Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
337
// Congreso Internacional del Mundo Púnico Cartagena, 2000
338
Pervivencias iconográficas egipcias en las imágenes de damas sagradas del ámbito Fenicio-Púnico María J. López Grande y Jesús Trello Espada
Figura 1.a. La diosa Isis en forma de milano sobre el cuerpo de Osiris. Detalle de una escultura de Baja Época
hallada en la llamada Tumba de Osiris en Abidos. Museo Egipcio de El Cairo, JE-32090. (Foto: Jesús Trello).
Figura l.b. Isis, representada como milano, siendo fecundada por Osiris. El nombre de la diosa, en escritura
jeroglífica, aparece delante del ave. Bajorrelieve del templo de Seti I en Abidos. (Foto: Jesús Trello).
339
// Congreso internacional del Mundo Púnico Cartagena, 2000
Figura 2. Una diosa ataviada con el vestido de alas Figura 3. Escultura de la divina adoratriz Karomama.
plegadas amamanta al faraón Seti I. Bajorrelieve del Bronce con incrustaciones de oro y plata. Museo del
Templo de Seti I en Abidos. ANEP422. Louvre (París), N» Inv. 500.
Karlsruhe (Alemania). Las piezas proceden de alude a las hermanas divinas, las protectoras ala-
Arslan Tas y se datan en el siglo VIH a.C."*. En das de origen egipcio'*.
ambas las diosas aparecen erguidas y afrontadas, El tema iconográfico de las diosas aladas, de
extendiendo sus brazos alados (figs. 4 y 5). Las clara inspiración egipcia, perdura en el tiempo
dos plaquitas parecen haberse complementado asociándose a elementos figurativos de tradición
con una más, hoy perdida, que se situaría entre diversa. Lo encontramos por ejemplo en una
ambas, flanqueada por las diosas aladas. Sin curiosa representación procedente de la tumba 79
duda esa parte perdida completaba el árbol de la de Salamina (Chipre) que se conserva en el
vida que puede apreciarse de forma fragmentaria Museo de Chipre. Se trata de un bronce datado
en las placas conservadas y que era sin duda en el siglo VII a.C." en el que se ha representado
objeto de protección de las divinidades. Las una diosa alada que mira de frente, situada sobre
diosas aparecen vestidas y ornamentadas de dos leones^". Sobre la cabeza de la diosa se ha
acuerdo a la estética egipcia, con detalles icono- representado una cabecita femenina, de rasgos
gráficos tan característicos como la doble coro- hathóricos, de la que surgen sendas alas explaya-
na, los vestidos rectos y ceñidos, las pelucas das que parecen proteger a la divinidad de los
tripartitas y la cola de toro o león, propia de ico- leones. Es ésta sin duda una representación que
nografías masculinas". Se aprecia cierta yuxta- se aleja sensiblemente del modelo de las diosas
posición de atributos iconográficos diversos, aladas afrontadas, tratándose probablemente de
todos ellos de procedencia egipcia adaptados a una reelaboración del antiguo tema iconográfico
las imágenes femeninas. No hay ninguna ins- de las diosas aladas de carácter protector.
cripción que ofrezca el nombre de las diosas, En su versión tradicional o canónica, la repre-
pero es difícil no suponer que su representación sentación iconográfica de las diosas aladas per-
340
Pervivencias iconográficas egipcias en las imágenes de damas sagradas del ámbito Fenicio-Púnico María }. López Grande y Jesús Trello Espada
341
¡l Congreso Internacional del Mundo Púnico Cartagena, 2000
abajo, en forma oblicua, frente al ser protegi- parte posterior de la representación del pateco a
do-'. En los ejemplares citados la diosa protege veces sustituida por la imagen del propio pateco
a Horus en una evocación clara de la faceta de que aparece duplicada. La parte superior del
Isis en su papel de madre. Pero la diosa también amuleto está ocupada por el escarabajo sagrado,
aparece, en el mismo tipo de soporte, un escara- y todo el conjunto se apoya sobre uno o más
beo datado entre los siglos VI-IV a.C. proce- cocodrilos. El sentido profiláctico de estos obje-
dente de la necrópolis de Puig des Molins, tos no se discute y su evocación a las creencias
extendiendo sus alas protectoras sobre el difun- de las gentes del Nilo son claras en su iconogra-
to Osiris^-*. La actitud de la diosa asociada a la fía. El conjunto recuerda sin duda a las llamadas
identidad del protegido en esta escena evocan la "estelas de Horus sobre los cocodrilos", docu-
antigua tradición egipcia en la que se relata mentos que avalan la faceta protectora de
cómo Isis, mediante el hálito divino provocado Horus, hijo de Isis, como dios protector frente a
por su aleteo, devolvió la vida a su difunto las alimañas. El joven Horus incorpora en Egip-
esposo (fig. 7). to esta faceta a sus prerrogativas en un momen-
Otros pequeños amuletos sirvieron también de to avanzado del TPI, heredadas a su vez de los
soporte a las imágenes de las damas sagradas. dioses Horon y Shed que desde momentos más
En concreto nos referiremos a un tipo de com- antiguos venían ejerciéndola". La función pro-
pleja iconografía denominado "amuleto de tipo tectora de aquellas estelas parece resumirse en
enano pateco panteo". Además de la imagen del un nuevo producto egipcio, los amuletos de tipo
enano que les da su nombre genérico, estos amu- "pateco panteo", que en el primer milenio resul-
letos reúnen otras imágenes sagradas entre las tan frecuentes en enterramientos de ámbito
que suele encontrarse una diosa con las alas lige- púnico^*.
ramente desplegadas detrás de sus brazos entre-
abiertos (fig. 8). La diosa suele ubicarse en la
342
Pervivencias iconográficas egipcias en las imágenes de damas sagradas del ámbito Fenicio-Púnico María ]. López Grande y Jesús Trello Espada
Las imágenes de diosas aladas y de damas con III. Identidad de las damas sagradas
el vestido plisado de alas plegadas, se incluye ///. 1. Isis y Neftis, diosas de antigua tradición
en ocasiones en la decoración de la navajas de Como vemos, son muchos los datos de carác-
afeitar votivas, elementos frecuentes en el ámbi- ter iconográfico que permiten afirmar que la
to funerario cartaginés. Esos objetos tuvieron imagen egipcia de las diosas protectoras aladas
una clara finalidad ritual: purificar, eliminar las perduró en el tiempo, tanto en el ambito egipcio
impurezas del difunto, entre las que figuraba el como fuera de él. La finalidad protectora de las
vello". Las damas aladas, pteróforas^* o apte- diosas aladas es clara así como su vinculación
ras25, participan en la decoración de algunas de con el mundo funerario. Cabe ahora preguntarse
las citadas navajas, constituyendo un elegante si su identidad también se conservaba intacta, o
motivo ornamental dotado además de una ele- si con el devenir de los siglos, y como conse-
vada carga simbólica y ritual referida a la vida cuencia de los distintos ámbitos culturales en los
de ultratumba. De acuerdo a criterios iconográfi- que sus imágenes se mantuvieron en uso, su
cos, la identidad de las damas sagradas repre- identidad original pudo alterarse o, incluso, si
sentadas en estos objetos que corresponden ya a las imágenes aladas, con el tiempo estereotipa-
una cronología bastante avanzada del I Milenio das, sirvieron de soporte para la representación
a.C. (c. siglo II) no es fácil de establecer. En una de diversas identidades divinas que procuraban,
de ellas, Ca 90, la imagen de la diosa alada, en la como las diosas egipcias, el bienestar de los
que cabría buscar la representación de Isis o fallecidos.
Neftis, aparece acompañada de un elemento ico-
La mayor dificultad para hallar respuesta a
nográfico que no es propio de ninguna de las
estas preguntas radica en la ausencia de epígra-
diosas egipcias y sí lo es de la cartaginesa Tanit,
fes inscritos junto a las imágenes, inscripciones
el signo esquemático de su representación.
que de haber existido, habrían permitido la iden-
¿Estamos en este caso ante la representación de
tificación precisa de las damas representadas.
dos diosas, la imagen alada, Isis o Neftis, y la
Una dificultad añadida se desprende del hecho
diosa Tanit manifestada en el símbolo que la
de que el universo religioso en el que se inscri-
representa? o, ¿la diosa alada es la propia Tanit
ben las imágenes tratadas era sumamente plural
como lo indica el símbolo que acompaña a la
en el entorno mediterráneo del primer milenio
figura divina?
a.C. El tema iconográfico de las diosas aladas
La imagen alada es sin duda una pervivencia fue ampliamente utilizado en los ámbitos egip-
de aquellas que originariamente en Egipto y cio, fenicio y púnico-cartaginés, si bien también
más tarde en el ámbito fenicio, habían represen- hay que relacionar con dichas imágenes y con su
tado a diosas vinculadas de forma muy directa correspondiente interpretación otros entornos
con el tema de la regeneración después de la culturales que se vieron, en el primer milenio
muerte. Las más singnificativas en ese sentido a . C , afectados por la presencia colonizadora o
habían sido Isis y Neftis que, de acuerdo a la comercial semita; entre otros, amplias regiones
mentalidad egipcia, procuraban el bienestar del de la Península Ibérica.
difunto en el Más Allá. Eran las protectoras más Contamos con algunos datos textuales que nos
eficaces incluso en las condiciones más adver- permiten conocer que la identificación casual o
sas y una de ellas, Isis, otorgaba al difunto el intecionada de diosas auténticamente egipcias
nuevo aliento de vida mediante el movimiento con otras del ámbito cananeo se dio en el primer
de sus alas. Milenio a.C. en el propio Egipto. Dicha identifi-
Para las imágenes de las diosas que aparecen cación file la consecuencia lógica de la convi-
sobre las navajas se ha considerado también un vencia de egipcios y fenicios en Menfis, bien
posible sentido psicopompo ya que en ocasiones acreditada tanto por las fuentes arquelógicas"
en el mismo objeto aparece representado el sím- como por las textuales^^. A pesar de ello muchas
bolo del caduceo, simbolo propio de la icono- veces no nos resulta posible establecer la identi-
grafía griega en donde es atributo de Hermes, un dad de una imagen divina femenina de aspecto
dios psicopompo^. egipcio ya que muchas diosas responden a una
343
// Congreso Intermcioml del Mundo Púnico Cartagena, 2000
iconografía muy similar. Suele identificarse en femenimas diversas, tal vez en función de las
tales imágenes a las diosas egipcias que gozaron prerrogativas que tuviera que cumplir la diosa
de mayor popularidad, Isis y Neftis. Sabemos de acuerdo a las expectativas del solicitante^^
que esas dos diosas egipcias gozaron de la pre- Tanit era evocada por un esquemático signo; a
rrogativa de 'aladas' y que el culto a ambas, aun- pesar de ello, cuando fuera conveniente, la diosa
que sobre todo a Isis, sobrepasó los márgenes de podía utilizar una iconografía que en origen
la tierra de Nilo". El culto a esas deidades de hubiera sido propia de otra divinidad. De esa
procedencia egipcia alcanzó distintos puntos del manera, Tanit puede aparecer bajo formas ala-
ámbito mediterraneo en donde pervivió coexis- das, como en las imágenes de Es Cuieram, sin
tiendo junto a otras deidades. que ello quiera decir que por definición Tanit es
una diosa alada o que todas las imágenes aladas
IU.Z Tanit: el concepto divino renovado hayan de corresponder a Tanit.
Junto a las diosas aladas de tradición antigua
surge, en el I Milenio a.C. una nueva entidad IV. Pervivencia de antiguos modelos icono-
divina de carácter femenino que entendemos gráficos egipcios en el ámbito púnico
como una derivación de conceptos anteriores. La influencia de algunos modelos iconográfi-
Las viejas deidades aparecen ahora renovadas en cos de procedencia egipcia es muy clara en algu-
la personalidad de la nueva diosa, Tanit, que par- nas imágenes del ámbito púnico-cartaginés. Esa
ticipa de prerrogativas propias de las antiguas similitud iconográfica puede derivar de la propia
diosas egipcias así como de otras competencias tradición fenicia en la que las imágenes egipcias
de divinidades del Próximo Oriente Asiático y de tipo egipcio no eran extrañas, pero también
como Astarté'*, más otras cualidades al parecer hemos de considerar las relaciones directas entre
genuinamente suyas. A partir de los datos hasta cartagineses y egipcios, así como la posible tra-
ahora conocidos, Tanit es una diosa de defini- dición egiptizante del sustrato norteafricano en
ción poco precisa. Se la asociada a otras deida- el que Cartago surge.
des femeninas como Astarté de la que en La navegación marítima que permitió la colo-
muchas ocasiones parece su propia derivación. nización semita en el Mediterráneo favoreció la
Es una nueva entidad divina destinada a cubrir movilidad y difusión de imágenes de divinida-
la emoción espiritual de los hombres y mujeres des egipcias y próximo orientales. Sin embargo
contemporáneos del momento en el que surgió al referimos a Cartago hemos de considerar otra
su culto. Conocemos el teónimo de Tanit desde vía de comunicación hasta ahora menos explora-
mediados del siglo VIII a.C. en el Próximo da, pero no menos interesante. Nos referimos a
Oriente Asiático, si bien hasta finales del siglo V la vía terrestre por la llanura litoral norteafrica-
o comienzos del IV a.C. no tenemos noticias del na. Esa llanura, a pesar de estar sometida al pro-
mismo en Cartago'l ceso de desertización predominante en el
En muchas ocasiones Tanit es representada territorio en el que se enclava, gozaba en la anti-
por un símbolo, el llamado "signo de Tanit", güedad, gracias a la proximidad del mar, de cier-
reconocido como el símbolo de su culto. La ima- to grado de humedad que la hacía transitable.
gen de dicho signo, limitada a un triángulo equi- Ramsés II (1279-1213 a.C.) construyó a lo largo
látero sobre cuyo vértice superior descansa un de la ella una cadena de fortificaciones que
trazo transversal que puede tener unas extremi- sugieren el deseo de controlar política y militar-
dades indicadas, y rematado por un círculo^^ mente esa franja costera que tal vez resultaba un
puede interpretarse como la representación lugar estratégico para los nómadas del desierto
esquemática de una figura, quizá la de la propia occidental que amenazaban Egipto'l Las fortifi-
diosa. El uso de ese esquemático símbolo para caciones de Ramsés II se alejaron bastante de la
evocar su imagen pudo favorecer interpretacio- zona habitada por los egipcios, estando la de
nes diversas acerca del carácter y las competen- Zawiyet Umm el-Rakham (Marsha Matruh), a
cias de la diosa. La simplicidad del signo quizá unos 340 kilómetros al oeste de la actual Alejan-
facilitara la identificación de Tanit con imágenes dría'!*.
344
Pervivencias iconográficas egipcias en ¡as imágenes de damas sagradas del ámbito Fenicio-Púnico María ¡. López Grande y Jesús Trello Espada
Herodoto (11,32,4) relata que la costa septen- La existencia de una dinastía libia hubo de
trional de Libia, desde Egipto hasta el cabo tener alguna repercusión en lo que respecta a la
Solunte**^, estaba poblada en toda su extensión transmisión cultural entre Egipto y las tierras
por diversos pueblos de libios, además de existir norteafricanas situadas junto a su frontera occi-
en la zona establecimientos griegos y fenicios. dental. En aquel territorio vivían gentes de la
En ese territorio, en la zona próxima a la costa, misma etnia que los gobernantes egipcios. Con-
a! oeste de Egipto, el mismo autor (IV, 191,193) ceptos y manifestaciones plásticas de proceden-
situa a los maxes (o maxitanos), grupos libios cia egipcia, hubieron de tener una vía fácil de
que pudieron ser descendientes de los meshwesh acceso por la ruta terrestre, desde las fértiles tie-
mencionados en las fuentes egipcias. rras del oeste del Valle del Nilo y del Delta, y
En época ptolemaica la llanural litoral tam- desde la región del Fayum hacia el territorio que
bién fue de nuevo utilizada con fines militares. no mucho después ocupó Cartago.
Sin duda en aquellas tierra áridas pero en Observaciones de carácter iconográfico mues-
menor grado que el resto del desierto que se tran una importante influencia de la estética
extiende al sur, la población nómada no falta- egipcia en algunos elementos de la cultura mate-
ría. Por ella deambularían las tribus nómadas rial cartaginesa. Esa influencia pudo deberse a
citadas por las fuentes egipcias, de los rebu contactos terrestres, si bien los contactos por
(=libu) y de los meshwesh, éstos últimos quizá mar con las ciudades fenicias del levante Medi-
predecesores de la maxes citados por Herodoto terráneo y con la isla de Chipre, territorios en
(IV, 191,193)'»'. Suele admitirse que el vocablo los que abundaba la cultura material egiptizante,
egipcio rebu haya sido la fuente a partir de la están bien documentados.
cual, y a través de los griegos, se formara el Entre los elementos cartagineses afectados
nombre de Libia con el que hoy conocemos al por la estética egipcia, destaca sin duda la parte
país africano de dicho nombre"^. superior extema de la tapa de un sarcófago de
Los nómadas del desierto occidental habían mármol blanco que presenta la imagen esculpida
supuesto una fuente importante de problemas en altorrelieve muy acusado de una dama yacen-
para Egipto en época faraónica ya que ansia- te. Dicha tapa y el sarcófago que cubría"*, se
ban establecerse en las fértiles tierras egip- exhiben actualmente en el Museo de Cartago
cias''^ Poco a poco las gentes occidentales (fig. 9)"". Fueron hallados en 1902 en una cáma-
fueron penetrando en el país del Nilo y hacién- ra funeraria de la necrópolis de Santa Monica,
dose poderosas hasta que hacia el año 950 a.C. en la que había otro sarcófago de dimensiones
un gran jefe de los meshwes, Sheshonq (Shes- similares, con una tapa en la que había sido
honq I, 945-924 a . C ) , fue reconocido faraón esculpida una figura masculina"l Las figuras de
en Tebas. Con su proclamación como monarca las tapas de ambos sarcófagos estaban decoradas
se inició en Egipto la llamada "Época Libia" con policromía que en la actualidad está prácti-
que abarca las dinastías X X I I y X X I I I y que camente perdida"'. Estas piezas, de extraordina-
queda enmarcada, junto a las dinastías X X I , rio valor artístico, se datan en tomo a los siglos
X X I V y X X V , en el TPI. Dicho periodo es IV-III a.C. El sarcófago de la dama había sido
relativamente confuso, como otros de la histo- profanado antes de que la cámara que lo alber-
ria de Egipto, dado que las dinastías no se gaba fuera descubierta por R.P. Delattre. Presen-
suceden unas a otras, sino que se solapan o ta en la parte superior derecha de la tapa, cerca
superponen enteramente, como ocurre con las de la cabeza de la dama, un gran agujero. Los
dinastías X X I I , X X I I I y X X I V * ^ La "Época violadores respetaron totalmente la imagen, por
Libia" supone el ejercicio del poder por parte lo que hay que suponer que el motivo de la vio-
de faraones de ascendencia occidental. Se trata lación fue exclusivamente el robo del ajuar que
de un interesante periodo en el que actualmen- supuestamente pudo acompañar al cadáver que
te se trabaja con datos novedosos, muchos de allí reposara.
ellos procedentes de excavaciones arqueológi-
La imagen de la dama está muy afectada por
cas en curso"'.
la estética egipcia'". Se trata de una mujer joven,
345
H Congreso Internacional del Mundo Púnico Cartagena, 2000
de armoniosas proporciones. El rostro muestra con sandalias que reposan sobre un zócalo de
una pronunciada influencia helenística en su eje- unos 11 cms. de altura (fig. 14).
cución. Es ligeramente alargado, pero las meji- El dibujo de las plumas de las alas está realza-
llas aparecen sensiblemente rellenas, reflejando do no solamente por las incisiones del escultor
una hermosura en plenitud. La nariz es pronun- en la piedra, sino también por trazos de pintura
ciada y angulosa, formando una T bajo una línea roja en las plumas pequeñas, y dorados en las
de cejas horizontales. Los ojos son grandes y líneas que conforman las plumas largas que, en
ovalados, de mirada firme. Sus labios son carno- diagonal, alcanzan desde la cintura hasta los
sos y están entreabiertos y su barbilla ligeramen- pies.
te acusada (fig. 11). La indumentaria que luce esta dama es el ves-
Viste un elegante vestido, que consiste básica- tido de alas cruzadas propio de las damas sagra-
mente en una larga túnica rosada que llega hasta das del antiguo Egipto. Encontramos para él un
los pies (fig. 9). Por encima de los senos dos interesante paralelo de la divina adoratriz Karo-
broches retienen la túnica que se desliza sobre su mama, la dama sagrada de la X X I I dinastía, la
cuerpo formando graciosos pliegues simétricos a dinastía libia que gobernó Egipto entre los años
derecha e izquierda. Los pliegues se extienden 950-715 a.C. La imagen que conocemos de
también sobre los brazos hasta la altura de los Karomama (fig. 3) es una estatuilla de 59 cm. de
codos. Desde los hombros y hasta la altura de altura que se conserva en el Museo de Louvre'',
los senos aparecen escalonados, a modo de en la que encontramos otros interesantes deta-
esclavinas, tres grandes bandas de tela. La del lles ornamentales que coinciden con los que
centro es de color rojo y las otras dos azules, adornan a la dama de Cartago: el polos, los
todas ellas ribeteadas de dorado (fig. 10). collares y la esclavina que cubre los brazos has-
Recoge su cabellera un tocado de tela similar ta los codos.
al nemes de los antiguos egipcios, rematado en Sin duda la imagen de Cartago representa a
el centro de la parte superior con la cabeza de un una dama sagrada o divina vinculada en alguna
buitre que se yergue sobre la frente de la joven. medida con la antigua tradición egipcia. Su
Es el mismo tocado que en Egipto es propio de indumentaria es propiamente egipcia y de una
la diosa Mut y de las reinas madres. La dama de gran tradición: el vestido de alas plegadas, com-
Cartago complementa su tocado con un pequeño plemento habitual en Egipto de las diosas pro-
polos. Bajo el nemes, orlando la frente de oreja a tectoras de los difuntos, al menos desde la
oreja, discurre una sucesión de pequeños ador- segunda mitad del II Milenio a.C. No se trata de
nos, semejantes a pequeños nidos de abejas un vestido de creación cartaginesa como apunta-
dorados. ra C. Picard'^ ni de un elemento egipcio de épo-
El cuello está ornado con un collar doble de ca persa como señalara H61b'\ Muy al contrario
perlas doradas. es un atributo claro de las damas sagradas egip-
El brazo derecho está extendido a lo largo del cias, y de las diosas de carácter regenerativo
costado, sujetando en la mano una paloma como Isis, Neftis, Maat, Nut y Mut que ofrecen
(fig. 12). El brazo izquierdo, extendido también la eternidad a los fallecidos. También es atributo
a lo largo del costado, se dobla en ángulo recto a claro de otras damas del ámbito sagrado egipcio
la altura del codo, soportando en la mano un como las divinas adoratrices, las sacerdotisas
pebetero. que hacen posible la armonia cósnúca. En este
sentido hemos de recordar otro interesante pasa-
A la altura de la cintura dos amplias alas de
j e de Herodoto (11,54-56) que nos hace llegar a
color azul oscuro se pliegan en diagonal sobre
una dama sagrada a territorio libio. Narra el his-
las piernas y cruzando y arropando las caderas
toriador griego que ha conocido un relato de los
por delante, llegan hasta el suelo (fig. 13). Los
sacerdotes egipcios de Tebas que narra lo
extremos de las alas forman un armonioso espa-
siguiente: dos mujeres consagradas a la divini-
cio triangular que deja al descubierto los plie-
dad -dos damas sagradas egipcias, probable-
gues finales de la túnica y los dos pies. Estos se
mente Divinas Adoratrices de Amón, aquellas
encuentran muy próximos entre sí y calzados
346
Pervivencias iconográficas egipcias en las imágenes de damas sagradas del ámbito Fenicio-Púnico Marta ¡. López Grande y Jesús Trello Espada
34?
// Congreso internacional dei Mundo Púnico Cartagena, 2000
que lucían el vestido de alas replegadas-, fueron vestido de alas plegadas, propio de las damas
raptadas de Tebas por los fenicios. Una fue ven- sagradas egipcias, condición que se da para las
dida en Libia y la otra en territorio griego. Segiín mujeres del relato. Evoca además la denomina-
Herodoto estas mujeres fueron las primeras que ción de Isis y Neftis como milanos, precisamen-
fundaron los oráculos en aquellos pueblos, el de te por los sonidos que emitían, similares a los de
Donona, el más antiguo de los oráculos griegos las aves, mientras procuraban la regeneración
y el de Sivah, el más importante de Libia. En el del fallecido Osiris.
de Dodona las profetisas contaron a Herodoto su ¿Es entonces la dama de Cartago la represen-
versión de la historia. Según ellas, dos palomas tación de una antigua divinidad egipcia? ¿de una
emprendieron el vuelo en Tebas, Egipto. Una divina adoratriz? ¿de una sibila? o, ¿estamos
llegó al lugar en donde desde entonces se le- ante una manifestación de la diosa Tanit?
vantaba su santuario y oráculo; la otra a Libia, A partir del análisis iconográfico no podemos
donde se creo el oráculo de Amón. De todo ello saberlo. Es probable que la imagen de Cartago
Herodoto saca sus propias conclusiones. El represente a una dama sagrada, quizá una sacer-
historiador creyó que en realidad los fenicios ha- dotisa depositaria del conocimiento de las tradi-
bían raptado a las damas sagradas, que fueron ciones egipcias. Otras muchas manifestaciones
vendidas una en Grecia y la otra en Libia. Hero- de cultos de origen egipcio son perceptibles en
doto creyó que las mujeres fueron llamadas la cultura material cartaginesa y probablemente
palomas por los de Dodona, "en razón de que su uso adecuado requiriese unos rituales preci-
eran bárbaras y les daba la sensacción de que sos para los que habría que tener conocimientos
emitían sonidos semejantes a los de las aves" determinados. Quizá nuestra dama velara por
(11,54,1-3). Sin duda el relato trae a colación el
348
Pervivendas iconográficas egipcias en las imágenes de damas sagradas del ámbito Fenicio-Piínico María J. López Grande y jesús Trello Espada
Figura 13. Detalle de la cintura y disposición de las alas plegadas. (Foto: Jesús Trello).
349
Il Congreso Inter nacional dei Mundo Pùnico Cartagena, 2000
car a la diosa". Es propio de otras damas sagra- dos y que es el ideograma de sus teónimos. Para Isis y
Neftis vésase; BENDALA GALÁN, M.; LÓPEZ
das distintas a ella, las damas sagradas egipcias.
G R A N D E , M. J . Arte egipcio y del Próximo Oriente.
En sí mismo el vestido alado es un elemento Madrid 1996, p. 39.
sagrado que como otros símbolos egipcios de lo I» L Ó P E Z G R A N D E , M. J. "Arte y poder en el Egipto fara-
divino sobrepasó los límites de las tierras del ónico" en D O M Í N G U E Z M O N E D E R O , A.; S Á N C H E Z
Nilo conviertiéndose en una pervivencia icono- F E R N Á N D E Z , C. (eds.) Arte y poder en el Mundo Anti-
gráfica al servicio de imágenes sagradas de iden- guo. Madrid 1997, pp. 16-17.
" L U R K E R , M. The Gods and Symbols of Ancient Egypt.
tidad diversa del ámbito fenicio púnico.
London 1984, p. 60,
'- A L D R E D , C. et alii. El Egipto del crepiisculo. De Tanis
NOTAS a Meroe (1070 a.C. - siglo IVd. C). Madrid 1980, p. 3 2 8 .
' Destacan por su antigüedad las imágenes aladas mesopo- " En lo sucesivo TPI.
támicas bien documentadas desde el III Milenio a.C. 1^ L Ó P E Z G R A N D E , M. J . " L o s vecinos occidentales de
Véase: P R I T C H A R D , J . B . The Ancient Near East in Egipto; datos anteriores a la proclamación de Sheshonq
Pintures Relating to the Old Testament. Princenton - I", en L Ó P E Z G R A N D E , M. J . (ed.) Culturas del Valle
New Jersey 1 9 6 9 , 5 2 6 (en lo sucesivo AWEP). del Nilo I: su historia, relaciones externas e investiga-
- Isis, Neftis, Maat, Nut y Mut no son las únicas diosas ción española. Barcelona 2 0 0 2 , pp. 6 5 - 8 3 .
egipcias dotadas con la prerrogativa de aladas, aunque sí " A L D R E D , C. etalii. op. cit., p. 127, fig. 108.
son las más frecuentemente representadas en la icono- " Nos. de Inventario: 72/39 y 72/40, información facilitada
grafía egipcia con el atributo de las alas. Algunos textos por el Prof. Dr. Michael Maab, Director del Departamen-
aluden a otras diosas con esta misma competencia; "¡Sal- to de Antigüedades del Badisches Landesmuseum Karl-
ve, Oh Sekhmet-Bastet-Rat, señora de los dioses, diosa suhe. Agradecemos al Dr. Maab así c o m o a la Dra.
alada, dama de chai rojo, señora de la corona blanca y de Katarina Horst, su amabilidad al proporcionarmos las
la corona roja..." Capítulo 164 del Libro de los Muertos. fotografías de las plaquitas citadas y diversos datos sobre
350
Pervivendas iconográficas egipcias en las imágenes de damas sagradas del ámbito Penicio-Pünico María J. López Grande y jesús Trello Espada
las mismas. Las plaquitas han sido recientemente publi- Son asimismo abundantes los testimonios iconográficos
cadas en Kykladen und Alter Oriente. Bestandskatalog que acreditan dicha asociación, documentados en sopor-
de Baduscgeb Landesmuseums Karlsruhe. Karlsruhe tes diversos: lucernas, mosaicos, etc. véase; T R E L L O
1997,pp. 1 3 1 - 1 3 2 , 8 l O y S 11,Abb. 2 7 0 - 2 7 1 . ESPADA, J. "Raíces egipcias de una tradición cristiana:
L Ó P E Z G R A N D E , M. J. ob.cit. 1997, p. 2 0 . la Bella Fiesta del Valle y el culto a los difuntos" Boletín
Kykladen md Alter Oriente, Karlsruhe 1997, p. 131. de la Asociación Española de Egiptología 9 ( 1 9 9 9 ) pp.
Cyprus Museum, Véase: K A R A G E O R G H I S , V. "Chi- 176-177 y 185; T R E L L O E S P A D A , J, "Traces of the
pre", en MOSCATL S. Los fenicios. Barcelona 1988, 'Beautiful Feast of the Valley' in Western Christian Tra-
p.416. dition" Eighth International Congress of Egyptologists.
El tema de la diosa alada asociada al león es propio del (Cairo, 28 March - 3 April, 2 0 0 0 ) New York, Cairo 2 0 0 3 ,
repertorio iconográfico de Mesopotamia y del Próximo pp. 5 3 4 - 5 4 2 ,
Oriente Antiguo. Véase; ANEP 5 2 6 . En el ámbito egipcio " GHIERA, G. "Fenici e Cartaginesi a Menfi", Rivi.m di
la imagen de una diosa desnuda, alzada sobre un león, es Studi Finid 15,2 ( 1 9 8 7 ) p. 128,
conocido y utilizado con cierta repercusión en zonas " Papiro Sallier: C A M I N O S , R, Late Egyptian Miscella-
determinadas del Valle del Nilo desde el Imperio Nuevo. nies. (Brown Egyptological Studies, I) London 1954, pp.
Véase: ANEP 4 7 0 - 4 7 4 , 8 3 0 ; L Ó P E Z G R A N D E , M. J. 333 y ss,; HERODOTO, 11,112,1-2,
"Imágenes de la diosa QdS en la documentación egipcia" " H E Y O B , S, K. The Cult of Isis among Women in the
Cuadernos de Prehistoria y Arqueología de la Universi- Graeco-Roman World. Leiden 1975, pp. 5 3 - 5 4 .
dad Autónoma de Madrid. 25.1 ( 1 9 9 8 ) pp. 1 3 5 - 1 5 5 . « L Ó P E Z G R A N D E , M. J, "Manifestaciones artísticas
L E R O U X , E. (ed.) Catalogue du Musée Alaoui (Supplè- próximo orientates en las imágenes de los dioses de la
ment). Paris 1910, p. 3 6 1 , Pl. CVI, figs. 1-2. antigua Iberia" en B A L B Í N B E R H M A N N , R, de; B U E -
L Ó P E Z G R A N D E , M.J. "Reflexiones acerca del sentido NO R A M Í R E Z , R (eds,). // Congreso Peninsular de
religioso de los objetos egipcios, egiptizantes y pseudoe- Arqueología. (Zamora, 2 4 - 2 7 septiembre, 1996) Tomo
gipcios presentes en la protohistoria andaluza", Actas del III, Alcalá de Henares 1999, pp. 4 7 9 - 4 8 0 .
I Coloquio de Historia Antigua de Andalucía (Córdoba, " LIPINSKI, E. Dieux et de'esses de l'Univers phénicien et
1988) Córdoba 1993, pp. 1 6 1 - 1 6 6 . punique. (Orientaba Lovaniensia Analecta, 6 4 ; Studia
Sirva de ejemplo los ejemplares conservados en el Phoenicia X I V ) . Leuven 1 9 9 5 , p. 2 0 1 ; H V I D B E R G
Museo Arqueológica de Ibiza y Fermenterà inventaria- H A N S E N , E 0 . La déesse TNT. Une etude sur la reli-
dos con los números 3811 y 4 1 9 9 , en los que la diosa gion canéo-punique. Copenhague 1979; I, pp. 1 4 0 - 1 4 1 .
protege al niño Horus: F E R N Á N D E Z , J. H.; PADRÓ, J .
-* Los fenicios. Barcelona 1988, p. 2 6 3 .
Escaraheos del Museo Arqueológico de Ibiza. Madrid
L Ó P E Z G R A N D E , M . J . o è . n / . 1999, p. 4 8 0 .
1982, pp. 4 7 - 5 3 ,
» B A I N E S , J . ; M Á L E K , J. Atlas of Ancient Egypt. Oxford
Museo Arqueológico de Ibiza, número de inventario 1986, p, 19.
4 7 5 2 ; véase: F E R N Á N D E Z , J, H,; PADRÓ, J. ob.cit., " S N A P E , S. "Ramesses IPs Forgoten Frontier" Egyptian
1982, pp, 7 7 - 7 8 , Archaeology W ( 1 9 9 7 ) pp, 2 3 - 2 4 ,
L Ó P E Z GRANDE, M. J. "Datos acerca de la iconografía * Topónimo que se interpreta como una referenda al cabo
de Horon y de algunas de sus competencias en Egipto" Espartel, en las inmediaciones de Tánger, o el cabo Can-
en GARCÍA MORENO, L. A.; P É R E Z L A R G A C H A , A. tín, en la costa de Marruecos, Véase: H E R O D O T O , His-
(eds,) Egipto y el exterior Contactos e influencias. toria Libros I-II, Traducción y notas de S C H R Ä D E R , C,
(Aegyptiaca Complutensia III), Alcalá de Henares 1997, (Biblioteca Clásica Credos, 3 ) , Madrid 1 9 8 3 , p. 3 1 4 ,
pp, 136-137, nota 123.
' F E R N Á N D E Z , J, H.; PADRÓ, J. Amuletos de tipo egip- *' Herodoto, Historia Libros III-IV. Traducción y notas de
cio del Museo Arqueológico de Ibiza. Eivissa 1986, pp, SCHRÄDER, C. (Biblioteca Clásica Credos, 21).
16-17, Madrid 1986, p. 4 6 3 , nota 656,
GROTANELLI, C, "Motivi Escatologici Nell'Iconogra- *- L E A H Y , A, "Libyans" en Bard, K,A, (ed,) Encyclopedia
fia di un Rasorio Cartagineses", Rivista di Studi Fenici of the Archaeology of Ancient Egypt. London-New York
5,1 ( 1 9 7 7 ) p, 13. 1999, p, 4 4 5 .
• A C Q U A R O , E. / rasoi punici. Roma 1971, Ca. 9 0 de « L Ó P E Z G R A N D E , M. J, en López Grande M,J, (ed.) ob.
Cartago. cit. 2 0 0 2 , pp. 6 5 - 8 3 .
' Ca 86 de Cartago; véase; MARÍN C E B A L L O S , M.C, « L Ó P E Z G R A N D E , M. J . ; Q U E S A D A SANZ, E ; MOLI-
"¿Tanit en España? Lucentum 6 ( 1 9 8 7 ) p, 6 8 , Fig, 9, N E R O POLO, M. A. Excavaciones en Ehnasya el Medi-
' MARÍN C E B A L L O S , M, C. ob.cit. 1987, p, 7 3 , nota 31, na (Heracleópolis Magna). (Informes Arqueológicos/
El caduceo también se asocia en algunas ocasiones a las Egipto 2 ) . Madrid 1995, pág. 6 2 , Fig, 4,
imágenes acampanadas de Es Cuieran (Ibiza) interpreta- "5 L E A H Y , A. (ed). Libya and Egypt c. Ì300-750 B.C.
das como manifestaciones plásticas de Tanit, Véase: London 1 9 9 0 , p a i i ; m ,
A U B E T , M. E, "El santuario de Es Cuieram" Trabajos * L a cuba del sarcòfago mide 1,92 (largo) x 0,67 (ancho) x
del Museo Arqueológico de Ibiza, 8 ( 1 9 8 2 ) passim. La 0 , 4 8 (alto) m, y está adornada con molduras y acróteras,
asociación de Isis y la figura de Anubis psicopompo " L E R O U X , E, (ed,), Musée Lavigerie de Saint Louis de
resulta muy evidente en las procesiones isiacas romanas. Carthage. Collet, des Pères-Blancs, formée par R. P.
351
// Congreso Internacional del Mundo fuñico Cartagena, 2000
352