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Salamanca B, Fredy H.

2022 

LA BIOÉTICA Y SU CONCEPTUALIZACIÓN

Fredy H. Salamanca Bosiga 


fhsalamanca@uniboyaca.edu.co

Universidad de Boyacá, Facultad de Ciencias de la salud, Programa de Enfermería

Resumen
El presente trabajo presenta diferentes concepciones bioéticas fundamentales para la formación integral de cualquier
ser humano, Sin embargo, en razón misma de su complejidad, puesto que viene ligada a los desarrollos
biotecnológicos, la ética posee características que le son propias de lo que conocemos como valores. En particular, la
bioética realiza una aproximación interdisciplinaria que busca la inmersión de diversas disciplinas. Es multicultural,
ya que, al interesarse directamente por el valor de la vida humana y las repercusiones sociales de los nuevos
desarrollos, no concierne sólo a los médicos y biólogos, sino también a los juristas, filósofos, teólogos, autoridades
públicas, psicólogos, etc. Es futurista, porque mira necesariamente hacia el futuro de la humanidad, porque muchos
de estos desafíos éticos no sólo afectan a individuos independientes, sino a la humanidad en su conjunto. Organizada,
porque pretende realizar una reflexión coherente y estructurada, con principios propios. La Primera Parte de este
ensayo pone de relieve las cuestiones relativas a los fundamentos de la bioética en su capitulo I, pasando por la
noción clave de persona en el capitulo II y al problema planteado por la eugenesia tratado en el capitulo III. La
Segunda Parte analiza cuatro dimensiones de la personalidad que tienen especial relevancia en los debates bioéticos:
el comienzo habla de la persona capitulo I, pasando por su procreación en el capitulo II, hasta llegar a su identidad en
el capitulo III y así finaliza el capitulo IV.

Palabras Clave: Conceptualización, Bioética, interdisciplinaria.

Abstract
The present work presents different fundamental bioethical conceptions for the integral formation of any human
being, however, due to its complexity, since it is linked to biotechnological developments, ethics has characteristics
that are characteristic of what we know as values. In particular, bioethics takes an interdisciplinary approach that
seeks the immersion of various disciplines. It is multicultural, since, being directly interested in the value of human
life and the social repercussions of new developments, it concerns not only doctors and biologists, but also jurists,
philosophers, theologians, public authorities, psychologists, etc. It is futuristic, because it necessarily looks towards
the future of humanity, because many of these ethical challenges do not only affect independent individuals, but
humanity as a whole. Organized, because it aims to carry out a coherent and structured reflection, with its own
principles. The First Part of this essay highlights the issues related to the foundations of bioethics in its chapter I,
passing through the key notion of person in chapter II and the problem posed by eugenics treated in chapter III. The
Second Part analyzes four dimensions of personality that have special relevance in bioethical debates: the beginning
speaks of the person in chapter I, going through his procreation in chapter II, until reaching his identity in chapter III
and thus ends the chapter IV.

Keywords: Conceptualization, Bioethics, interdisciplinary.

1. INTRODUCCIÓN

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Es de vital a importancia en este trabajo hacer partícipe a la ética y superar la visión excesivamente
paternalista de la medicina o de la biología y reconocer al paciente como el de mayor poder de tomar
decisiones respecto de los tratamientos a los que desea o no realizarse. Para listar los esfuerzos dirigidos a
dar respuestas a las preguntas de un nuevo concepto el cual es bioética. La bioética es, por tanto, la ética de
los valores. Esto significa que hace parte de aquella rama de la filosofía que se ocupa de estudiar lo
moralidad y lo compuesto del accionar humano. La ética es la disciplina que considera los actos humanos
en tanto correcto e incorrecto. Pero la bioética es una pequeña parte de la ética y no todo lo que conocemos
como la ética. La pregunta principal que planteamos en el ensayo describe: ¿cómo debemos llevar y
manejar la vida, sobre todo, a la vida humana? En efecto, con la creciente preocupación por el respeto a los
animales y al medio ambiente, es ante todo una de las cosas que buscamos como el respeto a la vida
humana la que se coloca en el centro del debate bioético. Llama la atención utilizar la palabra “bioética”
puesto que lleva consigo la idea, pensar que es la biomedicina la que se está desarrollando. Por esto la ética
es disciplina filosófica y está por encima de las ciencias particulares. Por tanto, las biotecnologías no deben
dirigir a la ética, sino que es a la ética la que debe dirigir a las biotecnologías. Por consiguiente, es mejor
hablar de "ética biomédica" antes que de “bioética”.

1. 1. Formato del documento

La bioética va de la mano con los adelantos de la medicina y la genética que están entregando de modo
extraordinario al desarrollo de nuevos procedimientos preventivos, diagnósticos y terapéuticos. Pero, al
mismo tiempo, dan lugar a nuevos interrogantes que, por su importancia, no pueden ser ignorados:
¿tenemos el derecho de hacer todo lo que es técnicamente posible en materia de generar vida, de uso de
embriones humanos como material de experimentación, de modificaciones en el ADN de nuestra
descendencia? ¿Podemos duplicar deliberadamente individuos con una misma información genética?
¿Tenemos el derecho a no saber nuestros propios rasgos genéticos? ¿Debe prolongarse por tiempo
indefinido y a cualquier precio el tratamiento de los enfermos terminales cuando la técnica lo permite?
¿Utilizando qué criterios debe decidirse la distribución de recursos de donación (órganos para trasplantes,
equipos médicos de alta complejidad, etc.) cuando de algunos depende la vida de los pacientes? Estos son
sólo algunos de los cuestionamientos que genera el desarrollo tecnocientífico y que hasta hace algunos años
eran inimaginables.

Es cierto que se puede proponer la construcción, por medio de la ciencia y la tecnología, de una sociedad de
ceros en la que ya no existirán diferencias de clases, habiendo desaparecido las enfermedades y la
ignorancia: Nuestras esperanzas en el cambiar el futuro de la especie humana pueden reducirse a estas tres
cuestiones: la destrucción de las desigualdades entre algunas de las naciones; los progresos en la igualdad
dentro del pueblo, y por fin, el afán de perfeccionamiento real del hombre. Pero se tiene la impresión de
que el cambio que tiene en mente es responsabilidad de la humanidad y no tanto a los individuos, que en
este caso juegan un papel secundario. En este sentido, y adelantándose a las medidas modernas, señalar que
no cabe imponerse como un deber el cargar el mundo con seres que no están aún programados y adaptados
para el mismo.

Esto explica la bioética desde la concepción del que la tecnociencia sea a menudo vista en la actualidad con
ausencia, como una suerte de máquina incontenible que nadie puede manejar y que corre de modos
inesperados. Se presenta a los actores participantes la imagen de los aprendices como seres mágicos, al
mismo tiempo que cuentan de poderes casi de otro planeta. Desde luego, sería pérdida de tiempo condenar
el progreso tecnocientífico como si fuera algo incorrecto. Por el contrario, este progreso nos ofrece mejores
beneficios y servicios, gracias a los cuales podemos tener de una gran calidad de vida y hacer que nuestras
condiciones de trabajo sean más humanas, al disminuir el tiempo ocupado en tareas repetitivas y sin
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sentido. Por ello, se afirma que el avance, es decir, todo lo que contribuye al aumento de las
potencialidades propias de cada ser humano.

Se advierte entonces que la humanidad actual, o mejor dicho, algunos actores de las generaciones actuales,
están a punto de obtener un poder sobre las generaciones venideras; por tanto nos acercamos cada vez más
a la apropiación de nuestra propia naturaleza para hacer las cosas a nuestro gusto, sin tener en cuenta que
esto tendrá afectaciones sobre la humanidad futura. Por ello, todos afirman hoy la impetuosa necesidad de
pautar límites a ciertas experiencias biomédicas, a fin de proteger la identidad humana de una modificación
irreversible de sus características. De lo contrario, corre el riesgo de disolverse en un aglomerado difuso de
ideas acomodadas a la moda o al gusto de cada uno. Surge de esta forma la necesidad de determinar los
fundamentos de la bioética.

La vida, por tanto, no es respetada en su totalidad, sino se tiene en cuenta en la medida en que tiene una
cierta calidad. El afán aquí y su centro de estudio es la bioética pues las prácticas biomédicas deben estar
acordes con el respeto de la dignidad humana. Esto nos lleva al punto de partida decisivo para entender la
actividad biomédica en general y darle su sentido final. En otras palabras, la idea de que cada individuo
tiene un valor de acuerdo a lo que hace, no sólo de cada decisión clínica concreta, sino de la teoría bioética
como un todo, de las leyes y pautas que regulan el tema. Si nos esforzamos por apoyar la independencia de
los pacientes, es porque vemos a éstos como personas vivas y no como objetos inanimados, es decir,
precisamente porque poseen dignidad humana. Algo parecido podría decirse de los principios de
beneficencia, de no maleficencia y de justicia. Sin la idea que plantea la dignidad, todos estos principios se
vuelven vacíos y en ocasión carecen de fundamento. Por este motivo se puede afirmar que la dignidad
humana juego un verdadero rol uniendo el conjunto de lo que es la ética biomédica.

En aquellas puestas en los que el actor participante de la práctica biomédica es mayor de edad y posee
pleno conocimiento entra en juego un criterio adicional en la toma de decisiones: el principio de autonomía.
Este principio exige el respeto de la capacidad de decisión de los pacientes y actores participantes de
investigación, puesto que deben tener el derecho de tomar decisiones por sí mismos, de aprobar o
desaprobar un determinado tratamiento o investigación, luego de haber sido debidamente informados
acerca de su naturaleza del evento, objetivos, ventajas y riesgos a los que tenga lugar. La autonomía del
actor participante juega un papel importante en la práctica médica y constituye uno de los más grandes
aportes de la moderna ética biomédica, que ha aportado y ha superado la imparable y paternalista medicina
tradicional. Este énfasis en la autonomía de pacientes y actores de investigación se encuentra más destacada
en la necesidad del consentimiento informado.

Existen ciertas implicaciones biomédicas en las que, de modo excepcional, el paciente no es el destinatario
directo de ellas, sino un tercero o la sociedad participe en su conjunto. Por esta razón, no son justificables
en base al principio de beneficencia, sino al de solidaridad. Los dos ejemplos más destacados son la
donación de órganos para trasplantes y las investigaciones médicas en seres humanos. En el primer caso, el
paciente será quién reciba el órgano; en el segundo, será la sociedad quien tome la batuta, en cuanto a que
se espera que tales estudios contribuyan a un mejor conocimiento de las enfermedades y al desarrollo de
terapias más eficaces que aporten a la sociedad. La solidaridad se apoya en la convicción de que el ser
humano es sociable por naturaleza, es decir, que no puede vivir sólo y necesita de los demás para subsistir.

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RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Una disciplina esencialmente valorativa como la bioética es difícilmente concebible sin la referencia a
ciertos criterios que ayuden, tanto en la elaboración de conclusiones generales (en el caso de las bioéticas
teórica y normativa), como en la toma de decisiones concretas (en el caso de la bioética clínica). Debe
tenerse en cuenta que la nueva disciplina no se agota en la mera descripción neutra de los dilemas que
plantean las prácticas biomédicas, sino que adquiere su sentido más pleno con la búsqueda de respuestas
adecuadas a tales dilemas. Para ello, necesita ineludiblemente contar con algún tipo de referencias
valorativas, que reciben el nombre de «principios». Andorno, R. (1998).

La propuesta de principios bioéticos más destacada es la elaborada por los norteamericanos Tom
Beauchamp y James Childress en su libro Principles of Biomedical Ethics. Según este enfoque, los
principios que guían las decisiones en la materia pueden reducirse a cuatro: autonomía, beneficencia, no
maleficencia y justicia. El principio de autonomía se refiere básicamente al derecho de los pacientes y
participantes en investigaciones biomédicas a ser correctamente informados acerca de la intervención que
se les propone, sobre todo, de su naturaleza, objetivos y riesgos, y a decidir libremente si se someten o no a
ella, esto es evidente y se debería realizar en cada una de las tomas de decisiones.

Una vez señalado el criterio que dirige la bioética —el respeto de la dignidad humana— es necesario
mencionar los otros principios más específicamente relacionados con el tema. El primero de ellos es el que
dispone que el ejercicio de la medicina debe orientarse hacia el bien del paciente. Al menos desde
Hipócrates (siglo V a.C.) se reconoce que éste es el objeto propio de la medicina, lo que le da su razón de
ser y la caracteriza de forma más típica, distinguiéndola de otras actividades humanas. En efecto, el
juramento hipocrático afirma, como queriendo definir la quinta esencia del arte de curar, que los
tratamientos tendrán por finalidad «el bien de los enfermos». En términos modernos puede expresarse esta
misma idea diciendo que la medicina se orienta esencialmente al diagnóstico, prevención y tratamiento de
enfermedades. Ten Have, H. (2016).

Uno de las etapas más interesantes en el desarrollo reciente de la bioética es la de la internacionalización de


sus principios. Este proceso se explica en el contexto de la globalización creciente que tiene lugar en todos
los ámbitos y de la expansión de los intercambios científicos internacionales. Está claro que los nuevos
desafíos propios de la bioética ya no pueden ser encarados dentro de los estrechos límites de cada país
deben regirse por la necesidad de cada uno de los actores participantes. Las implicancias globales de la
biomedicina y la genética trascienden forzosamente las fronteras políticas y exigen la cooperación de los
Estados en la búsqueda de soluciones adecuadas a los nuevos dilemas. La internacionalización de la
bioética se lleva a cabo por medio de acuerdos graduales sobre principios generales, evitando normas
demasiado específicas que harían difícil el consenso. En este sentido, se pueden destacar especialmente los
esfuerzos desarrollados por la UNESCO y el Consejo de Europa para cambiar las concepciones mundiales.

CONCLUSIONES
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Mediante este articulo aprendimos la importancia de la interdisciplinariedad en la aplicación conceptual y sus


implicaciones en medios bioéticos, como permea y redundan en diversos espacios fundamentales para la humanidad.

Entendimos la finalidad de la bioética como mediador intercultural y de aplicación en campos idóneos en este caso
en salud y cuáles son las repercusiones en la medida que se toman las decisiones.

Se debe continuar haciendo un análisis profundo a los conceptos bioéticos y que incluyan la ética como disciplina
superior de aplicación pues permite evidenciar diversas falencias en medio activo, buscando que circunde y propenda
por mejorar los medios activos laborales.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFÍCAS

Andorno, R. (1998). Bioética y dignidad de la persona (p. 21ss). Madrid: Tecnos.

Ten Have, H. (2016). Global bioethics: An introduction. Routledge.

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