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Ensayo sobre los retos virales

Padres ¿saben que han estado haciendo sus hijos en línea? Si les gusta participar en
desafíos en línea, deberían ser vigilados de cerca ya que un desliz podría llevar a su hijo
al hospital… o algo peor.
Los desafíos virales se han apoderado de internet los últimos años debido al auge de las
redes sociales y con ellas la multiplicación de reproducciones de videos y vistas de todo
tipo de contenido publicado allí, se ha convertido en lo actual, lo de esta generación. La
tendencia al publicar acciones peligrosas, retos, a través de estos medios con el objetivo
de volverse viral e invitar a otros a realizar lo mismo, se está empezando a cobrar vida en
muchos jóvenes.
Algunos de los desafíos tienen un buen motivo y buscan crear conciencia y recaudar
fondos para causas que lo merecen, como el desafío de la cubeta de hielo, que apoya a la
asociación ALS. Desafortunadamente, la mayoría de estos desafíos se crean únicamente
para llamar la atención y generar la competencia. Aun así, no todos los retos virales
gozan de tan buena fama y resultados. Ciertos desafíos absurdos han ganado terreno
entre los mas pequeños, y es aquí cuando supervisar la actividad de los menores en las
redes, muchas veces inocente descuidada, se vuelve de especial importancia.
En julio de 2017, una niña de 11 años participó en el desafío el agua caliente cuando su
prima la desafío a beber agua hirviendo, sus heridas fueron tan graves que se vio
obligada a someterse a una traqueotomía y luego murió a causa del trauma.
Un reto mundial misterioso y mortal del que se escuchó por última vez en 2017 se llamó la
ballena azul. Este juego mortal alentó a los participantes a completar tareas diarias
durante 50 días, terminando en el objetivo del suicido, provocando 130 muertes
sospechosas solo en rusia.
Las redes sociales premian el comportamiento escandaloso, su entorno es irreflexiva y
acelerado, “el miedo a perder es real entre los adolescentes, lo cual posibilita la
incapacidad del cerebro subdesarrollado de los jóvenes de pensar en las consecuencias
de sus acciones”, según un estudio.
Sin embargo, existen alternativas y soluciones que los padres pueden implementar desde
casa, como lo son: estar al tanto de las redes sociales y acercar a los niños a la realidad,
darles a entender lo absurdo que puede ser el reto; limitar su capacidad de acceso a
internet usando control parental, es importante crear un ambiente de confianza y la abierta
comunicación.
El mundo digital crece a pasos agigantados, las redes sociales siguen siendo una
novedad, mutan constantemente e imponen tendencias que muchas veces escapan a
nuestro conocimiento y control. Es por eso que la labor de los padres es comprender el
manejo de las mismas y conocer sus riesgos y ventajas será la clave para que sus hijos
puedan utilizarlas de forma sana y entretenida. El diálogo y la supervisión resultaran útiles
en el camino para disfrutar de internet de manera más segura.

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