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DEFINICIÓN DE LA ENFERMEDAD DE PARKINSON

El párkinson es una enfermedad producida por un proceso neurodegenerativo


multisistémico que afecta al sistema nervioso central lo que provoca la aparición
de síntomas motores y no motores. Es crónica y afecta de diferente manera a cada
persona que la padece, la evolución puede ser muy lenta en algunos pacientes y
en otros puede evolucionar más rápidamente. No es una enfermedad fatal, lo que
significa que el afectado no va a fallecer a causa del párkinson.

Los síntomas motores más frecuentes son el temblor, la rigidez, la lentitud de


movimientos y la inestabilidad postural, entre otros. Además de la alteración
motora, otras regiones del sistema nervioso y otros neurotransmisores diferentes
a la dopamina están también involucrados en la enfermedad, añadiendo otros
síntomas diversos a los síntomas motores típicos, conocidos como síntomas no
motores. Con frecuencia aparecen años antes que los síntomas motores, se los
conoce como “síntomas premotores”. Los más conocidos son: depresión,
reducción del olfato, estreñimiento y trastorno de conducta del sueño REM
(ensoñaciones muy vívidas).

A pesar de todos los avances de la neurología, hoy en día se desconoce la etiología


o causa de la enfermedad de Parkinson, por lo que también se desconoce cómo
prevenirla. Afecta tanto a hombres como a mujeres, y más del 70 por ciento de las
personas diagnosticadas de párkinson supera los 65 años de edad. Sin embargo,
no es una enfermedad exclusivamente de personas de edad avanzada ya que e l
30 por ciento de los diagnosticados es menor de 65 años.

Síntomas

 Temblores: Lentos y rítmicos. Predominan estando en reposo y disminuyen al


hacer un movimiento voluntario. No necesariamente los presentan todos los
pacientes.
 Rigidez muscular: Resistencia a mover las extremidades, hipertonía muscular.
 Bradicinesia: Lentitud de movimientos voluntarios y automáticos. Falta de
expresión de la cara. Escritura lenta y pequeña (micrografía). Torpeza
manipulativa.
 Anomalías posturales: Inclinación del tronco y la cabeza hacia delante. Codos y
rodillas están como encogidos.
 Anomalías al andar: Marcha lenta, arrastrando los pies. A veces se dan pasos
rápidos y cortos (festinación), con dificultad para pararse. Episodios de bloqueo
(los pies parecen que están pegados al suelo).
 Trastorno del equilibrio: Reflejos alterados, fáciles caídas.
 Trastornos del sueño: insomnio para coger el primer sueño, sueño muy
fragmentado en la noche, despertarse muy temprano y no volver a dormirse,
pesadillas vívidas, gritos nocturnos, somnolencia diurna…

Problemas asociados

 Dolores de tipo muscular o articular.


 Fatiga, agotamiento fácil, cansancio crónico.
 Estreñimiento.
 Falta de control de la orina (incontinencia).
 Problemas sexuales: generalmente falta de deseo sexual, impotencia o frigidez,
aunque también se puede dar justo lo contrario: excitación excesiva de deseos
sexuales o eyaculación retardada o retrógrada.
 Trastornos depresivos y aislamiento social.
 Sudoración excesiva y crisis de seborrea.
 Trastornos respiratorios.
 Trastornos de la deglución (se traga mal y solo semi-líquidos).
 Trastornos oculares: sequedad de ojos, picor, visión doble, falta de enfoque visual.
 Enlentecimiento de las funciones psíquicas (bradifrenia).
Los síntomas no motores de la enfermedad se encuadran en los trastornos de
sueño, la lentitud generalizada, la apatía, el cansancio, la ansiedad, la depresión,
los trastornos de conducta, el estreñimiento, la hipotensión, la dermatitis
seborreica, los trastornos en la micción y la sialorrea (exceso d e salivación).

¿Cómo se detecta?

Al principio de la enfermedad no es nada fácil de diagnosticar porque los síntomas


son leves, poco específicos y pueden llevar a confusión. La primera fase del
pákinson no suele presentar todos los síntomas corrientes y típicos, por ejemplo el
temblor y la rigidez.

A menudo el inicio de la enfermedad se manifiesta como:

 Dolores articulares pseudo-reumatológicos.


 Cansancio (que se suele achacar al exceso de trabajo, etc.)
 Arrastrar un pie.
 Dificultades al escribir (letra pequeña e ilegible).
 Cuadro depresivo de larga duración.
Generalmente, el paciente visita a diferentes especialistas y no mejoran sus
problemas, por lo que se descartan las enfermedades comunes (reuma,
circulatorio, estrés, etc.) y se piensa ya en los trastornos menos conocidos
(neurológicos). Se suelen hacer pruebas altamente tecnificadas (RMN, TAC,
SPECT, PET, etc.) y no suelen aparecer signos anormales (se descartan procesos
tumorales cerebrales, micro-derrames o trombosis, etc.). El SPECT es la prueba
de neuroimagen que visualiza los transportadores presinápticos de la dopamina y
los receptores postinápticos, y evalúa la integridad del sistema nigroestriado.

El médico llegará a la conclusión de la existencia de un párkinson sobre todo


basándose en los signos clínicos externos (las “quejas” del paciente y la
exploración directa) que presenta el afectado. Se confirmará este diagnóstico por
la respuesta del paciente a la medicación con levodopa, y a la poste rior evolución
del cuadro clínico hacia un párkinson típico.

Etapas de la enfermedad

Hohen y Yhar establecieron los 5 niveles (“estadíos”) clásicos de progresión de la


enfermedad de Parkinson. Hay que hacer hincapié de nuevo en que ni mucho
menos todos los pacientes que la sufren van a evolucionar hasta los últimos
niveles:

 Estadío 1: Síntomas leves, afectan solo a una mitad del cuerpo.


 Estadío 2: Síntomas ya bilaterales, sin trastorno del equilibrio.
 Estadío 3: Inestabilidad postural, síntomas notables, pero el paciente es
físicamente independiente.
 Estadío 4: Incapacidad grave, aunque el paciente aún puede llegar a andar o estar
de pie sin ayuda.
 Estadío 5: Necesita ayuda para todo. Pasa el tiempo sentado o en la cama.
Solamente el 15 por ciento de los afectados de párkinson llega a padecer un grado
de deterioro motor tan grave que necesite ayuda constante para hacer cualquier
actividad, dependa de otras personas y se pase la mayor parte del tiempo en una
silla o en la cama, sin poder moverse en absoluto por sí mismo. Si la cifra le parece
muy alta y le atemoriza, dele la vuelta: el 85 por ciento de los pacientes de
párkinson no terminarán en silla de ruedas.
TRATAMIENTO PARA EL PÁRKINSON
Actualmente la enfermedad de Parkinson no tiene cura, pero sí se puede controlar
de forma muy eficaz. Se conocen muchos aspectos del proceso neurodegenerativo
subyacente a la enfermedad, pero los tratamientos que lo modifi can todavía están
en fase experimental. Por lo tanto, el tratamiento de la enfermedad de Parkinson
actual se dirige únicamente a mejorar los síntomas derivados de la pérdida y
muerte neuronal. Como consecuencia de esto, los afectados de párkinson deben
ingerir estos fármacos antiparkinsonianos de por vida, según la dosis y
combinación de medicamentos que su neurólogo considere más adecuado para su
caso en particular.
En la enfermedad de Parkinson el tratamiento va dirigido tanto el control de los
síntomas motores como al de los no motores, pues a veces estos últimos son
incluso más incapacitantes. Al inicio de la enfermedad predominan los síntomas
motores que responden a levodopa. En el caso de la enfermedad de Parkinson
avanzada los problemas a resolver son las fluctuaciones de estado motor y no
motor derivadas de la neurodegeneración y de la medicación dopaminérgica, así
como síntomas motores y no motores que no responden a levodopa.

Farmacología

A continuación presentamos, sólo a título orientativo, un res umen de los principales


grupos de medicamentos útiles en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson.
Estos tratamientos mejoran solamente los síntomas motores derivados del déficit
dopaminérgico (en particular: temblor, rigidez y bradicinesia). Además se revisan
los principales grupos de fármacos para el control de los síntomas no motores de
la enfermedad.

Medicamentos basados en la dopamina

La utilización a partir de los años 60 de la levodopa (sustancia que se transforma


en dopamina una vez llega al cerebro) significó un gran avance en el tratamiento
de la enfermedad de Parkinson. Las medicinas que aportan levodopa al organismo
mejoran todos los síntomas motores cardinales, ya que tienen la virtud de suplir el
déficit del neurotransmisor dopamina que padecen las personas con párkinson. En
muchos pacientes el tratamiento con levodopa mejora de forma importante los
síntomas relacionados de la enfermedad.
Se suele añadir a la levodopa un inhibidor periférico de dopa -descarboxilasa
(carbidopa o benseracida) una enzima que evita la conversión en sangre de la
levdopa a dopamina. De esta manera conseguimos incrementar la duración de la
levodopa en plasma y disminuir los efectos secundarios de esta al evitar su
degradación a dopamina fuera del cerebro. Se ha desarrollado una formulación de
levodopa que administra junto con un inhibidor de la COMT (entacapone) en una
misma pastilla. Con esta formulación se mejora la biodisponibilidad de la levodopa
en el cerebro y de esta manera se logra disminuir los síntomas de deterioro de fin
de dosis y mejorando, en algunos casos, el control de la sintomatología motora de
los pacientes.
Los pacientes reciben un importante beneficio con el tratamiento de levodopa
durante unos 5-7 años, pero luego aparecen complicaciones motoras derivadas del
tratamiento:
• Fenómenos on/off (desaparición/aparición muy brusca de los síntomas
propios del párkinson).
• Off matutino: retardo en hacer efecto la primera dosis de mañana.
• Deterioro fin de dosis (wearing off): disminución del efecto de la medicación
entre tomas.
• Discinesias (movimientos involuntarios anormales): que suelen aparecer
durante el máximo efecto de la levodopa.
• Distonías fin de dosis (contracciones involuntarias y sostenidas de grupos
musculares).
Como efectos secundarios propios de la medicación con levodopa se pueden citar:
hipotensión, náuseas y vómitos, depresión, insomnio, psicosis tóxica (delirios,
alucinaciones, confusión), estreñimiento, hipo y edema. Además en algunos
pacientes pueden aparecer conductas estereotipadas repetitivas (limpieza,
bricolaje, estar con el ordenador) así como abuso de la mediación a deshoras.
Estos últimos síntomas detectados de forma precoz por el neurólogo pueden
mejorar.

Composición química Nombre comercial

Sinemet Normal®, Sinemet retard®, Sinemet Plus®,


Levodopa + Carbidopa
Sinemet Plus retard®

Levadopa + Benserazida Madopar®, Madopar Retard®

Levodopa+ Carbidopa +
Stalevo®
Entacapone

Agonistas dopaminérgicos

Son fármacos que estimulan los receptores dopaminérgicos. Estos fármacos


aparte de estimular estos receptores, tienen actividad sobre otros sistemas
neuroquímicos, principales responsables de sus efectos secundarios o de la
mejoría de síntomas no motores, como la depresión.
Son el tratamiento de elección de muchos neurólogos en el paciente con
enfermedad de Parkinson de inicio temprano, sobre todo en pacientes jóvenes. La
utilización de estos fármacos se hace con la finalidad de retrasar el inicio de
levodopa. Los agonistas dopaminérgicos, aunque en menor grado que la levodopa,
producen complicaciones motoras a largo plazo aunque también son menos
eficaces en el control de los síntomas motores. El avance de estos fármacos ha
sido el conseguir una estimulación dopaminérgica continua, lo qu e permite en
pacientes de inicio temprano una estimulación más fisiológica (teóricamente, a la
largo plazo evitaría la aparición de complicaciones del tratamiento) y, en pacientes
más avanzados, permite controlar de forma más eficaz las fluctuaciones motor as.
Estos fármacos se administran vía oral, transdérmica o subcutánea. Los dos
agonistas orales de primera elección son el pramipexol y el ropirinol. Ambos tienen
contrastada eficacia y de ambos hay comercializada una forma de liberación
prolongada que permite una sola administración diaria. Esta nueva forma de
administración permite una estimulación dopaminérgica continua y una mayor
comodidad en la posología.
La administración transdérmica de agonistas es posible con la rotigotina en
parches que permite una estimulación dopaminérgica continua y, en pacientes con
disfagia o en ayunas, es una forma de poder administrar tratamiento (por ejemplo
en pacientes sometidos a intervenciones quirúrgicas…).
La apomorfina es el agonista más potente que existe en la práctica clínica. Cuando
se administra en una única dosis su efecto empieza muy rápido y dura muy poco.
Solo es posible su administración subcutánea. El tratamiento intermitente con
apomorfina administrada con un bolígrafo vía subcutánea se utiliza para mejor ar
de forma rápida los fenómenos off en determinados pacientes.
Los efectos secundarios de los agonistas dopaminérgicos son similares a los de la
levodopa pero más frecuentes.
Los derivados de la estimulación periférica (no cerebral) de los receptores
dopaminérgicos son náuseas, vómitos, hipotensión ortostática, mareo y, los
derivados de la estimulación cerebral son alucinaciones, psicosis y somnolencia
excesiva. Es de destacar que en determinados pacientes estos fármacos pueden
producir trastorno de control de impulsos (hiperfagia, hipersexualidad, ludopatía y
compras compulsivas). Estos síntomas detectados precozmente pueden
desaparecer al reducir la dosis de los fármacos.

Composición química Nombre comercial

Ropirinol Requip®

Pramipexol Mirapexin®

Rotigotina Neupro®

Apomorfina Apo-go PEN®

En caso de desabastecimiento de Rotigotina, pinchad aquí.

IMAO-B. Inhiben una enzima que degrada la dopamina llamada mono -amino-
oxidasa, por lo que mantienen activa la dopamina más tiempo en el cerebro. Estos
son eficaces en todos los estadios de la enfermedad, desde la monoterapia en la
enfermedad de Parkinson incipiente al tratamiento complementario en los
pacientes con enfermedad avanzada y con fluctuaciones motoras.
Sus efectos positivos sobre los síntomas parkinsonianos son solo leves pero se le
atribuye un posible efecto modificador del curso de la enfermedad, aunque esto
está en debate. Se usan de forma frecuente en monoterapia en la enfe rmedad de
Parkinson incipiente que no produce discapacidad al paciente.
Son fármacos bien tolerados, con mínimos efectos secundarios pero pueden
aumentar los efectos secundarios de la levodopa cuando se administran
conjuntamente.
Son tres fármacos los actualmente comercializados en esta función:
• Selegilina: Se administra dos veces al día, al degradarse produce un
derivado de las anfetaminas que puede producir insomnio cuando no se administra
a primeras horas del día.
• Rasaglilina: Se administra una sola vez al día, no se metaboliza en derivados
anfetamínicos y tiene más afinidad sobre la enzima que la selegilina, por lo que
minimiza los efectos secundarios.
• Safinamida: Administrada una sola vez al día. A la dosis de 50 mg tiene un
efecto único de inhibidor de la MAO-B; a la dosis de 100mg tiene un efecto
antiglutamatérgico que se considera responsable de la mejora de determinados
síntomas no motores y la disminución a largo plazo del riesgo de discinesias.

Composición química Nombre comercial

Selegilina Plurimen®

Rasagilina Azilect®

Safinamida Xadago®

ICOMT. Bloquean otra enzima que degrada la dopamina llamada catecol -o-metil-
transferasa. No tienen efectos administrados solos, hay siempre que administrarlos
asociados a levodopa. Mejora sensiblemente los síntomas antiparkinsonianos, lo
que permite reducir a veces notablemente la dosis diaria de levodopa.
Hay tres tipos de ICOMT: el entacapone, el tolcapone y opicapone.
Los efectos secundarios de levodopa pueden aumentar al asociar estos fármacos,
además está descrito diarrea.
El entacapone se administra conjuntamente con cada dosis de levodopa; El
tolcapone es más potente, aunque solo se puede administrar si al paciente se le
somete a vigilancia estricta debido al riesgo de daño hepático grave que puede
ocurrir en los primeros meses de la administración. Opicapone se administra una
sola vez por la noche, es bien tolerado y de eficacia ligeramente superior al
entacapone.

Composición química Nombre comercial

Entacapone Comtan®
Tolcapone Tasmar®

Opicapone Ongentys®

AMANTADINA. Es un antiguo fármaco antiviral, al que se le descubrió que tenía


un discreto efecto antiparkinsoniano y un llamativo efecto reductor de las molestas
discinesias.

Composición química Nombre comercial

Amantadina Amantadina®

Medicamentos anticolinérgicos

Este grupo de fármacos inhiben la actividad de otro neurotransmisor conocido


como acetilcolina, cuyos efectos son opuestos a la dopamina. Son efectivos sobre
el temblor, menos sobre la rigidez, y poco sobre la bradicinesia. Los numerosos
efectos secundarios los hacen poco atractivos para las personas mayores: visión
borrosa, estreñimiento, pérdida de memoria, sequedad de boca, ginecomastia,
edema y desorientación. Estos fármacos se suelen reservar para pacientes
jóvenes en los que predomina el temblor o la distonía.

Composición química Nombre comercial

Trihexifenidilo Artane®, Artane retard®

Prociclidina Kemadren

Biperideno Akineton®, Akineton retard®

Sistemas de infusión farmacológica continua

Los pacientes con enfermedad de Parkinson avanzada padecen fluctuaciones


motoras complejas y discinesias graves. Los fármacos administrados mediante
infusores o bombas de perfusión suponen una aproximación a la estimulación
dopaminérgica continua, que es la mejor estrategia en el tratamiento de la
enfermedad de Parkinson con fluctuaciones motoras. La reducción de la
variabilidad de los niveles de levodopa en sangre produce una reducción de las
fluctuaciones motoras y una mejoría de las discinesias, según los re sultados de
los ensayos clínicos disponibles.
Estos fármacos reducen considerablemente el tiempo off diurno y permiten reducir
o retirar del todo la medicación antiparkinsoniana.
Existen dos sistemas disponibles en la actualidad:
• Infusión subcutánea de apomorfina. Al paciente se le administra de forma
continua apomorfina, mediante un perfusor programable, a través de una aguja
subcutánea. Los efectos secundarios son los de los agonistas dopaminérgicos.
Hay que vigilar los glóbulos rojos y enseñar al paciente para evitar nódulos
subcutáneos en el sitio de punción de la aguja. Está contraindicada en pacientes
con demencia o problemas psiquiátricos graves.
• Infusión intraduodenal de levodopa. Se administra a través de un perfusor
programable levodopa al duodeno de forma continua, mediante una gastrostomía.
Los efectos secundarios son los de la levodopa y los derivados de la técnica (PEG).
Los pacientes con demencia grave no son candidatos a esta terapia.

La demencia vascular

es un término general que describe problemas con el razonamiento, la planificación, el


juicio, la memoria y otros procesos mentales provocados por el daño cerebral a causa
de la disminución del flujo sanguíneo al cerebro.

Puedes padecer demencia vascular después de que un accidente cerebrovascular


obstruye una arteria en el cerebro, pero los accidentes cerebrovasculares no siempre
causan demencia vascular. Que un accidente cerebrovascular afecte tu pensamiento y
razonamiento depende de la gravedad y la ubicación del accidente cerebrovascular. La
demencia vascular también puede producirse como resultado de otros trastornos que
dañan los vasos sanguíneos y disminuyen la circulación, lo que priva al cerebro del
oxígeno y los nutrientes vitales.

Los factores que aumentan el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca y un accidente
cerebrovascular, incluidos la diabetes, la presión arterial alta, el colesterol alto y el
cigarrillo, también aumentan el riesgo de padecer demencia vascular. Controlar estos
factores puede ayudar a disminuir tus probabilidades de padecer demencia vascular.

Causas

La demencia vascular tiene sus causas en afecciones que dañan los vasos sanguíneos
del cerebro y reducen su capacidad para suministrar sangre a ese órgano en las
cantidades necesarias para nutrirlo y oxigenarlo de manera que pueda ejecutar los
procesos de pensamiento de forma eficaz.

Las afecciones que suelen ocasionar demencia vascular incluyen los siguientes:

 Accidente cerebrovascular (infarto) que bloquea una arteria


cerebral. Los accidentes cerebrovasculares que bloquean una arteria
cerebral pueden ocasionar una variedad de síntomas que pueden incluir
demencia vascular. Sin embargo, algunos accidentes cerebrovasculares no
causan síntomas notorios. Estos accidentes cerebrovasculares silenciosos
también aumentan el riesgo de tener demencia.

Tanto con los accidentes cerebrovasculares silenciosos como los


evidentes, el riesgo de tener demencia vascular aumenta con la cantidad de
derrames que se producen con el paso del tiempo. Un tipo de demencia
vascular que involucra la presencia de muchos derrames se conoce como
demencia de infarto múltiple.

 Hemorragia cerebral. A menudo se debe a que la presión arterial alta debilita un


vaso sanguíneo, causando una hemorragia en el cerebro que provoca daños, o a
la acumulación de proteínas en los vasos sanguíneos pequeños que se produce
con el envejecimiento y que los debilita con el tiempo (angiopatía amiloide
cerebral).

 Estrechamiento o daño crónico de los vasos sanguíneos cerebrales. Las


afecciones que estrechan o dañan los vasos sanguíneos cerebrales también
pueden ocasionar demencia vascular. Estos trastornos incluyen el desgaste
natural por el envejecimiento, la presión arterial alta, el envejecimiento anormal de
los vasos sanguíneos (ateroesclerosis) y diabetes.

Factores de riesgo

Por lo general, los factores de riesgo para la demencia vascular son iguales a aquellos
de la enfermedad cardíaca y el accidente cerebrovascular. Los factores de riesgo para
la demencia vascular incluyen los siguientes:
 Edad avanzada. El riesgo de tener demencia vascular aumenta a medida que se
envejece. El trastorno es poco frecuente antes de los 65 años de edad, y aparece
con más frecuencia hacia los 90 años.

 Historia clínica de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares o mini


accidentes cerebrovasculares. Si has tenido un ataque cardíaco puedes tener
mayor riesgo de presentar problemas en los vasos sanguíneos del cerebro. El
daño cerebral que se produce durante un accidente cerebrovascular o un mini
accidente cerebrovascular (accidente isquémico transitorio) puede aumentar el
riesgo de manifestar demencia.

 Envejecimiento anormal de los vasos sanguíneos (ateroesclerosis). Esta


afección se produce cuando los depósitos de colesterol y otras sustancias (placas)
se acumulan en las arterias y estrechan los vasos sanguíneos. La ateroesclerosis
puede aumentar el riesgo de sufrir demencia vascular al reducir el flujo sanguíneo
que nutre al cerebro.

 Colesterol alto. Los niveles elevados de colesterol de lipoproteína de baja


densidad (LDL), el colesterol “malo”, se asocian con un aumento del riesgo de
tener demencia vascular.

 Presión arterial alta. Cuando la presión arterial es muy alta, somete a los vasos
sanguíneos a un exceso de estrés en todas las partes del cuerpo, incluso el
cerebro. Esto aumenta el riesgo de tener problemas vasculares en el cerebro.

 Diabetes. Los niveles altos de glucosa dañan los vasos sanguíneos del cuerpo. El
daño de los vasos sanguíneos del cerebro puede aumentar el riesgo de tener un
accidente cerebrovascular y demencia vascular.

 Tabaquismo. El tabaquismo daña de forma directa los vasos sanguíneos, lo cual


aumenta el riesgo de presentar ateroesclerosis y otras enfermedades circulatorias,
entre las que se incluye la demencia vascular.

 Obesidad. El sobrepeso es un factor de riesgo conocido para las enfermedades


vasculares en general y, por lo tanto, se presume que aumenta el riesgo de tener
demencia vascular.

 Fibrilación auricular. Cuando se produce este ritmo cardíaco anormal, las


cámaras superiores del corazón comienzan a latir de forma rápida e irregular, sin
coordinación con las cámaras inferiores del corazón. La fibrilación auricular
aumenta el riesgo de tener un accidente cerebrovascular, ya que genera la
formación de coágulos de sangre en el corazón que se pueden romper y llegar a
los vasos sanguíneos del cerebro.

Tratamiento

El tratamiento se suele centrar en el control de las enfermedades y los factores de


riesgo que contribuyen con la demencia vascular.

Controlar las enfermedades que afectan la salud de base del corazón y los vasos
sanguíneos puede en ocasiones disminuir la velocidad en la cual se empeora la
demencia vascular, y a veces también puede prevenir el futuro declive. Según la
situación individual, es posible que el médico te recete medicamentos para lo siguiente:

 Reducir la presión arterial

 Reducir el nivel de colesterol

 Prevenir la coagulación de la sangre y mantener las arterias despejadas

 Ayudar a controlar el nivel de azúcar en sangre si tienes diabetes

Descripción general

A veces, arterioesclerosis y ateroesclerosis se usan para mencionar lo mismo, pero


existe una diferencia entre los dos términos.

La ateroesclerosis se produce cuando los vasos sanguíneos que llevan el oxígeno y


los nutrientes del corazón al resto del organismo (arterias) se engrosan y endurecen, a
veces, restringen el flujo sanguíneo a los órganos y a los tejidos. Las arterias sanas son
flexibles y elásticas, pero con el tiempo, las paredes de las arterias se pueden
endurecer, una enfermedad que comúnmente se denomina endurecimiento arterial.
La ateroesclerosis es un tipo específico de arteriosclerosis.

La ateroesclerosis es la acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias dentro de


las arterias y sobre sus paredes. Esta acumulación se llama placa. La placa puede
provocar el estrechamiento de las arterias, obstruyendo el flujo sanguíneo. La placa
también puede reventar, formando un coágulo de sangre.

Aunque la ateroesclerosis a menudo se considera un problema cardíaco, puede afectar


a cualquier arteria del cuerpo. La ateroesclerosis se puede tratar. Los hábitos de vida
saludables pueden ayudar a prevenir la ateroesclerosis.
Causas

Desarrollo de aterosclerosisOpen pop-up dialog box

La ateroesclerosis es una enfermedad lenta y progresiva que puede comenzar a


manifestarse en la niñez. Aunque se desconozca la causa exacta, la ateroesclerosis
puede comenzar con daños o lesiones en la capa interna de una arteria. Los daños
pueden tener las siguientes causas:

 Presión arterial alta

 Colesterol alto
 Triglicéridos altos, un tipo de grasa (lípido) en la sangre

 Fumar, y otras fuentes de tabaco

 Resistencia a la insulina, obesidad o diabetes

 Inflamación producida por causas desconocidas o enfermedades como artritis,


lupus, psoriasis o enfermedad intestinal inflamatoria

Una vez que se daña la pared interna de una arteria, las células sanguíneas y otras
sustancias, generalmente, se aglomeran en el lugar de la lesión y se acumulan en el
recubrimiento interno de la arteria.

Con el tiempo, los depósitos de grasa (placas) hechos de colesterol y otros productos
celulares también se acumulan en el lugar de la lesión y se endurecen, lo que hace que
se estrechen las arterias. Por esto, los órganos y tejidos conectados a las arterias
obstruidas no reciben suficiente sangre para funcionar correctamente.

Con el tiempo, es posible que partes de los depósitos de grasa se desprendan e


ingresen al torrente sanguíneo.

Asimismo, el recubrimiento suave de una placa puede romperse, lo que derrama


colesterol y otras sustancias en el torrente sanguíneo. Esto puede causar un coágulo
de sangre, que puede obstruir el flujo sanguíneo en una parte específica del cuerpo,
como ocurre cuando se obstruye la sangre que fluye al corazón y se produce un ataque
cardíaco. Un coágulo de sangre también puede trasladarse a otras partes del cuerpo y
bloquear el flujo a otro órgano.

Factores de riesgo

El endurecimiento de las arterias se produce con el tiempo. Además del


envejecimiento, los factores que pueden aumentar el riesgo de ateroesclerosis
incluyen:

 Presión arterial alta

 Colesterol alto

 Niveles altos de proteína C reactiva, un marcador de la inflamación


 Diabetes

 Obesidad

 Apnea del sueño

 Tabaquismo y otros consumos de tabaco

 Antecedentes familiares de enfermedades cardíacas tempranas

 Falta de ejercicio

 Dieta no saludable

Complicaciones

Las complicaciones de la ateroesclerosis dependen de qué arterias están bloqueadas.


Por ejemplo:

 Enfermedad de las arterias coronarias. Cuando la ateroesclerosis hace que se


estrechen las arterias cercanas al corazón, se puede contraer la enfermedad de
las arterias coronarias, la cual puede producir dolor de pecho (angina de pecho),
ataque cardíaco o insuficiencia cardíaca.

 Enfermedad de las arterias carótidas. Cuando la ateroesclerosis hace que se


estrechen las arterias cercanas al cerebro, es posible que contraigas la
enfermedad de las arterias carótidas, las cuales pueden producir accidentes
isquémicos transitorios o accidentes cerebrovasculares.

 Enfermedad arterial periférica. Cuando la ateroesclerosis hace que se estrechen


las arterias de los brazos o las piernas, es posible que contraigas problemas de
circulación en los brazos y las piernas, conocidos como «enfermedad arterial
periférica». Esto podría hacer que te vuelvas más sensible al calor y el frío, al
aumentar el riesgo de quemaduras o congelación. En raras ocasiones, la mala
circulación en los brazos y las piernas puede producir muerte de tejido (gangrena).

 Aneurismas. La ateroesclerosis también puede producir aneurismas, una


complicación grave que puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo. Un
aneurisma es una protuberancia en la pared de la arteria.
La mayoría de las personas con aneurismas no presenta síntomas. Puede
ocurrir dolor y pulsación en la región de un aneurisma, los cuales se
consideran de urgencia médica.

Si se rompe un aneurisma, es posible que haya sangrado interno que


ponga en riesgo la vida. Aunque esto sea generalmente un evento
catastrófico y repentino, es posible que haya una filtración lenta. Si se
desprende un coágulo sanguíneo dentro de un aneurisma, este podría
bloquear una arteria en algún punto distante.

 Enfermedad renal crónica. La ateroesclerosis puede hacer que se estrechen las


arterias que se dirigen a los riñones, lo cual evita que la sangre oxigenada llegue a
ellos. Con el tiempo, esto puede afectar la función renal y obstaculizar la
eliminación de los desperdicios del cuerpo.

diagnóstico

El médico realizará una exploración física y te preguntará sobre tu historial médico


personal y familiar. Es posible que te deriven a un médico especializado en
enfermedades cardíacas (cardiólogo).

Es posible que el médico detecte un silbido (soplo) al escuchar tus arterias con un
estetoscopio.

Según los resultados de la exploración física, tu médico podría sugerir una o más de
las siguientes pruebas:

 Análisis de sangre. El médico te solicitará análisis de sangre para controlar tus


niveles de colesterol y glucosa en la sangre. Los niveles altos de colesterol y
glucosa en la sangre aumentan el riesgo de ateroesclerosis. También se puede
realizar una prueba de proteína C reactiva para comprobar la presencia de una
proteína relacionada con la inflamación de las arterias.

 Electrocardiograma. Esta prueba simple e indolora registra las señales eléctricas


del corazón.
 Prueba de esfuerzo. Si tus signos y síntomas aparecen con mayor
frecuencia durante el ejercicio, es posible que el médico recomiende esta
prueba. Caminas en una cinta o pedaleas en una bicicleta fija mientras
estás conectado a una máquina de ECG. Debido a que el ejercicio hace
que el corazón bombee con más fuerza y rapidez que durante la mayoría
de las actividades diarias, una prueba de esfuerzo puede revelar problemas
cardíacos que, de otra forma, podrían pasarse por alto.

Si no puedes hacer ejercicio, puedes recibir un medicamento que imite el


efecto del ejercicio en tu corazón.

 Ecocardiograma. Esta prueba usa ondas sonoras para mostrar el movimiento de


la sangre cuando el corazón late y a través de las arterias. A veces se combina
con una prueba de esfuerzo.

 Ecografía Doppler. Tu médico puede usar un dispositivo de ecografía especial


(ecografía Doppler) para medir la presión arterial en distintos puntos del brazo o
de la pierna. Estas mediciones pueden ayudar a tu médico a evaluar el grado de
las obstrucciones, así como la velocidad del flujo sanguíneo en las arterias.

 Índice tobillo-brazo. Esta prueba puede indicar si tienes ateroesclerosis en


las arterias de las piernas y de los pies.

Durante una prueba de índice tobillo-brazo, el médico compara la presión


arterial en el tobillo con la presión arterial en el brazo. Una diferencia
anormal puede indicar una enfermedad vascular periférica, que, por lo
general, es causada por la ateroesclerosis.

 Cateterismo cardíaco y angiografía. Esta prueba puede mostrar si las


arterias coronarias están estrechadas o bloqueadas.

Durante este procedimiento, el médico inserta una sonda delgada y flexible


(catéter) en un vaso sanguíneo y la introduce en el corazón. Un tinte fluye a
través del catéter. A medida que el tinte llena las arterias, se hacen visibles
en las radiografías y revela las zonas de obstrucción.

 Escaneo de calcio coronario. También llamada gammagrafía cardíaca, esta


prueba común utiliza imágenes por tomografía computarizada para crear
imágenes detalladas del corazón. Puede mostrar depósitos de calcio en las
paredes de las arterias. Los resultados de la prueba suelen darse como un
puntaje. Cuando hay calcio presente, mientras más alto sea el puntaje, más alto
será tu riesgo de padecer una enfermedad cardíaca.

 Otras pruebas por imágenes. El médico también puede usar una angiografía por
resonancia magnética o una tomografía por emisión de positrones para estudiar
las arterias. Estas pruebas pueden mostrar el endurecimiento y el estrechamiento
de las grandes arterias, así como los aneurismas

Accidente cerebro vascular

Un accidente cerebrovascular isquémico ocurre cuando se interrumpe o se reduce el


suministro de sangre a una parte del cerebro, lo que impide que el tejido cerebral reciba
oxígeno y nutrientes. Las células cerebrales comienzan a morir en minutos.

Un accidente cerebrovascular es una emergencia médica, y el tratamiento inmediato es


crucial. La acción temprana puede reducir el daño cerebral y otras complicaciones.

La buena noticia es que actualmente muchos menos estadounidenses mueren a causa


de un accidente cerebrovascular que en el pasado. Los tratamientos efectivos también
pueden ayudar a prevenir la discapacidad por un accidente cerebrovascular.

Pruebas

Algunas de las pruebas que te pueden hacer incluyen:

Examen físico. El médico te hará una serie de pruebas con las que estás familiarizado, como
escuchar el corazón y revisar la presión arterial. También se te hará un examen neurológico
para ver cómo un posible accidente cerebrovascular puede estar afectando tu sistema
nervioso.

 Análisis de sangre. Te pueden hacer varios exámenes de sangre, incluidos


exámenes para verificar con qué velocidad coagula la sangre, si el nivel de
glucosa en la sangre es demasiado alto o bajo, y si tienes una infección.
 Tomografía computarizada. Una tomografía computarizada utiliza una serie de
radiografías para crear una imagen detallada de tu cerebro. Una tomografía
computarizada puede mostrar sangrado en el cerebro, un accidente
cerebrovascular isquémico, un tumor u otras afecciones. Los médicos pueden
inyectar una sustancia de contraste en el torrente sanguíneo para observar los
vasos sanguíneos del cuello y el cerebro con mayor detalle (angiografía por
tomografía computarizada).

 Imágenes por resonancia magnética (IRM). Una RM usa potentes ondas de


radio y un campo magnético para crear una vista detallada del cerebro.
Una RM puede detectar tejido cerebral dañado por un accidente cerebrovascular
isquémico y por hemorragias cerebrales. El médico puede inyectar una sustancia
de contraste en un vaso sanguíneo para observar las arterias y venas, y resaltar el
flujo sanguíneo (angiografía por RM o venografía por RM).

 Ecografía de la carótida. En este examen, las ondas sonoras crean imágenes


detalladas del interior de las arterias carótidas en el cuello. Este examen muestra
la acumulación de depósitos de grasa (placas) y flujo sanguíneo en las arterias
carótidas.

 Angiografía cerebral. En esta prueba poco común, el médico inserta un tubo


delgado y flexible (catéter) a través de una pequeña incisión, generalmente en la
ingle, y la guía a través de las arterias principales hasta la carótida o la arteria
vertebral. Luego, el médico inyecta un tinte en los vasos sanguíneos para hacerlos
visibles mediante imágenes por rayos X. Este procedimiento proporciona una
visión detallada de las arterias del cerebro y del cuello.

 Ecocardiograma. Un ecocardiograma utiliza ondas sonoras para crear imágenes


detalladas del corazón. Un ecocardiograma puede encontrar una fuente de
coágulos en el corazón que pueden haberse desplazado desde el corazón hasta el
cerebro y haber provocado un accidente cerebrovascular.
Diagnóstico
Las cosas pasarán muy rápido una vez que llegues al hospital, mientras tu
equipo de emergencia trata de determinar qué tipo de accidente cerebrovascular
estás teniendo. Esto significa que te harán una tomografía computarizada u otra
prueba por imágenes poco después de tu llegada. Los médicos también
necesitan descartar otras causas posibles de tus síntomas, como un tumor
cerebral o una reacción a un medicamento.

Tratamiento del accidente cerebrovascular isquémico

La primera opción de tratamiento para el tipo más común de accidente


cerebrovascular (accidente cerebrovascular isquémico) es un medicamento trombolítico
denominado activador tisular del plasminógeno (tPA, por sus siglas en inglés). Por lo
general se inyecta en una vena. El medicamento es llevado por la sangre hasta el
cerebro para disolver el coágulo.

Para que funcione correctamente y sea seguro, el tPA debería administrarse dentro de
las 3 horas (pero puede usarse hasta 4 ½ horas después) posteriores al inicio del
accidente cerebrovascular. De hecho, cuanto antes sea administrado, mejor funcionará
el tPA. Antes de que te den el tPA, es necesario hacer estudios para asegurarse de que
no estés sufriendo un accidente cerebrovascular hemorrágico porque el tPA puede
empeorar la situación. Por eso es tan importante que la persona que esté sufriendo un
accidente cerebrovascular llame al 911 rápidamente.

Algunas personas que sufren un accidente cerebrovascular no pueden recibir tPA.


Pueden haber llegado al hospital demasiado tarde o tener otra afección médica. Estas
personas recibirán un tratamiento diferente:

 Anticoagulantes. Estos medicamentos pueden mejorar el flujo sanguíneo en caso de


que tengas un coágulo. Si tienes fibrilación atrial o antecedentes de accidente
cerebrovascular, es posible que tu médico prescriba un tratamiento prolongado de
anticoagulantes para prevenir un futuro accidente cerebrovascular.
 Extracción del coágulo. Algunas personas no llegan al hospital a tiempo para recibir el
tPA, o recibieron el tPA pero no surtió efecto. El médico puede usar un dispositivo para
eliminar el coágulo que está causando el bloqueo.
Tratamiento del accidente cerebrovascular hemorrágico

Los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos son muy peligrosos y tienen menos


opciones de tratamiento. El tratamiento por lo general consiste en controlar la
hemorragia y reducir la presión con medicamentos o cirugía. El tipo de tratamiento que
recibas depende de las causas de la hemorragia y de si la hemorragia tuvo lugar dentro
o fuera del tejido cerebral. Las principales opciones son estas:

 Medicamentos para disminuir la presión arterial. La hipertensión es la causa más


común del accidente cerebrovascular hemorrágico. Por lo general, en este tipo de
accidente cerebrovascular, hay pequeños derrames en los vasos sanguíneos de distintas
partes del cerebro. La disminución de la presión arterial puede ayudar a sanar estos
derrames.
 Cirugía para drenar las sangre acumulada. La hemorragia en el cerebro puede
provocar un aumento de la presión dentro del cráneo que puede dañar al cerebro. Los
médicos pueden hacer una incisión en el cráneo para drenar la sangre y reducir la
presión.
 Clipaje quirúrgico. Este procedimiento se usa para tratar un accidente cerebrovascular
causado por la ruptura de un aneurisma en el cerebro. Los cirujanos tienen que abrir el
cráneo y usar una pinza de metal para cerrar el vaso sanguíneo que se rompió.
 Espiral endovascular. Este procedimiento también se usa para tratar la ruptura de un
aneurisma. No es necesario abrir el cráneo, de modo que puede ser menos riesgoso que
el clipaje quirúrgico. También requiere de menos tiempo de recuperación. En esta
cirugía, el cirujano coloca un tubo largo y delgado, denominado catéter, a través de una
pequeña incisión en una arteria. El cirujano guía el extremo del catéter hasta el
aneurisma y libera pequeños resortes de metal dentro del mismo. Se forma un coágulo
de sangre alrededor de los resortes que detiene la hemorragia.
 Procedimientos para corregir vasos sanguíneos anormales. Algunos accidentes
cerebrovasculares hemorrágicos son causados por vasos sanguíneos de forma anormal.
Si el problema está cerca de la superficie del cerebro, puede corregirse con cirugía. Si los
problemas se localizan en alguna parte más profunda del cerebro, los cirujanos pueden
usar un catéter que se inserta a través de la ingle para acceder a los vasos sanguíneos,
bloquear conexiones anormales y detener la hemorragia.

Después de que el accidente cerebrovascular sea tratado, es posible que también


necesites rehabilitación para recuperarte del daño causado a tu cerebro.
Hipertensión arterial - adultos

La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida
que el corazón bombea sangre a su cuerpo. Hipertensión es el término que se utiliza para describir
la presión arterial alta.

Si se deja sin tratamiento, la presión arterial puede llevar a muchas afecciones médicas. Estas
incluyen enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, problemas en
los ojos y otros problemas de salud.

Las lecturas de la presión arterial generalmente se dan como dos números. El número superior se
denomina presión arterial sistólica. El número inferior se llama presión arterial diastólica. Por
ejemplo, 120 sobre 80 (escrito como 120/80 mm Hg).

Uno o ambos números pueden ser demasiado altos. (Nota: estas cantidades aplican a personas
que no están tomando medicamentos para la presión arterial y para quienes no están enfermos).

 Una presión arterial normal es cuando la presión arterial es menor a 120/80 mm Hg la mayoría de las
veces.

 Una presión arterial alta (hipertensión) es cuando uno o ambos números de la presión arterial son
mayores de 130/80 mm Hg la mayoría de las veces.

 Si el valor del número superior de su presión arterial es entre 120 y 130 mm Hg y el valor del número
inferior es menor a 80 mm Hg, se denomina presión arterial elevada.

Si tiene problemas cardíacos o renales, o si tuvo un accidente cerebrovascular, es posible que el


médico le recomiende que su presión arterial sea incluso más baja que la de las personas que no
padecen estas afecciones.

Causas
Muchos factores pueden afectar la presión arterial, incluso:

 La cantidad de agua y de sal que usted tiene en el cuerpo

 El estado de los riñones, el sistema nervioso o los vasos sanguíneos

 Sus niveles hormonales

Usted es más propenso a que le digan que su presión arterial esta demasiado alta a medida que
envejece. Esto se debe a que los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos con la edad. Cuando
esto sucede, la presión arterial se eleva. La hipertensión arterial aumenta la probabilidad de sufrir
un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal o
muerte prematura.
Usted tiene un riesgo más alto de sufrir hipertensión arterial si:

 Es afroamericano

 Es obeso

 Con frecuencia está estresado o ansioso

 Toma demasiado alcohol (más de 1 trago al día para las mujeres y más de 2 al día para los hombres)

 Consume demasiada sal


 Tiene un antecedente familiar de hipertensión arterial

 Tiene diabetes

 Fuma

La mayoría de las veces no se identifica ninguna causa de presión arterial alta. Esto se denomina
hipertensión esencial.

La hipertensión causada por otra afección o por un medicamento que esté tomando se denomina
hipertensión secundaria. Esta puede deberse a:

 Enfermedad renal crónica


 Trastornos de las glándulas suprarrenales (como feocromocitoma o síndrome de Cushing)
 Hiperparatiroidismo
 Embarazo o preeclampsia
 Medicamentos como las píldoras anticonceptivas, pastillas para adelgazar, algunos medicamentos para
el resfriado, medicamentos para la migraña, corticosteroides, algunos antipsicóticos y ciertos
medicamentos utilizados para tratar el cáncer

 Estrechamiento de la arteria que irriga sangre al riñón (estenosis de la arteria renal)


 Apnea obstructiva del sueño (AOS)

Tratamiento
El objetivo del tratamiento es reducir la presión arterial de tal manera que tenga un menor riesgo de
presentar problemas de salud causados por la presión arterial elevada. Usted y su proveedor deben
establecer una meta de presión arterial.

Cuando se considere cuál es el mejor tratamiento para la presión arterial alta, usted y su proveedor
deben considerar otros factores como son:

 Su edad

 Los medicamentos que toma


 Los riesgos secundarios de los posibles medicamentos a tomar

 Otras afecciones médicas que pueda tener, como antecedentes de enfermedad cardíaca, accidente
cerebrovascular, problemas renales o diabetes

Si su presión arterial es entre 120/80 y 130/80 mm Hg, usted tiene presión arterial alta.

 Su proveedor le recomendará cambios en el estilo de vida para bajar la presión arterial a un rango
normal.

 Muy pocas veces se utilizan medicamentos en esta etapa.

Si su presión arterial es mayor de 130/80, pero menor de 140/90 mm Hg, está en la etapa 1 de
presión arterial alta. Al pensar en el mejor tratamiento, usted y su proveedor deben considerar:

 Si no tiene otras enfermedades o factores de riesgo, su proveedor puede recomendar cambios en su


estilo de vida y repetir las mediciones después de unos cuantos meses.

 Si su presión arterial se mantiene arriba de 130/80, pero abajo de 140/90 mm Hg, su proveedor puede
recomendar medicamentos para tratar la presión arterial alta.

 Si tiene otras enfermedades o factores de riesgo, es muy probable que su proveedor inicie un
tratamiento con medicamentos a la vez de recomendarle cambios en su estilo de vida.

Si su presión arterial es mayor de 140/90 mm Hg, usted tiene presión arterial alta en etapa 2. Es
muy probable que su proveedor inicie un tratamiento con medicamentos y recomiende cambios en
el estilo de vida.

Antes de hacer el diagnóstico final ya sea de presión arterial elevada o de presión arterial alta, su
proveedor debe pedirle que se haga mediciones en casa, en la farmacia o en algún otro lado que no
sea ni el consultorio médico ni en el hospital.

CAMBIOS DEL ESTILO DE VIDA

Usted puede tomar muchas medidas para ayudar a controlar su presión arterial, como:

 Consumir una alimentación cardiosaludable que incluya potasio y fibra.


 Tomar mucha agua.

 Hacer al menos 40 minutos de ejercicio aeróbico de moderado a vigoroso, al menos 3 a 4 días a la


semana.

 Si fuma, dejar de hacerlo.

 Reducir la cantidad de alcohol que toma a 1 trago al día para las mujeres y 2 para los hombres o
menos.
 Reducir la cantidad de sodio (sal) que consume. Intente consumir menos de 1,500 mg por día.

 Reducir el estrés. Trate de evitar factores que le causen estrés, y pruebe con meditación o yoga para
desestresarse.

 Mantener un peso corporal saludable.

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