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TECNOLOGICO UNIVERSITARIO TOUCA

PRIMER CUATRIMESTRE DE CRIMINALÍSTICA


INTENSIVA

ALUMNO: ANGELICA PEÑALOZA TORRES

DOCENTE: RAYMUNDO VELAZQUEZ


ANDRADE

MATERIA: TEORIA GENERAL DEL DERECHO

TEMA: TRABAJO FINAL

CICLO ESCOLAR: 2021- 2022


Índice
TEORIA GENERAL DEL DERECHO ................................. 3
QUE ES LA TEORIA DEL DERECHO SEGÚN KELSEN ...... 5
CUAL ES LA COMPETENCIA DEL DERECHO ................ 11
CONCEPTOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO ......... 14
TEORIA GENERAL DEL DERECHO
La teoría general del derecho es una doctrina de orientación
empirista, que surgió en Alemania durante el siglo pasado, con
la pretensión de ser una ciencia general del derecho, o en otras
palabras, una teoría general de la ciencia del derecho,
destinada a sustituir a la filosofía jurídica (como es sabido, la
filosofía era considerada por los positivistas como anticientífica
y, por lo tanto, inútil y errónea).

La teoría general del derecho fue calificada de "general", para


diferenciarla de las ciencias jurídicas especiales, pues mientras
estas tenían por objeto el estudio de las distintas ramas del
derecho, aquélla era algo así como una ciencia general de
dichas ciencias especiales, es decir, una síntesis y generalización
de los resultados obtenidos por estas disciplinas. Y ese era el
estudio más general que cabía hacer sobre el derecho.

De este modo, pretendían llegar a establecer los conceptos


jurídicos puros o fundamentales, pero como se ha observado
repetidas veces, no advirtieron un vicio metodológico que
invalidaba toda la construcción. Veámoslo a través del ejemplo:
para establecer el concepto del derecho, estudiaban lo que
hay de común en los distintos derechos y, mediante sucesivas
inducciones, llegaban al concepto buscado. Pero como hemos
dicho, se incurría en un vicio metodológico, porque es fácil
darse cuenta de que ese concepto del derecho, tan
trabajosamente buscado, estaba ya en la mente del
investigador antes de hacer ese prolijo estudio; en efecto, para
reconocer como derecho al derecho argentino por ej., Es
necesario tener ya un concepto de lo que es el derecho. De
igual manera, si no tuviéramos un concepto de lo que es un
reloj, frente a uno de esos aparatos, no podríamos identificarlo
como reloj. En síntesis, se trata de un camino equivocado, como
los destacó oportunamente Stammler y era necesario tomas
otro rumbo, sin desconocer que ese método podía servir a otros
fines, como por ejemplo, para investigaciones de derecho
comparado. En conclusión, la teoría general del derecho es una
doctrina que se registra en la historia de la filosofía jurídica,
como un intento fallido de reemplazarla, que no tiene nada que
ver con la llamada teoría fundamental del derecho y por ende,
con la división de la filosofía jurídica.
QUE ES LA TEORIA DEL DERECHO SEGÚN KELSEN
La teoría jurídico-política de Hans Kelsen (1881-1973), más allá
de su teoría pura del derecho, permeó profundamente el modo
de concebir los elementos medulares del sistema jurídico y de la
organización del Estado. Si bien la Teoría pura del derecho fue
su producción científica más notable, Kelsen fue un autor prolijo,
que durante casi siete décadas se ocupó también de otros
ámbitos distintos a la filosofía y la teoría del derecho, tales como
la teoría del Derecho Público –sobre todo el Derecho
Constitucional–, la teoría de las normas jurídicas, el Derecho
Internacional Público, la teoría política, el diseño constitucional y
la revisión judicial de constitucionalidad que ejerció como
magistrado del tribunal que contribuyó a crear, así como otros
campos menores a los que también dedicó parte de su obra,
como la filosofía griega clásica.

Su segunda obra se dedica a los problemas fundamentales de


la filosofía y la teoría del derecho. Resulta, sin duda, la más
importante del mundo continental sobre la materia. La primera
edición aparece en 1934 y la segunda, en 1960. Ambas cuentan
con traducciones al español, la primera por Losada (Argentina),
en 1941 –que proviene no de la versión original alemana, sino de
la francesa–, y la segunda por la UNAM (México), en 1979. Nos
basaremos en la segunda, porque resulta su expresión revisada
y más desarrollada.

La importancia de la “teoría pura” radica en que se trata de


una teoría estrictamente jurídica, que supone que la verdad o
falsedad de los enunciados jurídicos no dependen de la verdad
o falsedad de premisas empíricas o morales. La existencia y el
contenido del derecho, como reza la premisa fundamental del
positivismo, dependen de hechos sociales y no de sus
cualidades o virtudes. En este sentido, Kelsen hace referencia a
la “pureza metódica” de la ciencia jurídica. Para Kelsen, el
pensamiento iusfilosófico de la época contaminaba a la ciencia
del derecho con estándares morales e ideología política, o
intentaba reducirla a las ciencias naturales o sociales. La idea
de la “pureza” de la ciencia jurídica se concibe para distinguirla
de la moral y de la ciencia empírica.

La primera distinción relevante es entre ciencias naturales y


ciencias sociales, en particular, ciencia jurídica o, en otras
palabras, entre los acontecimientos empíricos y sus significados
jurídicos. De la verificación de un acontecimiento fáctico no
cabe, sin más, captar su significación jurídica. Ello por una razón
lógica: de los postulados del ser no pueden derivarse postulados
del deber ser. Por supuesto que quien actúa racionalmente
articula a su accionar un determinado sentido comprensible por
los demás, un sentido subjetivo, el cual puede corresponder con
la significación objetiva proveniente del lado del derecho, pero
no es necesario que así sea (p. 16). El sentido subjetivo de un
acto corresponde con su sentido objetivo (es decir, es acorde a
derecho), cuando existe una norma que así lo determina.

La pureza en la doctrina kelseniana se relaciona con la tesis de


la independencia que, de un lado, significa la separación entre
el ser y el deber ser, en virtud de la cual no es posible justificar
enunciados normativos mediante enunciados empíricos y, de
otro, exige que la justificación de los enunciados normativos se
refiera únicamente a otros enunciados normativos. El derecho
en la teoría pura es un orden normativo, porque lo concibe
desde el deber ser objetivo que comportan las normas que lo
integran. Una norma es lo que “debe ser”, es decir, lo que se
espera que oriente una determinada conducta.

La teoría pura concibe a la norma jurídica como un juicio


hipotético que expresa el vínculo específico que se establece
entre un hecho condicionante y su consecuencia. Una norma
es, entonces, el sentido de un acto con el cual se ordena o
permite y, en especial, se autoriza un comportamiento (p. 19).
De aquí que deba también diferenciarse entre el acto de
voluntad que estatuye una norma y su validez jurídica. Ello, por
ejemplo, distingue al asesinato de la pena de muerte. Como
acontecimientos empíricos, son iguales, pero su significación
jurídica es radicalmente opuesta.

La segunda distinción se mueve exclusivamente en el ámbito


del deber ser y trata sobre las normas jurídicas y las normas
morales. Lo que las diferencia no es su contenido, sino su
estructura: la forma como establecen lo debido. Kelsen define
al derecho como un orden coactivo, es decir: un sistema de
normas que busca motivar conductas a través de la amenaza
de un mal que debe imponerse institucionalmente. En la
mayoría de casos, la norma jurídica no ordena directamente la
conducta que el sistema quiere motivar, sino que, por el
contrario, articula una sanción a su conducta contraria.

Por ejemplo, para establecer la prohibición de matar, el


derecho no recurre a enunciados del estilo: “está prohibido
matar”, sino que más bien suele valerse de enunciados como:
“el que matare a otro incurrirá en pena de x años”. Los sistemas
morales, al contrario, no cuentan con un sistema coactivo
institucionalizado, y las normas morales tienen la característica
estructural de ordenar positivamente la conducta debida. Por
ejemplo, para el caso de la prohibición de matar, una norma
moral establece dicha prohibición a través del enunciado: “no
se debe matar”. Por esta razón estructural, una teoría del
derecho con pretensiones científicas debe establecer
conceptualmente una estricta separación entre el derecho y la
moral.
El objeto exclusivo de la ciencia del derecho, en Kelsen, es el
estudio a la norma jurídica. De esta manera, excede a su
ámbito de estudio el análisis de su calidad moral. Como existe
una separación conceptual entre el derecho y la moral, la
ciencia jurídica puede describir los sistemas jurídicos
“valorativamente”.

La tesis de la separación es una expresión del relativismo


valorativo que defendiera Kelsen. No hay valores superiores en
virtud de los cuales el derecho pueda delimitarse. Si bien
cualquier ordenamiento jurídico positivo puede estar conforme
con alguna norma de justicia, su validez es independiente de la
validez de los parámetros morales. La relación entre la
conformidad de una norma jurídica con la de una norma moral
no se puede considerar como el fundamento de su validez. La
justificación de los enunciados jurídicos solo puede realizarse
mediante la referencia a otros enunciados jurídicos

Sobre el fundamento de validez del sistema jurídico, dirá Kelsen


que una norma vale porque otra norma superior así lo
establece. A través de una “cadena de validez”, se llegará
hasta la primera constitución histórica. Aquí aparece el
problema de cuál es la norma que valida a la primera
constitución histórica. Pues, si se adujera que la misma vale por
su eficaz imposición, entonces se produce un salto del ser al
deber ser, lo cual Kelsen ha descartado como lógicamente
posible. Por ello, reconstruye el concepto de “norma fundante
básica”. La misma, a diferencia de las otras normas jurídicas, no
es una norma puesta por una autoridad, sino que se trata de
una norma presupuesta por todo aquel que adopta una
perspectiva jurídica. Todo aquel que pretenda describir
científicamente al derecho debe presuponer dicha norma e
interpretar como su sentido objetivo al sentido subjetivo de la
imposición de esa primera constitución histórica.

La norma fundamental desempeña varias funciones en la teoría


pura: explica la naturaleza sistemática de las normas jurídicas y
constituye el fundamento de una explicación no reductiva de la
validez jurídica y de la normatividad del derecho. En este punto,
surge la relación entre la validez y la eficacia, es decir, el hecho
de que las normas sean cumplidas por las personas a quienes se
aplican. Una norma es jurídicamente válida con la condición de
que pertenezca a un sistema de normas que, en general, sea
eficaz. La validez de una norma depende de la eficacia, pero
no de su propia eficacia –lo cual conduciría a afirmar que una
norma que no se cumple deja de ser válida–, sino a la eficacia
del sistema jurídico donde dicha norma se halla inserta. Un
determinado contenido de un ordenamiento jurídico es
considerado normativo, si un sujeto lo considera como una
razón válida para la acción.

Villar Borda afirma que la presencia de Kelsen fue visible desde


la década de 1930, correlativamente con el proceso de
renovación democrática en países como Argentina, México,
Brasil, Chile y Colombia. La influencia de su teoría fue
fundamental en el desarrollo y la configuración, no solo de la
filosofía del derecho, sino también de la cultura jurídica en la
región. En Colombia, el sistema de control concentrado de
constitucionalidad en cabeza de un tribunal especializado e
independiente, adoptado en 1991, sigue los artículos que
redactó Kelsen para la Constitución Austríaca de 1920.

A pesar de que su teoría es insuficiente para explicar los


ordenamientos jurídicos contemporáneos en su real
complejidad y de manera satisfactoria, se trata de un autor
ineludible para comprender la historia de las ideas jurídicas en
América Latina, así como los fundamentos de las más
decantadas doctrinas jurídicas influyentes en la actualidad.

Aquí se muestra la famosa pirámide kelseniana


CUAL ES LA COMPETENCIA DEL DERECHO
La competencia para comenzar a introducirnos en el tema, es
menester partir del concepto de competencia. De acuerdo con
el maestro Cipriano Gómez, podemos distinguir entre
competencia en sentido amplio y en estricto sentido.

Sentido amplio se refiere al “[…] ámbito, la esfera o el campo


dentro del cual un órgano de autoridad puede desempeñar
válidamente sus atribuciones y funciones.”(Gómez, 2012: 145).

Este sentido tiene su origen constitucional en el artículo 16 de


nuestra Carta Magna, cuyo párrafo primero señala a la letra:

“Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio,


papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de
la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del
procedimiento.”

(Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, 2021: 46.


CPEUM)

De lo anterior se desprende el conocido principio de legalidad,


que implica, entre otras cosas, que ese acto de molestia debe
provenir de una autoridad competente de acuerdo a la ley. Esa
autoridad dotada de competencia puede provenir de distintos
ámbitos: legislativo, ejecutivo o judicial, y es por ello que
hablamos de competencia en sentido amplio.

Sentido estricto: hace referencia directa al órgano jurisdiccional


y es de la que nos ocuparemos en el presente recurso
didáctico.

(Recuperado de Gómez: 145)


De acuerdo con Ovalle Favela, la competencia en el ámbito
del Derecho Procesal es:

La suma de facultades que la ley da al juzgador para ejercer su


jurisdicción en determinado tipo de litigios o conflictos. El
juzgador, por el solo hecho de serlo, es titular de la función
jurisdiccional, pero no puede ejercerla en cualquier tipo de
litigios, sino sólo en aquellos para los que está facultado por la
ley; es decir, en aquellos en los que es competente.

(Ovalle: 147-148)

Debemos recordar que los términos de competencia y


jurisdicción no son sinónimos ni refieren a cosa semejante.
Erróneamente se ha entendido a la jurisdicción como igual a
competencia y es común escuchar o leer frases tales como
“Este juez tiene jurisdicción para conocer de determinado
asunto en virtud del territorio”.

Tengamos presente que la jurisdicción es la “función pública


que ejercen órganos del Estado a través del proceso” (Ovalle:
133), concepto distinto al de competencia, que como ya vimos
al inicio de la exposición, en nuestro sistema es aplicable a
distintos órganos del Estado (legislativos, ejecutivos y judiciales)
para referir el espacio en que la ley les permite llevar a cabo sus
funciones particulares.

Cabe hacer mención de que la competencia constituye uno de


los presupuestos procesales o condiciones que han de cumplirse
para dar paso al proceso. Es por ello que se trata de un
elemento que ha de verificarse una vez suscitado un litigio.
(148). Una vez que revisamos los sentidos a que puede referirse
el término competencia, habrá que hacer un señalamiento
más: centrándonos específicamente en la competencia en
sentido estricto, la competencia a su vez puede tener una
dimensión objetiva y una subjetiva.

La dimensión objetiva es aquella que recae sobre el órgano


jurisdiccional de manera general, y no sobre la persona del
juzgador.
CONCEPTOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO
Los conceptos jurídicos fundamentales constituyen el núcleo
básico, ineludible e irrenunciable, del status jurídico del
individuo.1 Se encuentran relacionados con la dignidad de la
persona, por lo que son importantes para su libertad y
autodeterminación, y su desconocimiento propicia la
vulnerabilidad de la dignidad impide el desarrollo individual y
personal. De acuerdo con Hans Kelsen, los conceptos jurídicos
fundamentales se clasifican en:

 Hecho ilícito o antijurídico: Hecho condicionante de la


sanción.
 La sanción: Es impuesta por los órganos del Estado cuando
los individuos no observan la conducta debida.
 El deber jurídico: existencia de una norma válida que
ordena determinado comportamiento.
 El derecho subjetivo: frente al obligado a observar
determinadas conductas,
 existe el pretensor y, a su vez, el órgano que tiene el deber
jurídico de sancionar y exigir el cumplimiento.
 El sujeto de derecho o persona o persona jurídica.
 Responsabilidad jurídica: es la consecuencia, en la cual se
presenta por la sola voluntad de un sujeto que quiere
imponerse deberes para conferir a otro a otro sujeto,
siempre que el orden jurídico lo permita.

La norma jurídica. por norma puede entenderse como una regla


de conducta, en cuanto impone deberes y derechos y son las
pautas o caminos que el hombre debe seguir para un mejor
desarrollo en sociedad.

En nuestro país se encuentran las normas jurídicas, las normas


morales, las normas religiosas y las normas de trato social. Para el
desarrollo de esta unidad se tratará solo a las normas jurídicas.
Se puede definir a las normas jurídicas como: “aquellas
disposiciones que el poder público por medio de sus órganos
legislativos señala como obligatorias a la obediencia general y
en caso de inobservancia las hace cumplir de acuerdo con los
órganos judiciales”

Las principales características de las normas jurídicas son:

 SOLOZÁBAL, J. algunas cuestiones básicas de la


teoría de los derechos fundamentales. Madrid.
Revista de estudios políticos, núm. 71, pág. 88, enero-
marzo de 1991.
 Flores Gomez, F. y Carvajal, G. (1989). Nociones de
derecho positivo mexicano. 28°ed. México. Porrúa.
pág.39-40.
1. La bilateralidad;
2. La coercibilidad;
3. La generalidad;
4. La abstracción;
5. La legitimidad; y La permanencia.

Estas normas tiene como objetivo el correcto encausamiento de


la vida en sociedad, pues para llegar a la convivencia de paz y
respeto que exige la sociedad, se necesita del conjunto de
normas jurídicas (leyes), o derecho. Las fuentes del derecho.

El término “fuentes del derecho” se usa para referirse a los


medios de donde emana el derecho, es decir, la manera en
cómo brota el orden jurídico para su observancia.

Existen tres tipos de fuentes del derecho:

Fuentes formales. Son los procesos de creación de las normas


jurídicas, es decir, los hechos que dan a una norma el carácter
de derecho; dentro de éstas encontramos a la ley (y su proceso
de creación), la costumbre, la doctrina, la jurisprudencia y los
principios generales del derecho.

Fuentes reales o materiales. Son aquellos elementos que


determinan el contenido de las normas jurídicas, como todos
aquellos hechos, acontecimientos, circunstancias de tipo social,
político, cultural, económico que que contribuyen a la
formación del derecho y tienen como consecuencia la
creación de una norma jurídica.

. Se integran por todos aquellos documentos


que en un pasado encerraron el texto de una norma o ley, que
sirven como base para que el legislador pueda crear nuevas
leyes.

Los hechos y los actos jurídicos.

Como ya se dijo, las fuentes formales del derecho son los hechos
que dan a una norma el carácter de derecho, dentro de éstas
fuentes encontramos a la ley o norma jurídica que es elaborada
para regir la conducta humana en los casos en que el mismo
derecho considera que la conducta del hombre puede
producir consecuencias (obligaciones).

En el campo de las obligaciones también se habla de las


fuentes del derecho, en el sentido de designar con estas, el
manantial de donde brota el derecho del crédito, o de la
obligación. Así, se puede asentar como principio que toda
obligación tiene su fuente en el hecho jurídico

El hecho jurídico lato sensu es toda conducta humana o ciertos


fenómenos de la naturaleza, que el derecho considera para
atribuirles consecuencias jurídicas El hecho jurídico se clasifica
en:
 Acto jurídico: manifestación exterior de la voluntad que se
hace con el fin de crear, transmitir, modificarlo extinguir
una obligación o un derecho.
 Hecho jurídico en estricto sentido: es un acontecimiento
que genera efectos de derecho independientemente de
la intención del autor de la voluntad para que esos efectos
de produzcan, o un hecho de la naturaleza al que la ley
vincula efectos jurídicos.

Las relaciones jurídicas pueden entenderse como el vínculo que


se da entre dos o más personas, en virtud del cual uno de ellos
puede exigir al otro que cumpla con determinadas
obligaciones, y es el derecho el regulador de éstas relaciones.

Las relaciones jurídicas siempre surgen con ocasión de un acto


de voluntad o de un suceso natural (un acto jurídico, o bien un
hecho jurídico). Los elementos esenciales de las relaciones
jurídicas son:

 La norma;
 La persona;
 El hecho condicionante;
 La correlatividad de situaciones jurídicas;
 La prestación; y
 La posible coacción.

En la materia de filosofía del derecho, las relaciones jurídicas


requieren de tres perspectivas: Perspectiva Gnoseológica.
Porque en este plano de sabiduría natural, solo corresponde a la
filosofía juzgar los límites y alcances de los conceptos de
relación jurídica propuestos por los dogmáticos y de la teoría
general

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