Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
EL VÍNCULO AFECTIVO
Desde el momento de su nacimiento, el Ñ tiene la necesidad de establecer vínculos y de
relacionarse con otras personas, que les aporten seguridad emocional y autoestima.
El vínculo es el sistema de relaciones que va acompañado de emociones y que se establece entre
un adulto y un niño de manera continuada para posibilitar así la satisfacción y regulación en las
necesidades básicas.
Los estudios sobre el apego seguro, según, Hove; demuestran que esté sirve para establecer bases
para el posterior desarrollo afectivo, social, cognitivo y conductual a lo largo del ciclo vital.
Los mismo estudios dejaron claro que los niños que habían sufrido maltrato físico, psicológico,
abusos o negligencia por parte de sus cuidadores, desarrollan un vínculo alterado (desorganizado, ansioso
o evitativo). Estos niños al crecer desarrollan estrategias adaptativas como la manipulación. Dicha
estrategias dan lugar a dificultades en su relación consigo mismo y con su entorno, así como
comportamientos desadaptados o psicopatológicos.
Los aspectos de nuestra personalidad que se forman durante la infancia, según un círculo
constante de relaciones íntimas, en primer lugar con nuestro padre y familia como espacio de socialización
primaria, pero también con el entorno social amplio en el que incluye la escuela. Esa interacción es de
contenido y calidad diferentes, y marca nuestro desarrollo de una manera única y particular.
La familia es un lugar donde se establecen los primeros vínculos del niño. Es un espacio de
bienestar y confort, y también un lugar donde se compartan e intercambian y, modelos de vida y
contraste. Los vínculos seguros se van gestando allí donde los sentimientos son expresados y reconocidos.
Una vinculación inadecuada o no segura puede proporcionar tres tipos de experiencias diferentes en el que
le pueden colocar en situación de riesgo, tan infantil como en la adulta:
Entornos donde la figura de cuidado es cambiante e incoherente, lo que hace que el
establecimiento de un vínculo estable esté en peligro.
Entornos donde el conflicto e incluso la violencia están presentes, lo que da lugar a
relaciones hostiles o de rechazo.
Entornos donde la atención física está suficientemente cubierta pero la falta de afecto es
una constante en las relaciones.
La escuela, como entorno externo a la familia, que es donde la mayoría y los niños inician su
proceso de socialización.
La disponibilidad que el alumno encuentre en los adultos de la comunidad educativa va a contribuir
a completar el camino que el niño ya iniciado en el marco familiar. La escuela comparte con la familia la
atención, el cuidado y la educación de los niños, de manera que ejerce una función complementaria.
RESILIENCIA Y EDUCACIÓN
Resiliencia: capacidad de la persona para afrontar la adversidad y salir fortalecida. Es más que salir de una
situación traumática, consiste en reconstruirse, en comprometerse en una nueva vida, en encontrarle un
nuevo sentido después de superar el trauma.
El entorno familiar o relacional, en el que la escuela ocupa un lugar central, desempeña un papel
fundamental, porque el sentirse querido y acompañado brinda a la persona la energía necesaria y la razón
para continuar viviendo y luchando.
Para Vanistendael y Lecone, vínculo y sentido constituyen dos fundamentos básicos para la
resiliencia.
En el
mundo actual, todos nos sentimos afectados de algún modo por la violencia social. Este es el marco en el
que el docente adquiere una función de promotor de resiliencia. La escuela puede ser el espacio en que el
alumno violentado empiece a percibir un sentimiento de angustia, pertenencia y contención que le ayude
a superar sus dificultades. Trabajar con el concepto resiliencia en estos casos, supone hacer todo aquello
que contribuya a promover la en el alumno.
Factores que facilitan la resiliencia
Ayuda a construir significados y poder diferenciarse el problema
La potenciación de un autoconcepto positivo y la aceptación uno mismo
El uso de humor y la estimulación de la creatividad.
Acercarnos a la luna cuestión supone tener en cuenta los factores de riesgo y la dificultad que le
rodean y que son fuente de malestar y sufrimiento para él, Y al mismo tiempo de escribir aquellos puntos
fuertes, tanto propios como del entorno, que puedan contribuir a su fortalecimiento.
La familia como sistema, tiene que ser el centro de atención para Los profesionales de lo social.
La escuela es receptora de todo tipo de situaciones personales y familiares del alumnado y tiene
delegados, por imperativo social, objetos que incluyen la prevención y la atención de aquello que cada
niño tiene de particular y diferente. Desde la comunidad educativa debemos contribuir a su bienestar en la
colaboración con la familia para el ejercicio adecuado de su rol contemplando funciones o ayudando a su
realización.
Es importante tener en cuenta que es necesario pedir la corresponsabilidad de otros entornos
institucionales y profesionales que nos ayuden a la comprensión global de la situación del alumno y su
familia, y si se da el caso, en La Toma decisiones para garantizar sus derechos.
CONCEPTOS BÁSICOS: EL NIÑO Y SU ENTORNO
EL ESCENARIO DE LO “SOCIAL” Y LOS ACTORES QUE INTERVIENEN
Lo social se trata de aquel espacio en el que los seres humanos se interrelacionan, se comunican y
establecen lazos. Estas relaciones se traducen en experiencias, que suelen expresarse en forma de
necesidades y de demandas sociales. En ese espacio de lo social, las distintas profesiones surgen para
responder a necesidades y urgencias sociales que aquí se gestan.
Las profesiones que intervienen en el campo de lo social son nuevas en su aparición y, aún no han
terminado de consolidarse. Otra característica actual es que se tiende al parcelamiento de éstas, marcando
territorios de conocimiento y de ejercicio profesional delimitado, a veces con fronteras rígidas que as
hacen impermeables al intercambio.
Esta forma de funcionamiento suele llevar a una mirada parcial e insuficiente del objeto de
conocimiento y de intervención. Podemos concluir que el contexto familiar del Ñ y los espacios amplios
donde se desenvuelve su vida son potencialmente generadores de malestar y de necesidad, y conforman,
al mismo tiempo, “el objeto” de intervención. Por esta razón, la comprensión del entorno y de los factores
sociales que rodean a la infancia se hace imprescindible para lograr una atención adecuada, orientada a
conseguir su protección y bienestar.
LA FAMILIA
Para la comprensión de la familia como grupo, nos vamos a apoyar en el enfoque relacional-
sistémico. Este modelo parte del principio de que cualquier persona está inserta en un contexto al que
llamamos sistema, entendido éste como un conjunto de elementos en interacción dinámica. Supone el
principio de interdependencia, de tal manera que cualquier cambio en un elemento del sistema influye en
los demás.
Du Ranquet: entiende por sistema: un conjunto de elementos en interacción, de forma que toda modificación acaecida en unos
de sus elementos arrastra una modificación del conjunto.
El ejercicio de la parentalidad
En la familia Puede darse prácticas parentales adecuadas o inadecuadas. Es así en función de si los
padres ejercen su capacidad para cubrir las necesidades sus hijos o si, no las ejercen, con alteración.
El sufrimiento, impedir a que el niño pueda desarrollar bien sus competencias. Cuando se ejerce
una parentalidad adecuada ofrecen al niño la atención y la protección de vías de otro un contexto estable.
Una parentalidad inadecuada, se caracteriza por presentar trastornos en el vínculo afectivo entre los
padres e hijos, deficiencias en la función socializadora y en la función educativa.
El progenitor puede ejercer esta capacidad de una manera inadecuada, Sí actúa de esta manera:
Inmadura: se trata de una inseguridad que le impide asumir su responsabilidad.
Sobreprotectora: le transmite una visión negativa del mundo
Autoritaria: se muestra dominante, exigente y trata mal a sus hijos, lo que genera baja
autoestima.
Situaciones familiares susceptibles de apoyo
Casas (1989), afirma que hay personas y familiar que, debido a las circunstancias que han vivido o
viven, tienen más probabilidad de padecer una situación social negativo y ello los convierte en vulnerables.
En cuanto al tipo de problemas que pueden afectar a las familias:
Problemas de carácter material o físico: si la familia no recibe el apoyo necesario pueden
generarse sentimientos de aislamiento y exclusión social.
Dificultades para gestionar las relaciones con el entorno social: por su pertenencia a algún
tipo de minoría (social o cultural), como ej: los gitanos.
Relaciones conflictivas importantes: violencia o abuso físico, psíquico o sexual que puede
dejar huellas significativas en todos sus miembros.
Tensiones emocionales graves entre os pares que pueden llevar a la separación o al divorcio.
La separación o el divorcio pueden significar el fin de un largo clima de tensión y un camino de
desencuentros, conflictos y discusiones. El Ñ pierde la presencia de una persona significativa para él.
Paralelamente, puede que aparezcan nuevas figuras. La familia y cada uno de sus miembros, se enfrentan
a nuevos restos; la gestión de las relaciones, si el Ñ está bien apuntalado por el vínculo parental, se sentirá
menos culpables e inseguro, a pesar de que una de las figuras de apoyo desaparezca, sobre todo si
encuentra sustitutos adecuados que le permitan un desarrollo armonioso.
No es la separación de los padres lo que provoca la herida, sino la carga afectiva que le atribuye.
Ante la confusión familiar, la escuela puede ser un lugar que ofrezca estabilidad y seguridad para el
Ñ. La disponibilidad y el efecto mostrado por el maestro se conviertan así e factores de resiliencia para él.
Las rutias escolares, la organización, la comprensión del maestro, puede ayudar a contrarrestar la
vulnerabilidad a la que los Ñs se hallan expuestos en momentos de conflicto familiar.
Conflictos intrafamiliares continuos, cuando no malos tratos.
Según Rojas Marcos: entiende a violencia como: el uso intencionado de la fuerza en contra de un
semejante, con el propósito de herir, abusar, humillar, dominar, destruir, tortura o causa de muerte.
La violencia familiar es, una forma de definir las relaciones interpersonales en el interior del
sistema familiar, de solucionar los conflictos e incluso de mantener la cohesión familiar
Al hablar de clima de violencia en la familia, nos referimos al conflicto en la pareja de padres y
también a las situaciones de maltrato intrafamiliar. El Ñ con frecuencia, resulta involucrado en las peleas o,
incluso, puede sentirse responsable de ellas.
Para Bowlby, la violencia está relacionada con la falta de vínculo o su insuficiencia. Quizás el
maltrato del Ñ sea el resultado final de un sistema de interacciones que involucran tanto al marido como a
la mujer, padres al Ñ, el Ñ con el ambiente y a la sociedad.
Los Ñs siempre sufren maltrato dentro de este ambiente violento. Casi invariable se convierten en
mediadores en las luchas de sus padres. Es frecuente que esta violencia la vuelta contra ellos mismos y
acaben por manifestar conductas que provocan rechazo y castigo.
Este fenómeno está presente en las familias mal llamadas “multiproblematicas”. Hoy en dio
podemos afirmar que el descuido, el maltrato y el abuso se dan en todos los grupos y capas sociales.
Problemas de índole social o personal.
Suelen afectar a las familias cuyos miembros se encuentran involucrados constantemente en crisis
sociales. Son adultos con pocos recursos. Presentan personalidades frágiles. Y con dificultades para tolerar
las muchas tensiones a las que tienen que enfrentarse: económicas, laborales, de salud, de vivienda y de
adaptación a un medio desconocido. Sus actuaciones suelen ser impulsivas.
Enfermedades en la familia
Cualquier enfermedad puede producir problemas en la familia. El trastorno mental de alguno de los
progenitores, alcoholismo u otros tóxicos, entre otras, pueden alterar la rutina, las interacciones, los roles
y, son la causa de relaciones familiares deficientes y violencias. Una red familiar y social contribuirá al
aislamiento de la familia, y el Ñ le faltaran figuras de apego y sostén.
La interrelación insatisfactoria y estresante entre la familia y la sociedad.
Las diversas transacciones y relaciones de la familia en dificultad social con otros entornos (incluye
escuela) y a nivel más amplio, con los servicios sociales y de protección a la infancia, generadoras de estrés
familiar. Creados por los acontecimientos del entorno o los que se desarrollan de manera interna en la
familia.
Estructuras familiares nuevas y cambios que se generan en ellas.
Hay nuevas estructuras familiares que conforman el escenario social actual: parejas estables,
separadas, divorciadas, monoparentales, integradas, etc. la adaptación y los ajustes son necesarios, pero
pueden convertirse en una fuente de estrés y tensión para sus componentes.
La escuela no es sólo
La escuela puede ayudar con programas educativos que proporcionen un espacio donde
conductas prosociales y que permitan desarrollar en los alumnos capacidad de educar y transmitir
conocimientos, sino
empatía, comunicación y expresión de las emociones, resolución de conflictos, etc. también un lugar de
interrelación humana.
La escuela debe ofrecer una educación:
Integral: que tuviera en cuenta todos los aspectos de la persona y que facilite también las
competencias sociales para adaptarse a la convivencia de una sociedad plural y
combinante.
Continúa: que se pudiera dar a lo largo de todo el ciclo vital.
Arraigada: con unos referentes identitarios compartidos por todos.
Cohesionadora: Que proporciona la interacción social de los nuevos ciudadanos
provenientes de otros países y culturas: educación intercultural.
Inclusiva: que tuviera en cuenta a todo el alumnado garantizando la igualdad de
oportunidades y evitando cualquier tipo de marginación o exclusión.
En red: con la corresponsabilidad de todos, a partir de un trabajo bien articulado y
coordinado por parte de los organismos que trabajan en la atención y educación de los
niños y adolescentes de una comunidad.
EL CONTEXTO SOCIAL AMPLIO.
Toda la responsabilidad del bienestar y el desarrollo del niño no están solo en mano de los padres,
su familia extensa, la escuela y Los profesionales cercanos. La sociedad y los poderes públicos, también
tienen el deber de promover y asegurar sus derechos, poniendo en marcha programas y recursos
suficientes para garantizarlos.
Las sociedades han generado nuevas problemáticas en la socialización de la infancia. Alguna de
estas situaciones de carencia social son generadas a través de los diferentes agentes de socialización
secundaria, Como por ejemplo los medios de comunicación. La televisión, es un ejemplo, es un medio de
comunicación que favorece determinados aprendizajes, y si no se utiliza correctamente, puede
convertirse en un entorno de socialización de riesgo, ya que hay contenidos relacionados con el consumo
y la violencia.
Contribuir a que exista un contexto de un buen trato no sólo corresponde a los padres sino
también a los recursos que una sociedad o una comunidad concreta ponen a su disposición para garantizar
la satisfacción de sus necesidades, el respeto a sus derechos y a la promoción y el apoyo de las funciones
parentales.
Un modelo de protección a la infancia y la adolescencia en riesgo que favorezca el buen trato que
debería contar con programas que incorporarán medidas educativas, asistenciales y terapéuticas,
destinadas a todos. La alternativa pasa por garantizar al niño el derecho de una vida sana sin violencia y
proporcionar a los padres de recursos adecuados para la aquellas competencias parentales que muchas
veces no han podido adquirir a causa de las desigualdades sociales que les han afectado.
MALTRATO FISICO: Alguna de las consecuencias pueden ser, trastorno de la identidad, autoestima
pobre, ansiedad, angustia, depresión y comportamientos autodestructivos, etc.
Los mecanismos adaptativos son: el niño se ve a sí mismo como malo y pueden aparecer
conductas difíciles, provocadoras o incluso agresivas.
ABUSO SEXUAL: el menor que es víctima de abusos sexuales puede mostrar una dependencia
extrema por la manipulación a la que se ha visto sometido Así como manifestar angustia y miedo.
Puede tener una imagen distorsionada de sí mismo y de sus capacidades. Está inmerso en un
estado de confusión. Puede presentar trastornos de aprendizaje con caída brusca en el
rendimiento escolar, baja capacidad, y problemas de concentración y memoria.
Los mecanismos adaptativos son: disociación, búsqueda de refugio, fobias y somatizaciones.
Conductas de seducción, masturbación e interés por los órganos sexuales.
En los adolescentes tienen más tendencia al consumo de tóxicos y también son más propensos a
suicidios.
MALTRATO PSICOLÓGICO: pueden aparecer sentimiento de humillación y rechazo, confusión,
aislamiento, bajo autoestima. Con los mecanismos adaptativos, habitualmente presentan alguna
de las formas referidas en los casos de maltrato físico y sexual.
MALTRATO PASIVO O NEGLIGENCIA: los efectos de este tipo de maltrato pueden suponer para el
menor: descuido crónico, destrucción, bajo autoestima y sentimiento de inferioridad, tristeza. Y
también puede sufrir una depresión que puede quedar enmascarada por dificultades en su
comportamiento.
Los mecanismos adaptativos son: la forma en Cómo se relaciona el niño puede ir desde la
dependencia a la desconfianza. Y es probable que busca atención desesperadamente,
exponiéndose a peligros y rechazos.
En la adolescencia pueden darse ciertos comportamientos de inadaptación social y de tipo pre
delictivo.
LA VIOLENCIA ESCOLAR.
Aunque Este es un tema genérico que afecta no solamente al alumnado en riesgo social sino a
todo el alumnado en su conjunto, nada por su trascendencia a nivel social. La violencia escolar
origina como consecuencia de la conducta de algunos alumnos que alteran las normas de
convivencias de los centros educativos, con riesgo de causar perjuicios a otros compañeros y
profesores, así como a las instalaciones del centro. Para abordarlo se requiere el desarrollo una
mayor conciencia social en torno al problema. Aunque la violencia escolar puede tomar diversas
formas, siempre viene a entorpecer el buen funcionamiento del centro escolar y representa un
factor de riesgo social para aquellos alumnos que conviven con ella, quedando desatendidas
sociales cognitivas y sociales.
Algunas conductas violentas que se dan en la escuela y que convendría evitar mediante una buena
gestión de convivencia son:
Las amenaza a adultos o iguales.
Actos vandálicos.
Actos contra la libertad sexual: agresión, provocación, exhibicionismo.
Las agresiones y los enfrentamientos.
Los actos de homofobia.
Acto de narcisismo o xenofobia.
INTERVENCION EDUCATIVA
Desarrollo de la resiliencia: capacidad de recuperarse y de adaptarse con éxito a la adversidad, así
como la de desarrollan competencia social y académica, pese a estar expuesto a un estrés grave o
a tensiones diversas.
En el nuevo paradigma, donde los adolescentes son considerados como sujeto de derechos, el
análisis debe incorporar además la mirada micro: la escuela en su práctica, las relaciones e
interrelaciones que delimitan las posibilidades de aprendizaje, la participación responsable de los
adolescentes en la institución, las maneras de que estos acceden al conocimiento, sus trayectorias
escolares, la manera en que se le atribuye subjetividades, la mejora de formas que los motiva, el
clima de clase e institucional, modo de convivencia. Esta mirada exige, a su vez, un tratamiento
diferente hacia los docentes, quienes tienen un rol estratégico en la posibilidad de hacer realidad
el derecho a la educación, ya que éstos deben enseñar, motivar e interesar a los alumnos por el
conocimiento y generar oportunidades para que aprendan.
La OPS define a la salud no sólo por ausencia de la enfermedad sino también como preservación
de condiciones de bienestar integral que posibiliten su pleno desarrollo y el de las capacidades y
habilidades. Asumir un enfoque integral requiere, integrar aspectos emocionales, violencia,
adaptación social, exclusión y discriminación, que hoy inciden significativamente en la salud de las
poblaciones adolescentes y juveniles. La prevención y atención, con la necesaria ampliación en la
cobertura y acceso de servicio de salud, son prerrequisitos de una buena política pública para los
adolescentes.