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ENSAYO

ARBITRAJE INTERNACIONAL

INTRODUCCIÓN. -

La expansión y globalización del comercio e inversiones transfronterizas han


potenciado las relaciones comerciales entre empresarios, inversores y Estados, las
cuales son hoy en día más complejas que nunca. Como es inevitable que algunas de
estas relaciones se rompan, las partes tienen que considerar (preferiblemente al
comienzo de la relación) el mejor medio de resolver cualquier controversia que pueda
surgir entre ellas. En muchos casos, éste será el arbitraje.

El arbitraje comercial internacional y el reconocimiento y ejecución de sentencias


extranjeras han sido temas de gran relevancia para los Estados Miembros de la
Organización de los Estados Americanos (OEA) desde hace más de tres décadas.
Desde entonces, con el fin de fortalecer su comercio internacional los países de las
Américas han emprendido esfuerzos por revisar sus legislaciones en materia de
arbitraje, incluyendo las cuestiones relativas al reconocimiento de decisiones
arbitrales. Sin embargo, a pesar de la adopción de dos convenciones, la Convención
Interamericana sobre Arbitraje Comercial Internacional (Panamá, 1975) y la
Convención Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Laudos
Arbitrales (Montevideo, 1979), aún queda camino por recorrer. Estos fueron
importantes y decisivos pasos en la dirección correcta, pero no bastaron para
desarrollar el enorme potencial de los Estados Americanos en lo individual y de
nuestra región en su conjunto. Iniciado ya el siglo XXI, el comercio internacional goza
de un impulso sin precedentes en razón principalmente de las nuevas tecnologías de
la información, el desarrollo de la infraestructura regional e internacional, y la
complementariedad de los procesos de producción distribuidos a lo largo y a lo ancho
del globo. En consecuencia, para competir en el mercado internacional, ya no basta
contar con infraestructura y estabilidad financiera; es indispensable garantizar que las
inversiones gozarán de seguridad jurídica y que los Estados receptores de inversión
cuentan con sistemas jurídicos propicios para estimular el libre comercio internacional
y satisfacer sus demandas. En este contexto, el arbitraje comercial internacional se ha
posicionado como el método de resolución de conflictos por excelencia, al ofrecer la
flexibilidad y el dinamismo de los cuales los tribunales jurisdiccionales aún carecen. En
la contratación mercantil internacional, la multiplicidad de partes y de conexiones
internacionales presentes en un contrato hace que la vía arbitral sea la idónea para la
resolución de una controversia. Al recurrir al arbitraje, las partes satisfacen sus
requerimientos de neutralidad, economía y celeridad, mientras que la parte favorecida
con un laudo tiene expectativas razonables de obtener el cumplimiento obligatorio y
expedito del laudo arbitral.

DESARROLLO

¿Qué es el arbitraje internacional?

El arbitraje es un método privado y vinculante de resolución de controversias llevado a


cabo ante un tribunal imparcial que emana del acuerdo entre las partes, pero que está
a su vez regulado y sujeto a ejecución por el Estado. El Estado exige que las partes
respeten su obligación contractual de someterse al arbitraje, prevé una supervisión
limitada por los tribunales del procedimiento arbitral y apoya la ejecución de los laudos
arbitrales de manera similar a las sentencias de los tribunales nacionales.

Características del arbitraje

En este acápite se debe partir de la siguiente premisa: Un procedimiento arbitral es el


que se utiliza para un arbitraje interno y otro es el procedimiento arbitral en materia
comercial internacional, aunque en verdad de los hechos ambos (el nacional e
internacional) son de similar estructura.

En efecto en ambos existen los siguientes elementos comunes:

i. El acuerdo de arbitraje.
ii. La elección de los árbitros.
iii. La decisión del tribunal arbitral.
iv. La ejecución del laudo arbitral.

Si bien serán motivo de tratamiento m ´ as detallado es ´ oportuno determinar las


características más salientes del ´ Arbitraje Comercial Internacional como a
continuación se expone:

El acuerdo de arbitraje.

No puede existir ni existirá arbitraje valido alguno si es que las partes no


suscribieron una cláusula compromisoria y si no lo hicieron oportunamente a
momento de materializar su contrato comercial si es que no suscriben un convenio
arbitral que las vincule y someta a las partes al proceso arbitral en cuestión.
Cualquiera que sea la forma adoptada por las partes en conflicto, el convenio
arbitral debe ser valido y a los ´ efectos de la ejecución del eventual laudo a
proferirse, en materia de comercio internacional debería existir una prueba escrita
del mentado acuerdo arbitral.

¿Cuándo se debe incluir una cláusula de arbitraje?

Las partes deberían considerar la inclusión o no de una cláusula de arbitraje cada vez
que negocien un contrato. En cualquier caso, es especialmente importante hacerlo
cuando las partes (o sus activos) se encuentren en jurisdicciones distintas o cuando se
prevea que las controversias puedan dar lugar a cuestiones técnicas complejas. Los
abogados se refieren comúnmente a las “ventajas y desventajas” del arbitraje.

Sin embargo, el hecho de que un aspecto concreto del arbitraje suponga una ventaja,
una desventaja o no sea de ningún interés para una de las partes depende
enteramente de los objetivos de la misma. La lista a continuación enumera por orden
de importancia los aspectos que suelen ser decisivos a la hora de tomar la decisión de
incluir una cláusula de arbitraje.

El arbitraje como alternativa a la vía judicial ordinaria

Un proceso arbitral puede ser iniciado si ambas partes litigantes tenían estipulado en
un contrato una cláusula de arbitraje en caso de controversia. Este procedimiento tiene
notables ventajas para las partes, ya que estas pueden establecer la sede, el árbitro o
tribunal arbitral y las normas que serán aplicables en el proceso, a diferencia de la vía
judicial ordinaria que está sometida estrictamente a la legislación del país donde se
generó la controversia. Las partes también pueden fijar el plazo para el laudo, lo que le
da mayor rapidez al proceso, en comparación con la vía judicial ordinaria que suele ser
más larga y costosa en ocasiones. Esta libertad que se les otorga a las partes a la
hora de decidir los parámetros mencionados anteriormente permite que el arbitraje sea
más imparcial, rápido, económico, especializado y flexible.

Clases de Arbitraje

Existen diversas formas y manifestaciones de la institución arbitral, que dan lugar a


diversa tipología de arbitraje. Es por ello que se puede hacer referencia a:

- Arbitraje ritual y arbitraje irritual o informal:

El primero —verdadero arbitraje— es el que está sometido a rito, a la ley; el segundo


implica ´el no sometimiento a la ley, no produciendo los efectos que el arbitraje ritual
genera (no produce cosa juzgada ni el laudo tiene fuerza ejecutiva); será una decisión
de las partes el que acaten ´ o no ´ lo decidido por el tercero.

- Arbitraje de derecho y arbitraje de equidad:


En el primero los árbitros deciden la cuestión litigiosa con sujeción a derecho
(aplicación de la norma al caso concreto); en el de equidad, los árbitros intervienen y
resuelven según su leal saber y entender (un no jurista: economista, ingeniero,
arquitecto, medico, psicólogo, pintor, etc.)

- Arbitraje institucional y arbitraje ad hoc:

El primero es aquel en el que las partes encomiendan la administración del arbitraje y


la designación de los árbitros a una institución jurídica mientras que en el arbitraje ad
hoc son las partes las que designan a los árbitros para la resolución de la cuestión o
conflicto que se hubiere suscitado entre ellas.

- Arbitraje general y arbitrajes especiales:

El primero de ellos es el que se denomina como domestico mientras que en la


categoría de los segundos podrían entra los arbitrajes de inversión, los testamentarios,
los de consumo, los laborales, los de marcas y patentes, etc.

- Arbitraje internacional y arbitraje interno:

Cuya diferenciación es clara. Así en principio será nacional, pero será internacional, en
tanto y en cuanto:

• En el momento de la celebración del convenio, las partes tengan domicilio en


Estados diferentes.

• El lugar del arbitraje, el lugar de cumplimiento de una parte sustancial de las


obligaciones de la relación jurídica de la que dimane la controversia o el lugar con el
que esta tenga una relación más estrecha, este fuera del Estado en que las partes
tengan sus domicilios.

• La relación jurídica de la que derive la controversia afecte a intereses del comercio


internacional. En caso contrario, es arbitraje interno.

Ventajas

Entre las principales ventajas asociadas al arbitraje internacional como mecanismo


para la resolución de conflictos comerciales, y en contraposición con los Tribunales de
Justicia ordinarios, conviene destacar las siguientes:

1. Simplicidad del procedimiento de resolución de disputas.


2. Rapidez (en general se requiere menos tiempo que en los procesos judiciales).
3. Flexibilidad. Las partes tienen el derecho de elegir entre un árbitro único o un
tribunal arbitral compuesto por varios árbitros, en función de la complejidad de
la controversia. Además, los árbitros cuentan con mayor libertad en la
aplicación de las normas jurídicas que los jueces.
4. Neutralidad. El Tribunal arbitral ha de constituir una posición neutral para la
resolución de las controversias, estando desvinculado de los órganos judiciales
de los países de los que son naturales las partes involucradas.
5. Calidad técnica elevada, ante la posibilidad de nombramiento de árbitros
especialistas en la materia objeto de la disputa (ej: construcción, seguros,
energía, etc. Además, los árbitros suelen tener una mayor disponibilidad de
tiempo para estudiar el caso objeto de litigio, lo que podrá redundar en una
mayor eficacia, así como robustez y respaldo argumental del laudo.
6. Confidencialidad. Las partes pueden optar por la absoluta confidencialidad de
todo el proceso arbitral (frente al principio general de publicidad de los
procesos judiciales).
7. Coste predeterminado, conocido desde el inicio del proceso.

A pesar de las citadas ventajas y el extenso respaldo de convenios que dan soporte a
la ejecución forzosa de los laudos, la realidad y la práctica empresarial ponen de
manifiesto que la existencia de limitaciones en la designación de los árbitros por
motivos de incompatibilidad, así como las dificultades derivadas de la ejecución del
laudo en ciertos países.

Con todo, el arbitraje internacional se ha consolidado como un mecanismo de


resolución extrajudicial de controversias en las operaciones de comercio exterior.

Parámetros para el arbitraje que fortalecen y legitiman este procedimiento

El arbitraje puede ser aplicado principalmente de dos formas, uno en base a la ley
aplicable que ambas partes deben escoger, es decir, hay un principio legal de fondo,
puede referirse por ejemplo a las leyes arbitrales de un país o a los de una
convención. Mientras que la otra forma se basa en principios de equidad que permiten
que el árbitro resuelva el conflicto en base a principios de justicia y equidad de las
partes, es decir que el árbitro asume el papel de “amigable componedor” y actuará
según principios universales del derecho.

Por otro lado, están los árbitros que comprenden un procedimiento institucional, es
decir que ya poseen estatutos internos que regirán el proceso en su totalidad. Las
cámaras de comercio suelen ser un ejemplo de este tipo de árbitros. En contraparte
están los árbitros independientes que no tienen un procedimiento interno, es decir que
las partes podrán determinar la normativa aplicable para el proceso arbitral.

Tener estos parámetros establecidos permite que el arbitraje sea fundamentado y esté
claro para las partes que este procedimiento puede ser aplicado de manera efectiva.
Cabe destacar que, si bien estos parámetros fortalecen la independencia del arbitraje
sobre cualquier sistema judicial en específico, también se requiere de la
complementación con la vía judicial ordinaria para llevar a cabo la ejecución de laudos,
ya que se requiere de la coordinación estatal para hacer cumplir la sentencia.

CONCLUSION. –

El arbitraje ha servido desde sus orígenes como una vía judicial alternativa a la
jurisdicción ordinaria. A partir de la segunda década del siglo XX, en donde se
acuerdan los convenios arbitrales más importantes para este proceso, el arbitraje se
consolida como la vía alterna a la jurisdicción ordinaria más efectiva porque suele ser
más rápida, económica, imparcial, especializada y flexible, ya que permite a las partes
determinar aspectos específicos como la normativa y el plazo del procedimiento.

Asimismo, el arbitraje ha contribuido a la formación de una instancia judicial que


garantiza de manera justa los derechos privados o estatales cuando se llevan a cabo
procesos de nacionalización o expropiación.

El arbitraje como procedimiento está bien fundamentado en convenciones y acuerdos


a los que la mayoría de los países están adscritos, permitiendo que instituciones
dedicadas al arbitraje creen estatutos internos que generen laudos vinculantes y
coherentes con el derecho de cada país.

En conclusión, el arbitraje es la vía alternativa de resolución de conflictos más


conocida y efectiva en el medio, representa un procedimiento aplicable nacional e
internacionalmente que da seguridad jurídica tanto a privados como a estados. De
esta manera el arbitraje contribuye a la relación y vinculación jurídica de lazos
comerciales e institucionales en una era en donde tanto empresas como estados se
están interconectando vertiginosamente.
BIBLIOGRAFIA. -

ACERIS, L. (2017) Convenios de arbitraje internacional.

BARRIENTOS, P. (2016) arbitraje Comercial Internacional.

BBVA. El arbitraje internacional: características de funcionamiento y ventajas.

BELZUZ C. (2020) Ventajas y desventajas del procedimiento de arbitraje internacional.

LATHAM WATKINS Guía del Arbitraje Internacional.

RAPALLINI, L Arbitraje Internacional y toma de medidas Cautelares.

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