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Siglo XVIII

La Edad Barroca sigue al Renacimiento y abarca desde la 2da mitad del siglo XVII
hasta la Revolución Industrial, a fines del siglo XVIII. La Edad Barroca culmina
con: El desarrollo de los grandes hospitales (como los de Paris y Berlín) y los
trabajos de la Nueva Escuela de Viena. El movimiento social mas importante de
Europa en el siglo XVIII fue la Revolución Francesa.
El período de la Ilustración o de Las Luces corresponde al siglo XVIII europeo,
época guiada por un movimiento humanístico que desde Inglaterra y Holanda se
extendió a Francia y Alemania. Ese movimiento espiritual tenía por fin dar al
hombre bienestar usando y aplicando la razón con independencia crítica de la
historia.

Varios filósofos tuvieron gran influencia en el desarrollo de la medicina, a


principios del siglo en Alemania con Leibniz, Kant, Fichte, Schelling y Hegel, XVIII
y a fines de ese mismo siglo en Francia con los philosophes De Condillac,
Helvetius, D'Alembert, Condorcet y Cabanis.

Se veía en la razón la facultad esencial del hombre, la razón contenía la medida


de todas las obras y acciones humanas y del modo de vida.

La razón ilustrada esta basada en el empirismo, el cual indica: No hay otro


conocimiento del mundo que no sea derivado de la experiencia.

Los logros más notables de la medicina del siglo XVIII ocurrieron casi todos en la
segunda mitad del siglo, particularmente los que fueron frutos del movimiento de la
Ilustración.

Sistemas médicos
Mecanicismo: Es un modelo que afirma que la única forma de causalidad es la
influencia física entre las entidades que conforman el mundo material, cuyos
límites coincidirían con el mundo real; ejemplo: en metafísica, esto supone la
negación de la existencia de entidades espirituales.

(Los libros mencionan a Stahl del lado del Vitalismo)


George E Stahl: Rechaza las ciencias naturales en la medicina, cree que el
organismo es totalmente distinto de una máquina. El cuerpo es completamente
pasivo, un autómata manejado por una entidad denominada “anima”, “natura”,
“principium vitae”, “physis”, entre otros.

Incapaz de explicar las propiedades de autorregulación y conservación del cuerpo,


Stahl invento una solución: el anima.

En su obra Theoria medica vera Stahl incluye: definiciones de medicina, los res
naturales (elementos, humores del cuerpo), los res non naturales (aire, comida,
sueño, movimiento, evacuación, emociones, etc.), los res contra naturales
(enfermedades, signos, síntomas) y las terapéuticas (dietas, drogas, cirugía).
El anima da vida a la materia muerta, participa en la concepción, genera el cuerpo
humano como su residencia y lo protege contra la desintegración, que ocurre
cuando el anima lo abandona y produce la muerte. El anima actúa en el organismo
a través de “movimientos” invisibles y conceptuales (no mecánicos).

La interferencia con tales “movimientos” resulta en cambios de “tono” que se


manifiestan como contracciones o relajamientos anormales que constituyen la
enfermedad (taquicardia, fiebre, escalofríos, convulsiones, parálisis, etc.).

Stahl consideraba que el propio organismo era el mejor agente. El anima era la
causa de todas las enfermedades y, por lo tanto, lo podía curar todo. Las medidas
terapéuticas deben actuar exclusivamente en el anima, o en los “movimientos” que
produce, inhibiéndolos cuando fueran excesivos o estimulándolos cuando fueran
débiles.
Stahl aprobaba las sangrías, los purgantes, eméticos, diaforéticos y polvos
gástricos.

Friedrich Hoffman: La vida es movimiento, especialmente del corazón y de la


sangre; la muerte es la ausencia de movimiento. Existe un fluido nervioso que
conserva normales las acciones del cuerpo; este fluido lo secreta el cerebro y se
distribuye en el organismo a través de los nervios y las arterias. Su función es
regular el tono de los tejidos.

Cuando hay un exceso de este fluido se produce un espasmo (inflamación,


hemorragias, catarros, neuralgias), mientras que su deficiencia resulta en atonía
(enfermedades crónicas). Para las enfermedades espásticas se usan calmantes
antiespasmódicos y emolientes; para la atonía se requieren estimulantes o
irritantes como vino, éter, alcanfor o quinina.

Vitalismo o animismo
William Cullen: El solidismo estaba en contra de la teoría humoral de Galeno.

Lo que se enferma no son los humores o líquidos sino los tejidos y órganos
sólidos del cuerpo.

Postuló la existencia de una fuerza o principio indefinido (llamado “fuerza nerviosa)


generado por el sistema nervioso que Inicia y mantiene todos los procesos
fisiológicos y patológicos que se dan en el organismo (no es lo mismo que él
anima).

Este principio nervioso produce espasmo o atonía, pero el primero no siempre es


el resultado de un aumento en la actividad nerviosa, sino que también puede
deberse a la debilidad del cerebro.

En la fiebre los calosfríos y el alza de la temperatura no se deben a cambios en los


humores, como congestión o transformación mucoide de la sangre, sino a una
debilidad del cerebro producida por agentes externos como frío, miasmas,
contagios y otros. Esta debilidad, actuando a través de los nervios produce atonía
de los vasos periféricos, lo que causa el calosfrío. Pero tal secuencia patológica
genera una reacción: se estimula la vis medicatrix natura, y mientras el paciente
tiembla, la atonía cardíaca actúa como estímulo en el sistema vascular
produciendo espasmo y fiebre; el espasmo persiste hasta que aumenta la presión
de la sangre en el corazón y en los grandes vasos, con lo que mejora la
circulación del cerebro, disminuye la debilidad nerviosa y la energía cerebral
restaurada elimina el espasmo vascular, con lo que se instala la sudoración.

Para disminuir el espasmo aconsejaba purgantes y eméticos, baños calientes y


opio; para eliminar la atonía y fortalecer el corazón usaba baños fríos y tónicos
como el vino y la quinina, y como medidas generales recomendaba dietas y
diuréticos.

John Brown: Redujo la irritabilidad y el solidismo y lo bautizo como brownismo.

El principio central del brownismo es la excitabilidad, presente en todo el


organismo, pero concentrada en el sistema neuromuscular. Para Brown la vida
sólo existe cuando las influencias externas actúan sobre la excitabilidad y generan
una respuesta congruente con ellas. La vida no es un fenómeno independiente o
espontáneo, sino más bien la reacción continua del organismo a estímulos
externos. La salud es el equilibrio momentáneo entre el nivel de estimulación
externa y la magnitud de la reacción generada en estructuras excitables.

Cuando los agentes externos se tornan deficientes o excesivos producen cambios


paralelos en la excitación. Mientras que la magnitud de la excitabilidad se modifica
de manera inversa, con lo que se trastorna el equilibrio normal. Hay entonces una
desviación del estado de salud, a lo que se conoce como estado de predisposición
a la enfermedad, que cuando el médico lo reconoce le permite iniciar de inmediato
medidas para restablecer el equilibrio.

Hay dos estados diferentes de predisposición: estenia, producido por estimulación


excesiva, y astenia, resultado de estímulos deficientes. Para Brown solo existe
una enfermedad general que adopta distintas formas, con diferentes síntomas.

Los esfuerzos tradicionales de los médicos para diagnosticar clínicamente a sus


enfermos son completamente inútiles, la historia clínica es innecesaria y lo único
que debe recogerse es el inventario de los estímulos externos que ha recibido el
paciente.

Sólo existe una forma de tratamiento médico: la administración de estimulantes.


La terapéutica en enfermedades esténicas consiste en reducir la excitación
excesiva por medio de Medidas debilitantes Como dieta vegetariana, abstinencia
de alcohol, catárticos suaves, sudoración y eméticos ocasionales; la sangría sólo
se indica en los casos más graves.
En los padecimientos asténicos (que son los más frecuentes) la estimulación
debe aumentarse hasta alcanzar otra vez los niveles normales, lo que requiere
dieta abundante en sopas y carnes fuertemente condimentadas, uso generoso de
vinos, licores y drogas como alcanfor, éter y sobre todo opio. Las dosis
recomendadas por Brown eran tan elevadas que "se ha dicho del sistema
browniano de terapéutica que sacrificó más seres humanos que la Revolución
Francesa y las guerras napoleónicas combinadas

Magnetismo de Anton Mesmer: Recibió el patrocinio de María Antonieta y el rey


Luis XIV.

fundó una Orden de la Harmonía para sus benefactores, estableció los baquets,
tinas magnéticas llenas con agua sulfurada y otros ingredientes, de las que salían
tubos metálicos con anillos colgados por medio de los cuales los participantes en
la sesión establecían contacto. En estas sesiones Mesmer aparecía vestido con
estrambóticos ropajes color lila y tocaba con una banda o con sus manos a los
pacientes. Mesmer se hizo muy rico y popular, hasta que en 1783 una comisión lo
investigo y lo declaro un charlatán.

Tuvo el merito de introducir la hipnosis como método terapéutico.

Homeopatía de Samuel Hahnemann: Fue el fundador de la Homeopatía.


Mientras traducía los trabajos de William Cullen al alemán, se impresiono con el
hecho de que los síntomas producidos por la quinina eran similares a aquellos en
los desordenes a los que la quinina curaba. Esta observación le llevo a escribir su
tesis “Similia Similibus Curantur” y a desarrollar la terapéutica homeopática y cuya
técnica esencial consiste en tomar partes infinitesimales de medicamentos que
producen los mismos síntomas de la enfermedad y provocar así la curación; la
potenciación estaba en relación con la difusión

Anatomía:
Los Monro: Alexander Monro secundus es considerado mejor anatomista y
maestro que su padre y su hijo. Fue el primero en emplear la bomba estomacal,
para realizar paracentesis (punción quirúrgica de una cavidad del cuerpo para
drenar liquido) y para describir el foramen interventricular entre los ventrículos
laterales del cerebro (conocido como foramen de Monro; el pasaje entre las
cavidades lateral y tercera del cerebro).
John Douglas: En 1719 extrajo una piedra de vejiga de 5x4 cm en un minuto
después de haber estudiado a fondo y preparado la litotomía suprapúbica.
Después de 5 semanas el paciente de 16 años se había recuperado, demostrando
que la vejiga podía ser abierta con seguridad debajo de la reflexión peritoneal
Jacob Benignus Winslow: Su obra principal, Exposición anatómica de la
estructura del cuerpo humano, se publicó en 1732 y se considera el primer tratado
puramente anatómico.
Bernard Siegfried Albinus: Anatomista alemán, fue el primero en mostrar la
conexión de los sistemas vasculares de la madre y el feto. Es mejor conocido por
los magníficos grabados en su Tabulae sceleti et musculorum corporis humani.
Johann Friedrich Meckel: Anatomista alemán que describió por primera vez el
cartílago embrionario (ahora llamado cartílago de Meckel) que se osifica para
formar parte de la mandíbula inferior en peces, anfibios y aves. También describió
una bolsa (divertículo de Meckel) del intestino delgado.
Abraham Vater: Era profesor de anatomía y botánica, fundo un museo anatómico
en Wittenberg. Nombro el ámpula de Vater, el ducto de Vater, el dobles de Vater,
el tubérculo de Vater y los cuerpos de Vater-Pacini.

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