Está en la página 1de 122

35

¿Qué son los Valores?


Son las formas del Ser y comportamiento, que configura lo que cada individuo aspira para si
mismo como ser humano, dependiendo en mayor parte de ia crianza y educación recibida.

¿Qué es?
Son estudiados por Es ¡a técnica formal para identificar y
una rama, llamada: medir los valores: es decir, es la
estructura de valores de un individuo,
donde se basa su personalidad y
decisiones, tanto a nivel personal
como profesional.

La axiología no habla de que es el derecho ni de cómo está hecho sino de cómo


debe ser. Trata de problemas de los valores jurídicos, es decir, dilucida cuales
son los valores que harán correcto un modelo de derecho que primaran a la
hora de elaborar y aplicar el derecho

Clases de Valores.

Los valores pueden clasificarse de acuerdo a las necesidades de la colectividad o


m, específicamente del ser humano. Existen valores fundamentales como la Justicia,
Responsabilidad y Honestidad, pero según la tesis de Aguilar (S/F)? los clasifica como
Valores Absolutos y Valores Relativos.
36

Clases de Valores
Valores Absolutos. Valores Relativos.
Son valores que no están Son los valores condicionados por la
condicionados por la necesidad y necesidad del individuo en particular
tienen valor siempre. o de un pequeño grupo.

Llevan en si mismo condiciones de Son los llamados valores de vivencia

¡ ser dignos de estimación y respeto. o de bienes.


II A esta categoría pertenecen los Ejemplo: Valor del disfrute de una
valores de lo bello y del arte y en comida; El valor de observar un
especial los valores propiamente objeto precioso.
morales como la fidelidad,
sinceridad, justicia, abnegación,
probidad, equidad, verdad, respeto,
solidaridad, lealtad, libertad.
37

diferencias y Semejanzas entre Etica. Moral y Justicia.


Ética Moral Justicia
Concepta. Concepto. Concepto.
La ética estudia la moral y La Moral es el conjunto de tesis, Es el valor por el cual la persona
determina qué es lo bueno y lo criterios, reglas y valores que se esfuerza constantemente
malo, desde este punto de vista, dirigen nuestro conducta. La pana dar a los demás lo que es
determina cómo se debe moral nos hace actuar de una debido de acuerdo con el
proceder en base a la reflexión determinada manera y nos cumplimiento de sus propios
individual como seres humanos. permite saber qué debemos deberes y de acuerdo con los
hacer en diferentes situación derechos personales.
concreta

La ética es la reflexión teórica


La moral en este aspecto se La justicia respecto a este
sobre la moral. diferencia de la ética y la punto es la que nos permite
justicia en que es la base y da determinar los deberes morales
La ética es la encargada de
las reglas para constituir la y éticos del ser humano
debatir y fundamentar
ética del ser humano, es decir, equitativamente, es decir, el ser
reflexivamente ese conjunto de
si existe carencia de Moral, humano debe ser ético y moral
tesis o reglas que constituyen
difícilmente pueda haber ética. de forma equitativamente,
nuestra moral.
porque si falta alguna, la otra es
complicado de demostrar.
La ética surge como tal en la La Moral tiene una base social, La justicia debe estar radicada
interioridad de un individuo, es un conjunto de reglas en cada individuo como valor
como resultado de su propia establecidas en el seno de una fundamental, y de esta manera
reflexión y su propia elección. colectividad y como tal, ejerce ser equitativo en sus
un poder muy importante en la reflexiones y conductas. Es por
conducta de cada uno de sus ello que juega un papel
individuos. f undamental en el actuar del ser
humano.
38

Ética Moral Justicia


La ética influye en la La Moral es un conjunto de También actúa desde el
comportamiento de un reglas que actúan en la inconsciente del ser humano.
individuo pero desde sífmisma comportamiento, desde el Para tener ética y moral, se
conciencia y voluntad. inconsciente, debe ser justo en el actuar.
Carácter Axiológico. En las Normas morales se maneja las Normas justas destaca el
normas éticas destaca la normas morales y se destaca aspecto prescriptivo, legal.
presión del valor captado y la presión externa. obligatorio. impositivo
apreciado internamente como coercitivo y punitivo.
tal.
La ética es un conjunto de La moral es un conjunto de La justicia en la sociedad es
normas que un sujeto ha normas que una sociedad se coercitiva, aunque sin ser
esclarecido y adoptado en su encarga de transmitir de justo no somos morales ni
propia mentalidad. generación en generación. éticos, es el valor menos
aplicado por los seres
humanos.
En los dos casos se trata de En los dos casos se trata de En los dos casos se trata de
normas, percepciones, deber normas, percepciones, deber normas, percepciones, deber
ser. ser. ser.

1. 1. Ehidimar Montero C.I.:20.470.910 Facilitador.: Abg. Ysabel Cordero. SAIA-


B Ética aplicada al Derecho

2. 2. Son las formas del Ser y comportamiento, que configura lo que cada

individuo aspira para si mismo como ser humano, dependiendo en mayor

parte de la crianza y educación recibida. Son estudiados por una rama,

Mamada: ¿Quées2 Es la técnica formal para identificar y medir los valores;

es decir, es la estructura de valores de un individuo, donde se basa su

personalidad y decisiones, tanto a nivel personal como profesional. Axiología.

La axiología no habla de que es el derecho ni de cómo está hecho sino de

cómo debe ser. Trata de problemas de los valores jurídicos, es decir, dilucida

cuales son los valores que harán correcto un modelo de derecho que

primaran a la hora de elaborar y aplicar el derecho tuClases de Valores. Los

valores pueden clasificarse de acuerdo a las necesidades de la colectividad

o específicamente del ser humano. Existen valores fundamentales como la


c <-

DEFERENCIAS ENTRE ETICA Y MORAL


FILOSOFIA DEL DERECHO Y ETICA

Desde la política, además, se encomienda a determinados funcionarios la misión de educar éticamente

a la juventud en el marco de esta constante confusión entre deberes éticos y obligaciones morales o

conveniencias políticas (se da por supuesto, por ejemplo, que la conciencia ética pura es la que nos

inclina a pagar un impuesto sobre la renta; o que es la «conciencia ética pura» la que nos inclina a ser

tolerantes y respetuosos, incluso con quienes profieren sin cesar necedades u opiniones gratuitas o

erróneas).

Pero la fuerza de obligar procede casi siempre de la norma legal coactiva, no de la norma ética, ni

siquiera de la norma moral; como cuando alguien atiende a un herido para evitar incurrir en delito

penal.

Las normas éticas son las que se refieren a la «preservación en el ser» del propio cuerpo y de los cuerpos

de los demás; por ello es evidente que, sin la ética, en su sentido más estricto, tampoco podría hablarse

de moral ni de política; pero esto no autoriza a tratar de presentar como normas éticas lo que en

realidad son normas morales o políticas. Ahora bien, esto no autoriza a olvidar los conflictos regulares

entre la ética y la moral.

Puede darse el caso de que un trabajador, un funcionario o un desempleado, forzado por la necesidad,

tenga que robar a su empresa, al Estado o al puesto de frutas del mercado, en nombre del deber ético

de su propia subsistencia o de la de su familia (los moralistas cristianos reconocían esta situación bajo

figuras como las de la oculta compensación); y, sin embargo, esta conducta ética del «ladrón» estará

en contradicción frontal con las normas morales y jurídicas vigentes.

En general, habrá que tener en cuenta que la política (el Derecho) coordina no ya sólo la ética con la

moral, sino también las diferentes morales de grupos, clases sociales, constitutivas de una sociedad

política.

Por consiguiente, habrá que tener en cuenta que la convivencia que la acción política busca hacer

posible es siempre una convivencia de individuos y de grupos en conflicto.

Es puro idealismo dar por supuesta la posibilidad de una convivencia armoniosa que hubiera de

producirse automáticamente tan pronto como todos los ciudadanos se comportasen éticamente,
después de recibir una educación adecuada. Ni siquiera cabe decir, con sentido, que este ideal de

convivencia armónica es la expresión de un deber ser, porque lo que es utópico, lejos de poder

presentarse como un deber ser, siempre incumplido, habría que verlo como un simple producto de la

falsa conciencia

Las palabras ética y moral pueden parecer lo mismo, pero no lo son. Existen matices que indican que

la ética y la moral son dos términos que se complementan, pero cuyo significado es bien diferente.

DIFERENCIA ENTRE ÉTICA Y MORAL

Como te mostramos con ejemplos y definiciones el significado real de cada uno para determinar cuál

es la diferencia entre ética y moral.

1) En términos generales la diferencia entre ética y moral debe buscarse en que la primera es un
estudio filosófico y científico mientras la moral es puramente práctica; es decir, la ética habla desde la
razón y la reflexión filosófica pero la moral se refiere a los actos que realizamos día a día durante
nuestra vida.

Si analizamos etimológicamente ambas palabras nos encontramos con que las dos tienen el mismo
significado originario:

• "moral" viene del latín "mos" (costumbre)


• "ética" viene del griego "ethos" (costumbre)

2) Pero actualmente, con la evolución de la lengua, ambos significados se han ido bifurcando para
terminar con dos completamente distintos.

A continuación, vamos a analizarlos de forma detallada para entender cuál es la diferencia de base.

Moral: para entender su diferencia inicial con la ética. Se trata de una serie de principios, valores o
normas que son los que rigen nuestro comportamiento.

La moral es la que determina nuestras actuaciones y la que nos marca los límites que no queremos
pasar. Actualmente, a la moral también se la conoce como "tener principios" y se refiere a,
precisamente, ese cuadro de normas propias que seguimos en nuestro día a día para actuar tal y como
nosotros creemos que es correcto.
A nivel sociológico, la moral también puede determinar la cultura y forma de vivir de una sociedad o

un colectivo de personas. Algunas normas o principios se transmiten entre diferentes generaciones de

un mismo grupo de personas que establecen, así, unos principios morales sobre los que crear su
sociedad.

3) Etica: Se trata de reflexionar sobre los principios que formarán luego nuestra moral y, por tanto, es

la parte filosófica que determinará el comportamiento al que tendremos que someternos para vivir en
sociedad de forma pacífica. Es decir, es el pensamiento previo, la parte reflexiva que conforman
nuestros actos.

Por ejemplo, los vegetarianos son un tipo de persona que defiende que por sus principios (por su

propia ética) no van a comer carne (moral); esos "principios" han surgido de una reflexión previa sobre
la situación quedando resultante la conclusión final: no comer carne.

4) Así pues, tal y como hemos visto, la diferencia entre ética y moral se encuentra en que la primera
es la reflexión sobre un hecho concreto de la vida y que esta marcará la práctica moral posterior; de las
conclusiones de la reflexión se extraerá el comportamiento moral que marcará tu vida.

También cabe apuntar que la ética tiene una base totalmente personal e individual pues de la reflexión
de una persona se extraen algunas conclusiones que puede llevar a nivel personal (como el ejemplo
anterior de no comer carne) pero también pueden llevar a unas normas sociales que involucren a un

número mayor de personas (como por ejemplo no comer cerdo, algo que cumplen todos los
musulmanes).
ÉTICA Y DERECHO
El Derecho es mal concebido con mucha frecuencia como simplemente el brazo armado de la
Etica, como un sistema de prohibiciones basado en los imperativos morales a fin de que la
sociedad se comporte en forma correcta.

Por eso, cuando la creatividad del hombre parece orientarse hacia caminos que pueden ser

destructivos, cuando la investigación científica parece salirse de los límites morales, mucha
gente se vuelve hacia el Derecho a fin de que colabore con su fuerza coercitiva en poner barreras
a esas conductas que se consideran peligrosas e inmorales.

Sin embargo, las relaciones entre la moral y el Derecho son algo más complicadas. Y por eso es
conveniente que nos preguntemos sobre la naturaleza y las funciones del Derecho: ¿es realmente
el Derecho algo así como el Ministerio de Gobierno y Policía de la Etica? ¿El derecho es
simplemente un instrumento imperativo de represión moral de las conductas sociales? Y aun si
no fuera solamente ése su papel, ¿puede imponer el Derecho limitaciones a las actividades de
los hombres en nombre de la Etica?

ETICA Y MORAL COMO FUNDAMENTO DE DERECHO

El Derecho es el Instrumento por excelencia de la justicia y la justicia se fundamenta en un

orden que tiene que ver con la esencia misma del hombre.

El Derecho va directamente al comportamiento social, tiende a buscar el orden, convivencia

social y contiene amenaza y sanción. El Derecho se establece para asegurar un orden entre

personas y de ésta a la sociedad o de la sociedad y del estado a las personas.

La moral realiza los valores éticos que gravitan sobre la conciencia personal y sobre la

conducta de forma interna y no contiene en si amenazas, ni sanción externa, sus actos se

interiorizan más que los actos jurídicos.

La moral se dirige al sujeto obligado por el deber en el derecho hay un sujeto titular de

pretensión frente al obligado por el deber y ese sujeto puede utilizar todos los medios

coercitivos para su cumplimiento.


En el ámbito del deber, los deberes pueden referirse a la conducta externa o a la interna pero

solo la conducta externa es la que puede ser impuesta. La coacción es una propiedad del

derecho: un derecho perfecto tiene que ser coercitivo para que pueda hacerse obedecer.

La rectitud de la conducta interna es una conformidad autónoma en la ley moral que me dicta

mi propia conciencia, en cambio la rectitud de la conducta jurídica será pura y simplemente

una conformidad material con lo que la ley mande sin atender a la disposición de conciencia.

El derecho no puede colocarse fuera de la moral ya de hacerlo así lo haríamos ininteligible;

mientras la normas morales trazan normas de conducta frente al prójimo dirigir sus acciones

hacia el bien, pero para cumplir con las normas morales, el hombre debe quererlo, pero su

cumplimiento no es obligatorio contractualmente, el no cumplimento de ella, no alteran el

orden público.

Es un deber moral ayudar al desvalido o socorrer al necesitado pero si no lo hago, no existe

una sanción que me obligue hacerlo, ni se crea una relación contractual entre el necesitado, o

el desvalido, contra el que no lo ayudó, en cambio si yo compro un automóvil surge una

obligación legal el uno de pagar el precio y del otro entregar de la cosa, si una de las partes no

cumple con su obligación, la contra parte acudirá a los tribunales a reclamar el cumplimiento;

pero en si toda norma jurídica envuelve una norma moral; es mas las normas morales o éticas

en un momento de su desarrollo necesitan se formulada como normas jurídicas. Algunas

legislaciones admiten el aborto pero otras en cambio lo rechazan, la legislación Dominicana,

no admite el matrimonio entre personas de un mismo sexo (dos mujeres o dos hombres) sino

de un hombre y una mujer; pero en el fondo de esa disposición legal existe un fundamento

moral.

Sobre la ética podemos decir que la ética propone objetivos de valides general como pueden

ser los valores o las virtudes en cuanto ideales a conseguir- aunque su dinamismo radique más

en la libertad que en la norma, más en la espontaneidad que en la coacción. Subjetiva no

quiere decir arbitraria, de modo que el hombre se invente cualquier regla como norma moral,

sino que hay que vivirla, ejercerla libremente, pues de lo contrario no hay propiamente

conducta ética. La ética es la ciencia de la razón -práctica por oposición a la razón teórica, pues

tiene que ver con el obrar no con el razonar o con el pensar en sí, algo puramente especulativo.
BIBLIOGRAFIA

http://html.rincondelvago.com/etica-y-moral-en-las-norinas-juridicas.html

http://www.filosofia.org/filomat/df480.htm

https://educacion.uncomo.com/articulo/cual-es-la-diferencia-entre-etica-y-moral-21656.html
EL DERECHO EN LA CONSTRUCCIÓN DE LAS TEORÍ AS DE LA JUSTICIA

CONTEMPORANEAS

En la filosofía del derecho existe una considerable disparidad de temáticas, de criterios

metodológicos y orientaciones doctrinales. Sin embargo ello no impide que exista un amplio
consenso en considerar que la filosofía del derecho tiene como temas de estudio
fundamentales el concepto del derecho, el problema de su conocimiento, la teoría de la
validez del derecho, el papel del derecho en la construcción de las teorías de la justicia, las
relaciones del derecho con el poder y la cuestión de los retos que la globalización, el
multiculturalismo y la posmodernidad le plantean al derecho. La función de la filosofía del

derecho es la de actuar como intermediaria entre los saberes y prácticas jurídicas, por un
lado, y el resto de las prácticas y saberes sociales - incluida la filosofía - por el otro. La
filosofía del derecho no tiene tampoco un terreno acotado en exclusividad en el conjunto
de los saberes jurídicos y sociales, sino que su campo es más bien el de las relaciones entre

estos diversos sectores de la cultura; su lugar está, precisamente, en las fricciones y en los
vacíos que se producen en el funcionamiento de los mismos.

No cabe duda que en el mundo de la filosofía del derecho, existen muchos temas clásicos
que se enfocan y reestructuran con el pasar del tiempo, como sucede con el concepto de
justicia. Intelectuales de todas las épocas han intentado definir conceptos como "justicia"
de una manera singular, y modernamente podríamos acotar que tal esfuerzo trasciende a

lograr una unificación de lo que sería una “justicia universal". Ello sin embargo, no sólo es
abordado por la filosofía del derecho, sino también por otras ciencias sociales, como la
sociología o incluso por la economía, y es que ya no se concibe más al derecho como una
ciencia que deba ser estudiada en un modo tridimensional (basándose en hechos, normas y
valores), sino que ahora es notorio que se correlaciona con otras disciplinas y ciencias, tales
como las antes ya mencionadas, entre otras, generando una teoría pluridimensional de la
misma. Gracias al maestro David Sobrevilla , hemos tenido la oportunidad de examinar con

mayor interés y detenimiento, cómo han sido elaboradas ideas y teorías de la justicia hasta
la actualidad, logro que no puede dejar de ser mencionado, en la medida en que la
trascendencia de la profesión exige que los profesionales que aspiran a ser doctores en
derecho, conozcan con mayor profundidad.

Entendemos entonces que la idea misma del derecho es procurar alcanzar la justicia, y que
si uno como profesional no es capaz de entender la real dimensión y complejidad de ello,
entonces enfrenta un reto difícil de superar. Gracias a la óptica, de los diferentes

filósofos encargados y dedicados a las investigaciones filosóficas hemos tenido la


oportunidad de examinar, la real dimensión de las ideas de quienes han postulado teorías de
la justicia, así mismo se ha visto delimitado al examen de dos grandes pensadores de
nuestro tiempo como son Luis Villorro y Amartya Sen, sin embargo, la limitación informativa
será enriquecida al examinar las criticas reflexivas sobre las posiciones de dichos autores.

EL DERECHO Y LA JUSTICIA.

El tema de la justicia ha tenido siempre una gran importancia dentro de la ética, la política
y la filosofía del derecho, pero en los últimos tiempos esta importancia se ha acrecentado
aún más, como se observa del hecho de que este tema ha desplazado al clásico problema del
bien y el mal dentro de la ética, del que el problema de la justicia distributiva está al orden
del día en la discusión política y de que el iusnaturalismo experimenta un renovado
reconocimiento en los últimos años gracias a los trabajos de autores como Ronald Dworkin y
Robert Alexy, quienes sostienen que no se puede concebir, quienes sostiene que no se
puede concebir al derecho eliminando de él los valores morales, los que se manifiestan en la

doctrina de los principios. La importancia incrementada que ha adquirido el tema de la


justicia en el pensamiento contemporáneo está vinculada a la publicación del libro del
eminente autor norteamericano John Rawls “A Theory of Justice" que apareció en 1971,

libro que suscitó de inmediato una serie de réplicas a favor y en contra. En el grupo de
investigación que formamos sobre "Teorías contemporáneas sobre la justicia" se había

previsto que dos participantes escogerían como tema de trabajo el libro de Rawls y otros
dos la réplica del trabajo elaborada por Michael Walzer, un importante investigador, como
así sucedió. Lamentablemente, luego de un semestre abandonaron el grupo tanto los
participantes que estaban trabajando sobre la teoría de la justicia de Rawls, así como los

otros dos participantes que estaban haciendo sobre la concepción de la justicia de Walzer.
En estas circunstancias, el tema de nuestro grupo se ha reducido a reconstruir un par de
teorías contemporáneas sobre la justicia, a saber elaboradas por un par de destacados
intelectuales a nivel internacional y latinoamericano. Uno de ellos es Amartya Sen, conocido

autor de origen indio que ha trabajado y trabaja en su país natal y en Inglaterra y los
Estados Unidos, y que el año 1998 recibió el premio Nobel de Economía por sus trabajos en
el campo de la matemática económica. Pues bien, el año 2009 Sen publicó su monumental
obra La ¡dea de la justicia (Madrid: Taurus 2009), que de inmediato recibió un gran
reconocimiento; así por ejemplo el famoso filósofo norteamericano Hilary 19 Putnam ha
declarado que se trata de la contribución más importante en este campo desde la aparición
de Una teoría de la justicia de Rawls el año 1971. El otro autor es Luis Villoro, el más
importante mexicano vivo, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México y

miembro de su Instituto de Investigaciones Filosóficas. Villoro nació en 1922, tiene una


amplísima bibliografía y el año 2007 publicó su libro Los retos de la sociedad por venir

(México: FCE), libro en el que una de sus partes fundamentales está dedicada a la teoría de
la justicia. Un competente comentarista, Guillermo Hurtado, Director actual del Instituto

de Investigaciones Filosóficas de la UNAM, ha escrito que con este libro Villoro ha


mostrado que la filosofía mexicana puede ser comprometida y liberadora sin dejar por ello
de ser rigurosa y profunda. Pensemos que las teorías de la justicia que hemos investigado
proporcionan una idea adecuada de la intensidad y grado de concreción con el que el día de

hoy se viene trabajando sobre el tema de la justicia, y que las exposiciones que hemos
preparado pueden ser muy útiles a fin de aprovechar estos planteamientos en la solución de
los problemas locales. En cuanto al método de trabajar ambos textos: los hemos analizado
directamente así como hemos tenido en cuenta supletoriamente otros textos de Sen o de
Villoro con el objeto de comprender mejor sus ideas. Luego de reconstruir su pensamiento,

pasamos a realizar algunos comentarios y críticas al respecto. Debemos eso sí advertir que,
como se trata de obras muy recientes, casi no hay bibliografía accesible -por lo menos en

español- sobre ellas. Se trata pues de dos obras con planteos muy novedosos.

Razón y Justicia

Algunos dicen, que la justicia no es en absoluto una cuestión de razón sino de sensibilidad
apropiada para detectar la injusticia, sin embargo el autor hace precisiones importantes de

ser 29 tomadas en cuenta. Cuando hay hambruna, es más fácil protestar que razonar de
manera elaborada sobre la justicia o la injusticia. Sobre el punto, se hablaría en ese caso de

injusticia si pudiera haber sido evitada y, especialmente, si quienes pudieran evitarlo no lo


hicieron. Razonar, en cierta forma, es pasar de la observación de una tragedia al
diagnóstico de una injusticia. A menudo no son los que protestan los que evitan la justicia
razonada sino de los propios guardianes de la justicia. Históricamente, muchos líderes o
autoridades se muestran renuentes a examinar los fundamentos de sus políticas, pues
aunque sus decisiones pueden ser correctas, tal vez sus razones no lo sean. Ello en algunos
casos puede funcionar en un gobierno sensato pero, es evidente, que puede conducir
también a muchas arbitrariedades. Los requisitos de una teoría de justicia incluyen poner la
razón en juego en el diagnóstico de la justicia y de la injusticia. Durante más de cien años
los estudiosos de la justicia en diferentes partes del mundo han procurado brindar el
fundamento intelectual para pasar de un sentimiento general de injusticia a los
diagnósticos particulares razonados de la injusticia y de allí a los análisis de las formas de
promover justicia.

Amartya Sen adelanta en la introducción de su obra que con ella pretende investigar

comparaciones basadas en realizaciones que se orientan al avance o al retroceso de la


justicia; por tanto, no se alinea al institucionalismo trascendental. El tipo de preguntas que

responderá son por ejemplo: ¿cómo debería promoverse la justicia? y no así del tipo: ¿Qué
serían las instituciones perfectamente justas?. Por tanto, resultará un doble efecto: a)
tomar la ruta comparativa en lugar de la trascendental y b) concentrarse en las

realizaciones reales de las sociedades estudiadas, en lugar de instituciones y reglas. Esta


necesidad de cambio de rumbo se deriva de que respecto al trascendentalismo, Primero: no
existe consenso razonado sobre la naturaleza de la sociedad justa, es decir, la factibilidad
de hallar una solución trascendental de consenso; Segundo: Existe redundancia de la
búsqueda de una solución trascendental. En lugar de ello, debe propenderse a la necesidad

de enfocarse en las realizaciones y conquistas reales. Existe una dicotomía general y amplia
entre una visión de la justicia centrada en esquemas y una concepción de justicia centrada
en realizaciones. El trascendentalismo sostiene que la justicia sea conceptual!zada desde el

punto de vista de ciertos "esquemas organizacionales", instituciones, organización y reglas


de conducta, cuya presencia activa sería un indicador de que hay justicia. Pero acaso, ¿no

se debería también examinar lo que existe en la sociedad, en las personas que viven con las
instituciones y reglas existentes?

LA FILOSOFÍA DEL DERECHO Y LA JUSTICIA COMO PUNTO DE PARTIDA


CONTEMPORÁNEO

La cuestión controvertida sobre qué temas corresponden a la filosofía del derecho desde el
punto de vista de los juristas y cuáles le son ajenos tiene como punto de partida la

distinción de Norberto Bobbio acerca de las dos formas de hacer filosofía del derecho. Por
una parte, concebir la filosofía del derecho como "filosofía del derecho de los filósofos", y
por otra parte, entenderla como "filosofía del derecho de los juristas". La primera opción
(la filosofía del derecho de los filósofos) constituye un reduccionismo de lo jurídico porque

supone enfocarla desde la filosofía, comprenderla desde la transposición de los grandes


sistemas filosóficos en los que el derecho ocupa una porción muy pequeña, y donde
meramente es sólo una pieza más (no el núcleo central) de la que dar cuenta dentro de un
gran engranaje filosófico. Este camino para llegar a °la filosofía del derecho tiene lugar
"cuando en la construcción de su sistemahhbnok [filosófico, el filósofo] se pregunta por el
papel que en el mismo debe asignarse a la realidad jurídica", a fin de dar una explicación
unitaria y sistemática de este elemento.l Esta forma de hacer filosofía del derecho
responde a opciones filosóficas generales que se aplican meramente al derecho, sin
necesitarse siquiera para ello conocerlo. Y de hecho, la filosofía del derecho como mera

"filosofía aplicada" de una filosofía general nos la encontramos a menudo elaborada en


■•"concepto de filosofía del derecho", Lecciones de filosofía del derecho. Presupuestos para
una filosofía de la experiencia jurídica, Mergablum, Sevilla, 1998, p. 75. conocen en
absoluto el derecho, o tienen un conocimiento del mismo muy vago y superficial".2 El

resultado es que "el filósofo del derecho no brilla con luz propia sino con luz refleja".3 Y es
muy probable que esta filosofía del derecho de los filósofos, desconectada de la
experiencia jurídica y de los problemas jurídicos, vaya a interesar muy poco a la comunidad
de juristas. Tengo que aclarar que no es a esta clase de filosofía del derecho la que voy a

tener en cuenta a la hora de considerar su construcción temática, en virtud de su condición


de "ajena" a los juristas. La segunda opción o forma de hacer filosofía del derecho no es
como filósofos sino como “juristas": la filosofía del derecho de los juristas. Este modo de

abordar la especulación teórico-jurídica o filosófico-jurídica no es ya desde la filosofía sino


desde la "experiencia jurídica" misma.4 Se trata de una filosofía del derecho que responde

a menudo a concepciones que son autónomas de los juristas, esto es, independientes de
otras reflexiones filosóficas más generales, lo que no es óbice para que puedan
establecerse otro tipo de conexiones sociales e intelectuales. Aquí, a diferencia del
filósofo que se mete a jurista, "el jurista-filósofo [o teórico —teórico del derecho—] se
plantea «filosóficamente» el problema del derecho cuando advierte la insuficiencia de los

criterios técnico-jurídicos para desentrañar el sentido de sus conceptos fundamentales".5


Es decir, opera inversamente —partiendo de la experiencia jurídica— a como lo haría el
filósofo que juega a ser jurista. La mayor reivindicación de la filosofía del derecho de los
juristas es que debe partir y desarrollarse desde una base empírica: la realidad del
derecho, la experiencia jurídica y el material aportado por la ciencia jurídica, y no otras
vías etéreas. Téngase en cuenta que “una filosofía del derecho que pretenda ignorar a la
ciencia jurídica es un error que conduce a una elucubración abstracta carente de base
real".6 Por eso, la función que aquí adquiere la filosofía del derecho (de los juristas) es muy
diferente a la anterior (la de los filósofos), cuyo campo de análisis ahora son aquellos
problemas o aquellas cuestiones "jurídicas" que "no son abordadas de modo expreso o que
los juristas dan por supuestas en su trabajo cotidiano de intérpretes del derecho

positivo".? Como jurista (que practica la filosofía del derecho), esto es, como teórico del
derecho, esta clase de filosofía del derecho es la que me es familiar. Y es la que
consideraré en este texto para abordar su delimitación temática, tratando de responder a
la pregunta: ¿cuáles son los temas identificados generalmente como "de filosofía del

derecho" que nos interesan a los juristas? Aquí, el referente principal es Norberto Bobbio.
Para él, la filosofía jurídica "se compone de tres partes que llamo respectivamente: a)

teoría del derecho; b) teoría de la justicia; c) teoría de la ciencia jurídica".8 Estos tres
campos temáticos dibujan en mayor medida el contorno de las "ramas" o sub-áreas de

especulación a identificar como filosofía del derecho de los juristas. Entre ellas no figura
—como puede constatarse— una explícita historia de la filosofía del derecho. La razón de
tal ausencia no se encuentra en el rechazo del maestro italiano al criterio histórico como
razón epistemológica, sino que responde a que el profesor de Turín no es partidario de "las

historias de la filosofía del derecho como obras con sustantividad propia, porque

generalmente son (y no pueden ser de otra manera) elencos de doctrinas más bien
heterogéneas".

EL PAPEL DE LA JUSTICIA EN LA VIDA DEL HOMBRE

Este pape! determinara la función que cumple el derecho en la fundamentación de las


teorías de la justicia contemporánea. Y ayuda a ubicar a la justicia como un valor jurídico

fundamental. Valor. Dara cada quien los suyo.

La relación de la justicia con otros valores jurídicos Los valores jurídicos son aquellos que
logran que se ejerza correctamente todo lo relacionado con el Derecho, estos valores son al
Derecho como los valores morales a la sociedad; sin ellos no habría orden, sanciones, ni

correcciones.

Valores Jurídicos Justicia, Cooperación, Orden, Paz, Solidaridad, Poder, Seguridad,


Justicia.

Su contra valor es la injusticia. Como podemos deducir la principal relación de la justicia

con los otros valores jurídicos es que a falta de esta los demás se vuelven antivalores.
La religión como una de las principales fuentes filosóficas que manifiesta sobre la forma en

que las personas en la edad antigua deberían de llevar las relaciones interpersonales y
subjetivas, y manifiesta sobre las nociones básicas del derecho aplicado a la conducta,

existen diferente formas de hacer valer estas formas de iniciales de conducta como lo es
la Biblia

La Religión indica:

"Suma de todo bien"


Justa es la persona buena, piadosa,
humanitaria, caritativa, agradecida y temerosa de Dios.
Pitagóricos Define conceptual mente la justicia

"Reduce a una relación de igualdad".

La justicia es un número cuadrado


Compuesto de dos factores iguales.

Valor Jurídico por excelencia. Virtud universal y fundamental.


1 .- Principal objetivo del Derecho, la idea básica en que se inspira el Derecho.

2 .- Virtud universal que comprende todas las demás virtudes.

Orden
Es un valor jurídico de subordinación y coordinación. Su contra valor es la Anarquía. Tiene

relación con la justicia ya que el orden siempre será en sentido que se respeten los
derechos de los demás, ceder el poder para gobernar no implica anular nuestros derechos

Seguridad
Es un valor de coordinación. Su contra valor es la inseguridad. Se relaciona con la justicia,
ya que debemos tener certeza de que la norma se cumplirá y que esta no cambiara a favor
de el más poderoso.

Poder
Es un valor de subordinación. Su contra valor es la impotencia.

Se relaciona con la justicia ya que en nuestro modo de vida social quien tenga el poder
tendrá siempre que respetar el a los subordinados a él.

Paz
Es un valor jurídico de coordinación. Su contra valor es la guerra. Cuando una guerra se da
suele iniciar con el sentimiento de injusticia de alguna de las partes, entonces será la

medida que exista justicia que existirá la paz.


Cooperación
La cooperación es un valor de coordinación y subordinación. Su contravalor es el
aislamiento.

Se relaciona con la justicia por la repartición correcta de las labores.


Solidaridad

Es un valor de coordinación su contra valor es la separación.


Su relación con la justicia es en la necesidad de ayudar, desprotegido, menos hábil.
f /
LA JUSTICIA Y EL DERECHO EN EL ^AMBITO COMTEMPORANEO

La concepción de la justicia para las diversas corrientes ius filosóficas


ius naturalismo
ius positivismo

Justicia General.
Regula los derechos de la sociedad. También se le llama legal, porque es propio de las leyes
humanas determinar los actos debidos al bien común que la sociedad tiene el derecho de
exigir. Exige que todos y cada uno de los miembros de la comunidad ordenen

adecuadamente su conducta al bien común. Por lo tanto rige los deberes de los ciudadanos
frente a la autoridad como representatnte de la comunidad, como los deberes de los
propios gobernantes, dado que también ellos están obligados a actuar de acuerdo con las

exigencias del bien común.


SANTO TOAAAS, dice'. Así como la caridad puede ser llamada virtud general,

en cuanto ordena los actos de todas las virtudes hacia el bien divino, así también puede
serlo la justicia legal, en cuanto ordena los actos de todas las virtudes hacia el bien común.

Para MARIO ALZAMORA VALDEZ: “[la justicia general] es algo más que una virtud: el

conjunto de todas las virtudes, la virtud que se refiere al bien y a la conveniencia de los
demás"
Para TANQUEREY: “La justicia general, que también se llama justicia legal, nos obliga a

reconocer los grandes beneficios que recibimos de la sociedad, soportando las cargas
legales que nos impone, y prestándole los servicios que espera de nosotros".

Justicia Particular
El hombre tiene derechos frente a la sociedad, esta debe asignar y reconocer a cada uno
su participación en el bien común y frente a sus semejantes o frente a la misma sociedad

cuando ésta se coloca en el mismo plano que los particulares.


Para TANQUEREY: "La justicia particular regula los derechos y los deberes de los
ciudadanos entre sí. Debe respetar todos los derechos: No solamente el derecho de

propiedad, sino también los derechos que cada cual tiene sobre los bienes del cuerpo y del
alma, la vida, la libertad, la honra y la fama".

Justicia Distributiva
Regula la participación que corresponde a cada uno de los miembros de la sociedad en el
bien común, asigna el bien común distribuible, así como las tareas o cargas con que los

particulares deben contribuir. Tiene por objeto directo los bienes comunes que hay que
repartir y por indirecto solamente las cargas.

Justicia Conmutativa
Rige las operaciones de cambio y en general todas las relaciones en que se comparan
objetos, prescindiendo, p'or así decirlo de las personas, ya que debiendo considerarlas
colocadas en el mismo plano, sobre un pie de igualdad, no hay razón para tomar en cuanta

sus diferencias individuales.

Justicia Social
Tiene el propósito de realizar acciones que beneficien a las clases más necesitadas y una
mejor distribución de la riqueza que produce un país para asegurar mejores condiciones de
vida. No se trata de una nueva clase de justicia por cuanto no hay justicia que no sea social,

toda justicia es social, sino que se habla de justicia social para incidir en el hecho de que

sus destinatarios son las clases desvalidas y menesterosas.


BIBLIOGRAFIAS

1 .El concepto y la validez del derecho ALEXY R. (2004) Biblioteca central Universidad San
Carlos de Guatemala

2. La Filosofía Del Derecho En La Cultura Post-Modernidad, Bogotá, Temis. Autor Kaufmann

Biblioteca central Universidad san Carlos de Guatemala

3. La filosofía del derecho, México; Editorial Cárdenas Fondo de Cultura; sitio Web de la
Universidad Mexicana UNAM

4. Lecciones de Filosofía del derecho, México Villa Toro, Porrúa: Biblioteca Central de la
Universidad San Carlos de Guatemala

5. Positivismo Jurídico, Filosofía y Realismo sociológico e iusnaturalismo García Máynez, E.

Sitio web de la Universidad Mexicana UNAM.


Libre albedrío

Concepto

El libre albedrío es la potestad que el ser humano tiene de obrar según considere y elija.
Esto significa que las personas tienen naturalmente libertad para tomar sus propias
decisiones, sin estar sujetos a presiones, necesidades o limitaciones, o a una
predeterminación divina.

Diferentes corrientes

El libre albedrío o libre elección es la creencia de aquellas doctrinas filosóficas que sostienen
que las personas tienen el poder de elegir y tomar sus propias decisiones. Muchas
autoridades religiosas han apoyado dicha creencia,1 mientras que ha sido criticada como
una forma de ideología individualista por pensadores tales como Baruch Spinoza, Arthur
Schopenhauer, Karl Marx y Friedrich Nietzsche. El concepto es comúnmente usado y tiene
connotaciones objetivas, al indicar la realización de una acción por un agente no
condicionado íntegramente y ligado por factores precedentes y subjetivos, en el cual la
percepción de la acción del agente fue inducida por su propia voluntad.

El principio del libre albedrío tiene implicaciones religiosas, éticas, psicológicas, jurídicas y
científicas. Por ejemplo, en la ética puede suponer que los individuos pueden ser
responsables de sus propias acciones. En la psicología, implica que la mente controla
algunas de las acciones del cuerpo, algunas de las cuales son conscientes.

La existencia del libre albedrío ha sido un tema central a lo largo de la historia de la filosofía
y la ciencia. Se diferencia de la libertad en que conlleva la potencialidad de obrar o no obrar

De allí que el libre albedrío se extienda a otros ámbitos de la vida del ser humano, como la
religión, la filosofía o el derecho, así como en diferentes regiones e etapas históricas que el
mismo ha derivado.

Libre albedrío en la Biblia


Según la Biblia, Dios dio al hombre la facultad para obrar según desee, independientemente
de si sus decisiones son buenas o malas. En este sentido, abundan pasajes bíblicos que
apuntan a la libertad de los hombres para elegir el camino que han de tomar: si el correcto,
que es —desde el punto de vista de la doctrina cristiana— el de Dios, o el incorrecto, que
significa desviarse de Dios. De allí esta afirmación hallada en Josué: "Escoged hoy vosotros
a quien servir" (XXIV: 15).

Libre albedrío en Filosofía


San Agustín de Hipona sostenía que el libre el libre albedrío supone la posibilidad que tiene
el hombre de elegir entre el bien y el mal. En este sentido, es un concepto aplicado a la
libertad del ser humano para obrar bien o mal. No obstante, él distingue que lo que se
considera como libre albedrío es el buen uso de esta libertad.
Por otro lado, según el determinismo, toda conducta o elección humana tiene su raíz en
una causa, de modo que nuestras decisiones estarían determinadas indefinidamente por
todas las causas que las preexisten, lo cual significaría que no hay elección posible y que el
libre albedrío en realidad no existe. No obstante, también existe la postura opuesta,
esgrimida por los liberales, quienes no reconocen la tesis de los deterministas y, por lo
tanto, afirman que el libre albedrío sí existe.

Libre albedrío en Derecho


Según el Derecho Penal, el libre albedrío sirve de fundamento legal para el castigo de los
delincuentes. Esto significa que si un individuo, al cometer un delito, ha tenido la libertad
para decidir hacer el mal, entonces también ha elegido o aceptado, en consecuencia, la
pena o castigo aplicado para dicho delito. Esto, desde luego, en caso de verse frustrada la
impunidad.

LA RESPONSABILIDAD JURÍDICA.

La responsabilidad jurídica es la imputabilidad jurídica de un hecho jurídico causada por la


culpabilidad (dolosa o no) de la persona o por el simple acaecimiento del hecho desligado
de la culpabilidad (responsabilidad objetiva); que supone el nacimiento de obligaciones
para el imputado, y el nacimiento de derechos para el sujeto que se encuentre en posición
de reclamarlas. En el ámbito penal, la responsabilidad parte de este mismo supuesto,
aunque la evolución histórica de la disciplina ha excluido la existencia de responsabilidad
penal objetiva (se requiere culpabilidad) y se ha distanciado de las consecuencias antes
descritas, limitándose a una sanción cuyos fines no son indemnízatenos, sino preventivos.
Generalmente puede atribuirse la responsabilidad jurídica a todo sujeto de derecho, tanto
a las personas naturales como jurídicas, basta que el sujeto de derecho incumpla un deber
de conducta señalado en el ordenamiento jurídico, o en el caso de la responsabilidad
objetiva, que esté en la situación por la que el ordenamiento le señala como responsable.
"Considerada esa definición desde un punto de vista jurídico, incurre, a juicio de no pocos
autores, en el error de confundir obligación con responsabilidad, cuando realmente se trata
de cosas distintas y bien diferenciadas, prevaleciendo en la doctrina el criterio de que en la
obligación se ofrecen dos elementos que son, por una parte, la deuda considerada como
deber, y por otra, la responsabilidad. La primera lleva en sí misma una relación jurídica
válida, aun cuando pueda no ser exigióle coactivamente, mientras que la segunda
representa la posibilidad de exigir al deudor el cumplimiento de su obligación. Por eso se
ha dicho que la responsabilidad constituye un elemento agregado al solo efecto de
garantizar el cumplimiento del deber". Tenemos entonces, que la responsabilidad jurídica
está compuesta de tres supuestos o requisitos: a) un acto de un individuo, b) un deber, c)
una infracción y daño. Cuando el acto no se ajusta al deber del individuo, este incurre en
responsabilidad. En sentido estricto y limitado, la responsabilidad se circunscribe a la
reparación, derivada de la sanción y compete a la reparación civil.
ELEMENTOS DE LA RESPONSABILIDAD JURÍDICA.
Para que una persona se encuentre obligada a resarcir los perjuicios que se derivan de un
hecho delictual o cuasi delictual, deben presentarse los siguientes elementos: 1- Un hecho:
la existencia de un hecho que produzca la modificación o transformación de una situación
anterior. 2- Una Culpa: la culpa se define como un elemento de factor subjetivo (de sujeto)
que determina la relación entre el hecho y la voluntad, o lo que es lo mismo, entre el hecho
y un sujeto a quien atribuirle la realización del mismo. Como más adelante se explicará, la
culpa se refiere tanto al hecho doloso como al culposo. 3- Un nexo causal (relación de
causalidad): es indispensable que el demandante establezca la relación causa-efecto entre
el hecho de la persona, cosa, etc., y el daño que debe ser reparado. 4- Daño o menoscabo:
es la lesión de un bien o de un patrimonio en su aspecto económico, pecuniario o material,
como consecuencia directa de un hecho atribuible a un autor.

TIPOS DE RESPONSABILIDAD JURÍDICA.


Principalmente, se tipifican tres tipos distintos de responsabilidad: 1. Responsabilidad
Penal. 2. Responsabilidad Administrativa. 3. Responsabilidad Civil (que se subdivide en
Contractual y Extracontractual). 1. Responsabilidad Penal. Aquella en que se incurre ante
las leyes por la comisión de actos delictivos, esto es, basados en el dolo o voluntad de hacer
daño o quebrantar la ley (cualesquiera que sean los fines que se persigan). Esta clase de
responsabilidad hace a la persona que incurre en ella susceptible de ser juzgada y
eventualmente condenada a sufrir una pena, que es la satisfacción que reclama la sociedad
para restablecer el equilibrio que ha sido alterado con la acción dolosa. La pena consiste
por lo general en la privación de la libertad del ofensor, pero también puede significar la
retribución de una cantidad de dinero por concepto de multa. Se parte del supuesto de que
en este tipo de actos antijurídicos la sociedad como un todo es ofendida y por lo tanto la
satisfacción que se impone se dirige a esa misma sociedad. 2. Responsabilidad
Administrativa. Es la que se deriva de las actuaciones u omisiones de los funcionarios
públicos. La Administración Pública (o el Estado) es responsable por todos sus actos, por lo
que está en la obligación de indemnizar todos los daños que cause, ya sea si su actuación
es legítima o ilegítima, normal o anormal, lícita o ilícita. Salvo los casos de excepción como
fuerza mayor, culpa de la víctima o hecho de un tercero. Según sea el caso, existirá
responsabilidad económica del Estado y/o del funcionario o los funcionarios públicos (hasta
cuatro años después de dejar el cargo). Aún en actuaciones apegadas al Principio de
Legalidad, la Administración puede dañar al administrado, por lo que debe indemnizar. 3.
Responsabilidad Civil. La responsabilidad civil consiste en la obligación que recae sobre una
persona de reparar el daño que ha causado a otro, sea en naturaleza o bien por un
equivalente monetario, (normalmente mediante el pago de una indemnización de
perjuicios). Diez-Picazo define la responsabilidad como «la sujeción de una persona que
vulnera un deber de conducta impuesto en interés de otro sujeto a la obligación de reparar
el daño producido». Aunque normalmente la persona que responde es la autora del daño,
es posible que se haga responsable a una persona distinta del autor del daño, caso en el
que se habla de «responsabilidad por hechos ajenos», como ocurre, por ejemplo, cuando a
los padres se les hace responder de los daños causados por sus hijos, o al propietario del
vehículo de los daños causados por el conductor con motivo de la circulación. La
responsabilidad civil se configura con la concurrencia de una serie de elementos, como los
mencionados anteriormente cuando hablamos de la responsabilidad jurídica. Por ejemplo,
el daño a personas o a las cosas de su dominio o posesión, debido a una acción u omisión
(intencional o por negligencia) de una persona física o de los dependientes de la persona
jurídica. Probado el nexo causal, se produce la obligación indemnizatoria. La imputación de
la culpa reside en la reconvención dirigida al individuo por la inobservancia de la ley,
mediante una acción u omisión que implique una conducta contraria a las 2. 3 Son hecho,
culpa, nexo causal y daño, exigencias de la norma, en virtud de haberse determinado un
daño en contra de otro individuo que no tenía el deber jurídico de soportarlo. La
responsabilidad civil puede ser contractual o extracontractual. Cuando la norma jurídica
violada es una ley (en sentido amplio), hablamos de responsabilidad extracontractual, la
cual, a su vez, puede ser deiictual o penal (si el daño causado fue debido a una acción
tipificada como delito), o cuasi-delictual o no dolosa (si el perjuicio se originó en una falta
involuntaria). Cuando la norma jurídica transgredida es una obligación establecida en una
declaración de voluntad particular (contrato, oferta unilateral, etcétera), hablamos,
entonces, de responsabilidad contractual. No es una relación con la sociedad como un todo,
sino una relación con un individuo o persona, física o jurídica. En este caso, no se trata de
acciones dolosas, es decir, que tienen la intención de hacer daño. Se trata más bien de
circunstancias que producen daño no intencionalmente. Existen tres formas de que se
produzca un daño sin intención delictiva, y ellas son: ° El rompimiento del contrato. • La
negligencia (también llamada culpa). ® El riesgo implicado en operaciones u objetos
inherentemente peligrosos. Tanto el rompimiento del contrato como la negligencia tienen
en común la característica de basarse en un hecho de voluntad, aunque hay que aclarar que
no es la misma voluntad presente en el dolo (voluntad criminal), sino que es el irrespeto a
la palabra empeñada o la falta de cuidado en el desempeño de nuestras obligaciones. La
negligencia y el riesgo implicado en operaciones u objetos inherentemente peligrosos
dependen de circunstancias no derivadas de un acuerdo de voluntades o contrato, como la
conducta descuidada (responsabilidad subjetiva), o la naturaleza creadora de riesgo de la
situación (responsabilidad objetiva). Resulta importante señalar que en los actos realizados
en forma descuidada puede existir conjuntamente a la responsabilidad civil una
responsabilidad penal: si se atropella a un transeúnte por descuido y este muere, podemos
ir a la cárcel por cuasidelito de homicidio y además tener que pagar una indemnización
monetaria a su viuda e hijos. Esta indemnización caracteriza a la responsabilidad civil, frente
al castigo, que es la compensación característica de una responsabilidad penal. 4 Violación
dañosa del Derecho ajeno, cometida con libertad, pero sin malicia, por alguna causa que
puede y debe evitarse. 3.1. Responsabilidad Civil Contractual. El incumplimiento de una
obligación nacida de un contrato se denomina responsabilidad contractual. El problema de
la responsabilidad contractual es fundamental en la ciencia jurídica porque la
responsabilidad contractual y sus límites han durado desde Roma hasta nuestros días. La
responsabilidad contractual "está originada en el incumplimiento de un contrato válido, o
como sanción establecida en una cláusula penal dentro del propio contrato, precisamente
para el caso de incumplimiento o demora en el cumplimiento". Se dice que los contratos
crean "ley entre las partes", es decir, que obligan a quienes los suscriben por el solo hecho
de haberlos suscrito. Sus disposiciones se aplican únicamente a los que han suscrito el
contrato, nunca a quienes no son parte de éL Esto contrasta con todos los otros casos de
responsabilidad legal, en que cualquier persona a la cual se ocasione un daño tiene derecho
a reclamar. Sus disposiciones dependen exclusivamente de lo que las partes hayan
convenido. • Cuando una norma o un contrato obligan a una persona a alguna cosa
determinada, sea ésta una acción o una abstención (hacer o no hacer algo), esta obligación
es considerada de resultado. Tal es el caso de un transportista que se obliga a llevar
determinada mercancía a un destino en particular. Aquí la responsabilidad es
prácticamente automática, pues la víctima sólo debe probar que el resultado no ha sido
alcanzado, no pudiendo entonces el demandado escapar a dicha responsabilidad, excepto
si puede probar que el perjuicio proviene de una causa ajena —por ejemplo, que se debe a
un caso fortuito o de fuerza mayor—. • Por otra parte, en aquellos casos en que una norma
o un contrato sólo obligan al deudor a actuar con prudencia y diligencia, la obligación es
considerada de medios. Este es el caso de la obligación que tiene un médico respecto a su
paciente: el médico no tiene la obligación de sanarlo, sino de poner sus mejores oficios y
conocimientos al servicio del paciente, es decir, de actuar en forma prudente y diligente
(aunque hay excepciones, en algunos casos el médico asume una obligación de resultado,
como ocurre en la cirugía estética voluntaria). En estos casos, la carga de la prueba le
corresponde a la víctima o demandante, quien deberá probar que el agente fue negligente
o imprudente al cumplir sus obligaciones 3.2. Responsabilidad Civil Extracontractual La
responsabilidad extracontractual o Aquiliana, responde a la ¡dea de la producción de un
daño a otra persona por haber transgredido el genérico deber de abstenerse de un
comportamiento lesivo a los demás. La responsabilidad extra contractual, la podemos
definir como "aquella que existe cuando una persona causa, ya por sí misma, ya por medio
de otra de la que responde, ya por una cosa de su propiedad o de que se sirve, un daño a
otra persona, respecto de la cual no estaba ligada por un vínculo obligatorio anterior
relacionado con el daño producido". Esta área del Derecho Civil también se conoce como
delitos y cuasidelitos civiles (fuentes de las obligaciones). Las fuentes principales de las
obligaciones extracontractuales son el hecho ¡lícito y la gestión de negocios. Un caso de
responsabilidad extracontractual es el que puede surgir por los daños y perjuicios causados
a terceros como consecuencia de actividades que crean riesgos a personas ajenas a la
misma (la conducción de un automóvil, el desarrollo de una actividad industrial, p.ej.). Otro
supuesto es el de la responsabilidad por daños causados por bienes propios: cuando se
desprende un elemento de un edificio y causa lesiones a quien pasa por debajo; cuando
alguien sufre un accidente por el mal estado del suelo... También se es responsable por los
daños y perjuicios que originen los animales de los que se sea propietario. De igual manera
la responsabilidad puede tener su origen en actos de otra persona, por la que debemos
responder: un padre es responsable de los daños y perjuicios que cause su hijo menor de
edad, un empresario por los que causen sus empleados. Como puede verse, se trata de la
responsabilidad derivada de algún acto ilícito, de dolo o de culpa grave, no puede decirse
que tal responsabilidad tenga como base el incumplimiento del contrato, porque esos actos
trascienden el contenido y alcance de la convención. Quien intencionalmente causa un
daño a otro es responsable de esos actos, independientemente de que exista entre él y la
víctima un vínculo contractual. Eí que incurre en falta grave y causa con ello daños que van
más allá del cumplimiento del contrato: por ejemplo, causar la muerte de los pasajeros
prestando un servicio regulado por un contrato de transporte. Aquí se incurre en
responsabilidad extra contractual

RESPONSABILIDAD OBJETIVA Y SUBJETIVA.


Los hechos lícitos y los ilícitos generan obligaciones; y así, es regla que la conducta de una
persona le es imputable a ella; por esto, a la responsabilidad proveniente de la conducta de
una persona, indistintamente que esa conducta sea licitado ilícita, se le llama subjetiva
porque implica el elemento culpa. Como excepción a dicha regla, se establece que la
conducta de terceros también sea imputable a otras personas, a ésta se le llama
responsabilidad Aquiliana en razón del jurisconsulto romano que creó la fórmula. En esta
figura el elemento culpa se encuentra desvanecido, porque se reconoce que la conducta
que causó un daño, es ajena a quien resulta obligado, pero aun así, se estima que tiene una
culpa por falta de cuidado en las personas que de él dependen y cuya conducta causara el
daño, que a su vez, generará una obligación, no a quien lo cometió, sino a la persona de
quien dependiera. Por ello, incurren en tal responsabilidad los padres respecto de sus hijos,
los mentores respecto de sus pupilos dentro del recinto educativo, los hoteleros respecto
de sus empleados, los patrones respecto de sus trabajadores y el Estado respecto de sus
servidores. Desigual excepción es la que resulta aun ante la ausencia de conducta, por el
solo hecho de ser dueño de una cosa que por sí misma causa un daño. Aquí, no hay conducta
y por lo mismo no hay culpa, por eso, a esta responsabilidad se le llama objetiva en ausencia
del elemento subjetivo culpa. La responsabilidad subjetiva se origina cuando por hechos
culposos, lícitos o ¡lícitos se causan daños; la responsabilidad aquiliana opera en los casos
en que de los resultados de la conducta dañosa deba responder una persona distinta del
causante; finalmente, existe responsabilidad objetiva sin existencia del elemento culpa para
el dueño de un bien con el que se causen daños. La responsabilidad objetiva, la cual se basa
en la naturaleza peligrosa de las cosas, que son aquellas que normalmente causan daños-,
es decir, aquellas que llevan virtualmente el daño, de manera que el simple empleo es el
supuesto de que parte la ley para atribuir la consecuencia de la responsabilidad. Dicho
precepto consigna la teoría objetiva del riesgo y no la subjetiva de la culpa del causante, por
cuya razón la responsabilidad objetiva existe aun cuando el daño se hubiere causado por
caso fortuito o por fuerza mayor, y es independiente de la culpabilidad del causante e
incluso de la sentencia absolutoria que se hubiese dictado a éste en un proceso penal
porque una cosa es la acción proveniente de la responsabilidad objetiva que persigue la
indemnización y la responsabilidad que proviene del cometer de un delito.

Imputación
La imputación, en Derecho procesal penal, es el acto mediante el cual se le acusa
formalmente a una persona de un delito concreto.

Desde el momento de la imputación, el imputado deja de ser testigo, por lo que puede
ejercer sus derechos de defensa, que normalmente son mayores en el caso de que ya exista
una acusación formal, y no debe someterse a los deberes de los testigos, como, por
ejemplo, decir la verdad bajo pena de perjurio.
Una de las partes más importantes de la norma jurídica es la Copula en donde se habla
claramente de la imputación.

Características de un imputado
• Adquirida la calidad de parte, es sujeto procesal, antepuesto al ejercicio de la acción
penal y a la imputación.
o Es parte en sentido formal, por lo tanto sujeto y no objeto de investigación, lo último
ocurría en el Sistema Inquisitivo.
o Es parte necesaria y esencial del proceso, ya que sin el Imputado, no tiene razón de
ser la empresa procesal, se vuelve inútil.
o Mientras no cese su calidad de Imputado, debe de soportar el peso de la imputación
mientras dure el proceso, y en caso de un fallo definitivo desfavorable, debe
someterse a la condena.
o En su calidad de sujeto procesal, le amparan ciertas facultades, elevadas a las
categorías de garantías procesales, como las de defensa en juicio, presunción de
inocencia y otras.
• Posee el poder de resistirse, no sólo a la Acción Penal, sino también a la Acción Civil,
a través del ejercicio del derecho de defensa.

Derechos y garantías de un imputado


© Se observan una serie de principios en su favor, como la presunción de inocencia,
que indica que el imputado es ¡nocente siempre y cuando no haya sentencia
condenatoria en su contra.

o Todo imputado podrá hacer valer, hasta la terminación del proceso, los derechos y
garantías que le confieren las leyes.

Diferencia ImputabiHdad e imputación.

Imputabilidad: es la posibilidad condicionada por la salud y madurez espiritual del autor,


de valorar correctamente los deberes y de obrar conforme a ese conocimiento. Es la
capacidad del sujeto para ser culpable.

Imputación: es la posibilidad de atribuir un hecho a un sujeto. En nuestro derecho el


término imputación se usa más generalmente, como todos los extremos necesarios para
llegar a penar una conducta determinada. La imputabilidad es la capacidad del individuo
para ser penalmente culpable.
Bibliografía

Larrañaga, Pablo, El concepto de responsabilidad, Fontamara, México, D.F., 2000


(fragmento de la tesis doctoral dirigida por el Prof. Manuel Atienza con el título El
concepto de responsabilidad en la teoría del derecho contemporánea, diciembre
de 1996, Universidad de Alicante)

Demetrio, E. (2013). Neurociencias y derecho penal. Nuevas perspectivas en el


ámbito de la culpabilidad y tratamiento jurídico-penal de la peligrosidad. España,
Edisofer.

E - grafías

https://www.significados.com/

https://es.wikipedia.org/

http://www.monografias.com/

http://www.scielo.sa.cr/
> ESTADO DE DERECHO

El término de “estado de derecho” empieza a ser utilizado por la ciencia jurídica y


política alemana del siglo pasado para designar una relación especifica entre la
forma política llamada “estado “y el derecho, relación que va más allá de un
gobierno limitado que envuelve su actuación en el ropaje de las normas jurídicas.
La doctrina alemana llega a fundar el estado sobre “legalidad administrativa"
sobre los “derechos públicos subjetivos” sobre la “justicia en la administración" en
otros términos subordina el poder administrativo al presupuesto de la atribución
mediante la ley, justifica (a través de complejos dispositivos teóricos) la
subsistencia de derechos de los ciudadanos frente al Estado, predispone medios
jurisdiccionales para su tutela.

El estado aparato de gobierno y administración se presenta con el rostro del


poder de supremacía del que la acción estatal se vale frente a los ciudadanos. El
principio de legalidad, eje de nuevo estado junto a la separación de poderes, es
ante todo la subordinación a la ley de la acción administrativa en sentido formal:
atribución legislativa del poder y material: eventual limitación interna de los
modos y medios de ejercicio,

El estado de derecho de derecho aparece como el servidor, rigurosamente


controlado , de la sociedad queda sometido a un sistema cerrado de normas
jurídicas o sencillamente, identificado con ese sistema de normas así que
convierte en solo norma o procedimiento , en realidad el estado de derecho pese
a toda la jurídica y normatividad, sigue siendo un estado y contiene siempre otro
elemento específicamente político a mas elemento especifico del estado de
derecho, es por ello que necesariamente al hablar sobre la temática de la

obligación de cumplir las leyes nos remitimos a realizar algunas consideración de

carácter histórico sobre el origen y la supremacía de las leyes y por lo tanto a la

del derecho de gobernar que estas definen, Platón en las leyes afirmo que se

presentaba como ideal el gobierno de las leyes, como forma opuesta al gobierno

de los hombres, de sus arbitrariedades y abusos dichas leyes no serían otras que

las dictadas por la razón. Aristóteles, en su obra política, hablo de las leyes

como principios provenientes de raciocinio humano y lo relaciona con las distintas

formas de gobierno definidas según los distintos tipos de constitución posibles, por

su parte, los filósofos llamados estoicos propusieron explícitamente que las leyes

no tenían otro antecedente que un acuerdo contractual entre los hombres que

luego las obedecerían; mientras, los llamados sofistas habían propuesto en su

momento que todo verdad política, incluidas desde luego las leyes surgía de una

retórica cuyo objetivo último era conseguir el consentimiento de los ciudadanos.

Pese a sus diferencias, todos ellos coincidieron en sostener el dominio de la ley

frente al ideal despótico, es decir, la supremacía del gobierno de las leyes sobre el

gobierno de los hombres. Según el pensamiento cristiano escolástico que

predomino durante la edad media, toda ley natural o humana, era expresión de la

voluntad de dios y de existir en el mundo algún tipo de orden, este habría de

provenir no de los hombres, sino de dios,

La fuerza de esta concepción del poder y del derecho a gobernar ha sido una de

las más poderosas de la historia. La crisis de esta concepción de la ley como la

de muchas otras ideas medievales, habría de venir con el renacimiento (siglo

XVI). Basta recordar que fue Maquiavelo, en el principe quien hizo una severa

critica a la ¡dea de que el soberano último en cuestiones políticas es dios, la

descripción que realiza de las relaciones de poder como resultado de las virtudes

no morales, sino prácticas y estrategias de los hombres reales preparo el camino

para pensar que las leyes derivaban de la voluntad de los hombres y no de la dios,

Maquiavelo, la política, abrió las puertas a la modernidad política obligada a

buscar nuevos fundamentos para el poder político y sus leyes.


si un estado solo puede ser la unión de hombres libres bajo normas jurídicas,
estamos ya ante el elemento esencial del estado de derecho: la juridizacion de la
política, cuando la política es regida por normas jurídicas generales y abstractas,
tenemos como consecuencia la protección de los derechos individuales por medio
de un poder político coactivo y la actuación del gobierno limitada por los derechos
ciudadanos la figura máxima que garantía esos derechos es la constitución,
concebida como ley fundamental cuyos principios velan por la libertad de los
ciudadanos. Así entonces ningún sistema legal que carezca de los requisitos
mínimos exigidos por los pensadores liberales que hemos revisado podría ser
genuino estado de derecho. La expresión "Estado de Derecho’ no es admitida
por Kelsen, para quien existe identidad del orden estatal y del orden jurídico, asi
todo estado tienen que ser estado de derecho en sentido formal, puesto que todo
estado tiene que constituir un orden coactivo y todo orden coactivo tiene que ser
orden jurídico, de lo anterior podemos señalar que el estado es un tipo de estado
considerado como un concepto de teoría política, jurídica y moral que defiende la
premisa de que la autoridad del gobierno solo puede ser llevada a cabo siguiendo
leyes escritas las cuales deben haber sido adoptadas mediante un procedimiento
establecido, no cualquier estado ni cualquier derecho conforman un estado de
derecho únicamente aquel estado controlado por el derecho y aquel derecho
legítimo democrático en resumen el estado de derecho es aquel estado en el que
autoridades e individuos se rigen por el derecho, y este incorpora los derechos y
las libertades fundamentales y es aplicado por instituciones imparciales y
accesibles que generan certidumbre.
> DERECHOS HUMANOS COMO UN ELEMENTO ESENCIAL DEL

ESTADO DE DERECHO

De la anterior definición se logra identificar claramente que se requieren requisitos

para conformar un Estado de derecho. Entre los elementos necesarios podemos

señalar que esta “la división de poderes", como base de la distribución del poder

en diferentes funciones garantiza que el poder del Estado no se concentre en una

sola institución, sino que se distribuya permitiendo mayor eficiencia y los debidos

controles evitando arbitrariedades y abuso del mismo. Ya en la Antigüedad se

consideraba la conveniencia del control y equilibrio del poder a través de la

confrontación y cooperación de varias fuerzas. Cicerón (y antes de él, Polibio)

atribuía el éxito y la Estabilidad de la República romana a la sabia combinación, en

una "constitución Mixta', de elementos monárquicos, aristocráticos y

democráticos Sin embargo, a diferencia de la concepción antigua, donde los

elementos.

De la “constitución mixta’ pueden ligarse a grupos y clases sociales definidas (por

ejemplo, nobles y plebeyos), la visión moderna toma como punto de partida la

diferenciación de funciones y, consecuentemente, de órganos, dentro del aparato

institucional del Estado, que se ha vuelto relativamente autónomo de la sociedad.

“Que el poder detenga al poder" (Montesquieu) sigue siendo el principio de la

separación de poderes, ya sea que ésta asuma un estilo más conformacional

como en el sistema presidencial de los Estados Unidos, o más cooperativo, como

en los regímenes parlamentarios europeos.

Otro elemento es "el Imperio del derecho”, que otorga certidumbre y seguridad

jurídicas, esto es, la posibilidad de calcular las consecuencias de sus actos

respecto de otros particulares o en relación con el poder público. Con este

elemento debemos entender la obediencia a las normas establecidas, ya que las

normas deben ser expresión de la voluntad popular y deben someterse a ella tanto

gobernantes como gobernados, el principio de legalidad: "Todo acto de los


órganos del Estado debe encontrarse fundado y motivado en el derecho en vigor".

Es decir, que todo acto de la autoridad pública debe tener fundamento en una

norma legal vigente y, más allá, dicha norma legal debe encontrar su propio

sustento en una norma superior. El principio de legalidad responde a la

contraposición entre "el gobierno de los hombres’ y “el gobierno de las leyes",

según la cual, en el primer caso, los gobernados se encuentran desprotegidos

frente al arbitrio del gobernante y, en el segundo, los súbditos cuentan con

elementos para conocer los limites y alcances del ejercicio de la autoridad. Esta

dicotomía encierra un juicio de valor: donde impera la legalidad los gobernados

gozan de certeza y seguridad jurídica y disfrutan, en principio, de igualdad frente a

la ley (ideal griego de isonomía); donde la legalidad es un principio ausente, los

gobernantes cuentan con un margen discrecional absoluto para afectar la vida de

sus súbditos. También encontramos a otro elemento que es que existan 'garantías

institucionales de certidumbre, imparcialidad y acceso", que significa que el

aspecto dinámico del derecho (aplicación de normas a casos concretos) es

ejecutado por instituciones imparciales y accesibles (tribunales previamente

establecidos) que generan certidumbre, mediante procedimientos accesibles para

todos (equidad en el acceso a la justicia) y que tienen por objeto garantizar que

todas las penas se encuentran fundadas y motivadas en derecho. Es decir, las

autoridades nada pueden hacer que no esté pre-visto en las leyes; cualquier

posible afectación de los derechos del individuo debe estar debidamente fundada

y justificada por una norma, a la vez que el afectado debe contar con la posibilidad

de defenderse y ser escuchado (garantía de audiencia o principio del debido

proceso legal). Cabe resaltar que esta característica es. sin duda, el corazón de

todo Estado de derecho moderno ya que, en la aplicación de las leyes, se

materializa la relación cotidiana y efectiva del cuerpo normativo con los sujetos

sometidos a su imperio. También como elemento esencial del Estado de derecho

está “El reconocimiento de los derechos y libertades fundamentales de las

personas, asi como el establecimiento de garantías que aseguren su tutela

efectiva". El Estado de derecho alude a un particular diseño institucional que, con

el objeto de proteger y garantizar los derechos fundamentales de las personas,


intenta guiar, controlar y limitar el ejercicio del poder público a través de normas de
carácter general, que conformen un sistema claro y conocido por todos Como
hemos visto la situación de los derechos humanos esta en boga y no es para
menos, ahora este respeto y garantías se dan a través del ordenamiento jurídico
respectivo el cual también contempla los mecanismos o recursos que se pueden
interponer en caso de atropello o violación de alguno de estos derechos. Para los
revolucionarios franceses y americanos la protección de los derechos del hombre
era el fundamento y la finalidad de las instituciones sociales. Se trata de derechos
innatos, anteriores y superiores al Estado, que éste sólo puede reconocer. Sin
embargo, para asegurarlos y como forma de “garantía", estos derechos se
proclaman solemnemente en una declaración “a fin de que los actos del Poder
Legislativo y los del Ejecutivo, pudiendo ser en cada instante comparados con la
finalidad de toda institución política, sean más respetados; a fin de que las
reclamaciones de los ciudadanos, fundadas en adelante en principios simples e
indiscutibles, contribuyan siempre al mantenimiento de la Constitución y a la
felicidad de todos
> ESTADO DE DERECHO Y DEMOCRACIA

El concepto de Estado de derecho nos a una reflexión integral, tanto del terreno de

la política, como de los valores y principios jurídicos, así como primordialmente en

la estructura básica de la sociedad, es decir, en el sistema de instituciones

fundamentales que permiten calificar de democrática a una determinada sociedad.

Y lo cierto es que existen sociedades democráticas y legales donde el reparto de

la riqueza es más limitado que en otras o donde los criterios para establecer penas

podrían ser considerados excesivamente severos; pero no se trata de la distancia

que media entre el autoritarismo y la democracia, sino una distancia dentro del

propio modelo de Estado de derecho. Existen, asi, enormes diferencias entre los

sistemas sociales de los distintos países democráticos, aunque estas diferencias

tengan más que ver con las instituciones de justicia distributiva y los servicios

sociales que con la legitimidad de la ley. Algunos se nos antojan más justos, otros

más restrictivos, pero todos comparten una estructura legal similar que nos

permite clasificarlos dentro del mismo terreno. Por ello, es necesario recalcar que

el Estado de derecho no es equivalente a la justicia social, pero, y esto es

esencial, ningún modelo de justicia social razonable puede ser alcanzado sino a

través de los cauces del Estado de derecho. Del mismo modo, la democracia no

es equivalente a una distribución equitativa de la riqueza; pero sólo mediante los

poderes democráticos es posible distribuir la riqueza social sin graves injusticias ni

derramamiento de sangre. En todo caso, el Estado de derecho propicia un amplio

espacio para la reforma de las instituciones existentes y para la búsqueda de los

proyectos sociales legítimos que se sostienen desde la pluralidad de la vida

colectiva. El Estado de derecho choca con los sistemas totalitarios y autoritarios,

es decir, con los sistemas donde no existe control efectivo sobre el gobierno y los

derechos elementales de los ciudadanos no son respetados. Su principio básico

es que no toda legalidad es deseable, aunque sea efectiva. La historia ha


registrado sistemas legales que no pueden ser considerados genuinos Estados de

derecho. La legalidad establecida por el gobierno nazi (Nationalsozialstischen


Rechsstaat), la legalidad del franquismo (las Leyes Fundamentales del Estado) y

la legalidad de los países comunistas organizados política y jurídicamente a partir


del supuesto de la supremacía del partido revolucionario son ejemplos de

sistemas legales, todos ellos con buen funcionamiento y prolongada aplicación,

que no podrían calificarse como Estados de derecho.

La democracia está conformada, entonces, como un modelo con cuatro

dimensiones, cada una de ellas correspondiente con los cuatro tipos de derechos

fundamentales. Los derechos políticos, los derechos civiles, los derechos de

libertad y los derechos sociales. Los dos primeros tipos de derechos, llamados

derechos secundarios, formales o instrumentales, fundamentan la legitimidad en la

esfera de la política y de la economía, y por lo tanto, la dimensión formal, política y

civil, de la democracia. Los otros dos tipos de derechos (de libertad y sociales)

llamados primarios, sustanciales o finales, marcan lo que está prohibido hacer a la

autonomía política y económica de las personas, fundamentando la legitimidad de

la sustancia de las decisiones y, por lo tanto, la dimensión sustancial de la

democracia. La dimensión política es la base de las otras tres, en ausencia de la

cual no puede hablarse de democracia. Sin embargo, es insuficiente para definir a

la democracia, por lo que se requiere de las cuatro dimensiones de forma conjunta


para poder hablar de democracia constitucional, con base en la cual se sustrae a

todo poder decisional, tanto público como privado, la disponibilidad de los

derechos fundamentales en su conjunto.

El paradigma de la democracia constitucional se impuso luego de la Segunda

Guerra Mundial para evitar que se produjeran en lo sucesivo experiencias del tipo

nazi o fascista. Las consecuencias de este modelo es que los ciudadanos se

convierten en titulares de los derechos fundamentales. Por ello, las personas

adquieren una ubicación sobre-ordenada al conjunto El paradigma de la

democracia constitucional se impuso luego de la Segunda Guerra Mundial para

evitar que se produjeran en lo sucesivo experiencias del tipo nazi o fascista. Las

consecuencias de este modelo es que los ciudadanos se convierten en titulares de


Bibliografía

Alvarado, Arturo y Arzt, Sigrid, El desafío democrático de México: seguridad

Y Estado de derecho, México, El Colegio de México, 2001.

Aristóteles, “La política". Obras, Madrid, Aguilar, 1977.

La teoría de las formas de gobierno en la historia del pensamiento


Político, trad. de José F. Fernández Santillán, México, Fondo de Cultura
Económica, 1987
Terna 105: Estimativa Jurídica y la proyección de los valores en el
mundo de lo jurídico. Los Valores Jurídicos: bien común, justicia
y seguridad jurídica.

Subtema: Estimativa Jurídica.,

Nuestra vida humana consiste en tener que decidir a cada momento sobre ¡o
que vamos a hacer. Aún el no hacer nada que engloba ¡a omisión y el no hacer
es un hacer vital, ya que implica el haber optado por una de ¡as posibilidades
que se ofrecían. La vida es pues una sucesión ininterrumpida de elecciones, de
decisiones, que efectuamos con un margen de libertad, como decía Recanses
Síches "el hombre que no pudiese elegir o preferir, no podría pensar, no
podría hacer nada, en suma no viviría".

Como hacedores de nuestra vida, nuestros actos son libres y no pueden ser
rigurosamente determinados como los de un autómata, que sigue sólo ¡os
movimientos determinados y se dirige sobre los parámetros que la han
establecido, impidiendo el actual como
voluntad propia. Porque la persona no es un
robot, un autómata que se determina por
tendencias, sino que se autodetermina en su
intrínseca libertad bajo el signo de los valores,
aquellos que por su experiencia han sido
adquiridos, pues en su entorno está el devenir
de las situaciones que ha nuestras vidas dejan
una lección.

Esta libertad que impregna a la conducta, solo tiene una manera de


manifestarse: prefiriendo, o sea, valorando. El decidir implica haber realizado
la siguiente operación: elegir, preferir y valorar. Según Recanses Siches los
valores son pues, estructuras esenciales de la vida humana. Porque cuando se
posee una buena base en la cual se desarrollan los valores que poseemos,
demostramos la madurez adquirida para elegir correcta y prudentemente ante
toda situación, se realiza un buen análisis para dicha decisión, porque los
impulsos repentinos no podrían terminar en el resultado que esperamos y que
nos pueden generar desbalance en nuestra seguridad interior.

Este ininterrumpido que hacer implica que las cosas que están en el mundo, no
nos son indiferentes, pues al elegir, al preferir adoptamos frente a ella una
posición negativa o positiva, a tenor de la cual se nos aparecen como buenos o
malos, justos o injustos, útiles o perjudiciales los actos realizados y a realizar.
En síntesis, nos pasamos la vida en una atmósfera de valoraciones que nos
presentan como valiosos a los objetos (bienes).

Ei sentido de un objeto cultural depende de que sea vivido y representado por


algún sujeto en un peculiar acto de vivencia llamado valoración. Los valores
son cualidades o esencias objetivas que se encuentran en los objetos de la
realidad cultural. Ejemplo: santidad, bondad, justicia, belleza, utilidad,
elegancia, bienestar, etc.

Es además una noción de relación; el valor resulta de una relación de un


objeto con un sujeto. Porque están conectados entre sí, con el hecho de que el
sujeto al adquirir un valor por la experiencia o situación vivida, lo convierte en
parte de él, quedando en su camino diario el ponerlo en práctica para la
satisfacción personal y de quienes forman parte de nuestro alrededor. El valor
es concebible como valor por un sujeto apremiante "ios valores no valen
porque los estimemos, sino que los estimamos porque valen".

Caracteres:

a) No son independientes, pues siempre se hallan encarnados en objetos


culturales.
b) Son objetivos, porque existen con independencia de nuestra particular
subjetividad ya que el sujeto individual es la medida de los valores. Ellos
valen para cualquier sujeto.
c) Bipolares: cualquier valor puede aparecer con signo positivo o negativo
(disvalor) Así a lo bueno se contrapone lo malo, bello- feo, justo -
injusto, orden - desorden, etc.
d) Algunos autores admiten que los valores presentan una relación de
rango o jerarquía en una tabla de valores, según la concepción del
mundo que tenga el investigador. Afta Lión dice, que todo valor es
relativo a la existencia, y es por lo tanto la aprehensión de nuestras
posibilidades preferidas. Lo valioso en un determinado sistema, puede
ser un disvaior en una situación diferente ya que lo valioso es relativo a
la situación humana.

La estimativa Jurídica o Axiología o deontología es la rama de la filosofía


jurídica que tiene por objeto desentrañar y analizar en detalle los valores
jurídicos, y la valoración jurídica constituye un inexplicable ingrediente de la
conducta social, esa conducta que determinará nuestra conciencia social.
Subtema: La proyección de los valores en ei mondo de lo jurídico»

La proyección de ios valores en el mundo de lo jurídico se trata de saber cuál


deba ser el supremo principio ideal orientador de! Derecho (y, por
consiguiente, el supremo fin del Estado). Se trata de saber, en suma, si el
Derecho, ni más ni menos que todas las demás tareas y cosas que el hombre
hace y desarrolla en su vida, tiene tan solo sentido y justificación en la medida
en que representa un medio para cumplir los valores que pueden realizarse en
la persona individua! que es la única genuina que existe.

O si, por ei contrario, ei Derecho (y el Estado) sería un fin en sí,


independientemente de ios hombres reales individuales de carne y hueso (y
con alma propia y exclusiva cada uno), los cuales funcionarían tan solo como
meros medios o instrumentos para ¡a realización de ese fin transpersonal, que
encarnaría en ei Estado. O dicho con otras palabras, se trata de saber: si ei
Derecho y el Estado son para el hombre, o si, por el contrario el hombre es
para el Derecho y el Estado. Se trata de decidir entre esas dos posturas
antitéticas e inconciliables, que acabo de esbozar, y que han sido llamadas
respectivamente personalismo y transpersonalismo.

Y esta cuestión se inserta en otra de mayor volumen y alcance: la de la


valoración de ia cultura y de ia sociedad en relación con el hombre, (se
entiende, con el único hombre que conocemos, que es el hombre individual).
Según el personalismo, (que yo preferirla denominar humanismo), la cultura y
la colectividad deben converger hacia ei hombre y tomarle como substrato,
pues solo ass tienen sentido y estarán justificadas: deben convertirse en
condiciones o en medios para elevar al
hombre a ios valores.

Según el transpersonalismo o
totalismo, por ei contrario, el hombre
sería un mero instrumento para que se
produjesen obras de cultura con
substrato objetivo -ciencia, arte,
técnica, etc.- o para el engrandecimiento y poder de la colectividad; el hombre
quedarla degradado a pura masa o pasta ai servicio de unas supuestas
funciones objetivas a realizar en el poder, en la gloria estatal, en la raza, en la
cultura, es decir en magnitudes transpersonales.

En definitiva, éste es el tema sobre el rango o jerarquía de los valores que el


hombre debe realizar en su vida. Trátase de averiguar cuál sea para la vida
humana la jerarquía entre ios diversos valores, en relación con los substratos
en que encarnan. Esto es, tratase de saber si en la vida humana ios valores
supremos son aquellos que sólo en la persona espiritual pueden encarnar, de
suerte que a ellos se subordinen todos los demás; o si, por el contrario, son
superiores en rango los valores que plasman en las obras objetivadas de la
actividad humana, de suerte que los valores que sólo anidan en la persona
ética individual estarían subordinados a aquellos, como medios o instrumentos.

Si se entiende que el auténtico substrato de los valores es el hombre, que la


cultura se basa en él y es para él, entonces los valores realizados en el
individuo, en tanto que tal, serán los supremos; y todos los demás valores, en
cuanto a su realización, quedarán al servicio del individuo, por ser éste la sede
en que pueden encarnar los de rango supremo. Y de esta suerte, las obras
todas de la cultura (Ciencia y Arte, Derecho y Estado, Patria y Sociedad,
Técnica y Economía, etc.) representarán bienes inferiores en rango a aquellos
que plasman en la conciencia individual, y tendrán Sentido tan solo como
medios o instrumentos puestos ai servicio del hombre.

Según el personalismo o humanismo, el Estado (y por consiguiente el Derecho)


-lo mismo que la ciencia, la técnica, el arte, etc.- tendrá sentido como un
medio puesto ai servicio de la personalidad humana (de ias personalidades
humanas individuales, que son las únicas auténticas), como un instrumento
para la realización de los fines de ésta, como un alimento para el espíritu de
los hombres (individuales), para que en él puedan encarnar los valores que le
están destinados. Lo cual podría expresarse, parafraseando unas palabras
bíblicas relativas al sábado: «el Estado por causa del hombre fue hecho» y no
viceversa.

No es que la tesis personalista niegue que, en la cultura, en el Derecho y la


colectividad, encarnen valores muy importantes; sino que lo que sostiene
sencillamente es que esos valores que plasman en la cultura y en el Estado,
aun siendo de mucha elevación, son inferiores a los valores que se realizan en
la conciencia individual.

Por el contrario, el transpersonalismo afirma que en el hombre encarna valores


tan solo en cuanto es parte del Estado o vehículo de los productos objetivados
de la cultura; es decir, que el hombre individual, en tanto que tal, carece de
una dignidad propia, y que tan solo viene en cuestión valorativamente cuando
sirva de modo efectivo a unos fines transpersonales del Estado (gloría, poder,
conquista, etc.) o de las obras objetivadas de la cultura.
Subtema: Valores Jurídicos

Bien Común

"Es una de las finalidades a las cuales tiende el Derecho". El hombre con su
actividad normal, trata de realizar su propia superación; pero dado que vive en
común con otros hombres, para lograr sus
fines individuales necesita adecuarlos a la
estructura de la colectividad. El hombre no
puede actuar sin tomar en cuenta los
factores de tipo colectivo que determinan el
campo lícito de la acción personal.

Con respecto al Derecho, tiene como objeto


regular la actividad individual y permitir la
vida en sociedad, la cual busca un fin que es un fin común de todos los
integrantes del grupo social. Así, de una mira de colectividad realizan sus
normas en busca de un bien común. No es de menor importancia decir que no
se puede concebir norma alguna integrante del sistema jurídico que tenga
como objeto el alcance de un fin individual.

Justicia

La justicia es ¡a creación de igualaciones de libertad, o sea, que para dar a


cada uno lo suyo y hacer justicia, hay que darle aquello que le falta a alguien
para crear la igualdad frente a quien si lo tiene. Darle más ai que menos tiene
para ponerlo en una situación de igualdad y es creación porque es tarea
constante, puesto que lo que hoy se iguala, al momento siguiente Puede
desnivelarse en la balanza, surgiendo así ia injusticia.

Es el valor más importante para


establecer normas. Los valores
jurídicos tratan de materializar el
cumplimiento de la justicia,
dependiendo de la posición filosófica
que se adopte. Es decir, para un
positivista -quien cree que la justicia
reside en la letra de la ley-, el valor
justicia se cumplirá toda vez que la
letra de la ley sea respetada; mientras que para un iusnaturalista -quien cree
que por encima del Derecho escrito existe el Derecho natural-, el valor justicia
se concretará cuando en el supuesto puntual se respeten aquellos valores
superiores.

Según algunos autores: la justicia, es la virtud cardinal de retribuir a cada uno


lo que por derecho le corresponde y que tiene carácter abstracto debido a que
es un ente ¡deai que causa satisfacción cuando creemos que la misma se ha
cumplido y nos causa molestia cuando creemos lo contrario. En otras palabras,
es una regla de armonía, de igualdad proporcional, distributiva entre lo que se
da y lo que se recibe en ¡as relaciones interhumanas y entre individuos. El
problema no está en la ¡dea de justicia, sino en los criterios de medidas, las
pautas de valoración de las realidades que deben ser igualadas. Importa saber
cuál es el criterio para establecer la verdadera equivalencia.

Seguridad Jurídica

Es un criterio que se relaciona con el aspecto racional, étnico, técnico, positivo


y sociológico del Derecho. En efecto, no solo debe aspirar el Derecho a realizar
valores de la naturaleza de la justicia y del bien común, entre otros, sino que a
través de la realización de estos mismos valores debe imponer en la sociedad
condiciones tales que permitan a la persona desarrollar normalmente sus
actividades, en la convicción de que si estas son licitas serán respetadas.

La existencia de este valor, es la garantía dada al individuo de que su persona,


sus bienes y sus derechos no serán objetos de ataques violentos, o que, si
estos llegan a producirse, le serán aseguradas por la sociedad, protección y
reparación. La seguridad jurídica consiste en la realización plena del orden
jurídico positivo apropiado para la estructura de la comunidad que rige.

Éste es un valor al cual aspira el Derecho, pero que no depende solo de la


perfección de las normas positivas, sino también de la existencia de
organismos idóneos encargados de su aplicación. La ignorancia del Derecho no
excusa de su incumplimiento, principio que está a la cabeza de todos ios
ordenamientos jurídicos del mundo civilizado. La seguridad exige también el
reconocimiento, por parte de ios ordenamientos jurídicos, de la fuerza de la
cosa juzgada. También es un principio derivado de la exigencia de la seguridad
jurídica el de la i rret reactividad de ¡as leyes.
E “O rafia

:; ■ - i, .:, on .. k oí ■ I ■ ■ ií■ l den s 1 1 "■ . ' ■ ■ • ■!' 1 ■


ridíca.com

.■ ■ . vywv . va it j vil tu < : ■ urr ■ . « ..... '


■ ..... • . I ■ ■ dere . ■ hti... . . . :i
11 df~aa. 7- üüz 185re6ü6 1. J. 7.html

/valores-juridícos.htmi
Fundamentación de los derechos humanos:

Se entiende aquí por fundamento de los Derechos Humanos la realidad o realidades, de


carácter social o intersubjetivo, que proporcionan a los Derechos Humanos la consistencia
necesaria para que puedan ser reconocidos, respetados y promovidos en su conjunto, de
forma indivisible e interdependiente, y puedan proyectarse hacia un desarrollo siempre
abierto y perfectible. Esa realidad no es otra que el valor social fundamental de la dignidad
de la persona humana.

CARACTERES

El fundamento de los Derechos Humanos tiene las siguientes características:

a) Es un fundamento estable o permanente. El fundamento de los Derechos Humanos


es el centro de gravedad o referencia que da sentido de unidad y permanencia a los
mismos.
b) Tiene carácter histórico, de tal manera que va tomando significado y sentido según
las distintas épocas o culturas que lo materializan. Puede decirse que, por tanto que
formalmente es estable, pero materialmente variable. O dicho de otra manera un
fundamento de estructura estable, pero de contenido variable.
c) Existe, en consecuencia, un concepto formal, universalmente aceptado, acerca del
fundamento de los derechos, que es la dignidad de la persona humana, pero su
significado y contenido varía de unas culturas a otras y de una épocas a otras.
d) Es un concepto que se va enriqueciendo históricamente. Es decir, las conquistas y
logros para la dignidad de la persona humana se convierten en cada época en el
mínimo imprescindible para épocas futuras. Por tanto es un concepto que se va
ensanchando y llenando de contenido a lo largo de la historia.
e) Determina en una doble dirección, la base, el sustento y el engarce tanto de los
Derechos Humanos, como de sus correlativos deberes básicos, y a su vez de los
derechos fundamentales y de sus correlativos deberes jurídicos fundamentales.
f) El fundamento de los Derechos Humanos tiene naturaleza valorativa: es un valor
social fundamental que está en estrecha relación con un doble plano de lo social:
con las necesidades básicas, que constituyen el objeto de los Derechos Humanos,
y con los demás valores sociales fundamentales: justicia, igualdad, paz, vida,
seguridad y felicidad

CLASIFICACION

Puesto que como ya se ha visto con anterioridad los Derechos Humanos son una realidad
compleja de naturaleza ético- jurídica y política, según el ámbito al que se refiere la
fundamentación de los Derechos Humanos puede hablarse de diversos tipos o clases de
fundamentación:

1 FUNDAMENTACION ETICO-JURIDICA O IUSFILOSOFICA, cuyo estudio corresponde


a la filosofía del Derecho.

2. FUNDAMENTACION JURIDICO-POSITIVA, cuyo estudio corresponde a la ciencia


jurídica.

3. FUNDAMENTACION JURIDICO-POLITICA, cuyo estudio corresponde a la Filosofía


Política.
4. FUNDAMENTACION ETICO-RELIGIOSA, cuyo estudio corresponde a las diversas
religiones. En el pensamiento cristiano corresponde su estudio a la Teología Moral.

1. FUNDAMENTACION ETICO-JURIDICA OIUSFILOSOFICA

Dentro de la fundamentación ético-jurídica o iusfilosófica de los Derechos Humanos puede


establecerse una doble vía, que determina dos líneas de respuesta completamente
opuestas y que, por así decirlo, atraviesan o recorren toda la historia del pensamiento
filosófico-jurídico. Esa doble vía corresponde a dos grandes corrientes de pensamiento:

• La corriente iusnaturalista

La corriente iusnaturalista encierra en su seno la existencia de una gran cantidad de


escuelas: tomista, escuela del derecho natural racionalista, neotomismo, marxismo
humanista etc...

Esa corriente tiene carácter metafísico y afirma fundamentalmente la naturaleza jurídica de


los Derechos Humanos.

Para esta corriente de pensamiento el fundamento del derecho positivo y


consiguientemente, de los derechos fundamentales se encuentra en los Derechos
Humanos en cuanto que derechos que corresponden, "per se", a la naturaleza humana. De
ahí que ese fundamento se encuentre en lo peculiar de la naturaleza humana respecto de
los demás seres: su especial dignidad. Pero, dado que por dignidad se entiende la condición
por la que se merece algo. Para evitar caer en una definición circular, el iusnaturalismo
afirma que aquello por lo que el hombre se hace merecedor de todos estos derechos es
libertad, que supone racionalidad, posibilidad de autodominio, comunicación, amor y
solidaridad.

• La corriente iuspositivista

Para esta corriente de pensamiento el fundamento jurídico de los derechos fundamentales


se encuentra exclusivamente en las mismas normas de derecho positivo que los reconocen.

Dentro de la fundamentación iusnaturalista, puede hablarse de un doble fundamento:

A. Un fundamento último mediato o indirecto

El fundamento último de los Derechos Humanos está en la dignidad de la persona humana.


Para el iusnaturalismo medieval, el carácter personal era lo que hacía que el hombre fuese
imagen y semejanza de Dios. Para el iusnaturalismo moderno, este carácter se da (como
dato objetivo, real, como hecho social) en la existencia misma del hombre como ser
racional, con posibilidad de realizarse igualitaria, libre y solidariamente junto a los demás
seres humanos. Por tanto, ser persona no es sólo disponer de sí mismo, sino disponer de
sí mismo junto a otros, que también tienen el derecho y el deber de disponer de sí.

La dignidad humana tiene una doble perspectiva.

Una perspectiva negativa: la persona no puede ser objeto de ofensas y


humillaciones, o
- Una perspectiva positiva: la afirmación de la dignidad humana significa el pleno
desarrollo de la personalidad y la sociabilidad.
El pleno desarrollo de la sociabilidad implica la participación consciente, crítica y
responsable, en la toma de decisiones de los diferentes colectivos o comunidades de los
que el sujeto forma parte naturalmente familia, pueblo o por libre elección sindicato, partido
político, etc.

Un autor clave, fundamental, del que arranca directamente la concepción actual del
concepto de dignidad humana, es Kant.

En las normas de Derecho internacional reguladoras de Derechos Humanos es frecuente


la referencia a la dignidad de la persona humana:

En otras ocasiones, sin embargo, la dignidad aparece correctamente reconocida como


fundamento de los Derechos Humanos. Esto tiene lugar en multitud de normas, tanto
internacionales como nacionales. Entre ellas pueden señalarse los siguientes: El
Preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos afirma -en el primer
Considerando que:

La libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la


dignidad...

El quinto Considerando del Preámbulo afirma que: los pueblos de las Naciones Unidas han
reafirmado en la Carta su fe en la dignidad y el valor de la persona.

El artículo primero de la Declaración Universal proclama que:

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad.

La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre afirma, en el


Considerando 1o, que: los pueblos americanos han dignificado la persona humana...

El Considerando 2o de la Declaración Americana dice que: los Estados americanos han


reconocido que los derechos esenciales del hombre no nacen del hecho de ser nacional de
un determinado Estado, sino que tienen como fundamento los atributos de la persona
humana, El 2o Considerando de la Declaración sobre la protección de todas las personas
contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, aprobada por la
Asamblea general de las Naciones Unidas, en sesión de 9 de Diciembre de 1975 se afirma
explícitamente que los Derechos Humanos: emanan de la dignidad inherente de la persona
humana.

Por otra parte esos valores -justicia, vida, libertad, igualdad, seguridad, solidaridad- están
indisolublemente unidos por su raíz y fundamento: el valor de la dignidad de la persona
humana. De ahí que la legitimidad y fundamento de un concreto derecho humano.

B. Un fundamento próximo, inmediato o directo de los Derechos Humanos:

El fundamento próximo, inmediato o directo de los Derechos Humanos está en el valor


seguridad, y por tanto, en la necesidad de garantizar, para poder respetar la dignidad de la
persona humana y los valores que de ella derivan, los concretos Derechos Humanos en
cuanto que concretas dimensiones de los valores justicia, vida, libertad, igualdad y
solidaridad.

Como señala Pérez Luño "Las principales condiciones que se concitan en el concepto de
seguridad jurídica. Podrían englobarse en dos exigencias básicas:

a) Corrección estructural, en cuanto a la garantía de disposición y formulación regular de


las normas e instituciones integradoras de un sistema jurídico, b) Corrección funcional, que
comporta la garantía de! cumplimiento del Derecho por todos sus destinatarios y regularidad
de actuación de los órganos encargados de su aplicación .Se trata de asegurar la
realización del Derecho mediante la sujeción al bloque de la legalidad por parte de los
poderes públicos (principio de legalidad) y también de los ciudadanos".

Al fundamento inmediato también se refieren las declaraciones internacionales de Derechos


Humanos: Así, aunque llamándole impropiamente derecho, se afirma en el artículo 17 de
la

La dimensión práctica o de garantía del fundamento de los Derechos Humanos se hace


especialmente notoria en la especificación jurídico-política del mismo. La dignidad de la
persona humana aparece como fin esencial de los Estados organizados en forma de Estado
de derecho. Así, por ejemplo, Franz Wieacker define el Estado de Derecho como aquel en
que el Derecho y el procedimiento jurídico están basados en la atención de la dignidad
humana, de la libertad personal y de la igualdad de derechos de los ciudadanos o de los
hombres(14).

Los Estados totalitarios, por el contrario, suponen la negación radical de la dignidad de la


persona humana. Rocco, uno de los teóricos del fascismo, afirmaba: "El individuo no puede,
según la concepción fascista, ser considerado como el fin de la sociedad, es solamente el
medio. Toda la vida de la sociedad consiste en hacer del individuo el instrumento de sus
fines sociales... De donde se extrae esta consecuencia: que para el fascismo, el problema
fundamental no es el de los derechos del individuo o de las clases, sino solamente el
problema del derecho del Estado del cual se hace depender el deber del individuo"(15).

La Doctrina de la Seguridad Nacional, de amplia difusión en América Latina, Africa y Asia,


hacen un mal uso del término "seguridad", pues su modelo político totalitario y fascista se
convierte en la negación misma de este valor y de los ya mencionados. Téngase presente
que el terrorismo de Estado que logran imponer, que incluye la práctica de desapariciones
forzadas, torturas y ejecuciones sumarias de modo sistemático son una negación
simultánea de la solidaridad, la igualdad, la vida y la justicia

FUNDAMENTACION JURIDICO-POSITIVA

La fundamentación jurídico positiva de los Derechos Humanos no puede estar sino en los
valores -y en los principios que derivan de ellos, que las constituciones reconocen, bien de
forma explícita, bien de forma implícita. Los valores constitucionales poseen una triple
dimensión:

a. fundamentadora, en el plano estático, del conjunto de disposiciones e instituciones


constitucionales, así como del ordenamiento jurídico en su conjunto. Por ello, la doctrina
germana los concibe como "valores fundamentales" (Grundwerte) y nuestra Constitución
como "valores superiores”, para acentuar su significación de núcleo básico e informador de
todo el sistema jurídico- político;

b. orientadora, en sentido dinámico, del orden jurídico-político hacia unas metas o fines
predeterminados, que hacen ilegítima cualquier disposición normativa que persiga fines
distintos u obstaculice la consecución de aquellos enunciados en el sistema axiológico
constitucional; c. crítica, en cuanto que su función, como la de cualquier otro valor, reside
en su idoneidad para servir de criterio o parámetro de valoración para justipreciar hechos o
conductas. De forma que es posible un control jurisdiccional de todas las restantes normas
del ordenamiento en lo que puedan entrañar de valor o desvalor, por su conformidad o
infracción a los valores constitucionales.

Aquí el problema de la legitimidad o fundamentación de los Derechos Humanos se


reconvierte en el problema de la legitimidad legal o legalidad de los derechos
fundamentales.

En cuanto que el principio de legalidad es uno de los pilares fundamentales de las garantías
de los Derechos Humanos, nos ocuparemos de ella en el apartado dedicado a las garantías
internas institucionales de los Derechos Humanos. Lo que es importante señalar ahora, en
virtud de lo antes dicho, es la conexión existente entre el fundamento inmediato o próximo
de los Derechos Humanos y el fundamento jurídico-positivo de los mismos.

FUNDAMENTACION JURIDICO-POLITICA

Ya hemos visto antes, cuando hemos visto la fundamentación iusfilosófica de los Derechos
Humanos, que la idea de dignidad de la persona humana, en cuanto que fundamento de
los derechos está en la base de la estructura jurídico política del Estado de derecho. Ahora
bien la cuestión que se plantea desde esta perspectiva es cómo fundamentar esa conexión
existente entre dignidad y Estado de Derecho. La cuestión afecta o hace referencia a lo que
se entiende como el criterio de legitimación, es decir, de fundamentación de la legitimidad
del estado democrático.

En relación a este problema se dan, en el pensamiento actual, dos respuestas


fundamentales: la teoría del consenso y la teoría del disenso:

• La teoría del consenso está representada actualmente sobre todo por J. Rawls y por J.
Habermas, que sigue en cierto modo a Appel.

En España es la tesis seguida por gran parte de la doctrina: Peces-Barba, Eusebio


Fernández, etc.

Los consensualistas contemporáneos pueden encontrar sus antecedentes en los


contractualistas modernos (J. Locke, etc.), aunque con una diferencia fundamental.
Mientras éstos últimos se preocupaban por el problema del origen de un poder legítimo (el
"contrato social”), los consensualistas se preocupan por el mecanismo que garantice no
sólo la legitimidad (que alude al origen) del poder sino también su legalidad (que alude al
ejercicio del mismo). El mecanismo del consenso supone cierta ética de la "acción
comunicativa” (Habermas), según la cual: o Todo sujeto capaz de hablar y actuar puede
participaren la discusión. O Todos pueden: a. cuestionar cualquier información, b. introducir
cualquier afirmación en el discurso, c. manifestar sus posiciones, deseos y necesidades. O
A ningún hablante puede impedírsele el uso de sus derechos.
A partir de este mecanismo Habermas propone un imperativo categórico semejante al de
Kant, porque tiende a criterios universalizables; pero diferente en cuanto al origen.

Es también similar el procedimiento que propone Rawls para establecer los principios de la
justicia, donde todos los hablantes, cubiertos por un "velo de ignorancia" que les impida
saber cuál será su situación social, elige principios de tal modo ecuánimes que le permitirían
beneficiarse aún en el caso en que ocupara la situación social más desfavorable.

FUNDAMENTARON ETICO-RELIGIOSA

Dentro del pensamiento católico podemos tomar como referencia a Schmaus, quien en su
obra 'Teología dogmática" afirma que la dignidad de la persona humana en cuanto
fundamento de los Derechos Humanos proviene de Dios y su destino está en Dios. "Cuanto
más realiza sus posibilidades en dirección a Dios dice Schmaus tanto más rico de ser y
real es. Esta autorrealización alcanza su coronación en la plenitud junto a Dios. En El
llegamos a nuestra verdadera mismidad. Y con esa misma base teológica afirma
Steinbüchel, en un plano estrictamente humano, que lo que caracteriza esencialmente al
ser personal es la "auto posesión" de su ser y de sus actos, la intimidad siempre viva de su
mundo propio, la autodeterminación y autoconfiguración de un ser insustituible, irrepetible,
cerrado en sí y capaz de disponer de sí mismo".

Esta misma configuración del fundamento de los Derechos Humanos es la que defienden
teólogos como Hans King (20) y Karl Rahner. Este último autor afirma: "es la dignidad de la
persona humana que puede entenderse como una determinada categoría de un ser que
reclama ante sí y ante otros, estima, custodia y realización".

Papel en el Orden Mundial de los Derechos Humanos:

Antecedentes en derechos humanos Antes de que la Organización atendiera el asunto de


los Derechos Humanos, este se consideraba un asunto exclusivamente interno de los
Estados. La ONU ha fijado su atención en el tema desde su fundación, ya que en la “Carta
de las Naciones Unidas” se resuelve en “reafirmar la fe en los derechos fundamentales del
hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de
hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas”, además de buscar como uno
de sus propósitos el de lograr “el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos
y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo,
idioma o religión”. Asimismo, no sólo se han establecido códigos de derechos humanos,
sino que también se han establecido mecanismos para su promoción y protección - tales
como los relatores especiales - así como de asistencia para que los gobiernos asuman sus
responsabilidades. Desde que se adoptó la “Declaración Universal de Derechos Humanos”,
este tema ha sido objeto de atención o apoyo mundiales sin precedentes, enfocándose en
grupos vulnerables tales como niños, mujeres, trabajadores migrantes, minorías, indígenas,
discapacitados y otros, y además de enfocarse en temas tales como el racismo y la
administración de justicia. Con el fin de examinar cuestiones relativas a los derechos
humanos, elaborar y codificar normas internacionales y hacer recomendaciones a los
gobiernos fue establecida la Comisión de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
en 1946. Asimismo, con el fin de fortalecer el mecanismo de los derechos humanos en el
seno de las Naciones Unidas se establece en 1993 el puesto de Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos y en 1998 se adopta el “Estatuto de Roma
de la Corte Penal internacional”, el cual establece la Corte con sede en la Haya.
Actualmente, como parte de los esfuerzos de reforma del Secretario General, los derechos
humanos se han convertido en el tema central que unifica la labor de la organización en las
esferas vitales de la paz y la seguridad el desarrollo y la asistencia humanitaria. La labor de
la ONU en la esfera de los derechos humanos La ONU se centra en asegurar el pleno
respeto de la dignidad humana de los “pueblos” de las Naciones Unidas, por lo que trabaja
en varios frentes: Como conciencia mundial, estableciendo normas mínimas de
comportamiento de las naciones. Como legislador, codificando los derechos humanos e
integrándolos al Derecho internacional. Como centro de control, recibiendo y canalizando
un promedio de 100,000 denuncias anuales de violaciones a los derechos humanos. Como
estudioso de la situación de los derechos humanos en los diversos países para establecer
futuras políticas prácticas e instituciones que apoyen su fortalecimiento. Como foro de
apelaciones, donde los particulares pueden presentar denuncias contra los estados una vez
que hayan agotado todos los recursos jurídicos internos. Como investigador, estableciendo
mecanismos tales como los relatores representantes especiales, y los grupos de trabajo,
quienes se encargan de vigilar la frecuencia de determinados tipos de abusos o violaciones
en países e informar sobre ellos. El sistema de las naciones unidas y los derechos humanos
Los derechos humanos son el tema central que unifica la labor de la organización en las
esferas vítales de la paz y seguridad, el desarrollo y la asistencia humanitaria. Por lo tanto,
diversas agencias y oficinas de las Naciones Unidas trabajan dentro de sus áreas
específicas e incluso en conjunto, a favor de los derechos humanos. Como ejemplo
podemos poner: Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (UNICEF). En esta oficina
se encarga especialmente de proteger y promover los derechos de los niños de todo el
mundo.
Corte de Constitucionalidad

Derecho
Constitucional
Guatemalteco
José Arturo Sierra González
PRESIDENTE

Guatemala, 2000
* JBeredjo Constitucional ^uatenialteco-------------------------------------------------------------

El precepto Constitucional y el razonamiento del alto Tribunal


Constitucional, determinan certeramente que los funcionarios públicos
como depositarios de la autoridad o cuota de poder, deben ajustar sus
actos a la ley, entendida esta en su acepción material de toda disposición
de carácter general y obligatorio, con lo que se abarca desde preceptos
constitucionales, leyes ordinarias y reglamentos o disposiciones
generales. Si no lo hace así debe responder de las consecuencias de
sus actos, dando lugar a responsabilidades civiles por los daños y
perjuicios conocidos, de lo cual son solidariamente responsables con el
Estado. Esto sin perjuicio de las responsabilidades penales respectivas,
en caso su actuar encuadre en tipos delictivos.

También es relevante el aspecto relativo a que la competencia


pública o el ejercicio del poder limitado, no es delegable, a excepción
de los casos expresamente previstos en la ley.

La responsabilidad civil de los funcionarios públicos prescribe


en el término de veinte años, y la responsabilidad penal se extingue
por el transcurso del doble tiempo señalado por la ley para la
prescripción de la pena.

78
Corte de Constitucionalidad

La Interpretación Constitucional

I. La Hermenéutica jurídica

EsTa^dísciplina" científica que^tiene"por objeto el estudio y


sistematización de los principios y métodos interpretativos.

La interpretación es aplicación de la hermenéutica. La


hermenéutica es la teoría científica del arte de interpretar, descubriendo
y determinando los principios que deben guiar la interpretación. Sin
embargo, suele usarse los vocablos hermenéutica e interpretación como
sinónimos, a pesar de su diferencia.

Se estima a la interpretación como la actividad cognoscitiva


enderezada a inquirir y determinar el significado, el alcance y el valor
de determinados actos o comportamientos. Específicamente, la
interpretación jurídica, no debe tener por finalidad investigar cuál fue
la intención del legislador, sino determinar el significado y alcance
actual de la norma, de acuerdo con su posición e interrelación dentro
del sistema general.

García Belsunde afirma que "Interpretar una norma jurídica


significa establecer su verdadero sentido y alcance. Para las
concepciones racionalistas de los siglos XVII y XVIII, con las que
culmina la valoración de la ley como expresión suprema del derecho,
el problema de la interpretación de la lev es considerado como
inexistente y superfino. Se consideraba que códigos claros y precisos
habrían de suministrar la solución de todas las controversias humanas,
reduciéndose la función de los jueces a una misión mecánica y
automática. Este culto del texto de la ley, este ilusionismo de su

79
fitredio íonstitutionni ^iiatcnwílcto-------------------------------------------------- — -
perfección, se ha desvanecido hoy por fuerza de los hechos y frente a
’a norma de la ley, se presenta en ocasión de su aplicación la compleja
tarea de interpretarla, para determinar ia comprensión y extensión de
los conceptos de su letra, en función del fin que la inspiró y de las
ciicunstancias del tiempo y el lugar en que debe aplicarse, así como
para regular aquellos supuestos que no aparecen comprendidos en la
norma".20

En la interpretación jurídica se han producido dos


planteamientos antagónicos; la^escncla de la Exégesis y Ja escuela del
Derecho Libre o deja Libre Investigación del Derecho.

La primera sostuvojun culto aljexto de la ley como primera


actitud, y si excepcional mente el texto resultare insuficiente, investigar
la intención del legislador. Es decir que, a juicio de tal escuela, el
intérprete puede encontrarse ante tres direcciones:

a) existencia de una ley expresa y clara, en cuyo caso debe


aplicarse tai como reza el texto prescindiendo de te la
investigación; 4

b) existencia de ley, pero con texto oscuro o dudoso, en cuyo


caso debe acudirse a la interpretación gramatical y lógica
para determinar la intención del legislador al momento de
emitir la ley;

c) no existencia de ley expresa, situación en la que debe


recurrirsc a leyes análogas y los principios generales del
derecho.

La escueb deJ^erecho^Lilare^ por su parte, sostuvo que la


inlerpj^^ciÓ4i.jiirííiú^ema urpcrmácto cTec\tiyo^. principahnente porque
los textos jurídicos necesariamente poseen lagunas, ya que los
legisladores por propia limitación humana no pueden prever todos los
casos que en el futuro se puedan dar. De ahí, que tal posicúm
doctrinaria, le reconociera al intérprete y al juez, una amplia

García Bclsundc, Horacio. Teínas de Derecho Tributario. Buenos Aires. 19 ’.2. Pag. J 34.

80
--------------------------------------------------------------------- Corte de Constitücionalid&d

discrecionalidad de decisión en la solución de casos concretos no


contemplados en la norma expresamente.

2. Interpretación jurídica

Las reglas jurídicas son emitidas para ser aplicadas socialmente.


Son reglas reguladoras de conductas humanas exteriorizadas en la vida
de relación de las personas, que, generalmente, imponen obligaciones,
otorgan derechos o permiten conductas. La misma dinámica social
exige la aplicación de las normas jurídicas aceptadas, su ponderación
y su estudio.

Cualquier norma para ser aplicada a casos concretos, para ser


comentada o estudiada, debe ser previamente interpretada. Aún
cuando se esté en presencia de una norma cuyo sentido es claro o que
surge fácilmente del tenor de sus palabras, es necesaria esa operación
intelectual tendiente a explicitar qué quiere enunciar la norma.
Precisamente por esa operación intelectiva es que se asume que el
significado de la regla es claro. De ahí que sea correcta la afirmación
de que la interpretación es una condición sine qua non, inseparable,
imprescindible de la vida del derecho, de la dinámica jurídica. No
puede haber aplicación del derecho positivo, si no media una actividad
de interpretación.

Dada la importancia de la actividad interpretativa en la


opera ti vidad de las reglas jurídicas, es que se ha desarrollado
paulatinamente toda una teoría general de la interpretación jurídica.
El objeto pragmático del derecho se hace viable, se facilita y expedita,
gracias a la interpretación.

La interpretación jurídica, en términos generales, es aquella


actividad intelectual, subjetiva, tendiente a desentrañar o encontrar el
sentido, significado, contenido o mandato de la norma. Es una
operación humana teleológica que tiene un fin específico y claro: saber
o determinar qué se manda, ordena, otorga o permite, y a veces, con
que se castiga. Precisar, en su alcance, extensión y limitaciones, qué
deber se impone, qué derecho se otorga, qué se permite, qué conducta

81
JSeretljo Constitucional ®untenia(tew------------------------------------------------------------
se prohíbe, y en todo caso, la sanción y su medida impuesta; esto último
si se tratase de normas punitivas.

Ignacio Burgoa precisa que "En el terreno del derecho, bien se


sabe que -interpretar- denota una operación intelectual consistente en
determinar el alcance, la extensión, el sentido o el significado de
cualquier norma jurídica, bien sea general, abstracta e impersonal, o
particular, concreta e individualizada".21

Dentro de la temática se ha planteado la interrogante siguiente:


¿debe hablarse de una interpretación jurídica en general válida para
todo tipo de normas o cuerpos jurídicos, o habrá tantas clases de
interpretación como materia objeto de interpretación existan, cada una
con sus peculiaridades bien delimitadas?

Fundamenalmente, podemos apreciar dos posiciones. Una que


propugna una hermenéutica general aplicable a todas las ramas del
ordenamiento jurídico, con lo que se daría unidad a la actividad
interpretativa, sin importar la especializaron de la materia, f

La otra posición le resta importancia a una teoría general de la


interpretación jurídica, no la acepta como omnicomprensiva, y presta
más atención a las peculiaridades, las especificidades o características
propias que presenta cada rama jurídica o materia sobre la que se
acciona la interpretación.

Creemos en la teoría general de la interpretación jurídica como


género, la cual es apta para todo tipo de interpretación del derecho y
diferentes ramas del derecho positivo. Pero también debe reconocerse
que la operación, intelectiva desentrañadora desarrolla características
propias, peculiaridades, de acuerdo a la rama del derecho a la que se le
aplique, lo que de ninguna manera le resta valor a la interpretación
jurídica en general.

Lo que sí es cierto, es que toda rama o sector del derecho


positivo, todo cuerpo normativo específico, forma parte de un todo,
que es el sistema jurídico u ordenamiento jurídico en general. Este

21 Derecho Constitucional Mexicano. Editorial Porrúa, S.A., 1985, pág. 392

82
Corte de Constitucionalidad
denominador común sistemático o la totalidad del sistema jurídico,
inexorablemente está presente en cualquier interpretación jurídica
sectorizada que se haga, y como presididora del sistema, la
Constitución, causa eficiente del sistema.

2.1. Métodos de interpretación jurídica

Prescindiendo de las clasificaciones elaboradas atendiendo al


sujeto que realiza la interpretación, pues, verdaderamente no denota
clases de métodos interpretativos, y las que atienden al resultado
obtenido en la labor hermenéutica que tampoco se refieren a la actividad
desentrañadora de sentido propiamente, nos adherimos a la distinción
como métodos interpretativos del gramatical o literal, el conceptual o
lógico, el sistemático y el histórico o causal-teleológico.

El método gramatical, como su nombre lo indica, consiste en


determinar el sentido de la norma ateniéndose al significado literal de
las palabras utilizadas por el legislador en la conformación de la norma.
De la utilización de este método se han derivado máximas incorporadas
a las legislaciones, acerca de que cuando el tenor literal de una norma
es claro no es válido consultar su espíritu. Se estima útil cuando el
significado de las palabras usadas en una regla jurídica son
suficientemente claras, sin dudas en cuanto otras direcciones
significativas que se pudieran derivar. Sin embargo, puede conducir a
interpretaciones y resultados inexactos, cuando para encontrar el
verdadero mandato de una norma hay que atender aspectos políticos,
sociales, culturales, económicos, financieros o históricos, por la especial
naturaleza de la regla.

También puede no rendir resultados adecuados cuando los


vocablos utilizados por el legislador, se hizo no atendiéndose al
significado literal sino de acuerdo a una dirección puramente técnica o
de especialización científica.

La Ley del Organismo Judicial guatemalteca estipula, en primer


lugar, que las normas se interpretarán conforme a su texto, según el
sentido propio de sus palabras, a su contexto y de acuerdo con las
disposiciones constitucionales. (1er. Párrafo del artículo 10). Es obvio,

83
Sererljo Constitucional ^iintcinattrco------------------------------------------------------------
que como norma general, se asienta la preferencia por atender el
signific: do literal de ¡as palabras de la ley dentro de su texto normativo,
aunque no de manera absoluta, y esto porque, como se asienta, la
interpretación también debe hacerse tomando en cuenta el contexto
dentro del cual están insertas las palabras y las disposiciones
constitucionales. Es decir, no sería válida una interpretación literal que
condujese a un resultado vulnerante de preceptos constitucionales.

El método conceptual o lógico, es una modalidad hermenéutica


que no repara en el tenor literal de los vocablos usados en la ley, sino
que busca cuál es el mandato, hacia dónde se orienta la imperatividad
de la norma, tomando como índice el aspecto conceptual. Interesa
determinar qué conceptos o ideas generales tratan de reflejar las
palabras del texto, para integrar, sobre esa base, el sentido general de
la norma. La justificación de esta modalidad metodológica se ha
sustentado en algo que no pocas veces acontece en la realidad: cuando
el legislador elabora las leyes, no siempre utiliza las palabras en su
verdadera dimensión literal o etimológica. Quiere estampar en ley
determinadas ideas o conceptos, pero lo hace con vocablos equivocados,
sin plena correspondencia entre aspecto conceptual y palabras. La
equivocidad del legislador en la elección gramatical, hace plenamente
legítimo hurgar para ir tras los conceptos que se quisieron reflejar en la
ley.

El método sistemático ha alcanzado relevancia en materia


interpretativa. Parte de la idea que todo conjunto, el cual por estar
integrado por elementos diversos, es un sistema. Cada uno de los
elementos integradores es un subsistema, el cual a su vez, es un sistema
en cuanto también está integrado por otros elementos o subsistemas.

Una norma está interrelacionada con otros preceptos dentro de


un título o capítulo y también con todos los preceptos conformadores
de un texto normativo o una ley. El texto normativo un su conjunto,
constituye un sistema normativo en relación con cada uno de sus
preceptos, pero también todas las leyes de un país, incluyendo el texto
constitucional, integran un sistema normativo nacional. De esa cuenta,
el método consiste en que para encontrar en forma precisa el contenido
de una norma, hav que interrelacionarla con los demás preceptos de la
ley, incluso, con reglas de otros textos normativos hasta constitucionales,

84
Corte de Constitucionalidad
pues todas las reglas jurídicas forman un sistema normativo e
intuí-dependientes entre sí. Es un error apreciar una norma como algo
aislado y no formando parte interactiva de un ordenamiento jurídico,
el cual debe ser armónico como un todo y en relación a cada uno de los
preceptos que lo integran. Tal forma de concebir las disposiciones
jurídico-positivas y su interpretación, facilita evitar los resultados
contradictorios entre dos o más preceptos, conduciendo al intérprete a
significados correctos, de acuerdo a texto y contexto y evidentemente
armonizadores.

El método histórico o causal-teleológico, por su parte, se asienta


en la concepción que todo aquello vinculado con una actividad humana
tiene una causa final. El hombre cuando actúa individual o
colectivamente, siempre persigue objetivos, metas y fines en última
instancia. En otras palabras, todo actuar del hombre tiene una
explicación teleológica porque lleva implícito un por qué y para qué.

Como las leyes son productos culturales, porque son obra de


los hombres en su vida de relación, en sociedad, es claro que son creadas
obedeciendo a varios objetivos y una finalidad última. Todo
ordenamiento jurídico como sistema nacional tiene una causa final, y
cada una de las leyes que lo integran tienen también una finalidad
última. ?

El método al que aludimos, por consiguiente, consiste en que


para interpretar un precepto, como recurso importante, es aconsejable
auxiliarse con la determinación de cuales fueron las circunstancias,
factores o condicionantes de la realidad (históricos, coyunturales,
regionales, sociales, culturales, etc.) que precedieron, influyeron o
fueron determinantes en la emisión de la ley a interpretar, y, en todo
caso, cuál fue la finalidad última perseguida con su promulgación o
para qué fue creada.

Esto es complementario, en buena medida, del método


sistemático, porque para implementarlo, requiere apreciar los preceptos
como un sistema normativo, insertos, a su vez, dentro de un contexto
de cuestiones lácticas, generadas dentro del grupo social.

85
Seredjo Constitucional (Simtemalteto------------------------------------------------------------

La Ley del Organismo Judicial que constituye un conjunto de


normas generales de aplicación, interpretación e integración del
ordenamiento jurídico guatemalteco y que son supletorias de otras
leyes, determina que la interpretación literal debe hacerse conforme al
contexto y de acuerdo a las disposiciones constitucionales, con lo que
hace alusión al método sistemático. Pero además dispone que "el
conjunto de una ley servirá para ilustrar el contenido de cada una de
sus partes, pero los pasajes obscuros de la misma, se podrán aclarar,
atendiendo el orden siguiente: a) a la finalidad y al espíritu de la misma;
b) a la historia fidedigna de su institución; c) al modo que parezca más
conforme a la equidad y a los principios generales del derecho" (artículo
10). Se aprecia en tal texto legal una referencia al uso de la interpretación
sistemática, pero también al uso del método histórico o causal
teleológico, principalmente en las literales a) y b) del precepto
transcrito.

3. Interpretación constitucional

Dentro de la doctrina que se ha ido generando en materia de


interpretación constitucional, se han manifestado algunas posiciones
en cuanto a la precisión conceptual de tal especie de interpretación.

Así, existe una tendencia de los que estiman como importante


el sujeto que efectúa la actividad interpretativa. Bajo esa perspectiva,
la interpretación constitucional sería toda aquella actividad tendiente
a establecer el sentido, extensión, significado o alcance de disposiciones
generales efectuada por el Tribunal Constitucional u órgano afín.

Adoptando tal posición se provoca mucha generalización y


poca precisión de la interpretación constitucional, ya que, la realidad
nos muestra que un Tribunal Constitucional interpreta una serie de
preceptos, disposiciones y realidades de tipo jurídico, pero que no son,
en sentido estricto, constitucionales. La mirada orientadora y
desentrañadora de un tribunal constitucional, trasciende los límites de
las normas con rango constitucional.

86
Corte de Constitucionalidad
Además, quedaría excluida de la interpretación constitucional,
la labor y operación intelectual dirigida a tal fin, realizada por
estudiosos, juristas y otros órganos estatales.

Es más precisa, en cambio, la perspectiva que delimita la


interpretación constitucional desde el punto de vista del objeto sobre
el cual recae. Bajo este sistema, sería tal, toda aquella operación
intelectual tendiente a establecer el significado o sentido, alcance y
extensión de los preceptos que conforman el texto constitucional.
Interpretación constitucional es indagar el contenido de disposiciones
de la Constitución.

Como la preocupación y acción humana de captar el contenido


de preceptos constitucionales, es una labor susceptible de ser realizada
por juristas, entidades y diversos órganos del Estado a efecto de poder
adecuar sus actos a lo ordenado por el texto supremo, el radio de acción
en cuanto a sujetos queda ampliado, produciéndose, en consecuencia,
dos órdenes o especies de resultados interpretativos. Uno emanado
del Tribunal Constitucional con suficiente fuerza vinculante, según la
regulación de cada nación; y otro, que al ser efectuada por quienes
carecen de la facultad jurídica oficial respectiva, el resultado no tiene
fuerza vinculante o de autoridad alguna.

A este enfoque, algunos autores le han adicionado un


aditamento más, integrar dentro de la interpretación constitucional dos
aspectos: a) la interpretación del texto constitucional propiamente dicho,
y b) la interpretación de otros preceptos o disposiciones del
ordenamiento jurídico (infraconstitucionales), pero desde la giTía,
perspectiva o proyección de la Constitución. De esa cuenta es que se
habla de una interpretación de la Constitución y una interpretación
desde la Constitución.

Por nuestra parte opinamos, que si bien es perfectamente válida


la distinción de la interpretación de la Constitución y la hecha desde la
Constitución, la interpretación constitucional en sentido estricto, es la
efectuada hacia preceptos que integran o forman parte de la
Constitución. En cambio, la actividad hermenéutica de preceptos de
la legislación ordinaria desde el prisma constitucional, no es más que
interpretar normas infraconstitucionales dentro de su texto y contexto,

87
Dcrtcljo Constitucional <&uatcninltfco------------------------------------------------------------
y apreciadas formando parte de todo un ordenamiento jurídico
piesidido por la Constitución. Es decir, con el auxilio dei metido
sistemático e histórico.

En el caso de Guatemala, debe contemplarse la existencia de


algunas leyes, que sin formar parte del texto constitucional, si fueron
emitidas por una Asamblea Nacional Constituyente y la propia Carta
Magna les otorga rango constitucional, tal el caso de la Ley de Amparo,
Exhibición Personal y de Constitucionalidad, entre otras. Como
resultado, la interpretación constitucional, como modalidad de la
interpretación jurídica, debe abarcar la efectuada sobre disposiciones
de leyes con rango constitucional.

Diferente asunto es cuando se interpreta una norma ordinaria


comparándola con preceptos constitucionales para determinar su
armonía o contraposición. En este caso, se trata de establecer si existe
o no vulneración al principio de la Supremacía Constitucional, porque
el precepto ordinario rebase, restrinja o tergiverse al constitucional, o
bien, compagine.

En este caso, si la actividad desengañadora la efectuarle!


Tribunal Constitucional, podría optar entre dos direcciones: declarando
la contravención, si existiese, o determinar que no existe confrontación;
pero una segunda opción sería asignarle o determinar un significado a
la regía ordinaria, y armonizarla con el precepto constitucional. Como
en ambos casos, de lo que se trata es hacer prevalecer el principio de
supremacía constitucional mediante un estudio comparativo, aunque
el desentrañamiento de sentido o contenido se haga con relación a
normas ordinarias, cae dentro de la concepción de interpretación
constitucional. Y es que, como correctamente lo afirmo Hesse "No existe
interpretación constitucional desvinculada de los problemas
concretos".22 Por eso es que, siempre que se trata de fijar o captar el
sentido de una norma constitucional, es porque se hace en relación o
vinculación con un problema dado, un caso concreto, un acontecimiento
de la vida real que plantea, además, una duda de significado. Es decir,
que una interpretación, generalmente, va impulsada por la concurrencia
de un asunto en el que es preciso, mediante ella, determinar coherencia

22 Hesse Konrad. Asientos de Derecho Constitucional. Centro de Estudios


Constitucionales, pág. 45.

88
----------------------------------------------------------------- Corte de Constitucionalidad >
o afinidad entre una norma constitucional y otra no constitucional, o
bien, coherencia entre norma constitucional y un comportamiento u
omisión. El intérprete es así, un mediador entre la norma y el caso o
problema.

Cuando se interpreta con la finalidad de determinar coherencia


entre normas constitucionales y no constitucionales, es cuando se
muestra relevante el tema de las denominadas antinomias jurídicas.
Las antinomias jurídicas se le ha llamado a las reales o aparentes
contradicciones de mandato entre dos o más normas positivas. Mientras
una norma impone una obligación, prohíbe o permite una conducta,
otra u otras de igual, superior o inferior jerarquía ordenan lo contrario
o parcialmente contrario.

Como todo ordenamiento jurídico tiene que ser coherente y


armónico, tales contradicciones deben ser resueltas, principalmente
cuando se trata de solventar casos o entuertos concretos. Se conocen
los siguientes criterios de solución:

a) Axiológico: este criterio enuncia que en caso de


contradicción ínter-normas, debe darse preeminencia a
aquella en que se contemplen valores de mayor peso o
jerarquía. La jerarquía de valores cobra más importancia
en estos casos.

Esta modalidad tiene gran apreciación cuando se trata de


conflictos entre normas constitucionales y no
constitucionales, ya que la jerarquía axiológica va
fuertemente ligada a la jerarquía normativa, y, siendo la
Constitución la capitalizadora de los valores
fundamentales de la vida socio-política de la comunidad
organizada, esto hace que tal normativa supere la
prevalencia sobre otras expresiones valorativas contenidas
en otros textos normativos.

b) Jerárquico: este no enuncia el criterio de la jerarquía de


valores expresados en un texto normativo, sino la jerarquía
de las normas jurídicas en sí, haciendo prevalecer la norma
de superior rango sobre la inferior. Este también es acogido

89
Sercdjo Coitótitucíoiml (§unteinn(te(o------------------------------------------------------------
para la solución de incoherencias entre normas
constitucionales e infraconstitucionales, dada la
incorporación dentro del constitucionalismo del principio
de supremacía constitucional.

c) Cronológico: enuncia que la norma emitida con


posterioridad en el tiempo, la más reciente, deja sin efecto
a la anterior. Ordinariamente opera en antinomias entre
normas ordinarias, cuando una de ellas no ha sido
derogada expresamente, y por ende, coexisten
formalmente.

d) De especialidad: destaca la situación de que una norma


especial tiene prevalencia respecto de una norma general.
La situación generalmente se da entre normas especiales
de una ley y normas generales de la misma ley, pero puede
ser entre normas integradas de diferentes leyes.

e) De la liberalidad: expresa que si el conflicto se produce


entre una norma que fortalece, otorga o regula una libertad
y otra que ordena una prohibición, debe optarse por
aquella que consagra una libertad.

En materia constitucional, la interpretación ha ido adquiriendo


paulatinamente una importancia decisiva, a tal punto, que se afirma
que todo asunto constitucional, en última instancia, depende de la
interpretación de la Constitución.

La mejor elaborada puede fracasar como consecuencia de una


errónea, defectuosa o inadecuada interpretación de sus cláusulas,
conduciendo hacia lo que se denomina perversión constitucional.

Enrique Romero indica que: "interpretación constitucional es


lo mismo que interpretar una ley común. Trátase, como es obvio, de
todo un sistema normativo, super ley, cuya fundamentalidad es
característica decisiva y esencial. Aunque escrita como Constitución
jurídica, se endereza a dar satisfacción, en todo tiempo, a la Constitución
real o sustancial. Por eso comporta siempre un verdadero programa
de gobierno; y su elasticidad que, desde luego, no es tonel de las

90
Corte de Constitucionalidad

danaides, la habilita para observar los cambios y las mutaciones que el


futuro pueda deparar en su dinámica histórica. De allí, que ninguna
ley como la Constitución tenga más vocación de porvenir. Por eso, en
materia constitucional es acendrado deber de sus cultores, de quienes
tienen responsabilidad de gobierno y, en especial de los jueces, buscar,
desentrañándolo, el recto sentido de la norma cuya rectitud estará en
función de los valores primigenios que inspiran el sistema político. Será
la única forma de realizar en concreto la justicia; y con ella, el bienestar
de la comunidad. A la postre, el pueblo, que se integra de hombres,
significa el sujeto y el objeto de toda indagación política; pero no el
hombre abstracto que imaginó la burguesía, sino el hombre situado.
El que trabaja, estudia, padece y que también sueña porque forja
esperanzas".23

La interpretación constitucional si bien tiene semejanzas con la


interpretación de leyes, también muestra acusadas diferencias. El
carácter fundamental de las normas constitucionales, su alcance más
amplio, sus términos generales, su redacción sintética, el
condensamiento de principios referidos al porvenir, al orden, a la
libertad, hacen que la temática interpretativa cambie a particularidades
propias, cuando se trata de preceptos constitucionales.

Como también afirma Linares Quintana: "una Constitución


-enseña Weaver- debe ser interpretada como la ley fundamental y debe
prestarse atención al hecho de que afecta a la totalidad del pueblo. Ella *
debe ser interpretada para llevar a cabo los amplios principios generales
de gobierno establecidos expresamente en sus disposiciones. Debe ser
interpretada a la luz de ese propósito, y a la luz de las exigencias y
condiciones que se ha previsto afrontar. Es necesario tener en cuenta
que se trata de una lev fundamental permanente que ha de mantenerse
durante un largo período de tiempo. Debe ser considerada como una
institución que no es estática, sino cambiante y progresiva".24

Debe advertirse, en sí, que en la labor de interpretación


constitucional los jueces no son creadores de derecho, no pueden crear
normas con el mismo valor y jerarquía que los preceptos

21 Romero, Cesar Enrique. Derecho Constitucional. Tomo 1. Buenos Aires: pag. 55.
24 Segundo V., Linares Quintana Tratado de Interpretación Constitucional. Buenos
Aires. Pág. 126.

91
Drretljo (Constitucional Guatemalteco--------------------------------------------------------------
constitucionales o legales. Aceptar lo contrario, sería romper los
principios de supremacía y rigidez constitucional, porque se admitiría
que los jueces podrían modificar con sus fallos la Constitución y las
leyes.

En términos generales, la función de los jueces no es la de ser


creadores de Derecho, confundiendo su ámbito con el Poder Legislativo.
El principio de la juridicidad del Estado impone la necesidad y deber
que los actos del Estado deben reposar en la ley formal, lo cual es
condición básica del Estado Constitucional. Por vía de la interpretación
no puede llegarse a la perversión constitucional, al quebrantamiento
de la Constitución, pues es inadmisible su modificación al margen de
los procedimientos ordinariamente más rigurosos para hacerlo.

Sánchez Viamonte señala: "en derecho público, una


Constitución no es un simple instrumento de gobierno, sino la expresión
primaria, extraordinaria e ilimitada de la soberanía, puesta en ejercicio
especialmente con ese fin. El acto constituyente reviste solemnidad y
trascendencia de actitud definitiva, en principio, de la voluntad
nacional, que se fija a sí misma el marco de su futura actividad... Las
constituciones llamadas rígidas obedecen a la necesidad de un orden
jurídico estable y concreto que, sin entrar en minucias reglamentarias,
organice un sistema y establezca las condiciones primarias, generales
y permanentes sobre las cuales debe asentarse la vida social. Dada su
generalidad y amplitud, los principios constitucionales son, ante todo,
contornos éticos dentro de los cuales debe encauzarse la vida del
derecho, prácticamente deferida de los poderes ordinarios del gobierno,
y especialmente al Legislativo, que dicta la ley reglamentaria, y al
Judicial que la interpreta y aplica".25

4. Sujetos de la interpretación constitucional

En líneas anteriores manifestamos nuestra inclinación por la


posición que visualiza el tema de la interpretación constitucional
privilegiando el objeto sobre que recae: la Constitución; adicionando

25 Sánchez Viamonte, Carlos. Manual de Derecho Constitucional. Buenos Aires, pp


65-66.

92
Corte de Constitucionalidad
que, como el caso de Guatemala donde existen leyes independientes
el texto constitucional, pero con rango constitucional, dentro de la
interpretación a que nos referimos, también queda incluida la efectuada
so re tales leyes de rango constitucional o leyes constitucionales.
Además de estimar correcto el incluir dentro de la interpretación
constitucional, la realizada sobre normas infraconstitucionales, pero en
a án comparativo con la ley suprema para determinar compatibilidades
o incompatibilidades, principalmente si es realizada por el Tribunal
Constitucional.

Bajo tal orden de razonamiento, a nuestro juicio, dentro de lo


que se ha denominado interpretación constitucional, quedaría incluida:

a) La efectuada sobre preceptos que forman parte de la


Constitución o texto constitucional,

b) La efectuada sobre leyes o cuerpos de leyes que no


formando parte de la Constitución, esta les asigna rango
constitucional. Tales leyes presentan las características de
ser emitidas también por el Poder Constituyente; tener
otorgada la calidad de ley constitucional por la propia
Carta Magna, y desarrollar aspectos fundamentales de la
vida política previstos en la Constitución.

c) La realizada sobre preceptos de la legislación ordinaria o


disposiciones generales de menor jerarquía constitucional,
comparando su sentido con normas de la Constitución
para determinar su coherencia o incoherencia. Es decir, la
interpretación hecha desde la Constitución.

Con tal concepción, fundiríamos dentro de la interpretación


• "ii 4itucional, tanto la concebida como facultad jurídica de interpretar
onstitución, como la que se refiere a la mera facultad u operación
l< ctual de interpretar la Constitución que puede desarrollar o
■ i* iLu toda persona. La primera da lugar a resultados vinculantes u
। .atoiiedad de los resultados interpretativos, mientras que los
1 11 liados obtenidos por cualquier persona no tienen obligatoriedad.

93
Jurisprudencia

La jurisprudencia es el conjunto de derechos constitucionales de la carta magna de los


tribunales sobre una materia determinada, de la cuales se puede extraer la interpretación dad
por los jueces a una situación concreta. Tiene un valor fundamental como fuente de
conocimiento del derecho positivo, con el cual se procura evitar que una misma situación
jurídica sea interpretada en forma distinta por los tribunales: esto es lo que se conoce como el
principio unificado de la jurisprudencia, cuya aplicación reposa en el tribunal supremo de
justicia.

Se entiende por jurisprudencia a la doctrina establecida por los órganos judiciales del estado ,
por lo general, el tribunal supremo o tribunales superiores de justicia, que se repite en mas de
una solución . esto significa que para conocer el contenido completo de las normas vigentes
hay que considerar como han sido aplicadas en el pasado. En otras palabras la jurisprudencia
es el entendimiento de las normas jurídicas basada en las sentencias que han resuelto casos
basándose en esas normas.

El estudio de las variaciones de la jurisprudencia a lo largo del tiempo es la mejor manera de


conocer las evoluciones en la aplicación de las leyes, quizás con mayor exactitud que el mero
repaso de las distintas reformas del derecho positivo que en algunos casos no llegan a
aplicarse realmente a pesar de su promulgación oficial.

En el derecho anglosajón es una fuente de importante magnitud, debido a que los jueces
deben fundamentar sus decisiones o sentencias judiciales mediante un estudio minuciosos de
los precedentes hechos o pruebas que incriminen al detenido sin violar o vulnera sus
principales derechos.

En el derecho continental la jurisprudencia es también una fuente formal. Aunque varia


sustancialmente su valor y fuerza vinculante de acuerdo a las legislaciones locales de cada
país. Es así que en algunos casos, los fallos de cierto tipo de tribunales superiores son de
aplicación obligatoria para supuestos equivalentes en tribunales inferiores en otros las
decisiones de instancias jurisdiccionales similares no son por lo regular vinculantes para jueces
inferiores, excepto que se den ciertas circunstancias especificas a la hora de unificar criterios
interpretativos uniformes sobre cuestiones determinadas en materia de derecho ( como en el
caso de las sentencias plenarias en el derecho argentino). Finalmente y como alternativa más
extendida en los estados que ostentan estos sistemas jurídicos puede que los fallos de nivel
superior, en ningún supuesto resulten obligatorios para el resto de los tribunales, aunque si
suelen ostentar importante fuerza dogmática a la hora de predecir futuras decisiones y
establecer los fundamentos de una petición determinada frente a los tribunales inferiores.

En todo caso, tampoco el estudio de las sentencias nos da la medida excata de la realidad del
derecho porque ocurre que en ocasiones y por diversas razones las sentencias dejan de
cumplirse o aplicarse.

Esto es así especialmente cuando el poder judicial entra en colisión con otros poderes del
estado moderno como el ejecutivo y el legislativo y aunque compromete el principio de
separación de poderes es un fenómeno que no puede desconocerse completamente al
elaborar una teoría del derecho, a riesgo de que aparezca como totalmente separada de la
realidad jurídica y social.

La jurisprudencia se inspira en el propósito de obtener una interpretación uniforme del derecho


en los casos que la realidad presenta a los jueces.

EN GUATEMALA.

La jurisprudencia es una fuente formal de escasa importancia. Sirve para complementar la ley.
En el código procesal civil y mercantil. Para que se siente jurisprudencia, el tribunal de
casación (corte suprema de constitucionalidad). Debe emitir 5 fallos para la corte suprema de
justicia y 3 para la corte de constitucionalidad. Estos fallos por el voto favorable de cuatro
magistrados por lo menos, utilizando la expresión doctrina legal. Artículos 621 y 627 del código
procesal civil y mercantil. En materia de procesal penal, se utiliza las expresiones
jurisprudencia y doctrina legal, debiéndose llenar los mismos requisitos legales, con la
diferencia que con los votos de los magistrados deben ser unánime. Finalmente en materia de
amparo puede también sentarse jurisprudencia, especialmente en la interpretación de las
normas de la constitución y otras leyes constitucionales en las sentencias de las corte de
constitucionalidad, que debe respetarse por los tribunales al a ver tres fallos contestes de la
misma corte; sin embargo, de la constitucionalidad podrán separarse de su propia
jurisprudencia, razonándola la innovación, la cual no es obligatoria para los otros tribunales,
salvo que lleguen a emitirse tres fallos sucesivos contestes en el mismo sentido (ver artículo 43
de la ley de amparo, de exhibición personal y de constitucionalidad.

Jurisprudencia Técnica

Se entiende por jurisprudencia a las reiteradas interpretaciones que hacen los tribunales de
justicia en sus resoluciones de las normas jurídicas, y puede constituir una de las Fuentes del
Derecho, según el país también puede decirse que es el conjunto de fallos firmes y uniformes
dictados por los órganos jurisdiccionales del Estado. Esto significa que para conocer el
contenido cabal de las normas vigentes hay que considerar cómo se vienen aplicando en cada
momento, es una doctrina de! orden positivo, ya que no versa como la teoría jurídica
fundamental, sobre la esencia del derecho, ni estudia los valores supremos del mismo, como
la Axiología Jurídica, sino que se reduce a la sistematización de las reglas que constituyen
determinado ordenamiento, e indica en qué forma pueden ser resueltos los problemas que su
aplicación suscita.

La jurisprudencia técnica

es una doctrina del orden positivo, ya que no versa , como teoría jurídica fundamental, sobre la
esencia del derecho, ni estudia los valores supremos del mismo , como la axiología jurídica,
sino que se reduce a la sistematización de las reglas , que constituyen determinado
ordenamiento, e indican en qué forma pueden ser resueltos los problemas que su aplicación
suscita.

Concepto de jurisprudencia conforme a! poder judicial

Es el conjunto de normas o reglas que la autoridad jurisdiccional que cuenta con atribuciones al
respecto deriva de la interpretación de ciertas prevenciones del derecho positivo que precisan
el contenido que debe atribuírseles y el alcance que deben tener estas y que al ser reiteradas
cierto números de veces son obligatorias para los que estén en casos concretos regidos por
aquellas prevenciones

La Técnica Jurídica, según Eduardo García Máynez,

Es : El arte de la interpretación y aplicación de los preceptos del derecho vigente. Expliquemos


en qué consisten los problemas que forman su objeto de estudio :

Interpretación. Todo precepto jurídico encierra un sentido. Pero éste no siempre se halla
manifestado con claridad. Si la expresión es verbal o escrita, puede ocurrir que los vocablos
que la integran posean acepciones múltiples, o que la construcción sea defectuosa y haga
difícil la inteligencia de la frase. En tal hipótesis, el intérprete se ve obligado a desentrañar la
significación de la misma. El conjunto de procedimientos destinados al desempeño de esta
tarea constituye la técnica interpretativa. La labor de qué hablamos representa un trabajo
previo, relativamente al acto por el cual las reglas del derecho son aplicadas.

Según su autor, la interpretación puede ser:


a) Privada: esta primera es obra de particulares. Si estos son especialistas se habla de
interpretación doctrinal.

b) Judicial!: proviene de los jueces o tribunales, encargados de aplicar el derecho a casos


concretos.

c) Auténtica: la realiza el mismo legislador, con la mira de fijar el sentido de las leyes que ha
dictado. (Se le da el nombre de interpretación legislativa).

OBJETO.

El objeto de la jurisprudencia técnica es la exposición ordenada y coherente de los preceptos


jurídicos que se hallan en vigor en una época y un lugar determinado y el estudio de los
problemas así como su interpretación y aplicación. Por lo tanto el objeto es ordenar de los
preceptos jurisprudenciales de las necesidades en un espacio y tiempo.

Es una doctrina positiva del derecho ya que no busca ni la esencia del derecho ni se basa en la
axiología o filosofía solo se basa en sistematizar un proceso y darle una aplicación más
efectiva. Esta característica de la jurisprudencia tiene una diferencia enorme contra la filosofía
del derecho la cual es que para la jurisprudencia es un conjunto de reglas concretas y la
filosofía depende más del sentido y valores que se envuelvan en ellos.

Esta jurisprudencia se puede dividir en dos:

Aspecto teórico o sistemático: exposición de reglas jurídicas que pertenecen a un


ordenamiento temporal y circunscrito

Aspecto técnico o practico : como la interpretación y aplicación de estas normas jurídicas

Por todas estas cuestiones la jurisprudencia es considerada como un instrumento jurídico que
solo sirve para interpretar la ley sin embargo esta no puede declarar la invalidez

LA SISTEMATIZACION JURIDICA.

La jurisprudencia técnica en su aspecto teórico es una disciplina nomografica cuyo objeto es


ordenar las disposiciones consuetudinarias, jurisprudenciales y legales de un sistema jurídico

Primero tomamos en cuentas las clasificaciones del derecho que primeramente se divide por y
público después el publico se divide en penal, procesal etc. y el privado en civil y mercantil esto
sumado a los derechos internacionales la tarea de agrupación no termina al ser agrupadas las
reglas del derecho en disciplinas especiales. Técnica jurídica Es el arte en la interpretación y
aplicación de los preceptos de derecho vigente

PROBLEMAS QUE FORMAN SU OBJETO DE ESTUDIO.

¡NTERPRETACION.

Todo precepto jurídico encierra un significado o un sentido el cual no siempre es claro o puede
contener ideas que no estén del todo claras al igual que palabras que dejaron de usarse etc.
todo esto puede prestarse a mal interpretaciones las cuales pueden llevar a violar los objetos
del derecho de justicia aquí es donde se desenvuelve la técnica interpretativa la cual nos se
encarga de interpretar la ley a la perfección en su sentido y hacerlo explicable para evitar que
se pueda viciar esta interpretación puede ser primero por los doctrinarios y los estudiosos o
también por los jueces y por ultimo el legislador con el afán de explicar las leyes que crea.

El conjunto de procedimientos destinados al desempeño de esta tarea constituye la técnica


interpretativa. La interpretación constituye un arte y su técnica toda técnica, supone el correcto
empleo de una serie de medios, para obtener los fines pretendidos, por lo que resulta
indispensable estudiar sus métodos y técnicas, ya que, en última instancia, el éxito de la
actividad interpretativa depende de la idoneidad y buena utilización de los procedimientos que
se utilicen

INTEGRACION.

Cuando la cuestión sometida al juez no se encuentra aun en el ordenamiento positivo o


jurisprudencia de existir una laguna el se debe encargar de llenarla con los parámetros que la
ley le otorga para lograr la justicia. Se puede basar en el derecho natural que podría definirse
rápidamente como la percepción del bien y el mal o también por la equidad como no existe
ningún precepto no se puede hablar de interpretación sino de algo parecedlo a una legislación
realizada por el juez que debe crear el precepto para llenar esta laguna y de esta manera se
integra.

Pero puede presentarse el caso de que una cuestión sometida al conocimiento de un juez no
se encuentre prevista en el ordenamiento positivo. Si existe una laguna, debe el juzgador
llenarla. La misma ley le ofrece los criterios que han de servirle para el logro de tal fin. Tal
actividad conviene el nombre de integración

VIGENCIA.

Antes de aplicar los preceptos que conciernen al problema en particular el cual esta sometido
al juez se debe de ver si los preceptos están vigentes aun o si aun pueden ser aplicables en el
tiempo y espacio. I legado el momento de la aplicación puede presentarse el problema que
consiste en determinar si los preceptos que prevén el caso sometido a la consideración del
juez, están vigentes o han sido derogados. Ya hemos visto cuáles son las reglas que sobre
iniciación, duración y extinción de la vigencia establecen nuestras leyes

RETROACTIVIDAD.

Esto nos habla acerca de decidir si una disposición puede aplicarse a situaciones jurídicas
concretas nacidas bajo una ley anterior todo esto tomando en cuenta el principio del derecho
que dice que una ley no puede actuar en retroactividad en perjuicio de alguna persona
entonces se tiene que analizar si cuando se aplica la ley o una jurisprudencia no sea de
manera retroactiva esto refiere al tiempo no a la conveniencia del perjudicado. Una de las
cuestiones más arduas que pueden surgir en el momento de la aplicación, estriba en saber si
una disposición legislativa puede aplicarse a situaciones jurídicas concretas, nacidas bajo el
imperio de una ley anterior. Bien conocido es el principio que domina esta materia: a ninguna
ley se darán efectos retroactivos en perjuicio de persona alguna.

La retroactividad consiste en: Aplicar leyes actuales a hechos o actos jurídicos anteriores o
viceversa, aplicar las leyes anteriores a hechos o actos jurídicos cuyas consecuencias de
derecho no se agotaron durante la vigencia de la ley anterior. Una ley es retroactiva: Cuando
modifica o restringe las consecuencias jurídicas de hechos realizado durante la vigencia de la
anterior. La retroactividad en beneficio: opera en materia penal; sanciones fiscales y
administrativas en general; y en cualquier otro tipo de materias, cuando sólo genera derechos,
no afecta terceros, ni contraviene el orden público.

CONFLICTO DE LEYES.
La jurisprudencia técnica debe señalar las reglas con las cuales se han dado solución a
problemas derivados de la repetición de los mismos y sus sanciones a esto se le conocen
como la resolución de normas en el espacio y a la retroactividad en el tiempo La jurisprudencia
técnica debe señalar las reglas de acuerdo con las cuales han de solucionarse los problemas
derivados de la pluralidad de legislaciones. A éstos se les conoce con el nombre de problemas
sobre aplicación de las leyesen el espacio, para distinguirlos de los relativos a la aplicación de
las normas jurídicas en el tiempo (retroactividad). La disciplina que estudia la aplicación de las
leyes en el espacio es el derecho internacional privado. Norma de conflicto. La norma de
conflicto recibe esta denominación por el papel que se le atribuye: dar una solución al llamado
«conflicto de leyes». Con esta última expresión se hace referencia tradicionalmente al
problema de la determinación de la ley aplicable a aquellas situaciones o relaciones jurídicas
de carácter privado que, por estar en contacto con dos o más ordenamientos.

LA INTERPRETACION EN GENERAL.
No sólo se puede interpretar la ley sino, en general, toda expresión que encierre un sentido.

CONCEPTO DE INTERPRETACION.
Interpretar es desentrañar el sentido de una expresión. Se interpretan las expresiones, para
descubrir lo que significan. La expresión es un conjunto de signos; por ello tiene significación.

INTERPRETACION DE LA LEY.
Interpretar ésta es descubrir el sentido que encierra. La ley aparece ante nosotros
como una forma de expresión. Tal expresión suele ser el conjunto de signos escritos sobre el
papel, que forman los "artículos” délos Códigos. Lo que se interpreta no es la materialidad de
los signos, sino el sentido de los mismos, su significación. La de los preceptos legales no ha de
confundirse con el objeto a que se refieren. Interpretar las leyes es, buscar el derecho aplicable
a los casos concretos, a través de una fórmula oficial. Esta interpretación no debe
circunscribirse de modo exclusivo a la fórmula misma, sino que ha de realizarse en conexión
sistemática con todo el ordenamiento vigente. El intérprete puede valerse, para lograr su fin, de
elementos extraños a los textos, pero en tales elementos debe ver simples medios destinados
a esclarecer la significación de la ley.

EL SENTIDO DE LA LEY.
El problema capital de la teoría de interpretación es saber qué debe entenderse por sentido de
la ley. Lo que cabe interpretar no es la voluntad del legislador, sino el texto de la ley. Esto nos
indica que el juzgador no puede excederse mas de lo que la ley indica, en pocas palabras el
mismo juzgador no puede dar sentencia a algo que no se le a pedido en la demanda o
denuncia, y este no puede tampoco trasgiversar el camino del proceso que este a tomado o el
amino procesal tipificado.
BtBLIOGRAFIA:

EXORDIO A LA FILOSOFIA PAGINAS 177 A 190. Referencia.

http://lic-derecho.biogspot.com/2009/12/jLirisprudencia-tecnica.html

http://gomezporchini.blogspot.com/2011/03/la-iunsprudencia-tecnica-esteban.html
RELACIÓN DE LA ÉTICA Y LOS DERECHOS HUMANOS:

Reflexionar sobre los derechos humanos y la ética es una tarea ardua. La


cuestión primera es, por donde partir, considerando que se trata de dos temas
tan amplios y tan sin concreción, sin plasticidad en la realidad en que vivimos,
tanto en el plano global como local. Todavía una mirada más apresurada nos
permite percibir que tanto los derechos humanos como la ética poseen su
historicidad, su lugar, su tiempo y su espacio donde sus sentidos y significados
fueron y son construidos y reconstruidos por la acción y relación humana. Por
eso, su lugar para nuestro análisis y reflexión y nuestra propia realidad, en la
cual su universalidad aún es una ausencia casi universal. “Los derechos
humanos, por definición, tienden a ser universales. Aún cuando, su
característica más universal es su violación universal.” (Lienemann, 1982, p.
80). No ocurre algo diferente con la ética, que, en el período de la Modernidad,
fue librada de las relaciones humanas, de las cuestiones de la convivencia
humana por la ciencia positivista, por la racionalidad técnica y científica,
utilitaria, promotora del poder, del poder del dinero, y de la producción.

Todos tenemos nuestra construcción humana, nuestra historia personal y social


a partir de las diferentes culturas a las que pertenecemos. Aún así, encima de
éstas existen macro fenómenos, resultantes del campo científico económico y
político, desarrollados a lo largo de las últimas décadas, que reclaman una
profundización en las orientaciones y en las normativas éticas universales.
Rehén del mundo sistemático, del poder y del dinero, el desarrollo económico y
tecnológico ha beneficiado sólo a un pequeño número de personas sobre la faz
de la tierra, en detrimento de las condiciones mínimas de vida para la mayoría
de los seres humanos y para el medio ambiente. Si por un lado, las catástrofes
naturales pueden ser evitadas o mitigadas, mediante un planeamiento que
tenga la vida como núcleo central, por otro lado, las tragedias, resultantes de la
ganancia, de la incompetencia social y de corrupciones estructurales y
personales, continúan segando vidas e impidiendo dignidad y abundancia para
la mayoría de la población mundial.

Es significativa la visión de esa realidad planetaria ¡lustrada por Forrester, en su


livro O Horror Económico, en el cual afirma que,

...son millones de personas, digo bien, personas, colocadas entre paréntesis,


por tiempo indefinido, tal vez sin otro límite a no ser la muerte, tienen derecho
apenas a la miseria o a su amenaza más o menos próxima, la pérdida muchas
veces de un techo, la pérdida de toda la consideración social y asimismo de
toda la auto consideración. Al drama de las identidades precarias o anuladas.
Al más vergonzoso de los sentimientos: la vergüenza.(Forrester, 1997, p. 10)

Este es el resultado de las políticas neo-liberales llevadas a cabo por las


potencias económicas del planeta, que crearon mecanismos internacionales de
pillaje: Banco Mundial, Organización de Cooperación y de Desarrollo
Económico -OCDE-, Fondo Monetario Internacional -FMI-, entre otros, sobre
los pueblos tercermundistas o países en desarrollo. Las características de esta
nueva fase del capitalismo están centradas en la globalización de la economía,
en el fin de las fronteras económicas, en el desmantelamiento del Estado y en
la destrucción de los derechos sociales, tales como salud, educación, vivienda,
transporte, comunicación, estabilidad de empleo, des valoración y destrucción
de las economías micro regionales (Ahlert, 2003, p. 122-123).

El filósofo Ernildo Stein se refiere a esta realidad como un cuadro de horrores


de nuestro mundo globalizado. Se trata, según este filósofo, de macro
fenómenos macabros de orden material y que nos chocan diariamente a través
de los medios o in loco: la muerte de millones de seres humanos por el
hambre, principalmente en el tercer mundo; la violencia de las guerras
regionales, étnicas, tribales y económicas con centenas de millares de muertos;
las dolencias endémicas, epidémicas y estacionales entre los pueblos más
pobres; la violencia urbana produciendo terror y miedo en todos; las catástrofes
climáticas, de la civilización, en el tránsito; la explotación por el trabajo esclavo,
de adultos y crianzas; la prostitución de menores, usados como objetos en el
turismo; la desesperación de los excluidos del proceso social; la persecución y
la extinción de las minorías de todos los tipos; la exclusión de la salud y la
privación de la palabra de las mayorías pobres y explotadas; la agresión de los
media y de la propaganda, violentando la frágil estructura del deseo; la
desconsideración de los ancianos, de los jubilados, de los enfermos, de los
desempleados y de las mujeres llenas de hijos; la mortalidad infantil; el
desperdicio, el almacenamiento de alimentos con fines especulativos; la
destrucción de los recursos naturales del planeta; la manipulación de las
esperanzas y de los sueños de la juventud.

También existen macro fenómenos de otro orden, y que, progresivamente,


aprendemos a ver mediante las ciencias humanas. Son los fenómenos que
envuelven directamente la historia de cada individuo, como: la destrucción de
las identidades personales y la multiplicación de los bordelindes; la dimensión
de las perversiones y la consagración de la transgresión como el modo de
ascenso social; la pérdida de la relación con el “mundo” y el incremento de las
psicosis; el mito individual del neurótico y la difusión del sufrimiento psíquico; la
infrautilización del adulto y la precoz conversión en objeto sexual de los niños;
el narcisismo generalizado y la multiplicación de las relaciones de modulación
en los otros; la fatiga sexual generalizada y la difusión de la permisividad como
contrapartida: la delegación de la autoridad de los padres a los grupos etarios
de los hijos y la muerte de los modelos adultos en la formación de la identidad
personal; la pérdida de la substancia ética y el avance de la estatificación de
las relaciones personales; el deterioro de la relevancia social del trabajo y la
pérdida del valor biográfico del trabajo; la desaparición del valor de la verdad y
la consagración del pensamiento estratégico; el fin de la justicia como principio
político fundamental y la justificación por el procedimiento correcto; el fin de las
referencias absolutas y la fragmentación de las historias de vida.

Esto lleva a preguntarse: ¿Qué se hace con el derecho a vivir cuando éste ya
no opera para la mayoría de la población planetaria? A partir de esta
perspectiva, abordaremos una discusión sobre la urgencia de la ética como
fundamento para la búsqueda de una sociedad democrática, construyendo una
espiritualización mínima históricamente actualizada para establecer un diálogo
en el contexto de la reflexión sobre los derechos humanos. En la segunda parte
del texto vamos a reflexionar sobre la importancia de los derechos humanos
para la construcción de una sociedad efectivamente democrática y
participativa. Significa discutir los sentidos de la democracia en la actualidad y
proponer los derechos humanos de la tercera y cuarta generaciones como
premisas fundamentales para el ejercicio de la ciudadanía democrática.

La urgencia de ía cuestión ética

El ser humano viene olvidando peligrosamente que todo lo que existe en el


presente, lo concreto y lo teórico, lo objetivo y lo subjetivo, es consecuencia de
algo que lo antecedió, que ya fue. Toda la transformación de la naturaleza es
consecuencia del trabajo humano. Al mismo tiempo, el ser humano es también
el resultado de transformaciones teóricas, de sistematizaciones, de cuestiones
de fe, de religión, de arte, de conocimientos y de saberes múltiples. En fin, todo
lo que somos, lo somos gracias a aquellos que nos antecedieron en toda la
lucha, experiencia, alegrías, conquistas, frustraciones, lloros y sufrimientos,
saberes construidos y reconstruidos. Nuestra identidad como seres humanos
se constituye a partir de ese pasado que continúa siendo, esto es, existiendo,
en nosotros.

Entretanto, esta realidad se encuentra en el límite. La ciencia transformó


extraordinariamente el espacio y avanzó de tal forma en el conocimiento, en la
capacidad productiva, en el campo de la manipulación de la vida, llevándonos,
en ese caso, a una verdadera encrucijada biotecnológíca en lo tocante a la vida
humana. Según Brakemeier, “Las conquistas biológicas se suceden con
tamaña rapidez que lo válido hoy puede estar obsoleto mañana”. (Brakemeier,
2002, p. 135) Se trata de las técnicas de reproducción, de los diagnósticos
prenatales, del trasplante de órganos, de la eutanasia, de la transgénica, de la
manipulación genética, del clonaje animal y humano. Toda esta realidad suscita
demandas éticas. ¿Hacia dónde va el mundo? ¿Cuál es el destino de la
humanidad?

De otra forma, Cristóvam Buarque (1996), en una brillante conferencia sobre


educación y utopía para el siglo XXI, introdujo su reflexión describiendo seis
grandes sustos por los que pasó la humanidad al final del siglo XX. El primer

-5 '
susto fue la necesidad del ser humano de decir quién es. Ese ente imaginario
que sería el ser humano enfrenta su capacidad tecnológica para modificar así
el mundo, encara la capacidad de hacer un mundo totalmente diferente en cien
años, como por ejemplo, la invención del avión. Se trata de un susto positivo.
El segundo susto, que también es positivo, fue la integración mundial. Los
medios de comunicación (radio y TV), el computador, la Internet, los
multimedia, etc. Ya el tercer susto lo vio altamente negativo; fue el innegable
fracaso de la utopía. A comienzos del siglo XX todos imaginaban el año 2000
como una gran utopía. Nadie imaginó en aquella época que hoy más del 70%
de la población mundial estaría fuera, al margen de la sociedad de consumo.
En el mismo momento en que el hombre dominó la técnica fue incapaz de
resolver los problemas del mundo -que, con todo, son problemas “resolubles”.
Esa realidad nos condujo al cuarto susto que es la desintegración del ser
humano. Hubo una ruptura del ser humano. Hasta el siglo XIX un hijo de
esclavo y un hijo de un rey tenían la misma probabilidad de expectativa de vida.
Hoy quien nace en ciertas clases sociales tiene más chances que quien nace
en otras clases sociales. Los incluidos tienen acceso a atención médica
inmediata, a trasplantes de órganos, a cirugías altamente sofisticadas. Los
excluidos, la gran mayoría del planeta, no posee acceso a la salud más básica
necesaria. El quinto susto nos confrontó con el límite ecológico, consecuencia
de la súper producción: el planeta está siendo llevado al agotamiento; y es un
planeta que tiene dueños (unos pocos). Son los dueños de los fondos de
pensión, que quiebran a los países como bien se sabe, que mueven su dinero
hacia un lado u otro, que son los dueños de la información, del tráfico de
informaciones, que son y fueron agraciados con las empresas públicas
(empresas de telefonía, distribución de la energía, red bancada de los
Estados). Personas que no tienen más nacionalidad: Bil Gattes; Roberto
Marinho, George Soros, etc. Grandes grupos económicos. Se trata de una élite
conservadora que no quiere y no precisa conversar con nadie. Y eso se
reproduce internamente, sobretodo a través de la privatización de la enseñanza
y, consecuentemente, de la investigación. Y el sexto susto del cual nos habla
Buarque, que es positivo y esperanzados fue el (re)descubrimiento de la ética,
de la necesidad de la ética. En los inicios del siglo XX había un
encandilamiento de las ciencias con la certeza de poder construir un mundo
perfecto. La ética había sido dispensada.

Por eso, la situación en la cual los seres humanos y su entorno ambiental se


encuentran se constituyó en campo prioritario para la reflexión y
cuestionamientos éticos. Se trata de una realidad que reclama una postura. El
ser humano necesita urgentemente de criterios para su acción en el mundo,
que cada vez más profundiza lo desconocido. Andreola, fundamentado en Boff,
Munier y Ricouer, la denomina como “ética das grandes urgencias”, y cuestiona
el avance de la ciencia desconectada de la ética.
¿Es posible pensar una ciencia neutra con relación a la ética? O en una
pregunta más incisiva aún: ¿Se puede pensar en autonomía de la ciencia con
relación a la ética? Reconociendo, no obstante, que el asunto es polémico, yo
respondería derechamente a la segunda pregunta - quedando, de ese modo,
respondida también la primera- no es posible una ciencia autónoma. O ella es
una ciencia comprometida con la vida, en todas sus formas y dimensiones, o
entonces no se justifica como ciencia (...). El progreso científico, fruto de los
magníficos descubrimientos y creaciones del intelecto humano, en sí mismo
está destinado a mejorar las condiciones de vida de los seres humanos,
individualmente, y de la humanidad en su conjunto. Pero eso no acontece
automáticamente. Los avances de la ciencia levantan numerosas y graves
interrogantes éticas. Cómo tales interrogantes serán respondidas, en el nivel de
la reflexión teórica y en el nivel de la acción, es una pregunta cuya respuesta
no puede ser dada por la propia ciencia. (Anfreola, 2001, p. 30)

Hoy comenzamos a darnos cuenta de que, para conducir la humanidad, es


preciso tener nuevamente una ética. No una ética procedimental (moral) de
grupos, sino una ética de las prioridades. La Fundación Getulio Vargas divulgó
recientemente un estudio que señala que: si la corrupción diminuyese apenas
un diez por ciento, triplicaríamos el Producto Interno Bruto brasileño en 20
años. En 2001 se averiguaron las cifras de los desvíos de dineros públicos, que
alcanzaron la cifra de R$7,1 billones, o sea, la mitad del presupuesto total de la
educación para aquel año. Más recientemente tuvimos, como consecuencia de
un gobierno democrático y comprometido con la justicia, toda una ola de
denuncias sobre corrupción en el Congreso Brasileño. Importa recordar que la
corrupción no aumentó, sino que comenzó a aparecer, a ser develada. Todo
eso nos señala la urgencia de reconstruir los sueños de una humanidad ética.
Una ética que se diferencie de la moral. Sin pretender introducir y definir
conceptos, se hace, sin embargo, necesaria una visión mínima sobre lo que es
la ética y su diferenciación de la moral que pueda servirnos de punto de
partida. En esta investigación elegimos como concepto básico para la ética el
que fue propuesto por Herbert de Souza:

Ética es un conjunto de principios y valores que guían y orientan las relaciones


humanas. Esos principios deben tener características universales, requieren
ser válidos para todas las personas y para siempre. Encuentro que esa es la
definición más simple: un conjunto de valores, de principios universales, que
rigen las relaciones de las personas. El primer código de ética del cual se tiene
noticia, principalmente para quienes poseen formación cristiana, son los diez
mandamientos. Reglas como “no matar”, “no robar”, son presentadas como
propuestas fundadoras de la civilización cristiana occidental”. La ética es
mucho más amplia, general y universal de lo que lo es la moral. La ética tiene
que ver con principios más incluyentes, mientras que la moral se refiere más a
determinados campos de la conducta humana. Cuando la ética desciende de
su generalidad, de su universalidad, se habla de una moral, por ejemplo, una
moral sexual, una moral comercial. Pienso que podemos decir que la ética dura
mucho más tiempo, y que la moral y las costumbres corresponden más a
determinados períodos (y culturas). Aunque una nace de la otra. Es como si la
ética fuese algo mayor y la moral algo más limitado, restringido, circunscrito
(SOUZA, 1994, p. 13).

La velocidad de las transformaciones tecnológicas, y la realidad resultante de


ellas requieren una modernidad que defina objetivos y no medios. Objetivos
definidos con base en sentimientos humanos, de una humanidad con efectiva
participación, y no de intereses privados. Significa repensar el propio Estado.
Desprivatizarlo para tornarlo democrático en todo el país. Para que todos
tengan acceso a lo esencial. Una ética de la libertad para poner fin al apartheid
social. Una vida con calidad para todos. Una ciencia que responda a las
necesidades reales de todos y de todo, humanos y su entorno ambiental, la
biodiversidad.

Los derechos humanos como imperativo ético para la construcción de


una sociedad democrática

En el hemisferio sur, donde residen dos tercios de la población mundial, el


problema mayor para que los derechos humanos se hagan efectivos es la
brutal exclusión social, fruto del modelo económico que concentra los ingresos
y el poder, y que tiene como centro de la vida el mercado absoluto. Esa
desigualdad social, que permite, por ejemplo, que el 20 por ciento más rico de
la población de Brasil tenga un ingreso 32 veces mayor que el 20 por ciento
más pobre (en Francia el 20 por ciento más rico percibe 6,5 veces más que el
ingreso del 20 por ciento más pobre), es uno de los principales obstáculos para
que la noción de los derechos humanos se haga efectiva en la vida cotidiana
de nuestro pueblo. Los derechos humanos son los derechos fundamentales de
todas las personas, sean ellos mujeres, negros, homosexuales, indios,
ancianos, minusválidos, poblaciones fronterizas, extranjeros y migrantes,
refugiados, portadores de SIDA, niños y adolescentes, policías, presos,
desposeídos y también los que tienen acceso a la riqueza. Todos, en cuanto
personas, deben ser respetados, y su integridad física protegida y asegurada.

Los derechos humanos se refieren a un sinnúmero de campos de la actividad


humana: el derecho de ir y venir sin ser molestado; el derecho de ser tratado
por los agentes del Estado con respeto y dignidad, aunque se haya cometido
una infracción; el derecho de ser acusado dentro de un proceso legal y
legítimo, donde las pruebas sean obtenidas dentro de la buena técnica y del
buen derecho, sin ser sujeto a torturas y malos tratos; el derecho de exigir el
cumplimiento de la ley y, además, de tener acceso a un proceso judicial y a un
Ministerio Público que, conscientes de su importancia para un Estado
democrático, no descansan mientras que graves violaciones de los derechos
humanos estén impunes, y sus responsables libres y sin castigo, como si
estuviesen por encima de las normas legales; el derecho de conducir su
vehículo dentro de la velocidad permitida y con respeto a las señales del
tránsito y las aceras peatonales, para no matar un ser humano o causarle un
accidente; el derecho de ser, pensar, creer, de manifestarse o de amar sin
tornarse objeto de humillación, discriminación o persecución. Son aquellos
derechos que garantizan una existencia digna a cualquier persona” (Programa
Nacional dos Direitos Humanos. Ministerio da Justiqa, Brasilia, 1996, p. 7-8).

El menor grado de conocimiento de estos derechos está justamente entre


aquellos que menos derechos poseen, o sea, la gran parcela de los excluidos
del mercado y de las posibilidades de educación, salud, cultura, vivienda,
trabajo, etc. Y mientras, la Declaración Universal nos recuerda que: “Todos los
hombres (y las mujeres) nacen libres e ¡guales en dignidad y derechos. Están
dotados de razón y consciencia y deban proceder unos para con los otros con
espíritu de fraternidad” (Artículo I de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos).Históricamente los derechos humanos han recibido diferentes
clasificaciones. Para nuestra discusión, acompañamos la clasificación
propuesta por Bedin (1997, p. 46): derechos civiles, o derechos de primera
generación; derechos políticos, o derechos de segunda generación; derechos
económicos sociales, o derechos de tercera generación; derechos de
solidaridad, o derechos de cuarta generación.

Los derechos de primera generación son aquellos que buscan la defensa


general de la libertad de la persona humana, aquí brevemente nombrados
como libertades físicas, de expresión, de conciencia, de propiedad privada, los
derechos de la persona acusada y la garantía de los derechos. Ellos se
originan en la Declaración de Virginia, 1776 y en la Declaración de Francia de
1789. Actualmente los derechos políticos son aquellos que persiguen asegurar
el derecho al sufragio universal, el derecho de constituir partidos políticos y el
derecho de plebiscito, de referendo y de iniciativa popular. Esta segunda
generación de derechos se constituyó a lo largo del siglo XIX. Sus
mecanismos, especialmente el de iniciativa popular, son instrumentos
fundamentales para una expansión y profundización de la democracia por su
perspectiva de la participación política de los ciudadanos.

Los derechos económicos y sociales son los derechos relativos al trabajo, a


una remuneración justa, a una jornada de trabajo no superior a las ocho horas,
al descanso semanal, a vacaciones remuneradas, a igualdad de remuneración
para trabajos iguales, a la libertad sindical, a la huelga, a seguridad social, a
educación, a vivienda. Este conjunto de derechos se desarrollaron a partir de la
Revolución Rusa, de la Constitución Mexicana de 1917 y de la Constitución del
Weimar.
Los derechos de cuarta generación son aquellos derivadas de la Declaración
Universal de los Derecho del Hombre, de 1948. Esos derechos incluyen el
derecho al medio ambiente sano, la paz y la autodeterminación de los pueblos.

Los derechos humanos son, por lo tanto, “universalidades necesarias, esto es,
responsabilidades universales para con la crisis ecológica, las prácticas
económicas excluyentes, el desempleo, el hambre, la miseria, la falta de
ciudadanía, etc.” (Ahlert, 2003, p. 160). Es en este contexto que la realidad
mencionada en los parágrafos anteriores reclama otras posiciones en función
de la vida de los pueblos. Significa restituir la ética, para que más allá de los
derechos civiles y políticos, sea el fundamento económico, social y cultural para
realizar una relectura crítica de los derechos del ser humano; para que estos
derechos pasen del ideal hacia lo real; para que se ínter-penetre el cotidiano de
todas las personas, pero, primero y fundamentalmente, de aquellos más
desprovistos de sus derechos. Esto significa reclamar los derechos humanos
en el contexto de los derechos económicos, sociales y culturales. Para
Trindade: Es inadmisible que continúen siendo descuidados en nuestra parte
del mundo, como lo han sido en las últimas décadas, los derechos económicos,
sociales y culturales. La desatención con estos últimos es el triste reflejo de
sociedades marcadas por escandalosas injusticias y disparidades sociales. No
puede haber Estado de Derecho en medio de políticas públicas que generan la
humillación del desempleo y el empobrecimiento de segmentos cada vez más
vastos de la población, acarreando la denegación de la totalidad de los
derechos humanos en tantos países. No tiene sentido llevar hasta las últimas
consecuencias el principio de no discriminación en relación a los derechos
civiles y políticos, y tolerar al mismo tiempo la discriminación -ilustrada por la
pobreza crónica- como “inevitable” en relación a los derechos económicos y
sociales. Los Estados son responsables por la observancia de la totalidad de
los derechos humanos, incluso los económicos y sociales. No es posible
disociar lo económico de lo social, de lo político y de lo cultural. (Trindade,
1998, p. 145)

La efectiva implantación de esos derechos demanda profundos cambios en la


estructura de la sociedad. Vivimos una sociedad mundial, regional y local,
marcada por el absoluto dominio del mercado sobre la vida de los seres
humanos. Por consiguiente, una sociedad que da plenas libertades a las
mercaderías, a las cosas, pero que clausura en los límites de lo económico y
de lo social a los seres humanos. Una sociedad que Dussel llama sociedad
cerrada. “La sociedad clausurada es aquella en que sus miembros se
comportan entre ellos indiferentes al resto de los humanos, siempre preparados
para atacar o para defenderse, constreñidos así a una actitud de combate.”
(VELÁSQUEZ, 1999, p. 440) Contra esa sociedad, Dussel propone una
sociedad abierta. “La sociedad abierta es la que abraza un principio que abarca
toda la humanidad.” (Velásquez, 1999, p. 440).
Una verdadera ciudadanía, ideal máximo de los derechos humanos, exige el
ejercicio de derechos y deberes. Esto significa que cada individuo debe
fomentar la búsqueda y la construcción colectiva de los derechos; el ejercicio
de la responsabilidad con la colectividad; el cumplimiento de reglas y de
normas de convivencia, producción, gestión y consumo establecidos por la
colectividad; la búsqueda efectiva de participación en la política para controlar
sus gobiernos elegidos dentro de principios democráticos.
Bibliografía

Adorno, Theodor W. Educación y emancipación. Trad. Wolfgang Leo Maar. Río


de Janeiro: Paz e Terra, 1995.

Ahlert, Alvori. La ética de la educación: el discurso de una práctica conjunta /


universal. 2. ed. Ijuí, RS: UNIJUI, 2003. (Colección de las fronteras de
educación)

Andreola, Baldwin A. Ética y solidaridad global. Estudios Teológicos. Sao


Leopoldo, v. 41 (2): 30-38, 2001.

Bedin, Gilmar Antonio. Los derechos humanos y el neoliberalismo. Ijuí, RS: Ed.
UNIJUÍ, 1997.

Brekemeier, Gottfried. El ser humano en busca de la identidad: aportaciones a


la antropología teológica. Sao Leopoldo: Sínodo: Sao Paulo: Paulus, 2002.

o
LA JUSTICIA
La justicia es el valor principal que el Derecho trata de realizar a través de
sus distintas expresiones; También se entiende como el conjunto de reglas y
normas que se establecen para las relaciones entre personas, la justicia es el
valor especifico del Derecho porque trata de realzar a través de diversas expresiones
como un Derecho justo, menos justo o injusto, pero siempre llevará en sí una inspiración
hacia la justicia

En el artículo 2o de la Constitución Política de la Republica de Guatemala manifiesta:

“Deberes del Estado. Es deber del Estado garantizarle a los habitantes de la República la
vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona. “

Encontramos que la justicia está referida al hombre como un denominador de las cosas,
con ellas se aspira al bienestar general común a base de un principio regulador de
garantías. Según el artículo 203 del mismo cuerpo legal “La justicia se imparte de
conformidad con la Constitución y las leyes de la República. Corresponde a los tribunales
de justicia la potestad de juzgar y promover la ejecución de los juzgados. Los otros
organismos del Estado deberán prestar a los tribunales el auxilio que requieran para el
cumplimiento de sus resoluciones”

La justicia como principio del Derecho, delimita y armoniza los deseos, pretensiones e
intereses en juego o en conflicto en la vida social de la comunidad. Desde tiempos de la
Antigua Grecia se ha manifestado distintos términos de justicia Platón indicaba que era
una virtud suprema que se encontraba por encima de la sabiduría, Ulpiano expresó que la
justicia era la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo. En otros criterios
Stammler “la justicia es una idea de armonía permanente y absoluta de la conducta social”.
Radbruch sostiene que la justicia al igual que lo bueno, lo verdadero y lo bello, es un valor
absoluto, determina la relación de igualdad o desigualdad en el trato humano.

Asimismo, es la capacidad de una ley para hacer posible la eficacia de las relaciones
humanas.

La justicia como virtud barca otras ¿7 religión, que da a Dios el culto debido; la piedad,
que tributa a los padres y a la patria los homenajes merecidos; el respeto mediante el cual se
honra a las personas dignas; la gratitud o reconocimiento por los beneficios recibidos; Este
concepto de justicia, probablemente el más antiguo de todos, puede todavía hallarse en
textos religiosos, como La Biblia.
1. La Justicia legal o general: tiene como objeto el bien común, razón por la
que hemos dicho regula las relaciones de los particulares con la sociedad.
Hay que tener en cuenta que aquello a lo que estamos obligados por ley en
relación con los demás, se deriva de la naturaleza del bien común, y no del
conjunto de preceptos positivos que se recogen en las leyes y códigos; y nos
referimos a la ley natural; ya que, ninguna acción humana puede tener un fin
que contradiga al bien común, dado que somos seres sociales y en ningún caso el bien
particular puede ir en contra del bien común.

2. La justicia distributiva regula las relaciones del bien común de la sociedad con los
particulares.La justicia distributiva exige tratar igual a los iguales y desigualmente a los
desiguales. En ningún caso esta forma de justicia obliga a la distribución del bien común —
puesto que, o no existiría como tal, o lo reduciríamos a una cuestión sólo material-. Este
tipo de justicia obliga a que, en caso de que haya que distribuir un bien común entre los
miembros de una sociedad, dicho reparto sea proporcionado a los méritos de los
beneficiarios, del mismo modo que la contribución de estos al conjunto ha de ser
proporcional a sus posibilidades. Es así como regula simplemente el modo en que se ha de
distribuir ese bien común, no la cantidad material del mismo, que compete a la justicia
legal.

3. La justicia correctiva, o conmutativa,es el compromiso personal de cada uno con el otro;


la justicia me obliga a reconocer al otro en cuanto tal otro sin necesidad de que me otorgue
nada a cambio. Podríamos decir que, en un cierto sentido, cuando nuestro compromiso
personal por la justicia es real no estamos haciendo más que lo que debemos, no es un acto
de generosidad, estamos dando a la realidad —personal y social- el valor que merece.

La justicia social entendida como valor supremo del Derecho, es el conjunto de


decisiones, normas y principios considerados razonables por un colectivo social
determinado. Un estándar de justicia sería aquello que se considera más razonable para
una situación dada

La justicia judicial^, que existe cuando el juez tiene que integrar el Derecho ante las
lagunas de la ley, haciendo uso de la analogía o de los principios generales del Derecho,
con el fin de encontrar una solución justa para el caso concreto
BIEN COMUN

La idea de que el bien común constituye el fin último del derecho proviene
de la filosofía aristotélico-tomista.

Es aquel bien que no es propiedad privada de ninguna persona sino que, por el contrario,
corresponde a todos y es utilizado por todos como la finalidad social suprema hacia la cual
tienden todos los objetivos del hombre; de tal manera que la justicia, el orden, la paz y
la seguridad son como las bases en que se asienta el bienestar

El bien común no consigue una paz parcializada o ventajosa para unos y para otros no;
determina al individuo la existencia de un deber de participar y cooperar al bien común
como derecho natural que persigue la sociedad y constituye ordenarse al lado social

Podemos citar en la Declaración Universal de derechos Humanos de 194 que deriva cierta
manifestaciones d este derecho natural en los artículos 3 al 11 derechos de carácter
personal

"Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos


están prohibidas en todas sus formas.

Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no
se pruebe su culpabilidad----- ”

Y del 12 al 17 en relación a la comunidad

“Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su
país.

Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.”

Como concepto general podemos definir El Bien Común:

Es el Conjunto de valores, bienes y experiencias que contribuyen a la conservación y al


progreso de la comunidad y al bienestar material, moral e intelectual de las personas .
LA SEGURIDAD JURIDICA
Es la protección que la persona recibe de parte di estado dentro del régimen legal
basado en normas entenderse como la confianza que ios ciudadanos pueden tener
en la observancia y respeto de las situaciones derivadas de la aplicación de normas
válidas y vigentes.

La palabra etimológicamente proviene se seguritas la cual deriva de del adjetivo (secuelas)


que significa está libre de cuidados en sentido generalizado en la vida social del
ciudadano se necesita tener la convicción que su bienes y derechos eran respetados por
terceros así mismo que equivale a la existencia de un orden social justo y eficaz pues es la
protección efectiva de deberes y derechos

Los principios de la seguridad jurídica son

Primacía de la Constitución Política de la República en su artículo 204 la primacía de la


constitución se primacía en normas que rigen y forman parte de el estado de derecho

Principio de Justicia Gratuita en el sentido que si se viola la seguridad jurídica de un


ciudadano empieza a operar la justica art- 203 CPRG

Principio de no negación de la Justicia por falta de ley los jueces son puede suspende ni
denegar o administrar justicia sin incurrir en responsabilidad

La constitución Política de la República de Guatemala, establece en su artículo 2 como


deberes del Estado garantizarle a los habitantes de la República justicia adoptando las
medidas pertinentes conforme las demandas del pueblo.
BIBLIOGRAFIA

Citado por RAMOS PASCUA, José Antonio. “Da ética interna del Derecho. Democracia,
derechos humanos y principios dejusticia”. Descree de Brouwer, Barcelona, 2007. Pág. 18.

http://www.enciclopedia-juridica.biz

La seguridad jurídica frente a sentencias definitivas. Tutela contra sentencias

Manuel Fernando (juinche-Ramírez

http://biblioteca,usac.ediLgt/tesis Falta de seguridad y certeza jurídica del acto d de


notificación de amparo

http:biblio.juridicas.unam .mx
LOS VALORES JURIDICOS

Los valores jurídicos están expresados por medio de un sistema de


moralidad incorporados al ordenamiento jurídico que tienen una base proyectada desde el
ser humano hasta la sociedad democrática sobre los valore se ha postulado tres posiciones
la objetiva que sostiene que los valores son absolutos sin que dependan de la humanidad
la subjetiva que se declinan hacia los deseos o intereses de individuos y la discursiva que
indica que son propios de la racionalidad

Ente los principales valore jurídicos podemos mencionar la justicia la libertad la igualdad
la solidaridad la seguridad y el bien común
1. El concepto de validez

Bobbio ha señalado que ante una norma jurídica podemos planteamos tres problemas: el de
su justicia (problema deontológico) el de la eficacia (problema fenomenológico) y el
problema de la validez (problema ontológico).
Para Bobbio claramente solo existe una validez, la validez jurídica o formal; el problema de
la justicia o la eficacia de una norma no guarda relación con el problema de la validez
jurídica. C. S. Niño ha sugerido varias formas de interpretar o de usar el concepto de
validez.
En un primer sentido validez puede significar que una norma o un sistema jurídico existen
(validez como existencia). En un segundo sentido, el concepto puede servir también para
concluir que existe una obligación moral de obediencia porque lo que se declara prohibido,
permitido u obligatorio efectivamente así lo es (validez como fuerza vinculante).
También puede usarse para sostener que una norma pertenece a un cierto sistema jurídico
(validez como pertenencia).
Finalmente, cuando se usa el concepto de validez, puede significar que una norma o un
sistema jurídico tienen vigencia o eficacia.

2. El concepto de validez en el iusnaturalismo

Se divide en: teológico y laico o racional. El primero sostiene que el derecho natural o
justo, se origina en la naturaleza del hombre como “hijo de Dios”, y el segundo sustituye la
idea del Creador, por el carácter racional del ser humano, el segundo menciona que el
derecho es válido porque resulta de la naturaleza del hombre como “ser racional”.

La contradicción entre las reglas creadas por el hombre y la naturaleza aparece en el


pensamiento sofístico, bajo la oposición entre la physis, aquello que es por naturaleza y
permanece invariable, y aquello que surge como consecuencia de la convención o acuerdo,
o por la voluntad de poder y se manifiesta en el hábito, la costumbre o la ley (nomos). Esta
contraposición estará presente en el posterior pensamiento griego, como puede observarse
en la tragedia Antígona, de Sófocles, en donde aparecen claramente contrapuestas las leyes
del Estado a las leyes eternas de la naturaleza, o en Platón en la que aparece la idea de
arquetipos transcendentales que existen en un mundo suprasensible más allá del tiempo y
del espacio, un modo u otro pero que una vez constituidas las leyes deja de ser indiferente y
se vuelve obligatoria. Resalta, sin embargo, que en general, por aquella época, a diferencia
de lo que ocurrirá posteriormente, no se consideraba la justicia natural como una pauta de
valor superior a las pautas creada por los hombres en virtud de su voluntad o convención;
por el contrario, si existía contradicción entre lo justo natural y lo justo legal, este último
prevalecía sobre el primero, exigiéndose obediencia y validez al derecho convencional o
particular frente al derecho común o derecho por naturaleza.
Esta primacía de la ley de la polis frente a una justicia natural, quizás explique el
comportamiento socrático frente a la propuesta de Critón y su disposición a cumplir la
sentencia a pesar de lo injusto de la misma, una especie de obediencia absoluta de la ley.
Contrario a lo que sucedía en la época clásica, en el mundo medieval el derecho natural se
consideraba como un derecho superior frente al positivo y con fuerza vinculante sobre este.
Dos teorías sobre la validez del derecho en el pensamiento medieval serán fundamentales:
la propuesta de San Agustín y la de Santo Tomas.
Agustín de Hipona distingue tres tipos de leyes: la ley eterna, la ley natural y la ley
positiva.
Ahora bien, no se trata de tres leyes sino de una sola que se despliega en tres momentos y
objetos diferentes. La ley eterna es la razón ordenadora del Cosmos al cual pertenece el
mundo humano; por tanto, la ley natural es la misma ley eterna en cuanto participa de ella y
la ley eterna es la misma ley natural en tanto se aplica al ámbito de lo humano. Por su parte,
la ley positiva, producto de la razón humana, debe concordar con las dos anteriores en la
solución más concreta de los problemas de cada sociedad atendiendo a sus particularidades.
Esta última para ser justa y legítima debe estar de acuerdo con la ley eterna, de allí su
lapidaria frase de que no es ley la que no es justa.
Conceptos entre los cuales podemos hallar la justicia, y el mundo sensible de los hombres
regido por las leyes humanas imperfectas que constituyen meros simulacros de aquellas.
Con Aristóteles aparece con total nitidez la distinción entre justicia convencional, creada
por los hombres y la justicia natural. Mientras esta última es lo que en todas partes tiene la
misma fuerza y no depende de la aprobación o desaprobación del ser humano; la justicia
legal o convencional es la que en un principio es indiferente que sea de un modo u otro pero
que una vez constituidas las leyes deja de ser indiferente y se vuelve obligatoria.
Resalta, sin embargo, que en general, por aquella época, a diferencia de lo que ocurrirá
posteriormente, no se consideraba la justicia natural como una pauta de valor superior a las
pautas creada por los hombres en virtud de su voluntad o convención; por el contrario, si
existía contradicción entre lo justo natural y lo justo legal, este último prevalecía sobre el
primero, exigiéndose obediencia y validez al derecho convencional o particular frente al
derecho común o derecho por naturaleza.

2.1 Razones para obedecer al derecho

El derecho deriva de la esencia del hombre, es la suma de potestades y prerrogativas


inherentes o consustanciales al ser humano. El derecho natural o justo fundamenta el
contenido del derecho. La secularización del mundo y la aparición de la razón moderna,
justifica la idea de que los derechos y obligaciones naturales de los individuos surgen de la
razón. Común a los defensores del derecho natural racional es el estudio y el análisis de la
naturaleza humana, pero no la naturaleza real o histórica, sino una naturaleza elaborada por
la razón, una naturaleza a-histórica e individual. A partir de ese análisis formulan reglas de
justicia universales que sirvieran de guía a la conducta humana. Obviamente, subsisten, sin
embargo, entre ellos, matices y diferencias que dependen de la forma como se configure
esa naturaleza.
El iusnaturalismo racionalista compartirá con el iusnaturalismo medieval la subordinación
del derecho positivo al derecho de la razón y lo justo.
3. El concepto de validez en el positivismo jurídico

3.1 Positivismo jurídico legalista - formalista

La sociedad medieval se caracterizó por la pluralidad de ordenamientos jurídicos y por la


diversidad de fuentes de creación de derecho.
La aparición del Estado moderno secularizado trae como consecuencias la monopolización
del derecho por la comunidad política organizada, a quien se reconoce como su única
fuente, y la racionalización del material jurídico disperso: el derecho es el establecido en la
ley por el Estado y su obediencia no depende de un fundamento trascendente e intemporal,
depende de su positividad, de haber sido puesto por el soberano.
El Estado ejerce un monopolio legítimo de la violencia y está por encima del derecho, es
soberano. El concepto de soberanía como poder absoluto implica que el Estado está por
encima del derecho y lo convierte en un ente único y autónomo que no tiene límite en el
ejercicio de su poder y que parece de instancias superiores que lo legitimen. Este hecho
va a afectar de manera significativa el papel del juez. Antes de la aparición del Estado
moderno, el juez, en sus decisiones, mantenía un cierto margen de libertad en la elección de
la norma por aplicar, ello no es posible en la nueva situación que hace del juez un órgano
del Estado, subordinado al poder legislativo y a la ley.
El movimiento codificador y las grandes codificaciones producidas a finales del siglo
XVIII y principios del XIX se propusieron ordenar el conjunto de pautas heterogéneas,
anacrónicas y contradictorias que venían desde tiempo atrás y regulaban las relaciones
sociales y políticas en el momento. La codificación permitió, por una parte, la ordenación y
racionalización de los materiales normativos a partir de un nuevo orden jerárquico de
fuente, y por otra, la creación de reglas de derecho que cimienta el naciente Estado liberal
de derecho en oposición a una tradición jurídica conservadora y monárquica. Los
codificadores concibieron el código como la única fuente de validez del derecho, pues a su
juicio, el derecho del código, insuperable y completo, contenía los preceptos jurídicos
necesarios elaborados racionalmente por el legislador, lo que conduce a que no se aceptara
otra fuente de derecho que no sea la ley del código.
Entre los hechos que determinaron la aparición de positivismo legalista y formalista en
Francia (exégesis) se encuentran primeramente el fenómeno mismo de la codificación, que
hace que el código se constituya en el manual o prontuario básico donde el operador
jurídico sin mucho esfuerzo hallaba la solución del caso. El código aparece como la vía más
simple y breve para la solución de la controversia restándole protagonismo a las otras
fuentes de derecho.
En segundo lugar, la elaboración y primacía del argumento del legislador racional o de
autoridad del legislador que le atribuía a éste la calidad de sujeto infalible o le imputaba
ciertas características que garantizan su racionalidad; se suponía por tanto que si el
legislador es racional y su actividad también, su resultado, que no es otro que la ley
positiva, debe serlo también. Por consiguiente, el derecho positivo no reflejaría una
voluntad caprichosa y arbitraria del poder sino objetiva y justa. Además de lo anterior, este
argumento supone que la voluntad del legislador se materializa en la norma jurídica y se
expresa en forma clara y completa, de allí que lo mejor es someterse al dictado de la
autoridad soberana. En tercer lugar, la tesis de la separación de los poderes, que desde
Montesquieu se convierte en el fundamento ideológico de la estructura del Estado moderno
y del ejercicio del poder dentro de este. Según esta teoría, las competencias entre los
diferentes órganos del poder político deben estar taxativamente establecidas, atribuyéndole
al legislativo el poder de creación del derecho mediante la ley y al poder judicial el de su
aplicación; de allí que el juez, según Montesquieu, es la boca a través de la cual habla la
ley. Finalmente, la necesidad de certeza del derecho. Para los partidarios de la exégesis, la
codificación provee a los individuos de un criterio seguro y cierto que les permite saber con
anticipación y exactitud las consecuencias jurídicas de su comportamiento.
Al tener la sociedad un conjunto invariable y estable de leyes, el individuo tiene la certeza
de que los jueces resolverán sus controversias con fundamento en ellas y no en otros
criterios que pueden ser vistos como arbitrarios.

3.2 Positivismo jurídico sociológico- antiformalista

Con la aparición de nuevas tendencias en el pensamiento jurídico de corte sociológico y las


críticas de las concepciones socialistas comenzarán a señalarse los límites y las debilidades
de la codificación y del positivismo legalista formalista.
Según Perehnan, en la segunda mitad del siglo XIX y como prolongación de la escuela
histórica de Savigny se opera un giro hacia una visión funcional del derecho.
Los defensores de la concepción sociológica del derecho piensan que éste sigue siendo la
ley elaborada por el legislador, pero a diferencia del positivismo legalista y formalista, no
admite la idea de que la ley sea una simple forma vaciada de contenido. La ley tiene un
contenido; obviamente no se trata de un contenido moral como lo suponía el
iusnaturalismo, sino de un contenido que viene dado por la intención o querer del legislador
a través de ese medio, la ley.

3.3 Razones para obedecer al Derecho

El derecho es producto de la voluntad del hombre.


Es una reacción contra las especulaciones teológicas y las construcciones metafísicas.
Separa derecho, ética, moral, religión y aspectos valorativos.
Uno de sus típicos representantes es Kelsen, quien separa el concepto de justicia y la idea
de derecho natural. En su obra más representativa “Teoría pura del derecho”, realiza
ciencia jurídica a través del método puro, que consiste en hacer a un lado todo lo ajeno al
derecho. Afirma que el objeto de la ciencia del derecho lo constituyen las normas jurídicas.

4. El concepto de Validez en el Formalismo Jurídico

Según Kelsen, sólo se puede concebir una norma jurídica válida dentro de un sistema de
normas válido. El jurista se refiere a distintos conceptos de validez de las normas y de los
sistemas jurídicos.
Que una norma sea válida significa que existe y pertenece a un sistema jurídico particular.
Además la validez de las normas depende de un criterio formal (no material) de tipo
procedimental. Es decir, la norma B es válida si y sólo si el órgano gubernamental
competente y autorizado por la norma A, que tiene una jerarquía superior a la norma B,
siguió el procedimiento adecuado y estipulado (en la norma A) cuando creó a la norma B.
Por último la validez de un sistema jurídico significa que los individuos se encuentran
sujetos a las órdenes y mandatos que las normas de este sistema les imponen.

Las condiciones de validez pueden ser formales y materiales.

Kelsen permanentemente dice que la validez es la existencia específica de las normas


jurídicas, ósea en la manera que ha sido creada por una autoridad conforme a un
procedimiento, respetando los contenidos establecidos por las normas superiores, la validez
tiene diferentes ámbitos, el ámbito territorial, el ámbito personal, el ámbito material, el
ámbito temporal, si una norma deja de ser aplicada ¿Qué es lo que ocurre con ella? ¿sigue
siendo válida? Deja de ser válida, ¿si una norma deja de ser válida todo el ordenamiento
jurídico deja de ser válido? Si en general el ordenamiento jurídico es obedecido o aplicado,
ósea si en general es eficaz sigue siendo válido, en cambio si en general el ordenamiento
jurídico deja de ser obedecido y aplicado pierde su validez, ¿Por qué? Porque la eficacia es
una condición de la validez, no es la validez misma porque es una condición. Una norma
pierde su validez si deja de ser eficaz, pero para ser válida necesita ser creada conforme a
las reglas establecidas. No es simplemente la eficacia la que hace la validez sino seria pasar
del mundo del ser al mundo del deber ser, todo lo que es eficaz seria valido, no
necesitaríamos reglas en ese caso, todo lo que hacemos seria todo debido.

Condiciones formales

En las condiciones formales, se refiere a quien realizó el acto de creación, cómo lo hizo y
cuál es el objeto de regulación de la norma. Establecer lo que es posible hacer.

La competencia formal: que la norma haya sido creada por el órgano competente.
Procedimiento: la validez de la norma requiere que se observe el procedimiento establecido
para la creación de normas. El acto de creación debe manifestarse de forma prescrita.
La competencia material: las normas no solo están vinculadas a un sujeto normativo y a un
procedimiento, sino también a un cierto ámbito material de regulación.

Condiciones materiales

En las condiciones materiales, se refiere a lo que la norma prohíbe, manda o permite.

De contenido de la disposición normativa: entramos en el terreno de la interpretación. Para


saber si una norma es contradictoria con lo establecido a una norma superior, hay que hacer
la interpretación de las dos. Cuando la norma inferior no respeta la superior, se dice que esa
norma es inválida por tener un vicio sustantivo o de contenido.
4.1 Razones para Obedecer al Derecho

Según esta concepción el derecho está compuesto exclusiva o predominantemente por


preceptos legislativos, o sea por normas promulgadas explícita y deliberadamente por
órganos centralizados, y no, por ejemplo por normas consuetudinarias o jurisprudenciales.
También sostiene que el orden jurídico es siempre completo, o sea no tiene lagunas.
Consistente, no presenta contradicciones preciso, sus normas no son ni vagas ni ambiguas.
En suma es un sistema autosuficiente para proveer una solución unívoca para cualquier
caso concebible.
Generalmente va unido al positivismo ideológico. El positivismo ideológico defiende la
absoluta sumisión de los jueces a los mandatos legislativos (lo que supone que el derecho
está compuesto sólo por leyes) y, por otro lado, que estos deben decidir siempre según
normas jurídicas y no según otro tipo de principios. Ya que siempre ofrecen una solución
unívoca y precisa. De lo contrario tendrían que recurrir a otro tipo de criterios no jurídicos
para justificar su decisión.
4.1 Razones para Obedecer al Derecho

Según esta concepción el derecho está compuesto exclusiva o predominantemente por


preceptos legislativos, o sea por normas promulgadas explícita y deliberadamente por
órganos centralizados, y no, por ejemplo por normas consuetudinarias o jurisprudenciales.
También sostiene que el orden jurídico es siempre completo, o sea no tiene lagunas.
Consistente, no presenta contradicciones preciso, sus normas no son ni vagas ni ambiguas.
En suma es un sistema autosuficiente para proveer una solución unívoca para cualquier
caso concebible.
Generalmente va unido al positivismo ideológico. El positivismo ideológico defiende la
absoluta sumisión de los jueces a los mandatos legislativos (lo que supone que el derecho
está compuesto sólo por leyes) y, por otro lado, que estos deben decidir siempre según
normas jurídicas y no según otro tipo de principios. Ya que siempre ofrecen una solución
unívoca y precisa. De lo contrario tendrían que recurrir a otro tipo de criterios no jurídicos
para justificar su decisión.
Las razones que establecen las diversas corrientes jusfilosóficas para
obedecer el al derecho

El tratamiento teórico de la obediencia al Derecho debe ser relacionado con las


cuestiones pertinentes del tema clásico de la obligación política. En ningún caso estaría
permitido sustituir el fenómeno de la obligación política por el de la obediencia al Derecho.
La obligación política es un hecho mucho más general, del cual forma parte otro más
específico que es la obediencia al Derecho.

Sin embargo, entre las razones que pueden aducirse para obedecer al Derecho o para
convencer a alguien de que es correcto o justo obedecer al Derecho, se encuentran las
razones políticas que son las que están conectadas y construyen o refuerzan la obligación
política. Mientras que la obligación política cuenta con una prueba clara y sencilla como
es la obediencia al Derecho, la propia obediencia al Derecho puede derivarse
exclusivamente de una obligación jurídica sin más aceptada así por el destinatario de las
normas jurídicas; pero también es cierto que ese destinatario tiende a preguntarse por las
razones o motivos por los que tiene que obedecer, y ello le sitúa ya en el ámbito de la
obligación política.

Por otro lado, las razones últimas de la obligación política y de la obligación política
concreta de obedecer al Derecho pueden conducirnos a hacernos otro tipo de preguntas
que residen en la obligación moral. Con todo ello parece que queda demostrado que los
tres tipos de obligación: jurídica, política y moral están interrelacionadas y que un
tratamiento filosófico exige que no se olvide esta situación real, aunque las tres formas de
obligación y sus diferencias pueden ser descritas con rasgos distintos y determinados.

Antes se ha señalado que el tema de la obligación política es un tema clásico. Y lo es,


entre otras razones porque las cuestiones que alberga son las preguntas que aparecen
junto a los orígenes de la filosofía política, son los que se desarrollan a lo largo de la
amplia historia de esta disciplina y son, al mismo tiempo, las que se mantienen hoy como
las más próximas a su contenido.

En el mapa de las tareas de la filosofía política dibujado por N. Bobbio aparece el tema de
la obligación política como un tema recurrente. Para él uno de los significados de la
filosofía política consiste en “considerarla como la búsqueda del fundamento último del
poder, que permite responder a las preguntas “¿a quién debo obedecer?” y "¿por qué?”.
Se trata del problema bastante conocido de la naturaleza y función de la obligación
política” (Bobbio, 1996: 56).

Por su parte Alessandro Passerin D’Entreves en la voz Filosofía Política del Diccionario
de Política dirigido por N. Bobbio, M. Matteucci y G. Pasquino asume esa tarea de la
filosofía política propuesta por N. Bobbio -Filosofía Política como búsqueda del criterio de
legitimidad del poder. Se trata aquí, y en esta tarea, de “determinar el por qué del Estado,
los motivos que exploran la obediencia que los hombres prestan o recusan al poder”. Así,
las teorías acerca de la legitimidad y legitimación del poder “se limitan de ordinario a
señalar las condiciones que el poder debe acatar para ser (o merecer ser) aceptado como
válido, dejando indeterminados los modos en que se pueden realizar de hecho estas
condiciones” (Passerin D’Entreves, 1991: 650).

Quede por tanto de lo anteriormente expuesto, que la obediencia al Derecho debe ser
colocada en la cuestión más general de la obligación política y sus razones. Lo que
equivale también a decir que aunque el poder político (Estado) nos puede exigir, incluso
por la fuerza, la obediencia al Derecho, no es lo mismo (desde el punto de vista moral,
político y jurídico) un poder político aceptado que un poder político impuesto, es decir, no
tienen la misma legitimidad. EL poder político se tiene que hacer merecedor de la
obediencia a sus normas jurídicas por parte de sus destinatarios, lo que significa que hay
Estados que se merecen la obediencia y otros que no. Y ello nos conduce siempre al
tema de la legitimidad y de los requisitos y condiciones de la legitimidad justa.

Las teorías contractualistas clásicas (T. Hobbes, J. Locke, J.J. Rousseau o I. Kant) y las
teorías neo-contractualistas actuales (J. Rawls) han puesto especial cuidado en crear un
marco adecuado que conecte la legitimidad del sistema político con la obligación política
(Pelayo González Torre, 1994: 123 ss.). Y entre los primeros, J. J. Rousseau dejó muy
bien planteada la cuestión, cuando escribe en El Contrato Social: “La fuerza es un poder
físico y yo no logro comprender qué consecuencia moral pueda tener. Ceder a la fuerza
es un acto de necesidad, no de voluntad; cuando mucho un acto de prudencia. ¿En qué
sentido podría constituir un deber? Debemos pues convenir en que la fuerza no crea el
derecho, y que no se está obligado a obedecer si no a los poderes legítimos”.

J. J. Rousseau estaba dando el paso desde la obligación política al establecimiento de las


razones más fuertes para obedecer al Derecho. A la consideración del Estado como
autoridad, “un poder ‘autorizado’ a exigir la obediencia para la consecución de un orden
definido como ‘justo’, y como tal -y sólo como tal- susceptible de obligar a aquellos a
quienes dirige sus mandatos” (Passerin D’Entreves, 1970a: 180).

De lo anterior se desprende que la obligación moral de obediencia al Derecho es una


obligación selectiva que está dirigida exclusivamente al Derecho justo (es decir, a la
norma jurídica justa). Las injustas o medianamente justas pueden ser objeto de obligación
jurídica o de obligación política, pero no de obligación moral. Y de la misma manera que
podemos esgrimir razones morales para obedecer al Derecho, pueden también existir
razones morales (y en caso más extremo: obligación moral) para su desobediencia.

A cualquiera que lea esta exposición se le ocurrirá inmediatamente que el tema de la


obligación moral de obedecer al Derecho se ha trasladado a los rasgos con los que debe
contar el Derecho (es decir: la norma jurídica) para ser considerado justo. Y lógicamente
precisamos de construir o aceptar una determinada teoría de la justicia. La discusión se
ha extendido hasta otra serie de cuestiones que son un verdadero y difícil reto, pero que
han venido acompañando la mejor reflexión de la historia de la filosofía moral, política y
jurídica.
Bibliografía
N. (1996), “Sobre las relaciones entre Filosofía, Política y Ciencia Política”, en
BOBBIO, N., El filósofo y la política, Fondo de Cultura Económica, México.

PELAYO GONZÁLEZ TORRE, A. (1994), Consentimiento, democracia y


obligación política, Pról. E. Fernández García, Editorial Colex, Madrid.
Razones que establecen las diversas corrientes jusfilosóficas para
obedecer al derecho. El problema de la obediencia al derecho. El
problema de la desobediencia civil.

La obediencia al Derecho ha sido estudiada por un gran extenso número de filósofos del
Derecho, la cuestión no presenta una ubicación sencilla e indiscutida. Si bien es cierto que
podemos encontrar posturas enfrentadas, la casi totalidad de los filósofos sitúan la
pregunta sobre la obediencia al Derecho en el ámbito de la moralidad, en detrimento del
ámbito jurídico e incluso político. A pesar de ello la postura en la que coincide con que el
estudio de la obediencia desde uno solo de los ámbitos enunciados supondría una
inexactitud ya que nos daría una visión excesivamente limitada e insuficiente de la
compleja realidad que configura la obediencia al derecho. Toda esta crítica conllévala
necesidad de abordar el tema que nos ocupa desde una triple y complementaria
perspectiva: la obediencia al Derecho como obligación jurídica, como obligación política y
como obligación moral.

La obediencia ai Derecho como obligación jurídica

Esta perspectiva es quizá la más decisiva en lo referente a fundamentar la obligación de


obedecer el Derecho, no en vano la exposición de este trabajo comienza con ese enfoque.
Sin embargo, el enfoque jurídico es, de los tres posibles desde los que se puede analizar la
obediencia al Derecho, el más olvidado por la doctrina.

Es absolutamente lógico pensar que el Derecho, que nace con la función primordial de
satisfacer unos determinados objetivos, ha de articular también los medios necesarios
para ser obedecido. El medio principal a través del cual el Derecho pretende ser
obedecido es la obligación jurídica de obediencia. En este sentido parece claro que la
obligación de obedecer el Derecho se presenta como una correspondencia lógica del
propio existir del Derecho, pues, ciertamente, un Derecho que no exigiese obediencia es
una contradicción lógica. Después de esta argumentación parece claro que la viabilidad
del Derecho y la realización de los objetivos que éste pretende, principalmente los que
lleva implícito su función ordenadora, pasan por la existencia de una obligación jurídica a
la obediencia al Derecho.
La obediencia ai Derecho como obligación Política

La obligación política como obligación con sustantividad propia e independiente tanto de


la obligación jurídica como de la obligación moral, ha sido uno de los aspectos más
controvertidos en el ámbito de la filosofía político-jurídica de los últimos años.

La obligación política, según definición de UGARTEMENDIA ECEIZABARRENA, es una


obligación que enlaza al individuo con la comunidad política en cuanto tal, vínculo que
patentiza la existencia de una relación política de poder-sujeción, mando-obediencia, y
que se configura como un doble y recíproco requerimiento, el del imperado, a obedecer a
la autoridad de una comunidad política, y el de ésta a no mandar sino aquellos que puede
ser obedecido. Creo que tampoco ofrece ninguna duda que cualquier comunidad o grupo
social que quiera perdurar en el tiempo y no destruirse a través de las luchas entre sus
miembros ha de respetar el orden político establecido y las normas que emana de dicho
poder, que si bien puede no ser el ideal siempre conlleva una situación más positiva, al
menos más segura, que si faltase.

La obediencia al Derecho como obligación Moral

La obligación moral a obedecer el Derecho responde, para muchos, al deber que existe de
obedecer un Derecho que se considera justo, porque garantiza la libertad y la igualdad o
porque cuenta con el consenso de la población. Desde esta argumentación existiría
obligación moral de obedecer al Derecho solamente cuando éste sea considerado como
justo por las conciencias individuales y cuando garantice la igualdad y la libertad. En esta
dirección E. FERNÁNDEZ considera que por Derecho justo hemos de entender
aquel Derecho que satisface las exigencias mínimas de legitimidad de origen y de
ejercicio y que, consecuentemente, existe una obligación moral de obedecer al Derecho
cuando éste ha sido elaborado contractualmente y, además, reconoce, respeta y garantiza
el ejercicio de los derechos humanos fundamentales.

La argumentación sobre la obligación moral de obedecer el Derecho fundamentada en el


contenido del mismo, encontramos un gran número de autores que consideran que
existen razones morales para obedecer las disposiciones jurídicas.
Problema de la Obediencia al Derecho

En las sociedades democráticas es posible encontrar normas que afecten minorías o


conciencias individuales que evidencien razones para una cierta desobediencia. En
principio, la desobediencia no se justifica desde el momento en que las constituciones de
los Estados democráticos de Derecho garantizan la posibilidad de ejercer acciones y
recursos contra las leyes y actos gubernamentales inconstitucionales.

Todo sistema político y legal tiene pretensión a ser obedecido, Es de hecho la esencia
misma del poder y de la autoridad exigir el respeto de sus leyes y mandatos, sin los cuales
la existencia de cualquier sociedad es imposible. Sin embargo, la sencillez de este
enunciado no refleja la complejidad de la cuestión de la obediencia, la cual es tan vieja
como la existencia misma del derecho. Para algunos autores la cuestión de la obediencia a
la autoridad y a sus mandatos constituye el nudo de la filosofía política, y la definición
misma de su objeto. Una primera aproximación a dicha problemática es considerar que
existe una obligación de obedecer al derecho porque las normas jurídicas así lo
establecen. Esta obligación de tipo legal o jurídico deriva de la existencia de una norma
jurídica valida que impone un mandato obligatorio.

Es la ¡dea según la cual es Derecho no necesita otra fuente de obligación al constituir por
sí mismo un conjunto de deberes jurídicos. Siendo el Derecho positivo un orden soberano
y supremo, fundamentar el deber jurídico en una fuente exterior al propio Derecho
aparece ilógico. La obligación radica en la existencia de una norma valida y esa es la razón
necesaria y suficiente para hablar de deber jurídico. No obstante, pasarla la obligación
sobre argumentos puramente legales plantea algunas dificultades, pues puede
considerarse tautológico afirmar que estamos legalmente obligados a obedecer a la ley
porque la ley impone una obligación jurídica.
Problema de la Desobediencia Civil

Los actos de desobediencia civil son parte de un estado de derecho democrático y se


desarrollan en sociedades maduras que logran procesar sus conflictos aceptando que las
leyes e instituciones legalmente establecidas pueden "fallar", admitiendo un espacio para
la construcción de interpretaciones distintas a las predominantes que, sin embargo,
pretenden ser consideradas justas. La opinión generalizada de que todo acto contrario a la
ley es siempre un acto ilegal que merece tanto el castigo positivamente definido como la
condena social, admite otro análisis desde la perspectiva de la desobediencia civil. En
primer lugar, presentamos un análisis del debate sobre los fundamentos del poder
legítimo. En segundo lugar, una reflexión sobre las limitaciones que desde las ciencias
sociales y el derecho se presentan para aportar una comprensión diferente sobre la
desobediencia civil. Finalmente, un recorrido conceptual por distintos autores que
analizan el concepto de desobediencia civil.

La desobediencia civil corresponde a diversos ámbitos, entre ellos, la ética. Diferir,


disentir, protestar, no acatar órdenes inapropiadas o con las que no se está de acuerdo, el
derecho y privilegio del ser humano. En un mundo y en un país tan dispar como el
nuestro, la desobediencia civil es necesario. Javier Sádaba escribe,... en una sociedad
democrática-si la sociedad no es democrática, el problema desaparece puesto que no
habría nada a lo que obedecer, o, más bien, habría que desobedecer a casi todo - una
parte de dicha sociedad se niega a obedecer y lo hace, un principio, de forma pacífica.
Antes, mucho antes, el gran Henry David Thoreau, dictó una conferencia en enero de 1848
intitulada, Los Derechos y obligaciones del individuo en relación con el gobierno, la cual se
publicó unos años más tarde bajo el nombre Resistencia al gobierno civil y no, como bien
lo explica Sebastián Pilovsky, con el nombre Sobre el deber de la desobediencia civil.
Thoreau, fiel a sus escritos, se negó a pagar sus impuestos, motivo por el que fue
encarcelado. Dos eran sus razones, no quería colaborar con un Estado - se refería a
Estados Unidos - Mantenía el régimen de esclavitud y emprendía guerras injustificadas en
aquel entonces contra México.
BIBLIOGRAFIA

• BOBBIO, N. (1996), "Sobre las relaciones entre filosofía, política y


ciencia política", en BOBBIO, N., El filósofo y la política, Fondo de
Cultura Económica, México.
• FERNÁNDEZ GARCÍA, E. (1987), La obediencia del Derecho, Ed. Civitas,
Madrid.
• FERNÁNDEZ GARCÍA, E. (1990), Estudios de ética jurídica, Editorial
Debate, Madrid.
• F. GONZÁLEZ VICÉN, Estudios de Filosofía del Derecho, Ed. Facultad de
Derecho de la Universidad de la Laguna, 1979, p. 365.
• THOREAU, H. (2006), Desobediencia civil, Leviatán, Buenos Aires.
• THOREAU HENRY DAVID, Desobediencia Civil, edición (2012) México.
Efe FfeOBfeElftA DE feA OBEDIEMCIA

Afe DERECHO

Cuando nos referimos al término obediencia estamos indicando que


debemos poneratención a una acción próxima que se realizara, la cual
provocara una actitud interna de respuesta a un sujeto, teniendo este
que obedecer o subordinarse ante una autoridad, ya sea para una acción
o una omisión que le prohíba algo que puede ser en una situación que
exime de responsabilidad penal por delitos cometidos en el
Cumplimiento de una orden impartida dejando subsistente la sanción
penal así como puede presentarse en otras actividades de Derecho
Público, como la Administración y otras.

De acuerdo a la forma en que la obediencia se presenta, se puede


clasificar en:

* Obediencia absoluta.Se refiere a que se está obligado a cumplir las


órdenes lícitas como ilícitas que se le han impartido. La que se
subclasifica en: Obediencia reflexiva y Obediencia ciega.

* Obediencia relativa^Esta se refiere, a cumplir solo las órdenes


lícitas que le ha impartido. La que se subdividen en:

Obediencia Militar: La obediencia militar se trata del acatamiento de


instrucciones en el marco de un código de vida y de conducta para
responder a los conflictos o crisis sociales o políticas y, en casos
extremos, a la guerra.

Obediencia Infantil: La naturalezasubordinada a los padres, resultante


del proceso de integración familiar de todos los niños.

Obediencia Solidaria: Se refiere a la obediencia de un sujeto que


participa de un grupo incluso sin tener la plena convicción de las
ideas fundamentales o de las acciones realizadas de dicho grupo.
Obediencia Sociológica: Para el sociólogo Max Weber, es la principal
Característica définítoríá de la "dominación", en contraste con el
"poder".

Obediencia Voluntaria: Referida a normas preestablecidas o a la


conciencia que se posea, reconociendo lo bueno de tal modo que no se
produzca una transformación en el sujeto.

Obediencia Disciplinaria: Lo que positivamente se considera que sirve


de base para la estructura social.

Obediencia Religiosa: Es el libre sometimiento a la palabra escuchada,


cuya verdad está garantizada por Dios, que es la verdad misma. Y que
obtiene en si el Voto de Obediencia, como la Obediencia Ciega; en
acciones masculinas y femeninas, es uno de los tres Consejos
evangélicos, junto con el de castidad y pobreza.

Obediencia Sacerdotal: Es la qué IOS sacerdotes deben a SüS


respectivos ordinarios, en primer lugar los Obisposllamados para
servir al Pueblo de Dios.

Obediencia Anticipada: Al percibir una expectativa sobre uno


mismoantes que una instrucción fuere expresamente formulada para
lograr la eficacia de las organizaciones nacionalsocialistas durante
las guerras.

Debido a estos tipos de obediencia es que el estado con el poder


que tiende da capacidad a cada persona para poder realizar acciones
que no están prohibidas en la ley tal como lo cita en el Articulo 5
de la Constitución Política de la República de Guatemala -
"Libertad de Acción: Toda persona tiene derecho a hacer io que ia ley no prohíbe: no está obligada a
acatar órdenes que no estén basadas en ley y emitidas conforme a ella. Tampoco podrá ser perseguida ni
molestada por sus opiniones o por actos que no impliquen infracción a ¡a misma".

Una vez teniendo claro lo que es la obediencia podemos referirnos


a lo que abarca el problema de la obedienciaal derecho, pues cuando no
se está bajo una normativa, los ciudadanos no tiene control de sus
propias acciones y se violentarían los derechos de los otros como los
en común.

Tenemos claro lo que es la Detención Legal; que ésta estipulado


en el Articulo 6 de la Constitución Política de la República
de Guatemala: el cual nos indica que- "Ninguna persona puede ser detenida o
presa, sino por causa de delito o falta...
... o por flagrante delito o falta... ”.

Siendo este nuestro anclaje para hacer que no se violenten


nuestros derechos individuales, pero con la inseguridad que se tiene
en el país es que no se lleva a cabo, tanto por la falta de seguridad
que deberla proporcionar el Estado de Guatemala, como la deficiencia
dé íiúéstras instituciones a cardo dé la Seguridad del País.

Teniendo normas que nos regulan la conducta humana, y aun así no


las cumplimos, y de paso las autoridades no realizan esfuerzos por que
estos problemas terminen para poder tener una sociedad sana en todos
los sentidos, cierto es que se tiene normas de castigos, penas o
multas dependiendo del ámbito al que nos refiramos, pero en Guatemala
no se cumplen con estas acciones o consecuencias que deberían seguirse
al pie de la letra, es claro por el poder dominante de algunos que
están perpetuados en el poder y quiere tener a todo un pueblo
oprimido, subordinado a sus leyes y productividad mas no la del bien
común.

De esta forma es que si no se someten una persona a la obediencia


es que se le castiga, más en muchos casos no es legítima, ni justa y
en su casos no existe por lo que al momento de aplicar la ley se
desvanecen todos los preceptos existentes en nuestra Constitución y
demás normativas, teniendo en si el problema de la obediencia al
derecho.

Efe pfeQBfeElfrA DE feA DESOBEDIENCIA ClVIfe


La desobediencia implica consecuentemente estrictas sanciones ya
que significa a menudo un riesgo para la seguridad de otros o de los
intereses colectivos. Sin embargo, la desobediencia, en este plano, se
puede deber por razones legales, éticas y/o religiosas.

Desobediencia Civil para algunos autores la definen como:

“el acto de desacatar una norma de la que se tiene obligación de cumplimiento. La norma que
debería obedecerse es, por Jo genera!, una norma jurídica, o en todo caso cualquier norma que e¡ grupo
en el poder considera investida de autoridad en el sentido de que su transgresión acarreara
inevitablemente un castigo”

Se puede clasificar en Activa, Pasiva.

En término muy amplios está catalogada como "DESOBEDIENCIA


CIVIL"pues se hace referencia a los deberes generales que todo
ciudadano debemos reconocer, legitimando asi el orden legal vigente
teniendo en cuenta que ésto puede traer cambios en él otden social o
político que afectarían la libertad de los ciudadanos.

Que a su misma ves puede hacer que: "cualquier acto o proceso de


oposición pública a una ley o una política adoptada por un gobierno
establecido, cuando él autor tiene conciencia de qué sus actos son
ilegales o de discutible legalidad, y es llevada a cabo y mantenida
para conseguir unos fines sociales concretos haciendo que la acción se
haga públicamente, que sea ilegal o que así lo clasifique el poder, y
que al mismo tiempo quien cometa el supuesto delito esté consciente de
sus acciones y motivos."

( Se debe entender que muchas veces la desobediencia civil es una


forma consistente en una persona quiebra la legalidad de una acción
con la finalidad no tanto de buscar una dispensa personal a un deber
general de todos los ciudadanos, sino de suplantar la norma
transgredida por otra que es postulada como más desacorde con los
intereses generales.

Esta desobediencia buscan no la afirmación de un principio en la


ééféta privada, sino una llamada de atención a la opinión pública
sobre el hecho de que una ley o política sancionadas por las
autoridades están transgrediendo un principio de índole moral.

Como lo expresan algunos autores:

"La desobediencia civil se debe dar a conocer a los representantes de orden público de una
manera que se sientan identificados sobre la cuestión por la que van a luchar y sus fines deben ser
) públicos y limitados. Su objetivo manifiesto no puede ser el beneficio particular o económico; debe
guardar cierta relación con una concepción de la justicia o del bien común.".

Otra definición de desobediencia al Derecho sería que: "Es la


forma de insumisión al Derecho motivadas por consideraciones políticas
o morales que, no obstante ilícitas, guardan una mínima lealtad
constitucional, es decir, aceptan el sistema de legitimidad
democrático como el más Correcto para la adopción dé les decisiones
colectivas".

Tenemos que tener en cuenta que al momento en que la


desobediencia civil existe trasgrede la moral y el progreso político
que se perciben como la consecuencia, como el éfécto buscado pot los
desobedientes. Siendo esto suficiente para que se utilicen las
tácticas y estrategias que mejor se ajusten a sus fines y poner orden
é'h lá sociedad, buscando él Bien Común que es la Paz.

Teniendo en consideración que con esto en particular vulnera la


lealtad hacia las reglas del ordenamiento constitucional y con la
expectativa que se hagan cambios en las reglas democráticas y
polotiCas.

Otros autores han llegado a la conclusión que-

"Los actos efe desobediencia civil son parte de un estado de derecho democrático que se desarrollan en
sociedades maduras", que logran crear conflictos dejando saber que las leyes e instituciones que están
establecidas legalmente pueden fallar en algún momento. Esto abre espacio a ¡a creación de
interpretaciones distintas a las existentes, y que lo que se debe de castigar es el acto ilegal
proveniente de esta acción.”

La desobediencia civil es su ejecución de forma consciente que


puede ser:Pública, Pacífica y No Violenta

Todas ellas manteniendo una actitud de protesta contra la


autoridad con el fin de rectificar los errores que ésta haya cometido,
a juicio de quienes protestan.

Pqjcthos de OesobedieMeict Civil;


Las formas en que se puede materializar la desobediencia civil
son:

■ De Protesta Y Persuasión'. Son acciones másque son de tipo simbólico,


que
muestran el descontento o que ejercen presión y hacen que se difunda y
se conozca la protesta, sus razones y objetivos. Las que hacen que el
interés pasivo de la comunidad se despierte, produciendo la
incorporación de muchos. Son actos de protesta, escritos,
declaraciones, apoyos, difusión de la protesta por diferentes medios
de comunicación o publicitarios, cacerolazos, ruidos simbólicos,
vigilias, canciones alegóricas, sátiras, peregrinajes, caravanas,
foros y mítines todo ello para generar molestias visibles a quienes
son iconos del régimen, en forma que sepan y conozcan que hay un
pueblo en disposición posible de una desobediencia civil.

Ejemplos a nivel mundial de:


feQS PfeQBfeElttAS DE DESOBEDIENCIA CIVIL»
La marcha de la sa!: El desafío de Gandhi a las leyes coloniales británicas sobre ei monopolio de la
sal comenzó en marzo de 1930 y desató una ola de desobediencia civil que contribuyó a la expulsión de!
imperio británico. Las leyes de la sal gravaban la producción de sa! india por lo que ef país tenía
que importar sal británica. Comenzaron una larga marcha para producir sa! y transportarla sin pagar ei
impuesto correspondiente: ¡os británicos oprimieron la marcha ferozmente, arrestaron a miles de
personas, y se negaron a hacer ninguna concesión. Pero ¡a campaña tuvo efectos a largo plazo que
compensaron su incapacidad para conseguir ios objetivos inmediatos. La campaña extremeña: La reforma
agraria era una prioridad en las zonas rurales de España durante el periodo republicano. E! alto
desempleo rural había contribuido a ia elección del gobierno del Frente Popular de izquierdas. En
Extremadura, durante la campaña electoral de 1936, los candidatos del Frente Popular habían prometido
una rápida reforma agraria. En lugar de esperar a que el gobierno cumpliera sus promesas, ¡os
campesinos desempleados comenzaron a ocupar latifundios, comenzaron con unas 3. 000 granjas en la
provincia de Badajoz. E! gobierno, ante e! descontento popular, legalizó ¡as primeras ocupaciones.
Cientos de mi tes de campesinos fueron reasignados. Los piquetes
móviles y las sentadas: Los conflictos industriales en EEUU siempre habían tenido un patrón de
insurgencia, principalmente debido ai conflicto violento entre gobierno y empleadores hasta la llegada
del New Dea!. Una ola de mi/¡tanda durante ¡a Gran Depresión produjo un apoyo legal e institucional
para ¡os trabajadores por primera vez. Los trabajadores no organizados en ¡as plantas textiles y ¡as
minas de carbón, golpeados por la recesión, pero también inspirados por ia promesa de Franklin
Roosevelt de hacerse cargo de los trabajadores industriales, comenzaron una serie de batallas
desesperadas en contra de los recortes y ¡as pérdidas de trabajo. Pero para ganar, tuvieron que optar
por las tácticas más alborotadoras, enfrentándose a la violencia de esquiroles, policía y en algunos
estados y la imposición de la ley marcial. Siendo aquí es cuando surgen los "escuadrones voladores" de
piquetes que marchaban de pueblo en pueblo durante la huelga de la industria textil en 1934,
solicitando a los empleados que abandonaran sus puestos. Una estrategia que fue muy eficaz y menos
violenta que los piquetes. Más adelante fue utilizada por tas campañas de los derechos civiles y en
contra de la guerra de Vietnam.
Desmantelamiento de empresas no deseadas'- La cadena de comida rápida McDonaíds había sido recibida en
muchos países europeos sin ningún problema cuando se expandió por primera vez en la década de los 70.
Francia siempre había sido diferente, estaba extendido el disgusto por la comida basura. El intento de
la cadena de abrir una sucursal en Mi/!au en 1999 despertó el interés de José Bove, un agricultor
militante y miembro del sindicato agrario ConfédérationPaysanne. Antes de que la filial estubiera
operativa, Bové y sus seguidores llegaron y comenzaron a desmantelarla, ladrillo a ladrillo. Estas
acciones suelen ser simbólicas, pero la acción de Bové fue sólo uno de una serie de acciones en contra
¡a manipulación genética y comida basura que inundaban e! mercado francés. Estas acciones dieron fama
no solo a Bové, sino a toda la estructura de activismo agrícola. Formaron una parte importante del
movimiento ant¡-capitalista y más tarde se unieron a la lucha contra el tratado constitucional
europeo, como parte de ¡a coalición que solicitó el "No".
El impago del impuesto de capitación: Ei momento más dramático de la campaña para no pagar el
impuesto de capitación podría ser la manifestación de 200. 000 personas en el centro de Londres el 31
de marzo de 1990. La policia, algo poco habitual, sa!¡ó perdiendo. Fue simbó!icamente importante pero
surgió de una serie de errores tácticos. Puedes sorprender a ¡as autoridades de vez en cuando, pero
aprenden de sus errores e incorporar tas lecciones en tos planes futuros. Lo que es importante de
estas acciones es una forma mucho más duradera de desobediencia civil.

En estos ejemplos lo que se debe observar es la manera en que la


desobediencia civil se puede plasmar por medio de los movimientos
populares que se dedican ala colaboraciónde lo que hace que los
políticos se sientan amenazados por la mayoría del pueblo viendo como
ellos progresan. Siendo este un problema pues se debe de seguir las
medidas estipuladas en la normativa jurídica teniendo la obligación de
cumplirse a toda costa, cosa que no sé realiza de manera justa para
los que no lo hacen de manera justa y ética. Las normas que deberían
cumplirse, por lo general, podría ser una norma jurídica o cualquier
norma que el grupo considere investida de autoridad en el sentido de
que su transgresiónf o que la violación de un precepto conllevara una
sanción.

En el problema de la desobediencia civil se puede decir que es


cualquier acto o acción de oposición pública a una ley política
adoptada por un gobierno establecido, cuando el autor tiene
conocimiento de que sus actos son ilegales, que es contrario a la ley
o de discutible legalidad viendo que sus sanciones son nada comparadas
con lo que se está viviendo en el país, recurre a este acto.

Contrario a lo que expresa el Articulo 1 del Código Penal: “De


La Legalidad: Nadie podrá ser penado por hechos que no estén expresamente calificados, como delitos o
faltas , por ley anterior a su perpetración; ni se impondrán otras penas que no sean las previamente
establecidas en la ley. " .

Actos que en cuanto lo a la Desobediencia Civil están muy lejos


dé qué hagáh Qué ühá sóéíédád Sé ádáté á éllós, téhíéhdó éh
consideración que existiendo las misma no les da ninguna pena el
trasgredir ciertas normas ya estipuladas incluyendo sus penas ahora no
teniendo una normativa, esto sería un total caos.
BIElsIQGfeACIA

Constitución Política de la República de Guatemala

Código Civil de la República de Guatemala

Código Penal de la República de Guatemala

Arendt, Hannah (1973). "Desobediencia civil", en Crisis de la


República (págs. 59-108). Madrid: Táuius. ISBN 84-306-1106-1.

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos60/desobediencia-


civil-venezuela/desobediencia-civil~venezuela3.shtml#ixzz4dJ2nBcTH

http://traduccionespi.blogspot.com.es/2012/08/cinco-ejemplos-de-
desóbédieñciá-civil.html

Enciclopedia de Filosofía del Derecho, Vol. 2, pp. 1193-1245.

http://www.elcomercio,com/opinion/problema-obediencia-politica-
f abiancorral ■. html

https://es.wikipedia.org/wiki/Obediencia debida
v^/rerc /jessr ¿vís-cí araw#piag&<s-/r-
1 \

INDICE
, £
INTRODUCCION.................................................................................................................... 3
\

1. RELACION ENTRE PODER Y DERECHO........................................................ 4


1.1 Historia............................................................................................................................... 4
1.2. Poder.................................................................................................................................4

1.3. Derecho............................................................................................................................ 5

2. EL DEBATE SOBRE LA RELACIÓN ENTRE DERECHO Y PODER POLÍTICO........... 6


I
2.1. La tesis de la radical contraposición entre el derecho y el poder................................. 6
2. 2. La doctrina de la complementariedad del Derecho y el poder.................................... 6
2.3. La tesis de la plena subordinación del Derecho al poder.............................................. 6

3. LEGITIMIDAD Y DERECHO.............................................................................................. 7
i
3.1. Concepto de legitimidad................................................................................................. 7
3.2. Concepción de varios autores sobre Legitimidad.......................................................... 7

CONCLUSIÓN.......................................................................................................................... 9

BIBLIOGRAFIA..................................................................................................................... 10
I
4

1. RELACIÓN ENTRE PODER Y DERECHO

El ordenamiento jurídico, tiene su base sociológica en una organización


específica, a la que se da el nombre de estado. Uno de sus elementos, el poder
político, mantiene y garantiza el orden jurídico, que de este modo se transforma en
derecho positivo. Por su parte ese poder se encuentra limitado por el mismo orden
de derecho que define su actuar, por lo que encontramos una relación estrecha y
de doble vía entre el poder y el derecho.

Por ello y como lo afirma García maines, el estado es la fuente formal de validez
de todo derecho, pues sus órganos son quienes lo crean a través de la función
legislativa o le imprimen tal carácter por aplicación de una costumbre a la
solución de casos concretos.

1.1 Historia

Durante la Edad Media el Derecho y el estado han tenido una vinculación casi
nula, pues ios gobiernos eran plurarquicos y el Derecho resultado de una
costumbre jurídica. El Estado entonces era el soberano el que tenía la hegemonía
sobre la sociedad y el creador de leyes. La visión anterior se quiebra cuando se
reconoce la necesidad de crear Derecho nuevo para resolver situaciones no
previstas en el Derecho tradicional y se reconoce además la posibilidad material
de crearlo. Se disuelve así la antigua separación entre Derecho y poder, pasando
a relacionarse de manera tan estrecha que la posibilidad de dictar leyes se
contempla, en lo sucesivo, como el principal instrumento y distintivo de la acción
del poder soberano.

La filosofía política moderna, mediante la doctrina del contrato social tratará de


someter la libre voluntad del monarca para dar a la ley cualquier contenido.

Con la entrada a la modernidad el Derecho se vinculó al Estado produciéndose


una vinculación mutua, el Estado necesita del Derecho para gobernarse y el
Derecho utiliza el poder del Estado para sostenerse. Esta relación de Derecho y el
poder Estado es explicada por el modelo de coordinación. Según este modelo, el
Derecho tienen una relación tan estrecha que no puede comprenderse uno sin el
otro.

1.2. Poder
Según Weber: " el poder es la probabilidad de que un actor dentro de un sistema
social este en posición de realizar su propio deseo, a pesar de las resistencias".

El concepto de poder para Tawney, se centra en la imposición de la propia


voluntad sobre otras personas. Literalmente " el poder se puede definir como la
capacidad de un individuo o grupo de individuos para modificar la conducta de
otros individuos o grupos en la forma deseada y de impedir que la propia conducta
í
5

sea modificada en la forma en que no se desea" En el pensamiento político í


moderno, el poder ha sido representado de tres maneras que pueden ser
diferenciadas, aunque no resulten, sin embargo, completamente distintas:

1. El poder entendido como capacidad


i
2. El poder fundado en el consentimiento
3. El poder como una característica ineludible de las relaciones sociales
\

En el análisis de Marx, la sociedad capitalista se encuentra dividida en clases ÍÍ


antagónicas. Sobre la base de este antagonismo de clase, se crean las i
instituciones jurídicas y políticas el Estado y el Derecho con la finalidad de
proteger mediante la coacción las condiciones que garantizan la continuidad del
modo de producción capitalista y la posición dominante de la clase en el poder.
Otra interesante aportación en esta línea la encontramos en la obra de Michel i
Foucault. Para este autor, el poder, o para ser más exactos, los poderes, son
relaciones de fuerzas que atraviesan todo el campo social con diferentes grados
de concentración. Desde este punto de vista, el Derecho debe pensarse como la
*
codificación de un estado de cosas, resultado, siempre provisional, de complejos $
enfrentamientos de fuerzas.
i
1.3. Derecho 'i

El Derecho como simple expresión o manifestación del poder ha venido siendo


defendida desde la antigüedad por las diversas “ filosofías de fuerza”, desde los
sofistas griegos hasta la más reciente actualidad. Muchos pensadores han
coincidido en establecer una vinculación tan esencial entre el Derecho y el poder
que equivale a una reducción del primero al segundo. Un planteamiento de i*
aquellos autores (ej. MARX): existencia de un control efectivo que ejercían sobre
f
el Derecho los sujetos sociales que monopolizaban los resortes del poder *
(reducción del derecho al poder). Ya Platón sostuvo que “es justo que el más
fuerte domine al más débil”.
*
Paralelamente, más recientemente, Nietzsche proclamó que el Derecho es
siempre fruto de la conquista, que no hay Derecho sin poder y el momento de la
fuerza es congénito y esencial a todo Derecho y justicia. Otros autores más
recientes, han caracterizado al Derecho como un conjunto de normas que se
definen por constituirse en organización y regulación del empleo de la coacción, es
decir, de la aplicación de la fuerza física.
t
Como exige la propia función que corresponde a cada uno dentro del proceso de
organización de la vida social, las relaciones entre ambos han sido siempre
especialmente estrechas. El poder político reclama la existencia del Derecho,
puesto que es el instrumento de racionalización de los mandatos del poder. Y, a
su vez, el Derecho, desde su propia estructura funcional, reclama la presencia y
respaldo de un poder político capaz de garantizarle la eficacia.
’ > !K V .X S .^.^V .'® > .’ ^ . ’ a>’»L-C.XSk^ ÍW . ’ es.X!

r^£X'^'^^^/^jx^^^ia^i!i':iKiXj»^in'v:¡Fj3i:£>arar.^rJE> vaerea00a¡xff.&0o'cíx} ¿i-

6
i
l
i
2. EL DEBATE SOBRE LA RELACIÓN ENTRE DERECHO Y PODER i
POLÍTICO. í

I
<».'Q.-<S>.

2.1. La tesis de la radical contraposición entre el derecho y el poder.


^ . ^ ^ ’ ^ ^ ^ ^ ^ ^ X iV ^ « k ^ N K ^ ^ ^ X X ^ ? « k ^ ^ X S . '! ^ '3 . '® . ’

La visión que contempla al Derecho como una realidad contrapuesta y, en cierto


modo, independiente del poder, tuvo su momento de esplendor en una época l
cultural e histórica determinada, la Edad Media europea. En ese momento,
el fundamento último de validez de las normas jurídicas positivas no reside en la
autoridad que las dicta, sino en su carácter tradicional, entendido a su vez i
como orden natural. La tarea del poder consiste en juzgar conforme a ese
Derecho, no en crearlo; de ahí que la función principal de los reyes medievales
fuera la de jueces. La escolástica tomista elevó esta realidad a sistema y por ello &yú
presentó el Derecho como derivación del orden a la vez natural y racional
dispuesto por la divinidad y no como una construcción arbitraria de la voluntad
humana, como haría, en cambio, la escolástica franciscana. í■
i
2. 2. La doctrina de la complementariedad del Derecho y el poder.
La visión anterior se quiebra cuando se reconoce la necesidad de crear Derecho
nuevo para resolver situaciones no previstas en el Derecho tradicional y se
I#
reconoce además la posibilidad material de crearlo. Se disuelve así la antigua
separación entre Derecho y poder, pasando a relacionarse de manera tan
¡
\
estrecha que la posibilidad de dictar leyes se contempla, en lo sucesivo, como el
principal instrumento -y distintivo- de la acción del poder soberano. La filosofía
política moderna, mediante la doctrina del contrato social tratará de someter la
libre voluntad del monarca para dar a la ley cualquier contenido. I
t

2.3. La tesis de la plena subordinación del Derecho al poder.
En el análisis de Marx, la sociedad capitalista se encuentra dividida en clases
antagónicas. Sobre la base de este antagonismo de clase, se crean las
instituciones jurídicas y políticas -el Estado y el Derecho- con la finalidad de
proteger mediante la coacción las condiciones que garantizan la continuidad del
modo de producción capitalista y la posición dominante de la clase en el poder.
Otra interesante aportación en esta línea la encontramos en la obra de Michel
Foucault. Para este autor, el poder, o para ser más exactos, los poderes,
son relaciones de fuerzas que atraviesan todo el campo social con diferentes ié
grados de concentración. Desde este punto de vista, el Derecho debe pensarse
ii.
como la codificación de un estado de cosas, resultado, siempre provisional, de p
complejos enfrentamientos de fuerzas.
| ,z- zzzz ,<z .7y; z zzzzz/zzz’'zz.zz..z'zzz/'.zzzzjzz:zzzzzzzzz ■ 'zzzzx■ Z <7Z zz.z-zzzrzz. .z.zz'zzzzzzzzzzzz z ,z ■ --z-zzz. zzzz zrzzz:' zzz zzzzzzzzzz.« zz.zzz zz zzzz,.: , ,.z „ zz zz.z, ,z .z ,z 'zzzz ■. z zz z z.

¡
i

i
t
* 3. LEGITIMIDAD Y DERECHO
í
La legitimidad, es un término utilizado en la Teoría del Derecho, en la Ciencia
Política y en Filosofía que define la cualidad de ser conforme a un mandato legal,
a la justicia, a la razón o a cualquier otro mandato cierto.
i
En la dogmática procesal legitimidad alude, en principio, a los procedimientos o
i
bien a las condiciones o requerimientos para poder actuar en derecho,
manteniendo el sentido de justificación o fundamentaron. En éste caso se habla
de legitimidad para obrar indicando la posesión de un interés jurídicamente
i
justificado para intervenir en juicio. En éste mismo sentido, la dogmática procesal
hable de legitimación ad causan y de legitimación ad procesum. La primera se i
*
refiere al requerimiento de que la acción sea interpuesta por su titular. La segunda i
se refiere a la idoneidad del sujeto que interviene en juicio, la que pertenece a la
parte procesal. En un sentido histórico ideológico, legalidad, en comparación con
*$
legitimidad, es una noción reciente. Legalidad deriva de ley. Legal literalmente
significa conforme con la ley y por extensión conforme a derecho, o simplemente
lícito. Por tanto, legalidad parece sinónimo de legitimidad que, etimológicamente, ■

muestra el mismo origen, conforme a derecho.

En realidad, aunque en un sentido amplio y general legalidad indica la cualificación


de actos que se conforman con el derecho existente, no puede predicarse lo
mismo de legitimidad. Cierto, éste término designa la conformidad de una acción
I#
con una norma, pero primordialmente alude a la búsqueda del título que justifica el *
orden jurídico en su conjunto. Legitimidad se refiere al problema del fundamento,
de la justificación de la autoridad.

3.1. Concepto de legitimidad


i
En un sistema de Derecho estricto, la cuestión de legitimidad es lo más
fundamental, porque ahí el legislador no deja nada librado al arbitrio de los jueces.
El vocablo legitimidad proviene de legítimo que, a su vez, deriva del latín legitimus. i¡>
En el lenguaje común significa conforme a las reglas, bien construido. En la
i
literatura jurídica, legitimus significa conforme a derecho, justo. En esta sentido se $
habla de legítimapoena, ligitimumimpedimentum, legitimaecontroversiae.

I Legitimidad significa conforme a las leyes, justo, perfecto, completo, permitido,


5
verdadero, genuino.
I 3.2. Concepción de varios autores sobre Legitimidad
i
\
í
Para comprender mejor la idea, citaremos las opiniones de algunos ¡lustres
escritores:
w
v,
Hobbes: El principio de legitimidad de la sociedad política es el consentimiento.
Los hombres para salir del estado de guerra y encontrar la seguridad y la paz, se

.
.
someten a la voluntad de otro hombre o de una asamblea. Es ese consentimiento

.
o consenso lo que legitima el poder de ese monarca.

Locke: La legitimidad del poder está por el consenso de los miembros de la


............................
comunidad a someterse a ese poder; al ser el hombre libre por naturaleza no
puede suponerse que se someta a ningún poder terrenal si no es por su propio
consentimiento, el cual legitima y justifica el poder.
1
Rousseau: El hombre es libre solo cuando obedece a la ley que el mismo ha
creado. El único modo que el ciudadano sea libre es dictando sus propias leyes. El

..................
poder político reside en la naturaleza general, la legitimidad se encuentra en el
consenso de cada particular de someterse a esa voluntad general.

' : . .
Maquiavelo: Un estado solo puede ser permanente si admite una cierta

.
participación del pueblo en el gobierno y si el príncipe dirige los asuntos ordinarios


del estado de acuerdo con la ley y respetando debidamente la propiedad y los

.:• ■
derechos de los súbditos. El gobierno es más estable cuando participa en él la

v
mayoría. La legitimidad se basa, en principio, en la fuerza; pero también es
necesario que el príncipe no solo sea odiado sino que cuente con el afecto de la
gente, y que se encuentre sometido a la ley.

Kelsen: Busca fundar todo poder en el intento de reducir la noción de estado a la


de ordenamiento jurídico, por ello el poder último equivale al poder soberano de la
tradición, sobre una norma superior que autoriza el poder, así éste es legítimo solo

•:
cuando es autorizado por una norma.

'• •
•í?‘íííl!!á*^á*JiíáR:ííí!íííi,^s*5:í^^^

10 l

BILBLIOGRAFIA l
DERECHO, PODER Y ESTADO disponible en:
http://ocw.innova.uned.es/ocwuniversia/teoria-del-derecho/teoria-del-derecho/resu **
menes -1/tema-4.

LOSANO, M., —Validez y eficacia en la teoría pura del derecholl, cit., p. 137. Esto 'í
es lo que sucede con la posición que Kelsen mantiene en torno al problema de la
interpretación jurídica, y, en concreto, en relación con la interpretación científica

Revista Telemática de Filosofía del Derecho, n° 13, 2010, pp. 273-296 D.L. M-
32727-1998 ISSN 1575-7382.
i
El debate sobre la relación entre Derecho y poder político disponible en;
www.juspedia.es

:
derechomx.blogspot.com I
i
todoelderecho.com i

También podría gustarte