Presentación.

Nombres: Christopher Enrique.

Apellidos: Marrero Liriano.

Matricula: 2022-0997.

Asignatura: Ética I.

Maestra: Victtor Hilario.

Grupo: 24.
 Resumen.
El autor a titulado esa charla Ética y Tecnología desafíos para la
juventud.

El autor comienza la charla destacando los enormes desafíos que tienen la

juventud del siglo XXI.

El autor nos deja saber que los retos o desafíos que tienen la juventud
tienen doble componente inédito. El autor hace referencia a esos
componentes inéditos. El primero concerniente al déficit que precisamente
en el plano de la ética vive hoy día la humanidad a causa del consumismo
delirante y de la absorción del tiempo vital por parte de la denominada
sociedad de rendimiento, esa que hace al sujeto, al individuo actual victima
de la auto explotación, el individualismo mismo y la soledad. El segundo
aspecto es el de las transformaciones que tanto mental como materialmente,
ha implicado la revolución de las tecnologías en la sociedad en re neuronal
o hiperconectada, a lo que se adiciona, el aceleramiento de ese mismo
proceso como producto de la pandemia (COVID-19), que todavía sigue
sacudiendo, aunque ya con menores riesgos a la humanidad, habiendo
dejado una estela de muertes, morbididad y crisis económica.

El autor hace referencia a la mayor amenaza de la ética dice, ‘La mayor

amenaza que pesa en el mundo actual sobre la ética es mas allá de su
degradación, su desaparición, su confinamiento, su instrumentalización y
su manipulación ideológica’.

El autor habla sobre lo digital y dice, ‘En lo digital no todo es malo, por
tanto, no hay que demonizar el fenómeno, tampoco todo es bueno,
especialmente cuando se trata del uso lúdico en las pantallas en niños y
jóvenes, por lo que la catequesis o el proselitismo digitales no son
aconsejables al menos en esos grupos’. También habla el porque los
fundadores o ejecutivos de empresas grandes tecnológicas, dejan que sus
hijos usen mucho la digitalización, y prefieren las clases presenciales. El
autor dice ‘Una actitud llama la atención, por alguna razón los fundadores y
directivos de las empresas que desarrollan y venden dispositivos y
artefactos tecnológicos así como, por ejemplo, Los altos ejecutivos evitan a
toda costa que sus hijos se eduquen en entornos online, procurando centro
educativos competentes con orientación e información humana, mientras
por otro lado estimulan por vía del consumismo la creencia en la
propaganda de la educación tecnológica y el paraíso presumibles de los
ordenadores, tabletas, teléfonos inteligentes y productos lúdicos, como
videojuegos o dibujos animados en la televisión. Exigen esos ejecutivos de
empresas tecnológicas que sus hijos sean educados presencialmente y con
libros (objetos), no a distancia, ni con pantallas’.