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Acción Psicológica

ISSN: 1578-908X
accionpsicologica@psi.uned.es
Universidad Nacional de Educación a
Distancia
España

de la Vega, Irene; Sánchez Quintero, Sabrina


Terapia dialéctico conductual para el trastorno de personalidad límite
Acción Psicológica, vol. 10, núm. 1, junio, 2013, pp. 45-55
Universidad Nacional de Educación a Distancia
Madrid, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=344030771005

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acción psicológica, junio 2013, vol. 10, n.o 1, 45-56. ISSN: 1578-908X 45

Terapia dialéctico conductual para el trastorno


de personalidad límite
Dialectical behavioral therapy in borderline
personality disorder
Irene de la Vegaa y Sabrina Sánchez Quinterob
a Instituto de Psiquiatría y Salud Mental. Hospital Clínico San Carlos. Madrid. irenevr@hotmail.com
b Centro de Atención Integral a Drogodependientes (CAID Sur). Agencia Antidroga. Madrid

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De la Vega-Rodríguez, I. y Sánchez-Quintero, S. (2013). Terapia dialéctico conductual para el trastorno
de personalidad límite [Dialectical behavioral therapy in borderline personality disorder]. Acción
Psicológica, 10(1), 45-56. http://dx.doi.org/10.5944/ap.10.1.7032

Resumen Abstract
La terapia dialéctico conductual (TDC) es una Dialectical behavior therapy (DBT) is a third
terapia psicológica de tercera generación desa- generation psychological therapy developed
rrollada por Marsha Linehan (1993a, 1993b) by Marsha Linehan (1993a, 1993b) to specifi-
para tratar específicamente los síntomas carac- cally manage the characteristic symptoms of
terísticos del trastorno límite de la personali-
borderline personality disorder: affective in-
dad: inestabilidad afectiva, trastorno de identi-
dad, impulsividad y dificultades en las stability, identity disorder, impulsivity and dif-
relaciones sociales. La TDC parte de un modelo ficulties in social relationships. The DBT
biosocial del trastorno límite y combina técni- comes from a biosocial model of BPD and
cas cognitivo conductuales con aproximaciones combine cognitive behavioral techniques with
zen y budistas basadas en la aceptación de la Zen and Buddhist concepts based on an ac-
realidad tal como se presenta. El tratamiento ceptance of reality as presented. The treat-
consiste en un entrenamiento en habilidades, ment consists of skills training, individual psy-
psicoterapia individual y atención en crisis y es chotherapy and crisis intervention and it is
llevado a cabo por un equipo coordinado de carried out by a coordinated team of profes-
profesionales que ejercen distintas funciones.
sionals engaged in different functions. The
La TDC cuenta con estudios de eficacia y se
DBT has efficacy studies and it is being suc-
está aplicando con éxito a otras poblaciones de
pacientes con elevada impulsividad. cessfully applied to other populations of pa-
tients with high impulsivity.
Palabras clave: Trastorno límite de la per-
sonalidad; Terapia dialéctico conductual; Tera- Keywords: Borderline personality disor-
pia cognitivo conductual; Disregulación emo- der; Dialectical behavior therapy; Cognitive be-
cional. havioral therapy; Emotional dysregulation.

Recibido: 13/09/2012
Aceptado: 28/09/2012
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Introducción fundamentalmente validando la experiencia


emocional del paciente, con una perspectiva
La terapia dialéctico conductual (TDC) (Li- no enjuiciadora.
nehan, 1993a, 1993b) es un tratamiento psico-
lógico desarrollado específicamente para abor-
dar el Trastorno Límite de Personalidad, Aspectos básicos de la TDC
especialmente los síntomas de impulsividad e
inestabilidad que se materializan en actos sui- Visión dialéctica del mundo
cidas y parasuicidas. La TDC pertenece a la lla-
mada tercera generación de terapias psicológi- La perspectiva dialéctica es uno de los as-
cas que, haciendo énfasis en el contexto y la pectos más característicos de la TDC, y supone
función, incorporan a los planteamientos con- un factor diferenciador respecto a otras tera-
ductuales y cognitivos clásicos conceptos pias cognitivo conductuales (Chapman, 2006).
como la atención plena, los valores, o la acep- La visión dialéctica de la realidad, el mundo y
tación. (Hayes, Villate, Levin y Hildebrandt, la conducta puede sintetizarse en los siguien-
2011). tes puntos (Linehan, 1993b):
La TDC tiene una filosofía integradora, 1. La realidad está formada de partes que
combinando elementos cognitivo conductuales se interrelacionadas y que funcionan
con aproximaciones de aceptación del sufri- como un todo: las conductas de un in-
miento basadas en filosofías zen y budistas. El dividuo no pueden entenderse de forma
tratamiento original de la TDC, tal como fue individual, sino como partes de un am-
desarrollado por la Dra. Marsha Linehan plio repertorio dentro de un ambiente
(1993a, 1993b) y su grupo de investigación en complejo. Si un sujeto aprende habili-
la Universidad de Washington (EEUU) consiste dades, por tanto, deberá aprender tam-
en un paquete que incluye psicoterapia indivi- bién otras relacionadas y capacitarse,
dual, entrenamiento en habilidades, atención al mismo tiempo, para influir sobre el
telefónica de las crisis y reuniones periódicas ambiente para poder llevar a cabo su
de supervisión. aprendizaje.
2. La realidad es un conjunto de fuerzas
Desde la perspectiva de la TDC la disfun- que se oponen entre sí. El sujeto con
ción principal de los pacientes límite es la in- TLP está atrapado en polaridades y es
capacidad para regular el afecto, incapacidad incapaz de conseguir la síntesis. El tera-
de la que se derivan la mayor parte de los sín- peuta debe ayudar al paciente a lograr
tomas característicos del TLP. En concreto, la una síntesis viable, entre, por ejemplo,
TDC actúa sobre cuatro grupos sintomáticos su necesidad de aceptarse a sí mismo tal
habitualmente presentes en estos pacientes: cual es y su necesidad de cambiar.
confusión acerca del yo, impulsividad, caos in-
terpersonal e inestabilidad emocional. El obje- 3. La naturaleza fundamental de la reali-
tivo ayudar al paciente a poner en marcha dad es el cambio o proceso, el individuo
conductas funcionales y adaptadas, incluso y el ambiente llevan a cabo una transac-
cuando está experimentando emociones muy ción continua; la terapia se concentra en
intensas. (Lynch, Chapman, Rosenthal, Kuo y ayudar al paciente a estar cómodo con
Linehan, 2006). El tratamiento, que tendría al el cambio.
menos dos años de duración, culminaría
cuando el paciente fuera capaz de construir
«una vida que merezca la pena vivir» Las téc- Modelo biosocial del trastorno límite
nicas empleadas incluyen procedimientos de
exposición, moldeamiento, aprendizaje por El modelo etiológico propuesto por Line-
modelos, rol playing, instrucciones y autoins- han (1993a), de tipo biosocial, es una de las
trucciones, refuerzos y feedback y se trabaja teorías mejor articuladas sobre el origen del
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TPL. Según este modelo, la disregulación La meta fundamental del tratamiento es


emocional, disfunción principal de los sujetos que el paciente incorpore en su repertorio ha-
con TLP, es el resultado de la interacción entre bilidades que permitan regular sus emociones
una predisposición biológica a la vulnerabili- y su conducta. Esto requiere que tanto el pa-
dad emocional y un ambiente invalidante. Así, ciente como el terapeuta se ciñan a una disci-
el niño que ha nacido biológicamente vulnera- plina que facilite la consecución de objetivos.
ble crece en un ambiente que responde de for- Sin embargo, ceñirse a una disciplina puede
ma errática o exagerada a sus eventos internos resultar complicado cuando se trata de pacien-
(emociones, sensaciones, preferencias…), ne- tes con personalidad límite: las frecuentes cri-
gándolos («deja de llorar»; «¿cómo vas a tener sis y la intolerancia al malestar hacen que el
sed, si acabas de beber?») o atribuyéndolos a paciente difícilmente se pueda concentrar en el
rasgos negativos de la personalidad («eres un aprendizaje y el terapeuta muchas veces se ve
llorón»; «no seas cobarde»). Las familias inva- obligado a posponer el plan de la sesión para
lidantes restringen las demandas del niño, no atender al malestar y sufrimiento actual. Debi-
tienen en cuenta sus preferencias («qué sabrás do a esto, el tratamiento se divide en dos com-
tú») y utilizan el castigo como forma de con- ponentes principales: un grupo de entrena-
trolar la conducta. En este ambiente, el niño miento específico en habilidades, por un lado,
no aprende a poner nombre a sus emociones, y por otro una terapia individual, donde hacer
modularlas, tolerar el malestar o confiar en que el individuo saque a la luz las habilidades
sus repuestas emocionales como interpreta- aprendidas y donde se puede atender y dar res-
puesta a las crisis del momento, así como a
ciones válidas de los eventos. Como conse-
otras conductas que interfieren en el curso del
cuencia, durante su infancia y la vida adulta,
tratamiento.
estos sujetos tienen mayor sensibilidad emo-
cional, dificultades para modular el afecto y Es importante que estas dos partes del tra-
un lento retorno a la línea base, lo que dificul- tamiento estén claramente diferenciadas. El
ta seriamente su capacidad de adaptación vi- entrenamiento en habilidades se hará de for-
tal y da lugar a la mayor parte de síntomas y ma grupal y puede ser llevado a cabo por un
signos característicos del TLP. Para profundi- terapeuta distinto al que conduce la psicotera-
zar sobre el desarrollo reciente del modelo pia individual. Si esto no es posible, el terapeu-
biosocial del trastorno límite remitimos al lec- ta individual que quiera formar a su paciente
tor al magnífico trabajo de Crowell, Beauchai- en habilidades deberá conseguir que el contex-
ne y Linehan (2009). to del programa de formación sea diferente del
contexto de la psicoterapia normal, planifican-
do un encuentro separado sólo destinado a las
Estructura de la TDC habilidades, cambiando de sala o cambiando
la disposición del despacho, la iluminación o
Toda la estructura y aplicación de la TDC los elementos (por ejemplo, añadiendo una pi-
puede consultarse en los manuales de referen- zarra). El distinto encuadre facilitará que tanto
cia de la autora (Linehan, 1993a y Linehan el paciente como el terapeuta puedan concen-
1993b). Exponemos a continuación un resu- trarse en el entrenamiento de habilidades, y
dejar otros temas para el momento de la psico-
men de los aspectos más relevantes recogidos
terapia individual.
en dichos textos.
La TDC es una terapia ampliamente orga-
nizada, que incluye trabajo entre sesiones y ta- El entrenamiento en habilidades
reas para casa. La directividad por parte de los
terapeutas es mayor en las etapas iniciales, El entrenamiento en habilidades es un as-
cuando los pacientes carecen de control con- pecto central de la TDC, que, idealmente, es lle-
ductual y se implican en conductas que ponen vado a cabo por dos terapeutas en una sesión
en riesgo su propia vida. grupal de unas dos horas y media de duración.
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El encuadre grupal facilita que el terapeuta gaste asociado a este tipo de grupo. Es muy im-
se muestre lo bastante directivo como para llevar portante que los responsables del grupo se
a cabo la sesión y que no se deje llevar por los reúnan con frecuencia con el terapeuta indivi-
problemas urgentes de los pacientes. Además, la dual, para garantizar el avance del tratamiento.
terapia no se ve interferida cuando un paciente
en concreto no está de humor para la formación, La TDC se compone de cuatro módulos de
ya que se cuenta con el interés del resto del gru- habilidades específicas, basadas en las dificul-
po. Por otro lado, el grupo permite observar y tades de regulación de los pacientes y sus con-
trabajar las conductas interpersonales que sur- secuencias: habilidades básicas de conciencia,
gen entre los participantes, proporciona apoyo y habilidades de efectividad interpersonal, habi-
permite que los pacientes aprendan unos de lidades de regulación de las emociones y habi-
otros, aumentando las fuentes de aprendizaje. lidades de tolerancia al malestar. Cada módulo
Los pacientes suelen encontrar este formato edu- requiere alrededor de ocho sesiones de entre-
cativo más útil y menos estresante que otros gru- namiento (tabla 1). El primer módulo, habili-
pos destinados a la descarga emocional. dades básicas de conciencia, puede requerir
Contar con un segundo terapeuta de apoyo unas tres sesiones pero se repasa y refuerza al
en el grupo de entrenamiento minimiza el des- principio antes de cada nuevo módulo.

Tabla 1
Estructura del entrenamiento en habilidades en la TDC

Módulo de entrenamiento Síntomas diana


Habilidades básicas de conciencia Confusión acerca del yo. Identidad. Vacío
Habilidades de efectividad interpersonal Caos interpersonal. Relaciones inestables.
Habilidades de regulación emocional Inestabilidad emocional y de estados de ánimo
Habilidades de tolerancia al malestar Impulsividad

A. Habilidades básicas de conciencia en las filosofías orientales de meditación, y van


especialmente dirigidas a los sentimientos de
La incorporación de técnicas de mindful- vacío y desconocimiento del yo.
ness a la psicoterapia ha supuesto toda una re- El objetivo, tal como se expone a los pa-
volución y está consiguiendo resultados muy cientes, es: «Aprender a controlar nuestra pro-
prometedores en el tratamiento de diversas pa- pia mente, en vez de dejar que la mente nos
tologías. (Schnyder, 2009). En la TDC, las téc- controle a nosotros.» Controlar la mente impli-
nicas de mindfulness se explican y entrenan de ca, en cierta medida, controlar los procesos
forma específica en el módulo de habilidades atenciones, decidir qué se atiende y durante
básicas de conciencia, aunque están presentes cuánto tiempo se atiende. Los ejercicios de
a lo largo de toda la formación. mindfulness ayudan a que el paciente concen-
Las habilidades básicas de conciencia son tre su atención en el «aquí y ahora».
las primeras que se enseñan y su entrenamien- En este módulo se plantean tres estados
to se trabaja durante todo el tratamiento por mentales fundamentales: 1. la mente racional;
medio de fichas que los pacientes rellenan que piensa de forma lógica y fría, 2. la mente
cada semana. Estas habilidades están basadas emocional, que actúa en caliente, dejándose
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guiar por las emociones del momento, y 3. la C. Habilidades de regulación de las


mente sabia, que integra las dos anteriores. emociones
Para equilibrar la mente racional y emocional
y, por tanto, dejar aflorar la mente sabia se Desde la perspectiva de la TDC, la disregu-
trabajan tres habilidades «qué»: observar, des- lación emocional es un aspecto nuclear del
cribir y participar y tres habilidades «cómo»: trastorno límite de la personalidad, y la aplica-
no emitir juicios, unicidad mental y hacer lo ción de técnicas que permitan un mejor mane-
que funciona. jo de las emociones es uno de los aspectos cen-
trales de la psicoterapia.
Es común que el paciente con un trastorno
B. Habilidades de efectividad de personalidad límite se sienta abrumado por
interpersonal una serie de emociones intensas, variables y
desagradables; estas personas experimentan
Los sujetos con personalidad límite suelen con frecuencia ira, frustración, tristeza y ansie-
experimentar una disregulación interpersonal; dad y encuentran muy pocos recursos persona-
sus relaciones son caóticas, inestables, proble- les para manejar esos estados emocionales,
máticas, y les causan sufrimiento. Además, tie- que les resultan intolerables. Algunas conduc-
nen serias dificultades para tolerar el abandono y tas disfuncionales características del TLP, por
controlar sus respuestas al mismo, que muchas ejemplo, los gestos autolíticos o el consumo de
veces suponen formas de agresión o autoagre- sustancias, son intentos de soluciones conduc-
tuales a esas emociones intolerables.
sión. En este modulo el objetivo que se plantea a
los pacientes es «ser eficaz interpersonalmente». En este módulo, resulta especialmente im-
En este contexto, «ser eficaz» implica conseguir portante trabajar de una forma validante. Los
los objetivos en una relación, por ejemplo, obte- sujetos con TLP muchas veces se exigen no
ner ayuda, y hacerlo de forma que no dañemos sentir, o se sienten profundamente inadecua-
la relación con la otra persona ni pongamos en dos por sentir lo que están sintiendo. De he-
cho, gran parte del sufrimiento que estas per-
juego nuestro respeto personal.
sonas experimentan tiene su origen en las
La primera parte del módulo trata de que respuestas secundarias (por ejemplo, vergüen-
los pacientes analicen las situaciones y deter- za o ansiedad) ante emociones primarias. El
minen los objetivos a lograr en las mismas. La paciente debe aprender a observar su respues-
segunda parte analiza los factores que contri- ta emocional de una forma consciente y no
buyen a la efectividad interpersonal y aque- sentenciosa. El terapeuta anima a los pacien-
llos que interfieren en la misma. La tercera tes toleren sus emociones pero que sean capa-
ces de cambiar la respuesta emocional y con-
parte está dedicada a analizar aspectos que
ductual que dan a ellas, que en muchos casos
hay que considerar antes de pedir algo, expre-
es dañina y causa más sufrimiento.
sar una opinión o decir que no. En la última
parte se tratan las habilidades específicas, por En este módulo, por tanto, se aprende a
ejemplo, mantener la posición mediante el identificar y nombrar emociones y a reconocer
disco rayado, utilizar un enfoque cortés y so- la función que éstas cumplen en el entorno. Se
adoptan, además, técnicas destinadas a reducir
segado o no amenazar. Estas habilidades se
la vulnerabilidad asociada a un estilo de vida
trabajan idealmente por medio de role playing
poco saludable respecto al sueño o la alimenta-
de situaciones hipotéticas o situaciones reales ción. Como forma de intervenir en la respuesta
planteadas por los pacientes que puedan re- emocional, se ensayan técnicas para aumentar
sultar problemáticas. Se proporciona además, la conciencia y frecuencia de las emociones
una lista de ejemplos para practicar las habi- positivas, por ejemplo por medio de activida-
lidades de eficacia interpersonal en la vida co- des agradables, y para reducir el impacto de
tidiana. las emociones negativas, por ejemplo, cam-
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biando la respuesta que se da a ellas mediante Psicoterapia individual


la acción opuesta a la emoción.
La psicoterapia individual es la piedra an-
gular del tratamiento, que articula el resto de
D. Habilidades de tolerancia al los componentes y sin la cual es imposible el
malestar avance. Antes del comienzo del tratamiento, y
en una fase previa, el terapeuta ha de conse-
Las habilidades de tolerancia al malestar, guir que el paciente esté motivado para iniciar
como las habilidades básicas de conciencia, es- la terapia y establecer un vínculo terapéutico.
tán basadas en el mindfulness y las filosofías La psicoterapia individual dialéctico conduc-
zen y budistas relacionadas con la aceptación. tual se apoya en gran medida en la relación: el
Lo importante, en este caso, no es evitar el do- paciente debe concebir al terapeuta como al-
lor o el sufrimiento, sino aprender a manejarlo guien con el que se puede contar, y el terapeuta
con habilidad. Así, desde esta perspectiva, el debe esforzarse por no repetir el ambiente pa-
dolor es parte de la vida y su aceptación es tológico invalidante que el paciente ha experi-
parte de cualquier proceso de cambio. mentado a lo largo de su vida. Se ha de lograr
un equilibrio (dialéctica) entre la aceptación
Las estrategias propuestas en este módulo de las emociones y las conductas y el esfuerzo
se dividen en dos bloques: habilidades de su- por lograr su cambio.
pervivencia a las crisis y habilidades de acepta-
ción de la realidad. Los pacientes límite tienen un gran número
de conductas disfuncionales, muchas veces pe-
Las habilidades de supervivencia a las cri- ligrosas que, además, suponen un obstáculo
sis van dirigidas a aprender a tolerar el dolor importante cuando se manifiestan en la tera-
de una situación dada sin recurrir a conductas pia. En la TDC, por tanto, los objetivos princi-
que mantengan o aumenten en sufrimiento. pales se encaminan a mantener al paciente a
Los pacientes con trastorno de personalidad lí- salvo y asegurar su implicación en el trata-
mite suelen responder a las situaciones doloro- miento. Estos objetivos son, por orden de im-
sas por medio de una respuesta impulsiva, por portancia (Linehan 1993a):
ejemplo, una autolesión. Estas respuestas su-
ponen un alivio a corto plazo, pero empeoran 1. Reducir las conductas que atentan con-
el problema a largo plazo. Las técnicas que se tra la vida del paciente: intentos de sui-
enseñan en esta parte se dirigen a aprender a cidio, pensamientos suicidas y autoagre-
siones.
dar una nueva respuesta a las crisis: distraerse,
proporcionarse estímulos positivos, mejorar el 2. Reducir conductas que interfieren gra-
momento por medio de la imaginación y la re- vemente en el tratamiento: no acudir a
lajación y pensar en los pros y los contras de terapia, llegar tarde, acudir intoxicado,
conducta impulsiva. alejarse de las personas que proporcio-
nan ayuda, no realizar las tareas tera-
Las habilidades de aceptación de la reali- péuticas o recurrir a la hospitalización
dad tienen que ver con aceptar, de una forma como única forma de manejar una cri-
no enjuiciadora, a uno mismo y a la situación sis.
actual tal como se presenta en el momento.
Son técnicas para aprender a percibir y experi- 3. Reducir conductas que interfieren de
mentarse a uno mismo y a su ambiente sin in- forma seria en la calidad de vida: uso de
tentar cambiar o modificar nada. Estas técni- sustancias, trastornos de alimentación,
cas incluyen la aceptación radical, dirigir la absentismo laboral o escolar, descuido
mente hacia la aceptación y cultivar la buena de enfermedades, no utilización de la
disposición. Se trabajan, con este propósito, red social de apoyo.
ejercicios de conciencia de uno mismo y del 4. Incrementar las estrategias de afronta-
entorno, de media sonrisa y de autobservación. miento destinadas a la regulación emo-
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cional: puesta en marcha de habilidades marcha algunas de las habilidades de


de conciencia, de relación interpersonal, tolerancia al malestar.
de manejo emocional y de tolerancia al
2. La auto-invalidación: sería, según Li-
malestar.
nehan, la adopción o asunción como
Para determinar el foco de una terapia in- propias de las características de un en-
dividual, se comienza evaluando la presencia o torno invalidante. Esto daría lugar a tres
ausencia de estas conductas «objetivo» en la patrones principales de respuesta: a) la
semana previa, y analizando los estímulos in- inhibición de experiencias y expresiones
ternos o externos que preceden y siguen a esas emocionales (ej. silencio y expresión
conductas objetivo. Descubrir las variables seria como respuesta a la rabia) b) la
asociadas con esta conducta disfuncional de- percepción negativa de uno mismo (in-
termina a su vez qué conductas adaptativas al- sultos, odio por sí mismo, falta de res-
ternativas deben ser integradas en el repertorio peto) y c) exageración de la facilidad de
del paciente. Una vez se obtiene el repertorio resolución de problemas actuales (por
de estas conductas, se comienza trabajando ejemplo, pensar que se necesita simple-
con aquéllas que resultan un problema tanto mente fuerza de voluntad para no volver
dentro de la sesión como fuera, como una for- a auto mutilarse: «lo hago porque soy
ma de tratar los problemas en el presente. Así, débil, no tengo carácter para evitarlo…»)
el terapeuta dialéctico conductual puede anali- En la TDC el terapeuta tratará de ayudar
zar las reacciones emocionales exageradas del a los pacientes a entender que su res-
paciente basándose en las que éste exhibe en puesta tiene sentido, ya que se trata de
consulta. un intento desesperado por enfrentarse a
las intensas emociones experimentadas.
Además de los expuestos como objetivos Los terapeutas comunican esta valida-
principales, existen otros patrones de conducta ción por medio de la escucha, el reflejo
que pueden interferir gravemente con el pro- y aceptando el núcleo de verdad de las
greso de la terapia. Estos patrones, considera- experiencias emocionales del paciente.
dos objetivos secundarios, se tratan muchas ve-
Alcanzar estos objetivos lleva, al menos, un
ces de forma paralela a los primarios, ya que
año de tratamiento intensivo. En estadios pos-
están asociados a ellos. Por ejemplo, puede
teriores los objetivos irán encaminados a con-
pueden hacerse intervenciones destinadas a
seguir una experiencia emocional completa,
que el paciente tolere el malestar intenso y ex-
construir una vida propia y resolver los proble-
tremo que precede a un intento de suicidio.
mas familiares, laborales y sociales que se pre-
Dos de los objetivos secundarios más frecuen-
senten y, finalmente, con lograr el crecimiento
tes:
espiritual, superando el sentimiento de vacío
1. La vulnerabilidad emocional: hace refe- (Gempeler, 2008).
rencia a la excesiva respuesta y reacti-
vidad hacia los estímulos del entorno.
Los pacientes límite responden al menor Consulta telefónica y reuniones de
contratiempo con un dolor insoportable, supervisión:
seguido de una pérdida de control con-
ductual, por lo que intentan evitar a toda Aunque lo central en la TDC es la terapia
costa emociones desagradables, respon- individual y el entrenamiento en habilidades,
diendo ante las señales de malestar con el tratamiento se completa con la consulta tele-
retirada, huida o agresividad. Conductas fónica y las reuniones de supervisión entre los
como ataques al terapeuta, que interfie-
distintos terapeutas que llevan un caso.
ren en la terapia, están mantenidas por
este patrón de evitación de las emocio- La consulta telefónica tiene como objetivo
nes negativas. En este caso, por ejemplo, atender las situaciones de crisis. En dicha con-
el paciente puede probar a poner en sulta, el terapeuta tratará de promover el uso de
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técnicas específicas que puedan ser aplicadas la «técnica de abogado del diablo», en la
para la situación dada; de esta forma, aumenta que defiende el síntoma o conducta que
la generalización de las habilidades aprendidas realmente pretende cambiar. También
a los ámbitos cotidianos. Cuando existan crisis se usan, con este propósito, metáforas,
en la relación terapéutica, la consulta telefónica parábolas, mitos, cuentos y lemas. Uno
puede usarse, además, para reparar esta rela- de los más comunes, «aprender a hacer
ción sin necesidad de esperar a la próxima con- limonada cuando la vida te da limones»,
sulta. Recordemos que el paciente con trastorno refleja precisamente este equilibrio entre
de personalidad límite tiende a abandonar los aceptar la vida tal como se nos presenta y
tratamientos (y las relaciones) de una forma hacer un esfuerzo por cambiar las cosas.
prematura, perpetuando la soledad y el senti- 2. La validación: es uno de los pilares fun-
miento de rechazo e humillación que experi- damentales del tratamiento. El terapeuta
mentan con el otro. Dado que la relación tera- se esforzará en transmitir a los pacientes
péutica muchas veces es la más importante de que sus respuestas tienen sentido en
las relaciones, su permanencia es de suma im- su contexto. La validación se transmite
portancia, y la llamada telefónica puede ser, en mostrando un interés genuino por el pa-
ese sentido, una estrategia crucial. ciente y manifestando interés y reflexión
Las reuniones de supervisión son la mane- sobre lo que cuenta. Buscar las causas
ra que tiene la TDC de cuidar al terapeuta o te- y los aspectos positivos de las acciones
rapeutas encargados de un caso. Además de la también son estrategias terapéuticas que
coordinación y el establecimiento de objetivos pueden utilizarse para la validación. Por
y estrategias comunes, estas reuniones tienen último, el terapeuta debe considerar al
la función de servir de apoyo y ayudar a los paciente como alguien similar a sí mis-
profesionales implicados. mo, merecedor de respeto y con capaci-
dad de cambio, y debe estar dispuesto a
dar ánimo asumiendo esta perspectiva.
Estilo terapéutico en la TDC 3. El énfasis en la solución de problemas:
como complemento de la validación y
Todas los enfoques terapéuticos llevan aso- aceptación, el terapeuta considerara
ciado un estilo particular: la neutralidad en las todos los síntomas, incluso aquellos gra-
terapias dinámicas, la empatía en las terapias ves como las agresiones y los intentos
humanistas o el empirismo colaborador en las de suicidio, como un problema a resol-
terapias cognitivo-conductuales. La TDC, a pe- ver. En este sentido, utilizará el análisis
sar de ser un tratamiento derivado de terapias conductual y el análisis de soluciones
cognitivo conductuales, tiene características como herramientas para buscar formas
propias en cuanto a cómo el terapeuta es den- alternativas, y saludables, de resolver
tro de la relación. Estas son algunas de los as- problemas. Las técnicas cognitivo con-
pectos diferenciadores. (Linehan, 1993a, b). ductuales clásicas, por ejemplo el uso de
contingencias, pueden ayudar también a
1. La dialéctica: el terapeuta TDC constan- este propósito.
temente busca el equilibrio entre ten-
siones, la síntesis de los opuestos (por 4. La comunicación empática e irreveren-
ejemplo: aceptación vs. cambio, énfasis te: la TDC combina una actitud realis-
en los déficit vs énfasis en las fortalezas). ta, irreverente y paradójica frente a las
Se busca, precisamente, que el paciente conductas disfuncionales, por ejemplo
abandone el pensamiento dicotómico, las parasuicidas, con una notable ca-
aceptando que la realidad compleja y lidez, flexibilidad, atención cercana y
con múltiples contradicciones, y que el autorrevelación estratégica por parte
cambio es el estado natural. Para trans- del terapeuta. Una vez más, el terapeuta
mitir esta visión el terapeuta puede uti- mantiene el equilibrio entre dos estilos
lizar intervenciones paradójicas como terapéuticos aparentemente opuestos.
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Evidencia científica y Chapman, 2004). Dado que la TDC se dirige


específicamente a la disregulación emocional
La terapia dialéctico conductual fue la pri- y sus consecuencias conductuales, fundamen-
mera terapia específica para el TLP sobre la que talmente de tipo impulsivo o autodestructivo,
se publicaron estudios de eficacia (Linehan, no es extraño que pueda adaptarse para pato-
Armstrong, Suarez, Allmon y Heard, 1991). Se logías que presenten, en alguna medida, este
mostró que la TDC, en comparación con el tra- tipo de síntomas. En adolescentes, los datos
tamiento habitual (farmacoterapia, counselling experimentales muestran que, con ciertas
y atención en urgencias), reducía de forma efec- adaptaciones, la TDC puede ser un tratamien-
tiva las conductas autolesivas, las hospitaliza- to eficaz para reducir la ideación suicida, el
ciones y las visitas al servicio de urgencias y au- tiempo de hospitalización y otros síntomas de
mentaba la adherencia al tratamiento. Los TLP (Backer, Miller y van den Bosch, 2009).
logros continuaban un año después de la finali- El tratamiento se ha adaptado también, con
zación del tratamiento. (Linehan, Heard y Arm- éxito, a adolescentes con trastorno bipolar
strong, 1993). En este estudio, sin embargo, no (Goldstein, Axelson, Birmaher y Brent, 2007).
hubo diferencias con el tratamiento habitual en
la reducción del afecto negativo o las ideas de En los trastornos de la conducta alimenta-
desesperanza. Estos datos se confirmaron en ria, las estrategias de la TDC pueden ayudar a
tres estudios posteriores, que tuvieron, no obs- reducir la frecuencia y gravedad de las purgas y
tante, mayores tasas de abandono que el trabajo atracones (Safer, Telch y Agras, 2001; Telch,
original (Bohus et al., 2004; Koons et al., 2001; Agras y Linehan, 2001). En la actualidad, se es-
Verheul et al., 2003). tán desarrollando tratamientos dialéctico con-
ductuales adaptados específicamente para la
Los resultados de eficacia han sido replica- bulimia nerviosa cuyos resultados preliminares
dos recientemente por la autora (Linehan et son alentadores (Hill, Craighead y Safer, 2011).
al., 2006) en un diseño de seguimiento de dos
años, donde muestra que la TDC es más eficaz Una de las comorbilidades más frecuentes
que una terapia no conductual aplicada por del trastorno límite de personalidad es el abu-
psicoterapeutas expertos para reducir los in- so de sustancias. La terapia dialéctico conduc-
tentos de suicidio, las automutilaciones, las vi- tual ha sido adaptada por la autora y su grupo
sitas a urgencias y el número de hospitaliza- para facilitar la abstinencia y reducir la canti-
ciones de estos pacientes. Recientemente, dad y gravedad de las recaídas, y los ensayos
algunos estudios muestran que versiones abre- clínicos realizados parecen indicar que la TDC
viadas de la TDC pueden resultar efectivas en es un tratamiento útil también en estos casos
la reducción de síntomas (Pasieczny y Coonor (Dimeff y Linehan, 2008; Linehan et al., 1999;
2011; Stanley, Brodsky, Nelson y Dulit, 2007). Linehan et al., 2002)
A pesar de los resultados prometedores, aún
son necesarios estudios de seguimiento a largo La TDC también se ha aplicado con éxito a
plazo, que comparen la TDC con otras terapias ancianos deprimidos que se mostraron refrac-
estructuradas y específicas para el TLP (Kliem, tarios al tratamiento farmacológico. En estos
Kroguer y Kosfelder, 2010; Paris, 2010). pacientes, la psicoterapia grupal más el apoyo
telefónico logró reducir significativamente los
síntomas depresivos. (Lynch et al., 2003). Este
Eficacia de la TDC en otras hallazgo ha sido replicado recientemente con
ancianos deprimidos con TLP comórbido
poblaciones (Lynch et al., 2007).
Aunque empezó como un tratamiento es- Por último, estudios recientes sugieren que
pecíficamente diseñado para pacientes suici- el entrenamiento en habilidades de la TDC po-
das, la TDC se está aplicando en la actualidad dría ayudar a reducir los síntomas de déficit de
a un amplio rango de patologías con resulta- atención con hiperactividad en sujetos adultos
dos preliminares, pero prometedores (Robins (Hirvikoski et al., 2011).
54 acción psicológica, junio 2013, vol. 10, n.o 1, 45-56. ISSN: 1578-908X

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