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El fin de semana pasado

El fin de semana pasado fue muy entretenido. El sábado por la mañana,


estuve en mi casa e hice los quehaceres. Arreglé mi cama, limpié mi cuarto y
lavé mi ropa sucia. El sábado por la tarde visité a mis abuelos. Platicamos un
rato y luego fui a comprar ropa. Por la noche, mis amigos y yo fuimos a una
discoteca. Bailamos toda la noche y la pasamos muy bien. El domingo dormí
hasta mediodía. Por la tarde, leí un libro y por la noche fui al cine.

El domingo por la mañana limpiamos la casa. Por la tarde, fuimos a un parque


de diversiones. Como puedes ver, tuve un fin de semana ocupado con mi
familia. Eso sí, la pasamos muy bien…

el sábado fue el cumpleaños de mi hija. Organizamos una pequeña fiesta de


cumpleaños. Invitamos a varios de sus amiguitos. Los niños reventaron una
piñata, bailaron, jugaron varios juegos divertidos y comieron pastel

En las vacaciones de invierno


«¡Ha nevado!», gritó Juan al mirar por la ventana aquella mañana. Durante las
vacaciones de invierno fue con sus amigos Sofía, Carlos y Félix a las
montañas. Sin embargo, hasta ahora no había habido suficiente nieve para
poder realizar deportes de invierno. ¡Pero ahora estaba todo blanco con 50
centímetros de nieve virgen! ¡Tenía que haber estado nevando durante toda la
noche!

Juan despertó rápidamente a sus amigos que tampoco podían creer lo que
veían. «¡Por fin!», gritaron, y aunque aún estaban adormilados, no tardaron en
salir de sus camas calientes. Querían ir a la nieve tan pronto como fuera
posible. Incluso el frío no les molestaba porque había mucho que hacer. Los
amigos construyeron primero un muñeco de nieve. Y después hicieron una
guerra de bolas de nieve. Con el trineo y el snowboard bajaron la montaña. E
incluso Sofía había traído sus patines de hielo.

Los niños no eran los únicos que disfrutaron de la nieve. Al fondo se podía ver
a esquiadores que subían la montaña con el telesilla y descendían velozmente.
Incluso un oso polar estaba esquiando. Solo el muñeco de nieve tiritaba por el
frío y deseaba que llegase ya el verano. Estaba resfriado y tenía un largo
carámbano que colgaba de su nariz.

¿Cómo? ¿Un muñeco de nieve resfriado y un oso polar esquiando? Irritado,


Juan se dio la vuelta. ¡Oh, no! Aún estaba tumbado en la cama y todo había
sido un sueño. Decepcionado miró por la ventana a través de la cual podía ver
la calle. Pero un momento… ¡Estaba todo blanco!

«¡Ha nevado!», gritó Juan emocionado y despertó rápidamente a sus amigos.


Un día lluvioso de otoño
Mirando aquel día por la ventana, me di cuenta de que el verano se había ido
para dejar paso al otoño. Fuera se podía ver ya ese típico follaje que le
caracteriza. Todo estaba cubierto de un manto de hojas de color rojizo y
anaranjado y en cada esquina había charcos que se habían formado después
de una noche muy lluviosa.

Al ver una cometa colgando de una de las ramas del árbol me desanimé
completamente. Pretendía salir a pasear con mi perro, pero desde casa,
calentita, era más agradable ver cómo las ardillas se comían los primeros
racimos de uvas de la temporada y el resto de animales empezaba a recolectar
frutos para prepararse para el invierno.

A pesar del tiempo mi padre salió a comprobar que la lluvia no hubiera dañado
las calabazas ni el maíz que habíamos plantado. Mientras tanto, mi madre
recogía con el rastrillo las hojas para que el desagüe del jardín no se atrancara.
De pronto mi padre se puso como un niño a chapotear sobre un charco
empapando a un pobre erizo. Seguro que el pobre hubiera deseado tener en
ese momento un paraguas o un chubasquero para no mojarse

Descansando en el parque
“¡Qué día más precioso!”, dijo la señora Pilar. “El sol brilla y los pájaros cantan.
Hace demasiado buen tiempo como para quedarse en casa”.

La señora Pilar está jubilada y vive en la gran ciudad de Madrid. Su piso está
en una calle principal del centro, pero ella preferiría vivir en un lugar donde la
vida no fueran tan anónima. Cerca de donde ella vive está el Parque del Retiro
y la señora Pilar acude siempre a él cuando hace buen tiempo como hoy.

Allí siempre ocurre algo. En el parque hay corredores, ciclistas, gente


paseando con sus perros o familias con niños jugando en el césped. Como la
señora Pilar es muy extrovertida, siempre conoce nueva gente y se encuentra
con viejos conocidos con los que poder hablar.

En los caminos hay bancos para sentarse. Algunos están en el sol y otros a la
sombra de los árboles. Como hoy no hace mucho calor, la señora Pilar se ha
sentado en un banco al sol entre dos arbustos. Desde él puede ver a los patos
y los peces en el estanque. Pero sobre todo le encanta el sonido del agua de la
fuente.

Justo se acababa de sentar cuando escuchó una paloma gorjeando. Incluso los
pájaros conocen ya a la señora Pilar y saben que siempre trae algo para ellos.

“¡Aquí estáis!”, dijo la señora Pilar sonriendo y dejó una bolsa cerca del banco.
Naturalmente hoy tampoco se había olvidado de traer algo a sus animales
preferidos.
En la estación
¡Por fin! Cada uno está en su asiento y preparado para las vacaciones en la
costa. Aunque... vaya estrés de última hora: ¡casi perdemos el tren!

Hemos llegado puntuales a la estación y lo primero que hemos hecho ha sido


mirar el cartel de llegadas y salidas para saber desde qué andén saldría
nuestro tren. Después, hemos buscado la máquina de billetes y hemos
comprado nuestros pasajes.

Como aún teníamos tiempo, hemos dado una vuelta por la estación. Nos
hemos tomado un café y un bollo de chocolate y finalmente nos hemos dirigido
a nuestro andén: el 18. Pero, al llegar allí nos hemos encontrado con un tren
de mercancías. Nos hemos puesto muy nerviosos: «¿dónde está nuestro
tren?», nos hemos preguntado inquietos.

Por el megáfono han informado del cambio: nuestro tren destino Barcelona
saldría hoy desde el andén 8. Faltaban dos minutos para la salida del tren así
que hemos corrido a la velocidad del rayo. Cuando hemos llegado al andén
correcto, el maquinista de la locomotora estaba a punto de poner en marcha el
tren. Por suerte, el revisor ha sido amable y nos ha esperado.

Rápidamente, nos hemos subido al primer vagón. Entonces, ha sonado el


silbato y el tren se ha puesto en marcha. Nuestros asientos estaban en el
último coche, así que hemos tenido que atravesar todo el tren, pasando incluso
por el vagón restaurante.

Qué suerte; a pesar del susto, hemos conseguido no perder el tren.

Un ladrón con corazón


Hugo ha tenido un día terrible. Después de dar un paseo fantástico por el
parque, su novia, Catarina, ha roto con él sin darle ninguna explicación.
Triste, entra en su salón y enciende la lámpara. Pero... ¡como una puñalada
en el pecho! Todo le recuerda a su amada Catarina: sus libros, sus galletas
de limón favoritas, su colección de jarrones chinos, la vela de vainilla y, por
supuesto, la foto de Catarina en la pared. Es demasiado para él. Solo quiere
olvidarse de todo, así que se deja caer sobre el sofá, alcanza el mando a
distancia y enciende la televisión. Después, se sirve una copa de vino y
empieza a beber. Agotado, se queda dormido en un santiamén.

Antonio, el ladrón del barrio, ha estado observando a Hugo a través de la


ventana. Con valor, entra a hurtadillas en la vivienda, pero se choca sin querer
con una silla cuando entra en el salón. Por suerte, Hugo no se entera y sigue
roncando. Nada puede despertarlo. «Pobre Hugo», piensa Antonio para sí, y se
sienta un momento en el sillón. Él también se sirve una copa de vino y se
pregunta cómo podría ayudar a Hugo. Entonces, se le ocurre una idea brillante:
se llevará las cosas de Catarina; así, Hugo se olvidará de ella en seguida. ¡Qué
buen corazón! Deja la copa de vino sobre la mesa y se pone manos a la obra.
Cuando lo ha metido todo en su saco, sale de puntillas de la casa.
6 Travesura en el baño
Linda es jardinera. Se pasa el día trabajando con sus plantas. Cuando llega a
casa, manchada de tierra y cansada, lo único que quiere es darse un baño
relajante. Casi nunca se da una ducha. En lugar de eso, abre el grifo y llena la
bañera de agua caliente, enciende la música, cierra los ojos y se olvida de
todo.

Mantequilla y Mermelada, sus dos gatos, entran sigilosamente en el baño. Este


es su momento favorito del día. A Mermelada le encanta mirarse en el espejo y
peinarse las patas con el cepillo de dientes de Linda; ¡es un gato muy guapo!
Le gusta saltar sobre la pasta de dientes y derramarla por todo el lavabo.
Mantequilla, por otro lado, no ve el momento de jugar con el rollo de papel
higiénico.

Linda se incorpora para alcanzar la toalla y da un sobresalto. No puede creer lo


que ven sus ojos: ¡menudo desastre! Los gatos corren como un rayo fuera del
baño. Tras de sí, los gatos dejan un patito de goma flotando en el agua del
inodoro. Linda se pregunta desconcertada: «¿habrá sido él?»

Los dulces de la Navidad


La Navidad va acompañada de luces pero también de dulces de todos los
rincones de la geografía española. Entre los dulces más apreciados están el
turrón, los polvorones, las yemas, el mazapán y el roscón de reyes. La
confitería navideña se compra tradicionalmente en conventos y obradores,
donde las monjas y los mejores artesanos los elaboran a mano siguiendo
recetas de siglos de antigüedad.

El turrón es un dulce de herencia musulmana a base de almendras tostadas,


miel, claras de huevo y azúcar. En España, se produjo por primera vez en
Jijona, en la Comunidad Valenciana, al este de la península ibérica. Hay
muchas variedades de turrón: puede tener una textura dura o blanda y para los
más golosos hay turrón de chocolate. El turrón tiene forma de tableta. Se sirve
en trozos en una bandeja junto a nueces y otros dulces navideños.

Los polvorones son unos dulces redondos y compactos que se elaboran con
harina, manteca, canela, azúcar y almendra. Se envuelven uno a uno en papel
y se deshacen en la boca al comerlos. Reciben ese nombre porque están
recubiertos de azúcar glasé. Los polvorones más conocidos son los de Estepa,
en Sevilla, y de Antequera, en Málaga.

Otro dulce muy tradicional que no puede faltar en Navidad son las Yemas de
Ávila. Se preparan simplemente con la yema del huevo y azúcar y se
envuelven una a una con las manos hasta formar una bola pequeña.

También es muy conocido el mazapán de Toledo, hecho a base de almendra,


azúcar, miel y huevos, cuya primera receta se remonta al siglo XVII. Los
mazapanes suelen tener forma de luna, frutas o animales.
El Roscón de Reyes se toma para desayunar el día 6 de enero. Dependiendo
de la costumbre familiar, se desayuna antes o después de abrir los regalos. El
roscón es un bollo dulce en forma de corona decorado con rodajas de fruta
confitada que representan las joyas de la corona del rey. A veces va relleno de
nata o crema y en su interior se esconden dos sorpresas: una figurita de
cerámica que puede coleccionarse y un haba seca. ¡Quien encuentre el haba
debe pagar el roscón!

La noche de Halloween
Ayer recibí una llamada de mi mejor amigo Carlos que está viviendo en Nueva
York. Me contó que el fin de semana pasado celebraron Halloween y que
realmente es como encontrarse en medio de una película. Carlos dijo que las
calles estaban abarrotadas de gente disfrazada de magos, brujas, monstruos…
Pero de todo lo que me contó, me hizo mucha gracia saber que los niños
llevaban carros decorados como ataúdes.

Carlos me contó también que él se disfrazó de vampiro; su mujer Rosario, de


momia utilizando rollos de papel higiénico; y su hijo, de diablo con tridente
incluido. Luego le pusieron al perro un par de adornos para que pareciera un
hombre lobo y se hicieron una foto que me enviaron por correo electrónico.

La verdad que la imagen parecía una escena preparada. Había luna llena y
junto a ella los murciélagos volaban, mientras que las nubes parecían
fantasmas. Habría pensado que se trataba de un rodaje si en la foto no hubiera
reconocido al perro de Carlos devorando caramelos.

Carta a una amiga por su cumpleaños


Querida prima Alba:

Antes de nada, me gustaría felicitarte por tu cumpleaños, pues la semana


pasada estuve ocupadísima y no pude llamarte. Sin duda, lo celebrasteis por
todo lo alto.

En cualquier caso, tengo muchas ganas de ir a visitarte a Dinamarca. Hace


tiempo que no nos vemos. Sin embargo, creo que hasta el verano no tendré
tiempo.

Por cierto, ¿te acuerdas que había hecho una entrevista para un trabajo en
Bilbao? ¡Lo he conseguido! Me mudaré a principios del mes que viene.

En fin, cuídate mucho y hasta pronto.

Un abrazo.
Foto al calendario que tengo colgado en la cocina.

En mi cocina tengo una pared calendario con dibujos acuarela (watercolor)


(fue/era(?) un regalo de Navidad de mi suegro.

Los dibujos son simples, pero mirando bien puedes ver el trabajo detrás de
cada pincelada.(brush stroke) Siempre que paso por la cocina paso un
buen rato mirándolos.

Quizás me gustan porque no son ni fotografías ni cuadros, sino algo a mitad de


camino entre las dos.( but something in between) La cosa gracioso es que no
tengo la paciencia de esperar los días pasar y de vez en cuando paso la página
del mes siguiente para ver el nuevo paisaje. ( landscape).Todavía es Febrero,
¡pero en mi casa ya es Octubre!

Un día muy divertido

Un día con mi familia quedamos para ir a la playa de Baceloneta.

Mi primo juan, mi prima adrian, mi hermano victor y yo fuimos a ver si la


bandera estaba verde y si así fue, total que nos fuimos al agua bañarnos y
estuvimos jugando a boley playa con mi familia.

Cuando salimos de agua yo y mi prima fuimos a tomar el sol un poco pero a


mi prima le quemó la espalda un poco, por no ponerse crema solar.
Cuando mis abuelos se metieron en el agua justamente empezó a llover a
cántaros y el cielo se puso negro, nos pusimos a recoger rápidamente y
fuimos corriendo para el coche y mientras ibamos corriendo a mi tía se cayó
una chancla, se resbaló y se cayó el suelo pero por suerte no se hizo daño.

Cuando llegamos a coche , fuimos a un restaurante a comer y ibamos super


empapadas, pero el señor como era tan amable nos dejó que fuéramos a
cambiarnos al lavabo y después de cambiarnos nos fuimos a comer

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