades estratégicas apropiadas en una organización.
Los consumidores valúan varios productos en mayor o menor medida. Desde el punto de
vista de los potenciales productores, es valioso entender cuáles características son importantes para
un grupo de consumidores. Este grupo de valiosas características se conocen como Factores críticos
para el éxito, es decir, aquellas características de los productos que son particularmente valiosas
para un grupo de consumidores y en las que una organización debe sobresalir para ganar a la
competencia.
Una útil herramienta es la provista por la figura 9, un gráfico donde establecemos el valor
que otorgan los consumidores a las características de los productos en el eje x, y la puntuación que
otorgan los consumidores a nuestros productos y los consumidores en esas características. Veamos
la figura:
o Como podemos ver, en este ejemplo identificamos cinco factores críticos de éxito, como
especialmente importantes para los consumidores (tomando en cuenta el promedio de
consumidores). Está ordenado como se ve en la figura.
o En la figura se presentan también, los perfiles de tres competidores, evaluando cada
compañía de acuerdo a cada característica. En el ejemplo está claro que los consumidores
no valoran los factores en los que la compañía A tiene más fortaleza relativa, mientras que
la compañía B se conecta mejor con las necesidades de los consumidores. Sin embargo
ninguna compañía lo está haciendo particularmente bien respecto a las pruebas y la calidad
técnica que podría ser importante para algunos consumidores.
o Elegir el segmento es el próximo paso, la compañía A podría tratar de mejorar en los
factores con mayor puntuación promedio, pero las compañías B y C poseen fuertes
fortalezas en esos factores. Una alternativa de la compañía A es entonces, enfocarse en un
segmento particular, aquel segmento en el que las pruebas y la calidad técnica son más
importantes que para el consumidor promedio. En ese segmento en particular existe poca
competición y un gran lugar para mejorar; posiblemente sea relativamente pequeño pero
enfocándose en estos segmentos puede ser más rentable que intentar ganar a las
compañías B y C en sus respectivas fortalezas.
o Del diagnóstico del macro entorno a través del análisis PESTEL y el uso de escenarios;
o Del análisis de la industria a través de las cinco fuerzas de Porter y los grupos estratégicos;
o Y del estudio de los factores críticos del éxito para los consumidores estratégicos
Continuando con (Johnson, Scholes, & Whittington, 2009) entendimos que el análisis del entorno
nos provee del entendimiento de las oportunidades y amenazas de una organización. Sin embargo
en muchos casos lo que realmente distingue una organización de otra son sus capacidades
estratégicas, de la cual se desprenden tres conceptos clave:
Las capacidades estratégicas son las que nos permiten producir a bajo costo o generar un producto
superior en relación a otras organizaciones con capacidades inferiores.
Podemos definir a la capacidad estratégica como aquellos recursos y competencias que una
organización necesita para sobrevivir y sobre todo, prosperar.
Entendemos a los recursos como clasificados en: recursos tangibles, los activos físicos de una
organización como su planta de fabricación, la gente y los recursos financieros; recursos intangibles
los cuales son activos no físicos como la información, la reputación y el conocimiento. Una
organización puede ser comprendida en alguna de las siguientes categorías de recursos:
Por otro lado encontramos las competencias que significan todas aquellas habilidades y destrezas
a través de los cuales los recursos son explotados satisfactoriamente a través de las actividades y
procesos de una organización.
Sin embargo hay que diferenciar al respecto, dado que en principio no todo recurso y competencia
es estratégico per se; encontramos así las capacidades umbral, aquellos recursos o competencias
que una organización requiere solo para competir en un determinado mercado, es decir, para
satisfacer los requerimientos mínimos del consumidor.
Más bien, las capacidades umbrales por sí solas no crean una ventaja competitiva basadas en un
performance superior. Para poder ser superiores, la organización requiere capacidades distintivas
que los competidores encuentren difícil de imitar; la denominamos capacidades nucleares o
recursos únicos, es decir aquellas capacidades que sustentan críticamente la ventaja competitiva y
otros no pueden imitar u obtener.
Por otro lado encontramos competencias nucleares que son las destrezas y habilidades que
explotan los recursos a través de las actividades y procesos de una organización para conseguir una
ventaja competitiva.
Para poder definir si una capacidad es realmente estratégica, debemos considerar que la
misma debe ser sustentable a lo largo del tiempo; para definir si una capacidad es sustentable a
través del tiempo acudimos al modelo VRIO. Por sus siglas respecto a si el recurso es:
o Valioso: Es decir, para que una compañía consiga construir una ventaja competitiva, debe
tener las capacidades que son realmente valoradas por los consumidores.
o Rareza: Requiere que una organización posea una capacidad única o rara, por ejemplo: una
colección única de libros de una librería, una fuerte marca, patentes. Para poder definir que
un recurso es raro tenemos que observar los siguientes tres puntos
o Fácil de transferir; La rareza depende en quien ostenta la propiedad del recurso y
que tan fácil de transferir es. Por ejemplo, la ventaja competitiva de algunas
organizaciones de servicios profesionales están construidas alrededor de la
competencia de individuos específicos, sin embargo estas personas pueden irse a
otra organización en cualquier momento, por lo tanto la facilidad de transferencia
provoca que la rareza no se solidifique en una ventaja competitiva.
o Sostenibilidad; es peligroso sostener que las competencias mantendrán su rareza
por mucho tiempo. Posiblemente la rareza sea temporaria; sobre todo si los
competidores procuran imitar u obtener esas competencias.
o Rigideces nucleares; a veces sucede que los recursos raros se vuelven difíciles de
cambiar, por lo que se vuelven tan rígidos que dañan a la organización en vez de
ofrecer una ventaja competitiva
o Inimitable: Queda claro hasta ahora que la búsqueda de la capacidad estratégica que
provea de una ventaja competitiva sustentable no es sencilla. Involucra identificar
capacidades que tiendan a ser durables y que a sus competidores les dificulte imitar. Queda
claro, sobre todo, que es inusual que se obtenga una verdadera ventaja competitiva solo a
través de un recurso tangible, dado que el mismo puede ser o imitado o transferirse. La
ventaja parece ser determinada más por la manera en que los recursos son explotados para
crear competencias en las actividades de la organización. Es decir, estableciendo una red
entre el conjunto de competencias; en otras palabras el sistema que es usado para satisfacer
las necesidades del consumidor.
Para alcanzar esta ventaja, las competencias nucleares (que podemos redefinir
como las destrezas y habilidades para vincular actividades o procesos a través de los cuales
los recursos son explotados para obtener una ventaja competitiva) deben cumplir los
siguientes criterio:
o Debe estar relacionado con una actividad o proceso que consigue el valor en las
características del producto o el servicio, de acuerdo a los ojos del consumidor (criterio de
valor).
o Las competencias deben llevar a niveles de performance que son significativamente
superiores a la de los competidores.
o Las competencias deben ser difíciles para los competidores de imitar.
Ahora bien, los motivos por los cuales un recurso puede ser inimitable lo encontramos en 3
características:
También es importante tener en cuenta que aunque se cumplan las características del modelo VRIO,
la organización debe prestar suma atención a la sustitución, que puede tomar dos formas
principales:
Volviendo a (Johnson, Scholes, & Whittington, 2009), sabemos que se asumió que las capacidades
estratégicas pueden proveer ventajas competitivas sustentables a través del tiempo. Sin embargo,
es notable que muchas veces el entorno competitivo de una organización cambie cada vez más
rápido, dado el progreso tecnológico, las innovaciones y otros. Sin embargo incluso en estas
circunstancias algunas organizaciones consiguen ventaja competitiva sobre otras; pero se requiere
que la organización tenga capacidad de cambiar, innovar, ser flexible y aprender a adaptarse a los
cambios rápidos del entorno. A esas capacidades competitivas en condiciones dinámicas, se la
denomina capacidades dinámicas que implican la habilidad de una organización, de renovar sus
capacidades estrategias para enfrentar las necesidades del entorno.
Ahora bien; para diagnosticar la capacidad estratégica, podemos acudir a dos herramientas; la
cadena de valor y la red de valor.
Para que las organizaciones consigan ventajas competitivas, entregando valor a los consumidores
los administradores deben entender cuáles de todas las actividades que realizan son especialmente
importantes en la creación de valor y cuales no lo son.
La cadena de valor describe las categorías de actividades que juntas crean un producto o servicio.
Se clasifican en actividades primarias directamente relacionadas con la creación o la entrega de un
producto o servicio por ejemplo:
Cada una de esas actividades está conectada y se ve soportada por un conjunto de actividades de
soporte, que ayudan a mejorar la efectividad y la eficiencia de las actividades primarias, tales como:
Compras: Adquisición de los recursos que sirven como materia prima de las actividades
primarias.
Tecnología: Todas las actividades de valor tienen tecnología.
Administración de recursos humanos: Trasciende a todas las actividades primarias, y se
refiere a aquellas actividades de reclutamiento, administración, entrenamiento y
capacitación, desarrollo de carrera e incentivos.
Infraestructura: Sistemas formales de planificación, de finanzas, de control de calidad, de
información gerencial, y las estructuras y rutinas que son parte de la cultura organizacional.
El análisis de la cadena de valor ayuda en el análisis de una posición estratégica de acuerdo a dos
maneras, como:
También encontramos, como dijimos hoy, la red de valor es el conjunto de enlaces entre
organizaciones y relaciones que son necesarias para crear un producto o servicio, dado que una
misma organización rara vez se encargara de todas las etapas del proceso desde fabricación hasta
la venta. Las organizaciones deben tener claro cuales actividades deben realizar por si mismas o
cuales podrían subcontratar. Es importante que se tome en cuenta las bases de las capacidades
estratégicas en relación con la totalidad de la red de valor, sobre todo:
Entender que actividades son importantes y centrales, para las capacidades estratégicas
de una organización. Sobre todo a la hora por ejemplo, de recortar gastos.
Comprender a los pozos de ganancia, es decir, los diferentes niveles de rentabilidad
disponibles en diferentes partes de la red de valor. Algunas partes de la red pueden ser
inherentemente más rentables que otras dadas las diferencias en la rivalidad competitiva.
La decisión de comprar o hacer, para una actividad particular es crítica.
La posibilidad de asociarse, sobretodo poder encontrar los mejores aliados en la red de
valor.
Terminada la identificación de la red de valor, estamos en condiciones de terminar las piezas del
rompecabezas; juntando la red de valor de la industria y la cadena de valor de la empresa, en
comparación con los competidores podemos obtener un perfil competitivo en el que se definen las
fortalezas y debilidades de nuestra organización. Juntando esas fortalezas y debilidades, con las
oportunidades y amenazas obtenidas en el estudio del entorno, podemos obtener la matriz FODA
la cual será de utilidad a la hora de identificar estrategias útiles.
En este sentido cabe aclarar que en una crisis, se alteran las reglas del juego o su percepción;
es decir, se cambian variables clave. Es necesario primero entender en qué escenario estamos, en
cuál podemos y quisiéramos estar, qué y por qué ocurre este escenario.
Es preciso que utilicemos herramientas adecuadas como modelos (p. ej.: matrices) y
probabilidades. En momentos de crisis tenemos que demorar decisiones vitales hasta tener una
comprensión de lo que sucede, hay que trabajar en estrategias triviales para informarse y
comprender.
En el texto de (Johnson, Scholes, & Whittington, 2009) planteábamos que estudiar el entorno y la
empresa en sí, nos es útil para poder comprender cuales son los motores claves del cambio y sobre
todas las cosas cual es el rumbo que tomará el entorno en el futuro. Es decir obtiene una
característica de bidimensionalidad, por un lado se estudia el presente y por otro lado el futuro
esperado.
(Ansoff, Kipley, Lewis, Helm-Stevens, & Ansoff, 2019) Plantean que existen consecuencias
de los cambios evolutivos del entorno, en la administración de los negocios. En cierto sentido los
cambios en el entorno generan desafíos específicos y diferentes para cada empresa; es decir, los
autores favorecen la idea de que cada firma debe identificar su desafío futuro y desarrollar su propia
respuesta. Y para poder obtener esta mirada necesitamos acudir al diagnóstico estratégico.
Este último plantea que una organización alcanza su performance óptimo cuando ocurren
tres condiciones:
3. Si los componentes de las capacidades de la firma, son complementarios unos con otros.
De cierto modo, podemos definir a la turbulencia del entorno como una medida combinada
de la variabilidad y de la previsibilidad del entorno de la empresa. Podemos describir la misma de
acuerdo a tres categorías:
Discontinuidad:
o La complejidad del entorno de la firma (implica que no se puede conocer con los
métodos tradicionales).
o Cambios relativamente novedosos de los sucesivos desafíos que la firma encuentra
en el entorno.
Impredicibilidad:
o Rapidez de los cambios; la rapidez en la que el desafío evoluciona en el entorno
comparado con la rapidez en la respuesta de la firma.
o Visibilidad del futuro, que evalúa la adecuación y la oportunidad de la información
acerca del futuro.
Inestabilidad:
o Frecuencia a la que la turbulencia del entorno cambia en la industria.
Donde el nivel uno de turbulencia describe un lugar placido para competir, en el que las
características son las siguientes:
Una firma puede concentrar su atención a las estadísticas históricas acerca de su mercado.
Los desafíos sucesivos son repeticiones del pasado.
El cambio es más lento que la habilidad de la empresa para responder.
Se espera que el futuro replique el pasado.
La siguiente figura determina el nivel de agresividad estratégica que es necesario para ser exitoso
en cada nivel de turbulencia:
1. ¿Cómo diagnosticar los desafíos que la firma enfrentara en el futuro dado los cambios en el
entorno? Para responder a esta pregunta, debemos realizar el diagnóstico del nivel de
turbulencia futura de la firma.
2. ¿Cómo aseguramos el éxito de la respuesta estratégica de la empresa? La respuesta es,
diagnosticando la agresividad estratégica y la capacidad de respuesta de la organización,
corroborando que se ajuste a la turbulencia futura.
Decíamos más atrás que el diagnóstico es, en resumen, un procedimiento de responder dos
preguntas; este procedimiento presenta los siguientes pasos:
Las siguientes etapas, están basadas en juicios de valor como en extrapolaciones de datos actuales.
Es importante que el diagnóstico estratégico sea liderado por personas con experiencia,
entendimiento e intuición acerca de las tendencias futuras en cada AEN.
Para poder diseñar soluciones en el caos, es preciso anticipar y conocer el atractor; debemos
entrar solo con una clara estrategia y con “hitos” de salida.
(Serrano, 2018) Plantea una mirada un poco más definida acerca del caos en sí, el cual se basa en
los siguientes factores:
Podríamos decir que el caos está “relacionado con el número siete”, es decir, la menta humana solo
puede procesar y comparar aproximadamente siete construcciones simultáneamente. Dentro de la
teoría del caos, se dice que los patrones caóticos se ven después de 3.7 puntos de bifurcaciones,
entendiendo las bifurcaciones como un punto de decisión que tiene dos posibles resultados, en la
cuarta capa de decisión la cantidad de opciones abruma a la mente humana.
La premisa del caos nos ayuda a aceptar que la mayoría de las veces siempre satisfacemos
y nos desorientamos y que nos enfrentamos en lugar de controlar, a pesar de todo nuestro deseo
de racionalidad y orden. Debería ser normal percibir el mundo como caótico.
Encontramos los siguientes componentes del caos, que complejizan cualquier situación:
Efecto mariposa: Asimetría entre las entradas y salidas; una pequeña variación en cualquier
parte del sistema puede conducir a resultados significativamente diferentes.
Emergencia: Un sistema puede producir resultados inesperados.
Atractores: Fuerzas que actúan para dar forma a un sistema.
Attractor bowl: Suma de fuerzas que afectan a un sistema para mantener el status quo,
proporcionando la impresión de que el sistema es ordenado.
Escala: El resultado de un análisis puede depender de la escala en la que se analiza la
situación.
Fractales: Los patrones se repiten a diferentes escalas.
Puntos de bifurcación: A medida que aumenta el número de puntos de decisión, la
complejidad se mueve hacia el caos.
Eje del caos: Determina donde se encuentra el límite entre el orden y el desorden dentro
de su sistema.
Por otro lado (Pidal González, 2009) postulan lo siguiente; desde múltiples disciplinas se creó una
manera de entender el crecimiento de la complejidad de la naturaleza, naciendo así la ciencia del
caos. Esta ciencia ofrece una vía de encontrar patrones y orden donde se observan
comportamientos erráticos y aleatorios. Los científicos llaman caóticos a aquellos movimientos no
aleatorios complejos que muestran una expansión muy rápida de errores, lo cual impide encontrar
la tasa de crecimiento y por tanto inhiben de la posibilidad de ser predecibles en el tiempo.
La teoría del caos, dentro de las organizaciones, explica como situaciones de cambio rápidas
que requieren soluciones creativas, no pueden ser controladas con estándares normales. La visión
de las organizaciones desde el punto de vista de la complejidad, puede inducir a sus directores
dentro de la cultura del caos, es en la frontera de este último donde los grandes cambios tienen
lugar.
El cambio, para la gerencia, es saber cómo guiar la dinámica caótica para alcanzar los
objetivos deseados.
La historia del caos en la ciencia se remonta al siglo XIX, cuando Poincarè (un matemático
francés) descubre que ciertos sistemas mecánicos, cuya evolución estaba gobernada por ecuaciones
no lineales se convertían en caóticos. Pero no fue hasta los años 70 con el aporte del meteorólogo
E. Lorenz que se pasaría de una simple conjetura a una hipótesis establecida.
La teoría del caos en su origen se desarrolla en el campo de la física, y de las matemáticas
con el descubrimiento de fenómenos dinámicos no lineales cuyo comportamiento parecía
aleatorio, aun cuando estaban determinados por leyes precisas; sistemas dinámicos no lineales que
se comportan de manera impredecible y caótica. Algunas de las características de un sistema caótico
son:
Dada las características de los sistemas caóticos, los gerentes no pueden basarse en sistemas, reglas
y procedimientos en entornos de alta turbulencia, sino que deben prepararse para adaptarse a lo
nuevo de manera continua y atrapar oportunidades en todas partes. Alguna de las lecciones que
nos deja la teoría del caos para la gerencia estratégica son:
Desde la mirada de (Madrigal Moreno, Ayala Rodríguez, Chávez Contreras, & Silva Corona, 2017)
podemos tomar un punto de vista organizacional para definir cada uno de los factores del caos:
En crisis: entender: en qué escenario estamos, en cual podemos y quisiéramos estar, qué y
por qué ocurre ese escenario; todo a través de modelos (matrices) y probabilidades. Es
preciso demorar decisiones vitales hasta “entender” actuando en triviales para informarse
y comprender.
En caos: entender: en qué video estamos, en cuál podemos y quisiéramos estar, qué y por
qué ocurre en esa película; todo a través de modelos dinámicos. Es preciso anticipar, solo
entrar con una clara estrategia y con hitos definidos de salida.
La siguiente figura presenta las etapas en la vida de las empresas, las cuales se describen en detalle
a continuación:
Cada etapa se caracteriza por el estilo de gestión dominante utilizado para alcanzar el crecimiento
económico. Estas etapas son: