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RUC : 09 10 02 55 66 - 6
ROL INTERNO : 243 – 2014
CÓDIGO : 5003
IMPUTADOS : GUILLERMO CRISTIAN RIVEROS CHACANA y MARIO
ENRIQUE ROJAS ECHEVERRÍA
FISCAL : Lionel González González
QUERELLANTE S.I.I. : Pablo Emilio Bustos Sánchez y José Enrique Carcacía
Vilches
DEFENSORES : Juan Carlos Manríquez y Luis Felipe Ossandón.
___________________________________________________________________/
PRIMERO: Que, con fechas 22, 23, 24, 25, 26, 29 y 30 de septiembre y 1
de octubre del año en curso, ante esta Primera Sala del Tribunal de Juicio Oral
en lo Penal de Viña del Mar, presidida por la magistrado doña Claudia Parra
Villalobos e integrada, además, por los magistrados don Juan Ángel Muñoz López
y doña Mónica Gutiérrez Fuentealba, se llevó a efecto la audiencia de juicio oral
relativa a la causa R.U.C. 09 10 02 55 66 - 6, Rol Interno 243 - 2014, para
juzgar la acusación deducida por el Ministerio Público, representado durante el
juicio por el Fiscal adjunto don Lionel González González, y por la parte
querellante, el Servicio de Impuestos Internos, representado durante el juicio por
los abogados Pablo Emilio Bustos Sánchez y José Enrique Carcacía Vilches, en
contra del acusado GUILLERMO CRISTIAN RIVEROS CHACANA, Cédula Nacional
de Identidad N° 10.195.413-7, sin apodos, natural de Viña del Mar, de 46 años
de edad, casado, estudios incompletos de ingeniería eléctrica; domiciliado en 5
Norte 1061, Viña del Mar; y en contra de MARIO ENRIQUE ROJAS ECHEVERRÍA,
Cédula Nacional de Identidad N° 3.124.105-7, natural de Valparaíso, de 82 años
de edad, casado, contador general, domiciliado en calle Quinta Vergara N° 910,
Depto. N° 620, Siete Hermanas, Viña del Mar, quienes fueron representados por
los Defensores Penales Privados don Juan Carlos Manríquez, doña Ana Brintrup
Bahamondes y don José Álvarez Fernández, en el caso de Riveros Chacana; y por
don Luis Felipe Ossandón, en el caso de Rojas Echeverría.
SEGUNDO: Que, los hechos materia de la acusación, según se lee en el
auto de apertura, son los siguientes:
ACUSACIÓN FORMULADA POR EL MINISTERIO PÚBLICO:
“Hecho número 1: Delito del Inciso segundo del art 97 del Código
Tributario.
El imputado Guillermo Cristian Riveros Chacana, RUT 4.359.552.-0 en su
calidad de administrador de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A.,
RUT N° 96.527.370-0, en concierto con el contador de la sociedad Mario Enrique
Rojas Echeverría, RUT N° 3.124.105-7, en los períodos tributarios mensuales
que abarcan: a) desde Julio a Noviembre de 2005, b) Enero a Mayo de 2006; c)
julio a Diciembre de 2006, d) Enero a Abril de 2007; e) Junio a Diciembre de
2007; f) Enero a Septiembre de 2008 y g) Noviembre y Diciembre de 2008,
aumentaron el verdadero monto de los créditos o imputaciones que tenían
derecho a hacer valer por concepto de IVA, por la vía de incorporar en los libros
de compraventa de la empresa referida, en forma habitual y reiterada, 287
facturas falsas provenientes de 19 supuestos proveedores que más adelante se
indican, por operaciones que no se llevaron a cabo realmente generando de esa
forma, en cada período mensual, créditos fiscales de Impuesto al Valor Agregado
IVA aparente, maniobra que utilizaron para disminuir indebidamente el pago del
referido tributo, con el consecuente perjuicio equivalente al importe del IVA que
tales facturas consignan.
Además de la incorporación de las facturas, cupo al imputado Mario Rojas
Echeverría facilitarlas, obteniéndolas previamente de terceros, posibilitando de
ese modo la ejecución del delito.
Del modo antedicho, los imputados Guillermo Riveros Chacana y Mario
Enrique Rojas Echeverría se hicieron copartícipes del delito previsto en el inciso
segundo del artículo 97 número 4 del Código Tributario.
HECHO N° 2:
El imputado Guillermo Cristian Riveros Chacana, RUT 4.359.552.-0 en su
calidad de administrador de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A.,
RUT N° 96.527.370-0, en concierto con el contador de la sociedad Mario Enrique
Rojas Echeverría, RUT N° 3.124.105-7, en los respectivos períodos tributarios
correspondientes a los años 2006, 2007, 2008 y 2009, presentaron declaraciones
maliciosamente falsas de impuesto a la Renta de Primera Categoría de la
sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A , por vía de incorporar en la
contabilidad de esta última las facturas a que alude el hecho 1 anterior,
sabiendas de su falsedad, maniobra ejecutada con la finalidad de rebajar
ilegítimamente la base imponible del tributo respectivo en los señalados
períodos, a través de la imputación de gastos y costos inexistentes, con el
consecuente perjuicio equivalente al monto neto indicado en las aludidas
facturas.
Del modo antedicho, los imputados Guillermo Riveros Chacana y Mario
Enrique Rojas Echeverría se hicieron copartícipes del delito previsto en el inciso
primero del artículo 97 número 4 del Código Tributario.
Las facturas de las cuales se hizo uso para la comisión de los delitos
descritos en los hechos precedentes fueron las siguientes:
N°
Folio Fecha Período Monto Monto Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto IVA Total
a
000450 49503 24-11-2006 11-2006 4.587.000 871.530 5.458.530
000452 49504 24-11-2006 11-2006 8.513.087 1.617.487 10.130.574
000452 49505 24-11-2006 11-2006 4.728.150 898.349 5.626.499
000457 49508 25-11-2006 11-2006 2.917.500 554.325 3.471.825
000457 49514 27-11-2006 11-2006 3.085.560 586.256 3.671.816
000472 49520 01-12-2006 12-2006 6.358.500 1.208.115 7.566.615
000472 49521 01-12-2006 12-2006 8.596.412 1.633.318 10.229.730
000473 49533 06-12-2006 12-2006 5.250.500 997.595 6.248.095
000475 49541 07-12-2006 12-2006 3.958.650 752.144 4.710.794
000727 49546 05-01-2007 01-2007 7.745.780 1.471.698 9.217.478
000727 49547 05-01-2007 01-2007 4.300.000 817.000 5.117.000
000728 49548 05-01-2007 01-2007 3.465.875 658.516 4.124.391
000728 49549 05-01-2007 01-2007 4.480.500 851.295 5.331.795
000757 50953 30-03-2007 03-2007 4.525.000 859.750 5.384.750
000753 50954 30-03-2007 03-2007 6.528.435 1.240.403 7.768.838
N°
Folio Fecha Período Monto Monto Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto IVA Total
a
000754 50955 30-03-2007 03-2007 6.567.000 1.247.730 7.814.730
000755 50956 30-03-2007 03-2007 3.394.750 645.003 4.039.753
000758 50957 30-03-2007 03-2007 4.254.500 808.355 5.062.855
000770 51031 30-04-2007 04-2007 7.466.592 1.418.652 8.885.244
000770 51032 30-04-2007 04-2007 7.552.150 1.434.909 8.987.059
000771 51033 30-04-2007 04-2007 3.520.000 688.800 4.188.800
000772 51034 30-04-2007 04-2007 3.808.000 723.520 4.531.520
000861 51915 23-08-2007 08-2007 2.246.700 426.873 2.673.573
000911 52034 10-10-2007 10-2007 2.818.500 535.515 3.354.015
000911 52039 12-10-2007 10-2007 2.779.380 528.082 3.307.462
000911 52045 16-10-2007 10-2007 2.827.675 537.258 3.364.933
000934 52114 16-11-2007 11-2007 3.428.655 651.444 4.080.099
000930 52127 22-11-2007 11-2007 3.628.155 689.349 4.317.504
000928 52139 26-11-2007 11-2007 3.628.155 689.349 4.317.504
001127 53115 10-01-2008 01-2008 3.208.675 609.648 3.818.323
001124 53123 14-01-2008 01-2008 2.986.550 567.444 3.553.994
001126 53132 18-01-2008 01-2008 2.115.360 401.918 2.517.278
001119 53134 22-01-2008 01-2008 2.356.175 447.673 2.803.848
001120 53140 25-01-2008 01-2008 2.766.500 525.635 3.292.135
001167 53254 19-02-2008 03-.2008 1.915.450 363.936 2.279.386
001166 53262 22-02-2008 03-2008 3.415.685 648.980 4.064.665
001166 53273 26-02-2008 03-2008 3.108.500 590.615 3.699.115
001167 53347 07-03-2008 03-2008 1.936.200 367.878 2.304.078
001171 53353 12-03-2008 03-2008 2.058.120 391.043 2.449.163
001355 53354 10-12-2008 12-2008 3.126.455 594.026 3.720.481
001168 53362 17-03-2008 03-2008 1.642.198 312.018 1.954.216
001166 53371 27-03-2008 03-2008 1.875.450 356.336 2.231.786
001356 53372 12-12-2008 12-2008 2.948.555 560.225 3.508.780
TOTALES 172.421.034 32.779.995 205.181.029
N°
Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
00026
4 31887 03-01-2006 01-2006 2.367.442 449.814 2.817.256
000265 31891 05-01-2006 01-2006 2.275.190 432.286 2.707.476
000268 31897 10-01-2006 01-2006 6.042.500 1.148.075 7.190.575
000267 31899 11-01-2006 01-2006 7.545.000 1.433.550 8.978.550
000282 31951 04-02-2006 02-2006 7.207.750 1.369.473 8.577.223
000299 31955 03-03-2006 03-2006 5.031.000 955.890 5.986.890
000283 31956 10-02-2006 02-2006 8.772.300 1.666.737 10.439.037
000300 31961 08-03-2006 03-2006 6.797.100 1.291.449 8.088.549
000285 31965 14-02-2006 02-2006 3.514.700 667.793 4.182.493
000288 31969 18-02-2006 02-2006 5.702.745 1.083.522 6.786.267
000303 31970 13-03-2006 03-2006 2.832.500 538.175 3.370.675
000304 31975 16-03-2006 03-2006 6.663.175 1.266.003 7.929.178
000290 31978 25-02-2006 02-2006 3.748.500 712.215 4.460.715
TOTALES 68.499.902 13.014.982 81.514.884
N°
Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
000755 1600 15-03-2007 03-2007 4.689.000 890.910 5.579.910
00072
7 1630 24-01-2007 01-2007 3.310.625 629.019 3.939.644
000756 1642 30-03-2007 03-2007 2.975.600 565.364 3.540.964
000728 1647 31-01-2007 01-2007 3.360.400 695.476 4.355.878
000773 1726 30-04-2007 04-2007 5.038.000 957.220 5.995.220
TOTALES 19.373.625 3.737.989 23.411.616
N°
Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
000742 10244 16-02-2007 02-2007 6.365.120 1.209.373 7.574.493
000742 10248 19-02-2007 02-2007 8.386.500 1.593.435 9.979.935
000743 10253 20-02-2007 02-2007 3.573.500 678.965 4.252.465
TOTALES 18.325.120 3.481.773 21.806.893
N°
Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
000325 461 28-04-2006 04-2006 6.002.600 1.140.494 7.143.094
000336 474 04-05-2006 05-2006 2.963.500 563.065 3.526.565
TOTALES 8.966.100 1.703.559 10.669.659
N°
Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
001279 861264 22-08-2008 08-2008 2.475.855 470.412 2.946.267
001275 861266 28-08-2008 08-2008 1.975.600 375.364 2.350.964
TOTALES 4.451.455 845.776 5.297.231
N°
Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
00129
4 18537 22-09-2008 09-2008 2.548.600 484.234 3.032.834
001297 18538 26-09-2008 09-2008 1.508.650 286.644 1.795.294
TOTALES 4.057.250 770.878 4.828.128
N°
Folio Fecha Período Monto Monto Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto IVA Total
a
000450 49503 24-11-2006 11-2006 4.587.000 871.530 5.458.530
000452 49504 24-11-2006 11-2006 8.513.087 1.617.487 10.130.574
000452 49505 24-11-2006 11-2006 4.728.150 898.349 5.626.499
000457 49508 25-11-2006 11-2006 2.917.500 554.325 3.471.825
000457 49514 27-11-2006 11-2006 3.085.560 586.256 3.671.816
000472 49520 01-12-2006 12-2006 6.358.500 1.208.115 7.566.615
000472 49521 01-12-2006 12-2006 8.596.412 1.633.318 10.229.730
000473 49533 06-12-2006 12-2006 5.250.500 997.595 6.248.095
000475 49541 07-12-2006 12-2006 3.958.650 752.144 4.710.794
000727 49546 05-01-2007 01-2007 7.745.780 1.471.698 9.217.478
000727 49547 05-01-2007 01-2007 4.300.000 817.000 5.117.000
000728 49548 05-01-2007 01-2007 3.465.875 658.516 4.124.391
000728 49549 05-01-2007 01-2007 4.480.500 851.295 5.331.795
000757 50953 30-03-2007 03-2007 4.525.000 859.750 5.384.750
N°
Folio Fecha Período Monto Monto Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto IVA Total
a
000753 50954 30-03-2007 03-2007 6.528.435 1.240.403 7.768.838
000754 50955 30-03-2007 03-2007 6.567.000 1.247.730 7.814.730
000755 50956 30-03-2007 03-2007 3.394.750 645.003 4.039.753
000758 50957 30-03-2007 03-2007 4.254.500 808.355 5.062.855
000770 51031 30-04-2007 04-2007 7.466.592 1.418.652 8.885.244
000770 51032 30-04-2007 04-2007 7.552.150 1.434.909 8.987.059
000771 51033 30-04-2007 04-2007 3.520.000 688.800 4.188.800
000772 51034 30-04-2007 04-2007 3.808.000 723.520 4.531.520
000861 51915 23-08-2007 08-2007 2.246.700 426.873 2.673.573
000911 52034 10-10-2007 10-2007 2.818.500 535.515 3.354.015
000911 52039 12-10-2007 10-2007 2.779.380 528.082 3.307.462
000911 52045 16-10-2007 10-2007 2.827.675 537.258 3.364.933
000934 52114 16-11-2007 11-2007 3.428.655 651.444 4.080.099
000930 52127 22-11-2007 11-2007 3.628.155 689.349 4.317.504
000928 52139 26-11-2007 11-2007 3.628.155 689.349 4.317.504
001127 53115 10-01-2008 01-2008 3.208.675 609.648 3.818.323
001124 53123 14-01-2008 01-2008 2.986.550 567.444 3.553.994
001126 53132 18-01-2008 01-2008 2.115.360 401.918 2.517.278
001119 53134 22-01-2008 01-2008 2.356.175 447.673 2.803.848
001120 53140 25-01-2008 01-2008 2.766.500 525.635 3.292.135
001167 53254 19-02-2008 03-.2008 1.915.450 363.936 2.279.386
001166 53262 22-02-2008 03-2008 3.415.685 648.980 4.064.665
001166 53273 26-02-2008 03-2008 3.108.500 590.615 3.699.115
001167 53347 07-03-2008 03-2008 1.936.200 367.878 2.304.078
001171 53353 12-03-2008 03-2008 2.058.120 391.043 2.449.163
001355 53354 10-12-2008 12-2008 3.126.455 594.026 3.720.481
001168 53362 17-03-2008 03-2008 1.642.198 312.018 1.954.216
001166 53371 27-03-2008 03-2008 1.875.450 356.336 2.231.786
001356 53372 12-12-2008 12-2008 2.948.555 560.225 3.508.780
TOTALES 172.421.034 32.779.995 205.181.029
N°
Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
00026
4 31887 03-01-2006 01-2006 2.367.442 449.814 2.817.256
000265 31891 05-01-2006 01-2006 2.275.190 432.286 2.707.476
000268 31897 10-01-2006 01-2006 6.042.500 1.148.075 7.190.575
000267 31899 11-01-2006 01-2006 7.545.000 1.433.550 8.978.550
000282 31951 04-02-2006 02-2006 7.207.750 1.369.473 8.577.223
000299 31955 03-03-2006 03-2006 5.031.000 955.890 5.986.890
000283 31956 10-02-2006 02-2006 8.772.300 1.666.737 10.439.037
000300 31961 08-03-2006 03-2006 6.797.100 1.291.449 8.088.549
000285 31965 14-02-2006 02-2006 3.514.700 667.793 4.182.493
000288 31969 18-02-2006 02-2006 5.702.745 1.083.522 6.786.267
000303 31970 13-03-2006 03-2006 2.832.500 538.175 3.370.675
000304 31975 16-03-2006 03-2006 6.663.175 1.266.003 7.929.178
000290 31978 25-02-2006 02-2006 3.748.500 712.215 4.460.715
TOTALES 68.499.902 13.014.982 81.514.884
N°
Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
000755 1600 15-03-2007 03-2007 4.689.000 890.910 5.579.910
00072
7 1630 24-01-2007 01-2007 3.310.625 629.019 3.939.644
000756 1642 30-03-2007 03-2007 2.975.600 565.364 3.540.964
000728 1647 31-01-2007 01-2007 3.360.400 695.476 4.355.878
000773 1726 30-04-2007 04-2007 5.038.000 957.220 5.995.220
TOTALES 19.373.625 3.737.989 23.411.616
N°
Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
000742 10244 16-02-2007 02-2007 6.365.120 1.209.373 7.574.493
000742 10248 19-02-2007 02-2007 8.386.500 1.593.435 9.979.935
000743 10253 20-02-2007 02-2007 3.573.500 678.965 4.252.465
TOTALES 18.325.120 3.481.773 21.806.893
N°
Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
000325 461 28-04-2006 04-2006 6.002.600 1.140.494 7.143.094
000336 474 04-05-2006 05-2006 2.963.500 563.065 3.526.565
TOTALES 8.966.100 1.703.559 10.669.659
N°
Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
00129
4 18537 22-09-2008 09-2008 2.548.600 484.234 3.032.834
001297 18538 26-09-2008 09-2008 1.508.650 286.644 1.795.294
TOTALES 4.057.250 770.878 4.828.128
8.- LUIS ENRIQUE LIZAMA GONZÁLEZ, (87 años, jubilado) quien expone
que trabajó como funcionario de la Compañía Manufacturera de Papeles y
Cartones de Puente Alto, después jubiló y se instaló con una ferretería de
materiales de construcción en la misma comuna, de nombre Comercial Lizama
S.A. Se instaló en diciembre de 1989, y a la fecha no existe porque hizo término
de giro en diciembre de 2013. Él era representante legal y co dueño, el otro
dueño eran su esposa y un hijo mayor.
Comparece por unas facturas falsas de una empresa de nombre Riward
Ingeniería y Construcción, que él no conoce, en esas facturas figura esa empresa
como cliente y quien expide la factura sería Comercial Lizama S.A.
Las facturas falsas que le presentaron son 16 que suman $104.000.000.-
aproximadamente y un IVA de alrededor de $16.700.000.- las que aparecen
expedidas desde marzo a julio de 2006. Esa suma de $104.000.000.- ni siquiera se
vende en un año en su empresa, en el período indicado su empresa emitió las
facturas de la misma numeración las que suman $755.000.- IVA incluido. El vio
las facturas falsas con el fiscal que lo interroga, y si las viera las recordaría
nuevamente, como también identificaría las facturas emitidas realmente por su
empresa.
Se le exhiben los documentos N° 19 y 20 de la prueba del Ministerio
Público y dice que la primera es la Factura N° 015054; es falsa, y bajo la misma
hay otro documento que tiene el mismo número y es la factura verdadera. En
todos estos documentos que se le exhiben la primera factura es la falsa y la
segunda es la verdadera.
A continuación lee los números de esas facturas exhibidas, son: 015058,
015063, 015070, 015076, 015078, 15083, 15086, 015090, 015093, 015094, 015097,
015098, 015164, 015167, 15171.
Todas las facturas emitidas por Comercial Lizama son manuscritas y las
falsas están escritas a máquina; las auténticas las escribía o su esposa o él, de las
que ha visto ahora hay una sola escrita por su esposa; la leyenda de las facturas
correctas o legales en cuanto a la descripción de los materiales no corresponden
a lo que se describe en las facturas falsas; las facturas de Comercial Lizama
están hechas en la imprenta Alfonso Díaz e Hijo y en las falsas es otra imprenta.
Se le exhibe la factura N°015054 y dice que esta primera es la falsa,
porque en las facturas correctas sólo figura el rubro “ferretería y materiales de
construcción”, y no los otros que acá se leen; la factura de abajo -que tiene el
mismo número- tiene su visto bueno (indica parte superior derecha del
documento) y que él hacía cuando ya tenía incorporada la factura en el Libro de
Compra y Venta, es “su mosca” que estampaba cuando pasaba la factura a ese
libro, y además la factura está manuscrita por él mismo
No conoce la empresa Riward Electricidad, según esta factura falsa el neto
es de $8.370.050.- y eso es imposible, porque ni al mes vendía ese monto. El
impresor que figura en esta factura falsa es “Delfi Cid…” que no es la imprenta
que usa para confeccionar sus facturas, sino “Alfonso Díaz e Hijo”
Respecto de la factura N° 015058 dice que es la misma situación que las
anteriores, además en el detalle se menciona “2.000 mts de THHN…” y no sabe
qué es ese material. No conoce a Jorge Niemeyer
A las preguntas de la Querellante, efectivamente él llenaba los libros de
compras y ventas, en forma manuscrita, ahí registraba todas las ventas a través
de boletas de compraventa, y facturas, más las compras por crédito. Eso se
entrega al contador quien hace el cálculo del IVA, y después él personalmente
pagaba el IVA. Toda información que le afectara con el servicio de Impuestos
Internos era transmitida por el contador hacia él, cada mes le preocupaba mucho
el pago del IVA y tenía el control de sus ventas. Si alguna vez el contador le
hubiera dicho que el IVA subió mucho, se habría dado cuenta porque además
personalmente pagaba las declaraciones en el Banco. El hacía las sumas del Libro
de Compras teniendo conocimientos contables básicos, así por ejemplo de un
artículo con valor de $100.- para calcular el IVA se divide ese valor por 0.19 y se
multiplica por 19 y se obtiene el valor del impuesto. En ese libro, las boletas van
en una columna de “Total Bruto” y esa suma da el total para calcular el IVA; las
facturas van en columnas separadas referidas al Neto, al IVA y al Total. Al
servicio de Impuestos Internos se debe pagar el total del IVA correspondiente a
las ventas menos el IVA de las compras. No tiene estudios de ingeniería ni
profesionales.
A las preguntas del Defensor del acusado Riveros, señala que su empresa
la tenía con su mujer y un hijo. Al empezar a trabajar tenía un empleado y
después en que ya tenía cierta clientela aumentaron a dos, luego volvió a tener
un empleado y unos tres años antes de liquidar el negocio se quedó solo. Tenía
un solo local.
Defensa del acusado Rojas no formula preguntas.
B) PRUEBA DOCUMENTAL:
C) PRUEBA PERICIAL:
B) DOCUMENTOS:
53.- Tres Carpetas (signadas como 1, 4 y 5), todas de color verde, que
corresponden al Cuaderno de Antecedentes de la contribuyente Riward Ingeniería
y Construcción SA, Rut 96.527.370-0.
En la carpeta 1 se contiene el conjunto de antecedentes recopilados por la
perito; allí consta la declaración jurada de fecha 11 de marzo de 2009 tomada a
Guillermo Riveros Chacana, representante legal de la sociedad cuestionada, esa
es su primera declaración ante la perito María Eugenia Muñoz, allí se aprecia una
firma ilegible de él. De esa declaración se destaca cuando se le pregunta si
conoce al proveedor Héctor Gaete Zagal y él responde que compran en diversas
ferreterías de Santiago; cuando se le exhiben las facturas supuestamente
emitidas por el referido Héctor Gaete Zagal y el deponente Riveros Chacana
respondió (pregunta 8), afirmando que él firmó cheques a favor de Ferretería
Araucaria, que las compras son efectivas y que correspondían a bienes necesarios
para su empresa. Además está una segunda declaración jurada, tomada el 13 de
julio de 2009 al mismo Guillermo Riveros Chacana; en ella se le consulta por los
proveedores Mario Pinto Stewart, junto con exhibirle facturas de ese proveedor,
y lo mismo respecto de Comercial Lizama, de Antonio Saavedra e Hijos Ltda, de
Imein SA, de Sociedad Dasco Ltda, de Sociedad Ferretería Industrial SA., de Tisa
SA, de Thomas y Herrera Ltda, Comercial Lyn Ltda, de María Isabel Correa
Berríos, de Lesco SA, de Ricardo Vásquez Velásquez, de Sociedad Dlar Ltda, de
CDC Textil Ltda, de Gtres Ingeniería y Construcción, de Ferretería y Comercial
Ausensi Ltda, de Sergo SA, de Miguel Ángel Tavali Durán, (preguntas 4 a la 35).
Respecto de todos ellos dijo que las facturas por las que se le consulta llegaron a
la contabilidad de Riward pues todos los materiales que en ellas se mencionan
efectivamente corresponden a materiales adquiridos por su empresa. Está la
firma del declarante y de la fiscalizadora María Eugenia Muñoz.
En la Carpeta Nº 4, se incluyen las facturas del proveedor Comercial LYN
Ltda, RUT 78.304.180-4, que individualiza. Junto a ella una cartilla SIT, que es
una hoja de información relativa a la comercial LYN Ltda con resumen de su
extracto de constitución, de octubre de 1992, que señala que su representante
es Ramón Mario Lizama Cortéz; una declaración jurada de Ramón Mario Lizama
Cortéz, quien confirma ser el representante de la sociedad antedicha y también
manifiesta que no conoce a la sociedad Riward Ingeniería, expresa que las
facturas supuestamente suyas no corresponden, sus formatos no los conoce y por
su numeración datan de hace 18 años atrás.
En la Carpeta Nº 5 se contienen facturas del contribuyente Mario Patricio
Pinto Stewart, RUT 7.312.854-4 que individualiza. También se contiene un listado
de facturas y fechas de timbrajes de ella por parte de tal contribuyente; la
última factura timbrada por el Servicio de Impuestos Internos es la número 600.
56.- Un Archivador color burdeo, de palanca, que corresponde a la
Contabilidad Computacional del año 2005 de la contribuyente Riward Ingeniería y
Construcción SA, Rut 96.527.370-0. Contiene declaraciones mensuales de
impuestos del año 2005; libro de compras o adquisiciones, de 2005; de caja -
bancos; y, libro mayor del año 2005.
57.- Un Archivador color burdeo, de palanca, que corresponde a la
Contabilidad Computacional del año comercial 2006 de la contribuyente Riward
Ingeniería y Construcción SA, Rut 96.527.370-0. Contiene cuatro certificados de
haberse presentado las declaraciones de impuestos de IVA del año 2006, de fecha
septiembre de 2007; el libro de compras del año 2006; y, el libro mayor del año
2006.
58.- Un Archivador color burdeo, de palanca, que corresponde al Libro de
Adquisiciones y Facturación correspondiente al comercial 2007 de la
contribuyente Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut 96.527.370-0. Contiene
las declaraciones de impuestos mensuales del año 2007, es el detalle del libro de
compras del año 2007.
59.- Una carpeta de color azul que corresponde a Libros Contables del año
comercial 2007 de la contribuyente Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut
96.527.370-0. Contiene el libro caja y banco del año 2007; el libro mayor del año
2007; y, las declaraciones juradas de los dividendos del año tributario 2008.
60.- Una Carpeta de color azul que corresponde a Libros de Adquisiciones y
Facturación del año comercial 2008, de la contribuyente Riward Ingeniería y
Construcción SA, Rut 96.527.370-0. Contiene los libros de compras y ventas del
2008, de enero a diciembre.
62.- Un Archivador color burdeo, de palanca, que corresponde a la
Contabilidad Computacional del año 2008 de la contribuyente Riward Ingeniería y
Construcción SA, Rut 96.527.370-0. Contiene la contabilidad computacional del
año comercial 2008, el libro caja-banco y el libro mayor, también del año 2008.
67.- Formulario 3309 sobre Acta de Recepción/Entrega y/o Acceso
Documentación de 19-01-2009, suscrita por Mario Rojas Echeverría y por el
fiscalizador Oscar retamal Méndez, quien la reconoció en el juicio.
68.- Formulario 3309 sobre Acta de Recepción/Entrega y/o Acceso
Documentación de 23-01-2009, suscrita por Mario Rojas Echeverría y por el
fiscalizador Oscar retamal Méndez, quien la reconoció en el juicio.
69.- Formulario 3309 sobre Acta de Recepción/Entrega y/o Acceso
Documentación de 10-02-2009, suscrita por Mario Rojas Echeverría, fiscalizador
Ingrid Inalef.
70.- Formulario 3309 sobre Acta de Recepción/Entrega y/o Acceso
Documentación de 06-03-2009, suscrita por Mario Rojas Echeverría y por el
fiscalizador Oscar Retamal Méndez, quien la reconoció en el juicio.
71.- Formulario 3309 sobre Acta de Recepción/Entrega y/o Acceso
Documentación de 10-03-2009, suscrita por Mario Rojas Echeverría y por el
fiscalizador Oscar Retamal Méndez, quien la reconoció en el juicio.
72.- Formulario 3309 sobre Acta de Entrega de Documentación de 04-09-
2009, suscrita por Mario Rojas Echeverría y por el fiscalizador Oscar Retamal
Méndez, quien la reconoció en el juicio.
73.- Formulario 3309 sobre Acta de Recepción/Entrega y/o Acceso
Documentación de 10-12-2009, suscrita por Mario Rojas Echeverría y por el
fiscalizador Oscar Retamal Méndez, quien la reconoció en el juicio.
1
Debe tenerse en consideración que el Artículo 54 del Código Civil dice que las personas “son
naturales o jurídicas.”
2
Así expresamente lo dispone el artículo 1 de la Ley 18.406, sobre Sociedades Anónimas.
3
Ello atendiendo tanto a lo dispuesto en el artículo 2 de la Ley 18.406, sea en su anterior texto o en el
que está actualmente vigente a partir del 20 de octubre de 2009, después de la ley 20.382.
4
Artículo 31 de la Ley 18.406.
Al gerente o gerente general en su caso, le corresponde la representación
judicial de la sociedad, estando legalmente investido de las facultades
establecidas en ambos incisos del artículo 7° del Código de Procedimiento Civil;
él tiene derecho a voz en las reuniones de directorio, y responde con los
miembros de él de todos los acuerdos perjudiciales para la sociedad y los
accionistas, cuando no constare su opinión contraria en el acta. 5
En la época en que se dice habrían ocurrido los ilícitos materia de la
acusación se encontraba vigente la exigencia prevista en el artículo 51 de la
citada Ley 18.046 conforme al cual “Las juntas ordinarias de las sociedades anónimas
cerradas deberán nombrar anualmente dos inspectores de cuentas titulares y dos
suplentes, o bien auditores externos independientes, con el objeto de examinar la
contabilidad, inventario, balance y otros estados financieros, debiendo informar por
escrito a la próxima junta ordinaria sobre el cumplimiento de su mandato. Los
inspectores de cuentas podrán, además, vigilar las operaciones sociales y fiscalizar las
actuaciones de los administradores y el fiel cumplimiento de sus deberes legales,
reglamentarios y estatutarios.” A partir de octubre de 2009 la sociedad podía
liberarse de tal exigencia mediante una modificación estatutaria expresa al
efecto.
A lo anterior se ha de añadir que los artículos 73 y 74 de la Ley 18.046
establecen la obligación de llevar registros contables permanentes, de acuerdo
con las leyes aplicables, debiendo llevarse éstos de conformidad con principios
de contabilidad de aceptación general; y de confeccionar anualmente un balance
general al 31 de Diciembre o a la fecha que determinen los estatutos; siendo
obligación del directorio presentar a la consideración de la junta ordinaria de
accionistas una “memoria razonada acerca de la situación de la sociedad en el último
ejercicio, acompañada del balance general, del estado de ganancias y pérdidas y del
informe que al respecto presenten los auditores externos o inspectores de cuentas, en su
caso. Todos estos documentos deberán reflejar con claridad la situación patrimonial de
la sociedad al cierre del ejercicio y los beneficios obtenidos o las pérdidas sufridas
durante el mismo.”
Debe asentarse, también, que de conformidad a lo dispuesto en el artículo
78 de la citada ley “Los dividendos se pagarán exclusivamente de las utilidades
líquidas del ejercicio, o de las retenidas, provenientes de balances aprobados por junta
de accionistas…No obstante…, si la sociedad tuviere pérdidas acumuladas, las utilidades
del ejercicio se destinarán primeramente a absorberlas. Si hubiere pérdidas en un
ejercicio, éstas serán absorbidas con las utilidades retenidas, de haberlas .”
Para claridad de las responsabilidades respectivas, el artículo 135 de la
referida ley dispone que “Cada sociedad deberá llevar un registro público indicativo
de sus presidentes, directores, gerentes, ejecutivos principales o liquidadores, con
especificación de las fechas de iniciación y término de sus funciones.”
Las anteriores normas tienen un carácter imperativo ineludible pues el
artículo 137 de la Ley 18.046 prescribe que “ Las disposiciones de esta ley primarán
sobre cualquiera norma de los estatutos sociales que les fuere contraria .”
DUODÉCIMO: Que, en el presente caso no existe discusión entre los
intervinientes en cuanto a que, desde el año 2005, el acusado Guillermo Cristian
Riveros Chacana tenía a su cargo la administración de la sociedad Riward
Ingeniería y Construcción S.A., Rol Único Tributario 96.527.370-0, y que él era su
gerente general. Expresamente así lo admitió dicho acusado en su declaración
voluntaria ante el Tribunal y también lo señaló el otro acusado, Mario Rojas
Echeverría, al referirse al funcionamiento de la aludida sociedad.
5
Artículo 49 de la Ley 18.406.
A su vez, no existe discusión entre los intervinientes en cuanto a que
Guillermo Cristian Riveros Chacana también tenía la calidad de socio en dicha
sociedad, junto con el padre y la madre de él, hecho que también ambos
acusados señalaron en sus declaraciones.
En fin, tampoco existe discusión en torno al hecho de que el acusado Mario
Enrique Rojas Echeverría, era el responsable de llevar la contabilidad de dicha
sociedad, atendida su condición de contador y de suegro del acusado Guillermo
Riveros Chacana (por ser el padre de la esposa de éste).
DÉCIMO TERCERO: Que, atendido que la defensa del acusado Mario Rojas
sostuvo que en la presente causa se habían vulnerado garantías constitucionales
de su representado, por cuanto la investigación había sido llevada a cabo por
parte del Servicio de Impuestos Internos y luego el Ministerio Público solo había
hecho mínimas labores investigativas, ratificatorias de lo ya existente, lo que
infringiría el mandato del Tribunal Constitucional contenido en el párrafo 34º de
la sentencia de fecha 23 de abril de 2002, dictada en la causa ROL 349-2002, en
la que al pronunciarse acerca del Proyecto de Ley Sobre Normas Adecuatorias del
Sistema Legal Chileno a la Reforma Procesal Penal dijo: “ 34º. Que, siguiendo el
principio tantas veces aplicado por este Tribunal “de interpretación de conformidad a la
Constitución”, y a fin de precaver una eventual contradicción entre el nuevo numeral 10
del transcrito artículo 161 [del Código Tributario] 6 y el artículo 80 A de la Carta
Fundamental, esta Magistratura aprueba la modificación a aquel precepto, en el
entendido de que la “recopilación de antecedentes” a que él se refiere no importa ni
puede constituir una investigación de aquellas que se mencionan en el citado artículo 80
A y, por ende, que si en el transcurso de esa recopilación el Servicio verifica que existen
motivos suficientes para iniciar una investigación por la posible comisión de un hecho
que revista caracteres de delito que corresponda sancionar con multa y pena corporal,
deberá abstenerse de continuar en dicha actuación;”
Para desestimar tal alegación ha de tenerse presente que, de modo
conteste, tanto los testigos Héctor Fernando Gaete Sagal y Oscar Retamal
Méndez, como la perito María Eugenia Muñoz, declararon ante el Tribunal que la
presente causa se inició luego de una denuncia hecha por el primero de los
testigos mencionados, quien concurrió ante la Policía de Investigaciones para dar
cuenta de la existencia de facturas duplicadas, empleadas por diferentes
contribuyentes, que copiaron los datos de facturas propias de él y que las
utilizaron en sus contabilidades y ante el Servicio de Impuestos Internos. Él hizo
tal denuncia al cotejar la información que el Servicio de Impuestos Internos tenía
respecto de él, en la que aparecían estas operaciones comerciales que él no
había realizado.
La referida perito precisó que luego de tal denuncia, que fue derivada de
la Policía de Investigaciones al Ministerio Público, la fiscalía Metropolitana Centro
Norte envió el Oficio N° 122-008, de diciembre de 2008, suscrito por el fiscal don
Iván Millán. Dijo que este Oficio daba cuenta de una denuncia que había hecho el
contribuyente don Héctor Gaete Sagal, quien al revisar su información en la
página del Servicio de Impuestos Internos detectó que la sociedad Riward lo
informaba como proveedor suyo en circunstancias que él nunca había tenido
relaciones comerciales con dicha empresa. Ello originó la investigación a la
Sociedad Riward Ingeniería y Construcción, RUT 96.527.370-0, la cual como
registraba domicilio en la región de Valparaíso se derivó a dicha oficina Regional
del Servicio de Impuestos Internos.
Por su parte, el testigo y fiscalizador del Servicio de Impuestos Internos
señor Oscar Retamal corroboró lo anterior y dijo que a él le correspondió citar a
6
Nota agregada por el redactor.
dicha sociedad, a través de sus representantes, para requerirle la presentación
de las facturas que se mencionaban en la denuncia de un contribuyente de
Santiago, quien negaba vínculos comerciales con Riward. A raíz de esta citación y
de la presentación de los documentos solicitados, hallaron más antecedentes que
les hacían dudar de las operaciones de dicha sociedad, por lo cual luego le
hicieron un requerimiento mayor, por más antecedentes contables de la citada
empresa.
De todo lo anterior surge que la presente causa surgió a raíz de la labor
investigativa propia que desempeñó el Ministerio Público, a través de su fiscalía
Metropolitana Centro Norte, quien haciéndose cargo de la denuncia de un
particular, requirió la realización de una labor investigativa al Servicio de
Impuestos Internos, fruto de la cual este organismo presentó querella por la
comisión de delitos tributarios, tal como se requería, al tenor de lo dispuesto en
el artículo 162 del Código Tributario, lo cual es concordante con lo previsto en el
artículo 54 de Código Procesal Penal. Adicionalmente puede señalarse que el
Oficio N° 122-008 es también una expresión de lo dispuesto en el inciso
penúltimo del citado artículo 162.
Luego del referido requirimiento de antecedentes, por parte del Ministerio
Público, el Servicio de Impuestos Internos, tras recopilar antecedentes
concernientes a la denuncia referida detectó mayores irregularidades en la
contabilidad y actividad tributaria de la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A. y presentó querella por ello, de tal manera que no pueden
tenerse por acreditados los hechos constitutivos de la vulneración de garantías
denunciada; por tal razón y porque no se avizora la existencia de ilegalidad en el
actuar de los referidos entes persecutores es que se desestimará la referida
alegación.
DÉCIMO CUARTO: Que, las declaraciones de los testigos y perito
presentados por la parte acusadora, provienen de personas que presenciaron los
hechos a que se refirieron, que impresionaron a los jueces como capaces de
percibirlos y apreciarlos por sus sentidos, existiendo una concordancia lógica en
su exposición, demostrando además la perito contable dominio de su respectiva
ciencia o arte, por lo que todos ellos aparecen como veraces y creíbles, razón
por la cual este tribunal acoge la prueba de cargo rendida, la que además está
respaldada por la documental incorporada, sin que hubiere sido desvirtuada por
la contraria.
Es en virtud de ello y a que con el mérito de la prueba de cargo rendida,
particularmente con el tenor de la prueba documental signada con los números
56, 57, 58, 59, 60 y 62 de la parte querellante, consistente en los registros de
contabilidad de los años comerciales 2005, 2006, 2007 y 2008, a los que se suman
los documentos signados con los números 61, 62 y 63 de la prueba documental
presentada por el Ministerio Público, consistentes en los Libros de Inventarios y
Balances de los años comerciales 2005 a 2008 y en los Formularios 29 sobre
Declaración y Pago Simultáneo Mensual de impuesto IVA de los períodos
mensuales de julio de 2005 a diciembre de 2008 y en los Formularios 22 sobre
Declaración Anual de Renta de los años tributarios 2006 a 2009, todos ellos
documentos correspondientes a la sociedad Riward Ingeniería y Construcción
S.A., Rol Único Tributario 96.527.370-0, se ha de tener por acreditado, en primer
término, que dicha sociedad tenía registros contables que dan cuenta de su
operación comercial en tales períodos y que ella presentaba domicilio en calle
Los Lirios N° 1425 de la comuna de Viña del Mar. En una primera etapa de su
funcionamiento comercial dicha sociedad se denominó sociedad Riward
Electricidad SA, pero luego varió a sociedad Riward Ingeniería y Construcción
S.A., si bien siempre mantuvo el mismo N° de Rol Único Tributario, el
96.527.370-0.
Ninguna de las defensas –ni los propios acusados- cuestionó la
autenticidad ni la integridad de tales registros contables.
Los aspectos fácticos referidos en el párrafo precedente fueron también
expresamente admitidos por ambos acusados en sus declaraciones voluntarias
prestadas ante el Tribunal. Ya antes se dijo que el acusado Guillermo Cristian
Riveros Chacana tenía a su cargo la administración de la sociedad Riward
Ingeniería y Construcción S.A., y que él era su gerente general, además de ser
socio en ella. A su vez, también ya se dijo que el acusado Mario Enrique Rojas
Echeverría se desempeñaba como contador de dicha sociedad en los antes
referidos periodos comerciales.
La declaración de la perito doña María Eugenia Muñoz y del testigo don
Oscar Retamal Méndez, ambos funcionarios fiscalizadores del Servicio de
Impuestos Internos, a la que se suma la del subcomisario de la Policía de
Investigaciones, don Marcelo Escobar Contreras, también corroboran las
calidades que los acusados tenían respecto de dicha sociedad.
DÉCIMO QUINTO: Que, el examen de los registros contables de los años
comerciales 2005 a 2008, ya aludidos, de la referida sociedad, permite observar
que en ellos efectivamente se encuentran registradas operaciones de compra de
bienes y servicios a los proveedores que se mencionan como cuestionados por la
acusación. Ello aparece al revisar el libro de compras, también llamado de
adquisiciones y el libro mayor de dicha sociedad.
La documentación que sustenta tales anotaciones contables –en lo que
atañe a las operaciones cuestionadas- también fue presentada por la parte
acusadora y ella corresponde a las facturas incorporadas al juicio con los
números 1 (Facturas N° 18537 y 18538, presuntamente emitidas por el
contribuyente Miguel Ángel Tavali Durán, Rut 8.293.453-7); 4 (Facturas N°
28314, 28315, 28330, 28773, 28774, 28775, 28776, 28777, 28851, 28852, 28857,
28862, 28863, 29226, 29233, 29239, 29247, 31681, 31682, 31683 y 31684
presuntamente emitidas por la contribuyente Imein SA, Rut 88.279.700-7); 7
(Facturas N° 49503, 49504, 49505, 49508, 49514, 49520, 49521, 49533, 49541,
49546, 49547, 49548, 49549, 50953, 50954, 50955, 50956, 50957, 51031, 51032,
51033, 51034, 51915, 52034, 52039, 52045, 52114, 52127, 52139, 53115, 53123,
53132, 53134, 53140, 53254, 53262, 53273, 53347, 53353, 53354, 53362, 53371 y
53372 presuntamente emitidas por el contribuyente Héctor Fernando Gaete
Sagal, Rut 3.966.128-4); 9 (Facturas N° 70756, 70760, 70770, 70798, 70799,
75227, 75228, 75513, 75550, 76132, 76147, 76253, 76264, 76271, 76277, 76289,
77423, 77435, 77447, 77552, 77553, 77561, 77573, 77580 y 77594 presuntamente
emitidas por la contribuyente Distribuidora de Comercializadora Dasco Limitada,
Rut 78.095.620-8); 13 (Facturas N° 4606, 4613, 4617, 4622, 4626, 4631, 4635,
4640, 4641, 4644, 4646, 4649, 4710, 4711 y 4712, presuntamente emitidas por la
contribuyente Antonio Saavedra e Hijos Limitada, Rut 77.175.780-4); 16
(Facturas N° 1600, 1630, 1642, 1647 y 1726, presuntamente emitidas por la
contribuyente Sociedad en Desarrollo Construcción y Comercial DLAR Limitada,
Rut 77.676.300-4); 19 (Facturas N° 15054, 15058, 15063, 15070, 15076, 15078,
15083, 15086, 15090, 15093, 15094, 15097, 15098, 15164, 15167 y 15171,
presuntamente emitidas por la contribuyente Comercial Lizama Limitada, Rut
79.950.730-7); 22 (Facturas N° 461 y 474, presuntamente emitidas por la
contribuyente G Tres Ingeniería y Construcción Limitada, Rut 77.180.590-6); 25
(Facturas N° 5208, 5211, 5212, 5213, 5214, 5273, 5293, 5294, 5295, 5296,
presuntamente emitidas por la contribuyente Lesco SA, Rut 96.907.520-2); 28
(Facturas N° 31887, 31891, 31897, 31899, 31951, 31955, 31956, 31961, 31965,
31969, 31970, 31975 y 31978, presuntamente emitidas por la contribuyente
Ferretería Industrial Limitada, Rut 99.552.660-3); 31 (Facturas N° 3506, 3508,
3517, 3523, 3572, 3609, 3802, 3811, 3819, 3825, 3830, 3835, 3839, 3840, 3882,
3884, 3887, 3888, 4154 y 4155, presuntamente emitidas por la contribuyente Tisa
Ingeniería SA, Rut 96.607.150-8); 34 (Facturas N° 4954, 5053, 5060, 5105,
5106, 5111, 5112, 5114, 5126, 5127, 5136, 5137, 5138, 5139, 5141, 5142, 5147,
5148, 5149, 5150, presuntamente emitidas por la contribuyente Thomas y
Herrera Compañía Limitada, Rut 79.893.060-5); 37 (Facturas N° 3458, 3461,
3468, 3469, 3473, 3474, 3476, 3477, 3480, 3484, 3487, 3495, 3496, 3497, 3498,
3499 y 3500, presuntamente emitidas por la contribuyente María Isabel Correa
Berríos, Rut 7.973.208-7); 39 (Facturas N° 9008, 9017, 9026, 9027, 9240, 9244,
9247 y 9248, presuntamente emitidas por la contribuyente Ricardo Vásquez
Velásquez y Compañía Limitada, Rut 78.332.150-5); 42 (Facturas N° 10244,
10248, 10253, presuntamente emitidas por la contribuyente CDC Textil Limitada,
Rut 78.720.350-7); 45 (Facturas N° 3359, 3371, 3372, 3373, presuntamente
emitidas por la contribuyente Ferretería y Comercial Ausensi Limitada, Rut
76.047.490-8); y 48 (Facturas N° 861264 y 861266, presuntamente emitidas
por la contribuyente Sergo SA, Rut 96.659.250-8) de la prueba documental
presentada por el Ministerio Público a la que se suman las facturas incorporadas
al juicio con el número 53 de la prueba de la parte querellante (Facturas N°52,
53, 54, 55, 56, 58, 60, 61, 72, 73, 74, 75, 76, 78 y 79, presuntamente emitidas
por la contribuyente Comercial LYN Ltda , Rut. 78.304.180-4; y, Facturas N°
386, 391, 395, 401, 414, 418, 423, 442, 449, 459, 470, 481, 491, 500, 510, 520,
522, 527, 537, 540, 542, 555, 565, 571, 574, 577, 580, 583, 594, 599, 603, 606,
609, 614, 624, 629, 642, 649, 686, 680, 698 y 700, presuntamente emitidas por el
contribuyente Mario Patricio Pinto Stewart, Rut 7.312.854-4.
Todas las anteriores facturas recién mencionadas fueron registradas en la
contabilidad de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A., Rol Único
Tributario 96.527.370-0, como ya se dijo, en el libro de compras –también
llamado de adquisiciones- y en el libro mayor. A su vez, el libro Balance,
contiene anotaciones que se soportan y condicen con lo registrado en el libro
mayor antes aludido, de modo que –en los hechos- las anotaciones de las
referidas facturas en los libros de compras (o adquisiciones) y en el libro mayor,
fueron “trasladadas” contablemente y se reflejan en las anotaciones consignadas
en el libro de Balance de la sociedad Riward. Ello ocurre en todos los períodos
comerciales examinados, esto es, en los años comerciales 2005, 2006, 2007 y
2008.
Estas constataciones se condicen con lo declarado en juicio por la perito
doña María Eugenia Muñoz Frías y por el testigo don Oscar Retamal Méndez,
ambos funcionarios fiscalizadores del Servicio de Impuestos Internos, quienes
manifestaron que revisaron la contabilidad de la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A. y observaron que en ella efectivamente se encontraban
anotadas las facturas antes referidas, dando cuenta de operaciones comerciales
realizadas con los referidos proveedores, por los montos señalados en dichas
facturas.
Específicamente la perito doña María Eugenia Muñoz declaró que ella
efectuó un exhaustivo análisis de la contabilidad de la sociedad Riward Ingeniería
y Construcción S.A. Para tal efecto personalmente revisó los libros de compra de
la sociedad Riward y seleccionó las facturas en las que se reflejaba un monto
superior a la habitualidad que tenía ese mes de compras, es decir, le llamaban la
atención algunos montos que eran superiores a la generalidad de las compras de
cada mes. Una vez hecho esto tomó las facturas físicas y analizó cada una de
ellas en las bases de datos del Servicio de Impuestos Internos; en este análisis
puede revisar los nombres de fantasía, los datos sociales, los RUT, el giro
declarado, la numeración del documento y si es que está autorizado el timbraje.
También revisó los débitos fiscales que declaraban los proveedores para ver si
coincidían con los créditos mencionados en las facturas. También revisó las
imprentas que aparecen generando el documento, y así encontró que la imprenta
señalada al pie de las facturas no existía, o era un RUT ficticio, y todos estos
detalles fueron un indicio para efectuar un análisis aún más exhaustivo. Todo le
señalaba que existían irregularidades en los documentos pero no tenía certeza
acerca de la verdad o falsedad del documento. Por ello comenzó a hacer
verificaciones con los propios proveedores y ello consiste en pedirle a cada uno
de los proveedores que le entreguen el duplicado de las facturas que se
registraban declaradas por la sociedad Riward y los libros de ventas de los
períodos respectivos; que les entreguen copia de los formularios 29 en que se
habían declarado esa facturas, todo relativo a los períodos en que se habían
declarado esas facturas por la sociedad Riward.
Los proveedores fueron notificados y ellos le aportaron la documentación
pedida. Con ella comenzó a analizar esos duplicados de facturas confrontándolas
las que poseía Riward: puso las de la misma numeración unas con otras y así
detectó notorias diferencias, pues las de los proveedores habían sido emitidas en
otras fechas, por productos distintos y muy generalmente eran también por
montos distintos, que eran muy inferiores a los montos que se mencionaban en
las facturas de Riward. Los duplicados que tenían los proveedores no coincidían
con los que tenía Riward. Luego comparó los registros de las facturas de estos
proveedores en sus propios libros de venta y ellas coincidían con los registros de
los libros de contabilidad de los proveedores y ello estaba en concordancia con
las declaraciones de impuestos de ellos. Así fue que comprobó que las facturas
que estaban en poder de Riward eran falsas, ya que daban cuenta de operaciones
que no existían y que en su formalidad material también eran falsas.
También realizó otros análisis respecto a verificar algunas imprentas
mencionadas en las facturas de Riward, y comprobó que algunas no existían, que
el RUT señalado era inexistente, y también en algunas facturas se distinguía un
sello redondo que pretendía ser el del timbraje del Servicio de Impuestos
Internos, en algunas también se distinguía un número de cuño, número que es
propio de cada distinta unidad y máquina de timbraje del servicio. En las
facturas en que se pudo ver ese número, constató que eran unidades timbradoras
distintas a las que por jurisdicción correspondía al contribuyente que había
emitido la factura, por lo que tampoco se trataba de facturas válidamente
autorizadas por el Servicio de Impuestos Internos.
En este examen ella también constató que en algunos casos había
facturas, en poder de Riward, referidas a proveedores que estaban fuera del
rango de timbraje, es decir ellas no habían sido autorizadas por el Servicio de
Impuestos Internos, en esa numeración.
En esta situación de falsedad encontró más de 280 facturas,
pertenecientes a un total de 19 proveedores diferentes. No sólo analizó esos 19
proveedores, pero ese fue el número de proveedores a los que sí pertenecían las
facturas falsas. De esos 19 proveedores y de esas facturas falsas, llegó a
determinar que la sociedad Riward generó un perjuicio al fisco por más de 683
millones de pesos, que se compone de dos partes, una parte por concepto de
IVA, que ascendía a 237 millones y fracción; el otro concepto afectado es el del
impuesto a la renta, del artículo 21 inciso 3º del impuesto a la renta que alcanza
a 445 millones y fracción.
Por lo anterior es que como conclusiones de su informe pericial estableció
que pudo comprobar fehacientemente que la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A. utilizó, contabilizando y declarando, facturas falsas que
dieron cuenta de operaciones falsas, lo que fue comprobado con la información
de los proveedores verdaderos, que entregaron las facturas verdaderamente
emitidas a otros contribuyentes, en fechas y por valores distintos, todo
refrendado con el análisis de sus declaraciones de impuestos y sus propios
registros contables
También concluyó que en 8 de los 19 proveedores existía una imitación del
sello de timbraje del Servicio de Impuestos Internos, cuya numeración
corresponde a una unidad timbradora distinta a la cual debe timbrar cada uno de
esos ocho proveedores.
También concluyó que hubo facturas contabilizadas y declaradas por
Riward que se encontraban fuera del rango de timbraje autorizado por el Servicio
de Impuestos Internos.
Para explicar sus afirmaciones la perito mencionó, también, que los
proveedores mencionados por Riward en dichas facturas falsas eran: Héctor
Gaete Zagal, comercial Lizama; Antonio Saavedra Díaz e Hijo Ltda; Ricardo
Vásquez Velázquez; María Isabel Correa de Ríos; comercial Lyn; Imein; Tisa
Ingeniería; GTres Ingeniería; sociedad Comercial Dlar; sociedad Dasco; Lesco SA;
CDC Textil Ltda; Thomas y Herrera; Ferretería Industrial; Ferretería Ausenci;
Sergo; Mario Pinto Stewart; y le falta uno que no recordó.
Ella interactuó con los representantes de esas empresas o con contadores
de ellas y les solicitó los antecedentes contables, los registros, y las
declaraciones de impuestos y particularmente las facturas que les suscitaban las
dudas. Al realizar el contraste con las facturas presentes en la contabilidad de
Riward, en ningún caso coincidía la información.
En poder de Riward había facturas que incluso estaban fuera del rango de
timbraje de aquellas que correspondían a los proveedores que se mencionaban.
En el caso de la empresa Lyn, había incluso facturas cuyos originales en poder del
proveedor databan del año 1993, pero que Riward señalaba como operaciones
hechas en los años 2005 en adelante.
Para justificar y explicar, ante el Tribunal, sus conclusiones se le exhibió
la Planilla 64 – B de la prueba del Ministerio Público dijo que la reconocía, que
ese es un documento que ella confeccionó y es uno al que ha aludido. Dijo que
en la columna “supuesto proveedor” menciona proveedores que Riward
declaraba pero que en realidad no lo eran. En la columna “facturas” se
mencionan los números de cada factura hallada en poder de Riward, la fecha de
ella, el monto neto de la compra, el monto de IVA de la compra. Para completar
estos datos sí tenía materialmente a la vista las facturas. También tenía las
facturas auténticas obtenidas de los proveedores. También se indica su folio de
anotación en el libro de compras y se añade en qué folio del formulario 29 fue
declarada tal factura, el período mensual al que corresponde, y cuál fue el
crédito fiscal declarado, con la indicación del impuesto de IVA declarado a
apagar.
Al examinar tal documento, el Tribunal puede constatar que la planilla
referida por la perito es un documento de diez carillas de extensión que, de
izquierda a derecha contempla las siguientes columnas:
a.-“Supuesto Proveedor”;
b.- “Facturas”, la cual luego tiene desglosadas las subcolumnas “Factura
N°”, “Fecha factura”, “Neto $” e “IVA $”;
c.- “Libro Compra ventas Folio”;
d.- “F29 IVA”, la cual luego tiene desglosadas las subcolumnas “Folio”,
“Período”, “Crédito Fiscal Declarado” y “Total a pagar Declarado”;
e.- “Libro mayor Folio”; y,
f.- “F22 Declaración de la Renta”, la cual luego tiene desglosadas las
subcolumnas “Año”, “Fecha”, “Folio”, “Impuesto a pagar” y, “Dev. Solicitada”.
Efectivamente tal planilla contiene la información relativa a diecinueve (19)
proveedores diferentes, que coinciden con los mencionados en la acusación; y a
287 facturas pertenecientes a ellos.
Durante el interrogatorio de tal perito tanto el Ministerio Público como la
parte querellante le exhibieron diversas facturas y los respectivos registros de
ellas en la contabilidad de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A.,
confirmando la existencia de las anotaciones de dichas facturas en la
contabilidad de tal sociedad.
El testigo Oscar Retamal Méndez, fiscalizador del Servicio de Impuestos
Internos de Valparaíso, declaró al respecto, por su parte, que a principios del año
2009 le llegó un oficio del departamento de Delitos Tributarios en que se les
pedía notificar al contribuyente Riward Ingeniería y Construcción para presentar
la documentación consistente en el Libro de Compra y Ventas y las facturas de
proveedores, con la finalidad de retirar las facturas de uno de los proveedores,
pues éste proveedor había hecho una denuncia en Santiago. El testigo obtuvo tal
documentación al ser aportada por dicha empresa en los primeros meses del año
2009 y la remitió al Departamento de Delitos Tributarios, ubicado en Santiago.
Dijo que como constancia de la entrega de dicha documentación se levantaron
las Actas de que dan cuenta los Formularios 3309 que se le exhibieron y
reconoció durante el juicio y que corresponden a los documentos signados con los
N°67, 68, 69, 70 y 71 de la prueba de la parte Querellante. Explicó que esas
son las Actas de Recepción de documentos de que habló: la primera es de fecha
13 de enero de 2009, entregados por Mario Rojas Echeverría, es documentación
de Riward Ingeniería y Construcción; la segunda es de fecha 23 enero de 2009, da
cuenta de entrega por Mario Rojas Echeverría de documentación de Riward
Ingeniería y Construcción; la tercera, de fecha 10 febrero de 2009 atestigua la
entrega por la misma persona y también consigna la devolución parcial de
documentación, de fecha 6 marzo 2009; y, la última acta es de fecha 10 marzo
de 2009, también entrega la misma persona indicada.
El testigo también señaló que después, como en noviembre de 2009, el
mismo departamento ofició al departamento de fiscalización, al que pertenece,
para el cobro civil de los impuestos, de acuerdo a la recopilación de los
antecedentes que había efectuado el indicado departamento. Respecto a ese
cobro civil a él le correspondió notificar al contribuyente para que presentara
documentos contables que fueron el Libro Diario, Libro Mayor, Libro Inventarios y
Balances y el Fut, como asimismo declaraciones de impuestos de Renta, y
procedió el testigo a efectuar el análisis del peritaje realizado en el
departamento de Delitos Tributarios confrontándolo con lo que se encontraba en
la contabilidad de la empresa, y detectó que en 38 períodos de IVA se había
incluido facturas irregulares o falsas. Todas estas facturas eran de proveedores
que le permitieron a Riward Ingeniería y Construcción incrementar ficticiamente
el crédito fiscal IVA, y al hacerlo de esa manera se paga menos débito fiscal o
menos impuesto en ese período. También se procedió a determinar diferencias
de impuestos en Renta que involucraban cuatro períodos tributarios, de los años
2006 a 2009, y se procedió a notificar una “citación”, de acuerdo al artículo 63
del Código Tributario.
DÉCIMO SEXTO: Que, con el mérito de la declaración de los testigos María
Soledad De Orte Glaria, en cuanto representante legal de la empresa Ferretería
Industrial S.A; de José Gracian Teillery Ahumada, en cuanto gerente general de
la empresa Tisa Ingeniería S.A; de Julio Enrique Palominos González, en cuanto
dueño, gerente general y representante legal de G Tres Ingeniería; de Gastón
Alberto Nef Urzúa, en cuanto gerente general de Imein S.A.; de Miguel Ángel
Tavali Durán; de Antonio Bartolomé Saavedra Díaz, en cuanto dueño de la
empresa Antonio Saavedra Díaz e Hijos Limitada; de Luis Enrique Lizama
González, en cuanto representante legal y co dueño de una ferretería de nombre
Comercial Lizama S.A.; de Héctor Fernando Gaete Sagal; y de Juan Carlos
Ahumada Ahumada, en cuanto ex administrador de la empresa Dlar Limitada, en
la cual trabajó desde 2005 al 2010, declaraciones a las que se suman las de la
perito María Eugenia Muñoz Frías y del testigo Oscar Retamal Méndez se puede
tener por establecido que los documentos presentados en el juicio por el
Ministerio Público, signados con los números 2 (Facturas N° 18537 y
18538, aportadas por el contribuyente Miguel Ángel Tavali Durán, Rut 8.293.453-
7); 5 (Facturas N° 28314, 28315, 28330, 28773, 28774, 28775, 28776, 28777,
28851, 28852, 28857, 28862, 28863, 29226, 29233, 29239, 29247, 31681, 31682,
31683 y 31684 del contribuyente Imein SA, Rut 88.279.700-7); 8 (Facturas N°
49503, 49504, 49505, 49508, 49514, 49520, 49521, 49533, 49541, 49546, 49547,
49548, 49549, 50953, 50954, 50955, 50956, 50957, 51031, 51032, 51033, 51034,
51915, 52034, 52039, 52045, 52114, 52127, 52139, 53115, 53123, 53132, 53134,
53140, 53254, 53262, 53273, 53347, 53353, 53354, 53362, 53371 y 53372, del
contribuyente Héctor Fernando Gaete Sagal, Rut 3.966.128-4); 14 (Facturas
N° 4606, 4613, 4622, 4626, 4631, 4635, 4640, 4641, 4644, 4646, 4710, 4711,
4712, 4617 y 4649, del contribuyente Antonio Saavedra e Hijos Limitada, Rut
77.175.780-4); 17 (Facturas N° 1600, 1630, 1642, 1647 y 1726, del
contribuyente Sociedad en Desarrollo Construcción y Comercial DLAR Limitada,
Rut 77.676.300-4); 20 (Facturas N° 15054, 15058, 15063, 15070, 15076,
15078, 15083, 15086, 15090, 15093, 15094, 15097, 15098, 15164, 15167 y 15171,
del contribuyente Comercial Lizama Limitada, Rut 79.950.730-7); 23 (Facturas
N° 461 y 474, del contribuyente G Tres Ingeniería y Construcción Limitada, Rut
77.180.590-6); 29 (Facturas N° 31887, 31891, 31897, 31899, 31951, 31955,
31956, 31961, 31965, 31969, 31970, 31975 y 31978, del contribuyente Ferretería
Industrial Limitada, Rut 99.552.660-3); y, 32 (Facturas N° 3506, 3508, 3517,
3523, 3572, 3802, 3811, 3819, 3825, 3830, 3835, 3839, 3840, 4154, 4155, 3609,
3882, 3884, 3887 y 3888 de la contribuyente Tisa Ingeniería SA, Rut 96.607.150-
8) corresponden a las auténticas facturas que tales contribuyentes emitieron en
su oportunidad, las cuales no coinciden ni corresponden a los documentos de
igual numeración que la sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA incorporó
en su contabilidad de los años comerciales 2005 a 2008. En ninguno de los
documentos emitidos por estos contribuyentes se da cuenta de alguna operación
comercial con la sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA, por lo que puede
afirmarse, respecto de tales documentos y en tales periodos comerciales, que
jamás los referidos contribuyentes fueron proveedores de bienes o de servicios
de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA.
A su vez, con el tenor de los documentos presentados en el juicio por el
Ministerio Público, signados con los números 10 (correspondientes al
denominado “Duplicado - Servicio de Impuestos Internos” de Facturas N° 70756,
70760, 70770, 70798, 70799, 75227, 75228, 75513, 7550, 76132, 76147, 76253,
76264, 76271, 76277, 76289, 77435, 77447, 77552, 77553, 77561, 77573, 77580 y
77594; y al Original, Duplicado, Triplicado, Cuadruplicado y Quintuplicado de la
Factura N° 77423, emitidas todas ellas por la contribuyente Distribuidora de
Materiales de Construcción Dasco SA, Rut 78.095.620-8); 11 (Carta dirigida al
Servicio de Impuestos Internos, emitida por José M. Riquelme Zubelzu, Rut
7.062.219-K, representante legal de la sociedad Dasco SA., en la cual manifiesta
que la empresa Dasco SA no tiene ni ha tenido relaciones comerciales o de otro
tipo con la empresa Riward Ingeniería y Construcción SA, RUT 96.527.370-0); 26
(correspondientes al denominado “Duplicado - Servicio de Impuestos Internos”
de Facturas N° 5207, 5208, 5211, 5212, 5214, 5273, 5293, 5294, 5295, y 5296; y
al Original, Duplicado, Triplicado, Cuadruplicado y Quintuplicado de la Factura
N° 5213, emitidas todas ellas por la contribuyente Lesco SA, Rut 96.907.520-2);
27 (Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, de fecha 13 de julio de 2009, emitida por doña Paola
González, representante legal de la contribuyente Lesco SA, Rut 96.907.520-2,
en la que señala que la empresa Lesco SA que representa no presenta lazos
comerciales con Riward Ingeniería y Construcción SA, RUT 96.527.370-0); 35
(Correspondientes al denominado “Duplicado - Servicio de Impuestos Internos”, a
Triplicados, y Cuadruplicados de las Facturas N° 4954, 5053 y 5060 emitidas y
aportadas por la contribuyente Thomas y Herrera Compañía Limitada, Rut
79.893.060-5); 36 (correspondiente a Carta dirigida al Departamento de
Delitos Tributarios del Servicio de Impuestos Internos, de fecha 8 de julio de
2009, emitida por Juan Eduardo Thomas, representante legal de la contribuyente
Thomas y Herrera Compañía Limitada, Rut 79.893.060-5, quien declara que su
empresa no ha tenido ningún tipo de relación comercial con la empresa Riward
Ingeniería y Construcción SA, RUT 96.527.370-0); 38 (Correspondientes al
denominado “Duplicado - Servicio de Impuestos Internos”, de las Facturas N°
3458, 3461, 3468, 3469, 3473, 3474, 3476, 3477, 3480, 3484, 3487, 3495, 3496,
3497, 3498, 3499 y 3500 aportadas por la contribuyente María Isabel Correa
Berríos, Rut 7.973.208-7); 40 (Correspondientes al denominado “Duplicado -
Servicio de Impuestos Internos”, de las Facturas N° 9008, 9017, 9026, 9027,
9240, 9244 y 9248; y al Duplicado y Triplicado de Factura N° 9247, aportadas por
la contribuyente Ricardo Vásquez Velásquez y Compañía Limitada, Rut
78.332.150-5); 41 (Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del
Servicio de Impuestos Internos, de fecha 9 de julio de 2009, emitida por Ricardo
Hernán Vásquez Velásquez, representante legal de la contribuyente Ricardo
Vásquez Velásquez y Compañía Limitada, Rut 78.332.150-5, quien declara que no
ha tenido ni tiene ninguna relación comercial con Riward Ingeniería y
Construcción SA, RUT 96.527.370-0; por lo que si han presentado antecedentes
emitidos por su empresa ellos no corresponden); 43 (Correspondientes al
denominado “Duplicado - Servicio de Impuestos Internos”, de las Facturas N°
10244, 10248 y 10253, aportadas por la contribuyente CDC Textil Limitada, Rut
78.720.350-7); 44 (Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del
Servicio de Impuestos Internos, emitida con fecha 10 de julio de 2009, por el
representante legal de la contribuyente CDC Textil Limitada, Rut 78.720.350-7,
en la que afirma que su empresa no tiene relación comercial con la empresa
Riward Ingeniería y Construcción SA, RUT 96.527.370-0); 46 (Correspondientes
al denominado “Duplicado - Servicio de Impuestos Internos”, de las Facturas N°
3359, 3371, 3372 y 3373; aportadas por la contribuyente Ferretería y Comercial
Ausensi Limitada, Rut 76.047.490-8); 47 (Carta dirigida al Departamento de
Delitos Tributarios del Servicio de Impuestos Internos, de fecha 9 de julio de
2009, emitida por Juan Carlos Ausensi Del valle, representante legal de la
contribuyente Ferretería y Comercial Ausensi Limitada, Rut 76.047.490-8, quien
manifiesta que no tiene ni han tenido ninguna relación comercial con la empresa
Riward Ingeniería y Construcción SA, RUT 96.527.370-0, además manifiesta que
sus facturas son emitidas manualmente); 49 (Correspondientes a copias
autorizadas de formularios de Facturas en blanco, esto es, sin emitir aún, N°
861264 y 861266 aportadas por la contribuyente Sergo SA, Rut 96.659.250-8);
50 (Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, emitida con fecha 10 de julio de 2009 por Sergio Gómez
Yáñez, representante legal de la contribuyente Sergo SA, Rut 96.659.250-8,
quien manifiesta que su empresa no mantuvo ni mantiene relación alguna con la
empresa Riward Ingeniería y Construcción SA, RUT 96.527.370-0); documentos
todos ellos a los que también se refieren las declaraciones de la perito María
Eugenia Muñoz Frías y del testigo Oscar Retamal Méndez, se puede tener por
establecido que estos documentos corresponden a las auténticas facturas que
tales contribuyentes emitieron en su oportunidad, las cuales no coinciden ni
corresponden a las de igual numeración que la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción SA incorporó en su contabilidad de los años comerciales 2005 a
2008. En ninguno de los documentos emitidos por estos contribuyentes se da
cuenta de alguna operación comercial con la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción SA, por lo que puede afirmarse, respecto de tales documentos y en
tales periodos comerciales, que jamás los referidos contribuyentes fueron
proveedores de bienes o de servicios de la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción SA.
También se ha de tener presente que con el mérito de los documentos
presentados por la parte querellante, signados con el número 53, entre los que
se encuentra la carpeta N° 4, que contiene una declaración jurada de Ramón
Mario Lizama Cortéz, prestada personalmente, el 20 de abril de 2009, ante un
fiscalizador del Servicio de Impuestos Internos, en donde manifiesta ser el
representante de la sociedad Comercial LYN Ltda, RUT 78.304.180-4, que no
conoce a la sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA, RUT 96.527.370-0, que
las facturas que se le exhiben, supuestamente suyas, no corresponden al formato
de sus facturas, se refieren a algunos productos que no conoce, que nunca ha
vendido pino dimensionado y que, por su numeración, las originales suyas datan
de hace 18 años atrás; y al tenor de lo que se aprecia en la carpeta Nº 5 que
contiene facturas del contribuyente Mario Patricio Pinto Stewart, RUT 7.312.854-
4 y un listado de facturas y fechas de timbrajes de tal contribuyente, en el cual
aparece que la última factura por él timbrada fue la N° 600, y que luego no
registra movimientos, se puede tener por establecido que las facturas
supuestamente emitidas por estos contribuyentes (sociedad Comercial LYN Ltda y
Mario Patricio Pinto Stewart) e incorporadas en la contabilidad de la sociedad
Riward Ingeniería y Construcción SA no corresponden a operaciones reales o
existentes, efectivamente realizadas. A esta situación también se refirieron la
perito María Eugenia Muñoz Frías y el testigo Oscar Retamal Méndez, en sus
declaraciones ante el Tribunal. Cabe precisar que en lo que atañe al
contribuyente Mario Patricio Pinto Stewart sólo se admitirá esta afirmación en lo
que concierne a las facturas que se encuentran en la contabilidad de Riward
Ingeniería y Construcción SA limitará, pero que tengan una numeración superior
al número 600 –por ser esa la última factura timbrada por ese contribuyente- ya
si bien existen otras treinta facturas de tal contribuyente en la contabilidad de la
sociedad Riward, ellas se encuentran bajo la citada numeración y no se acreditó
la razón por la cual ellas también debían estimarse como correspondientes a
operaciones inexistentes.
DÉCIMO SÉPTIMO: Que, además, con el tenor de la prueba documental del
Ministerio Público consistente en aquella signada con los números 62 y 63, que
respectivamente corresponde a los Formularios 29, sobre Declaración Mensual y
Pago Simultáneo de Impuestos de los períodos mensuales de julio de 2005 a
diciembre de 2008, de la contribuyente Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut
96.527.370-0; y a los Formularios 22 sobre Declaración Anual de Impuesto a la
Renta de los años tributarios 2006 al 2009, de la contribuyente Riward Ingeniería
y Construcción SA, Rut 96.527.370-0, se ha de tener por acreditado que dicha
sociedad declaró y pagó los impuestos referidos, por los montos que en ellos se
consigna.
La perito doña María Eugenia Muñoz Frías se refirió a tales documentos,
señalando que la declaración de facturas falsas se hace en los formularios 29
sobre declaración y pago mensual de impuestos; que el sólo hecho de registrar en
la contabilidad esas facturas no constituye el delito; y que el dolo del delito se
materializa al hacer las declaraciones mensuales de impuesto en los formularios
29 de IVA. Eran 38 formularios de IVA, relativos a los años 2005 a 2008, que
Riward presentó en esta condición. En algunos de esos formularios aparecía la
firma del señor Guillermo Riveros Chacana, lo que puede afirmar ya que las
firmas allí puestas coincidían con la que personalmente él hizo ante ella cuando
le tomó declaraciones juradas a esa persona. Esos 38 Formularios 29 incluyen
facturas por servicios no prestados, que conllevan a los 237 millones de pesos de
perjuicio fiscal.
En el caso del impuesto a la renta, las declaraciones maliciosamente falsas
se configuran con la incorporación en la contabilidad de los montos netos de las
facturas falsas y su posterior incorporación en los formularios de impuestos
anuales. Ella examinó los formularios correspondientes a las declaraciones
anuales de los años tributarios 2006, 2007, 2008 y 2009.
Explicó que hay una conexión entre los formularios 22 y las facturas falsas
pues el contribuyente registró en cuentas de costos o gastos el neto de las
facturas falsas, de ese modo él aumentó sus costos y lo llevó al formulario 22 y
así disminuyó su base imponible y con ello disminuyó el impuesto a la renta que
debía pagar.
En el Formulario 29 el crédito fiscal es el componente de las compras
realizadas por el contribuyente de IVA y corresponde al 19 % del valor de los
productos adquiridos, son las facturas de compras. Si ellas documentan un
servicio no prestado se aumenta ficticiamente el crédito fiscal. Ella estableció
que en los formularios 29 de la Sociedad Riward están aumentados ficticiamente
los créditos fiscales en cada uno de los 38 formularios que ha señalado. Esto
tiene como consecuencia realizar una disminución de los débitos fiscales
originados en las ventas realizadas y así se disminuye el impuesto de IVA que esa
empresa debe pagar. En su informe determinó el monto mensual de disminución
de ese impuesto de IVA. Eso lo señaló en las hojas anexas a su informe.
Explicó, también, que las facturas se registran en el libro auxiliar de
compras; luego esa información debe ser totalizada mes a mes y debe declararse
en el formulario 29 sobre declaración mensual y pago simultáneo de impuesto.
Esas facturas también se deben anotar en el libro diario y en el de balance. Esto
implica que se puede hacer un seguimiento de cada factura en la contabilidad de
cada contribuyente. La declarante hizo este seguimiento en los libros que aportó
la sociedad y también está detallado en unos cuadros anexos que ella presentó
junto con su informe.
Durante su declaración ante el Tribunal a dicha deponente le fueron
exhibidos los Formularios 29 de Declaración Mensual y Pago Simultáneo de
Impuestos de la contribuyente Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut
96.527.370-0, refiriéndose ella a cada uno de dichos formularios de declaración
mensual de impuestos.
Del examen de tales documentos se puede apreciar por el Tribunal que –
tal como lo declaró la perito- en el formulario 29 folio 093379854, del mes de
julio de 2005, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por
la suma de $12.367.547; que en el formulario 29 folio 110356724, del mes de
agosto de 2005, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por
la suma de $11.709.627; que en el formulario folio 0993379894, del mes de
septiembre de 2005, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por
IVA por la suma de $11.255.479; que en el formulario folio 110335464, del mes
de octubre de 2005, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA
por la suma de $12.709.143; que en el formulario folio 126463744, del mes de
noviembre de 2005, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA
por la suma de $20.895.952; que en el formulario folio 138054084, del mes de
diciembre de 2005, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA
por la suma de $13.980.902; que en el formulario folio 138049714, del mes de
enero de 2006, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por
la suma de $15.356.567; que en el formulario folio 122427174, del mes de
febrero de 2006, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA
por la suma de $23.680.544 ; que en el formulario folio, 163876784, del mes de
marzo de 2006, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por
la suma de $17.973.690; que en el formulario folio 158270974, del mes de abril
de 2006, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la
suma de $24.813.773; que en el formulario folio 171127934, del mes de mayo de
2006, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $23.671.437; que en el formulario folio 168915124, del mes de julio de 2006,
se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
36.596.675; que en el formulario folio 175327784, del mes de agosto de 2006, se
declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
48.376.381; que en el formulario folio, 175319354, del mes de septiembre de
2006, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 51.999.487; que en el formulario folio 175317394, del mes de octubre de
2006, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 42.071.540; que en el formulario folio 221598624, del mes de noviembre de
2006, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 39.351.728; que en el formulario folio 221598584, del mes de diciembre de
2006, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 33.754.909; que en el formulario folio 190911484, del mes de enero de
2007, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 23.694.226; que en el formulario folio 234286574, del mes de febrero de
2007, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 34.326.484; que en el formulario folio 252660124, del mes de marzo de
2007, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 32.440.054; que en el formulario folio 252661404, del mes de abril de 2007,
se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
25.893.784; que en el formulario folio 249484764, del mes de mayo de 2007, se
declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
24.669.803; que en el formulario folio, 249606854, del mes de junio de 2007, se
declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
38.222.250; que en el formulario folio 249449454, del mes de julio de 2007, se
declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
38.113.226; que en el formulario folio 281668784, del mes de agosto de 2007, se
declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
57.712.948; que en el formulario folio 281687974, del mes de septiembre de
2007, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 40.807.595; que en el formulario folio 267549804, del mes de octubre de
2007, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 40.509.602; que en el formulario folio 302590464, del mes de noviembre de
2007, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 54.150.562; que en el formulario folio 221561554, del mes de diciembre de
2007, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 43.229.519; que en el formulario folio 314019774, del mes de enero de
2008, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 45.085.969; que en el formulario folio 318178384, del mes de febrero de
2008, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 43.846.662; que en el formulario folio 313560874, del mes de marzo de
2008, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 45.469.122; que en el formulario folio 326088124, del mes de abril de 2008,
se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
39.359.630; que en el formulario folio 348605534, del mes de mayo de 2008, se
declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
34.034.296; que en el formulario folio 348482004, del mes de junio de 2008, se
declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
38.720.400; que en el formulario folio 356125864, del mes de julio de 2008, se
declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
34.720.300; que en el formulario folio 362639684, del mes de agosto de 2008, se
declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
25.383.809; que en el formulario folio 362636404, del mes de septiembre de
2008, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 29.685.589; que en el formulario folio 372752214, del mes de octubre de
2008, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 42.535.284; que en el formulario folio 372720044, del mes de noviembre de
2008, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 28.091.450; y, que en el formulario folio 3808300614, del mes de diciembre
de 2008, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la
suma de $ 47.756.143.
La perito afirmó que las facturas falsas aumentan los costos, ello aumenta
el crédito fiscal del contribuyente y por ello se paga menos impuesto de IVA. Esos
costos también se reflejan en la declaración anual de renta, pues disminuyen la
base imponible.
Tal deponente, la perito doña María Eugenia Muñoz Frías también se
refirió a los Formularios 22 sobre Declaración de Impuesto a la Renta (Nº 63 de la
documental del Ministerio Público) y respecto del primero de ellos dijo que es el
formulario del año tributario 2006, de la sociedad Riward Electricidad SA., y en
el código 630, sobre “Costo directo de bienes y servicios” se indica la suma de
$644.748.877, en la que se encuentran aumentados los costos con los valores
netos de las facturas de compras registradas por Riward, tanto de proveedores
“buenos” como de proveedores “falsos”.
En el formulario antes aludido hay una petición de devolución de
impuestos de $ 7.952.979. Esa petición de devolución se basa en la existencia de
los costos ya mencionados en el rubro 630 aludido, ya que al aumentarse ese
costo, se disminuye la base imponible para calcular el impuesto y como la
empresa había efectuado pagos provisionales mensuales, ellos se consideran y de
ahí surge la posibilidad de pedir devolución de impuestos por el menor impuesto
resultante. En este caso esas devoluciones de impuestos fueron pagadas, es
decir, se le devolvió dinero a la contribuyente.
En el caso del formulario 22 del año tributario 2007, en el rubro 630, ya
mencionado, se indica $ 1.646.805.672. Esto influye en la devolución de
impuesto solicitada, que corresponde a $30.326.844.-
En el caso del formulario 22 del año tributario 2008, en el rubro 630, ya
mencionado, se indica $ 1.668.866.121. Esto influye en la devolución de
impuesto solicitada, que corresponde a $29.022.804.-
En el caso del formulario 22 del año tributario 2009, en el rubro 630, ya
mencionado, se indica $ 1.375.427.390. Esto influye en la devolución de
impuesto solicitada, que corresponde a $ 30.825.832.-
Los valores mencionados por la perito efectivamente corresponden a
aquellos que se aprecian en los respectivos Formularios 22 tenidos a la vista por
el Tribunal.
Al igual que la perito recién citada, el testigo Oscar Retamal Méndez
manifestó que cuando le encomendaron el cobro civil de impuestos a la
contribuyente Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut 96.527.370-0 él
determinó que al utilizarse las facturas falsas el crédito fiscal de IVA se aumentó
ficticiamente. Él examinó la contabilidad de tal contribuyente y así determinó la
existencia de perjuicio fiscal. Precisó que en la liquidación del impuesto IVA la
deuda es de $220.000.000.- (doscientos veinte millones de pesos),
aproximadamente; y por Renta son $280.000.000.- (doscientos ochenta millones
de pesos) y un poco más, totalizando como $505.000.000.- (quinientos cinco
millones), más o menos, de impuestos, sin reajustes, ni intereses, ni multas; esto
es, de impuestos netos.
Explicó que la ley le dice que del débito fiscal se puede rebajar el crédito
fiscal soportado en las compras de todos los insumos, gastos, costos del
contribuyente; entonces Riward al aumentar el crédito fiscal y rebajarlo de este
débito lo que hizo fue pagar un menor débito fiscal, un menor impuesto IVA, y
eso ocurrió en los 38 períodos. Para efectuar esta operación, del débito fiscal se
le rebaja el crédito fiscal, es una operación aritmética no más, o sea al total del
IVA soportado en las ventas que yo retuve le rebajo o resto el crédito fiscal que
en los IVAs soportado en las compras, y así se determina el IVA a pagar. Al
aumentar el crédito fiscal resto una mayor cantidad de las ventas y pago menor
impuesto, así se hizo en los 38 períodos que examinó.
En el caso del impuesto a la renta, la irregularidad detectada fue lo
siguiente: las facturas de proveedores, en general, están relacionadas con
compras de activos fijos, de insumos, de materiales, o gastos o pagos de
prestación de servicios, acá eran principalmente compras de materiales o
arriendo de maquinarias; Riward las contabilizaba en la cuenta “costo de obras”,
de tal forma que en el impuesto a la Renta el contribuyente aumentó también
ficticiamente el valor de esta cuenta, que es de gastos, y por tanto se rebaja de
los ingresos del período y se determina una utilidad según balance. Esta utilidad
siempre tiene algunos ajustes de acuerdo a los artículos 29 al 33 de la Ley de
Rentas, en los que se indica que hay gastos que la ley no los permite, son gastos
rechazados por ser ajenos al giro o sencillamente porque no son aceptados por
esta ley, por ejemplo, los impuestos de renta; entonces si bien es cierto que
financieramente ese gasto para la empresa es un gasto y, por tanto, el
contribuyente determina una utilidad que es el total de ingresos menos el total
de gastos, pero ésta debe ser ajustada para ajustarse a la renta líquida imponible
establecida en la Ley de la Renta. En este caso, al aumentar ficticiamente sus
costos disminuyó la utilidad. Ese aumento se producía porque todas las facturas
de proveedores las registraba primero en su Libro de Compras, registraba el neto
más el IVA, y el neto lo traspasaba a esta cuenta de costos, y esta cuenta es
gasto, si yo aumento ficticiamente mis gastos o mis costos me disminuye la
utilidad. A la Renta se lleva el valor neto de la mercadería o servicio recibido,
que en este caso no eran operaciones reales, y eso significó aumento de los
costos, aumentándolos ficticiamente, con eso disminuía la utilidad sobre la cual
debía pagar los impuestos correspondientes, o sea, pagaba menos impuestos. En
el caso de Riward, esta empresa notoriamente pagó menos impuestos, pues al
aumentar ficticiamente sus costos pudo determinar una menor base imponible,
una menor renta y, por tanto, pagó menos impuesto del que correspondía.
Tal testigo también afirmó que en el período revisado sí hubo pagos de
impuesto a la Renta por parte de Riward, pero mayormente lo que se le produjo
fueron devoluciones de impuestos, porque la base imponible que declaraba era
bastante baja. Sostuvo que si Riward hubiera declarado lo que realmente
correspondía en su oportunidad, no habría habido devoluciones de impuestos, el
Fisco no le habría tenido que devolver los pagos provisionales mensuales, sino
que Riward habría tenido que pagar impuestos, y eso se determinó finalmente en
las liquidaciones.
Resulta necesario hacer presente, además, que durante la exposición de la
perito doña María Eugenia Muñoz Frías, tanto la fiscalía como la parte
querellante le mostraron diferentes facturas emitidas a nombre de Riward
Ingeniería y Construcción SA, y las cotejaron con los asientos contables de dicha
sociedad, constatándose que dichas facturas por compra de bienes o pagos de
servicios, siempre se encontraron registradas en la contabilidad de la citada
sociedad, por lo que cabe tener por establecido –tal como lo sostiene la perito
Muñoz Farías y el testigo Retamal Méndez- que las facturas mencionadas en la
acusación sí fueron registradas en la contabilidad de la referida sociedad Riward
y que en base a ella se realizaron las respectivas declaraciones de impuestos
correspondientes a IVA y a la Renta.
DÉCIMO OCTAVO: Que, se ha de tener presente que la prueba rendida por
la parte acusadora resultó coherente y conteste entre sí, en cuanto a demostrar
los diferentes aspectos fácticos de la imputación formulada; es múltiple en
cuanto a que consiste tanto en declaraciones de testigos, de un perito contable y
tributario; y se ve respaldada por abundante prueba documental, toda la cual es
unívoca en cuanto a señalar como efectivas las operaciones contables y
tributarias cuestionadas por la parte acusadora.
Toda la prueba de cargo se presentó en el juicio cumpliendo las
formalidades legales respectivas, dándose oportunidad a las defensas de
contraexaminarla y de refutarla. Empero ello, las defensas no cuestionaron
sustancialmente el tenor de la prueba de cargo presentada, ni argumentaron en
pos de desacreditarla.
Las defensas no presentaron prueba propia tendiente a contradecir las
probanzas de cargo; no hay peritajes o análisis contables que desvirtúen lo
afirmado en la prueba de la parte acusadora, ni tampoco testimonios tendientes
a postular la efectiva existencia de las operaciones comerciales cuestionadas
como inexistentes. Ni siquiera se ha negado la inclusión de las facturas
cuestionadas en la contabilidad y actividad tributaria de la sociedad Riward
Ingeniería y Construcción SA.
Si bien la defensa del acusado Guillermo Riveros Chacana presentó
abundante prueba documental, ella no se refiere a los hechos materia de la
acusación, sino que a cuestiones ajenas y posteriores a ellos, relativas al término
de relaciones laborales que la sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA.
tenía con algunos trabajadores y al modo en que les pagó todo o parte de las
sumas que –conforme a la legislación laboral- les debía, por lo que no puede
desvirtuar el mérito probatorio de la contundente prueba de cargo presentada.
En efecto, del examen de los documentos signados con los numerales 1 a 69 de la
prueba documental de esa parte, se aprecia que todos ellos fueron suscritos o
extendidos durante el segundo semestre de 2009 y principios del año 2010, salvo
uno, el N° 45, que tiene fecha del 30 de marzo de 2009, por lo que ellos no
conciernen a la época en que se dice fueron cometidos los hechos materia de la
acusación. Dicha impertinencia temporal los vuelve estériles para desvirtuar la
prueba de cargo. En todo caso, cabe hacer notar que los finiquitos de contratos
de trabajo no resultan extraños o ajenos al giro normal de cualquier empresa,
menos si ellos dan cuenta de trabajos “por obra”, como son los contratos de
trabajo aludidos en la documental de la defensa. Su solo no mérito no permite
extraer conclusiones especiales de ellos.
En el caso de los documentos de tal defensa, signados con los números
109, 112 y 113, debe dejarse asentado que sólo dan cuenta de comunicaciones
epistolares entre la sociedad Riward y un tercero, que niega tener relaciones
comerciales con la primera, por lo que tampoco pueden extraerse mayores
conclusiones de ellos.
En fin, los propios acusados no cuestionaron la existencia ni el contenido
de la prueba documental presentada por la parte acusadora, como tampoco
cuestionaron las conclusiones presentadas por la perito doña María Eugenia
Muñoz Frías, ni las referencias que al respecto formuló el testigo Oscar retamal
Méndez.
En cuanto al documento signado con el N° 128 de esa misma defensa,
relativo al acta de audiencia en una causa ante la justicia laboral, no se explicó
qué sentido o implicancia podría tener dicho documento con los hechos materia
de la acusación. Sólo puede constatarse que ella data del 13 de noviembre de
2009, fecha muy posterior a la fecha de ocurrencia de los hechos materia de la
acusación, por lo que tampoco resulta idónea para alterar las conclusiones a las
que previamente se ha arribado.
Es por todo lo anterior que el Tribunal ha estimado suficiente la prueba de
cargo para con su mérito establecer los hechos que le sirven de base para su
decisión y para, con ello, derribar la presunción de inocencia que amparaba a los
acusados.
AÑO
2005
000188 M.I. Correa Berrios 3461 08/07/2005 jul-05 2.048.165 389.151 2.437.316
000188 M.I. Correa Berrios 3468 12/07/2005 jul-05 2.278.150 432.849 2.710.999
000188 M.I. Correa Berrios 3473 18/07/2005 jul-05 2.316.451 440.125 2.756.577
190 M.I. Correa Berrios 3476 28/07/2005 jul-05 2.518.150 478.449 2.996.599
12.027.093 2.285.148
ago-05
000192 M.I. Correa Berrios 3469 05/08/2005 ago-05 2.288.175 434.753 2.722.928
000193 M.I. Correa Berrios 3474 10/08/2005 ago-05 2.874.120 546.083 3.420.203
000194 M.I. Correa Berrios 3477 12/08/2005 ago-05 2.317.121 440.253 2.757.374
194 M.I. Correa Berrios 3480 17/08/2005 ago-05 2.418.550 457.995 2.876.545
000195 M.I. Correa Berrios 3487 26/08/2005 ago-05 2.486.122 472.363 2.958.485
12.384.088 2.351.447
sep-05
000199 M.I. Correa Berrios 3484 23/08/2005 sep-05 2.922.321 555.241 3.477.562
000197 M.I. Correa Berrios 3495 02/09/2005 sep-05 1.674.128 318.084 1.992.212
198 M.I. Correa Berrios 3496 06/09/2005 sep-05 2.166.150 411.569 2.577.719
000199 M.I. Correa Berrios 3497 09/09/2005 sep-05 1.926.675 366.068 2.292.743
199 M.I. Correa Berrios 3498 15/09/2005 sep-05 2.276.820 432.596 2.709.416
000199 M.I. Correa Berrios 3499 22/09/2005 sep-05 2.503.675 475.698 2.979.373
000199 M.I. Correa Berrios 3500 27/09/2005 sep-05 2.210.875 420.066 2.630.941
15.680.644 2.979.322
oct-05
000202 Tisa Ingenieria SA 3506 12/10/2005 oct-05 2.855.300 542.507 3.397.807
TOTAL ANUAL
2005 : 52.157.280 9.908.353
AÑO
2006
Folio N° Fecha Período
Libro Com. Proveedor Factura Emisión Registro Monto Neto $ Monto IVA $ Monto Total
ene-06
Ferreteria
000264 Industrial 31887 03/01/2006 ene-06 2.367.442 449.814 2.817.256
Ferreteria
000265 Industrial 31891 05/01/2006 ene-06 2.275.190 432.286 2.707.476
Ferreteria
000268 Industrial 31897 10/01/2006 ene-06 6.042.500 1.148.075 7.190.575
Ferreteria
000267 Industrial 31899 11/01/2006 ene-06 7.545.000 1.433.550 8.978.550
22.455.132 4.266.475
feb-06
Ferreteria
000282 Industrial 31951 04/02/2006 feb-06 7.207.750 1.369.473 8.577.223
Ferreteria
283 Industrial 31956 10/02/2006 feb-06 8.772.300 1.666.737 10.439.037
Ferreteria
000285 Industrial 31965 14/02/2006 feb-06 3.514.700 667.793 4.182.493
Ferreteria
000288 Industrial 31969 18/02/2006 feb-06 5.702.745 1.083.522 6.786.267
Ferreteria
000290 Industrial 31978 25/02/2006 feb-06 3.748.500 712.215 4.460.715
31.945.145 6.069.579
mar-06
Ferreteria
000299 Industrial 31955 03/03/2006 mar-06 5.031.000 955.890 5.986.890
Ferreteria
000300 Industrial 31961 08/03/2006 mar-06 6.797.100 1.291.449 8.088.549
Ferreteria
000303 Industrial 31970 13/03/2006 mar-06 2.832.500 538.175 3.370.675
Ferreteria
000304 Industrial 31975 16/03/2006 mar-06 6.663.175 1.266.003 7.929.178
21.323.775 4.051.517
abr-06
315 Lizama SA 15054 19/04/2006 abr-06 8.037.250 1.527.078 9.564.328
317 Lizama SA 15058 21/04/2006 abr-06 3.186.200 605.378 3.791.578
TOTAL ANUAL
2006: 355.351.510 67.516.792
AÑO
2007
Folio N° Fecha Período
Libro Com. Proveedor Factura Emisión Registro Monto Neto $ Monto IVA $ Monto Total
ene-07
Hector Gaete
727 Zagal 49546 05/01/2007 ene-07 7.745.780 1.471.698 9.217.478
Hector Gaete
727 Zagal 49547 05/01/2007 ene-07 4.300.000 817.000 5.117.000
000742 CDC Textil Ltda 10248 19/02/2007 feb-07 8.386.500 1.593.435 9.979.935
000743 CDC Textil Ltda 10253 20/02/2007 feb-07 3.573.500 678.965 4.252.465
Ricardo Vasquez y
000742 Cia 9240 22/02/2007 feb-07 2.875.620 546.368 3.421.988
Ricardo Vasquez y
000742 Cia 9244 23/02/2007 feb-07 3.465.215 658.391 4.123.606
Ricardo Vasquez y
000742 Cia 9247 28/02/2007 feb-07 3.690.340 701.165 4.391.505
Ricardo Vasquez y
000744 Cia 9248 28/02/2007 feb-07 2.644.150 502.389 3.146.539
31.000.445 5.890.086
mar-07
Hector Gaete
757 Sagal 50953 30/03/2007 mar-07 4.525.000 859.750 5.384.750
Hector Gaete
753 Sagal 50954 30/03/2007 mar-07 6.528.435 1.240.403 7.768.838
Hector Gaete
754 Sagal 50955 30/03/2007 mar-07 6.567.000 1.247.730 7.814.730
Hector Gaete
755 Zagal 50956 30/03/2007 mar-07 3.394.750 645.003 4.039.753
Hector Gaete
758 Zagal 50957 30/03/2007 mar-07 4.254.500 808.355 5.062.855
Comercial Dlar
000755 Ltda 1600 15/03/2007 mar-07 4.689.000 890.910 5.579.910
Comercial Dlar
000756 Ltda 1642 30/03/2007 mar-07 2.975.600 565.364 3.540.964
32.934.285 6.257.515
abr-07
Hector Gaete
770 Zagal 51031 30/04/2007 abr-07 7.466.592 1.418.652 8.885.244
Hector Gaete
770 Zagal 51032 30/04/2007 abr-07 7.552.150 1.434.909 8.987.059
Hector Gaete
771 Zagal 51033 30/04/2007 abr-07 3.520.000 668.800 4.188.800
Hector Gaete
772 Zagal 51034 30/04/2007 abr-07 3.808.000 723.520 4.531.520
Hector Gaete
861 Zagal 51915 23/08/2007 ago-07 2.246.700 426.873 2.673.573
AÑO
2008
Folio L. N° Fecha Período
C. Proveedor Factura Emisión Registro Monto Neto $ Monto IVA $ Monto Total
ene-08
Hector Gaete
1127 Zagal 53115 10/01/2008 ene-08 3.208.675 609.648 3.818.323
Hector Gaete
1124 Zagal 53123 14/01/2008 ene-08 2.986.550 567.444 3.553.994
Hector Gaete
1126 Zagal 53132 18/01/2008 ene-08 2.115.360 401.918 2.517.278
Hector Gaete
1119 Zagal 53134 22/01/2008 ene-08 2.356.175 447.673 2.803.848
Hector Gaete
1120 Zagal 53140 25/01/2008 ene-08 2.766.500 525.635 3.292.135
Comercial Lyn
001324 Ltda 52 03/11/2008 nov-08 2.716.700 516.173 3.232.873
001326 Comercial Lyn 53 06/11/2008 nov-08 2.616.450 497.126 3.113.576
Ltda
Comercial Lyn
001327 Ltda 54 07/11/2008 nov-08 2.946.150 559.769 3.505.919
Comercial Lyn
001327 Ltda 55 11/11/2008 nov-08 3.417.160 649.260 4.066.420
11.696.460 2.222.328
dic-08
Hector Gaete
1355 Zagal 53354 10/12/2008 dic-08 3.126.455 594.026 3.720.481
Hector Gaete
1356 Zagal 53372 12/12/2008 dic-08 2.948.555 560.225 3.508.780
N°
Folio Fecha Período Monto Monto Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto $ IVA $ Total
a
000450 49503 24-11-2006 11-2006 4.587.000 871.530 5.458.530
000452 49504 24-11-2006 11-2006 8.513.087 1.617.487 10.130.574
000452 49505 24-11-2006 11-2006 4.728.150 898.349 5.626.499
000457 49508 25-11-2006 11-2006 2.917.500 554.325 3.471.825
000457 49514 27-11-2006 11-2006 3.085.560 586.256 3.671.816
000472 49520 01-12-2006 12-2006 6.358.500 1.208.115 7.566.615
000472 49521 01-12-2006 12-2006 8.596.412 1.633.318 10.229.730
000473 49533 06-12-2006 12-2006 5.250.500 997.595 6.248.095
000475 49541 07-12-2006 12-2006 3.958.650 752.144 4.710.794
000727 49546 05-01-2007 01-2007 7.745.780 1.471.698 9.217.478
000727 49547 05-01-2007 01-2007 4.300.000 817.000 5.117.000
000728 49548 05-01-2007 01-2007 3.465.875 658.516 4.124.391
000728 49549 05-01-2007 01-2007 4.480.500 851.295 5.331.795
000757 50953 30-03-2007 03-2007 4.525.000 859.750 5.384.750
000753 50954 30-03-2007 03-2007 6.528.435 1.240.403 7.768.838
000754 50955 30-03-2007 03-2007 6.567.000 1.247.730 7.814.730
000755 50956 30-03-2007 03-2007 3.394.750 645.003 4.039.753
000758 50957 30-03-2007 03-2007 4.254.500 808.355 5.062.855
000770 51031 30-04-2007 04-2007 7.466.592 1.418.652 8.885.244
000770 51032 30-04-2007 04-2007 7.552.150 1.434.909 8.987.059
000771 51033 30-04-2007 04-2007 3.520.000 668.800 4.188.800
N°
Folio Fecha Período Monto Monto Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto $ IVA $ Total
a
000772 51034 30-04-2007 04-2007 3.808.000 723.520 4.531.520
000861 51915 23-08-2007 08-2007 2.246.700 426.873 2.673.573
000911 52034 10-10-2007 10-2007 2.818.500 535.515 3.354.015
000911 52039 12-10-2007 10-2007 2.779.380 528.082 3.307.462
000911 52045 16-10-2007 10-2007 2.827.675 537.258 3.364.933
000934 52114 16-11-2007 11-2007 3.428.655 651.444 4.080.099
000930 52127 22-11-2007 11-2007 3.628.155 689.349 4.317.504
000928 52139 26-11-2007 11-2007 3.628.155 689.349 4.317.504
001127 53115 10-01-2008 01-2008 3.208.675 609.648 3.818.323
001124 53123 14-01-2008 01-2008 2.986.550 567.444 3.553.994
001126 53132 18-01-2008 01-2008 2.115.360 401.918 2.517.278
001119 53134 22-01-2008 01-2008 2.356.175 447.673 2.803.848
001120 53140 25-01-2008 01-2008 2.766.500 525.635 3.292.135
001167 53254 19-02-2008 03-.2008 1.915.450 363.936 2.279.386
001166 53262 22-02-2008 03-2008 3.415.685 648.980 4.064.665
001166 53273 26-02-2008 03-2008 3.108.500 590.615 3.699.115
001167 53347 07-03-2008 03-2008 1.936.200 367.878 2.304.078
001171 53353 12-03-2008 03-2008 2.058.120 391.043 2.449.163
001355 53354 10-12-2008 12-2008 3.126.455 594.026 3.720.481
001168 53362 17-03-2008 03-2008 1.642.198 312.018 1.954.216
001166 53371 27-03-2008 03-2008 1.875.450 356.336 2.231.786
001356 53372 12-12-2008 12-2008 2.948.555 560.225 3.508.780
TOTALES 172.421.034 32.759.995 205.181.029
N°
Folio Fecha Período Monto Monto IVA Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto $ $ Total
a
000394 4606 11-08-2006 08-2006 3.615.475 686.940 4.302.415
00039
4 4613 16-08-2006 08-2006 3.821.175 726.023 4.547.198
000397 4617 18-08-2006 08-2006 4.459.000 847.210 5.306.210
000400 4622 21-08-2006 08-2006 5.695.914 1.082.224 6.778.138
00040
0 4626 23-08-2006 08-2006 5.791.100 1.100.309 6.891.409
00040 4631 27-08-2006 08-2006 3.204.800 608.912 3.813.712
N°
Folio Fecha Período Monto Monto IVA Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto $ $ Total
a
0
000412 4635 06-09-2006 09-2006 3.817.122 725.253 4.542.375
000413 4640 08-09-2006 09-2006 3.145.795 597.701 3.743.496
000413 4641 08-09-2006 09-2006 3.655.500 694.545 4.350.045
000415 4644 09-09-2006 09-2006 4.926.500 936.035 5.862.535
000416 4646 11-09-2006 09-2006 8.651.397 1.643.765 10.295.162
000418 4649 12-09-2006 09-2006 5.601.800 1.064.342 6.666.142
4710 20-10-2006 10-2006 4.695.500 892.145 5.587.645
4711 20-10-2006 10-2006 8.590.801 1.632.252 10.223.053
000432 4712 20-10-2006 10-2006 5.225.500 992.845 6.218.345
TOTALES 74.897.379 14.230.501 89.127.880
N°
Folio Fecha Período Monto Monto IVA Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto $ $ Total
a
00026
4 31887 03-01-2006 01-2006 2.367.442 449.814 2.817.256
000265 31891 05-01-2006 01-2006 2.275.190 432.286 2.707.476
000268 31897 10-01-2006 01-2006 6.042.500 1.148.075 7.190.575
000267 31899 11-01-2006 01-2006 7.545.000 1.433.550 8.978.550
000282 31951 04-02-2006 02-2006 7.207.750 1.369.473 8.577.223
000299 31955 03-03-2006 03-2006 5.031.000 955.890 5.986.890
000283 31956 10-02-2006 02-2006 8.772.300 1.666.737 10.439.037
000300 31961 08-03-2006 03-2006 6.797.100 1.291.449 8.088.549
000285 31965 14-02-2006 02-2006 3.514.700 667.793 4.182.493
000288 31969 18-02-2006 02-2006 5.702.745 1.083.522 6.786.267
000303 31970 13-03-2006 03-2006 2.832.500 538.175 3.370.675
000304 31975 16-03-2006 03-2006 6.663.175 1.266.003 7.929.178
000290 31978 25-02-2006 02-2006 3.748.500 712.215 4.460.715
TOTALES 68.499.902 13.014.982 81.514.884
N°
Folio Fecha Período Monto Monto IVA Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto $ $ Total
a
000742 10244 16-02-2007 02-2007 6.365.120 1.209.373 7.574.493
000742 10248 19-02-2007 02-2007 8.386.500 1.593.435 9.979.935
000743 10253 20-02-2007 02-2007 3.573.500 678.965 4.252.465
TOTALES 18.325.120 3.481.773 21.806.893
N°
Folio Fecha Período Monto Monto IVA Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto $ $ Total
a
000325 461 28-04-2006 04-2006 6.002.600 1.140.494 7.143.094
000336 474 04-05-2006 05-2006 2.963.500 563.065 3.526.565
TOTALES 8.966.100 1.703.559 10.669.659
N°
Folio Fecha Período Monto Monto IVA Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto $ $ Total
a
001279 861264 22-08-2008 08-2008 2.475.855 470.412 2.946.267
001275 861266 28-08-2008 08-2008 1.975.600 375.364 2.350.964
TOTALES 4.451.455 845.776 5.297.231
9
Op. Cit. Página 57 y 58.
“…5°.- No darán derecho a crédito los impuestos recargados o retenidos en facturas no
fidedignas o falsas o que no cumplan con los requisitos legales o reglamentarios y en aquéllas que
hayan sido otorgadas por personas que resulten no ser contribuyentes de este impuesto.
Lo establecido en el inciso anterior no se aplicará cuando el pago de la factura se haga
dando cumplimiento a los siguientes requisitos:
a) Con un cheque nominativo, vale vista nominativo emisor de la factura, girados contra la
cuenta corriente bancaria del respectivo comprador o beneficiario del servicio.
b) Haber anotado por el librador al extender el cheque o por el banco al extender el vale
vista, en el reverso del mismo, el número del rol único tributario del emisor de la factura y el
número de ésta. En el caso de transferencias electrónicas de dinero, esta misma información,
incluyendo el monto de la operación, se deberá haber registrado en los respaldos de la transacción
electrónica del banco.
Con todo, si con posterioridad al pago de una factura ésta fuese objetada por el Servicio de
Impuestos Internos, el comprador o beneficiario del servicio perderá el derecho al crédito fiscal que
ella hubiere originado, a menos que acredite a satisfacción de dicho Servicio, lo siguiente:
a) La emisión y pago del cheque, vale vista o transferencia electrónica, mediante el
documento original o fotocopia de los primeros o certificación del banco, según corresponda, con
las especificaciones que determine el Director del Servicio de Impuestos Internos.
b) Tener registrada la respectiva cuenta corriente bancaria en la contabilidad, si está
obligado a llevarla, donde se asentarán los pagos efectuados con cheque, vale vista o transferencia
electrónica de dinero.
c) Que la factura cumple con las obligaciones formales establecidas por las leyes y
reglamentos.
d) La efectividad material de la operación y de su monto, por los medios de prueba
instrumental o pericial que la ley establece, cuando el Servicio de Impuestos Internos así lo solicite.
No obstante lo dispuesto en los incisos segundo y tercero, no se perderá el derecho a crédito
fiscal, si se acredita que el impuesto ha sido recargado y enterado efectivamente en arcas fiscales
por el vendedor.
Lo dispuesto en los incisos segundo y tercero no se aplicará en el caso que el comprador o
beneficiario del servicio haya tenido conocimiento o participación en la falsedad de la factura. ”
El artículo 25 del citado cuerpo legal continúa reglamentando el uso del
crédito fiscal y dispone que “Para hacer uso del crédito fiscal, el contribuyente deberá
acreditar que el impuesto le ha sido recargado en las respectivas facturas, o pagado según los
comprobantes de ingreso del impuesto tratándose de importaciones, y que estos documentos han
sido registrados en los libros especiales que señala el artículo 59°. En el caso de impuestos
acreditados con factura, éstos sólo podrán deducirse si se hubieren recargado separadamente en
ellas.”
En cuanto a la declaración y pago del impuesto, se dispone, en el artículo
64 que “Los contribuyentes afectos a la presente ley deberán pagar en la Tesorería Comunal
respectiva, o en las Oficinas Bancarias autorizadas por el servicio de Tesorerías, hasta el día 12 de
cada mes, los impuestos devengados en el mes anterior, con excepción del impuesto establecido en
el artículo 49°, el que se regirá por las normas de ese precepto.
En el mismo acto deberán presentar una declaración jurada del monto total de las
operaciones realizadas en el mes anterior, incluso las exentas de impuesto. No obstante, cuando se
trate de las ventas a que se refiere el artículo 41°, la declaración deberá ser presentada en el Servicio
de Impuestos Internos…”
Complementariamente a lo anterior, el artículo 47 del Reglamento de la
Ley Sobre Impuesto a las Ventas y Servicios (Decreto Supremo de Hacienda N° 55,
de 1977) dispone, en su artículo 47 que “ El impuesto a pagarse en un período tributario se
determinará de la siguiente manera:
1º. Respecto de las ventas y prestaciones de servicios, como diferencia entre el débito fiscal
fijado según normas dadas en el Título VII y el crédito fiscal determinado según las normas del
Título VIII, y…”
Para completar la referencia a las normas que se han de considerar a
efectos de examinar la situación del Impuesto a las Ventas y Servicios, resulta
útil tener en cuenta lo establecido en la Circular N°93, del Director del Servicio
de Impuestos Internos, de fecha 19 de diciembre del 2001, que se denomina
“Actualiza Instrucciones Sobre Procedimientos que deben Observarse en Caso de
Detectarse Documentos que No Dan Derecho a Crédito Fiscal”. Dicha Circular se
refiere a lo dispuesto en el artículo 23 N° 1 y 5 del DL 825, ya citado, y al
referirse a las causales de rechazo del crédito fiscal señala:
“Conforme a lo dispuesto en el inciso primero del No. 5, del artículo 23 del D. L. N° 825,
los contribuyentes del Impuesto al Valor Agregado pierden el derecho al uso del crédito fiscal
respecto a los impuestos recargados en:
1) Facturas no fidedignas;
2) Facturas falsas;
3) Facturas que no cumplan con los requisitos legales o reglamentarios, y
4) Facturas que hayan sido otorgadas por personas que resulten no ser contribuyentes del
I.V.A.”
Para, a continuación especificar qué se ha de entender por tales facturas,
diciendo:
“1.- Se entiende por "facturas no fidedignas" aquellas que, como su nombre lo indica, no
son dignas de fe, esto es, que contienen irregularidades materiales que hacen presumir con
fundamento que no se ajustan a la verdad…
2.- Se entiende por falsa una factura que falte a la verdad o realidad de los datos contenidos
en ella. La falsedad de una factura puede ser material, … o ideológica,…
3.- No cumplir con los requisitos legales o reglamentarios, significa omitir aquellos que se
encuentran establecidos en los Artículos 54 del DL No. 825 y 69 del Reglamento contenido en el
DS de Hacienda No. 55, de 1977, y otros establecidos o que establezca esta Dirección en uso de sus
facultades legales…
4.- Por último, no dan derecho a crédito fiscal los impuestos recargados o retenidos en
facturas otorgadas por personas que resulten no ser contribuyentes de este impuesto, sea por tratarse
de personas que carecen de la calidad de vendedores habituales de bienes corporales muebles o
inmuebles de su propiedad, construidos totalmente por ella o que en parte hayan sido construidos
por un tercero para ella, o del carácter de prestadores de servicios afectos al IVA, o bien, por no ser
sujetos de las demás operaciones que constituyen hechos gravados con el tributo. ”
VIGÉSIMO CUARTO: Que, ya se dejó asentado en el fundamento Undécimo
que la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A. era una persona jurídica,
una sociedad anónima cerrada, de tipo mercantil, obligada a llevar contabilidad
y a confeccionar anualmente un balance general. Su giro comercial, dedicado al
desarrollo de proyectos de ingeniería y a la construcción le habilita para ser
considerada contribuyente del impuesto a las ventas y servicios, tal como lo
dispone el citado artículo 3 del DL 825.
También se justificó, en el fundamento Duodécimo precedente, que
desde el año 2005 el acusado Guillermo Cristian Riveros Chacana tenía a su cargo
la administración de la sociedad y era su gerente general, además de tener la
calidad de socio en dicha sociedad anónima cerrada.
Se ha justificado precedentemente que la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A. incorporó en sus registros contables y en las declaraciones
mensuales de impuestos que se indicaron en el fundamento Vigésimo, de acuerdo
al detalle que se contiene en el fundamento Décimo Noveno precedente,
facturas provenientes de diecinueve supuestos proveedores, por operaciones que
no se llevaron a cabo realmente, esto es, que eran operaciones inexistentes.
Es del caso vincular tales hechos con lo dispuesto en el ya citado artículo
23 N° 5 del DL 825, y colegir así que la sociedad Riward Ingeniería y Construcción
S.A. no tenía derecho a hacer valer el crédito fiscal que invocó en las
declaraciones mensuales de impuestos ya señaladas, descritas en cuanto a sus
montos y número de folio en el fundamento Décimo séptimo de esta sentencia,
respecto de los periodos tributarios que abarcan desde julio a noviembre de
2005, desde enero a mayo de 2006, desde julio a diciembre de 2006, desde enero
a abril de 2007, en agosto de 2007, desde octubre a diciembre de 2007, desde
enero a septiembre de 2008, y desde noviembre a diciembre de 2008.
La sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A. no tenía derecho a
hacer valer el crédito fiscal que invocó pues éste se basaba en operaciones
inexistentes, en supuestas compras o pagos de bienes o prestación de servicios
que no ocurrieron, que no eran reales.
La sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A. se valió de facturas que
no se ajustaban a la verdad, que no fueron emitidas por los proveedores que se
decía que las habían emitido. La sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A.
hizo uso de lo que –razonablemente- se ha de entender que son facturas falsas.
Resulta razonable compartir el criterio expuesto en la Circular N°93, del
Director del Servicio de Impuestos Internos, ya citada, en cuanto señala “ Se
entiende por falsa una factura que falte a la verdad o realidad de los datos contenidos en ella.
La falsedad de una factura puede ser material, esto es, que altere el sentido del documento
mismo en su materialidad, o ideológica, es decir, que deje constancia de cosas falsas o mentirosas,
siendo las formas usadas aparentemente reales o auténticas.
Como ejemplos de falsedad pueden señalarse: indicar un nombre, domicilio, RUT o
actividad económica inexistente o adulterado del emisor o del receptor de la factura, el registrar una
operación inexistente o falsear los montos de ellas, falsear los timbres del Servicio, etc. ”
VIGÉSIMO QUINTO: Que, sin perjuicio de lo anterior y adicionalmente a
ello, se ha de tener en consideración que el DL 824, de 1974 establece, en su
artículo 1º un impuesto sobre la renta. El artículo 2º de dicho texto legal, junto
con precisar qué se entiende por “renta” y otros conceptos legales, define –en
sus numerales 7, 8 y 9- que: “ Por "año calendario", el período de doce meses que termina el
31 de Diciembre.
8.- Por "año comercial", el período de doce meses que termina el 31 de Diciembre o el 30
de Junio y, en los casos de término de giro, del primer ejercicio del contribuyente o de aquél en que
opere por primera vez la autorización de cambio de fecha del balance, el período que abarque el
ejercicio respectivo según las normas de los incisos séptimo y octavo del artículo 16 del Código
Tributario.
9.- Por "año tributario", el año en que deben pagarse los impuestos o la primera cuota de
ellos.”
El artículo 3º señala que “ Salvo disposición en contrario de la presente ley, toda
persona domiciliada o residente en Chile, pagará impuesto sobre sus rentas de cualquier origen, sea
que la fuente de entradas esté situada dentro del país o fuera de él… ”
El artículo 15, por su parte precisa que “Para determinar los impuestos
establecidos por esta ley, los ingresos se imputarán al ejercicio en que hayan sido devengados o
percibidos, de acuerdo con las normas pertinentes de esta ley y del Código Tributario… ”
En el párrafo 3º, en los artículos 29 a 38 del citado DL 824 se contienen las
reglas para la determinación de la base imponible que se ha de considerar para
pagar el impuesto.
VIGÉSIMO SEXTO: Que, habiéndose determinado precedentemente que la
sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A. incorporó en sus registros
contables facturas que no se ajustaban a la verdad, puesto que no fueron
emitidas por los proveedores que se decía que las habían emitido y se basaban en
operaciones comerciales inexistentes, debe también asentarse que los balances
de los años comerciales 2005, 2006, 2007 y 2008 de dicha sociedad se
sustentaron en la referida información contable, por lo que toda la información
contenida en tales balances no se ajusta a la verdad de la situación comercial de
dicha contribuyente. Dicho en otras palabras, los balances de dicha sociedad,
referidos a tales años comerciales, no se ajustan a la realidad, se sustentan en
antecedentes ficticios o mendaces. El que tales balances presenten dichas
características es relevante a los fines de examinar la situación tributaria de
dicha sociedad, pues para los efectos de la determinación y pago del impuesto a
la renta, tal persona jurídica –obligada a llevar contabilidad completa, según
antes ya se dijo- debía sustentar sus declaraciones en dichos registros contables,
para así determinar la base imponible del impuesto referido. Al determinarse la
base imponible considerando operaciones comerciales inexistentes, que
abultaban ficticiamente el total de los gastos incurridos en el periodo, se altera
indebidamente –a la baja, esto es en perjuicio de los intereses fiscales- la base
sobre la cual se ha de aplicar la tasa del impuesto pertinente.
VIGÉSIMO SÉPTIMO: Que, de conformidad a lo anterior, el análisis
reflexivo de los hechos que se han dado por acreditados, permiten al Tribunal
subsumir los mismos en las hipótesis previstas en dos de los delitos que han sido
materia de la acusación, en los descritos en los dos primeros incisos del artículo
97 del Código Tributario.
En efecto, se han satisfecho las exigencias del artículo 97 N° 4, inciso 2º,
del Código Tributario que señala: “ Artículo 97. Las siguientes infracciones a las
disposiciones tributarias serán sancionadas en la forma que a continuación se indica:…
“Los contribuyentes afectos al Impuesto a las Ventas y Servicios u otros impuestos sujetos a
retención o recargo, que realicen maliciosamente cualquiera maniobra tendiente a aumentar el
verdadero monto de los créditos o imputaciones que tengan derecho a hacer valer, en relación con
las cantidades que deban pagar, serán sancionados con la pena de presidio menor en su grado
máximo a presidio mayor en su grado mínimo y con multas del cien por ciento al trescientos por
ciento de lo defraudado.”
Lo anterior por cuanto es posible constatar lo siguiente:
1. El sujeto activo es un contribuyente afecto al impuesto a las ventas y
servicios u otros impuestos sujetos a retención o recargo. Ello es así por cuanto
la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A. era una persona jurídica, una
sociedad anónima cerrada, de tipo mercantil, cuyo giro comercial, dedicado al
desarrollo de proyectos de ingeniería y a la construcción le constituye en
contribuyente del impuesto a las ventas y servicios, tal como lo dispone el citado
artículo 3 del DL 825.
2. Dicho sujeto activo realizó maliciosamente las maniobras que se
sancionan. En efecto, las maniobras de que se trata no son consecuencia del azar
o de la mera negligencia de quienes intervinieron en la facción de los registros
contables de la sociedad Riward y en elaboración de las respectivas
declaraciones de impuestos de ella, puesto que dichas maniobras se realizaron
una y otra vez, mes a mes, prolongándose por años, durante más de una
treintena de meses.
Al respecto conveniente parece citar aquí lo dicho por Alex Van Weezel, al
analizar las expresiones “Dolosamente, maliciosamente y a sabiendas” que
emplea el legislador, al efecto señala: “ …importante en este contexto es precisar a qué se
refiere el legislador penal tributario cuando, en la caracterización de ciertas figuras delictivas, añade
las expresiones "maliciosamente" (Art. 97 N os 4, 5,22 y 23), "a sabiendas" (en una norma, el Art. 97
N° 8 sobre comercio ilegal) e incluso "dolosamente" (Art. 97 N° 4 y N° 24). La ley utiliza estas
palabras en un sentido muy poco preciso...”10
“…nos parece que la explicación más convincente es al mismo tiempo más sencilla. En
primer lugar, es posible despejar desde un comienzo el "a sabiendas" del Art. 97 N° 8 CT, que no
puede constituir sino una referencia a la exigencia general de dolo… ”11
“…Las expresiones "maliciosamente" y "dolosamente" se encuentran, por su parte, en
contextos muy determinados, en concreto, en aquellas figuras en que el elemento fraudulento en el
sentido de "engañoso con el fin de perjudicar" parece estar especialmente presente en la
representación del legislador. Tal es precisamente el caso de las figuras de los números 4, 5, 22, 23
y 24 del Art. 97 CT. En todas ellas se trata de maquinaciones o artificios engañosos para perjudicar.
Pues bien, "maliciosamente" o "dolosamente" no significa otra cosa que el reforzamiento semántico
de esta idea en las figuras en que la conducta misma, sin este trasfondo, "aparecería a la vista" como
menos grave o menos relevante. En este sentido, conviene recordar que se trata en casi todas estas
figuras de delitos de mera actividad, aspecto que la ley parece querer compensar reforzando
semánticamente el desvalor de acción.
Por eso, el Código Tributario no usa estas expresiones cuando se trata, por ejemplo, de la
adulteración de balances o inventarios, pues la voz "adulterar" introduce por sí misma la idea de un
contexto delictivo de carácter fraudulento; pero sí lo hace cuando se trata de sancionar la
presentación de balances falsos (en el sentido de "no acordes con la realidad"), donde exige que
éstos hayan sido dolosamente - en el sentido explicado- falseados. Algo semejante puede decirse
respecto de la primera figura del Art. 97 N° 4 CT: como se trata de una extensión extrema de la
punibilidad en el plano temporal (declaraciones "que puedan inducir" a la liquidación de un
impuesto menor), la ley exige que las declaraciones sean maliciosamente incompletas o falsas.
Igualmente respecto del uso de la expresión "dolosamente" en el Art. 97 N° 24 CT, que se
refiere al abuso de beneficios tributarios ligados a donaciones. Las "contraprestaciones" a las que se
refiere el tipo pueden ser de cualquier clase, directas o indirectas e incluso beneficiar a parientes del
contribuyente; por ello, la ley quiere reforzar en forma especial el carácter fraudulento que debe
tener la operación, lo que complementa con el concepto ya tratado de "reiteración". Con mayor
razón se aplica lo anterior a las normas que establecen cláusulas analógicas como el "empleo de
otros procedimientos dolosos" del Art. 97 N° 4 CT.
La interpretación propuesta significa, no obstante, que las expresiones comentadas no
establecen un requisito adicional del tipo penal en el que se encuentran. Se trata del dolo del hecho,
aunque semánticamente reforzado en los casos en que la conducta en sí misma parece no revestir
tanta gravedad (y probablemente tampoco la tenga en realidad). ”12
En el actuar de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A. hubo
dolo, no hubo culpa, ni negligencia, ni un error fortuito. No puede decirse que
hubo inadvertencias al incorporar a la contabilidad y en las respectivas
declaraciones mensuales de impuestos, durante una treintena de meses, la
información proveniente de 253 facturas falsas, esto es, de facturas que no se
ajustan a la realidad, puesto que daban cuenta de operaciones inexistentes. De
hecho, nunca los yerros o inadvertencias fueron para aumentar el débito fiscal,
sino que, por el contrario, sólo se constataron operaciones que disminuían tal
débito fiscal, ello pues sólo se encontraron facturas pertenecientes a diecinueve
supuestos proveedores, que le cobraban a Riward la venta de bienes o la
prestación de servicios, lo que generaba crédito fiscal favorable a la sociedad
Riward Ingeniería y Construcción S.A.
3. Las maniobras ejecutadas deben ser tendientes a aumentar el
verdadero monto de los créditos o imputaciones que tengan derecho a hacer
valer, en relación con las cantidades que deban pagar. Ello es así en el caso sub
judice y se ha demostrado precedentemente. Las operaciones establecidas
10
Alex VAN WEEZEL, Delitos Tributarios, Editorial Jurídica de Chile, 1ª edición, 2007. Página 64.
11
Op. Cit. Página 65.
12
Op. Cit. Páginas 66 y 67.
consistían en registrar en la contabilidad facturas que daban cuenta de
operaciones inexistentes, relativas a supuestas compras de bienes o pago de
servicios, que se pretendía había efectuado la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A. El IVA de tales operaciones mercantiles, supuestamente
pagado por Riward, se incluía entre el crédito fiscal de dicha contribuyente y así
–en las declaraciones mensuales de impuestos- se disminuía indebidamente el
monto que efectivamente ella debía pagar a título de tal impuesto; ello se hizo
por la suma de $184.749.181, en valores nominales, según ya se estableció
precedentemente.
Se satisfacen así, todas las exigencias dogmáticas del tipo penal
examinado, por lo que cabe tener por acreditada su comisión.
VIGÉSIMO OCTAVO: Que, a su vez, también se han satisfecho las
exigencias del artículo 97 N° 4, inciso 1º, del Código Tributario que señala: “4°.
Las declaraciones maliciosamente incompletas o falsas que puedan inducir a la liquidación de un
impuesto inferior al que corresponda o la omisión maliciosa en los libros de contabilidad de los
asientos relativos a las mercaderías adquiridas, enajenadas o permutadas o a las demás operaciones
gravadas, la adulteración de balances o inventarios o la presentación de éstos dolosamente
falseados, el uso de boletas, notas de débito, notas de crédito, o facturas ya utilizadas en operaciones
anteriores, o empleo de otros procedimientos dolosos encaminados a ocultar o desfigurar el
verdadero monto de las operaciones realizadas o a burlar el impuesto, con multa del cincuenta por
ciento al trescientos por ciento del valor del tributo eludido y con presidio menor en sus grado
medio a máximo.”
Lo anterior por cuanto es posible constatar lo siguiente:
1. Que se haya presentado una declaración de impuestos. En el presente
caso, se ha demostrado –con la exhibición material durante el juicio- que
efectivamente existieron declaraciones anuales de impuesto a la renta,
correspondientes a los años tributarios 2006, 2007, 2008 y 2009 de la sociedad
Riward Ingeniería y Construcción S.A. y que en base a ellas dicha sociedad
determinó el impuesto respectivo que ella debía pagar. Tales declaraciones de
impuestos se basaron en la información presente en los balances del año
comercial elaborados al 31 de diciembre del año anterior a la fecha de la
declaración de impuestos respectiva, y confeccionados en base a la contabilidad
de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A.
2. Que la declaración sea falsa o incompleta. Para precisar estos
elementos útil es citar a Ugalde y García, quienes señalan al efecto: “ -Falsa: que
contenga datos carentes de realidad o de veracidad. –Incompleta: que no contenga la totalidad de los
datos o antecedentes tributarios del contribuyente, sino solo una parte de ellos. ”13
Precedentemente ya se ha demostrado que la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A. incorporó en su contabilidad 253 facturas que daban cuenta de
operaciones inexistentes, daban cuenta de supuestas compras y pagos de bienes
y servicios a diecinueve supuestos proveedores de ella. Nada de las menciones
empleadas para llenar esas 253 facturas era verdadero, pues no eran efectivas
las supuestas compras, no era efectivo el precio anotado en ellas, no era efectivo
el haber recibido los bienes o servicios consignados en ellas, y no era efectivo
que Riward haya pagado los precios indicados en ellas. Esto demuestra que se
colman las exigencias típicas referidas en cuanto estamos ante declaraciones de
impuestos que son falsas.
3. Que la declaración presentada pueda inducir a la liquidación de un
impuesto inferior al que corresponda.
Para analizar este requisito típico, es conveniente tener en cuenta lo que
sostiene Alex Van Weezel, al señalar: “Si se atiende a los tres aspectos mencionados -
13
Curso sobre Delitos…página 19.
posibilidad de frustración, desistimiento, punibilidad-, la gran mayoría de los delitos tributarios
parecen ser en nuestro sistema delitos de mera actividad.
En efecto, condición necesaria (aunque no suficiente) para hallarse ante un delito de
resultado es que tal resultado -una cierta afectación del bien jurídico protegido- sea contenido
explícito o implícito del tipo penal. Un resultado no es contenido del tipo penal cuando la ley
castiga la sola realización de una conducta con independencia de sus consecuencias, como, por
ejemplo, cuando anticipa la punibilidad sirviéndose de un elemento de tendencia o intención. Esto
último es lo que ocurre en la mayor parte de los delitos contra la propiedad: al legislador le basta la
sustracción de la cosa con ánimo apropiatorio, sin esperar a que el sustractor disponga de ella o la
destruya. Pues bien, en la mayor parte de los delitos previstos en el Código Tributario no se hace
referencia alguna a un resultado (omisión de asientos en los libros de contabilidad, uso de
documentos ya utilizados, adulteración de balances o inventarios, etc.), se le recorta por la vía de
subrayar la imputación subjetiva (realizar maniobras "tendientes" a aumentar el monto de los
créditos o imputaciones), o incluso se le excluye expresamente como elemento configurador del
tipo (declaraciones incompletas o falsas "que puedan inducir" a la liquidación de un impuesto
inferior al que corresponda). En estos y en otros tipos penales semejantes la producción de un
resultado de perjuicio o detrimento del bien jurídico de protección -la Hacienda Pública- no forma
parte de la descripción típica.”14
“…Los delitos del Código Tributario se consuman, entonces, sin necesidad de que se
produzca un resultado en el sentido tradicional de una afectación típica del bien jurídico
protegido.”15
En el presente caso, la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A.
presentó las declaraciones de impuesto a la renta, correspondientes a los años
tributarios 2006, 2007, 2008 y 2009 y las justificó en sus balances anuales, los
que se sustentaban en los registros contables de la sociedad, los cuales incluían
las 253 facturas falsas, ya identificadas en fundamentos precedentes; estas
declaraciones daban cuenta de una situación que no se ajustaba a la realidad de
las actividades mercantiles de tal sociedad y efectivamente eran aptas para
inducir a la determinación de un impuesto menor que el que habría
correspondido pagar de haber mediado información verdadera en ellas. La perito
Muñoz Frías y el testigo Retanal Méndez fueron claros y reiterativos para explicar
dicha situación, pues –dijeron- al incluirse las 253 facturas falsas en la
contabilidad de Riward, ello permitía “crear” un balance anual que recogiera
mayores gastos que los que efectivamente correspondía considerar. Estos
mayores gastos se incluían para calcular la base imponible del impuesto,
disminuyéndola, por lo que cuando a ella se le aplicaba la tasa del impuesto,
resultaba que se debía un impuesto menor. Esas operaciones matemáticas,
basadas en esos costos inexistentes (justificados con las 253 facturas falsas), se
incluyeron en las declaraciones anuales de impuesto a la renta, de los años
tributarios 2006, 2007, 2008 y 2009 para inducir a la liquidación de un impuesto
inferior al que correspondía. El monto nominal de las deducciones indebidas a la
base imponible del impuesto a la renta ascendió a $ 972.372.112, según se dejó
asentado precedentemente.
4. Que las falsedades u omisiones sean maliciosas. Aquí cabe remitirse a la
cita de lo que sostiene Alex Van Weezel respecto de las expresiones
“Dolosamente, maliciosamente y a sabiendas”, ya señalado en el fundamento
Vigésimo séptimo precedente.
Del mismo modo, tal como ya se explicó –en el considerando anterior- al
justificar la acreditación del delito previsto en el segundo inciso del artículo 97
N° 4 del Código Tributario, las maniobras de quienes estaban a cargo de la
contabilidad de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A. y de
14
Delitos Tributarios…páginas 46 y 47.
15
Op. Cit. Página 49.
administrar a dicha sociedad no pueden sino estimarse dolosas; en efecto, no se
trata de coincidencias ni tampoco de meros yerros, de inadvertencias o de
simples equivocaciones. La sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A.
reiterada y permanentemente, durante cuatro ejercicios tributarios consecutivos
anuales presentó declaraciones de impuesto a la renta basadas en información
irreal, en contabilidad que no reflejaba el verdadero estado de las actividades
comerciales de ella, que incluyó 253 facturas falsas, pues daban cuenta de
operaciones inexistentes. Es así, como la contabilidad referida, el balance anual
y, subsecuentemente, la declaración anual del impuesto a la renta concerniente
al año tributario 2006 incrementó, indebidamente, en $52.157.280 los costos,
disminuyéndose así la base imponible sobre la cual luego se debía aplicar la tasa
del impuesto. Tal incremento indebido fue de $ 355.351.510, en el caso del año
tributario 2007; fue de $ 241.394.933 en el caso del año tributario 2008; y fue de
$ 323.468.389 en el caso del año tributario 2009. Todo ello determinó que, en
suma, en esas cuatro declaraciones de impuestos a la renta, la disminución de la
base imponible fuera de $ 972.372.112, según ya se justificó en el fundamento
Décimo noveno precedente.
VIGÉSIMO NOVENO: Que, para resolver del modo que se ha dejado
asentado se desestimó la alegación formulada por la defensa del acusado
Guillermo Riveros Chacana, la cual postuló que en el presente caso no nos
encontrábamos ante un delito tributario, sino que –en lo que concierne a su
defendido- ante un caso de fraude, pero de fraude documentario, un fraude
impropio tipificado en el artículo 470 N° 8 del Código Penal.
Para desestimar la propuesta de dicha defensa se ha de tener en
consideración que este precepto legal sanciona, con las penas del artículo 467
del citado Código, “A los que fraudulentamente obtuvieren del Fisco, de las Municipalidades,
de las Cajas de Previsión y de las instituciones centralizadas o descentralizadas del Estado,
prestaciones improcedentes, tales como remuneraciones, bonificaciones, subsidios, pensiones,
jubilaciones, asignaciones, devoluciones o imputaciones indebidas .”
De acuerdo a lo que sostiene al respecto Laura Mayer Lux 16, “La acción típica
castigada en el numeral 8 del artículo 470 CP., gira en torno a la idea de obtener fraudulentamente
una prestación estatal… por obtener hemos de entender “el alcanzar, conseguir y lograr una cosa
que se solicita o pretende”, mientras que la exigencia de que la obtención sea fraudulenta, alude a
alterar, mediante engaño, los requisitos normativamente establecidos para alcanzar el beneficio –de
ahí la improcedencia de la prestación–, lo que puede lograrse falseando datos relevantes, ocultando
antecedentes que hubieran impedido o dificultado su concesión, etc. ”17
“El Código Penal no emplea el término subvención, sino que alude a prestaciones
improcedentes, que pueden corresponder a remuneraciones, bonificaciones, subsidios, pensiones,
jubilaciones, asignaciones, devoluciones o imputaciones “indebidas”, o bien, identificarse con otro
tipo de beneficio estatal, siendo dicho listado meramente referencial... ”18
“Puesto que la descripción típica castiga, en términos amplios, a los que obtuvieren
fraudulentamente del Fisco “prestaciones improcedentes”, la conducta ha de referirse a cierta clase
de bienes o derechos valorables económicamente y que el Estado otorga al solicitante del beneficio
o ayuda. Con el término “prestaciones” el legislador ha querido dar cabida a cualquier forma de
atribución de contenido patrimonial, con independencia de la forma que adopte (dinero, otra clase
de bienes o servicios) y de su carácter directo o indirecto. Mientras que con la exigencia de que
éstas sean improcedentes, se alude a un servicio o beneficio económico al que no se tiene derecho
16
Cfr. Laura MAYER LUX, en “Obtención Fraudulenta de Prestaciones Estatales”, Revista de
Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, XXXII (Valparaíso, Chile, 1er Semestre de
2009) [pp. 283 - 325], disponible en internet en
http://www.rderecho.equipu.cl/index.php/rderecho/article/view/695/654
17
Op. Cit. Página 297.
18
Op. Cit. Páginas 297 y 298.
por no reunir los requisitos que el ordenamiento jurídico prevé, como una asistencia médica gratuita
o una jubilación sin cumplir las exigencias requeridas al efecto, o bien, una asignación familiar por
una carga inexistente...”19
“Atendido que el fraude de subvenciones es actualmente concebido como una forma
especial de estafa, tanto por el lugar en el cual se encuentra ubicado –el artículo 470 CP., dentro del
párrafo 8º dedicado a las Estafas y otros engaños–, como por el hecho de que se exija que las
prestaciones estatales sean obtenidas de manera fraudulenta, estimamos que, al igual que en la
figura básica de estafa, la conducta que se prohíbe es la de engañar al Fisco, a las municipalidades,
a las cajas de previsión o a las instituciones centralizadas o descentralizadas del Estado, con el
objetivo de inducirlos a caer en error, a fin de que realicen una disposición patrimonial que les
cause un perjuicio económico...”20
Por último, en lo que interesa en el presente asunto, Laura Mayer Lux
señala: “Además de la realización de la conducta, la consumación de la figura exige la
producción efectiva de un resultado, a saber, la obtención de la prestación indebida, lo cual, sin
embargo, no impide el castigo a título de tentativa o frustración. En otras palabras, el delito que
comentamos exige la producción de un efectivo perjuicio patrimonial, resultado que obviamente
debe estar cubierto por el dolo del agente.
Concordamos con Etcheberry, en que el delito sólo se consuma cuando se percibe la
prestación indebida, no siendo suficiente el mero reconocimiento formal del derecho a la misma, lo
que distinguiría a esta figura de aquella contenida en el inciso segundo del numeral 4 del artículo 97
CTrib., que, en tanto castiga “imputaciones indebidas”, puede estimarse consumada desde que se
efectúa por el órgano estatal el asiento contable correspondiente, pues con ello el sujeto activo habrá
obtenido el beneficio que buscaba y el Fisco o la institución correspondiente habrá sufrido el
perjuicio patrimonial correlativo…”21
“…Pues bien, cuando se obtengan devoluciones indebidas de impuestos, procederá aplicar
la norma del inciso tercero del número 4 del artículo 97 CTrib., que castiga al que “simulando una
operación tributaria o mediante cualquiera otra maniobra fraudulenta, obtuviere devoluciones de
impuesto que no le correspondan”. En cambio, si la devolución indebida la realiza el Fisco, pero
tiene un origen distinto del impositivo, procederá aplicar el delito de fraude de subvenciones.” 22
Teniendo en cuenta las anteriores precisiones doctrinales y la
circunstancia de que en el presente caso ninguna de las acusaciones presentadas
se refiere a la existencia de “devoluciones” de dinero, o de impuestos, o a la
existencia de alguna disposición patrimonial por parte del Fisco o de alguna
institución estatal, se debe concluir que los hechos materia de la imputación no
se refieren a tales devoluciones ni a la supuesta existencia de una fraudulenta
obtención de prestaciones estatales.
La vigencia del principio de congruencia obliga al Tribunal a no extenderse
más allá de los términos de la acusación 23; y es por ello que el artículo 341 del
Código Procesal Penal dispone, en su inciso 1°, “ En consecuencia, no se podrá condenar
por hechos o circunstancias no contenidos en ella. ”
En todo caso, tampoco podría aceptarse la calificación jurídica propuesta
por la defensa pues entre los hechos que se han dado por acreditados no se
encuentra la existencia de algún engaño –propio del fraude referido- ni de alguna
disposición patrimonial, por lo que no pueden tenerse por concurrentes en la
especie los supuestos de hecho propios del referido delito previsto en el artículo
citado artículo 470 del Código Penal.
19
Op. Cit. Página 299.
20
Op. Cit. Página 306.
21
Op. Cit. Página 311.
22
Op. Cit. Página 319.
23
Al respecto puede verse lo expuesto por Carlos DEL RIO FERRETI, en “Los Poderes de Decisión
del Juez Penal”, Editorial Jurídica de Chile, 1ª edición, 2009, página 93 y siguientes.
Finalmente, y a mayor abundamiento, cabe tener presente que tanto las
figuras penales de los incisos 2º, 3º y 4º del artículo 97 del Código Tributario
fueron introducidas en virtud del Decreto Ley 3443, de julio de 1980, mismo
Decreto Ley que introdujo, en el artículo 470 del Código Penal, el referido
numeral 8º relativo al fraude de subvenciones. Ello lleva al Tribunal a concluir
que se trata de figuras penales diversas, unas más especiales o específicas que
otras, y vigentes en ámbitos diferentes.
Por lo demás, el Tribunal no puede desentenderse de lo dispuesto en el
antepenúltimo inciso del artículo 27 bis del Decreto Ley 825, que contiene la Ley
Sobre Impuesto a las Ventas y Servicios, el cual dispone: “ La infracción consistente en
utilizar cualquier procedimiento doloso encaminado a efectuar imputaciones y obtener devoluciones
improcedentes o superiores a las que realmente corresponda, se sancionará en conformidad con lo
dispuesto en los incisos segundo y tercero del N° 4 del artículo 97 del Código Tributario, según se
trate de imputaciones o devoluciones.”
TRIGÉSIMO: Que, en lo que concierne al acusado Mario Rojas Echeverría,
su defensa postuló que sus conductas debían subsumirse en la figura especial
contemplada en el artículo 100 del Código Tributario, el cual dispone: “ Art. 100. El
contador que al confeccionar o firmar cualquier declaración o balance o que como encargado de la
contabilidad de un contribuyente incurriere en falsedad o actos dolosos, será sancionado con multa
de una a diez unidades tributarias anuales y podrá ser castigado con presidio menor en sus grados
medio a máximo, según la gravedad de la infracción, a menos que le correspondiere una pena
mayor como copartícipe del delito del contribuyente, en cuyo caso se aplicará esta última. Además,
se oficiará al Colegio de Contadores para los efectos de las sanciones que procedan.
Salvo prueba en contrario, no se considerará dolosa o maliciosa la intervención del
contador, si existe en los libros de contabilidad, o al término de cada ejercicio, la declaración
firmada del contribuyente, dejando constancia de que los asientos corresponden a datos que éste ha
proporcionado como fidedignos.”
Para justificarlo sostuvo que su defendido es un contador, que realizó
labores de contabilidad en la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A., las
cuales consistieron en estar a cargo de los diferentes registros contables de dicha
empresa y preparar las correspondientes declaraciones de impuestos de ella.
Argumentó que el referido delito es uno de aquellos que se conoce como delito
de sujeto especial y sucede que su representado tiene esa calidad especial, la de
ser un contador, lo que debe sumarse, al hecho que las figuras del artículo 97 N°
4 del Código Tributario también requieren de una calidad especial en el sujeto
activo, las cuales no concurren respecto de su representado.
Debe dejarse asentado que –indesmentiblemente- el referido artículo 100
contempla una figura penal especial aplicable sólo a los contadores, por lo que
tal como señalan Ugalde y García24, “Al exigirse esta calidad podemos concluir que se trata
de uno de los denominados delitos propios, pues sólo pueden ser cometidos por determinadas
personas, que reúnen los requisitos legales exigidos por el tipo penal. En este caso debe tratarse de
un CONTADOR.”
Si bien no se presentó algún certificado de título que lo demostrara, y por
ello la parte acusadora cuestionó dicha calidad personal del acusado Mario Rojas
Echeverría, debe tenerse presente que en el juicio se presentaron abundantes
antecedentes que daban cuenta de esta actividad laboral por parte de tal
acusado; de hecho, en los libros de contabilidad de la sociedad Riward Ingeniería
y Construcción S.A. expresamente se dejaba constancia que el contador era tal
acusado; y, en la declaración del fiscalizador Oscar Retamal Méndez hay
abundantes referencias a la actuación de tal acusado en cuanto persona a cargo –
como contador- de la contabilidad de la referida empresa. De hecho, en todas las
24
Ugalde y García, Op. Cit. Página 105.
Actas de Recepción de Documentos (los Formularios 3309) incorporados por la
parte querellante, se deja expresa constancia que la persona que entregaba o
que recibía, en su caso, los documentos de la sociedad Riward era Mario Rojas
Echeverría, quien además habitualmente actuaba como contador de ella ante el
Servicio de Impuestos Internos.
Lo anterior lleva a tener por acreditado dicho supuesto de hecho,
indispensable para la aplicación del referido precepto contenido en el artículo
100 citado.
Ahora bien, teniendo presente los hechos que se han dado por acreditados,
fijados en el considerando Vigésimo que antecede, corresponde evaluar cómo se
califica la participación que en ellos cabe al señalado acusado Rojas Echeverría.
Para hacerlo, se ha de tener presente que con la testimonial rendida,
particularmente con los dichos del fiscalizador don Oscar Retamal y los del
funcionario de la Policía de Investigaciones don Marcelo Escobar, a los que se
suman las declaraciones del acusado Guillermo Riveros Chacana, se demostró la
participación de Mario Rojas Echeverría al establecerse que él era el encargado
de llevar los registros contables de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción
S.A., labor en virtud de la cual también era quien preparaba las declaraciones de
impuestos de dicha sociedad, entidad a la que además estaba vinculado por el
suegro de Guillermo Riveros Chacana (por ser padre de la esposa de éste, la cual
también trabajaba en la sociedad).
A este cúmulo de antecedentes se ha de sumar la propia declaración de
Mario Rojas Echeverría quien espontáneamente relató que él tomó la decisión de
empezar a comprar facturas a un tercero –el que dijo se llamaba Jorge Niemeyer-
con la finalidad de rebajar el débito fiscal de Riward, para lo cual pagaba en
efectivo el 5% del IVA mencionado en las facturas que compraba. Luego él incluía
esas facturas en la contabilidad de Riward y las consideraba en las respectivas
declaraciones de impuestos.
TRIGÉSIMO PRIMERO: Que, a la luz de lo establecido en el fundamento
anterior, cabe colegir que Mario Rojas Echeverría estaba en conocimiento que las
declaraciones de impuestos de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A.
no se ajustaban a la verdad, se basaban en registros contables mendaces, y eran
presentadas en términos tales que pretendían inducir a la liquidación de un
impuesto inferior al que correspondía, de haberse considerado, únicamente, las
operaciones comerciales reales y efectivas efectuadas por dicha sociedad.
Como la ley contempla esta figura penal especial, prevista en el citado
artículo 100 del Código Tributario, aplicable a los contadores que al confeccionar
o firmar cualquier declaración o balance o que como encargado de la
contabilidad de un contribuyente incurriere en falsedad o actos dolosos, debe
concluirse que –tal como lo postula la defensa de tal acusado- las conductas
descritas en el denominado “Hecho N° 2” de la acusación han de subsumirse –
respecto del acusado Mario Rojas Echeverría- en la descripción típica prevista en
el citado artículo 100 del Código Tributario.
En efecto, Mario Rojas Echeverría incorporó facturas por operaciones
inexistentes en la contabilidad de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción
S.A. y conforme a ellas preparó los balances anuales de dicha sociedad, luego la
información de tales balances fue empleada para confeccionar las declaraciones
anuales de impuestos de a la renta de dicha sociedad, y ello tuvo lugar respecto
de las declaraciones de los años tributarios 2006, 2007, 2008 y 2009, todo con la
finalidad de rebajar indebidamente la base imponible del impuesto a la renta.
De no mediar la calidad de contador respecto del acusado Mario Rojas
Echeverría, dicha conducta sería punible en virtud de lo dispuesto en el artículo
97 N° 4 inciso 1º del Código Tributario, empero, dada la existencia de la referida
figura privilegiada, ella ha de ser castigada del modo que dispone el ya citado
artículo 100 de dicho cuerpo legal. Por consiguiente, se ha de tener acreditado
que la participación culpable de Mario Rojas Echeverría en el denominado
“Hecho N° 2” de la acusación se ha de estimar constitutiva de la prevista en el
artículo 100 del Código Tributario, la cual a su respecto ha de sancionarse como
la de autor de la misma, ya que Rojas Echeverría actuó personalmente, de
manera inmediata y directa en la comisión de la misma, en los términos previstos
en el artículo 15 N° 1 del Código Penal.
TRIGÉSIMO SEGUNDO: Que, en distinta situación se encuentra el mismo
Mario Rojas Echeverría en lo que atañe al otro hecho que se dio por acreditado
en el fundamento Vigésimo de este fallo. Nos referimos aquí a lo que concierne
al denominado “Hecho N° 1” de la acusación, a aquel concerniente a las
declaraciones mensuales de impuestos vinculadas al impuesto al valor agregado.
La distinta situación se explica en que el citado artículo 100 del Código
Tributario dispone que dicho precepto será aplicable al contador “ a menos que le
correspondiere una pena mayor como copartícipe del delito del contribuyente, en cuyo caso se
aplicará esta última.”
Ya antes se dijo que el delito previsto en el artículo 97 N° 4 inciso 2º del
Código Tributario era un delito de sujeto especial 25, pues sólo admite como
sujeto agente a quien sea “contribuyente”; y el artículo 3 del DL 825 dispone que
son contribuyentes, para los efectos de esa ley, las personas naturales o jurídicas
que realicen ventas, que presten servicios o efectúen cualquier otra operación
gravada con los impuestos establecidos en ella.
Según ya se dijo antes, la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A. sí
es un contribuyente para efectos de esa ley; y, por sus actos responden los
gerentes, administradores o a quienes hagan las veces de éstos, según dispone el
artículo 99 del Código Tributario. Más adelante se analizará dicha situación y por
qué el Tribunal ha estimado que por ello debe sancionarse al acusado Guillermo
Riveros Chacana.
Lo que interesa aquí es la situación de Mario Rojas Echeverría, en cuanto
copartícipe del delito del contribuyente.
Enrique Cury Urzúa26 señalaba que “Es partícipe, en general, el que interviene
dolosamente en un hecho ajeno sin concurrir a la ejecución de la conducta típica ni contar con el
dominio de ella, realizando ciertos actos descritos en forma expresa por la ley y que de ordinario
revisten un carácter preparatorio o de colaboración ulterior a la consumación. ” Él, más adelante
añade: “…la ley en vigor distingue tres formas de participación en el hecho de otro: instigación,
complicidad y encubrimiento.”27
Como el delito referido, sólo puede ser cometido por un sujeto especial (el
contribuyente) cabe preguntarse por la posibilidad de coparticipación por parte
de un tercero, que no es el contribuyente, pero que sí es un sujeto activo
especial, “el contador” al que se refiere el artículo 100 ya citado.
Como la regla de privilegio del artículo 100 expresamente admite figuras
de coparticipación en el delito del contribuyente, el Tribunal concluye que es
posible sancionar las conductas que como contador realizó Mario Rojas
Echeverría en lo que atañe al denominado “Hecho 1” de la acusación, en tanto a
25
En tal sentido véase, por ejemplo, a UGALDE y GARCÍA “Curso sobre Delitos…”, página 39; o a
María M. OSSANDÓN WIDOW, “El Sujeto Activo en los Delitos Tributarios” en Revista de Derecho de la
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, XXVIII (Valparaíso, Chile, 1er Semestre de 2007), página
181.
26
Enrique CURY URZÚA, “Derecho Penal, parte general”, Ediciones UC, 9ª edición, 2009, página
622.
27
Op. Cit. Página 624.
él se le considere cómplice del actuar punible de la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A.
Para así resolverlo se tiene en consideración que fue el acusado Mario
Enrique Rojas Echeverría quien obtuvo de terceros las facturas que daban cuenta
de operaciones inexistentes, ya antes detalladas, y que se incorporaron en los
registros contables de la sociedad referida y en base a las cuales, en las
declaraciones de impuesto al valor agregado, se agregaron créditos fiscales
tendientes a disminuir el débito fiscal respectivo.
Rojas Echeverría dijo durante el juicio que él le compraba esas facturas a
un tercero, quien se las entregaba a cambio de recibir, en dinero efectivo, un
pago equivalente al 5 % del IVA de cada factura. Sin las gestiones de Rojas
Echeverría no podrían haberse incluido las referidas facturas en la contabilidad
de Riward y, a su vez, no podrían haberse realizado las declaraciones de
impuestos sin el pertinente respaldo contable que en la información contenida en
ellas descansaba.
La obtención de tales facturas, a cambio de un pago por ellas, constituye
un acto anterior a la elaboración de las declaraciones de impuestos que luego se
presentaban basadas en las operaciones inexistentes y a las que aludían las
referidas facturas.
La intervención de Mario Rojas Echeverría constituye, entonces,
colaboración con el contribuyente tendiente a facilitar la ejecución de la
conducta típica, esto es, la dolosa declaración de impuestos tendiente a
aumentar el verdadero monto de los créditos que la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A. tenía derecho a hacer valer y satisface, así, las exigencias
propias de la complicidad, descrita en el artículo 16 del Código Penal y habilita
para que, de conformidad a lo dispuesto en el citado artículo 100 del Código
Tributario se le pueda sancionar como cómplice (un copartícipe) del
contribuyente.
Se ha de dejar asentado que la pena base prevista en el artículo 100 del
Código Tributario es inferior a aquella prevista en el artículo 97 N° 4 inciso 2º del
mismo cuerpo legal; en efecto, el primer precepto establece una pena de multa,
de una a diez unidades tributarias anuales a la que puede sumarse una pena de
presidio menor en sus grados medio a máximo, según la gravedad de la
infracción; en tanto, el segundo, dispone para el contribuyente la pena de
presidio menor en su grado máximo a presidio mayor en su grado mínimo y con
multas del cien por ciento al trescientos por ciento de lo defraudado. Respecto
de estas penas previstas para el contribuyente se ha de aplicar lo dispuesto en el
artículo 51 del Código Penal y es así como la pena para el cómplice de él consiste
en la inmediatamente inferior en grado a la señalada para el delito de que se
trate, la cual, como se ve, es una pena mayor.
Es la ley, así, quien determina la penalidad aplicable al caso específico del
contador que es copartícipe del contribuyente, resolviendo así discusiones
doctrinarias en torno a la comunicabilidad28; y a ella se estará el Tribunal.
Esta conclusión se condice con el hecho de que la conducta de dicho
acusado, tal como lo autoriza dicho precepto legal, amerita una pena mayor
como copartícipe del delito del contribuyente. En efecto, el acusado Mario Rojas
Echeverría no sólo era el contador de la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A. y, en cuanto tal, llevaba los libros contables de tal entidad y
preparaba las declaraciones de impuestos de ella; él también obtenía, mediante
el pago de un precio, las facturas que daban cuenta de operaciones inexistentes
y que luego incluía en la contabilidad de Riward Ingeniería y Construcción S.A.
28
Respecto a tal cuestión, véase, por ejemplo, a Ugalde y García en “Curso sobre Delitos e
Infracciones…”, páginas 122 a 131; o a Van Weezel en “Delitos Tributarios”, páginas 113 a 121.
Hay, pues, un mayor plus de injusto en su actuar, que no se limitaba a la facción
de registros contables, y que implicaban cooperar con Guillermo Riveros
Chacana en la comisión de los delitos de que él es responsable.
TRIGÉSIMO TERCERO: Que, es del caso examinar la responsabilidad que
cabe, en los hechos acreditados, al acusado Guillermo Riveros Chacana, quien ha
sido imputado en cuanto administrador de la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A.
Es conveniente señalar que resulta pertinente preguntarse acerca de tal
responsabilidad a partir de lo dispuesto en el artículo 99 del Código Tributario,
que dispone “Art. 99. Las sanciones corporales y los apremios, en su caso, se aplicarán a quien
debió cumplir la obligación y, tratándose de personas jurídicas, a los gerentes, administradores o a
quienes hagan las veces de éstos y a los socios a quienes corresponda dicho cumplimiento. ”
Tal posibilidad de imputación también surge al examinar lo dispuesto en el
artículo 58 del Código Procesal Penal, que dispone “ Art 58. Responsabilidad penal. La
acción penal, fuere pública o privada, no puede entablarse sino contra las personas responsables del
delito.
La responsabilidad penal sólo puede hacerse efectiva en las personas naturales. Por las
personas jurídicas responden los que hubieren intervenido en el acto punible, sin perjuicio de la
responsabilidad civil que las afectare. ”
No es que “de modo automático” el gerente, administrador o
representante de una persona jurídica sea responsable y deba asumir las
sanciones por el actuar de dicha persona ficticia 29, sino que es respecto de
quienes tienen tales calidades que resulta válido indagar si han intervenido en el
acto punible y si dicha intervención es o no culpable.
En el presente caso se ha demostrado que Guillermo Riveros Chacana,
desde el año 2005 en adelante, se desempeñó como administrador y gerente
general de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A., lo que ocurrió
después que su padre -Guillermo Riveros Vega- dejó de desempeñar tales
funciones, por motivos personales.
Según los dichos de ambos acusados, Guillermo Riveros Chacana estaba a
cargo de la sociedad Riward, él conducía sus negocios, él dirigía la empresa.
Esta actuación de Riveros Chacana también comprendía la representación
de Riward Ingeniería y Construcción S.A., según se observa de la totalidad de los
Finiquitos de trabajadores presentados por la propia defensa de tal acusado
(pruebas documentales N° 2, 6, 10, 14, 17, 20, 25, 27, 30, 35, 41, 43, 44, 45, 54,
56, 58, 61 y 64) y de la Carta que se dijo enviada por Riward Ingeniería y
Construcción S.A a Xstrata Cooper, así como de la respuesta recibida (documento
N° 109 y 110 de la prueba presentada por la defensa de Guillermo Riveros
Chacana). Todos esos documentos fueron exhibidos a tal acusado por sus
abogados defensores y éste los reconoció como auténticos.
A esta labor administrativa y gerencial se suma que Guillermo Riveros
Chacana fue la persona que firmó varias de las declaraciones de impuestos
cuestionadas en esta investigación. Así se desprende de lo declarado por la
fiscalizadora María Eugenia Muñoz Frías a quien se le exhibieron los formularios
29, folio 158270974, del mes de abril de 2006; folio 175327784, del mes de
agosto de 2006; folio 221598624, del mes de noviembre de 2006; folio
267549804, del mes de octubre de 2007; folio 221561554, del mes de diciembre
de 2007; folio 314019774, del mes de enero de 2008; folio 356125864, del mes de
julio de 2008; y folio 3808300614, del mes de diciembre de 2008, todos los cuales
se refieren a la respectiva declaración mensual de impuestos de la sociedad
Riward Ingeniería y Construcción S.A, RUT 96.527.370-0. En todos ellos tal
29
En el mismo sentido, véase a Van Weezel en “Delitos Tributarios”, páginas 121 a 125.
deponente dijo observar, además del timbre de pago en el banco, una firma que
le resulta conocida, la cual corresponde al señor Guillermo Riveros Chacana, la
que recuerda porque ella personalmente le tomó declaración jurada a él y allí él
firmó tales declaraciones.
Estas declaraciones de impuestos también le fueron exhibidas por el fiscal
al acusado Guillermo Riveros Chacana (prueba documental signada con el Nº 62
de la prueba documental del Ministerio Público, relativos a Formularios 29, de los
meses de abril, agosto, y noviembre de 2006; a octubre y diciembre de 2007; y, a
enero, julio y diciembre de 2008), quien admitió que en todas esas declaraciones
de impuestos se observa puesta su firma.
Para el Tribunal resulta inaceptable la idea, deslizada por el acusado, de
que tales firmas en dichos documentos fueran irrelevantes o intrascendentes,
casi ornamentales. Se trataba de declaraciones de impuestos, se trataba del
modo en que la contribuyente Riward Ingeniería y Construcción S.A cumplía una
obligación legal, obligación que mensualmente pesaba sobre ella. No se trata de
un trámite exótico o inusual en el ejercicio comercial de una sociedad, se trata
de un acto habitual, obligatorio y mensual; de un acto que no es repentino o
espontáneo, sino de un acto que requiere de trabajo y preparación previa, que
incluso está asociado a pagar en el banco, lo que implica preocuparse por
disponer de fondos para solventar dicho pago.
No resulta creíble para el Tribunal que quien estaba preocupado del buen
funcionamiento comercial de la empresa, del cumplimiento de todas las obras
desarrolladas, no se preocupara de los montos por los cuales se declaraban los
impuestos, ni del modo como se llegaban a dichas cantidades.
Ante una de las últimas preguntas que le planteó el fiscal, el acusado
Guillermo Riveros Chacana dijo que en su cargo hasta tenía que preocuparse de
las llamadas por celulares, pues había 30 teléfonos y debía preocuparse que la
gente no los mal use. Cabe preguntarse ¿si Riveros Chacana estaba preocupado
hasta de controlar las llamadas desde los teléfonos celulares es creíble o no que
nunca se preocupara del aumento de los costos asociados a las facturas por
operaciones inexistentes? ¿Nunca se preguntó por qué en el año comercial 2006
hubo un aumento de los costos por $ 355.351.510? ¿Qué en el año comercial 2007
los costos aumentaron en $ 241.394.933? y que en el año comercial 2008 ese
aumento fue de $ 323.468.389? ¿Nunca se preguntó cómo era posible que pese a
la –supuesta- mala situación económica de la empresa, ésta cada año declaró
tener utilidades?
El acusado Mario Rojas Echeverría dijo que él personalmente le advirtió a
Guillermo Riveros Chacana del gran aumento de los costos de la empresa, pero
Riveros niega dicha advertencia. También Rojas Echeverría dijo que él pagaba las
facturas que le proporcionaba un tercero con el dinero que la propia Sociedad
Riward le proporcionaba, equivalente al 5% del IVA de dichas facturas. El monto
de ese dinero lo anotaba a mano, en las planillas de facturas por pagar, que le
proporcionaba a Riveros Chacana. Siendo ello verosímil, pues no parece
aceptable postular que Rojas Echeverría pagara la compra de tales facturas con
dineros propios, ¿cómo es posible que Guillermo Riveros Chacana afirme que él
nunca supo de tales facturas ajenas al normal desenvolvimiento de la sociedad
que él administraba?
Si bien Riveros Chacana justificó su desconocimiento respecto del manejo
contable y tributario de la sociedad Riward, escudándose en la gran cantidad de
trabajos que él debía supervisar, con obras y oficinas funcionando en diferentes
lugares del país, ninguna prueba adicional a sus meras declaraciones se presentó
al respecto. Ningún documento se presentó, por ejemplo, para demostrar la
existencia de tantas obras, en tantos lugares del país. De hecho, la sociedad
Riward Ingeniería y Construcción S.A registra un solo domicilio, el de calle Los
Lirios 1425 de Viña del Mar; no hay sucursales, ni oficinas en otros lugares.
Ha de tenerse presente, también, que Guillermo Riveros Chacana justificó
la existencia de balances que no se ajustan a la verdad, diciendo que una
empresa debe tener una buena imagen, que es necesario tener una apariencia de
buenos y exitosos negocios, para así obtener créditos ante los bancos o lograr
nuevos contratos. De hecho dijo que en el propio banco (no dijo en cual) les
habían dicho que el capital social de Riward era muy bajo, por lo que tenían que
aumentarlo. Todo esto lleva a entender que Riveros Chacana sí estaba al tanto
de la inclusión de información mendaz en los balances de la sociedad Riward
Ingeniería y Construcción S.A, con la finalidad de lograr esa apariencia que a él
le interesaba tener, no pudiéndose olvidar que él, en cuanto gerente y
administrador de la sociedad era quien aprobaba dichos manejos contables.
El Tribunal cree que Riveros ha escamoteado la verdad en partes de su
declaración ante el Tribunal, pretendiendo evadir su personal responsabilidad.
El cargo de administrador o de gerente general que Guillermo Riveros
Chacana detentaba en la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A no era un
cargo honorífico, ni un título de nobleza, una gracia concedida por razones
hereditarias o de otra índole. Desde luego que dichas condiciones implican
deberes y obligaciones, entre los cuales se encuentra el cumplimiento de las
obligaciones legales con un mínimo de diligencia.
En el presente caso, el Tribunal estima que la reiteración de las
conductas, las cuales se prolongaron durante varios años (curiosamente desde el
mismo año en que el acusado comenzó a detentar la calidad de administrador y
de gerente general de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A), sumado
a que efectivamente Guillermo Riveros Chacana suscribió declaraciones de
impuestos de la sociedad Riward, en las que se materializaron las conductas
consistentes en aumentar indebidamente el monto de los créditos fiscales que
válidamente podía invocar o en disminuir la base imponible del impuesto a la
renta de primera categoría de que era obligada a pagar dicha sociedad, a lo que
se añade lo manifestado por el acusado Mario Rojas, de haberle advertido
respecto del aumento de los costos de la empresa, aumento que claramente
también tenía que ver con el registro de facturas que daban cuenta de
operaciones inexistentes, que en la contabilidad se reflejaban como mayores
compras o pagos de bienes y servicios, permiten concluir que Guillermo Riveros
Chacana sabía y estuvo de acuerdo con las maniobras maliciosas descritas en los
hechos acreditados, descritos en el fundamento Vigésimo precedente, tendientes
a aumentar el verdadero monto de los créditos o imputaciones que Riward
Ingeniería y Construcción S.A tenía derecho a hacer valer en sus declaraciones
mensuales de impuestos a las ventas y servicios así como a inducir a la
liquidación de un impuesto inferior al que corresponda.
Es por todo ello que siendo doloso el comportamiento de Guillermo Riveros
Chacana, y siendo él el administrador o gerente general que personalmente ha
intervenido en los actos punibles, corresponde sancionarlo a título de autor de
los delitos que se han dado acreditados, previstos en los incisos 1º y 2º del
artículo 97 N° 4 del Código Tributario.
TRIGÉSIMO CUARTO: Que, por otra parte, se desestimará la pretensión
punitiva de la parte querellante en cuanto sostuvo la supuesta comisión del
delito previsto en el artículo 97 N° 4 inciso final del Código Tributario, por no
haberse acreditado los supuestos de hecho que lo configurarían.
Tal precepto legal sanciona al “ que maliciosamente confeccione, venda o facilite, a
cualquier título, guías de despacho, facturas, notas de débito, notas de crédito o boletas, falsas, con
o sin timbre del Servicio, con el objeto de cometer o posibilitar la comisión de los delitos descritos
en este número, será sancionado con la pena de presidio menor en sus grados medio a máximo y
con una multa de hasta 40 unidades tributarias anuales. ”
Para sí resolverlo el Tribunal tiene presente que la única prueba
presentada en el juicio, en relación al origen de las facturas utilizadas
indebidamente por la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A, fue la
espontánea declaración del acusado Mario Rojas Echeverría, quien manifestó que
un tercero se las comenzó a ofrecer y que él aceptó pagar por ellas, en efectivo,
el equivalente al 5% del IVA de cada una de ellas. Esta declaración, ausente de
otros respaldos probatorios, colisiona con lo previsto en el inciso final del
artículo 340 del Código Procesal Penal, el cual dispone “ No se podrá condenar a una
persona con el solo mérito de su propia declaración. ”
Además, ha de tenerse en consideración que dicha labor colaborativa de
Rojas Echeverría ya fue tenida en consideración para justificar con ella su
calidad de cómplice en la comisión del delito previsto en el artículo 97 N° 4
inciso 2º del Código Tributario, por lo cual ella no puede volver a considerarse
para fundar con ella la comisión de un nuevo ilícito, por así impedirlo el principio
ne bis in ídem.
Es por ello que no puede condenarse a Mario Rojas Echeverría como autor
de este delito, pues solamente su declaración lo inculpa de ello.
TRIGÉSIMO QUINTO: Que, a la luz de lo dispuesto en el artículo 112 del
Código Tributario se tendrán como cometidos en carácter de reiterado los delitos
previstos en los incisos 1º y 2º del artículo 97 N° 4 de dicho cuerpo legal.
Para así resolverlo se ha tenido en consideración que el artículo 112 citado
dispone que “Sin perjuicio de lo dispuesto en el N° 10 del artículo 97 en los demás casos de
infracciones a las leyes tributarias, sancionadas con pena corporal, se entenderá que existe
reiteración cuando se incurra en cualquiera de ellas en más de un ejercicio comercial anual. ”
En el presente caso se ha acreditado la comisión del delito previsto en el
inciso 2º del citado numeral 4º del artículo 97 en más de una treintena de
declaraciones mensuales de impuestos, que se extienden desde el mes de julio
del año 2005 hasta el mes de diciembre de 2008; ello implica la comisión de las
mismas en más de un ejercicio comercial anual.
A su vez, también se ha acreditado la comisión del delito previsto en el
inciso 1º del citado numeral 4º del artículo 97 del Código Tributario en cuatro
declaraciones anuales de impuesto a la renta, en las correspondientes a los años
tributarios 2006 a 2009, lo cual también implica la comisión de tal delito en más
de un ejercicio comercial anual.
En virtud de ello, al aplicarse la pena "hay que entender que sólo pueden aplicarse
los incisos 2º y 3º del Art. 351 del CPP, esto es, la acumulación material o bien la acumulación
ideal de delitos de especie diversa, en este último caso tomando el delito que con sus circunstancias
tiene asignada una pena mayor y aumentándola en uno o dos grados según el número de delitos. ”30
Atendido que la defensa del acusado Mario Rojas Echeverría planteó que
dicha regla del artículo 112 del Código Tributario no era aplicable a su parte, en
razón de no ser él un contribuyente, debe señalarse que dicha parte lleva la
razón en dicho tópico, y así lo ha resuelto la Excelentísima Corte Suprema en las
causas ROL 12.245-11 y ROL 1313-12, en la última de las cuales ha sostenido
“CUARTO: Que el rechazo de la solicitud de la querellante, en orden a regular la pena de la
acusada conforme al artículo 112 del Código Tributario se fundamentó en que ella sólo se aplica a
quienes tienen la calidad de contribuyentes, puesto que éstos son los presentan ejercicios
30
Van Weezel,“Delitos Tributarios”, Página 58.
comerciales anuales, lo que no se aplica al contador del contribuyente porque no le alcanza tal
deber.
Tal conclusión es correcta, de modo que no se ha incurrido por los jueces del fondo en la
infracción de ley que se les atribuye al rechazar el aumento de pena por tal motivo, desde que el
precepto en estudio claramente expresa que se aplica a quienes tienen la obligación de presentar
declaraciones para el cálculo de los tributos, la que no pesaba sobre la acusada, pues carecía de la
calidad de contribuyente. Por otra parte, dado que se trata de una norma que establece un aumento
de penalidad, su interpretación debe ser restrictiva y no es posible su aplicación por analogía.”
No obstante lo anterior, el que no se aplique a tal acusado la regla del
artículo 112 citado no impide que se concluya que su conducta sí consistió en
colaborar reiteradamente en la comisión del delito del cual es cómplice,
permitiendo la realización del respectivo hecho típico en varias oportunidades sin
que entre ellas mediara sentencia condenatoria alguna, lo que permite aplicar
las reglas generales del Derecho Penal y concluir que su participación criminal
también constituye un caso de reiteración en la comisión de delitos. En vista de
lo anterior, en lo que respecta al acusado Mario Rojas Echeverría, por su
responsabilidad en cuanto cómplice del delito reiterado previsto en el artículo 97
N° 4, inciso 2º del Código Tributario, se ha de aplicar la regla general prevista
para sancionar la reiteración de delitos, sea ella la prevista en el artículo 74 del
Código Penal o la del artículo 351 del Código Procesal Penal, según sea la más
favorable al enjuiciado, según se dirá más adelante.
TRIGÉSIMO SEXTO: Que, se desestimará la concurrencia de la agravante
prevista en el artículo 111 del Código Tributario, invocada por la parte
querellante, por no haberse acreditado la hipótesis de concierto allí aludida.
TRIGÉSIMO SÉPTIMO: Que, en la audiencia prevista en el artículo 343 del
Código Procesal Penal en representante del Ministerio Público señaló que
reconoce la concurrencia de la atenuante del artículo 11 Nº 6 del Código Penal,
respecto de cada uno de los acusados.
Para justificarla incorporó copia del extracto de filiación de Guillermo
Riveros Chacana, carente de sentencias condenatorias previas.
En el caso de Mario Rojas dijo que dicho extracto de filiación sí tiene
anotaciones condenatorias por infracción a la ley de cheques, pero considerando
su data, ellas se deben entender prescritas.
También sostuvo que concurre en favor de ambos acusados la atenuante
de colaboración sustancial al esclarecimiento de los hechos, prevista en el
artículo 11 Nº 9 del Código Penal, toda vez que ambos prestaron plena
colaboración en la entrega de antecedentes contables cuando ellos les fueron
solicitados; además, ambos prestaron declaración voluntaria ante el Tribunal y si
bien Rojas Echeverría fue más claro en admitir su responsabilidad en los hechos,
postula que a ambos acusados les favorece tal atenuante. En el caso de Riveros
Chacana, si bien su versión ante el Tribunal fue más evasiva de su
responsabilidad, él también proporcionó antecedentes valiosos, tales como
admitir su firma puesta en algunas de las declaraciones de impuesto presentadas
por la sociedad Riward que él representaba.
Dejará a criterio del tribunal la determinación de la entidad de la pena
aplicable.
En cuanto a la atenuante de colaboración sustancial pedida como muy
calificada, por la defensa de Mario Rojas, planteó que no se condice con la
alegación de infracción de garantías constitucionales y la realización de
actividades investigativas postulada por dicha defensa.
Hizo presente, en todo caso, que existe un perjuicio que supera los dos
millones de dólares.
Dejará la aplicación de penas alternativas a consideración del tribunal.
En cuanto a la atenuante del artículo 11 Nº 7 del Código Penal, planteada
por la defensa de Riveros Chacana, dijo que atendido el nivel de ingresos que se
refleja en el informe socioeconómico presentado por tal parte, que le califica
como perteneciente a una familia de clase media alta, y el monto del perjuicio
fiscal, no cree se pueda estimar como celosa la entrega de tres millones de
pesos. Sostiene que no se ha demostrado el celo necesario para configurar esa
minorante. Rechaza la concurrencia de esta tercera atenuante.
En cuanto a las penas sustitutivas, deja a criterio del tribunal el
otorgamiento respecto de tales medidas.
Por su parte, el representante de la Querellante señaló que también
estimaba del caso admitir la concurrencia de las atenuantes previstas en los
numerales 6 y 9 del artículo 11 del Código Penal.
Ambos condenados participaron en la etapa investigativa de recopilación
de antecedentes y luego prestaron declaración ante el Ministerio Público.
En cuanto a la pena aplicable, dijo que ha de aplicarse lo dispuesto en el
artículo 97 Nº 4 inciso 4º del Código Tributario que lleva a imponer la pena mayor
aplicable al delito más grave. Por ello pide una pena de presidio mayor en su
grado mínimo a la que se debe aplicar la reiteración del 112 del Código
Tributario y las dos atenuantes reconocidas; ello lleva a fijar la pena en 5 años y
un día para el acusado Riveros Chacana.
En el caso de Mario Rojas, dadas las atenuantes ya reconocidas y su
participación de cómplice, respecto del delito del artículo 97 N° 4, deja a
criterio del tribunal la determinación de la pena. En lo que concierne al delito
del artículo 100 del Código Tributario, que impone multa y pena privativa de
libertad, propone que de conformidad al artículo 68 del Código Penal el Tribunal
recorra la extensión de la pena y se imponga una multa de unas 5 Unidades
Tributarias Anuales.
Para el caso del acusado Riveros Chacana, postuló que las multas que se
le impongan han de ser a lo menos equivalentes a los perjuicios fiscales
establecidos.
También se opone a reconocer la atenuante de colaboración sustancial al
esclarecimiento de los hechos, respecto de Rojas Echeverría como muy
calificada.
Estima que el perjuicio fiscal es de quinientos millones de pesos y
fracción, dado el monto de las operaciones acreditadas. Este perjuicio no es un
elemento del tipo, pero en el caso concreto él si se produjo.
En cuanto a la supuesta reparación celosa del mal causado, sostuvo que
él no concurre, pues el celo es el interés o cuidado extremo, el esmero que se
pone en una causa. El perjuicio fiscal que –rápidamente- han estimado no
alcanza al 0,7 % del monto del dinero consignado para reparar ese perjuicio. Hizo
también presente que el artículo 111 del Código Tributario establece que el
hecho de haberse pagado el impuesto debido, sus intereses y sanciones
pecuniarias serán causales atenuantes de responsabilidad penal. Hoy la deuda
civil por los impuestos supera los dos mil millones de pesos y por eso es que el
monto señalado por la defensa es ínfimo e insuficiente.
Insistió en la aplicación de lo dispuesto en el artículo 97 Nº 4 inciso 4º del
Código Tributario.
TRIGÉSIMO OCTAVO: Que, en la referida oportunidad procesal la
Defensa del acusado Riveros también postuló la concurrencia de las atenuantes
previstas en el artículo 11 Nºs 6 y 9 del Código Penal. Estima que hubo una
colaboración efectiva de su parte, no solo ante el Servicio de Impuestos Internos
sino también ante la Policía de Investigaciones y también en la propia audiencia
de juicio oral.
Invocó, además, la reparación celosa del mal causado, ello en base a 9
depósitos de dinero hechos en la cuenta corriente del Juzgado de Garantía de
Viña del Mar, entre abril de 2011 y marzo de 2013, que, en total, asciende a
$3.680.000, según la certificación que se adjunta, emitida por el jefe de unidad
de servicios de dicho tribunal. Dijo que son consignaciones sucesivas que se
pudieron realizar debido a la disposición de bienes de su patrimonio.
Planteó, además, que de conformidad a ello, en lo que concierne al
delito previsto en el artículo 97 Nº4 inciso 1º se imponga una pena de entre 541
días a 3 años; respecto del delito previsto en el artículo 97 Nº 4, inciso 2º, pide
una pena de entre 3 años y un día y 5 años, con beneficio de libertad vigilada
intensiva. Postula la aplicación de dos penas separadas.
Proporciona, además, un informe social y sus anexos para justificar la
petición de aplicación de libertad vigilada intensiva, pues sostuvo que el acusado
cuenta con arraigo familiar y social, tiene un domicilio fijo, trabajo estable y
estas circunstancias hacen aconsejable la pena sustitutiva aludida.
Los anexos de tal informe, son los siguientes documentos: Certificado de
matrimonio de Guillermo Cristián Riveros Chacana; Información Equifax del RUT
10.195.414-7, correspondiente a Guillermo Cristian Riveros Chacana; Certificado
de nacimiento de Guillermo Andrés Riveros Báez y Macarena Ignacia Riveros
Rojas (hijos del acusado); Contrato de prestación de Servicios Educacionales
entre Guillermo Riveros Chacana y Universidad Andrés Bello para pago de
universidad año 2010 a su hija Macarena Ignacia (Ecoturismo) + anexo contrato
de prestación de servicios; Boleta de fecha 15.01.10, de pago de universidad;
Certificado de alumna regular de la carrera de Ecoturismo, en la UNAB, de
Macarena Riveros Rojas por el año 2010; Certificado de nacimiento de Bárbara
Carolina Riveros Rojas; Carta de fecha 29 de julio de 2005 de Isapre Masvida
dirigida al acusado Riveros Chacana que señala que se activa el programa GES
para su hija Bárbara; Certificado de nacimiento de Melisa Belén Riveros Rojas;
Contrato de prestación de servicios educacionales entre el Colegio Británico St.
Peter y Guillermo Riveros Chacana para la educación de Bárbara, de fecha 26 de
febrero de 2010.
Para efectos de la multa pide se aplique el mínimo de la multa
establecida y se le conceda la posibilidad de pagar en cuotas, por el máximo
tiemplo posible, solicitando expresamente que la libertad vigilada no esté
supeditada al pago de la multa.
A su turno, la Defensa de Mario Rojas Echeverría dijo que comparte la
concurrencia de la atenuante de irreprochable conducta anterior.
También postula la atenuante de colaboración sustancial al
esclarecimiento de los hechos, la cual pide sea considerada como muy calificada,
conforme lo autoriza el artículo 68 bis del Código Penal. Sostuvo que su
defendido concurrió durante la etapa de recopilación de antecedentes y prestó
toda la colaboración necesaria, declaró ante la Policía de Investigaciones y así
fue reseñado por don Marcelo Escobar, concurriendo voluntariamente sin que
estuviera previamente citado. Allí él declaró en los mismos términos que declaró
ante el Tribunal, y fue a raíz de esa declaración que se hizo una ampliación de
querella a su respecto, la cual permitió dirigir la acción penal en su contra.
Postuló que la colaboración de su representado fue de grado superlativo, no sólo
al establecimiento de los hechos, sino también de su propia participación.
Cree que la calificación de la atenuante no tiene el obstáculo de existir
también una agravante y de concurrir otras minorantes.
Propone se le imponga, en cuanto cómplice, la pena de presidio menor
grado medio; respecto del delito del artículo 100 del Código Tributario, también
una pena de presidio menor en grado medio a máximo. Al considerar las
atenuantes, invocó lo dispuesto en el artículo 68 inciso 3º del Código Penal,
pudiendo el tribunal imponer la pena rebajada en uno o dos grados.
Dijo que no puede hablarse de mal producido por el delito, pues no
consta algún impedimento de la buena administración del Estado.
Se allanó al monto de la multa propuesta por los acusadores, la que pide
sea pagada en cuotas en el mayor plazo legal. El oficio dirigido al Colegio de
contadores le impedirá, posiblemente el desempeño profesional, por ello
propone se le concedan 12 cuotas.
También solicitó que no se le condene en costas, pues no ha sido
totalmente vencido en el juicio, ya que se dictó una absolución por uno de los
cargos.
En cuanto a la sustitución de penas, incorporó un informe social y
sicológico hecho a su representado, el que justifica la imposición de ellas.
TRIGÉSIMO NOVENO: Que, en cuanto a la alegación de prescripción
formulada por la defensa del acusado Rojas Echeverría, debe señalarse que los
hechos ilícitos constitutivos del delito previsto en el artículo 97 N°4, inciso 2º del
Código Tributario, en el cual se ha estimado que Mario Rojas Echeverría tuvo
participación en calidad de cómplice, tuvieron lugar en los meses de julio a
noviembre de 2005, desde enero a mayo de 2006, desde julio a diciembre de
2006, desde enero a abril de 2007, en agosto de 2007, desde octubre a diciembre
de 2007, desde enero a septiembre de 2008, y desde noviembre a diciembre de
2008; y que dicho ilícito se ha estimado cometido en calidad de reiterado, según
antes ya se dijo. A su vez, el delito del artículo 100 del Código Tributario por el
cual se le estimó autor, tuvo su última expresión comisiva con motivo de la
presentación de la declaración de impuesto a la renta del año tributario 2009,
que data de abril de 2009.
Como la propia defensa de tal acusado señala que para resolver el asunto
ha de tenerse en consideración que su representado fue formalizado el 4 de
marzo de 2011 y la querella en su contra fue presentada por el Servicio de
Impuestos Internos el 13 de septiembre de 2010 debe concluirse que desde la
fecha de comisión del último de los ilícitos mencionados (diciembre 2008, en el
caso del delito del artículo 97 N°4, inciso 2º del Código Tributario; o abril de
2009, en el caso del delito del artículo 100) hasta la fecha de la formalización de
la investigación no alcanzó a transcurrir un plazo de cinco años.
Atendido, además, que el delito del artículo 97 N°4, inciso 2º del Código
Tributario, tiene una pena de crimen, la acción penal para perseguirlo prescribe
en 10 años, en tanto que la del delito del artículo 100 del Código Tributario
prescribe en 5 años, según se ve del artículo 94 del Código Penal.
Por consiguiente, no transcurrió el tiempo suficiente para que pueda
considerarse aplicable la prescripción de la acción penal, en el caso del delito
del artículo 97 N°4, inciso 2º del Código Tributario; ni tampoco el plazo de la
media prescripción, en el caso del delito previsto en el artículo 100 del Código
Tributario, ya que tampoco han mediado más de dos años y medio entre la
comisión del último delito y la fecha de formalización de la investigación del
acusado. En virtud de ello serán rechazadas las alegaciones formuladas al
respecto por la defensa de Mario Rojas Echeverría.
CUADRAGÉSIMO: Que, corresponde examinar la concurrencia de
circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal de los acusados.
Al respecto debe señalarse que no existe discusión entre la parte
acusadora y la defensa del acusado Guillermo Riveros Chacana, en el sentido de
admitir como concurrente en su favor la atenuante de irreprochable conducta
anterior, prevista en el artículo 11 N° 6 del Código Penal; dicha concordancia se
justificó presentando copia de su extracto de filiación carente de anotaciones
penales pretéritas, por lo que en virtud de ello el Tribunal hará lugar a dicha
alegación estimando concurrente dicha minorante.
Del mismo modo, no existe discusión entre la parte acusadora y la
defensa del acusado Guillermo Riveros Chacana, en el sentido de admitir como
concurrente en su favor la atenuante de colaboración sustancial al
esclarecimiento de los hechos, prevista en el artículo 11 N° 9 del Código Penal,
basados en el comportamiento de tal acusado, luego del descubrimiento de los
ilícitos materia de la acusación. Respecto de ello, el Tribunal ha de dejar
asentado que, efectivamente, de los antecedentes expuestos en la audiencia de
juicio se colige que Riveros Vega colaboró con la investigación, presentándose a
declarar ante los fiscalizadores tributarios y ante la Policía de Investigaciones,
proporcionándoles toda la documentación contable de la sociedad Riward
Ingeniería y Construcción S.A; además, él prestó declaración voluntaria en el
juicio y allí admitió varios elementos importantes para el establecimiento de su
responsabilidad, tales como su calidad de administrador, de socio y de gerente
general de dicha sociedad. Todo ello lleva al Tribunal como concurrentes, en el
presente caso, los requisitos de hecho que permiten estimar como efectivamente
sustanciales sus aportes al esclarecimiento de los hechos investigados y, en
virtud de ello, de concurrente en su favor la referida circunstancia atenuante.
Diferente es la situación que se observa en torno a la concurrencia, en
favor de Guillermo Riveros Chacana, de la atenuante prevista en el artículo 11 N°
7 del Código Penal, consistente en intentar reparar con celo el mal causado. La
defensa de tal enjuiciado la funda en la existencia de diferentes depósitos de
dinero (nueve en total), realizados entre los meses de abril de 2011 y marzo de
2013, que suman la cantidad final de $ 3.680.000.- que se encuentran
consignados en la cuenta corriente del Juzgado de Garantía de Viña del Mar,
según certificación extendida por el jefe de la unidad de servicios de dicho
tribunal, de fecha 7 de julio de 2014, que fue incorporado en la audiencia.
Si bien dicho monto de dinero puede ser importante, cuando se juzga el
común de los delitos, y existen antecedentes que indican que se habría reunido
luego de la venta de bienes propios del acusado, no puede estimarse que ello sea
suficiente para satisfacer las exigencias de la minorante que se ha invocado. Tal
minorante requiere de celo, esto es, de “ Cuidado, esmero, interés que alguien pone al
hacer algo.”, según se ve de la definición que proporciona el Diccionario de la
Lengua Española 2005 Espasa-Calpe. Dados los millonarios montos involucrados
en las maniobras dolosas tendientes a no pagar impuestos, que superan los varios
cientos de millones de pesos, de los que se ha estimado responsable al acusado,
la suma depositada se torna ínfima o muy menor frente al logro patrimonial
conseguido por los autores de los delitos en estudio.
Además, se ha de tener en consideración que la parte querellante se
opuso al reconocimiento de dicha atenuante basándose en lo establecido en el
inciso 1º del artículo 111 del Código Tributario que señala “ Art. 111. En los procesos
criminales generados por infracción a las normas tributarias, la circunstancia de que el hecho
punible no haya acarreado perjuicio al interés fiscal, como también el haberse pagado el impuesto
debido, sus intereses y sanciones pecuniarias, serán causales atenuantes de responsabilidad penal. ”
En el presente caso el testigo Oscar Retamal Méndez señaló que actualmente se
encuentran impagos impuestos por más de dos mil millones de pesos, que se
encuentran en etapa de cobro civil, originados en el presente caso. Todo ello
lleva al Tribunal a desestimar la concurrencia de la minorante alegada, por
estimar que no se cumplen los requisitos de hecho para admitir su concurrencia.
CUADRAGÉSIMO PRIMERO: Que, en cuanto concierne al acusado Mario
Rojas Echeverría, no existe discusión entre la parte acusadora y su defensa en el
sentido de admitir como concurrente en su favor la atenuante de irreprochable
conducta anterior, prevista en el artículo 11 N° 6 del Código Penal; respecto de
dicha situación se presentó copia de su extracto de filiación y antecedentes, en
el cual consta la existencia de una anotación en el Registro General de Condenas,
referida a una sentencia condenatoria previa, del 2º Juzgado del Crimen de
Valparaíso, en causa ROL 52.838, que con fecha 31 de octubre de 1964 lo
condenó como autor de Giro Doloso de Cheque.
La existencia de dicha anotación, que atestigua la existencia de un
reproche penal pretérito, impide –en concepto del Tribunal- reconocer la
atenuante invocada, consistente en la irreprochable conducta anterior, pues el
establecer la concurrencia de la atenuante en examen implica constatar que sí
existe lo que, en realidad, en el presente caso, no existe. Decir que alguien tiene
una conducta anterior irreprochable es incompatible con el hecho de constatar
que dicho reproche sí ha existido. El Tribunal está obligado a respetar las reglas
de la lógica y resolver lo contrario, respecto de este punto, supone infringir el
principio lógico de la no contradicción.
En diferente situación se encuentra el acusado Mario Rojas Echeverría en
lo que atañe a la minorante de colaboración sustancial al esclarecimiento de los
hechos, prevista en el artículo 11 N° 9 del Código Penal, la cual es reconocida
tanto por la parte acusadora como por su defensa; en efecto, Rojas Echeverría
tan pronto fue citada la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A por parte
de los fiscalizadores del Servicio de Impuestos Internos, comenzó a colaborar con
la investigación del asunto, y también declaró ante ellos pese a que inicialmente
no estaba citado a hacerlo. Su colaboración se extendió tanto durante la etapa
investigativa como durante la audiencia de juicio oral y él proporcionó
antecedentes que no emanaron de ninguna otra fuente (como los relativos al
origen de las facturas que fueron utilizadas por Riward), todo lo cual sumado a su
llana admisión de responsabilidad llevan no sólo a reconocer la concurrencia de
dicha minorante en su beneficio, sino que a hacer lugar, también, a la petición
de su defensa en orden a tener dicha atenuante como configurada en forma de
muy calificada.
CUADRAGÉSIMO SEGUNDO: Que, corresponde ahora precisar las penas que
han de imponerse a los sentenciados.
En cuanto al acusado Guillermo Riveros Chacana ha de considerarse que él
es responsable, a título de autor, de los delitos previstos en el artículo 97 N° 4,
inciso 1º e inciso 2º del Código Tributario; y que tales delitos se han estimado
cometidos en carácter de reiterados. Tales delitos se han de tener por cometidos
en carácter de consumado, desde que se han satisfecho las respectivas
exigencias típicas que los describen, los que no requieren la producción de un
perjuicio y que se perfeccionan desde el momento en que se presentan las
declaraciones maliciosas que los constituyen.
Atendido el rango legal de las penas previstas para tales ilícitos, y a la
aplicación de la regla de reiteración del artículo 112 del Código Tributario, ya
explicada en el fundamento Trigésimo quinto, se ha de aplicar la pena del delito
que con sus circunstancias tiene asignada una pena mayor y ella ha de
aumentarse en uno o dos grados.
Así, como la pena del delito citado en el inciso 2º es mayor a la del delito
del inciso 1º, ambos del artículo 97 N° 4 del Código Tributario, se ha de atender
a su tramo mayor (el presidio mayor en su grado mínimo) y él ha de elevarse en
un grado (al presidio mayor en su grado medio); respecto de éste grado han de
aplicarse las dos circunstancias atenuantes que se han dado por concurrentes y
conforme a ello y a lo previsto en el artículo 67 del Código Penal, que dispone
“Siendo dos o más las circunstancias atenuantes y no habiendo ninguna agravante, podrá el tribunal
imponer la inferior en uno o dos grados, según sea el número y entidad de dichas circunstancias. ”
En virtud de ello el Tribunal hará uso de la facultad referida y e impondrá
la pena inferior en un grado, la que así se fijará en el presidio mayor en su grado
mínimo, según se precisará en lo dispositivo de la sentencia, la que se impondrá
como pena única.
Atendida la extensión de la pena privativa de libertad que se debe
imponer, resulta improcedente la imposición de una pena sustitutiva de ella, por
no reunirse en el caso concreto los requisitos previstos en las disposiciones de los
artículos 4, 8, 11, 15 o 15 bis de la Ley 18.216. En virtud de ello resulta
impertinente examinar la prueba documental ofrecida por su parte para
justificar la aplicación de una pena sustitutiva.
En cuanto a la imposición de una pena de multa, debe señalarse que en el
caso del delito previsto en el inciso 1º del artículo 97 N° 4 del Código Tributario,
dicha sanción pecuniaria supone determinar “el valor del tributo eludido”, lo
cual no se estableció en el presente caso, por lo que dicha multa, vinculada a
dicho ilícito, no podrá imponerse en el presente caso.
En diferente situación se encuentra la multa prevista en el inciso 2º del
artículo 97 N° 4 del Código Tributario, pues ella se ha de imponer en base “a lo
defraudado”; y, como en este caso el delito se cometía aumentando
indebidamente el monto del crédito fiscal que se podía hacer valer, lo que en el
caso concreto se realizó imputando el IVA de las facturas referidas a operaciones
inexistentes, cuyo monto sí se determinó y se fijó en la suma de $184.749.181.-
el Tribunal se estará a dicha cantidad para imponer la multa referida.
CUADRAGÉSIMO TERCERO: Que, en el caso del acusado Mario Rojas
Echeverría, se ha de tener en consideración que él ha resultado ser autor del
delito previsto en el artículo 100 del Código Tributario y cómplice en el delito
reiterado previsto en el artículo 97 N° 4, inciso 2º, del Código Tributario. En su
favor concurre una circunstancia atenuante de responsabilidad, la que se ha
configurado en carácter de muy calificada.
Ha de tenerse presente que el delito del artículo 100 del Código Tributario
se ha de sancionar con multa de una a diez unidades tributarias anuales y “ podrá
ser castigado con presidio menor en sus grados medio a máximo, según la gravedad de la
infracción…” y “Además, se oficiará al Colegio de Contadores para los efectos de las sanciones
que procedan.”
Atendido que respecto de dicho ilícito concurre una atenuante muy
calificada el Tribunal, de conformidad al artículo 68 bis del Código Penal el
Tribunal puede imponer la pena inferior en un grado al mínimo de la señalada al
delito. Es por ello que tal pena, en el presente caso al fijará en el presidio menor
en sus grado mínimo; y, la multa la impondrá en su tramo inferior.
En lo que concierne a la pena por su responsabilidad de cómplice en el
delito reiterado del artículo 97 N° 4, inciso 2º, del Código Tributario, debido a lo
dispuesto en el artículo 51 del Código Penal, ella se rebajará en un grado del
mínimo, quedando así en el tramo del presidio menor en su grado medio. Luego,
por aplicación de la regla genérica de reiteración, siendo ello más favorable, se
aplicará la del artículo 351 inciso 1º del Código Procesal Penal y así se aumentará
en un grado la pena antes fijada, quedando ella en el tramo del presidio menor
en su grado máximo.
De conformidad a lo anterior, a la extensión temporal de las penas
privativas de libertad que ha de aplicarse al enjuiciado Mario Rojas Echeverría,
las que sumadas no exceden los cinco años de privación de libertad pero sí
superan los tres años de ella, se impondrá a su respecto la pena de libertad
vigilada intensiva, solicitada por su defensa, pues respecto de tal acusado se
cumplen las exigencias previstas en el artículo 15 bis de la Ley 18.216, fijándose
como plazo de intervención uno igual al de la sumatoria de las dos penas que se
le sustituyen.
En fin, en lo que concierne a la posibilidad de imponerle al sentenciado
Rojas Echeverría la multa a que alude el artículo 97 N° 4, inciso 2º, del Código
Tributario, ella se desestimará, por entender el Tribunal que al fijarse el monto
de la misma en base al monto de lo defraudado, se está aludiendo al beneficio
obtenido por el contribuyente, único posible autor de dicho ilícito, calidad que
no se condice con la participación que a título de cómplice se estableció
respecto del enjuiciado Rojas Echeverría.
Por estas consideraciones y visto lo dispuesto en los artículos 1, 5, 11 N °
6, y N° 9, 14 N° 1 y N° 2, 15 N° 1, 16, 18, 21, 25, 28, 30, 47, 49, 50, 51, 56, 57,
58, 67, 68, 68 bis, 70, 94 y 96 del Código Penal;1, 2, 4, 8, 16, 17, 29, 33, 97, 99,
100, 111 y 112 del Código Tributario; 1, 45, 46, 47, 266, 275, 281 y siguientes,
295, 296, 297, 309, 314, 323, 325 y siguientes, 338, 339, 340 al 346, 348, 351 y
468 del Código Procesal Penal, se declara:
I.- Que, se absuelve al acusado MARIO ENRIQUE ROJAS ECHEVERRÍA,
Cédula Nacional de Identidad N° 3.124.105-7, ya individualizado, de la acusación
particular que lo estimó autor del delito previsto en el artículo 97 N° 4 inciso
final del Código Tributario, supuestamente cometido en esta ciudad, en los
períodos tributarios que abarcan desde julio a noviembre de 2005, desde enero a
mayo de 2006, desde julio a diciembre de 2006, desde enero a abril de 2007,
desde junio a diciembre de 2007, desde enero a septiembre de 2008, noviembre
y diciembre de 2008.
II.- Que se condena, con costas, al acusado GUILLERMO CRISTIAN
RIVEROS CHACANA, Cédula Nacional de Identidad N° 10.195.413-7, ya
individualizado, a cumplir la pena única de CINCO AÑOS y UN DÍA de presidio
mayor en su grado mínimo, a las accesorias de inhabilitación absoluta perpetua
para cargos y oficios públicos y derechos políticos y de la inhabilitación absoluta
para profesiones titulares mientras dure la condena y al pago de una multa
ascendente al cien por ciento de lo defraudado, esto es, la suma de
$184.749.181.- por su participación como autor de los delitos previstos el
artículo 97 N° 4, incisos 1 y inciso 2° del Código Tributario, cometidos de
manera reiterada, en esta ciudad de Viña del Mar en los períodos de julio a
noviembre de 2005, desde enero a mayo de 2006, desde julio a diciembre de
2006, desde enero a abril de 2007, en agosto de 2007, desde octubre a diciembre
de 2007, desde enero a septiembre de 2008, y desde noviembre a diciembre de
2008 y con motivo de las declaraciones de impuesto a la renta de los años
tributarios 2006 a 2009.
Atendida la entidad de la multa aplicada y haciendo uso de la facultad
concedida en el artículo 70 del Código Penal, se concede al sentenciado RIVEROS
CHACANA un plazo de doce meses para satisfacerla, debiendo en consecuencia,
enterar en arcas fiscales durante el período de doce meses una duodécima parte
de las respectiva multa adeudada, haciéndose exigible el total de la multa
adeudada en el caso de no pago de una sola de las cuotas.
III.- El sentenciado Guillermo Cristian Riveros Chacana deberá cumplir
efectivamente la pena impuesta, por no concurrir los requisitos legales para
autorizar la imposición de alguna pena sustitutiva. Debe dejarse asentado que no
existe tiempo de privación de libertad que considerar en su favor.
IV.- Se condena, con costas, al acusado MARIO ENRIQUE ROJAS
ECHEVERRÍA, Cédula Nacional de Identidad N° 3.124.105-7, ya individualizado, a
cumplir la pena de QUINIENTOS CUARENTA DÍAS de presidio menor en su grado
mínimo, a las accesorias de suspensión de cargo u oficio público durante el
tiempo de la condena y al pago de una multa ascendente a Dos Unidades
Tributarias Anuales, en su calidad de autor del delito previsto en el artículo
100 del Código Tributario, cometido en esta ciudad de Viña del Mar, con motivo
de las declaraciones de impuesto a la renta de los años tributarios 2006 a 2009.
V.- Se condena, con costas, al acusado MARIO ENRIQUE ROJAS
ECHEVERRÍA, Cédula Nacional de Identidad N° 3.124.105-7, ya individualizado, a
cumplir la pena de TRES AÑOS y UN DÍA de presidio menor en su grado máximo,
y a las accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos y
de la inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de
la condena, en su calidad de cómplice del delito previsto en el artículo 97 N° 4,
inciso 2° del Código Tributario, cometido de manera reiterada, en esta ciudad
de Viña del Mar, en los períodos de julio a noviembre de 2005, desde enero a
mayo de 2006, desde julio a diciembre de 2006, desde enero a abril de 2007, en
agosto de 2007, desde octubre a diciembre de 2007, desde enero a septiembre
de 2008, y desde noviembre a diciembre de 2008.
Atendida la entidad de la multa impuesta y haciendo uso de la facultad
concedida en el artículo 70 del Código Penal, se concede al sentenciado Rojas
Echeverría un plazo de diez meses para satisfacerla, debiendo en consecuencia,
enterar en arcas fiscales durante el período de diez meses una décima parte de
la respectiva multa adeudada; el no pago de una sola de las cuotas hará exigible
el total de la multa adeudada.
Por reunirse respecto del sentenciado Rojas Echeverría los requisitos
legales establecidos en el artículo 15 bis de la Ley 18.216, se le sustituyen las
penas corporales impuestas por la pena sustitutiva de libertad vigilada
intensiva, fijándose como plazo de intervención la sumatoria de las dos penas
privativas de libertad que se le sustituyen.
Si la pena sustitutiva le fuere revocada, al condenado deberá cumplir el
saldo que le reste de las penas corporales impuestas, efectivamente privado de
libertad, las que se le contarán, en el orden de su gravedad, desde que se
presente o sea habido, sin que existan abonos que considerar, según se
desprende del auto de apertura del presente juicio.
Devuélvase a las partes la documentación acompañada.
Ejecutoriada la presente sentencia, dese cumplimiento a lo dispuesto en
el artículo 468 del Código Procesal Penal, en relación con los artículos 14 letra f)
y 113 inciso 2° del Código Orgánico de Tribunales.
Redactada por el juez don Juan Ángel Muñoz López.
Regístrese, comuníquese, en su oportunidad, al Juzgado de Garantía de
Viña del Mar para su cumplimiento, hecho archívese.
R.U.C. 09 10 02 55 66 - 6
R.I.T. 243 - 2014
Sentencia pronunciada por la Primera Sala del Tribunal de Juicio Oral en
lo Penal de Viña del Mar, presidida por la magistrado doña Claudia Parra
Villalobos e integrada, además, por los Jueces don Juan Ángel Muñoz López y,
doña Mónica Gutiérrez Fuentealba, titulares de este Tribunal.