Está en la página 1de 15

MAESTRÍA EN GESTIÓN

DE PROYECTOS

MÓDULO:

DEONTOLOGÍA

PARALELO I

DOCENTE:

MSC. GUILLERMO CALLEJO.

TEMA:

CASO PRÁCTICO
“LA RESISTENCIA A LA NO VACUNACIÓN”

PRESENTADO POR:

GRUPO 5
Integrantes: Ana Velastegui, Eliana Mora, Verónica Bohórquez,
Jenny Venegas, Mishell Andrade, Jazmani Arrieta, Edward Brito,
Mario Navarrete, Andrés Mora.
1
INDICE DE CONTENIDOS
1. INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 3
2. DESARROLLO ....................................................................................................... 5
2.1. ES UN DERECHO DE LA LIBERTAD HUMANA PORQUE ................................ 5
2.2 ES UN ATENTADO CONTRA EL BIEN COMÚN PORQUE................................ 6
2.3 ES UN ACTO DE EGOÍSMO PORQUE ................................................................. 6
2.4 SU OBLIGATORIEDAD ES UN ABUSO DE PODER O UNA MEDIDA DE
SALUD PÚBLICA POR QUE ............................................................................................. 8
2.5 LA NO INCIDENCIA DEL ESTADO PODRÍA SER UNA ESTRATEGIA
POLÍTICA PORQUE… .................................................................................................... 10
2.6 ¿CUÁL DEBERÍA SER LA ACTITUD DE LOS PROFESIONALES DE LA
COMUNICACIÓN FRENTE A ESTA SITUACIÓN: PARCIAL O NEUTRAL? ............. 11
2.7 ¿CUÁL DEBERÍA SER LA DECISIÓN DE LA OMS, NACIONES UNIDAS Y
LAS FARMACÉUTICAS FRENTE A LA DISTRIBUCIÓN EQUITATIVA DE LAS
VACUNAS A LOS DIFERENTES PAÍSES DEL MUNDO? ............................................. 12
3. CONCLUSIONES ................................................................................................. 13
4. REFERENCIAS .................................................................................................... 15

2
1. INTRODUCCIÓN

Los coronavirus son una familia de virus que pueden causar enfermedades como el resfriado
común, el síndrome respiratorio agudo grave y el síndrome respiratorio de Oriente Medio.
En 2019 se identificó un nuevo coronavirus como la causa del brote de una enfermedad que
se originó en China, posteriormente considerada como pandemia.

La gravedad de los síntomas del COVID-19 puede variar de muy leve a grave (pudiendo
causar la muerte). Algunas personas pueden tener solo unos pocos síntomas. Algunas
personas pueden no tener síntomas en absoluto, pero aun así pueden contagiar a los demás
(trasmisión asintomática). En algunas personas, quizás los síntomas empeoren, presentando
dificultad respiratoria, neumonía, aproximadamente una semana después de comenzar.

En este contexto se han implantado métodos preventivos o de control para evitar el contagio,
que son: uso de mascarillas, lavado de manos, distanciamiento social, uso de alcohol, y
aireación de espacios, además de los procesos de vacunas (4) que comenzaron a ser
distribuidas en el primer semestre de 2021.

A partir de la vacunación surge el dilema de Vacunarse o No Vacunarse, por lo que se


consideran aspectos a favor y en contra con sus respectivos argumentos:

Argumento 1: A favor de la vacuna.

Vacunarse frente al COVID-19, la única herramienta preventiva que al día de hoy tenemos
para poner fin a la pandemia.

3
Argumento 2: La resistencia a la no vacunación

La no vacunación se considera como una opción o decisión propia de cada individuo,


fundamentada en sus creencias, religión, ideología, temores a los efectos secundarios que
podría generar su aplicación (La anafilaxia posterior a la vacunación, el síndrome de
trombosis con trombocitopenia, el síndrome de Guillain-Barré (SGB), Miocarditis y
pericarditis), entre otros.

El presente trabajo contiene un análisis respecto a la resistencia voluntaria a la no


vacunación, considerando los diferentes enfoques y teorías Deontológicas.

4
2. DESARROLLO

Con base a la resistencia voluntaria a la no vacunación de las personas en diferentes países


del mundo, y desde una visión ética, se solicita analizar y explicar cada uno de los siguientes
argumentos:

2.1. ES UN DERECHO DE LA LIBERTAD HUMANA PORQUE…

• Si partimos del concepto de ética en su enfoque de conducir las acciones humanas libres
hacia el bien en donde no se tratan de juzgar actos morales o inmorales sino más bien a
nivel de guía del comportamiento virtuosos en búsqueda de la felicidad, “Como la
actuación libre de la persona en cuanto conduce su vida” a través de hábitos y virtudes
de la propia persona, la resistencia voluntaria a la no vacunación “Si es” un derecho
a la libertad humana porque cada persona tiene derecho a decidir conscientemente en
base a su inteligencia y voluntad con la que puede cuestionarse sobre los aspectos que
afectan su vida, basadas en sus creencias, religiones, cultura, tradiciones y demás
(desconocimiento y temor / miedo a los efectos secundarios de las vacunas que aún no
han llegado al punto máximo de su desarrollo, teorías de conspiración de los gobiernos
para sometimiento de la voluntad del pueblo a través de herramientas tecnológicas de
control - chips, etc.). Esto fundamentando el derecho a la libertad humana por medio del
concepto del libre albedrío en donde la ética puede suponer que los individuos
son responsables de sus propias acciones.

Por tal motivo se deriva el derecho al consentimiento previo, libre e informado lo que
implica que toda vacuna contra el COVID-19, que el Estado vaya a suministrar debe
contar con el consentimiento previo, libre e informado de la persona que la recibe
mediante adecuados flujos de comunicación: información oportuna, completa,
comprensible, clara, sin tecnicismos, fidedigna, culturalmente apropiada, y que tome en
cuenta las particularidades y necesidades específicas de la persona.

• La resistencia voluntaria a la no vacunación “No es” un derecho a la libertad


humana porque esta decisión trasciende al ámbito personal y podría implicar una
afectación colectiva a la salud pública y por ende al desarrollo económico de cada país,
considerando que dicha vacunación genera un impacto a la salud y en la sociedad, siendo
necesaria para superar impactos sanitarios y sociales, a través de la comunidad científica,
el diálogo, poderes públicos y la sociedad como tal.

En este contexto, muchas de las ocasiones se confunden el concepto de felicidad con la


vida buena o la calidad de vida (como lo sostiene Aristóteles a través de un enfoque
individual y no social), cuando la felicidad va más allá como un aspecto trascendental,
espiritual y de plenitud que desencadena no solo en la sensación de sentir estar bien, sino
que además está el deber moral y búsqueda de la verdad (como lo menciona Sócrates),
así como el Amor en la expresión máxima de darse al otro y servir a los demás; a través
de la búsqueda de la felicidad como el bien último a partir de recorrer los caminos del
bien.

5
2.2 ES UN ATENTADO CONTRA EL BIEN COMÚN PORQUE…

• La resistencia voluntaria a la no vacunación si es un atentado contra el bien común


porque el cuidado de la salud no es meramente un cuidado individual de cada persona,
sino más bien un derecho social que debería estar amparado por el Estado en pro del
cuidado y bienestar de toda la población. Una persona al no vacunarse genera más riesgo
hacia las personas a su alrededor, ya que por naturaleza el ser humano es un ser social,
que pertenece a una comunidad. La primera comunidad es la familia, podría continuar su
ambiente de trabajo, y todos los lugares con los que tenga contacto social.

Adicional en caso de enfermedad implica el consumo de recursos de salud ya sea pública


o privada.

El deber ser profesional está marcado por la finalidad del servicio a la sociedad que
realiza un determinado profesional; basado en este principio las diferentes casas
farmacéuticas elaboraron las vacunas con el fin de combatir el virus, ya que al no ser
controlado este virus a través de las vacunas podría seguir mutando

A nivel de derecho común, civil y político. Sería recomendable concientizar y


sensibilizar en la medida de lo posible sobre la importancia de las vacunas, una
regulación de aspectos específicos o excepciones / que podrían tener una reacción
negativa ante la vacuna con las respectivas consecuencias y posibles soluciones, analizar
los casos de personas y los confinamientos en base a su vulnerabilidad y en concordancia
con el debido apoyo del estado, incluir planes de recuperación en base a los principios
de justicia y equidad.

• La resistencia voluntaria a la no vacunación no es un atentado contra el bien común por


que no existe una ley mandatoria que obligue a vacunarse, y desde este punto de vista
cada individuo se encuentra en la libertad de tomar una decisión basada en su voluntad
de acuerdo a su criterio y prevención de salud ante el virus. Además, se considera una
imposición en donde el individuo no es capaz de decidir sobre su persona, considerando
el temor a una vacuna que aún no se encuentra desarrollada en su máximo potencial,
casos de alergias o reacciones negativas a la salud o inclusive creencias religiosas o
ideologías propias de cada individuo. En este contexto es relevante la comunicación,
retroalimentación, socialización, sensibilización y empatía (ponernos en el lugar del otro)
para poder entender y direccionar de la mejor manera posible el bienestar de la salud en
todo su espectro con respecto al sistema de vacunas.

2.3 ES UN ACTO DE EGOÍSMO PORQUE…

• Si tomamos en cuenta el vínculo entre el humanismo y la solidaridad, ambos conceptos


dan un verdadero sentido a lo público, con base en que en el núcleo del humanismo
identificamos a los seres humanos, origen, justificación y propósito de toda
organización.

El Estado que representa el mayor desarrollo jurídico político para la organización


humana y siguiendo el principio de solidaridad tiene que focalizar en las personas su
acción, porque justamente la dignidad del ser humano debe ser respetada, protegida y
6
asegurada por el poder público; por lo que el Estado debe priorizar su actuación en
ciertas actividades relacionadas íntimamente con el bienestar general de su población,
incluida la salud.

Además, según el principio de subsidiariedad, el cual señala que el Estado debe dar
especial atención, apoyo o ejecutar acciones orientadas al bien común cuando por sus
propios medios los particulares estén imposibilitados de hacerlo.

En el contexto de la pandemia del Covid 19, hecho que causó a nivel mundial un colapso
en el sistema de salud pública y privado, por la falta de personal médico, falta de
instalaciones en UCI, etc. Y cuya tasa de mortalidad sobre todo al inicio de la
emergencia sanitaria oscilaba entre el 4 y 5% de los contagiados. En este contexto la
intervención del Estado era precisa, sin duda contener esta situación necesitaba
intervención del Estado.

El Estado por lo tanto se encargó de la gestión de los recursos y medios para


proporcionar a su población la inmunización a través de las vacunas. La importancia de
las vacunas es que reduce el riesgo de enfermar de gravedad. Menos gravedad implica
menos muerte y menos presión hospitalaria, reduciendo drásticamente los niveles de
mortalidad y liberando recursos públicos (salud).

Pero además de salvar vidas, la vacunación supuso el fin de los confinamientos, y por
lo tanto la reactivación económica más ágil.

No se trata solo de trastocar la libertad humana... se trata también del daño económico,
de salud mental y físico.

Los gobiernos deben sopesar si los beneficios superan la reacción pública. Pero, como
sostiene Cathleen Powell, profesora de derecho en la Universidad de Ciudad del Cabo
en Sudáfrica, también existen connotaciones legales: "El derecho a la integridad
corporal de una persona que no quiere vacunarse, y que quiere tomar sus propias
decisiones sobre qué tratamiento médico recibir, choca directamente con los derechos
de otras personas de no infectarse con enfermedades potencialmente fatales”.

En base a estas razones la resistencia a la no vacunación “SI representa un acto de


egoísmo”, pues se está priorizando satisfacer un deseo particular ante una necesidad
general que en este caso afecta al bien común.

Si se planteara que algunos se vacunaran y otros, no (estos últimos, conocidos como


“aquellos que reciben los beneficios de un bien colectivo sin contribuir a su
producción”), se estaría usando a los vacunados como un medio para lograr la
inmunidad de rebaño y proteger a los no vacunados, lo cual también sería injusto.

• La resistencia a la no vacunación “No es un acto egoísta” porque en base a la libertad


humana que considera la voluntad y la inteligencia como factores de decisión y desde
el sentido individualista, cada ser humano tiene la potestad y derecho de elegir lo que
considere mejor para su propio bienestar. Dado también que su decisión puede estar
fundamentada en diversas razones, como: vulnerabilidad a posibles efectos secundarios
de las vacunas, miedos, creencias, cultura y más; factores que serían considerados
válidos para justificar y respetar su derecho.
7
En virtud de lo expuesto se considera importante la responsabilidad ética tanto de los
poderes públicos como de las responsabilidades ciudadanas / individuales.

2.4 SU OBLIGATORIEDAD ES UN ABUSO DE PODER O UNA MEDIDA DE


SALUD PÚBLICA POR QUE…

• La vacunación como una medida de salud pública:

La vacunación es una medida de salud pública, en virtud de que debería primar el


bienestar común (toma de decisiones públicas con una postura dominante basada en
investigaciones y métodos científicos adecuados) ante el individual.

Las vacunas son probablemente el mayor avance contra las enfermedades en la historia
de la humanidad. No es una opinión, es lo que asegura la grandísima mayoría de la
comunidad científica a la luz de la evidencia de los datos. La Organización Mundial de
la Salud estima que evitan entre dos y tres millones de muertes cada año. Sin embargo,
al no llegar a todo el mundo, dos millones de personas fallecen anualmente por patologías
prevenibles1.

Es obligación del Estado el garantizar el pleno goce de los derechos humanos, y el brindar
servicios públicos de manera oportuna, eficiente y en condiciones de igualdad; para lo
cual, en contextos tan extremos como los vividos en la pandemia; la necesidad de
plantear políticas públicas que contribuyan a superar la emergencia sanitaria e impulsen
la recuperación socioeconómica se volvió una prioridad nacional.

El contexto socioeconómico de Ecuador ya era difícil antes de la pandemia de la COVID-


192. La pandemia profundizó debilidades estructurales de la economía y las
desigualdades socioeconómicas; varios indicadores sociales mostraron tendencias
regresivas. Los datos de mortalidad por COVID-19 son evidentemente más altos antes
de la vacunación que después3, lo cual muestra su efectividad en la reducción de la
mortalidad.

Con la finalidad de garantizar los derechos de la población y reducir las amenazas a la


seguridad humana, a mediados del año pasado se inició el proceso de vacunación
auspiciado por el Gobierno, con lo cual a la fecha se ha alcanzado el 84,15%4 de
cobertura con el esquema completo para toda la población mayor a 3 años, es un logro
que permite reducir la vulnerabilidad de la población de cara a una etapa de recuperación
económica, lo cual sin duda era una medida de salud pública imprescindible, que debía
aplicar el Gobierno de turno.

Por su parte, el Gobierno debía ofrecer la vacunación y por la otra parte, la ciudadanía
debía ejercer sus deberes y responsabilidades en comunidad, y el ejercicio responsable

1
https://elpais.com/elpais/2015/06/02/planeta_futuro/1433262146_575760.html
2
PND 2021-2025
3
https://app.powerbi.com/view?r=eyJrIjoiNjkzNjUyNGMtZjc1NC00OWU0LWEzMWQtOTFkY2ZkYjZkMWIwIi
widCI6IjcwNjIyMGRiLTliMjktNGU5MS1hODI1LTI1NmIwNmQyNjlmMyJ9&pageName=ReportSection33e2bb
803a8b183d9100
4
https://app.powerbi.com/view?r=eyJrIjoiYTkzNTFkMmUtZmUzNi00NDcwLTg0MDEtNjFkNzhhZTg5ZWYyIi
widCI6IjcwNjIyMGRiLTliMjktNGU5MS1hODI1LTI1NmIwNmQyNjlmMyJ9&pageName=ReportSection
8
de la libertad, acudiendo a vacunarse, ya que el derecho particular de la persona que toma
la decisión de no vacunarse, no está por encima del derecho colectivo de las personas
que si optaron por la vacuna y que podrían considerar que con eso se les está garantizando
su derecho a la vida. Es nuestra obligación ética, cuestionarnos siempre lo que nuestros
actos tanto por acción como por omisión conllevan; se puede ser dueño de sí mismo, de
sus ideas, sentimientos y pareceres, pero vivimos en comunidad y eso siempre va a exigir
estar bajo el cumplimiento de normas y leyes que no necesariamente van a ser del agrado
de todos.

Los costos necesarios para cubrir las demandas de camas para hospitalización y para
UCI, terminaron siendo insuficientes, el sistema de salud público y privado colapsó en
los meses de mayor contagio antes de la vacunación, ni siquiera el contar con un seguro
privado o recursos propios, le aseguró a los enfermos graves una cama de hospital, con
las consecuencias fatales que esto conllevó. Si el día de hoy se hiciera de manera breve
unos cálculos, de los costos incurridos por hospitalización y por uso de UCI (promedio
2.500 dólares por paciente por día), podríamos estimar una importante cantidad de
recursos públicos que podrían haber sido re direccionados para otros asuntos públicos
como la reactivación económica productiva, educación, infraestructura o disminuir la
presión de los servicios de salud públicos para que puedan destinar su atención a otros
tratamientos o enfermedades que a causa de la pandemia, debieron ser postergados.

Bajo este contexto, sin duda, la vacunación era una medida de salud pública necesaria,
con carácter de urgente y responsable bajo el principio de solidaridad, subsidiariedad y
justicia social.

• La obligatoriedad de la vacunación, como un abuso de poder

La obligatoriedad de la vacunación, se podría considerar como abuso de poder ya que se


pierde el derecho a la libertad y toma de decisiones con respecto a los aspectos que
afectan directamente la vida de cada persona, su propia salud o a lo que se considere
bienestar (tomando en cuenta las reacciones de las vacunas en cierto tipo de personas, la
efectividad de la vacuna en todos los casos, religión, creencias, cultura, etc.) por parte de
cada individuo.

La Constitución del Ecuador señala en el Artículo 11, que todas las personas son iguales
y gozarán de los mismos derechos, deberes y oportunidades. “Nadie podrá ser
discriminado por razones de etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de género,
identidad cultural, estado civil, idioma, religión, ideología, filiación política, pasado
judicial, condición socio-económica, condición migratoria, orientación sexual, estado de
salud, portar VIH, discapacidad, diferencia física; ni por cualquier otra distinción,
personal o colectiva, temporal o permanente, que tenga por objeto o resultado
menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos. La ley
sancionará toda forma de discriminación”. Amparados en este artículo, las personas que
no optaron por la vacunación, fueron discriminadas, al no poder acceder a servicios
públicos y a restringir su libre movilidad y acceso a lugares privados que también exigían
el carnet de vacunación.

Más allá de los beneficios de la vacuna, se puede considerar un abuso de poder del
Gobierno el obligar a que las personas se vacunen, sabiendo que las vacunas contra la
COVID-19, empezaron a aplicarse sin cumplir todos los ensayos clínicos o se acortaron
9
los tiempos para los mismos, sin tener la claridad de todos los efectos secundarios
adversos que podría ocasionar la aplicación de la misma. Muchas personas no se han
querido vacunar justamente por miedo a los efectos que esta les pudiera causar, ya que
también se conocieron casos de personas que fueron fuertemente afectados en su salud
después de vacunarse.

Algunas normas que se aprueban en virtud del bien común, pueden ser contrarias a la
libertad y esto debe ser siempre analizado por las distintas instancias públicas y
garantizar el libre ejercicio de los derechos de cada persona. Las leyes y normativas
deberían encontrar los puntos medios del comportamiento entre unos y otros, entre la
libertad de unos y la libertad de otros.

Para ser verdaderamente libres, las elecciones deben estar acompañadas del mayor
volumen posible de información y de conocimiento, que permitan tomar decisiones
libres; en tal sentido, antes de imponer una vacuna, el Gobierno debía brindar la mayor
cantidad de información posible con respecto a los beneficios y los posibles efectos
adversos de la vacunación, para que las personas puedan tomar decisiones informadas y
no ser discriminadas por esa decisión. Así mismo, debieron considerar mecanismos
alternativos para no restringir los derechos de las personas que no desean vacunarse,
como, por ejemplo, el de exigir una prueba PCR o de antígenos en lugar del carnet de
vacunación.

Es evidente, que el bien común requiere del equilibrio entre derechos y deberes de las
personas en cuanto que este solo es posible en el ejercicio de la libertad. El equilibrio
necesario debe darse en un escenario social, cultural, político y económico en el que el
bien particular y el bien común compartan la misma finalidad, la búsqueda de la
felicidad; de todas formas, las elecciones por sí mismas no constituyen garantía del
ejercicio responsable de la libertad, porque las elecciones tienen consecuencias, se puede
elegir bien o mal.

Del lado de los antivacunas, se pudo haber visto a la vacunación como un abuso de poder
del Gobierno; no obstante, todo proceso es perfectible y sólo una evaluación de impacto
nos dirá si se hizo de la manera más apropiada y si se garantizaron los derechos de toda
la población.

2.5 LA NO INCIDENCIA DEL ESTADO PODRÍA SER UNA ESTRATEGIA


POLÍTICA PORQUE…

• Desde inoculaciones anteriores basadas en brotes de enfermedades y afecciones a la salud


de la población, el concepto de vacunación ha tenido varias atenciones en relación a su
cumplimiento u obligatoriedad, dejándole en varios países como una alternativa y en
otros como una obligación. Con el brote del COVID-19 ha surgido un gran debate,
controversia e hipótesis sobre si las personas deben ser obligadas a vacunarse o no, esto
principalmente se ha dado debido a que a nivel mundial existe una gran cantidad de
personas que desconocen sobre la genética y afecciones sobre este virus. Las hipótesis
que se han planteado sobre esta afección de salud han sido basadas sobre varios criterios
o creencias, donde muchas personas niegan la existencia del mismo, otro grupo considera
la religión como justificativo, otras simplemente creen en la medicina natural, etc.

10
A través de la vacunación se ha buscado frenar o erradicar las enfermedades;
considerando que el concepto de vacunación ha tenido varios escenarios con relación a
la aceptación o no de las personas, dejándole en varios países como una alternativa y en
otros como una obligación. Con el brote del COVID-19 ha surgido una gran controversia
en la población mundial, más aún por ciertos grupos minoritarios denominados los anti
vacunas donde sustentan ciertos razonamientos religiosos, ancestrales, naturales y en
algunos de los casos niegan la existencia del virus; bajo este principio se ha cuestionado
si las personas deben ser obligadas a vacunarse o no, considerando que un gran
porcentaje de la población no conocía y comprendía de esta enfermedad.

Estableciendo este antecedente, el Estado sí debería promover una estrategia política en


pro de la vacunación masiva, dado que su involucramiento debería basarse en el bien
común de su nación, ya que al no intervenir en su momento o no declarar como
obligatoria la vacunación va a tener que afrontar mayores niveles de contagio y con ello
más gasto en el sistema de salud por el incremento de personal en UCI, insumos médicos
y mayor cantidad de muertes en su población. Con esta premisa se concluye que el Estado
debe manejar la gestión de una vacunación pro activa, responsable y lo más importante
basada en el concepto del bien común, ya que incluso nuestra constitución indica que se
debe garantizar el bien común y la protección del interés general, tal como se enuncia en
el Art. 83 de la Constitución que señala: “Son deberes y responsabilidades de las
ecuatorianas y los ecuatorianos, sin perjuicio de otros previstos en la Constitución y la
ley: Promover el bien común y anteponer el interés general al interés particular,
conforme al buen vivir”.

Esto quiere decir que el Estado obligatoriamente debe anteponer la salud pública por
sobre el derecho a mantener convicciones o creencias personales que pudiesen poner en
riesgo la integridad del resto de la población. En el Ecuador el 84,15% de la población
mayor a 3 años ya se encuentra vacunada con el esquema completo.

2.6 ¿CUÁL DEBERÍA SER LA ACTITUD DE LOS PROFESIONALES DE LA


COMUNICACIÓN FRENTE A ESTA SITUACIÓN: PARCIAL O NEUTRAL?

• La actitud de los profesionales frente a la situación de la resistencia voluntaria a la no


vacunación, debería ser neutral porque la neutralidad no implica no tener una posición o
criterio frente a la situación, sino, respetar una y otra posición frente a la misma situación,
por encima de lo que el comunicador individualmente considere como norma; puesto que
las realidades del ser humano giran en torno a fundamentos diferentes que considera lo
llevan al bienestar o la felicidad. El rol del comunicador es orientar, no juzgar lo bueno
o lo malo, sino brindar la suficiente información como herramienta para que la audiencia
juzgue por sí misma lo que conviene o no. Es parte del respeto al criterio de los demás.

• Sin embargo, la imparcialidad no es real porque el comunicador siempre tendrá una


posición propia frente a una situación, por tal motivo sería recomendable que la actitud
de los profesionales de la comunicación contemple varios puntos de vista (los más
relevantes) sobre los cuales se pueda analizar o considerar aspectos que aporten a la
mayor cantidad de opciones para una adecuada toma de decisiones.

• Los profesionales de la comunicación deberían encontrar un punto de equilibrio entre dar


a conocer de manera transparente y responsable la información, basada en fundamentos
11
científicos y criterios técnicos de especialistas; más no de suposiciones o intereses
políticos, sociales, económicos o incluso de sus propias creencias o sesgos; con la
finalidad de que cada individuo pueda tomar decisiones trascendentales basadas en la
realidad; informando de tal manera que no genere caos y se mantenga la calma, con el
objetivo de no alarmar en extremo a las personas (proceso y flujo comunicacional
adecuado).

• Durante la pandemia se pudo observar que los resultados de evaluaciones, datos


estadísticos de mortalidad, balances de la pandemia se encontraban alejados de la
realidad, tomando en cuenta que, en verdad, dichos datos eran de dos a tres veces más
elevados que los registros oficiales.
• Desde el punto de vista de los profesionales de la comunicación, no se puede dejar de
lado los diferentes medios como las redes sociales, que nos abordan de forma continua
de alguna u otra manera, generando también impacto a la población mundial, de forma
positiva o negativa emitidas por los “fake news-falsas noticias”.

• La óptica de los comunicadores profesionales, genera una parcialidad de criterios para


informar a la comunidad, sobre los impactos de la enfermedad, basado en sus
inclinaciones políticas, alianzas o intereses personales; sin embargo, inciden en el libre
pensamiento de cada ciudadano y su capacidad de decidir qué es lo que mejor le
conviene, plenamente informado. Esto demuestra lo sesgado del poder de la
comunicación.

• Es imperante considerar que, si se desconoce la situación a enfrentar, no se puede emitir


juicios o criterios que finalmente no conducen hacia el bien común.

2.7 ¿CUÁL DEBERÍA SER LA DECISIÓN DE LA OMS, NACIONES UNIDAS Y


LAS FARMACÉUTICAS FRENTE A LA DISTRIBUCIÓN EQUITATIVA DE
LAS VACUNAS A LOS DIFERENTES PAÍSES DEL MUNDO?

• La producción masiva de dosis hizo que los Estados participantes en la plataforma


comenzaron a cerrar acuerdos bilaterales con las farmacéuticas de manera individual.
Estos acuerdos bilaterales agotaron las existencias reservadas al mecanismo de equidad
vacunal iniciado por la OMS y limitaron la capacidad de negociación de las naciones sin
capacidad económica suficiente para participar de la subasta que se estaba llevando a
cabo.
• Lo que en un primer momento constituyó el principal canal de distribución de vacunas
se vio desbordado por la acción individual de los países, cuyo principal objetivo era
vacunar de manera rápida a su población y así iniciar una recuperación económica capaz
de devolver al mundo a su estado pre pandémico.

• Mientras se organizaba el proceso global por la obtención de la vacuna, los países de


ingresos medios y bajos comenzaban a ver la vacunación como un sueño inalcanzable.

• La equidad en la salud por parte de la OMS, debe ser considerada como un bien público
y debería ser distribuida de forma rápida en todo el mundo, para poder controlar de una
manera rápida y eficiente la pandemia; no puede ser posible que la adquisición de dicha
12
medicina sea para un grupo reducido de países con mayor poder adquisitivo y cuidar solo
los habitantes de un determinado país. Es fundamental que se valore la vida humana y
poner en segundo plano lo económico donde las farmacéuticas deberían cambiar su
política de ventas y de esta forma podremos cambiar a un mundo mejor.

• La OMS y las NNUU son las organizaciones llamadas a buscar la salud mundial y
atender los asuntos humanitarios y los derechos humanos en el mundo; bajo esas
premisas deberían liderar el proceso de distribución, promoción y acceso equitativo de
vacunas, a través de las tecnologías médicas, involucrando farmacéuticas y entidades que
apoyen a la distribución en países que se encuentren en vías de desarrollo, priorizando
las necesidades de salud pública de cada país, independientemente de su capacidad
adquisitiva, evitando que los países más ricos sigan acaparando la mayor cantidad de
vacunas. Dicha decisión debería estar fundamentada en la cooperación global, a través
de la creación de una entidad internacional que promueva el acceso equitativo y que
cuente con la confianza mundial; para ello es de vital importancia que se eviten
influencias políticas y comerciales.

• Se debe tomar en cuenta que el ser ético y solidario con el resto de países brindará un
beneficio global ya que la pandemia podrá ser controlada de forma más rápida sin que se
generen nuevas cepas que inclusive pueden afectar a quien más vacunas tenga.
• Este análisis muestra que, si los países de bajos ingresos hubieran alcanzado la misma
tasa de vacunación que los de altos ingresos en septiembre del año pasado (alrededor del
54%), habrían aumentado su PIB en 16.270 millones de dólares en 2021 (Kaizer, 2022).

• El estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) pone de
manifiesto que la mayoría de los países más vulnerables en cuanto a la vacunación contra
el COVID-19 se encuentran en África, como la República Democrática del Congo, donde
menos del 1% de la población ha recibido el esquema completo de inmunización. Fuera
de África, Haití y Yemen aún no han alcanzado el 2% de cobertura.

• Como consecuencia, después de dos años del brote de la pandemia de COVID-19, los
países más pobres se encuentran con más dificultades que nunca para recuperarse
económicamente, los mercados laborales se resienten, la deuda pública sigue siendo
persistentemente elevada y queda poco en las arcas para invertir en otras prioridades.

3. CONCLUSIONES

Se puede apreciar varios puntos de vista en donde la resistencia voluntaria a la no


vacunación “Si es” un derecho a la libertad humana a través de una visión absolutista e
individualista (libre albedrío) de dichos derechos que no permiten una decisión global ante
la pandemia; y otros en los que “No es” un derecho a la libertad humana en virtud de no
permitir que cada individuo pueda elegir, siendo ignorado su punto de vista y por tanto su
libertad de tomar propias decisiones sobre sí mismo, priorizando el bien común.
La importancia de entender la interdependencia entre individuos y el respeto hacia cada uno
de ellos, así como de su derecho a la toma de decisiones y de su propio estado de bienestar,
implica entender que buscando la salud para todos se hace más viable una movilidad plena
para todos; en este contexto, no implica un atentado al bien común siempre y cuando se
enmarque en la libertad para la toma de decisiones, a través del aporte de los medios de
comunicación confiables y que emitan información fidedigna y transparente con respecto al
estado de la situación de la pandemia, indicando los beneficios así como los efectos
13
secundarios que podría generar la vacunación fundamentado en criterios científicos y
objetivos, dando a conocer todos los puntos de vista que son necesarios para una adecuada
toma de decisiones, contemplando la responsabilidad ante la comunidad social, familiar, así
como del propio individuo bajo la premisa del respeto por la vida y la humanidad.
Considerar la no vacunación, no implica necesariamente un acto de egoísmo si analizamos
el bienestar de la comunidad familiar y los temores ante una vacuna que podría tener
secuelas y que no ha sido garantizada a un 100% con respecto a su desarrollo, más bien el
hecho de no vacunarse por causa de creencias infundadas o falta de gestión propia para la
adecuada toma de decisiones se podría considerar como un acto de egoísmo al velar en pro
de sus creencias sin fundamento y no de las implicaciones que podrían presentarse para la
comunidad en general.
Es decir, el obrar con ética implica crecer en humanidad, considerando la libertad, la
inteligencia y la voluntad a través de la búsqueda del bien último que es la felicidad, además
del amor como la expresión máxima de darse al otro y servir a los demás.
Debemos sentir, actuar y ser personas íntegras que utilicemos nuestra capacidad intelectual,
voluntad y el amor al prójimo como herramientas que direccionen nuestra vida para una
adecuada toma de decisiones.
Por tanto, el principio de la solidaridad debería ser el que rija en todos estos aspectos,
considerando a los seres humanos como un fin y no un medio a ser utilizado para conseguir
objetivos económicos, políticos o individualistas - absolutistas.

“La libertad no sólo significa que el individuo tiene la oportunidad y la carga de la elección,
sino también que debe soportar las consecuencias de sus acciones y recibir alabanzas o
censuras por ellas. La libertad y la responsabilidad son inseparables”
Friedrich A. Hayec
Los fundamentos de la libertad, Op. Cit., p, 87.
Si consideramos los derechos humanos desde la condición de igualdad, solidaridad,
subsidiariedad, justicia social y la garantía de derechos de la población, el gobierno ejerce
deberes y responsabilidades ante la comunidad por medio de las medidas de salud pública,
incidiendo de esta manera como una estrategia política en la que no deberían interferir
intereses económicos ni políticos, aspecto desde el cual no podría concebirse como abuso
de poder. Más bien el momento en el que no se solicita un consentimiento informado (con
el detalle de beneficios y efectos secundarios o secuelas) para la aplicación de la vacuna
de manera arbitraria podría considerarse como un abuso de poder, así mismo las entidades
públicas como privadas que requieren del carnet de vacunación para realizar trámites
personales y no permiten el ingreso a quienes no disponen de dicho carnet, sin proponer
alternativas preventivas, como por ejemplo habilitar accesos virtuales o en ventanillas
especiales donde se disponga de aislamiento con respecto a la exposición por contagio,
entre otros; pues la falta de prevención podrá traducirse como una amenazas a la seguridad
humana.

A pesar de los propósitos de la OMS, fue evidente que los países que disponían de
capacidad económica y de convenios, pudieron contar con la disposición de las vacunas,
mientras que los países con menos capacidad adquisitiva se vieron más afectados por no
poder acceder a dichas vacunas, con secuelas a nivel de salud, así como económicas, que
hasta la fecha no han podido solventarse de manera adecuada por falta de solidaridad y
responsabilidad social ante el bien común.

En su momento se debió respetar los derechos humanos a través del acceso a vacunas de
manera equitativa independientemente de su capacidad adquisitiva.

14
En la actualidad se debe trabajar por erradicar el Covid-19 y sus variantes, a través de una
cooperación global que promueva el acceso equitativo mediante la adecuada distribución
y promoción, con el involucramiento de la comunidad científica, farmacéuticas y entidades
que apoyen al cumplimiento de dicho objetivo.

4. REFERENCIAS
Periodismo colaborativo y covid-19:
https://www.redalyc.org/journal/694/69469871009/html/

Unesco Desinfodemia Covid-19


https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000374416_spa

Los fundamentos de la libertad. Friedrich A. Hayec


https://elpais.com/elpais/2015/06/02/planeta_futuro/1433262146_575760.html

Kaizer, P. (2022, marzo 28). La falta de equidad en la distribución de las vacunas contra el
COVID-19 incrementa las desigualdades.

Noticias ONU. https://news.un.org/es/story/2022/03/15

Plataforma IMF, Módulo de Deontología

15

También podría gustarte