Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
particularmente en los países de Occidente, se ventilan a plena luz del día sin temor
a falsos pudores y vergüenzas que tanto mal causaron preteridamente a la
Humanidad, de manera especial a la juventud, siempre ávida de saber y condenada
a todos los errores y tropiezos por culpa del silencio mantenido acerca de tales
temas.
Tiempos de oscuridad
Después de los esplendores y miserias de culturas como la babilónica (donde todas
las mujeres debían entregarse una vez al año al mejor postor, en las gradas de los
templos), hasta la época de griegos y romanos, con sus peculiares ideas sobre el
amor y el sexo, preciso es remontarse a los oscuros años de la Edad Media, cuando
la vida sexual, debido a las enseñanzas cristianas, era algo vergonzoso,
inconfesable, una verdadera necesidad fisiológica que debía ocultarse e incluso
negarse.
Y sin embargo, el cristianismo y sus jerarquías defendían acérrimamente el
matrimonio, pero desprovisto de toda idea impura, fin único de la procreación, sin
el menor pensamiento libidinoso.
De todos modos, sucedió algo con lo que no contaban los moralistas cristianos: la
mujer fue fiel a la moral cristiana con su cuerpo, pero no con el espíritu. Es decir,
las mujeres se casaban y compartían el lecho conyugal con el marido... pero en
secreto, amaban a otro hombre, al de sus sueños, al que entregaban todo su amor...
y de este modo, eran infieles al esposo con el espíritu, no con la carne.
Naturalmente, las Cruzadas, con sus aguerridos caballeros, sus aventuras, sus
heroísmos, fue terreno propicio a tales amores espirituales.
Fue asimismo entonces cuando, temerosos los guerreros de que sus esposas no
fuesen todo lo fieles que era deseable, inventaron los temibles cinturones de
castidad, aunque se sabe que en más de una ocasión, las mujeres supieron burlarse
de tal medida.
El Renacimiento
Con el Renacimiento cambiaron bastante las cosas relacionadas con el sexo y el
amor. Tras el oscurantismo anterior, las mentes se abrieron más a la cultura, a las
ciencias y a la sexualidad. Los poetas como Dante y Petrarca cantaron a la mujer,
ensalzando el sexo más bien liberal. Abelardo, el célebre amante de Eloísa, declaró
por su parte: "No ha de considerarse pecado ningún placer natural de la carne, ni
señalar como culpa el hecho de que alguien se deleite con el placer allí donde
necesariamente tiene que sentirlo."
Si los escultores griegos y romanos ya se habían complacido esculpiendo estatuas
en las que, sobre todo en las masculinas, se descubrían los atributos sexuales
externos, tampoco en ello anduvieron remisos los pintores y escultores del
Renacimiento, como lo demuestra, entre otras muchas, la imagen del David, salido
de las manos de Miguel Ángel.
Uno de los máximos representantes de esta que podríamos llamar "escuela del
desnudismo" fue el célebre Aretino, una de las figuras más singulares del
Renacimiento.
Poeta de gran talento, jamás desdeñó recurrir al más acendrado erotismo para dar
más fuerza a sus obras. Si bien se le consideraba un hombre honesto, perdió toda
su buena fama al descubrirse, -con motivo de interceder en favor del pintor Giulio
Romano, ante Clemente VIII, así como del grabador Marco Antonio Raimondi,
quienes habían difundido 16 láminas representando a la pareja humana en posturas
fuertemente eróticas-, que el propio Aretino era autor de unos sonetos ilustrativos
de los mencionados grabados, tan eróticos o más todavía que los dibujos. El papa
ordenó que los tres, pintor, grabador y poeta, ingresaran en prisión, perdiendo
Aretino el favor de Clemente VIII.
En España
También en España, país siempre católico por excelencia, estuvo el erotismo en un
auge mayor cada vez, aunque debidamente
disimulado.
Así, por ejemplo, ya dio pruebas de ello el mismo Fernando el Católico, siendo
amante de Germana de Foix, aunque luego, a la muerte de su esposa Isabel, se casó
con aquélla.
Las intrigas palaciegas y entre la clase alta estaban a la orden del día. Lope de Vega
tuvo numerosos amoríos antes de tomar las órdenes eclesiásticas; Calderón de la
Barca, sacerdote toda su vida, tuvo una hija, María la Calderona, que fue amante
del rey Felipe IV. Este mismo monarca protagonizó una aventura, tal vez
legendaria, con una monja del convento de San Plácido de Madrid, aventura que se
frustró por intervención divina, según la leyenda o por intervención de la Superiora
del convento, según otras fuentes más terrenales.
Felipe II, el Prudente, tuvo amores con la hermosa Ana de Éboli, amante a su vez
del secretario del rey, Antonio Pérez, casado con doña Juana de Coello.
La corte de Versalles
En Francia, el erotismo gozó de gran predicamento desde tiempos muy antiguos.
Ya los "troubadours" ensalzaban las gracias y los favores femeninos fuera del
matrimonio, y cuando más alto llegó el nivel lúbrico fue tal vez en los reinados de
Enrique III, rodeado de los famosos "Cuarenta y cinco" "mignons", que estaban al
servicio "completo" del rey, y de Enrique IV, apodado el "Verde-Galán". Este se
casó con Margarita de Valois, conocida como Reina Margot, hija de Catalina de
Mediéis, que a la edad de once años ya tenía dos amantes. A los quince, fue la
amante de sus tres hermanos, hasta que se enamoró del hermoso conde de la Mole
quien, junto con un tal Coconnas, murió ajusticiado en la plaza de la Gréve.
Se decía que Margarita guardaba en una bolsa, bajo su faldellín los "ornamentos"
viriles de sus amantes, muertos por causas diversas.
Después de Luis XIII subió al trono de Francia, Luis XIV, el artífice de Versalles.
Toda la nobleza de aquellos tiempos incluyendo el reinado de Luis XV, acudió a la
más sofisticada coquetería. Perfumes y peluquines estaban de moda, y en muchos
casos fue un honor que la esposa de un noble compartiera la cama con el rey.
Ninón de Lénclos fue en su época la verdadera protagonista del erotismo francés.
Toda su vida estuvo entregada al amor carnal. Entre sus amantes se cuentan:
Gaspar de Coligny, máximo partidario de los protestantes franceses, llamados
"hugonotes"; el escritor La Rochefoucauíd; Sevigné, esposo de la célebre
"Madame de Sevigné"; el duque de Longueville; el marqués de Saint-Evremond,
Rambouillet... Una lista casi interminable.
Luis XIV, pese a su lema "El Estado soy yo", tomó muchas decisiones influido por
las mujeres con las que mantuvo relaciones muy íntimas. Hasta Luis XV, el
erotismo impregnó el ambiente de Versalles, de Francia entera. Las orgías y
bacanales eran moneda corriente en aquella corte, los voluptuosos paseos a la luz
de la luna, los juegos de carácter erótico en el Petit Trianon...
Luis XV tuvo unas amantes que han pasado a la historia por derecho propio:
Madame Pompadour y Madame Du Barry, ésta última casada con un hombre que
se enorgullecía de llevar unos cuernos debidos al monarca.
Con los hombres, la cosa ya no era tan severa. Se toleraba que el varón tuviese
aventuras extraconyugales, lo que solamente podía conseguir con las llamadas
"busconas" o mujeres fáciles. De este modo, la estrecha moral burguesa propiciaba
la prostitución.
El freudismo
En esa época de confusión sexual aparecieron las teorías del psiquiatra vienes
Sigmund Freud. El doctor Freud consideraba que el "instinto sexual es el motor
fundamental de todas las manifestaciones y actividades psíquicas". Llamó "libido"
al poder con que se manifiesta el instinto sexual. La libido tropieza con diversas
dificultades en su desarrollo, estando expuesta a estacionarse, o sea a fijarse en una
tendencia que sólo representa una fase momentánea de su desarrollo (por ejemplo,
la tendencia incestuosa).
Los nuevos hermanos o hermanas son recibidos con desagrado, pero más adelante
se convierten en los del "amor" del hermano o hermana mayores, disconformes de
la "infidelidad" o indiferencia del padre o la madre. Este "complejo de Edipo" que
Freud estudió en profundidad, lleva a la conclusión de que el incesto no debe
inspirar en ningún caso indignación ni horror, sino que es ingénito a la naturaleza
física y psíquica del hombre y hasta de los animales.
Spiessismo
Mientras Sigmund Freud se ocupaba de los problemas psíquicos a través de la
sexualidad, Camilo Spiess, sabio ginebrino, (discípulo de Niesztche y Gobineau),
se esforzaba por "sublimizar" la misma sexualidad.
En el ser del tercer sexo residen todas las perfecciones pasadas y futuras, pero
asimismo todas las imperfecciones, todas las inversiones y perversiones del
instinto sexual del marido, la mujer y el hijo, al que Spiess le concede un amor
"más allá del sexo", siendo el "genio" a través del cual es amada toda la
Humanidad. Esta idea explica por qué los sabios de Grecia se sintieron atraídos por
los adolescentes o efebos, por los impúberes, aunque Spiess no aportó prueba
alguna de que Sócrates y otros filósofos tuvieran con sus discípulos relaciones más
que puramente espirituales. La espiritualización del apetito sexual fue expuesta por
Spiess en una serie abundante de obras, pero con una terminología ciertamente
intrincada y difícil para el público en general.
Esta enfermedad que, como veremos no es tal, es hoy día el gran problema con el
que se enfrentan cuantos están relacionados con la Sanidad en general, en el
mundo entero: médicos, investigadores, fisioterapeutas, virólogos...
Por su gran desarrollo entre el género humano y por las dificultades que ofrece su
extinción, el Sida ocupa siempre un lugar destacado en todo cuanto se refiere a la
sexualidad y el erotismo.
El Sida
El término Sida está formado por las siglas del "Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida". Con el vocablo "síndrome", en el vocabulario médico significa una
serie de alteraciones diversas que combinadas definen clínicamente una dolencia o
un estado patológico determinado.
Finalmente, hubo otro grupo cuyo nexo común era ser de origen haitiano. Por
tanto, se intentó averiguar por qué esa enfermedad afectaba principalmente, al
parecer, a homosexuales, heroinómanos, hemofílicos y haitianos, y de ahí nació la
apelación de las "4 H", aplicada al síndrome en cuestión.
Haitianos: El grupo de los haitianos fue únicamente un caso anecdótico, del que
ya no queda la menor memoria.
La promiscuidad heterosexual
Está ampliamente demostrado que el Sida puede contraerse asimismo en los
contactos heterosexuales, siendo por tanto muy posible el contagio de hombre a
mujer y viceversa.
Es por todo esto, que en los asuntos sexuales, lo ideal es compartir el innegable
placer sexual con un solo compañero, formando por consiguiente una pareja, sin
intromisiones ajenas siempre peligrosas. Un
hombre y una mujer limpios del Sida jamás habrán de temer ningún contagio si se
limitan a gozar del sexo solamente entre sí.
Los ácidos nucleicos tienen información genética del germen, lo que posibilita su
multiplicación formando nuevas estructuras similares. Pero lo más característico de
un virus es que no dispone de ninguna otra estructura biológica por no tener
metabolismo propio ni pueden desarrollarse ni multiplicarse por su propia cuenta.
Ciertamente, resulta difícil poder considerarlos organismos vivos.
Cuando la célula invadida está repleta de nuevos virus, se destruye y salen los
gérmenes, que atacan al instante al organismo.
Es así cómo los virus originan las enfermedades. Los diferentes virus tienen
afinidades para diversos órganos o sistemas orgánicos.
La afinidad de un virus por un tipo de célula depende de la conformación de la
cubierta exterior, que le permite unirse a la cubierta de la célula, de la misma
manera que se unen la llave y la cerradura al encajar.
El sistema inmunológico es uno de los más complicados del organismo, pero del
que, por este motivo, todavía falta mucho por conocer, a pesar de que en los
últimos tiempos las investigaciones hayan suministrado gran cantidad de datos que
han permitido saber cómo está constituido y cuáles son sus mecanismos de
funcionamiento.
Supongamos que esos gérmenes logran cruzar la primera barrera, en cuyo caso
tendrán que enfrentarse a los glóbulos blancos, denominados en su conjunto
"leucocitos", en oposición a los glóbulos rojos; todos estos glóbulos y las llamadas
plaquetas componen el Fluido llamado "sangre".
Si los fagocitos son derrotados se presentan los macrófagos, que antes de morir
pueden devorar unas 100 bacterias. Estos macrófagos están en la sangre y en los
tejidos, particularmente en el linfático, en calidad de filtros, eliminando los
microorganismos de la sangre y la linfa, e ingiriendo los cuerpos extraños.
Existen otros glóbulos blancos, los linfocitos, que también ayudan a la defensa del
cuerpo, el cual cuenta con diez billones de ellos, por término medio. También
nacen en la médula, y su vida es sumamente corta, pues mueren al cabo de unas
semanas o días, si no se presenta el antígeno correspondiente. Un antígeno es la
sustancia que puede estimular el sistema inmunológico.
Por eso no es el virus el que mata a su receptor sino una serie de infecciones y
dolencias de todo tipo, que se van acumulando sobre el organismo, incapaz de
defenderse.
Los síntomas
Entre los síntomas más acusados se hallan la fiebre, con una evolución trimensual,
una intensa fatiga corporal, afasia del habla, pérdida de memoria, dificultades
motoras, jaqueca, neuralgias y diarreas muy violentas que acarrean una
espectacular pérdida de peso.
Sin embargo, en los primeros meses de 1997 parece haberse conseguido unos
resultados espectaculares y esperanzadores en el campo de la atención a los
enfermos de Sida, gracias a la medicación con la alternancia de fármacos que
detienen el progreso del virus, como el muy conocido y experimentado AZT o el
3TC, descubierto por Marck A. Wainberg. En efecto, los últimos tratamientos
llevados a cabo desde un par de años atrás de esa fecha fueron, según palabras de
un investigador, totalmente eficaces en un 80 por ciento.
Lo cierto es que la cantidad de VIH en la sangre se ha reducido de forma
considerable, a niveles casi indetectables, habiendo pasado ya de un millón de
virus por mililitro de sangre, aproximadamente, a menos de doscientos, al tiempo
que el sistema inmunológico de los pacientes presenta claros síntomas de
recuperación.
Además, los efectos secundarios de los nuevos tratamientos son escasos, al revés
de lo que ocurre muchas veces con la quimioterapia empleada en los operados de
cáncer. Por otra parte, el problema crucial no es el de los fármacos en sí sino el
incumplimiento del tratamiento seguido por algunos pacientes. Lo peor es que el
VIH es resistente a alguno de dichos fármacos, por lo que a veces es preciso
sustituir unos de ellos por otros para
desactivar de nuevo al temible virus.
Es por eso que el enfermo de Sida debe estar convencido de la bondad del
tratamiento, antes de iniciarlo, convencido, por consiguiente, de que la vida le
aguarda al final del duro camino.
Continúa y continuará el combate contra esa enfermedad que está segando millares
de vidas en todo el planeta, y es por eso, por la dedicación sin límites que los
investigadores ponen en su búsqueda del remedio necesario para eliminar el
peligro que representa el virus del Sida que no se debe perder la esperanza de que
llegará un día en que esta enfermedad, sea ya tan sólo un amargo recuerdo en la
memoria de la Humanidad.
Consejos finales
Para prevenir el contagio del Sida es preciso: Evitar la promiscuidad, tanto
heterosexual como homosexual.
Decir NO a la drogadicción.
individuo, varón o hembra. Son varios los ingredientes que constituyen el «sex
appeal»: una perfecta constitución física, simpatía, la tonalidad de la voz, el modo
de moverse, el gesto, incluso el color del pelo y el olor del cuerpo... El «sex
appeal» está íntimamente relacionado con la personalidad del individuo y no sólo
se refiere a cualidades físicas, sino también de índole psíquica y aun espiritual. De
ahí que resulta inexacto afirmar que sólo las personas bellas físicamente tienen
«sex appeal». Pueden tenerlo igualmente, y en un grado de
considerable intensidad, individuos no bellos en el físico, e incluso feos. Un
elemento característico y determinante del «sex appeal» es la vitalidad. Los
individuos de mucha vitalidad suelen tener un acusado atractivo sexual. Otro
elemento importante del «sex appeal» es la inteligencia. Muy pocas veces deja de
ejercer atractivo sexual una persona inteligente, siempre que su apariencia sea sana
y no tenga un cuerpo contrahecho.
Conviene no olvidar que el «sex appeal» es una característica perenne. La gente
suele creer que el «sex appeal» sólo tiene realmente influjo pasajero y no subsiste
más que al tiempo que dure un flirt o un encaprichamiento. Craso error. El «sex
appeal» es una constante y el atractivo sexual se mantendrá vigente hacia aquellas
personas determinadas sobre las que ejercen influjo erótico unas determinadas
características.
Sobre todo cuando las relaciones sexuales entre un hombre y una mujer se
mantienen durante un periodo de tiempo largo, es necesario que ambos
protagonistas mantengan muy alerta su imaginación erótica a fin de que su
atractivo sexual no mengüe con los reiterados acoplamientos. Si falla la ilusión, el
placer sexual es mucho menos intenso. Y la ilusión fallará indefectiblemente si el
compañero sexual no procura mantenerla viva con todos los recursos imaginativos
a su alcance.
EL VERDADERO AMOR
Cuando una pareja se compenetra sexualmente y procura conservar la ilusión, el
amor que nace entre ellos constituye una fuerza que lo perpetua, tras sucesivas
evoluciones, a lo largo de toda una vida compartida. Este amor que llamaremos
verdadero, por diferenciarlo del que se reduce a pasión impulsada por el deseo,
enriquece todas las facetas vitales de la pareja, tanto las de índole erótica, como las
psíquicas, las intelectuales, las artísticas o las morales.
LA OPINIÓN DE SADE
Naturalmente, para el marqués de Sade el amor era algo muy distinto. El divino
marqués dice en La filosofía del tocador por boca de uno de sus personajes de
ficción -en el que no es difícil detectar la personalidad del propio Sade-,
dirigiéndose a una mujer: «¿Me dirás, por ejemplo, que la necesidad de casarme,
para tener descendientes o para hacer fortuna, debe establecer lazos indisolubles o
sagrados con el objeto al que me uno? ¿No sería absurdo sostener tal cosa? Te lo
pregunto... Mientras dura el acto del coito puedo, sin duda, tener necesidad de
dicho objeto para participar en él; pero apenas satisfecho, dime por favor, ¿qué
queda entre el sujeto y yo? ¿Qué obligación real podrá encadenar a cualquiera de
los dos a los resultados del coito? Estos últimos lazos son frutos del terror que
experimentan los padres de ser abandonados en su vejez, y los cuidados
interesados que nos prodigan durante la infancia son tan sólo para merecer más
tarde las mismas atenciones durante sus últimos años...» Obsérvese la afinada
depravación que emana del párrafo precedente característica de toda la filosofía,
que se desprende de la desviación sexual conocida por sadismo (que más adelante
analizaremos concretamente). Continuemos ahora con el texto de Sade: «¡Oh,
mujeres voluptuosas, entregadnos vuestros cuerpos tanto como podáis! ...
¡Divertios; es lo esencial! ...Pero huid cuidadosamente del amor. Lo único bueno es
su físico, decía el naturalista Buffon, y no era éste el único punto en que razonaba
como buen filósofo. Lo repito: divertios, pero no améis. Las mujeres no han sido
hechas para un solo hombre, la naturaleza las creó para todos. Escuchando tan sólo
esa voz sagrada, que se entreguen indiferentemente a quienes las solicitan. Siempre
prostitutas, siempre amantes, huyendo del amor y adorando el placer, no
encontrarán más que rosas en la carrera de la vida y nos prodigarán únicamente
flores...»
EL SADISMO
La psicología libertina del marqués de Sade -escritor de indudable talento- dio
nombre a una de las desviaciones sexuales más conocidas y vituperadas: el
sadismo. Naturalmente, el sadismo existía ya antes de Sade. Pero fue la obra
literaria del marqués, en la que hace gala de una exacerbada y retorcida
imaginación erótica, la que lo tipificó. El sadismo no es otra cosa que la
exacerbación del placer sexual por medio de la crueldad ejercida por una persona
sobre otra. Sade afirmaba que «el acto de gozar es una pasión que subordina todas
las otras» reuniéndolas al mismo tiempo. Según el marqués, al hombre le asiste el
derecho de dar rienda suelta a todos sus impulsos, incluidos los sexuales, como es
lógico, aun cuando estos aparezcan morbosamente deformados.
El sadismo es una vertiente de la sexualidad mucho más difundida de lo que a
simple vista parece. Introduce en la «guerra de los sexos» una violencia ajena al
verdadero sentido de la sexualidad. Por otra parte, el sadismo aparece
frecuentemente estrechamente vinculado a otra desviación sexual, de índole
inversa y complementaria dentro de su común perversidad: el masoquismo.
La conjunción de las dos desviaciones constituye lo que se llama sadomasoquismo.
EL MASOQUISMO
La denominación proviene de otro escritor: Sacher Masoch. Era autor de varias
novelas, de calidad literaria muy inferior a las escritas por Sade. La acción en las
novelas de Masoch estaba plagada de humillaciones sexuales
En realidad, a veces las uniones conyugales de los gays no suelen ser de larga
duración pero ¿acaso se diferencian mucho de los matrimonios hetero- sexuales
modernos, que a veces terminan muy pronto con el divorcio, poniendo como causa
casi siempre los «malos tratos» por parte de uno de los esposos, cuando el
verdadero motivo es el «aburrimiento»? Por consiguiente, y siempre en términos
racionales, si existe un auténtico amor, poco ha de importar que la unión tenga
lugar entre parejas heterosexuales o entre parejas de carácter gay.
LA PERMISIVIDAD
Si hasta no hace mucho tiempo, todo lo relacionado con la Sexualidad en general
era motivo de escándalo e hipocresía, hablándose de ello en susurros y rubor en las
mejillas, hoy día, afortunadamente por todos los conceptos, el tono ha cambiado y
en el mundo entero existe una permisividad sobre el tema, mayor o menor según el
país o región de que se trate, pero siempre detectándose una mayor libertad
expresiva al respecto. Esta permisividad permite que, de manera particular en
Occidente, proliferen toda clase de lo que podrían llamarse «ayudas» a la
consumación del acto sexual o a dar escape a la libido humana reprimida, al menos
hasta cierto punto, en tiempos pasados.
Estas ayudas adoptan muchas formas y métodos. Y entre ellos, deben citarse, por
ejemplo, las sex-shops, tiendas dirigidas a la sexualidad en general, donde «los
adultos» pueden adquirir diversos artilugios que ayudan a satisfacer la
voluptuosidad del cliente, disponiendo asimismo de cabinas individuales donde
poder admirar películas de carácter pornográfico. Entre estos establecimientos los
hay dedicados exclusivamente al mundo gay, otros al sadomasoquismo, y en
algunos, llamados «peep-show», es posible asistir a espectáculos de desnudismo y
strip-tease, aunque en general nunca se abuse excesivamente de esa
«permisividad» existente en tales locales.
Abundan asimismo las publicaciones tanto heterosexuales como homo sexuales,
figurando en primer lugar MAURICIO, novela inglesa de finales del siglo XIX,
prohibida hasta no hace mucho, y llevado con gran éxito a la pantalla.
Otras publicaciones como MENTA CON LIMÓN, VIVIR CON UN GAY, SAUNA
perfumes y otras sustancias afrodisíacas, muñecas y muñecos hinchables, lencería
voluptuosa, anillos, vibradores, consoladores de todas las medidas imaginables...
En algunas ciudades de varios países funcionan ya restaurantes y establecimientos
especializados en la oferta de productos afrodisíacos, y también platos y alimentos
que recuerda más o menos los órganos genitales femeninos y masculinos. En
ciertos locales se puede practicar el llamado «swinging» o cambio de pareja, lo que
permite a veces descubrir nuevos horizontes sexuales, según afirman quienes lo
practican. Tanto en teatro como en cine, la permisividad ha alcanzado en los
últimos tiempos cotas muy altas. Y así, en cine ha sido posible visionar
abiertamente (y no en los llamados «cines X»), películas de carácter gay, como LA
JAULA DE LAS LOCAS 1,2 y 3, en las que a la gracia y frescor del argumento se
une la genial (sic) interpretación de Michael Serrault y el desaparecido Ugo
Tognazzi. Otros títulos de éxito y que demuestran el cambio en la opinión pública,
son FILADELFIA (sobre los gays y el sida), MAS QUE DOS COLEGAS,
MAURICIO (según la novela homónima), la cubana FRESA Y CHOCOLATE, que
ha dotado de una nueva imagen al régimen de tan hermosa isla; A BEAUTIFUL
THING, según la comedia inglesa del mismo título, casi un canto al amor gay y
lesbiano, LA HERMOSA LAVANDERÍA, e incluso hay toques homosexuales en
EL SILENCIO DE LOS CORDEROS. En teatro fue un indiscutible éxito la obra
EQUUS así como LOS CHICOS DE LA BANDA y naturalmente la original
CAGE AUX FOLLES (que dio origen a la mencionada JAULA DE LAS LOCAS
1).
Asimismo, la televisión, en diversos países, y siempre en horas cuyo visionado no
pueda impactar en las mentes de los menores de edad, ofrecen programas y cintas
de carácter francamente sexual, en realidad pornográfico, pertenecientes a todas las
tendencias.
En el mundo del espectáculo, más allá del círculo reducido del «pomo», están
proliferando los shows de fuerte carga erótica como los strip-tease masculinos
donde concurren las asistentes a las despedidas de solteras en forma masiva.
Por consiguiente, cabe afirmar que nuestro mundo está entrando, con ese cambio
de moralidad y de tono más permisivo, más abierto, menos represivo, menos
tradicional, en una época de auténtico progreso respecto a todo lo que atañe a la
sexualidad.
Ciertamente, a ello ha contribuido la corriente turística de estos años, con el
intercambio de ideas y costumbres que siempre trae consigo esta clase de tráfico
cultural, moral y mental.
La frigidez sexual de la mujer puede ser, pues, ateniéndonos a las reglas del cuadro
anterior, total o parcial. También puede ser frigidez aguda o crónica. Por su origen
cabe dividir la frigidez femenina en dos grandes grupos:
a)-Frigidez congénita.
b)-Frigidez adquirida.
Son pocos los casos de frigidez congénita, producida por mala conformación del
aparato genital femenino. En estos casos, resulta imprescindible acudir al
facultativo a fin de que estudie la posibilidad de corregir la malformación, cosa que
a veces se consigue con una sencilla operación quirúrgica.
A veces, la frigidez femenina obedece a causas más complejas, de índole
psicológico y espiritual. Estas causas pueden resumirse del modo siguiente:
a)-Miedo a que no se consiga tener el hijo que se desea fervientemente. La mujer,
en su excitación psíquica, malogra el acto sexual por puro nerviosismo.
b)-Caso contrario: miedo a quedar embarazada si realiza plenamente el acto sexual.
c)-Duda de poder llegar a tiempo de obtener el orgasmo antes de que se produzca
el del varón.
ch)-Fragilidad de los genitales. La frigidez se produce por el miedo que la mujer
siente a realizar el acto sexual, casi siempre como consecuencia del dolor que
experimentó con el primer coito.
MATRIMONIOS LESBIANOS
Es posible que no haya entre las mujeres tantos casos de casamiento (nos
referimos, claro está-a los países más permisivos) como entre los hombres, aunque
en ambos casos sea casi preferible hablar de «uniones estables», pero el hecho está
ahí: dos mujeres pueden hacer, y en realidad hacen, vida en común con más
facilidad de dos hombres, y practican la sexualidad de manera acorde con sus
órganos genitales externos.
En realidad, según afirman muchas mujeres lesbianas, su mayor placer reside en
hacer el amor, abrazarse y, sobre todo, conversar, hablar mucho acerca de todas las
cuestiones que, por su inclinación lesbiana, les resultan gratas e interesantes.
Las relaciones entre mujeres son más individualistas que entre un hombre y una
mujer; por otro lado, no existe el temor de que el placer termine, pues el orgasmo
de una de las participantes en el banquete sexual no es en manera alguna el «final»
del acto.
La mujer es normalmente más imaginativa que el varón, por lo que las sesiones
amatorias pueden ser verdaderos manantiales de goce y placer satisfecho
mutuamente, entre caricias, besos y roces íntimos.
Si además de lo dicho, las dos mujeres que integran la pareja, ponen a contribución
sus dotes innatas a su sexo: orden en el hogar, aficiones culinarias, etc., es fácil
comprender que ese tipo de «matrimonios» pueda tener una larga duración y ser
altamente satisfactorio para ambas «cónyuges».
LA PROSTITUCIÓN LESBIANA
Se trata de un aspecto no sólo poco conocido del lesbianismo, sino que
posiblemente causará en muchos un movimiento de escepticismo ante la
posibilidad de su existencia. Y, sin embargo, la prostitución dentro del lesbianismo
es un hecho y está relativamente difundida. Marise Querlin cuenta cómo presenció
un claro caso de prostitución lesbiana. Acompañada por un amigo abogado entró
en una casa de prostitutas lesbianas, situada en una calle de Passy, «una villa
particular sólida, de clase media, como son todas en este distrito.
«Llamamos a la puerta, y un cancerbero con faldas abrió la mirilla y pidió la
contraseña. Mi compañero sabía la palabra y nos permitieron pasar.
esta casa tan elegante como pupila antes de enviarla al dentista: tenía el cuerpo
de una Diana, realzado por un vestido de hermoso corte. «La tercera muchacha me
interesó. Era muy joven, sin duda una menor, con cabellos rojos, rizados y
llameantes, una cara bella y encantadora con ojos patéticamente grandes. Sin
embargo tenía los tobillos de una rústica. «No tuve tiempo de examinar a las otras
dos, que desaparecieron a una señal misteriosa. Entendí que un caballero (o una
dama, o una pareja) que, como nosotros, había pasado un corto tiempo en el bar,
las eligió para que le fueran enviadas a la planta alta.
«La anfitriona, impaciente, pero cortés, demasiado cortés para ser sincera, habló de
la lluvia y del tiempo magnífico (esa noche estaba lloviendo), y nos preguntó sin
rodeos cuál de las damas nos agradaba. Respondí con ingenuidad:
«-Me gustan las tres.
«-¡Oh, oh! -contestó la dama-. ¿Sabe el precio?
«Tuve que negarlo. Mi amigo me miró furtivamente, preguntándose qué intentaba,
temeroso tal vez de que mis fantasías fueran demasiado onerosas, pues incluso en
«Lesbos» un caballero no permitía que pagara una mujer.
«Se estremeció cuando la anfitriona continuó:
«-Cada mujer cuesta 2.000 nuevos francos... y la champaña es aparte. «Inquirí
imperturbable:
«-¿No hay un precio especial para mí?
«Me miró de pronto, alarmada. Debían de haber pasado por sus manos psicópatas,
pervertidos, fisgones, sádicos, fetichistas y tímidos de todas, clases (hombres y
mujeres). Pero una mujer acompañada de su abogado, que deseaba tres mujeres al
mismo tiempo, le parecía exceder todos los límites. ¡Dos podrían haber estado
bien, pero tres, como hubieran dicho mis chinos!
«-Si tarda mucho, no tendré a una sola aquí abajo -replicó evasiva-.
«-¿Está esperando compañía?
«-Esta es la hora en que vienen de ordinario los clientes. Pero nunca nos avisan.
EL MISTERIO DE AFRODITA
El hermafroditismo está íntimamente emparentado con el homosexualismo. Hay
hermafroditas que viven como mujeres o y otros como hombres. Los primeros se
sienten atraídos por los hombres y los segundos, por las mujeres. Hay que
distinguir entre el verdadero hermafroditismo y el falso.
HERMAFRODITISMO VERDADERO
Se presenta cuando en una persona subyacen, conjuntamente, predisposiciones
genitales masculinas y femeninas. Este tipo de hermafroditismo es muy poco
frecuente.
FALSO HERMAFRODITISMO
Presenta dos variedades:
1.° Varones que tienen los órganos sexuales externos de una mujer.
2.° Mujeres que presentan órganos sexuales externos de un hombre.
El primer caso es mucho más frecuente que el segundo.
INTERSEXO FEMENINO
Se origina cuando un embrión con características femeninas, mediante el proceso
hormonal, se toma de tendencia masculina. Hay que tener en cuenta, a la hora de
interpretar este fenómeno, que en ningún individuo se dan integralmente unas
características masculinas o femeninas puras. Unas y otras
conviven en hombres y mujeres en diversos porcentajes.
¿Quién no ha asistido a un Carnaval? ¿O lo ha visionado en el cine o en la
televisión? Todo el mundo, en tales ocasiones, puede ver que la mayoría de
disfraces femeninos los lucen los hombres (y no precisamente los homosexuales) y
las mujeres visten prendas masculinas (aunque en menor cantidad que los
hombres).
Por otra parte, la ciencia moderna nos dice que tanto en el hombre como en la
mujer hay hormonas masculinas y femeninas, y que de la cantidad de unas en
relación con las otras se definen las inclinaciones sexuales del ser. Por
consiguiente, no es de extrañar que, aunque sea en mínimo número, haya
individuos, tanto de un sexo como de otro, que guste de vestir ropas del sexo
contrario, a lo cual llamamos travestismo.
En el mundo del espectáculo siempre han habido, y hay, artistas dedicados al
travestismo, bailando y cantando con, a veces, más garbo y gracia que una mujer.
Es el travestismo, en fin, lo que lleva al cambio de sexo, según se practica hoy día,
cambio aceptado ya por la sociedad, lo que es tanto como decir que el
«travestismo» está aceptado sin el menor rechazo por parte de nadie.
MOJIGATERÍA
Se trata del vicio contrario a la impudicia. Viene a ser un pudor exagerado y
antinatural. La persona mojigata se escandaliza por cualquier referencia, por
inocua que sea, hecha al sexo o a las relaciones entre hombre y mujer. Rechaza
como pecaminosa toda tendencia a superar los tabús sexuales. La mojigatería es un
vicio más difundido entre las mujeres que entre los hombres. Generalmente,
obedece a una falta de formación no sólo sexual, sino también histórico-cultural.
Por ejemplo, hace unos años, la prensa español publicó una noticia fechada en
Cáceres por la Agencia Cifra reveladora de la mojigatería que todavía existe en
ciertas capas poco evolucionadas de la sociedad española, y que en estos tiempos,
que tienden a la liberación del sexo, resulta francamente sorprendente. He aquí la
noticia:
«Cáceres, 3 (febrero de 1975).-Un guardia municipal ordenó a la empleada de una
librería cacereña a retirar del escaparate del local una reproducción de la maja de
Goya que el funcionario consideraba pornográfica.
«Aproximadamente a la una de la tarde del sábado pasado, un guardia de la policía
municipal irrumpió en una librería de esta capital y conminó a la señorita Charo
Figueroa para que retirara una reproducción de 'La maja desnuda', de Francisco de
Goya, expuesta en el escaparate del establecimiento. «Inmediatamente y ante las
amenazas del guardia, la señorita optó por re tirar el cuadro, así como una
litografía de Fireglow, titulada'La niña de fuego'. Mientras tanto, el funcionario
calificaba repetidamente de indecencia y pornografía el retrato de la maja goyesca.
CLASES DE ONANISMO
En esta práctica pueden establecerse tres categorías en función de la edad que tiene
el onanista:
1.° Masturbación infantil
2.° Masturbación del adolescente
3.° Masturbación del adulto.
En nuestros días, tanto la ciencia médica como la gente de la calle consideran la
masturbación, a todas las edades, como «vía de escape de la libido contenida en el
organismo humano y particularmente en los órganos sexuales».
Y esto tanto vale para el hombre como para la mujer, siendo una práctica que no se
aprende pues es innata en el ser humano.
Por eso, cabe afirmar que quien se masturba no es en modo alguno un bseso exual,
como se creía antes, puesto que en realidad necesita estar en ontacto mental e
imaginativo en otra persona para llegar al orgasmo.
EL IPSISMO
Se trata de la práctica de sustituir la realización plena del acto sexual por medio de
una actividad similar que, al no existir la ocasión propicia para que individuos
cretinos o tarados mentalmente, sino de seres humanos imposibilitados de
desahogar su natural afán con su semejante, por lo que necesitan recurrir a la ayuda
de un animal.
En estos casos, el mal llamado «bestialismo» desaparece cuando el practicante
puede dirigir sus ansias a otro ser humano.
EL EXHIBICIONISMO
Es una desviación sexual que impulsa al individuo a mostrar sus partes genitales a
personas del sexo contrario. Los exhibicionistas se recluían mayoritariamente entre
personas alcohólicas o de avanzada edad. Es más frecuente entre hombres que
entre mujeres.
No deja de ser frecuente que el exhibicionismo vaya estrechamente relacionado
con el homosexualismo, de modo especial por el de carácter masculino.
EL FETICHISMO
Anomalía sexual que se caracteriza por el fenómeno de que la persona afectada
sólo obtiene placer sexual con la presencia de determinados objetos inanimados.
Estos objetos excitan la libido del individuo en cuestión.
EL BESO FRANCÉS
Naturalmente es el beso más popular y eficaz eróticamente considerado. Se trata,
sencillamente, de un beso que hombre y mujer se dan con la boca abierta,
introduciendo ella su lengua en la boca de él y éste la suya, en la de su compañera.
Las dos lenguas se acarician y la excitación erótica que se produce en la pareja es
de considerable intensidad.
EL ABRAZO
El beso, tanto que sea el «francés» como el clásico, el que ambos amantes se dan
con la boca cerrada, acariciándose mutuamente tan sólo los labios, ha de ir
acompañado del abrazo. Por medio del abrazo y del beso, el hombre puede
constatar perfectamente, si es mínimamente hábil eróticamente hablando, cuál es el
tipo de sensibilidad de su compañera. Hay mujeres que prefieren ser besadas
arrebatadamente y apretadas hasta casi el ahogo por los brazos masculinos, y otras,
en cambio, que prefieren los besos tiernos y prolongados y los abrazos suaves e
insinuantes.
LOS PECHOS
Según la forma y volumen de los pechos, se puede establecer de un modo
aproximado el carácter sexual de una mujer. Los tipos de pechos femeninos
más usuales son los siguientes:
En forma de disco o de concha.
De forma de manzana o semiesféricos.
En forma de pera o de bola.
Los pechos femeninos son muy importantes en la vida sexual y desempeñan un
papel primordial en el juego erótico. Hoy parece ser que los pechos pequeños
resultan más erotizantes para los jóvenes que los pechos grandes. Pero hubo épocas
en que los pechos voluminosos resultaban un elemento sumamente erotizante.
En general, se trata de un relativo fetichismo masculino, ya que los pechos de una
mujer no deben ser considerados por sí solos, analizados independientemente del
cuerpo, sino en relación con las dimensiones de éste. La mujer pícnica suele tener
pechos de considerable tamaño, en forma de concha o de manzana, y la mujer
leptosomática los presenta, generalmente, en Forma de pera de pc-ra. Hay
mujeres muy desarrolladas corporalmente que tienen pechos poco
desarrollados, y otras mujeres poco desarrolladas que, por el contrario, poseen
senos voluminosos. En vez de resultar desagradables, tales contrastes añaden a la
mujer un doble incentivo erótico si la desproporción entre cuerpo y pechos no
resulta, naturalmente, exagerada y constituye, en realidad, una deformidad.
LA VULVA
Es muy sensible a veces al contacto de la caricia del pene -o en su defecto del
dedo-, pero lo corriente es que no lo sea tanto ni mucho menos, como el clítoris. El
orgasmo es más difícil de lograr acariciando la vulva que el clítoris. Las caricias de
la vulva capaces de producir el orgasmo han de ser siempre rápidas y bruscas. Es,
porlo tanto, mucho más difícil la compenetración erótica por medio de la caricia de
la vulva que la que se obtiene acariciando el clítoris. Hombre y mujer necesitan
actuar a un ritmo muy vivo y constante, y no siempre sincronizan sus movimientos.
LOS LABIOS MENORES
Se trata de una zona particularmente erótica si el contacto se hace con el miembro
viril. También las caricias manuales producen excitación, e incluso puede
obtenerse el orgasmo con ellas, pero, en todo caso, resulta la satisfacción muy
inferior.
No ocurre lo mismo con la mujer. Ella puede admirar con la inteligencia la belleza
masculina en un caso concreto sin que su apetito sexual se despierte en seguida. En
este sentido, el hombre es más materialista y simple que la mujer: le basta con
contemplar la belleza femenina para que se inicie un amago de erotización.
Mientras que las zonas eróticas de la mujer son muchas y de muy diversa
sensibilidad, en el hombre sólo existen dos: el miembro viril y la boca.
Naturalmente, la mujer, cuando acaricia a un hombre, logra en el cuerpo de éste
diversos grados de excitación erótica. Pero se trata de una excitación innecesaria,
adjetiva, en tanto que en la mujer son casi siempre necesarias varios tipos de
caricias en distintas zonas erógenas de su cuerpo para que pueda poder, tras un
incitante juego erótico, suceder a la plena consumación del acto sexual. Nada de
esto es necesario para el hombre.
Al varón le es suficiente ver. Si contempla las zonas erógenas de la mujer;
aunque no lo haga en el cuerpo desnudo, el hombre se siente excitado sexualmente.
A la mujer la simple contemplación del cuerpo del hombre no le es suficiente casi
nunca para llegar a la excitación erótica que precede eficazmente al coito...
Un hombre no tiene más que poner en juego su imaginación erótica para sentirse
excitado sexualmente y en disposición de consumar rápidamente el acto sexual.
Por mucho que una mujer se excite imaginativamente, si no cuenta con la
colaboración activa de un compañero o actúa en su propio cuerpo con
manipulaciones de tipo masturbatorio, no le será posible acceder al estado de
disponibilidad sexual para que el coito pueda consumarse con el logro del
orgasmo.
De ahí que el hombre tenga unas ventajas claras sobre la mujer por lo que respecta
a la realización del acto sexual. Si es joven y sano, y no está sexualmente cansado,
podrá realizar el coito sin mayores dificultades. Claro que, como contrapartida, el
varón tiene, en relación con la hembra, otras desventajas, que no son del caso
analizar aquí.
LA BOCA
La mujer puede intensificar con su boca el grado de excitación sexual que su mera
presencia eroticante produce en el hombre. Las zonas que la mujer puede acariciar
eficazmente en el hombre con su boca son -aparte, naturalmente, de las caricias
propias del llamado «beso francés» hechas con la lengua- el cuello, las tetillas, la
cintura, las ingles, los muslos -por su parte interior- y el pene y los testículos.
Las caricias realizadas con las manos por la mujer se reducen eróticamente a los
genitales. Todas las demás caricias manuales son simple demostración de cariño,
que no excitan sexualmente al varón, aunque no dejan de predisponerle para
efusiones que puede adquirir el talante erótico previo al coito.
AUTOEXCITACIÓN MASCULINA
El varón se excita eróticamente acariciando a la mujer en las zonas erógenas de
ella más, si cabe, que con las caricias que ella pueda prodigarle.
Esto, naturalmente, siempre que se trata de un hombre normal, de salud física y
psíquica probada.
TIEMPO NECESARIO PARA EL COITO
El hombre no necesita generalmente más que un minuto de juego erótico para estar
dispuesto a realizar el acto sexual. Naturalmente, espera mucho más tiempo no
sólo por el placer que le produce el juego de las caricias previas al coito, sino
porque la preparación de la mujer requiere más minutos.
Después del primer coito, el hombre tiene que hacer acopio de voluntad para lograr
la necesaria excitación erótica. Ya no le es suficiente el mero instinto sexual. Ha de
utilizar ahora, en el segundo coito, la imaginación más intensa-mente que lo hiciere
en el primero.
TIEMPO DE REALIZACIÓN DEL SEGUNDO COITO
Como mínimo, hasta haber transcurrido un cuarto de hora desde la realización del
primer coito no es posible acometer el intento del segundo. Por regla general, ha de
transcurrir entre el primero y el segundo una hora de intermedio. El orgasmo no se
obtiene tan rápidamente en el segundo coito como en el primero, pero, a veces, es
más intenso.
POSICIÓN LATERAL
La mujer descansa sobre su costado derecho y el hombre, por el izquierdo. Ella
introduce su pierna derecha entre las del varón y recoge la izquierda, doblando la
rodilla, volcándose ligeramente sobre la cadera de su pareja.
En esta posición el contacto de los dos sexos, el femenino y el masculino, se logra
al máximo y el goce sexual resulta muy intenso cuando se realiza el acto sexual en
esta posición, por cuanto el hombre puede besar a la mujer en los pechos o en la
boca.
Esta posición tiene el inconveniente de que los movimientos no pueden realizarse a
un ritmo rápido.
POSICIÓN POSTERIOR
La mujer se sitúa de espaldas al varón, apoyándose sobre sus codos y abriendo las
piernas, a fin de que su compañero pueda introducir el pene en su vagina. Esta
posición es recomendable cuando el hombre y la mujer tienen voluminosos
abdómenes. Tiene la ventaja de que el hombre tiene libres las manos para poder
acariciar los pechos de su compañera.
POSICIÓN ERGUIDA
Se trata de una postura incómoda y poco recomendable en circunstancias normales
para la pareja. A fin de que el hombre no tenga que doblar sus rodillas y se canse
excesivamente, es recomendable que la mujer se sitúe en un plano algo más
elevado. Todo depende, en la práctica, de la estatura de cada uno de los miembros
de la pareja que realizan el acto sexual en esta postura.
POSICIÓN SEDENTE
Puede utilizarse esta posición bien siendo el hombre el que se siente o bien la
mujer. Es posiblemente más eficaz a la hora de obtener el orgasmo la postura
sedente de la mujer. La mujer se sienta en estos casos sobre un diván o un sofá no
demasiado alto y el hombre se arrodilla ante ella. Mientras la mujer se echa hacia
atrás, inclinará las piernas sobre los hombros de su compañero. En esta postura se
consigue una satisfactoria penetración del miembro viril en la vagina y el hombre
puede además acariciar los senos de la mujer con las manos.
Se trata de una postura en la que no se puede permanecer mucho tiempo, ya que
resulta notoriamente incómoda, más para el hombre que para la mujer.
Nos referiremos primero a las técnicas de que nos habla el famoso libro oriental. A
fin de que puedan ser debidamente interpretadas, es conveniente recordar lo que se
dice en el capítulo titulado La unión sexual del presente libro referente a la
calificación de hombres y mujeres en relación con las dimensiones de sus
respectivos sexos.
«En una Unión Elevada, la Mirigi, o mujer Cierva, debe tenderse de modo que su
yoni quede distendido y ensanchado; mientras que en una Unión Baja, la mujer
Elefante debe colocarse de modo que su enorme cavidad se contraiga. Pero en una
unión igual han de acostarse en la posición natural, y lo mismo reza para la
Vadawa o Yegua. En una Unión Baja, las mujeres deben hacer uso de las drogas
para agudizar su deseo y precipitar el orgasmo.
«Las tres mejores posturas a adoptar por una Mirigi, o mujer Cierva, en el coito
son:
1) La postura Abierta es cuando la Mirigi baja la cabeza y eleva
el jaghana. El hombre debe usar algún ungüento para que la
penetración sea indolora y fácil.
2) Cuando ella levanta los muslos y abre mucho las piernas, se
llama postura Muy Abierta.
3) La postura Indrani es más complicada. La Mirigi debeponer
las rodillas a la altura del pecho, con las piernas pegadas a los
muslos. Esta postura sólo puede aprenderse gracias a la
práctica repetida, y también puede usarse en una Unión Muy
Elevada.
«La postura Cerrada se alterna en la Unión Baja y la Unión Muy
Baja con la postura Comprimida, la postura Suave y la postura de
la Yegua.
1) Cuando las piernas del hombre y la mujer están estiradas unas
contra otras, se llama postura Cerrada. Hay dos clases de postura
Cerrada: de lado o boca arriba. Cuando un hombre practica de
lado la unión sexual Cerrada, debe estar siempre sobre su lado
izquierdo, y colocar a su mujer sobre su lado derecho. Esta regla
se aplica a las mujeres de todos los países.
2) Cuando el coito se inicia en la postura Cerrada, y la mujer
oprime los muslos de su amante entre los suyos, se llama postura
Comprimida.
3) Cuando una mujer coloca uno de sus muslos sobre los muslos
de su seductor, se llama postura Entrelazada.
4) Y finalmente, cuando la mujer contrae los músculos de su yoni
y mantiene al lingam prisionero en su interior, se llama posición
de la Yegua.
Esta técnica sólo puede aprenderse por la práctica, y las dulces y
lozanas mujeres de Andhara son bien conocidas por su habilidad en
esta deliciosa costumbre.«Existen diferentes métodos o posturas para
la unión sexual, enumeradas por Bhabravaya. Sin embargo,
Suvamanbha incluye muchos más: «Cuando la mujer coloca los dos
muslos en vertical, se llama postura Alzada.
«Cuando coloca ambas piernas en los hombros de su amante, se
llama postura Ampliamente Abierta.
«Cuando su amante le contrae las piernas y las oprime contra su
pecho, se llama postura Oprimida.
«Cuando una pierna está estirada y la otra contraída sobre el pecho,
se llama postura Semioprimida.
«Cuando la mujer coloca un pie en el hombro de su amante y estira
la otra pierna horizontalmente sobre el lecho, y después hace lo
propio cambiando de pierna, se llama la Hendidura de Bambú.
«Si se coloca una pierna en la cabeza de su amante, y estira la otra
horizontalmente, se llama el Clavo. Pero esta postura sólo pueden
practicarla los amantes apasionados y con experiencia.
«Cuando la mujer contrae ambas piernas y las coloca sobre su estómago, se
llama la postura del Cangrejo.
«Si levanta los muslos y coloca uno sobre el otro se llama el Paquete.
«Cuando dobla las piernas, una encima de la otra, y las levanta, se llama la
postura del Loto.
«Cuando el hombre hace oscilar las caderas durante el coito, mientras la mujer
lo rodea con sus piernas, se llama postura Giratoria.
«Suvamanabha dice que todos los actos y posturas complicados y difíciles,
tanto si se practican en posición levantada, sentada o supina, deben ser primero
intentados dentro del agua, ya que esto facilita el acceso y hace posible dominar
estas técnicas difíciles, pero agradables. Sin embargo, Vatsyayana difiere de él,
y afirma que la unión sexual en el agua está prohibida por las escrituras.
«Cuando un hombre y una mujer oprimen sus cuerpos uno contra el otro, o si se
apoyan contra una columna o una pared, y practican el coito estando de pie, se
llama postura de Apoyo.
«Cuando el hombre se apoya contra la pared y la mujer se sienta sobre sus
manos, que le sostienen las nalgas, y apretando los muslos contra la cintura de
él, inicia un movimiento rítmico de unión, con los pies fijos en la pared, se
llama postura Suspendida.
«Cuando la mujer se pone a gatas, como un animal, y el hombre la monta como
si fuese un toro o un semental, se llama postura de la Vaca. En estas
circunstancias es corriente practicar todos los pequeños actos auxiliares del
amor en la espalda, en vez de en los pechos.
«También se puede variar esta última forma de unión adoptando la postura del
Perro, la unión de la Cabra, la Cierva, el violento asalto del Asno, la unión del
Gato, el salto del Tigre, la presión del Elefante el frotamiento del Jabalí, y el
ataque del Semental. El hombre, en estos casos, debe imitar los actos y sonidos
de los diferentes animales.
«Cuando un hombre posee dos mujeres al mismo tiempo, se llama Coito Unido.
«Cuando un hombre goza de muchas mujeres a la vez, se llama Unión del Toro
con las Vacas.
«Esta última forma de unión sexual también puede variarse; por ejemplo.
Unión del Elefante con sus hembras, que siempre debe practicarse en el agua;
mientras que en la unión de la Cabra y la unión del Ciervo, el hombre ha de
imitar la acción de estos animales y montar a sus mujeres una después de otra.
«En la provincia de Gramaneri, muchos jóvenes gozan de la misma mujer
(que puede estar casada con uno de ellos), o bien todos al mismo tiempo, o uno
después de otro. Por ejemplo, uno la abraza y excita con caricias, otro penetra
en su yoni, un tercero en su boca, mientras el cuarto se apodera de su vientre, y
de este modo todos . se van alternando y gozan de ella por turnos.
«Lo mismo sucede a menudo cuando varios hombres se encuentran visitando a
la misma cortesana. Y las mujeres del harén real suelen gozar juntas de un
hombre si logran por casualidad introducirle a pesar de los eunucos y los
guardas de palacio.
«Las gentes de los países meridionales gozan a menudo penetrando el ano, pero
esto se conoce como unión sexual Inferior. 'Un amante ingenioso y sensual
debe multiplicar por un millón el acto del amor; imitar las maneras y gritos de
pájaros y bestias, porque la imaginación sujeta apenas por costumbre y
tradición, que varía cada vez las delicias del amor, abre el corazón de la mujer,
y engendra en él amor, respeto, amistad y sumisión'.»
notoriamente exagerado, ya que todas las citadas y sus respectivas
combinaciones pueden ser consideradas normales igualmente. Veamos sus
variantes: Ya se ha hablado de esta postura en el capítulo anterior. Vamos ahora
a describir las distintas variantes que pueden ser utilizadas en esta posición, con
el hombre recostado encima de la mujer.
a) Tendida ya la mujer sobre sus espaldas, levanta un poco las piernas y las atrae
hacia ella. Para que esta postura resulte eficaz en el coito, la mujer ha de alzar un
poco el vientre, lo que conseguirá poniendo una almohada debajo del cuerpo. De
esta forma, el pene penetra satisfactoriamente. Se trata de una posición que no
deben adoptar las mujeres cuyo orgasmo se produce tardíamente. Es, en cambio,
muy recomendable para las que obtienen con facilidad el orgasmo.
Se trata de una posición recomendable para las mujeres embarazadas, ya que el
miembro viril -no poniendo la almohada debajo de la mujer- penetra poco.
b) La mujer ha de doblar las piernas y replegarlas hacia ella, de modo que sus
rodillas toquen los hombros de su compañero. La pelvis se comba en esta posición,
acortándose entonces el conducto vaginal en varios centímetros, favoreciendo una
profunda penetración del miembro viril.
El clítoris aparece colocado hacia adelante por efecto de las contracciones
musculares correspondientes, situándose próximo al pene y favoreciendo su
excitabilidad. Al favorecer una penetración profunda, tanto la mujer como el
hombre gozan intensamente en esta posición.
Por otra parte, al producirse la eyaculación del semen muy cerca del orificio del
útero, hay muchas posibilidades de que la mujer quede embarazada. No obstante,
hay que tener en cuenta que en esta posición, a causa de la profunda penetración
del miembro viril, si el útero es muy sensible, al realizar el acto sexual puede
experimentar la mujer dolores que dificulten o incluso deshagan la sensación de
placer. A veces, hasta se producen hemorragias y lesiones. Esta posición no debe
adoptarla nunca una mujer embarazada para realizar el acto sexual ni tampoco en
los primeros tiempos posteriores al alumbramiento.
c) Esta posición consiste en lo siguiente: una vez introducido el miembro viril, la
mujer cierra los muslos y extiende las piernas, quedando aprisionadas entre las del
varón. Se trata de una posición recomendable cuando se quiere realizar el coito
mediante una penetración no muy profunda del pene. Está muy indicada cuando la
mujer está embarazada o padece vaginitis. Esta posición resulta muy eficaz en las
mujeres que obtienen el orgasmo tardíamente. Permite una eficaz excitación del
clítoris mediante el directocontacto con el miembro viril. Además, se establece un
íntimo contacto entre el pene y los labios de la vulva, favoreciendo el orgasmo de
la mujer.
También resulta altamente recomendable esta postura de los muslos femeninos
cerrados, en los casos en que la potencia sexual del varón se haya debilitado,
ya*que el pene difícilmente se sale de la vagina. Sin embargo, la excitación del
hombre es deficiente, al no estar su miembro viril en contacto con la vagina.
Esta posición dificulta el embarazo.
ch) La mujer se sienta sobre la cama y se inclina hacia atrás, apoyándose en los
antebrazos y codos, abriendo las piernas y tocando el suelo con los pies, mientras
el hombre se echa encima de ella. Cuando la cama sea demasiado baja, se pone una
almohada. El coito logrado en esta posición es altamente recomendable para las
personas de robusta complexión. Es preciso que la mujer se eche hacia atrás
bastante, ya que, en caso de no hacerse suficientemente, el miembro viril no llega a
penetrar profundamente.
deseo, una vez que la necesidad ha sido satisfecha, no existe más que
morbosamente en la mente y el goce que se experimenta con los coitos repetidos
consecutivamente es apenas perceptible y se reduce, en rigor, a un artificial halago
de la propia vanidad.
COITUS INTERRUPTUS
Se llama así el coito interrumpido antes de que el pene haya eyaculado dentro del
recinto vaginal. El varón ha retirado el miembro viril para eyacular fuera con el
objeto de que el semen no pueda penetrar y de esta forma soslayar el embarazo de
la mujer. Esta brusca interrupción del acto sexual en su momento culminante no se
realiza sin notable perjuicio para los sistemas nerviosos del hombre y de la mujer.
En caso de que el coitus interruptus se haga habitual, lo más probable es que
produzca trastornos nerviosos en el hombre o en la mujer, e incluso frigidez e
impotencia. «La causa de la neurosis de angustia -dice Freud-, tanto en el hombre
como en la mujer, es debida tan frecuentemente a la interrupción del acto sexual,
que el médico debiera examinar en primer lugar si no son provocadas por dicha
práctica. En la mayor parte de estos casos la neurosis cesa con el abandono de la
interrupción.»
«Las caricias ardientes -dice Alice Stockhan en su obra titulada Karezza- no deben
entrañar fatiga ni física ni psíquica, y sobre todo deben desembocar en un
acoplamiento fuerte pero delicado. Una vez efectuado el acoplamiento conforme a
este principio, el acto debe ir acompañado de movimientos lentos, con pleno
dominio de sí a fin de que la excitación no se dé rienda suelta al orgasmo. Si no se
tiene el propósito de fecundar, se evita así una eyaculación' intempestiva. Si los
esposos se aman y prolongan suficientemente el acto, éste dará entera satisfacción
incluso sin eyaculación y sin orgasmo. Al cabo de una hora el cuerpo recobra el
sosiego, el alma se siente como transportada y, con la recobración del vigor físico,
se abren nuevos horizontes.»
Al interrumpirse el coito, el miembro viril se relaja antes de haber eyaculado y
produce como consecuencia un debilitamiento del mecanismo de la erección y el
que se produzca el orgasmo de modo antinatural, por ejemplo durante el sueño.
La prolongación antinatural del acto sexual determina que el líquido seminal se
acumule en la próstata, llegando a provocar la dilatación y endure- cimiento de tal
glándula.
COITO ANORMAL
El coito normal es, por antonomasia, aquel en el transcurso del cual el pene penetra
en la vagina y eyacula en su cavidad. Cuando el acto sexual no se realiza con la
participación del órgano sexual femenino es anormal. Pero aquí citaremos como
coito anormal por excelencia aquel en el que el orgasmo es producido por un beso
genital que realizan el hombre y la mujer con los cuerpos invertidos. Este tipo de
beso es lícito sexualmente si forma parte del juego erótico previo a la realización
normal del coito, pero se convierte en morboso cuando se practica como un fin
para lograr por medio del mismo el orgasmo de la mujer y del hombre. Este tipo de
coito se denomina fellatio.
EL COITO ANAL
Se trata de otro acto sexual de carácter claramente anormal y se caracteriza por el
hecho de que el varón introduce el miembro viril en el recto de la mujer y eyacula
dentro de su cavidad.
Aparte de su carácter morboso desde el punto de vista sexual este tipo de coito
produce efectos perjudiciales, tales como forúnculos en el ano, hemorroi- des y
otras perturbaciones.
Aunque parezca que en la realización de este coito sólo experimenta satisfacción el
hombre, ya que logra el orgasmo al eyacular en el recto femenino, también la
mujer experimenta, si bien no siempre, placer al ser excitada la mucosa de su recto
con el roce del miembro viril.
COITO ENTRE LOS SENOS
En realidad, no se trata de otra cosa que de una masturbación con colaboración
femenina, ya que el hombre eyacula entre los pechos de la mujer, que se limita a
prestarse al juego erótico moviendo con sus senos el pene.
«Un verdadero amigo, ya sea hombre o mujer, debe poseer las siguientes
cualidades:
Ha de decir la verdad.
Ha de ser constante.
Ha de ayudarte a alcanzar tus objetivos.
Ha de ser de carácter firme y fiel.
No ha de desear lo que te pertenece.
Los enemigos y personas hostiles no han de poder influenciarla.
Ha de guardar tus secretos hasta la muerte.
«No siempre es posible dirigirse a una mujer personalmente o proponer a alguien
un negocio, si dichas personas no te son muy conocidas. En tales casos es
aconsejable el empleo de los servicios de un intermediario, debe poseer las
siguientes cualidades:
Buena presencia.
Audacia.
Habilidad para juzgar los caracteres.
Buenos modales.
Capacidad para elegir el tiempo y el lugar apropiados para proponer asuntos de
diversa naturaleza.
Lealtad en lo referente a dinero y mujeres.
Una inteligencia despierta.
Rapidez y astucia en caso de dificultades inesperadas.»
«Si la mujer está cansada, debe apoyar la frente contra la mejilla de su amante, y
permanecer quieta sin interrumpir el contacto de los órganos, Cuando ha
descansado, el hombre se dará la vuelta y asumirá de nuevo el papel activo.
EL BESO
Es uno de los más delicados y clásicos homenajes eróticos que hombre y mujer se
pueden ofrecer mutuamente. El beso goza de difusión y aceptación universales. La
atmósfera poética que emana del beso ha sido cantada por los más grandes
escritores y poetas. Bécquer, poeta del amor, dice en sus famosas
Rimas:
«Por una mirada, un mundo:
por una sonrisa, un cielo:
por un beso..., yo no sé
qué te diera por un beso.»
Cabría responderle a Gustavo Adolfo sencillamente:
¡Otro beso!
Y otros muchos más. No existe, hoy por hoy, el tipo clásico del Don Juan que las
conquista a todas sin remedio. Y no existe porque la mujer ha hecho su propia
revolución, ha recuperado sus derechos y ha roto infinidad de tabúes,
convencionalismos y supercherías.
El Kama Sufra -y lo citamos aquí como mera curiosidad- recoge 40 tipos de
mujeres fáciles de seducir:
1) Las mujeres que siempre están a la puerta de la casa.
2) Las que pasan el día contemplando la animación de la calle.
3) Las que siempre están charlando con la vecina.
4) La mujer que mira directa y audazmente a los ojos de los hombres.
5) La intermediaria.
6) La mujer que mira de reojo.
7) La mujer cuyo marido se ha casado de nuevo sin ninguna razón válida.
8) La mujer que detesta a su marido o es odiada por él.
9) Aquella a quien nadie cuida ni vigila.
10) La mujer sin hijos.
11) Aquella cuya familia o casta no son muy conocidas.
12) La mujer que ha perdido a sus hijos.
13) La que en público hace gran ostentación de su amor por su marido.
14) La mujer aficionada a estar en sociedad.
15) La viuda de un actor.
16) Una viuda.
17) La mujer que necesita dinero.
18) La que ama los placeres sensuales.
19) La esposa de un hombre que tiene muchos hermanos más jóvenes que él.
20) La mujer vanidosa.
21) La mujer cuyo marido es inferior a ella en talento y rango.
22) La mujer preocupada por la disoluta conducta de su marido.
23) La que han casado de niña con un hombre rico, y que al
crecer descubre que no le ama, y busca un hombre más
adecuado a sus gustos.
24) La esposa a quien su marido maltrata sin ninguna razón justa.
25) La que no es respetada por otras mujeres del mismo rango y belleza.
26) La mujer cuyo marido viaja muy a menudo.
27) La esposa de un joyero.
28) La mujer celosa.
29) La mujer ambiciosa.
30) La mujer inmoral.
31) La mujer estéril.
32) La mujer perezosa.
33) La mujer cobarde.
34) La mujer jorobada.
35) La mujer enana.
36) La mujer embustera.
37) La mujer vulgar.
38) La que huele de modo desagradable.
39) La mujer enferma.
40) La mujer vieja.
EL SEMEN MASCULINO
Lo ideal es que el orgasmo de la mujer y el del hombre coincidan. Pero esto no
suele ocurrir. Generalmente, el hombre experimenta el orgasmo antes que la mujer.
Por regla general, durante cada coito, la vagina recibe unos tres centímetros
cúbicos de líquido seminal, cantidad que puede normalmente elevarse a cinco
centímetros cúbicos.
El semen es de color blancuzco, lechoso y un poco amarillento. Es viscoso y se
gelatiniza pronto, licuándose después otra vez. Huele de manera muy parecida a las
albúminas básicas.
El semen contiene un noventa por ciento de agua. Se trata de una acumulación de
células germinales formada por la secreción de las glándulas sexuales.
Generalmente, en una eyaculación ordinaria hay unos doscientos o trescientos
millones de espermatozoides, formando un ejército fecundante francamente
considerable.
Cuando se repite el acto sexual en un plazo corto, la segunda eyaculación no
contiene más que la mitad de los espermatozoides que la primera y si el coito se
realizase por tercera vez los espermatozoides que existirían en el semen eyaculado
serían muchos menos.
EL ESPERMATOZOIDE
Si se observa al microscopio, se asemeja a un cuerpo unicelular dotado de cola
movible, de una longitud aproximada de 0,6 milimetros. El espermatozoide está
compuesto de cabeza, parte media y cola.
Examinado de frente, es ovalado, asemejándose de perfil a una semilla de uva. En
la parte interior de la cabeza del espermatozoide se aloja la sustancia nuclear y es
allí precisamente donde radica la genes hereditaria.
La parte media del espermatozoide se inicia con un breve cuello movible,
propiedad que le permite desplazarse por sí mismo. Se considera que un
espermatozoide es capaz de recorrer por su propios medios unos cuatro milímetros
por minuto, siempre y cuando, como es natural, las condiciones químicas y físicas
del líquido que lo rodean sean normales.
El espermatozoide orienta siempre su movimiento a contracorriente y se dirige por
sus propios medios hacia las trompas de los órganos sexuales de la mujer, atraído
por el óvulo femenino maduro.
CÓMO SE FORMA EL ESPERMATOZOIDE
La formación de los espermatozoides se produce regularmente en el hombre
sexualmente maduro en los conductos seminíferos de los testículos.
El espermatozoide aparece rodeado de un líquido parecido a la sangre. La forma
que adopta el espermatozoide al principio tiende a ser alargada, pero, al mezclarse
las secreciones de las glándulas sexuales secundarias con el líquido seminal,
adquiere una extraordinaria vitalidad.
EL ORGASMO MASCULINO
Se produce cuando el varón eyacula el líquido espermático. Ya se ha dicho que el
hombre alcanza el orgasmo con más facilidad y rapidez que la mujer. Lo cual es
lógico si se tiene en cuenta que su excitación sexual es también considerablemente
más rápida y fácil que la de su compañera.
El hombre consigue el orgasmo casi siempre en su primer coito, lo cual muy
raramente se da en la mujer. Son raros los casos de hombres que -estando en
posesión de su potencia sexual normal- no llegan a culminar el acto sexual con el
orgasmo.
Esta diferencia existente entre el orgasmo masculino y el femenino por lo que
respecta a la facilidad y rapidez en conseguirlo viene determinada no sólo por el
hecho de que es distinta la apetencia sexual entre hombre y mujer a causa de sus
también distintas estructuras sexuales, sino que incluso existen factores que
determinan una distinta intensidad según las épocas.
LA FECUNDACIÓN
La realización del coito propicia la penetración del espermatozoide en el óvulo
femenino maduro, fundiéndose con el núcleo de éste.
Verificada esta fusión de la genes paterna con la materna, se inicia el ciclo
evolutivo del embarazo hasta que, con el alumbramiento, sale al exterior un nuevo
ser.
Los espermatozoides se introducen en gran cantidad en la vagina y en la matriz,
pero es solo uno el que logra fusionarse con el núcleo del óvulo maduro, que
experimenta una intensa conmoción en su citoplasma.
La célula se encoge sobre sí misma después y secreta una sustancia líquida que
forma como una especie de capa de protección que obstaculiza la entrada
de cualquier otro espermatozoide. Seguidamente, el óvulo se divide en dos partes;
una de ellas forma el núcleo anterior femenino.
Una vez se ha introducido el espermatozoide en el óvulo maduro, se le cae la cola
y su parte media se convierte en un corpúsculo central que recibe el nombre de
centriolo, en tanto que el hilo espiral de la pieza con que se unió se fracciona en
pequeños granulos llamados mitocondrias.
Cuando adquiere mayor tamaño, la cabeza se convierte en el núcleo anterior
masculino y, al igual que el núcleo anterior femenino, se transforma en
cromosoma. Los dos se sitúan en forma de disco y se subdividen en las partes en
que sucesivamente se ha ido convirtiendo el óvulo, distribuyéndose por porciones
iguales en las nuevas células.
Este proceso origina la formación del embrión, o sea, que, al formarse los
dos medios núcleos en un núcleo completo, se transmiten por partes iguales las
cualidades hereditarias del padre y de la madre, aunque la madre tiene una
intervención más constante y decisiva en la creación del embrión debido a que el
óvulo es el que proporciona el citoplasma.
El encuentro del óvulo y del espermatozoide se produce en el tercio interior de la
trompa. Cuando ya se ha verificado la eyaculación del semen, éste penetra en la
parte posterior de la vagina y propicia el ascenso de los espermatozoides por la
mucosa de que está guarnecida la cavidad vaginal.
En su marcha ascendente hasta los ovarios, mueren la mayor parte de los
espermatozoides y únicamente los más resistentes prosiguen su marcha hasta morir
-si no se tropiezan con algún óvulo maduro en su periplo-, siendo devorados por
los leucocitos.
Si pasamos a tratar sobre el periodo propicio para la fecundación, cabe aclarar que
la vida del óvulo maduro salido del ovario se reduce a algunas horas tan sólo. Tal
circunstancia determina que el período de posible fecundación sea muy breve
dentro del plazo de un ciclo menstrual y no exista más que después de verificada la
ovulación.
Esta es la causa de que no sea fácil que una sola unión sexual sea capaz de producir
un embarazo, si bien se dan casos en que así sucede. Pero lo normal es que una
mujer no quede embarazada hasta después de haber realizado varias veces el coito
con un varón.
LA DESFLORACIÓN FEMENINA
Cuando a una mujer se le ha roto el himen como consecuencia de la penetración
del pene, se dice que ha sido desflorada. Conviene advertir que la desfloración
puede ser provocada artificialmente, sin que la mujer haya tenido contacto sexual
con ningún varón, y que incluso la mujer no sepa que está desflorada, a causa de
que su desfloración se ha producido accidentalmente debido a alguna causa
mecánica.
Pero, normalmente, la desfloración se produce en el transcurso del primer coito
efectuado de modo natural, dándose la circunstancia -que no deja de ser lamentable
para la mujer- de que la desfloración sólo ha ido acompañada del orgasmo
masculino, pero no del femenino en la mayoría de los casos. El himen suele tener
forma de anillo y es de una gran elasticidad. Al introducirse el miembro viril, dada
su elasticidad, el himen se dilata, produciendo dolor, pero sin sufrir siempre rotura.
Si el himen es duro y carece de la elasticidad normal, se resiste a permitir la
penetración del miembro viril, rompiéndose entonces por varios puntos al mismo
tiempo. Esta rotura produce en la mujer una sensación de vivo dolor y suele ir
acompañada de derramamiento de sangre. Pero, en todo caso, el dolor dura poco
tiempo.
Ni qué decir tiene que el hombre debe actuar con mucho cuidado en el curso del
primer coito con una mujer a fin de no causar un dolor innecesariamente intenso y,
lo que todavía es más importante, no causar una penosa impresión psíquica en la
mujer virgen.
CONQUISTA FÁCIL, CONQUISTA DIFÍCIL
Las relaciones entre un hombre y una mujer, antes del matrimonio especialmente,
siempre han sido objeto de numerosos estudios y conclusiones por parte de
expertos psicólogos y ginecólogos. Y no obstante, para que una pareja triunfe no ya
en las relaciones prematrimoniales sino también en las conyugales, es necesario
que exista entre ambos una enorme sinceridad, que nada se oculte del uno al otro, y
no solamente en cosas tales como el carácter, las costumbres personales, etc., sino
ante todo en cuanto concierne a las actitudes y preferencias sexuales.
No se debe tener miedo a confesar los gustos sexuales al compañero o compañera,
sino al contrario, confesar sus más secretos anhelos en materia sexual, pues de este
modo, enterados los dos de sus deseos más íntimos, podrá efectuarse una
concordante armonía, que satisfaga a los dos.
En muy contadas ocasiones, particularmente en la época actual, cuando tantos
tabús han caído en desuso, cuando ya las madres no necesitan dar consejos a sus
hijas cuando llegan a la adolescencia, una clara diferencia de gustos en materia
sexual da al traste con una relación amorosa-sentimental voluptuosa. Una relación
de carácter sentimental o sexual no es un contrato pero sí debe contener una
especie de cláusula que estipule los deseos y gustos que cada uno aporta a la
convivencia en común. La sinceridad en efecto, es la clave para la felicidad y el
placer sexual.
EL ÓVULO MADURO
Si se observa a través del microscopio, el óvulo maduro presenta forma de una
célula redonda, con un diámetro aproximado de 0,2 milímetros.
Situado en el interior del óvulo se halla el citoplasma, que aparece formado por una
leve masa de estructura viscosa. Es precisamente en el citoplasma donde está
alojada la vitalidad. La vesícula germinativa, que alberga el nucléolo o corpúsculo
nuclear, se encuentra algo separado del óvulo. En el citoplasma pueden observarse
unos granulos llamados deuteplasma que lo surcan y que, al almacenarse en el
citoplasma, posibilitan el crecimiento del embrión.
El óvulo aparece rodeado por su parte externa de una membrana densa y de
aspecto brillante, que recibe el nombre de colema, alrededor de la cual se forma
una especie de corona de células epiteliales.
LA OVULACIÓN
Esta pequeña célula descrita en el apartado anterior es la transmisora de la vida. Es
necesario que el óvulo esté maduro y en perfectas condiciones de ser fecundado
para que se desarrolle el proceso vital.
En la mujer se verifica cada cuatro semanas el proceso natural de la ovulación.
Mediante la ovulación sale del ovario un solo óvulo en cada proceso ovulatorio.
En el plazo de un año se calcula que, por término medio, son expulsados del ovario
alrededor de unos doce o trece óvulos en condiciones de ser fecundados y
susceptibles, por lo tanto, de engendrar una nueva vida humana.
Los óvulos comienzan a ser expulsados del ovario de la mujer a partir de la
primera menstruación o sea, cuando la mujer alcanza su madurez sexual,
aproximadamente, y en términos generales, entre los doce a los quince años de
edad.
Al presentarse la menopausia -que suele ocurrir entre los cuarenta y cinco y los
cincuenta años, siendo imposible precisar la edad exacta, dado que en unas mujeres
se presenta antes que en otras-, el ovario deja de liberar óvulos maduros. La mujer
no suele experimentar molestias durante el proceso ovulatorio.
No obstante, hay casos en que le causa a la mujer un vago dolor. La ovulación
produce frecuentemente un incremento de la secreción de las glándulas que
aparecen insertas en el cuello uterino. En otros casos, se manifiesta mediante un
descenso de la temperatura normal durante las mañanas. En ocasiones, la ovulación
produce una leve pérdida de sangre.
OVULACIÓN ANORMAL
Lo normal es que el óvulo maduro liberado del ovario sea acogido por los cilios del
epitelio tubárico, a cuyo efecto segregan un líquido capaz de atraer el óvulo hacia
el centro. Cuando el óvulo no logra efectuar este camino normalmente al salir del
ovario, ello puede ocasionar trastornos en el caso de que sea fecundado, ya que
anidará en el ovario, en la pared de la cavidad abdominal o en la trompa,
ocasionando un embarazo extrauterino que puede poner en peligro la vida de la
madre.
EL ORGASMO CONJUNTO
Es este el objetivo que intentan conseguir todas las parejas mediante la realización
del acto sexual. Pero el orgasmo al unísono entre hombre y mujer se
EL CICLO MENSTRUAL
La primera hemorragia menstrual se denomina monarquía. Por regla general, esta
primera regla aparece cuando la mujer tiene trece, catorce o quince años de edad. A
este respecto, es preciso tener en cuenta la influencia del clima, que condiciona el
proceso natural de la menstruación en la mujer.
El ciclo menstrual tiene como finalidad preparar el anidamiento del óvulo
fecundado favorecido por el cambio de mucosa. Si el óvulo no ha sido fecundado,
el ciclo menstrual se convierte, en realidad, en un proceso estéril. Sin embargo, la
naturaleza persiste y, cuando ha quedado destruido el nido de mucosa destinado al
óvulo fecundado, se inicia nuevamente el ciclo con el mismo objeto.
Se comprende de esta forma perfectamente que la presentación normal de la
hemorragia periódica es la mejor prueba de que el óvulo no ha sido fecundado y,
por lo tanto, la mujer, pese a haber realizado normalmente el acto sexual, no
ha quedado embarazada como consecuencia de su acoplamiento con el varón.
Cuando el óvulo es liberado del ovario se produce el momento culminante del ciclo
sexual de la mujer, siendo las alteraciones que experimenta la mucosa uterina
consecuencia de las que experimenta el ovario.
Si una mujer carece de ovarios, a causa de haberle sido extirpados mediante una
operación quirúrgica o por cualquier otro motivo, el ciclo menstrual no se realiza,
ya que la menstruación está directamente condicionada por la actividad de los
ovarios. El proceso menstrual aparece regulado por unas hormonas vertidas en la
sangre.
No resulta difícil de comprender que la mujer está biológicamente afectada por el
ciclo sexual, dado que las hormonas que ejercen influencia sobre los ovarios
penetran en la sangre, a través de la cual circulan por todo el organismo femenino.
De esta forma, no puede sorprender que la mujer experimente altibajos en su
fisiología y en sus manifestaciones psicológicas. Los días que preceden a la
menstruación están calificados con precisión de «días críticos» y se caracterizan
por ese nerviosismo, aparentemente antinatural, que condiciona el carácter de la
mujer. En el transcurso de estos días la mujer está dominada por una latente
irritabilidad y su humor es considerablemente inestable. Todo ello es efecto del
proceso sexual que alcanza en sus órganos genitales su punto culminante y cuya
influencia se extiende por todo el organismo femenino, condicionando su
psicología durante algunos días.
MENSTRUACIÓN Y EDUCACIÓN SEXUAL
Es altamente conveniente que toda mujer conozca los efectos que la menstruación
produce en su organismo. La experiencia termina por ponerle este hecho de relieve
en la mayoría de los casos. Pero, en otros, por desgracia, ignora a qué se debe su
estado de irritabilidad, es decir, no sabe que el proceso menstrual es un fenómeno
totalmente natural y lógico en el sexo femenino. Si una mujer logra asumir con
inteligencia el significado del ciclo menstrual, podrá reducir al mínimo los efectos
del mismo, tanto los de índole física como los de índole psicológica.
Es muy importante en este sentido que las niñas reciban, cuando se acercan a la
edad en que se les presentará la monarquía -la primera regla, como antes se dijo-,
una información amplia y desprovista de prejuicios y absurdas mojigaterías por lo
que respecta al proceso menstrual y a su auténtico signifi-
cado dentro de la vida femenina.
Es asimismo recomendable que la mujer adulta conozca de la forma más clara y
científica posible el origen, el proceso y las consecuencias -absolutamente inocuas
en los casos normales- del ciclo menstrual, con el fin de que se comporte, en los
días llamados críticos, con un talante comprensivo, intentando estabilizar
racionalmente su estado de ánimo y su humor. Todo ello no hará más que
beneficiarle a ella misma y también a sus familiares, que no tendrán que soportar
sus exabruptos y alteraciones de humor.
LA VAGINA
Aparece constituida por un tubo aplanado, formado por células lisas de estructura
muscular y tejido conjuntivo.
Mientras, como queda dicho, el cuello uterino se introduce en la vagina por su
parte superior, por la inferior aparece herméticamente cerrada en las niñas y las
mujeres que no han sido desfloradas por medio de una delgada membrana
perforada. Esta membrana es la que se denomina himen y representa
simbólicamente la virginidad.
La luz canicular forma una hendidura transversal en las partes anterior y posterior
de la vagina, insertándose una encima de la otra. Por la parte en que se introduce
en ella el cuello de la matriz, la vagina presenta un mayor abultamiento.
El desarrollo de la vagina se produce de modo consistente en su parte posterior,
introduciéndose en el peritoneo, circunstancia que posibilita su perforación si se
practica el aborto artificial.
La parte anterior de la pared de la vagina se inserta con la uretra, mientras que la
posterior se une con el recto.
La mucosa vaginal presenta unas arrugas con aspecto de estrías en el interior. Su
secreción es originada normalmente por la descomposición del epitelio, acogiendo
casi siempre el ácido láctico producido por los bacilos denominados de Doederlein
y también glucógeno de las células del epitelio.
Estos bacilos existentes en la vagina constituyen una defensa natural contra toda
posible infección allí localizada.
ÓRGANOS SEXUALES EXTERNOS
En tanto que los masculinos están a la vista, los femeninos se ocultan totalmente.
Los labios mayores son de considerable tamaño y de materia grasosa, cerrando la
vulva, uniéndose por la parte de adelante al llamado «monte de Venus», zona que
aparece recubierta de fino vello.
Al abrirse los muslos de la mujer, aparecen los labios mayores, la vulva y el
vestíbulo de la vagina. Los labios mayores presentan en su borde lateral los labios
menores -las ninfas- en cuyo punto de unión se ubica el clítoris, que aparece
rodeado del prepucio clitoridiano, cuyo punto más sobresaliente es el glande
clitoridiano. Al unirse, los labios menores forman hacia atrás como una especie de
frenillo minúsculo, detrás del que se inserta el punto de unión de los labios
mayores. Toda esta zona que va desde ese punto al orificio anal se denomina
región perineal.
Los labios menores constituyen la auténtica abertura de la cavidad vaginal, que
aparece parcialmente obstruida por el himen en la mujer virgen y que, al consumar
el primer coito, se rasga normalmente, quedando tan sólo unos pocos residuos del
mismo tras el primer alumbramiento.
La entrada de la vagina comunica con la desembocadura de la uretra.
En tanto que los labios mayores están guarnecidos de una piel de naturaleza
grasosa, los menores aparecen recubiertos por una piel fina y sebácea.
A la entrada de la cavidad vaginal abundan las glándulas de carácter mucoso, que
humedecen la piel de la vulva. Si en esta parte de los genitales de la mujer no
existe la debida higiene, la mucosa, unida a la serosidad y a las células epiteliales
libres, pueden producir una secreción maloliente, que, al mismo tiempo, es
susceptible de originar irritación e incluso inflamaciones cutáneas. Las dos grandes
mucosas se ubican en la parte posterior de los labios menores, siendo su tamaño
aproximado el de un pequeño garbanzo. Estas glándulas se denominan mayores de
Bartolino y son parecidas a las glándulas bulbouretrales masculinas. La función de
las mismas no resulta fundamental en ningún sentido, facilitando tan sólo la
introducción del miembro viril en la vagina con su secreción.
En cuanto al clítoris, se trata del órgano más sensible de los genitales externos
femeninos. No nos extendemos más en su descripción debido a que ya se ha
hablado del clítoris anteriormente.
LOS TESTÍCULOS
Son dos y presentan forma de huevo, siendo su longitud normal de tres a cuatro
centímetros de longitud por dos o tres centímetros de ancho. Cada testículo pesa,
habitualmente, si está normalmente desarrollado, entre los veinte y los veinticinco
gramos.
Los dos testículos aparecen embolsados en el denominado escroto, saco biforme
ubicado entre los dos muslos, presentando inclinación hacia delante en su postura
habitual.
Por regla general, el testículo izquierdo arroja más peso que el derecho. Los dos
testículos suelen estar uno al lado del otro, con el pene entre ambos, pero no es
infrecuente que aparezcan ligeramente encabalgados.
El escroto que sirve de alojamiento a los testículos está dividido en dos cavidades,
en cada una de las cuales se embolsan el testículo izquierdo y el testículo derecho,
que penden del llamado cordón espermático.
CORDÓN ESPERMÁTICO
Aparece constituido por unas fibras musculares, formando un dispositivo cuya
misión consiste en regular la posición y la altura de ambos testículos. Si hace frío,
la piel que envuelve los testículos, es decir, el escroto, se contrae y forma rugosa y
los testículos se unen íntimamente al cuerpo a fin de recibir su calor. El calor, por
el contrario, relaja la piel del escroto y los testículos aparecen colgando.
La temperatura del escroto oscila, por regla general, entre los tres y los cinco
grados inferior a la de la cavidad del abdomen, condición imprescindible para que
pueda segregarse el líquido seminal.
CÉLULAS GERMINALES
Cada testículo tiene debajo de su capa vaginal una superficie fuerte de tejido
conjuntivo, que recibe la denominación de túnica albugínea, cuyo color es
blancuzco y aparece recubriendo el interior de los testículos, surcados por una
considerable cantidad de minúsculos conductos -unos dos mil en cada testículo-
con la misión de deformar las glándulas germinales. Cada uno de estos conductos
mide entre setenta y ochenta centímetros de longitud.
CONDUCTOS SEMINÍFEROS
Los testículos tienen unos vasos sanguíneos y nervios, ubicados en la parte del
epidídimo que aparece sobre la glándula germinal, de los que parten unos tabiques
delgados de tejido conjuntivo, con formade radio. Aparecen recorriendo todo el
órgano y cumplen la función de limitar a los trescientos minúsculos glóbulos
longitudinales, en cada uno de los cuales hay entre dos y tres conductos
seminíferos.
Estos aparecen en el exterior recubiertos en toda su porción externa por un epitelio
delgado y elástico, que tiene en su interior una capa celular de relativo grosor. Se
trata de las células germinales en estado de desarrollo.
CÉLULAS DE LEYDIG
El tejido conjuntivo posee gran cantidad de líquidos y se inserta entre los
conductos seminíferos. Por medio de este tejido conjuntivo se deslizan los vasos
sanguíneos que tienen la misión de subvenir a la nutrición y próximas a ellas se
agrupan unas células redondeadas que reciben el nombre de células de Leydig.
Presentan pequeñas gotas de grasa brillante y algunos modernos investigadores las
consideran encargadas de producir las hormonas de los testículos, aunque es
preciso advertir que tal teoría no ha sido aún demostrada en la práctica de un modo
plenamente convincente.
Pero no es menos cierto que no ha sido posible descubrir todavía las células que
realmente producen las hormonas testiculares, que pertenecen al grupo de las
esterinas.
EL DESARROLLO PSÍQUICO NORMAL DEL HOMBRE Y LAS
GLÁNDULAS GERMINALES
Se trata no sólo de órganos de mucha importancia dentro del sistema endocrino
masculino, de los que dependen el desarrollo de los órganos genitales masculinos,
sino que también afectan a su personalidad psíquica, al masculinizarlo de modo
acusadamente diferenciado.
Si las glándulas germinales funcionan deficientemente, puede ello determinar
cierta atrofia en los órganos sexuales, producir un tono de voz feminoide e impedir
que nazca el vello viril.
LA ADENOHIPÓFISIS
Se trata del lóbulo anterior cuya misión es la de producir unas hormonas destinadas
a regularla actividad de las restantes glándulas endocrinas, una de las cuales -el
prolan A- propicia la producción del semen masculino y también la maduración del
óvulo femenino. Por lo tanto, si este lóbulo anterior -que recibe el nombre de
adenohipófisis- permanece inactivo por la causa que fuere, también queda inactivo
el varón en sus funciones testiculares. La adenohipófisis se inserta debajo de los
centros vegetativos del diencéfalo, que cumplen la misión de regular su
funcionamiento.
EL EPIDÍDIMO
Presenta Forma de S y se inserta en la parte posterior de los testiculos
La porción de arriba del epidídimo es considerablemente más gruesa que
la parte de abajo, recibiendo la primera el nombre de epidídimo y la
segunda, el de cola.
El epidídimo presenta dos regiones que lo unen y aparece totalmente, rodeado de
una superficie de tejido conjuntivo de color blancuzco. Se une con los testículos
por medio de unos canales cuyo número oscila entre doce y dieciocho que parten
de la red testicular y, atravesando las superficies que recubren los testículos forman
grupos de glóbulos de una misma forma y constituyen la cabeza del epidídimo.
EL CONDUCTO DEFERENTE
El conducto de los epidídimos, cuando llega a la parte inferior de la cola, se
encorva bruscamente y se eleva en forma de conducto deferente, extendiéndose a
lo largo de la parte posterior de la glándula germinal, y uniéndose a las arterias y a
los nervios descendentes. Paralelamente, el conducto deferente forma el cordón
espermático con la red de venas.
El conducto deferente, a través de la pequeña pelvis, pasa a la pared posterior de la
vejiga, constituyendo a los dos lados de la misma una ampolla y estableciendo
contacto con el conducto que sirve de salida a las vesículas seminales.
Posteriormente, el conducto deferente se va adelgazando gradualmente, hasta
formar el conducto eyaculatorio, que tiene dos centímetros de longitud y que se
introduce, por medio de una pequeña abertura y a través de la próstata, en la uretra.
La ampolla a la que nos hemos referido antes ofrece la mucosa con muchas arrugas
elevadas, en la que segrega una sustancia parecida a la segregada por las vesículas
seminales.
El conducto seminal tiene la misión de poner en comunicación los conductos del
epidídimo con el de la orina y, por medio de una vigorosa musculatura, impulsa el
semen hacia el conducto de la orina en el momento de la eyaculación.
PRÓSTATA
Situada delante de la vejiga, forma parte de ésta. Al ser atravesada por la parte
anterior de la vía urinaria, la parte principal del tejido glandular se apoya contra el
recto. La forma y el tamaño de la próstata recuerdan los de una castaña normal. La
próstata está compuesta por un tejido formado por unos lóbulos independientes -
cuyo número oscila entre treinta y cincuenta-, que aparecen rodeados de fibras
musculares lisas y tejido conjuntivo. La próstata aumenta de tamaño a medida que
el varón va cumpliendo años. Cuando su tamaño es excesivo, puede originar una
estenosis uretral muy dolorosa, susceptible incluso de producir lesiones renales.
Aunque esta afección, sobre todo si se ataca desde el comienzo, puede curarse
mediante un tratamiento de hormonas sexuales masculinas, hay ocasiones en que
se hace necesaria una intervención quirúrgica. La próstata produce una secreción
de tonalidad clara, que guarda cierto parecido con la leche. Es moderadamente
alcalina e influye positivamente en los movimientos de los espermatozoides.
GLÁNDULAS BULBOURETRALES
Reciben este nombre y también el de glándulas de Cowper. Se trata de dos órganos
de tonalidad amarillenta, del tamaño de un guisante aproximadamente, que están
situadas a ambos lados del bulbo uretral. Estas glándulas se encuentran en las
fibras de Guthrie y, cuando los músculos bulbouretrales se contraen, son
exprimidas. Los conductos tienen una longitud que oscila entre los tres y los seis
centímetros y cruzan el tejido cavernoso de la uretra, siendo su secreción -
producida antes de la eyaculación, al incrementarse el deseo sexual- viscosa y
filiforme. Se trata de una secreción que tiene la propiedad de eliminar los restos de
orina que puedan existir en la uretra, posibilitando al mismo tiempo que la pared de
ésta se revista de mucosa, a fin de propiciar el paso del semen cuando el varón
realiza el acto sexual.
LA URETRA
Este órgano tiene la misión de colaborar con los órganos genitales y también con
los urinarios. El canal de la uretra presenta un grosor aproximado de una aguja de
las utilizadas para hacer calceta y se ubica en el origen de la base de la vejiga,
terminando en el orificio uretral, que aparece en el glande del miembro viril. La
uretra aparece rodeada en la zona de origen por el tejido prostático y alcanza, por
término medio, una longitud de unos tres o tres centímetros y medio.
Presenta en la zona media de pared posterior una elevación al lado de los orificios
de los conductos espermáticos y de la corona de los conductos de desagüe de la
próstata. La elevación a la que acabamos de hacer referencia se denomina venum
montanum. La uretra atraviesa el músculo de Guthrie, fijándose en este punto y,
torciendo por debajo del borde inferior de la sínfísis, se inserta en el interior de los
cuerpos cavémosos con los que conforma el miembro viril. Cuando llega al
orificio del glande, la uretra se hace más ancha y forma la fosa navicular. Pueden
observarse numerosas hendiduras en los pliegues longitudinales de la mucosa,
constituyendo un reducto del que es difícil expulsar a los agentes patógenos
productores de la enfermedad venérea denominada blenorragia.
EL GLANDE
Se trata de un cuerpo esponjoso, susceptible de multiplicar su tamaño de modo
considerable. El glande está situado sobre la parte posterior de la hendidura
formada por los dos cuerpos cavémosos del miembro viril. La parte posterior
forma el bulbo y a un centímetro se introduce la uretra en el interior. La superficie
del glande aparece recubierta por unos músculos en sentido oblicuo.
EL PENE
Llamado también miembro viril y falo. Consta de dos cuerpos cavémosos
estrechamente unidos en la parte anterior y gradualmente separados en la posterior,
apareciendo asimismo recubiertos por unos músculos oblicuos y un tejido
conjuntivo que los une. El pene está sujeto al abdomen por medio de unos
ligamentos y, cuando no experimenta excitación sexual alguna, cae colgando por
encima de los testículos, de forma que la uretra dibuja una curva doble parecida a
una S.
El miembro viril está recubierto por una piel fina muy movible, formando en el
borde del glande que sobresale un pliegue que lo recubre casi totalmente. Se trata
de un pliegue susceptible de retirarse y dejar libre el glande, convirtiéndose
entonces en una reserva de piel que permite al pene agrandar su volumen
considerablemente sin dificultad en el momento de la erección producida por la
excitación sexual.
La piel que aparece recubriendo el pene está ligada a la parte inferior del glande
por medio de un frenillo, que no le permite retroceder más que de un modo
relativo.
La operación de eliminar el prepucio por medio de una intervención quirúrgica
recibe el nombre de circuncisión, medida muy difundida entre los pueblos
antiguos, especialmente entre los hebreos, que la practicaron a lo largo de unos dos
mil años. Los judíos tenían tal práctica como una demostración de verdadero
espíritu progresivo, aunque los demás pueblos la consideraban como un defecto
vitando. La circuncisión consistía en un corte en el prepucio y se trataba,
naturalmente, de una operación dolorosa. Pero todo judío varón se sometía gustoso
a ella, ya que ninguno era considerado-un auténtico hombre si no había sido
circunciso.
Hoy la circuncisión es considerada como una medida de carácter higiénico. En
cierto modo, los judíos debían de practicarla para congraciarse con Dios, que,
según la religión mosaica, no toleraba la menor suciedad e impu- reza tanto de
orden físico como moral. «Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y
será señal del pacto entre yo y vosotros», está escrito en el Génesis.
LA CASTRACIÓN
Se trata de la extirpación de los testículos en el varón o de los ovarios en la mujer.
Tal operación origina indefectiblemente la esterilidad absoluta del individuo, tanto
en el macho como en la hembra. Determina cambios temperamentales, quedando la
constitución física gravemente trastornada, al quedar profundamente afectadas
todas las funciones orgánicas.
ENFERMEDADES VENÉREAS
Se trata de enfermedades infectocontagiosas, que suelen transmitirse en el curso de
las relaciones sexuales, si bien algunas veces son hereditarias y otras se contraen
por contagio sin necesidad de que haya habido un contacto sexual
previo.
Las enfermedades venéreas son cuatro principalmente:
Blenorragia
Sífilis
Chancro blando
Linfogranulomatosis inguinal
Existen otras enfermedades que se transmiten generalmente por vía sexual, como
son las siguientes:
Balanitis
Condilomas
Uretritis no gonocócica
Vulvitis
Parafimosis
Todas estas enfermedades son de menor importancia que las cuatro citadas en
primer lugar.
Hay otras afecciones de tipo parasitario, entre las que cabe destacar:
Sama y Ladillas
Se denomina asimismo gonococia y purgaciones, que es el nombre vulgar más
difundido de esta afección venérea. Después del descubrimiento de los
antibióticos, la blenorragia ha podido ser eficazmente combatida y en la actualidad
está muchísimo menos difundida que en el pasado.
La blenorragia la transmite el microbio que recibe el nombre de gonococo de
Neisser, que se presenta por parejas y tiene la forma de un grano de café. Se trata
de una enfermedad que puede ser contraída tanto por el hombre como por la mujer
y se transmite por contagio de uno a otro sexo. Si la blenorragia no es combatida a
tiempo, los gonococos penetran en la mucosa del aparato genital, produciéndole
lesiones que, en no pocos casos, resultan de muy difícil curación, sobre todo
cuando la enfermedad se ha hecho crónica.
SINTOMATOLOGÍA BLENORRÁGICA
El individuo afectado por esta enfermedad experimenta, entre los dos y los cuatro
días de haber realizado el acto sexual, por lo general, una especie de hormigueo en
la uretra, hormigueo que, al orinar, deviene en abierto escozor. En seguida se
produce una secreción que se toma purulenta y de color amarillo verdoso.
SÍFILIS
Esta afección venérea se presenta de muy diversas formas. El agente transmisor de
la sífilis recibe el nombre de treponema pallidum. Se trata de un microorganismo
de la especie de los protozoos y vulgarmente se conoce al agente transmisor de la
sífilis con el nombre de espiroqueta -espirochaeta pallida-, que está dotada de una
gran capacidad móvil. La espiroqueta tiene el aspecto de un hilo formado en
espiral, que es, generalmente, muy delgado y forma unas espirales en número que
oscila entre las ocho y las veinte. Estas espiroquetas giran alrededor de su propio
eje y llevan a cabo movimientos ondulantes. Teniendo en cuenta que en un
ambiente húmedo son susceptibles de mantenerse fuera del organismo humano y
pervivir durante cierto tiempo, no resulta infrecuente que la sífilis sea transmitida
por contagio no necesariamente debido al contacto sexual.
De esta suerte, cualquier herida, un simple grano, puede acoger una espiroqueta y
transmitir la sífilis. Hay que tener en cuenta que la espiroqueta muere enseguida en
un ambiente seco, pero es capaz, por ejemplo, de vivir de diez a veinte minutos en
el borde de un vaso recién utilizado por un sifilítico.
El contagio de la sífilis en la mujer es fácil a través de una grieta en el pezón
durante el período de lactancia, circunstancia que es mayormente grave, dado que
la madre contagiará inmediatamente la enfermedad a su hijo.
Hay que insistir en que, sin embargo, la vía normal del contagio sifilitico
se produce a través de las relaciones sexuales.
LAS CUATRO FASES DE LA SÍFILIS
Esta enfermedad venérea presenta un proceso de desarrollo considerablemente
lento y complejo. La sífilis pasa por cuatro periodos en su proceso de desarrollo:
Periodo primario
Periodo secundario
Periodo terciario
Periodo cuaternario
A continuación pasamos a describir el proceso característico de cada uno de
ellos.
PERIODO PRIMARIO
En el curso de este periodo de la sífilis-que es precedido incluso de un periodo de
incubación, o sea, aquél en el que las espiroquetas penetran en la piel y dan
comienzo a su actuación para producir la primera lesión en el organismo humano-,
caracterizado por la aparición del primer síntoma concreto, los gérmenes se
introducen en los conductos linfáticos y en los vasos sanguíneos.
Este primer periodo de la sífilis tiene dos fases:
a) La preserológica, en cuyo transcurso las reacciones de la sangre todavía son
negativas.
Se corre el peligro de que, al tratar con penicilina una blenorragia, si el individuo
padece la sífilis en su periodo primario, la reducción temporal de la afección
sifilítica puede desorientar al facultativo y hacerle descuidar el tratamiento
adecuado. Por eso resulta necesario que, transcurridos unos tres meses después de
haberse presentado la blenorragia, el enfermo proceda a hacerse un análisis de
sangre, con objeto de constatar si existe o no contaminación sifilítica.
PERIODO SECUNDARIO
Esta fase de la sífilis se caracteriza por la presentación de roseólas
maculcerimatosas secundarias en el vientre y en los costados. Se trata de unas
coloraciones rosa pálido, redondas u ovales, perfectamente deslindadas, cuyo
tamaño y número son variables en cada caso particular.
Durante el periodo secundario, la sífilis suele localizarse en las mucosas y en otras
partes húmedas del organismo. Entre los efectos que produce, están las fuertes
cefalalgias características y la caída del cabello.
PERIODO TERCIARIO
En el curso de esta fase sifilítica desaparecen los síntomas que caracterizan a los
dos periodos anteriores. La enfermedad parece que ha sido curada, pero, al cabo de
tres o cuatro años, de nuevo hacen acto de presencia los síntomas sifilíticos, siendo
en el periodo terciario mucho más peligrosos que los característicos de la sífilis
primaria y secundaria.
Los síntomas del periodo terciario se presentan, por regla general, en la cara y en
las piernas, que son invadidas por tumores malignos. Otras veces, atacan,
destrozándolas terriblemente, porciones enteras del cuerpo, como son la nariz, las
orejas o los labios, presentando el rostro un aspecto repulsivo.
Por otra parte, los tejidos internos van destruyéndose paralelamente a la acción
externa. La sífilis afecta a los vasos sanguíneos, de modo especial a la aorta, que se
dilata, a veces de modo desmesurado, pudiendo causar la muerte del enfermo.
PERIODO CUATERNARIO
Esta fase sifilítica presenta dos aspectos, ambos de extraordinaria gravedad:
Tabes dorsal
Parálisis progresiva
La primera de estas formas sifilíticas constituye una manifestación retardada de la
enfermedad y se produce, después de un periodo dilatado en el que la sífilis
permaneció latente, estacionaria, a veces, incluso pasados veinte años desde que el
individuo sufrió el contagio venéreo. Por su parte, la tabes dorsal se manifiesta por
medio de anomalías en el aparato nervioso, haciendo tambalear en ocasiones al
sifilítico, sin que pueda controlar la estabilidad vertical. La tabes dorsal suele ir
acompañada de intensos dolores y, en ocasiones, de perturbaciones en la vejiga.
Otro síntoma: al sifilítico se le dilatan de modo anormal las pupilas. Durante este
periodo la sífilis ataca con frecuencia a la columna vertebral, produciendo la
muerte del enfermo. Otra de las formas en que puede presentarse la sífilis en su
periodo cuaternario es la parálisis progresiva, que determina el cambio total del
carácter del enfermo.
La penicilina resulta muy activa en los casos de sífilis primaria, si se empieza
pronto el tratamiento. Por el contrario, en los otros tres periodos de la sífilis, la
penicilina resulta poco menos que de acción nula.
CHANCRO BLANDO
Se trata de un tumor blando, con pus y bastante doloroso, que se presenta en los
órganos sexuales. Se denomina científicamente uleusmolley se transmite
al realizar el acto sexual. El chancro blando es producido por el estreptobacilo de
Ducrey y no es en sí mismo de gran peligro, pero, a veces, aparece relacionado con
la sífilis, dificultando en estos casos un eficaz diagnóstico de esta última
enfermedad. El tratamiento del chancro blando suele hacerse a base de penicilina
con resultados bastante positivos, pero este tratamiento presenta el peligro de que
y puede encubrir la presentación de un proceso sifilítico.
LINFOGRANULOMATOSING
UINAL
Esta infección, que aparece preferentemente en los varones de 20 a 40 años, taca
las glándulas inguinales y va precedida de ulceraciones poco aparentes bajo la piel
o en las mucosas inguinales. Hay engrosamiento progresivo de la linfoglándulas
inguinales de uno o ambos lados, con fiebre.
A veces la enfermedad sigue un curso crónico, con graves ulceraciones y esiones
en el ano.
El antibiótico más eficaz contra esta infección es la clortetraciclina endosis de un
gramo al día, durante diez días.
El tratamiento se completa con cortisona y la radioterapia si la infección se
prolonga indebidamente.
LA UNIÓN SEXUAL ORAL
Se trata de una práctica tan extendida como poco divulgada. Se trata, lisa y
llanamente, de la estimulación directa de los genitales del hombre y de la mujer
con los labios y la lengua. Es una unión sexual considerada como inconfesable.
Nadie habla de ella, pero son muchísimas las parejas que la practican. Hay que
advertir que, en líneas generales, es una práctica sexual tan normal como pueda
serlo otra cualquiera, siempre y cuando, naturalmente, la unión sexual no se
reduzca exclusivamente a la unión oral.
Hay muchas razones que explican el hecho de que esta práctica haya sido y sea
acremente atacada. En primer lugar, una educación sexual insuficiente y mojigata
condenaba como espúrea la unión oral. Después determinados errores, como el de
atribuir la práctica de este tipo de unión sexual a individuos dados a la
homosexualidad. Esta interpretación es, por lo menos, decididamente abusiva.
Puede haber, y de hecho así es en la totalidad de los casos, homosexuales que se
decanten por la práctica de este tipo de unión, pero ello en modo alguno demuestra
que todos los que la practican sean homosexuales. Es como si se rechazase el beso,
en sus diversas vertientes, porque también constituye una práctica común a los
homosexuales. Es preciso superar ese prejuicio. Hay que añadir que a una gran
parte de los detractores de la unión sexual les parece repugnante esta práctica
debido a que los genitales, tanto los masculinos como los femeninos, están, según
ellos, carentes de la necesaria higiene. El razonamiento no resiste una
argumentación mínimamente seria en contra. Los órganos sexuales han de estar
siempre rigurosamente limpios, se recurra o no a la práctica de la unión sexual
oral.
Con este razonamiento de la falta de higiene igualmente serían rechazadas las
caricias hechas con la boca en la oreja y en otras zonas erógenas. Todo depende,
pues, del concepto que de la higiene tenga cada individuo.
Lo que debe hacerse es incidir en que la unión sexual oral no es condenable en sí
misma, sino que constituye un medio de excitación sumamente eficaz, pero resulta,
en todo caso, poco recomendable para que por medio de tal práctica se llegue al
orgasmo. Las caricias orales en los genitales deben de reducirse a medios de
excitación sexual que conduzcan al orgasmo por medio del coito normal.
Sobre la Auparishtaka o unión sexual oral ha escrito Vatsyayana unas páginas
sumamente interesantes y reveladoras, que consideramos útil transcribir aquí:
«Existen dos clases de eunucos o hermafroditas: los que eligen el papel de
hombres, y los que prefieren disfrazarse de mujeres.
«Los eunucos que visten como las mujeres imitan al sexo débil en todas las
formas: en su modo de vestir y de hablar, en sus modales, su bondad, su timidez, su
delicadeza y su modestia. Y la suprema consagración de amor que las mujeres
reciben en las suaves profundidades deiyom, los eunucos la reciben en la boca.
Esto se llama Auparishtaka.
«Estos eunucos 'hembras' sienten un placer sensual con la unión sexual oral, y ello
mismo al tiempo les procura un lucrativo medio de ganarse la vida, permitiéndoles
vivir como cortesanas.
«Los eunucos que adoptan la vestimenta y el carácter de los hombres mantienen
sus prácticas sexuales en secreto, pero cuando eligen una profesión, se convierten
generalmente en masajistas. Utilizando el masaje como pretexto, estos eunucos
acarician subrepticiamente los muslos de su cliente, y después empiezan a tocar
con sus fuertes y experimentados dedos las áreas adyacentes de su cuerpo. Si el
lingam del cliente está en erección, lo frota y oprime suavemente con las manos.
Muestra sus intenciones sin ambages, y si el cliente no se opone, el eunuco
interpreta su silencio como aquiescencia, e introduce el miembro en su boca. Si,
por el contrario, el cliente se excita con estas caricias y ordena al eunuco que
continúe, el masajista se niega y sólo termina consintiendo después de ser
suplicado y sobornado.
«El eunuco procede entonces a enseñar a su cliente los placeres de las ocho
diferentes etapas de la unión sexual oral. Después de cada etapa se detiene y finge
negarse a continuar, pero esta repentina y transitoria negativa sólo sirve para
excitar aún más a su cliente, que ruega al masajista que continúe y le paga
espléndidamente sus esfuerzos.
«La primera etapa se conoce como la Unión Nominal. El eunuco toma el órgano de
su cliente en la mano y acaricia levemente el extremo con los labios.
«Después coge el extremo del lingam con la mano, cerrando los dedos como si
fuese el capullo de una flor, y besa y muerde la punta del órgano.
"Si su cliente le insta a continuar, el eunuco toma el lingam se lo introduce en la
boca, cierra los labios con fuerza y entonces tira de él como si quisiera arrancar el
órgano del cuerpo. Esto se llama Presión Exterior.
«Animado por la reacción de su cliente, el eunuco inserta el lingam más
profundamente en su boca, lo aprieta y después lo suelta pronto. Esto se llama
Presión Interior. "Si el eunuco tiene el órgano en la mano y lo muerde suavemente,
se llama el Beso.
«En cambio, si acaricia el lingam con la lengua, en especial su extremidad, se
llama el Pulido.
«La culminación del Auparishtaka tiene lugar en las dos últimas etapas. El eunuco
introduce en su boca la mitad del órgano, lo acaricia con la lengua y chupa con
gran fuerza. Esto se llama Comer el Mango.
«La culminación llega cuando el eunuco se mete todo el órgano en la boca y lo
aprieta con gran esfuerzo hasta su principio como si quisiera tragárselo entero. Esto
se llama Absorción.
está prohibido por las Sagradas Escrituras, según las cuales es muy perjudicial
para un hombre introducir constantemente su órgano en las bocas de eunucos
y prostitutas. Sin embargo, Vatsyayana difiere de los Acharyas y afirma que esta
clase de unión sexual está sólo prohibida a las mujeres casadas y sujetas a las leyes
de las Sagradas Escrituras. Cree que en materia de amor, uno debe guiarse por las
tradiciones y prácticas del país, pero sobre todo, por las propias
inclinaciones.
«El Auparishtaka no sólo está limitado a los hombres. Ciertas mujeres, en especial
si están enamoradas y no tienen libre acceso a los hombres, se acarician
mutuamente los yonis con la lengua. También se sabe que muchos hombres
satisfacen a las mujeres con esta forma de unión sexual, ya que pueden aplicarse al
yoni todos los besos que se aplican a la boca. Cuando un hombre y una mujer
yacen con la cabeza junto a los pies del otro y practican el Auparishtaka, se llama
actitud del Cuervo.
«Algunas cortesanas están tan obsesionadas por esta forma de placer físico, que
abandonan amantes ricos, honestos e inteligentes por hombres pobres y vulgares,
tales como esclavos o conductores de elefantes, que se avienen a esta práctica.
«El Auparishtaka no debe ser nunca practicado por un erudito Brahmán, un
ministro de Asuntos de Estado, o un hombre de buena reputación, porque pese a
que el acto está permitido por los Shastra, no se debe utilizar más que bajo
circunstancias muy especiales.
«Así, por ejemplo, en los libros de medicina se citan a menudo las nutritivas
cualidades y el buen gusto de la carne de perro, pero esto no incita necesaria-
mente a un hombre sensato a comer esta carne.
«Por otra parte, hay ciertos momentos, lugares y ocasiones en que uno debe
recurrir a estos actos.
"El hombre inteligente ha de considerar primero cuidadosamente el momento, el
lugar y el acto que va a ejecutar, y si encuentra en armonía todos estos factores, y
tras la reflexión decide que tal acción no rebajará su naturaleza, puede obrar como
le plazca de acuerdo con las circunstancias.
«Pero puesto que tales actos son ejecutados privadamente, y siendo la naturaleza
humana de tal inconsistencia, nadie puede saber a qué placeres se entrega un
hombre detrás de las puertas cerradas de su aposento.»
Los párrafos precedentes, en los que se adivina un irónico moralismo basado en el
acomodaticio sí, pero..., resultan más por las consideraciones de índole social,
referidas por otra parte al contexto de otro mundo y otro tiempo.
Conviene que quede bien claro que la unión sexual oral no es en sí misma una
práctica aberrante, ni mucho menos, sino que está de acuerdo con los instintos
naturales y constituye un eficaz medio de excitación sexual sumamente adecuado
para utilizar en el juego amoroso previo al coito.
PROLONGACIÓN DE LA VIDA SEXUAL
Se trata de un capítulo de suma importancia en la vida del hombre y de la mujer, al
que no suele concedérsele el debido estudio, ya que el envejecimiento sexual afecta
de modo absoluto a todas las facetas del vivir humano, tanto consideradas desde la
vertiente masculina como de la femenina. Hay una serie de tópicos, errores y
prejuicios que no permiten ver claro en un problema tan fundamental como es el de
la gradual decadencia sexual que va reduciendo las apetencias del hombre y de la
mujer. Muchas veces, la inapetencia sexual atribuida a la lógica decadencia física
que, tarde o temprano, afecta al ser humano, proviene no de causas orgánicas, sino
psíquicas. «El casi medio siglo de convivencia de los matrimonios actuales -
escribe el sexólogo galo Georges Valensin- produce una influencia perniciosa en el
instinto sexual de los cónyuges. La potencia sexual se reduce mucho menos por la
edad que por la monotonía, que apaga lentamente la llama de la actividad y el
impulso de la excitación.»
Si la monotonía es un temible enemigo de la vitalidad sexual, ¿de qué
modo se puede combatir eficazmente? No hay otro medio que el de la
imaginación.
«Sólo hay un medio para evitar que con el paso de los años el deseo de la pareja
mengüe -escribe Oswait Kolle- y es el no dejarse llevar por la cómoda tendencia a
ir distanciando las relaciones sexuales».
Las experiencias prácticas nos demuestran que son innumerables los hombres cuya
capacidad sexual no decae en absoluto, sino que lo único que desciende es el deseo
de realizar estas actividades con la mujer propia. Si consideramos estas
manifestaciones, dejando a un lado el aspecto moral y examinamos los hechos
fríamente, destacaremos la importancia que representa la oportunidad llamada
'segunda juventud'.»
LA «SEGUNDA JUVENTUD»
Hay que ganarla venciendo imaginativamente la influencia paralizante de la
monotonía en las relaciones sexuales. «La segunda juventud o segunda primavera -
dice Kolle- no es un problema de hormonas, sino más bien un problema psíquico.
«El hombre, con el paso de los años, al igual que la mujer, tiene su época de
cambio -climaterio, menopausia-, siente agudamente el temor de que su potencia
sexual decaiga o desaparezca; por lo que ambos se esfuerzan en demostrarse a su
modo que este signo de envejecimiento no les afecta. El hombre procura
demostrarse a sí mismo su capacidad sexual buscando a mujeres jóvenes; la mujer
trata de rejuvenecerse para ver cuál es el efecto que causa en su propio marido o en
otros hombres. El hombre siente la convicción íntima, según asegura el Dr. Bovet,
de que al estar con unajovencita también se rejuvenecerá. Tanto si lleva a la
práctica su pensamiento o si simplemente conserva esta idea como un simple deseo
oculto, subconsciente, su mujer ya no se siente segura junto a él y con frecuencia
reacciona con muestra de celos y con ellos se agranda más la brecha que existe
entre ellos.
«Realmente, en muchos casos el hombre sólo busca una variante sexual que no
encuentra en su propia mujer. La que es inteligente y hábil debe saber que el
hombre necesita biológicamente la excitación exterior para poder conservar vivo
su apetito sexual. Por ello debe dominar todo sentimiento de celos, al menos
mientras satisfaga su apetito sexual con ella. Ella debe conocer, estudiándolo en los
libros adecuados, estas oscilaciones del instinto sexual masculino y actuar de
forma comprensiva con su marido ya mayor, sin condenarle de antemano. Si él
busca instintivamente excitaciones mediante revistas o lecturas eróticas o si se le
van los ojos con fruición tras de las jovencitas que pasan a su lado, deberá
comprenderlo lo mismo que si intenta ensayar nuevas técnicas en su unión sexual.»
El Dr. Georg Belham expone este fenómeno de la siguiente forma: «La excitación
de la novedad es siempre un estímulo para la potencia del hombre y una mujer
inteligente debe saber emplear perfectamente este recurso en vez de reaccionar con
manifestaciones de celos. Aceptará gustosa que un hombre entrado en años se
sienta excitado aún con la contemplación de la figura de una mujer joven y
hermosa con la que ella no podría competir, pero en vez de enfadarse usará
comprensión y hábilmente estos estímulos en beneficio propio y de su unión. Ella
puede recoger lo que otras siembran y ambos tendrán en ello la mayor satisfacción.
De otra forma la mujer se hallará con un hombre cansado e inepto que deja de ser
su amante, mucho antes de lo que por ley biológica le correspondería.»
Estas claras ideas sobre el amor en la edad madura apenas necesitan glosa.
Constituyen un sabio y pequeño tratado erótico psicológico que puede evitar no
pocos descalabros a nivel de pareja y prolongar las relaciones sexuales al máximo.
LA IMPOTENCIA SEXUAL
Puede decirse, sintetizando, que la impotencia sexual estriba en la imposibilidad,
más o menos continuada, pero, en todo caso, repetida, de consumar normalmente
el coito.
Hay que precisar, no obstante, que existen dos clases de impotencia:
generandi y coeundi.
Entre las formas de impotencia de origen físico, las más corrientes son
éstas:
Imposibilidad de que el pene se ponga erecto.
Anomalías en la formación orgánica.
No producción de semen verdadero.
Anomalía orgánica que obstaculiza la introducción del pene.
Vaginismo.
Hay otras impotencias de origen psíquico. Sin ser, en rigor, síntomas de
impotencia, puede desembocaren impotencia sexual auténtica. Las más
importantes son las siguientes:
Rechazo del deber conyugal.
Negativa a mantener relaciones sexuales normales.
Hábito de utilizar técnicas inadecuadas para la excitación sexual.
Violentar las relaciones sexuales con prácticas morbosas.
Pudibundez exagerada.
Irracional asco a la vida sexual.
Repugnancia hacia el compañero de pareja.
En estos casos se trata de un problema casi siempre de inadecuada educación
sexual.
No son pocos los casos en que el fracaso en la vida sexual proviene de un
sentimiento de inferioridad, adquirido generalmente en la infancia o en la
adolescencia, que llega a convertirse en neurosis y psicosis muy peligrosa para la
salud psico-sexual del individuo en cuestión.
En ocasiones; la neurosis es la causa determinante del fracaso sexual, aunque no
resulta infrecuente, ni mucho menos, que las cosas sucedan a la inversa.
Si las impotencias son de carácter orgánico, resultan generalmente más fáciles de
curar, con las excepciones de rigor, naturalmente. Las de origen psíquico suelen ser
más complicadas y difíciles de tratar con éxito. Esto se debe, en la mayor parte de
los casos, a que, cuando se manifiestan, ya se ha constituido la pareja conyugal, y
la convivencia familiar agrava el problema.
La medicina concede un ámbito conceptual muy amplio a la impotencia sexual,
que abarca al campo general -al hombre- de la deficiencia de sus condiciones
masculinas. En este sentido, la impotencia sexual se relaciona
directamente en el varón con sus condiciones psicofísicas, tales como:
Actitud de dominio.
Firmeza.
Imperturbabilidad
Iniciativa.
Nobleza.
Pundonor.
Equilibrio
psicofísico.
Voluntad.
Ecuanimidad.
Amplitud de
miras.
El cuadro de manifestaciones que la impotencia sexual determina en la mujer es
también sumamente compleja.
SEXO Y SOCIEDAD
La personalidad del ser humano está constantemente influida en sus
manifestaciones por el ambiente en que vive el individuo y el signo de la época, lo
cual repercute, como es natural, en la vida sexual. Es frecuente que la sociedad
emita juicio de un individuo ateniéndose a valoraciones estrictamente sexuales. Por
ejemplo, a un hombre valiente suele asociarse una notable secreción testicular, al
paso que a un cobarde no es raro oírle llamar impotente, en tono de desprecio.
Todo esto resulta incoherente, analizadas las cosas con rigor, pero sucede así y
plantea en muchos casos problemas sexuales de difícil tratamiento.
El carácter sexual solía traspasar todas las facetas de la vida social. Hoy, en
realidad, ocurre lo mismo, pero se han venido abajo muchos tabúes y lugares
comunes. A medida que la civilización avanza, la humanidad va racionalizando en
lo posible la importancia de la vida sexual. La cerebralización de la vida moderna
redujo en cierta medida la importancia de la virilidad, es decir, recortó las
funciones de mando poco menos que omnímodo que ostentaba el varón y
reivindicó las posiciones femeninas. Todo esto ha determinado la irrupción de la
mujer en muchos sectores que durante siglos fueron coto vedado del hombre.
Esto es natural, dado que la complejidad de la vida moderna no permite soluciones
elementales, de mera fuerza y voluntad. Esta situación ha creado en el varón una
cierta psicosis colectiva. Su valoración está en crisis para todos aquellos que se
aterran al pasado, un pasado en el que el varón decidía por sí mismo sin tener en
cuenta a la mujer más que como un objeto de placer que utilizaba a su antojo.
Ahora las cosas en este sentido han variado: la mujer tiene conciencia de sus
derechos y sabe cómo reclamarlos y hacerlos respetar. Esto ha propiciado, aunque
pueda parecer descabellado, una cierta proliferación de la impotencia sexual
masculina.
EL COMPLEJO DE EDIPO
Freud fue quien descubrió que es más que frecuente el caso de los niños cuya vida
sexual instintiva se proyecta eróticamente hacia la figura de la madre. (El complejo
de Electra es el caso contrario: el de la niña decantada eróticamente hacia el padre.)
El niño llega incluso a tener, en muchas ocasiones, precoces celos del padre. Si esta
soterrada vida sexual de la infancia adquiere caracteres más o menos conscientes,
puede determinar un proceso de inhibición que más tarde sea origen de graves
consecuencias, al llegar el individuo a la edad adulta.
Pero sí se ha conseguido en más de una ocasión contribuir con éxito a que, por
medio de una intervención quirúrgica, una persona de un sexo pase a pertenecer al
opuesto. Esto sólo es posible cuando la diferenciación sexual del individuo en
cuestión es nula o casi nula. O sea: una persona de estado sexual intermedio, por
medio de un tratamiento hormonal o bien de una operación, puede concretar su
conversión total, del sexo neutro al masculino o al femenino, de acuerdo con su
natural proclividad, librándose de esta forma de contraer la impotencia sexual.
LA POTENCIALIDAD SEXUAL
Diversos factores influyen en el grado de potencia sexual de un individuo. La gente
sustenta la errónea opinión de hacer coincidir corpulencia con virilidad. Se trata de
una apreciación totalmente inexacta. Hay personas corpulentas de escasa potencia
sexual y, por el contrario, individuos poco corpulentos que poseen una
extraordinaria virilidad. Cabe resaltar, entre los factores a tener en cuenta en la
potencia sexual, los tres siguientes:
a) La herencia biológica.
b) El estado de salud general, que influye decisivamente en el
índice de vitalidad, y ciertas enfermedades localizadas en los
órganos genitales.
c) La psicología de cada individuo, su educación en los
años infantiles y en los cruciales de la adolescencia. En
estas edades una educación antinatural puede, con
frecuencia, determinar complejos inhibitorios que originen
una impotencia de carácter psíquico o emocional.
La potencia sexual de cada individuo queda, por lo tanto, condicionada por una
serie de factores que parecen ajenos a la vida sexual, pero que, en realidad, tienen
una decisiva influencia en esta delicada faceta de la vida humana.
MECANISMO DE LA ERECCIÓN
Cuando se produce la excitación sexual, las cavidades de los dos cuerpos
cavernosos que se extienden a lo largo del pene se dilatan al llenarse de sangre, lo
cual produce la erección y endurecimiento del miembro viril. Como es natural,
existe un proceso orgánico previo en el que intervienen las glándulas de secreción
interna, el sistema nervioso, las glándulas genitales y el aparato de circulación
sanguínea.
La excitación sexual opera en los nervios como si se tratase de un conmutador
eléctrico, poniéndolos en tensión instantáneamente y encomendándoles la misión
de graduar la sangre que se acumula en los vasos del falo. A renglón seguido se
abre una comunicación natural entre las pequeñas arterias y los dos cuerpos
cavémosos, pero, al colmarse éstos de sangre, el camino de salida por las venas
queda interrumpido durante todo el tiempo que dura la erección del pene. Una vez
que el miembro viril recupera su posición normal, ninguna sangre de la acumulada
permanece en las cavernas, habiendo sido evacuada toda por las venas. Mientras
dura la erección la piel del miembro viril se hace extraordinariamente sensible.
Esto es debido precisamente a la acumulación de sangre en los cuerpos cavémosos.
La sensibilización del pene se completa por medio de las extremidades de los
nervios que se extienden por los órganos genitales masculinos. Una vez que se ha
producido la erección del miembro viril originado por el proceso orgánico
provocado por el apetito sexual despertado en un momento dado, cuando el
individuo está psíquicamente en tensión y las glándulas seminales han alcanzado el
grado deseado en su actividad secretora, los centros nerviosos ubicados en la
médula provocan unas contracciones que tienen por objeto vaciar las glándulas
seminales y causar la eyaculación, o sea, la evacuación del semen a través de la
uretra. Varias son las causas que determinan la erección del pene:
EL SEMEN
Está formado por zoospermos vivos, que son los que determinan la fecundación. Si
se da el caso de que el semen carece de ellos en la proporción necesaria, se produce
la llamada impotencia generandi.
La cantidad de zoospermos está íntimamente relacionada con la edad del individuo
al que pertenece el semen. En un varón de cuarenta años, dotado de una normal
potencia sexual, la cantidad de zoospermos vivos alcanza una
proporción de 100 por 100. El índice va decreciendo gradualmente a medida que
aumenta la edad. A los 55 años los zoospermos vivos alcanzan un porcentaje de un
95 %, a los 70 años será tan sólo de un 80 % y a los 90 años, de un 10 %. En cada
eyaculación se expulsa normalmente una cantidad de semen que suele pesar unos
ocho gramos.
LA ESPERMATORREA
Si las pérdidas involuntarias de semen se producen durante el día la anormalidad
recibe la denominación de espermatorrea. Se trata de una dolencia peligrosa, capaz
de perturbar gravemente la vida del individuo tanto física como mentalmente.
Puede considerarse, sin lugar a dudas, la espermatorrea como una de las
principales fuentes de la impotencia sexual masculina.
Las pérdidas seminales diurnas puede ser de dos clases:
Al defecar.
Al orinar.
La primera suele afectar a las personas que padecen estreñimiento; la segunda
clase de espermatorrea obedece normalmente a un deficiente ritmo nervioso y al
paso ejercido sobre las vesículas seminales de la próstata, que, al dilatarse,
obstaculizan el paso de la orina.
TRATAMIENTO DE LA ESPERMATORREA Y DE LAS POLUCIONES
NOCTURNAS
Tanto para la pérdida seminal nocturna como diurna, la persona afectada deberá
seguir las siguientes prescripciones:
1.° Impedir la acumulación de semen, con objeto de que las
glándulas que lo contienen no estén sobreexcitadas.
2.° Seguir un régimen alimenticio en el que no haya sustancias excitantes.
3.° Procurar que no se acumulen heces fecales en el intestino
y el recto -se trata, en definitiva, de curar el estreñimiento- y
que no haya demasiado líquido en la vejiga de la orina.
4.° Procurar que ni el bajo vientre ni los órganos genitales estén comprimidos.
5.° Llevar una vida natural, al margen de morbosas excitaciones.
LOS AFRODISÍACOS
El hombre los viene utilizando desde la antigüedad más remota, ya que estimulan
el apetito sexual. Pero su grado de eficacia no es siempre el mismo en un individuo
que en otro. Tampoco son de por sí todos de igual acción. Ateniéndose a sus
propiedades y utilización, estableceremos la siguiente división:
1.° Afrodisíacos nocivos, que se toman para sobreexcitar la
sensibilidad sexual.
2.° Los que prescribe la ciencia médica para provocar la
erección en personas capaces de procrear, pero a quienes les
resulta difícil que el pene se enderece adecuadamente para
que pueda penetrar en la vagina.
3.° Los productos empleados para fortalecer el organismo en
general y en particular el sistema nervioso, con vistas a un
incremento de la potencia sexual.
AFRODISÍACOS NOCIVOS
Casi todos contienen veneno y perjudican la salud general del individuo que los
toma, sin curar en ningún caso la impotencia. Lo único que logran es estimular
circunstancialmente el apetito sexual, aunque no en todos los individuos. Estos
afrodisíacos minan, a la larga, la actividad de los centros nerviosos que intervienen
en el mecanismo de la erección del miembro viril. Vamos a citar a continuación los
afrodisíacos nocivos más conocidos y utilizados:
Mandragora.
Cantáridas.
Escarabeo.
Cubaba.
Cáñamo indio.
AFRODISÍACOS MEDICINALES
Perejil.
Cacao.
Angélica.
Vainilla.
Damiana.
Enula campana.
Canela.
Lampazo.
Coclearia.
Todas estas plantas medicinales pueden, como es natural, tomarse no solas, sino
incluyéndolas como ingredientes del régimen alimenticio prescrito para combatir la
impotencia sexual.
Hay también infinidad de vegetales que son altamente recomendables para
favorecer la salud en general, lo cual repercute beneficiosamente, de modo
indirecto, en el perfecto funcionamiento de los órganos sexuales. Entre los que
merecen ser citados, figuran los siguientes:
Espliego.
Tomillo.
Nabo.
Berros.
Nueces.
Higos secos.
Cebollas.
Setas.
Alcachofas.
LA INSEMINACIÓN ARTIFICIAL
Se trata del acto de introducir el semen masculino en la vagina femenina por
medios artificiales. Se dan bastantes casos en los que el marido no es estéril, pero,
debido a especiales y determinadas causas, no puede realizar el acto sexual, y
entonces se recurre a la inseminación artificial si el matrimonio desea tomar
descendencia.
Se trata de un recurso utilizado por no pocas parejas que, deseando tener hijos, no
consiguen tenerlos por los medios normales del coito, a causa de que el varón es
incapaz de introducir el miembro viril en la vagina de la mujer. Se trata de un caso
de impotencia coeundi.
ANOMALÍAS EN LOS ÓRGANOS GENITALES DE LA MUJER
Hay una serie de anomalías que pueden entorpecer la vida sexual de la mujer. Se
trata de anomalías que afectan a sus órganos sexuales. Las más importantes son:
Reglas excesivamente copiosas.
Carcinoma.
Dismenorrea.
Metrorragia.
Fibroma.
Pólipos en la matriz.
Inflamaciones anexiales.
Flujo blanco.
CARCINOMA DISMENORREA
Prolapso.
Retroflexión.
Cáncer en los senos.
Inflamaciones en la vejiga y en la uretra.
Cistitis y pielitis.
Vaginismo.
Dada la importancia que tienen, a veces, estas anomalías, vamos a describir cada
una de ellas por separado.
REGLAS COPIOSAS
Este tipo de anormales menstruaciones son originadas, en la mayoría de los casos,
por no haber madurado con regularidad el óvulo destinado a ser fecundado.
En ocasiones, la causa de estas reglas con copiosa hemorragia viene determinada
por la aparición de un carcinoma en el útero, o sea, de un cáncer en la matriz.
El climaterio es la época en que suele producirse el cáncer del útero denominado
carcinoma, que puede asentarse en el cuello uterino o bien en el cuerpo de la
matriz. Va acompañado, como ya dijimos de abundantes hemorragias durante la
menstruación. Si el cáncer uterino está ya en periodo avanzado, la sangre
expulsada se presenta acompañada de una secreción blanquecina.
El cáncer uterino no produce molestias mientras está en periodo de formación, lo
cual representa un peligro latente, ya que la mujer no suele acudir al médico hasta
que la enfermedad está ya en avanzado proceso y ha invadido los órganos
próximos al útero, haciéndose imprescindible su extirpación.
Se trata de la menstruación que va acompañada de dolores, que, partiendo de las
contracciones uterinas, afectan al abdomen, a la región sacra y a los muslos,
provocando frecuentemente vómitos, desasosiego físico de carácter general e
inapetencia. Las mujeres proclives al histerismo suelen estar afectadas por la
dismenorrea y, en tales casos, los dolores son tan intensos, que obligan a la mujer a
guardar cama.
La dismenorrea es, a veces, originada por un anormal endurecimiento de la matriz.
Puede ser asimismo su causa el tamaño demasiado pequeño del útero o bien que
éste no ocupe su posición normal debido a cualquier inflamación que lo haya
afectado.
LA METRORRAGIA
Se trata de las hemorragias uterinas cuya abundancia de sangre no es producida por
el proceso natural de la ovulación. A veces, la causa proviene de embarazos
extrauterinos, de abortos, por la presentación de tumores o por inflamaciones de
diverso origen. Si la metrorragia es originada por el embarazo extrauterino -o sea,
cuando el óvulo fecundado permanece en la trompa, en el mismo ovario o en la
cavidad abdominal-, al no contar el óvulo con las condiciones normales para su
desarrollo, es susceptible de determinar la rotura de la trompa u otra anormalidad y
producir una hemorragia interna, que va, generalmente, acompañada de dolores
muy intensos.
FIBROMA
Es una de las causas del origen de la metrorragia. El fibroma se presenta como un
tumor de los tejidos conjuntivos de la matriz, y a veces, se trata de varios tumores
juntos.
Dichos tumores pueden alcanzar un tamaño considerable y aunque no suelen ser de
carácter maligno, dan origen a copiosas hemorragias y gran malestar. Los fibromas
se curan mediante una intervención quirúrgica o con la radioterapia, si bien ésta
puede provocar la esterilidad femenina, por lo que solamente es aconsejable para
las mujeres próximas a la menopausia.
PÓLIPOS DE LA MATRIZ
Esta es otra de las causas de la metrorragia, y normalmente se recurre a la
intervención quirúrgica para su extirpación, lo que no presenta el menor peligro, si
bien también pueden desaparecer los pólipos con el empleo de la radioterapia.
INFLAMACIONES ANEXIALES
Se producen a causa de una infección procedente del exterior que la menstruación
propicia o bien que se contrae durante el puerperio, al abrirse la trompa.
Estas inflamaciones anexiales son producidas, a veces, por gérmenes que provocan
supuración o bien por agentes patógenos propagadores de enfermedades de las
denominadas venéreas, que, en estos casos, convierten la inflamación anexial en
aguda o crónica.
Tales inflamaciones se localizan en los órganos anexos al útero y son susceptibles
de promover importante cambios y adherencias, de modo particular en las trompas,
determinando la esterilidad de la mujer a veces. Las inflamaciones anexiales se
originan, frecuentemente, a causa de un aborto, especialmente si es provocado. Se
deben también otras veces, pero en menor proporción, a un proceso catarral del
abdomen o a alguna anomalía presentada durante el parto.
Pueden provocar la tuberculosis genital en mujeres jóvenes propensas a tal
dolencia a causa de haber padecido anteriormente una pleuresía.
FLUJO BLANCO
A la entrada del útero aparece una mucosidad que le obstruye y propicia el proceso
de la fecundación. En ocasiones, la mujer, en el curso de la menstruación, arroja
también un flujo blanco producido por la mucosa citada. Cuando no es expulsado
el flujo blanco en cantidad excesiva, se trata de algo perfectamente normal. Pero, si
además de ser considerable el flujo blanco arrojado fuera, ofrece una tonalidad
verde oscuro o amarillenta y maloliente, se trata de una anormalidad.
A veces, la presencia del flujo blanco acompañando la sangre menstrual es
ocasionado por alguna enfermedad de tipo general. Otras su presencia está
determinada por inflamaciones uterinas o vaginales.
Si se trata de mujeres jóvenes, el flujo blanco puede ser provocado por
excitaciones locales, al introducirse parásitos provenientes del ano. Otras veces, la
presencia del flujo blanco es originada por manipulaciones masturbatorias.
PROLAPSO
Cuando a una mujer, a causa de realizar trabajos penosos y de haber dado a luz
varias veces, experimenta el hundimiento de la matriz en la cavidad vaginal, se
produce una anormalidad manifiesta. En ocasiones la matriz se asoma al exterior a
través de los labios vulvares. Se trata en estos casos de la anomalía denominada
prolapso.
RETROFLEXIÓN
Recibe este nombre la anomalía que consiste en la vuelta del cuello uterino. La
retroflexión puede estar determinada por un esfuerzo demasiado intenso o bien por
una debilitación de determinados ligamentos de la matriz. Se dan casos en que la
retroflexión es congénita.
Se trata de una anomalía que generalmente no produce molestias, pero que, a
veces, causa dolores en la región sacra y en la del abdomen, obstaculizando la
regularidad de las menstruaciones y provocando copiosas hemorragias.
No es frecuente, aunque ocurre a veces, que la retroflexión dificulta el normal
embarazo. En casos muy excepcionales determina el aborto.
CÁNCER EN LOS SENOS
Es producido por un tumor muy peligroso. La dolencia puede, no obstante, ser
curada, a condición de que se acuda al médico a tiempo. El cáncer en los senos no
produce dolores al principio, sino tan sólo un endurecimiento apenas perceptible.
Se trata de una dolencia que es siempre más grave en las mujeres jóvenes que en
las ya maduras. Se cura extirpando gran parte del seno afectado y los Módulos
linfáticos de la axila.
INFLAMACIONES EN LA VEJIGA Y EN LA URETRA
Es una dolencia particularmente importante, debido a que la uretra se ubica
enfrente de la vagina, en su parte terminal, y en la parte anterior aparece adosada a
la matriz. Al producirse inflamación de la vejiga y de la uretra como consecuencia
de un catarro, puede originarse asimismo una inflamación en los órganos sexuales
femeninos. En el curso del proceso del embarazo y, frecuentemente también en el
transcurso de la menstruación, aparecen inflamaciones de carácter crónico en la
vejiga, ocasionadas por la afluencia de sangre a la matriz.
CISTITIS Y PIELITIS
Al inflamarse la vejiga, suele ocurrir que también se inflamen los ríñones. La
primera inflamación recibe el nombre de cistitis, y la segunda, de pielitis. Se trata
de dos afecciones que generalmente se presentan en el curso del embarazo y, en
ocasiones, obstaculizan su normal desarrollo.
Se dan casos en que, a través de la desembocadura de la uretra, introducen en la
vejiga objetos diversos (frecuentemente utilizados para prácticas masturbatorias),
provocando trastornos de diverso tipo y gravedad.
VAGINITIS
Cuando la vagina se contrae de modo excesivo como consecuencia de la frigidez
sexual de la mujer y la anomalía se hace permanente recibe el nombre de vaginitis
o vaginismo. Se trata de una anomalía muy difícil de curar y que entorpece el
normal desarrollo de las relaciones sexuales, siendo, como ya se dijo en otro
capítulo -el dedicado a la impotencia sexual-, causa determinante de la inhibición
del varón.
Si una mujer padece vaginitis, no puede realizar el acto sexual más que
esforzándose y, desde luego, sin experimentar placer, sino todo lo contrario.
ANOMALÍAS EN LOS ÓRGANOS SEXUALES DEL VARÓN
Al igual que en la mujer, en el hombre se producen una serie de anomalías que
entorpecen sus relaciones sexuales. Son mucho menores en número que las
femeninas, pero no menos importantes algunas de ellas. Citaremos las más graves,
que son:
Poluciones nocturnas.
Poluciones diurnas.
Deformación de la uretra.
Fimosis.
Parafimosis.
Infecciones de la próstata.
Criptorquidia.
Varicocele e hidrocele.
Azoospermia.
Tuberculosis testicular.
Exceptuando las dos primeras anomalías de la lista precedente, de las que ya nos
hemos ocupado en el capítulo dedicado a la impotencia sexual, describiremos a
continuación las características de cada una.
DEFORMACIÓN DE LA URETRA
Se trata de un tipo de anomalía que presenta la característica de que, aunque
permite una normal eyaculación de semen, obstaculiza, en cambio, que se pueda
realizar el acto sexual.
FIMOSIS
Es la consecuencia de que no se desprenda normalmente la adherencia que hay
entre el glande y el prepucio. Se trata de una anomalía bastante frecuente entre los
recién nacidos.
Si la fimosis se manifiesta en los adultos, puede originar inflamaciones de carácter
crónico en el prepucio. Obstaculiza la limpieza del miembro viril y I? normal
realización del coito.
Es fácilmente corregible practicando la circuncisión, o sea, seccionando el
prepucio de forma parcial o total.
PARAFIMOSIS
Esta anormalidad aparece cuando el prepucio, se hace retirar a fin de poner el
glande al descubierto, provoca en éste la aparición de sangre durante la erección
del pene e impide que el prepucio recupere su posición normal.
La parafímosis se corrige mediante una intervención quirúrgica.
INFECCIÓN DE LA PRÓSTATA
Se trata de una infección que va acompañada de inflamación y es producida
generalmente por enfermedades de carácter venéreo. También, otras veces, muy
pocas, se infecta la próstata a causa de la tuberculosis.
Asimismo puede verse afectada la próstata por un cáncer, de modo especial en los
hombres de edad provecta. El cáncer prostático obstaculiza la evacuación normal
de La orina. Se corrige mediante una operación quirúrgica.
CRIPTORQUIDIA
Se denomina de esta suerte la anormal situación de los testículos retenidos, en el
transcurso de su desarrollo, en la cavidad del abdomen o en las ingles. Se trata de
una anormalidad que se corrige por medio de una intervención quirúrgica. Los
testículos, colocados en su lugar normal, recuperan su capacidad de fecundación,
pero, cuando un tumor ataca a los testículos y al epidídimo, por regla general se
hace imprescindible la castración.
VARICOCELE E HIDROCELE
Cuando las venas del cordón espermático se dilatan anormalmente, la anomalía
recibe la denominación de varicocele. Hidrocele es la anormalidad consistente en
una excesiva acumulación de agua en los testículos. Las dos anomalías son
corregidas mediante sendas operaciones quirúrgicas.
AZOOSPERMIA
Si el líquido expelido durante el orgasmo carece de células seminales, tal
anormalidad recibe el nombre de azoospermia, que puede estar determinada por un
efecto de nacimiento o bien por el alcoholismo crónico, pudiendo asimismo
producir la azoospermia otras enfermedades, como, por ejemplo, una blenorragia
mal curada.
TUBERCULOSIS TESTICULAR
Se trata de una anomalía susceptible de provocar la esterilidad del varón. Ataca,
por regla general, al epidídimo. La tuberculosis testicular es una afección que
requiere, para ser curada, un minucioso tratamiento, por lo que se hace
absolutamente necesario que el paciente sea observado por un facultativo.
Cuando la tuberculosis testicular es atacada en sus inicios puede ser vencida sin
mayores dificultades, pero, si se deja avanzar su proceso, resulta de curación muy
difícil.
LA CONTRACONCEPCIÓN
Varios son los motivos que pueden inducir a una pareja a controlar los nacimientos
que pudieran producirse como consecuencia de sus relaciones sexuales normales y
resultaría difícil adoptar objetivamente una postura al respecto defendiendo o
condenando tal control, ya que se trata de un asunto delicado en sumo grado cuya
solución compete a la pareja de acuerdo con sus sentimientos, ideas y necesidades.
Son también varios y de diversa índole los medios anticonceptivos:
Castración.
Coitus ante portas.
Coitus interruptus.
Continencia periódica.
Pesarios.
Pildoras anticonceptivas.
Preservativo.
A continuación vamos a describir cada uno de estos métodos destinados a controlar
los nacimientos.
CASTRACIÓN
Consiste en la extirpación de las glándulas germinales mediante una operación
quirúrgica, una vez practicada la cual el organismo pierde sus capacidad de
procrear. La castración no se utiliza como medio para controlar los nacimientos,
sino a fin de corregir ciertas anomalías sexuales y también para curar determinadas
enfermedades, como, por ejemplo, la tuberculosis testicular o la ovárica, cáncer en
las glándulas germinales o tumores en los ovarios. La castración es siempre una
operación mucho más sencilla de realizar en el hombre que en la mujer, ya que se
trata simplemente de ligar y cortar el cordón espermático, operación que recibe la
denominación de vasotomía, o sencillamente de extirparlo, es decir, practicar en
este caso la vasectomía.
PROCEDIMIENTOS MECÁNICOS
El más conocido y eficaz es el preservativo, vulgarmente denominado condón. El
preservativo consiste en una funda de goma muy fina con la que se recubre el
miembro viril mientras se está realizando el acto sexual, evitándose de esta forma
que el semen eyaculado penetre en la vagina de la mujer.
TABLETAS Y COMPRIMIDOS
También se suelen utilizar, aunque menos que el preservativo, unas tabletas y
comprimidos que se introducen en la vagina poco tiempo antes de que vaya a
efectuarse el coito. Cuando se produce la eyaculación, los espermatozoides perecen
a consecuencia de los efectos de los componentes químicos que contienen los
comprimidos en cuestión. Se trata de un método bastante eficaz.
PÍLDORA ANTICONCEPTIVA
Se ha extendido mucho su uso en los últimos tiempos. La pildora anticon- ceptiva
retrasa la ovulación de la mujer e impide que ésta quede embarazada si la pildora
es tomada regularmente. Es uno de los medios anticonceptivos más seguros.
PESARIOS
Presentan forma de cono y pueden ser fabricados a base de goma, metal y otros
materiales. El pesario se introduce en la vagina e imposibilita la entrada del semen
en el útero. Hay asimismo un tipo de pesarios que se introducen en el cuello
uterino e incluso en la cavidad de la matriz. Se trata de un medio anticonceptivo
bastante eficaz, pero, a veces, al cambiar de posición el pesario durante la
realización del coito, puede quedar un resquicio mínimo por el que sea susceptible
de colarse hasta la vagina el semen eyaculado.
MÉTODO OGINO-KNAUS
Está basado en la continencia periódica y fue inventado científicamente por el
japonés Ogino -recientemente fallecido-,yel austríaco Knaus. Páralos católicos
tiene la ventaja de ser la única técnica anticonceptiva admitida por la Iglesia. No
obstante, su eficacia deja mucho que desear, tanto que a muchos niños nacidos a
pesar de que los padres eran adeptos al método citado se les llama irónicamente
«hijos de Ogino».
Si se conocen -cosa que nunca se puede saber de un modo exacto en el caso de las
fechas que preceden a la menstruación-, los días que en que, durante el ciclo
menstrual, la mujer no puede ser fecundada, puede en tales plazos realizarse el acto
sexual sin temor alguno al embarazo.
DICCIONARIO SEXUAL
Ofrecemos en esta parte final de la obra un conjunto de vocablos relacionados con
el erotismo, las relaciones sexuales y las connotaciones psicosociales más
importantes por lo que respecta a la vida sentimental y sexual del hombre y la
mujer.
A
Acoplamiento. Unión sexual del hombre y la mujer.
Adolescencia. Edad inmediatamente posterior a la infancia.
Adulterio. Realización del acto sexual estando casado uno de los que lo
practican con otra persona.
Afeminamiento. Varón que presenta caracteres femeninos.
Afrodisia. Apetito sexual exagerado.
Afrodisíaco. Estimulante del apetito sexual.
Alcahuete. Proxeneta.
Amenorrea. Carencia de menstruación.
Ambisexualidad. Individuo que se siente atraído por los dos sexos.
Amor platónico. El existente entre hombre y mujer sin participación de
las relaciones sexuales.
Anafrodisia. Inexistencia de deseos sexuales.
Ananga-Ranga. Tratado indio en torno a la lujuria, muy antiguo.
Andrógena. Hormona que desarrolla las características del sexo masculino.
Androginia. Apariencia de mujer en un varón.
Andrógino. Hermafrodita masculino.
Androginoide. Varón hermafrodita con apariencia de mujer.
Androide. Ser que parece hombre sin serlo.
Andropausla. Extinción del apetito sexual del varón en la edad senil.
Androsterona. Hormona sexual del varón que aparece en la orina.
Anilingus. Excitación del glúteo y el ano con la lengua.
Anticoncepción. Control de los nacimientos para evitar los embarazos.
Antierótico. Droga que amengua el deseo sexual.
Aureola. Tejido de oscura tonalidad que bordea el pezón.
Azoospermia. Ausencia de espermatozoides en el semen.
B
Bacanal. Orgía desenfrenada.
Baco. Dios del vino, de la potencia sexual y de las orgías.
Balanitis. Inflamación de la mucosa que recubre el glande.
Beso bucogenital. Contacto de la boca con los genitales.
Beso bucolingual. Contacto de labios y lenguas.
Beso genital. Beso bucogenital.
Bisexualidad. Persona que presenta caracteres de los dos sexos.
Blenorragia. Flujo mucuso producido generalmente por la inflamación
de la uretra.
Blenorrea. Blenorragia crónica.
Bubón. Tumor venéreo.
Burdel. Prostíbulo,
C
«Call-giris». Prostitución que ofrece la variedad de que funciona mediante
llamadas telefónicas. . , , ,
Capuchón cervical. Anticonceptivo femenino. Consiste en una cúpula de
caucho que tapa la matriz.
Capuchón clitorídeo. Piel que aparece revistiendo la glándula del clitoris
Caricia. acto con el que se alaga el cuerpo de otra persona.
Castidad. Contención de los deseos sexuales
Castración. Extirpación de los testículos en el hombre o de los ovarios
en la mujer.
Celestina. Alcahueta.
Célibe. Soltero.
Centauro. Ser mitológico, mitad hombre y mitad caballo.
Climaterio. Periodo de la vida que antecede o sigue a la pérdida de la
función genital.
Clitoridectomía. Extirpación del clítoris.
Clitoridotomía. Circuncisión femenina.
Clítoris. Breve órgano eréctil femenino que provoca excitación sexual.
Coitus interruptus. Se realiza para evitar la concepción y consiste en
que el varón retira el pene de la vagina antes de que se produzca la
eyaculación.
Complejo de Edipo. Tendencia que empuja al niño a odiar al padre y
amar a la madre.
Complejo de Electra. Tendencia de las niñas a idealizar la imagen del
padre en detrimento de la de la madre.
Concubina. Mujer que vive con un hombre y mantiene con él relaciones
sexuales.
Concubinato. El trato que mantienen un hombre y una mujer, de una
forma permanente, sin estar unidos por el vínculo del matrimonio.
Congénito. Transmitido por herencia genética.
Continencia. Castidad.
Contraconcepción. Medidas que se adoptan para evitar que la mujer
quede embarazada.
Cópula. Coito.
Cornudo. Marido que consiente la infidelidad de su mujer.
Criptorquidia. Se da cuando los testículos, -los dos o uno sólo-, no están
embolsados en el escroto, sino detenidos en el abdomen.
Cromosomas sexuales. Células genitales que determinan el sexo del
individuo.
Cuello del útero. Parte inferior y delgada del útero que penetra en la
vagina.
Cunnilingus. Caricias sexuales de la boca en los órganos sexuales de la
mujer.
Cupido. Dios del amor en la mitología romana.
CH
Chancro. Ulcera venérea de origen sifilítico, contagiosa.
Chancro blando. Producido por el bacilo de Ducrey, este bacilo es el
origen de una enfermedad venérea de carácter contagioso.
Chulo. Rufián, hombre que vive explotando a las prostitutas.
Desfloración. Acción y efecto de desflorar.
Desflorar. Desvirgar, romper el himen.
Diafragma. Objeto de goma utilizado para soslayar el embarazo. Se pone contra el
cuello del útero con objeto de que obstaculice la entrada de los
espermatozoides.
Distillatio. Anómala secreción de las glándulas uretrales en el aparato
urinario.
E
Edad adulta. La que abarca de los treinta a los cincuenta años.
Efebo. Adolescente.
Emasculación. Extirpación de los testículos y el miembro viril.
Embrión. Resultante de la concepción a partir de las primeras modificaciones
experimentadas por el óvulo fecundado hasta los tres meses.
Eonismo. Tendencia de algunos varones a vestirse de mujer.
Epispadias. Malformación consistente en que la abertura uretral aparece
en el dorso del miembro viril.
Erección. Enderezamiento del pene.
Eréctil. Facultad de enderezarse.
Erógena. Determinadas zonas del cuerpo humano susceptibles de producir
sensaciones sexuales.
Eros. Dios del amor.
Erótica. Poesía amorosa.
Erótico. Amatorio. Perteneciente o relativo al amor sexual.
Erotismo. Pasión amorosa, amor sensual exacerbado.
Erotofobia. Repulsión hacia todo lo relacionado con el acto sexual.
Erotomanía. Delirio erótico.
Erotómano, a. Que padece erotomanía.
Escopofilia. Manía que consiste en experimentar halago en ser visto por
los demás.
Escroto. Piel que recubre los testículos, formando una bolsa.
Esperma. Líquido en el que se alojan los espermatozoides, producido por
las glándulas sexuales masculinas.
Espermatorrea. Derramamiento involuntario de esperma durante el día
y sin realizar el coito.
Espermatozoide. Gameto masculino destinado a la fecundación del óvulo
femenino maduro.
Esterilidad. Incapacidad para engendrar un nuevo ser.
Estupro. Realización del acto sexual de un hombre con una menor.
Eunuco. Varón que no tiene órganos sexuales externos.
Éxtasis. Convencional definición erótica del orgasmo.
Eyaculación. Acción y efecto de eyacular.
Eyacular. Lanzamiento del semen fuera del pene en el momento del
orgasmo.
F
Fecundidad. Aptitud del individuo para engendrar.
Fellatio. Introducción del pene en la boca de la mujer para provocar el
orgasmo.
Fetichismo. Atracción anómala hacia una parte del cuerpo de una persona o de sus
prendas, capaz de provocar excitación sexual.
Feto. Se dice del nuevo ser concebido en el claustro materno pasados tres
meses del embarazo.
Flirt. Actuación semierótica, que generalmente combina el gesto con la
conversación.
Florero. Denominación que suelen dar las prostitutas a los visitantes que
se limitan a observarlas en bares y burdeles sin decidirse a realizar el coito.
Fornicar. Acoplamiento de la pareja humana.
Fornicación. Coito.
Fornix. La parte de arriba de la vagina.
Frenillo. Ligamento que sujeta el prepucio al extremo del miembro viril.
Frigidez. Inapetencia sexual femenina.
Frotador. Tendencia de determinados individuos a satisfacer su apetito
sexual frotando su miembro viril con mujeres desconocidas en las
aglomeraciones públicas.
Furor uterino. Exacerbado apetito sexual de la mujer.
G
Gameto. Célula sexual del varón o de la hembra.
Genética. Parte de la biología destinada al estudio de la transmisión
hereditaria.
Gerontofilia. Se dice de las relaciones mantenidas con personas de edad
avanzada para obtener placer sexual.
Gigoló. Individuo que vive de las mujeres.
Ginandria. Apariencia de hermafroditismo parcial en la mujer.
Ginefobia. Repugnancia a las mujeres.
Glande. Cabeza del pene.
Glándulas de Bartholin. Par de pequeños órganos que bordean el orificio
de la vagina.
Glándulas de Comper. Aparecen situadas a los lados de la uretra masculi-
na y segregan una sustancia que forma parte de la composición de la
esperma.
Gonococia. Enfermedad producida al infectarse el gonococo de Neisser y
que produce la blenorragia.
Gonococo. Microorganismo que se encuentra en el pus blenorrágico.
Gonorrea. Flujo mucoso de la uretra.
H
Harén. Habitaciones destinadas a las mujeres por los musulmanes ricos.
Hermafrodita. Dícese del individuo que tiene una malformación en los
órganos sexuales y parece que tenga ambos sexos, el masculino y el
femenino.
Hermafroditismo. Calidad de hermafrodita.
Heterosexualidad. Relaciones sexuales entre individuos de distinto sexo.
Hipotiroidismo. Escasa producción de hormonas de la glándula tiroides.
Hirsutismo. Excesivo desarrollo del sistema piloso femenino.
Histerismo. Serie de fenómenos que desequilibran psíquicamente a la
mujer.
Historcotonia. Extirpación de la matriz.
Homosexualidad. Atracción sexual por individuos pertenecientes al
mismo sexo.
Hormona. Sustancia química que regula las actividades del organismo.
Hormona sexual. Sustancia que determina los caracteres secundarios
masculino y femenino.
I
Idiosincrasia. Forma de ser de cada individuo, que influye en su compor-
tamiento psicosexual.
Incesto. Relación sexual entre parientes dentro de los grados en que está
prohibido el matrimonio.
Incestuoso. Que comete incesto.
Impotencia coeundi. Imposibilidad de que el miembro viril se ponga
adecuadamente erecto para que pueda realizarse el coito.
Impotencia generandi. Incapacidad para poder engendrar.
Inseminación artificial. Introducción por medios artificiales del semen
en la vagina o en el útero.
K
Kama Sutra. Famosa obra india que trata del amor enfocado desde el punto
de vista sexual.
Kinsey, Alfred Charles. Eminente investigador norteamericano defensor
del evolucionismo, autor de dos importantes obras, -Conducta sexual del
hombre y Conducta sexual de la mujer-, y del conocido informe que lleva
su nombre.
Knaus, Hermann. Médico alemán que colaboró con el japonés Ogino
sobre la ovulación femenina.
L
Labios mayores. Órganos que aparecen protegiendo a los labios menores.
Labios menores. Órganos vulvales, situados a los lados del clítoris y del
orificio de la vagina.
Lamerón. Denominación dada por las rameras a los hombres aficionados
a besar el sexo femenino.
Lascivia. Inclinación a los placeres sexuales.
Lascivo. Perteneciente a la lascivia.
Lenocinio. Oficio de alcahuetear.
Lesbiana. Homosexual femenina
Lesbianismo. Homosexualidad practicada entre mujeres.
Libidinoso. Lascivo, lujurioso.
Libido. Deseo sexual.
Ligue. Flirt juvenil.
Lujuria. Desordenado apetito sexual.
Lujurioso, sa. Persona dominada por la lujuria.
Lupanar. Prostíbulo.
M
Mammilingus. Caricias dadas a los senos con los labios y la lengua.
Marica. Hombre afeminado.
Maricón. Marica.
Marimacho. Mujer de apariencia hombruna.
Masculinidad. Conjunto de características físicas y psíquicas que tipifican al
hombre.
Masoquismo. Perversión sexual del individuo que goza sexualmente siendo
maltratado y humillado.
Masoquista. Individuo que practica el masoquismo.
Masturbación. Acción y efecto de masturbarse.
Masturbarse. Individuo que se proporciona el placer sexual en solitario.
Menofagia. Vicio aberrante de tomar la sangre menstrual en la vulva
femenina.
Menopausia. Interrupción natural y permanente de la menstruación, al llegar la
mujer hacia los 45 o 50 años.
Mesto uretral. Orificio de salida de la orina.
Micción. Acción de orinar.
Misoginis. Aversión a las mujeres.
Misógino. Individuo que odia a las mujeres.
Monorquidia. Malformación consistente en la presencia de un solo
testículo embolsado en el escroto.
Monte de Venus. Triángulo convexo que aparece encima de la vulva.
Morboso. Tendencia que está en contraposición con la actuación sexual
normal.
N
Narcisismo. Manía del que se siente enamorado de sí mismo.
Narcisista. Perteneciente o relativo al narcisismo.
Narciso. Enamorado de sí mismo.
Necrofilia. Perversión sexual consistente en que el individuo tiende a
experimentar el orgasmo copulando con un cadáver.
Necrospermia. Se dice cuando los espermatozoides aparecen muertos en
el semen o carecen de movilidad.
Neurosis sexual. Alteración nerviosa que afecta al normal funciona-
miento de los genitales, determinando frecuentemente la aparición de
numerosas aberraciones.
Ninfa. Labios pequeños de la vulva.
Ninfomanía. Furor uterino.
O
Obscenidad. Se dice de todas aquellas posturas, parlamentos o ademanes
groseros con connotaciones sexuales.
Ogino, K. Médico japonés que propuso la continencia periódica para
prevenir los embarazos no deseados.
Orgasmo. Culminación del placer sexual, que en el varón va acompañado
de la eyaculación.
Orgía. Satisfacción desenfrenada de la pasión sexual, acompañada de
copiosas libaciones alcohólicas.
Orgiástico. Perteneciente o relativo a la orgía.
Orquitis. Inflamación de uno o de los dos testículos.
Ovario. Glándula sexual femenina en la que se forman los óvulos y se
producen las hormonas de la mujer. Son dos y están situados al lado del
útero.
Ovariotomía. Extirpación de uno o los dos ovarios.
Ovaritis. Inflamación de los ovarios.
Óvulo. Cada una de las células femeninas que se forman en los ovarios y
que, unidos a los gametos masculinos, engendran nuevos seres.
P
Paidofilia. Propensión perversa a experimentar goce sexual con los niños.
Pansexualismo. Tendencia a hacer girar el comportamiento humano en
tomo exclusivamente al sexo.
Parafimosis. Operación que consiste en la estrangulación de la corona del
glande.
Pederasta. Individuo que comete pederastía.
Pederastía. Relación sexual de un varón con un niño.
Pechos. Senos. Constituyen una de las zonas erógenas más sensibilizadas
de la mujer.
Pedicación. Realización del acto sexual por el ano.
Pene. Miembro viril.
Penetración. Se dice del impulso dado por el pene para entraren la vagina.
Penetrar. Introducir un cuerpo, -en este caso el pene-, en la cavidad vaginal.
Perineo. Espacio que media entre el ano y los órganos sexuales.
Pesario. Objeto que se coloca en la vagina a fin de obstaculizar el embarazo.
Pitiatismo. Histerismo.
Pluralismo. Tendencia a utilizar a más de una persona para satisfacer los
deseos sexuales.
Pornografía. Obra destinada a excitar eróticamente mediante actitudes
o dichos obscenos.
Pomoscopia. Afición a los espectáculos pornográficos.
Potencia sexual. Facultad natural de realizar el acto sexual.
Prepucio. Piel móvil que recubre el glande del pene.
Preservativo. Todo tipo de objetos utilizados para obstaculizar la concepción y
también el contagio de enfermedades venéreas.
Priapismo. Erección continua y dolorosa del pene sin previo deseo sexual.
Prolapso uterino. Posición del útero al descender excesivamente, saliéndose a
veces incluso fuera de la vulva.
Próstata. Glándula pequeña e irregular del varón que aparece en la base
de la vejiga y colabora en la segregación del esperma.
Prostético. Perteneciente o relativo a la próstata.
Prostatitis. Inflamación de la próstata.
Prostíbulo. Casa de mujeres públicas.
Prostitución. Venderse un hombre o una mujer para que en ellos se
satisfaga el apetito sexual.
Proxeneta. Individuo especialista en facilitar la prostitución femenina.
Púber. Individuo que ha llegado a la pubertad.
Púbero. Púber.
Pubertad. Edad en la que empieza a manifestarse la capacidad de engendrar y
concebir en el hombre y en la mujer, respectivamente.
Pubes. Pubis.
Pubescencia. Pubertad.
Pubescente. Púber.
Pubis. Parte inferior del vientre, que, tanto en el hombre como en la mujer,
se recubre de vello al llegar el individuo a la pubertad.
R
Receptor. Denominación que reciben los órganos sensibles a la
acción hormonal.
Rufián. Individuo que se dedica a explotar a las mujeres públicas.
Rufianería. Tráfico de prostitutas.
S
Sádico. Individuo que práctica el sadismo.
Sadismo. Manía sexual del que provoca su propio orgasmo maltratando a otras
personas.
Safismo. Homosexualidad femenina.
Satiriasis. Exaltación morbosa de las funciones sexuales del varón.
Sátiro. Hombre lascivo.
Semen. Líquido segregado por las glándulas sexuales masculinas.
Senilidad. Debilitación progresiva de las facultades corporales y mentales.
Senos. Pechos.
Sex-appeal. Atractivo sexual, voz o llamada del sexo.
Sexo. Condición orgánica que distingue al varón de la mujer.
Sexofilia. Desordenada acción al sexo.
Sexología. Ciencia que estudia todo lo relacionado con la sexualidad.
Sexuado. Que tiene órganos sexuales bien desarrollados.
Sexual. Perteneciente o relativo al sexo.
Sexualidad. Conjunto de condiciones fisiológicas, anatómicas y psíquicas
que caracterizan a cada sexo.
Sicosomático. Relación entre el cuerpo y la sicología de un individuo.
Sida. Enfermedad viral consistente en la ausencia de respuesta inmunitaria, que se
transmite principalmente por contacto sexual.
Sífilis. Enfermedad infecciosa y de carácter endémico, ocasionada por el
treponema pallidum. Se adquiere por contagio y también por herencia.
Sifilítico. Individuo que padece sífilis.
Sodomía. Relación sexual entre varones o contra natura.
Sodomita. Individuo que practica la sodomía.
Soma. Células que constituyen en su conjunto el cuerpo humano.
Strip-tease. Espectáculo erotizante que consiste en que una mujer se va
desnudando ante los espectadores y adoptando posturas de incitación
sexual.
T
Testículo. Cada una de las dos glándulas masculinas encargadas de la
secreción interna específica del sexo y de los espermatozoos.
Testosterona. Hormona producida por los testículos y que cumple la
función de desarrollar los caracteres sexuales masculinos.
Tortillera. Lesbiana.
Trata de blancas. Organización clandestina de carácter mafíoso e internacional
que comercia con las mujeres a las que empuja a la prostitución
y explota.
Tribadismo. Homosexualidad femenina.
Travestismo. Manía del individuo que experimenta placer llevando ropas
características del sexo contrario.
Triolismo. Relaciones sexuales de un varón con dos mujeres al mismo
tiempo, tendidos en la misma cama.
U
Uréter. Cada uno de los conductos por los que pasa la orina desde ios ríñones
a la vejiga.
Urétera. Uretra.
Uretra. Órgano por donde se expulsa la orina.
Uretral. Perteneciente o relativo a la uretra.
Uretritis. Inflamación de la mucosa que guarnece el conducto de la
uretra.
Urodipsomanía. Aberración sexual consistente en beber orina.
Uromancia. Práctica supersticiosa según la cual se pretende adivinar por
el examen de la orina.
Uterino. Perteneciente o relativo al útero.
Útero. Matriz de la mujer, órgano de gestación de los hijos.
V
Vagina. Conducto membranoso y fibroso que desemboca en el cuello del
útero y se comunica con la vulva por un orificio.
Vaginal. Perteneciente o relativo a la vagina.
Vaginitis. Inflamación de la vagina.
Vampiresa. Dícese de la mujer que ejerce un irresistible influjo erótico
sobre los varones.
Venéreo, ea. Perteneciente o relativo al placer sexual y sus connotaciones,
especialmente en relación con las enfermedades del aparato genital
del hombre y del de la mujer.
Violación. Realización del acto sexual contra la voluntad de una de las
partes.
Virginidad. Presencia del himen femenino sin desflorar.
Voyeurismo. Manía del que se excita sexualmente contemplando a otras
personas en posturas eróticas.
Vulva. Partes que rodean y constituyen la parte exterior de la vagina.
Z
Zoofilia. Tendencia a satisfacer el apetito sexual acoplándose con animales.
Zoospermo. Espermatozoide.
Zorra. Prostituta.
ÍNDICE
Introducción............................... 5
NECESIDAD DE LAS RELACIONES
INTERSEXUALES..................... 14
LA COMPLEJA NATURALEZA
DEL AMOR................................. 14
El «sex-appeal» y la imaginación sexual.......................... 14
El verdadero amor................. 15
La opinión de Sade................ 16
El sadismo.............................. 16
El masoquismo...................... 16
EL MUNDO DE LA
HOMOSEXUALIDAD................ 17
La sodomía............................. 18
Matrimonio entre hombres .. 18
El informe Kinsey ................. 19
Homosexual activo y homo-
sexual pasivo...................... 23
El amor lesbiano ................... 23
Lesbos, la etapa inevitable ... 24
La permisividad..................... 24
La frigidez sexual de la mujer 26
Clases de frigidez femenina.. 29
El informe Kinsey y la sexualidad femenina................... 29
Matrimonios lesbianos ......... 31
La prostitución lesbiana....... 31
EL MISTERIO DE AFRODITA. 37
Hermafroditismo verdadero. 37
Falso hermafroditismo ......... 37
Intersexo femenino ............... 37
Travestismo............................ 37
Mojigatería............................. 37
LOS PLACERES SOLITARIOS 38
Clases de onanismo............... 38
Origen del onanismo............. 38
El informe Kinsey relativo a la
masturbación ..................... 40
Características del onanismo 40
El ipsismo............................... 40
El onanismo conyugal .......... 41
Voyerismo.............................. 42
Bestialismo............................. 42
El exhibicionismo.................. 43
El fetichismo.......................... 43
LA MUJER Y SUS ZONAS
ERÓTICAS.................................. 43
El juego erótico ..................... 44
El «beso francés»................... 44
El abrazo................................ 44
Los pechos.............................. 44
Como acariciar los pechos femeninos .............................. 47
La cintura............................... 48
Los muslos ............................. 48
La rodilla................................ 48
El clítoris................................ 50
La vulva.................................. 52
Los labios menores................ 52
LA EMOCIÓN SEXUAL DEL
HOMBRE.................................... 52
La boca................................... 55
Autoexcitación masculina .... 55
Tiempo necesario para el
coito .................................... 55
Después del coito................... 55
Tiempo de realización del segundo coito......................... 57
Sensación que experimenta
el varón ............................... 57
Comportamiento después del
coito .................................... 57
Conducta mientras se produce el orgasmo ..................... 57
LA UNIÓN SEXUAL.................. 58
Importancia fundamental del
juego erótico....................... 58
Diversas clases de unión
sexual.................................. 58
Diferentes clases de amor..... 62
Posturas idóneas para la realización del coito................ 62
Posición de hombre encima
y mujer debajo, tendida sobre sus espaldas ................. 62
Posición de la mujer encima
del hombre ......................... 65
Posición lateral...................... 65
Posición posterior ................. 65
Posición erguida.................... 65
Posición sedente.................... 65
PRINCIPIO Y FINAL DE LA UNIÓN
SEXUAL...................................... 67
Diversas clases de unión
sexual.................................. 67
Fin de la unión sexual........... 68
TÉCNICAS MODERNAS DEL
ACOPLAMIENTO SEXUAL...... 68
Técnicas citadas por el KamaSutra.................................... 70
Variantes de las técnicas del
coito .................................... 73
Mujer acostada de espaldas.. 74
El hombre acostado de espal-
das ....................................... 76
Posición lateral...................... 77
Posición de rodillas ............... 77
LOS ALAMBICAMIENTOS DEL
AMOR MORBOSO..................... 78
El machismo.......................... 78
Repetición inmoderada del
acto sexual.......................... 79
La mujer y la repetición con-
secutiva del coito ............... 80
Coitus interruptus ................. 80
Coito anormal........................ 80
El coito anal........................... 82
Coito entre los senos ............. 82
LA MUJER, EL HOMBRE Y EL
SEXO .......................................... 82
La conversación erotizante .. 82
El baile y su fuerza erótica... 82
El vestido, elemento erótico. 84
Importancia de la extracción
social y grado de cultura en
las relaciones intersexuales 84
Orgasmo y epílogo del acto
sexual.................................. 88
Erección y potencia sexual... 89
El acto sexual y la felicidad
a nivel de pareja................. 91
El beso.................................... 95
LA EXCITACIÓN SEXUAL EN LA
MUJER........................................ 96
Abrazos y caricias.................. 98
Comprensión psico-sexual.... 102
La necesidad de caricias que
siente la mujer antes de rea-
lizar el coito........................ 105
LA EXCITACIÓN SEXUAL EN EL
HOMBRE.................................... 110
Actuación de la mujer en el
juego amoroso.................... 113
La imaginación femenina a la
hora de excitar sexualmente al compañero ................. 113
La importancia fundamental
del amor en la vida del
hombre................................ 113
El éxito masculino en las conquistas eróticas.................. 115
TEORÍA Y SIGNIFICADO DEL
ORGASMO.................................. 116
El semen masculino.............. 119
El espermatozoide................. 119
Cómo se forma el espermatozoide.................................... 119
Tiempo de vida del espermatozoide ................................ 120
Proceso de desarrollo del espermatozoide ..................... 120
Parecido sustancial entre el
espermatozoide y el óvulo 120
El orgasmo masculino .......... 120
Esterilidad masculina........... 122
La fecundación...................... 123
La desfloración femenina..... 124
Conquista fácil, conquista
difícil................................... 124
El óvulo maduro.................... 124
La ovulación .......................... 127
Ovulación anormal................ 127
Duración de tiempo de emigración del óvulo ............... 127
Proceso posterior a la ovulación...................................... 127
El orgasmo femenino............ 129
El orgasmo conjunto............. 129
EL APARATO GENITAL
FEMENINO................................ 132
Los ovarios............................. 132
La matriz................................ 133
El ciclo menstrual ................. 135
Menstruación y educación
sexual.................................. 135
Túnica peritoneal de la
matriz.................................. 137
La vagina................................ 137
Órganos sexuales extemos ... 137
La menopausia ...................... 138
EL APARATO GENITAL
MASCULINO.............................. 140
Los testículos ......................... 140
Cordón espermático.............. 140
Células germinales ................ 140
Conductos seminíferos ......... 140
Producción de testículos....... 141
Células de Leydig................... 142
El desarrollo psíquico normal
del hombre y las glándulas
germinales .......................... 142
La adenohipófisis.................. 142
Elepidídimo .......................... 142
El conducto deferente........... 142
Vasos sanguíneos y linfáticos. 144
Glándulas sexuales accesorias 144
Glándulas vesiculares ........... 144
La próstata............................. 147
Glándulas bulbouretrales..... 147
La uretra................................. 147
El glande................................. 149
El pene.................................... 149
La castración.......................... 149
ENFERMEDADES VENÉREAS 149
Blenorragia ............................ 150
Sintomatología blenorrágica. 150
La blenorragia y sus consecuencias .............................. 150
Tratamiento de la blenorragia 152
Sífilis....................................... 152
Las cuatro fases de la sífilis . 152
Periodo primario................... 152
Periodo secundario ............... 155
Periodo terciario.................... 155
Periodo cuaternario .............. 155
Tratamiento de la sífilis........ 156
Chancro blando ..................... 157
Linfogranulomatosis inguinal 157
LA UNIÓN SEXUAL ORAL....... 157
PROLONGACIÓN DE LA
VIDA SEXUAL ........................... 161
La «segunda juventud»......... 162
El sexo y la fisiología en la
edad madura ...................... 165
La lucha contra el envejeci-
miento prematuro.............. 165
LA IMPOTENCIA SEXUAL ...... 168
Sexo y sociedad ..................... 170
El complejo de Edipo............ 170
Trastrueque de sexo .............. 171
Clases y causas de la impotencia........................................ 172
La potencialidad sexual........ 172
Potencia sexual deficiente.... 173
Cómo se reconoce la gradual
debilitación de la potencia
sexual.................................. 173
Mecanismo de la erección .... 173
El semen................................. 174
Erección producida al llenarse las glándulas
procreadoras ........................................ 174
Erección de origen emocional 174
Erección originada por causas
físico-mecánicas ................ 176
Erección inconsciente........... 176
Las poluciones nocturnas..... 176
La espermatorrea .................. 178
Tratamiento de la espermatorrea y de las poluciones
nocturnas.................................. 178
Impotencia sexual originada
por la diabetes y por ausencia de ejercicio físico......... 178
Impotencia causada por una alimentación irracional..... 179
Impotencia originada por la obesidad.............................. 180
Impotencia producida por trastornos glandulares ...... 180
Impotencia producida por el abuso de alcohol................ 180
Impotencia determinada por malformación de los órganos genitales.......................
180
Impotencia causada por infección de los órganos genitales..................................
181
Impotencia determinada por estrechez del prepucio....... 181
Impotencia determinada por el
retraso de la eyaculación a
causa de experimentar sensación de dolor con la erección......................................
181
Impotencia determinada por
agotamiento nervioso........ 181
Impotencia producida por
exceso de trabajo mental.. 181
Impotencia producida por
complejos............................ 182
Impotencia por desviación
del impulso natural ........... 183
Impotencia producida por la
neurastenia o el histerismo 183
Alimentos perjudiciales para
los impotentes sexuales..... 184
Las plantas y el tratamiento
de la impotencia sexual..... 184
Los afrodisíacos..................... 184
Afrodisíacos nocivos ............. 184
Afrodisíacos medicinales...... 185
Plantas que estimulan el
apetito sexual ..................... 185
Especias que son nocivas
para la impotencia sexual. 185
La impotencia sexual heredada..................................... 186
La inseminación artificial .... 186
ANOMALÍAS EN LOS ÓRGANOS
GENITALES DE LA MUJER .... 186
Reglas copiosas...................... 187
Carcinoma.............................. 187
Dismenorrea .......................... 187
La metrorragia....................... 187
Fibroma.................................. 188
Pólipos de la matriz .............. 188
Inflamaciones anexiales ....... 188
Flujo blanco ........................... 188
Prolapso.................................. 189
Retroflexión ........................... 189
Cáncer en los senos............... 189
Inflamaciones en la vejiga y
en la uretra ......................... 189
Cistitis y pielitis ..................... 189
Vaginitis ................................. 190
ANOMALÍAS EN LOS ÓRGANOS
SEXUALES DEL VARÓN ......... 190
Deformación de la uretra ..... 190
Fimosis ................................... 190
Parafimosis ............................ 191
Infección de la próstata ........ 191
Criptorquidia ......................... 191
Varicocele e hidrocele........... 191
Azoospermia.......................... 191
Tuberculosis testicular ......... 191
LA CONTRACEPCIÓN .............. 192
Castración .............................. 192
Coitus ante portas.................. 192
Coitus interruptus.................. 192
Procedimientos mecánicos... 193
Tabletas y comprimidos ....... 193
Pildora anticonceptiva.......... 193
Pesarlos .................................. 193
Método Ogino-Knaus............ 193
LOS ÓRGANOS SEXUALES
FEMENINOS.............................. 194
LOS ÓRGANOS SEXUALES
MASCULINOS............................ 195
DICCIONARIO SEXUAL........... 196