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TORA

La Torá oral y escrita


por Netanel22/01/2013

La Torá escrita y Oral


Es sabido que existe una conocida división de la Torá: Torá escrita y Torá oral. Vamos a ahondar
un poco y definir cada una de estas “Torot”- (plural de Torá).

Ante que nada debemos de erradicar la incorrecta (pero difundida) definición de que la Torá oral es
la explicación, elucidación, comentario, o ampliación de la Torá escrita. Esto quiere decir que lo que
se haya escrito en la Torá escrita, es decir en la Torá propiamente dicha (los 5 libros) nos es
explicado en la Torá oral. Según esta ilustración en la que la Torá oral nos enseña e esclarece cual
es el verdadero significado de la Torá escrita, se podría alegar que si tendríamos las herramientas
intelectuales o estaríamos capacitados podríamos deducir por nosotros mismos lo que está escrito
en la Torá escrita, y solo al carecer de este entendimiento es que viene la Torá oral a explicarnos el
verdadero significado de tal o cual versículo.

Si bien esta línea parecería bastante lógica, si ahondamos en las fuentes vemos que los Sabios
entendieron de otra forma el tema. Veamos por ejemplo lo que se nos enuncia en el Tratado de
Berajot:

“Dijo Rabí Levi bar (hijo) de Jamá en nombre de Resh Lakish:

¿qué significa lo escrito: “(Entonces el Eterno dijo a Moshé [Moisés]: –Sube a Mí, al monte, y espera
allí. Y te daré las tablas de piedra, la Torá y el mandamiento que he escrito para enseñarles.»(Shemot
/ Éxodo 24:12)?

Cuando Moshé (Moises) subió al monte el Todopoderoso le informa que le será entregado un
“paquete” de regalos, tal como está escrito: “…Y te daré las tablas de piedra, la Torá y el
mandamiento que he escrito para enseñarles.”

Resh Lakish continúa con su explicación:

“…Tablas de piedra…”: son los 10 mandamientos

Esto es bastante lógico, ya que de echo los 10 mandamientos estaban tallados en las tablas de
piedra. Continuemos con la explicación:

“…la Torá…”-Esto es “Mikrá” (es decir la Torá escrita, los 5 libros: Génesis, Éxodo, etc.)

“…el mandamiento…” esto es la Mishná (parte central del Talmud)

“…que he escrito…”-Esto es los Profetas (Neviim) y Escritos (Ketuvim)

“…para enseñarles…”-esto es el Talmud.

Esto te enseña que todo le fue entregado a Moshé (Moisés). (Tratado de Berajot 5a)

Si nos ponemos a analizar un poco, hay varios cabos sueltos. Por ejemplo ¿cómo es posible que
Moshé recibió la Mishná? Si nosotros abrimos el libro de la Mishná vemos que dice: “Rabí Eliezer
dijo que…. Rabí Akivá discute…”. ¿Cómo es que Moshé recibió esto si aún no habían nacido ni R.
Eliezer ni R. Akivá? ¡Lo mismo con respecto a los profetas, y de hecho la Torá misma! ¿Por qué
Moshé se disgustó tanto con el incidente del becerro de oro o la discusión con Koraj? Supuestamente
él ya lo sabía. La Torá como la conocemos sólo fue escrita al final de los 40 años en el desierto,
según iban transcurriendo los hechos, y eran enseñados los preceptos.

Por otro lado, el Talmud explícitamente dice: “…todo le fue entregado a Moshé”. ¡Ante todo, podemos
dilucidar que la Torá Oral, ya sea Mishná o Talmud no es la explicación, ya que como vimos fueron
dadas por separado, y no es lógico que se haya entregado de la explicación de algo que aún no se
ha escrito! Entonces podemos establecer Torá oral y escrita son 2 cosas separadas, y no es una la
explicación del otro.

Rashí en su comentario a las palabras “… el precepto”-esto es la Mishná…explica: que se ocupen


en estudiar Mishná. Rashí de hecho viene a contestar la obvia pregunta de cómo Moshé recibió un
par de cientos de años antes en el Monte Sinai lo que Rabí Iehudá Hanasí escribió en el siglo 2. No
recibió Moshé el libro que hoy conocemos como Mishná, sino que recibió: “que se ocupen de estudiar
Mishná” es decir que hay un “canal espiritual” por el cual Dios habla con su pueblo que más tarde
será escrito en la forma de lo que hoy conocemos como Mishná. Es decir, el Pueblo de Israel en
estos momentos estaba comenzando a “nacer”, y el Todopoderoso insertó en el alma del pueblo
canales, conductos por los cuales más tarde el pueblo podrá entender Su palabra. Lo mismo con las
palabras de los Profetas y Escritos. El Eterno abrió los conductos e hizo las aperturas en el Pueblo
Israel para más tarde en el momento dado insertarles la infusión que necesiten en aquel momento.

Entonces la Torá Oral no es explicación de nada, sino otro conducto por el cual el Eterno se
comunica, de la misma validez que la Torá escrita. Por ejemplo, tomemos el precepto de “tzitzit”.
Existe un precepto, si se viste una prenda de 4 puntas se debe de colocar unos flecos llamados
“tzitzit. El Eterno le comunicó y enseñó todos los detalles de este precepto a Moshé, Moshé a su vez
fue y lo enseño al pueblo, luego de eso fue y lo escribió en la Torá. ¿Qué pasaría si supongamos
alguien entraba a la carpa de Moshé y espiaba lo que Moshé escribe en la Torá y ve que no es lo
mismo que él enseñó? ¿Cómo debía de actuar? ¿Según lo que Moshé enseñó (le fue entregado por
boca del Eterno) o lo que escribió? ¡Por supuesto que lo qué él enseño!

Otro ejemplo: existe una mitzvá que en la fiesta de Sucot se tome un Etrog (una especie de limón)
tal como está escrito: ‘Y el primer día tomarán para ustedes frutos de árboles hermosos…”
(Vaikrá/Levítico 23:40) . En el Tratado de Sucá los sabios luego de una larga discusión establecen
que este fruto es el Etrog. Esto quiere decir que de aquel día dijeron al pueblo: “Muchachos! ¡De
ahora en adelante en la fiesta de Sucot se tomará un Etrog!” ¿Qué se usaba antes de esto? Sino
que fue recibido generación tras generación que el fruto es un Etrog, y no es el versículo mismo la
fuente de la identidad, sino que así el Eterno lo explícito a Moshé.

Entonces cabe preguntar ¿en realidad para qué fue escrita la Torá? como un libro de leyes y
preceptos no lo podemos tomar, no tiene índice, no está claro, no se explica en forma clara. ¡De
hecho, incluso existen preceptos que no figuran en la Torá escrita! Si nosotros queremos saber qué
hacer, como son los preceptos y demás abrimos la Torá Oral, entonces ¿para qué fue escrita la Torá
escrita?

Una primera respuesta es para enseñarnos a nosotros historia, ya que de hecho el principal
contenido de la Torá es historia, narraciones, aprendemos como dirige el Eterno el mundo.

“…comprende los años de generación tras generación…” (Devarim/Deuteronomio 32:7)

Los preceptos mismos en la forma en que están escritos son también parte de narraciones, a cada
precepto se le antecede la expresión:

“Y habló el Eterno a Moshé diciendo…”

“Y habló el Eterno a Moshé ordenando: habla a los hijos de Israel…”


Es decir, es de esencial importancia y relevancia saber que en determinado momento fue ordenado
a Israel tal o cual precepto. Pero si queremos saber cómo cumplir los preceptos leemos en la Torá
Oral, la Torá escrita nos enseña historia, historia Divina, los caminos del Eterno. El 80% del Tanaj
es pura historia, de cómo se conduce el Eterno a lo largo de la historia según los acontecimientos,
pecados y errores.

Una segunda respuesta de para qué fue escrita la Torá escrita es: para enseñarnos los motivos de
los preceptos.

Es sabido que el motivo de los preceptos no nos fue revelado (1) excepto un precepto. La prohibición
de comer el nervio ciático de un animal, el ‫הנשה גיד‬-“Guid Hanashé”. Ocurrió cierto suceso en la vida
del patriarca Iaakov en el cual se enfrenta a un “ángel” y llegando el amanecer al ver el ángel que no
puede derrotarlo lo hiere en el muslo a Iaakov “…y es por eso que no comerán los hijos de Israel el
nervio ciático.”(Bereshit/Génesis 32:33) La torá nos enseñó con esto la clave para todo el resto de
los preceptos, que todas las historias y narraciones que figuran en la Torá son para enseñarnos los
motivos de los preceptos.

Veamos para mayor ilustración otro ejemplo:

Existe una prohibición:

“Si un hombre tuviere dos mujeres, una amada y otra odiada, y las dos le dan hijos, la amada y la
odiada, y el hijo primogénito es el de la odiada; entonces ocurrirá que el día que hace que sus hijos
hereden lo que él posee, no puede darle el derecho de primogenitura al hijo de la mujer amada antes
que al hijo de la mujer odiada.” (Devarim/Deuteronomio 21:15-17)

¿Qué incidente sabemos nosotros que haya ocurrido en la historia del Pueblo de Israel por haber
tenido 2 mujeres, una más y otra menos amada? ¡La historia de Yosef! Que fue vendido, luego todos
bajaron a Egipto desatándose más y más calamidades. La Torá nos dice: ¡No se equivoquen otra
vez y aprendan la lección!

Para comprender la tercera respuesta debemos antes enfocarnos en ¿cuál es el tema central de la
Torá? La respuesta es: el Pueblo de Israel, se relata desde sus orígenes, sus desdichas, y alegrías,
genealogía, etc. ¡Entonces todos éstos datos e historias que nos relata la Torá los conocemos por
cuanto que a nosotros mismos nos ocurrió! Y de hecho podría bastar con una tradición oral viva para
saber de todos estos acontecimientos: la historia de los patriarcas, salida de Egipto, entrega de la
Torá etc. La necesidad de escribir estos sucesos es justamente para aquel que se encuentra fuera
de la tradición, fuera del Pueblo. Es decir, según esta tercera respuesta la Torá fue escrita justamente
para los no-judíos. Y no nos debe de asombrar que sea el libro más vendido de todos los tiempos.

Según esto podríamos entender las palabras del Gaón de Vilna que asevera: “La torá Oral es la raíz
del Pueblo judíos, y la Torá escrita es la raíz de las naciones” (Shir Hashirim 1:3). Y siguiendo este
principio se responden varias preguntas acerca del por qué la Torá está escrita como la conocemos.
Por ejemplo, por qué la Torá nos dice que quién dañe el ojo de su compañero será castigado “Ojo
por ojo y diente por diente”, y más tarde la Torá Oral nos explica: No literalmente ojo por ojo, sino el
valor del ojo se debe de compensar. Entonces si realmente es así por qué no escribir más fácil: “se
pagará el valor del daño”, o parecido. Y aquí encontramos justamente la respuesta, por cuanto que
el Pueblo judío posee la Torá Oral donde se nos explica, y la Torá escrita fue dada para las naciones
(que en forma general se han mostrado un tanto más vehementes que el Pueblo de Israel) es mejor
ser más estricto y que lo entiendan como literal para prevenir futuros problemas.

Y de hecho esta respuesta la encontramos en las primeras palabras del comentario de Rashí a la
Torá. “¿por qué razón se comenzó con el principio? Por si dijesen las naciones del mundo…” esto
quiere decir que este libro (la Torá) se ha escrito para contestar la futura pregunta de las naciones.
Entonces ¿esto habilita a cualquier persona abrir y comenzar a estudiar por sí sólo? Pues sí,
obviamente con ciertas restricciones:

a) estudiar de una traducción judía erudita y no de falsificaciones

b) estar bajo la “tutela” o dirección de gente conocedora de la Torá para cualquier pregunta que surja,
y marcar la dirección.

c) saber aceptar y acatar las limitaciones que se deben cumplir.

Entonces hasta aquí tenemos 3 motivos del por qué se ha escrito la Torá escrita:

1-Para enseñarnos la conducta de Dios con el ser humano, historia “Divina”

2-Para conocer los motivos de los preceptos

3-Para las naciones

No necesariamente se desplaza uno al otro, puede ser justamente que se anexan y complementan
un motivo con el otro.

En la continuación del artículo se desarrollará otro motivo.

Según lo anteriormente afirmado cabe preguntar: ¿Por qué encontramos una infinidad de veces en
las palabras de los sabios donde ellos buscan la fuente de sus palabras en la Torá escrita? En todo
lugar ellos basan sus palabras en algún versículo de la Torá. ¿Por qué? Si es como hemos explicado
que la Torá oral y la torá escrita son 2 cosas desvinculadas y cumplen cada uno una función
diferente….

La respuesta es que por cuanto que las dos Torot (oral y escrita) provienen de la misma fuente del
mismo Autor, inevitablemente existe una conexión entre ambas, y en forma de “Remez”-alusión,
insinuación, pero no en la sencillez del –“Peshat” del versículo. El sentido literal y concreto es
diferente a la explicación que los sabios le dan, pero en el Talmud se nos enseña la forma en que sí
está insinuado las palabras de los Sabios.

Esto justamente lo explicó Rabí Naftalí Tzví Yehuda Berlín, el Netziv de Volozhin en el prólogo de su
explicación a la Torá. (ver introducción al libro “Haemek Hadavar”).

Y también cabría explicar aquí la diferencia entre los preceptos de “Oraita” y de “Rabanán” que se
suelen traducir como preceptos de la Torá y preceptos que ordenaron los sabios. Pero según lo
anteriormente explicado no cabe dicha definición, ya que no aprendemos nosotros los preceptos de
la Torá escrita sino de lo que Moshé enseñó al pueblo (que el Eterno le ordenó o enseñó), sin
diferenciar cómo figure escrito en la Torá.

De hecho, existen varios preceptos escritos en la Torá que solo son de “Rabanán”, y lo mismo al
revés preceptos de “Oraita” que no figuran escritos en la Torá.

Por ejemplo, la miztvá de Ketubá- documento legal de casamiento, explícitamente figura en la Torá:
“…deberá dotarla y tomarla por esposa…” (Shemot/Éxodo 22:16) y lo explica el Mejilta y también lo
cita Rashí en el lugar que esta dote del que se habla se trata de la Ketubá, y la Halajá/ley estipula
que es de “Rabanán”. ¿Entonces por qué la Torá lo escribe? Pues se puede explicar que era una
costumbre ya existente, pero no por eso se convirtió en precepto.

Y también por ejemplo existe un precepto de establecer un Iom Tov-día festivo cuando se logra una
victoria en la batalla, esto figura en Perashat “Behalotejá” “Asimismo, en el día de vuestra alegría,
en vuestras fiestas señaladas… tocaréis las trompetas…”(Bamidvar/Números 10:10), Rabí Ibn Ezra,
los alumnos de Rabenu Ioná, y Rabenu Tam (Tosfot Rí al Rif, Berajot 14a) explican que la mitzvá
es sobre el Iom Tov-día festivo que se establece cuando se logra la victoria en la batalla, y es de
hecho que toda la “Meguilá Taanit” está basada sobre esta pilar. Y la Torá ordena: “Y se tocarán las
trompetas”, hay un precepto de “Oraita” de tocar las trompetas en el día festivo que es de “Rabanán”.

Y también existen preceptos de “Oraita” que la Torá no los escribió, (ver Devarim/Deuteronomio
12:21) que se refiere a las Halajot de Shejitá/leyes del degollado ritual, y la Torá dice: “…como te
ordené…”, pero sin embargo no figuran escritas, sino que le fueron explicadas a Moshé por boca del
Eterno, y de Moshé pasó al pueblo. O también por ejemplo la prohibición de tener relaciones con la
hija, Maimonides lo cuenta dentro del número de las 613 Mitzvot (Sefer Hamitzvot, ¡prohibiciones
336) y no aparece escrita en la Torá!

Entonces la regla es: “Oraita” fue lo que se le expresó directamente de boca del Eterno a Moshé
(aunque no figure en la Torá) y de “Rabanán” lo que no le fue dicho explícitamente a Moshé por el
Eterno.

Notas:

(1)Sanhedrín 21b. y a pesar que de allí se puede inferir que hay otras 2 Mitzvot-preceptos que sí fueron
revelados, ver Meharshá en el lugar.

El artículo está basado en clases recibidas por el gran Rabino Uri Sherky, una de las más grandes eminencias
en “Majshebet Israel” /pensamiento judío de nuestros días. Es el director del instituto de estudios judaicos Majón
Mehir, como así también dirige una organización para Bné Noaj/Noajidas, también enseña en la organización
Rosh Iehudí y dicta conferencias y clases a lo largo y ancho de Israel.
La Torá es y no es…
Yehuda Ribcopor Yehuda Ribco10/02/2021

La gente suele considerar que la Torá es un libro.


Algunos un poco más listillos, dicen que es un rollo muy antiguo.
Y otros, aún más informados, nos dicen que es una colección de 5 rollos que se han unificado.
Y otros, todavía más informados, nos comentan que la Torá es una esencia espiritual y que el rollo
de la Torá es su reflejo humano, de acuerdo a cómo la fue recibiendo el pueblo judío.
Todo esto, es tan cierto, pero no solamente esto es lo que nos ha de quedar claro cuando hablamos
de Torá.

Luego están la que consideran que es un libro de historia.


Otros, con más acierto nos dicen que es una recopilación de algunas historias.
Mientras otros, con aún mayor acierto, expresan que contiene relatos que contienen enseñanzas
espirituales, para que comprendamos nuestra realidad y podamos elegir por el camino del bien en
lugar del contrario.
Pero están también los que niegan toda historicidad a los «cuentos», viendo en ellos solamente
leyendas, mitos, patrañas sin sentido.
Sí, la gente opina, y la opinión es solamente eso: el nivel más bajo del conocimiento, que muchas
veces es solamente expresión de desconocimiento y desconcierto.

Algunos recuerdan que en la Torá se encuentran leyes, los mandamientos que Dios ha dado al
pueblo judío para que cumpla.
Otros destacan que más allá de narrativa y ley, es un manual para la vida, para aprender a vivir y
enseñar a hacerlo.
Mientras que hay otros que dicen que es solamente una forma espiritual para entender la vida, pero
sin mucho sentido para la actualidad.
En tanto que están los que insisten en que también esas leyes son patrañas, cuestiones muy
arcaicas e irracionales muchas veces, no teniendo ningún valor para la persona moderna y liberal,
Ciertamente, cada uno ve de acuerdo a quién está siendo, a cómo es dominado por su Sistema de
Creencias.

Y por supuesto, no deja de haber gente religiosa, que recordemos religión es lo contrario a
espiritualidad, que encuentra todo tipo de cuestiones mágicas, místicas, fantasiosas en la Torá y
hacen de ella un talismán, un amuleto, un libro de encantamientos, una llave para reinos metafísicos
y cosas por el estilo.
Sí, sin dudas que la Torá es lo que es, mientras que es algo diferente para cada uno de nosotros.
Rezar y estudiar Torá
por Yehuda Ribco26/01/2022
Nuestro Creador no ha dejado nuestra vida espiritual lanzada al caos y al abismo.
Desde el inicio mismo de la humanidad nos dictó un código de ética, de actuación, que es
fundamentalmente espiritual.
Fueron los mandamientos que recibió Adam y con él todos los seres humanos que somos sus
descendientes.
Dios le reveló, le manifestó Su Voluntad en lo que fue aquella primera y original Torá para toda la
humanidad. Evidentemente no es la misma Torá que desde hace 33 siglos tiene la familia judía,
porque ésta contiene historias que corresponden a la identidad nacional judía, y además su sistema
legal es mucho más intrincado, complejo y lleno de otros mandamientos (todos los cuales son
ramificaciones de los mandamientos Adámicos, actualmente conocidos como Noájicos).
Así pues, el Señor ha dado Su Torá fundamental a las personas del mundo, y una particular para los
hijos de la familia judía.
Cada uno tiene su Torá para conocer, aprender, reconocer, integrar la Sabiduría del Creador en
nuestra vida cotidiana.
Es la Palabra del Dios Vivo y que da vida.
Es el legado de profetas, quienes fueron el canal de esta sagrada transmisión que llega hasta
nosotros para nuestro beneficio y bendición, y con ello poder beneficiar y bendecir al Cosmos.
Para que nos llene completamente con su Luz, es indispensable abrir la mente, dedicar tiempo y
paciencia, analizar, razonar, pensar, meditar, reflexionar, conquistar el terreno mental. No basta con
sentir o creer, ni con ser imaginativo o dar opiniones. No basta con abrazarse y llorar, o girar cantando
en danzas sagradas. Es indispensable sentarse y estudiar, penetrando con el poder mental (cada
uno de acuerdo a su capacidad y potencialidad) para exprimir al máximo el jugo sagrado del fruto
sabroso de la eternidad.
La contraparte al estudio es el rezo.
Es lo que nace en el corazón de la persona, su cariño, su deseo, su anhelo, su reconocimiento, su
gratitud, su temor, su duda, su necesidad de expresarse y relacionarse con el Infinito.
La emoción nos mueve a rezar, porque es conectarse, abrazarse, fundirse en el seno maternal de
Dios.
Es sentir nuestra indefensión, percibir nuestra limitación, imaginar nuestras posibilidades,
estremecernos y clamar al Padre Celestial.
Es hablar CON Él, y NO hacer disertaciones DE Él.
Por supuesto que para preservarnos de errores y para encaminarnos en la ignorancia es que se han
elaborado libros de rezos, así como existen maestros que enseñan a rezar correctamente.
Pero, el rezo nunca jamás debe perder su calidez, su calidad, su espontaneidad, su individualidad
(por más que se haga en grupo).
Reza y estudia.
Estudia y reza.
Conversión al judaísmo y estudio de Torá para el
gentil en relatos del Talmud
por Yehuda Ribco14/03/2010

Prestemos atención a un, aparentemente, sencillo y conocido relato verídico del TALMUD:
«Enseñaron nuestros Maestros acerca de un gentil que se presentó ante Shamai (el supremo
jefe de la academia que lleva su nombre), y le dijo:
‘¿Cuántas Torot tienen ustedes?’.
Le respondió:
‘Dos, una Torá Escrita y una Torá Oral’.
Le dijo el gentil:
‘La escrita yo te la acepto, pero la oral no la acepto. Conviérteme al judaísmo para que me
enseñes Torá Escrita’.
Shamai lo expulsó de inmediato de su presencia de modo tajante.
El gentil fue ante Hillel (el supremo jefe de la academia que lleva su nombre), con similares
pretensiones.
Hillel lo convirtió al judaísmo.
Luego le enseñó el alefato:
‘Ésta es una alef, ésta una bet, ésta una guimel, etc.’.
Al día siguiente se lo enseñó pero al revés.
Entonces el reciente converso le reprochó:
‘¿Cómo me dices que es así si ayer me dijiste que era de otra manera?’.
Le respondió el sabio:
‘¿Y tú qué me reprochas a mí? Si confías en mí, aceptarás lo que te enseñe. Que la Torá Oral
debes admitirla, también lo aceptarás’.
El converso reconoció su torpeza anterior, fue humilde ante su maestro y aprendió lo que él
le enséñó.»
Talmud Babli, Shabat 31a
Hay tantas enseñanzas y consejos de vida en este texto que podríamos escribir un libro, pero quiero
centrar en unos pocos puntos, nada más. En aspectos netamente relacionados con pretensiones de
gentiles al respecto de estudio de Torá y de cuestiones atinentes en exclusiva a la nación judía.
Ante todo, no podemos dejar de pasar la ignorancia irreverente y casi blasfema del gentil al comienzo
del relato.
Él, amparado en su torpeza egoísta, se creía en condiciones como para contradecir a un enorme
sabio y además definir qué era lo correcto y qué no en cuestiones de Torá.
¡Por favor!
Eso es de mediocre, de arrogante, de vacío, de débil mental, de pobre de conocimiento y de
espíritu… ¿no les parece?
El perfecto extraño y hueco quiere enseñarle al maestro de maestros lo qué era el área de trabajo y
vida del maestro… ¿no es de una irreverancia necia y patética?
Este gentil decidió, basado en su ceguera, que sí a una parte de la Torá, pero que no a otra. Y con
esa base impuso sus condiciones de cómo habría de ser su conversión al judaísmo.
Me suena mucho a esos que vienen cada dos por tres a decirme que no se convertirán al judaísmo
por la vía legal de la ortodoxia, sino que se ampararán en la reforma, en los conservadores, en su
fe, en vaya uno a saber en qué… porque ellos creen, ellos escucharon, a ellos les dijeron por allí que
las cosas se pueden hacer, así como ellos quieren. Que no cuenta la halajá (reglamentación legal
vigente), ni las condiciones marcadas claramente por la ley, ni los requerimientos indispensables
espirituales… ¡qué les importa a ellos!
Ellos harán lo que les parezca, opinarán lo que se les ocurra, repetirán lo que algún oscuro «rabino»
(si es que lo fuera) les dijo, o cosas aún peores, tales como comerse la fantasía burda y tóxica de
los falsos judíos mesiánicos o fantoches similares.
Como sea, esa actitud del gentil del relato se suele evidenciar en la actualidad con demasiada
frecuencia.
Por supuesto que hay falsos maestros, curreros, fetraficantes, palurdos con título, que puede hacer
su dinero y obtener poder vendiendo «conversiones» al judaísmo, inventando pretextos para que la
gente se «convierta», y otros etcéteras más. Tales como esos miserables que nos robaron el famoso
y lucido nombre de SERJUDIO, para poner su dudosamente legal sitio con similar nombre que el
nuestro, pero que lleva a la gente a los más crueles errores, mentiras, engaños y probablemente
estafas. Una de esas espantosas mentiras es decir que es obligatorio que el gentil se convierta al
judaísmo… y con la astucia típica del serpiente del Edén, con la habilidad para el engaño del timador,
usan palabras rebuscadas para «demostrar» su punto de vista. Claramente el entendido reconoce
la moneda falsa y la aborrece por vil. Pero, el ignorante, o el apasionado que no mide sus asuntos
con la vara correcta, quizás se deja llevar hacia el abismo asqueante de la mentira espiritual y de la
estafa.
No faltan los que son ignorantes y se dejan embaucar por los avivados que quieren dinero, o fama,
o poder.
Así pues, de esos ignorantes abundan, ¡y cuántos! en la actualidad, que se dejan convencer por los
fetraficantes de la secta judía o ajena que sea, para hacer supuestas conversiones al judaísmo, que
no son nada más que papeles sin valor, parodias, burlas, engaños, nulos completamente de
cualquier valor como verdadera conversión. Y, tristemente, el laico Estado de Israel mira para otro
lado y deja que estos no-conversos obtengan derechos que solamente corresponden a verdaderos
judíos, sean nacidos o convertidos correctamente.
Pero, gracias a Dios habemos los que como Shamai e Hillel no admiten ni un milímetro de falsedad,
que no toleran la mentira, que se oponen al engaño, que llaman a las cosas por su nombre, aunque
a algunos les haga temblar la verdad.
Este fue el primer tema: los que dicen querer convertirse, pero se vienen con un manojo de
pretensiones ridículas, de falsas creencias, que difícilmente les facilita el camino a la verdadera
conversión al judaísmo.
Pasemos al segundo tema.
Éste tiene que ver con el orden del relato.
Léelo y responde por favor: ¿qué hizo primero el sabio de sabios Hillel, convirtió al gentil o le enseñó
Torá?
Pues… ¡ni siquiera le enseñó el alefato, el abecedario hebreo antes de convertirlo!
¡Mucho menos le enseñó o estudio junto a él Torá!
Te recuerdo algunos links, para que retengas en tu mente y corazón y agradezcas que este humilde
Moré te alimenta con el buen pan espiritual que te hace bien y bendice:
 Ni hebreo, ni Torá, ni Cabalá
 La Torá y sus mandamientos son para los judíos
 Torá de Israel
 Torá y gentiles
 Torah para las naciones
 Gentil que desea estudiar Torá
 ¿Está prohibido estudiar hebreo?
 ¿Qué dijo Maimónides del estudio de Torá por un gentil?
 Menos Torá y más acción
 Torá y gentiles (otro)
Esta es una breve recopilación de decenas de textos que publicamos que están avalados y basados
en la Torá misma, en la legislación correspondiente, en las palabras de los Sabios de todas las
épocas.
Pretender contradecir esto, es como el gentil del cuento que se cree con derecho a opinar y decidir
acerca de lo que no sabe y no le compete.
¿No era de infame y tonto inmiscuirse en donde no le corresponde y está prohibido por el mismísimo
Dios?
En resumen, el gentil NO DEBE dedicarse al estudio de Torá, ni siquiera al estudio del hebreo (como
lengua sacra), sino que eso compete en exclusiva a los que son parte integrante legalmente del
pueblo judío.
Pero, claramente el gentil puede estudiar lo que le corresponde de la Torá de Israel, que son las
cuestiones que lo refuerzan en el conocimiento y aplicación de los Siete Mandamientos y sus
derivados legales, siempre y cuando sean con estricta vigilancia de un maestro judío experto, para
que el estudio de buena voluntad no termine derivando en hipocresía y terror.
Esto no es lo que el humilde maestro Yehuda decidió, sino lo que la LEY de Dios ha decretado.
Quien quiera oírlo, qué bueno; quien busque excusas para hacer otra cosa… qué malo, aunque sea
con buenas intenciones.
Esta prohibición de dedicarse al estudio de Torá incluso se aplica al gentil que está en camino de
conversión, pues esta persona puede y debe estudiar acerca de judaísmo, sus fiestas, rituales, el
compromiso de cambio de vida que le significará el convertirse a judío; pero, el gentil en proceso de
conversión tampoco se dedica al estudio de Torá, tal como tampoco observa el Shabat o festividades
según sus reglas respectivas; saben por qué: ¡por qué no le corresponde ni le pertenece!
¡Cuánto menos para el gentil que quiere seguir siendo gentil, con todo su derecho y bendición por
eso!
No faltará el avivado de siempre que busca justificar su EGO con cualquier cosa, por supuesto que
también con la mentira más sutil o la más burda.
No faltará el que diga que este relato es un cuentito y que el orden no importa y que tal y cual.
Por supuesto, actúa como el gentil del relato, pretendiendo cosas que no son, imponiendo sus
falsedades como si fueran verdaderas.
Es lo que hacen siempre, esos pastores del error.
Pero, que no quede en mis palabras, no me creas a mí en nada de lo que te digo por favor, no me
creas, sino que analiza, investiga, coteja, pero siempre con personas de altura y valor real, con
fuentes originales y ciertas, con lo que puede ser usado para cotejar.
En este caso, te ayudaré con otro relato verídico:
«Otro caso de un gentil que se presentó ante Shamai, a quien le dijo:
‘Conviérteme con la condición de que me digas TODA la Torá mientras me sostengo en un
solo pie’.
Shamai lo expulsó con la vara de medición que usaba en la construcción.
El gentil fue ante Hillel con la misma propuesta.
Hillel lo convirtió al judaísmo.
Luego le enseñó Hillel: ‘Lo que te sea odioso a ti no se lo hagas a tu prójimo; esa es la esencia
de la Torá completa, ahora vete a estudiar en profundidad el resto’.»
Talmud Babli 31a
Como ves, nuevamente un gentil pretensioso con respecto a las condiciones que impone sobre
cuestiones de judaísmo, espiritualidad, vida noájica, etc.
Similar al caso anterior, parecido a cientos o miles que pululan por las calles de ciudades y de
internet.
(¿Quizás tú eres o eras uno de ellos? Cuéntame si quieres aquí debajo, en la sección de
comentarios).
Y nuevamente el sabio maestro primero lo convierte y luego le enseña la esencia de la Torá y
entonces recién le indica que se vaya a estudiarla.
¿Entiendes?
No es el moré Yehuda quien lo dice… ¡esa es la realidad!
De hecho, del propio relato puedes advertir que ni siquiera le enseñó el mandamiento judío (uno de
los 613) que dice: «Ama a tu prójimo como a ti mismo», ¡ni siquiera eso le dijo -como mandamiento
o estudio- antes de convertirlo legal y realmente a judío!
Tienes mucho para meditar.
Mucho para reparar de tus acciones y creencias tergiversadas.
Mucho para conversar con la gente de tu cercanía, para ver si comienzan a hacer las cosas bien,
como Dios manda, o si seguirán haciendo las cosas torpes del necio.
NI HEBREO, NI TORÁ, NI CABALÁ
9/11/2008 YEHUDA RIBCO

Esto es lo que enseña el Zohar (Sección Ajeré Mot), el texto central de la Cabalá:

Rabi Eleazar dijo una vez a su padre (Rabi Shimon bar Iojai): Hemos aprendido que está prohibido
enseñar la Tora a un gentil y los Sabios en Babilonia acertadamente vincularon esta ley con el texto:
«No ha hecho así con ninguna otra nación» (Salmos 147:20).
¿Por qué en el versículo precedente: «Él ha manifestado Su palabra a Jacob» se agrega «Sus
estatutos y sus juicios a Israel»?
Respondio R. Eleazar: Dios ha dado esta santa porción celestial a Israel y no a las naciones
(Proverbios 4:2).
En tanto, los hijos de Israel se hallan en dos grados, correspondientes a los dos grados de la Torá,
el revelado y el no revelado. A todos los judíos, circuncidados y marcados con la impronta santa, les
impartimos las cosas de la Torá que están en la superficie, las letras y los contenidos y los preceptos
llanos, y no más. Esto lo indican las palabras «Él ha manifestado Su palabra a Jacob».
Pero si el israelita se eleva un grado más alto, entonces se le otorgan a Israel «Sus estatutos y Sus
juicios», estos son las alegorías de la Torá y las sendas ocultas de la Torá y los secretos de la Torá,
que sólo han de revelarse a los judíos del grado más alto.

Pero, enseñar, aunque sea una pequeña letra a uno que no está circuncidado, a un gentil, es como
destruir el mundo y repudiar el Nombre Santo del Santo, Bendito Sea.
De ahí que está escrito «esta es la Torá que Moisés puso delante de los hijos de Israel»,» y no ante
otros pueblos.

La paz sea con los padres del mundo, Hilell y Shamai, que así precedieron con Onkelos, quien fuera
el traductor del Pentateuco al arameo (luego de su conversión al judaísmo), quienes rehusaron
impartirle cualquier conocimiento de la Torá hasta que se hubiese circuncidado.

¿Está claro?
No se debe enseñar Torá Escrita al gentil, a excepción de las porciones relevantes para su identidad
espiritual.
Mucho menos Torá Oral.
Menos que menos el profundo y escabroso estudio de la Cabalá.
¡Ni siquiera se debe enseñar al gentil la lengua hebrea!
Ahora, repasemos:

http://fulvida.com/identidad/la-tora-y-sus-mandamientos-son-para-los-judios

http://fulvida.com/identidad/tora-de-israel

http://fulvida.com/identidad/mas-puntualizaciones-respecto-a-la-tora-y-los-noajidas

http://fulvida.com/temas-frecuentes/los-siete-en-la-tora

http://fulvida.com/identidad/los-preceptos-de-la-tora-y-los-noajidas

Pretender algo diferente no es ser aliado de Dios, ni un constructor de Shalom. Pretender usurpar la
heredad y propiedad santa de Israel, es ser parte de los emisarios del caos, de los que siembran
confusión, de los que bregan por beneficios personales y no de acuerdo a la divina Voluntad.

Como ven, no es opinión personal, ni un deseo individual, sino lo que establece con claridad la ley
eterna.
Aquel que quiera oír y ser parte de las huestes del Eterno, que bueno.
Aquel que prefiera hacer lo que le place, medite y enmiende su camino.
Los noájidas tienen una misión dada por el Eterno, una misión especial, sumamente importante, que
solamente queda en manos de los noájidas llevar a cabo.
La dedicación al estudio de la Torá, queda reservado por decisión del Eterno solamente para los
judíos.
LA TORÁ Y SUS MANDAMIENTOS SON PARA LOS JUDÍOS
24/06/2008 YEHUDA RIBCO
Esto es ley espiritual:

«Un gentil que se dedica al estudio de la Torá, se hace merecedor de la pena de muerte
(judicialmente). Solamente debe dedicarse el gentil a estudiar de la Torá aquello que refiere a los
Siete Preceptos Universales.
Así mismo, un gentil que hace shabbat incluso en cualquier otro día de la semana, si lo propone
como Shabbat se hace merecedor de la pena de muerte (judicialmente).
Ni que decir si ha hecho para sí una festividad de guardar.En general no tienen derecho a inventar
una nueva religión ni ejecutar los preceptos de los judíos (que están en la Torá) según su voluntad.

Si quiere cumplir con los preceptos de los judíos, que se convierta legalmente al judaísmo y tome
sobre sí la responsabilidad de cumplir con los preceptos; si no se convierte, que solamente se
dedique a sus mandamientos universales, que no añada a ellos ni les quite.

Si se dedicó al estudio de la Torá (usó tefilín, vistió talit, puso mezuzá, se circuncidó
«religiosamente»), o al Shabbat, o inventó mandamientos o festividades religiosas, debe ser
castigado; y se le informa que se ha hecho legalmente merecedor a la pena de muerte, pero que su
pena no se lleva a ejecución».

(Maimónides, Mishné Torá, Hiljot Melajim 10:9)

Leer: http://fulvida.com/identidad/tora-de-israel
LA TORÁ NO ES PARA EL NOÁJIDA
13/03/2008 YEHUDA RIBCO
Esto es ley espiritual:

«El gentil que se dedica al estudio de la Torá es merecedor de la pena capital, solamente debe
dedicarse a lo que concierne a sus Siete Mandamientos que les son propios.
Así mismo el gentil que hace Shabat (al modo judío) aunque sea en cualquier otro día de la semana
es merecedor de la pena capital.
Por supuesto que tampoco puede innovar una festividad (espiritual).
Es regla general que no deben inventar una nueva religión ni adoptar para sí preceptos que no les
corresponden (que son de los 613 para los judíos).
Si quiere, que se convierta al judaísmo formalmente y cumpla con todos los preceptos, o que se
quede con sus instrucciones noájicas, y no añada ni quite de ellas.
Y si se dedicó al estudio de Torá (de las partes que no le conciernen directamente como noájida), o
hizo Shabat (al modo judío), o innovó alguna cosa «religiosa» se lo debe castigar y se le debe
informar que es merecedor de la pena de muerte, aunque no se le aplique».
Mishné Torá, Hiljot Melajim, Cap. 10, Ley 9.
LOS PRECEPTOS DE LA TORÁ Y LOS NOÁJIDAS
6/11/2006 YEHUDA RIBCO

De los 613 mandamientos que el Padre celestial entregó al pueblo judío en la Torá, hay algunos que
pueden ser tomados por los noájidas para el desarrollo de su vida y su crecimiento espiritual; y hay
otros que no deben asumir para sí mismos.
Como sabemos, el Eterno nos ha dado a cada cual los mandamientos que nos benefician, por medio
de los cuales obtenemos nuestra parcela de Posteridad gozosa. El noájida con los Siete Preceptos
Universales, tal como el judío con los 613 obtiene su Vida Eterna. Por tanto, no es correcto para el
judío vivir solamente de los Siete Preceptos Universales, como no es correcto para el noájida vivir
de acuerdo a los 613 mandamientos.

He aquí una catalogación de los preceptos de la Torá, en relación a su aplicación por los noájidas:

Preceptos exclusivos para los judíos. Estos son los mandamientos que sirven como señales de la
Alianza Eterna entre Dios e Israel, como por ejemplo Shabbat y festividades, mezuzá, tefiilín, talit,
circuncisión. Son exclusivos pues Dios los declaró como tales, como heredad y patrimonio exclusivo
de Israel para todas sus generaciones. Entre estos podemos mencionar el estudio de Torá, las
porciones no necesarias directamente por un noájida, el escribir un rollo de Torá, entre otras.
El noájida que asuma para sí alguna de estas prácticas no solamente no está creciendo
espiritualmente, sino que está lesionando su alma y provocando al Santo de Israel.
Otros de estos preceptos exclusivos, que no son señales de la Alianza, han sido indicados
específicamente por Dios para los judíos, y por tanto, no deben ser asumidos por miembros de otras
naciones.
Preceptos de Santidad. El Padre celestial demanda de Israel que cumpla ciertos preceptos que están
relacionados con la Santidad. Son para Israel, pues es ésta la nación que Él escogió como Su Pueblo
de sacerdotes y personas dedicadas a la Santidad. Por tanto, el noájida no debe asumir estos
preceptos para su vida, puesto que no le reportan benficios ni espirituales ni materiales. Sin embargo,
si los ejecuta no está dañando su alma, como le ocurre al que usurpa los mandamientos que son
señales del Pacto entre Dios e Israel.
Algunos de estos preceptos de santidad son los relativos a la alimentación kosher, a las reglas de
separación matrimonial en la etapa menstrual, las reglas de pureza en lo relativo a los muertos, entre
otras. Así pues, el noájida que come alimentos kosher no perjudica su alma, ni está en franca rebelión
en contra del Padre celestial, pero tampoco está obteniendo beneficios espirituales.
Preceptos éticos. Hay una gran cantidad de mandamientos que tienen que ver con la manera
correcta de relacionarnos con nuestro prójimo. Estos mandamientos éticos que Dios ha dispuesto
en la Torá para los judíos, sin dudas que pueden y deben adoptar para sí los noájidas. Son, en cierta
medida, ramificaciones y expansiones positivas de los Preceptos Universales que el Creador ha
dado para beneficio de las naciones.
Preceptos de amor y reverencia. Los preceptos de la Torá relacionados a nuestra relación con el
Padre celestial, pueden ser asumidos por los noájidas, en tanto no contradigan otras normas (por
ejemplo, al ejecutar un mandamiento exclusivo para los judíos, como la mezuzá). Así pues, el noájida
puede y debe asumir como propio el precepto de amar a Dios con todas sus fuerzas, posesiones y
vida. El noájida puede y debe actuar con misericordia y justicia, para emular así el camino del Padre
celestial. El noájida puede y debe servir al Eterno con gozo.
Preceptos compartidos. Los Siete Preceptos Universales encuentran también su correlato en
algunos de los mandamientos de la Torá, por tanto, es evidente que estos mandamientos con sus
ramificaciones próximas son también para los noájidas. Por ejemplo, cuando el precepto universal
indica «No robar», el noájida encuentra en la Torá que se incluye el no abusar, el no estafar, el no
mentir, el no perjudicar materialmente, etc.
Quiera el Eterno que todos podamos seguir creciento y avanzando por el buen camino que Él nos
ha dado a cada uno, para que de esa manera seamos socios en la construcción del Shalom.
TORÁ DE ISRAEL
1/09/2008 YEHUDA RIBCO
Algunos versículos que testimonian la propiedad y heredad de la Torá en exclusiva por parte de la
nación judía, a perpetuidad:

«Moshé [Moisés] nos prescribió la Torá, es heredad de la congregación de Iaacov [Jacob].»


(Devarim / Deuteronomio 33:4)

«Ha manifestado Sus palabras a Iaacov [Jacob], Sus leyes y Sus decretos a Israel.
No ha hecho esto con otras naciones, y no han conocido sus juicios. ¡Alaben al Eterno [Aleluia]!»
(Tehilim / Salmos 147:19-20)

«Escucha, oh pueblo mío, mi Torá; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.
Abriré mi boca en parábolas; evocaré las cosas escondidas del pasado, las cuales hemos oído y
entendido, porque nos las contaron nuestros padres.
No las encubriremos a sus hijos. A la generación venidera contaremos las alabanzas del Eterno, y
de Su poder y de las maravillas que hizo.
Él estableció su testimonio en Iaacov [Jacob] y puso la Torá en Israel. Mandó a nuestros padres que
lo hicieran conocer a sus hijos, para que lo supiese la generación venidera y sus hijos que nacieran,
para que los que surgiesen lo contaran a sus hijos, para que pusiesen en Elokim su confianza y no
se olvidaran de las obras de Elokim, a fin de que guardasen Sus mandamientos»
(Tehilim / Salmos 78:1-7)

«Ahora pues, oh Israel, escucha las leyes y decretos que yo os enseño que hagáis, a fin de que
viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que os da el Eterno, Elokim de vuestros padres.»
(Devarim / Deuteronomio 4:1)

«¿Qué nación hay tan grande que tenga decretos y normas justos como toda esta Torá que yo
entrego hoy delante de vosotros?»
(Devarim / Deuteronomio 4:8)

«Éstos son los mandamientos que el Eterno ordenó a Moshé [Moisés] para los Hijos de Israel, en el
monte Sinaí.»
(Vaikrá / Levítico 27:34)

«Sus caminos dio a conocer a Moshé [Moisés]; y a los Hijos de Israel, Sus obras.»
(Tehilim / Salmos 103:7)

«Estos son, los decretos, las normas y las Torot [instrucciones] que el Eterno estableció entre Él y
los Hijos de Israel en el monte Sinaí, por medio de Moshé [Moisés].»
(Vaikrá / Levítico 26:46)

«Cuando Moshé [Moisés] acabó de escribir las palabras de esta Torá sobre un libro hasta que fueron
concluidas, mandó a los levitas que llevaban el arca del pacto del Eterno, diciendo:
‘Tomad este libro de la Torá y ponedlo junto al arca del pacto del Eterno vuestro Elokim. Que esté
allí como testigo para TI»
(Devarim / Deuteronomio 31:24-26)

«Acordaos de la Torá de Mi siervo Moshé [Moisés], a quien encargué en Joreb/Horeb decretos y


leyes para todo Israel.»
(Malaji / Malaquías 3:22)

«Porque se acordó de Su santa promesa dada a Su siervo Avraham [Abraham].


Así sacó a Su pueblo con gozo; con júbilo sacó a Sus escogidos.
Les dio las tierras de las naciones, y heredaron el fruto de las labores de ellas, para que guardasen
Sus estatutos y observasen Sus Torot. ¡Alaben al Eterno [Aleluia]!»
(Tehilim / Salmos 105:42-45)

«Descendiste sobre el monte Sinaí y les hablaste desde el cielo. Les diste normas rectas, y Torot
[instrucciones] verdaderas, decretos y mandamientos buenos.
Les hiciste conocer Tu santo shabbat y les prescribiste mandamientos, leyes e instrucciones por
medio de Tu siervo Moshé [Moisés].»
(Nejemiá / Nehemías 9:13-14)

«Asimismo, tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: -Todas las cosas que el
Eterno ha dicho, haremos y comprenderemos.
Entonces Moshé [Moisés] tomó la sangre y roció con ella al pueblo, diciendo: -He aquí la sangre del
pacto que el Eterno ha hecho con vosotros referente a todas estas palabras.»
(Shemot / Éxodo 24:7-8)

«Éstos, pues, son los mandamientos, las leyes y los decretos que el Eterno vuestro Elokim ha
mandado que os enseñara, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis para tomarla
en posesión.
Son para que temas al Eterno tu Elokim, tú con tu hijo y el hijo de tu hijo, guardando todos los días
de tu vida todas Sus leyes y Sus mandamientos que yo te mando, a fin de que tus días sean
prolongados.
Escucha, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien y seas multiplicado
grandemente»
(Devarim / Deuteronomio 6:3)
RESP. 394 – TORÁ Y GENTILES
15/01/2009 YEHUDA RIBCO
Hola maestro, le consulto porque es muy importante para mi tener claro que debemos los gentiles
estudiar en la Torah. Me dicen muchas cosas, pero quiero tener su segura palabra en este tema.
Gracias.

Buen día, bienvenido.

Sobre el tema hemos escrito en abundancia en el pasado, por lo que ahora seré muy breve y le
ruego que sea usted quien busque el resto de la importante información contenida en este sitio.
Cuando le surjan preguntas pertinentes, con gusto las leeré y en la medida de lo posible responderé
a su debido tiempo.
Pero por favor, primero indague en el sitio, emplee todas las herramientas que hemos dispuesto para
comodidad de los visitantes para que accedan a la información necesaria.
Gracias.

Sepa y que penetre en su corazón y mente que los gentiles, los noájidas, NO DEBEN estudiar Torá,
de hecho, lo tienen prohibido por LEY perpetua del Eterno.
Tampoco pueden estudiar Torá, puesto que tal es una ordenanza que el Padre Celestial ha dispuesto
en exclusiva para los hijos de Israel.

Pero SÍ PUEDEN estudiar conceptos de Torá, especialmente aquellos referidos a la identidad


espiritual noájica, a los mandamientos para las naciones, al fortalecimiento de la lealtad en el Eterno,
en fin, todas las temáticas pertinentes que deben ser administradas y provistas directamente por
algún maestro judío experto en cuestiones noájicas y conocedor seguro de la Torá.

Si no procede de esta manera, solamente está trayendo oscuridad a su alma, en lugar de la luz tan
anhelada. Además, es partícipe de los que destruyen y promueven el caos y el error, en lugar de ser
uno de los soldados del Eterno en la construcción de Shalom.
Quizás le pueda resultar un tanto chocante, tal vez no quiera admitir esta realidad espiritual.
Pero qué podemos hacer, esa es la regla impuesta por Dios, así debemos proceder.

Con el correr de su comprensión del tesoro que es la identidad espiritual noájica, cuando profundice
en la belleza de la vida de acuerdo a los Siete Mandamientos Fundamentales, cuando reconozca su
valor insustituible como noájida, entonces el gusto amargo dejará paso a la alegría y gozo.
Es cuestión de ser leal al Eterno, del modo en que Él ha dispuesto para cada uno.

Recuerde que la tarea principal de cada noájida, de cada gentil, es ser un constructor de Shalom en
este mundo, pues de esa manera es socio del Eterno y adquiere y garantiza su vida eterna.
Para lograrlo dispone de las herramientas que Dios ha diseñado con amor y sabiduría, los Siete
Mandamientos y sus reglas derivadas.
Todas estas se pueden resumir en tres breves conceptos, vivir con bondad, justicia y lealtad al
Eterno.
Tal es el camino del noájida, la verdadera senda espiritual, la única.

Aprovéchela, no deje pasar la oportunidad de ser uno de los miembros de la comunidad de


constructores de Shalom.
Participe en FULVIDA, sea uno de nuestros activos socios, porque si usted no hace su parte, nadie
más la hará.

Por otra parte, seguimos aguardando que finalmente sea canalizada hasta nosotros una partida fija
de dinero, que nos permita dedicarnos de lleno a enseñar conceptos de Torá por clases diarias o
cotidianas en vivo, online. Además de realizar eventos en los diversos países, encuentros,
seminarios, etc.
Para esto precisamos dinero, mucho, de manera fluída, constante, que posibilite dedicar mi tiempo
-y el de otros interesados aptos- en la sagrada tarea de ayudar a despertar la conciencia noájica en
estos tiempos finales, que están anunciando la ya inminente venida del reino mesiánico en la tierra.

Estamos en una época signada proféticamente.


Podemos trabajar para que la Era Mesiánica llegue por el camino de la paz y la armonía.
O podemos desentendernos, y ser parte de la masa que colabora con que el camino para la llegada
del Mesías sea por el dolor y la angustia.

Está en nosotros la decisión, ayudamos, cooperamos, nos esforzamos, hacemos nuestra parte en
la construcción del shalom; o, seguimos dando excusas y siendo cómplices y partícipes en la
decadencia final.

Hay tanto por hacer.


El tiempo es breve.
Las excusas muchas.
El EGO pesa.
Pero nosotros debemos ser fuertes y valientes, constructores de Shalom.

Shalom y bendición, que sepamos construir Shalom en todo momento.

Moré Yehuda Ribco


TORAH PARA LAS NACIONES – RABI YOEL SCHWARTZ
8/09/2009 JONATHAN ORTIZ

“ … y ellos acamparon en el desierto”. Exodo. “La Torá fue dada en un lugar sin dueño, de haber
sido dada en la tierra de Israel las naciones del mundo habrian alegado que ellas no tienen parte en
la Torá. Por tal razón fue dada en el desierto, y cualquiera que desee recibirla debe venir y
hacerlo.”Midrash Mechilta ch.20

Este pasaje demanda estudio profundo en vista del cuidado que tomaron los rabinos de antaño para
mantener la Torá resguardada de los no judíos, y la gran cantidad de ejemplos de carácter legal que
apoyan dicha precaución:

«Un no judío que estudia la Torá es merecedor de muerte en las manos del Cielo”, como fue dicho
“La Torá que Dios nos mandó como herencia”; “a nosotros y no a ellos” Sanedrin.

“Sus estatutos y sus leyes Él declaró a Israel; Él no hizo así con ninguna otra nación, y ellos no
conocen sus leyes: Alabado sea el Señor” Salmo 147

El Zohar, fuente de la sabiduria de la Kabalá, es explícito en la gran transgresión que es cometida


cuando se le transmite Torá a los no judíos: “cualquier hombre que no se refrene de echar mano de
la más pequeña letra de la Torá es considerado como si destruyera el mundo y mintiera tomando el
nombre del Santo, bendito es, en vano. Todo depende de la Torá, como fue dicho: Si yo no establecí
mi alianza con el día y con la noche, si no fijé el ordenamiento del cielo y de la tierra” y tambien “Esta
es la Torá que Moshé puso delante de los hijos de Israel” Deut. 4:44, es decir, no delante de otras
naciones.

Aqui el Zohar expresa la idea en terminos de inaceptabilidad de la idea de enseñar a quienes no


están dentro del Pacto de la Circunsicion, puesto que todas las palabras de la Torá son Nombres de
Dios, y enseñarlos a gente no circuncisa traería destrucción al mundo. Vemos la extensión referida
a no enseñarle ni la Torá Escrita ni la Torá Oral, ni siquiera los Diez Mandamientos, como fue dicho,
“a Israel fueron dados, no a las Naciones. Midrash Rabbah to Numbers 8:4

Hemos visto una perspectiva que parece contradecir la primera expresión arriba mencionada.
Aunque otras sentencias la confirman.

“Cada palabra que provino de Dios fue divida en setenta lenguajes «.Shabbat 88b Rabi Yojanán dijo,
“la voz se dividió en setenta voces para las setenta lenguas (primarias), para que cada Nación
escuchara la voz en su propio lenguaje” «Midrash Rabbah to Exodus 85;19

“Moises explicó la Torá” Deut. 1:5 Los comentadores de antaño explican que él dio su explicación
en estas setenta lenguas, y puesto que el pueblo judío no tenía por costumbre hablar las lenguas de
las Naciones, él debe haberlo hecho para cada nación por individual.

¿Cómo escribió Israel la Torá? Al entrar a la Tierra de Israel al pueblo judío le fue ordenado escribir
la Torá en un monumento sobre el Monte Gerizim. Rabbi Judah dijo, “Ellos la escribieron sobre
piedras, com está dicho «Y ellos escribieron todas las palabras de la Torá sobre piedras y después
las erigieron” Deut. 27:3 Rabbi Shimon le dijo: “Según tu, cómo hicieron entonces las naciones de
ese tiempo para aprender Torá” (puesto que fué eregida).

Rabbi Judah respondió, “Dios les dio entendimiento, y ellos enviaron sus escribas quienes la cortaron
y extrajeron (de las piedras) y las llevaron. Desde entonces su destino fue sellado porque ellos
podrían haberla aprendido, pero no lo hicieron”.
Rabbi Shimon entonces dijo: “Fue escrita sobre el yeso, y debajo estaba escrito “para que ellas no
te enseñen a hacer todas las abominaciones”. Esto enseña que, si ellos se arrepentían, ellos serían
recibidos.

De ahi aprendemos que para hacer que las naciones retornen al camino de la Verdad debemos
enseñarles la Torá.

Los rabinos Sanhedrin señalan esta contradicción: “Un no judío que aprende Torá merece la muerte”,
a lo que Rabbi Meir dice: “De dónde aprendemos que incluso un no judío que aprende Torá es
comparado al Sumo Sacerdote?, como dice, “por las cuales un hombre hará y vivirá por ellas”, ni el
sacerdote, ni el Levita, ni el Israelita es mencionado aquí, solamente “hombre”, significando incluso
un no judío…”

La responsa de la Guemará es que el no judio que merece honor es el que aprende la porción de la
Torá que aplica a él: Las Siete Leyes noájidas.

El Meirí explica: “Si él (no judio) aprendiera la Torá sin el propósito de guardar sus leyes básicas
(Siete leyes de Noaj), sino solamente por el único deseo de aprender la Torá entonces es merecedor
de castigo, ya que la gente verá su conocimiento y lo confundirá con un judío, y terminarán
dirigiéndose por el camino del error”. Sin embargo, sí el aprende los Siete Mandamientos con sus
detalles y todo lo relativo a ellas, incluso el contenido de la Torá que está en las Siete Leyes, es
merecedor de honrarlo cual Sumo Sacerdote”.

No tememos que él lleve a otros por caminos errados, puesto que él está aprendiendo lo relativo a
si mismo, y todo lo demás seria permitido enseñárselo si él estuviera conduciendo su investigación
para comprometerse con toda la Torá y considerara convertirse al judaísmo completamente.

Maimonides va más allá, Laws of Kings 10:9 donde escribe. “un no judío que aprende Torá se le
considera merecedor de muerte: él debería aprender únicamente los Siete mandamientos aplicables
a él”.

En una responsa, sin embargo, él distingue entre un no judío que acepta la santidad de la Torá y
uno que no, legislando como permisible enseñar al primero, pero no al segundo porque el daño
podría acrecentarse. Debido a que todos los no judíos deben ser instruidos en las Leyes Noájidas la
decisión de Maimónides de no enseñar a una parte de ellos se refiere solamente al resto de la Torá.
Como él mismo escribe:

“Hay una pregunta de si la sentencia de Rabi Yojanán “un no judío que aprende Torá merece la
muerte” tiene fuerza de ley; también si un judío cumple la ley absteniéndose de enseñar cualquier
otra cosa que no sea las Siete Leyes noájidas”.

Él responde que sin duda alguna esta es la ley, y que cuando dependa del pueblo judío, debería
abstenerse de enseñarle al no judío hasta que realice un proceso de conversión. Sin embargo, los
no judíos no se les ejecuta si aprenden Torá, en contraste a la posición relativa a todas las
transgresiones de las Siete Leyes, puesto que la frase usada es “merecedor” y no “obligado a
muerte”.

Estas leyes podrian ser enseñadas a los cristianos ya que reconocen la Divinidad del texto de la
Torá, pero no a los musulmanes puesto que ellos lo niegan y cualquier conocimiento de sus ideas
los conducirían al error y se convertirían en tropiezo para los judíos dispersos entre ellos. Si los
cristianos son enseñados ellos son capaces de aceptar las ideas, y en dado caso, sus objeciones no
causarían daño.

Algunos comentadores distinguen entre la Torá Oral y Escrita: La primera prohibida, y la seguna
permitida, no porque una sea superior a otra, sino porque ellas tienen diferentes métodos de
transmisión. Maharats – Chayot to Sotah 35b
Otros prohiben los Cinco Libros de Moshé, pero permiten los trabajos Proféticos y los Escritos. Be’er
Sheva, brought Magen Avraham ch. 334 par 17 Existe tambien una opinión que si a un judío
estudioso de Torá se le pregunta algo acerca de los Cinco Libros, por el solo hecho de preguntar,
podría ser respondido, por el bien de la paz, sin motivos ulteriores implícitos.

Todo lo anterior deberia ser entendido como la percepción que tuvieron los Sabios sobre cómo hablar
de la Torá al mundo no judío. Son discusiones que deben ser tomadas en cuenta sobre el aspecto
de la enseñanza que es aconsejable en cualquier momento dado.

Tomado de:

http://www.beni-noah.com/2.php

Sobre el autor:

Rabbi Yoel Schwartz es un conocido estudioso de la Tora y un escritor prolífico que ha publicado
alrededor de 200 libros de temática judía. Estudió en Yeshivas Ponevitch en Bnei Brak y Yeshivas
Mir en Jerusalem, y fue el mashgiach ruchani, supervisor espiritual, de Yeshivat Itri y de la Nahal
Charedi programa religioso del ejército.

También es parte del intento de revivir el Sanedrin, del cual es Vicepresidente y Jefe de la Corte de
los Benei Noaj.
Gentil que desea estudiar Torá
...
Como gentil, me gustaría aprender a leer y escribir hebreo; lo anterior, es para mí de suma
importancia; ya que considero que la llamada Biblia (cristiana) a sido erráticamente interpretada y
por ende alterada (violada) por quienes la han escrito en diferentes idiomas; lo antes mencionado
me exige de forma personal, conocerla, estudiarla y regir mi vida basada en las leyes y
mandamientos legados por nuestro D's y que de la Torá emanan de manera íntegra y sin
manipulaciones dogmáticas.
En caso de serme negado el aprendizaje para escribir y leer hebreo, ¿existe alguna Torá que esté
escrita en español que pueda este gentil conocer?
Gracias nuevamente.

N. Francisco.
País: México

Shalom.
Gracias por participar.

Si quiere aprender hebreo le aconsejo que se inscriba en algún curso de los que imparten las
academias o centros de enseñanza de lenguas, o quizás un curso a distancia. Es un idioma como
cualquier otro, de esos que se pueden aprender cotidianamente, pues, nada de místico o exótico
hay en su aprendizaje.

Pasando al tema del estudio de Torá.


La Torá no ha sido entregada a los gentiles, sino exclusivamente a Israel, tal como claramente está
estipulado:

"Moshé [Moisés] nos prescribió la Torá, es heredad de la congregación de Iaacov [Jacob]."


(Devarim / Deuteronomio 33:4)

Si por decisión de Dios es heredad de los hijos de Israel, ¿con qué derecho fundamentado o motivo
válido el gentil estudiará de ella?
No los hay, por tanto, la Torá fue, es y será de Israel, de nadie más.
El gentil que indagase en ella, en lugar de estar actuando acorde al Deseo divino, está infringiendo
Su Voluntad, y en definitiva, se está perjudicando espiritualmente (vea el ejemplo de la alimentación
del recién nacido que mencionamos en este texto reciente).
Preste atención, por favor, a las palabras de Moshé/Moisés a los Hijos de Israel:

"Mirad, yo os he enseñado leyes y decretos, como el Eterno mi Elokim me mandó, para que hagáis
así... Guardadlos, pues, y ponedlos por obra, porque esto es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia
ante los ojos de los pueblos, los cuales al oír de todas estas leyes dirán: '¡Ciertamente esta gran
nación es un pueblo sabio y entendido!'"
(Devarim / Deuteronomio 4:5-6)

¿Para quién dice la Torá que sirve como alimento espiritual?


¿Para judíos, gentiles o ambos por igual?
La respuesta está muy clara: solamente para los Hijos de Israel.
¿Acaso no está dicho que para Israel: "esto es vuestra sabiduría"?
¿Acaso no está dicho que las naciones reconocen la sabiduría de Israel, si es que Israel estudia y
cumple con la Torá?

Sin embargo, el acceso a la sabiduría imperecedera de la divina Palabra no está ocluido para los
gentiles, ya que tienen abierta la posibilidad de ser instruidos por verdaderos maestros judíos de
Torá, que sean fieles a los preceptos y adherentes exclusivos del Eterno.
Tal como aprendemos del profeta:

"Muchos pueblos vendrán y dirán: ''Venid, subamos al monte del Eterno, a la casa del Elokim de
Iaacov [Jacob], para que él nos enseñe sus caminos, y nosotros caminemos por sus sendas.'' Porque
de Tzión [Sion] saldrá la Torá, y de Ierushalaim [Jerusalén] la palabra del Eterno."
(Ieshaiá / Isaías 2:3)

Así pues, apreciado señor, le recomiendo que, por su propio crecimiento e integridad, no busque
biblias, ni aprender hebreo para leer de la Torá, ni el texto del Tanaj en español u otros idiomas; sino
que se procure un buen maestro judío de Torá, que sea fiel a Dios a través del estricto cumplimiento
de Sus preceptos, para que le instruya con las enseñanzas de la Verdad, de la Torá, que le servirán
de buen alimento espiritual.

Por último, quiero decirle que me parece notar en usted la intención de profundizar sanamente en el
conocimiento que a Dios deleita, por lo tanto, encarecidamente le ruego que se aparte absolutamente
(ni siquiera ojee) de las tendenciosas y perversas obras que suelen denominarse santas biblias, y
que no son más que un manantial de error, pecado y burla a la Palabra viva de Dios.
Hágase de su recto maestro judío de Torá, que encontrará bendición para sus días, y los días de
sus bienqueridos.

Quedo a sus órdenes para lo que pueda ayudar.

Si mi modesto trabajo aquí presentado le ha sido de bendición, no olvide que este sitio y su autor se
mantienen gracias a Dios, que en parte canaliza Su bondad a través de la colaboración económica
de los lectores.
No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso para ser parte de la Obra del Eterno.

Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le son fieles servidores, y que sepamos construir Shalom,
Iebarejejá H'.

Yehuda Ribco
RESP. 638 – ESTÁ PROHIBIDO ESTUDIAR HEBREO?
12/10/2009 YEHUDA RIBCO
raulmarrio2000 nos consulta:

1- He leído en este sitio que los gentiles no debemos estudiar el Hebreo (el de la Torah).
2- Esto se aplica sólo si la intención es estudiar Torah?
3- O se aplica también a quien tenga interés en las lenguas semitas antiguas?

Muchas Gracias. Shalom

Raúl Mario Lavin, 40 años, rentista, Azul, Argentina

Buen día.

1- Es correcto.

2- Estudiar hebreo YA ES estudiar Torá. Actividad que está severamente prohibida para los gentiles.
A excepción de las porciones que les serviría para compenetrarse en el conocimiento y cumplimiento
de los Siete Preceptos que les ha dado Dios.
Por supuesto que incluso el estudio de las partes admitidas han de ser bajo la tutela directa y
personalizada de un maestro judío experto en temáticas de Torá y de cuestiones de noajismo.

3- El estudio de las lenguas antiguas o modernas no es una cuestión prohibida para los noájidas.
Ahora, la cuestión básica es que el noájida sea sincero consigo mismo, que no se quiera hacer
trampas al solitario.
Pues puede uno suponer que estudiará lenguas semitas antiguas como hobbie o como arte o como
profesión, pero en el fondo lo que anhela es la identidad judaica, o incurrir en el patrimonio judaico
(Torá, por ejemplo), bajo la excusa de estudiar lenguas.
Así pues, cada cual debe ser maduro y coherente para determinar la intención de lo que pretende
hacer.

Por último, ¿acaso el estudio de la lengua hebrea hará más leal, más bueno, más justo al noájida?
Por lo que la historia demuestra, la respuesta es un rotundo y claro NO.
Por ejemplo, hubo y hay notables eruditos de la idolatría de Jesús que conocen a la perfección el
idioma sacro (hebreo), pero no por ello son más leales a Dios, sino todo lo contrario. (De hecho,
emplean su conocimiento para tergiversar con más astucia las sagradas escrituras judías y de esa
manera provocar a error a mucha más gente).
Así pues, le recomiendo que, si tiene interés en lenguas, disfrútelo, pero sea claro en su actitud y
conducta.

Que sepamos construir Shalom.

More Yehuda Ribco


RESP. 347 – ¿QUÉ DIJO MAIMÓNIDES? ESTUDIO DE
TORÁ
15/10/2008 JONATHAN ORTIZ
Rubén Darío Betanzo Saavedra, 33, Profesor de Hist., Concepción, Chile, nos pregunta:

1. En internet alguien afirmó que Maimónides consideraba merecedor de muerte al gentil que
estudiara la Torah, no sé si eso es verdad, pero igual pregunto:
2. ¿Se aplica eso a todos los casos?
3. ¿Cuánto de la Torah estoy autorizado a estudiar?
4. ¿Y si mis exigencias académicas incluyen tal estudio?
5. ¿Hay algo espiritualmente de provecho para los noájicos en la Torah a pesar de tener estos otros
destinatarios?

Shalom,
«Bendito el que viene en el nombre del Eterno.» (Tehilim / Salmos 118:26).
Bienvenido y gracias por enviarnos su interesante misiva.

Anteriormente se ha escrito al respecto.

1. No es verdad. Se equivoca quien diga que el Rabino Maimónides consideraba merecedor de


muerte al gentil que estudia Torá.

Dos razones:

Primero: No fue un invento de él. No fue un antojo que nació un día de ocio. Fue una enseñanza que
se transmitió oralmente y que es más antigua que la moda de ‘caminar a pie’. Él se encargó de
escribir lo que recibió como enseñanza oral.

Segundo: Él no escribió “el gentil que estudie Torá”, él escribió: “el gentil que se dedica al estudio de
Tora”. Dedicarse, consagrarse u ofrecerse, al estudio de lo que no le compete, es un error colosal
que debe ser evitado a toda costa.

2. En teoría sí. Puesto que está escrito “se le debe informar que es merecedor de la pena de muerte,
aunque no se le aplique”

3. El Talmud afirma a este respecto que el gentil que se dedica al estudio de los Siete Mandamientos
Universales es comparable al Cohen Gadol (Sumo Sacerdote; ver Sanhedrín 59). Así que dedíquese
en alma y cuerpo a indagar en las Siete Leyes y sus derivados, pero sin descuidar sus otros aspectos
de la vida diaria, a saber: familia, amigos, trabajo, estudios, salud, entre otros.

Además, es un deber nuestro estudiar las maravillas del Creador, así como meditar en la grandeza
de Dios que se manifiesta en la creación. A este respecto señalaron los sabios «Todo aquel que
sepa reflexionar acerca de los ciclos del tiempo y los movimientos de las constelaciones celestes,
pero no lo hace, a él se le aplica el versículo «y los actos del Eterno no contemplaron, ni tampoco
vieron la obra de Sus manos» (Isaas 5; Shabat 75, ver además el libro «Jovot HaLevavot», Shaar
HaBejiná, captulo 2, quien aporta fuentes adicionales acerca de esta obligación.)

4. Si sus exigencias académicas incluyen tal estudio, entonces sepa que una cosa es estudiar con
dedicación la Torá, otra MUY distinta es estudiar ACERCA DE la Torá, lo cual se puede hacer sin
dedicarse, solamente a modo de referencia o cultura general.

Ejemplo: Una cosa es saber hablar el idioma inglés, otra muy distinta es saber acerca del idioma
inglés. Los ejemplos son muchos.
Entrar a páginas de judaísmo, leer judaísmo, comprar libros de judaísmo, repetir dichos bonitos y
agradables de los sabios judíos, no es en realidad estudiar Torá. El gentil que crea que está
aprendiendo Torá, porque está leyendo artículos de serjudio.com u otras páginas para judíos, se
equivoca. Le invito a que lea la biografía del Moré Yehuda y su transitar por el estudio dedicado de
la Torá, y vea qué lo hace calificar como maestro de Torá. Haga click AQUÍ y AQUÍ.

5. En lo que respecta a las Siete Leyes sí hay provecho. En lo demás no.

Existen gentiles que hoy en día creen que deben estudiar Torá, incluso hay quienes se dan a la tarea
de pretender enseñar Torá a judíos. Respecto a esa actitud errada se debe saber lo siguiente:

“A la sabiduría del gentil creedle, en la Torá del gentil no creas”, Midrash (Ejá Rabá 2:13).

Finalmente, si quiere y puede, estudie con dedicación las Siete Leyes dadas a Noaj. Aprovéchelas,
vívalas, disfrútelas, son suyas.

Si le quedan dudas pertinentes, hágalas llegar.

Que sepamos construir Shalom.

Prof. Jonathan Ortiz


Menos Torá y más acción
Pregunta: Shalom amado Yehuda

-1- Soy gentil y me gustaría saber dónde puedo conseguir una Biblia (de traducción judía y erudita)
-2- y además en el libro de Isaías 55:6 el Eterno nos dice que le busquemos mientras pueda ser
hallado y esté cercano.
-3- Ud comenta que el gentil solo tiene permitido estudiar algunas porciones de la Torá y tiene
vedadas otras.
-4- Mi pregunta es: ¿Acaso El Eterno no puede iluminar a un gentil y hablarle a través de su palabra?
Para mí es muy triste el tener que reconocer que El Eterno no lo va a hacer conmigo porque no soy
judío.
-5- Yo amo a los judíos, oro por ellos y los reconozco como el pueblo escogido por El, pero creo que
llamó a algunos que no eran judíos y tuvo relación con ellos. (Noé halló gracia ante El).
-6- Le agradezco me aclare porque soy un buscador del Eterno y quiero una relación personal con
El; me asalta la duda ahora de que si de pronto leo algo que me está vedado (y yo no lo sé) pueda
tener confusiones.

Reciba muchas bendiciones del Eterno ya que su enseñanza ha dejado huella en mi vida a través
de sus comentarios tan exquisitos.

Respetuosamente,

Gustavo R.
Colombia

(Deben incluir en todos sus mensajes para nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y
país donde vive)

Shalom.
Gracias por participar.
Es una carta que agradezco, pero es demasiado extensa, recuerde que el máximo que recibimos es
de 50 palabras. Hay razones valiosas para este límite.

Para su primera duda, acerca de una traducción al español confiable del Tanaj (Pentateuco, Profetas,
Hagiógrafos), ya hemos respondido recientemente. Por lo cual, le solicito que busque la respuesta
en el área de "Torá".

En cuanto al mensaje del profeta: "¡Buscad al Eterno mientras puede ser hallado! ¡LlamadLe en tanto
que está cercano!" (Ieshaiá / Isaías 55:6); supongo que sabrá reconocer en el contexto del capítulo
que estas palabras fueron dirigidas a los judíos en el exilio (material o del espíritu). ¡No están
(precisamente) dirigidas a los gentiles!
Pero, más allá de este pequeño error de asumir como propio algo ajeno, es correcto el sentido de
sus palabras: los gentiles también DEBEN buscar al Eterno, llamarLo a Él y a ninguna otra deidad.
Pero, eso no se hace como uno quiere o de acuerdo a como uno supone que es mejor, sino
cumpliendo estrictamente con lo que Él ha ordenado. Para los gentiles 7 mandamientos con sus
derivados; para los judíos 613 mandamientos y sus ramificaciones.
Los 7 preceptos de los gentiles NO incluyen el estudio exhaustivo de la Torá, sino tan solo el
conocimiento de aquellas porciones que les pueden ser provechosas en su misión de ser correctos
buscadores y servidores del Eterno.
¿Le parece que es un prudente modo de acercarse al Eterno hacer lo que no le corresponde,
violentando lo que sí es apropiado para otro?

En cuanto a que Dios hable con usted, lamento decirle que hace unos 2500 años que Dios no se
comunica con las personas por medio de la profecía. Además, tampoco era algo muy corriente y
habitual, es decir, no todos tenían línea directa con la mensajería de Dios. Así que es mucho más
saludable para usted que no espere el mensaje de Dios resonando en sus tímpanos y en su cabeza,
sino que acepte las justas enseñanzas de aquellos que Él ha escogido como portavoces: los profetas
y sabios fieles de Israel.
Si Dios y ellos nos han enseñado muchos modos de vida saludables para el gentil, entre otras que
el estudio de la Torá está reservado para el pueblo judío, ¿por qué habríamos de rechazar tal
enseñanza que es provechosa para todos los involucrados?
Está en las enseñanzas de los fieles sabios de Israel el camino para que el mensaje de Dios se
difunda con solidez y constructivamente entre las naciones.

Y si a usted le parece triste esta diferenciación, ¿qué le puedo decir yo?


Eso es lo que el Rey a decidido en Su sabiduría, ¿quiénes somos para comprenderlo?
Recuerde el capítulo que usted mencionó cuando señala: "Porque Mis pensamientos no son vuestros
pensamientos, ni vuestros caminos son Mis caminos, dice el Eterno." (Ieshaiá / Isaías 55:8).
Así que nos guste o no, lo comprendamos o no, Dios tiene Sus ideas, que son siempre tendientes al
Bien supremo; por lo tanto, si Él ha dado exclusivamente a Israel Su Torá, ¿por alguna buena causa
será, ¿no?

En cuanto a su mención a Noaj/Noé, y a cualquier otro personaje antes de la Revelación en Sinaí,


es irrelevante para el tema; pues la entrega de la Torá fue la bisagra fundamental en la historia del
mundo. Una cosa es el mundo pre-Torá-revelada y otra es a partir de la Revelación.
Antes de la Torá en Sinaí TODOS éramos gentiles obligados a los 7 preceptos fundamentales.
Después de Sinai, Dios escogió a Israel para que cumpliera 606 preceptos más.
Es decir, la relación del Eterno con Su creación humana tuvo un cambio, y el instrumento se llama
Israel.
Por otra parte, si Noaj halló gracia a ojos del Eterno, no quiere decir que cualquier otra persona
(gentil o judía) no la halle en cualquier momento, esa gracia tan sólo depende de los actos
individuales. Si usted cumple con los mandamientos que Dios le ha ordenado que usted cumpla, ¡no
dude que usted halla gracia a ojos de Dios!
Porque, nuevamente le pido que no saque versículos de su contexto, y lea: "Pero Noaj [Noé] halló
gracia ante los ojos del Eterno. Ésta es la historia de Noaj [Noé]: Noaj [Noé] era un hombre justo y
cabal en su generación; Noaj [Noé] caminaba con Elokim." (Bereshit / Génesis 6:8-9).
No nos dice que Noaj era una persona creyente.
Ni que era religioso.
Ni que ofrendaba a su iglesia diezmos.
Ni que rezaba aves marías o similares.
Ni que cada dos palabras la tercera era Amén Jesús.
Ni que se abstenía de tal o cual bebida.
Lo que nos dice lisa y llanamente es: CUMPLÍA LOS PRECEPTOS, por algo se nos menciona que
"caminaba con Dios". Caminar es una acción, es un hacer, es un modificar el mundo con nuestra
presencia activa... es cumplir con los mandamientos.
Así que le repito, si usted anda buscando la proximidad con Dios, no la busque ni en filosofías, ni en
teologías, ni en iglesias, ni siquiera en el Tanaj... ¡búsquela en su vida cotidiana, comportándose
como Él quiere y exige!

Bien, creo que ya le he respondido a todas sus dudas, he incluso está demostrado (entre las
respuestas) cómo el estudio de Torá por parte del gentil en lugar de proveerlo de edificación puede
convertirse en una piedra de tropiezo.
Reitero lo que ya dije: cumpla con los preceptos que Dios le ha dado, que esa es la manera de crecer
como persona y de acercarse a Él, a usted, y a su prójimo.
Y si tiene tanto deseo por estudiar de la Torá, consígase un maestro judío capacitado para enseñarle
y apartarle del error y la confusión.
De este modo, ganamos todos.

Para finalizar, una breve alegoría.


Un día se presentó el indignado tenedor al orfebre original, y con pancartas de agria protesta
reclamaba igualdad de derechos y condiciones. Le parecía de una arbitrariedad brutal que la cuchara
tuviera su cabeza totalmente cerrada, sin feas aberturas; en tanto que él, triste tenedor, tenía una
cabeza desprolija, agujereada y pinchosa. El tenedor quería también ser mojado por la rica sopa,
sentir el calorcito del caldo, el beso de los labios en su metal.
La protesta continuó y continuó, hasta que el orfebre, vaya uno a saber por qué, tomó al tenedor
entre sus artífices manos, y en un santiamén lo transformó en una coqueta cuchara.
A partir de entonces, solamente existieron cuchillos y cucharas, pero no tenedores... ¿cómo comer
civilizadamente en estas condiciones?

Espero que mis palabras lo alienten a emprender con mayor firmeza el camino de los gentiles
cumplidores de los preceptos noájidos. Y si aún quiere con mucho deseo estudiar Torá, tiene a su
disposición el simple pero azaroso de la conversión formal al judaísmo, que lo habilitará legal y
espiritualmente para emparejar estudio de Torá con el cumplimiento de buenas acciones.
Y recuerde que, si precisa alguna orientación o ayuda, si está en mis posibilidades con gusto se la
brindaré.

Aprovecho para desear a todos un 5763 de plenitud y bendiciones, ¡Shaná Tová, ketivá vajatima
tová!, y recuerden que la tzedaká -caridad- es uno de los fundamentos que sostienen al mundo.

Si este texto le ha sido de provecho, no olvide que este sitio se mantiene gracias a SU colaboración
económica. No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso.

Iebarejejá H' - Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom

Yehuda Ribco
Torá y gentiles
Pregunta: Shalom!

He leído una respuesta en la que dice que los gentiles no debemos indagar en Torah pues somos
espiritualmente como recién nacidos, y para estudiar Torah hay que estar maduros espiritualmente...
me gusta su idea, pero no me convence...

Luis G.
País: Colombia

(Deben incluir en todos sus mensajes para nosotros su nombre completo, el nombre de la ciudad y
país donde vive)

Shalom.
Gracias por participar.

Apreciado Luis, si lee con atención en la respuesta que usted cita dimos otro fundamento por el cual
los gentiles no deben incursionar en el estudio de Torá, sino que deben ser instruidos por maestros
judíos preparados para tal sagrada misión.

Le expondré ahora nuevamente los dos fundamentos mencionados, y le añadiré un tercero.

Cualidad espiritual.
Sabemos que el gentil justo (aquel que cumple cabalmente con los 7 mandamientos para las
naciones, y las normas derivadas) alcanza inmensas alturas espirituales; sin embargo, el Hijo del
Pacto, aquel que debe cumplir (y trata de hacerlo hasta el límite de sus capacidades) con los 613
mandamientos para Israel, así como los decretos rabínicos, alcanza una cualidad espiritual diferente,
que lo hace apto para el estudio de Torá.
Espero que comprenda que no es un tema de exclusivismos, o de segregaciones espirituales; sino
que es de desarrollo espiritual.
Tal como un bebe no ha desarrollado su sistema digestivo, y el alimento saludable para el adulto le
es nocivo; el gentil no tiene los elementos para alcanzar la cualidad espiritual que se consigue
solamente por medio del cumplimiento de los 613 mandamientos. Y éstos son para Israel, no para
las naciones.
O, lo puede pensar también como que los Hijos del Pacto por medio de andar por el rigurosísimo
camino que el Eterno les exige (y espera) solamente a ellos, pasan por un entrenamiento y
preparación espiritual, que no pasan los que andan por el camino de ser un gentil justo. Es como
entre los levantadores de pesas, están los que pueden con 20 kilogramos y están los que levantan
150 kilogramos; ninguno de ellos es superior o inferior al otro, simplemente que se especializan en
aquello que entienden como el límite acorde con sus capacidades naturales. Si el de 20 kilogramos
quiere alcanzar o incluso sobrepasar al que levanta 150, ¿qué debe hacer? Pues, obviamente que
entrenar. Pero, por más entrenamiento que uno asiduamente haga, siempre se topará con su límite
natural, el cual es saludable respetar. El límite del gentil con respecto al cumplimiento de preceptos
y al estudio de Torá lo ha impuesto el mismísimo Dios. Por lo cual, el gentil que quisiera entrenar por
el camino del judaísmo, debe ingresar al mismo por medio de la conversión formal y legal. Por medio
de la conversión, corre el límite un tanto hacia delante, teniendo así mayor capacidad para
desarrollar.

Derecho de herencia.
Como ya enseñamos en numerosas ocasiones, Dios ha decidido que existan dos caminos
saludables para adherirse a Él, el de los gentiles (llamado de los 7 mandamientos) y el de los judíos
(llamado de los 613 mandamientos).
Para andar por el camino de los judíos es menester serlo legalmente, pues de lo contrario uno estaría
usurpando una identidad que no le pertenece, y un modo de adherirse a Dios, que Él no ha estipulado
para los ajenos a Israel.
Parte del camino judío es el estudio de Torá, y parte de la herencia que Dios ha conferido a Israel es
la Torá.
Por lo tanto, el gentil no tiene derecho para estudiar Torá, pues es una heredad que no le pertenece,
que les ajena, y que no ha sido otorgada por Dios a las naciones del mundo.
Lo que puede hacer el gentil para estudiar Torá es convertirse formalmente al judaísmo, y así adquirir
el derecho a estudiarla. O, el modo más simple, es adquirir para sí un maestro judío calificado para
que le enseñe Torá. (El maestro calificado debe ser judío, respetuoso de los preceptos, apartado
totalmente de la idolatría, conocedor de las normativas judía, erudito en Torá, apto para enseñar, y
reitero: totalmente separado de cualquier idolatría. Por ejemplo, los pastores mesiánicos, alias
rabinos mesiánicos, son la total antítesis de lo que es un rabino o un maestro judío de Torá. Pues
son promotores de la idolatría, defensores acérrimos de la vida pecaminosa y rebelde, farsantes que
disfrazan su malignidad detrás de máscaras de pureza que les es nauseabunda).

Piense en Windows.
¿A usted le parece que la función de la tecla ctrl+w en el escritorio de Windows es objeto de opinión
personal?
¿Usted estaría de acuerdo con aquel pastor que le dijera que él cree que si aprieta alt+f4 la
computadora le bendecirá?
Obviamente, usted sabe que Windows viene con lo que se ve, con lo que se reconoce a simple vista;
así como con lo que está oculto a los ojos del usuario.
Parte de esto oculto es revelado por pantallas de Ayuda (F1 en general) o por los manuales de
usuario, que son imprescindibles para conocer realmente el buen uso de Windows, y no dañar por
ignorancia aquello que es sensible.
Otra parte de lo oculto es accesible solamente por aquellos que se especializan en Pc's en Windows
o en Sistemas Operativos, pero son un lenguaje extraño para el simple mortal (es decir, nosotros los
usuarios corrientes de Windows).
Otra parte de Windows es de conocimiento exclusivo de sus creadores, de los muchachotes de Bill
Gates.
Ahora pase el ejemplo a lo que es Torá.
Una parte está ante los ojos, y eso es la Torá escrita.
Otra parte está oculta pero revelada para aquellos que indagan en las fuentes correctas, es decir,
en la Torá oral, que es la Tradición de Israel, que es algo así como el 97% de lo que el concepto
Torá encierra. (Leyó bien, ¡97% de lo que el Eterno reveló en Sinaí no está en la Torá escrita, sino
en la Tradición de Israel!).
Otra parte oculta es accesible solamente por aquellos que dedican sus días a la Torá escrita y oral,
y que se compenetran con el estudio y cumplimiento de los preceptos al punto de reconocer detalles
que permanecen invisibles al común de los estudiosos.
Por último, está lo que es de conocimiento exclusivo para el Eterno.
Aquel que dice que estudia Torá, pero opina libremente, rebelándose o ignorando las enseñanzas
de la Torá oral es como aquel que enseña que F1 sirve para llamar a la tía Berta, y opina que alt+q
es para imprimir una carta de amor; en resumen, es uno que no respeta el conocimiento que Dios
ha manifestado a Israel. Con esta torpeza y/o rebelión se pronuncian los pastores, clérigos y otros
similares cuando menosprecian a Dios impartiendo adoctrinamientos falsos referidos a Torá.
Y así equivocadamente también actúan las buenas personas que desean estudiar Torá
desatendiendo la Tradición de Israel.
Por lo cual, querer leer de la Torá escrita, sin prestar atención sensible a lo que enseña la Tradición,
es equivocar el camino.
La Torá no es objeto de libre interpretación, ni todas las opiniones son igualmente válidas; pues, es
el mismo Autor el que ha determinado cuáles son las interpretaciones correctas y cuáles las ajenas.
¿Quiénes están en posesión de ese 97% de Torá que es el "Help" para comprender cabalmente el
contenido del otro 3%? Pues, sí, los Hijos del Pacto que se han instruido conscientemente en la
enorme responsabilidad de mantener con vida lo que Dios revelara a Moshé/Moisés en Sinaí.
En síntesis, apreciado Luis, es muy loable la intención de querer beber de las aguas puras que
emanan de la Sabiduría de la Torá, pero, hágalo del modo que le sea de bendición y no de perjuicio.

Si mi modesto trabajo aquí presentado le ha sido de bendición, no olvide que este sitio y su autor se
mantienen gracias a Dios, que en parte canaliza Su bondad a través de la colaboración económica
de los lectores.
No cierre su mano, y abra su corazón bondadoso para ser parte de la Obra del Eterno.

Que el Uno y Único Dios bendiga a quienes le son fieles servidores, y que sepamos construir Shalom,
Iebarejejá H'.

Yehuda Ribco

CONCEPTO DE TORA

No debe confundirse con el Tanaj, que es toda la Biblia hebrea en su conjunto, ni tampoco con
el Talmud.

Torá

de Yahweh, Moisés, Tradición yahvista, Tradición


elohísta y anónimo

Género Literatura religiosa

Contenido
 Génesis
 Éxodo
 Levítico
 Números
 Deuteronomio

Tanaj

Torá Nevi'im

[editar datos en Wikidata]

Rollo de la Torá, originario de Ionnina, Grecia, c. 1850.1

La reina del Shabat o La fe hebraica con la Torá. Ephraim Moses Lilien, 1900-1901.2
Torá (en hebreo, ‫ּתֹורה‬
ָ [Torah], lit., «instrucción, enseñanza, doctrina») es el texto que contiene la ley
y el patrimonio identitario del pueblo judío; es llamada Pentateuco en el cristianismo;3 y At-Tawrat
por los musulmanes, constituye la base y el fundamento del judaísmo.4
El término proviene de la raíz hebrea .‫י‬.‫ר‬.‫( ה‬Y.R.H.), que significa «acometer» y se halla
etimológicamente ligado a las nociones de ley, enseñanza e instrucción.5
Para el judaísmo, la Torá es la Ley. Según la tradición judía, involucra la totalidad de la revelación y
enseñanza divina otorgada al pueblo de Israel. Considerando la importancia de Moisés en este
proceso, ambas denominaciones a veces se refieren a la Torá como la Ley de Moisés, la ley mosaica,
e incluso ley escrita de Moisés: dado que en el judaísmo, la Torá comprende tanto la ley escrita como
la ley oral.6 Ello no es arbitrario dado que su sentido estricto, el término Torá se refiere
específicamente a los cinco primeros libros bíblicos, el Pentateuco, al que se conoce también como
los cinco libros de Moisés.7 En hebreo se denominan Jamishá Jumshéy Torá (‫—ּתֹורה חֻ ְמ ֵׁשי חֲ ִמ ָּׁשה‬
ָּׁ
"Los Cinco Quintos de la Torá"), más habitualmente se emplea la forma abreviada de esa expresión
y se llaman y conocen entonces como el Jumásh (‫חֻ מָּׁ ש‬-"Quinto").5
En su sentido más amplio, cuando el término Torá implica todos los libros de la Biblia hebrea, los
judíos suelen denominarla "Tanaj" (‫)ְך"ּת ַּנ‬.
ַּ Se trata de un acrónimo para designar a los 24 libros de la
Biblia hebrea. El mencionado acrónimo es formado por tres consonantes, T-a-N-a-J, que son a su
vez las iniciales de los términos hebreos que designan las tres secciones que forman la Biblia
hebrea: T de Torá (Pentateuco), N de Nevi'im (Profetas) y J de Ketuvim (Escritos).8

Composición[editar]
Los libros que forman el Torá son:

 Génesis — Bereshit (‫אשית‬ ִ ‫)ב ֵׁר‬,


ְ "En el comienzo"
 Éxodo — Shemot (‫)שמֹות‬, ְ "Nombres"
 Levítico — Vayikrá (‫)וַּיִ ְק ָּׁרא‬, "Y llamó"
 Números — Bemidbar (‫)ב ִמ ְדבַּ ר‬, ְ "En el desierto"
 Deuteronomio — Devarim (‫)דבָּׁ ִרים‬, ְ "Palabras"/"Cosas"/"Leyes".9
Tanto la Torá como el Tanaj constituyen aquello que los cristianos denominan "Antiguo
Testamento".10
Por último, los judíos utilizan la palabra Torá para referirse también a la Mishná, la ley oral,
desarrollada durante siglos y compilada en el siglo II por Yehudah Hanasí.

Tradición judía y Torá[editar]

Rollo de la Torá abierto para su lectura durante servicio litúrgico en una sinagoga. El puntero de plata
es para seguir el texto durante la lectura del texto en hebreo, que es de derecha a izquierda.
Lectura de la Torá en una sinagoga sefardita. Miniatura de la Hagadá Barcelona, Cataluña,
1350. Manuscrito sefardí miniado para Pésaj.11
Según la tradición hebrea, los cinco libros del Pentateuco fueron escritos por Moisés, quien recibió
la revelación directamente de Dios en el monte Sinaí, por lo cual se define como la "instrucción dada
por Dios para su pueblo, a través de Moisés". Aunque los autores rabínicos difieren en los detalles,
la doctrina ortodoxa del judaísmo sostiene que la totalidad de la Torá proviene directamente de la
inspiración divina, y que por lo tanto todos los detalles del texto —desde el léxico hasta
la puntuación— son significativos. De acuerdo con esta doctrina, la escritura de los rollos que se
utilizarán a efectos de culto está sujeta a normas sumamente estrictas; un escriba ritual, familiarizado
con las prescripciones pertinentes, está a cargo de la tarea.
En varias partes de la Biblia se encuentran citas que indican que Moisés escribió la Torá, verbigracia:
2° de Crónicas 25:4, 1° de Reyes 2:3, Esdras 6:18, Juan 5:46-47, Hechos 15:21. Además de lo
escrito en la Biblia, es probable que Moisés haya recibido lo que escribió en Génesis y parte de
Éxodo, mediante la tradición oral de 6 eslabones:

1. Adán: Vivió hasta los 233 años de Matusalén y hasta los 51 años de Lamec;
2. Matusalén: Vivió hasta los 98 años de Sem;
3. Sem: Vivió hasta los 50 años de Jacob;
4. Jacob: Vivió hasta los 60 años de Leví y hasta aproximadamente los 18 o 20 años de Cohat;
5. Leví: Vivió aproximadamente hasta los 77 años de Amram;
6. Amram: Padre de Moisés.12
Toda la doctrina religiosa del judaísmo se deriva, directa o indirectamente, de la Torah. Las fuentes
clásicas, sin embargo, ofrecen varias versiones acerca del texto. La hipótesis maximalista indica que
la totalidad del texto de la Torah es una transcripción directa, letra por letra, hecha por Moisés de la
revelación divina recibida en el Sinaí; esto incluiría aún los fragmentos posteriores a Deuteronomio
32:50-52, que relata la muerte de Moisés, que le habría sido anunciada anticipadamente por Dios.
Otras fuentes consideran que la revelación tuvo lugar gradualmente, y que si bien el texto es de
origen divino, la redacción es humana. Finalmente, otros autores consideran que tras la muerte de
Moisés, otros profetas divinamente inspirados completaron el texto.
Textos sagrados del judaísmo[editar]
Si bien la Torá constituye el núcleo de la revelación divina, esta contiene otros libros. Los judíos
consideran de origen divino a los Nevi'im o libros de los profetas:

 Josué,
 Jueces,
 Samuel,
 I y II Reyes,
 Isaías,
 Jeremías,
 Ezequiel.
Los doce profetas menores:

 Oseas
 Joel
 Amós
 Abdías
 Jonás
 Miqueas
 Nahúm
 Habacuc
 Sofonías
 Ageo
 Zacarías
 Malaquías
Y los Ketuvim o libros de los escritos:

 Libro de los Salmos


 Job
 Proverbios
 Ruth
 Cantar de los Cantares
 Eclesiastés
 Lamentaciones
 Esther
 Daniel
 Esdras-Nehemías
 Crónicas
El conjunto de estos veinticuatro libros constituye el Tanaj, al que antiguamente se conocía
como Mikrá (lectura). Estos libros forman las Sagradas Escrituras del judaísmo y es por ello que en
hebreo se los llama Kitvei Ha-Kodesh (Escritos de la Santidad) y también Sifrei Ha-Kodesh (Libros
de la Santidad).5
Además de los libros enumerados, el judaísmo ortodoxo sostiene que junto con los escritos, el pueblo
de Israel recibió también la revelación oral, que ha sido transmitida de generación en generación
como parte inalienable de la tradición judía. Es a partir de las indicaciones y aclaraciones de la
tradición oral, afirma, que deben interpretarse las ambigüedades y dificultades del texto bíblico. La
ley oral se codificó y registró por primera vez en el siglo III, para evitar que se perdiese durante
la Diáspora; el rabino Yehudah Hanasí redactó el primer comentario acerca de la interpretación de
la ley, compendio al que se conoce como Mishná; lo hizo a partir de las enseñanzas de los tannaim,
los estudiosos de la tradición oral.
A su vez, el contenido de la Mishná fue objeto de debate, discusión y comentario por parte de los
estudiosos de las comunidades judías en Israel y Babilonia; el resultado de estas discusiones dio
lugar a nuevos volúmenes de comentarios, llamados Guemará. Junto con la Mishná, estos
volúmenes constituyen el Talmud, la recopilación de la tradición rabínica. Aun los judíos no ortodoxos
siguen, en numerosos puntos importantes, las interpretaciones del texto bíblico vertidas en el
Talmud; la única excepción la constituyen los caraítas, una secta clásica que se rige únicamente por
el contenido literal de la Torá.

Niveles de interpretación[editar]
Los judíos se comparan a un diamante en bruto que se puede mejorar con el trabajo 14
A nivel religioso, dentro del judaísmo, la Torá tiene cuatro niveles o maneras de ser interpretada, las
cuales se llaman: Peshát, Rémez, Derásh y Sod. Con las iniciales de estas cuatro palabras se forma
la palabra Pardés, literalmente, "huerto de árboles frutales" (el paraíso, para los cabalistas).15

1. Peshát: el nivel de interpretación que atiende al sentido literal del texto, tal como las palabras
son entendidas en la vida diaria de la gente.15
2. Rémez: atiende al sentido alegórico del texto bíblico, las cuales hacen alusiones a cosas
que las personas pueden comprender.15
3. Derásh: es el nivel de interpretación que atiende al sentido interpretativo de la escritura
sagrada, de la cual se derivan las reglamentaciones y leyes de la tradición judía. Para
conseguir este objetivo, se utilizan métodos como por ejemplo las referencias, las
comparaciones entre palabras y versículos bíblicos, e incluso las analogías. 15
4. Sod: es el método místico de interpretación, del cual deriva la cábala, y que busca un sentido
oculto en el texto sagrado, el cual sólo podría encontrarse con el estudio de los textos
originales en sus lenguas originales.15

Uso ritual de la Torá[editar]


Las lecturas de la Torá son una parte importante de la mayoría de las ceremonias religiosas del
judaísmo. En la sinagoga, los rollos en los que están escritos estos libros son custodiados
respetuosamente en el interior de un compartimiento especial, orientado hacia Jerusalén,
llamado Arón haKodesh (literalmente ‘Cofre Sagrado’, aunque no sea sagrado en sí, sino por lo que
contiene). En presencia de un rollo de la Torá, los judíos varones deben llevar la cabeza cubierta.
Los rollos de la Torá son sacados para su lectura. La lectura pública de la Torá sigue una entonación
y dicción, prescritas ritualmente, sumamente complejas; por ello, es normalmente un cantor
o jazán profesional quien la lleva a cabo, si bien todos los varones judíos mayores de edad tienen
derecho a hacerlo. Una vez leído, el rollo vuelve a guardarse reverentemente. La lectura semanal de
la Torá se denomina parashá hashavua –sección de la semana– o sidra, y la misma abarca todo el
Pentateuco subdividido en tantas semanas como tiene el año judío. Todos los integrantes del Pueblo
de Israel estudian en la misma semana la misma sección, lo cual debe generar un clima de unión y
afecto entre los que siguen la religión judía.

La Torá es para el judaísmo un objeto sagrado porque contiene la palabra de Dios.


Cuando se observan con cuidado los rollos de pergamino de la Torá es posible comprender que los
dos extremos del rollo se hallan a una especie de mango, visible a ambos lados del texto y que
funciona como un eje que permite desenrollar, desplazar y volver a enrollar el texto con relativa
facilidad.
Dada su naturaleza asociada al Todopoderoso y su uso frecuente, cuando no a lo largo de varios
siglos, cada comunidad judía ha desarrollado diferentes modos de preservar los rollos de pergamino
que sirven de soporte para el texto bíblico. Uno de esos métodos incorporó una caja o estuche de
madera de tipo cilíndrico (en hebreo, tik), que no solo sirve para preservar los rollos sino también
facilita su transporte en caso de ser ello necesario. Otro método involucra el cierre total de los rollos
de la Torá, usando un cinto para mantenerlos unidos,20 y su ulterior cubrimiento mediante el empleo
de una especie de camisa o funda de seda o terciopelo.
Las comunidades judías orientales y aquellas oriundas de países islámicos recurren por lo general
a la mencionada caja o estuche cilíndrico. Las comunidades asquenazíes de los países europeos
suelen emplear la ya mencionada funda. Dado que en la historia del pueblo judío las migraciones
han sido frecuentes, en algunos casos es posible que las comunidades hayan inicialmente empleado
la caja y eventualmente recurrieran luego a la funda. Ejemplo de ello puede ser el caso de los judíos
sefarditas, quienes vivieron en territorios que fueron musulmanes y luego cristianos, debiendo
emigrar a partir de 1492 hacia otros territorios alternativamente cristianos o musulmanes. Asimismo,
en las diversas comunidades judías diaspóricas a veces coexisten
grupos asquenazíes y sefarditas en una misma ciudad, cuando no en un mismo barrio o sector de la
misma. Hasta mediados del siglo XX, cada uno de esos grupos mantuvo con apego sus tradiciones
características. A partir de la creación del Estado de Israel, dichos grupos tienden gradualmente a
acercarse y las nuevas generaciones a dejar de lado las diferencias otrora sumamente importantes.
Si bien esas diferencias aún persisten en el siglo XXI, también existe una cierta apertura, y hasta
flexibilidad, para con el tema en cuestión, particularmente en Israel. Tal fenómeno es consonante
con la inicial naturaleza del Estado Judío, hasta hace algunas décadas formado por numerosos
judíos que provenían de contextos identitarios y comunidades con tradiciones considerablemente
distintas. Con el renacimiento cultural israelí, el mencionado cambio de actitud tiende a reflejarse
principalmente en los aspectos estilísticos y ornamentales que atañen a la Torá, 21 mas no al texto
bíblico.22
Incluso si de un modo no evidente, más considerando el carácter transmigrante del pueblo hebreo y
su varias veces milenaria dispersión por el mundo, la caja empleada para preservar la Torá puede,
como objeto móvil y transportable, ser asociada debido a estas características con el Arca de la
Alianza que los hebreos construyeron en el desierto y que preservaban en
el Sanctasanctórum del Tabernáculo.
Significativamente, el embellecimiento a partir de la ornamentación ha sido casi una permanente
constante en el caso de tanto las cajas o estuches para la Torá, así como también en lo que respecta
a las ya mencionadas fundas. Tradicionalmente, la Torá es embellecida con diferentes adornos,
generalmente de plata; ellos incluyen una corona y un escudo o pectoral, asimismo un par de
terminaciones o remates, también a menudo de plata, y que son colocados sobre la parte superior
de los mangos de la Torá, una vez que la misma se encuentra ya cerrada y en posición vertical.
Dichas terminaciones suelen poseer pequeñas campanillas y se las conoce como "rimonim"
(granadas) o "tapujim" (manzanas). Cuando se trata de una Torá que va provista de una funda, todos
componentes mencionados también se agregan pero solo una vez que a la Torá se le ha colocado
su funda. Un último elemento que suele adicionársele es un puntero que suele culminar en forma de
pequeña mano con su dedo índice extendido: se lo conoce como yad, término hebreo que significa
"mano". Visualmente, dicho motivo tiene referentes iconográficos en la Mano de Dios, cuya
manifestación en la cultura judía se remonta a los frescos de la Sinagoga de Dura Europos y a los
mosaicos de la Sinagoga de Beit Alfa, siglos III y VI E.C.23

En las artes visuales[editar]


En el marco del arte judío, la Torá, junto con el candelabro de siete brazos y la estrella de David,
constituye uno de los principales símbolos identitarios del pueblo de Israel. Su lugar en la iconografía
hebraica y sus composiciones plásticas es por lo general prominente. En términos visuales, la Torá
es indefectiblemente asociada a la idea de Ley y tiende a ser representada de dos motivos
principales: uno de ellos es el de las dos Tablas de la Ley con los Diez Mandamientos (en hebreo,
"Tablas del Pacto", ‫;)הברית לוחות‬27 el otro recurre a la imagenería de los tradicionales rollos bíblicos
que los judíos emplean para preservar el texto bíblico hebreo y a los que los israelitas sencillamente
denominan "ha-Torá" (la Ley).

Traducciones y versiones cristianas de la Torá[editar]


Alrededor del siglo III a. C., el texto de Tanaj se tradujo al griego para el uso de las
comunidades judías que residían en las colonias griegas del Mediterráneo. La versión
resultante, conocida como la Septuaginta, contiene importantes variaciones y adiciones con
respecto al texto canónico de la versión hebrea. De acuerdo a la tradición crítica (ver infra),
esto se debe a que la Septuaginta proviene de un canon textual distinto al que compilaron
los masoretas para producir la versión hebrea. Según la tradición rabínica, sin embargo, éstos
son añadidos posteriores. A pesar de ser la versión de uso común en la iglesia de su día, y
endosada por padres antiguos incluyendo Agustín de Hipona, Jerónimo de Estridón no utilizó
la Septuaginta para redactar la Vulgata latina, el texto propio de la religión católica, optando
más bien utilizar el texto hebreo Masorético.
En las comunidades judías de Israel y Babilonia, el texto del Tanaj se tradujo al arameo, el
idioma cotidiano de los israelitas, para propósitos de estudio y comentario. Las versiones
arameas de la Torá se conocen como targumim; el más conocido es el targum de Ónkelos el
prosélito, escrito en la comunidad de Babilonia, aún utilizado para el estudio y la solución de
cuestiones de etimología. Existe también un targum jerosolimitano (targum Ierushalmi),
compilado en Israel. Los targumim contienen numerosos comentarios y glosas además de la
traducción del texto bíblico.

Datación[editar]
Artículo principal: Composición de la Torá
La mayoría de los eruditos bíblicos creen que los libros escritos fueron producto del cautiverio
babilónico (~siglo VI a. C.)3334 basado en fuentes escritas anteriores y tradiciones orales, y que se
completó con revisiones finales durante el período posterior al exilio (~siglo V a. C.). 35
Según la tradición judía; todas las enseñanzas que se encuentran en la Torá (tanto escritas como
orales) fueron dadas por Dios a través de Moisés, algunas en el Monte Sinaí y otras en el
Tabernáculo. Según el Midrash, la Torá se originó antes de la creación del mundo y se utilizó como
modelo para la Creación.36
Compilación
La Torá final es ampliamente vista como un producto del período persa (539-333 a. C.,
probablemente 450-350 a. C.).37 Este consenso se hace eco de una visión judía tradicional que le
da a Esdras, el líder de la comunidad judía a su regreso de Babilonia, un papel fundamental en su
promulgación.38 Se han propuesto muchas teorías para explicar la composición de la Torá, pero dos
han sido especialmente influyentes.39 La primera, la autorización imperial persa, presentada por
Peter Frei en 1985, sostiene que las autoridades persas exigieron a los judíos de Jerusalén que
presentaran un solo cuerpo legal.40 La teoría fue demolida en un simposio interdisciplinario celebrado
en el 2000, pero la relación entre las autoridades persas y Jerusalén sigue siendo una cuestión
crucial.41 La segunda teoría, asociada con Joel P. Weinberg y denominada "Comunidad Ciudadana-
Templo", propone que la historia del Éxodo se compuso para satisfacer las necesidades de una
comunidad judía post-exílica.42
Una minoría de eruditos situaría la formación final de la Torá algo más tarde, en el período helenístico
(333-164 a. C.) o incluso asmoneo (140-37 a. C.).43 Russell Gmirkin, por ejemplo, aboga por una
datación helenística sobre la base de que los papiros elefantinos, los registros de una colonia judía
en Egipto que datan del último cuarto del siglo V a. C., no hacen referencia a una Torá escrita, el
Éxodo o a cualquier otro evento bíblico.44

Hipótesis documentaria[editar]
Una teoría que intenta explicar el origen de la Torá es la llamada hipótesis documentaria. Sostiene
que el texto actual es el resultado de una compilación, realizada en Israel alrededor de la época
de Esdrás el escriba, a partir de no menos de cuatro fuentes distintas, cada una de las cuales
relataba la historia completa de Israel.
Dos de las fuentes, los textos yavista y eloísta, provendrían de la época de la división del legado
de Salomón a los reinos de Judá e Israel. Otra, el texto sacerdotal, correspondería a una primera
compilación realizada por los escribas del rey Ezequías. Finalmente, el Deuteronomio y otros
fragmentos habrían sido redactados por los escribas del rey Josías y por la escuela que siguió sus
puntos de vista teológicos durante el exilio y después de este. Tras el regreso a Israel, las diferentes
tradiciones habrían sido homogeneizadas y recopiladas por los sacerdotes.
La hipótesis documentaria se apoya en los rasgos idiomáticos distintivos de los diversos fragmentos
(en particular el nombre utilizado para mencionar a Yahvé en el libro del Génesis, distinción que
desaparece a partir del libro del Éxodo), en las repeticiones y contradicciones del texto, en otras
variaciones conceptuales y en las relaciones con los mitos de otras religiones contemporáneas para
establecer esta división.
En una u otra forma, esta teoría es aceptada por estudiosos laicos y creyentes, entre ellos
determinados musulmanes.45 No obstante, la hipótesis documentaria siempre ha generado
acalorado debate, al punto de ser rechazada por creyentes monoteístas y diferentes estudiosos,
quienes recurren a otras hipótesis para explicar la formación del Pentateuco. Dentro del marco
del judaísmo ortodoxo, la hipótesis documentaria es considerada errónea y herética.46

Véase también[editar]

 Portal:Judaísmo. Contenido relacionado con Judaísmo.


 Libros históricos
 Biblia
 Libros de la Biblia
 Tanaj
 Moisés
 Pentateuco
 Ketuvim
 Nevi'im
 Mishná
 Antiguo Testamento

Referencias: https://es.wikipedia.org/wiki/Torá
Torá -‫ תורה‬- significa "instrucción'' o ''enseñanza''. Es el significado de los cinco Libros de
Moisés. Denota doctrina o ley, como también enseñanza

Los nombres de los cinco libros de Moisés:

Son tomados de las primeras palabras con las cuales cada uno de ellos comienza; por tanto, los
nombres que conocemos hoy de ellos como Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio,
son así llamados por causa de su contenido.

Los cinco libros de Moisés, también son conocidos como el Pentateuco (en Griego)

El contenido de la Torá tiene que ver con dos mayores aspectos: Historico y Legal. El primero nos
da la historia de los Judios desde la creación hasta la muerte de Moisés, mientras que el segundo,
se aplica a las enseñanzas con las cuales se regula la vida del hombre, llevándolo a perpetuar
ciertos actos (comandos), o tambien, a retraerlo de no cometerlos (prohibiciones).

Estas enseñanzas se enumeran en un total de 613 mandamientos; de los cuales, 248 son
mandatorios y 365 son prohibiciones.

La Cabalá nos introduce a estos mandamientos como los 248 huesos que componen el cuerpo
humano (mandamientos positivos), y los 365 días del año (mandamientos negativos) durante los
cuales el judio debe abstenerse de desobedecer o romper dichas ordenanzas.

El Pentateuco se divide en 54 porciones, llamados "Sidrot" o "Parashot" (Parashá -Porción- es en


singular). Cada porción es leída al sábado en la mañana durante los Servicios y asi, es leido
completamente hasta el final del año judío. Esto es hecho de acuerdo a las ideas de Moisés y Ezra
en orden de que el pueblo no se mantenga ignorante.

Shemot es una palabra hebrea, que es la segunda palabra del Libro del Éxodo, el segundo libro de
la Torá (los primeros cinco libros del Tanaj, o Biblia Hebrea). Significa "Nombres".

https://www.shalomhaverim.org/torah_en_espanol.htm

https://www.shalomhaverim.org/bereshit.htm

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