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El Colesterol

El ​colesterol es un esterol (lípido) que se encuentra en los tejidos corporales y en el


plasma sanguíneo de los vertebrados. Se presenta en altas concentraciones en el hígado,
médula espinal, páncreas y cerebro. Pese a que las cifras elevadas de colesterol en sangre
tienen consecuencias perjudiciales para la salud, es una sustancia esencial para crear la
membrana plasmática que regula la entrada y salida de sustancias en la célula. El nombre
de «colesterol» procede del griego χολή ​kolé ‘bilis’ y στερεος ​stereos ‘sólido’, por haberse
identificado por primera vez en los cálculos de la vesícula biliar por Michel Eugène Chevreul
quien le dio el nombre de «colesterina», término que solamente se conservó en el alemán
(​Cholesterin​). Abundan en las grasas de origen animal.

Química

La fórmula química del colesterol se representa de dos formas: C​27​H​46​O / C​27​H​45​OH.

Es un lípido ​esteroide​, molécula de ciclopentanoperhidrofenantreno (o esterano), constituida


por cuatro carboxilos condensados o fundidos, denominados A, B, C y D.

En la molécula de colesterol se puede distinguir una cabeza polar constituida por el


grupo hidroxilo y una cola o porción apolar formada por el carbociclo de núcleos
condensados y los sustituyentes alifáticos. Así, el colesterol es una molécula tan hidrófoba
que la solubilidad de colesterol libre en agua es de 10​−8 M y, al igual que los otros lípidos, es
bastante soluble en disolventes apolares como el cloroformo (CHCl​3​).

Biosíntesis del colesterol

La biosíntesis del colesterol tiene lugar en el retículo endoplasmático liso de todas


las células de los animales vertebrados. Mediante estudios de marcaje isotópico, ​D.
Rittenberg y K. Bloch demostraron que todos los átomos de carbono del colesterol
proceden, en última instancia, del acetato, en forma de acetil coenzima A. Se requirieron
aproximadamente otros 30 años de investigación para describir las líneas generales de la
biosíntesis del colesterol, desconociéndose, sin embargo, muchos detalles enzimáticos y
mecanísticos a la fecha.
Degradación del colesterol

El ser humano no puede metabolizar la estructura del colesterol hasta CO​2 y H​2​O. El
núcleo intacto de esterol se elimina del cuerpo convirtiéndose en ácidos y sales biliares las
cuales son secretadas en la bilis hacia el intestino para desecharse por heces fecales. Parte
de colesterol intacto es secretado en la bilis hacia el intestino el cual es convertido por las
bacterias en esteroides neutros como coprostanol y colestanol. En ciertas bacterias sí se
produce la degradación total del colesterol y sus derivados; sin embargo, la ruta metabólica
es aún desconocida.

Regulación del colesterol

La producción en el humano del colesterol es regulada directamente por la


concentración del colesterol presente en el retículo endoplásmico de las células,
habiendo una relación indirecta con los niveles plasmáticos de colesterol presente en las
lipoproteínas de baja densidad (LDL por su acróBiosíntesis del colesterol.

Una alta ingesta de colesterol en los alimentos conduce a una disminución neta de la
producción endógena y viceversa. El principal mecanismo regulador de la homeostasis de
colesterol celular aparentemente reside en un complejo sistema molecular centrado en las
proteínas ​SREBPs (​Sterol Regulatory Element Binding Proteins 1 y 2:​ proteínas que se
unen a elementos reguladores de esteroles).

Tras dilucidar los mecanismos celulares de captación endocítica de colesterol


lipoproteico, trabajo por el cual fueron galardonados con el Premio Nobel en Fisiología o
Medicina en el año 1985, Michael S. Brown y Joseph L. Goldstein han participado
directamente en el descubrimiento y caracterización de la vía de los SREBPs de regulación
del colesterol corporal. Estos avances han sido la base del mejor entendimiento de la
fisiopatología de diversas enfermedades humanas, fundamentalmente la enfermedad
vascular aterosclerótica, principal causa de muerte en el mundo occidental a través del
infarto agudo al miocardio y los accidentes cerebrovasculares y el fundamento de la
farmacología de las drogas hipocolesteromiantes más potentes: las estatinas. Debemos
tener presente que el colesterol es esencial para la vida y reducir la síntesis de colesterol
farmacológicamente o mediante dietas puede ocasionar fisiopatologías más graves que la
que que que deseamos prevenir o curar.
Funciones del colesterol

El colesterol es imprescindible para la vida animal por sus numerosas funciones:

1. Estructural: el colesterol es un componente muy importante de las


membranas plasmáticas de las células animales (en vegetales esa función es
análoga a la del Fitoesterol). Aunque el colesterol se encuentra en pequeña
cantidad en las membranas celulares, en la membrana citoplasmática lo
hallamos en una proporción molar 1:1 con relación a los fosfolípidos,
regulando sus propiedades físico-químicas, en particular la fluidez. Sin
embargo, el colesterol se encuentra en muy baja proporción o está
prácticamente ausente en las membranas subcelulares.
2. Precursor de la vitamina D:​ esencial en el metabolismo del calcio.
3. Precursor de las hormonas sexuales: progesterona, estrógenos y
testosterona.
4. Precursor de las hormonas corticoesteroidales:​ cortisol y aldosterona.
5. Precursor de las sales biliares: esenciales en la absorción de algunos
nutrientes lipídicos y vía principal para la excreción de colesterol corporal.
6. Precursor de las balsas de lípidos.

Transporte del colesterol e hipercolesterolemia 

Lipoproteínas

La concentración actualmente aceptada como normal de colesterol en el plasma


sanguíneo (colesterolemia) de individuos sanos es de 120 a 200 mg/dL. Sin embargo, debe
tenerse presente que la concentración total de colesterol plasmático tiene un valor predictivo
muy limitado respecto del riesgo cardiovascular global. Cuando esta concentración aumenta
se habla de hipercolesterolemia.

Dado que el colesterol es insoluble en agua, el colesterol plasmático solo existe en


la forma de complejos macromoleculares llamados lipoproteínas, principalmente LDL y
VLDL, que tienen la capacidad de fijar y transportar grandes cantidades de colesterol. La
mayor parte de dicho colesterol se encuentra en forma de ésteres de colesterol, en los que
algún ácido graso, especialmente el ácido linoleico (un ácido graso de la serie omega-6),
esterifica al grupo hidroxilo del colesterol.

Aunque habitualmente se afirma que la existencia sostenida de niveles elevados de


colesterol LDL (popularmente conocido como "colesterol malo") por encima de los valores
recomendados, incrementa el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares (principalmente
infarto de miocardio agudo) hasta diez años después de su determinación, según indicaba
el estudio de Framingham iniciado en 1948, lo cierto es que ningún ensayo clínico
rigurosamente controlado ha demostrado jamás de forma concluyente que la reducción del
colesterol LDL pueda prevenir enfermedades cardiovasculares. ​Por lo tanto, el colesterol
tiene un impacto dual y complejo sobre la fisiopatología de la arteriosclerosis, por lo que la
estimación del riesgo cardiovascular basado solo en los niveles totales de colesterol
plasmático es claramente insuficiente.

Sin embargo, y considerando lo anterior, se ha definido clínicamente que los niveles


de colesterol plasmático total (la suma del colesterol presente en todas las clases de
lipoproteínas) recomendados por la Sociedad Norteamericana de Cardiología (AHA)​ ​son:

● Colesterolemia por debajo de 200 mg/dL (miligramos por decilitros): es la


concentración deseable para la población general, pues por lo general
correlaciona con un bajo riesgo de enfermedad cardiovascular.
● Colesterolemia entre 200 y 239 mg/dL: existe un riesgo intermedio en la
población general, pero es elevado en personas con otros factores de riesgo
como la diabetes mellitus.
● Colesterolemia mayor de 240 mg/dL: puede determinar un alto riesgo
cardiovascular y se recomienda iniciar un cambio en el estilo de vida, sobre todo
en lo concerniente a la dieta y al ejercicio físico.

En sentido estricto, el nivel deseable de colesterol LDL debe definirse clínicamente


para cada sujeto en función de su riesgo cardiovascular individual, el cual está determinado
por la presencia de diversos factores de riesgo, entre los que destacan:

● Edad y sexo.
● Antecedentes familiares.
● Tabaquismo.
● Presencia de hipertensión arterial.
● Nivel de colesterol HDL.

La determinación de la concentración total de triglicéridos, de colesterol total, de


HDL y de LDL debe llevarse a cabo luego de un período de ayuno de 8 a 12 hs (los
pacientes pueden beber agua y otras bebidas sin calorías durante ese período). En la
mayoría de los laboratorios clínicos, la concentración de LDL, sigue calculandose aplicando
la siguiente fórmula: LDL = colesterol total - HDL - (Triglicéridos / 5). Esta fórmula no es
válida cuando el valor de los trigliceridos es mayor de 400 mg/dl. Sin embargo, también es
posible medir directamente la cifra de LDL, lo cual resulta beneficioso en ocasiones para
monitorizar los efectos terapéuticos exclusivamente sobre las LDL, y para esta
determinación, no se requiere que el paciente esté en ayunas. La determinación excesiva
de los lípidos puede no resultar útil. La variabilidad biológica y aleatoria de la concentración
de colesterol es considerable.

Bibliografía​:
1. Lehninger, 2009. ​Principios de bioquímica.​ Omega, Barcelona. ​ISBN
978-84-282-1486-5​.
2. Ravnskov, Uffe (2005). ​«Los mitos del colesterol» (Web). ​Los mitos del
colesterol.​ Consultado el 16 de julio de 2015
3. Goldman​, L; ​Schafer​, A. Cecil y Goldman. Tratado de medicina Interna. 24º
edición, Volumen 2, Capitulo 212. Año 2013.

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