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Depreciación y amortización
La depreciación y la amortización son dos conceptos que se manejan juntos.
Depreciación, que significa bajar de precio, se refiere a la utilización exclusiva de
activos fijos (excepto los terrenos). La disminución del precio de un activo fijo se
debe al uso, al paso del tiempo o a la obsolescencia tecnológico. El uso de un activo
ya sea intensivo o no, hará que su precio baje, simplemente porque ya fue utilizado.
El paso del tiempo está muy ligado con la obsolescencia tecnológica, lo cual se
observa con facilidad en las computadoras. Es tan rápida la obsolescencia
tecnológica de estos activos, que en muy poco tiempo (no más de un año) aparecen
nuevos modelos con más velocidad y capacidad, de forma que los modelos del año
previo tendrán un precio menor, aunque casi no hayan sido utilizados. No hay que
confundir el hecho de que en periodos de inflación elevada cualquier tipo de activo
tiene un precio mayor que el que tenía en los escaparates de las tiendas, pues es
bien sabido que este fenómeno es una ilusión ocasionada por la pérdida de poder
adquisitivo del dinero debido a la inflación.
Por su parte, amortización es un término al cual por lo general se le asocia con
aspectos financieros, pero cuando se habla de amortización fiscal su significado es
exactamente el mismo que el de depreciación. La diferencia estriba en que la
amortización sólo se aplica a los activos diferidos o intangibles, tales como gastos
preoperativos, gastos de instalación, compra de marcas y patentes, entre otros. La
compra de una patente es una inversión, pero es obvio que con el paso del tiempo
y con su uso, el precio de esta patente no disminuye, sino que se deprecia, como
en el caso de los activos tangibles. Por ello, a la recuperación de la inversión de
este activo vía fiscal se le llama amortización, y se aplicará gradualmente en activos
diferidos. Por tal razón, depreciación y amortización son un mismo concepto, y en
la práctica ocupan un mismo rubro en el estado de resultados. El mecanismo legal
mediante el cual se recupera, vía fiscal, la inversión en los activos fijo y diferido es
el siguiente: la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR), establece cuáles son los
conceptos deducibles de impuestos.
Depreciación en línea recta (LR)
Existen varios métodos para determinar el cargo anual por depreciación; sin
embargo, el que más se utiliza e incluso el único permitido, al menos por las leyes
mexicanas, es el de línea recta (LR). Este método consiste en recuperar el valor del
activo en una cantidad igual a lo largo de cada uno de los años de vida fiscal, de
forma qué si se grafica el tiempo contra el valor en libros, aparece como una línea
recta. No hay que confundir el procedimiento para calcular los cargos de
depreciación para efectos de pago de impuestos con el que se utiliza para efectos
de planeación financiera. En realidad, cuando se pagan impuestos, el cargo por
depreciación consiste simplemente en multiplicar el valor original del activo por el
porcentaje autorizado por el ministerio de hacienda, y considerar que el activo tiene
un valor de salvamento de cero. El número de años que se considera para calcular
el cargo por depreciación se llama vida fiscal; en cambio, en planeación financiera
es posible asignar un valor de salvamento al final de la vida útil o periodo de análisis,
los cuales pueden diferir, y con frecuencia lo hacen, de la vida fiscal del activo que
se considera en el pago de impuestos. La razón es que en planeación financiera es
posible buscar la recuperación del valor del activo en periodos distintos de la vida
fiscal. Sea: D 1 = cargo por depreciación en el año t P = costo inicial o valor de
adquisición del activo por depreciar VS = valor de salvamento o valor de venta
estimado del activo al final de su vida útil n = vida útil del activo o vida depreciable
esperada del activo o periodo de recuperación de la inversión Entonces se puede
𝑃−𝑉𝑆
escribir: 𝐷 = 𝑛