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DELITO : Infracción Artículo 97 N° 4 del Código Tributario

RUC : 09 10 02 55 66 - 6
ROL INTERNO : 243 – 2014
CÓDIGO : 5003
IMPUTADOS : GUILLERMO CRISTIAN RIVEROS CHACANA y MARIO
ENRIQUE ROJAS ECHEVERRÍA
FISCAL : Lionel González González
QUERELLANTE S.I.I. : Pablo Emilio Bustos Sánchez y José Enrique Carcacía
Vilches
DEFENSORES : Juan Carlos Manríquez y Luis Felipe Ossandón.
___________________________________________________________________/

Viña del Mar, a nueve de octubre de dos mil catorce.

VISTO, OÍDO Y CONSIDERANDO:

PRIMERO: Que, con fechas 22, 23, 24, 25, 26, 29 y 30 de septiembre y 1
de octubre del año en curso, ante esta Primera Sala del Tribunal de Juicio Oral
en lo Penal de Viña del Mar, presidida por la magistrado doña Claudia Parra
Villalobos e integrada, además, por los magistrados don Juan Ángel Muñoz López
y doña Mónica Gutiérrez Fuentealba, se llevó a efecto la audiencia de juicio oral
relativa a la causa R.U.C. 09 10 02 55 66 - 6, Rol Interno 243 - 2014, para
juzgar la acusación deducida por el Ministerio Público, representado durante el
juicio por el Fiscal adjunto don Lionel González González, y por la parte
querellante, el Servicio de Impuestos Internos, representado durante el juicio por
los abogados Pablo Emilio Bustos Sánchez y José Enrique Carcacía Vilches, en
contra del acusado GUILLERMO CRISTIAN RIVEROS CHACANA, Cédula Nacional
de Identidad N° 10.195.413-7, sin apodos, natural de Viña del Mar, de 46 años
de edad, casado, estudios incompletos de ingeniería eléctrica; domiciliado en 5
Norte 1061, Viña del Mar; y en contra de MARIO ENRIQUE ROJAS ECHEVERRÍA,
Cédula Nacional de Identidad N° 3.124.105-7, natural de Valparaíso, de 82 años
de edad, casado, contador general, domiciliado en calle Quinta Vergara N° 910,
Depto. N° 620, Siete Hermanas, Viña del Mar, quienes fueron representados por
los Defensores Penales Privados don Juan Carlos Manríquez, doña Ana Brintrup
Bahamondes y don José Álvarez Fernández, en el caso de Riveros Chacana; y por
don Luis Felipe Ossandón, en el caso de Rojas Echeverría.
SEGUNDO: Que, los hechos materia de la acusación, según se lee en el
auto de apertura, son los siguientes:
ACUSACIÓN FORMULADA POR EL MINISTERIO PÚBLICO:
“Hecho número 1: Delito del Inciso segundo del art 97 del Código
Tributario.
El imputado Guillermo Cristian Riveros Chacana, RUT 4.359.552.-0 en su
calidad de administrador de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A.,
RUT N° 96.527.370-0, en concierto con el contador de la sociedad Mario Enrique
Rojas Echeverría, RUT N° 3.124.105-7, en los períodos tributarios mensuales
que abarcan: a) desde Julio a Noviembre de 2005, b) Enero a Mayo de 2006; c)
julio a Diciembre de 2006, d) Enero a Abril de 2007; e) Junio a Diciembre de
2007; f) Enero a Septiembre de 2008 y g) Noviembre y Diciembre de 2008,
aumentaron el verdadero monto de los créditos o imputaciones que tenían
derecho a hacer valer por concepto de IVA, por la vía de incorporar en los libros
de compraventa de la empresa referida, en forma habitual y reiterada, 287
facturas falsas provenientes de 19 supuestos proveedores que más adelante se
indican, por operaciones que no se llevaron a cabo realmente generando de esa
forma, en cada período mensual, créditos fiscales de Impuesto al Valor Agregado
IVA aparente, maniobra que utilizaron para disminuir indebidamente el pago del
referido tributo, con el consecuente perjuicio equivalente al importe del IVA que
tales facturas consignan.
Además de la incorporación de las facturas, cupo al imputado Mario Rojas
Echeverría facilitarlas, obteniéndolas previamente de terceros, posibilitando de
ese modo la ejecución del delito.
Del modo antedicho, los imputados Guillermo Riveros Chacana y Mario
Enrique Rojas Echeverría se hicieron copartícipes del delito previsto en el inciso
segundo del artículo 97 número 4 del Código Tributario.
HECHO N° 2:
El imputado Guillermo Cristian Riveros Chacana, RUT 4.359.552.-0 en su
calidad de administrador de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A.,
RUT N° 96.527.370-0, en concierto con el contador de la sociedad Mario Enrique
Rojas Echeverría, RUT N° 3.124.105-7, en los respectivos períodos tributarios
correspondientes a los años 2006, 2007, 2008 y 2009, presentaron declaraciones
maliciosamente falsas de impuesto a la Renta de Primera Categoría de la
sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A , por vía de incorporar en la
contabilidad de esta última las facturas a que alude el hecho 1 anterior,
sabiendas de su falsedad, maniobra ejecutada con la finalidad de rebajar
ilegítimamente la base imponible del tributo respectivo en los señalados
períodos, a través de la imputación de gastos y costos inexistentes, con el
consecuente perjuicio equivalente al monto neto indicado en las aludidas
facturas.
Del modo antedicho, los imputados Guillermo Riveros Chacana y Mario
Enrique Rojas Echeverría se hicieron copartícipes del delito previsto en el inciso
primero del artículo 97 número 4 del Código Tributario.
Las facturas de las cuales se hizo uso para la comisión de los delitos
descritos en los hechos precedentes fueron las siguientes:

DETALLE DE FACTURAS Y PROVEEDORES


RIWARD Y INGENIERÍA Y CONSTRUCCIÓN S.A., RUT N° 96.527.370-0
1. Contribuyente: HÉCTOR FERNANDO GAETE SAGAL RUT N°:
3.966.128-4


Folio Fecha Período Monto Monto Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto IVA Total
a
000450 49503 24-11-2006 11-2006 4.587.000 871.530 5.458.530
000452 49504 24-11-2006 11-2006 8.513.087 1.617.487 10.130.574
000452 49505 24-11-2006 11-2006 4.728.150 898.349 5.626.499
000457 49508 25-11-2006 11-2006 2.917.500 554.325 3.471.825
000457 49514 27-11-2006 11-2006 3.085.560 586.256 3.671.816
000472 49520 01-12-2006 12-2006 6.358.500 1.208.115 7.566.615
000472 49521 01-12-2006 12-2006 8.596.412 1.633.318 10.229.730
000473 49533 06-12-2006 12-2006 5.250.500 997.595 6.248.095
000475 49541 07-12-2006 12-2006 3.958.650 752.144 4.710.794
000727 49546 05-01-2007 01-2007 7.745.780 1.471.698 9.217.478
000727 49547 05-01-2007 01-2007 4.300.000 817.000 5.117.000
000728 49548 05-01-2007 01-2007 3.465.875 658.516 4.124.391
000728 49549 05-01-2007 01-2007 4.480.500 851.295 5.331.795
000757 50953 30-03-2007 03-2007 4.525.000 859.750 5.384.750
000753 50954 30-03-2007 03-2007 6.528.435 1.240.403 7.768.838

Folio Fecha Período Monto Monto Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto IVA Total
a
000754 50955 30-03-2007 03-2007 6.567.000 1.247.730 7.814.730
000755 50956 30-03-2007 03-2007 3.394.750 645.003 4.039.753
000758 50957 30-03-2007 03-2007 4.254.500 808.355 5.062.855
000770 51031 30-04-2007 04-2007 7.466.592 1.418.652 8.885.244
000770 51032 30-04-2007 04-2007 7.552.150 1.434.909 8.987.059
000771 51033 30-04-2007 04-2007 3.520.000 688.800 4.188.800
000772 51034 30-04-2007 04-2007 3.808.000 723.520 4.531.520
000861 51915 23-08-2007 08-2007 2.246.700 426.873 2.673.573
000911 52034 10-10-2007 10-2007 2.818.500 535.515 3.354.015
000911 52039 12-10-2007 10-2007 2.779.380 528.082 3.307.462
000911 52045 16-10-2007 10-2007 2.827.675 537.258 3.364.933
000934 52114 16-11-2007 11-2007 3.428.655 651.444 4.080.099
000930 52127 22-11-2007 11-2007 3.628.155 689.349 4.317.504
000928 52139 26-11-2007 11-2007 3.628.155 689.349 4.317.504
001127 53115 10-01-2008 01-2008 3.208.675 609.648 3.818.323
001124 53123 14-01-2008 01-2008 2.986.550 567.444 3.553.994
001126 53132 18-01-2008 01-2008 2.115.360 401.918 2.517.278
001119 53134 22-01-2008 01-2008 2.356.175 447.673 2.803.848
001120 53140 25-01-2008 01-2008 2.766.500 525.635 3.292.135
001167 53254 19-02-2008 03-.2008 1.915.450 363.936 2.279.386
001166 53262 22-02-2008 03-2008 3.415.685 648.980 4.064.665
001166 53273 26-02-2008 03-2008 3.108.500 590.615 3.699.115
001167 53347 07-03-2008 03-2008 1.936.200 367.878 2.304.078
001171 53353 12-03-2008 03-2008 2.058.120 391.043 2.449.163
001355 53354 10-12-2008 12-2008 3.126.455 594.026 3.720.481
001168 53362 17-03-2008 03-2008 1.642.198 312.018 1.954.216
001166 53371 27-03-2008 03-2008 1.875.450 356.336 2.231.786
001356 53372 12-12-2008 12-2008 2.948.555 560.225 3.508.780
TOTALES 172.421.034 32.779.995 205.181.029

2. Contribuyente: COMERCIAL LIZAMA S.A.


RUT N°: 79.950.730-7

Folio N° Fecha Período Monto Monto Monto


L. C. Factura Emisión Registro Neto IVA Total
000315 15054 19-04-2006 04-2006 8.037.250 1.527.078 9.564.328
000317 15058 21-04-2006 04-2006 3.186.200 605.378 3.791.578
000320 15063 25-04-2006 04-2006 7.510.878 1.427.067 8.937.945
000325 15070 28-04-2006 04-2006 4.374.900 831.231 5.206.131
000328 15076 05-05-2006 05-2006 8.881.250 1.687.438 10.568.688
000333 15078 08-05-2006 05-2006 4.768.800 906.072 5.674.872
000333 15083 12-05-2006 05-2006 6.400.510 1.216.097 7.616.607
000338 15086 15-05-2006 05-2006 5.325.500 1.011.845 6.337.345
000360 15090 01-06-2006 07-2006 4.325.800 821.902 5.147.702
000361 15093 02-06-2006 07-2006 4.618.120 877.443 5.495.563
000362 15094 02-06-2006 07-2006 4.748.100 902.139 5.650.239
000363 15097 05-06-2006 07-2006 5.412.500 1.028.375 6.440.875
000362 15098 05-06-2006 07-2006 4.311.500 819.185 5.130.685
000389 15164 15-06-2006 08-2006 3.938.500 748.315 4.686.815
000389 15167 17-07-2006 08-2006 7.562.540 1.436.883 8.999.423
000389 15171 19-07-2006 08-2006 4.550.000 864.500 5.414.500
TOTALES 87.952.348 16.710.948 104.663.296

3. Contribuyente: ANTONIO SAAVEDRA DIAZ E HIJOS LIMITADA


RUT N°: 77.175.780-4

Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
000394 4606 11-08-2006 08-2006 3.615.475 686.940 4.302.415
 00039
4 4613 16-08-2006 08-2006 3.821.175 726.023 4.547.198
000397 4617 18-08-2006 08-2006 4.459.000 847.210 5.306.210
000400 4622 21-08-2006 08-2006 5.695.914 1.082.224 6.778.138
 00040
0 4626 23-08-2006 08-2006 5.791.100 1.100.309 6.891.409
 00040
0 4631 27-08-2006 08-2006 3.204.800 608.912 3.813.712
000412 4635 06-09-2006 09-2006 3.817.122 725.253 4.542.375
000413 4640 08-09-2006 09-2006 3.145.795 597.701 3.743.496
000413 4641 08-09-2006 09-2006 3.655.500 694.545 4.350.045
000415 4644 09-09-2006 09-2006 4.926.500 936.035 5.862.535
000416 4646 11-09-2006 09-2006 8.651.397 1.643.765 10.295.162
000418 4649 12-09-2006 09-2006 5.601.800 1.064.342 6.666.142
4710 20-10-2006 10-2006 4.695.500 892.145 5.587.645
4711 20-10-2006 10-2006 8.590.801 1.632.252 10.223.053
000432 4712 20-10-2006 10-2006 5.225.500 992.845 6.218.345
TOTALES 74.897.379 14.230.501 89.127.880

4. Contribuyente: IMEIN S.A. RUT N°: 88.279.700-7

Folio N° Fecha Período Monto


Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
000847 28314 20-08-2007 08-2007 2.488.750 472.863 2.961.613
000851 28315 20-08-2007 08-2007 3.216.150 611.069 3.827.219
000861 28316 08-2007 3.111.100 591.109 3.702.209
000847 28330 31-08-2007 08-2007 2.875.600 546.364 3.421.964
000848 28331 08-2007 1.946.500 369.835 2.316.335
000963 28773 31-12-2007 12-2007 3.855.675 732.578 4.588.253
000964 28774 31-12-2007 12-2007 4.321.500 821.085 5.142.585
001120 28775 31-12-2007 01-2008 4.521.250 859.038 5.380.288
 00096
4 28776 31-12-2007 12-2007 3.828.166 727.352 4.555.518
000964 28777 31-12-2007 12-2007 3.821.560 726.096 4.547.656
001125 28851 23-01-2008 01-2008 3.268.650 621.044 3.889.694
001128 28852 23-01-2008 01-2008 3.828.915 727.494 4.556.409
001127 28857 29-01-2008 01-2008 3.397.835 645.589 4.043.424
001126 28862 13-01-2008 01-2008 3.391.825 644.447 4.036.272
001120 28863 31-01-2008 01-2008 3.968.175 753.953 4.722.128
001167 29226 01-02-2008 03-2008 3.946.155 749.769 4.695.924
001166 29233 06-02-2008 03-2008 3.028.560 575.426 3.603.986
001166 29239 13-02-2008 03-2008 3.676.125 698.464 4.374.589
001166 29247 18-02-2008 03-2008 3.571.620 678.608 4.250.228
001167 29266 03-2008 3.946.155 749.769 4.695.924
001348 31681 04-12-2008 12-2008 3.426.170 650.972 4.077.142
001351 31682 30-12-2008 12-2008 3.545.615 673.667 4.219.282
001344 31683 24-12-2008 12-2008 2.746.150 521.769 3.267.919
001357 31684 17-12-2008 12-2008 2.733.200 519.308 3.252.508
TOTALES 82.461.401 15.667.668 98.129.069

5. Contribuyente: SOCIEDAD DISTRIBUIDORA Y


COMERCIALIZADORA DASCO LIMITADA
RUT N°: 78.095.620-8
Folio N° Fecha Período Monto
Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
 00043
2 70756 16-10-2006 10-2006 2.965.175 563.383 3.528.558
000432 70760 17-10-2006 10-2006 2.418.121 459.443 2.877.564
000728 70770 15-01-2007 01-2007 3.385.500 643.245 4.028.745
000473 70798 25-12-2006 12-2006 3.816.550 725.145 4.541.695
000475 70799 25-12-2006 12-2006 3.125.976 593.935 3.719.911
000861 75226 08-2007 2.654.500 504.355 3.158.855
000854 75227 31-08-2007 08-2007 2.422.200 460.218 2.882.418
000860 75228 31-08-2007 08-2007 2.416.550 459.145 2.875.695
000911 75513 18-10-2007 10-2007 2.505.675 476.078 2.981.753
000911 75550 24-10-2007 10-2007 2.844.680 540.489 3.385.169
000929 76132 14-11-2007 11-2007 3.876.550 736.545 4.613.095
000937 76147 19-11-2007 11-2007 3.678.450 698.906 4.377.356
000963 76253 07-12-2007 12-2007 3.224.650 612.684 3.837.334
000964 76264 10-12-2007 12-2007 3.467.895 658.900 4.126.795
000964 76271 12-12-2007 12-2007 3.125.165 593.781 3.718.946
000964 76277 13-12-2007 12-2007 3.579.450 680.096 4.259.546
000964 76289 17-12-2007 12-2007 3.246.785 616.889 3.863.674
001166 77423 07-02-2008 03-2008 2.877.450 546.716 3.424.166
 00116
6 77435 12-02-2008 03-2008 2.895.120 550.073 3.445.193
001167 77447 21-02-2008 03-2008 3.348.850 636.282 3.985.132
001357 77552 15-12-2008 12-2008 2.934.815 557.615 3.492.430
 00117
9 77553 04-03-2008 03-2008 2.316.458 440.127 2.756.585
001177 77561 10-03-2008 03-2008 1.986.185 377.375 2.363.560
001170 77573 17-03-2008 03-2008 1.789.546 340.014 2.129.560
001357 77580 18-12-2008 12-2008 3.421.180 650.024 4.071.204
001174 77594 28-03-2008 03-2008 1.770.255 336.348 2.106.603
TOTALES 76.093.731 14.457.811 90.551.542

6. Contribuyente: FERRETERÍA INDUSTRIAL S.A.


RUT N°: 99.552.660-3


Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
 00026
4 31887 03-01-2006 01-2006 2.367.442 449.814 2.817.256
000265 31891 05-01-2006 01-2006 2.275.190 432.286 2.707.476
000268 31897 10-01-2006 01-2006 6.042.500 1.148.075 7.190.575
000267 31899 11-01-2006 01-2006 7.545.000 1.433.550 8.978.550
000282 31951 04-02-2006 02-2006 7.207.750 1.369.473 8.577.223
000299 31955 03-03-2006 03-2006 5.031.000 955.890 5.986.890
000283 31956 10-02-2006 02-2006 8.772.300 1.666.737 10.439.037
000300 31961 08-03-2006 03-2006 6.797.100 1.291.449 8.088.549
000285 31965 14-02-2006 02-2006 3.514.700 667.793 4.182.493
000288 31969 18-02-2006 02-2006 5.702.745 1.083.522 6.786.267
000303 31970 13-03-2006 03-2006 2.832.500 538.175 3.370.675
000304 31975 16-03-2006 03-2006 6.663.175 1.266.003 7.929.178
000290 31978 25-02-2006 02-2006 3.748.500 712.215 4.460.715
TOTALES 68.499.902 13.014.982 81.514.884

7. Contribuyente: TISA INGENIERÍA S.A.


RUT N°: 96.607.150-8

Folio N° Fecha Período Monto


Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
000202 3506 12-10-2005 10-2005 2.855.300 542.507 3.397.807
Folio N° Fecha Período Monto
Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
000202 3508 15-10-2005 10-2005 3.037.500 377.125 3.414.625
000201 3517 05-10-2005 10-2005 3.428.655 651.444 4.080.099
000211 3523 30-11-2005 11-2005 2.744.000 521.360 3.265.360
000269 3572 31-01-2006 01-2006 4.225.000 802.750 5.027.750
000293 3609 28-02-2006 02-2006 2.999.150 569.839 3.568.989
000391 3802 31-07-2006 08-2006 3.005.500 571.045 3.576.545
000394 3811 11-08-2006 08-2006 3.412.650 648.404 4.061.054
 00039
5 3819 17-08-2006 08-2006 3.934.000 747.460 4.681.460
 00040
0 3825 25-08-2006 08-2006 2.356.750 447.783 2.804.533
000415 3830 08-09-2006 09-2006 3.850.000 731.500 4.581.500
000416 3835 11-09-2006 09-2006 1.760.500 334.495 2.094.995
000420 3839 14-09-2006 09-2006 3.273.150 621.899 3.895.049
 00041
8 3840 14-09-2006 09-2006 3.512.450 667.366 4.179.816
3882 30-10-2006 10-2006 1.843.700 350.303 2.194.003
3884 30-10-2006 10-2006 3.370.000 640.300 4.010.300
000432 3887 31-10-2006 10-2006 2.755.000 523.450 3.278.450
3888 31-10-2006 10-2006 3.824.150 726.589 4.550.739
000771 4154 30-04-2007 04-2007 2.344.500 445.455 2.789.955
000772 4155 30-04-2007 04-2007 2.750.500 522.595 3.273.095
TOTALES 61.282.455 11.443.669 72.726.124

8. Contribuyente: THOMAS Y HERRERA LIMITADA


RUT N°: 79.893.060-5

Folio N° Fecha Período Monto


Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
 00085
9 4954 30-08-2007 08-2007 3.688.900 700.891 4.389.791
001175 5053 18-03-2008 03-2008 2.916.121 554.063 3.470.184
001176 5060 20-03-2008 03-2008 2.946.555 559.845 3.506.400
001235 5105 05-06-2008 06-2008 2.824.600 536.674 3.361.274
001242 5106 09-06-2008 06-2008 2.315.190 439.886 2.755.076
001233 5111 11-06-2008 06-2008 1.887.655 358.654 2.246.309
001236 5112 13-06-2008 06-2008 2.421.160 460.020 2.881.180
001240 5114 16-06-2008 06-2008 2.523.600 479.484 3.003.084
001270 5126 24-06-2008 07-2008 2.315.184 439.886 2.755.070
001265 5127 03-07-2008 07-2008 3.128.675 594.448 3.723.123
001259 5136 08-06-2008 07-2008 3.796.175 721.273 4.517.448
001259 5137 15-07-2008 07-2008 4.918.725 934.558 5.853.283
001267 5138 18-07-2008 07-2008 4.803.115 912.592 5.715.707
001258 5139 18-07-2008 07-2008 3.757.940 714.009 4.471.949
001265 5141 28-07-2008 07-2008 2.686.375 510.411 3.196.786
001274 5142 01-08-2008 08-2008 2.628.600 499.434 3.128.034
001282 5147 04-08-2008 08-2008 2.315.189 439.886 2.755.075
001284 5148 08-08-2008 08-2008 1.762.300 334.837 2.097.137
001283 5149 11-08-2008 08-2008 2.388.190 453.756 2.841.946
001278 5150 14-08-2008 08-2008 2.726.335 518.004 3.244.339
TOTALES 58.750.584 11.162.611 69.913.195

9. Contribuyente: COMERCIAL LYN LIMITADA


RUT N°: 78.304.180-4

Folio N° Fecha Período Monto


Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
001324 52 03-11-2008 11-2008 2.716.700 516.173 3.232.873
001326 53 06-11-2008 11-2008 2.616.450 497.126 3.113.576
001327 54 07-11-2008 11-2008 2.946.150 559.769 3.505.919
Folio N° Fecha Período Monto
Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
001327 55 11-11-2008 11-2008 3.417.160 649.260 4.066.420
001351 56 17-11-2008 12-2008 3.146.500 597.835 3.744.335
001356 58 19-11-2008 12-2008 2.718.120 516.443 3.234.563
001356 60 24-11-2008 12-2008 2.764.560 525.266 3.289.826
001353 61 28-11-2008 12-2008 2.625.150 498.150 3.123.929
001342 72 01-12-2008 12-2008 2.821.500 536.085 3.357.585
001350 73 05-12-2008 12-2008 2.984.650 567.084 3.551.734
001357 74 16-12-2008 12-2008 3.055.600 580.564 3.636.164
001357 75 19-12-2008 12-2008 3.105.965 590.133 3.696.098
001342 76 22-12-2008 12-2008 3.205.100 608.969 3.814.069
001349 78 29-12-2008 12-2008 2.821.465 536.078 3.357.543
001345 79 31-12-2008 12-2008 3.021.178 574.024 3.595.202
TOTALES 43.966.248 8.352.959 52.319.207

10. Contribuyente: MARÍA ISABEL CORREA BERRIOS


RUT N°: 7.973.208-7

Folio N° Fecha Período


Monto Neto Monto IVA Monto Total
L. C. Factura Emisión Registro
000187 3458 04-07-2005 07-2005 2.866.177 544.574 3.410.751
000188 3461 08-07-2005 07-2005 2.048.165 389.151 2.437.316
000188 3468 12-07-2005 07-2005 2.278.150 432.849 2.710.999
000192 3469 05-08-2005 08-2005 2.288.175 434.753 2.722.928
 000188 3473 18-07-2005 07-2005 2.316.451 440.125 2.756.577
000193 3474 10-08-2005 08-2005 2.874.120 546.083 3.420.203
000190 3476 28-07-2005 07-2005 2.518.150 478.449 2.996.599
000194 3477 12-08-2005 08-2005 2.317.121 440.253 2.757.374
000194 3480 17-08-2005 08-2005 2.418.550 457.995 2.876.545
000199 3484 23-08-2005 09-2005 2.922.321 555.241 3.477.562
000195 3487 26-08-2005 08-2005 2.486.122 472.363 2.958.485
000197 3495 02-09-2005 09-2005 1.674.128 318.084 1.992.212
000198 3496 06-09-2005 09-2005 2.166.150 411.569 2.577.719
000199 3497 09-09-2005 09-2005 1.926.675 366.068 2.292.743
000199 3498 15-09-2005 09-2005 2.276.820 432.596 2.709.416
000199 3499 22-09-2005 09-2005 2.503.675 475.698 2.979.373
000199 3500 27-09-2005 09-2005 2.210.875 420.066 2.630.941
TOTALES 40.091.825 7.615.917 47.707.743

11. Contribuyente: LESCO S.A. RUT N°: 96.907.520-2

Folio N° Fecha Período Monto


Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
000911 5208 26-10-2007 10-2007 2.917.600 554.344 3.471.944
000911 5211 31-10-2007 10-2007 2.846.550 540.845 3.387.395
000919 5212 31-10-2007 11-2007 2.217.915 421.404 2.639.319
000919 5213 31-10-2007 11-2007 2.425.670 460.877 2.886.547
000911 5214 31-10-2007 10-2007 2.956.475 561.730 3.518.205
000932 5273 22-11-2007 11-2007 3.802.620 722.498 4.525.118
000931 5293 30-11-2007 11-2007 4.266.180 810.574 5.076.754
000927 5294 30-11-2007 11-2007 2.965.450 563.436 3.528.886
000935 5295 30-11-2007 11-2007 2.971.600 564.604 3.536.204
000939 5296 30-11-2007 11-2007 3.420.150 649.829 4.069.979
TOTALES 30.790.210 5.850.141 36.640.351

12. Contribuyente: RICARDO VASQUEZ VELASQUEZ Y COMPAÑÍA


LIMITADA
RUT N°: 78.332.150-5
Folio N° Fecha Período
Monto Neto Monto IVA Monto Total
L. C. Factura Emisión Registro
000452 9008 27-11-2006 11-2006 1.328.600 252.434 1.581.034
000457 9017 30-11-2006 11-2006 2.548.500 484.215 3.032.715
000475 9026 29-12-2006 12-2006 3.550.000 674.500 4.224.500
000473 9027 29-12-2006 12-2006 3.165.500 601.445 3.766.945
000742 9240 22-02-2007 02-2007 2.875.620 546.368 3.421.988
000742 9244 23-02-2007 02-2007 3.465.215 658.391 4.123.606
000742 9247 28-02-2007 02-2007 3.690.340 701.165 4.391.505
000744 9248 28-02-2007 02-2007 2.644.150 502.389 3.146.539
TOTALES 23.267.925 4.420.907 27.688.832

13. Contribuyente: SOCIEDAD EN DESARROLLO CONSTRUCCION Y


COMERCIAL DLAR LIMITADA
RUT N°: 77.676.300-4


Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
000755 1600 15-03-2007 03-2007 4.689.000 890.910 5.579.910
 00072
7 1630 24-01-2007 01-2007 3.310.625 629.019 3.939.644
000756 1642 30-03-2007 03-2007 2.975.600 565.364 3.540.964
000728 1647 31-01-2007 01-2007 3.360.400 695.476 4.355.878
000773 1726 30-04-2007 04-2007 5.038.000 957.220 5.995.220
TOTALES 19.373.625 3.737.989 23.411.616

14. Contribuyente: C.D.C. TEXTIL LIMITADA


RUT N°: 78.720.350-7


Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
000742 10244 16-02-2007 02-2007 6.365.120 1.209.373 7.574.493
000742 10248 19-02-2007 02-2007 8.386.500 1.593.435 9.979.935
000743 10253 20-02-2007 02-2007 3.573.500 678.965 4.252.465
TOTALES 18.325.120 3.481.773 21.806.893

15. Contribuyente: G TRES INGENIERIA Y CONSTRUCCION LIMITADA


RUT N°: 77.180.590-6


Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
000325 461 28-04-2006 04-2006 6.002.600 1.140.494 7.143.094
000336 474 04-05-2006 05-2006 2.963.500 563.065 3.526.565
TOTALES 8.966.100 1.703.559 10.669.659

16. Contribuyente: FERRETERIA Y COMERCIAL AUSENSI LIMITADA


RUT N°: 76.047.490-8

Folio N° Fecha Período Monto


Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
001212 3359 02-05-2008 05-2008 2.022.655 384.304 2.406.959
001213 3371 07-05-2008 05-2008 1.716.450 326.126 2.042.576
001249 3372 18-06-2008 06-2008 2.817.670 535.357 3.353.027
001250 3373 20-06-2008 06-2008 1.996.300 379.297 2.375.597
TOTALES 8.553.075 1.625.084 10.178.159
17. Contribuyente: SERGO S.A. RUT N°: 96.659.250-8


Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
001279 861264 22-08-2008 08-2008 2.475.855 470.412 2.946.267
001275 861266 28-08-2008 08-2008 1.975.600 375.364 2.350.964
TOTALES 4.451.455 845.776 5.297.231

18. Contribuyente: MIGUEL ANGEL TAVALI DURAN


RUT N°: 8.293.453-7


Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
 00129
4 18537 22-09-2008 09-2008 2.548.600 484.234 3.032.834
001297 18538 26-09-2008 09-2008 1.508.650 286.644 1.795.294
TOTALES 4.057.250 770.878 4.828.128

19. Contribuyente: MARIO PATRICIO PINTO STEWART


RUT N°: 7.312.854-4

Folio N° Fecha Período Monto Monto Monto


L. C. Factura Emisión Registro Neto IVA Total
000781 386 05-04-2007 04-2007 2.892.405 549.557 3.441.962
000780 391 09-04-2007 04-2007 4.794.127 910.884 5.705.011
000780 395 12-04-2007 04-2007 4.536.000 861.840 5.397.840
000780 401 16-04-2007 04-2007 2.991.565 568.397 3.559.962
000804 414 07-05-2007 06-2007 4.698.600 892.734 5.591.334
000805 418 09-05-2007 06-2007 4.464.400 848.236 5.312.636
000803 423 14-05-2007 06-2007 4.673.720 888.007 5.561.727
000832 442 07-06-2007 07-2007 4.480.000 851.200 5.331.200
000832 449 13-06-2007 07-2007 4.224.000 802.560 5.026.560
000832 459 22-06-2007 07-2007 4.096.000 778.240 4.874.240
000819 470 03-07-2007 07-2007 4.662.000 885.780 5.547.780
000820 481 13-07-2007 07-2007 4.403.000 836.570 5.239.570
000862 491 06-08-2007 08-2007 6.018.784 1.143.569 7.162.353
000862 500 10-08-2007 08-2007 5.838.000 1.109.220 6.947.220
000864 510 16-08-2007 08-2007 6.611.400 1.256.166 7.867.566
000882 520 03-09-2007 09-2007 4.029.550 765.615 4.795.165
000881 522 07-09-2007 09-2007 4.403.000 836.570 5.239.570
000883 527 11-09-2007 09-2007 3.405.850 647.112 4.052.962
000906 537 03-10-2007 10-2007 3.528.000 670.320 4.198.320
000905 540 08-10-2007 10-2007 3.127.400 594.206 3.721.606
000906 542 09-10-2007 10-2007 4.908.000 932.520 5.840.520
000938 555 05-11-2007 11-2007 982.800 186.732 1.169.532
000938 565 12-11-2007 11-2007 4.781.660 908.515 5.690.175
000960 571 03-12-2007 12-2007 5.935.400 1.127.726 7.063.126
000957 574 06-12-2007 12-2007 5.624.600 1.068.674 6.693.274
000957 577 10-12-2007 12-2007 6.745.150 1.281.579 8.026.729
000957 580 12-12-2007 12-2007 5.130.850 974.862 6.105.712
000957 583 14-12-2007 12-2007 4.493.400 853.746 5.347.146
001126 594 03-01-2008 01-2008 13.251.500 2.517.785 15.769.285
001130 599 07-01-2008 01-2008 11.841.500 2.249.885 14.091.385
001167 603 04-02-2008 03-2008 11.595.800 2.203.202 13.799.002
001147 606 06-02-2008 02-2008 7.505.000 1.425.950 8.930.950
Folio N° Fecha Período Monto Monto Monto
L. C. Factura Emisión Registro Neto IVA Total
001167 609 08-02-2008 03-2008 5.921.800 1.125.142 7.046.942
001148 614 14-02-2008 02-2008 7.400.000 1.406.000 8.806.000
001182 624 03-03-2008 03-2008 8.424.000 1.600.560 10.024.560
001182 629 11-03-2008 03-2008 7.776.000 1.477.440 9.253.440
001187 642 14-04-2008 04-2008 5.850.000 1.111.500 6.961.500
001192 649 21-04-2008 04-2008 9.468.000 1.798.920 11.266.920
001254 686 09-06-2008 06-2008 8.039.500 1.527.505 9.567.005
001251 680 03-06-2008 06-2008 7.583.600 1.440.884 9.024.484
001270 698 04-07-2008 07-2008 9.462.000 1.797.780 11.259.780
001270 700 08-07-2008 07-2008 10.503.000 1.995.570 12.498.570
TOTALES 251.101.361 47.709.260 298.810.621

CALIFICACIÓN JURÍDICA Y PARTICIPACIÓN:


El Ministerio Público sostiene que los hechos antes descritos son
constitutivos de los delitos previstos y sancionados en el Art. 97 N° 4, inciso
segundo (Hecho 1), al igual que el previsto inciso primero de la misma norma
(Hecho 2), del Código Tributario, en carácter de reiterados.
Estima dicha parte que a los acusados, de conformidad el artículo 15 Nº 1
del Código Penal, les ha correspondido la calidad de autor en los respectivos
delitos materia de la presente acusación, toda vez que tomaron parte en la
ejecución de los hechos de manera inmediata y directa.
Además, sostiene, que los ilícitos se encuentran en grado consumado.
La fiscalía sostiene que respecto de ambos acusados concurre la
circunstancia minorante de la irreprochable conducta anterior.
El Ministerio Público solicita se imponga a los acusados las siguientes penas:
Guillermo Cristian Riveros Chacana:
a) La pena de 5 años y 1 día de presidio menor en su grado máximo y
multa del 300% de los tributos eludidos como autor en grado de consumado del
delito tributario previsto y sancionados en el artículo 97 N° 4, inciso primero del
Código Tributario.
b) La pena de 10 años y 1 día de presidio mayor en su grado medio y
multa del 300% de los impuestos defraudados como autor en grado de consumado
del delito tributario previsto y sancionados en el artículo 97 N° 4, inciso segundo,
del Código Tributario.

2) Mario Enrique Rojas Echeverría:


a) La pena de 5 años y 1 día de presidio menor en su grado máximo y
multa del 300% de los tributos eludidos como autor en grado de consumado del
delito tributario previsto y sancionados en el artículo 97 N° 4, inciso primero, del
Código Tributario.
b) La pena de 10 años y 1 día de presidio mayor en su grado medio y
multa del 300% de los impuestos defraudados como autor en grado de consumado
del delito tributario previsto y sancionados en el artículo 97 N° 4, inciso segundo,
del Código Tributario.

Por su parte, el Servicio de Impuestos Internos dedujo acusación particular


en contra de ambos encausados, la que es del siguiente tenor:
HECHO N° 1:
Los acusados Guillermo Cristian Riveros Chacana, en su calidad de
administrador de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A., RUT N°
96.527.370-0, en concierto con el contador de la sociedad Mario Enrique Rojas
Echeverría, RUT N° 3.124.105-7, en los períodos tributarios mensuales que
abarcan desde julio a noviembre de 2005, desde enero a mayo de 2006, desde
julio a diciembre de 2006, desde enero a abril de 2007, desde junio a diciembre
de 2007, desde enero a septiembre de 2008, noviembre y diciembre de 2008,
incorporaron en los registros contables de la empresa referida y asimismo
incorporaron en las declaraciones mensuales –formularios 29- de los períodos
indicados, en forma habitual y reiterada 287 facturas falsas provenientes de 19
supuestos proveedores, por operaciones que no se llevaron a cabo realmente
generando de esa forma, en cada período mensual, créditos fiscales de Impuesto
al Valor Agregado IVA aparentes, y que emplearon para disminuir indebidamente
el pago del referido tributo, constituyendo la conducta descrita, maniobras
maliciosas tendientes a aumentar el verdadero monto de los créditos o
imputaciones que tenían derecho a hacer valer, en relación con las cantidades
que debían pagar.
Cabe señalar que para cometer o posibilitar las conductas descritas, las
facturas falsas fueron confeccionadas o facilitadas por el contador Mario Rojas
Echeverría, ya individualizado.
HECHO N° 2:
Los montos de las operaciones supuestas de que dan cuenta las facturas
falsas a que se hizo referencia en el hecho N° 1, fueron asimismo incorporados,
por los imputados, en las declaraciones anuales de impuesto de la sociedad
Riward Ingeniería y Construcción S.A, ya referida, correspondiente a los años
tributarios 2006, 2007, 2008 y 2009, con la finalidad de rebajar ilegítimamente la
base imponible del Impuesto a la Renta de Primera Categoría de los referidos
períodos, a través de la imputación de gastos y costos inexistentes,
constituyendo la conducta descrita, la presentación de declaraciones
maliciosamente falsas que indujeron a la liquidación de Impuestos a la Renta de
Primera Categoría, en los años tributarios 2006, 2007, 2008 y 2009, inferiores a
los que correspondían.
Se hace presente que el detalle de facturas y proveedores de los hechos
formalizados son los siguientes:
DETALLE DE FACTURAS Y PROVEEDORES
RIWARD Y INGENIERÍA Y CONSTRUCCIÓN S.A., RUT N° 96.527.370-0

1.- Contribuyente: HÉCTOR FERNANDO GAETE SAGAL


RUT N°: 3.966.128-4


Folio Fecha Período Monto Monto Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto IVA Total
a
000450 49503 24-11-2006 11-2006 4.587.000 871.530 5.458.530
000452 49504 24-11-2006 11-2006 8.513.087 1.617.487 10.130.574
000452 49505 24-11-2006 11-2006 4.728.150 898.349 5.626.499
000457 49508 25-11-2006 11-2006 2.917.500 554.325 3.471.825
000457 49514 27-11-2006 11-2006 3.085.560 586.256 3.671.816
000472 49520 01-12-2006 12-2006 6.358.500 1.208.115 7.566.615
000472 49521 01-12-2006 12-2006 8.596.412 1.633.318 10.229.730
000473 49533 06-12-2006 12-2006 5.250.500 997.595 6.248.095
000475 49541 07-12-2006 12-2006 3.958.650 752.144 4.710.794
000727 49546 05-01-2007 01-2007 7.745.780 1.471.698 9.217.478
000727 49547 05-01-2007 01-2007 4.300.000 817.000 5.117.000
000728 49548 05-01-2007 01-2007 3.465.875 658.516 4.124.391
000728 49549 05-01-2007 01-2007 4.480.500 851.295 5.331.795
000757 50953 30-03-2007 03-2007 4.525.000 859.750 5.384.750

Folio Fecha Período Monto Monto Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto IVA Total
a
000753 50954 30-03-2007 03-2007 6.528.435 1.240.403 7.768.838
000754 50955 30-03-2007 03-2007 6.567.000 1.247.730 7.814.730
000755 50956 30-03-2007 03-2007 3.394.750 645.003 4.039.753
000758 50957 30-03-2007 03-2007 4.254.500 808.355 5.062.855
000770 51031 30-04-2007 04-2007 7.466.592 1.418.652 8.885.244
000770 51032 30-04-2007 04-2007 7.552.150 1.434.909 8.987.059
000771 51033 30-04-2007 04-2007 3.520.000 688.800 4.188.800
000772 51034 30-04-2007 04-2007 3.808.000 723.520 4.531.520
000861 51915 23-08-2007 08-2007 2.246.700 426.873 2.673.573
000911 52034 10-10-2007 10-2007 2.818.500 535.515 3.354.015
000911 52039 12-10-2007 10-2007 2.779.380 528.082 3.307.462
000911 52045 16-10-2007 10-2007 2.827.675 537.258 3.364.933
000934 52114 16-11-2007 11-2007 3.428.655 651.444 4.080.099
000930 52127 22-11-2007 11-2007 3.628.155 689.349 4.317.504
000928 52139 26-11-2007 11-2007 3.628.155 689.349 4.317.504
001127 53115 10-01-2008 01-2008 3.208.675 609.648 3.818.323
001124 53123 14-01-2008 01-2008 2.986.550 567.444 3.553.994
001126 53132 18-01-2008 01-2008 2.115.360 401.918 2.517.278
001119 53134 22-01-2008 01-2008 2.356.175 447.673 2.803.848
001120 53140 25-01-2008 01-2008 2.766.500 525.635 3.292.135
001167 53254 19-02-2008 03-.2008 1.915.450 363.936 2.279.386
001166 53262 22-02-2008 03-2008 3.415.685 648.980 4.064.665
001166 53273 26-02-2008 03-2008 3.108.500 590.615 3.699.115
001167 53347 07-03-2008 03-2008 1.936.200 367.878 2.304.078
001171 53353 12-03-2008 03-2008 2.058.120 391.043 2.449.163
001355 53354 10-12-2008 12-2008 3.126.455 594.026 3.720.481
001168 53362 17-03-2008 03-2008 1.642.198 312.018 1.954.216
001166 53371 27-03-2008 03-2008 1.875.450 356.336 2.231.786
001356 53372 12-12-2008 12-2008 2.948.555 560.225 3.508.780
TOTALES 172.421.034 32.779.995 205.181.029

2.- Contribuyente: COMERCIAL LIZAMA S.A. RUT N°: 79.950.730-7

Folio N° Fecha Período Monto Monto Monto


L. C. Factura Emisión Registro Neto IVA Total
000315 15054 19-04-2006 04-2006 8.037.250 1.527.078 9.564.328
000317 15058 21-04-2006 04-2006 3.186.200 605.378 3.791.578
000320 15063 25-04-2006 04-2006 7.510.878 1.427.067 8.937.945
000325 15070 28-04-2006 04-2006 4.374.900 831.231 5.206.131
000328 15076 05-05-2006 05-2006 8.881.250 1.687.438 10.568.688
000333 15078 08-05-2006 05-2006 4.768.800 906.072 5.674.872
000333 15083 12-05-2006 05-2006 6.400.510 1.216.097 7.616.607
000338 15086 15-05-2006 05-2006 5.325.500 1.011.845 6.337.345
000360 15090 01-06-2006 07-2006 4.325.800 821.902 5.147.702
000361 15093 02-06-2006 07-2006 4.618.120 877.443 5.495.563
000362 15094 02-06-2006 07-2006 4.748.100 902.139 5.650.239
000363 15097 05-06-2006 07-2006 5.412.500 1.028.375 6.440.875
000362 15098 05-06-2006 07-2006 4.311.500 819.185 5.130.685
000389 15164 15-06-2006 08-2006 3.938.500 748.315 4.686.815
000389 15167 17-07-2006 08-2006 7.562.540 1.436.883 8.999.423
000389 15171 19-07-2006 08-2006 4.550.000 864.500 5.414.500
TOTALES 87.952.348 16.710.948 104.663.296

3.- Contribuyente: ANTONIO SAAVEDRA DIAZ E HIJOS LIMITADA


RUT N°: 77.175.780-4

Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
000394 4606 11-08-2006 08-2006 3.615.475 686.940 4.302.415
 00039
4 4613 16-08-2006 08-2006 3.821.175 726.023 4.547.198
000397 4617 18-08-2006 08-2006 4.459.000 847.210 5.306.210
000400 4622 21-08-2006 08-2006 5.695.914 1.082.224 6.778.138
 00040
0 4626 23-08-2006 08-2006 5.791.100 1.100.309 6.891.409
 00040
0 4631 27-08-2006 08-2006 3.204.800 608.912 3.813.712
000412 4635 06-09-2006 09-2006 3.817.122 725.253 4.542.375
000413 4640 08-09-2006 09-2006 3.145.795 597.701 3.743.496
000413 4641 08-09-2006 09-2006 3.655.500 694.545 4.350.045
000415 4644 09-09-2006 09-2006 4.926.500 936.035 5.862.535
000416 4646 11-09-2006 09-2006 8.651.397 1.643.765 10.295.162
000418 4649 12-09-2006 09-2006 5.601.800 1.064.342 6.666.142
4710 20-10-2006 10-2006 4.695.500 892.145 5.587.645
4711 20-10-2006 10-2006 8.590.801 1.632.252 10.223.053
000432 4712 20-10-2006 10-2006 5.225.500 992.845 6.218.345
TOTALES 74.897.379 14.230.501 89.127.880

4.- Contribuyente: IMEIN S.A. RUT N°: 88.279.700-7

Folio N° Fecha Período Monto


Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
000847 28314 20-08-2007 08-2007 2.488.750 472.863 2.961.613
000851 28315 20-08-2007 08-2007 3.216.150 611.069 3.827.219
000861 28316 08-2007 3.111.100 591.109 3.702.209
000847 28330 31-08-2007 08-2007 2.875.600 546.364 3.421.964
000848 28331 08-2007 1.946.500 369.835 2.316.335
000963 28773 31-12-2007 12-2007 3.855.675 732.578 4.588.253
000964 28774 31-12-2007 12-2007 4.321.500 821.085 5.142.585
001120 28775 31-12-2007 01-2008 4.521.250 859.038 5.380.288
 00096
4 28776 31-12-2007 12-2007 3.828.166 727.352 4.555.518
000964 28777 31-12-2007 12-2007 3.821.560 726.096 4.547.656
001125 28851 23-01-2008 01-2008 3.268.650 621.044 3.889.694
001128 28852 23-01-2008 01-2008 3.828.915 727.494 4.556.409
001127 28857 29-01-2008 01-2008 3.397.835 645.589 4.043.424
001126 28862 13-01-2008 01-2008 3.391.825 644.447 4.036.272
001120 28863 31-01-2008 01-2008 3.968.175 753.953 4.722.128
001167 29226 01-02-2008 03-2008 3.946.155 749.769 4.695.924
001166 29233 06-02-2008 03-2008 3.028.560 575.426 3.603.986
001166 29239 13-02-2008 03-2008 3.676.125 698.464 4.374.589
001166 29247 18-02-2008 03-2008 3.571.620 678.608 4.250.228
001167 29266 03-2008 3.946.155 749.769 4.695.924
001348 31681 04-12-2008 12-2008 3.426.170 650.972 4.077.142
001351 31682 30-12-2008 12-2008 3.545.615 673.667 4.219.282
001344 31683 24-12-2008 12-2008 2.746.150 521.769 3.267.919
001357 31684 17-12-2008 12-2008 2.733.200 519.308 3.252.508
TOTALES 82.461.401 15.667.668 98.129.069

5.- Contribuyente: SOCIEDAD DISTRIBUIDORA Y COMERCIALIZADORA


DASCO LIMITADA
RUT N°: 78.095.620-8

Folio N° Fecha Período Monto


Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
 00043
2 70756 16-10-2006 10-2006 2.965.175 563.383 3.528.558
000432 70760 17-10-2006 10-2006 2.418.121 459.443 2.877.564
Folio N° Fecha Período Monto
Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
000728 70770 15-01-2007 01-2007 3.385.500 643.245 4.028.745
000473 70798 25-12-2006 12-2006 3.816.550 725.145 4.541.695
000475 70799 25-12-2006 12-2006 3.125.976 593.935 3.719.911
000861 75226 08-2007 2.654.500 504.355 3.158.855
000854 75227 31-08-2007 08-2007 2.422.200 460.218 2.882.418
000860 75228 31-08-2007 08-2007 2.416.550 459.145 2.875.695
000911 75513 18-10-2007 10-2007 2.505.675 476.078 2.981.753
000911 75550 24-10-2007 10-2007 2.844.680 540.489 3.385.169
000929 76132 14-11-2007 11-2007 3.876.550 736.545 4.613.095
000937 76147 19-11-2007 11-2007 3.678.450 698.906 4.377.356
000963 76253 07-12-2007 12-2007 3.224.650 612.684 3.837.334
000964 76264 10-12-2007 12-2007 3.467.895 658.900 4.126.795
000964 76271 12-12-2007 12-2007 3.125.165 593.781 3.718.946
000964 76277 13-12-2007 12-2007 3.579.450 680.096 4.259.546
000964 76289 17-12-2007 12-2007 3.246.785 616.889 3.863.674
001166 77423 07-02-2008 03-2008 2.877.450 546.716 3.424.166
 00116
6 77435 12-02-2008 03-2008 2.895.120 550.073 3.445.193
001167 77447 21-02-2008 03-2008 3.348.850 636.282 3.985.132
001357 77552 15-12-2008 12-2008 2.934.815 557.615 3.492.430
 00117
9 77553 04-03-2008 03-2008 2.316.458 440.127 2.756.585
001177 77561 10-03-2008 03-2008 1.986.185 377.375 2.363.560
001170 77573 17-03-2008 03-2008 1.789.546 340.014 2.129.560
001357 77580 18-12-2008 12-2008 3.421.180 650.024 4.071.204
001174 77594 28-03-2008 03-2008 1.770.255 336.348 2.106.603
TOTALES 76.093.731 14.457.811 90.551.542

6.- Contribuyente: FERRETERÍA INDUSTRIAL S.A.


RUT N°: 99.552.660-3


Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
 00026
4 31887 03-01-2006 01-2006 2.367.442 449.814 2.817.256
000265 31891 05-01-2006 01-2006 2.275.190 432.286 2.707.476
000268 31897 10-01-2006 01-2006 6.042.500 1.148.075 7.190.575
000267 31899 11-01-2006 01-2006 7.545.000 1.433.550 8.978.550
000282 31951 04-02-2006 02-2006 7.207.750 1.369.473 8.577.223
000299 31955 03-03-2006 03-2006 5.031.000 955.890 5.986.890
000283 31956 10-02-2006 02-2006 8.772.300 1.666.737 10.439.037
000300 31961 08-03-2006 03-2006 6.797.100 1.291.449 8.088.549
000285 31965 14-02-2006 02-2006 3.514.700 667.793 4.182.493
000288 31969 18-02-2006 02-2006 5.702.745 1.083.522 6.786.267
000303 31970 13-03-2006 03-2006 2.832.500 538.175 3.370.675
000304 31975 16-03-2006 03-2006 6.663.175 1.266.003 7.929.178
000290 31978 25-02-2006 02-2006 3.748.500 712.215 4.460.715
TOTALES 68.499.902 13.014.982 81.514.884

7.- Contribuyente: TISA INGENIERÍA S.A. RUT N°: 96.607.150-8

Folio N° Fecha Período Monto


Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
000202 3506 12-10-2005 10-2005 2.855.300 542.507 3.397.807
000202 3508 15-10-2005 10-2005 3.037.500 377.125 3.414.625
000201 3517 05-10-2005 10-2005 3.428.655 651.444 4.080.099
000211 3523 30-11-2005 11-2005 2.744.000 521.360 3.265.360
Folio N° Fecha Período Monto
Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
000269 3572 31-01-2006 01-2006 4.225.000 802.750 5.027.750
000293 3609 28-02-2006 02-2006 2.999.150 569.839 3.568.989
000391 3802 31-07-2006 08-2006 3.005.500 571.045 3.576.545
000394 3811 11-08-2006 08-2006 3.412.650 648.404 4.061.054
 00039
5 3819 17-08-2006 08-2006 3.934.000 747.460 4.681.460
 00040
0 3825 25-08-2006 08-2006 2.356.750 447.783 2.804.533
000415 3830 08-09-2006 09-2006 3.850.000 731.500 4.581.500
000416 3835 11-09-2006 09-2006 1.760.500 334.495 2.094.995
000420 3839 14-09-2006 09-2006 3.273.150 621.899 3.895.049
 00041
8 3840 14-09-2006 09-2006 3.512.450 667.366 4.179.816
3882 30-10-2006 10-2006 1.843.700 350.303 2.194.003
3884 30-10-2006 10-2006 3.370.000 640.300 4.010.300
000432 3887 31-10-2006 10-2006 2.755.000 523.450 3.278.450
3888 31-10-2006 10-2006 3.824.150 726.589 4.550.739
000771 4154 30-04-2007 04-2007 2.344.500 445.455 2.789.955
000772 4155 30-04-2007 04-2007 2.750.500 522.595 3.273.095
TOTALES 61.282.455 11.443.669 72.726.124

8.- Contribuyente: THOMAS Y HERRERA LIMITADA


RUT N°: 79.893.060-5

Folio N° Fecha Período Monto


Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
 00085
9 4954 30-08-2007 08-2007 3.688.900 700.891 4.389.791
001175 5053 18-03-2008 03-2008 2.916.121 554.063 3.470.184
001176 5060 20-03-2008 03-2008 2.946.555 559.845 3.506.400
001235 5105 05-06-2008 06-2008 2.824.600 536.674 3.361.274
001242 5106 09-06-2008 06-2008 2.315.190 439.886 2.755.076
001233 5111 11-06-2008 06-2008 1.887.655 358.654 2.246.309
001236 5112 13-06-2008 06-2008 2.421.160 460.020 2.881.180
001240 5114 16-06-2008 06-2008 2.523.600 479.484 3.003.084
001270 5126 24-06-2008 07-2008 2.315.184 439.886 2.755.070
001265 5127 03-07-2008 07-2008 3.128.675 594.448 3.723.123
001259 5136 08-06-2008 07-2008 3.796.175 721.273 4.517.448
001259 5137 15-07-2008 07-2008 4.918.725 934.558 5.853.283
001267 5138 18-07-2008 07-2008 4.803.115 912.592 5.715.707
001258 5139 18-07-2008 07-2008 3.757.940 714.009 4.471.949
001265 5141 28-07-2008 07-2008 2.686.375 510.411 3.196.786
001274 5142 01-08-2008 08-2008 2.628.600 499.434 3.128.034
001282 5147 04-08-2008 08-2008 2.315.189 439.886 2.755.075
001284 5148 08-08-2008 08-2008 1.762.300 334.837 2.097.137
001283 5149 11-08-2008 08-2008 2.388.190 453.756 2.841.946
001278 5150 14-08-2008 08-2008 2.726.335 518.004 3.244.339
TOTALES 58.750.584 11.162.611 69.913.195

9.- Contribuyente: COMERCIAL LYN LIMITADA RUT N°: 78.304.180-4

Folio N° Fecha Período Monto


Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
001324 52 03-11-2008 11-2008 2.716.700 516.173 3.232.873
001326 53 06-11-2008 11-2008 2.616.450 497.126 3.113.576
001327 54 07-11-2008 11-2008 2.946.150 559.769 3.505.919
001327 55 11-11-2008 11-2008 3.417.160 649.260 4.066.420
001351 56 17-11-2008 12-2008 3.146.500 597.835 3.744.335
001356 58 19-11-2008 12-2008 2.718.120 516.443 3.234.563
001356 60 24-11-2008 12-2008 2.764.560 525.266 3.289.826
Folio N° Fecha Período Monto
Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
001353 61 28-11-2008 12-2008 2.625.150 498.150 3.123.929
001342 72 01-12-2008 12-2008 2.821.500 536.085 3.357.585
001350 73 05-12-2008 12-2008 2.984.650 567.084 3.551.734
001357 74 16-12-2008 12-2008 3.055.600 580.564 3.636.164
001357 75 19-12-2008 12-2008 3.105.965 590.133 3.696.098
001342 76 22-12-2008 12-2008 3.205.100 608.969 3.814.069
001349 78 29-12-2008 12-2008 2.821.465 536.078 3.357.543
001345 79 31-12-2008 12-2008 3.021.178 574.024 3.595.202
TOTALES 43.966.248 8.352.959 52.319.207

10.- Contribuyente: MARÍA ISABEL CORREA BERRIOS


RUT N°: 7.973.208-7

Folio N° Fecha Período


Monto Neto Monto IVA Monto Total
L. C. Factura Emisión Registro
000187 3458 04-07-2005 07-2005 2.866.177 544.574 3.410.751
000188 3461 08-07-2005 07-2005 2.048.165 389.151 2.437.316
000188 3468 12-07-2005 07-2005 2.278.150 432.849 2.710.999
000192 3469 05-08-2005 08-2005 2.288.175 434.753 2.722.928
 000188 3473 18-07-2005 07-2005 2.316.451 440.125 2.756.577
000193 3474 10-08-2005 08-2005 2.874.120 546.083 3.420.203
000190 3476 28-07-2005 07-2005 2.518.150 478.449 2.996.599
000194 3477 12-08-2005 08-2005 2.317.121 440.253 2.757.374
000194 3480 17-08-2005 08-2005 2.418.550 457.995 2.876.545
000199 3484 23-08-2005 09-2005 2.922.321 555.241 3.477.562
000195 3487 26-08-2005 08-2005 2.486.122 472.363 2.958.485
000197 3495 02-09-2005 09-2005 1.674.128 318.084 1.992.212
000198 3496 06-09-2005 09-2005 2.166.150 411.569 2.577.719
000199 3497 09-09-2005 09-2005 1.926.675 366.068 2.292.743
000199 3498 15-09-2005 09-2005 2.276.820 432.596 2.709.416
000199 3499 22-09-2005 09-2005 2.503.675 475.698 2.979.373
000199 3500 27-09-2005 09-2005 2.210.875 420.066 2.630.941
TOTALES 40.091.825 7.615.917 47.707.743

11.- Contribuyente: LESCO S.A. RUT N°: 96.907.520-2

Folio N° Fecha Período Monto


Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
000911 5208 26-10-2007 10-2007 2.917.600 554.344 3.471.944
000911 5211 31-10-2007 10-2007 2.846.550 540.845 3.387.395
000919 5212 31-10-2007 11-2007 2.217.915 421.404 2.639.319
000919 5213 31-10-2007 11-2007 2.425.670 460.877 2.886.547
000911 5214 31-10-2007 10-2007 2.956.475 561.730 3.518.205
000932 5273 22-11-2007 11-2007 3.802.620 722.498 4.525.118
000931 5293 30-11-2007 11-2007 4.266.180 810.574 5.076.754
000927 5294 30-11-2007 11-2007 2.965.450 563.436 3.528.886
000935 5295 30-11-2007 11-2007 2.971.600 564.604 3.536.204
000939 5296 30-11-2007 11-2007 3.420.150 649.829 4.069.979
TOTALES 30.790.210 5.850.141 36.640.351

12.- Contribuyente: RICARDO VASQUEZ VELASQUEZ Y COMPAÑÍA


LIMITADA RUT N°: 78.332.150-5

Folio N° Fecha Período


Monto Neto Monto IVA Monto Total
L. C. Factura Emisión Registro
000452 9008 27-11-2006 11-2006 1.328.600 252.434 1.581.034
000457 9017 30-11-2006 11-2006 2.548.500 484.215 3.032.715
000475 9026 29-12-2006 12-2006 3.550.000 674.500 4.224.500
Folio N° Fecha Período
Monto Neto Monto IVA Monto Total
L. C. Factura Emisión Registro
000473 9027 29-12-2006 12-2006 3.165.500 601.445 3.766.945
000742 9240 22-02-2007 02-2007 2.875.620 546.368 3.421.988
000742 9244 23-02-2007 02-2007 3.465.215 658.391 4.123.606
000742 9247 28-02-2007 02-2007 3.690.340 701.165 4.391.505
000744 9248 28-02-2007 02-2007 2.644.150 502.389 3.146.539
TOTALES 23.267.925 4.420.907 27.688.832

13.- Contribuyente: SOCIEDAD EN DESARROLLO CONSTRUCCION Y


COMERCIAL DLAR LIMITADA
RUT N°: 77.676.300-4


Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
000755 1600 15-03-2007 03-2007 4.689.000 890.910 5.579.910
 00072
7 1630 24-01-2007 01-2007 3.310.625 629.019 3.939.644
000756 1642 30-03-2007 03-2007 2.975.600 565.364 3.540.964
000728 1647 31-01-2007 01-2007 3.360.400 695.476 4.355.878
000773 1726 30-04-2007 04-2007 5.038.000 957.220 5.995.220
TOTALES 19.373.625 3.737.989 23.411.616

14.- Contribuyente: C.D.C. TEXTIL LIMITADA


RUT N°: 78.720.350-7


Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
000742 10244 16-02-2007 02-2007 6.365.120 1.209.373 7.574.493
000742 10248 19-02-2007 02-2007 8.386.500 1.593.435 9.979.935
000743 10253 20-02-2007 02-2007 3.573.500 678.965 4.252.465
TOTALES 18.325.120 3.481.773 21.806.893

15.- Contribuyente: G TRES INGENIERIA Y CONSTRUCCION LIMITADA


RUT N°: 77.180.590-6


Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
000325 461 28-04-2006 04-2006 6.002.600 1.140.494 7.143.094
000336 474 04-05-2006 05-2006 2.963.500 563.065 3.526.565
TOTALES 8.966.100 1.703.559 10.669.659

16.- Contribuyente: FERRETERIA Y COMERCIAL AUSENSI LIMITADA


RUT N°: 76.047.490-8

Folio N° Fecha Período Monto


Monto Neto Monto IVA
L. C. Factura Emisión Registro Total
001212 3359 02-05-2008 05-2008 2.022.655 384.304 2.406.959
001213 3371 07-05-2008 05-2008 1.716.450 326.126 2.042.576
001249 3372 18-06-2008 06-2008 2.817.670 535.357 3.353.027
001250 3373 20-06-2008 06-2008 1.996.300 379.297 2.375.597
TOTALES 8.553.075 1.625.084 10.178.159

17.- Contribuyente: SERGO S.A. RUT N°: 96.659.250-8



Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
001279 861264 22-08-2008 08-2008 2.475.855 470.412 2.946.267
001275 861266 28-08-2008 08-2008 1.975.600 375.364 2.350.964
TOTALES 4.451.455 845.776 5.297.231

18.- Contribuyente: MIGUEL ANGEL TAVALI DURAN


RUT N°: 8.293.453-7


Folio Fecha Período Monto Monto
Factur Monto IVA
L. C. Emisión Registro Neto Total
a
 00129
4 18537 22-09-2008 09-2008 2.548.600 484.234 3.032.834
001297 18538 26-09-2008 09-2008 1.508.650 286.644 1.795.294
TOTALES 4.057.250 770.878 4.828.128

19.- Contribuyente: MARIO PATRICIO PINTO STEWART


RUT N°: 7.312.854-4

Folio N° Fecha Período Monto Monto Monto


L. C. Factura Emisión Registro Neto IVA Total
000781 386 05-04-2007 04-2007 2.892.405 549.557 3.441.962
000780 391 09-04-2007 04-2007 4.794.127 910.884 5.705.011
000780 395 12-04-2007 04-2007 4.536.000 861.840 5.397.840
000780 401 16-04-2007 04-2007 2.991.565 568.397 3.559.962
000804 414 07-05-2007 06-2007 4.698.600 892.734 5.591.334
000805 418 09-05-2007 06-2007 4.464.400 848.236 5.312.636
000803 423 14-05-2007 06-2007 4.673.720 888.007 5.561.727
000832 442 07-06-2007 07-2007 4.480.000 851.200 5.331.200
000832 449 13-06-2007 07-2007 4.224.000 802.560 5.026.560
000832 459 22-06-2007 07-2007 4.096.000 778.240 4.874.240
000819 470 03-07-2007 07-2007 4.662.000 885.780 5.547.780
000820 481 13-07-2007 07-2007 4.403.000 836.570 5.239.570
000862 491 06-08-2007 08-2007 6.018.784 1.143.569 7.162.353
000862 500 10-08-2007 08-2007 5.838.000 1.109.220 6.947.220
000864 510 16-08-2007 08-2007 6.611.400 1.256.166 7.867.566
000882 520 03-09-2007 09-2007 4.029.550 765.615 4.795.165
000881 522 07-09-2007 09-2007 4.403.000 836.570 5.239.570
000883 527 11-09-2007 09-2007 3.405.850 647.112 4.052.962
000906 537 03-10-2007 10-2007 3.528.000 670.320 4.198.320
000905 540 08-10-2007 10-2007 3.127.400 594.206 3.721.606
000906 542 09-10-2007 10-2007 4.908.000 932.520 5.840.520
000938 555 05-11-2007 11-2007 982.800 186.732 1.169.532
000938 565 12-11-2007 11-2007 4.781.660 908.515 5.690.175
000960 571 03-12-2007 12-2007 5.935.400 1.127.726 7.063.126
000957 574 06-12-2007 12-2007 5.624.600 1.068.674 6.693.274
000957 577 10-12-2007 12-2007 6.745.150 1.281.579 8.026.729
000957 580 12-12-2007 12-2007 5.130.850 974.862 6.105.712
000957 583 14-12-2007 12-2007 4.493.400 853.746 5.347.146
001126 594 03-01-2008 01-2008 13.251.500 2.517.785 15.769.285
001130 599 07-01-2008 01-2008 11.841.500 2.249.885 14.091.385
001167 603 04-02-2008 03-2008 11.595.800 2.203.202 13.799.002
001147 606 06-02-2008 02-2008 7.505.000 1.425.950 8.930.950
001167 609 08-02-2008 03-2008 5.921.800 1.125.142 7.046.942
001148 614 14-02-2008 02-2008 7.400.000 1.406.000 8.806.000
001182 624 03-03-2008 03-2008 8.424.000 1.600.560 10.024.560
001182 629 11-03-2008 03-2008 7.776.000 1.477.440 9.253.440
Folio N° Fecha Período Monto Monto Monto
L. C. Factura Emisión Registro Neto IVA Total
001187 642 14-04-2008 04-2008 5.850.000 1.111.500 6.961.500
001192 649 21-04-2008 04-2008 9.468.000 1.798.920 11.266.920
001254 686 09-06-2008 06-2008 8.039.500 1.527.505 9.567.005
001251 680 03-06-2008 06-2008 7.583.600 1.440.884 9.024.484
001270 698 04-07-2008 07-2008 9.462.000 1.797.780 11.259.780
001270 700 08-07-2008 07-2008 10.503.000 1.995.570 12.498.570
TOTALES 251.101.361 47.709.260 298.810.621

En concepto de la parte querellante, los hechos descritos, respecto de los


acusados Guillermo Cristian Riveros Chacana y Mario Enrique Rojas Echeverría,
son constitutivos de los delitos previstos y sancionados en el Art. 97 N° 4, inciso
primero (Hecho 2) e inciso segundo (Hecho 1), del Código Tributario, en carácter
de reiterados. Además, la conducta del acusado Mario Rojas Echeverría, es
también constitutiva del delito previsto y sancionado en el Art. 97 N° 4, inciso
final, del Código Tributario, también en carácter de reiterado.
Estima dicha parte que a los acusados, de conformidad el artículo 15 Nº 1
del Código Penal, les ha correspondido la calidad de autor en los respectivos
delitos materia de la presente acusación, toda vez que tomaron parte en la
ejecución de los hechos de manera inmediata y directa. Además, los ilícitos se
encuentran en grado consumado.
Sostiene la parte querellante que respecto de los imputados concurre la
agravante de responsabilidad penal prevista en el artículo 111 del Código
Tributario que consiste en haberse concertado para la realización de los delitos.
De acuerdo a lo dispuesto en los artículos 68 del Código Penal, y
considerando la concurrencia de una circunstancia agravante de responsabilidad
penal (Art. 111 del Código Tributario), y de la regla de reiteración (Art. 112 del
Código Tributario en concordancia con el Art. 351 del Código Procesal Penal), el
S.I.I. solicitó se imponga a los acusados las siguientes penas:
Guillermo Cristian Riveros Chacana:
La pena de 5 años y 1 día de presidio menor en su grado máximo y multa del
300% de los tributos eludidos como autor en grado de consumado del delito
tributario previsto y sancionados en el artículo 97 N° 4, inciso primero, del
Código Tributario.
La pena de 10 años y 1 día de presidio mayor en su grado medio y multa del
300% de los impuestos defraudados como autor en grado de consumado del delito
tributario previsto y sancionados en el artículo 97 N° 4, inciso segundo, del
Código Tributario.
Mario Enrique Rojas Echeverría:
La pena de 5 años y 1 día de presidio menor en su grado máximo y multa del
300% de los tributos eludidos como autor en grado de consumado del delito
tributario previsto y sancionados en el artículo 97 N° 4, inciso primero, del
Código Tributario.
La pena de 10 años y 1 día de presidio mayor en su grado medio y multa del
300% de los impuestos defraudados como autor en grado de consumado del delito
tributario previsto y sancionados en el artículo 97 N° 4, inciso segundo, del
Código Tributario.
La pena de 5 años y 1 día de presidio mayor en su grado mínimo como autor
en grado de consumado del delito tributario previsto y sancionado en el artículo
97 N° 4, inciso final, del Código Tributario.
TERCERO: Que, el abogado defensor del acusado Riveros Chacana expuso
en su alegato de apertura que es necesario tener en cuenta la idea de la
proporcionalidad, ya que las imputaciones son excesivas y muy formalistas.
Sostuvo que los documentos que se presentarán sí son facturas, incorporados en
la contabilidad y actividad comercial y financiera de la empresa Riward, pero no
se podrá demostrar cuál es la conducta personal y directa que le cupo a su
acusado para obtener o crear esos documentos e incluirlos en la contabilidad de
la empresa y cuál sería el provecho personal que él habría logrado. Dijo que el
artículo 99 del Código Tributario nos remite a este tema.
Planteó que su defendido no es contribuyente de IVA, y si bien pudo
haber administrado esta empresa no es responsable de los ilícitos pues ello no lo
convierte en autor malicioso de fraude reiterado; ya que él para ser autor debió
participar de modo directo en los hechos que se le atribuyen (proveer las
facturas o elaborarlas; incorporarlas a su contabilidad y presentar las
declaraciones respectivas).
Dijo que es necesario conocer el contexto de la empresa Riward, en los
años en que se dice ocurrieron los hechos e incluso, antes de ello. Hizo presente
que su defendido tomó la administración de la empresa después de otra
administración.
Hizo hincapié en que se atendiera a las motivaciones o fines del actuar
de su defendido.
Negó que existiera un concierto malicioso para defraudar al fisco en su
conducta.
Por su parte, la defensa de Rojas Echeverría sostuvo, en dicha
oportunidad, que debía atenderse especialmente a que estamos en el ámbito del
Derecho penal tributario, una rama doblemente especializada.
Sostuvo que la prueba de cargos adolece de infracción de garantías
constitucionales ya que el proceso de recopilación de antecedentes referido en
el artículo 161 Nº 10 ó 20 del Código Tributario no puede realizarse de cualquier
manera, pero su establecimiento fue objeto de recomendación por parte del
Tribunal Constitucional y requirió que tan pronto se constate la existencia de un
delito, se debían remitir todo al Ministerio Público. Pero en el presente caso,
junto con la querella, el Servicio de Impuestos Internos adjuntó la totalidad de la
prueba que se debe rendir en la presente causa. El Ministerio Público se limitó a
ratificar el contenido del informe previo elaborada por el Servicio de Impuestos
Internos a través de la policía. Nunca la policía evacuo un informe contable y las
referencias al perjuicio fiscal sólo se basan en la actividad previa del SII.
Sostuvo que el 97 Nº 4 inciso 1º es un tipo genérico, en que los demás
incisos de ese artículo son conductas específicas, por lo que no puede
atribuírsele todas las infracciones allí previstas, pues unas contienen a las otras.
La parte acusadora trata de eludir el artículo 100 del Código Tributario
que es el delito propio del contador. El delito del artículo 97 es uno de delito
cualificado, que supone ser contribuyente, calidad que no es propia para su
defendido.
Dijo que el contador no puede ser castigado como autor del delito del
artículo 97 del Código Penal.
Cuestionó que las conductas se pretenden como reiteradas, pero
considerando la fecha de la formalización de cargos invocó la prescripción
respecto de todos los delitos que tuvieren lugar con más de cinco años de
antelación a la fecha de formalización, además, invocó la llamada media
prescripción, pues entiende que se aplican las reglas de prescripción del Código
Penal.
CUARTO: Que, el Fiscal del Ministerio Público, en sus alegatos finales,
hizo presente que el Tribunal puede hacer una confrontación entre los discursos
iniciales y la prueba rendida en el juicio. En tal sentido, una primera conclusión
que asoma de la prueba es la estrategia de la defensa según la cual nadie
cometió este delito; se dice -para escamotear la responsabilidad de los acusados-
que el delito lo cometió “un contribuyente de IVA”, sin que ninguno de los
acusados tuviera esa condición. Aún así, se dice que si alguien lo cometió podría
ser Riveros Chacana, quien habría sido engañado por Rojas Echeverría, por lo que
no sería un agente doloso y respecto de este último, si llegara a cometer un
delito, en verdad lo comete con una justa causa de error porque pensó que las
facturas eran legales; bajo esta premisa, en definitiva, quien habría cometido
este delito sería Jorge Niemeyer, que no está en el juicio. Nada de esto es
posible, sostiene.
Las defensas tendrán que hacerse cargo de aclarar varias de sus
expresiones. Así, deberán explicar cómo superar la regla del Código Penal que
indica que por las personas jurídicas responden las personas que hubieren
intervenido en el delito, por ella. En este caso, el señor Riveros Chacana es el
representante legal; así lo dijo ante la Policía de Investigaciones, en el trámite
de recopilación de antecedentes ante el Servicio de Impuestos Internos, así firmó
los finiquitos y los balances; y, en esa condición declaró en el tribunal. Por lo
tanto, él colma su participación en estos hechos en esa calidad. Su participación
está sintetizada en los formularios 29 -IVA- donde está aumentado
indebidamente el crédito fiscal, y en ese aumento, se comete el delito del inciso
segundo del artículo 97 Nº4 del Código Tributario. La Defensa dijo que el
Ministerio Público nunca demostraría que Riveros Chacana desplegó alguna
conducta típica punible cubierta por el artículo 97 Nº4 y se pregunta en qué
queda esa afirmación si tan solo pasados unos minutos de dicha esta afirmación
se le confronta -a Riveros Chacana- con un formulario 29 en el que reconoció su
firma y cuando, ahora interrogado Rojas Echeverría, dijo que alternadamente -
uno u otro- presentaban esos formularios 29. Esos son 38 formularios y para
hacerlos hay que girar un cheque y al girarlo hay que estar consciente de cuánto
crédito fiscal hay y cuánto débito, es una resta, y en ese acto intelectivo
también hay dolo, pues se incluye información ideológicamente falsa en esos
formularios 29.
Lo mismo cabe decir de los formularios 22, porque quedó claro que en éstos
se pide devolución de impuestos, por sumas cuantiosas que fueron aumentando
en el tiempo. Dicho formulario tiene declaraciones falsas, expresiones que
recoge el inciso primero del artículo 97 Nº4, y cuando dice “falsas” son
“ostensiblemente falsas”, para quien se presenta en el tribunal diciendo que la
empresa estaba en un declive y en crisis. Se pregunta ¿cómo se concilia esa
declaración de crisis con las utilidades declaradas?, sabiendo que esas
declaraciones le reportaron un beneficio económico evidente, esto es, la
devolución de impuestos. Lo que habrá que responder por las defensas es cómo
haciendo Riveros Chacana esas declaraciones falsas como representante de la
empresa, no pudiera cometer el delito.
Estima que la Defensa podría argumentar que Riveros Chacana actuó
“engañado”, que habría llenado el formulario 29 y también el 22 pero que al
hacerlo no tenía la menor conciencia de que estaba aumentándose el crédito
fiscal y en una cadena consecutiva, el libro de compras y ventas, el libro diario,
el libro mayor, el balance y los formularios 22. Al respecto, aporta las razones
por las cuales no es posible sostener que Riveros Chacana actuó engañado. Quien
asume toda su responsabilidad en su declaración es Mario Rojas Echeverría,
diciendo que quería proteger a su hija y a su nieta, que le toca su condición de
padre y abuelo; ese argumento es ambiguo porque la misma razón que lleva a
proteger a las nombradas, debiera llevar también a prevenir, porque Rojas
Echeverría sabe perfectamente lo grave que es incluir facturas falsas en una
contabilidad, por lo tanto es incomprensible que en este acto de inmolación no
haya tenido la previsión de saber que en esa conducta podría haber
comprometido al representante legal, al señor Riveros Chacana. Además, la
versión -que no es sustentable- pudo haber sido demostrada y estar en el relato
de Riveros Chacana, pero éste no dijo nada, por lo que el Tribunal no tiene
elementos para justificar este supuesto engaño al que habría sido inducido
Riveros por su suegro. Su parte indagó en este sentido y le preguntó a Riveros
cómo habría sido Mario Rojas, diciendo que “lo considera una persona
competente y leal”. Esa hubiera sido la oportunidad de dar cuenta -al tribunal-
del engaño en el que habría caído.
Mario Rojas no explica, tampoco, cómo engañó a Riveros Chacana por tanto
tiempo sin que éste se percatara. Esta explicación demandaba un conjunto de
otras -explicaciones- porque va contra las máximas de la experiencia. No podía
actuar engañado Riveros Chacana porque en el planteamiento de Rojas la idea
era corregir o rectificar estas declaraciones falsas y para eso era necesario que
tuviera que hacer una declaración y tendría que haberle explicado eso a Riveros
Chacana y si fuera cierta su versión tendría que haberlo develado y no lo hizo. Da
cuenta que en el año 2005 hay 9 millones de devolución, el año siguiente hay 30
millones y en los venideros también; se pregunta cómo no iba a haber alguna
ocasión en que se dijera que ese dinero había que aplicarlo a este fin. Esa era la
oportunidad de Rojas para develar el secreto mantenido por tanto tiempo, si
hubiera sido cierta la versión de Rojas.
Además todos los meses llegaba Niemeyer a Los Lirios Nº1425, inmueble que
no es un edificio lleno de pisos y salas, donde se pudiera pasar desapercibido, es
una casa como cualquier otra donde hubiera sido probable que Riveros lo viera
¿cómo es posible que Riveros no se hubiera percatado que este señor iba seguido
a cobrar dinero en sobres? Tampoco se trajo a las secretarias de contabilidad
para que dijeran que Riveros no tenía contacto con este señor Niemeyer. Esta
versión del engaño no tiene prueba ni sustento.
Se pregunta el fiscal ¿dónde están esas planillas Excel que Rojas llenaba a
mano, incluyendo de puño y letra un proveedor más, en que se indicaba el 5% de
las facturas, diluida en un porcentaje menor para que no se notara el aumento
del crédito fiscal, que hubiera permitido al tribunal determinar que entre tanta
información no era posible determinar que se estaba pagando de más, como para
pensar que se confundía ese dato entre tanta información y que incurría en una
justa causa de error? En vez de eso, como prueba de descargo, se traen finiquitos
sin origen cierto, por obras temporales, del año 2010, de donde quiere inferirse
que hay un declive.
Surgió otra línea de defensa, según la cual Riveros Chacana es muy mal
administrador, y que por eso pudo no percatarse del aumento de crédito fiscal,
pero esto tampoco es verosímil porque se escuchó en audiencia que su propio
suegro le dice que su control de gastos era muy malo; o sea, fue asesorado
explícitamente para que revise y controle los costos, pero pese a esa advertencia
le tiene aversión a las facturas, no quiere revisarlas. Considera que Riveros, en
cuanto ingeniero, tiene desarrollados atributos matemáticos, y si le dicen que
controle sus gastos y él firma los formularios 29 y ve valores netos de IVA por 13
o 17 millones de pesos, pero en las planillas Excel no está reflejado el valor del
IVA de las facturas, sino que solamente el 5% -según decía Rojas Echeverría-; ahí
viene el cálculo matemático; por qué tiene tan poco débito fiscal en la planilla
Excel y tiene tanto crédito fiscal en los formularios 29. Algo no cuadra en
documentos que recibía mes a mes, tanto planillas como formularios; esa
pregunta debió hacérsela el acusado Riveros Chacana. Esto es de suma y resta,
no hay que ser ingeniero para hacer la conexión rápidamente, cómo se llega de
una factura a un libro mayor. Descarta que Riveros Chacana haya actuado
engañado o con culpa, porque en su declaración llega al tema de “la imagen”;
que el formulario 22 que el fiscal le exhibió en la audiencia era una imagen de la
empresa ante los bancos, porque así obtenía créditos, mostrando rentabilidad;
pero de paso también mostraba una falsa imagen al Servicio de Impuestos
Internos, lo que lo hace autor del delito del artículo 97 Nº4 inciso primero.
Sostiene el Ministerio Público que las máximas de la experiencia poco
tienen que ver con los refranes, sino que se trata de un dato cultural que tiene
un juez no por ser juez, sino que por ser ciudadano de este mundo. Así, si como
ciudadano de este mundo una dueña de casa sabe que si aumentan los costos en
un almacén debe cambiarse a otro, la misma razón lleva a que si le están
diciendo que los costos aumentan y que debe controlar los gastos, la reacción
natural de un administrador es revisar los costos, rebajarlos, controlarlos,
imponerse de ellos. Lo que plantea la defensa, sea que actúe engañado, sea que
actúe con culpa es algo contramayoritario, que rompe las máxima de la
experiencia y, además, es contra el mérito de autos, porque la prueba rendida a
gritos clama que Riveros Chacana tenía perfecto conocimiento de esta distorsión
en los formularios 29 y 22.
Advierte que hay algunos aspectos que es bueno que el tribunal tenga
presente, porque son impertinentes, tales como la figura del señor Niemeyer,
que si tuviera alguna responsabilidad o cuentas pendientes con el Fisco, ese es
asunto primero del Servicio de Impuestos Internos, pero aunque sea cierta, no
exculpa ni a Rojas Echeverría ni a Riveros Chacana. También se debe despejar
otra cuestión, el “reportar provecho personal”, se pregunta qué importancia
tiene eso para el delito estas conductas, respondiendo que eso no lo exige el tipo
penal, sin perjuicio de que sí les reportó, el mismo acusado lo dijo. Tampoco
tiene importancia el destino de estos fondos, que no está asimismo en el tipo
penal, ese destino debió demostrarlo la Defensa. Pero la mayor de todas las
impertinencias fue la prueba de contexto que dice relación con el declive de
Riward ¿qué importancia tiene? él no la encuentra. Y después, la prueba de
descargo rendida ¿cómo esos finiquitos demuestran ese declive? Primero son del
2010, y de existir un declive tendría que haberse remontado al año 2005, y no
hay ninguno del 2005; no tienen origen conocido -algunos de ellos- en el sentido
de determinar qué son esas planillas, ¿quién las paga? Una empresa Cymma
¿quién es, qué relación tiene con los acusados? Y aún más, no son trabajadores
permanentes, sino por obras, e incluso se va indicando el período de las faenas.
Ahora, si se estima que esos documentos son ciertos ¿qué conclusión obtiene el
Tribunal ¿un declive? No, porque se demuestra que se habrían pagado
cabalmente los finiquitos a los trabajadores de una obra en concreto, lo que es
demostración de la solvencia de la empresa; por el contrario no hay certificado
de imposiciones previsionales pendientes, no hay información alguna del pasivo
de la empresa en esta prueba. A juzgar por el formulario 22, por el cumplimiento
de sus obligaciones tributarias laborales más bien se llega a la conclusión de que
es una empresa exitosa, y entonces ¿es tan mala la administración de Riveros
Chacana?
Según la defensa de Rojas Echeverría habría un defecto de origen en la
investigación, por un exceso en que habría incurrido la parte acusadora del
Servicio de Impuestos Internos, quien habría asumido labores de investigación
que no le son propias, desbordando el mandato constitucional que establece que
es labor del Ministerio Público. Que se hizo una investigación excesiva y entonces
toda la prueba en que se basa la imputación padece de este vicio y el tribunal no
podría valorarla, por haber infringido una garantía constitucional, pero resulta
que la Defensa presentó la misma prueba del Ministerio Público, por lo que la
defensa deberá responder a la pregunta de cómo es que una prueba infringe una
garantía fundamental y al mismo tiempo su parte se aprovecha de sus resultados.
La segunda cuestión que debe explicarse es lo siguiente: sea que se tome el
camino de una denuncia o una querella, el legislador pide una narración
circunstanciada del hecho y una designación de quienes lo hubieren cometido y
el tribunal sabrá que si un querellante no cumple con estas obligaciones, el juez
de garantía devolverá la querella por no estar completa, arriesgándose a que se
le declare inadmisible. Para que el sistema sea armónico debe entenderse que
las denuncias que tengan su origen en una previa instancia particular, pueden ir
avanzando y tener como fundamento todo lo que permita establecer un hecho,
tales como los 19 proveedores con sus facturas falsas y las personas que lo
hubieren cometido, lo que implica haber interrogado al menos en una
declaración indagatoria a quien es representante legal de la empresa auténtica y
al mismo tiempo confrontarlo con el contribuyente que se está cuestionando. Y
eso fue lo que hizo el Servicio de Impuestos Internos, nada más. Y el Ministerio
Público no se quedó conforme con eso y así el funcionario de la Policía de
Investigaciones señaló que no se podían conformar con la investigación del
servicio de Impuestos Internos e incluso le tomó declaración a la fiscalizadora.
En cuanto al artículo 100 de Código Tributario, éste trabaja sobre la
premisa obvia de que el contador es un auxiliar, sin que se tenga idea de que
Rojas sea contador, pero él asumió un rol principal, consiguió las facturas las
incluyó en la contabilidad es suegro del acusado Riveros Chacana, y la suerte de
la empresa Riward está directamente conectada con una empresa donde Rojas
Echeverría es socio de Riveros Chacana. Por tanto, Rojas desbordó las funciones
auxiliares de un simple contador.
Por su parte, el abogado Querellante, por el SERVICIO DE IMPUESTOS
INTERNOS sostuvo que el primer precepto legal que se imputa a los acusados es
el establecido en el artículo 97 Nº4 inciso segundo del Código Tributario,
específicamente el haber aumentado en forma indebida el monto del crédito
fiscal IVA a que tenía derecho la Sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A.,
también conocida como Riward Electricidad S.A. Este aumento indebido del
crédito fiscal IVA fue cometido en a lo menos 38 períodos mensuales y se hizo
mediante la presentación de 38 Formularios 29 de Declaración y pago; es ese el
delito; el aumentar indebidamente el crédito fiscal. Lo cierto es que los
imputados, para poder resguardarse un poco, se hicieron -para ocultar el delito-
de 286 facturas de 19 supuestos proveedores, facturas que conforme a la prueba
rendida en el juicio, ha quedado suficientemente acreditado que se trata de
facturas falsas tanto en lo material como en su contenido -falsas
ideológicamente-. En autos, ninguna de las defensas ha cuestionado que se trate
de facturas falsas, por el contrario.
La falsedad de las facturas se ha acreditado mediante el examen de las 286
facturas, que no coinciden -en el cotejo con las verdaderas- en su formato, en
las actividades de los proveedores, en algunos casos; no coinciden las imprentas
y, por otra parte, en el contenido -ideológico- ha sido suficientemente
acreditado con el relato de a lo menos 10 testigos -proveedores- contestes, que
han dicho que no conocen a la empresa Riward ni a los imputados, que no son sus
clientes y que las facturas de igual numeración han sido emitidas a otros
clientes, en otras fechas, por otros montos. Las verificaciones y el informe
pericial que hizo María Eugenia Muñoz, van en el mismo sentido de acreditación
de que las facturas registradas en la contabilidad de la empresa Riward dan
cuenta de operaciones inexistentes. En su propia declaración, el señor Rojas
Echeverría ha confirmado en forma expresa que las operaciones no son ciertas,
que las operaciones que contienen las 286 facturas que le habrían sido
proporcionadas por esta tercera persona llamada Jorge Niemeyer, son
operaciones que no se realizaron. Da cuenta, por ejemplo, que de la primera
factura que se le proporcionó, él pagó el 5%, no el monto total; también se hizo
un pequeño ejercicio conforme al cual se determinó que el señor Rojas
Echeverría pagó $21.000 por una factura que contenía un monto total de
$1.600.000. Riward no pagó $1.600.000, las operaciones no se efectuaron, sino
que solamente el 5%. Después, también a modo de ejemplo agregó -Rojas
Echeverría-que le trajeron 4 facturas más y pagó $252.000, que corresponde al
5% del IVA; si se aplica el 100% del IVA, que corresponde al 19% del valor neto, se
llega a la conclusión que por 4 facturas que suman en total 30 millones de pesos,
la empresa pagó solamente $252.000. Todos esos antecedentes, más la
contabilidad de los años comerciales que fueron exhibidas y aportadas
demuestran la falsedad de dichas operaciones.
También ha sido suficientemente acreditado que las 286 facturas fueron
contabilizadas en los distintos libros de Compra; también se acreditó que en la
sumatoria mensual de los períodos contenidos en los libros, están incluidos los
créditos fiscales, el valor neto de las 286 facturas. Se ha probado también que la
sumatoria que contienen el crédito fiscal de las facturas falsas coincide con el
crédito fiscal que declara el contribuyente en los 38 períodos; por lo tanto es
posible concluir que en los Formularios 29 se contiene el crédito fiscal incluido
en las 286 facturas, crédito fiscal que por cierto ha sido aumentado en forma
indebida porque la empresa Riward no tenía derecho a él.
Respecto a los formularios 29, conforme señaló el Ministerio Público, el
señor Rojas Echeverría reconoció que fueron confeccionados por él, pero a lo
menos 10 de los 38 formularios mensuales -29- fueron firmados y presentados por
el señor Riveros Chacana, quien ha reconocido su firma en tales formularios.
Al respecto, la Defensa presenta al señor Riveros Chacana como un mero
administrador, y tal como ha dicho el Ministerio Público un administrador
negligente. La pregunta es si es esto cierto, si el señor Riveros Chacana es un
administrador negligente. Conforme da cuenta la prueba rendida en especial los
balances y declaración de impuesto a la Renta, demuestran que la empresa
Riward, durante a los menos 4 años tributarios, esto es, años 2006, 2007, 2008 y
2009 presenta utilidades, y no menores. Muestran una empresa que en el primer
año tributario mencionado arroja una utilidad de 60 millones y fracción, al año
siguiente 122 millones y fracción, al año siguiente utilidades por 150 millones. Se
pregunta si eso puede ser considerado como una administración negligente,
respondiendo que pareciera ser que no.
Ha quedado también acreditada la participación del señor Riveros Chacana
en su calidad de administrador, llamando la atención de su parte que, desde el
momento que en el año 2005 asuma la administración como gerente general y
socio de la Empresa Riward -Riveros Chacana- empiezan a cometerse las
irregularidades y delitos por los que se ha presentado acusación. Se tiene a una
persona que administra la sociedad, y más allá de la argumentación de que esta
administración sería deficiente, en su propia declaración, el señor Riveros ha
dicho que él administra la Sociedad, él determina qué se va a hacer al término
de año, que cuando aparece un nuevo proveedor él se encarga de ello y le pide
asesoría al respecto a Rojas Echeverría. Dijo también, al menos respecto de uno
de los proveedores -Gaete Sagal-, que la empresa no pagó 200 millones de pesos
a esa persona. Ha dicho también en relación al balance -que es la información
base conforme a la cual se confeccionan los Formularios 22- que ellos reflejan
una imagen que no es real. Si entendemos que los Formularios 22 se hacen
conforme al balance y ha sido suficientemente acreditado tanto por la
declaración del testigo Retamal como por la perito que han comparecido en
estrados, que tanto el Balance con los formularios 22 son consistentes entre sí,
por lo tanto, y teniendo en cuenta que Rojas Echeverría dijo que previo a la
presentación de la declaración de impuestos se le entregaba copia del balance a
la Administración, refiriéndose al señor Riveros Chacana, a quien se le entregaba
el Balance, que según el propio Riveros era solo una imagen. Si se trata de una
mera imagen -el balance- pero conforme a ellos se confeccionan los formularios
de impuestos, debe llegarse a la conclusión que esos formularios son
evidentemente falsos, porque contienen una información que no es real.
Por otra parte, Rojas Echeverría se presenta como una persona engañada
por un tercero. Se pregunta si eso es cierto y estima que a la luz de los
antecedentes y prueba rendida, eso no es cierto. Se estableció que él era el
encargado contable de la empresa y si bien es cierto que no se acreditó su
calidad de contador, expresa que en Chile no se requiere título para prestar
servicios contables; cualquier persona puede prestar servicios contables y ese
podría ser el caso de Rojas Echeverría, quien al momento de prestar declaración
dijo que era contador del Instituto Superior de Comercio y el señor fiscal le
pregunta si podría acreditarlo de alguna forma, respondiendo que por el tiempo
transcurrido le sería muy difícil conseguir copia del título. Esta información,
según se ha visto, tampoco se condice con los balances, donde Rojas Echeverría
se presenta como “contador de la Universidad de Chile”. Por lo tanto no se ha
acreditado que el señor Rojas tenga la calidad de contador, pero sí que tiene los
conocimientos de tal, desde hace unos 40 años. Se pregunta si es creíble que él -
Rojas- sabiendo que las 286 facturas que recibe del supuesto señor Niemeyer no
las recibe de los verdaderos proveedores y que las operaciones de que dan
cuenta no son reales, mediante un razonamiento lógico pueda concluirse que fue
engañado, y la respuesta es que no. Y es no también por el propio relato de
Rojas, que refiriéndose a Niemeyer señaló que éste le dijo, a su vez, “que le
traía facturas para que disminuyera el impuesto”, porque no les alcanzaba para
pagarlo mensualmente. Y textualmente Rojas dijo que “no serán tan válidas de
utilizar, pero sirven”, a continuación dijo que “asumió el riesgo”, ¿de qué?, de
que se iniciara una fiscalización que llevara a lo que se está viendo en el
presente juicio oral por delitos tributarios. Ha dicho también Rojas que él
tomaba las facturas de Jorge Niemeyer y ordenaba que se incluyera en los Libros
de Compra, lo que está también suficientemente acreditado. Dijo también -
refiriéndose a las facturas falsas- que a él no le servían facturas por menos de
$500.000, porque los impuestos eran altos y necesitaba facturas abultadas.
La perito ha dicho que ella, en su calidad de Ministro de Fe que le otorga la
Ley Orgánica del Servicio de Impuestos Internos y el Código Tributario le tomó
declaración jurada a Riveros Chacana en a lo menos dos oportunidades, y que
cuando se le exhiben las 286 facturas falsas, él, en su última respuesta, mantiene
su argumentación de que las operaciones son reales pero para tratar de
justificarse un poco, dice que las operaciones son reales pero por montos
menores. La conclusión, entonces, si le creyéramos al señor Riveros Chacana es
que estas 286 facturas, el monto del IVA de ellas y el monto neto de las facturas
era menor del que daban cuenta; por lo tanto, habiéndose incluido el total de
estos valores en el Formulario 29, debe concluirse que aun cuando se creyera esa
argumentación, el crédito fiscal evidentemente ha sido declarado en forma
aumentada, en forma indebida y lo mismo ocurre con el neto asociado a los
costos o gastos que incluyó en su declaración anual de impuesto a la Renta.
El segundo precepto legal que se imputa a los acusados es el establecido en
el inciso primero del artículo 97 Nº4 del Código Tributario. En específico, lo que
se les imputa es haber presentado 4 declaraciones de impuesto a la Renta falsos,
contenidas en 4 formularios 22, correspondientes a los años tributarios 2006,
2007, 2008 y 2009. Estas declaraciones de impuesto a la renta -entre otras
falsedades que contienen- incluyen el costo o gasto que se rebajó de la base
imponible, con el claro objetivo de pagar menos impuesto, pero en el caso
concreto, en los 4 años tributarios en cuestión la conducta de los imputados no
solo fue rebajar el impuesto a pagar, sino que se fue más allá y lo que se buscó
en definitiva, fue incluso la obtención de devoluciones de impuestos, que fueron
indebidas, y que ascienden a casi 100 millones de pesos. El aumento del costo o
gasto declarado en los formularios 22, parten de la base del empleo del valor
neto de las 286 facturas que, tal como explicaron la perito y el funcionario
Retamal, y comprendió el tribunal, si entendemos que estos formularios 22 se
confeccionaron conforme a los balances, y que estos se alimentan a su vez del
Libro Mayor, y éste a su vez del Libro Diario y el libro Diario del libro de
Compras, el que se alimenta de la información contenida en las facturas, se llega
a la conclusión que los Formularios 22 contienen información falsa. Si se hace el
ejercicio a la inversa, es decir, si se tienen facturas falsas que son contabilizadas
en el libro de Compras, éste contiene información falsa, abultada, si esa
información es traspasada al Libro Diario y al Libro Mayor, éste evidentemente
contiene información adulterada y si esa información pasa al Balance, éste
evidentemente contiene información falsa y así sucesivamente, hasta llegar al
Formulario 22, en donde en términos globales se incluyen estas sumas con un
costo aumentado, para rebajar la base imponible. Riveros Chacana dijo que los
balances presentan una imagen que no es real. Si esos balances han sido la base
de la información con la cual se confeccionan los formularios 22, evidentemente
estos últimos son falsos.
El tercer precepto que se imputa, en este caso sólo al acusado Rojas
Echeverría, dice relación con el delito establecido en el inciso final del artículo
97 Nº4 del Código Tributario, precepto que contempla varios verbos rectores. En
el caso concreto de Rojas Echeverría, lo que se le imputa es haber “facilitado”
facturas falsas, no haberlas confeccionado, por lo que si bien en algún momento
se cuestionaba -por las defensas- no haber ordenado una pericia caligráfica, lo
cierto es que dado que las facturas fueron confeccionadas a máquina, resultaría
una diligencia innecesaria. Ha quedado acreditado que Rojas Echeverría se hizo
de las facturas falsas, las obtuvo y ordenó que ellas fueran incluidas en el Libro
de Compras; es más, dijo que respecto de los dos primeros períodos mensuales
tuvo que rectificar los formularios 29 para los efectos de incluir el crédito fiscal
asociado a las facturas que obtuvo.
Por otra parte, se hizo cargo de algunas de las alegaciones efectuadas por
las Defensas en sus alegatos de apertura. En primer lugar, Riveros Chacana dice
que no se le puede imputar a él la confección de facturas falsas. Al respecto
indica que efectivamente, no se le imputa a él la confección de las facturas y si
se lee la acusación, en ningún caso se le ha imputado aquello. También ha dicho
que no se hizo nada por ubicar a quien facilitó las facturas, lo que no es cierto,
porque en definitiva ese es un delito que se le imputa a Rojas Echeverría, pues es
éste quien facilita las facturas en forma directa. Ahora, si pudiera existir la
persona que denominan como “Jorge Niemeyer”, eso no exculpa a Rojas por la
facilitación directa de facturas a Riward. También la Defensa ha dado cuenta,
por vía exculpatoria -entiende- sobre la situación deficitaria de la Empresa
Riward. Pero ello en nada justifica o los exonera de responsabilidad por los
delitos de que se les imputa. Por cierto, los únicos antecedentes que han sido
aportados en el juicio en cuanto a la situación económica, financiera y contable
de la empresa es la propia contabilidad del contribuyente, sus balances y
declaraciones de impuestos que demuestran utilidades las que incluso son
sostenidas y aumentadas a través del tiempo, y que le permiten a los socios
efectuar retiros, que en principio ascienden a 25 millones de pesos y que
producto del aumento de las utilidades, los retiros aumentan de 25 a 50 millones
y fracción de pesos. Eso no demuestra declive alguno.
La Defensa de Rojas Echeverría insiste en que la prueba adolece de
infracción de garantías, por cuanto entiende que la recopilación de antecedentes
sería una figura inconstitucional. El Ministerio Público ya adelantó que los delitos
que se le imputan a los acusados, son delitos de acción penal pública previa
instancia particular y requieren conforme lo dispuesto por el artículo 62 del
Código Tributario que se efectúe una recopilación de antecedentes, que puedan
ser sustento de una denuncia o querella seria del Servicio de Impuestos Internos
y que cumplan con los requisitos normales de toda querella.
Se dice, también erróneamente, por la Defensa de Rojas Echeverría, que los
delitos asociados a los períodos del año 2005 y parte del año 2006 habrían
prescrito, partiendo de la base de que la interrupción de la prescripción se
habría provocado por la formalización del señor Rojas Echeverría en abril de
2011; pero la Defensa olvida que por tratarse de delitos de acción penal pública,
la formalización no es el único medio para interrumpir la prescripción; está la
querella, que la doctrina y jurisprudencia han reconocido interrumpe la
prescripción. Por ello, hay que estar a la fecha en que se interpusieron las
querellas y, respecto de cada uno de los delitos que se le imputaron a Rojas
Echeverría. Y es así como el inciso segundo del artículo 97 Nº4 del Código
Tributario contiene una pena de crimen cuya prescripción es de 10 años. Si se
entiende que el primero de los delitos se cometió en julio de 2005 y
reiterativamente hasta llegar a diciembre de 2008, no se alcanza ni la
prescripción ni la media prescripción siquiera, del delito contemplado en el
inciso segundo del artículo 97 Nº4. Por otra parte, si se analiza el inciso primero
del artículo 97 Nº4 del Código Tributario, lo cierto es que los formularios 22 de
Impuesto a la Renta se presentaron, el primero, en abril de 2006 y,
sucesivamente en abril de 2007, abril de 2008 y abril de 2009. Si se toma en
cuenta que aquí ha habido una reiteración de delitos, tampoco cabe la
prescripción ni la media prescripción tomando en cuenta la fecha de
presentación de la querella. Lo mismo ocurre con el inciso final. Si se creyera la
argumentación de la Defensa de que estarían prescritos los períodos comerciales
2005 y parte del 2006, lo que propone -la Defensa- es que se condene a los
acusados por cada delito en forma independiente, con lo que se llega al absurdo
-desde el punto de vista de la Defensa- de llegar a una pena mucho más alta,
incluso, que la que aparece pedida por el Ministerio Público y su parte. Por lo
tanto, la conclusión lógica, y es lo que plantea su parte, es que se haga
aplicación del artículo 112 del Código Tributario, en relación al artículo 351 del
Código Procesal Penal y considerar todos los delitos del inciso primero, del inciso
segundo y del inciso final, en forma independiente evidentemente, pero como un
solo delito y aumentarlo en un grado, con lo que se llega a una solución más
beneficiosa para los imputados.
Destaca que se imputaron tres delitos a Rojas Echeverría y dos delitos a
Riveros Chacana, en cuanto a las normas aplicables, porque en realidad son
treinta y ocho delitos asociados al inciso segundo del artículo 97 Nº4 y cuatro
delitos asociados al inciso primero del artículo 97 Nº4, pero es importante tener
presente que el delito del inciso segundo dice relación con el aumento al crédito
fiscal imputable al impuesto IVA, lo que se busca es sancionar la evasiones de
impuestos asociados, específicamente, a las ventas y servicios; en este caso fue
cometido mediante la presentación de declaraciones de impuestos en formularios
29 que se presentan los días 12 de cada mes. Por otra parte, se tiene el inciso
primero, de impuesto a la Renta, que se comete mediante la presentación de los
formularios 22, en fechas distintas, esto es, en abril del año siguiente, de allí la
distinción entre año comercial y año tributario.
En cuanto al perjuicio fiscal, si se lee con mediana detención los preceptos
legales que se imputan a los acusados, se llega a la conclusión de que los tipos
penales no requieren de perjuicio fiscal para que se configure el delito; el
perjuicio fiscal dice relación con la determinación del monto de la multa
asociada a la pena corporal, pero no es un elemento del tipo. Por cierto, para los
efectos del impuesto IVA, quedó claro que asciende a los 215 millones, que
corresponden a la sumatoria del IVA de las 286 facturas. Por lo tanto, si
queremos buscar el perjuicio fiscal en IVA, basta con sumar los IVA de las
facturas falsas. Respecto al perjuicio en renta, la determinación es también
sencilla, pues se contiene en la sumatoria del valor neto de las 286 facturas, a la
cual la perito le aplica la tasa del 35% de impuesto según dispone la ley de
impuesto a la renta.
Por lo antes señalado, solicita que se dicte sentencia condenatoria por los
delitos contenidos en la acusación particular presentada por el Servicio, a las
penas allí referidas.
A su turno, en su alegato de clausura la defensa de Guillermo Riveros
Chacana dijo que con la prueba de cargo de los acusadores se encuentran
acreditados, más allá de toda duda razonable, los siguientes diez hechos:
1.- Que Riward S. A. es una persona jurídica contribuyente del impuesto
Iva, por tanto obligada a tributar sobre renta efectiva de 1ª categoría.
2.- Que entre los años 2005 al 2009 Riward S.A. incorporó más de 280
documentos forjados y mendaces en su contabilidad, en sus libros de compras y
de ahí causalmente a los formularios 22 y 29 exhibidos y examinados en el juicio,
y que corresponden a 19 supuestos proveedores de servicios con los que esta
empresa aumentó sus gastos y de esa manera sus costos, que son base imponible
del impuesto de 1ª categoría, y por tanto rebajó la carga del IVA que debía
enterar mes a mes y logró además la devolución de PPM, montos éstos que
fueron depositados en cheques fiscales en las cuentas corrientes de esta
sociedad.
3.-Que estos documentos fueron proveídos a Riward por Jorge Niemeyer,
quien se los ofreció a Rojas Echeverría por el valor del 5% del monto del IVA
escrito en cada papel.
4.-Que el representante legal de Riward S. A. ante el servicio de Impuestos
Internos en ese período y hasta el día de hoy, en el aspecto tributario, es
Guillermo Riveros Vega.
5.- El apoderado y gerente general de Riward entre 2005 y 2009 fue su
defendido Cristian Guillermo Riveros Chacana.
6.- La administración y contabilidad de Riward eran departamentos
separados compuestos de varias personas en las sucursales de Santiago, en
provincias y acá en Viña del Mar
7.- En esta última sucursal era don Orieta Rojas la encargada de llenar los
cheques conforme a los listados y autorizaciones de don Mario Rojas, siendo el
nexo entre dependientes y administración y, además, tenía acceso a caja chica
de la empresa en que se mantenía dinero en efectivo.
8.- Que don Cristián Guillermo Riveros Chacana en 2007 y 2008 fue,
además, socio y miembro del directorio de Riward S.A. junto a sus padres
Guillermo Riveros Vega y doña Silvia Chacana.
9.- El año 2007 se acordó en el directorio de Riward un aumento del
capital social hasta la suma de $112.000.000.- aproximadamente, a propuesta de
don Mario Rojas lo que se adoptó con el acuerdo de Guillermo Riveros Vega,
Cristian Riveros Chacana y Silvia Chacana quien actuó representada por su hijo
Francisco.
10.- Que en los años 2007 y 2008 el aumento de capital, así acordado, se
pagaría con cuentas de capitalización y excedentes de utilidades que serían
retiradas por igual monto total de hasta $112.000.000.- pagaderas a los socios en
dos egresos de $56.000.000.- aproximadamente cada uno, de los cuales
$26.000.000.- se pusieron aproximadamente a disposición de los socios, un tercio
a cada uno anualmente, pagaderos en 4 cuotas por partes iguales esto es
aproximadamente $17.000.000.- para cada uno, que Riveros Chacana habría
percibido.
Esos serían los hechos probados, con la apreciación completa de toda la
prueba.
Lo segundo ¿Qué se hace con estos hechos? La conclusión de la Defensa, en
cuanto a la calificación jurídica, dice que hay que tratar de asemejarse al
hombre prudente que construye sobre piedra y no sobre arena, para evitar que
las construcciones se derrumben. De los hechos probados –dijo- fluye que este
caso, en términos estrictamente probatorios, no es un caso de delitos tributarios
reiterados en contexto de operaciones tributarias verdaderas, ya que se ha
construido un edificio conceptual sobre arena y no sobre roca, no se usaron las
técnicas adecuadas para evitar que se caiga, porque este sí es un caso de uso de
documentos privados aparentes, forjados, mentirosos, mendaces, es cierto, de
facturas clonadas como dijo un testigo, pero que normativamente en lo que sería
el derecho tributario puesto que se trata de tipos penales altamente
normativizados, y lo que se ha probado y que aparentaba ser una factura falsa no
lo es. En consecuencia, falta el elemento central de toda esta construcción
dogmática a la cual poder aplicarle la construcción jurídica prejuiciosa y previa,
o sea que se logran las simulaciones y declaraciones falsas con información falsa
vertidas más tarde en documentos contables que permitirían rebajar las bases
imponibles de los impuestos, o bien utilizar créditos indebidos. Ninguna de esas
dos conductas sería posible para rebajar si no existe una factura falsa, por tanto
debía acreditarse que se trataba de una factura y que esta era falsa, incluso
como un papel que contenga un dato económico real.
Por lo tanto, este no es un caso de concurso material de delitos tributarios
de diferentes especie, y a la que se pretende aplicar agravantes especiales por
los acusadores, sino que este es un caso de concurso aparente de leyes penales,
esto es, en que una conducta parece capturada por más de dos tipos penales al
mismo tiempo, un supuesto tipo penal especialísimo versus otro tipo penal
general, residual o de captura. La atención aquí está planteada entre la
pretensión de los acusadores de encuadrar esto en el tipo penal especial
tributario, versus lo que es en un encuadre perfecto en un tipo penal de la parte
especial del Derecho Penal General, que es tipo penal de captura y no residual,
adelantando que no es la estafa del artículo 473 del Código Penal. Esto lo dice,
porque debe resolverse como enseña el profesor Enrique Cury, en su texto
Derecho Penal Parte General, donde advierte que “haciendo labor de
subsunción” como él la denomina, de encuadrabilidad o de perfecta
configuración como dirán otros, porque esta labor, según el profesor Cury, es la
propia del principio de tipicidad que es garantía de todo justiciable, que los
acusadores pretenden violar flagrantemente, y esa labor de tipicidad es una de
las más relevantes y más delicada de los jueces, atendidas sus consecuencias,
debiendo ponerse atención en la luz amarilla prendida por el profesor Cury sobre
el exceso de constructivismo al momento de resolver un caso penal.
Claramente estos diez hechos asumidos por su parte como probados, sin
duda alcanzan a formar un caso de fraude, pero es un caso de fraude
documentario, un fraude impropio, que se radica en el ámbito de la parte
especial del Derecho Penal General o común, tipificado en el artículo 470 N° 8
del Código Penal y no en el Derecho Penal complementario o periférico, que es el
Derecho Tributario, ley especial que tiene una remisión estática en toda su
configuración de sus tipos penales, al Decreto Ley 825 del IVA y por otra remisión
interna, también estática, al Decreto Ley 824 o Ley de la Renta. Todo ello,
porque la piedra angular de la construcción conceptual de los acusadores y que
éstos han tratado de hacer creer que se trataba de facturas, como datos
económicos, pero eso no se ha probado indubitadamente más allá de toda duda
razonable. Siendo así, son los artículos 340 y 341 del Código Procesal Penal los
que imponen una solución más justa y más proporcional que la propuesta por los
acusadores. Hay una proposición fáctica central, de las proposiciones de los
acusadores, que quedó sin respaldo probatorio, que está en la acusación escrita,
y en los alegatos de aperturas de los acusadores quienes prometieron probar que
el objeto material de estos delitos imputados y el medio de comisión de los
mismos y los ataques a los bienes jurídicos –dijeron- el delito 1 de peligro
abstracto que es la facultad receptora del tributo, y el otro delito sería el riesgo
sobre el patrimonio fiscal, al afectar el sistema del IVA y obtener devoluciones
indebidas, sería la incorporación contable y el uso que los acusados hicieron de
facturas falsas. Sin embargo, de esa promesa sólo se alcanzó a probar la
incorporación contable de más de 280 documentos privados mendaces, forjados,
simulatorios, clonados, que aparentaban ser facturas de 19 proveedores reales,
sin serlo en verdad, datos y papeles forjados por un tercero porque no fue
atribuido alguno de los acusados y tampoco lo probaron, por un tercero que sería
desconocido si es que no se quiere atribuir al señor Niemeyer, pero que no son
normativamente facturas y no pueden ser consideradas tales. Lo único que se
duplicó de las facturas reales de los proveedores verdaderos fue la numeración
correlativa de las facturas autorizadas en el rango de timbraje respectivo, que
era el único dato que podía obtener un clonador, sin riesgo para él, ingresando a
la página web del servicio de Impuestos Internos consultando los RUT, que era lo
que existía para informarse en ese servicio a esa época. Pues bien, esas facturas
provenían de buenos contribuyentes, la numeración de las facturas no sus
formularios, porque ni siquiera eran iguales en el logo, en la firma, ni siquiera
tenían la misma letra, estos documentos fueron proveídos a los imputados por el
5% del IVA por un tercero que no está en el juicio, esos documentos, reitera, lo
que hicieron fue duplicar sólo el número de las facturas reales en el rango de
timbraje de éstas, pero sólo fueron un remedo de éstas, ni siquiera una imitación
de las reales, se crearon aparentando algo que algunos muy importantes testigos
de la acusación reconocieron que era producto de una burda representación de
su empresa.
Así, la testigo María Soledad de Orte expuso que no conocía a Jorge
Niemeyer y según ella vino al juicio, porque se le informó de una duplicidad de
sus facturas, pero también dijo que “se apoderaron de sus datos tributarios”,
pero nadie le sustrajo un talonario ni le sacó una copia sino que se inventó una
factura que no era la de ella. Ante la pregunta del servicio de Impuestos
Internos, señaló que Riward nunca fue su cliente que eso fue el primer indicio
que tuvo; y en lo físico, al tener la factura frente a sí, declaró que el contenido
no correspondía ni siquiera el logo.
Julio Palominos también dijo que las facturas son falsas por temas
formales, como contenido, cuantía, la indicación de la imprenta adonde las
mandaba a confeccionar, y mencionó que las originales fueron giradas por ciertos
servicios y por ciertos valores, que en su empresa no las escriben con máquina
sino que las imprimen por matriz de punto. Por tanto, son un forjamiento de algo
que parece ser factura, no están timbradas por el servicio de Impuestos Internos,
carecen de timbre de agua, y el testigo pudo darse cuenta en la audiencia que no
le pertenecía.
Don Gastón Nef, de la empresa Imein, dijo que viene a declarar por unas
facturas falsas de su empresa y precisó que “no hay nada que se acerque a la
realidad de nuestra empresa en estos documentos”, así lo dijo. Además al final
reconoció que era una burda representación de su empresa y que contenían
datos que eran mentiras.
El señor Tavali Muñoz, dice que no conoce a Riward S.A., que comparece
porque entiende que le clonaron dos facturas, pero al decir clonación usa un
término coloquial, porque las facturas no son iguales, no es una clonación sino
que jurídicamente estos documentos son un “forjamiento”, son un invento. Se le
exhiben sus facturas 1 y 2 del auto de apertura y señala que no coincide ni el
formato, ni el rubro, que no conoce a Riward, que no realiza operaciones de ese
tipo de las allí descritas.
El que forjó estas facturas sabía que la empresa Riward estaba en una
mala situación y que Mario Rojas se iba a interesar en comprar facturas para
bajar la carga del IVA, por eso se las vendió en $21.000 para “hacerlo picar”, y
Rojas creyó porque él pretendía hacer un negocio, y al final quiso defraudar y
terminó él defraudado.
La documental del Ministerio Público permitió, con el uso del aumentador,
la exhibición de varios archivos, planillas Excel, toda una labor puntillosa del
contenido de las celdas, matrices, barras y columnas, confrontar cuál era falsa y
cuál era autentica en su teoría del caso, en verdad cuál era una y cuál estaba
forjada, el numero y contenido más el IVA, todas esas son burdas imitaciones
forjadas.
También se puede citar a la fiscalizadora Muñoz Frías, dependiente del
servicio de Impuestos Internos adelantando el Defensor que el Código Tributario
está reformado y que los funcionarios del servicio ya no son peritos, sin perjuicio
de sus opiniones que puedan decir al tribunal. La señora Muñoz contestando
directamente dijo que efectivamente todo este mecanismo permitió registrar y
distribuir “utilidades ficticias”. Toda la prueba de cargo confirma eso.
Entonces, yendo al núcleo de esto, para resolver este caso hay que
distinguir entre los diferentes tipos de falsedades documentarias y encuadrar
correctamente los hechos probados. En materia de delitos tributarios ha habido a
tres momentos respecto de la falsedad y respecto particularmente de la pregunta
¿Qué es factura falsa? Se distinguía hace ya algunos años entre documentos
privados y públicos, como lo hace el Código Penal, material e ideológicamente
falso, y se decía si una factura verdadera timbrada con rango de timbraje está
enmendada es una falsificación material es una adulteración, o alteración de lo
preexistente; pero si un privado, que puede emitir facturas y está en posición de
garante respecto de la percepción del tributo o de la autodeterminación de los
mismos, le pone cifras mentirosas, es falsedad ideológica, y también puede
cometer delito tributario porque hay casos en que los privados pueden cometer
falsedades ideológicas en instrumentos públicos, o sea, se aplica una especial
regla no de comunicabilidad sino que de autoría propia, y hay varios fallos sobre
eso, pero resulta que nunca se ha admitido como posibilidad de delito tributario
que una factura que se clasifican -agrega- en facturas no fidedignas o no
susceptibles de hacerles fe, facturas irregulares y facturas falsas, son tres cosas
distintas, pero no desde un punto de vista teórico sino que desde el punto de
vista normativo, en este caso lo que los señores acusadores mostraron fue una
apariencia de factura clonada, forjada, que jurídicamente es “una factura
irregular”, pero no es falsa, y como es irregular no da lugar a ninguno de los tipos
penales especiales de los delitos especiales tributarios, y hay que trasladar la
tipicidad hacia el plano general. Eso es lo que dice primero la ley, el Decreto Ley
825 párrafo tercero, artículo 3 prescribe quienes son contribuyentes para los
efectos de esta ley; artículo 4 operaciones gravadas con el tributo las que se
grafican en facturas; el artículo 8 dice que ese impuesto afecta a las ventas y
servicios; y artículo 9 dice el momento en que se devenga este impuesto,
respecto del sujeto del impuesto y de cómo se trata éste contable y
registralmente, todas las normas de la ley remiten al concepto de factura. La
circular 93 del servicio de Impuestos Internos, de 19-Diciembre-2001 actualiza
instrucciones sobre procedimientos que deben observarse en caso de detectarse
documentos que no dan derecho a crédito fiscal, en su segunda parte dice
“causales de rechazo de crédito” y distingue de acuerdo al N° 5 artículo 23 entre
facturas no fidedignas, facturas falsas, facturas que no cumplen con los
requisitos legales o reglamentarios y en el punto 3 arábico dice cuándo el
documento no cumple con los requisitos legales o reglamentarios, por ejemplo al
omitirse los establecidos en el artículo 54 del Decreto Ley y 69 del Reglamento,
tales como el número, las que mostraron aquí sí tenían el mismo número de la
verdadera es lo único clonado; timbre, no tenían, era falso inventado, el de agua
y el correlativo; nombre completo del emisor, no tenían y en algunos casos el
testigo que ni siquiera correspondía a su nombre, Rut , sí tenían; dirección, un
testigo dijo “no, está equivocado, no es mi calle; giro del negocio, yo no vendo
ese producto dijeron algunos testigos, etcétera. Por tanto esas son facturas
irregulares si es que fueran facturas, son documentos privados que aparentan ser
facturas y si se les estima tales, son irregulares. Para aclarar este punto alude al
autor Zavala, “Facturas Falsas” editorial Punto Lex, año 2006, páginas 40 y 41 y
lee lo allí señalado.
Los acusadores, en su concepto, se confunden, yerran, no sólo al aplicar el
derecho sustantivo sino que además violan garantías, como la tipicidad, y eso es
lo que ha dicho la Excelentísima Corte Suprema en sentencia dictada en causa
Rol 1734-03 (el Defensor da lectura a un párrafo del fallo aludido).
Entonces, no tenemos facturas, como no las tenemos ni siquiera falsas sino
que un remedo, se cae el contexto tributario; sin embargo, resulta que para los
efectos de aplicar el crédito le dicen al contribuyente “no se puede, es ilícito,
facturas réprobas, pero por efecto de la Renta yo presumo que como las ocupó
para aumentar el gasto, esa plata le quedó en la caja y yo se la sumo como gasto
rechazado a sus ingresos, y le voy a aumentar la base de su global
complementario además como persona, y le voy a cobrar impuesto por su
delito”. Si eso es así entonces se daría el contrasentido de que al Fisco le
interesaría que los contribuyentes cometan delitos, porque haría negocio,
cobraría impuestos.
Este caso –sostuvo- es un concurso aparente de leyes penales, y aludiendo
a la opinión del autor Matus Ramírez (“La ley penal y su interpretación”,
editorial Jurídica, año 2002, páginas 88, 89, 173 y siguientes) entonces al no
darse todos los presupuestos del tipo penal especial hay que irse al tipo penal
general, y el que mejor capta los hechos probados es el artículo 470 N° 8 del
Código Penal, pudiendo también agregar que la profesora Laura Mayer Lux en su
texto “Fraude de Subvención o de Prestaciones”, concluye en esa misma línea.
Añade que Riveros Chacana, para el contexto tributario, no es el
representante legal de Riward ante el servicio de Impuestos Internos, porque
sigue siendo su padre y el poder no ha sido revocado, y siendo así entonces no se
le puede aplicar el artículo 99 del Código Tributario de manera automática, que
es aquel que en teoría haría descansar en la persona natural que obra por la
jurídica la responsabilidad por los deberes infringidos del contribuyente del IVA,
primero hay que ser representante legal y nuestra ley no permite, porque la ley
no permite la representación de hecho que ocupe la autoría en lugar de otro
como el código español o alemán. El autor Alex Van Weezel en su texto “Delito
Tributario”, admite esta situación cuando el administrador ha incumplido dolosa
y expresamente los deberes de una organización eficiente que le corresponden
como administrador de la persona jurídica y, entonces, se vale de la
irresponsabilidad organizada o ceguera auto provocada para diluir
responsabilidad en un contexto organizado defectuosamente por él, pero en este
caso no había organización ni así se probó, ni se acusó, sino que había “soberano
desorden” usando palabras coloquiales y ese desorden sólo da lugar a
responsabilidad imprudencial de los administradores.
Por eso el señor Fiscal tratando de sacarse este incordio vuelve al artículo
58 del Código Procesal Penal, en su inciso segundo, porque sabe que no puede
aplicar el 99 porque entonces sería responsabilidad objetiva, y que la
responsabilidad solo puede hacerse efectiva en las personas naturales y por las
personas jurídicas la responsabilidad es de los que han intervenido en el acto
punible, pero ¿en cuál acto punible? Ya que estos hechos sólo se relacionan con
el acto punible del artículo 478 del Código Penal, y en el caso de Cristian Riveros
Chacana como cómplice del artículo 16 del Código Penal, continuado en el
tiempo, porque no se le puede aplicar el artículo 99, porque no es destinatario
natural del IVA, porque en el 97 N° 4 inciso 1 no es el representante legal,
porque en el inciso 2 no es él el sujeto obligado por el IVA que ha incorporado
todos los formularios aunque los haya firmado y esa sola intervención no permite
sostener que es culpable desde el punto de vista penal, y porque del contexto
del desorden y no de engaño a los más respondería de manera imprudencial. Sin
embargo, la complicidad sí podría ser incluso congruente con lo que han
planteado sus colegas, que le diera más o menos lo mismo que el señor Rojas
recibiera a un señor Niemeyer, que le pagara el 5% y que pudiera haber obtenido
el beneficio del tercio de cada cuarto de pago en dos cuotas del retiro de
utilidades ficticio, ahí sí toma importancia, porque es cómplice el que sin previo
concierto interviene en un acto que aún se está cometiendo continuamente,
desde 2005 al 2009, se sube “al tren delictivo” ajeno, haciéndolo propio,
colaborando de alguna manera que no es la del 15 N° 3 del Código Penal. Eso es
lo que está probado aquí. No puede ser autor de delito tributario especial,
porque es extraneus al que no se le comunican los deberes institucionales sólo se
le comunican al funcionario público contador y los colegas ni siquiera le
reconocen esa calidad al señor Riveros y de comunicársele se le debieran
comunicar elementos esenciales del tipo penal, pero el artículo 63 y 64 del
Código Penal lo impiden porque para eso debe estar probado dos cosas, uno el
hecho esencial del ingrediente típico encontrarnos frente a facturas falsas y, dos,
que sean falsas por forjamientos y que las haya forjado con un autor 15 No. 1 un
sujeto persona natural en concurso 15 No. 3 con un funcionario público obligado
a dar fe. Esas son las reglas de la comunicabilidad del forjamiento que Chile ha
aplicado siempre, y el resto es responsabilidad penal creada por extensión, por
analogía en malam partem por no interpretar los tipos penales económicos de
acuerdo a la interpretación fáctica, sino a interpretación formal civilista que sólo
arroja resultados irrazonables (Corte suprema 6 de mayo 1953, revista de
Derecho y Jurisprudencia página 104, Repertorio del Código Penal de 1996)
Por su parte, la Defensa del acusado Rojas Echeverría, planteó como
alegato de clausura que -tal como fue diagramado en la apertura, por su parte-
dividirá el tenor de la exposición en el aspecto señalado como posible infracción
de Garantías Constitucionales en la investigación y que desembocan en este
proceso penal; y, lo segundo, serán consideraciones sobre la calificación jurídica
directamente a como han sido formuladas las acusaciones por el Ministerio
Público y el servicio de Impuestos Internos en contra de su representado.
En torno a lo primero, como ya se discutió y se adelantó en la audiencia
preparatoria del juicio oral se plantea acá un tema de infracción de Garantías
Constitucionales, la prueba rendida en autos que, por cierto, lógicamente cuando
una Defensa hace suya la prueba de cargo no es sino en interés de la teoría de
descargo, pero no se pretende legitimar dicha prueba en relación a la teoría del
caso que exponen los acusadores en un proceso penal. Naturalmente esa prueba
se hace cargo una Defensa cualquiera en pos o abono de su teoría del caso, pero
el solo hecho de hacerla suya no la vuelve automáticamente válida por una
Defensa, como lo sugirió el Fiscal, válida en el sentido de que sirva y acredite
precisamente la teoría del caso de una defensa, porque entonces qué sentido
tiene formular una teoría del caso de una defensa si ella no se asilare solamente
en prueba propia, tal cosa no corresponde en el análisis jurídico.
Pues bien, la prueba que se ha conocido en este proceso arranca, se
origina o deriva inexorablemente del proceso de Recopilación de Antecedentes
verificado por el servicio de Impuestos Internos, prácticamente en su totalidad,
en el aspecto cuantitativo y claramente, absolutamente en su totalidad, en el
aspecto cualitativo. Por tanto, surge la discusión respecto del origen legal de la
facultad del servicio de Impuestos Internos para efectuar este proceso de
Recopilación de Antecedentes, esa legitimidad legal arranca del artículo 161 N°
10 del Código Tributario que fue adecuado a la reforma procesal penal mediante
la Ley No. 19.806. Dicha ley fue sometida al control constitucional a priori del
Tribunal Constitucional que dicta en el rol 349- 2002 de fecha 30 de abril de 2002
la correspondiente sentencia, en la que en sus considerandos 33 y 34 se refiere al
proyecto en la parte que modifica el Código Tributario en el artículo 161 N° 10,
señalando que el servicio de Impuestos Internos debe recopilar los antecedentes
que van a servir de antecedente a la resolución que dictará el director, o sea si
va a instaurar acción penal o sólo la administrativa y, además, sustituye la
palabra “la investigación previa” por “la recopilación”; y en el considerando 34
el Tribunal Constitucional resuelve que interpretando conforme a la Constitución
Política y, a fin de precaver contradicción entre ese artículo con el artículo 80 A
de la carta fundamental, aprueba la modificación de aquel precepto, en el
entendido que la recopilación de antecedentes no importa ni puede constituir
una investigación de aquellas que se mencionan en el citado artículo 80 A y, por
ende, si en el transcurso de esa Recopilación el servicio verifica que tiene
motivos suficientes para iniciar investigación por la posible comisión de un hecho
que revista caracteres de delito y que corresponda sancionar con multa y pena
corporal, deberá abstenerse de continuar con esa actuación. Es decir, el
mandato constitucional así interpretado por el Tribunal Constitucional del
artículo 161 No. 10 del Código Tributario fundamento del proceso de recopilación
de antecedentes, proceso de naturaleza administrativa, está dado con esa
cortapisa.
De la declaración de la perito señora Muñoz y también del fiscalizador
Oscar Retamal y de las referencias que han hecho, especialmente la primera, a
su informe 54-B queda claro que ella inicia su investigación a principios del 2009
a instancias de denuncia formulada por don Héctor Gaete en el Ministerio Público
de Santiago, respecto de la constatación de utilización de sus datos como
contribuyente en la posible generación de lo que se denomina provisionalmente
como facturas falsas. Estaba claro que a partir de ahí se inicia el proceso e
inmediatamente se apunta a esta sociedad Riward, se pudo ver que la prueba
aportada especialmente por el servicio de Impuestos Internos y está
acompañado todo el cuaderno de recopilación de antecedentes, que antes de
junio o julio ya se tenía claro que hubo 19 proveedores y que había como tres
centenares de facturas o 280 y tantas facturas falsas, o sea que existe un doble
juego de facturas, y se ha escuchado que no pueden haber dos facturas con la
misma numeración, por tanto a principios de 2009 ya se encontraba plenamente
claro que había hechos que revestían caracteres de delito; sin embargo, el
servicio seguía investigando, se vio como citó a los contribuyentes a sus oficinas
de Lorenzo Gotuzzo, que entre el 8 y 10 de julio de 2009 obtiene numerosas
cartas de contribuyentes que decían que no tenían relación con Riward hasta
desembocar en el informe 54-B de fecha 12 agosto de 2009, y la querella se
presenta contra los señores Riveros padre e hijo el 20 de noviembre de 2009, es
decir el servicio de Impuestos Internos siguió actuando como antes de la
modificación. Pero eso era antes, la modificación suprime expresamente la
expresión “la investigación previa” hay una diferencia en investigar en que se
trata de descubrir algo que no se conoce a partir de un hecho conocido, y eso es
lo que el Tribunal Constitucional declaró que ya no era factible. Este tema es
tratado por la doctrina nacional, en el libro “Curso sobre delitos e infracciones
tributarias”, desde página 134 en adelante, de los autores Ugalde y García, los
cuales expresan que el servicio de Impuestos Internos debe abstenerse de
continuar en una investigación una vez que el proceso de la recopilación arroje
luces o motivos suficientes para iniciar una investigación penal, y esto
básicamente se traduce en infracción de Garantías Constitucionales, en una
primera etapa la ilicitud de la prueba y que debe ser o puede ser excluida en la
audiencia de preparación por tratarse de prueba obtenida con vulneración de
garantías fundamentales, y dichos profesores citan a don Julián López Masle
“Derecho Procesal Penal Chileno”, 2° tomo páginas 210 y 211, en cuanto a que
un proceso penal coherente que entiende que la fase de investigación es
preparatoria del juicio oral no puede aceptar que los elementos probatorios
ineficaces para fundar una sentencia definitiva puedan resultar eficaces para
dictar resoluciones provisionales en la etapa preliminar, y sigue el desarrollo en
este sentido recalcando la labor del Juzgado de Garantía y señalando las razones
que han movido a negar la posibilidad de que el Tribunal de Juicio Oral Penal se
niegue a valorar la prueba ilícita en la audiencia de juicio oral, no puede negarse
a eso, porque esto está amparado por una garantía fundamental que exige un
procedimiento e investigación racionales y justos, y eso parte por la legalidad del
procedimiento y la legalidad de la investigación. Además, se hace presente que
este proceso de Recopilación vulnera garantías constitucionales, de partida no
tiene límite de tiempo, como no sean los plazos de prescripción de la acción
penal, es una recopilación que resulta secreta, se ha escuchado al fiscalizador
Oscar Retamal cómo cita a Riward y le ordena traer toda la documentación y se
empiezan a formular unas a otras las citaciones, y el contribuyente pierde su
documentación porque la entrega al servicio de Impuestos Internos y si no la
entrega entonces rige el artículo 161 N° 10 parte final, se recaba el auxilio de la
fuerza pública directamente, y se produce la incautación. Derecho a la defensa
jurídica -nos dicen los profesores- garantía de un procedimiento y una
investigación racional y justo, derecho al respeto y protección de la vida privada,
inviolabilidad del hogar, etcétera, el punto es que ello se establece por lo tanto
esta situación respecto de que una vez que hay indicios suficientes de la posible
comisión de un delito tributario, el servicio de Impuestos Internos debe
abstenerse y debe remitir los antecedentes al Ministerio Público.
Se ha pretendido contra argumentar que acá tratándose de un delito de
acción pública previa instancia particular, esto podría traer menoscabo de los
requisitos formales de la Querella, que ésta debe ser autosuficiente al máximo,
porque de otra manera el Juzgado de Garantía podría decretar su
inadmisibilidad. Cuando se presenta una Querella por muchos delitos, o por
cualquier delito no se sabe la persona del autor, con esa misma mentalidad se
debería saber absolutamente todo para presentar una Querella, y tal cosa no
resulta aceptable, no es el criterio ni con mucho que ha consagrado el Tribunal
Constitucional.
Otro argumento que se ha dado es en definitiva ¿y qué pasa con la
investigación o la labor que desarrolló la Policía de Investigaciones? Acá declaró
el señor Marcelo Escobar, y su parte ha señalado como primera posición derivada
de la anterior ¿Cuál es la diligencia material de investigación realizada por la
Policía de Investigaciones que no fuera refrendar exactamente lo contenido en el
informe 54 B del servicio de Impuestos Internos? No existe ninguna diligencia
material, de investigación, simplemente recopiló la Recopilación de
Antecedentes, citó –claro- a algunas de las víctimas, simplemente lo mismo que
había recabado el servicio de Impuestos Internos, hizo lo mismo que recabó el
servicio, y no deja de ser curioso que siendo la única prueba de una fuente
distinta de los Querellantes ¿cuáles fueron sus conclusiones? Que se trataba de
una administración descuidada o negligente, después de recabar la declaración
de Mario Rojas en los mismos términos que éste declaró acá en el juicio con
todos los hechos que narró en estrados; y después también de haber recabado la
declaración de los Riveros en el mismo sentido que Riveros Chacana declaró acá.
En principio, se debiera señalar que tratándose de un aspecto de garantías
constitucionales la prueba de la investigación de la Policía de Investigaciones se
cae por frutos del árbol envenenado, porque simplemente recoge la Querella,
recoge el informe de Impuestos Internos, ya excedido en sus atribuciones, y lo
plasma en un informe, eso hizo y nada más. Esto lo dijo su parte al inicio ¿Se
realizó un peritaje contable sobre el monto real del perjuicio fiscal sufrido por
esto? No. ¿Se realizó algún peritaje financiero de Riward? Que dijera mire, sí, en
este año solicitaron la devolución por ejemplo de 20 millones de pesos, pero
resulta que como abultaron los créditos ellos no tenían derecho a la devolución
de 20 sino a pagar 20 millones, porque aquí hay mezcladas, como se ha dicho,
operaciones buenas con operaciones malas. Entonces no era eso y si le
preguntan, sin saber nada de números ¿Cuál es el perjuicio fiscal? Usted en vez
de pagar 20 recibió 20 del Estado, sumando y restando se ve un perjuicio de 20,
porque en vez de que yo me hiciera más pobre en 20 y más rico el otro, ocurrió
lo contrario. Por tanto, su parte no ve un perjuicio de 200 millones sumando los
créditos, esto no es tan simple, para eso tendrían que haber sido falsas todas las
operaciones. En estos aspectos se está trabajando en la lógica de la acusación.
Se ha vuelto a plantear este tema ante el Tribunal Constitucional por la
vía del recurso de inaplicabilidad planteados por contribuyentes que se han visto
afectados por estas Recopilaciones, posibles acciones de inconstitucionalidad de
Recopilaciones de Antecedentes. Sobre esto hay dos sentencias del Tribunal
Constitucional: sentencia dictada en causa Rol 1246-2008-Ina de 1 de diciembre
de 2009 causa Patricio Grandón con Servicio de Impuestos Internos, considerando
17°; y el Rol 1406-2009-Ina de 31 de diciembre de 2009, considerando 19° que en
esencia es igual al otro, se repite la misma doctrina. Lo dictaminado en estos
casos es que el Tribunal Constitucional estima que no tiene la facultad de hacer
ejecutar sus resoluciones, que ejercen el control constitucional a priori, emiten
una resolución, dan el parámetro, pero ese cumplimiento está entregado a los
tribunales de Justicia por la vía del control del Juzgado de Garantía de la prueba
ilícita; por la vía del incidente de nulidad si fuere eventualmente válido; y,
también, no lo dice pero es indudable que por la vía del control en cierto modo
de constitucionalidad y legalidad que efectúa el Tribunal de Juicio Oral Penal,
porque tiene que servirle de necesario fundamento a lo que resuelva. Entonces,
ahí está entregado el asunto, por algo se reformó la Constitución Política y,
además, porque el propio recurso de nulidad del artículo 373 letra a) del Código
Procesal Penal, ¿en qué se basa? En la infracción de derechos y garantías
fundamentales, y eso lo conocen los tribunales ordinarios, a éstos está entregada
la situación, y entonces es este Tribunal el que debe resolver y ponderar si en
las prueba acá exhibidas y que han incorporado los entes de cargo se han
producido infracciones de esta resolución del Tribunal Constitucional que bajo
esos parámetros autorizó este proceso denominado de Recopilación de
Antecedentes efectuado por el servicio de Impuestos Internos.
Se referirá a continuación al segundo aspecto más arriba anunciado.
Hecho 1: aumento indebido del crédito del IVA, o sea subsunción que
efectúan los acusadores en el delito del artículo 97 N° 4 inciso segundo del
Código Tributario y esto se aplica a su representado y es un error porque ese
inciso segundo consagra un delito de sujeto cualificado sólo aplicable al
contribuyente de impuesto al valor agregado, se consagra aquí el principio de
especialidad en que primará el artículo 97 N° 4 inciso segundo del Código
Tributario por sobre la norma general del artículo 15 N° 3 del Código Penal. El
extraneus no tiene la calidad exigida por el tipo penal que parte hablando de
“contribuyente” ni tampoco ha infringido un deber especial de autor, y en abono
de esta posición cita al autor Pedro Massone Parodi obra “Infracciones
Tributarias” página 56, que opina que en el ámbito tributario el sujeto activo es
normalmente el contribuyente que realiza los extremos del hecho previsto por el
legislador como delito tributario, también pueden serlo si es el caso el sustituto
o el responsable de actuar en lugar de otro, finalmente puede cometerlo una
persona diversa cuando de ello se desprenda claramente de la ley tributaria, por
ejemplo al usar la expresión “el que” y esto se enlaza con lo que señala
posteriormente la responsabilidad por infracciones y delitos tributarios regulada
por los artículos 98 y 99 del Código Tributario. El artículo el 98 señala respecto a
las sanciones pecuniarias quien responde por ellas, pero ¿quién responde de las
sanciones, de las penas corporales? Responde el obligado o sea el sujeto pasivo
de la obligación tributaria. Posteriormente desarrolla la otra hipótesis sintetizada
“de actuar en lugar de otro”. ¿Por qué responde el representante de una
empresa que es la que ha hecho o se ha visto favorecida con el delito tributario?,
y ahí viene el desarrollo de la doctrina efectuada por profesor Van Weezel, y
también los profesores Ugalde y García en la página 39 de su obra citada, en que
también refieren que el sujeto activo de estos delitos debe ser un sujeto pasivo
de impuesto. Magdalena Ossandón en su artículo publicado en Revista Derecho
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso tomo 28, primer semestre 2007, “El
sujeto activo de los delitos tributarios” a partir de la página 181 clasifica los
sujetos activos de los delitos tributarios, a partir del artículo 97, distinguiendo
los delitos con referencia expresa al sujeto activo, y delitos formalmente
especiales en que el legislador expresamente restringe el ámbito de los sujetos
activos y acá resulta inadmisible ampliar el tipo a otros que no tienen la calidad
exigida o sea los extraneus por impedirlo el principio de la legalidad, como el
caso de las figuras del artículo 97 N° 4 inciso segundo y N° 5 inciso final.
También el profesor Luis Ortiz Quiroga, de la Universidad Católica de Valparaíso
en el libro homenaje a la memoria del profesor Tito Solari (página 486 en
adelante) efectúa un desarrollo de la misma situación enfocada desde punto de
vista del perjuicio en el delito tributario, concretamente sobre si tiene
naturaleza jurídica de elemento objetivo del tipo o de condición objetiva de la
punibilidad, el profesor Ortiz también claramente habla de un delito de sujeto
cualificado, distinguiendo la figura de los que materialmente constituyen delitos
tributarios y los que son delitos asimilados a las simples figuras de estafas o
falsarias que el Código Tributario pretende extender agravando la pena. Es por
este tema que la jurisprudencia y la doctrina circunscriben mucho las hipótesis
respecto de lo que constituye o qué debe entenderse por “factura falsa”, objeto
material de estos tipos penales tributarios. Ya se ha citado jurisprudencia de la
Corte Suprema que ha resuelto que no se entiende por factura falsa cualquier
documento. El profesor Van Weezel en su obra “Delito Tributario” paginas 11 en
adelante hace referencia este tema de autoría y participación en el delito
tributario, destacando que entiende que este delito es de infracción de deber.
Hecho 2: Presentación de declaraciones maliciosamente falsas de
impuesto de la renta, artículo 97 N° 4 inciso 1°. El acusador se equivoca porque
estas figuras no son de sujeto indiferente sino de sujeto cualificado, en especial
a partir de la modificación legislativa que introdujo el inciso final, porque ahí
operan los principios de legalidad y especialidad respecto muy principalmente en
su inciso quinto y final del numeral 4 del artículo 97. Fallo dictado en causa Rol
7393-2007 Corte Apelaciones Santiago, con fecha 6 de octubre de 2008, servicio
de Impuestos Internos con Emilio González, considerando segundo, en que dice
que el sujeto activo es el contribuyente afecto a la carga tributaria y no se
puede extender la responsabilidad penal a los terceros que hubieran facilitado
las facturas u otros documentos mercantiles falsos. Subida en recurso de
casación la Corte Suprema rechazó este recurso interpuesto contra este fallo en
el Rol 3162-2011 de fecha 11 de mayo de 2011.
Cita también en igual sentido el fallo dictado en causa Rol 9626-2006
Corte Apelaciones de Santiago de 3 de enero 2007 que rechaza la hipótesis que
el extraneus pueda ser catalogado o calificado de co autor. En cuanto a doctrina,
la autora doña Magdalena Ossandón en la página 182 de su artículo ya citado,
refiriéndose al inciso primero en cuanto a si aludiría a un delito de sujeto
indiferente en el que subyace la necesidad de que el autor ocupe un lugar en la
relación tributaria son los supuestos más dudosos -dice ella- que se han prestado
a variedad de interpretaciones, aunque formalmente no son delitos especiales
alude a que por la redacción del tipo, materialmente se pueden concebir como
una infracción de deber, razón por la cual su penalidad sólo resulta legítima
respecto del que está legalmente obligado, hay que ocupar en esta categoría las
infracciones del artículo 97 incisos primero y tercero, eso teniendo a la vista el
artículo 99 del Código Tributario, esta es una disposición fundamental en la
materia, una interpretación sistemática de la ley, respeto al principio de la
legalidad, pues no dice formalmente “este señor”, pero de otra manera no
podría ser entendible la figura como delito de sujeto indiferente a secas, porque
participa de la concepción misma del profesor Van Weezel de que estos delitos
deben empezar a considerarse como delitos de infracción de deber, no sólo del
deber negativo de no dañar a otros sino que además una infracción de un deber
positivo institucional, que exige un deber extra penal, por tanto no confundir con
cualquier delito, pero los que constituye en esta categoría son los que se basan
en un deber extra penal, por ejemplo un padre con respecto del hijo de familia,
el deber extra penal de la filiación, de cuidado del hijo.
El inciso primero del artículo 97 no resulta para la doctrina señalada un
delito de sujeto indiferente, y tampoco para los profesores Ugalde y García en su
obra citada, en la página 129.
Tercero: Facilitación de facturas falsas, delito del artículo 97 N° 4 inciso
quinto y final. El solo hecho de la imputación a su representado de esta figura
por el servicio de Impuestos Internos, acá se agrega una tercera figura penal. Se
entiende que aquí también debe regir el principio de especialidad con las
restantes figuras del No. 4, “el que confeccione, venda o facilite una factura…”
con esta disposición, de acuerdo a la historia fidedigna de la ley, y como lo ha
reconocido la jurisprudencia se pretende castigar al extraneus que facilita
facturas falsas entendiendo por tales las de su contabilidad, como un señor que
dice que tiene mucho IVA sobrante y que las ofrece a otro para ingresarla a sus
gastos, aumentándolos desembocando en pagos de impuestos menores. Facturas
falsas son facturas de una contabilidad real, que arrancan de una contabilidad
real de operación también reales del otro contribuyente, en las que debe haber
más que una mera declaración de mendacidad, porque si es sólo declaración de
mendacidad se llega inexorablemente al fraude del artículo 470 N° 8 del Código
Penal, fraude de subvenciones, y aquí ni siquiera se trata de concurso aparente
de leyes legales, porque es lo mismo. Cita nuevamente a los autores Ugalde y
García obra indicada página 130, según los cuales si por ejemplo alguien vende
facturas falsas responde por delito del inciso final del artículo 97 N° 4 y no por el
inciso segundo, al producirse un concurso aparente de leyes penales que se
resuelve por la especialidad. Por otra parte en el Código Tributario existen
delitos en que no queda claro que se exija una calidad especial. En opinión del
defensor implícitamente está en la norma la calidad de contribuyente porque
sólo aquel podría obtener devoluciones de impuestos, por ello estima que quien
no posea dicha calidad y cometa este delito, por ejemplo, inventando forjando,
un documento nuevo, una solicitud de devolución de impuestos, las que se
contienen en los formularios y presentándola al servicio de Impuestos Internos
podrá ser sancionado por el delito del N° 8 artículo 470, esto es así por cuanto no
existe en tal caso la devolución de un impuesto sino que una devolución indebida
obtenida fraudulentamente por el sujeto activo que mediante simulación logra la
disposición patrimonial por parte del fisco, sin que previamente haya existido
ningún hecho gravado con impuestos que justifique la devolución. Las facturas
falsas, como dijo su colega Manríquez, acá no representan nada y con respecto a
la situación que se plantea por los acusadores de “simples sumas de IVA” no es
así.
En cuanto a la Prescripción, se ha dicho que el plazo de cómputo
efectivamente su representado fue formalizado el 4 de marzo de 2011 y la
querella en su contra se presentó el 13 de septiembre de 2010 y se proveyó el 14,
pero sí se subsume la conducta de este extraneus en el inciso segundo el plazo es
de crimen no habrá prescripción, pero sí habrá media prescripción de este delito
de facilitación, concretamente respecto todas las facturas de fecha anterior al 3
de marzo de 2006.
Si se trata de la figura 97 N° 4 inciso primero o inciso quinto o del artículo
100 el plazo será de 5 años, y por tanto habrá una prescripción igual a la media
prescripción, pero regirá hasta agosto de 2008, porque se trata de facilitar
facturas falsas y entonces nos encontraremos con una situación que podría
eventualmente herir gravemente la reiteración que acá se invoca. En este caso
se afectara la reiteración invocada de acuerdo al artículo 112 Código Tributario
en relación al artículo 351 del Código Procesal Penal. ¿La reiteración se aplica al
extraneus? No, sólo al contribuyente puesto que sólo éstos presentan en la
terminología del artículo 112 del Código Tributario “ejercicios comerciales
anuales”, en consecuencia no puede aplicarse la reiteración a quien sólo vendió
(hipótesis resuelta por la Corte Suprema) facilitó o confeccionó facturas falsas a
un contribuyente. Hay dos fallos: Rol 12.245-2011 Corte Suprema de 1 de junio
de 2012; y Corte Suprema Rol 1313-2012 de 6 de junio de 2012, en ambos se
establece esta doctrina que le parece correcta. Vuelve a citar el artículo 99 del
Código Tributario que es la piedra angular de la imputación penal chilena en
materia de sujeto activo.
Se ha cuestionado por la parte acusadora la calidad de contador de su
representado, si no es contador entonces sería absoluto extraneus, no
corresponde a su defensa defender esa posición, pero Rojas Echeverría fue
querellado en ampliación de querella y formalizado y acusado como contador, y
jamás se le ha atribuido algún delito de ejercicio ilegal de la profesión. Si bien su
defendido es suegro del otro acusado que es el aparente representante de la
contribuyente, ese parentesco no puede fundamentar un concierto. En cuanto a
lo que su representado señaló, de la protección a su hija y nieta, eso alude al
móvil del delito, no al dolo, se mezclaron por los acusadores dos cosas
diferentes.
Respecto de la posible aplicación del artículo 100 del Código Tributario,
indiscutiblemente esta figura dará preferencia a la calificación de sujeto
cualificado, siempre en el ámbito de delito tributario. Al parecer dicho conflicto
debe necesariamente producirse con la figura del inciso 5°, y respecto de las
otras resulta evidente que por su carácter de extraneus no le resultan
aplicables. Con el inciso primero podría dar lugar a concurso aparentes leyes
penales, porque el artículo 100 castiga al contador que incurre en falsedad o
realiza maniobras dolosas, siempre que esto se acredite y la verdad es que acá se
dan por supuestas muchas cosas, pero es evidente que no estaba en
conocimiento de su representado el carácter de facturas falsas, ni siquiera de
facturas, porque entonces para que las iba a verificar en la página del servicio de
Impuestos Internos si ya tenía plena conciencia de la antijuridicidad material de
las conductas de incorporarlas. Ese aspecto subjetivo, no ya el móvil sino el dolo,
no ha sido cubierto por la prueba de cargo y sólo se origina en una sugestión que
desarrolla la parte acusadora.
Por último, no hay que perder de vista en la jurisprudencia citada,
también excluyendo concursos materiales de delitos entre estas figuras cuando la
utilización de una factura falsa -suponiendo que sea factura y que sea falsa-
como el medio de comisión del ilícito tributario, porque ahí no cabe efectuar
dobles calificaciones, cuando se usan, pensando en un aspecto real de delito
tributario que se comete del inciso 1° o del inciso 2° con utilización de factura
falsa, ahí no se puede contabilizar ese aspecto dos veces por el principio non bis
in ídem.
REPLICAS:
En esta etapa del debate el Fiscal del Ministerio Público dijo que se ha
centrado el debate en aspectos de derecho, y se ha dicho que aquí hay un
concurso aparente de leyes penales, y se ha dicho que todo esto pasa por la base
o premisa de utilizar la ley y la imputación efectuada por el Ministerio Público la
expresión “facturas falsas”, y como se trata de éstas entonces existirían otros
tipos penales que captarían estos hechos y serían el artículo 193, 197 del Código
Penal y finalmente la defensa de Riveros Chacana plantea el 470 N° 8.
El tribunal primeramente debe discernir si se produce un concurso
aparente de leyes penales, y si así fuera debe determinar cuál conducta debe
prevalecer y para lo cual debe considerar que el artículo 97 N° 4 inciso 2° en
ninguna parte habla de facturas falsas, se habla de aumento indebido del
crédito fiscal. Por tanto, no es elemento del tipo el uso de facturas falsas, y de
acuerdo al inciso tercero el uso de facturas falsas es una agravante, y lo mismo
señala el artículo 111 del Código Tributario, de hecho el Ministerio Público no
presenta facturas sino los formularios N° 29 y si las adjuntó fue para demostrar
que la operación con que se aumentó el crédito fiscal es una operación ficticia.
Enseguida, el artículo 470 N° 8 hay un problema en el mismo decreto ley
3143 de 1980 que lo introduce al Código Penal el legislador en su inciso 2 –que no
fue mencionado por las Defensas- dice “el que simulando una operación
tributaria… obtuviere devoluciones de impuestos…la pena va de 3 años 1 día a 15
años y 1 día”. Pero, repite, esto rebate un argumento de la defensa como la
solución final de que se está frente al 470 N° 8, pero las construcciones de la
Defensa se caen con una premisa anterior ¿Quién dijo que para cometer este
delito se necesitan de facturas falsas? Por tanto desde que no hay un elemento
común en el tipo penal del Inciso 2 No. 4 del artículo 97 del Código Tributario
con el 470 N° 8, ni con el 193 ni con el 197 todo este discurso de la defensa en
orden a no ser factura lo que se dice factura, se cae, pues la ley no utiliza esta
expresión.
El artículo 99 –coincide- que es fundamental para decidir los problemas de
participación, dicho artículo dice que las penas corporales se aplican tratándose
de las personas jurídicas y los capta a todos “los gerentes, administradores y los
que hagan las veces de tales…” aquí quedó claro que Riveros Chacana en todo
caso se hace autor por la persona jurídica en estos delitos, conforme al artículo
58 del Código Procesal Penal.
Muchas veces se ha castigado teniendo por cheques uno que ha sido
forjado a imitación de su original y en eso coinciden los autores, en la idoneidad
de un documento para ser cheque lo que es demostrado en las mismas
sentencias. Agrega que la Corte Suprema ha razonado sobre estas mismas bases
ahora trabajando sobre la comunicabilidad del vínculo, en la sentencia dictada
en causa Rol 638-2008 considerando octavo en que resuelve que sean o no falsas
las facturas sanciona dentro del artículo 97 N° 4. La defensa propone que las
facturas deben ser las mismas del servicio genuinamente prestado, pero no es
así, pues ni siquiera se necesita de ellas para la comisión del delito y dependerá
sólo de la capacidad fiscalizadora del servicio de Impuestos Internos, y acá el
delito se descubrió porque un contribuyente a su vez descubrió la situación. La
factura cumple la función de encubrir el delito y en eso también se hizo partícipe
el señor Rojas Echeverría
La infracción de derechos fundamentales es indivisible, sobre todo si se
trata de la legalidad, no se puede valorar para absolver y no valorar para
condenar, porque significa que se toma de una parte la prueba con infracción de
garantías y se la desprecia por otro lado. Entonces si la defensa toma la misma
prueba de cargo está diciendo: valórela para todo lo que sirva para absolver y
despréciela en todo lo que sirve para condenar. Allí hay un discurso divisible y,
como sabemos, la Constitución no admite divisiones.
Por su parte, el abogado representante del Servicio de Impuestos
Internos sostuvo que la calidad de representante legal o quien la detenta por la
sociedad Riward figura en la base de datos del servicio de Impuestos Internos de
acuerdo a información proporcionada por el contribuyente, detentándola el señor
Riveros Vega, y no se ha cumplido con la obligación de actualizar esa información
que, por cierto, es una infracción de carácter administrativa. Sin embargo, si se
hace lectura completa del artículo 99 del Código Tributario se concluye que las
sanciones corporales respecto de personas jurídicas, como el caso de autos,
corresponde aplicarlas a los gerentes, administradores o quien haga las veces de
éstos, o siéndolo a lo mejor en la parte formal, o sea quien hace las veces de
administrador. Lo que está en concordancia con el artículo 58 del Código
Procesal Penal.
En cuanto al hecho alegado por la defensa de que no existirían facturas
falsas, resulta que a los acusados no se les imputa la falsificación de facturas
eso no es el tipo penal, sino que dice relación con el aumento del crédito fiscal,
Iva, que se puede cometer derechamente en el mismo formulario 29, sin
necesidad de utilizar facturas falsas. ¿Por qué salieron a la luz estas facturas
falsas? Por dos motivos, primero como los imputados las usaron para aumentar su
crédito fiscal, dichas facturas les sirven para encubrir su delito, y porque al
momento de ser fiscalizados las presenta como justificante de lo que compró, o
sea del crédito fiscal. El delito no dice relación con la falsificación de facturas,
se puede cometer sin el empleo de facturas falsas, aunque en este caso sí se
utilizaron.
En cuanto a la posible aplicación del artículo 470 N° 8 del Código Penal
como bien lo señaló el Ministerio Público es una norma que dice relación con
devoluciones, y el artículo 97 N° 4 inciso tercero habla de devoluciones de
impuestos que es algo más específico, han sido introducidas por el legislador en
el mismo cuerpo normativo, el Decreto Ley 3443, y siendo la norma tributaria
especial, debiera aplicarse ésta y no la del artículo 470 N° 8. Más allá de esta
distinción lo cierto es que las acusaciones, ni este juicio, dicen relación con
devoluciones de impuestos, sino que al mencionar este elemento se ha querido
indicar hasta donde se llegó con esta conducta ilegal, aunque sí se obtuvieron
devoluciones y estas devoluciones se consiguieron de forma indebida. Por tanto si
se aplica una norma u otra, en este caso concreto es irrelevante.
La defensa incurre en un error a cuanto qué se entiende por facturas
falsas, ideológicamente o materialmente falsas y qué se entiende por factura
irregular. Una factura es irregular cuando adolece de algún aspecto formal en su
confección, por ejemplo que adolece de fecha, que adolece de precio unitario,
de indicación del monto del IVA. Por su parte, la factura falsa es la que da
cuenta de una operación inexistente. La factura irregular dará cuenta de una
operación existente pero que materialmente le falta alguna indicación como
fecha u otra. Acá la falsedad de las 286 facturas no ha sido cuestionada.
Como adelantó el Ministerio Público, en cuanto a la utilización de facturas
falsas el legislador lo considera desde dos perspectivas, en el artículo 97 N° 4
inciso cuarto el empleo de factura falsa se considera para regular la pena; y en
el artículo 111 como agravante en otros delitos tributarios, pero no es un
elemento del tipo el hecho de “falsificar facturas falsas” esto no es lo que se le
imputa al señor Riveros Chacana.
En cuanto al fallo aludido por la defensa de Riveros Chacana, de la Corte
Suprema del año 2003, al leer completamente el fallo se dará cuenta que es un
juicio que no dice relación con delitos tributarios, sino de falsificación de
instrumentos privados mercantiles, por lo que no es aplicable al caso que
estamos viendo el día de hoy. Y ¿Por qué se trataba de un delito de falsificación
de instrumentos privados mercantiles? Porque a la fecha en que se cometieron
esos delitos aún no estaba vigente el inciso final del artículo 97 N° 4 del Código
Tributario, y por tanto el legislador tributario todavía no trataba en forma
especial la facilitación, confección o venta de facturas falsas.
Señala que no es necesario ir a jurisprudencia tan anterior, y al efecto cita
el mismo fallo ya mencionado por el Ministerio Público sobre comunicabilidad del
vínculo, Rol 638-2008 de la Corte Suprema que versa por delitos tributarios pues
ya estaba vigente esa disposición del artículo 97 N° 4 inciso final del Código
Tributario; citando al efecto también el fallo dictado en causa rol 1121-2014
Corte Apelaciones Valparaíso a propósito de estos mismos delitos.
En cuanto a la ilegalidad de la prueba alegada en la clausura por el
abogado de Rojas Echeverría, lo que se plantea es la inconstitucionalidad de la
Recopilación de Antecedentes, y lo que han propuesto las Defensas es decir lo
siguiente: Mire, este caso partió con una denuncia que hace el señor Gaete Sagal
ante el Ministerio Público y como el Ministerio Público no podía investigar tiene
que remitir los antecedentes al servicio de Impuestos Internos, y este servicio no
debe hacer nada más porque ya tiene la constatación de que se había cometido
el delito y, por tanto, tiene que interponer derechamente una denuncia o una
querella. Frente a esa postura de las Defensas, hace presente que ya se ha
alegado que acá se está frente a delitos complejos, respecto de los cuales el
propio legislador lo ha entendido así, y por eso ha establecido la figura de
Recopilación de Antecedentes para poder interponer una denuncia o una
querella en forma fundada y seria.
En cuanto a lo dicho respecto del inciso 2 del artículo 97 N° 4 que Rojas
Echeverría no es contribuyente de IVA, se remite a las referencias del artículo
99 del Código Tributario en relación con el artículo 100 del mismo código, y fallo
638-2008 de la Corte Suprema que habla precisamente de la comunicabilidad del
vínculo de la cualificación personal del contribuyente.
En cuanto a la alegación de un eventual ejercicio ilegal de la profesión, en
Chile para prestar servicios de contabilidad no se requiere acreditar ni contar
con título de contador, por eso no podría dirigirse acción alguna en contra del
acusado Rojas Echeverría por parte del servicio.
Los defensores, en sus REPLICAS señalaron:
En el caso de la DEFENSA de Guillermo RIVEROS Chacana que respecto de
los planteamientos del Ministerio Público sobre lo que denominó “solución final”,
el defensor hizo alusión a la política de exterminio en la antigua Chequia, que
todos saben cómo terminó, por lo que lacear a los contribuyentes no tiene mucho
sentido. Expuso que respecto del artículo 470 Nº 8 que habría sido modificado el
mismo día por el DL 3434 del año 80 y habría creado la especialidad de reenviar
al Código Tributario la posibilidad de tipificar allí la obtención de otras
devoluciones que no se trataren en relación directa con los impuestos o
documentos que dan origen o causan esas posibles devoluciones o bien permiten
las imputaciones o deducciones como dice el artículo 97 Nº 4 inciso primero, esa
expresión está contradicha por lo que ha señalado incluso el Servicio de
Impuestos Internos; su argumento al respecto fue que lo único que hizo esa
norma fue agregarle devoluciones de impuestos, manteniendo la otra expresión
“devoluciones”. Como eso es así de cierto, solo se pueden devolver los impuestos
que correspondía pagar y no aquellos que no; en segundo lugar, eso no obsta a
que, en definitiva, descartado el contexto tributario y descartado que exista un
documento que sea efectivamente una factura, que es el que gatilla la operación
de todo el mecanismo posterior por repercusión, no se pueda desplazar todos los
hechos probados que no se debatieron aquí -los 10 a que se refirió- al tipo penal
no residual sino que de captura del 470 Nº 8. Esa conclusión no es sino la de
cuatro fallos contestes de la Excma. Corte Suprema; segundo, no es sino la
conclusión de la profesora Laura Mayer, no es sino la misma a la que llega el
profesor Rodrigo Ugalde, sino que, además, y después del año 2007 -ya citado
incluso por el Servicio de Impuestos Internos- es también la opinión de la Sala
Penal Tributaria de la Corte de Apelaciones de Santiago, quien conoció del
emblemático juicio contra Jesús Manzur Sacra, proveniente del 2º Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal de la ciudad de Santiago que con fecha 17 de noviembre
de 2012, condenó en lo tocante a estos hechos a ese empresario de los jeans,
como autor del delito del artículo 470 Nº8, despreciando la tesis de calificarlo tal
como aquí se ha pedido, con una importante diferencia: que en ese caso, por una
eventual simulación y uso de aquellos documentos en la parte que correspondía,
se habían obtenido 15 mil millones de pesos de devolución y fue condenado a 5
años de presidio menor en su grado máximo. Y cuando recurrieron de aquella
parte a la Excma. Corte Suprema, ésta lo reenvió a la Sala Penal Tributaria de la
Corte de Apelaciones de Santiago y en fallo de doña Mireya López -redactora del
fallo-, se hace cargo del estado actual del artículo 99 en relación con el 58 inciso
segundo segunda parte, para esclarecer un punto muy importante, que ya era la
idea del panel de jueces del 2º Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago,
esto es, que para dotar de contenido al artículo 99 del Código Tributario y
hacerlo compatible con el artículo 58 inciso segundo parte segunda del Código
Procesal Penal, no se puede hacer la traslación automática de que, por el hecho
de ser representante legal de iure o de facto, o hacer sus veces, se puede hacer
responsable a alguien del delito tributario de la empresa, porque sería
responsabilidad penal objetiva. El quid allí es establecer hechos que permitan
convencerse de que ese sujeto tiene las “riendas cortas” de cada uno de los
hechos que en un contexto tributario constituirían infracciones penales
independientes; ¿de qué riendas cortas se estaría hablando?: de aquellas que
constituyen infracción de deberes positivos, expresos, legales, respecto del
sujeto obligado, porque la mera desobediencia no nos hace delincuentes. Lo que
nos convierte en delincuentes -en la visión de la infracción de deber- es dejar de
cumplir deberes específicos y determinados, propios del rol del sujeto
representado que el representante asumiría como destinatario secundario de las
normas respecto del destinatario natural. Eso ocurre únicamente, según indica
Van Weezel -quien admite la comunicabilidad de la calidad de contribuyente de
la persona jurídica al sujeto que incluso administra de hecho- cuando éste
incumple deberes propios del primero, como por ejemplo no declarar o no pagar
los impuestos, dolosamente, en un contexto de irresponsabilidad organizada o de
aprovechamiento de la persona jurídica o habiéndose cegado, provocada para no
saber. Pero aquí, eso no se ha probado, ni se infiere de la prueba rendida. En
consecuencia, se va a dar al artículo 470 Nº8 y a la autoría de sujeto
indeterminado que con buen criterio ha dicho la Corte Suprema. Como segundo
asunto indica que sería relevante volver a plantear la cuestión de si hubo o no un
instrumento privado que parece factura pero que no lo es. El Servicio de
Impuestos Internos trata de defenderse diciendo que el fallo que su parte citó -
1734/2003- no se refería a un delito tributario, pero eso es un error, sí se refiere
a un delito tributario, porque la factura en su naturaleza jurídica es un
instrumento privado mercantil; si no es factura, se convierte en un mero
instrumento privado. Entonces Impuesto Internos se dispara en los pies con su
teoría del caso porque tendría que argumentar, por simple lógica, que lo que
aquí ha ocurrido es un uso malicioso de instrumento privado falso, en perjuicio
de ellos; pero como ellos mismos han dicho que no se necesita perjuicio, se cae
su tesis, porque no lo han probado y, luego, tendrían que asumir que el
instrumento es privado y falso. Como se dan cuenta del contrasentido de su
argumentación, tiran parcialmente al análisis de los hechos parte del fallo, pero
no completo. Por último, sostiene que la única decisión proporcional, razonable y
justa de este caso, es que Riveros Chacana es cómplice del delito del 470 Nº8 del
Código Penal, en calidad de continuado.
Por último, en tal oportunidad procesal la DEFENSA de ROJAS Echeverría
hizo una analogía a la actitud de la parte acusadora con el desastre de Rancagua
y con el último cañonazo del guardiamarina Riquelme. Este toque de queda o
diana para salir de la plaza se trata del fallo de la Suprema Rol Nº638/2008. Ahí
está el fundamento de la comunicabilidad al extraneus tratándose del delito del
inciso segundo del Código Tributario. Al respecto cita “jurisprudencia al día”, un
texto de Legal Publishing, de noviembre de 2008 -año 3 Nº101-, donde se
comenta la sentencia de la Corte Suprema ya indicada, por Alex Van Weezel,
quien debe haber sido el primer autor chileno en preocuparse de criticar este
fallo. Critica su considerando octavo, que establece sin más que la calidad no
personal del extraneus se ve afectada por la comunicabilidad sin más del
contribuyente reconociendo que ese es el sujeto activo del delito. El profesor
Van Weezel dice que hay un primer aspecto que hay que clarificar desde un
comienzo; resulta indiscutible que el tipo penal en cuestión efectivamente se
refiere al contribuyente del IVA y de otros impuestos sujetos a retención o
recargo, de manera que la discusión sobre la doctrina que emana del fallo no
radica en saber si es posible interpretar el tipo como si esa referencia no
existiera, el fallo tranquilamente lo tomó como un delito de sujeto indiferente.
Posteriormente establece una serie de otras consideraciones, siendo indiscutible
que se critica un fallo dictado claramente contra ley, sino que los fundamentos
que da no son los que debía haber utilizado si pretendiera hacerlo, porque habría
chocado de frente con algo fundamental que tendría que regir la posibilidad de
intervención delictiva en el delito tributario y deja pendiente si esto se trata o
no de un ilícito de infracción a un deber positivo o no; deja pendiente una
cuestión que habría sido fundamental para sustentar un título de punibilidad del
extraneus respecto de una norma que la Doctrina califica como de sujeto
cualificado. Este fallo fue además objeto de un foro que se hizo en el Magister de
la Universidad Católica de Valparaíso, foro que fue dirigido por la profesora
Magdalena Ossandón y por Guillermo Oliver, en que se sostuvo que la distinción
que hace Van Weezel se acerca a la que se hace de los delitos de dominio e
infracción de deber, pues es evidente que cuando se está frente a estos últimos,
el bien jurídico es accesible solo para el sujeto calificado. Allí se explica el
comentario que hace el profesor Van Weezel; para él, la distinción entre los tipos
penales tributarios básicamente se reduce al bien jurídico y a su accesibilidad
por el posible afectador, y en este caso, Van Weezel critica el fallo porque
sostiene que aquí la ley dice claramente que es un delito para el cual se hace
responsable al contribuyente. La hipótesis de hecho del fallo, esto es, por qué se
sancionó a la contadora -señora Oyarzún- que además tenía una relación de
parentesco con el contribuyente, el concierto se tuvo por establecido en base al
mero parentesco entre ellos, lo mismo que ha dicho el Servicio de Impuestos
Internos en este juicio que ha construido su tesis conforme a este fallo, aunque
sin decirlo. Luego, lo que ocurrió acá es que la señora Oyarzún concurrió junto al
contribuyente a Impuestos Internos, iniciaron actividades, crearon una empresa
para canalizar facturas falsas y empezar a contabilizar crédito. Por lo tanto la
hipótesis no es la misma de este juicio y esa comunicabilidad que acá se quiere
hacer pasar no resulta tan evidente a la luz de los supuestos de hechos conforme
a los cuales se aplica el fallo. Tanto para el profesor Van Weezel como para la
profesora Ossandón, los delitos tributarios se establecen como infracción de
deber; si es infracción de deber solo puede ser sujeto de reproche penal aquel en
quien recae esta infracción. La principal consecuencia es que solo puede ser
castigado como autor, no como partícipe, porque o infringe el deber institucional
positivo, institucionalizado o no lo hace. Lo infringirá ejerciendo actos de
autoridad o permitiendo que otro atente contra ese deber suyo de cautela del
bien jurídico que está encargado bajo su cuidado; así ocurre con los deberes del
marido respecto del patrimonio de su mujer, deberes establecidos, deberes
extrapenales. Lo que este fallo hizo fue aplicar sin más, y sin mayor
detenimiento ni análisis, para evitar alguna laguna de impunidad que se quiso
ver; simplemente aplicó el tipo penal de autor al extraneus, bajo la tesis de
aplicar la comunicabilidad que ya ha sido claramente criticada y contradicha por
los otros fallos que se han señalado y también por la Doctrina que desemboca en
el análisis expreso que se hizo de este fallo.
QUINTO: Que, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 341 del
Código Procesal Penal, de oficio el Tribunal abrió debate e invitó a los
intervinientes a discutir respecto de las posibles recalificaciones jurídicas:
a) Si acaso los hechos materia de la acusación configuran el delito
previsto en el artículo 470 N° 8 del Código Penal;
b) Si acaso el acusado Guillermo Riveros Chacana tiene la calidad de
cómplice en dicho delito; y,
c) Si acaso el acusado Mario Rojas Echeverría tiene la calidad de
cómplice en los delitos del artículo 97 N° 4 del Código Tributario que se le
imputan en la acusación.

Al respecto, el Fiscal del Ministerio Público sostuvo que la complicidad


del artículo 16 del Código Penal supone que existe un plan criminal desplegado y
ejecutado por un autor principal, ese autor debe ser una persona distinta de
Riveros Chacana para admitir su condición de cómplice, entonces hay dos
alternativas ¿quién es ese autor en estos delitos? La primera alternativa será
Rojas Echeverría éste sería el autor; y la otra alternativa algo más extraña y
comienza a asomar su falta de sentido, es que el autor sea una persona jurídica,
Riward, representada por Riveros Chacana, así dicho en esta última parte esto no
tiene sentido porque de alguna manera si ocupa el lugar de la persona jurídica
para desplegar la conducta del autor, pero su conducta debe ser sancionada
como cómplice porque es verdaderamente lo que él realizó, entonces lo que se
estrella con un planteamiento de esta naturaleza es que todas las conductas
desplegadas por Riveros Chacana no son anexas, no son complementarias, sino
que forman parte de la conducta principal del autor, porque al obtener una
devolución fraudulenta el que la obtiene, y ahora está en el 470 N° 8, es el
propio Riveros Chacana no con un adlátere, sino él mismo es el que despliega
esta conducta sobre la base de presentar este formulario, no es un plan que
puesto en marcha por otro y donde él no tenga intervención por la posición que
él ocupa de administrador y pedir la devolución en las arcas fiscales de Riward
que él representa, y sobre lo cual discurre el artículo 470 N° 8, porque habla de
obtener devoluciones, entendemos no puede reputarse como autor a Rojas
Echeverría en un caso o bien autor a Riward actuando el mismo Riveros Chacana,
esta segunda hipótesis es muy excéntrica y difícil de comprender. Si les hablan
de complicidad hay que encontrar un autor, supuesto de que eso fuera posible la
pregunta es ¿y el título de castigo del artículo 470 N° 8 del Código Procesal
Penal? El problema de este planteamiento de la defensa es que se estrella con
que la construcción de esa norma 470 N° 8 surge el mismo día en que se suma el
inciso tercero al artículo 97 N° 4 y las construcciones son casi iguales, lo que
hace que no sean iguales es que mientras uno habla de devoluciones de
impuestos y como esa es la conducta que por especialidad, comparados ambos
tipos penales, ambos incorporados el mismo día, en la misma ley, hay que
resolver el título de castigo y sería lo siguiente: Cómplice no del 470 N° 8 sino de
este tipo especial penal contenido en el 97 No 4 inciso tercero “el que simulando
una operación tributaria… obtuviere devolución de impuestos” si se compara con
el 470 N° 8 son dos títulos de castigo idénticos, pero la especialidad prevalece
por la simulación que conduce a la obtención de impuestos.
Debe suponer que esta invitación que hace el Tribunal, a propuesta de la
Defensa, es que la imputación soporta el acto de obtener devolución de
impuestos, es la única manera comprensible para obtener este delito. Si es así,
bien es posible inferirlo de lo expuesto en esa acusación fiscal a la que se suma
la Querellante con algunas modificaciones, entonces su parte se inclina por una
complicidad en título de castigo que está definido con una pena altísima, como
se hizo saber.
Queda otra alternativa, Rojas Echeverría como cómplice en el 97 incisos
1° y 2° del Código Tributario, el problema es que al razonar así es en aplicación
del artículo 100 del Código Tributario y el problema que tiene la aplicación de
esa norma es que hay un sujeto calificado ahí, que es el contador, condición que
no está acreditada en el juicio, porque una cosa es que alguien se encargue de la
contabilidad y otra cosa es ser contador, pero asumiendo que Rojas Echeverría lo
sea, la misma norma tiene una excepción, porque dice “a menos que le
correspondiere una pena mayor como co partícipe del delito del
contribuyente….” Entonces la palabra es copartícipe, desde que para cometer
este delito vuelve al formulario 29, desde que alternativamente se firmaban y se
presentaban por uno u otro, según versión que da Rojas Echeverría, aparece
claramente que él toma parte en este delito de manera principal, y cuando toma
parte así lo está en los asientos contables que él consigna para encubrir este
delito, para armonizar el libro diario, mayor, etcétera y desde que también es
claro que la decisión que él toma, las decisiones gubernativas de la empresa son
conversadas y discutidas entre Riveros Chacana y Rojas Echeverría y estas
motivaciones –insiste- sí hacen al dolo, porque revelan que hay un compromiso
en los resultados de esta empresa directamente relacionada con las actividades
que ellos están desarrollando, sobre todo si se afirma “la idea mía era
rectificar… yo algún día voy a corregir esto… voy a hacer pagar los impuestos de
los que verdaderamente éramos deudores” y viene la pregunta ¿Cómo puede
alguien si es simplemente contador, y no co partícipe, asumir esta actitud propia
del contribuyente a favor del contribuyente, si su misión es simplemente de un
colaborador de un auxiliar de la la contabilidad? Eso unido a otro elemento, van
determinando que él excedió las funciones simples del contador, a menos que
haya tenido rol como co partícipe, si en el acto de declararse el delito en el
formulario 29 en las participaciones de uno u otro en aumentar el crédito fiscal y
en hacer estas declaraciones falsas del 22, porque el hecho de que hay utilidad
en el formulario 22 tiene que armonizar con el Libro Mayor y con el Libro Balance
y esas anotaciones vienen del intelecto y de la mano del contador, en un plan
criminal diseñado por él, con los resultados que le favorecen a él, con la manera
de enervar la comisión de este delito planteada por él.
Por tanto, esto lo resume diciendo que si existe alguna posibilidad en que
se castigue por título del artículo 100 será primero contador, lo que no está
demostrado; y lo segundo, es que cuando quien lleva efectivamente los roles
ejecutivos principales es el contribuyente de IVA y el contador se limita
únicamente a hacer esos asientos en esa condición, nada más.
Por su parte, el abogado representante de la parte Querellante, señaló,
en cuanto a la posible calidad de cómplice de Riveros Chacana en el artículo 470
N° 8 Código Penal, como decía el fiscal este artículo no resulta aplicable, el
delito por el cual se acusó por el Ministerio Público y por la querellante no tiene
relación con devoluciones de impuestos aun cuando en la práctica se obtuvieron
en forma indebida. Su parte comparte la opinión del Ministerio Público, si se
entendiera que los hechos alcanzan a cubrir las devoluciones obtenidas en forma
indebida lo cierto es que al existir norma expresa en el artículo 97 No. 4 inciso 3
del Código Tributario, por aplicación del principio de especialidad debe primar
esta norma por sobre la del artículo 470 N° 8 del Código Penal. Este tema ha sido
reconocido reiteradamente y, es más, el propio fallo que ha señalado la Defensa,
del contribuyente de apellido Mansur, del segundo Tribunal de Juicio Oral Penal
de Santiago, Rit.172 -2012 en que este tribunal aplica el principio de
especialidad y lo condena al señor Mansur por dos delitos por el artículo 470 N° 8
del Código Penal por devoluciones de subvenciones en relación a beneficios que
establece la Ley Navarino, pero también, y esto lo omite señalar la Defensa, en
este mismo fallo se le condena por el delito del artículo 97 N° 4 inciso tercero,
esto es devoluciones de impuestos obtenidas en forma indebida aplicando
precisamente el principio de la especialidad,. Si no se tratara de devolución de
impuestos por parte del Fisco, entonces se podría aplicar el artículo 470 No. 8.
Por tanto, la invitación a recalificar a un delito común respecto de Riveros
Chacana, como cómplice del delito del artículo 470 N° 8 del Código Penal
resulta improcedente.
En cuanto a la segunda invitación, o sea entender que Rojas Echeverría
sería autor del delito del artículo 100 y cómplice de los delitos del artículo 97 N°
4 inciso 1 y 2, lo cierto es que, reitera, no se acreditó su calidad de contador
titulado. La doctrina y jurisprudencia son contestes en que se requiere de un
contador con título para poder configurar este delito penal, ahora lo cierto es
que en la práctica el señor Rojas Echeverría estaba encargado de la contabilidad,
que ha ido más allá incluso porque como lo señaló el acusado Riveros Chacana
tomaba participación en las reuniones del directorio, proponía y tomaba
decisiones, y lo otro también de especial importancia es que en su declaración el
señor Rojas Echeverría dijo que él es socio en Riward Sistemas S.A. sociedad que
es distinta de Riward Ingeniería y Construcción S.A. y ésta última participa en la
sociedad Riward Sistemas S.A en la cual también tiene participación Rojas
Echeverría y, por tanto, eso demuestra el interés que tiene el señor Rojas
Echeverría en los resultados económicos y justifican su intervención más allá de
un mero contador en la gestión de Riward Ingeniería y Construcción S.A. Por
tanto, la calidad de cómplice que se le pretende atribuir no alcanza a soportar la
participación efectiva que ha tenido en los hechos.
El abogado Defensor de Riveros Chacana, sostuvo que -respecto de la
primera invitación- a subsumir los hechos conforme a la técnica del concurso
aparente de leyes penales en relación con la recalificación de estos hechos, su
parte asumió como probados diez hechos y se remite a lo ya dicho sobre éstos y a
sus argumentaciones anteriores. Dirá ahora que el escenario en este minuto para
poder hacer la subsunción es el siguiente, utilizando los términos de la
persecución penal, hay cinco candidatos a subsumir estos hechos: el artículo 97
N° 4 inciso 1° Código Tributario, el artículo 97 N° 4 inciso 2° del Código
Tributario, el artículo 97 N° 4 inciso 3° del Código Tributario en una proposición
de subsunción hacia arriba o sea aumentar la penalidad, el artículo 470 N° 8
propuesto por la defensa, y la posibilidad del uso malicioso de un instrumento
privado falso. Se queda exclusivamente con el artículo 470 N° 8 y el artículo 97
N° 4 inciso 3. Respecto del concurso aparente de leyes penales, encontramos
primero el concurso aparente de leyes penales, así dicho, que es un problema de
interpretación y de subsunción en que distintos tipos penales tienen la
posibilidad, supuestamente, de captar la conducta; y, en segundo lugar, el
concurso aparente de aparente concurso de leyes penales, en que en verdad sólo
uno de los tipos penales en supuesto conflicto ha podido únicamente captar
siempre la conducta. Esto último sería el caso en que nosotros estamos, así lo
dice Matus en la página 175 de su “Interpretación de la ley penal”. Pues bien,
porqué sostiene esto, y resolverse a favor del artículo 470 N° 8, porque así como
Muñoz, por ejemplo, ya en el año 1986 pagina 369 de su trabajo siguiendo de
cerca a Etcheberry, nos dice que en el concurso aparente de leyes penales las
tesis todas confluyen en la concurrencia de los siguientes requisitos: unidad de
acción o de hecho; segundo, pluralidad de tipos aplicables; y, tercero, exclusión
por razones lógicas o valóricas de dicha pluralidad, acá se excluye por razones
lógicas y valóricas, porque en el caso del concurso aparente entre el artículo 97
N° 4 incisos 1 y 2 en relación con el artículo 470 N° 8 del Código Penal en el
contexto tributario, lo primero que hay que despejar es si existen reales
operaciones de comercio interior o exterior, aduaneras o de comercio interno
que ameriten eventualmente el devengo y el deber de pago y declaraciones de
impuestos y/o derechos de importación y/o exportación, es lo que se llama
“contexto propio tributario de operaciones comerciales tributarias” y eso se
resolvió en el Rit 172-2012 en el caso de Mansur del Segundo Tribunal de Juicio
Oral Penal de Santiago, pero no fue aplicable al 470 N° 8.
Lo que ocurre en el artículo 470 N° 8 lo adelanta Van Weezel en la
página 134 de su texto de Derecho Tributario, bajo el nombre de “concurso
aparente de leyes penales”, dice que en las hipótesis de concurso aparente de
leyes es preciso tener presente que el régimen sancionatorio fiscal constituye
una regulación especial de modo que las disposiciones del Código Tributario y
demás normas sancionatorias fiscales en principio priman sobre las figuras
contenidas en el Código Penal, en razón del principio de especialidad, dice que
tal es el caso, entre otros, de la obtención fraudulenta de prestaciones del
artículo 470 N° 8 del Código Penal en relación con la figura de obtención de
devoluciones indebidas del artículo 97 N° 4 inciso 3 del Código Tributario, en
todas estas hipótesis ha de aplicarse la regulación. El fiscal nos ha dicho que a
su juicio este es un camino peligroso, porque la subsunción podría ser hacia
arriba ,y establecido entonces que se obtuvieron devoluciones fiscales, que
serían los PPM del IVA en este caso y a su vez la segunda percepción de alguna
imputación o devolución indebida, parte de aquellas utilidades que percibió
Riveros Chacana entonces esto debiera captarse por el artículo 97 N° 4 incisos
tercero y cuarto, pero la verdad es que el fiscal anteriormente señaló que esa
era una norma para aumentar la pena y de reiteración, y ahora dijo que era un
tipo específico, pero esa situación lo resuelve el inciso 4 del artículo 97 N° 4 del
Código Tributario que indica que esa situación es un concurso medial, cuando
como medio para cometer los delitos anteriores se usare facturas u otros
documento falsos, fraudulentos o adulterados, pero como medio “para cometer
los delitos de arriba” y, como se ha dicho, los delitos de los incisos 1 y 2 del
artículo 97 N° 4 no se pueden cometer, porque no hay documentos asimilables o
catalogables como facturas falsas dentro de toda la cadena de operaciones
tributarias. Dicho eso, entonces insiste, los hechos probados deben ser
reconducidos a la hipótesis del artículo 470 N° 8 que sanciona un fraude que
puede cometerse ya sea por engaño o por abuso de confianza, perfectamente
compatible en relación con las normas impositivas. Puede ser fraude por abuso
de confianza cuando el sujeto infringe los deberes de auto determinación o bien
los deberes de auto liquidación o bien su relación fiduciaria con la administración
tributaria, se le denomina “fraude impropio; o bien fraude por engaño, en que
las operaciones falsas contenidas en las facturas clonadas, que no son reales,
dieron origen a imputaciones de gastos que no son verdaderos y eso provocó que
se vertiera en los libros contables, en los registros y terminara en los formularios,
esa es la cadena causal y eso es un engaño, y entonces la conducta está allí
tipificada. Por tanto, finalmente este es un engaño porque no da cuenta de la
realidad, era completamente simulado, y en los fraudes el engaño es el único
elemento que depende del autor, los demás como disposición patrimonial, error,
perjuicio, etcétera lo realizan otras personas, la víctima o terceros, por tanto
hay que centrarse en quien es el autor o aprovechador de ese engaño. Se puede
ser efectivamente cómplice de un autor que no está presente en el juicio,
aunque esté determinado, en la primera hipótesis que planteó la fiscalía el señor
Niemeyer no existe, entonces si no existe queda sólo Mario Rojas y sostiene que
si se toma la base de que el autor del engaño es Niemeyer bien podría ser Riveros
Chacana cómplice del co engaño entre Niemeyer y Mario Rojas, al sacar a
Niemeyer y queda sólo Rojas aún queda en pie lo que plantea, porque sus colegas
acusadores han dicho que la conducta típica que ellos incluyen del artículo 97
N° 4 y la defensa en el 470 N° 8 consistió primero en incorporar en la
contabilidad estos documentos que dan cuenta de operaciones falsas y, segundo,
esa conducta sería la de imputar al IVA partidas que no corresponden, pero no a
través de facturas falsas, y siendo así esa conducta se realizó a través de simples
documentos privados falseados y, entonces, el autor de ese engaño sería para
esos mismos efectos el primero en esa cadena, en el círculo de autores, sería el
señor Mario Rojas y si eso es así, entonces Riveros Chacana sería su cómplice,
porque el artículo 16 dice “los que sin ser autores intervienen…” siendo el
cómplice un partícipe que interviene entre el principio de ejecución y el
agotamiento, que tiene accesoriedad media, en que debe haber una conducta
típica, debe tener convergencia subjetiva y tener al menos una accesoriedad en
que al menos es compatible su conducta con la del autor directo, y en este caso
se puede entender que Riveros Chacana es un cómplice, porque de lo contrario
se solucionaría más a favor de él diciendo que es un encubridor del 17 N° 2 al
percibir para sí la parte de las devoluciones de impuesto y las utilidades,
encubriendo -como sus colegas dijeron- la conducta del contador, su suegro, para
un beneficio personal, y eso es un aprovechador posterior de efectos materiales
del delito, pero no fue así, porque él interviene cuando aún se está cometiendo
el delito, para ser congruente con su tesis que es un delito continuado. Tiene que
resolverse así, porque si no, sería lavado de activos provenientes de un delito
tributario y ese delito sí lo comete la persona jurídica, de lo cual no se ha
acusado y por eso no tiene razón la fiscalía cuando se plantea que el autor sería
la persona jurídica, porque ésta en Chile no comete específicamente delito
tributario conforme a los artículos 3 y 5 de la Ley 20.393. Entonces el artículo 97
N° 4 incisos 3 y 4 no tiene aplicación aquí, porque la norma que mejor captura
los elementos de la autoría, el objeto jurídico protegido, el riesgo indeseable
causado o el perjuicio provocado, que mejor comprende la acción desplegada
tanto por el autor directo como por el interviniente posterior es el artículo 470
N° 8 del Código Penal, y es más proporcionada en razón con el posible beneficio
obtenido y con la pena probable que pueda enfrentar por esa intervención.
Por último, la Defensa de Rojas Echeverría hizo presente, en cuanto al
delito del artículo 97 N° 4 inciso tercero, la diferencia de sus figuras aledañas y
cercanas, porque esta es una figura de resultado, no es meramente formal o de
mera actividad o de peligro, con lo cual el sustrato de la tesis acusadora echó pie
atrás, porque entonces habría que entrar a considerar otras circunstancias de las
que hasta ahora la acusadora prescindió absolutamente dentro de su teoría del
caso. Se les escuchó decir a los acusadores que no tenía importancia para la
configuración de los tipos penales la utilización de facturas falsas, que no
importa, porque estos son tipos de peligro, pero ahora resulta que estamos
entrando en el inciso tercero, y éste es un delito de resultado. Nuevamente debe
citar el texto de los autores Ugalde y García quienes al tratar la figura en
comento explican por qué llegan a esa conclusión, porque esta figura establece
maniobras fraudulentas, por lo tanto nos está llevando en la terminología del
profesor Luis Ortiz Quiroga a un delito que no es propiamente tributario sino
asimilado, vale decir, un delito en el cual no hay hecho gravado o no hay
contribuyente, es simplemente la tipificación de una hipótesis general de estafa,
de fraude, que acá se va por la vía de la simulación, forma particular del engaño,
o mediante cualquiera otra maniobra fraudulenta, lo cual por supuesto a
propósito también del artículo 100 nos establece problemas de
constitucionalidad, por cuanto no detalla o no expresa la conducta, en la
terminología nuevamente que nos enseña el Tribunal Constitucional “el núcleo
de la conducta” ¿Cuál es, cuando expresa “…otras maniobras fraudulentas”? ¿O
en el artículo 100 al decir “maniobras dolosas…”? Respecto a la aplicación del
artículo 100 reitera la posición expresada respecto a la calidad de contador de su
representado, cree es inoficioso insistir en el tema y, en lo demás, se remite a lo
ya dicho y a lo planteado por la co defensa.
SEXTO: Que, en presencia de sus defensores, los acusados fueron
informados acerca de los hechos materia de la acusación; y, en la oportunidad
que señala el artículo 326 del Código Procesal Penal, advertidos de su derecho a
guardar silencio, o a optar por prestar declaración como medio de defensa,
dijeron que prestarían declaración.
Al efecto Guillermo Riveros Chacana señaló que tiene la oportunidad de
declarar para que se entienda lo sucedido. Dijo que la empresa Riward Ingeniería
y Construcción existía desde el año ochenta y tantos; siempre terminaron las
obras comenzadas. En el año 2000 comenzó a involucrarse en la empresa que
conducía su padre. Desde el año 2000 la empresa empezó a crecer en forma
continua pero lenta. Desde 2005 en adelante su madre tenía un párkinson
avanzado. Su padre empezó a dejar de lado su intervención en la empresa y el
declarante la asumió.
Dijo que tenían grandes e importantes clientes tales como Codelco y el
propio Poder Judicial.
Dijo que un día le llegó una citación del SII pidiéndoles unos documentos, y
en las dependencias de Valparaíso le mostraron una factura y el declarante les
dijo que la factura que le mostraban sí era de su empresa. Luego le pidieron que
llevaran toda la contabilidad, lo que les exigió llevar un vehículo lleno de
papeles. El declarante hizo lo que SII le pedía. Estima curioso que luego de
haberle llevado todo, el SII les pidió que digitalizaran toda la información, lo que
fue posible contratando un profesional para ello. Nunca ocultaron nada; por eso
es que se sorprende de esta acusación.
Dijo que con la crisis de 2008 vino la crisis económica y cayeron sus
clientes y por eso la empresa también cayó. Dijo que la empresa perdió todos sus
bienes y el declarante también perdió todo.
Se sorprende que con la prueba que él mismo entregó ahora lo acusan.
Trató de cooperar con la persona del SII que hizo la primera revisión y en
todo lo que le pedían.
Dijo que tiene estudios de ingeniería civil eléctrica pero que no se tituló
por una opción propia.
Dijo que cuando empezó con su padre tenían ventas por 100 millones
mensuales y trabajaban 10 ó 15 personas; y después, al crecer, ya tenían 100
personas trabajando para ellos; luego fueron hasta 400 personas las que les
trabajaban. Tuvieron un crecimiento exponencial. Administraban de modo
artesanal, con planillas Excel y simples computadores. Llegaron a vender tres mil
millones al año, en el año 2007.
Dijo que la gente que contabilizaba las facturas debía hacerse cargo de
unas 400 facturas al mes, debían ser 5000 facturas en un año. Ahora se les acusa
por 287 facturas, lo cual no representa ni el 1 % del total. Como administrador él
no podía revisar 400 facturas en el mes, buscando el detalle de cual corresponde
y cual no; en la empresa cada uno debe hacer su parte y él era la persona que
giraba el cheque para pagar los impuestos y sólo después de la investigación se
dio cuenta que fueron irresponsables, negligentes o desordenados. Sostuvo que
se enfocaban a desarrollar las obras, lo técnico, pero quizás fallaban en la
administración. Tenían un record perfecto de haber logrado todas las obras que
se propusieron.
Considera penoso todo lo que ocurrió.
La empresa no se constituyó para defraudar, sino que para dar trabajo y
darle beneficios a la sociedad. Cuando la empresa da ganancia, crece, y le da
beneficios a la sociedad.
Era tal la preocupación por sus trabajadores que incluso –en 2007- se
ganaron un premio por prevención de riesgos.
Consultado por el Ministerio Público dijo que la empresa Riward es una
empresa que se dedicó a proyectos de ingeniería eléctrica a lo que se sumó la
labor de montajes civiles industriales. La fundó Guillermo Riveros Vega, su
padre, y su madre doña Silvia Chacana Riveros. Su padre cesó la administración
de la empresa en el año 2005, aproximadamente. A partir de ahí, el declarante
tomó la administración de la empresa.
Entiende que antes de 2005 sí fueron auditados por el SII y en ese tiempo
no tuvieron problemas.
La administración a partir de 2005 la tuvo el declarante, como gerente
general. Orietta Rojas Espíndola, su mujer, era quien veía finanzas, todo lo que
eran las platas de la empresa. El padre del declarante pasó de ser gerente
general a ser un administrador de obras.
También habían dos personas más, don Marcos Rojas Medel que era el jefe
de la oficina de Santiago, y también era un supervisor profesional de obras; y
Juan Muñoz también como supervisor. Ellos estaban bajo la dirección del
declarante, que se desempeñaba en Viña del Mar.
Mario Enrique Rojas Echeverría (era su suegro) estaba a cargo de la parte
contable; y él tenía un par de niñas (secretarias) que eran quienes ingresaban las
facturaciones de compras.
Macarena Muñoz veía toda la parte de las liquidaciones de sueldo, bajo la
supervisión del declarante. También había una persona a cargo de las relaciones
laborales, era Sara Cáceres.
Todas las personas nombradas estaban bajo la supervisión del gerente
general, es decir, del declarante.
Dijo que administrar la empresa es tener la capacidad de poder delegar y
aglutinar las diferentes instancias y decisiones que pueda tener el conjunto o la
buena integración del conjunto con la finalidad que la empresa se financie. Todo
eso estaba a cargo del declarante en Riward. Él decidía delegar; él tomaba
decisiones; él despedía trabajadores; él decidía contratar con los clientes; a
veces también lo conversaba con Mario Rojas y con su padre, por ejemplo, para
decidir participar en licitaciones.
Mario Rojas Echeverría es su suegro, el padre de su esposa Orietta; a la
que conoció cuando ella era secretaria en la empresa Riward. Mario Rojas
siempre cumplió de buenas maneras con sus labores contables en la empresa.
Confiaba en él. Pese a que conversaba con él, lo hacía acerca de lo macro, nunca
tenían tiempo para ahondar en detalles.
La decisión de los costos de las obras, el escoger las empresas con las
cuales trabajar, no eran decisiones del declarante. Acostumbraban que los
administradores de la obra decidieran con quien comprar o contratar, vgr. el
administrador que está en una obra en Antofagasta le decía arrendamos esta
grúa, o compramos estos materiales. En otras ocasiones esas decisiones pasaban
por el propio declarante; era algo muy dinámico. Si era muy oneroso, el
encargado lo llamaba y le advertía que estaba caro o si no había tiempo,
contrataban lo disponible.
Siempre trataban de lograr los menores costos, pues esos negocios llevan a
mayores utilidades. El declarante a todos les decía “cuiden a su empresa, pues es
la que les da el trabajo”.
Su remuneración en la empresa, desde que se hizo cargo, dependía de un
sueldo. Cree que no hizo retiros contablemente. Las remuneraciones -en general-
están vinculadas a la existencia de utilidades. Siempre pudieron pagar, contra
viento y marea, las remuneraciones.
Si la empresa tiene utilidades, la empresa crece.
A partir de 2008 tuvieron problemas económicos en la empresa, que
finalmente sellaron la suerte de la empresa. Fue una consecuencia de la crisis
económica. Su principal cliente, Johnson, estuvo quebrado.
El balance anual debe considerar todas las ventas y compras de la empresa
que debe reflejar toda la actividad comercial de la empresa en un año y si
existen utilidades o pérdidas en una empresa.
Respecto de los balances de los años 2005 a 2009 dijo que si la empresa le
pidió devoluciones al Servicio es porqué deben haber habido utilidades.
Entiende que sí hubo retiros de utilidades en la empresa.
Para explicar esta situación, de supuestas carencias económicas y retiros
de utilidades, sostuvo que hay muchas variables en una empresa y por ejemplo,
no todas las obras son ingresos recibidos. Si hay cuentas por cobrar deberían
aparecer en el balance.
Al exhibirle la prueba Nº 63 de la nómina de documentos del Ministerio
Público, dijo que los reconocía, que son los Formularios 22 sobre impuestos
anuales a la renta, años 2006, 2007, 2008 y 2009. Son los formularios en los que
se hacen las declaraciones anuales a la renta, en los que se traspasan los
balances de su empresa, de Riward Electricidad S.A; son de su empresa.
En el primero, el del año tributario 2006, es de la empresa que él
administraba. En la línea 643 referida a “Renta líquida imponible o pérdida
tributaria” se indica que existe una utilidad de $ 66.755.766; en la línea 226,
referida a “Retiros o distribuciones efectuados en el ejercicio” 2006, se indican
$25.050.587. No sabe a bolsillos de quien fueron a parar esos retiros. No sabe
qué significa hacer retiros de utilidades de una empresa; dijo que eso no se lo
enseñaron en la universidad. No sabe qué significa ese número. Admitió, frente
al documento que le exhiben, que en ese año tributario 2006, año comercial
2005, que la empresa no tuvo pérdidas.
En el segundo, el del año tributario 2007, en el rubro 628, “Ingresos
percibidos o devengados”, se indica la suma de $2.617.774.034, que entiende es
el total de lo que vendió la empresa que él dirigía, en ese año. En el rubro 643,
referido a la “renta líquida imponible”, se ve $134.400.908; dijo que eso se
explica porque la empresa creció. Afirmó que no entiende a qué se refiere ese
rubro. En el rubro 226, referido a “Retiros efectuados”, se indica $25.851.917.-
como retiros efectuados. Consultado si sabía si existían retiros, dijo que imagina
que corresponde a dineros llevados a los bolsillos de personas que formaban la
sociedad; entre esas personas estaba él, pues él era uno de los socios. Afirmó
que –al menos él- nunca tuvo esos veinticinco millones en sus bolsillos. Recalcó
que si se dice que hubo retiros por ese monto, puede haber sido para pagar
deudas, o para pagar las mismas cosas que tenían asfixiada a la empresa, pero no
para comprar bienes o irse de viaje. Dijo que para operar la empresa necesita
tener una imagen contable ante otros, es decir, necesita “hacer una imagen”
para presentarla, por ejemplo, ante el banco, eso para poder lograr créditos. Esa
imagen trataban de que fuera fiel de la realidad. No recuerda si ese retiro de
dinero se efectuó, pero si es que se hizo, el dinero se usó para pagar deudas de
la empresa Riward, por decisión del administrador de la empresa, es decir, por
decisión del declarante.
En el tercer documento, el del año tributario 2008, referido también a la
empresa Riward Ingeniería y Construcción, que él dirigía, en el rubro 226,
referido a “Retiros o distribución de utilidades”, se declara un monto de
$51.597.688, pero sostuvo categóricamente que no se efectuaron esos retiros.
Aunque contablemente ahí se dice eso, eso no existió. Luego afirmó que ese
asiento lo llenó la parte contable de su oficina, su suegro, y sostiene que si no
fueron cincuenta y un millones los que se retiraron quizás fue otro valor, pero
ese dinero fue a cubrir deudas de la empresa. En el rubro 643, sobre “Renta
líquida imponible” se indican utilidades por $202.190.500.- Sostuvo que la
empresa difícilmente tuvo esas utilidades. No entiende porqué se declararon esas
utilidades, pues eso les obliga a pagar impuestos por esas utilidades. Dijo que si
tenían pérdidas debieron declarar eso. Sostuvo que trataron de hacer todo lo
posible para poder terminar las obras, pese a la situación complicada en que
estaban. Dijo, finalmente, no entender por qué se anotaron esos números en la
declaración de impuestos.
En el cuarto documento, el del año 2009, rubro 226, también se indican
retiros por $54.717.598; al respecto dijo que imagina fueron para pagar deudas.
En la renta líquida imponible (ítem 643) se declararon 158 millones de pesos.
A la luz de los formularios 22 que se le han exhibido, la empresa Riward no
refleja pérdidas; y sí se mencionan retiros.
Sabe que los formularios 29 corresponden a las declaraciones mensuales de
IVA, que resume las ventas, las compras y el PPM. Dijo que él sí firmó esos
formularios por su empresa.
Al exhibirle algunos de los documentos signados con el Nº 62 de la prueba
documental del Ministerio Público, relativos a Formularios 29, de los meses de
abril, agosto, y noviembre de 2006; a octubre y diciembre de 2007; y, a enero,
julio y diciembre de 2008, dijo que en todos ellos se observa puesta su firma.
Esos documentos reflejan pagos del impuesto en el banco; allí se ve el timbre de
pago en cada uno. Esos formularios incluyen todas las facturas de compra de su
empresa. Sabe que esos formularios incluyen facturas de compras y de ventas. Al
firmar esas declaraciones no tenía idea de lo que sucedía en la empresa;
posteriormente supo que se incluyeron facturas que no debían incluirse.
Personalmente nunca vio esas facturas, eran tantas facturas que llegaban cada
mes, pero no las revisaba. Explicó que nunca se preocupaba de los costos
generales de la empresa, lo que si bien es una mala práctica, era la forma que
tenían en la empresa, desde que su padre estaba en ella.
Su suegro Mario Rojas nunca le informó de esas facturas falsas. Esas
facturas las recibieron las personas que estaban en contabilidad, es decir, Mario
Enrique Rojas y las personas que estaban a su cargo. Llegaban facturas desde
todo el país, desde las diversas obras que tenían.
Cuando era gerente no tenía claro que al incorporar facturas falsas se
aumentaba el crédito de IVA de la empresa.
En cuanto a los gastos, él sabía que necesitaba gastar el 50% de los montos
de las obras; explicó que si recibía $100 por una obra de montaje, 50 de ellos se
los llevarían los equipos de izajes; 20 se los llevan las personas; 10 se irían en las
estadías; y así. Él siempre conoció que esa era su estructura de gastos. Nunca le
interesó ver porqué aumentaban los costos de la empresa. Nunca pidió cuentas a
cada departamento respecto de su funcionamiento. Sólo le interesaba funcionar
y hacer que la empresa entregara las obras. No analizaba los gastos por
departamentos; y eran muchos, pues incluso él tenía que preocuparse hasta de
las llamadas por celulares, que de los 30 teléfonos que “andan dando vuelta”, la
gente no los mal use.
Consultado por la parte querellante dijo que había estudiado en la
Universidad Católica de Valparaíso y que en su malla curricular sí tuvo cursos de
estadísticas, de finanzas, pero no de contabilidad.
Siempre trabajó de modo independiente y luego empezó a trabajar con su
padre.
Hubo una modificación social ya que el declarante entró a la sociedad y él
con su padre quedaron como representantes individuales de la empresa. Entiende
que posteriormente sí ingresó como socio en la empresa.
Sí actuaba ante los bancos como representante de la sociedad.
Entre sus clientes tenía a Codelco, Refinería de petróleos, Johnson, Sigdo,
Pétreos. Trataba de mantener a sus clientes. Participaba en licitaciones de las
que se enteraba por la prensa, vía datos o por invitaciones.
Para una obra de Coker, por más de quinientos millones de pesos, el
declarante concurrió a firmar los contratos. Esos contratos los fijaba el cliente.
Hubo un mes, en que la empresa Polpaico los llamó a trabajar y tuvieron más de
400 trabajadores ese mes, pues había que enfrentar un paro de planta. Había
trabajadores permanentes y otros que sólo laboraban por obra. Los pagos de las
obras eran a través de estados de pago; es decir, eran pagos parciales según
avances. Pese a las dificultades, pagaron los sueldos y los impuestos, las
cotizaciones a veces se postergaban. Muchas veces debía incurrir en gastos y los
pagos llegaban tarde. Los pagos llegaban en el 95 % de las veces, después de
haber incurrido en los gastos. Hoy no tienen créditos abiertos de bancos, antes sí
tenían del Banco Santander, del Security y BCI. Los cheques de la empresa los
firmaba el declarante y cuando él no podía lo hacía su esposa Orietta Rojas y
esos cheques eran también para pagar a proveedores.
Recuerda que en la caja fuerte manejaban algo de dinero, que era del
orden de uno a dos millones de pesos, a esos dineros tenían acceso el declarante,
su esposa o su suegro, padre de ella.
Afirmó que los proveedores son cautos y no dan grandes líneas de crédito;
que en Riward tenían muchos proveedores, de distintos lugares del país, pues
tenían obras en todo Chile. Los proveedores los eligen los administradores de
cada obra. Puede destacar como proveedor a Ferretería O’Higgins, que les surtía
de equipos especiales, por ejemplo, por un millón de pesos mensuales. No
recuerda haber tenido un proveedor por doscientos millones de pesos. Héctor
Fernando Gaete Zagal, es un proveedor al que no conocía, al cual identificó
cuando el SII le consultó por él. No le pagó cheques por doscientos millones de
pesos. Lo mismo puede decir de Comercial Lizama.
Siempre trataron que en cada obra hubiera un administrador de obra, que
optimizara los costos y los trabajos.
El precio sí era un factor a considerar al momento de decidir los gastos,
también si tenían buenas relaciones anteriores.
Los administradores de obra, buscaban los precios, pero no pagaban los
productos. Los cheques los firmaba el declarante, o excepcionalmente la esposa
de él.
No sabía muy bien de los impuestos que debía pagar; con el tiempo ha ido
entendiendo.
Dijo que la contabilidad está al servicio de la empresa, para permitirle
poder continuar funcionando.
La contabilidad de su empresa, de Riward, no reflejaba necesariamente la
realidad de la empresa. Cree que su contabilidad no reflejaba la verdadera
realidad de la empresa, pues se presentaba una imagen.
Para firmar los cheques tenía un resumen, pero no las facturas a la vista.
Era una planilla Excell con el resumen de la cuenta.
Las declaraciones de impuestos las confeccionaba Mario Enrique Rojas;
materialmente el formulario lo firmaba el declarante; y alguien iba a pagar al
banco.
Cuando se presentaban las declaraciones de impuestos sabía que estaban
en una “bicicleta”, en la empresa. Eso genera una bola de nieve que termina
cuando la empresa cae, como le sucedió a Riward. Conversaba con su suegro y
con su padre acerca de las utilidades de la empresa. Cuando hay PPM por 40
millones y el resultado arroja que los impuestos por pagar son 20 millones, sabe
que hay que restar esos números y si el PPM es mayor hay que pedir la devolución
de ese exceso. Entiende que sí hubo devoluciones de dinero de esa manera.
Sólo se enteró de estas irregularidades cuando vino la primera citación
desde SII, fue a principios de 2006. Antes de esos nunca supo que las facturas
fueron verdaderas e ignora si el contador lo sabía.
Cuando esto se produjo hubo un quiebre en la familia.
No presentó declaraciones rectificatorias de los impuestos, ni pagar las
diferencias, ya que el abogado al que le consultó le dijo que no lo hiciera. Eran
sumas impagables. Los montos eran por el 15 ó 17 % de los ingresos de la
empresa.
La empresa Riward primero se llamó Riward Electric, después fue Riward
Electricidad, después fue Riward Ingeniería y Construcción; sólo fuero cambios
de nombre. Era el mismo RUT, desde 1987.
Sabe que la empresa tiene clave para ingresar al sistema del SII, cree que
la solicitó don Mario Rojas, quien tenía un poder para actuar en representación
de Riward.
Riward no está funcionando como empresa; pero no ha hecho término de
giro.
Actualmente el declarante trabaja como dependiente para la empresa
Asanco; no tiene participación en otras sociedades.
Don Mario Rojas trabaja como contador en forma independiente. En la
época de Riward él llevaba otras contabilidades, le daban un espacio en la
oficina para que las llevara.
Consultado por la defensa del otro acusado dijo los formularios de
declaraciones de impuestos pertenecen a la empresa Riward y se elaboraron
sobre la base de la información que manejaba en la empresa.
El abogado Álvaro Magasich fue quien le recomendó esperar que los
tribunales hicieran su trabajo, y que no hiciera rectificaciones, pues el fondo es
el mismo, es decir, las deudas de la empresa. El abogado no le mencionó qué
tipo de tribunales sería.
Dijo haber concurrido, a lo menos, tres veces, a las oficinas del SII.
También le proporcionó documentación en unas diez veces. Mario Enrique Rojas
fue en una sola oportunidad, además de haber sido quien llevó materialmente los
documentos.
Los montos involucrados en los impuestos no constituyen lo que determinó
la caída de la empresa.
Interrogado por su propio defensor manifestó que en la etapa en que
estaba la gerencia de su padre trabajaban unas 20 personas. Bajo la gerencia del
declarante llegaron a tener 400. Con su padre, sólo fue una oficina; con el
declarante fueron 4 oficinas, la principal en Viña del Mar, la de Santiago, la de
Rancagua y la de Concepción. La oficina de Santiago era tan grande como la de
Viña del Mar. En la primera etapa tenían un gran cliente, Johnson; desde 2005 en
adelante tuvieron un crecimiento explosivo con 12 ó 15 clientes. Primero sólo
fueron electricidad; posteriormente lograron contratos por montajes industriales.
En la segunda etapa llegaron a tener hasta 20 obras en paralelo, las más grandes
duraban 14 meses y las más cortas duraban uno o dos meses.
Personalmente tenía la visión macro ya que no podía estar en las 20 obras.
En Santiago estaba Marco Rojas, en Rancagua, Carlos Ibaceta; y en Concepción,
estuvo el señor Adolfo Flores. En cada ciudad, quien tomaba las decisiones
inmediatas era cada administrador, ellos contrataban proveedores y debían ver
las relaciones directas con el cliente. El declarante visaba las decisiones ya
tomadas por los administradores locales de obras.
La labor del declarante era tomar las decisiones de magnitud, no las
decisiones domésticas.
Sostuvo que tuvieron un crecimiento exponencial en las labores y junto a
este crecimiento vinieron las dificultades. Hubo negocios en los que perdieron
dinero y que tuvieron a partir de 2005 en adelante.
Su gran cliente, Johnson quebró, con grandes deudas en impuestos; y le
empezó a pagar a un año plazo. Luego le quedaron debiendo más de cien
millones de pesos en obras.
Al exhibirle unos documentos, signados con los Nº 109, 112 y 113 de la
prueba documental ofrecida por su propia parte, dijo que el primero (109)
corresponde a comunicaciones con Xstrata Cooper, del año 2008, en las que les
representa los estados de pago pendientes. Dijo que sólo le pagaron ciento
noventa y tantos millones con un costo superior a los doscientos millones.
El Nº 113, corresponde a lo mismo de lo que está hablando, es un libro de
ventas, una planilla Excel en el que se anota lo que le facturaban al cliente; el
valor de abajo es lo que alcanzaron a facturar, pero no necesariamente se lo
pagaron. El contrato era por un monto mayor y los costos aún mayores.
El Nº 112 es la carta que envió Xstrata al declarante, respondiéndole a la
carta anterior. Se refiere a la negociación con la empresa Alto Norte. Le
responden que no les concierne.
Dijo que no recibió los dineros que se mencionan como retiros en los
formularios 22. No ordenó que se hicieran esas declaraciones. Los formularios 29
sí los firmó, pues confió en la información del departamento de contabilidad y en
los antecedentes que le entregaban los encargados zonales.
Las imposiciones las pagaba el señor Rojas, con cheques que firmaba el
declarante. Los cheques los llenaba su esposa, Orietta Rojas.
No le consultaba a nadie respecto del contenido de los formularios 22 ó
29, pues confiaba en lo que le presentaban; no era su trabajo revisar eso.
Empezaron a despedir trabajadores cuando las apreturas económicas y la
carencia de créditos le impedían seguir. Eso fue alrededor de 2008 ó de 2009. Se
pagaron todos esos finiquitos; los conversaron con los trabajadores y llegaron a
acuerdos de pagos a plazo.
Al exhibirle los documentos signados del 1 al 69, de la prueba documental
ofrecida por su propia parte, dijo que el Nº 1 es un calendario de finiquitos con
trabajadores que laboraban con Codelco. Ese contrato llegó a tener 30 personas
y el documento se refiere a los últimos 11 trabajadores. Se mencionan las cuotas
que se pagarían por concepto de finiquitos laborales.
El Nº 2 se refiere al finiquito de trabajo de una persona en particular, de
nombre patricio Fernández Rojas.
El Nº 3 es un comprobante de egreso, en el que se dejaba constancia del
pago de dinero al señor Patricio Fernández, de fecha 5 de febrero de 2010.
El Nº 4 es otro egreso, del mismo Patricio Fernández.
Nº 5, mismo tipo de documento, es la cuota Nº 3 a la misma persona. Esto
se repitió con todos los trabajadores.
Nº 6 es el finiquito a una señora que era prevencionista de riesgos; tiene
fecha 30 de noviembre de 2009. Ese finiquito también lo firmó el declarante.
Otros los firmaban por poder, en su nombre.
Nº 7 Es el giro para pagar una cuota del 9 de diciembre de 2009.
Nº 8 Es un mensaje de correo electrónico que da cuenta de una
transferencia a doña Mónica Durán.
Nº 9 es un comprobante de un tercer giro que da cuenta de pago.
Nº 10 es el finiquito de otra persona que también trabajó para Codelco. A
ella también se le pagó en cuotas.
Nº 11 es un mensaje de correo que informa un pago de cien mil pesos.
Nº 12 es un giro a la misma persona, en febrero de 2010.
13 es lo mismo, de 4 de marzo.
Nº 14 es un finiquito a otro trabajador que se pagó en dos cuotas.
Nº 15 es el comprobante de egreso que demuestra el pago de la primera
cuota. Allí lo firma alguien por poder.
Nº 16 es un comprobante de pago a otro trabajador, consta en un
documento interno de la empresa de febrero de 2010.
Nº 17 es un finiquito de otro trabajador.
Nº 18 es un comprobante de giro por vía electrónica, para otro trabajador.
Nº 19 es la segunda cuota de pago al trabajador mencionado.
Nº 20 es un finiquito de trabajador, también del 15 de enero de 2010
Nº 21 es un comprobante de egreso en que paga la primera cuota, en
enero de 2010,
Nº 22 es el comprobante de la 2ª cuota de pago al mismo trabajador,.
Nº 23, es otro comprobante de pago al mismo trabajador.
Nº 24 es el último pago al trabajador anterior.
Nº 25 es el finiquito a otro trabajador.
Nº 26 es el comprobante de pago al trabajador.
Nº 27 es el finiquito a otro trabajador.
Nº 28 ese l primer pago al trabajador.
Nº 29 es el último pago al mismo trabajador,
Nº 30 es el finiquito a un trabajador.
Nº 31 es el primer pago del trabajador anterior, mediante egreso de la
empresa.
Nº 32 es un segundo pago al trabajador anterior.
Nº 33 es el tercer pago al mismo trabajador anterior.
Nº 34 es el último pago al mismo trabajador.
Nº 35 es el finiquito de otro trabajador.
Nº 36 y 37 son los pagos al trabajador anterior.
Nº 38 y 39, son más comprobantes de pago.
Nº 40 es un estado de finiquitos pagados, de principios de 2010, lo hizo
doña Orietta Rojas.
Nº 41 es el finiquito de otro trabajador.
El Nº 42 es un comprobante de egreso.
Nº 43, 44 y 45 es el finiquito de otros trabajadores. Para Carola Fuentes se
acordó una indemnización voluntaria, que se pagaría en cuotas.
Nº 46 y 49 es el comprobante de pago de la primera cuota a Carola
Fuentes.
Nº 54 es el finiquito del señor Molina.
N° 55 es un comprobante de pago.
Nº 56 es un finiquito.
N° 57 es un pago.
N° 58 es un finiquito de otro trabajador.
N° 59 es un giro de pago de febrero de 2010.
N° 60 es un abono al mismo trabajador.
N° 61 es un finiquito para otro trabajador, de fecha 8 de septiembre de
2009.
N° 62 y 63 son comprobantes de pago a ese trabajador, de febrero y marzo
de 2010.
N° 64 es un finiquito a otro trabajador de agosto de 2009.
N° 65 es un comprobante de pago al trabajador anterior.
N°66 y 67 son pagos a otro trabajador, de febrero y marzo de 2010.
N° 68 es un finiquito a otro trabajador.
N° 69 es el comprobante de pago al trabajador del finiquito anterior.
Dijo que después de conocer la demanda en su contra, declaró ante la
policía.
En la medida de sus posibilidades, fue haciendo abonos para suplir el mal
causado. Hizo pagos por diversos montos, cada varios meses. Lo hizo durante
unos dos o tres años. El dinero lo obtuvo con productos de su trabajo y la venta
de algunos bienes muebles.
Los bienes raíces de su propiedad los entregó en pagó a los bancos
acreedores y a una empresa de factoring.
En una oportunidad, ofreció una casa de su padre para pagar la deuda con
el Servicio de impuestos Internos.
Consultado por el Tribunal dijo que Marco Rojas no tiene ninguna relación
con Mario Rojas.
A los encargados de las oficinas los eligieron por la experiencia que tenían
y el tiempo que llevaban trabajando en la empresa.
En 2009 le entregó al SII la documentación de que habla.
Al firmar los cheques para pagar, le presentaban una planilla Excel que
mencionaba los gastos por pagar. La planilla se la presentaba su esposa. Su
suegro, preparaba la información y doña Carola Fuentes se la presentaba a su
señora. Esa planilla venía visada por doña Orietta Rojas, su esposa.
Se dio cuenta de las dificultades económicas de la empresa a partir de
2006 en adelante, cuando debieron empezar a pedir créditos para operar.
No tiene una respuesta precisa para explicar la información contenida en
las declaraciones de impuestos que le exhibieron. Sí sabía de los problemas
económicos de la empresa y que era necesario “dar una buena imagen de ella”.
Cuando habló de “la bicicleta”, se refiere a que siempre se necesitaba la
obra futura para tapar las malas obras de antes.
Cree que la primera vez que fue a declarar ante el SII pudo ver los
documentos que se dice que son facturas falsas; no los había visto antes.
Consultado nuevamente por el Ministerio Público, dijo que en el año
2009 la empresa estaba en mal pie, por lo que de haber recibido una devolución
de impuestos por $ 30.000.000, sí se acuerda que recibió una devolución de ese
monto.

Por su parte, el acusado Marco Enrique Rojas Echeverría señaló que


dividirá su declaración en dos partes: su relación profesional con la empresa
Riward; y, lo segundo, algunas materias de tipo tributario.
Dijo que en 1993 se acogió a jubilación, a esa época era contador de la
empresa Verschae, y desde ese año trató de suplir la diferencia entre la
jubilación y lo que recibía como empleado, empezó a buscar entre amigos para
hacer una cartera contable y trabajar en ello. En 1995 siendo contador de una
empresa constructora llamada “Meyer y Montesinos” conoció a don Guillermo
Riveros Vega, que era gerente de Riward Electricidad S.A., y dicho señor, a
insinuación de la constructora donde él estaba, le conversó para hacerse cargo
de la contabilidad de Riward; él aceptó y empezó a tener a su cargo la
contabilidad de la empresa, que al principio era menos que mediana, con
aproximadamente 20 trabajadores, en que se hacían trabajos de electricidad en
negocios, empresas, etcétera. Después conoció a Guillermo Cristian Riveros
Chacana, quien posteriormente se convirtió en su yerno, pues se casó con su
hija. Riveros Chacana ejercía en forma independiente y hacía los mismos
trabajos que la empresa Riward, era egresado de la Universidad Católica, de
asuntos eléctricos.
Ya cercano al año 2000 padre e hijo se pusieron de acuerdo para trabajar
juntos, y la llegada de Guillermo Cristian reportó un aumento más o menos
violento de las actividades de la empresa, que llegó a tener aproximadamente
unos 100 trabajadores. Don Guillermo Cristian era muy bueno para hacer
negocios, pero el declarante observaba que era malo para administrar, que
había errores en la administración que, en conjunto con el padre, llevaba en la
empresa. Él –declarante- le hizo ver, sacando cálculos de las obras que hacían,
que su control de gastos de las obras eran o estaban malos; es decir, el resultado
final no daba la utilidad calculada, lo que demostraba mala administración de las
obras. Más adelante, el año 2000 o un poco más adelante, el año 2003, la esposa
de don Guillermo Riveros Vega tuvo problemas, se enfermó, y don Guillermo dejó
las actividades que desarrollaba y las traspasó al hijo Guillermo Riveros Chacana.
Al 2003 y 2004 esta empresa ya funcionaba con facturación bastante fuerte,
tanto que el Servicio de Impuestos Internos ordenó que tenía la obligación de
hacer las declaraciones juradas semestrales de todas sus compras y ventas,
formularios 3323 y 3324 que eran semestrales, donde debía incluirse todas las
facturas de compra y todas las facturas de venta, información que se entregaba
al servicio y éste entregaba un certificado de recepción de esas declaraciones
juradas. Sin embargo, a presar del aumento de las operaciones, siempre seguía la
falla de cálculo o alguna cosa parecida, porque las obras nunca tenían un
rendimiento bueno, tenían rendimientos bajos y muchas de ellas salían con
pérdidas, con gastos superiores a los ingresos. Él –el declarante- le hacía cuadros
a Guillermo Cristian para hacerle ver lo que se gastaba en mano de obra, en
materiales, etcétera; le hacía ver que los gastos eran superiores a los ingresos,
que estaban al revés en las obras y en algunas de manera fuerte; así, por
ejemplo, en una obra de 200 a 250 millones de pesos, quedaban con pérdidas de
40 a 50 millones de pesos, por la mala administración. Él –declarante- como
profesional, se preocupaba, para corregir los déficit financieros que se estaban
produciendo, ya se estaban copando los créditos bancarios; al principio sólo
trabajaban con Corp Banca, pero posteriormente ya se estaba trabajando con 4
bancos que eran el mismo Corp Banca, el BCI, el Santander y Security, y al
examinar las cuentas de estos bancos se tenían copados los créditos, las líneas de
crédito y era bastante difícil poder examinar y llevar adelante el financiamiento
de la empresa.
El año 2005, por absoluto retiro de Guillermo Riveros Vega, se le entregó
la administración general de Riward Electricidad a Guillermo Riveros Chacana y
la primera medida que se tomó ese año, para efectos de poder entrar no sólo en
la parte eléctrica sino también en obras civiles, fue cambiar el nombre a la
empresa que pasó a ser Riward Ingeniería y Construcción S.A. Mantenía el mismo
Rut, la idea era que con este nombre surgieran nuevas actividades, sobre todo en
obras civiles.
El año 2005 él –el declarante- realizó un estudio concluyendo que aquí
había cuatro cargas que Riward estaba soportando: la laboral, la tributaria, la de
adquisiciones o proveedores y la financiera. La carga laboral era una situación
muy especial porque las empresas que trabajaban con Riward exigían
mensualmente certificados de las distintas inspecciones del trabajo, de que no
había problemas laborales, y para obtenerlos la empresa tenía que estar al día en
las remuneraciones e imposiciones. Respecto de la carga financiera, los bancos
no permitían más prórrogas de las cuotas por los créditos que se debían pagar
mensualmente; algunas cuotas eran bastante altas y se jugaba mucho con los
sobregiros de la cuenta, porque al hacer un depósito más o menos importante se
cancelaba el sobregiro y así quedaba la disponibilidad para pagar las cuentas y
deudas de la empresa. La carga tributaria: siempre la empresa, y en eso estaban
muy preocupados, de que el cumplimiento tributario fuera normal, que no
hubiera atrasos en los pagos, etcétera. De manera que él se decía que debían
conservar una buena conducta ante el Servicio de Impuestos Internos, el cual
incluso nombró a Riward como retenedor de impuestos, que es algo especial que
le impone el servicio a las empresas, por lo cual todos los meses, después de
pagar el impuesto se debía llevar un formulario especial de que se había
cumplido con la retención de los impuestos a terceros, y ese documento él
(declarante) lo llevaba personalmente al servicio.
Respecto de los proveedores dijo que generalmente los proveedores se
pagaban con cheques, con créditos a 30, 60 y 90 días; y la mayoría de las
compras se hacían al contado, porque en las distintas obras que tenían repartidas
en Chile, por ejemplo, la mantención del cliente Johnson, en todo el país, los
jefes de obras permanentemente le mandaban a él correos pidiendo dinero
efectivo, porque no tenían créditos y debían mandarles remesas de dinero de 2 a
3 millones de pesos para adquirir los materiales para las obras en las distintas
ciudades como Antofagasta, Concepción y Rancagua; y así, por ejemplo, el
porcentaje de compras era un 45% de facturas que se pagaban al contado,
entonces necesitaban fondos para inyectar a las obras en las distintas ciudades y
que no hubiera atrasos en esas obras.
Más o menos a principios de mayo de 2005, el declarante dijo que estaba
tomando café en un establecimiento de Viña del Mar cuando se le acercó
sorpresivamente un señor llamado Jorge Niemeyer Buzi, le parece que ese era el
segundo apellido. Conocía a Niemeyer de cuando él (declarante) era contador de
Transportes Verschae, y Niemeyer trabajaba allí como segundo jefe del taller de
mantención y reparación de la flota Verschae y encargado de las compras, y él -
como contador- debía ver todo ese tipo de asuntos, y siempre lo encontró muy
honorable a este señor Niemeyer. Ese día de mayo de 2005 cuando se encontró
con Niemeyer éste lo saludó y le preguntó si trabajaba en la profesión, a lo cual
él le contó que efectivamente tenía algunas contabilidades, y allí Niemeyer le
manifestó que quería pedirle un favor porque necesitaba hacer iniciación de
actividades para su mujer, que lo ayudara. Le respondió afirmativamente, y le
señaló la dirección de su oficina, que le había cedido Riward, en Los Lirios 1425.
Pasó un par de días le parece, pero está casi seguro que fue el 10 de mayo de
2005, porque tenía en su escritorio los pagos de imposiciones y el proyecto para
pago de impuesto del mes anterior que eran para el día 12, y entonces Niemeyer
llegó a su oficina y allí él –declarante- le comentó que estaba muy ocupado, que
estaba viendo la forma de pagar las imposiciones, que Johnson estaba atrasado
en los pagos, que estaba estudiando como cancelar esto y se preparaba a pagar
los impuestos. Niemeyer allí le señaló “Amigo, para eso están los amigos, yo lo
puedo ayudar”. Él se sorprendió, pensaba que cómo lo ayudaría, si le conseguiría
algún préstamo, y Niemeyer le refirió “por si usted no sabe, cuando me retiré de
Verschae me hice socio de una empresa que hizo todos los trabajos de aluminio y
estructura de Metroval, por tanto mi empresa de la que soy socio tiene una
relación inmensa con proveedores de Santiago”. Él se preguntó que tenía que ver
con lo que él decía, mencionándole entonces Niemeyer que le traería facturas
para los créditos de sus declaraciones, a lo que él le dijo que no quería que
Riward se metiera en líos, que no quería una factura que no le sirviera,
replicándole Niemeyer que cómo lo iba a engañar en lo que le ofrecía, luego de
lo cual este señor se fue. El día 12 de ese mismo mes, casi recién había llegado a
su oficina, y Niemeyer lo llamó por teléfono preguntándole si había pagado el
impuesto, respondiéndole que aún no, porque estaba juntando la plata, y
entonces Niemeyer le dijo que lo esperara, llegando después a la oficina
diciéndole “para que me crea, compruébela” y le pasó una factura, y él entró a
la página del Servicio de Impuestos Internos, donde se pueden comprobar las
facturas, tomó el Rut de la factura y le dio bien, también el nombre, no recuerda
el número de la factura ahora, pero estaba entre la numeración autorizada por el
servicio y no había alguna observación sobre el Rut, por tanto llegó a la
conclusión de que era una factura válida y que era legal, que no sería tan legal
aplicarla pero sí el documento. Niemeyer le dijo “esto le cuesta el 5% del valor
de IVA”, en esos momentos él tenía en su bolsillo como $30.000.- El IVA era
$400.000.- y le pagó $21.000.-, y después este señor le señaló que más adelante
si tenía problemas en el IVA lo llamaría para ver si lo podía ayudar. La factura
señalada se la pasó a la encargada de registrarla en el libro de Compras y
modificó la estructura que tenía para pagar el impuesto agregando el crédito de
esa factura, y así se pagó el impuesto.
Posteriormente, aproximadamente el día 8 ó 9, recibió un llamado
telefónico de don Jorge Niemeyer el cual le señaló “le tengo facturas tal como
las que usted revisó el mes pasado, así es que se las voy a llevar por si usted
tiene problemas”. Realmente tenía graves problemas porque no les alcanzaban
los fondos para pagar el impuesto, lo demás que se exigía como imposiciones por
los contratistas sí estaba pagado. Le dijo a Niemeyer que le llevara las facturas
con la condición de que estuvieran con registro en el panel del Servicio de
Impuestos Internos; Niemeyer le respondió que no lo engañaría, que estaba
tratando de ayudarlo. Llegó con cuatro facturas de las que no recuerda nombres
de los proveedores, esto fue en julio de 2005, y él de nuevo entró a la página del
servicio y las revisó una por una, y estaban todas en condiciones legales, con el
timbre, nombre, Rut, numero aprobado y nombre del proveedor. Le preguntó a
Niemeyer si el cobro era el mismo, le señaló que sí, que era el 5% sobre el valor
del IVA, por lo que le tenía que pagar alrededor de $251.000 haciéndole saber
que le pediría a la gerencia que le girara esa suma, ante lo cual Niemeyer le
pidió que fuera en efectivo porque tenía que repartirla con los que le habían
dado esas facturas. Así, en la nómina que Finanzas le pasaba a Guillermo
Cristián, quien firmaba los cheques, en esa nómina él agregó dicho pago,
tomando el nombre de una de las facturas con la suma indicada, y la expresión
“en efectivo”. Esos fondos se pusieron en un sobre que dejó con la secretaria
para que se lo entregara al señor Niemeyer. Esto empezó a seguir en forma
mensual, pero no solucionaba el problema financiero, porque las cantidades
debidas eran tan grandes que lo que se conseguía con el mayor crédito por estas
facturas no cubría los valores que se necesitaban para el movimiento general de
la empresa.
En cuanto a la segunda parte, las obligaciones que cumplió Riward
Ingeniería y Construcción, a partir de enero de 2009, precisamente del martes 13
de enero. Explicó que ese día los visitó un funcionario del Servicio de Impuestos
Internos con dos citaciones, unos papeles azules hechos a mano, para pedirles
que tendrían que llevar al servicio una serie de documentación contable y unas
facturas de compra. El día viernes siguiente fue al servicio indicado con esos
antecedentes, el funcionario los recibió, le emitió el recibo correspondiente.
Posteriormente llegó otra citación pidiendo toda la contabilidad, libros Diario,
Mayor, Caja, Banco, Compras y Ventas, Inventarios y Balances y toda la
documentación de compra y de venta, es decir, las facturas. Como era tanto el
volumen pidió una prórroga, le dieron 10 días para llevar estas cosas, así es que
ordenaron la cantidad de archivadores necesarios con las facturas de compra, ya
que el promedio era de alrededor de 400 a 450 facturas mensuales lo que en los
4 años pedidos eran más de 20.000 facturas, debieron llevar estos archivadores
en camioneta al Servicio de Impuestos Internos, donde les emitieron otro recibo.
Todo fue entregado al servicio, se cumplió todo lo que solicitaron. Pasó un poco
el tiempo y don Guillermo y don Cristian fueron citados al servicio y él los
acompañó, conversaron con una funcionaria muy atenta, de Santiago, quien
atendió a don Guillermo y a don Cristian en forma separada. A él no lo llamaron.
Al tiempo después, ya en el año 2010, en el mes de octubre le parece, les llegó
una citación de 20 páginas del mismo servicio en la que les informaban que todas
las facturas que estaban enumeradas en las hojas siguientes eran ilegales. Para
él y la gente de la empresa esto fue un golpe terrible, no se imaginaban lo que se
estaba presentando, jamás imaginaron que estaban acusados de que habían
manejado facturas ilegales o falsas, no lo podían creer, menos él que se sintió
absoluta y cruelmente engañado. Él, que había hecho eso sin conocimiento ni
siquiera de los gerentes, que había confiado, que había revisado, que había
enviado circulares a las obras en cuanto a que tuvieran cuidado con las facturas,
que las revisaran, que entraran a la página del Servicio de Impuestos Internos
para que vieran la legalidad de las facturas que les entregaban, pero él cayó en
la trampa y fue absolutamente engañado. Este peso ha debido soportarlo todos
estos años.
Hay cosas que no ha podido entender con respecto al Servicio de
Impuestos Internos, pues estaban obligados a hacer declaraciones juradas
semestralmente, se cumplió siempre en los años 2004, 2005, 2006, 2007, 2008,
tiene los recibos de las recepciones ¿Por qué nunca se les hizo observación en
esos años, por defectos de esas facturas? Jamás se les hizo alguna observación de
que existieran facturas falsas, y eso le extraña, y que lo convence de que con la
documentación que ellos entregaron libremente, a pedido del Servicio de
Impuestos Internos, sobre esa base dicho servicio investigó, de la propia
información entregada por la empresa.
En cuanto a otro tema que no sabe si es pertinente, en la operativa de
Riward tuvieron gravísimos problemas financieros a causa de que los clientes por
sus obras les atrasaban los pagos por cualquier razón; el caso más ejemplar fue
Johnson, en los años 2005 y 2006, que de repente dejó de pagar, quedaron las
facturas giradas de las cuales se pagó el impuesto y se perdió, no fueron capaces
de anularlas teniendo ya los antecedentes del total con las cartas pertinentes
como se exige por el Servicio de Impuestos Internos cuando se puede castigar
algo, y ellos tenían la cesación de pagos escrita de Johnson, y no las anularon.
Cree que eran 90 millones, lo que representa 16 a 17 millones de IVA que la
empresa Riward pagó. Después, en 2008 la empresa Cesin incurrió en cesación de
pagos, era una empresa argentina, quebró, dejándoles una deuda en facturas de
doscientos y un poco más de millones de pesos, que representa un IVA de casi
unos 38 millones que la empresa Riward pagó, y que no se pudo recuperar,
porque las facturas se perdieron.
A las preguntas del Fiscal responde que las facturas que le entregó el
señor Niemeyer eran legales, porque las contrastó en el número, timbre, más
Rut y nombre con el Servicio de Impuestos Internos. Esas facturas daban cuenta
de servicios o compras, la cuales él revisaba y las anotaba en el Libro de Compra.
Estaba consciente que el servicio o gasto que representaban las facturas no
correspondía a alguna obra de Riward. Al decir anteriormente que eran facturas
legales se refiere a que eran formalmente legales, aunque no sustantivamente
legales.
Las facturas que recibía tenían como destinatario la empresa Riward.
Niemeyer tomó nota de cómo se llamaba la empresa. Cuando se hizo todo
esto, o empezó esto, la intención era poder rectificar la declaración que
contenía esa factura, esa era la idea, pero nunca pudieron hacerla porque
financieramente no se pudo. Esta idea de incorporar estas facturas fue de él solo
y no se la comunicó al señor Riveros Chacana; lo hizo para ayudar a la crisis de la
empresa, y tenía la idea de que cuando hubiera fondos se haría la rectificación.
El asumió esta responsabilidad, y se siente engañado y herido por lo que sucedió.
Posteriormente, al llegar estas cosas, le dio la explicación a la gerencia de
que él por su cuenta había hecho esto y mirando el resultado, ha estado para
pegarse un balazo. Él sí se dio cuenta que hacer esto era un riesgo, no se lo
comunicó -como ha dicho- a Riveros Chacana, y es un lado muy sensible por
cuanto esto le toca como padre, suegro y abuelo.
Como estaban seguros -aclara que habla en plural, pero rectifica, pues era
él solamente quien estaba seguro- de que las facturas eran formalmente legales
a pesar de que no correspondían a alguna compra específica, quiso creer o se
convenció de que no habría problemas.
Cuando pidió la cantidad de $251.000.- para el pago del 5% del IVA a
Niemeyer no le dio alguna explicación a la gerencia de este pago, y desconoce
por qué la gerencia no se preguntó sobre el motivo por el cual había que pagar el
5% de esas facturas. Nunca la gerencia le preguntó algo, porque tenía confianza
en lo que él hacía.
En cuanto al proveedor Héctor Fernando Gaete Sagal, no lo conoce. Las
facturas incorporadas a la contabilidad por él sí tenían montos netos de millones
de pesos. Generalmente el número de facturas que llegaban a través de
Niemeyer eran entre 4 a 6 al mes, no recuerda los montos; todas sobre millones
de pesos, esos eran los netos, y de todas había que pagar el 5%, lo cual nunca
extrañó a la gerencia, pues, repite, confiaban en él, ya que era una empresa casi
familiar y tenían absoluta confianza en lo que él hacía. Lo mismo era cuando él
pedía fondos para mandar a las distintas obras, la gerencia giraba o mandaba por
empresa de transporte de fondos o mediante trasferencia electrónica.
Él efectivamente ha dicho que el servicio jamás les hizo una observación;
como estaba convencido de que las facturas eran legales no le llamaba atención
que no se hicieran observaciones, pues había revisado las facturas en la pantalla
del mismo servicio, sabía que no tenían problemas tales facturas y no le
extrañaba que no tuvieran algún reparo en el Servicio de Impuestos Internos. La
extrañeza le ha surgido ahora de que por qué sólo después el servicio determinó
que había facturas ilegales o falsas.
Sí recuerda el 10 de mayo de 2005, en que se encontró con Niemeyer,
rectifica se encontró con éste días antes y el 10 de mayo Niemeyer llegó a la
oficina, pero el primer contacto fueron diez a doce días antes. A ese tiempo
Riward ya tenía los problemas que ha contado, y el señor Riveros Chacana había
tomado la administración de la empresa en 2005, pero antes trabajaba de
conjunto con su padre. En el 2003 se enfermó la madre de Riveros Chacana y el
padre de éste se fue retirando de la empresa, entregándose la administración
total a Riveros Chacana en 2005.
Muchas veces le hizo ver a su yerno que estaba malo el control de gastos.
Riveros Chacana no veía las facturas, ya que las funciones que tenía eran
distintas, debía preocuparse de las obras, de supervisarlas y esas obras estaban
repartidas en todo Chile. Él le hacía ver a Riveros Chacana “que los resultados
estaban al revés”.
Efectivamente él es contador titulado, se tituló en el año 1964 del
Instituto Superior de Comercio de Valparaíso, es colegiado en el Colegio de
Contadores. En cuanto a si tiene el título en su poder, no lo tiene porque hace
tantos años que está guardado en alguna parte, pero sí tiene un timbre del
Colegio de Contadores, y se puede consultar a éste sobre que verdaderamente
está registrado. A él no se le ocurrió aportar algún certificado sobre este tema.
El 40 al 45% de las facturas se pagaban al contado en las obras. Los bancos
no permitían prórrogas, porque habían pedido muchas y entonces arriesgaban el
cierre de cuentas de la empresa, y las leyes sociales se cumplían. También como
ha dicho hubo atrasos en los pagos por parte de los clientes como Johnson, como
Cesin; también Codelco, esta empresa por cualquier motivo, por ejemplo, que el
empleado planteara algún reclamo y entonces exigía superar el problema con el
trabajador y posponían los pagos; Johnson que al principio pagaba a 60 a 90 días
llegó a pagar al año después. Estos atrasos ocurrieron con clientes importantes,
como los nombrados, y otros como Enap, Codelco Ventanas. A pesar de todo esto
se hacía lo humanamente posible por estar al día en los pagos de los
trabajadores, de los proveedores, bancos y adquisiciones.
Efectivamente recibía remuneración de Riward como profesional
independiente, a honorarios.
En los finiquitos del año 2008 a Codelco, que se leyeron ayer, desconoce si
era una obra en concreto, porque sólo se nombró a trabajadores y no la obra,
pero eran trabajadores por obra. También había trabajadores permanentes,
calcula unos cien trabajadores permanentes, tales como jefes de obra,
encargados de compra y los prevensionistas. Los finiquitos de esos 100
trabajadores permanentes no sabe si los ofreció como prueba la Defensa, y en
cuanto a proporcionar él esos finiquitos como elementos de su defensa, lo que
pasa es que él es contador y no abogado y no sabe cuándo eso sería pertinente
aportarlo.
Grandes proveedores de Riward Ingeniería, en lo referente a cuantías,
fueron Sodimac, pero no tiene memoria para decir cuáles eran los mayores
proveedores, pues no tenía intervención en la parte adquisiciones, solamente
Riveros Chacana y los jefes de obras tenían intervención en este aspecto.
Los bancos exigían balances generales de la empresa en forma anual, era
una condición de que se les mandara todos los antecedentes, esto ocurrió desde
2005, y los bancos veían en esos balances una empresa sana, con utilidades, con
retiros y con devoluciones de impuestos, por tanto era una buena imagen ante
los bancos, y en base a eso otorgaban los créditos.
En cuanto a las devoluciones de impuestos a Riward entre 2005 y 2009, no
recuerda los montos.
Se le exhiben los documentos signados con el N°63 de la prueba
documental del Ministerio Público y señala: respecto del primero que se le
exhibe, se trata de un Formulario en que lee “Año tributario 2006 impuestos
anuales a la Renta”, reconoce este formulario, es el 22, que contiene
contablemente todos los datos del balance, los ingresos, gastos, depreciaciones,
intereses pagados, es el resultado final de la empresa; con eso se determina la
renta imponible. En la celda 54 se lee $7.952.979.- es la devolución que solicitó,
o sea Riward recibió ese año esa suma. Riveros Chacana debe haberse dado
cuenta de esa devolución, porque estaba en la cuenta bancaria esa suma de
dinero.
Se le exhibe el formulario del año 2007, manifestando que es un
formulario 22, en que la devolución solicitada fue de $30.326.844.- Aquí aumentó
la devolución.
Se le exhibe el documento del año 2008, formulario 22, en que la
devolución solicitada es de $29.022.804.-
Se le exhibe el documento del año 2009, formulario 22, y la “devolución
solicitada” fue de $30.825.832.-
Esa cantidad de dinero fue devuelta por el Fisco y la depositó en la cuenta
corriente. Riveros Chacana sí tuvo en sus manos estos formularios, ellos (se
refiere a él y al otro acusado) comentaban esto, comentaban el balance, veían
los gastos, el volumen de intereses cobrados por los bancos, etcétera.
En la celda 226 aparecen los retiros o distribuciones realizadas en el
ejercicio y ahí dice $54.717.598.- Explicó que en junio de 2007, en una reunión
de directorio, se acordó el aumento de capital de $24.000.000.- a $100.000.000.-
Para ello se hizo uso del fondo de revalorización del capital y a los accionistas se
les dijo que el saldo que quedó que eran $52.000.000 y fracción; que retirarían
en dos cuotas, una en el año 2007 y otra en el año 2008, de $26.000.000.- para
completar el capital de 100 millones. Por eso –sostuvo- el volumen se ve alto
porque los accionistas retiraron los $26.000.000.- y terminaron de pagar el
aumento de capital. Fueron dividendos que se les pagó y que ellos los tomaron y
devolvieron a la empresa para completar el capital; entonces, de los 54 millones
que hay, son 26 millones que ellos declararon como global complementario, y por
eso al examinar el año anterior se encontrará una cifra también de $54.000.000.-
A consecuencias de la maniobra que hizo y que ya explicó antes, se pagó
menos IVA; en cuanto al impuesto a la renta, sí –relativamente- se pagó menos;
se obtuvo devoluciones de dinero por parte del fisco. Como él, como contador,
estaba convencido de que las facturas no tenían problemas, estaban
contabilizadas como tales, como costo, entonces influyeron en el resultado y el
impuesto a la Renta también disminuyó por el aumento de los costos de esas
facturas, por unos servicios ficticios como ya lo dijo.
En los formulario 22 sí están incluidas las facturas obtenidas de Niemeyer;
es en los formularios desde 2006 en adelante, y también estaban incorporadas en
los balances respectivos.
A las preguntas de la parte Querellante dijo que como contador los
servicios que presta son la contabilidad de la empresa; hay personal que hace los
libros los escribe o los digita. Él no está permanentemente con el personal, sólo
va cuando se hacen liquidaciones, cuando se pagan imposiciones por internet y
cuando se paga el IVA, de acuerdo a los antecedentes digitados.
En la empresa Riward su principal función era llevar la contabilidad, dirigir
un par de secretarias para tener al día los libros Compra, Venta, Caja Banco y el
Diario Mayor, porque era todo computacional, entonces las secretarias tecleaban
los antecedentes que correspondían. Cuando estaban los libros listos le pasaban
los antecedentes para él dar el visto bueno a las imposiciones y pagarlas, y
revisar los formularios 29. Adicionalmente trataba de colaborar con la gerencia,
con Riveros Chacana, para cálculos sobre los resultados de las obras, y le decía
que aprendiera a administrar porque las obras estaban a pérdida o felicitarlo, a
veces, por los resultados de las obras.
Riward Sistemas S.A. es una empresa que no conoce. Se rectifica y luego
dice que sí la conoce y no está seguro si es socio, porque como familiar le dicen
“oye entra en esto”. No sabe quiénes son los otros socios. No es socio en alguna
otra sociedad en que participe Guillermo Riveros Chacana.
Se le hace presente que en la carpeta investigativa consta que él es socio
en Riward Sistemas junto a Riveros Chacana, y que es socio –además- en otra
sociedad Riward que existe, respondiendo que eso debe ser de años atrás.
En cuanto a Riward Ingeniería y Construcciones S.A. sí cumplía con la
obligación de llevar la contabilidad computacional, los libros de Compras y todos
los libros son computacionales, salvo el de Inventario y Balances que se lleva en
un libro foliado. En un libro de Compras, de acuerdo al sistema, se registra el
mes al que corresponde (esto aparece arriba), el Rut y nombre del proveedor,
fecha de la factura, y después viene la columna “Total IVA” y otras columnas
para clasificar las compras, que puede ser Existencia, Gastos, Intereses. Este
libro de los años comerciales 2006 al 2009 no lo confeccionaba él, sino que tenía
personas que los digitaban, pero conforme a las instrucciones que les daba él.
Se le exhibe documento N° 55 de la prueba del Ministerio Público (y No. 56
de la prueba de la Querellante) y señala que la composición del archivador
exhibido corresponde, entre otros, al Libro de Adquisiciones y al Libro Caja
Mayor, del año 2005, y reconoce que es su letra la que allí se ve. También
aparece el Libro de Compras de Riward Electricidad -que es el nombre anterior
de Riward Ingeniería y Construcción- entiende que es el Libro de Compras que
aportó al Servicio de Impuestos Internos. La factura que llevó Niemeyer en mayo
de 2005 se dejó para el mes de Mayo, después al mes siguiente le llevó otras 4
facturas cuyos netos eran por millones de pesos, y posterior a Junio se siguió con
ese ritmo de entregas de facturas, con la confianza de que después iba a
rectificar si tenían los fondos. Está casi seguro que todos los meses Niemeyer le
entregó 4, 5 ó 6 facturas, también por montos de millones de pesos.
Lee el folio 187 del Libro de Compras, año 2005, y señala que aparecen
facturas por millones de pesos, hay tres.
En el folio 188 dice que hay otras facturas por esos montos. Añade que en
cuanto a las facturas que le daba Niemeyer él las revisaba en la página del
Servicio de Impuestos Internos; tomaba nota para el cálculo del 5% y no recuerda
los nombres de los proveedores, luego las pasaba a la digitadora de este Libro.
Los registros en los libros de compra se hacían en base a información, aclara que
al departamento de Contabilidad llegaban facturas de todo Chile, por parte de
los jefes de obra o los encargados de compras de las obras, y llegaban
directamente a las personas que tenían que registrarlas en el Libro de Compras,
que eran dos secretarias, ellas debían revisar las facturas en la página de
Impuestos Internos y enseguida las registraban en el libro.
No tomaba contacto con los proveedores de Riward, no era esa su labor.
En las facturas entregadas por Niemeyer él –declarante- revisaba el Rut, el
nombre, que viniera timbrada y en la parte que dice “documentos autorizados”,
veía que la numeración correspondiera a la de la factura. Él no le pidió estas
facturas a Niemeyer, éste se las llevó primeramente como ejemplo de que eran
legítimas, y por propia iniciativa, pero sí este señor le hizo presente que había
que pagarle el 5% del IVA. Efectivamente él le dio los datos de su oficina, pero
desconoce cómo Niemeyer obtuvo los datos de Riward, y la primera factura ya
venía confeccionada con el nombre de Riward, con la dirección de Los Lirios
1425, y debe haber incluido como era lo general en las facturas que Niemeyer le
entregaba, que se referían a material que ellos usaban, como la empresa era
Ingeniería y Construcción por ahí debió sacar la información Niemeyer, pues él
nunca le dio algún dato. Después Niemeyer lo llamaba, y le avisaba que se había
conseguido tantos millones de IVA, y él le respondía “me sirve”, ya que a lo
mejor una factura de $500.000.-no le hubiera servido. Cree que nunca Niemeyer
le ofreció facturas por algún monto menor al que él necesitaba, generalmente los
montos netos eran sobre $1.000.000.- pues menos era “ridículo”, porque no le
servía de acuerdo a la necesidad que él tenía, necesariamente debían ser de un
monto alto.
Dijo que sí pagó $21.000.- por el 5% de un IVA, respecto de una factura
que era por 2 millones 630 mil pesos y fracción. Si hubiera sido de otro
proveedor, de un proveedor normal, entonces hay que pagar la factura completa
o sea los dos millones y fracción señalados. En vez de proveedor normal, rectifica
pues debió decir proveedores en general.
Niemeyer fijó el valor en $21.000.- pero si le hubiera pedido los dos
millones y fracción no habría tenido cómo pagarle, no se disponía de ese dinero.
En cuanto al dinero que se manejaba en caja era muy poco, estaba todo en los
bancos, en la caja de fondos habría 500 a 800 mil pesos, no más. En cuanto al
dinero que manejaban los jefes de obras, éstos pedían por ejemplo un millón y
medio de pesos para comprar el listado que mandaban, y se les remitía el dinero
“a rendir cuenta”.
Respecto de las cuatro facturas dijo haber pagado 5% del IVA, equivalente
a $250.000.- por tanto el valor total de las facturas eran $31.000.000.- tomando
en cuenta que el IVA era el 19%. No se pagaron esos 31 millones porque no
correspondía, porque las facturas les llegaban para dar la oportunidad de rebajar
el crédito fiscal, porque las facturas de compra eso lo permiten. Las operaciones
de estas facturas no eran reales y por eso no se pagó los 31 millones de pesos.
En cuanto al Libro de Compras, Riward cumplía con la obligación de
totalizar las compras del mes, las facturas que le pasó Niemeyer fueron allí
incluidas, formando parte de la suma total de cada mes. Se cumplía también con
la presentación de los formularios 29, pago de IVA, los cuales él los
confeccionaba y se pagaban por internet. La sumatoria del Libro de Compra
coincidía con lo declarado en el formulario 29, o sea recibía las facturas de los
jefes de obras y las de Niemeyer y todas se registraban en el Libro de Compras y
después el crédito asociado a todas estas facturas era llevado y declarado en el
formulario 29. Muchas veces él firmaba los formularios 29, pero esto sólo en caso
de ausencia del señor Riveros Chacana; sólo los dos los firmaban.
La sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A. declaraba renta
efectiva, o sea de acuerdo a los antecedentes del balance y la utilidad al 31 de
diciembre de cada año, que es el resumen del movimiento general de la
empresa. En base al balance se hace el formulario 22, que es la declaración
anual del impuesto de Primera Categoría. La empresa estaba obligada a llevar
contabilidad completa, que incluye libros auxiliares, como Libro Caja, Libro
Compra, Libro Venta, Libro Mayor, Libro Diario y todo otro registro necesario, la
contabilidad se hacía en forma computacional. Todo esto fue aportado por la
empresa al Servicio de Impuestos Internos en papel, en forma inmediata a que el
servicio mencionado se lo pidió. Consultado en cuanto a si estaba obligado a
presentar la contabilidad, dijo que sí por cuanto se le requería por el servicio
indicado, y se cumplió en forma completa.
Él –declarante- confeccionaba el balance, y en forma manual llevaba el
libro Diario Mayor; esto lo hacía él personalmente. En ese libro se registraban las
compras de Riward. En cuanto a las compras relativas a las facturas de Niemeyer
también se registraban en ese libro de Compras, y después -para los Libros Diario
y Mayor- se tomaban los datos del mismo Libro de Compras. Entonces, son
concordantes los datos del libro de Compras con el Libro Diario, precisando que
en cuanto a las compras, el libro Diario está dividido por meses y los saldos
mensuales van directamente a un balance. Los balances los hacía él, aunque
salían automáticamente en el sistema.
Cuando se le exhibe documento N° 63 de la prueba documental de la parte
Querellante (N° 61 del Ministerio Público) lee: “Riward Electricidad, Rut
96.527.370-0,…Los Lirios 1425, Ingeniería Eléctrica, Representante Legal… 17
septiembre de 2003” aclarando que ésta es la fecha de timbraje del libro.
Efectivamente él escribió esto, parece que es la carátula del Libro Inventario y
Balances. En cuanto a un documento corcheteado que se le exhibe, dijo que es
un balance -folio 20- que es de fecha 31 de diciembre de 2005, corresponde al
año tributario 2006, empresa Riward. Aparece su nombre donde dice “Contador
Auditor UCH”, e indica que estudió en la Universidad de Chile, pero no sacó el
título, también aparece como gerente general Guillermo Riveros Chacana. Lo que
se registra en el balance debía ser concordante con lo declarado en el formulario
22, y en este balance así es. Explicó que la finalidad de un balance es hacer un
resumen del movimiento total del año de una empresa, determinando la utilidad
o pérdida o resultado obtenido en el ejercicio que corresponda, y a su vez sirve
de base para determinar la renta imponible para el pago del impuesto de Primera
Categoría.
Al leer el Folio 22 del mismo libro dice que ahí aparece balance “31 de
diciembre de 2006” de la misma empresa, ya con el nombre nuevo. Nuevamente
aparece su nombre como contador para hacerse responsable de la confección del
balance; aparece la utilidad, que es de $122.650.258, conforme a la
contabilidad. La utilidad, para los efectos de la renta imponible, deben
agregarse los gastos rechazados. La renta líquida imponible es de $134.400.908.-
sobre ésta se calcula el 17% del impuesto, y esta renta líquida imponible se
refiere a resultado positivo, porque en este caso hay utilidad.
Respecto del Folio 24 dice que es el balance al “31 de diciembre 2007”
que corresponde al año tributario 2008, de la misma empresa. Él lo confeccionó,
y la renta líquida imponible son $202.190.500, pero la utilidad es de
$177.565.312.- o sea conforme a este balance no hubo pérdidas en este año y
esto se declaró en el formulario 22.
Al leer el Folio 26 dice que es el balance al 31 diciembre de 2008, año
tributario 2009; él confeccionó este balance. La utilidad es de $121.103.279; y
la renta imponible $158.490.000.- o sea en este año nuevamente hubo utilidades,
no hubo pérdidas.
Respecto de la declaración de renta año tributario 2009, se le exhibe el
documento N° 65 de la prueba documental de la parte Querellante (es el N° 63
del Ministerio Público): dice que es el formulario 22, del año tributario 2009, en
que se declara el impuesto de la primera categoría, que afecta las utilidades
obtenidas por empresas, es el impuesto a la Renta. Se indica en el documento
“retiros o dist efectuados en el ejercicio”, y ahí él registró un retiro por
$54.717.598.- que son la distribución de utilidades a los socios; explicó que esa
suma se retiró y 26 millones y fracción fueron devueltos, lo que fue declarado
por los socios en sus complementarios. Efectivamente son retiros de utilidades de
acuerdo a las posibilidades del Fut; el balance arrojó utilidades y se hizo una
distribución de éstas, y eso lo permite al haber utilidades, si no hay utilidades no
se puede hacer retiros. Aclara que esos dineros salieron, pero de ese monto
fueron reintegrados $26.000.000.- entonces la salida real fueron los 54 millones
menos los 26 millones indicados.
Él (declarante) no decidió hacer ese retiro; eso lo decide el directorio,
pues cuando se hizo el aumento de capital se acordó que los saldos que debían
aportar los accionistas se pagaran en dos años, en dos cuotas. No recuerda
quienes componían el directorio, pero los socios son don Guillermo Riveros Vega,
la señora Silvia Chacana, y Guillermo Cristian Riveros Chacana, a los cuales él les
propuso hace este retiro. Los socios para tomar esta decisión deben tener a la
vista el balance, y entonces deben conocer la situación de la empresa, se le
informa al directorio de esa posibilidad con el balance en manos, el cual está
hecho conforme a los libros Diario, Mayor, etcétera.
Una parte de ese retiro fue destinado a aumento de capital; por ejemplo,
si tengo capital de 20 millones y para mejor presencia ante mis clientes, con los
bancos, basándose en eso, que los bancos veían que tenían un capital muy bajo,
les propusieron que pusieran un capital como corresponde, un capital real. A la
vista de los demás es mejor tener una empresa con mayor capital, opina que así
la empresa tiene mejor credibilidad. Si un socio aumenta su participación en esta
sociedad, aclara que en este caso se conservó el número de acciones pero se
aumentó el valor nominal de las acciones, o sea se pasa a ser socio en una
empresa con mayor capital, con mejor imagen frente a terceros.
El impuesto a la renta se declara al 30 de abril como máximo, en el
formulario 22, las operaciones por ejemplo que se hicieron en 2008 se declaran
en el 2009. Sí les hacía saber a los socios cuándo había que pagar el impuesto u
obtener alguna devolución, se les daba información completa con respecto a eso
a los socios.
No tiene conocimientos de ingeniería eléctrica, y desconoce el valor de los
productos que se le mencionan tales como “pastelones amarillos 20 por 50”, o
“costaneras 120 por 35”.
El señor Niemeyer le dijo que las facturas eran por productos que la
empresa necesitaba, esas facturas ya venían confeccionadas, no las revisaba para
saber si los productos eran los que realmente la empresa necesitaba, sólo
verificaba lo ya expresado en esta declaración.
Los balances exhibidos ahora son los mismos que se presentaban a los
bancos.
Respecto a las facturas que le pasaba Niemeyer, efectivamente dijo que
no eran tan válidas pero que servían. Precisa que él las consideraba válidas por la
revisión que hacía de ellas, y fue un error eso que dijo antes de que no las
consideraba tan válidas.
Tenía la idea, al principio, de que si estaba cometiendo este error, con
estas facturas que no correspondían a facturas normales, el día que tuvieran
capacidad de financiamiento iba a rectificar, es decir, aclarar ante Impuestos
Internos la real cifra, porque entendía que su procedimiento de recibir las
facturas que no correspondían a la empresa no estaba correcta, porque sabía que
no correspondían a la empresa, y que las agregaba para aprovechar el crédito. El
se dijo “ahora rebajo este crédito”, pero cuando tuviera posibilidades financieras
rectificaría ante Impuestos Internos en cuanto al crédito que se indicaba y
pagaría la diferencia de impuesto.
Interrogado por la Defensa del acusado Riveros Chacana respondió que
concurrió al Servicio de Impuestos Internos en el año 2009, y fue acompañado por
Guillermo Cristian cuando debió entregar los documentos que tuvieron que
trasladar en camioneta. La primera vez fue ante la primera citación cuando el
funcionario visitó Riward, entonces llevó algunos antecedentes que se le pedían
en la primera citación. Al funcionario que llegó a Riward lo conocía, era el señor
Oscar Retamal éste llevó la notificación, les leyó dos boletas en donde se decía
los antecedentes que debían llevar al servicio sin explicar para qué; el entendió
que era una revisión normal pues a la empresa no la revisaban en varios años. El
concurrió “de buena voluntad” siendo su voluntad entregar los mayores
antecedentes posibles, sin ocultar nada, y contestar todo lo que le preguntaran.
Nunca le preguntaron por el señor Niemeyer, y entregó las facturas referidas a
este señor, y estaba dispuesto a decir allí lo mismo que ahora, pero nunca nada
le preguntaron sobre eso. En cuanto a la fiscalía tampoco le preguntaron por el
señor Niemeyer, tampoco fue citado a la Fiscalía. Sí declaró ante la Policía de
Investigaciones, allí refirió respecto al señor Niemeyer, y cuando se los nombró
le preguntaron ¿será éste? Y le mostraron una foto de esta persona en la
pantalla, y él lo reconoció señalando que sí era, y les contó cómo lo conocía. No
sabe si esa información fluyó a la fiscalía o Impuestos Internos, no sabe si se hizo
algo con esa información que entregó.
En relación con el aumento de capital, a la reunión o sesión de los socios
en que se trató este tema se conversó porque al llevar antecedentes de un banco
dicho banco decía que el capital era muy bajo, que se tratara de modificar, se
hizo entonces una reunión en que los socios acordaron el aumento del capital,
levantándose un acta notarial. Esta información estaba disponible cuando
concurrió al servicio de Impuestos Internos y a la Policía de Investigaciones, no
le pidieron la escritura pública de ese aumento de capital por parte del servicio
indicado. El propuso esto para que estuviera de acuerdo con la Ley de la Renta, y
los socios no objetaron porque confiaban en él y en sus conocimientos técnicos.
Efectivamente, el balance reflejaba la información escrita del avance de
la empresa, los balances son reales y demuestran la situación real de la empresa,
es una fotografía de la empresa, de acuerdo a los libros y registros contables, en
base a esa información y sugerencia de él, los socios deciden el aumento de
capital.
En cuanto a si le exhibieron los formularios 22 y 29 que hoy le mostraron
para explicar el aumento de capital, entiende que esos formularios estaban en la
documentación aportada al Servicio de Impuestos Internos. Si le hubieran
preguntado por qué se hizo el aumento de capital y cómo se hizo, tanto a
Impuestos Internos, como a la Fiscalía o Policía de Investigaciones habría
respondido lo mismo que ahora, en cuanto a lo que se indicaba en un documento
bancario de aumentar el volumen del capital porque era muy exiguo, y así se
podía acceder a más créditos, y los bancos les concedieron créditos. Esos
créditos se renegociaron no sabe cuántas veces para poder cumplir con los
compromisos. Que él sepa ningún banco se ha querellado en su contra.
La pérdida contable o el resultado contable es el que refleja el balance,
que no siempre coincide con la parte económica, porque es un tema muy aparte
porque juegan los créditos, los costos de crédito, y porque el resultado de
Riward Ingeniería era deficitario, pobre.
La pérdida financiero es un concepto que no puede definir, pero se
imagina que tiene relación con los valores en moneda que están en juego en un
momento dado, con exceso de pago de intereses a los bancos, los cargos de los
Factory todo lo cual va significando cargos muy fuertes.
Reward era sociedad anónima cerrada, que no cotizaba en bolsa, tampoco
hacía “Fecu”, la información contable nunca se vertió en una “Fecu”.
En cuanto al destino de las utilidades la diferencia que quedó, una vez
hecha la devolución, corresponde a lo realmente repartido que de acuerdo a los
acuerdos del directorio esos dividendos se pagan en cuatro cuotas en mayo, la
primera; la segunda en junio; la tercera, septiembre; y la cuarta, en noviembre.
Si se tiene una cantidad de $26.000.000.- repartidos que se divide en cuatro, lo
que daría 6 millones y fracción, los que se reparten entre tres accionistas o sea
cada uno recibe un millón y fracción de pesos y eso se produce cuatro veces al
año, y todos esos dividendos los accionistas los incluyen en su global
complementario, en su formulario 22 personal que presentan las personas
naturales. Esos pagos se hacían con los dineros que había en el momento en caja,
se esperaba el momento en que hubiera dinero, lo cual se podía hacer porque
Riward seguía funcionando y esos pagos podrían provenir de clientes y no
necesariamente del Fisco. Se produjo en varias ocasiones en que se pagaban
dividendos a los dos o tres días había falencia financiera y los socios tomaban su
porción de dividendo y los aportaban y eso se incluía en la cuenta “otros
acreedores”, y eso se reflejó en los balances, información que estuvo a la vista
del servicio de Impuestos Internos y Fiscalía, pero que hoy no le exhibieron.
Sobre algún peritaje sobre el origen, destino y gastos de estos dineros
provenientes de reparto de utilidades, esto no lo vio ni en el servicio de
Impuestos Internos, ni en la Policía de Investigaciones ni en la Fiscalía. Nunca se
le dijo que el reparto de utilidades hubiera sido falso.
No le hacía saber a la administración o socios que había que pagar menos
impuestos, sencillamente las facturas se contabilizaban en el Libro de Compras y
se tomaban los totales, incluidas esas facturas, para las declaraciones de
impuestos. Nunca le dijo a Riveros Chacana o al padre que se pagaba menos
impuestos por incluir estas facturas entregadas por Niemeyer. Este nunca le dijo
de donde provenían las facturas, las traía hechas adentro de un sobre con 4 a 6
facturas, tampoco él le preguntó sobre esas facturas.
No supo que Niemeyer estuviera siendo investigado por la fiscalía por
fraude tributario.
Efectivamente sabía que las facturas de Niemeyer no eran reales y le
pagaba el 5% del IVA, con la idea de rectificar más tarde. Como entendía que se
estaban incluyendo facturas que no correspondían a la empresa él tenía el
proyecto, que fracasó, de ver el momento en que hubiera los fondos necesarios
para poder rectificar la o las declaraciones, situación que nunca se presentó
porque todo el aparato financiero no estaba funcionando bien, entonces esa
intención suya no se pudo hacer por falta de los medios económicos para llevar a
cabo la rectificación.
Cuando verificó los rangos de timbrajes de las facturas que le llevaba
Niemeyer eran coincidentes con los que aparecían en la página de Impuestos
Internos, primero pide el Rut y si está bueno de inmediato le da la información,
que el nombre corresponde a ese Rut y abajo hay una línea donde dice
“documentos autorizados” luego dice “hasta” y da una cantidad. El
contribuyente que aparecía girando la factura no aparecía bloqueado, eso es lo
primero que veía él, y este es el único mecanismo que el Estado pone a
disposición del contribuyente y él confió en esa información.
En cuanto a los finiquitos de los trabajadores permanentes de Riward,
nunca tuvo a la vista una lista sobre esto, porque no era su materia, pero sí
conoció a alguno de los trabajadores permanentes dentro de la empresa, porque
los veía, se saludaban pero no tenía mayor contacto con ellos. Esos finiquitos no
pasaron por el departamento de contabilidad, porque primero se iba a Notaría y
después la sección de remuneraciones mandaba una información resumida del
pago de esos finiquitos, y eso se registraba como costo en la contabilidad. Se
imaginaba que había finiquitos bastante fuertes por ahí, no vio esos finiquitos,
porque sólo tuvo a la vista un cuadro confeccionado en la sección
remuneraciones. Si viera ese listado lo podría reconocer.
Se le exhibe el documento N° 40 de la nómina de la defensa del acusado
Riveros: Dice que no conoce este documento, pero que sí puede interpretarlo,
aparecen personas mencionadas donde se indica “total a pagar de finiquito” y lo
que quedó pendiente pactado en cuotas, seguramente. Por ejemplo Carlos
Ibaceta Villarroel $6.000.000.- y se le pagaron, fue un caso difícil porque era un
empleado difícil y también como persona; Federico Ruiz Espíndola finiquito
$1.680.000.- se pagó $960.000 y dos cuotas de $320.000.-; Jorge García Rivera
finiquito de $1.460.272.- de lo que se le entregó $1.083.790.- y se pactaron dos
cuotas por el saldo. Estas eran personas con contrato permanente con Riward.
Cree que debe haber más personas de las que aparecen en esta lista. Este
documento es primera vez que lo ve y no está firmado por él.
Se le exhibe documento N° 128 de la prueba de la defensa del acusado
Riveros: Señala que es un acta de audiencia preparatoria en procedimiento
ordinario, de 13 de noviembre de 2009, y lee “parte demandante compareciente
Carlos Antonio Ibaceta Villarroel”. Con este trabajador se debió llegar a
audiencia laboral, porque éste al ser despedido reclamó una serie de beneficios,
no sabe si en la Inspección del Trabajo o Tribunales para iniciar un juicio de
cobro de los valores. Originalmente cuando se le despidió él –declarante- calculó
su finiquito, porque el trabajador decía que sacaría la plata que fuera, entonces
él se preocupó de calcularlo llegando a $2.700.000.- ajustándose a la ley y esto
no fue de gusto del señor Ibaceta, quien inició los trámites judiciales.
Los otros finiquitos de trabajadores permanentes él no los vio, no era su
materia.
Su propio abogado defensor no le formuló preguntas.
Consultado por el Tribunal respondió que se tituló en 1964 como contador
general y después de jubilar llegó a trabajar a Riward. Desde 1964 empezó a
ejercer como contador de Verschae, cuando la flota era de una sola persona y
con los consejos que él dio el abogado Arturo Zavala, más o menos en 1972,
transformó esto en una sociedad de personas. Entonces cuando llegó a trabajar a
Riward tenía como cuarenta años de experiencia profesional como contador.
En Riward le habilitaron una oficina, al tiempo después de llegar allí. Él
iba diariamente a esa oficina, no obstante que el régimen era a honorarios;
estaba ubicada en Los Lirios 1425, en las oficinas de Riward.
En Mayo de 2005 estando en un café se le acercó el señor Niemeyer y
posteriormente éste señor llegó a la oficina en Riward y le llevó una factura para
solucionar el problema de poder juntar el dinero ese mes para pagar el impuesto.
A partir de mayo de 2005 Niemeyer le empezó a proporcionar facturas a cambio
del pago del 5% del IVA de la factura, lo cual duró hasta noviembre o diciembre
de 2008; esto ocurrió mes a mes.
Siempre el pago de las facturas era el 5% del IVA, y Niemeyer le pedía
dicho pago en efectivo y siempre se hizo así, ya que Niemeyer señaló que debía
repartir el dinero con otras personas. Ese dinero salía de los fondos de la
empresa como “pago de proveedores”, para ello él (declarante) incluía el
nombre de alguna de las facturas señalando que el pago era en efectivo, eso
pasaba a la gerencia para la firma de cheques, o sea eso se agregaba a la nómina
de los cheques por firmar. En la gerencia, a partir de 2005, estaba el señor
Guillermo Riveros Chacana. La nómina la hacía el departamento de Finanzas que
llevaba el control de las facturas por pagar, esa nómina se la pasaban a él para
su revisión y en esa nómina de su puño y letra agregaba el nombre de algunas de
las facturas, entre paréntesis ponía “en efectivo” con el valor del 5% de la suma
de los IVAs de las facturas recibidas de Niemeyer, y se llevaba a la gerencia para
el pago.
En cuanto a la pregunta de dónde salía ese dinero, dijo que la gerencia
seguramente mandaba a cambiar efectivo con un cheque y el dinero
correspondiente lo echaban en un sobre y se lo llevaban a él, quien lo mantenía
en su poder, y si salía se lo entregaba a una de las secretarias avisándoles para
que le hicieran entrega del sobre a Niemeyer. En la nómina él anotaba el nombre
del proveedor con el valor del 5% y eso iba a la Gerencia y si había efectivo en la
caja de fondos de ahí se sacaba para realizar este pago. La nómina era llevada a
la Gerencia por una de sus secretarias de cuyos nombres no se acuerda, eran dos
señoritas que trabajaban con él.
La sección Remuneraciones estaba a cargo de dos personas, una llamada
Sarita, y otra persona más que no recuerda y ellas confeccionaban
computacionalmente las planillas de sueldo, las liquidaciones, los recibos.
En cuanto al trabajador señor Ibaceta éste se desempeñaba como jefe de
grupo en un trabajo en el norte, en una mina con la que se trabajaba, le parece
que se llamaba “Esperanza”, tenía contrato con Riward. Como jefe de grupo se
le enviaban fondos para compra de materiales y él siempre reparó las rendiciones
de cuentas de este señor Ibaceta, porque aparecían compras de helados, de
cigarrillos, almuerzos en el mejor restorán, lo que él consideraba un abuso. Esto
se lo informó a don Cristian Riveros, porque veía que este trabajador abusaba, el
cual le mandaba los documentos los que debía contabilizar pero al ver estas
rendiciones de cuentas de dicho trabajador, se debía rebajar esos valores que no
eran gastos de la empresa. Por eso dijo que este trabajador era conflictivo.
La escritura de aumento de capital de la empresa Riward fue de junio de
2007, y como integrantes del directorio fue firmada por el acusado Riveros, por
el padre y por la madre de éste. Después de la enfermedad de la señora Chacana
en el año 2007 ésta no participaba en las reuniones de directorio, pero con
respecto a la escritura indicada dicha señora le dio un poder al hijo Francisco
Riveros para que compareciera a firmarla. Del aumento de capital se informó a
Impuestos Internos, no recuerda cuando fue pero debió ser 30 a 60 días después
porque hay plazos para este tipo de declaraciones.
Del detalle de los 54 millones en el formulario 22, en el reverso hay una
parte que dice “capital enterado” y ahí aparecen los $100.000.000.- pero en
dicho formulario no aparece que los 26 millones son para reparto de capital, no
está esa información.
En los formularios 22 aparece la devolución de dineros por parte del
Servicio de Impuestos Internos, los cuales este servicio depositaba en la cuenta
corriente de la empresa, por tanto esos dineros sí ingresaron a la cuenta
corriente de la empresa.
Documentalmente estaba la posibilidad de hacer el aumento de capital, y
también en la realidad la empresa estaba en condiciones de realizar ese aumento
de capital, porque esos dos aportes que fueron devueltos que fueron como
$52.000.000.- y se aplicó el fondo de reserva, el fondo de revalorización de
capital que eran como 30 y tanto millones más los 24 millones y fracción que
estaban fijados como capital, y la suma de las tres cosas daban exactamente los
$100.000.000.- o sea estaban los elementos como para hacer ese aumento de
capital.
Al término del juicio, los acusados nada nuevo señalaron.
SÉPTIMO: Que, los intervinientes no acordaron convenciones probatorias.
OCTAVO: Que, para el establecimiento de los hechos y la participación
que en los mismos le cupo a los acusados, el Ministerio Público rindió las
siguientes pruebas, incorporadas en la audiencia de juicio oral:
PRUEBA TESTIMONIAL:

1.- MARÍA SOLEDAD DE ORTE GLARIA, de 46 años de edad, ingeniero


civil, domiciliada en San Alfonso N° 533, Santiago. Dijo que no conoce a Jorge
Nimeyer. Señaló que es representante legal de la empresa Ferretería Industrial
SA y que se le informó que existía una duplicidad de facturas y la declarante
comprobó que eso era efectivo. Esas eran 13 facturas supuestamente emitidas
por su empresa, y frente a ellas estaban las 13 facturas realmente emitidas por
su empresa. Había diferencias entre ellas. Las facturas fueron emitidas entre
enero y marzo de 2006.
Eran facturas duplicadas, es decir, se duplicaba el mismo número de la
factura y unas eran verdaderas y las otras no. Además, las verdaderas estaban
emitidas a distintos clientes y por distintos montos, en cambio, las que eran
cuestionadas estaban emitidas todas a nombre de la misma empresa: Riward.
Las facturas falsas mencionan un error en la dirección, ya que dice san
Alfonso 53, el logo está mal copiado; ellas parecen estar mecanografiadas, pero
las verdaderas siempre las imprimen en impresoras matriz de punto, en
formulario continuo y tamaños oficio; las falsas eran en tamaño carta y
mecanografiadas. También en las falsas se mencionaban artículos que jamás ha
vendido su empresa, eran muy específicos de electricidad que ellos no venden.
Dijo que si las viera, podría reconocer las facturas verdaderas y falsas.
Al exhibirle los documentos signados con los Nº 28 y 29 de la documental
del Ministerio Público dijo: que los reconocía; que son las facturas verdaderas y
las falsas de las que ha hablado. Son 13 facturas que están duplicadas (son 26
documentos en total). Está la Nº 31887, 31891, 31897, 31899, 31951, 31955,
31956, 31961, 31965, 31969, 31970, 31975 y 31978. Cada una de ellas está
duplicada.
Al exhibirle luego una de ellas, la 31978, dijo que hay dos con el mismo
número y de ellas, la segunda exhibida es la auténtica. Dijo que la razón social
en la primera es errónea; el logo muestra los dedos separados en el dibujo, lo
que no ocurre en la segunda. La primera parece mecanografiada y en hoja
tamaño carta, en tanto que la segunda, la original, está en tamaño oficio y en
papel continuo, con prepicado en la parte superior e inferior. El verdadero
cliente a quien se le emitió es Lasen Hermanos, que es un cliente de ellos, en
cambio, no conoce a Riward SA.
El monto neto de las facturas cuestionadas es de $83.000.000.- en ventas
supuestamente realizadas en solo tres meses. Pese a ello, no recuerda a un
cliente tan importante como sería ese.
Los materiales mencionados en las facturas cuestionadas no correspondían
a lo que vendía su representada. Por ejemplo, en la Nº 31969 se habla de una
contrapuerta, que es un producto que no conoce. En la época de emisión de esas
facturas la declarante era gerente de administración y finanzas, lo que significa
que ella debía preocuparse de aspectos comerciales, tributarios y administrativos
para que la empresa pueda funcionar de la mejor manera posible. Eso, por
ejemplo, le obliga a analizar los costos de su empresa, labor que ella hacía
mensualmente.
Ella revisa las facturas al momento en que las va a pagar, para asegurarse
que ella solicitó la compra que se menciona y que los bienes o servicios se
recibieron.
No conoce a nadie de nombre Mario Enrique Rojas.
Al exhibirle la Nº 31961, nuevamente constata las mismas diferencias ya
descritas en cuanto a la forma y tamaño del documento, el error en la dirección
de su empresa, el cliente en uno es Emelta SA y en la falsa se ve a Riward SA.
Consultada por la parte querellante dijo que el sólo hecho de ofrecerle
una factura que no está objetada en el SII, no sería suficiente para incluirla en su
contabilidad, ya que ella no da cuenta de una operación real de compra.
Dijo que en el año 2009 el SII les pidió información de esas facturas y allí
respondieron que no conocían la factura por la que le consultaban y también
informaron que el cliente mencionado no era conocido.
Al exhibirle el docto N 31 dijo que lo reconocía, que ella lo emitió y firmó.
Es una carta en la que responde las consultas hechas por el SII; les dice que su
empresa no tiene ningún vínculo de negocio con la empresa Riward Ingeniería y
Construcción.
Consultada por la defensa del acusado Riveros Chacana, dijo que el
concepto de administración que ella manifestó, corresponde a un concepto
adecuado a la realidad, no sólo ideal. Una administración que no verifique los
datos reales de las operaciones que se le presentan, es una administración
deficiente.
Dijo que en su administración, ella sí manejaba una caja chica, pero por
montos pequeños, no más de $ 50.000, por ejemplo, para pagar peajes.
Consultada por la defensa del acusado Mario Rojas Echeverría, dijo que
en agosto o septiembre de este año, el Ministerio Público le había exhibido las
facturas a las que recién se refirió. No se las exhibió algún funcionario de la
policía, en forma previa.

2.- JOSÉ GRACIAN TEILLERY AHUMADA, de 72 años de edad, ingeniero


agrónomo, domiciliado en Camino a Melipilla N° 3349, Malloco.
Dijo que no conoce a Jorge Nimeyer.
Indicó que hace un tiempo atrás lo citaron para una investigación de unas
facturas que habría emitido una empresa desconocida, a nombre de la empresa
Tisa Ingeniería, por arriendo de máquinas, pero que no tienen nada que ver con
la realidad ni con su empresa. No se parecía ni el modelo de las facturas de su
empresa ni con la imprenta, ni nada.
Precisó que lo citaron en Santiago, fue Impuestos Internos, en una oficina
cercana de avenida Matta; esto fue hace unos cinco años atrás.
Se desempeña para Tisa Ingeniería SA; de esa empresa es el gerente
general y esa empresa aún existe.
Las facturas que no son auténticas se las exhibieron hace varios años, en
esa citación de impuestos internos.
Cree que no tendría dificultades para reconocer esas facturas falsas. Lo
que sabe es que habría como veinte facturas falsas de su empresa; el monto neto
de ellas era de unos sesenta o setenta millones de pesos. Esas facturas tenían
fechas del año 2006.
Dijo que tienen facturas verdaderas, con la misma numeración de las
falsas, emitidas a otros destinatarios.
Al exhibirle los documentos signados con los Nº 31 y 32 de la prueba
documental del Ministerio Público, dijo que (luego de contarlos) le están
mostrando 21 juegos de documentos, que tienen los siguientes Nº: 3506, 3508,
3517, 3523, 3572, 3609, 3802, 3811, 3819, 3825, 3830, 3835, 3839, 3840, 3882,
3884, 3887, 3888, 4154 y 4155.
Se trata de dos facturas, en casa juego, una es auténtica y la otra es la
falsa.
Precisó, respecto de la 3506, que la auténtica es aquella que tiene el tipo
de letra, el ticket con rojo que hacía el contador de la empresa; en cambio, la
otra tiene un logo distinto. La verdadera tiene letra cursiva, algo inclinada y
gruesa. La copia no tiene el dibujo de la excavadora que sí tiene la original. La
empresa Riward SA es una empresa desconocida para él.
Recordaría a un cliente a quien le hubiera facturado sesenta o setenta
millones de pesos; ya que sería un cliente especial. No tenía muchos clientes
individuales en esa época.
Añadió que a factura falsa está escrita a máquina, en cambio las originales
las emitían de forma computacional.
En la factura falsa se habla del arriendo de unas máquinas, pero, por
ejemplo, nunca han tenido una retroexcavadora Ford ni una excavadora Clein.
Tampoco tenían cargadores frontales, en esa época.
Al exhibirle las facturas 3839, dijo que se aprecia la que es falsa y la que
es verdadera. La auténtica tiene las señas que ha indicado y que en ella se ven.
Al exhibirle la factura 3887, dijo que claramente la que le muestran es
falsa, pero que junto a ella está la que es auténtica, por sus características que
se ven a simple vista. En la que es falsa se menciona el arriendo de una
excavadora que nunca han tenido en su empresa, por lo que es imposible que se
haya prestado ese servicio que en ella se menciona.
En la 3888, dice que le muestran una que es falsa, y se menciona la venta
de productos, pero sucede que su empresa no vende áridos.
Consultado por la parte querellante, dijo que su empresa no tenía
clientes en Viña del Mar; cree que alguna vez hizo un trabajo en la zona, en la
bajada de Placilla, donde hicieron un servicentro para Shell, en Curauma, pero el
cliente fue Shell.
Nunca hizo trabajos para la empresa Riward, en ninguna parte del país.
Las defensas de los acusados no formularon preguntas.

3. JULIO ENRIQUE PALOMINOS GONZÁLEZ, de 52 años de edad,


ingeniero eléctrico, domiciliado en Chiloé 4152, Santiago.
Dijo que no conoce a don Jorge Nimeyer ni el caso Publicam.
Explicó que viene pues fue citado por falsificación de facturas de una de
sus empresas. Son dos facturas por un total de diez millones de pesos. Se
refieren a meses distintos de 2006 ó 2007. Dijo que se dedica al área de
automatización industrial, una es GTres Ingeniería y la otra es Instrumentación y
control industrial Ltda. Es el dueño y gerente general y representante legal de
ambas empresas.
Hace unos años atrás lo llamaron desde el SII de Santiago y le mostraron
una factura respecto de la cual él declaró que esa factura no había sido emitida
por su empresa.
Sabe que son falsas pues las originales tienen logo; en las falsas no está
presente ese logo de la empresa. En segundo lugar, ellos emiten las facturas de
modo computacional, y las falsas están escritas a máquina. También sucede que
la descripción o glosa de la factura se refiere a prestaciones que ellos jamás han
hecho, ya que se menciona arriendo de maquinaria pesada, lo que es una
actividad que no han hecho pues no tienen maquinaria pesada.
Esas dos facturas fueron emitidas originalmente a otra empresa suya, por
servicios de ploteo, en cambio las falsas se emitieron por valores elevados, que
son inusuales para su actividad.
En su actividad, en la que el declarante es quien maneja las operaciones
de mayor valor, habría tomado resguardos ante operaciones de ese monto.
Explicó que él es quien firma los pagos, es el único autorizado. Él conoce a todos
sus clientes por lo mismo.
Su actividad en ingeniería eléctrica se refiere a la automatización
industrial. Lleva veinte años en su giro y sólo ha tenido los problemas normales
de atraso en algún impuesto.
Al exhibirle los documentos signados con los Nº 22 y 23 de la prueba
documental del Ministerio Público dijo que se trata de dos facturas con
membrete de Ingeniería y Construcción Ltda., es la 474 y 461. Están duplicadas,
hay factura real y una que no es.
No es posible que haya dos facturas con el mismo número pero con
distintos datos de emisión.
Precisó que, en el caso de la factura 474, hay dos de ellas, una a nombre
de Riward Electricidad y otra a nombre de Sinelpo SA. En la que es falsa, la
primera, se observa que no está presente el logo de la compañía; el tipo de letra
de lleno no lo reconoce; se indica que el giro de la emisora es ingeniería y
transporte, lo que no es cierto. Las originales se emiten de forma computacional,
con impresoras de matriz de punto; en cambio, la falsa está llenada con máquina
de escribir. En la falsa se habla de arriendo de un generador con gastos de
traslado y jamás han tenido esa maquinaria para arrendarla ni tampoco la han
trasladado.
En el caso de la factura 461, dijo que hay dos, una falsa y una original. Las
mismas razones y características de lo mencionado antes.
Dijo no conocer a la empresa Riward Electricidad. De haberla tenido como
cliente en abril y mayo de 2006, con pagos por casi diez millones de pesos, la
habría conocido. Tampoco conoce a esa empresa en el giro.
Consultado por la querellante, dijo que hizo una declaración jurada ante
el SII, cuando lo citaron y allí dijo que la factura que le mostraban era falsa y no
tenía relación con su actividad.
Explicó que es el representante legal de GTres Ingeniería y que en general
le presta servicios a las empresas relacionadas. En casos muy contados y en pocas
ocasiones le prestan servicios a otras empresas no relacionadas.
Su empresa no realiza instalaciones. Su giro es desarrollar proyectos de
ingeniería; planos y programas de automatización. Su trabajo consiste en realizar
especificaciones, planos y diagramas. No hacen construcciones.
Al exhibirle los mismos documentos empleados por el Ministerio Público
dijo, respecto de la factura 474, que no tienen generadores ni tampoco se la
arriendan a otros. En esa factura, en la que estima falsificada, se indica que la
Imprenta está ubicada en San Miguel; no tiene claro en donde está ubicada la
imprenta en donde se elaboran las facturas de su empresa, pero sí sabe que es la
empresa “Diagrama”.
Al exhibirle el documento Nº 25 de la querellante, dijo que lo reconocía,
que es la carta que le solicitó el SII, cuando lo citaron. En ella está puesta su
firma y se la envía al Servicio de Impuestos Internos; declara que no tiene
relación con la empresa Riward Ingeniería y Construcción.
Indicó no tener clientes como Riward, en la ciudad de Viña del Mar.
Consultado por la defensa de Guillermo Riveros, dijo que en su labor de
gestor, ve todas las facturas que se deben pagar y eso es porque ha tratado de
realizar una labor eficiente de gestión.
Señaló ser socio en ambas empresas de las que es representante.
Puede decir que entre las facturas que le mostraron hay unas originales y
otras falsas, por las razones que ya ha señalado.
No sabe si quien no conoce las facturas originales de GTres podría creer
que las exhibidas hoy como falsas podrían ser confundidas con originales.
Cuando hay empresas mal organizadas, hay muchos problemas, tanto en el
área de personal, o de financiamiento, por ejemplo.
Explicó que las facturas de compra las examina el departamento de
administración de su empresa, por lo que él personalmente no las revisa, sino
que lo hace contabilidad.
En su empresa sí tiene una caja chica, a cargo de la tesorera, de la que se
rinde semanalmente; llega a un monto de cien mil pesos. Sólo la tesorera maneja
esa caja. El jefe de finanzas la controla a ella y él le reporta al declarante.
GTres Ingeniería tiene una administración corporativa y sumando a las
personas de las empresas relacionadas laboran unas 40 personas en total.
Consultado por la defensa de Mario Rojas, dijo que hace un tiempo atrás
lo citaron al SII pidiéndole una factura determinada y luego concurrió al servicio
y le pidieron que él identificara el orinal suyo.

4. GASTÓN ALBERTO NEF URZÚA (80 años, empresario, domiciliado


en Berliotz 5559 comuna de San Joaquín) señaló que no conoce a Jorge
Niemeyer. Ha comparecido para esclarecer una serie de facturas falsificadas de
su empresa Imein S.A. que está ubicada en Santiago en el domicilio que dio y de
la cual es gerente general. Por su condición de gerente general debe administrar
la empresa, evidentemente como tal debe revisar las facturas de compra. La
empresa funciona hace 28 a 30 años, y se dedica principalmente a arriendo de
grúas horquilla.
Las facturas falsificadas sabe que son alrededor de 10 a 20, y el total de
esas facturas no lo tiene claro le parece que son 100 a 150 millones de pesos. Las
fechas de expedición de esas facturas falsas no las recuerda, pero fueron en
período de un año a un año y medio.
Afirma que son falsas estas facturas por el formato, la escritura, lo que
especifica como renta o cobro, las maquinarias que especifican que nunca han
tenido en su empresa, entonces no hay nada que se acerque a la realidad de su
empresa. Estas facturas se las mostraron, en cada caso una falsa y una legítima
de su empresa, las ha visto con el mismo Fiscal. Si se las mostraran ahora podría
reconocerlas.
Se le exhiben documentos N° 4 y 5 de la prueba documental del Ministerio
Público y lee los siguientes números en dichos documentos: 028314, 028315,
028330, 028773, 028774, 028775, 028776, 028777, 028851, 028862, 028863,
029226, 029233, 029239, 029347, 031681, 031683, 028552, 028557.
A continuación toma la factura 028314 manifestando que es falsa, y
añade que bajo la misma hay otra con la misma numeración y dice que esta sí es
una factura auténtica. Todas las facturas que ha visto ahora efectivamente la
primera es la falsa y la que está abajo es la legítima de “nuestra empresa”.
Se le exhibe en pantalla en la audiencia la misma factura 028314 y dice
que la de encima es la falsa y la de abajo es la auténtica, aprecia que en la falsa
la especificación en la glosa del servicio de la empresa no corresponde al de
ellos, no tienen compraventa ni alquiler de maquinarias. Se le muestra la factura
de abajo señalando que es la correcta con el logo de la empresa y el rubro
correspondiente; en la falsa se ve un dibujo de una máquina excavadora, y en la
auténtica el dibujo de la maquinaria ocupa todo el cuerpo de la factura, en la
falsa ese dibujo sólo se ve en el centro además es una máquina distinta, ya que
en la legítima es una grúa horquilla; la persona a quien se gira, Riward, nunca ha
sido cliente de su empresa. Todas las facturas falsas que revisó tenían ese mismo
cliente Riward, y el total de las facturas falsas era de entre 100 a 200 millones
de pesos, no podría olvidar un cliente a quien se le facturara en un año ese
monto, no podría pasar desapercibido.
En cuanto al servicio “Arriendo de moto compresor…”, nunca han tenido
esta maquinaria como aparece en la factura falsa.
Se le exhibe la Factura 28315 y puede señalar lo mismo que respecto de la
anterior, su empresa no trabaja el rubro que aquí aparece.
Se le exhibe la Factura 28330 y respecto de la glosa “arriendo
retroexcavadora..” señala que jamás han tenido esa maquinaria.
Se le exhibe Factura 28774 que describe “arriendo de grúa Pocklain
telescópica” y señala que jamás han tenido esa maquinaria.
Afirmó que era “evidente” que en su empresa, las facturas de compra,
pasaran por sus manos, pues él es el gerente general y a través de él se emiten
los pagos de esas facturas, entonces él pone el último visto bueno para que se
paguen.
Si aumentaran sus costos, por esos montos de estas facturas, le habría
saltado a la vista; ahora, si el contador además le representa que los costos
aumentan es lógico que tendría que ver porqué aumentan, ya que eso afectaría
en el resultado de la empresa y tendría que ver por donde escapan esos gastos
adicionales y trataría de economizar en sus costos para mejorar la rentabilidad
de su empresa.
Consultado por el querellante responde que su empresa “Imein S.A.” se
dedica al arriendo de grúas horquilla, lo que hace por meses, o por un mínimo de
horas mensuales. Las maquinas tienen horómetro que indica lo caminado y en
base a eso se factura. Nunca se ha arrendado en su empresa por días, sino por
horas.
Se le exhibe Factura 28314 e indica que si el motor tiene horómetro se
factura por horas, si no lo tiene se arrienda por días. En la factura verdadera
aparece arriendo de grúa horquilla por período determinado, porque así se debió
pactar.
Se le exhibe Factura 28315 y dice que esa es la falsa y el sistema de
arriendo está por días. Luego se le exhibe el otro documento con el mismo
número y señala que es la misma pero auténtica y el cálculo de la prestación
aparece por horas.
Indica que la forma de cálculo del precio del servicio, y el logo general de
la página que especifica la máquina que nunca han tenido como logo, son
elementos que demuestran la falsedad de la primera factura que se le exhibió.
No se puede incluir en la contabilidad una factura por un servicio no prestado,
entonces si le presentan una factura en esas condiciones podría decir que se
trata de una factura falsa.
Se le exhibe el documento N° 6 (pruebas Querellante y Ministerio Público)
dice que la firma puesta en la carta es la de él. Él lo extendió y está dirigido al
Servicio de Impuestos Internos por una citación que les hicieron a raíz de
falsificaciones, y en esa oportunidad señaló que su empresa nunca había tenido
como cliente a la empresa Riward Ingeniería y Construcciones, lo mismo que ha
declarado ahora.
Al interrogatorio del Defensor del acusado Riveros le respondió que su
empresa lleva en este giro al que se dedica hace como 28 a 30 años, funciona
bien, con actividad comercial estable, buena calidad, trayectoria tributaria
impecable, él es el representante legal de la empresa y todas las facturas de
compra pasan por sus manos salvo que esté de vacaciones.
Las facturas falsas, repite, no se acercan a la realidad de su empresa, pues
está consciente de lo que hace su empresa, de lo que se trabaja, entonces es una
burda imitación.
El valor de la factura en arriendo de maquinarias en su empresa se calcula
por horómetro, eso es el promedio, pero eso no es el único motivo por el cual la
factura es falsa, hay otros detalles como los explicó.
Si recibe una factura al revisarla verá si corresponde a su rubro, y debe
analizarla para ver si la paga. EfectIVAmente para él es ilógico que alguien que
administre una empresa no se preocupe de las facturas de compras, como ya lo
señaló, y si alguien no se preocupa de eso es un mal administrador no más.
La Defensa del acusado Rojas no formuló preguntas.

5. MIGUEL ÁNGEL TAVALI DURÁN, de 56 años de edad, comerciante,


domiciliado en Chacabuco Nº 2299, Valparaíso.
Dijo que no conoce a Jorge Nimeyer.
Indicó que se dedica al comercio de accesorios de automóviles llamada
Tecgrow, su local está en Chacabuco esquina Francia, en Valparaíso. Existe desde
el año 1994. El declarante es el dueño y administrador de la empresa.
Viene a declarar pues sabe que le clonaron dos facturas.
Hace dos semanas vio las facturas falsas y las verdaderas, en la oficina del
fiscal.
Sabe que unas son falsas y otras no, pues las verdaderas son de tamaño
oficio, las otras son tamaño carta. Las suyas son hechas en sistema
computacional y las falsas están a máquina; y, el formato de las facturas no
corresponde al propio.
Al exhibirle los documentos signados con los Nº 1 y 2 de la prueba
documental del Ministerio Público, dijo que son las facturas de las que ha
hablado, ellas tienen los Nº 18537 y 18538. Las originales suyas son de tamaño
oficio, y se ven más grandes que las clonadas, que son de tamaño carta.
Por ejemplo, la Nº 18538, se ve claramente cuál es la suya y cual no, por
el tamaño; también por el logo, ya que la clonada tiene un logo que se parece,
pero que no es el mismo; la clonada está llenada a máquina, en cambio la
original está llenada por un programa computacional. Indicó que él no vende
sacos de yeso ni rollos de alambre, como lo que se indica, ya que él vende
productos técnicos de ferretería y repuestos de automóviles.
En la Nº 18537 fácilmente puede reconocer la que es falsa, ya que ella
además habla de venta de sacos de cemento, pino dimensionado y cosas así, que
él no vende. En la auténtica 18537, sí se menciona algo que él vende, una
batería de 12 volt. También le llama la atención el monto de la factura falsa,
que es por más de tres millones de pesos. Lo habitual es que sus facturas sean
por no más de doscientos o trescientos mil pesos. Pero no por varios millones de
pesos. La 18538 es por más de un millón setecientos mil pesos. Suma que no es
habitual en su actividad.
Consultado por la querellante, dijo que la 18538, que es falsa, se
menciona un cobro por fletes, actividad que él no realiza. En la del mismo
número, pero que es original, le muestran una fotocopia legalizada ante notario;
esa copia está así porque él le llevó la original al Servicio de Impuestos Internos y
dejó la copia legalizada que le muestran.
Consultado por la defensa de Guillermo Riveros, dijo que en su empresa
trabajan cuatro personas en total. En la administración o gerencia sólo trabaja el
declarante. Los pagos los revisa personalmente él y los giros de pago también,
pero sí tiene un contador externo que lleva la contabilidad.
No conocía a la empresa Riward; nunca le prestó servicios y no conocía
como eran las facturas de esa empresa. No sabe si podría reconocer como falsa
una factura de Riward.
La otra defensa no lo interrogó.

6.- MARCELO FRANCISCO ESCOBAR CONTRERAS (42 años, subcomisario de


la Policía de Investigaciones, pertenece a la Brigada de Delitos Económicos) en
diciembre de 2009 diligenció una orden de investigar emanada de la fiscalía de
Viña del Mar por delito contemplado en el Código Tributario, en razón de una
querella presentada por el servicio de Impuestos Internos en contra de los
señores Guillermo Riveros Vega y Guillermo Riveros Machuca en sus calidades de
representante legal y administrador de la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A. Esta sociedad en los meses de enero 2005 a diciembre de 2008
había declarado IVA respecto de facturas falsas, declararon crédito fiscal en base
a esas facturas produciendo un perjuicio económico de aproximadamente
$283.000.000.- Conforme a eso se entrevistó a la funcionaria de Impuestos
Internos doña María Eugenia Núñez Frías quien confeccionó el informe, la cual le
señaló que le correspondió indagar respecto a la incorporación de facturas falsas
a la contabilidad de Riward, pues declararon IVA entre enero de 2005 a
diciembre de 2008 respecto a 286 facturas correspondientes a 19 contribuyentes
diferentes que informaban transacciones que no eran efectivas, ya que 18 de
esos contribuyentes habían emitido las mismas facturas con los mismos números
que las declaradas por Riward a otras personas, en distintas fechas, por otros
montos y se establece en 8 casos que las facturas llevan timbres de agua y
numeración correspondientes a otras oficinas del servicio de Impuestos Internos
distintas al titular, y dos casos que estaban fuera del rango de timbraje, y que
esto lo comprobó al revisar los Libros de Venta, los Formularios 29 y las copias de
las facturas que estaban en poder de los contribuyentes.
También procedió a entrevistar al imputado -en presencia de su abogado-
Guillermo Riveros Vega representante legal de la empresa querellada,
manifestando que durante el primer semestre de 2005 al cumplir 65 años se
jubila y deja la administración a su hijo Cristian Riveros Chacana, y se dedica
cien por ciento al cuidado de su esposa que tenía Alzheimer muy avanzado,
desconociendo el manejo interno de la sociedad de lo que se le informa una vez
al año a través del balance, y que todo el movimiento contable y tributario está
a cargo de su consuegro -y suegro de su hijo el señor Riveros Chacana o Machuca-
don Mario Rojas.
Sí le tomó declaración al señor Riveros Chacana o Machuca en presencia de
su abogado señor Manríquez, el testigo sí firmó esa declaración.
Para superar una contradicción se le exhibe documento que dice “Anexo
No. 11” lee la fecha “10 de marzo de 2010”, en la segunda hoja figura su firma, y
también el nombre de Guillermo Cristian Riveros Chacana.
Agrega que se entrevista con el señor Riveros Vega dándole a conocer sus
derechos, a los que renuncia y declara libremente señalando lo que ya se
indicado anteriormente. Este señor explicó que desconocía todo antecedente de
la adquisición e incorporación de las facturas; que durante su administración la
empresa se dedicaba a un rubro y que después al asumir su hijo se ampliaron a
otros rubros, que eso causó desorden, y le hizo presente que para reparar el mal
causado podía ofrecer un bien raíz avaluado en $30.000.000.-
Se entrevistó también como imputado al señor Riveros Chacana, quien
figuraba como administrador de la sociedad, el cual renunció a sus derechos
declarando que respecto de las facturas dubitadas quien podía dar mayores
detalles de esto era el contador, su suegro, don Mario Rojas el cual veía la parte
contable y tributaria; que su labor, en cambio, era sólo administrar la empresa,
captar nuevos clientes; que la empresa cayó en problemas económicos serios y
para responder a los pagos de leyes sociales, a los trabajadores, etcétera tuvo
que recurrir a Factoring y no pudo cumplir con sus obligaciones comerciales,
entregando dos propiedades a un Factoring y a un Banco; que ignora todo lo
respecto de facturas falsas, enterándose sólo cuando intervino el servicio de
Impuestos Internos y a través de lo que le contó su suegro de que había aceptado
el ofrecimiento de una persona para proporcionarle facturas; que su suegro actuó
así en su calidad de abuelo y padre, queriendo que la empresa funcionara.
También entrevistó a Mario Rojas sin presencia de abogado, quien
reconoció que la recepción de las facturas fue en razón de problemas económicos
de la empresa, para darle una estabilidad a la sociedad; que las adquirió de un
conocido de él que prestó servicios en Verschae donde él era contador, llamado
Jorge Niemeyer Buzio, que a mediados de 2005 se encontró con éste quien le
solicitó ayuda para iniciar actividades y él le da dirección de su oficina, allí
concurre Niemeyer; que conversando Rojas le cuenta del problema económico de
la empresa, que no puede pagar a los trabajadores, las leyes sociales ni los
impuestos; que Niemeyer le señala que a la empresa donde era socio le sobraba
crédito fiscal, al igual que otra empresa con la cual tenía relación; que pasado
un tiempo Rojas accede a comprar facturas de distintos contribuyentes
preocupándose que éstos existieran; que la primera que compra a Niemeyer, la
consulta en la página web del servicio de Impuestos Internos que no eran falsas,
y que entonces las sigue comprando ingresando mensualmente de 3 a 4 ,
aumentando ese número; que no recordaba cuánto cancelaba por cada una, que
las cancelaba en efectivo cuando Niemeyer iba a la oficina; que no tuvo
beneficio personal con el IVA que no se pagó sino que se utilizó para pagar leyes
sociales, Factoring, Bancos. El señor Rojas entregó un celular y correo
electrónico de Niemeyer lo que no dio resultados positivos, pues el celular no
tenía dueño y no respondió el correo. A Rojas se le exhibió un set fotográfico y
reconoce en una fotografía en un 100% a Niemeyer, después se pidió
antecedentes al Registro Civil y figuraban domicilios en avenida Concón Reñaca y
otro en Linares, se concurrió al domicilio de Linares donde el domicilio existía,
pero los ocupantes dijeron que Niemeyer vivió allí, pero a la fecha desconocían
antecedentes lo mismo sucedió en el domicilio de Concón. También para ubicarlo
se hizo consultas a la Jefatura de Policía Internacional donde no registraba
salidas, registraba dos detenciones por estafas y giro doloso de cheques pero de
fechas como 5 años antes de la fecha de consulta.
Finalmente, para tener una impresión más acabada de los documentos
cuestionados concurrió a la Fiscalía donde les efectuó una inspección ocular,
tanto a los declarados por Riward como los emitidos oficialmente por los
contribuyentes propietarios de esos documentos, estableciéndose grandes
diferencias, por ejemplo en los formatos, todas las facturas contabilizadas por
Riward su llenado era mediante sistema inyección de tinta, o sea estaban
impresas, pero en las aportadas por los 19 contribuyentes muchas estaban
llenadas a mano, algunas otra no emitidas porque fueron anuladas y había otras
que no alcanzaron a ser emitidas por cambio a formato electrónico.
Con los antecedentes recabados pudo concluir que se establecen los
hechos denunciados, pero a su juicio no fue posible establecer ni descartar la
responsabilidad de los querellados en tales hechos ya que no había antecedentes
que señalaran que ellos habían falsificado las facturas o las habían incluido
directamente en la contabilidad, conforme a sus propios dichos y conforme a lo
que dijo la persona que realizaba las labores de contador quien manifestó que
esto lo hizo él por decisión propia y sin conocimiento de los imputados.
Interrogado por el Fiscal responde que delitos denunciables previa
instancia particular significa que en este caso debe existir previamente Querella
del servicio de Impuestos Internos, el que siempre lo hace previa investigación e
informe de los peritos de ese servicio.
Ha sido funcionario de la Policía de Investigaciones 21 años. No obstante
que el servicio de Impuestos Internos investiga a través de un contador auditor, a
veces en esa investigación no se ubican a algunas personas, y él en la Bridec
debió ubicar a los contribuyentes, repasar los antecedentes, a él no se le permite
quedarse sólo con la investigación del servicio de Impuestos Internos, él se
entrevistó personalmente con la perito porque es importante saber el punto de
vista del servicio, todo lo que va en pos del buen resultado de la investigación se
considera. El hizo su trabajo en base a la dirección del Fiscal a cargo de la
investigación. También se entrevistó personalmente con los presuntos
proveedores de Riward, la mayoría era de Santiago, salvo uno que era de
Valparaíso, y entonces se coordinó con la Policía de Investigaciones
Metropolitana. Sólo se presentaron ocho contribuyentes a las entrevistas, y para
el resto previa coordinación con el Fiscal lo que se hizo fue enviarles un
cuestionario por correo electrónico, y así al final entrevistaron a 12
contribuyentes. Sí interrogó a la señora de Orte, por correo electrónico,
agregando que a todos les envió cuestionario por ese medio, y todos los
contribuyentes coincidieron que la sociedad Riward no les era conocida ni estaba
en su cartera de clientes.
A Juan Sebastián Meyerholz Garay, lo relaciona con “Publicam”, pero nada
tiene que ver con el señor Niemeyer.
Interrogado por el Querellante, efectivamente se contactó con la
fiscalizadora del servicio de Impuestos Internos en Santiago, entrevistándola en
dependencia de Bridec de Valparaíso era María Eugenia Núñez Frías.
Se le exhibe anexo 1 del mismo documento ya exhibido, en la segunda
hoja aparece su firma y nombre entrevistada “María Eugenia Muñoz Frías”. No
sólo con los antecedentes de esta fiscalizadora concluyó su investigación, sino
que realizó otras diligencias, entrevistó supuestos proveedores, hizo la entrevista
a tres imputados, la inspección ocular en fiscalía de los documentos declarados
por sociedad Riward. Al verificar éstos más los otros antecedentes ya
mencionados él emitió su informe. Concluyó que los hechos objeto de la querella
habían sido acreditados, o sea la incorporación de facturas falsas; y también que
los mismos antecedentes no permitían estimar que se acreditaba la participación
de los imputados, sin perjuicio de otros antecedentes que pudieran haber en la
carpeta de investigación y que no tuvo a la vista.
No supo de la ampliación de la Querella, no se le entregó otra orden de
investigar.
Interrogado por el defensor de Guillermo Riveros, dijo que lo que
concluyó es que se establecían los hechos, pero no la responsabilidad de los
querellados conforme a los antecedentes vertidos en el informe. El contador
informó que no informó a los querellados de la incorporación de los documentos
falsos; por su parte principalmente Riveros Chacana señaló que hubo negligencia
en el control de la empresa al no fiscalizar la actividad del contador. El padre de
Riveros Chacana indicó que se produjo desorden al ampliarse los rubros de la
empresa una vez que tomó la gerencia su hijo, y se produjo el descontrol de IVA,
lo mismo señaló el señor Riveros Chacana.
El contador la manifestó que la adquisición de las facturas falsas fue
decisión propia ocultando esto a su consuegro y a su yerno Riveros Chacana, y
que no había actuado en forma profesional sino afectiva pensando en su hija y
nieta, que no quedaran en la calle.
Al Defensor del acusado Rojas responde que al iniciar esta investigación
tenía a la vista la Querella, siendo querellados Riveros Vega y Riveros Chacana.
No tenía denuncia en contra de Mario Rojas Echeverría, quien declaró en calidad
de imputado, ya que la Querella estaba también dirigida “…respecto de quienes
resulten responsables”, además por los hechos que declaraba el señor Rojas
necesariamente debía interrogarlo en calidad de imputado y era importante
entrevistarlo para el buen éxito de la investigación. Los querellados al ser
entrevistados nombraron al contador señor Rojas mencionándolo como el
responsable del manejo de las facturas y de la parte contable de la empresa, y
por eso a Rojas se le entrevista en calidad de imputado y no de testigo,
comunicándole que tenía derecho a guardar silencio al cual Rojas renunció y
declaró.
No recibió orden de la fiscalía ni instrucción particular para realizar algún
peritaje documental o caligráfico para establecer si eran falsas las facturas,
como tampoco para realizar un peritaje económico o financiero o contable a la
empresa Riward o a las facturas para establecer el real perjuicio económico al
Fisco. En cuanto al peritaje caligráfico o documental no correspondía porque las
facturas no estaban escritas a mano, respecto a peritaje contable eso queda en
manos del Ministerio Público.
Interrogado nuevamente por el Fiscal, responde que no es posible que un
mismo proveedor o una misma empresa tenga dos facturas de igual numeración,
por tanto una de esas debía ser falsa, y además las facturas falsas fueron así
reconocidas por los propios dichos de esas personas, y por eso no era necesario
peritaje documental.
Interrogado por la Querellante, nuevamente, dice que inició su labor
policial una vez que recibió la orden de investigar del Ministerio Público, antes
de eso no podía hacerlo

7.- ANTONIO BARTOLOMÉ SAAVEDRA DÍAZ, de 68 años de edad,


comerciante, domiciliado en Fleming Nº 9220, Las Condes. Dijo que se dedica al
comercio de ferretería y transportes, en la ciudad de Santiago, desde hace 40
años, su empresa se llama Antonio Saavedra Díaz e Hijos Limitada; es el dueño
de esa empresa.
Viene a declarar por una situación de facturas de su sociedad, ya que les
falsificaron 15 facturas. Esas facturas llegan a un total neto de $ 74.000.000 más
IVA, el que es de más de catorce millones de pesos. Esas facturas falsas tienen
fecha del año 2006, desde agosto a octubre de ese año.
La razón por la que dice que esas facturas son falsas es que ellas no son
como sus facturas, de diferentes portes, de otro color, de una imprenta que no
conoce. Él hace 40 años trabaja con la misma empresa y por eso sabe que esas
facturas no son de su empresa.
Esas facturas falsas se las mostró el fiscal presente en la sala.
Al exhibirle los documentos de los Nº 13 y 14 de la documental del
Ministerio Público dijo que los reconoce, y agregó que todas son facturas
emitidas a Riward Electricidad SA son la 04606, 04613, , 04617, 04622, 04626,
04631, 04635, 04640, 04641, 04644, 04646, 04649, 04710, 04711 y 04712.
Las falsas son de tamaño más grande que las verdaderas, que son más
chicas.
Por ejemplo, de la 04712, que tiene en sus manos, indica cuál es la falsa y
cual la auténtica, lo que identifica por el tamaño de ellas. Agregó que en la falsa
se menciona que la imprenta Crova Impresores es la autora, la cual no es la
imprenta con la cual él trabaja desde hace 40 años. También agregó que las
facturas falsas están escritas a máquina, cosa que no corresponde a su
costumbre, en que siempre se han hecho manuscritas. En las falsas se indica que
los servicios prestados eran por $ 89.000.000. Nunca ha tenido ventas por ese
monto, tan elevado, a un solo cliente, en tan poco tiempo. Su empresa es una
empresa pequeña, de barrio.
Sabe que las grandes empresas son la empresa O’Higgins, la Santiago y
otras así. Quienes se dedican al rubro de la construcción deberían conocer cuáles
son las grandes empresas con las que trabajan.
Respecto de la factura 04711, que es falsa, dijo que los materiales que se
indican (contrapuertas, laterales y otro) no son materiales que él venda.
En la factura 04710, que se mencionan “THHN” como producto vendido,
dijo que no los conoce.
No conoce a nadie de nombre Jorge Niemeyer.
Consultado por los formularios 29, de pago de IVA, dijo que sólo los conoce
de nombre. Sabe que por las ventas del mes hay que declarar as boletas en un
libro y se paga el impuesto por ese mes. Las facturas de compra se descuentan
de las ventas. En su caso, él sabe cuáles son las compras de su empresa, cuáles
son los montos de cada mes.
Consultado por la parte querellante, dijo que su empresa también hace
transportes de áridos, pues tiene camiones chicos. Por ejemplo, de arena, de
ripio, pero en pequeña cantidad. Si él vende esos áridos, no cobra aparte por el
flete, pues ya estaría incluido en el precio.
Al exhibirle la factura 04710, dijo que no sabe qué es el THHN que allí se
menciona como vendido. En esa factura también se cobra por flete, pero eso él
no lo hace.
En su empresa, el declarante hace las compras. Indicó que por el solo
hecho de que alguien le diga que tiene una factura que está “buena” no por ese
sólo hecho la incorporaría en su contabilidad. No incorporaría facturas de
compras que no ha hecho. Siempre se ha preocupado de no hacer
irregularidades. Incorporar esa factura que le ofrecen “por estar buena”, por
materiales que no ha comprado, es una irregularidad.
Nunca ha tenido clientes de Viña del Mar. Nunca ha tenido un cliente que
le haya comprado cien millones de pesos en pocos meses. Se acordaría de él pues
su negocio es un negocio chico.
Consultado por la defensa de Riveros Chacana, dijo que él es el
representante de su empresa, que firma los balances y formularios de impuestos,
pero que los prepara su contador. Nunca le ha cuestionado esas declaraciones a
su contador, pues nunca ha tenido problemas con él y confía.
En su empresa trabajan entre 12 y 14 personas. No tiene sucursales.
La defensa de Mario Rojas no formuló preguntas.

8.- LUIS ENRIQUE LIZAMA GONZÁLEZ, (87 años, jubilado) quien expone
que trabajó como funcionario de la Compañía Manufacturera de Papeles y
Cartones de Puente Alto, después jubiló y se instaló con una ferretería de
materiales de construcción en la misma comuna, de nombre Comercial Lizama
S.A. Se instaló en diciembre de 1989, y a la fecha no existe porque hizo término
de giro en diciembre de 2013. Él era representante legal y co dueño, el otro
dueño eran su esposa y un hijo mayor.
Comparece por unas facturas falsas de una empresa de nombre Riward
Ingeniería y Construcción, que él no conoce, en esas facturas figura esa empresa
como cliente y quien expide la factura sería Comercial Lizama S.A.
Las facturas falsas que le presentaron son 16 que suman $104.000.000.-
aproximadamente y un IVA de alrededor de $16.700.000.- las que aparecen
expedidas desde marzo a julio de 2006. Esa suma de $104.000.000.- ni siquiera se
vende en un año en su empresa, en el período indicado su empresa emitió las
facturas de la misma numeración las que suman $755.000.- IVA incluido. El vio
las facturas falsas con el fiscal que lo interroga, y si las viera las recordaría
nuevamente, como también identificaría las facturas emitidas realmente por su
empresa.
Se le exhiben los documentos N° 19 y 20 de la prueba del Ministerio
Público y dice que la primera es la Factura N° 015054; es falsa, y bajo la misma
hay otro documento que tiene el mismo número y es la factura verdadera. En
todos estos documentos que se le exhiben la primera factura es la falsa y la
segunda es la verdadera.
A continuación lee los números de esas facturas exhibidas, son: 015058,
015063, 015070, 015076, 015078, 15083, 15086, 015090, 015093, 015094, 015097,
015098, 015164, 015167, 15171.
Todas las facturas emitidas por Comercial Lizama son manuscritas y las
falsas están escritas a máquina; las auténticas las escribía o su esposa o él, de las
que ha visto ahora hay una sola escrita por su esposa; la leyenda de las facturas
correctas o legales en cuanto a la descripción de los materiales no corresponden
a lo que se describe en las facturas falsas; las facturas de Comercial Lizama
están hechas en la imprenta Alfonso Díaz e Hijo y en las falsas es otra imprenta.
Se le exhibe la factura N°015054 y dice que esta primera es la falsa,
porque en las facturas correctas sólo figura el rubro “ferretería y materiales de
construcción”, y no los otros que acá se leen; la factura de abajo -que tiene el
mismo número- tiene su visto bueno (indica parte superior derecha del
documento) y que él hacía cuando ya tenía incorporada la factura en el Libro de
Compra y Venta, es “su mosca” que estampaba cuando pasaba la factura a ese
libro, y además la factura está manuscrita por él mismo
No conoce la empresa Riward Electricidad, según esta factura falsa el neto
es de $8.370.050.- y eso es imposible, porque ni al mes vendía ese monto. El
impresor que figura en esta factura falsa es “Delfi Cid…” que no es la imprenta
que usa para confeccionar sus facturas, sino “Alfonso Díaz e Hijo”
Respecto de la factura N° 015058 dice que es la misma situación que las
anteriores, además en el detalle se menciona “2.000 mts de THHN…” y no sabe
qué es ese material. No conoce a Jorge Niemeyer
A las preguntas de la Querellante, efectivamente él llenaba los libros de
compras y ventas, en forma manuscrita, ahí registraba todas las ventas a través
de boletas de compraventa, y facturas, más las compras por crédito. Eso se
entrega al contador quien hace el cálculo del IVA, y después él personalmente
pagaba el IVA. Toda información que le afectara con el servicio de Impuestos
Internos era transmitida por el contador hacia él, cada mes le preocupaba mucho
el pago del IVA y tenía el control de sus ventas. Si alguna vez el contador le
hubiera dicho que el IVA subió mucho, se habría dado cuenta porque además
personalmente pagaba las declaraciones en el Banco. El hacía las sumas del Libro
de Compras teniendo conocimientos contables básicos, así por ejemplo de un
artículo con valor de $100.- para calcular el IVA se divide ese valor por 0.19 y se
multiplica por 19 y se obtiene el valor del impuesto. En ese libro, las boletas van
en una columna de “Total Bruto” y esa suma da el total para calcular el IVA; las
facturas van en columnas separadas referidas al Neto, al IVA y al Total. Al
servicio de Impuestos Internos se debe pagar el total del IVA correspondiente a
las ventas menos el IVA de las compras. No tiene estudios de ingeniería ni
profesionales.
A las preguntas del Defensor del acusado Riveros, señala que su empresa
la tenía con su mujer y un hijo. Al empezar a trabajar tenía un empleado y
después en que ya tenía cierta clientela aumentaron a dos, luego volvió a tener
un empleado y unos tres años antes de liquidar el negocio se quedó solo. Tenía
un solo local.
Defensa del acusado Rojas no formula preguntas.

9.- HÉCTOR FERNANDO GAETE SAGAL, de 74 años de edad, comerciante,


domiciliado en Lote 4, Parcela 11, comuna de Paine.
Dijo que viene a declarar porque lo citó Impuestos Internos para pedirle
copias de facturas. Esto fue porque encontraron facturas que no correspondían a
las que él emitía. Son de principios o mediados de 2006. Las facturas eran de él,
como persona natural. Supo así, que le habían falsificado facturas propias.
Explicó que hizo una denuncia en la Policía de Investigaciones y le tomaron
declaración; meses después lo citaron desde Impuestos Internos, del
departamento de delitos tributarios.
Dijo que él tiene una ferretería de nombre Araucaria, que es una
ferretería pequeña. Él actuaba personalmente pero con el nombre de fantasía de
Ferretería Araucaria.
Sabe que le falsificaron muchas facturas.
Con la gente de impuestos internos pudo revisar todas sus facturas
emitidas y ahí descubrió clientes a los que nunca había atendido, y entre ellos
estaba Riward, por valores muy altos.
De la empresa Riward hay más de 40 facturas falsas, en un período de unos
dos años. Le llamó la atención los valores de las facturas, ya que una ferretería
como la de él, pequeña, no hace ventas por esos valores tan altos, algunos por
cinco o siete millones. Riward aparece con facturas sobre doscientos millones de
pesos.
Las facturas falsas no correspondían a las de él, en su forma de impresión;
tampoco la imprenta; no llevaban su logo (una araucaria); el formato de las
facturas con el nombre de su empresa tampoco correspondía. Nunca ha llenado
sus facturas a máquina o en computación.
Si viera nuevamente esas facturas falsas, sí las podría identificar.
Al exhibirle los documentos signados con los Nº 7 y 8 de la prueba
documental del Ministerio Público, dijo que los reconocía, ellas son las facturas
Nº 49503, 49504, 49505, 49508, 49514, 49520, 49521, 49533, 49541, 49546,
49547, 49548, 49549, 50953, 50954, 50955, 50956, 50957, 51031, 51032, 51033,
51034, 51915, 52034, 52039, 52045, 52114, 52127, 52139, 53115, 53123, 53132,
53134, 53140, 53254, 53262, 53273, 53347, 53353, 53354, 53362, 53371 y 53372.
Esas facturas están duplicadas, están las falsas y también las verdaderas.
Todas las auténticas son manuscritas. Las falsas están llenadas a máquina.
Las facturas las llenaba el declarante, o su esposa o uno de sus ayudantes.
Siempre fueron manuscritas.
Precisó, respecto de la 49503, que se le exhibe, que ella es falsa, pues
está llenada a máquina; además, el logo no corresponde. En la verdadera está su
nombre como persona natural, junto al nombre de fantasía. En las verdaderas se
indica su verdadero giro y en las falsas, por ejemplo se indican áridos, que es un
giro que nunca él tuvo. En las verdaderas, también está puesto un logo, con el
dibujo de una araucaria.
Al exhibirle la factura 05957, dijo que ahí se aprecia claramente el logo de
la araucaria, que sólo está en las facturas originales.
La imprenta con la que él siempre trabajó fue la imprenta Flores, que no
se menciona en las facturas falsas, que mencionan otra imprenta.
En la factura 49503 auténtica, se ve el llenado a mano, esa la llenó uno de
sus ayudantes.
Los montos involucrados en las facturas falsas superaban los doscientos
millones y corresponden al período de dos años y medio. En ese período nunca
podría haberle vendido a alguien ese monto. Su rango de ventas era de diez
millones de pesos al mes, al total de sus clientes, nunca doscientos millones a un
solo cliente.
En las facturas falsas se ven elementos que no vende en su ferretería,
como “contrapuertas”; tampoco cobran fletes. Incluso en la que le exhiben por
más de ocho millones de pesos, se dice que fue pagado al contado y nunca vio
esa cantidad de dinero en una sola venta.
Interrogado por la parte querellante dijo que el Servicio de Impuestos
Internos lo citaba a distintas sucursales de Santiago, pues eran muchas las
facturas que tenían reparos; cree que conoció todas las oficinas del SII en
Santiago. Cada vez lo citaban por unas facturas específicas, que eran distintas en
cada caso.
Después de varias de esas citaciones, lo citaron a un departamento de
delitos tributarios, en donde conversó con dos personas, una de ellas se llamaba
María Eugenia Muñoz, con quien siguió atendiéndose más. Ahí le hicieron casi las
mismas preguntas que antes le habían hecho en la Policía de Investigaciones. A
ese departamento fue más de diez veces; ya que después aparecían más
facturas. Las últimas citaciones fueron por ahí por el año 2009 ó 2010.
Después de eso lo volvieron a citar funcionarios de la Policía de
Investigaciones y le preguntaban por más casos.
En su ferretería eran cuatro personas que atendían público (el declarante,
su esposa, y dos ayudantes) sólo ellos llenaban facturas. Todas las facturas las
revisaba personalmente el declarante, ya que había que llenar diariamente el
libro de caja. Ese libro lo registraba personalmente el declarante, también el de
compras y ventas.
El IVA se paga haciendo una resta entre todas las compras y todas las
ventas. La diferencia entre esas sumas determina el IVA a pagar. Personalmente
hacía esos cálculos y los impuestos los pagaba por internet.
Ninguna de las defensas contrainterrogó al testigo.

10.- JUAN CARLOS AHUMADA AHUMADA, de 53 años de edad,


administrador de empresas, manifiesta que no conoce al señor Jorge Niemeyer.
Comparece porque fue llamado a testificar por una duplicación de facturas de la
empresa Dlar Limitada, trabajó allí desde 2005 al 2010, y el giro de dicha
empresa era la ingeniería, obras civiles, montaje de antenas para celulares.
Respecto de las facturas falsificadas, se acuerda de este evento, en el año
2007 a través de la fiscalizadora de Impuestos Internos y recuerda que eran cinco
facturas, las que entregó mediante una carta esa funcionaria. Posteriormente vio
las facturas en poder del fiscal, recordando la situación y se le aclaró todo lo
sucedido.
El neto de las facturas era aproximadamente $23.000.000.- y el IVA era de
$3.700.000.- también aproximadamente. Él tuvo en sus manos cinco pares de
facturas con el mismo número, lo que no es posible porque cada factura es un
folio. Recuerda el formato que tenían en la empresas para las facturas y la copia
falsificada no correspondía a ese formato, según recuerda el tipo de letra no
correspondía, la estructura los lugares donde están posicionadas las celdas
tampoco correspondía; también recuerda que ellos utilizaban impresora matriz
de punto para imprimir las facturas y la copia falsificada tenía matriz electrónica
o de tinta; la imprenta tampoco correspondía a aquella adonde ellos mandaban a
confeccionar las facturas. Si se le exhibieran estas facturas verdaderas y las
falsas, las reconocería.
Se le exhiben los documentos N°16 y 17 de la documental del Ministerio
Público e indica que la primera es la factura N° 1600 que es falsa, y bajo la
misma está otra factura con idéntica numeración y corresponde a la factura
auténtica.
En el caso de la factura N° 1630, la primera es falsa y la segunda es la
auténtica; Factura No. 1642, la primera es falsa y la segunda con el mismo
número es auténtica; Factura No. 1647 la primera es falsa y la segunda con el
mismo número es auténtica; Factura No. 1726, la primera es falsa y la segunda es
auténtica con el mismo número.
Se muestra en pantalla la factura No. 1600 señalando que recuerda el
formato original, porque él estaba a cargo de las facturas y este formato no
corresponde al que utilizaban, ni el tipo de letra (muestra parte superior
izquierda). En cuanto a la factura que está bajo la anterior tiene un tipo de letra
conocida para su memoria; en la primera factura la matriz de la impresora es de
tinta y en la original es de punto; en la falsa la celda no coincide con la factura
verdadera de abajo; y, además, hay letras del servicio de Impuestos Internos
cuando timbra, el timbre además en la verdadera está bien reflejado no tiene
dudas que es factura origina esta segunda.
En la factura falsa en el cuerpo aparece en forma vistosa el nombre “Dlar
Limitada”, el cual no está en la factura original.
En cuanto a la naturaleza del servicio en la falsa se indica “arriendo de
generador 75KVA…” si bien la empresa Dlar poseía generadores no recuerda de
75 KVA pues sólo tenían hasta 20KVA, por tanto aunque sí arrendaban
generadores la descripción 75 KVA no corresponde.
En cuanto a la administración de una empresa es básicamente administrar,
controlar la información de una empresa para que ésta se desarrolle en forma
normal, y los costos de una empresa son una parte esencial de una
administración. Indica que la empresa Dlar es básicamente pequeña, lo que se ve
en las facturas de compras, y él sí revisaba las facturas de compra y también esto
depende de la envergadura de la empresa, en ese tiempo Dlar recibía 700 a 800
facturas de compras mensuales por tanto las facturas de importancia se podían
revisar todas, y si ya se hubiera tratado de facturas con valores de millones de
pesos eso le habría llamado la atención. Frente al aumento de los costos un
administrador debe investigar, consultar, él en ese caso investigaría quien
compró, porqué y para qué orden de proceso. Si aumentan los costos, es
necesario absolutamente hacer economías en la empresa, y dependiendo de la
necesidad se deben reducir todos los estamentos empezando por las compras,
también las remuneraciones. Con respecto a las compras, la empresa que él
administraba tenía como protocolo realizar tres cotizaciones para compras
mayores a 2 a 3 millones de pesos; y también había una matriz de proveedores y
siempre son los mismos, a menos de adquisiciones o compras específicas que
tengan un proveedor también específico.
Evidentemente se reunía con el contador permanentemente para
administrar la empresa, como también con quien compra, con bodega; con la
secretaria y efectuaba reuniones seguidas con los dueños de la empresa. Es
normal que el administración trabaje con la asesoría del contador, aunque en
dinámicas distintas pues el administrador de una empresa es quien mira el futuro
en tanto que el contador constata hechos históricos, o sea lo que hace el
administrador el contador lo debe llevar a la contabilidad tal como se hizo
En cuanto a la actividad de economizar costos, aclara que tiene enseñanza
técnico profesional, egresó de contabilidad general, después estudió un semestre
en la universidad de Los Andes, y luego se fue formando solo de trabajo en
trabajo y logró el aprendizaje de todas las áreas de una empresa, y eso le
permite ahora administrar eficientemente una empresa.
A la parte Querellante, responde que las facturas exhibidas correspondían
a una misma empresa cuyo nombre no recuerda. Se le vuelven a exhibir los
documentos y lee “Riward”, efectivamente eso lo supo ahora. En las cinco
facturas falsas figura esta empresa Riward. Cuando trabajaba en Dlar conocía los
clientes, en ese tiempo había cinco clientes importantes, no más, y no recuerda
que haya figurado Riward no recuerda que se haya hecho transacción con dicha
empresa ni que Dlar, tampoco recuerda que se hiciera alguna transacción con
alguna empresa de Viña del Mar. Lo de “grandes clientes” los califica así por el
rubro, eran empresas de servicios muy puntuales y los clientes siempre eran los
mismos: Claro, EntelPcs, Interexport y un par más de la misma línea.
Dlar vendía en ese período $250.000.000.- mensuales, de los cuales muy
aproximadamente Interexport era el cliente más importante, con unos 100
millones de pesos mensuales, y el saldo estaba dado por las empresas telefónicas
y una parte muy pequeña, más o menos $5.000.000.-, correspondía a clientes
pequeños. Sí se acordaría de los clientes cuyas facturaciones ascendieran a
$23.000.000.-
El servicio de Impuestos Internos le solicitó mediante una fiscalizadora que
entregara las copias originales de cinco facturas, que corresponden a las que ha
leído ahora como verdaderas.
Interrogado por la Defensa del acusado Riveros responde que Dlar tenía
una sucursal en Antofagasta, pero no recuerda si en ese período estaba
funcionando. Dlar empezó como pequeña empresa, después pasó a mediana y
luego a una gran empresa. En el tiempo que dejó esta empresa trabajaban entre
90 y 100 trabajadores; y al empezar trabajaban 20 a 25 personas.
Efectivamente dijo que dependía de la envergadura de una empresa la
posibilidad de ver las facturas, pero si es una empresa con más trabajadores y
con sucursales, igual existen mecanismos de control. Cuando Dlar era una
empresa pequeña, él como administrador tenía funciones múltiples relativas a
administración, información, recursos humanos, contabilidad, cobranza y
compras, él se preocupaba de todos esos temas para lograr una administración
eficiente de la empresa. No hay eficiencia si no se revisan las facturas, si no se
está en contacto con el contador, si no hay preocupación del aumento de los
costos, o no se sabe quiénes son los proveedores.
Defensor de Rojas no hace preguntas.

B) PRUEBA DOCUMENTAL:

1. Facturas Falsas N° 18537 y 18538 (originales y triplicados)


presuntamente emitidas por el contribuyente Miguel Ángel Tavali Durán, Rut
8.293.453-7 a Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut 96.257.370-0.
2. Copias de Facturas Verdaderas N° 18537 y 18538, aportadas por el
contribuyente Miguel Ángel Tavali Durán, Rut 8.293.453-7.
3. Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, mediante correo electrónico, emitida por Miguel Ángel Tavali
Durán.
4. Facturas Falsas N° 28314, 28315, 28330, 28773, 28774, 28775,
28776, 28777, 28851, 28852, 28857, 28862, 28863, 29226, 29233, 29239 y 29247
(originales) y N° 31681, 31682, 31683 y 31684 (originales y triplicados)
presuntamente emitidas por la contribuyente Imein SA, Rut 88.279.700-7 a
Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut 96.257.370-0.
5. Duplicados de Facturas Verdaderas N° 28314, 28315, 28330, 28773,
28774, 28775, 28776, 28777, 28851, 28852, 28857, 28862, 28863, 29226, 29233,
29239, 29247, 31681, 31682, 31683 y 31684 aportadas por la contribuyente Imein
SA, Rut 88.279.700-7.
6. Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, emitida por Gastón Alberto Neff Urzúa, representante legal
de la sociedad Imein SA, Rut 88.279.700-7.
7. Facturas Falsas N° 49503, 49504, 49505, 49508, 49514, 49520,
49521, 49533, 49541, 49546, 49547, 49548, 49549, 50953, 50954, 50955, 50956,
50957, 51031, 51032, 51033, 51034, 51915, 52034, 52039, 52045, 52114, 52127,
52139, 53115, 53123, 53132, 53134, 53140, 53254, 53262, 53273, 53347, 53353,
53354, 53362, 53371 y 53372 (copias de los originales) presuntamente emitidas
por el contribuyente Héctor Fernando Gaete Sagal, Rut 3.966.128-4, a Riward
Ingeniería y Construcción SA, Rut 96.257.370-0.
8. Duplicados de Facturas Verdaderas (copias) N° 49503, 49504, 49505,
49508, 49514, 49520, 49521, 49533, 49541, 49546, 49547, 49548, 49549, 50953,
50954, 50955, 50956, 50957, 51031, 51032, 51033, 51034, 51915, 52034, 52039,
52045, 52114, 52127, 52139, 53115, 53123, 53132, 53134, 53140, 53254, 53262,
53273, 53347, 53353, 53354, 53362, 53371 y 53372, aportadas por el
contribuyente Héctor Fernando Gaete Sagal, Rut 3.966.128-4.
9. Facturas Falsas N° 70756, 70760, 70770, 70798, 70799, 75227,
75228, 75513, 7550, 76132, 76147, 76253, 76264, 76271, 76277, 76289, 77423,
77435, 77447, 77552, 77553, 77561, 77573, 77580 y 77594 (originales)
presuntamente emitidas por la contribuyente Distribuidora de Comercializadora
Dasco Limitada, Rut 78.095.620-8, a Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut
96.257.370-0.
10. Duplicados de Facturas Verdaderas N° 70756, 70760, 70770, 70798,
70799, 75227, 75228, 75513, 7550, 76132, 76147, 76253, 76264, 76271, 76277,
76289, 77435, 77447, 77552, 77553, 77561, 77573, 77580 y 77594; y Original,
Duplicado, Triplicado, Cuadruplicado y Quintuplicado de Factura N° 77423,
aportadas por la contribuyente Distribuidora de Comercializadora Dasco
Limitada, Rut 78.095.620-8.
11. Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, emitida por José M. Riquelme Zubelzu, Rut 7.062.219-K,
representante legal de la sociedad Dasco SA.
13. Facturas Falsas N° 4606, 4613, 4617, 4622, 4626, 4631 (originales),
y N° 4635, 4640, 4641, 4644, 4646, 4649, 4710, 4711 y 4712 (originales y
triplicado), presuntamente emitidas por la contribuyente Antonio Saavedra e
Hijos Limitada, Rut 77.175.780-4, a Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut
96.257.370-0.
14. Duplicados de Facturas Verdaderas N° 4606, 4613, 4622, 4626,
4631, 4635, 4640, 4641, 4644, 4646, 4710, 4711 y 4712, Duplicados, Triplicados y
Cuadruplicados de Facturas nulas N° 4617 y 4649, aportadas por la contribuyente
Antonio Saavedra e Hijos Limitada, Rut 77.175.780-4.
15. Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, emitida por el contador de la sociedad Antonio Saavedra e
Hijos Limitada, Rut 77.175.780-4.
16. Facturas Falsas N° 1600, 1630, 1642, 1647 y 1726 (originales),
presuntamente emitidas por la contribuyente Sociedad en Desarrollo
Construcción y Comercial DLAR Limitada, Rut 77.676.300-4, a Riward Ingeniería y
Construcción SA, Rut 96.257.370-0.
17. Duplicados de Facturas Verdaderas N° 1600, 1630, 1642, 1647 y
1726, aportadas por la contribuyente Sociedad en Desarrollo Construcción y
Comercial DLAR Limitada, Rut 77.676.300-4.
18. Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, emitida por el representante legal de la contribuyente
Sociedad en Desarrollo Construcción y Comercial DLAR Limitada, Rut 77.676.300-
4.
19. Facturas Falsas N° 15054, 15058, 15063, 15070, 15076, 15078,
15083, 15086, 15090, 15093, 15094, 15097, 15098, 15164, 15167 y 15171
(originales), presuntamente emitidas por la contribuyente Comercial Lizama
Limitada, Rut 79.950.730-7, a Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut
96.257.370-0.
20. Duplicados de Facturas Verdaderas N° 15054, 15058, 15063, 15070,
15076, 15078, 15083, 15086, 15090, 15093, 15094, 15097, 15098, 15164, 15167 y
15171, aportadas por la contribuyente Comercial Lizama Limitada, Rut
79.950.730-7.
21. Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, emitida por el representante legal de la contribuyente
Comercial Lizama Limitada, Rut 79.950.730-7.
22. Facturas Falsas N° 461 y 474 (originales), presuntamente emitidas
por la contribuyente G Tres Ingeniería y Construcción Limitada, Rut 77.180.590-
6, a Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut 96.257.370-0.
23. Duplicados de Facturas Verdaderas N° 461 y 474, aportadas por la
contribuyente G Tres Ingeniería y Construcción Limitada, Rut 77.180.590-6.
24. Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, emitida por el representante legal de la contribuyente G
Tres Ingeniería y Construcción Limitada, Rut 77.180.590-6.
25. Facturas Falsas N° 5208, 5211, 5212, 5213, 5214, 5273, 5293, 5294,
5295, 5296 (originales), presuntamente emitidas por la contribuyente Lesco SA,
Rut 96.907.520-2, a Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut 96.257.370-0.
26. Duplicados de Facturas Verdaderas N° 5207, 5208, 5211, 5212,
5214, 5273, 5293, 5294, 5295, y 5296; y Original, Duplicado, Triplicado,
Cuadruplicado y Quintuplicado de Factura N° 5213, aportadas por la
contribuyente Lesco SA, Rut 96.907.520-2.
27. Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, emitida por el representante legal de la contribuyente Lesco
SA, Rut 96.907.520-2.
28. Facturas Falsas N° 31887, 31891, 31897, 31899, 31951, 31955,
31956, 31961, 31965, 31969, 31970, 31975 y 31978 (originales), presuntamente
emitidas por la contribuyente Ferretería Industrial Limitada, Rut 99.552.660-3, a
Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut 96.257.370-0.
29. Duplicados de Facturas Verdaderas N° 31887, 31891, 31897, 31899,
31951, 31955, 31956, 31961, 31965, 31969, 31970, 31975 y 31978, aportadas por
la contribuyente Ferretería Industrial Limitada, Rut 99.552.660-3.
30. Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, emitida por el representante legal de la contribuyente
Ferretería Industrial Limitada, Rut 99.552.660-3.
31. Facturas Falsas N° 3506, 3508, 3517, 3523, 3572, 3609, 3802, 3811,
3819, 3825, 3830, 3835, 3839, 3840, 3882, 3884, 3887, 3888, 4154 y4155
(originales), presuntamente emitidas por la contribuyente Tisa Ingeniería SA, Rut
96.607.150-8, a Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut 96.257.370-0.
32. Duplicados de Facturas Verdaderas N° 3506, 3508, 3517, 3523,
3572, 3802, 3811, 3819, 3825, 3830, 3835, 3839, 3840, 4154 y 4155; y Original,
Duplicado, Triplicado, Cuadruplicado y Quintuplicado de Facturas N° 3609, 3882,
3884, 3887, 3888 aportadas por la contribuyente Tisa Ingeniería SA, Rut
96.607.150-8.
33. Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, emitida por el representante legal de la contribuyente Tisa
Ingeniería SA, Rut 96.607.150-8.
34. Facturas Falsas N° 4954, 5053, 5060, 5105, 5106, 5111, 5112, 5114,
5126, 5127, 5136, 5137, 5138, 5139, 5141, 5142, 5147, 5148, 5149, 5150
(originales), presuntamente emitidas por la contribuyente Thomas y Herrera
Compañía Limitada, Rut 79.893.060-5, a Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut
96.257.370-0.
35. Duplicados, Triplicados, y Cuadruplicados de Facturas Verdaderas
N° 4954, 5053 y 5060 aportadas por la contribuyente Thomas y Herrera Compañía
Limitada, Rut 79.893.060-5.
36. Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, emitida por el representante legal de la contribuyente
Thomas y Herrera Compañía Limitada, Rut 79.893.060-5.
37. Facturas Falsas N° 3458, 3461, 3468, 3469, 3473, 3474, 3476, 3477,
3480, 3484, 3487, 3495, 3496, 3497, 3498, 3499 y 3500 (originales),
presuntamente emitidas por la contribuyente María Isabel Correa Berríos, Rut
7.973.208-7, a Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut 96.257.370-0.
38. Duplicados de Facturas Verdaderas N° 3458, 3461, 3468, 3469,
3473, 3474, 3476, 3477, 3480, 3484, 3487, 3495, 3496, 3497, 3498, 3499 y 3500
aportadas por la contribuyente María Isabel Correa Berríos, Rut 7.973.208-7.
39. Facturas Falsas N° 9008, 9017, 9026, 9027, 9240, 9244, 9247 y 9248
(originales), presuntamente emitidas por la contribuyente Ricardo Vásquez
Velásquez y Compañía Limitada, Rut 78.332.150-5, a Riward Ingeniería y
Construcción SA, Rut 96.257.370-0.
40. Duplicados de Facturas Verdaderas N° 9008, 9017, 9026, 9027,
9240, 9244 y 9248; y Duplicado, y Triplicado de Factura Verdadera N° 9247,
aportadas por la contribuyente Ricardo Vásquez Velásquez y Compañía Limitada,
Rut 78.332.150-5.
41. Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, emitida por el representante legal de la contribuyente
Ricardo Vásquez Velásquez y Compañía Limitada, Rut 78.332.150-5.
42. Facturas Falsas N° 10244, 10248, 10253 (originales), presuntamente
emitidas por la contribuyente CDC Textil Limitada, Rut 78.720.350-7, a Riward
Ingeniería y Construcción SA, Rut 96.257.370-0.
43. Duplicados de Facturas Verdaderas N° 10244, 10248 y 10253;
aportadas por la contribuyente CDC Textil Limitada, Rut 78.720.350-7.
44. Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, emitida por el representante legal de la contribuyente CDC
Textil Limitada, Rut 78.720.350-7.
45. Facturas Falsas N° 3359, 3371, 3372, 3373 (originales),
presuntamente emitidas por la contribuyente Ferretería y Comercial Ausensi
Limitada, Rut 76.047.490-8, a Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut
96.257.370-0.
46. Duplicados de Facturas Verdaderas N° 3359, 3371, 3372 y 3373;
aportadas por la contribuyente Ferretería y Comercial Ausensi Limitada, Rut
76.047.490-8.
47. Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, emitida por el representante legal de la contribuyente
Ferretería y Comercial Ausensi Limitada, Rut 76.047.490-8.
48. Facturas Falsas N° 861264 y 861266 (originales), presuntamente
emitidas por la contribuyente Sergo SA, Rut 96.659.250-8, a Riward Ingeniería y
Construcción SA, Rut 96.257.370-0.
49. Duplicados de Facturas Verdaderas N° 861264 y 861266; aportadas
por la contribuyente Sergo SA, Rut 96.659.250-8.
50. Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, emitida por el representante legal de la contribuyente Sergo
SA, Rut 96.659.250-8.
61. Libro de Inventario y Balances de los años 2005 a 2008 de la
contribuyente Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut 96.527.370-0.
62. Formularios 29 sobre Declaración y Pago Simultáneo Mensual de los
períodos mensuales de julio de 2005 a diciembre de 2008 de la contribuyente
Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut 96.527.370-0.
63. Formularios 22 sobre Declaración Anual de Renta de los años
tributarios 2006 a 2009 de la contribuyente Riward Ingeniería y Construcción SA,
Rut 96.527.370-0.
64 - B. Planilla que contiene nómina de supuestos proveedores,
facturas (fechas de emisión, montos netos y montos de IVA), folio Libro de
Compra y Ventas, formularios 29 (folio, período, crédito fiscal declarado y total a
pagar declarado), folio Libro Mayor y formularios 22 sobre Declaración de Renta
(año tributario, fecha presentación, folio, impuesto a pagar y devolución
solicitada).

C) PRUEBA PERICIAL:

1. MARÍA EUGENIA MUÑOZ FRÍAS, de 42 años de edad, contador


auditor, domiciliada en calle Lorenzo Gotuzzo N° 124, piso 8, Santiago, quien
expuso sobre el Informe 54-B, de 12-08-2009, y respecto del procedimiento de
recopilación de antecedentes efectuada a la contribuyente Riward Ingeniería y
Construcción SA, Rut 96.527.370-0.
En lo sustancial dijo que se desempeña como fiscalizadora tributaria en el
SII, específicamente en el Departamento de delitos tributarios. Labora allí desde
hace 8 años. Hoy tiene que desempeñarse en la coordinación con departamentos
regionales en la recopilación de antecedentes.
Dijo que a finales de 2008 le encargaron un informe respecto de la
sociedad Riward Ingeniería y Construcción, RUT 96.527.370-0, específicamente le
solicitaron que revisara sus antecedentes debido a que desde el Ministerio
Público llegó el Oficio N° 122-008, de diciembre de 2008, proveniente de la
fiscalía Regional Metropolitana Centro Norte, suscrito por el fiscal don Iván
Millán. Este Oficio daba cuenta de una denuncia que había hecho el
contribuyente don Héctor Gaete Sagal, quien al revisar su información en la
página del Servicio de Impuestos Internos detectó que la sociedad Riward lo
informaba como proveedor suyo en circunstancias que él nunca había tenido
relaciones comerciales con dicha empresa. De ahí el origen de la investigación.
Fue por ello que hicieron un análisis del comportamiento tributario de
dicha sociedad y mediante el departamento de fiscalización de Valparaíso le
solicitaron que se citara a dicha sociedad para pedirles la documentación
contable y tributaria de ella. Esta notificación la hizo el funcionario Oscar
Retamal del departamento de fiscalización de Valparaíso.
Se hicieron las notificaciones solicitando las facturas de proveedores, los
libros de compra y de venta, los libros contables diarios, mayor, inventarios y
balances, los formularios de pago de IVA y de Renta, los formularios de
declaración de impuesto a la renta, todo respecto de los años comerciales 2005 a
2008.
Una vez que tuvieron esa documentación la declarante la revisó a los fines
de verificar si necesitaba algo más. También solicitó notificar al representante
legal de la empresa Riward, que según sus bases de datos era don Guillermo
Riveros Vega; y solicitó que –en uso de las facultades fiscalizadoras que les
confiere el Código Tributario- se le tomara una declaración jurada. Esto fue en
marzo de 2009 y esta persona (Riveros Vega) declaró que desde 2005,
aproximadamente, ya no estaba dedicado a la empresa, pues se la había
entregado a su hijo, a don Guillermo Cristian Riveros Chacana, por razones
personales y que se había desentendido de la administración. Por ello solicitó
que se citara a esta segunda persona y se le notificó para comparecer a prestar
declaración. Esta persona, don Guillermo Cristian Riveros Chacana, le confirmó
que él era el administrador de la sociedad Riward, pese a que no lo había
informado al SII; también dijo que él representaba a la sociedad ante los bancos,
y que supervisaba los negocios y era quien autorizaba el pago a los proveedores.
Previamente a la declaración de esta persona había concurrido ante ella el
señor Héctor Gaete Zagal, a las oficinas de Santiago, y le había entregado la
documentación que se refería a las facturas que Riward había declarado como
correspondientes a compras al señor Gaete. Por lo tanto, para tomar la
declaración jurada al señor Riveros Vega y luego al señor Riveros Chacana, les
exhibieron las facturas o fotocopias de las facturas del señor Gaete y don
Guillermo Riveros Chacana dijo que no conocía a este proveedor y también
explicó que efectuaba compras en Santiago, pero no recordaba en donde
realizaban estas compras, pero sólo recordaba que era en unas ferreterías
ubicados en calle Santa Rosa, en Avenida Matta o en Matucana, pero la perito
declarante verificó que esas direcciones no correspondían a la dirección en
donde tenía su negocio el señor Gaete Sagal.
Con esta información y con la documentación que ya había aportado la
sociedad Riward, le enviaron esa documentación a la oficina de Santiago y allí
ella efectuó un exhaustivo análisis de ella.
Para tal efecto personalmente revisó los libros de compra de la sociedad
Riward Ingeniería y Construcción SA y seleccionó las facturas en las que se
reflejaba un monto superior a la habitualidad que tenía ese mes de compras, es
decir, le llamaban la atención algunos montos que eran superiores a la
generalidad de las compras de cada mes. Una vez hecho esto tomó las facturas
físicas y analizó cada una de ellas en las bases de datos del SII; en este análisis es
posible revisar los nombres de fantasía, los datos sociales, los RUT, el giro
declarado, la numeración del documento y si es que está autorizado el timbraje.
También revisó los débitos fiscales que declaraban los proveedores para ver si
coincidían con los créditos mencionados en las facturas. También revisó las
imprentas que aparecen generando el documento, y así encontró que la imprenta
señalada al pie de las facturas no existía, o era un RUT ficticio, y todos estos
detalles fueron un indicio para efectuar un análisis aún más exhaustivo. Todo le
señalaba que existían irregularidades en los documentos pero no tenía certeza
acerca de la verdad o falsedad del documento.
Por ello comenzó a hacer verificaciones con los propios proveedores y ello
consiste en pedirle a cada uno de los proveedores que le entreguen el duplicado
de las facturas que se registraban declaradas por la sociedad Riward y los libros
de ventas de los períodos respectivos; que les entreguen copia de los formularios
29 en que se habían declarado esa facturas, todo relativo a los períodos en que
se habían declarado esas facturas por la sociedad Riward.
Los proveedores fueron notificados y ellos le aportaron la documentación
pedida. Con ella comenzó a analizar esos duplicados de facturas confrontándolas
las que poseía Riward: puso las de la misma numeración unas con otras y así
detectó notorias diferencias, pues las de los proveedores habían sido emitidas en
otras fechas, por productos distintos y muy generalmente eran también por
montos distintos, que eran muy inferiores a los montos que se mencionaban en
las facturas de Riward. Los duplicados que tenían los proveedores no coincidían
con los que tenía Riward. Luego comparó los registros de las facturas de estos
proveedores en sus propios libros de venta y ellas coincidían con los registros de
los libros de contabilidad de los proveedores y ello estaba en concordancia con
las declaraciones de impuestos de ellos. Así fue que comprobó que las facturas
que estaban en poder de Riward eran falsas, ya que daban cuenta de operaciones
que no existían y que en su formalidad material también eran falsas.
También se realizaron otros análisis respecto a verificar algunas imprentas
mencionadas en las facturas de Riward, y comprobó que algunas no existían, que
el RUT señalado era inexistente, y también en algunas facturas se distinguía un
sello redondo que pretendía ser el del timbraje del Servicio de Impuestos
Internos, en algunas también se distinguía un número de cuño, número que es
propio de cada distinta unidad y máquina de timbraje del servicio. En las
facturas en que se pudo ver ese número, constató que eran unidades timbradoras
distintas a las que por jurisdicción correspondía al contribuyente que había
emitido la factura, por lo que tampoco se trataba de facturas válidamente
autorizadas por el Servicio de Impuestos Internos.
También constató que en algunos casos había facturas en poder de Riward
referida a proveedores que estaban fuera del rango de timbraje, es decir ellas no
habían sido autorizadas por el Servicio de Impuestos Internos, en esa
numeración.
En esta situación de falsedad encontró más de 280 facturas,
pertenecientes a un total de 19 proveedores diferentes. No sólo analizó esos 19
proveedores, pero de ese número sí pertenecían las facturas falsas.
De esos 19 proveedores y de esas facturas falsas, llegó a determinar que la
sociedad Riward generó un perjuicio al fisco por más de 683 millones de pesos,
que se compone de dos partes, una parte por concepto de IVA, que ascendía a
237 millones y fracción; el otro concepto afectado es el del impuesto a la renta,
del artículo 21 inciso 3º del impuesto a la renta que alcanza a 445 millones y
fracción.
Las conclusiones de su informe pericial son: se pudo comprobar
fehacientemente que la sociedad Riward utilizó, contabilizando y declarando,
facturas falsas que dieron cuenta de operaciones falsas, lo que fue comprobado
con la información de los proveedores verdaderos, que entregaron las facturas
verdaderamente emitidas a otros contribuyentes, en fechas y por valores
distintos, todo refrendado con el análisis de sus declaraciones de impuestos y sus
propios registros contables
También concluyó que en 8 de los 19 proveedores existía una imitación del
sello de timbraje del Servicio de Impuestos Internos, cuya numeración
corresponde a una unidad timbradora distinta a la cual debe timbrar cada uno de
esos ocho proveedores.
También concluyó que hubo facturas contabilizadas y declaradas por
Riward que se encontraban fuera del rango de timbraje autorizado por el Servicio
de Impuestos Internos.
Consultada por el Ministerio Público dijo, luego de refrescarle la
memoria con el tenor de su informe pericial, que los montos exactos del
perjuicio fiscal son: $ 237.958.050 por concepto de IVA; por concepto de renta es
de $ 445.850.860.- lo que totaliza un perjuicio fiscal de $683.808.910.-
Dada su condición de contador, sabe que estas conductas son constitutivas
de delito y lo sabe pues es un conocimiento que se entrega al estudiar la
profesión de contador. Se trata del delito de incorporación de documentación
falsa en la contabilidad y la declaración maliciosamente falsa de impuestos.
Esta declaración falsa de facturas falsas se hace en los formularios 29
sobre declaración y pago mensual de impuestos; el sólo hecho de registrar en la
contabilidad esas facturas no constituye el delito; el dolo del delito se
materializa al hacer las declaraciones mensuales de impuesto en los formularios
29 de IVA. Eran 38 formularios de IVA, relativos a los años 2005 a 2008, que
Riward presentó en esta condición. En algunos de esos formularios aparecía la
firma del señor Guillermo Riveros Chacana, lo que puede afirmar ya que las
firmas allí puestas coincidían con la que personalmente él hizo ante ella cuando
le tomó declaraciones juradas a esa persona.
Esos 38 Formularios 29 incluyen facturas por servicios no prestados, que
conllevan a los 237 millones de pesos de perjuicio fiscal.
En el caso del impuesto a la renta, las declaraciones maliciosamente falsas
se configuran con la incorporación en la contabilidad de los montos netos de las
facturas falsas y su posterior incorporación en los formularios de impuestos
anuales. Ella examinó los formularios correspondientes a las declaraciones
anuales de los años tributarios 2006, 2007, 2008 y 2009.
Hay una conexión entre los formularios 22 y las facturas falsas pues el
contribuyente registró en cuentas de costos o gastos el neto de las facturas
falsas, de ese modo él aumentó sus costos y lo llevó al formulario 22 y así
disminuyó su base imponible y con ello disminuyó el impuesto a la renta que
debía pagar.
En el Formulario 29 el crédito fiscal es el componente de las compras
realizadas el contribuyente de IVA y corresponde al 19 % del valor de los
productos adquiridos, son las facturas de compras. Si ellas documentan un
servicio no prestado se aumenta ficticiamente el crédito fiscal.
En los formularios 29 de la Sociedad Riward están aumentados
ficticiamente los créditos fiscales en cada uno de los 38 formularios que ha
señalado. Esto tiene como consecuencia realizar una disminución de los débitos
fiscales originados en las ventas realizadas y así se disminuye el impuesto de IVA
que esa empresa debe pagar.
En su informe determinó el monto mensual de disminución de ese
impuesto de IVA. Eso lo señaló en las hojas anexas a su informe.
Señaló que los proveedores mencionados por Riward en dichas facturas
falsas eran: Héctor Gaete Zagal, comercial Lizama; Antonio Saavedra Díaz e Hijo
Ltda; Ricardo Vásquez Velázquez; María Isabel Correa de Ríos; comercial Lin;
Imein; Tisa Ingeniería; GTres Ingeniería; sociedad Comercial Dlar; sociedad
Dasco; Lesco SA; CDC Textil Ltda; Thomas y Herrera; Ferretería Industrial;
Ferretería Ausenci; Sergo; Mario Pinto Stewart; y le falta uno que no recordó.
Ella interactuó con los representantes de esas empresas o con contadores
de ellas y les solicitó los antecedentes contables, los registros, y las
declaraciones de impuestos y particularmente las facturas que les suscitaban las
dudas. Al realizar el contraste con las facturas presentes en la contabilidad de
Riward, en ningún caso coincidía la información.
En poder de Riward había facturas que incluso estaban fuera del rango de
timbraje de aquellas que correspondían a los proveedores que se mencionaban.
En el caso de la empresa Lin, había incluso facturas cuyos originales en poder del
proveedor databan del año 1993, pero que Riward señalaba como operaciones
hechas en los años 2005 en adelante.
Todo esto comenzó porque el señor Gaete Zagal efectuó una denuncia en
la Policía de Investigaciones pues detectó facturas que se estaban utilizando y
que no correspondían a operaciones suyas. La Policía de Investigaciones le
informó al Ministerio Público y éste dispuso que el Servicio de Impuestos Internos
efectuara una recopilación de antecedentes de la situación denunciada. Por lo
que ella sabe, el Ministerio Público no puede iniciar una investigación sin una
denuncia previa del Servicio de Impuestos Internos.
Una recopilación de antecedentes consiste en reunir toda la
documentación contable y tributaria de un contribuyente en el contexto de una
auditoría dentro de las facultades fiscalizadoras que tiene el Servicio de
Impuestos Internos.
Las facturas se registran en el libro auxiliar de compras; luego esa
información debe ser totalizada mes a mes y debe declararse en el formulario 29
sobre declaración mensual y pago simultáneo de impuesto. Esas facturas también
se deben anotar en el libro diario y en el de balance. Esto implica que se puede
hacer un seguimiento de cada factura en la contabilidad de cada contribuyente.
La declarante hizo este seguimiento en los libros que aportó la sociedad y
también está detallado en unos cuadros anexos que ella presentó junto con su
informe.
Al exhibirle la planilla 64 - B de la prueba del Ministerio Público dijo que la
reconocía, que ese es un documento que ella confeccionó y al que ha aludido.
Dijo que en la columna “supuesto proveedor” menciona proveedores que Riward
declaraba pero que en realidad no lo es. En la columna “facturas” se mencionan
los números de cada factura hallada en poder de Riward, la fecha de ella, el
monto neto de la compra, el monto de IVA de la compra. Para completar estos
datos sí tenía materialmente a la vista las facturas. También tenía las facturas
auténticas obtenidas de los proveedores. También se indica su folio en el libro de
compras y se añade en qué folio del formulario 29 fue declarada tal factura, el
período mensual al que corresponde, y cuál fue el crédito fiscal declarado, con la
indicación del impuesto de IVA declarado a apagar.
Para explicar se refirió a una factura en particular, la Nº 3458 del
proveedor María Isabel Correa Berríos, que se le pide precisar.
Luego se le exhibió materialmente dicha factura, referida en el Nº 37 de la
prueba documental del Ministerio Público, y dice que efectivamente es una de
aquellas facturas que examinó para su informe y respecto de la cual se contactó
con el proveedor María Isabel Correa Berríos, quien le proporcionó el original de
la factura aludida, de la Nº 3458.
Luego se contrastó el tenor de la factura ingresada en la contabilidad de la
sociedad Riward, en ella se ve un valor neto, de IVA y valor total que coincide
con lo mencionado en la planilla que se le exhibe. Al contrastar ese valor con los
libros de contabilidad proporcionado por la sociedad Riward, que se le exhibe y
que corresponde al Nº 55 de la prueba documental del Ministerio Público entre
los cuales está el libro de compras o adquisiciones de tal empresa, lo examina y
encuentra el mes de julio de 2005, entre el cual, en el folio 0187, en la línea 61
de observa registrada la factura que ha estado examinando, indicando los montos
netos, de IVA y total de la compra, del proveedor María Isabel Correa Berríos.
Luego se le exhibió nuevamente la planilla anexa aludida, para buscar el
dato del folio del formulario 29 sobre declaración de impuesto y tras ello se le
exhibió los formularios aludidos en el numeral 62 de la prueba documental del
Ministerio Público y entre ella encontró el formulario 29 descrito en la referida
planilla (folio Nº 93379854), al contrastar con la información mencionada en la
planilla y lo declarado en la contabilidad de Riward, coincide con lo mencionado
en dicho formulario 29 de IVA. En el formulario exhibido consta una firma a
nombre de la sociedad Riward.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 110356724, del mes de agosto de
2005, que declara IVA x $11.709.627, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96527370-0. Se observa un timbre de pago
en el BCI.
Se le exhibe el formulario 29, folio 0993379894, del mes de septiembre de
2005, que declara IVA x $11.255.479, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 110335464, del mes de octubre
de 2005, que declara IVA x $12.709.143, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 126463744, del mes de
noviembre de 2005, que declara IVA x $20.895.952, ese es el crédito fiscal
declarado por la sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa
un timbre de pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 138054084, del mes de diciembre
de 2005, que declara IVA x $13.980.902, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 138049714, del mes de enero de
2006, que declara IVA x $15.356.567, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 122427174, del mes de febrero
de 2006, que declara IVA x $23.680.544, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 163876784, del mes de marzo de
2006, que declara IVA x $17.973.690, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96527370-0. Se observa un timbre de pago
en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 158270974, del mes de abril de
2006, que declara IVA x $24.813.773, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco. Además ahí ve una firma que le resulta conocida, la cual
corresponde al señor Guillermo Riveros Chacana, la recuerda porque él le firmó
declaraciones juradas, personalmente.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 171127934, del mes de mayo de
2006, que declara IVA x $23.671.437, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 171019844, del mes de junio de
2006, que declara IVA x $ 33.433.052, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 168915124, del mes de julio de
2006, que declara IVA x $ 36.596.675, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96527370-0. Se observa un timbre de pago
en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 175327784, del mes de agosto de
2006, que declara IVA x $ 48.376.381, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco. Allí puede identificar la firma del señor Guillermo Riveros
Chacana, la cual conoce por haberle tomado personalmente declaraciones
juradas.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 175319354, del mes de
septiembre de 2006, que declara IVA x $ 51.999.487, ese es el crédito fiscal
declarado por la sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa
un timbre de pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 175317394, del mes de octubre
de 2006, que declara IVA x $ 42.071.540, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 221598624, del mes de
noviembre de 2006, que declara IVA x $ 39.351.728, ese es el crédito fiscal
declarado por la sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa
un timbre de pago en el banco. Allí también reconoce la firma de Guillermo
Cristian Riveros Chacana, la cual ella conoce, pues personalmente le tomó
declaración y él firmó ante ella.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 221598584, del mes de diciembre
de 2006, que declara IVA x $ 33.754.909, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 190911484, del mes de enero de
2007, que declara IVA x $ 23.694.226, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 234286574, del mes de febrero
de 2007, que declara IVA x $ 34.326.484, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 252660124, del mes de marzo de
2007, que declara IVA x $ 32.440.054, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 252661404, del mes de abril de
2007, que declara IVA x $ 25.893.784, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 249484764, del mes de mayo de
2007, que declara IVA x $ 24.669.803, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 249606854, del mes de junio de
2007, que declara IVA x $ 38.222.250, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio249449454, del mes de julio de
2007, que declara IVA x $ 38.113.226, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 281668784, del mes de agosto de
2007, que declara IVA x $ 57.712.948, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 281687974, del mes de
septiembre de 2007, que declara IVA x $ 40.807.595, ese es el crédito fiscal
declarado por la sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa
un timbre de pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 267549804, del mes de octubre
de 2007, que declara IVA x $ 40.509.602, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco. En este documento también observa la firma señor Guillermo
Riveros Chacana, la cual ella conoce, pues personalmente le tomó declaración y
firmó ante ella.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 302590464, del mes de
noviembre de 2007, que declara IVA x $ 54.150.562, ese es el crédito fiscal
declarado por la sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa
un timbre de pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 221561554, del mes de diciembre
de 2007, que declara IVA x $ 43.229.519, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco. Se ve la firma del contribuyente, la cual coincide con la firma
del señor Cristian Riveros Chacana, por los motivos que ya ha mencionado, esto
es, que ella personalmente le tomó declaración jurada y él ante ella las firmó.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 314019774, del mes de enero de
2008, que declara IVA x $ 45.085.969, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco. También se ve la firma del señor Riveros Chacana.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 318178384, del mes de febrero
de 2008, que declara IVA x $ 43.846.662, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Electricidad SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un timbre de
pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 313560874, del mes de marzo de
2007, que declara IVA x $ 45.469.122, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un
timbre de pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 326088124, del mes de abril de
2007, que declara IVA x $ 39.359.630, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un
timbre de pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 348605534, del mes de mayo de
2008, que declara IVA x $ 34.034.296, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un
timbre de pago en el banco. Respecto de él le consultó si este documento tiene
crédito fiscal “bueno” y “malo” y la deponente dijo que sí, es decir, crédito
fiscal correcto y otro que no lo es.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 348482004, del mes de junio de
2008, que declara IVA x $ 38.720.400, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un
timbre de pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 356125864, del mes de julio de
2008, que declara IVA x $ 34.720.300, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un
timbre de pago en el banco. Se observa la firma que corresponde al señor
Guillermo Cristian Riveros Chacana, lo que le consta por las razones que antes
señaló, pues ella le tomó declaración jurada y ante ella firmó.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 362639684, del mes de agosto de
2008, que declara IVA x $ 25.383.809, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un
timbre de pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 362636404, del mes de
septiembre de 2008, que declara IVA x $ 29.685.589, ese es el crédito fiscal
declarado por la sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA. RUT 96.527.370-
0. Se observa un timbre de pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 372752214, del mes de octubre
de 2008, que declara IVA x $ 42.535.284, ese es el crédito fiscal declarado por la
sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA. RUT 96.527.370-0. Se observa un
timbre de pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 372720044, del mes de
noviembre de 2008, que declara IVA x $ 28.091.450, ese es el crédito fiscal
declarado por la sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA. RUT 96.527.370-
0. Se observa un timbre de pago en el banco.
Luego se le exhibió el formulario 29 folio 3808300614, del mes de
diciembre de 2008, que declara IVA x $ 47.756.143, ese es el crédito fiscal
declarado por la sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA. RUT 96.527.370-
0. Se observa un timbre de pago en el banco. Allí puede apreciar la firma del
señor Guillermo Cristian Riveros Chacana, por las razones que ya ha especificado.
Luego señaló que las facturas falsas aumentan los costos, ello aumenta el
crédito fiscal del contribuyente y por ello se paga menos impuesto de IVA. Esos
costos también se reflejan en la declaración anual de renta, pues disminuyen la
base imponible.
Se le exhiben los formularios 22 sobre declaración de impuesto a la Renta
ofrecidos en el Nº 63 de la documental del Ministerio Público: al respecto dijo:
Es el formulario del año tributario 2006, de la sociedad Riward Electricidad
SA., en el código 630, sobre “Costo directo de bienes y servicios” se indica la
suma de $ 644.748.877, en la que se encuentran aumentados los costos con los
valores netos de las facturas de compras registradas por Riward Ingeniería y
Construcción, tano de proveedores “buenos” como de proveedores falsos.
Al exhibirle la factura Nº 003469 de la proveedora María Isabel Correa
Berríos, el valor $ 2.288.175, referido a valor neto de la compra, es lo que se
incluye en el rubro 630 que antes mencionó. Esa factura es falsa y nunca se
incurrió en este gasto, pese a lo cual él fue incluido en los gastos de la
contribuyente Riward Ingeniería y Construcción SA.
En el formulario antes aludido hay una petición de devolución de
impuestos de $ 7.952.979. Esa petición de devolución se basa en la existencia de
los costos ya mencionados en el rubro 630 antes mencionado, ya que al
aumentarse ese costo, se disminuye la base imponible para calcular el impuesto
y como la empresa había efectuado pagos provisionales mensuales, ellos se
consideran y de ahí surge la posibilidad de pedir devolución de impuestos por el
menor impuesto resultante. En este caso esas devoluciones de impuestos fueron
pagadas, es decir, se le devolvió dinero a la contribuyente.
En el caso del formulario 22 del año tributario 2007, en el rubro 630, ya
mencionado, se indica $ 1.646.805.672. Esto influye en la devolución de
impuesto solicitada, que corresponde a $30.326.844.-
En el caso del formulario 22 del año tributario 2008, en el rubro 630, ya
mencionado, se indica $ 1.668.866.121. Esto influye en la devolución de
impuesto solicitada, que corresponde a $29.022.804.-
En el caso del formulario 22 del año tributario 2009, en el rubro 630, ya
mencionado, se indica $ 1.375.427.390. Esto influye en la devolución de
impuesto solicitada, que corresponde a $ 30.825.832.-
Si una empresa tiene pérdidas, en términos de pérdidas contables,
financieras o tributarias, sí es posible la existencia de una devolución de
impuestos, y esa pérdida debería estar reflejada en los formularios 22.
Al exhibirle el formulario 22 del año tributario 2006, de la sociedad
Riward, se le consulta por el rubro 643, relativo a renta líquida imponible o
pérdida tributaria, y aquí se indica una utilidad de $66.755.766.
Al exhibirle el formulario 22 del año tributario 2007, de la sociedad
Riward, se le consulta por el rubro 643, relativo a renta líquida imponible o
pérdida tributaria, y aquí se indica una utilidad de $134.400.908.
Al exhibirle el formulario 22 del año tributario 2008, de la sociedad
Riward, se le consulta por el rubro 643, relativo a renta líquida imponible o
pérdida tributaria, y aquí se indica una utilidad de $202.190.500.
Al exhibirle el formulario 22 del año tributario 2009, de la sociedad
Riward, se le consulta por el rubro 643, relativo a renta líquida imponible o
pérdida tributaria, y aquí se indica una utilidad de $ 158.490.730.
Al exhibirle nuevamente la planilla anexa confeccionada por la declarante
(del Nº 64 de la prueba documental del Ministerio Público), dijo que también se
recopila información relativa al impuesto a la renta. Ella explica que el libro
mayor es el libro que registra el total de créditos, las cuentas de resultados
pasivos, ganancias y pérdidas; este libro centraliza la información de todos los
otros libros auxiliares que se llevan en la contabilidad. En la planilla que se le
muestra se refiere también el folio de ese libro.
Al exhibirle la prueba documental Nº 55 del Ministerio Público dijo que es
la contabilidad que le proporcionó Riward Ingeniería y Construcción SA, cuando
ella se le solicitó. Entre esa documentación ella identificó el folio 250 del libro
mayor, el que si bien es una mezcla del libro diario con el mayor, algo que antes
se llamaba “contabilidad americana”, es lo que le están solicitando.
Consultada por la parte querellante, acerca de que anteriormente dijo
haberle tomarle declaración a Riveros Chacana, manifestó que le tomó
declaración jurada en dos oportunidades, la primera en marzo de 2009 en
dependencias de la Dirección Regional del servicio de Impuestos Internos de
Valparaíso, y la segunda fue en julio de 2009 en dependencias de la oficina del
Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de Impuestos Internos de
Santiago. Allí concurrió como el representante informal de la sociedad, como
administrador de la misma. En la primera oportunidad en que le tomó
declaración se le exhibió fotocopias de documentos relativos al contribuyente
Héctor Gaete Sagal, ya que no se contaba con toda la documentación a esa
fecha; en julio de 2009 se le exhibió fotocopias de todas las facturas que ella
relata en su informe, son más de 280 facturas referidas a los 19 supuestos
proveedores contenidos en el mismo informe.
El señor Riveros Chacana manifestó en relación a esos documentos, que la
mayoría no los conocía ni los recordaba, que no tenía claro, esas eran sus
respuestas, que le parecía conocido el nombre, que le sonaba, que quizás alguna
vez lo oyó, pero al final de la declaración y exhibidas todas las fotocopias de las
facturas –de las que a esa altura ya se sabía que eran falsas- dijo que las facturas
que el servicio tenía en su poder y que la sociedad Riward habían contabilizado
daban cuenta de operaciones verdaderas, pero por menores montos. También
señaló este señor que tanto los productos como las facturas se los habían
entregado personas de las que no recordaba sus nombres en esos momentos y
que más adelante los aportaría. Sin embargo, a la fecha de terminar ella su
informe el señor Riveros Chacana no aportó esos datos, pese a haberlo llamado
en reiteradas oportunidades no se pudo comunicar con él. Riveros Chacana no
dio ni nombres ni direcciones de esas personas, nunca entregó algún antecedente
en este aspecto.
La sociedad Riward sí es contribuyente del impuesto a las ventas y
servicios, como S.A. debe declarar sus impuestos con la renta efectiva en base a
contabilidad completa o sea está obligada al llevar todos los libros contables
auxiliares como Compra y Venta, etcétera además de los libros Diario, Mayor,
Inventarios y Balances, y Balances, como también presentar las declaraciones en
los formularios correspondientes.
En relación al impuesto a las ventas y servicios, se le exhiben a la
declarante documentos Nº 38 de la prueba de la Querellante (Nº 37 del
Ministerio Público) y dice:
Se trata de facturas de compra, es un set de 6, de la contribuyente María
Isabel Correa Berríos, que tienen los números 3469, 3474, 3477, 3480, 3484, y
3487 que aparecen emitidas todas a la sociedad Riward Electricidad S.A., todas
aparecen emitidas en Agosto de 2005, y son los documentos por ella peritados.
Estas facturas de compra sí fueron contabilizadas por la empresa Riward en el
Libro de Compras.
Se le exhibe el Libro de Compras signado con el Nº56 de la Querellante
(No. 55 prueba del Ministerio Público) la primera Factura es la Nº 3469. Expone
que el libro exhibido es de la empresa Riward, Folio 192, corresponde al mes de
agosto de 2005 que es período de las facturas que tiene a la vista. La factura No.
3469 está registrada en este libro, monto total $2.288.175.- este es el monto
total y coincide con el indicado en la factura, en tanto que el IVA con un total de
$434.753.-coincide también de manera exacta, y asimismo el nombre del
proveedor que figura en la factura.
Factura Nº 3474 el mismo Libro, en el folio 193, que se le exhibe, señala
que el registro del libro coincide con la factura valor total $3.420.203.- IVA
$546.083, todo coincide exactamente.
Factura Nº 3477 folio 194 coincide el registro de la factura, también
coincide el número de Rut es el mismo proveedor, pero en este caso la Factura
no tiene registrado ni el valor total ni el valor de IVA. Se exhibe la factura en
audiencia y efectivamente sólo muestra el valor neto a través del cual, según
explica la perito, se puede llegar al valor total y al monto del IVA. Ella hizo ese
cálculo y al compararlo con lo señalado en el Libro de Compras hay coincidencia,
esta aclaración la consignó en su informe.
Factura Nº 3480 emitida por Riward, misma contribuyente, en el Libro de
compras año 2005, folio 194 se registra dicha factura, hay coincidencia del
número de la factura, del monto IVA $457.995.- y está registrado ese crédito
fiscal en este libro de compras.
Factura Nº 3484 de compra emitida a Riward Electricidad S.A., monto IVA
$555.241.- En el Libro de Compras se observa que respecto de esta factura se
incluye un valor total $2.958.485.- monto IVA $472.363.- Por tanto no hay
coincidencia.
Factura Nº 3487 misma contribuyente María Isabel Correa Berríos, IVA
$472.363.- y coincide con el registro del Libro de Compras.
Se le exhibe documental Nº 31 de la prueba del Ministerio Público (y 32
del Querellante):
Factura de compra 3506 emitida a Riward Electricidad S.A. por un monto
neto de $2.855.300.- y un IVA de $542.507.- total $3.397.807.- Se le exhibe el
Libro de Compras año comercial 2005, folio 202, aparece la factura 3506 monto
IVA registrado en este libro $542.507.- y coincide con el de la factura de manera
exacta.
Factura de compra Nº 3508 del proveedor Tisa Ingeniería S.A. emitida a
Riward, con un IVA de $577.125.-. En el Libro de Compras, que también se
exhibe, folio 202, se registra monto IVA $577.125.- que es coincidente con lo
señalado en la factura.
Factura Nº 3517 emitida por Tisa Ingeniería S.A a Riward Electricidad S.A,
con un IVA de $651.444.- En el libro de Compras, folio 201, aparece registrada
esa factura y coincide en la suma del IVA $651.444.-
Precisa que en el libro de compras se consigna la sumatoria de las compras
del mes, y en todos los libros de compras se hizo la contabilización de cada
período por parte de Riward.
A continuación se exhibe mismo libro de compras folio 196 donde
aparecen los totales a los que se refiere, que consta de varias columnas y en la
columna IVA se llega al total de $11.709.627.- Eso representa el crédito fiscal
IVA que contabilizó el cliente.
Las facturas de la señora Berríos están contabilizadas, y la sumatoria
indicada contiene el crédito fiscal de dichas facturas, que ya se le exhibieron.
Esa suma se pasa al formulario 29, por tanto en el formulario Agosto de 2005
debería figurar esa suma. Se le exhibe dicho formulario señalando que la
sociedad Riward declaró en el código 537 la suma de $11.709.627.- coincidente
este monto de manera exacta con lo que se contabilizó en el Libro de Compras.
Si el contribuyente no hubiese contabilizado las facturas falsas de la
señora Berrios la sumatoria del crédito fiscal IVA sería menor.
Se le exhibe formulario 29 agosto 2005 “código 89” en que se declara el
impuesto determinado, o sea el que se debe pagar descontados los créditos
fiscales a los débitos fiscales, indicando allí $793.873.- que corresponde a lo
que pagó por IVA el contribuyente en el mes de Agosto de 2005. Si no se hubiese
contabilizado facturas falsas debió declarar un crédito fiscal IVA menor y el
impuesto a pagar sería mayor. En el entendido que las facturas falsas ascienden a
$2.000.000 y fracción, entonces la empresa Riward debió haber declarado un
crédito fiscal por una cifra menor y, por tanto, el impuesto a pagar habría sido
en este caso bastante mayor.
En este caso pagó $793.873.- en agosto de 2005, por ejemplo si el crédito
fiscal contenido en las facturas falsa fuera un millón de pesos, si eso no lo
incluye debió pagar un impuesto mayor al reflejado en la declaración, y ese
impuesto mayor sería concordante con el monto del crédito fiscal IVA de las
facturas falsas. En este caso concreto si tenemos un crédito fiscal contenido en
las facturas falsas por $2.906.388.- entonces el contribuyente si no hubiese
contabilizado esas facturas falsas debió determinar un impuesto a pagar que
ascendería a alrededor de $3.800.000.- porque no debió haber incorporado el
crédito fiscal de las facturas falsas en el impuesto determinado.
Se le exhibe Libro de Compras folio 205, mes de Octubre de 2005, las
facturas de Tisa Ingeniería S.A. exhibidas aparecen emitidas en Octubre de 2005,
y la columna IVA crédito fiscal indica total de $12.709.143.- A continuación se le
exhibe formulario 29 del mes indicado monto total crédito fiscal $12.709.143.-
que coincide con lo registrado en el Libro antedicho. En cuanto a las facturas de
Tisa registradas en el libro de compras, la sumatoria del crédito fiscal contiene el
valor de esas facturas emitidas por Tisa Ingeniería. Por tanto, el contribuyente
al declarar esa suma de crédito fiscal IVA, no tenía derecho a utilizarlo en esa
cantidad sino una menor correspondiente al de todas sus facturas menos las
facturas falsas. Se concluye que ese crédito fiscal se aumentó de manera
indebida y el efecto fue una disminución en la determinación del impuesto a
enterar en arcas fiscales, y eso está contenido en formulario 29 que se le ha
exhibido.
Este procedimiento se verificó en todos los períodos tributarios, en los 38
“formularios 29” exhibidos. Con todas las facturas de los 19 proveedores se
aumentó de manera indebida el crédito fiscal, pagándose un impuesto menor que
el que debió pagarse.
En relación con el impuesto a la Renta, las facturas contienen un neto y un
IVA, respecto del valor neto se registra en este caso en una cuenta de costos o
gastos lo que hace aumentar los costos de la empresa. Con eso se disminuyen los
ingresos, por tanto se disminuye la base imponible y, consecuentemente, se
disminuye el porcentaje de impuesto que el contribuyente debe enterar en arcas
fiscales.
Expone que el Libro Mayor sirve para llevar todos los saldos de las cuentas
registradas durante un determinado periodo en la contabilidad, el total de
débitos, el total de créditos y el saldo de la cuenta. En este Libro se reagrupa
todo el contenido de la contabilidad diaria que realiza la empresa. Se debe
registrar el monto total de las compras de cada período, eso se llama
“centralización del libro de compras”. Conforme a lo que ella peritó Riward sí
cumplió con lo antedicho, y había coincidencia en los totales. También Riward
debía hacer un balance al final del ejercicio, obligación con la que Riward
cumplió, y ella revisó todos esos balances.
Se le exhibe documental Nº 61 de la prueba del Ministerio Público (Nº 63
de la Querellante) y expresa:
Es el Balance de la Sociedad Riward Electricidad S.A. del mes de
diciembre del año comercial 2005, explicando que el año comercial es el
comprendido entre el 1 de enero y 31 de diciembre, y el año tributario es el año
en que se declaran los impuestos por las operaciones comerciales ocurridas en el
año anterior.
En dicho balance, que se ve en el Folio 20 del libro, está la Cuenta “costo
de Obras”, tiene débito $1.057.884.184.- y saldo $877.592.688.-. Aclara que el
balance es un reflejo o fotografía de la situación financiera de una sociedad a un
momento determinado, y este que se le exhibe sí era consistente con lo
contabilizado por el contribuyente en el Libro Mayor. En el costo de obras se
reflejan los costos del libro de compras incluidas las facturas falsas.
Este balance contiene un resultado del ejercicio que es una utilidad de
$56.174.484.- y la renta imponible $66.755.766.- Acá no hay pérdida ni
financiera ni tributaria, hay utilidad. Al pie del documento se indica como
“contador auditor” Mario Rojas Echeverría y como “gerente general” Guillermo
Riveros Vega.
En el mismo, ahora en el Libro folio 22, está el Balance al 31 de
diciembre de 2006, de Riward Ingeniería y Construcción, que corresponde al año
tributario 2007. Respecto de la cuenta “costo de obras”, aparece un saldo
deudor de $2.241.327.733.- Ella verificó que el contenido de las facturas falsas
estaba contenido en esas cuentas, porque es la única cuenta que refleja el costo
referido a las construcciones. Ella revisó los costos del libro de compras del año
2006 y eso coincidía con lo registrado en el Libro Mayor, la coincidencia es que el
monto lo contiene. En este Balance el resultado del ejercicio es una utilidad de
$122.650.259.- la utilidad de este año es mayor que la del año anterior, no
refleja ninguna pérdida ni financiera ni tributaria, Al pie del documento se indica
como “contador auditor” Mario Rojas Echeverría y como “gerente general” de la
sociedad Guillermo Riveros Chacana
En el mismo libro, pero en el Folio 24, está el Balance general al 31 de
diciembre año comercial 2007 de la sociedad Riward. En la cuenta “costo de
obras” hay un saldo de $2.398.984.983.- que incluye el costo de las facturas
falsas peritadas por ella, al igual que en los balances anteriores, concordante con
los datos registrados en el Libro de Compras y en el Libro Mayor. El resultado del
ejercicio da una utilidad de $177.565.312.- que es mayor a la de los años
anteriores, este balance no refleja ni perdida financiera ni tributaria ni de
ninguna índole, y en el mismo se consigna que el contador auditor es Mario Rojas
Echeverría y el gerente general de la sociedad es Guillermo Riveros Chacana.
Mismo libro, Folio 26, está el Balance general y estado de resultados del
año comercial 2008. La cuenta “costo de obras” tiene un saldo de
$2.071.803.770.- y el resultado del ejercicio es una utilidad de $121.103. 279.-
significa que la empresa ganó esa cantidad, no hay reflejo de pérdida de ningún
tipo sino una utilidad. Al final del documento se consigna que el contador
auditor es Mario Rojas Echeverría y el gerente general de la sociedad es
Guillermo Riveros Vega. Se indica también en este balance una Renta imponible
de $158.490.730.- que corresponde al año tributario 2009, año comercial 2008,
pues esta renta es la que está sujeta al impuesto para el año tributario
inmediatamente siguiente. La declaración del impuesto a la Renta que se hace
en el “formulario 22” se hace en base al balance del año comercial anterior, y en
este caso el balance del año 2008 era coincidente con el formulario 22 del año
tributario 2009.
Se le exhibe el formulario 22, respecto de Declaración anual de
impuesto a la Renta año 2009, de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción,
y en el código 643 se declara la “renta líquida imponible o pérdida tributaria”
que acá no es pérdida tributaria porque cuando se presenta una pérdida
tributaria se presenta con un signo menos antes de la cifra o entre paréntesis.
Acá no hay signos menos ni paréntesis, por tanto es una utilidad, que es de
$158.490.730.- lo que coincide de manera exacta con el balance.
La comparación entre los resultados del balance y el formulario 22 la
realizó en todos los años tributarios peritados; y así puede agregar que el
balance 2005 es concordante con el formulario 22 del año 2006; el balance del
año 2006 es concordante con el formulario 22 del año tributario 2007; y el
balance del año comercial 2007 concuerda también con la declaración de renta
del año tributario 2008. Hay coincidencia entre los documentos, facturas,
registradas en los Libros de Compras, traspasado al libro Mayor, al Balance y al
formulario 22. Por tanto, en el monto que declara el contribuyente en el
“formulario 22” en relación a los costos, está incluido el valor neto de las
facturas falsas peritadas, sin que tuviera derecho el contribuyente a declarar y a
rebajar esos montos o costos en cada uno de los años peritados, toda vez que
esos costos a los que tenía derecho eran menores a los que declaró, porque al
incorporar las facturas falsas, los valores netos de éstas, aumentó los costos y así
el impuesto a pagar disminuye porque se disminuye la base imponible, por tanto
le porcentaje de impuesto que se calcula en esa base imponible da un resultado
menor de impuesto y genera perjuicio al interés fiscal. Se concluye así que la
declaración del formulario 22 no se conforma con la realidad, es una declaración
falsa.
Cuando el IVA crédito fiscal, que es el de las compras, es superior al IVA
de las ventas el contribuyente tiene derecho a rebajarlo, a guardar, por así
decirlo, ese remanente de IVA y lo puede seguir utilizando en periodos
posteriores para rebajar el impuesto que deba pagar cuando el IVA débito vaya
superando el IVA crédito fiscal, pero en ningún caso puedo transferirlo, puede
regalarlo, puede venderlo no puede hacer nada con ese IVA con ese remanente el
cual es sólo para la empresa.
Esto, que el crédito fiscal no se puede transferir, es algo de conocimiento
general y no se necesita ser contador para saberlo, estima ella, es obvio que si
una empresa tiene algún remanente de impuesto es de la empresa y no es de
otra persona, no se puede transferir.
Efectivamente, ella primeramente recibió unas facturas entregadas por el
señor Gaete, las cuales nunca antes las había visto, y ella no siendo parte de la
empresa por supuesto que no puede distinguir de manera inmediata si la factura
es o no falsa, pero si es la empresa, en este caso Riward Ingeniería y
Construcción, sí puede saber claramente que la factura es falsa porque está
dando cuenta de una operación que no realizó con ese contribuyente, o por esos
productos o por esos montos. Entonces Riward estaba en mejores condiciones
que ella, como perito, de saber que se trataba de una factura falsa, porque sabía
lo que estaba comprando y al llegarle la factura está viendo que no daba cuenta
de lo que realmente se había comprado, y por tanto la empresa estaba en mejor
pie para saber si esa factura es o no real.
Reconoce al acusado Guillermo Riveros Chacana como la persona que
declaró ante ella, y que manifestó que las operaciones de las facturas eran
ciertas, pero por montos menores. Él se encuentra presente hoy y lo señala por
sus vestimentas.
Consultada por la defensa de Guillermo Riveros Chacana, dijo que
ingresó a trabajar en marzo de 2006 al Servicio de Impuestos Internos. Realizó un
curso de inducción de fiscalizadores y luego fue destinada a DIDET
(departamento de investigación de delitos tributarios).
Encontró algunas facturas en la contabilidad de Riward, que estaban fuera
del rango de timbraje autorizado, fueron unas 20 ó 25 del total de las 287
cuestionadas. Explicó que la página web del SII permite que cualquier persona
consulte la situación tributaria de otro contribuyente y así averiguar cuál es la
última numeración de facturas timbradas. También se puede verificar el giro del
contribuyente. Si se tratara de una factura clonada, ello se podría saber si es que
ya ha sido pesquisado. Desde que ella trabaja en el servicio sabe que esta
información se puede consultar; podría decir que después del caso Publicam se
desarrolló esa aplicación; ese caso es del año 2007.
Esta investigación comenzó con un oficio del fiscal señor Millán, mismo del
caso Publicam.
No tiene certeza respecto del precio de lo que se paga por vender facturas
falsas. Ello depende de quienes realicen esas transacciones irregulares.
En cuanto a quienes recurren a comprar facturas falsas o clonadas, ha
visto que todo tipo de contribuyentes pueden realizar esa conducta, sean o no
empresas solventes.
Los proveedores no saben quiénes forjaron las facturas falsas. El señor
Riveros Chacana, en la segunda declaración jurada prestada, de julio de 2009,
dijo que esas facturas se las proporcionaron unas personas de cuyos nombres no
recordaba, se comprometió a entregar sus nombres pero nunca lo realizó.
Sí dejó constancia de la existencia de otros proveedores con duplicidad de
facturas, que estaban siendo fiscalizados por otras agrupaciones del SII.
Nunca ha escuchado el nombre de Jorge Nimeyer.
Consultad por el caso Publicam, dijo que el señor Nimeyer no estaba
involucrado allí. Hoy es la primera vez que escucha ese nombre.
En algunas facturas había una marca aparente que pretendía ser el timbre
o cuño del SII, y en algunas de ellas se veía una numeración que correspondía a
una unidad de timbraje distinta a la que correspondía por el domicilio del
proveedor.
Los proveedores son una víctima de alguien que les copia sus datos, de
hecho don Héctor Gaete Zagal hizo la denuncia porque descubrió que le copiaban
sus datos para generar facturas. Él no sabía quién eran las personas que le
copiaban sus datos. Nunca antes escuchó el nombre de Jorge Nimeyer como
vinculado a este asunto.
Los análisis que hizo se hicieron bajo el supuesto que las facturas fueron
pagadas en las mismas fechas a su registro contable. La contabilidad de la
contribuyente no permite abrirla ni indagar en ella misma, como para saber, por
ejemplo, si esas facturas fueron efectivamente pagadas. Para efectos tributarios,
ese pago no es lo relevante, ya que lo que importa es el uso de las facturas en las
declaraciones de impuestos. Riward es una Sociedad Anónima, sometida al
impuesto a la renta de primera categoría. El perjuicio fiscal deriva del uso de las
facturas falsas en las declaraciones de impuesto de esa sociedad.
Al exhibirle su informe pericial se lee “que se utilizó como supuesto para
el informe asumir que todas las facturas habían sido pagadas en la misma fecha
en que ellas fueron incorporadas a la contabilidad de la sociedad”.
Ella no revisó el libro de caja o banco, pues no es parte del informe
pericial ni tampoco fue contabilidad entregada por el contribuyente Riward.
No era objeto de la pericia determinar el origen de los dineros con los que
operaba la empresa. En otro tipo de ilícitos corresponde examinar el origen de
los dineros con los que operaba la contribuyente Riward.
Al aumentarse los costos se produce una menor utilidad y ello generaría un
menor impuesto a la renta. Al aumentarse los costos, se disminuye la base
imponible del impuesto a la renta y ello genera un menor impuesto a pagar. La
empresa así, se queda con dineros que debían enterarse en arcas fiscales.
Al ingresarse facturas falsas, se paga menos impuesto de IVA, pues se
genera un crédito fiscal superior al que verdaderamente corresponde.
No era materia de su peritaje indagar a qué fines se destinaron los dineros
no enterados en arcas fiscales.
Respecto del caso del perjuicio causado por impuesto a la renta: sí
estableció que los socios al registrar utilidades en la empresa, efectuaron retiros
de la empresa. No estableció en qué se usaron esos dineros.
Trató de averiguar quién fue la persona que incorporaba las facturas falsas
en la contabilidad, pero no pudo establecerlo, si bien el señor Riveros Chacana
habló en plural para referirse a la incorporación de ellas en la contabilidad,
incluyéndose él entre ellos.
El responsable de enterar el impuesto en arcas fiscales es el
contribuyente, por lo que no tiene importancia quien es la persona que
materialmente escribió el formulario de declaración de impuesto, pues podría ser
un simple junior. El contribuyente es Riward, una persona jurídica.
Consultado por la defensa de Mario Rojas Echeverría, dijo que su
informe fue emitido en agosto de 2009.
Hubo un informe previo a su informe pericial que no es aquel respecto del
que ha expuesto ahora; ese informe alude a la denuncia del señor Héctor Gaete
Zagal quien denunció que terceros usaban facturas que se pretendían entregadas
por él.
El análisis de la situación tributaria de la sociedad Riward surgió luego de
que el Ministerio Público le enviara al Servicio de Impuestos Internos un encargo
de investigar, motivado en una denuncia del señor Héctor Gaete Zagal.
El señor Gaete Zagal aportó sus facturas verdaderas y señaló que Riward
era uno de los contribuyentes que incluía facturas de Gaete Zagal, pese a que él
no tenía vínculos comerciales con esa empresa.
En la primera citación del señor Riveros Chacana, en el mes de marzo, sólo
le consultó respecto de las facturas aludidas por el contribuyente Gaete Zagal.
Al Didet, se le cambió el nombre, luego de la reforma procesal penal, ya
que como al Ministerio Público le corresponde la investigación de los delitos, por
ello, el nombre pasó a ser sólo departamento de delitos tributarios, ya que se
eliminó la palabra “investigación”.
Su labor es la recopilación de antecedentes que permitan establecer la
existencia de delitos tributarios.
Volvió a explicar cómo efectuó la recopilación de antecedentes en el caso
de Riward Ingeniería y Construcción SA.
Consultada por el Tribunal dijo que el cambio en la razón social de
Riward no produce ningún cambio relevante en la situación tributaria del
contribuyente, esa empresa siempre tuvo el mismo RUT. Hasta la fecha, la
referida sociedad aún no ha informado un cambio del representante legal, hasta
hoy figura como tal el señor Guillermo Riveros Vega, pese a lo cual esta persona
al ser entrevistado, dijo que su hijo, el señor Cristian Riveros Chacana era el
representante y administrador de la sociedad; esta segunda persona le confirmó
esta información, declarando bajo juramente que él era el actual representante
de esa sociedad.
Cuando ella comenzó a examinar la contabilidad de Riward, ya estaba toda
la documentación contable necesaria para efectuar el examen exhaustivo, pues
después de ello no necesitó más documentos.
No se le ha informado de ningún cambio en cuanto a los socios de la
referida sociedad.
En el perjuicio que ella declaró que existía a las arcas fiscales, sólo se
considera el llamado “IVA malo”, el “IVA falso”. Es el perjuicio efectivo al no
haberse pagado el impuesto respectivo. Esos son valores nominales, sin intereses
ni multas, pero con reajustes calculados a la fecha del informe, que es de agosto
de 2009, conforme al reajuste del artículo 73 de la ley de impuesto a la renta,
que es algo así como la variación del IPC.
En los anexos del informe están precisados los valores nominales, junto a
ellos están los respectivos reajustes y el valor final que ella estableció.

PRUEBA PROPIA DE LA PARTE QUERELLANTE:


A) TESTIGO:
1.- OSCAR ABRAHAM RETAMAL MENDEZ, (63 años, contador auditor y
fiscalizador del Servicio de Impuestos Internos de Valparaíso) señaló que, en
relación a los hechos de este juicio, tuvo que hacer el cobro civil de los
impuestos. Explicó que a principios del 2009 les llegó un oficio del departamento
de Delitos Tributarios en que se les pedía notificar al contribuyente Riward
Ingeniería y Construcción para presentar la documentación consistente en el
Libro de Compra y Ventas y las facturas de proveedores, con la finalidad de
retirar las facturas de uno de los proveedores, de nombre Héctor apellido no
recuerda bien, quien había presentado una denuncia en el Ministerio Público, en
Santiago, porque en un cruce de información que había efectuado en la página
web del servicio de Impuestos Internos había detectado que Riward tenía en su
poder facturas que él no había emitido. Se le notificó entonces a la empresa
Riward para presentar la documentación, y así el testigo la obtuvo al ser
aportada por dicha empresa en los meses de enero, febrero y marzo de 2009. La
finalidad era remitir la facturas del proveedor al Departamento de Delitos
Tributarios, pero cuando él revisó los legajos de facturas aparecieron
proveedores con indicios de no ser regulares, entonces se aportó estos datos al
departamento indicado y éste les pidió toda la documentación para hacer ellos
las averiguaciones y formarse la idea si la documentación cumplía con los
requisitos legales para ser utilizada como crédito fiscal.
En ese período concluyó su labor, y después como en Noviembre de 2009 el
mismo departamento ofició al departamento de fiscalización, al que pertenece,
para el cobro civil de los impuestos, de acuerdo a la recopilación de los
antecedentes que había efectuado el indicado departamento. Respecto a ese
cobro civil a él le correspondió notificar al contribuyente para que presentara
documentos contables que fueron el Libro Diario, Libro Mayor, Libro Inventarios y
Balances y el Fut, como asimismo declaraciones de impuestos de Renta, y
procedió el testigo a efectuar el análisis del peritaje realizado en el
departamento de Delitos Tributarios confrontándolo con lo que se encontraba en
la contabilidad de la empresa, y se detectó que como en 38 períodos de IVA se
había incluido facturas irregulares o falsas. Todas estas facturas eran de
proveedores que le permitieron a Riward incrementar ficticiamente el crédito
fiscal IVA, y al hacerlo de esa manera se paga menos débito fiscal o menos
impuesto en ese período. También se procedió a determinar diferencias de
impuestos en Renta que involucraban cuatro períodos tributarios de 2006 a 2009,
y se procedió a notificar una “citación”, de acuerdo al artículo 63 del Código
Tributario, que es una herramienta que les entrega este código, para determinar
la exactitud de los impuestos determinados por el contribuyente para recabar
antecedentes en relación a diferencias de impuestos que se hubieran detectado o
que se pudieran producir. Para ello se le concede al contribuyente, en este
caso, un plazo de 60 días hábiles para la respuesta, la citación fue en abril de
2010 y el contribuyente tenía plazo de un mes y al término del plazo la empresa
Riward solicitó una prórroga que le fue concedida por un mes más, dando
respuesta el 11 de junio de 2010. La respuesta del contribuyente fue desechada
por parte del servicio por cuanto no se hizo cargo de lo que se le planteaba, y lo
permitía el artículo 23 N°5 del Decreto Ley 825 sobre IVA que dispone lo que no
da derecho a crédito fiscal, entre lo cual se contemplan las facturas falsas o que
no cumplan los requisitos legales, pero también este artículo establece que si el
contribuyente paga estas facturas de sus proveedores con un cheque nominativo,
o vale vista nominativo o mediante transferencia bancaria indicando el número
de las facturas y Rut del proveedor podría liberarse del rechazo del crédito
fiscal, para eso debería acreditar el pago, también la materialidad y monto de
las operaciones y, por último, el contribuyente puede acreditar que el crédito
fiscal o el IVA retenido o recargado en las facturas de los proveedores ha sido
enterado en arcas fiscales por el vendedor. En este caso el contribuyente nada
demostró ni se hizo cargo, por tanto el servicio de Impuestos Internos liquidó los
impuestos de acuerdo al artículo 24 del Código Tributario determinándose
período a período las diferencias de impuesto determinado en cada período
tributario impugnado, agregándose los reajustes, intereses y multas hasta la
fecha en que se notifica la liquidación. El contribuyente tiene plazo de 60 días
hábiles para reclamar de esta liquidación y en este caso no reclamó, se esperó un
tiempo prudente y el servicio de Impuestos Internos procedió a girar los
impuestos por cada uno de estos períodos tributarios, y eso fue más o menos en
noviembre de 2010. Hasta la fecha esos giros no han sido cancelados en la
Tesorería de acuerdo a los antecedentes de la página web del servicio.
Consultado por la querellante, respondió que efectivamente en este caso
relacionado con la empresa Riward, él participó en dos oportunidades.
Primeramente tuvo que requerir del contribuyente ciertos antecedentes,
entonces lo primero fue notificar a la empresa Riward para que hiciera entrega
de facturas de compraventas y facturas de proveedores, no se solicitó libros
contables. La empresa sí aportó la documentación desde enero hasta marzo, la
aportó en un período prolongado o sea se recibió documentos de Riward en varias
oportunidades, la primera vez fue el 19 de enero de 2009, después hubo dos
entregas en febrero de 2009 y lo último fue en la segunda quincena de marzo
mismo año. La documentación fue entregada en la oficina del testigo, concurría
don Mario Rojas que dijo ser contador de Riward e iba con poder de esta empresa
para hacer esas entregas. No le consta que el señor Rojas fuera contador, no vio
el título de esta persona, pero comparecía con un poder que se estimaba
suficiente en este caso.
A lo que se le pregunta, efectivamente en una oportunidad vio al
representante legal de la empresa, lo que ocurrió cuando se notificó la citación
ya que concurrió -el testigo- a la empresa y allí se encontró con el señor Riveros
Chacana.
La mayoría de las oportunidades se entendió con el señor Mario Rojas.
Consultado reconoció y señaló, por sus vestimentas el día de hoy, al acusado
Mario Rojas Echeverría como quien se presentó como contador de la empresa
Riward y al que se ha referido.
Al recibir los antecedentes de los contribuyentes se debe dejar constancia,
se levanta un acta de recepción de documentos donde se indica quien los
entrega, el detalle de lo que se recibe, la fecha, y se firma por la persona que
entrega y por el fiscalizador actuante. Lo mismo se hace al devolver los
documentos, de lo que a veces se deja constancia en la misma acta de recepción
y en otras ocasiones se levanta un acta de devolución en forma separada.
Se le exhiben documentos N°67, 68, 69, 70 y 71 prueba de la Querellante
señalando:
Estas son las Actas de Recepción de documentos, la primera es de fecha 13
de enero 2009, entregados por Mario Rojas Echeverría, es documentación de
Riward Ingeniería y Construcción; la segunda es de fecha 23 enero 2009, entrega
Mario Rojas Echeverría documentación de Riward Ingeniería y Construcción; la
tercera, de fecha 10 febrero de 2009 entrega la misma persona y consigna
parcialmente la devolución de documentación; de fecha 6 marzo 2009 hace
entrega la misma persona; y la última acta es de fecha 10 marzo de 2009
también entrega la misma persona indicada.
A continuación se exhiben a la audiencia y el testigo expone:
Respecto del Documento N° 67: Es un acta de Recepción, corresponde al
Formulario 3309, el tipo de documento es acceso a la documentación o
recepción de documentación, que se levanta en cumplimiento a la notificación
que efectuó el servicio No. 447505 de 13 de enero de 2009 en que se le
remitieron los antecedentes al contribuyente. Se detalla también la
documentación aportada por el contribuyente, por ejemplo aquí se indican
declaraciones mensuales de impuestos de enero a diciembre 2007; libro de
compraventas de enero a diciembre de 2007; declaración de Renta año comercial
2007; cuatro cajas con archivadores mencionándose el contenido de éstos.
Entonces en esta primera oportunidad, y se rectifica de lo que dijo antes, el
contribuyente efectivamente aportó los libros contables Caja, Banco, Diario,
Mayor, Balance e Inventarios del año comercial 2007. Aparece su firma y el
timbre dando fe de esta recepción.
Acá también se menciona también la devolución parcial de documentos,
fechada el 23 de enero, con su nombre, timbre y firma. Al final aparece la firma
de don Mario Rojas y el número de teléfono que aportó.
En cuanto al Documento N° 68: también es acta de Recepción de fecha 23
de enero, referida a Libro de compras de enero a junio de 2008 impreso en hojas
sin estar autorizado por el servicio de Impuestos Internos. Respecto a esto
último, la documentación válida ante el servicio de Impuestos Internos debe
estar previamente autorizada por este mismo servicio, mediante solicitud del
contribuyente quien aporta las hojas para ser timbradas por el servicio y así
quedan registrados esos folios. Acá eso no se había hecho, los libros no estaban
registrados por el servicio. Este documento no tiene validez legal, aunque lo que
en el documento se dice pudiera ser cierto. El contribuyente se puede hacer
acreedor a una sanción administrativa al incurrir en esa omisión, pero en este
caso no se cursó alguna infracción.
Respecto del Documento N° 69: Se emitió el 10 de febrero de 2009 y
corresponde a acta de Recepción, entrega de documentación la hizo Mario Rojas
Echeverría en representación de Riward Ingeniería y Construcción, se trata de un
disco compacto que contiene los libros de Compra y Venta años 2007 y 2008 en
forma digital. La empresa está autorizada para llevar contabilidad en forma
computacional, pero a requerimiento del servicio debía presentar la
documentación en forma impresa y no en forma electrónica. Cuando se requiere
por el servicio de Impuestos Internos en forma impresa se le da un plazo al
contribuyente y entonces Riward aportó antecedentes a través de un disco
compacto y, además, en papel impreso. Acá se indica que lo entregado fue un
archivador que contiene contabilidad año 2005, Libro Compraventas, Libro Caja,
Diario y declaraciones de IVA enero a diciembre 2005; archivador contabilidad
2006, Libros Compra Ventas, Caja, Diario; e IVA de enero a diciembre 2006 y
declaraciones formulario 3323; IVAs de enero a diciembre 2008; y facturas de
proveedores de años 2006 a 2008 en cajas.
Además en este documento se realiza la devolución, en abril de 2009, de
parte de esa documentación que aparece suscrita por don Mario Rojas Echeverría
con la firma y Rut de esta persona; también aparece su media firma y el timbre
institucional. Al pie del documento, aparecen las firmas de Mario Rojas
Echeverría cuando aportó esta documentación y de la fiscalizadora que recibió.
El documento N° 70: Es de fecha 6 de marzo de 2009, referido a
archivador con libros de compra y ventas en hojas sueltas de enero a diciembre
de 2008. Finaliza con las firmas de don Mario Rojas Echeverría, y su firma con
timbre del servicio.
El Documento N° 71: Es de fecha 10 de marzo de 2009, referido a
recepción de documentos, e indica que hace la entrega Mario Rojas por Riward,
de una caja con facturas de proveedores de julio a noviembre de 2005. También
hay una devolución de documentación fechada el 29 de abril de 2009, en que
aparece don Mario Rojas recibiendo esa documentación de parte del servicio de
Impuestos Internos.
Efectivamente en cada caso recibió todos estos antecedentes descritos en
estos documentos, y lo que más apuraba era rescatar las facturas del proveedor
Héctor Gaete que habían sido solicitadas por el departamento de Delitos
Tributarios, porque había presentado denuncia al Ministerio Público. Se rescató
esas facturas y fueron remitidas a Santiago, sin embargo al revisar esta
documentación se encontró indicios de facturas irregulares, encontraron
documentos de montos relevantes que se observan con más precisión y se cruzan
con los datos de la web del servicio y así se comprobó que algunas de esas
facturas habían sido emitidas con anterioridad a la fecha del timbraje; otras, que
señalaban que un proveedor ya registraba antecedentes de duplicación de sus
facturas; y otros casos en que había facturas fuera del rango de las timbradas por
el servicio, por ejemplo el contribuyente timbró facturas hasta el No. 1.000.- y
había algunas de números superiores a ese. Todo eso se informó a Santiago desde
donde enviaron a la fiscalizadora María Eugenia Muñoz quien hizo un sondeo
preliminar de la documentación, y pidió que se le remitiera toda esta
documentación a Santiago para realizar las verificaciones, para ver si realmente
había irregularidades y recopilar los antecedentes al respecto. Así, se envió todo
al departamento de Delitos Tributarios de Santiago, en la Dirección Nacional del
Servicio de Impuestos Internos. Allí se verificaría si había irregularidades, a
objeto de recopilar los antecedentes y ver la forma de efectuar los cobros. El no
participó en esa recopilación de antecedentes y no tuvo noticias del caso hasta
fines de 2009 cuando el departamento de Delitos Tributarios remitió un informe
preliminar en el que se detallaba todas las irregularidades que presentaban las
facturas de proveedores, estableciéndose su falsedad, eran 19 proveedores a los
que se les había duplicado sus facturas, las que estaban en poder de Riward
Construcciones y con las cuales esta empresa aumentó el crédito fiscal para
pagar menos impuestos, tanto IVA como Renta.
A él le llegó la indicación para efectuar el cobro civil de los impuestos con
el informe preliminar que recibió de Santiago, y para ese cobro se requirió
documentación al contribuyente para ver las fechas de pagos y los montos de las
operaciones con los proveedores.
Luego se le exhiben documentos N° 72 y 73: Afirma que en estos
documentos, en uno se hace mención a la recepción de documentos, de fecha 2
de diciembre de 2009; y en el otro, de entrega de documentos, fechado 4 de
septiembre de 2009.
En cuanto al N° 72: Es el Acta de 4 de septiembre, de Entrega de
documentos a Mario Rojas Echeverría en representación de Riward. Aparece
recibiendo este señor y se le devuelve 7 cajas con facturas, facturas del
proveedor “Siemen Ingeniería”, 2005 y 2006; del proveedor “Ferretería 10 de
julio”, año 2006, de “Transportes San Esteban” año 2005; también una carpeta
con impresión de libros de Compras de los meses de enero a junio de 2008 en
hojas sin timbrar. Estos antecedentes no le eran necesarios a la fecha de ser
devueltos, y además la documentación relevante ya estaba en poder del
departamento de Delitos Tributarios a esa fecha, este mismo departamento les
devolvió a ellos tal documentación para ser entregada al contribuyente, en la
que no habría habido irregularidades. Al final aparecen las firmas de don Mario
Rojas Echeverría y la del testigo con el timbre institucional.
EL N° 73: Es el Acta de Recepción, Formulario 3309, fechada 10 de
diciembre de 2009, acá hubo un segundo requerimiento al contribuyente, pues
seguramente era documentación con la que no se contaba y era para los efectos
de Renta, principalmente, y se requería para el cobro civil de los impuestos. Se
menciona que falta documentación, que no fue aportada por el contribuyente en
su oportunidad, y aparece recibiendo del señor Mario Rojas Echeverría figurando
la firma del testigo como funcionario, con el timbre respectivo.
Para efectuar el cobro primero hizo una clasificación por los períodos
involucrados en cada factura, determinando el perjuicio fiscal por cada período
tributario que en el caso del IVA era desde julio de 2005 hasta diciembre 2008; y
en Renta eran 2006, 2007, 2008, 2009. Lo primero que hizo fue emitir la
“citación” que es importante para el servicio, cuyo contenido es poner en
conocimiento del contribuyente las anomalías, irregularidades y cálculos de las
diferencias de impuesto que el servicio ha determinado. En este caso se
impugnaban los 19 proveedores, y con los montos en IVA y Renta, se hace el
cálculo de la base imponible involucradas en estas irregularidades. Las facturas
eran un poco más de 280, las mismas que venían en el informe preliminar
recibido de Santiago y producto de su revisión agregó algunas otras facturas que
estaban en el Libro de Compras del contribuyente, y entregó esa información
para que el contribuyente se pronunciara también en cuanto a estas
observaciones, respecto de las cuales dicho contribuyente tenía plazo de un a
mes desde que fue notificado para pronunciarse, el cual podía rectificar, aclarar
o ampliar su información o confirmar sus declaraciones de impuestos. Acá
primero pidió prórroga, se le dio por un mes más, sin embargo en la respuesta
que dio no se abocó al fondo sino que hace mención que no hubo intención de
defraudar al fisco, señalando que lo que generalmente hacía era que cada vez
que tenía un proveedor nuevo lo chequeaba en la página web del servicio para
constatar si era contribuyente y si las facturas estaban o no timbradas, pero no
dio respuesta, no rectificó, ni aclaró, sino que en definitiva como que
confirmaría sus declaraciones de impuestos haciendo mención a que no tuvo
intención de defraudar al fisco. Todo esto el contribuyente lo respondió por
escrito, suscribiendo esta respuesta el representante legal, el señor Riveros
Vega, precisando que en realidad no está seguro del segundo apellido, pero de lo
que sí está seguro es que estaba suscrito por el representante legal.
Al no contestarse derechamente la citación, lo que queda por hacer según
la ley es liquidar los impuestos en los mismos términos de la citación. La
“liquidación” de impuestos es entregar la información al contribuyente con las
impugnaciones que le hace el servicio, acá le impugnó todas las facturas de los
proveedores que eran falsas, de los 19 proveedores, las 280 y tantas facturas,
incluidas las facturas detectadas por el testigo como irregulares. Debe dejar
constancia que el contribuyente reconoce que todas estas facturas las tenía
registradas en su contabilidad.
Después de notificar la liquidación el contribuyente tiene un plazo de 60
días hábiles para reclamar de esta liquidación, ese reclamo se hace ante el
Director Regional del servicio de Impuestos Internos, haciendo presente que
actualmente el plazo es de 90 días hábiles y se presenta ante el Tribunal
Tributario. Riward no reclamó en el plazo legal y se esperó unos días
prudenciales luego de lo cual se emitió “el giro” del impuesto que es un
documento que es el comprobante de la determinación y pago de los impuestos
adeudados, equivale a la liquidación, es una liquidación por cada periodo
tributario involucrado y por cada tipo de impuesto, o sea por cada uno de los 38
períodos tributarios de IVA involucrados se emite un giro; y asimismo en el caso
del impuesto a la Renta. Esos giros fueron notificados en Noviembre de 2010. En
los controles que respecto de los giros se realizan se recibe información de
Tesorería y los giros de este caso están en cobranzas por parte de ese organismo,
y el cálculo a julio de 2014 es sobre $2.000.000.000.- (dos mil millones de pesos)
de deuda. En la liquidación del impuesto IVA la deuda es de $220.000.000.-
(doscientos veinte millones de pesos) aproximadamente; y por Renta son
$280.000.000.- (doscientos ochenta millones de pesos) y un poco más,
totalizando como $505.000.000.- (quinientos cinco millones), más o menos, de
impuestos, sin reajustes ni intereses ni multas, impuestos netos, y eso es lo que
asciende actualmente a los $2.000.000.000.- indicados.
Esto corresponde al cobro civil de impuestos, esas fueron las diferencias
de impuesto que él determinó y que en términos generales tendrían relación con
el informe preliminar tenido a la vista, a lo que en cuanto al IVA él agregó 5
facturas de proveedores de 2005 que constaban en la documentación del
contribuyente, y que fueron agregadas para que el contribuyente se pronunciara
también respecto de ellas. El informe preliminar emitido por el departamento de
Delitos Tributarios consignaba una deuda de $215.582.000.- y fracción de IVA,
valor histórico, que determinó ese departamento, y él, de acuerdo a lo
expresado, determinó un poco más, como $4.900.000.- más. El departamento de
Delitos Tributarios en cuanto a Renta determinó la suma de $415.924.000.- y
fracción, lo cual tampoco coincidía con el cobro civil, porque se determinó una
suma mayor.
En IVA, él determinó que al utilizarse las facturas falsas el crédito fiscal
se aumentó ficticiamente. De las facturas de venta en las que recargó el IVA de
sus clientes eso debiera enterar, pero la ley le dice que de ese débito fiscal
puede rebajar el crédito fiscal soportado en las compras de todos sus insumos,
gastos, de sus costos, entonces Riward al aumentar el crédito fiscal y rebajarlo
de este débito lo que hizo fue pagar un menor débito fiscal, un menor impuesto
IVA, y eso ocurrió en los 38 períodos. Para efectuar esta operación, del débito
fiscal se le rebaja el crédito fiscal, es una operación aritmética no más, o sea al
total del IVA soportado en las ventas que yo retuve le rebajo o resto el crédito
fiscal que es los IVAs soportado en las compras, y así se determina el IVA a pagar.
Al aumentar el crédito fiscal resto una mayor cantidad de las ventas y pago
menor impuesto, así se hizo en los 38 períodos.
En las rentas, la irregularidad detectada fue lo siguiente: en las facturas
de proveedores, en general, al efectuar compras pueden estar relacionadas con
compras de activos fijos, de insumos, de materiales, o gastos o prestación de
servicios, acá eran principalmente compras de materiales o arriendo de
maquinarias, él las contabilizaba en la cuenta “costo de obras”, de tal forma que
en Renta el contribuyente aumentó también ficticiamente el valor de esta
cuenta, que es de gastos, y por tanto se rebaja de los ingresos del período y se
determina una utilidad según balance. Esta utilidad siempre tiene algunos
ajustes de acuerdo a los artículos 29 al 33 ley de Rentas en los que se indica que
hay gastos que la ley no los permite, son gastos rechazados por ser ajenos al giro
o sencillamente porque no son aceptados por esta ley, por ejemplo los impuestos
de renta, entonces si bien es cierto que financieramente ese gasto para la
empresa es un gasto y, por tanto, el contribuyente determina una utilidad que
es el total de ingresos menos el total de gastos, pero ésta debe ser ajustada para
ajustarse a la renta líquida imponible establecida en la Ley de la Renta. En este
caso, al aumentar ficticiamente sus costos por supuesto disminuyó la utilidad.
Ese aumento se producía porque todas las facturas de proveedores las registraba
primero en su Libro de Compras, registraba el neto más el IVA, y el neto lo
traspasaba a esta cuenta de costos, y esta cuenta es gasto, si yo aumento
ficticiamente mis gastos o mis costos me disminuye la utilidad. A la Renta se
lleva el valor neto de la mercadería o servicio recibido, que en este caso no eran
operaciones reales, y eso significó aumento de los costos, aumentándolos
ficticiamente, con eso disminuía la utilidad sobre la cual debía pagar los
impuestos correspondientes, o sea, pagaba menos impuestos. En el caso de
Riward notoriamente pagó menos impuestos, pues al aumentar ficticiamente sus
costos al determinar una menor base imponible, una menor renta, y por tanto
pagó menos impuesto del que correspondía.
En el período revisado sí hubo pagos de impuesto a la Renta por parte de
Riward, pero mayormente lo que se le produjo fueron devoluciones de
impuestos, porque la base imponible que declaraba era bastante baja. Si Riward
hubiera pagado lo que realmente correspondía en su oportunidad, no habría
habido devoluciones de impuestos, el Fisco no le habría tenido que devolver los
pagos provisionales mensuales, sino que Riward habría tenido que pagar
impuestos, y eso se determinó finalmente en las liquidaciones.
Luego se le exhiben documentos 56, 57, 58, 59, 60 y 62: Señala, que el N°
56: es un archivador con declaraciones mensuales de impuestos año 2005; Libro
de compra año 2005 y libro Mayor del año 2005.
N° 57: es archivador que contiene certificados relativos a declaraciones
mensuales de impuesto IVA del año 2006; libro de Compras año 2006 y Libro
Mayor del año 2006.
N° 58: es un archivador que contiene declaraciones de impuestos IVA
2007; libro de Compra enero a diciembre 2007.
N° 59: es un archivador que contiene Libro Caja Banco año 2007; Libro
Mayor del año 2007; declaración jurada de los dividendos año tributario 2008 año
comercial 2007.
N° 60: es un archivador que contiene Libros de Compras y Ventas año
2008, enero a diciembre.
N° 62: es un archivador con la contabilidad computacional año 2008; y
Libro Mayor año 2008.
Estos documentos los recibió él de Riward y los tuvo a la vista para el
cobro civil de los impuestos, y que remitió al departamento de Delitos
Tributarios de Santiago.
En los libros de adquisiciones estaban todas las facturas registradas, las
286 y tantas, se les comparó en su sumatoria o sea los 38 períodos mensuales,
con los formularios 29 y en estos estaban allí incluidas sus valores.
En las declaraciones de Renta los netos de las facturas estaban incluidos
en los balances y en los Libros Diario y Mayor, los que también tuvo a la vista.
Luego se le exhibe documento No. 61, prueba del Ministerio Público (63
del Querellante): dice que es el Libro de Inventarios y Balances de Riward
Electricidad S.A. que tenía el mismo Rut del actual Riward Ingeniería y
Construcción S.A., es el mismo contribuyente y que es el que revisó. Están los
inventarios de cada período empezando el 31 de diciembre 1997 y así va año a
año, hasta el 2008, asimismo están los Balances, él tuvo a la vista este Libro.
El neto de las facturas calificadas como falsas fueron incluidos en los libros
Diario y Mayor, lo que significó aumento en costos y gastos de la empresa, lo que
se reflejó en los balances y en el formulario 22, los datos eran concordantes
absolutamente. La empresa tuvo utilidades en todos los años que revisó, del año
comercial 2005 al año comercial 2008 que equivalen a los años tributarios 2006 al
2009.
La empresa Riward sí solicitó devoluciones de impuestos. Cuando el
contribuyente hace declaración de impuestos también indica los pagos
provisionales y si hay diferencia a favor del contribuyente en principio el servicio
lo devuelve, salvo que haya inconsistencia de acuerdo a lo que declare un
tercero, así se le permite al contribuyente rectificar su declaración y una vez
salvada la observación, se le devuelve el impuesto. Los casos que se lleva a
revisión son los casos en que el contribuyente no pudo rectificar. La devolución
al contribuyente se puede hacer por depósito en cuenta corriente del
contribuyente o mediante cheque que se entrega el domicilio, no sabe qué
modalidad hubo en este caso pero sí le consta que se devolvieron impuestos. El
servicio hace pequeños cruces de información y autoriza la devolución, sin
perjuicio de lo que se pueda determinar después porque el servicio de Impuestos
Internos tiene tres años para efectuar la revisión de las declaraciones de
impuestos con más detención, según el artículo 200 del Código Tributario e
incluso si hay declaraciones maliciosamente falsas se aumenta ese plazo a seis
años. El señor Rojas no le proporcionó los datos de quien le entregó las facturas,
nunca escuchó el nombre “Jorge Niemeyer”, nunca tampoco el señor Rojas le
señaló que le aportaría los datos de quien le entregó las facturas tampoco que
tuviera la intención de pagarse estos impuestos. Los impuestos se pagan vía
declaración, y si ha habido revisión el pago se hace a través de los giros, el pago
se hace con dinero. No se puede ofrecer un inmueble para el pago de los
impuestos, sólo se paga con moneda nacional, en pesos, o en ciertos casos se
puede pagar en dólares.
Interrogado por el Ministerio Público dijo que el representante legal de
la empresa le dijo que no tenía la intención defraudar al fisco; esta persona no
alegó que alguna persona en particular fuera responsable de esta situación
descubierta. Por ejemplo, no dijo que haya sido responsable el contador de la
empresa.
Las irregularidades se acotaron a poco más de 280 facturas; lo relevante
en ellas ese el monto total de ellas, sus netos y sus IVAs, los cuales claramente
sobresalían del promedio habitual de los montos mencionados por otros
proveedores de esta empresa.
Interrogado por la Defensa de Guillermo Riveros Chacana dijo que todos
los documentos fueron aportados por la sociedad Riward. De lo solicitado, esta
empresa no entregó los análisis del libro de inventarios. No se especificaba el
detalle de las operaciones en los libros de balance, ni en los activos ni en los
pasivos. Tampoco estaba el detalle de los proveedores. No estaba, por ejemplo,
a quiénes se les debía pagar facturas y cuál era el monto que se adeudaba.
El deponente no interrogó ni tomó declaraciones a la persona que le
llevaba los documentos que se requerían.
La respuesta del representante legal a la que aludió corresponde a lo que
el representante legal manifestó por escrito en un requerimiento específico que
se le hizo.
El representante legal del que habla es Guillermo Riveros Vega.
En la gestión de cobro civil, el deponente añadió cinco facturas más,
adicionales a las que estableció el departamento de delitos tributarios. Él sólo
las incluyó en el cobro civil de los impuestos, pero no lo informó al Didet.
Devolvió los documentos que no necesitaban en la auditoría.
Entre las facturas objetadas había algunas relativas a servicios, por
ejemplo, arriendo de maquinarias; otras eran por adquisición de materiales.
Todas ellas van al libro de compras. En la cuenta de mercaderías están o
deberían estar registradas las existencias; esta cuenta debería estar en el libro
mayor; en tanto sólo estén en este libro, ellas no son costos.
Al exhibirle la documental Nº 55 del Ministerio Público dijo que es el libro
de compras del año 2005, específicamente del mes de julio de 2005, se le indican
algunas anotaciones del proveedor María Isabel Correa, factura 3461, y se indica
“exento material neto”. Esa anotación hay que relacionarla con el documento
allí anotado, pues si se compra combustible, esa compra paga IVA pero también
paga un impuesto específico, que no es parte del IVA. Si ese documento no se
lleva a la cuenta costos de obra, no es un gasto aún.
La Tesorería es quien debe recibir los pagos de los impuestos adeudados,
no el SII.
Consultado por la defensa de Mario Rojas, dijo que esta persona tuvo
buena disposición en cumplir con lo que se le solicitaba; sí se demoró más de dos
meses en entregar la documentación solicitada. Lo habitual es que los
contribuyentes cumplan en plazos más cortos.
Jamás le hizo preguntas al contador referido respecto a qué pasaba con tal
o cual proveedor.
Consultado por el Tribunal aclaró que al momento en que realizó el
cobro o liquidación de esta causa, el contribuyente debía reclamar dentro de 60
días hábiles ante el Director Regional del Servicio de Impuestos Internos; no
reclamó, se giraron los impuestos y ahí se podía pagar o reclamar, nuevamente,
si el giro no se condice con las liquidaciones. Ese reclamo también correspondía
ante el Director Regional del Servicio de Impuestos Internos. Ese reclamo no se
hizo.
Explicó que para establecer que el valor de una factura pasa a ser “costo”
o se considera “gasto”, para los efectos de determinar el pago de impuestos,
según dónde ella esté registrada en la contabilidad del contribuyente. Dijo que
las facturas se deben registrar en el libro de compras, en el cual se registran
tanto las ventas como las compras de un período, sean de materiales o de
servicios. Con esa base se determina el débito fiscal y el crédito fiscal y esto es
lo que se traspasa a la declaración de impuestos del Formulario 29, de manera
mensual: el débito determinado según el libro de venta y el crédito según lo
determinado en el libro de compras. Esa información luego se traspasa, en el
caso de las ventas, a los ingresos; y, en el caso de las facturas de compras, ellas
se clasifican, basándose en lo anotado en el libro de compras o en el libro diario
(esto pues hay quienes no llevan libro de compras, pero sí un libro diario con
anotaciones realizadas cronológicamente). En el libro diario se deben anotar,
cronológicamente, todas las operaciones que se realizan en la empresa, en la
forma de cargos y abonos, según sea compras y ventas. En este libro diario se
debe dejar constancia en qué cuenta del libro mayor se va a hacer ese cargo o
ese abono. Entonces, toda esta información se traspasa al libro mayor, en el cual
luego se hacen las sumatorias generales, mes a mes y del año, de todas las
cuentas allí registradas. Esos saldos finales, que dan cuenta de un “debe”, de un
“haber” y de un “saldo”, se traspasan al balance. Así es como en el balance, por
cada una de las cuentas de la contabilidad va a haber un “debe” un “haber” y un
“saldo”. Luego ellas se clasifican según si son cuentas de activos, cuentas de
pasivos o cuentas de gastos o de ingresos; para verificar la corrección de esas
cuentas debe hacerse una “cuadratura” de este balance. Según sea la diferencia
entre los ingresos y los gastos se va a determinar la existencia de una utilidad;
eso nos permite determinar la existencia según balance, una utilidad financiera.
Esta utilidad se toma y se le hacen ciertos ajustes considerando ciertos gastos
que están contabilizados y que permiten ajustar esta renta líquida imponible
para así llegar a una renta líquida afecta al impuesto de primera categoría.
Indicó que, por ejemplo, hay rentas exentas, como son ciertos dividendos, que
hay que rebajarlos de la renta líquida imponible y así se va formando la renta
líquida imponible. Una vez determinada ella, se le debe aplicar directamente la
tasa del impuesto.
En el presente caso, cuando el contribuyente determinó el impuesto a
pagar de primera categoría consideró los datos registrados en el libro balance,
pues así determinó sus costos; ese libro balance había sido “alimentado” con la
información proveniente del libro mayor; el cual, a su vez, había sido
“alimentado” con la información proveniente del libro diario.
Afirmó que las doscientas ochenta y tantas facturas que él calificó como
correspondientes a operaciones irregulares, habían sido incluidas sea en el libro
de compras o en el libro diario; y, a continuación, en el libro mayor; los datos
del mayor en el balance; en este se había determinado los costos de la operación
anual y luego éstas también se incluyeron en la determinación del impuesto a la
renta.

B) DOCUMENTOS:

53.- Tres Carpetas (signadas como 1, 4 y 5), todas de color verde, que
corresponden al Cuaderno de Antecedentes de la contribuyente Riward Ingeniería
y Construcción SA, Rut 96.527.370-0.
En la carpeta 1 se contiene el conjunto de antecedentes recopilados por la
perito; allí consta la declaración jurada de fecha 11 de marzo de 2009 tomada a
Guillermo Riveros Chacana, representante legal de la sociedad cuestionada, esa
es su primera declaración ante la perito María Eugenia Muñoz, allí se aprecia una
firma ilegible de él. De esa declaración se destaca cuando se le pregunta si
conoce al proveedor Héctor Gaete Zagal y él responde que compran en diversas
ferreterías de Santiago; cuando se le exhiben las facturas supuestamente
emitidas por el referido Héctor Gaete Zagal y el deponente Riveros Chacana
respondió (pregunta 8), afirmando que él firmó cheques a favor de Ferretería
Araucaria, que las compras son efectivas y que correspondían a bienes necesarios
para su empresa. Además está una segunda declaración jurada, tomada el 13 de
julio de 2009 al mismo Guillermo Riveros Chacana; en ella se le consulta por los
proveedores Mario Pinto Stewart, junto con exhibirle facturas de ese proveedor,
y lo mismo respecto de Comercial Lizama, de Antonio Saavedra e Hijos Ltda, de
Imein SA, de Sociedad Dasco Ltda, de Sociedad Ferretería Industrial SA., de Tisa
SA, de Thomas y Herrera Ltda, Comercial Lyn Ltda, de María Isabel Correa
Berríos, de Lesco SA, de Ricardo Vásquez Velásquez, de Sociedad Dlar Ltda, de
CDC Textil Ltda, de Gtres Ingeniería y Construcción, de Ferretería y Comercial
Ausensi Ltda, de Sergo SA, de Miguel Ángel Tavali Durán, (preguntas 4 a la 35).
Respecto de todos ellos dijo que las facturas por las que se le consulta llegaron a
la contabilidad de Riward pues todos los materiales que en ellas se mencionan
efectivamente corresponden a materiales adquiridos por su empresa. Está la
firma del declarante y de la fiscalizadora María Eugenia Muñoz.
En la Carpeta Nº 4, se incluyen las facturas del proveedor Comercial LYN
Ltda, RUT 78.304.180-4, que individualiza. Junto a ella una cartilla SIT, que es
una hoja de información relativa a la comercial LYN Ltda con resumen de su
extracto de constitución, de octubre de 1992, que señala que su representante
es Ramón Mario Lizama Cortéz; una declaración jurada de Ramón Mario Lizama
Cortéz, quien confirma ser el representante de la sociedad antedicha y también
manifiesta que no conoce a la sociedad Riward Ingeniería, expresa que las
facturas supuestamente suyas no corresponden, sus formatos no los conoce y por
su numeración datan de hace 18 años atrás.
En la Carpeta Nº 5 se contienen facturas del contribuyente Mario Patricio
Pinto Stewart, RUT 7.312.854-4 que individualiza. También se contiene un listado
de facturas y fechas de timbrajes de ella por parte de tal contribuyente; la
última factura timbrada por el Servicio de Impuestos Internos es la número 600.
56.- Un Archivador color burdeo, de palanca, que corresponde a la
Contabilidad Computacional del año 2005 de la contribuyente Riward Ingeniería y
Construcción SA, Rut 96.527.370-0. Contiene declaraciones mensuales de
impuestos del año 2005; libro de compras o adquisiciones, de 2005; de caja -
bancos; y, libro mayor del año 2005.
57.- Un Archivador color burdeo, de palanca, que corresponde a la
Contabilidad Computacional del año comercial 2006 de la contribuyente Riward
Ingeniería y Construcción SA, Rut 96.527.370-0. Contiene cuatro certificados de
haberse presentado las declaraciones de impuestos de IVA del año 2006, de fecha
septiembre de 2007; el libro de compras del año 2006; y, el libro mayor del año
2006.
58.- Un Archivador color burdeo, de palanca, que corresponde al Libro de
Adquisiciones y Facturación correspondiente al comercial 2007 de la
contribuyente Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut 96.527.370-0. Contiene
las declaraciones de impuestos mensuales del año 2007, es el detalle del libro de
compras del año 2007.
59.- Una carpeta de color azul que corresponde a Libros Contables del año
comercial 2007 de la contribuyente Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut
96.527.370-0. Contiene el libro caja y banco del año 2007; el libro mayor del año
2007; y, las declaraciones juradas de los dividendos del año tributario 2008.
60.- Una Carpeta de color azul que corresponde a Libros de Adquisiciones y
Facturación del año comercial 2008, de la contribuyente Riward Ingeniería y
Construcción SA, Rut 96.527.370-0. Contiene los libros de compras y ventas del
2008, de enero a diciembre.
62.- Un Archivador color burdeo, de palanca, que corresponde a la
Contabilidad Computacional del año 2008 de la contribuyente Riward Ingeniería y
Construcción SA, Rut 96.527.370-0. Contiene la contabilidad computacional del
año comercial 2008, el libro caja-banco y el libro mayor, también del año 2008.
67.- Formulario 3309 sobre Acta de Recepción/Entrega y/o Acceso
Documentación de 19-01-2009, suscrita por Mario Rojas Echeverría y por el
fiscalizador Oscar retamal Méndez, quien la reconoció en el juicio.
68.- Formulario 3309 sobre Acta de Recepción/Entrega y/o Acceso
Documentación de 23-01-2009, suscrita por Mario Rojas Echeverría y por el
fiscalizador Oscar retamal Méndez, quien la reconoció en el juicio.
69.- Formulario 3309 sobre Acta de Recepción/Entrega y/o Acceso
Documentación de 10-02-2009, suscrita por Mario Rojas Echeverría, fiscalizador
Ingrid Inalef.
70.- Formulario 3309 sobre Acta de Recepción/Entrega y/o Acceso
Documentación de 06-03-2009, suscrita por Mario Rojas Echeverría y por el
fiscalizador Oscar Retamal Méndez, quien la reconoció en el juicio.
71.- Formulario 3309 sobre Acta de Recepción/Entrega y/o Acceso
Documentación de 10-03-2009, suscrita por Mario Rojas Echeverría y por el
fiscalizador Oscar Retamal Méndez, quien la reconoció en el juicio.
72.- Formulario 3309 sobre Acta de Entrega de Documentación de 04-09-
2009, suscrita por Mario Rojas Echeverría y por el fiscalizador Oscar Retamal
Méndez, quien la reconoció en el juicio.
73.- Formulario 3309 sobre Acta de Recepción/Entrega y/o Acceso
Documentación de 10-12-2009, suscrita por Mario Rojas Echeverría y por el
fiscalizador Oscar Retamal Méndez, quien la reconoció en el juicio.

NOVENO: Que, la defensa del acusado Guillermo Cristian Riveros Chacana


hizo suya la prueba del Ministerio Público, signada desde el N°51 al 64, y
presenta como prueba documental propia, la siguiente:
DOCUMENTAL PROPIA: (desde la número 1 al 128, los documentos están en
poder del MP y nos entregó copia en disco; yo envié copia de ellos a SII, quienes
confirmaron recepción)
1.- Calendario de finiquitos pactados en cuotas Codelco desde el 07.12.09 al
05.05.10.- Es una nómina de los trabajadores finiquitados, las fechas de cuotas a
pagar y el total de ello.
2.- Finiquito de contrato de trabajo de Patricio Andrés Fernández Rojas de
fecha 15.01.10 por $220.877.-
3.- Comprobante de egreso abono finiquito a Patricio Fernández de fecha
05.02.10;
4.- Comprobante de egreso abono finiquito a Patricio Fernández de fecha
19.02.10, Cuota 2-3;
5.- Comprobante de egreso abono finiquito a Patricio Fernández de fecha
05.03.10, Cuota 3-3;
6.- Finiquito de contrato de trabajo de Mónica Alejandra Duran Muñoz de
fecha 30.11.09 por $974.869; tiene un timbre del 17-diciembre-2009.
7.- Comprobante transferencia de fondos Banco Santander de fecha
09.12.09 por un monto de $281.808; glosa: pago remuneraciones a Mónica Durán
Muñoz;
8.- Correo electrónico Banco Estado de fecha 18.12.09 que avisa
transferencia de fondos a Mónica Durán por la cantidad de $281.808, por parte
Cymma Ingeniería y Construcción SA;
9.- Correo electrónico de Banco Estado a Orietta Rojas de fecha 05-02-10
que informa transferencia de fondos por parte Cymma Ingeniería y Construcción
SA a Mónica Duran por $129.444;
10.- Finiquito de trabajo de Jessica Angelina Fernández Navarrete de fecha
30.11.09 por $636.993, con fecha autorización ante Notario de diciembre de
2010;
11.- Correo Electrónico Banco Santander de fecha 07.12.09 informando el
pago de finiquito a Jessica Fernández de $100.000.-;
12.- Correo electrónico del Banco Estado: aviso de transferencia de fondos
por parte de Cymma Ingeniería y Construcción SA, a Jessica Fernández de fecha
05.02.10 por $190.000;
13.- Correo electrónico del Banco Estado: aviso de transferencia de fondos
por parte Cymma Ingeniería y Construcción SA a Jessica Fernández, de fecha
04.03.10 por $190.000;
14.- Finiquito de contrato de trabajo de Eduardo Olegario Aparicio Pérez de
fecha 15.01.10, con timbre de 20 de enero de 2010;
15.- Comprobante de egreso finiquito Aparicio Pérez cuota 1 de dos de
fecha 20.01.10;
16.- Comprobante de egreso finiquito Aparicio Pérez abono finiquito y total
de fecha 05.02.10;
17.- Finiquito de contrato de Luis Alfredo Bravo Manríquez de fecha
15.01.10; no se indica la forma de pago.
18.- Comprobante de transferencia de fondos de Banco Estado de fecha
05.02.10 por parte de Cymma Ingeniería y Construcción SA hacia la cuenta de
Luis Bravo Manríquez;
19.- Comprobante de egreso dinero para Bravo Manríquez; finiquito cuota 2
de 4 de fecha 08.03.10;
20.- Finiquito de contrato de trabajo de Fernando Cristian Busto Risco de
fecha 15.01.10; nadie lo firma ni tiene timbre de autorización.
21.- Comprobante de egreso de dinero por finiquito a Fernando Cristian
Busto Risco; finiquito cuota 1-3, de fecha 19.01.10
22.- Comprobante de egreso de dinero por finiquito a Fernando Cristian
Busto Risco; finiquito cuota 2-3 de fecha 19.02.10
23.- Comprobante de egreso dinero para Fernando Cristian Busto Risco;
finiquito cuota 3- 3 de fecha 08.03.10;
24.- Comprobante transferencia de fondos Banco Estado informando el pago
por parte de Cymma Ingeniería y Construcción SA, a Fernando Bustos Risco de
fecha 08.03.10;
25.- Finiquito de contrato de trabajo de Félix Antonio Fernández Navarrete
de fecha 15.01.10;
26.- Comprobante egreso de dinero por finiquito a Félix Fernández
Navarrete de fecha 18.01.10;
27.- Finiquito de contrato de trabajo de Pedro Enrique Gallardo González de
fecha 15.01.10;
28.- Comprobante de egreso de fecha 05.02.10 para Pedro Gallardo: Abono
finiquito;
29.- Comprobante de egreso de fecha 19.02.10 para Pedro Gallardo, Cuota
2-2;
30.- Finiquito de contrato de trabajo de Gabriel Alfredo Jara Soto de fecha
15.01.10;
31.- Comprobante de egreso a nombre de Gabriel Jara Soto de fecha 21-01-
10: cancela finiquito, 1-3;
32.- Comprobante de egreso a nombre de Gabriel Jara Soto de fecha
19.02.10 pago finiquito cuota 2-3; sin firma.
33.- Transferencia de fondos de fecha 19.02.10 de Cymma Ingeniería a Jara
Soto;
34.- Comprobante de egreso a nombre de Gabriel Jara Soto de fecha
05.03.10 pago finiquito cuota 3-3; sin firma;
35.- Finiquito de contrato de trabajo de Nelson Orlando Terzán Rozas de
fecha 15.01.10, con timbre 26 de enero de 2010;
36.- Comprobante de egreso a nombre de Nelson Terzán de fecha28.01.10
pago finiquito 1-3; sin firma;
37.- Comprobante de egreso a nombre de Nelson Terzán de fecha 02.03.10
cuota 2-3; sin firma;
38.- Aviso de transferencia de fondos por parte de Cymma Ingeniería y
Construcción, a favor de nombre de Nelson Terzan, de fecha 05.03.10;
39.- Comprobante de egreso a nombre de Juan Herrera de fecha 20.01.10
cancela finiquito.
40.- Estado de finiquitos pactados, referido a 15 personas. Es un resumen de
valores pactados, pagados y pendientes. No tiene fecha, firma ni timbre alguno.
41.- Finiquito de contrato de trabajo de Marcelo Antonio Millones Ramos de
fecha 30.10. 2009, tiene un timbre de fecha 13 de noviembre de 2009;
42.- Comprobante de egreso de dinero nº 1133/09 de fecha 12.11.09 (Pago
a Marcelo Millones, Luis Cisterna y Cristián Peña), sin firmas;
43.- Finiquito de contrato de trabajo de Luis Fabián Cisternas Castillo de
fecha 15.11.09;
44.- Finiquito de contrato de trabajo de Cristián Orlando Peña Contreras de
fecha 13.11.09;
45.- Finiquito de contrato de trabajo de Carola Soledad Fuentes Troncoso
de fecha 11.03.2009, con timbre de fecha 23 de marzo de 2009;
46.- Aviso transferencia de fondos por parte de Cymma Ingeniería y
Construcción SA a favor de Carola Soledad Fuentes Troncoso, de fecha 19.02.10;
49.- Comprobante transferencia de fondos por parte de Orietta De Lourdes
Rojas Espíndola, a favor de Carola Fuentes Troncoso, de fecha 17.07.09, precisa
que es con motivo de finiquito pactado cuota 4 de 8;
54.- Finiquito de contrato de trabajo de Claudio Andrés Molina Estay de
fecha 30.01.10; tiene timbre de fecha 18 de febrero de 2010;
55.- Comprobante de transferencia de fondos por parte de Cymma
Ingeniería y Construcción SA a favor de Claudio Molina Estay, de fecha 19.02.10;
56.- Finiquito de contrato de trabajo de Carlos Frías León, de fecha
08.01.10;
57.- Comprobante de transferencia de fondos por parte de Cymma
Ingeniería y Construcción SA a favor de Carlos Frías León de fecha 18.12.2009;
58.- Finiquito de contrato de trabajo de Ruiz Espíndola, Federico Javier de
fecha 21.07.09, tiene timbre de 04 de agosto de 2009;
59.- Comprobante de transferencia de fondos por parte de Cymma
Ingeniería y Construcción SA a favor de Federico Ruiz Espíndola, de fecha
03.02.10.
60.- Comprobante de transferencia de fondos por parte de Cymma
Ingeniería y Construcción SA a favor de Federico Ruiz Espíndola, de fecha
04.03.10;
61.- Finiquito de contrato de trabajo de Osvaldo Nolasco Carrasco González
de fecha 08.09.09, con timbre de la Dirección el Trabajo, de fecha 08 de
septiembre de 2009;
62.- Comprobante de transferencia de fondos por parte de Cymma
Ingeniería y Construcción SA a favor de Osvaldo Carrasco, de fecha 02.02.10;
63.- Comprobante de transferencia de fondos por parte de Cymma
Ingeniería y Construcción SA a nombre de Osvaldo Carrasco, de fecha 04.03.10;
64.- Finiquito de contrato de trabajo de David Segundo Castillo Espinoza, de
fecha 08.08.09, con timbre de autorización ante Notario del 26 de agosto de
2009;
65.- Comprobante de transferencia de fondos por parte de Cymma
Ingeniería y Construcción SA a favor de David Castillo, de fecha 07.01.10;
66.- Comprobante de transferencia de fondos por parte de Cymma
Ingeniería y Construcción SA a favor de David Castillo, de fecha 04.03.10;
67.- Comprobante de transferencia de fondos por parte de Orietta De
Lourdes Rojas Espíndola a nombre de David Castillo Espinoza, de fecha 15.02.10;
68.- Finiquito de contrato de trabajo de Jorge Antonio Rojas Oyarce de
fecha 22.01.10;
69.- Comprobante de transferencia de fondos por parte de Cymma
Ingeniería y Construcción SA, de fecha 22.02.10 a favor de Jorge Rojas Oyarce;
109.- Carta de fecha 9 de julio de 2008, enviada por Riward a Xstrata
Cooper, División Alto norte, haciendo presente que sólo se ha recibido el 54 % del
pago respectivo y que no se ha cumplido el estado de pagos acordado con Secin
SA. Tal carta la suscribe Guillermo Riveros Chacana, como gerente general de
Riward Ingeniería y Construcción SA;
112.- Carta de fecha 11.07.08, enviada por Xstrata Cooper Chile a Cristian
Riveros Chacana, informando que no le es posible intervenir en la relación
comercial entre Riward Ingeniería y Construcción SA y Secin S.A.;
113.- Página de Libro de Ventas, centro costo/total Alto norte SECIN S.A
CC2050; se detallan facturas y se indican los totales de ellas (son de junio, abril,
y noviembre de 2008); el neto es de $ 197.310.966 y el IVA es $37.489.083.
128.- Acta de audiencia preparatoria en procedimiento ordinario laboral, de
fecha 13.11.09, en causa RIT O-714-2009, del Juzgado de Letras del Trabajo de
Valparaíso, que da cuenta de conciliación entre el Sr. Antonio Ibaceta Villarroel y
la Empresa de Guillermo Riveros Chacana. Se acuerda un pago por parte de la
demandada al denunciante. El pago será hecho en cuotas por parte de Cymma
Ingeniería SA.
DÉCIMO: Que, la defensa del acusado Mario Enrique Rojas Echeverría hizo
suya, en forma íntegra, la prueba del Ministerio Público y del Servicio de
Impuestos Internos.
No presentó prueba adicional a la presentada por los acusadores.
UNDÉCIMO: Que, en consideración a que los términos de la acusación
aluden a actuaciones supuestamente delictuales que Guillermo Cristian Riveros
Chacana y Mario Enrique Rojas Echeverría habrían realizado en tanto
administrador y contador, respectivamente, de la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A., RUT N° 96.527.370-0, sea aumentando el verdadero monto de
los créditos o imputaciones que tenían derecho a hacer valer por concepto de
IVA, al incluir en la contabilidad de la empresa referida, en forma habitual y
reiterada, facturas falsas provenientes de operaciones que no se llevaron a cabo
realmente, generando de esa forma créditos fiscales de Impuesto al Valor
Agregado IVA aparente, así señalados en las declaraciones mensuales de
impuestos respectivas, para disminuir indebidamente el pago del referido
tributo; sea presentando declaraciones maliciosamente falsas de impuesto a la
Renta de Primera Categoría de la sociedad aludida, por vía de incorporar en la
contabilidad de esta última las facturas a que se alude precedentemente,
rebajando así la base imponible del tributo respectivo, a través de la imputación
de gastos y costos inexistentes en las declaraciones anuales de impuesto a la
renta, resulta necesario examinar el estatuto jurídico aplicable a la
administración de una sociedad del tipo al que pertenece Riward Ingeniería y
Construcción S.A.
Desde luego, cabe tener por asentado que Riward Ingeniería y
Construcción S.A. es una persona jurídica, pues satisface las exigencias descritas
en el artículo 545 del Código Civil, que dice que “Se llama persona jurídica una
persona ficticia, capaz de ejercer derechos y contraer obligaciones civiles, y de
ser representada judicial y extrajudicialmente…” ; conclusión a la que también
se puede llegar si se considera que Riward Ingeniería y Construcción S.A. no es un
individuo de la especie humana y, por ende, no es una persona natural, según
dispone el artículo 55 del citado código. 1
Considerando, además, que Riward Ingeniería y Construcción S.A. es una
sociedad anónima, debe colegirse que ella es una sociedad de tipo mercantil, sin
importar que se pueda haber formado para la realización de negocios de carácter
civil.2
En fin, de entre las sociedades anónimas, debe concluirse que Riward
Ingeniería y Construcción S.A. es una sociedad anónima cerrada, sea porque no
consta que ella haya inscrito sus acciones en el Registro de Valores, sea porque
el número de sus accionistas no supera a la centena.3
Debido a su condición de sociedad anónima, la administración de ella le
correspondía al directorio elegido por la junta de accionistas. 4

1
Debe tenerse en consideración que el Artículo 54 del Código Civil dice que las personas “son
naturales o jurídicas.”
2
Así expresamente lo dispone el artículo 1 de la Ley 18.406, sobre Sociedades Anónimas.
3
Ello atendiendo tanto a lo dispuesto en el artículo 2 de la Ley 18.406, sea en su anterior texto o en el
que está actualmente vigente a partir del 20 de octubre de 2009, después de la ley 20.382.
4
Artículo 31 de la Ley 18.406.
Al gerente o gerente general en su caso, le corresponde la representación
judicial de la sociedad, estando legalmente investido de las facultades
establecidas en ambos incisos del artículo 7° del Código de Procedimiento Civil;
él tiene derecho a voz en las reuniones de directorio, y responde con los
miembros de él de todos los acuerdos perjudiciales para la sociedad y los
accionistas, cuando no constare su opinión contraria en el acta. 5
En la época en que se dice habrían ocurrido los ilícitos materia de la
acusación se encontraba vigente la exigencia prevista en el artículo 51 de la
citada Ley 18.046 conforme al cual “Las juntas ordinarias de las sociedades anónimas
cerradas deberán nombrar anualmente dos inspectores de cuentas titulares y dos
suplentes, o bien auditores externos independientes, con el objeto de examinar la
contabilidad, inventario, balance y otros estados financieros, debiendo informar por
escrito a la próxima junta ordinaria sobre el cumplimiento de su mandato. Los
inspectores de cuentas podrán, además, vigilar las operaciones sociales y fiscalizar las
actuaciones de los administradores y el fiel cumplimiento de sus deberes legales,
reglamentarios y estatutarios.” A partir de octubre de 2009 la sociedad podía
liberarse de tal exigencia mediante una modificación estatutaria expresa al
efecto.
A lo anterior se ha de añadir que los artículos 73 y 74 de la Ley 18.046
establecen la obligación de llevar registros contables permanentes, de acuerdo
con las leyes aplicables, debiendo llevarse éstos de conformidad con principios
de contabilidad de aceptación general; y de confeccionar anualmente un balance
general al 31 de Diciembre o a la fecha que determinen los estatutos; siendo
obligación del directorio presentar a la consideración de la junta ordinaria de
accionistas una “memoria razonada acerca de la situación de la sociedad en el último
ejercicio, acompañada del balance general, del estado de ganancias y pérdidas y del
informe que al respecto presenten los auditores externos o inspectores de cuentas, en su
caso. Todos estos documentos deberán reflejar con claridad la situación patrimonial de
la sociedad al cierre del ejercicio y los beneficios obtenidos o las pérdidas sufridas
durante el mismo.”
Debe asentarse, también, que de conformidad a lo dispuesto en el artículo
78 de la citada ley “Los dividendos se pagarán exclusivamente de las utilidades
líquidas del ejercicio, o de las retenidas, provenientes de balances aprobados por junta
de accionistas…No obstante…, si la sociedad tuviere pérdidas acumuladas, las utilidades
del ejercicio se destinarán primeramente a absorberlas. Si hubiere pérdidas en un
ejercicio, éstas serán absorbidas con las utilidades retenidas, de haberlas .”
Para claridad de las responsabilidades respectivas, el artículo 135 de la
referida ley dispone que “Cada sociedad deberá llevar un registro público indicativo
de sus presidentes, directores, gerentes, ejecutivos principales o liquidadores, con
especificación de las fechas de iniciación y término de sus funciones.”
Las anteriores normas tienen un carácter imperativo ineludible pues el
artículo 137 de la Ley 18.046 prescribe que “ Las disposiciones de esta ley primarán
sobre cualquiera norma de los estatutos sociales que les fuere contraria .”
DUODÉCIMO: Que, en el presente caso no existe discusión entre los
intervinientes en cuanto a que, desde el año 2005, el acusado Guillermo Cristian
Riveros Chacana tenía a su cargo la administración de la sociedad Riward
Ingeniería y Construcción S.A., Rol Único Tributario 96.527.370-0, y que él era su
gerente general. Expresamente así lo admitió dicho acusado en su declaración
voluntaria ante el Tribunal y también lo señaló el otro acusado, Mario Rojas
Echeverría, al referirse al funcionamiento de la aludida sociedad.

5
Artículo 49 de la Ley 18.406.
A su vez, no existe discusión entre los intervinientes en cuanto a que
Guillermo Cristian Riveros Chacana también tenía la calidad de socio en dicha
sociedad, junto con el padre y la madre de él, hecho que también ambos
acusados señalaron en sus declaraciones.
En fin, tampoco existe discusión en torno al hecho de que el acusado Mario
Enrique Rojas Echeverría, era el responsable de llevar la contabilidad de dicha
sociedad, atendida su condición de contador y de suegro del acusado Guillermo
Riveros Chacana (por ser el padre de la esposa de éste).
DÉCIMO TERCERO: Que, atendido que la defensa del acusado Mario Rojas
sostuvo que en la presente causa se habían vulnerado garantías constitucionales
de su representado, por cuanto la investigación había sido llevada a cabo por
parte del Servicio de Impuestos Internos y luego el Ministerio Público solo había
hecho mínimas labores investigativas, ratificatorias de lo ya existente, lo que
infringiría el mandato del Tribunal Constitucional contenido en el párrafo 34º de
la sentencia de fecha 23 de abril de 2002, dictada en la causa ROL 349-2002, en
la que al pronunciarse acerca del Proyecto de Ley Sobre Normas Adecuatorias del
Sistema Legal Chileno a la Reforma Procesal Penal dijo: “ 34º. Que, siguiendo el
principio tantas veces aplicado por este Tribunal “de interpretación de conformidad a la
Constitución”, y a fin de precaver una eventual contradicción entre el nuevo numeral 10
del transcrito artículo 161 [del Código Tributario] 6 y el artículo 80 A de la Carta
Fundamental, esta Magistratura aprueba la modificación a aquel precepto, en el
entendido de que la “recopilación de antecedentes” a que él se refiere no importa ni
puede constituir una investigación de aquellas que se mencionan en el citado artículo 80
A y, por ende, que si en el transcurso de esa recopilación el Servicio verifica que existen
motivos suficientes para iniciar una investigación por la posible comisión de un hecho
que revista caracteres de delito que corresponda sancionar con multa y pena corporal,
deberá abstenerse de continuar en dicha actuación;”
Para desestimar tal alegación ha de tenerse presente que, de modo
conteste, tanto los testigos Héctor Fernando Gaete Sagal y Oscar Retamal
Méndez, como la perito María Eugenia Muñoz, declararon ante el Tribunal que la
presente causa se inició luego de una denuncia hecha por el primero de los
testigos mencionados, quien concurrió ante la Policía de Investigaciones para dar
cuenta de la existencia de facturas duplicadas, empleadas por diferentes
contribuyentes, que copiaron los datos de facturas propias de él y que las
utilizaron en sus contabilidades y ante el Servicio de Impuestos Internos. Él hizo
tal denuncia al cotejar la información que el Servicio de Impuestos Internos tenía
respecto de él, en la que aparecían estas operaciones comerciales que él no
había realizado.
La referida perito precisó que luego de tal denuncia, que fue derivada de
la Policía de Investigaciones al Ministerio Público, la fiscalía Metropolitana Centro
Norte envió el Oficio N° 122-008, de diciembre de 2008, suscrito por el fiscal don
Iván Millán. Dijo que este Oficio daba cuenta de una denuncia que había hecho el
contribuyente don Héctor Gaete Sagal, quien al revisar su información en la
página del Servicio de Impuestos Internos detectó que la sociedad Riward lo
informaba como proveedor suyo en circunstancias que él nunca había tenido
relaciones comerciales con dicha empresa. Ello originó la investigación a la
Sociedad Riward Ingeniería y Construcción, RUT 96.527.370-0, la cual como
registraba domicilio en la región de Valparaíso se derivó a dicha oficina Regional
del Servicio de Impuestos Internos.
Por su parte, el testigo y fiscalizador del Servicio de Impuestos Internos
señor Oscar Retamal corroboró lo anterior y dijo que a él le correspondió citar a

6
Nota agregada por el redactor.
dicha sociedad, a través de sus representantes, para requerirle la presentación
de las facturas que se mencionaban en la denuncia de un contribuyente de
Santiago, quien negaba vínculos comerciales con Riward. A raíz de esta citación y
de la presentación de los documentos solicitados, hallaron más antecedentes que
les hacían dudar de las operaciones de dicha sociedad, por lo cual luego le
hicieron un requerimiento mayor, por más antecedentes contables de la citada
empresa.
De todo lo anterior surge que la presente causa surgió a raíz de la labor
investigativa propia que desempeñó el Ministerio Público, a través de su fiscalía
Metropolitana Centro Norte, quien haciéndose cargo de la denuncia de un
particular, requirió la realización de una labor investigativa al Servicio de
Impuestos Internos, fruto de la cual este organismo presentó querella por la
comisión de delitos tributarios, tal como se requería, al tenor de lo dispuesto en
el artículo 162 del Código Tributario, lo cual es concordante con lo previsto en el
artículo 54 de Código Procesal Penal. Adicionalmente puede señalarse que el
Oficio N° 122-008 es también una expresión de lo dispuesto en el inciso
penúltimo del citado artículo 162.
Luego del referido requirimiento de antecedentes, por parte del Ministerio
Público, el Servicio de Impuestos Internos, tras recopilar antecedentes
concernientes a la denuncia referida detectó mayores irregularidades en la
contabilidad y actividad tributaria de la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A. y presentó querella por ello, de tal manera que no pueden
tenerse por acreditados los hechos constitutivos de la vulneración de garantías
denunciada; por tal razón y porque no se avizora la existencia de ilegalidad en el
actuar de los referidos entes persecutores es que se desestimará la referida
alegación.
DÉCIMO CUARTO: Que, las declaraciones de los testigos y perito
presentados por la parte acusadora, provienen de personas que presenciaron los
hechos a que se refirieron, que impresionaron a los jueces como capaces de
percibirlos y apreciarlos por sus sentidos, existiendo una concordancia lógica en
su exposición, demostrando además la perito contable dominio de su respectiva
ciencia o arte, por lo que todos ellos aparecen como veraces y creíbles, razón
por la cual este tribunal acoge la prueba de cargo rendida, la que además está
respaldada por la documental incorporada, sin que hubiere sido desvirtuada por
la contraria.
Es en virtud de ello y a que con el mérito de la prueba de cargo rendida,
particularmente con el tenor de la prueba documental signada con los números
56, 57, 58, 59, 60 y 62 de la parte querellante, consistente en los registros de
contabilidad de los años comerciales 2005, 2006, 2007 y 2008, a los que se suman
los documentos signados con los números 61, 62 y 63 de la prueba documental
presentada por el Ministerio Público, consistentes en los Libros de Inventarios y
Balances de los años comerciales 2005 a 2008 y en los Formularios 29 sobre
Declaración y Pago Simultáneo Mensual de impuesto IVA de los períodos
mensuales de julio de 2005 a diciembre de 2008 y en los Formularios 22 sobre
Declaración Anual de Renta de los años tributarios 2006 a 2009, todos ellos
documentos correspondientes a la sociedad Riward Ingeniería y Construcción
S.A., Rol Único Tributario 96.527.370-0, se ha de tener por acreditado, en primer
término, que dicha sociedad tenía registros contables que dan cuenta de su
operación comercial en tales períodos y que ella presentaba domicilio en calle
Los Lirios N° 1425 de la comuna de Viña del Mar. En una primera etapa de su
funcionamiento comercial dicha sociedad se denominó sociedad Riward
Electricidad SA, pero luego varió a sociedad Riward Ingeniería y Construcción
S.A., si bien siempre mantuvo el mismo N° de Rol Único Tributario, el
96.527.370-0.
Ninguna de las defensas –ni los propios acusados- cuestionó la
autenticidad ni la integridad de tales registros contables.
Los aspectos fácticos referidos en el párrafo precedente fueron también
expresamente admitidos por ambos acusados en sus declaraciones voluntarias
prestadas ante el Tribunal. Ya antes se dijo que el acusado Guillermo Cristian
Riveros Chacana tenía a su cargo la administración de la sociedad Riward
Ingeniería y Construcción S.A., y que él era su gerente general, además de ser
socio en ella. A su vez, también ya se dijo que el acusado Mario Enrique Rojas
Echeverría se desempeñaba como contador de dicha sociedad en los antes
referidos periodos comerciales.
La declaración de la perito doña María Eugenia Muñoz y del testigo don
Oscar Retamal Méndez, ambos funcionarios fiscalizadores del Servicio de
Impuestos Internos, a la que se suma la del subcomisario de la Policía de
Investigaciones, don Marcelo Escobar Contreras, también corroboran las
calidades que los acusados tenían respecto de dicha sociedad.
DÉCIMO QUINTO: Que, el examen de los registros contables de los años
comerciales 2005 a 2008, ya aludidos, de la referida sociedad, permite observar
que en ellos efectivamente se encuentran registradas operaciones de compra de
bienes y servicios a los proveedores que se mencionan como cuestionados por la
acusación. Ello aparece al revisar el libro de compras, también llamado de
adquisiciones y el libro mayor de dicha sociedad.
La documentación que sustenta tales anotaciones contables –en lo que
atañe a las operaciones cuestionadas- también fue presentada por la parte
acusadora y ella corresponde a las facturas incorporadas al juicio con los
números 1 (Facturas N° 18537 y 18538, presuntamente emitidas por el
contribuyente Miguel Ángel Tavali Durán, Rut 8.293.453-7); 4 (Facturas N°
28314, 28315, 28330, 28773, 28774, 28775, 28776, 28777, 28851, 28852, 28857,
28862, 28863, 29226, 29233, 29239, 29247, 31681, 31682, 31683 y 31684
presuntamente emitidas por la contribuyente Imein SA, Rut 88.279.700-7); 7
(Facturas N° 49503, 49504, 49505, 49508, 49514, 49520, 49521, 49533, 49541,
49546, 49547, 49548, 49549, 50953, 50954, 50955, 50956, 50957, 51031, 51032,
51033, 51034, 51915, 52034, 52039, 52045, 52114, 52127, 52139, 53115, 53123,
53132, 53134, 53140, 53254, 53262, 53273, 53347, 53353, 53354, 53362, 53371 y
53372 presuntamente emitidas por el contribuyente Héctor Fernando Gaete
Sagal, Rut 3.966.128-4); 9 (Facturas N° 70756, 70760, 70770, 70798, 70799,
75227, 75228, 75513, 75550, 76132, 76147, 76253, 76264, 76271, 76277, 76289,
77423, 77435, 77447, 77552, 77553, 77561, 77573, 77580 y 77594 presuntamente
emitidas por la contribuyente Distribuidora de Comercializadora Dasco Limitada,
Rut 78.095.620-8); 13 (Facturas N° 4606, 4613, 4617, 4622, 4626, 4631, 4635,
4640, 4641, 4644, 4646, 4649, 4710, 4711 y 4712, presuntamente emitidas por la
contribuyente Antonio Saavedra e Hijos Limitada, Rut 77.175.780-4); 16
(Facturas N° 1600, 1630, 1642, 1647 y 1726, presuntamente emitidas por la
contribuyente Sociedad en Desarrollo Construcción y Comercial DLAR Limitada,
Rut 77.676.300-4); 19 (Facturas N° 15054, 15058, 15063, 15070, 15076, 15078,
15083, 15086, 15090, 15093, 15094, 15097, 15098, 15164, 15167 y 15171,
presuntamente emitidas por la contribuyente Comercial Lizama Limitada, Rut
79.950.730-7); 22 (Facturas N° 461 y 474, presuntamente emitidas por la
contribuyente G Tres Ingeniería y Construcción Limitada, Rut 77.180.590-6); 25
(Facturas N° 5208, 5211, 5212, 5213, 5214, 5273, 5293, 5294, 5295, 5296,
presuntamente emitidas por la contribuyente Lesco SA, Rut 96.907.520-2); 28
(Facturas N° 31887, 31891, 31897, 31899, 31951, 31955, 31956, 31961, 31965,
31969, 31970, 31975 y 31978, presuntamente emitidas por la contribuyente
Ferretería Industrial Limitada, Rut 99.552.660-3); 31 (Facturas N° 3506, 3508,
3517, 3523, 3572, 3609, 3802, 3811, 3819, 3825, 3830, 3835, 3839, 3840, 3882,
3884, 3887, 3888, 4154 y 4155, presuntamente emitidas por la contribuyente Tisa
Ingeniería SA, Rut 96.607.150-8); 34 (Facturas N° 4954, 5053, 5060, 5105,
5106, 5111, 5112, 5114, 5126, 5127, 5136, 5137, 5138, 5139, 5141, 5142, 5147,
5148, 5149, 5150, presuntamente emitidas por la contribuyente Thomas y
Herrera Compañía Limitada, Rut 79.893.060-5); 37 (Facturas N° 3458, 3461,
3468, 3469, 3473, 3474, 3476, 3477, 3480, 3484, 3487, 3495, 3496, 3497, 3498,
3499 y 3500, presuntamente emitidas por la contribuyente María Isabel Correa
Berríos, Rut 7.973.208-7); 39 (Facturas N° 9008, 9017, 9026, 9027, 9240, 9244,
9247 y 9248, presuntamente emitidas por la contribuyente Ricardo Vásquez
Velásquez y Compañía Limitada, Rut 78.332.150-5); 42 (Facturas N° 10244,
10248, 10253, presuntamente emitidas por la contribuyente CDC Textil Limitada,
Rut 78.720.350-7); 45 (Facturas N° 3359, 3371, 3372, 3373, presuntamente
emitidas por la contribuyente Ferretería y Comercial Ausensi Limitada, Rut
76.047.490-8); y 48 (Facturas N° 861264 y 861266, presuntamente emitidas
por la contribuyente Sergo SA, Rut 96.659.250-8) de la prueba documental
presentada por el Ministerio Público a la que se suman las facturas incorporadas
al juicio con el número 53 de la prueba de la parte querellante (Facturas N°52,
53, 54, 55, 56, 58, 60, 61, 72, 73, 74, 75, 76, 78 y 79, presuntamente emitidas
por la contribuyente Comercial LYN Ltda , Rut. 78.304.180-4; y, Facturas N°
386, 391, 395, 401, 414, 418, 423, 442, 449, 459, 470, 481, 491, 500, 510, 520,
522, 527, 537, 540, 542, 555, 565, 571, 574, 577, 580, 583, 594, 599, 603, 606,
609, 614, 624, 629, 642, 649, 686, 680, 698 y 700, presuntamente emitidas por el
contribuyente Mario Patricio Pinto Stewart, Rut 7.312.854-4.
Todas las anteriores facturas recién mencionadas fueron registradas en la
contabilidad de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A., Rol Único
Tributario 96.527.370-0, como ya se dijo, en el libro de compras –también
llamado de adquisiciones- y en el libro mayor. A su vez, el libro Balance,
contiene anotaciones que se soportan y condicen con lo registrado en el libro
mayor antes aludido, de modo que –en los hechos- las anotaciones de las
referidas facturas en los libros de compras (o adquisiciones) y en el libro mayor,
fueron “trasladadas” contablemente y se reflejan en las anotaciones consignadas
en el libro de Balance de la sociedad Riward. Ello ocurre en todos los períodos
comerciales examinados, esto es, en los años comerciales 2005, 2006, 2007 y
2008.
Estas constataciones se condicen con lo declarado en juicio por la perito
doña María Eugenia Muñoz Frías y por el testigo don Oscar Retamal Méndez,
ambos funcionarios fiscalizadores del Servicio de Impuestos Internos, quienes
manifestaron que revisaron la contabilidad de la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A. y observaron que en ella efectivamente se encontraban
anotadas las facturas antes referidas, dando cuenta de operaciones comerciales
realizadas con los referidos proveedores, por los montos señalados en dichas
facturas.
Específicamente la perito doña María Eugenia Muñoz declaró que ella
efectuó un exhaustivo análisis de la contabilidad de la sociedad Riward Ingeniería
y Construcción S.A. Para tal efecto personalmente revisó los libros de compra de
la sociedad Riward y seleccionó las facturas en las que se reflejaba un monto
superior a la habitualidad que tenía ese mes de compras, es decir, le llamaban la
atención algunos montos que eran superiores a la generalidad de las compras de
cada mes. Una vez hecho esto tomó las facturas físicas y analizó cada una de
ellas en las bases de datos del Servicio de Impuestos Internos; en este análisis
puede revisar los nombres de fantasía, los datos sociales, los RUT, el giro
declarado, la numeración del documento y si es que está autorizado el timbraje.
También revisó los débitos fiscales que declaraban los proveedores para ver si
coincidían con los créditos mencionados en las facturas. También revisó las
imprentas que aparecen generando el documento, y así encontró que la imprenta
señalada al pie de las facturas no existía, o era un RUT ficticio, y todos estos
detalles fueron un indicio para efectuar un análisis aún más exhaustivo. Todo le
señalaba que existían irregularidades en los documentos pero no tenía certeza
acerca de la verdad o falsedad del documento. Por ello comenzó a hacer
verificaciones con los propios proveedores y ello consiste en pedirle a cada uno
de los proveedores que le entreguen el duplicado de las facturas que se
registraban declaradas por la sociedad Riward y los libros de ventas de los
períodos respectivos; que les entreguen copia de los formularios 29 en que se
habían declarado esa facturas, todo relativo a los períodos en que se habían
declarado esas facturas por la sociedad Riward.
Los proveedores fueron notificados y ellos le aportaron la documentación
pedida. Con ella comenzó a analizar esos duplicados de facturas confrontándolas
las que poseía Riward: puso las de la misma numeración unas con otras y así
detectó notorias diferencias, pues las de los proveedores habían sido emitidas en
otras fechas, por productos distintos y muy generalmente eran también por
montos distintos, que eran muy inferiores a los montos que se mencionaban en
las facturas de Riward. Los duplicados que tenían los proveedores no coincidían
con los que tenía Riward. Luego comparó los registros de las facturas de estos
proveedores en sus propios libros de venta y ellas coincidían con los registros de
los libros de contabilidad de los proveedores y ello estaba en concordancia con
las declaraciones de impuestos de ellos. Así fue que comprobó que las facturas
que estaban en poder de Riward eran falsas, ya que daban cuenta de operaciones
que no existían y que en su formalidad material también eran falsas.
También realizó otros análisis respecto a verificar algunas imprentas
mencionadas en las facturas de Riward, y comprobó que algunas no existían, que
el RUT señalado era inexistente, y también en algunas facturas se distinguía un
sello redondo que pretendía ser el del timbraje del Servicio de Impuestos
Internos, en algunas también se distinguía un número de cuño, número que es
propio de cada distinta unidad y máquina de timbraje del servicio. En las
facturas en que se pudo ver ese número, constató que eran unidades timbradoras
distintas a las que por jurisdicción correspondía al contribuyente que había
emitido la factura, por lo que tampoco se trataba de facturas válidamente
autorizadas por el Servicio de Impuestos Internos.
En este examen ella también constató que en algunos casos había
facturas, en poder de Riward, referidas a proveedores que estaban fuera del
rango de timbraje, es decir ellas no habían sido autorizadas por el Servicio de
Impuestos Internos, en esa numeración.
En esta situación de falsedad encontró más de 280 facturas,
pertenecientes a un total de 19 proveedores diferentes. No sólo analizó esos 19
proveedores, pero ese fue el número de proveedores a los que sí pertenecían las
facturas falsas. De esos 19 proveedores y de esas facturas falsas, llegó a
determinar que la sociedad Riward generó un perjuicio al fisco por más de 683
millones de pesos, que se compone de dos partes, una parte por concepto de
IVA, que ascendía a 237 millones y fracción; el otro concepto afectado es el del
impuesto a la renta, del artículo 21 inciso 3º del impuesto a la renta que alcanza
a 445 millones y fracción.
Por lo anterior es que como conclusiones de su informe pericial estableció
que pudo comprobar fehacientemente que la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A. utilizó, contabilizando y declarando, facturas falsas que
dieron cuenta de operaciones falsas, lo que fue comprobado con la información
de los proveedores verdaderos, que entregaron las facturas verdaderamente
emitidas a otros contribuyentes, en fechas y por valores distintos, todo
refrendado con el análisis de sus declaraciones de impuestos y sus propios
registros contables
También concluyó que en 8 de los 19 proveedores existía una imitación del
sello de timbraje del Servicio de Impuestos Internos, cuya numeración
corresponde a una unidad timbradora distinta a la cual debe timbrar cada uno de
esos ocho proveedores.
También concluyó que hubo facturas contabilizadas y declaradas por
Riward que se encontraban fuera del rango de timbraje autorizado por el Servicio
de Impuestos Internos.
Para explicar sus afirmaciones la perito mencionó, también, que los
proveedores mencionados por Riward en dichas facturas falsas eran: Héctor
Gaete Zagal, comercial Lizama; Antonio Saavedra Díaz e Hijo Ltda; Ricardo
Vásquez Velázquez; María Isabel Correa de Ríos; comercial Lyn; Imein; Tisa
Ingeniería; GTres Ingeniería; sociedad Comercial Dlar; sociedad Dasco; Lesco SA;
CDC Textil Ltda; Thomas y Herrera; Ferretería Industrial; Ferretería Ausenci;
Sergo; Mario Pinto Stewart; y le falta uno que no recordó.
Ella interactuó con los representantes de esas empresas o con contadores
de ellas y les solicitó los antecedentes contables, los registros, y las
declaraciones de impuestos y particularmente las facturas que les suscitaban las
dudas. Al realizar el contraste con las facturas presentes en la contabilidad de
Riward, en ningún caso coincidía la información.
En poder de Riward había facturas que incluso estaban fuera del rango de
timbraje de aquellas que correspondían a los proveedores que se mencionaban.
En el caso de la empresa Lyn, había incluso facturas cuyos originales en poder del
proveedor databan del año 1993, pero que Riward señalaba como operaciones
hechas en los años 2005 en adelante.
Para justificar y explicar, ante el Tribunal, sus conclusiones se le exhibió
la Planilla 64 – B de la prueba del Ministerio Público dijo que la reconocía, que
ese es un documento que ella confeccionó y es uno al que ha aludido. Dijo que
en la columna “supuesto proveedor” menciona proveedores que Riward
declaraba pero que en realidad no lo eran. En la columna “facturas” se
mencionan los números de cada factura hallada en poder de Riward, la fecha de
ella, el monto neto de la compra, el monto de IVA de la compra. Para completar
estos datos sí tenía materialmente a la vista las facturas. También tenía las
facturas auténticas obtenidas de los proveedores. También se indica su folio de
anotación en el libro de compras y se añade en qué folio del formulario 29 fue
declarada tal factura, el período mensual al que corresponde, y cuál fue el
crédito fiscal declarado, con la indicación del impuesto de IVA declarado a
apagar.
Al examinar tal documento, el Tribunal puede constatar que la planilla
referida por la perito es un documento de diez carillas de extensión que, de
izquierda a derecha contempla las siguientes columnas:
a.-“Supuesto Proveedor”;
b.- “Facturas”, la cual luego tiene desglosadas las subcolumnas “Factura
N°”, “Fecha factura”, “Neto $” e “IVA $”;
c.- “Libro Compra ventas Folio”;
d.- “F29 IVA”, la cual luego tiene desglosadas las subcolumnas “Folio”,
“Período”, “Crédito Fiscal Declarado” y “Total a pagar Declarado”;
e.- “Libro mayor Folio”; y,
f.- “F22 Declaración de la Renta”, la cual luego tiene desglosadas las
subcolumnas “Año”, “Fecha”, “Folio”, “Impuesto a pagar” y, “Dev. Solicitada”.
Efectivamente tal planilla contiene la información relativa a diecinueve (19)
proveedores diferentes, que coinciden con los mencionados en la acusación; y a
287 facturas pertenecientes a ellos.
Durante el interrogatorio de tal perito tanto el Ministerio Público como la
parte querellante le exhibieron diversas facturas y los respectivos registros de
ellas en la contabilidad de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A.,
confirmando la existencia de las anotaciones de dichas facturas en la
contabilidad de tal sociedad.
El testigo Oscar Retamal Méndez, fiscalizador del Servicio de Impuestos
Internos de Valparaíso, declaró al respecto, por su parte, que a principios del año
2009 le llegó un oficio del departamento de Delitos Tributarios en que se les
pedía notificar al contribuyente Riward Ingeniería y Construcción para presentar
la documentación consistente en el Libro de Compra y Ventas y las facturas de
proveedores, con la finalidad de retirar las facturas de uno de los proveedores,
pues éste proveedor había hecho una denuncia en Santiago. El testigo obtuvo tal
documentación al ser aportada por dicha empresa en los primeros meses del año
2009 y la remitió al Departamento de Delitos Tributarios, ubicado en Santiago.
Dijo que como constancia de la entrega de dicha documentación se levantaron
las Actas de que dan cuenta los Formularios 3309 que se le exhibieron y
reconoció durante el juicio y que corresponden a los documentos signados con los
N°67, 68, 69, 70 y 71 de la prueba de la parte Querellante. Explicó que esas
son las Actas de Recepción de documentos de que habló: la primera es de fecha
13 de enero de 2009, entregados por Mario Rojas Echeverría, es documentación
de Riward Ingeniería y Construcción; la segunda es de fecha 23 enero de 2009, da
cuenta de entrega por Mario Rojas Echeverría de documentación de Riward
Ingeniería y Construcción; la tercera, de fecha 10 febrero de 2009 atestigua la
entrega por la misma persona y también consigna la devolución parcial de
documentación, de fecha 6 marzo 2009; y, la última acta es de fecha 10 marzo
de 2009, también entrega la misma persona indicada.
El testigo también señaló que después, como en noviembre de 2009, el
mismo departamento ofició al departamento de fiscalización, al que pertenece,
para el cobro civil de los impuestos, de acuerdo a la recopilación de los
antecedentes que había efectuado el indicado departamento. Respecto a ese
cobro civil a él le correspondió notificar al contribuyente para que presentara
documentos contables que fueron el Libro Diario, Libro Mayor, Libro Inventarios y
Balances y el Fut, como asimismo declaraciones de impuestos de Renta, y
procedió el testigo a efectuar el análisis del peritaje realizado en el
departamento de Delitos Tributarios confrontándolo con lo que se encontraba en
la contabilidad de la empresa, y detectó que en 38 períodos de IVA se había
incluido facturas irregulares o falsas. Todas estas facturas eran de proveedores
que le permitieron a Riward Ingeniería y Construcción incrementar ficticiamente
el crédito fiscal IVA, y al hacerlo de esa manera se paga menos débito fiscal o
menos impuesto en ese período. También se procedió a determinar diferencias
de impuestos en Renta que involucraban cuatro períodos tributarios, de los años
2006 a 2009, y se procedió a notificar una “citación”, de acuerdo al artículo 63
del Código Tributario.
DÉCIMO SEXTO: Que, con el mérito de la declaración de los testigos María
Soledad De Orte Glaria, en cuanto representante legal de la empresa Ferretería
Industrial S.A; de José Gracian Teillery Ahumada, en cuanto gerente general de
la empresa Tisa Ingeniería S.A; de Julio Enrique Palominos González, en cuanto
dueño, gerente general y representante legal de G Tres Ingeniería; de Gastón
Alberto Nef Urzúa, en cuanto gerente general de Imein S.A.; de Miguel Ángel
Tavali Durán; de Antonio Bartolomé Saavedra Díaz, en cuanto dueño de la
empresa Antonio Saavedra Díaz e Hijos Limitada; de Luis Enrique Lizama
González, en cuanto representante legal y co dueño de una ferretería de nombre
Comercial Lizama S.A.; de Héctor Fernando Gaete Sagal; y de Juan Carlos
Ahumada Ahumada, en cuanto ex administrador de la empresa Dlar Limitada, en
la cual trabajó desde 2005 al 2010, declaraciones a las que se suman las de la
perito María Eugenia Muñoz Frías y del testigo Oscar Retamal Méndez se puede
tener por establecido que los documentos presentados en el juicio por el
Ministerio Público, signados con los números 2 (Facturas N° 18537 y
18538, aportadas por el contribuyente Miguel Ángel Tavali Durán, Rut 8.293.453-
7); 5 (Facturas N° 28314, 28315, 28330, 28773, 28774, 28775, 28776, 28777,
28851, 28852, 28857, 28862, 28863, 29226, 29233, 29239, 29247, 31681, 31682,
31683 y 31684 del contribuyente Imein SA, Rut 88.279.700-7); 8 (Facturas N°
49503, 49504, 49505, 49508, 49514, 49520, 49521, 49533, 49541, 49546, 49547,
49548, 49549, 50953, 50954, 50955, 50956, 50957, 51031, 51032, 51033, 51034,
51915, 52034, 52039, 52045, 52114, 52127, 52139, 53115, 53123, 53132, 53134,
53140, 53254, 53262, 53273, 53347, 53353, 53354, 53362, 53371 y 53372, del
contribuyente Héctor Fernando Gaete Sagal, Rut 3.966.128-4); 14 (Facturas
N° 4606, 4613, 4622, 4626, 4631, 4635, 4640, 4641, 4644, 4646, 4710, 4711,
4712, 4617 y 4649, del contribuyente Antonio Saavedra e Hijos Limitada, Rut
77.175.780-4); 17 (Facturas N° 1600, 1630, 1642, 1647 y 1726, del
contribuyente Sociedad en Desarrollo Construcción y Comercial DLAR Limitada,
Rut 77.676.300-4); 20 (Facturas N° 15054, 15058, 15063, 15070, 15076,
15078, 15083, 15086, 15090, 15093, 15094, 15097, 15098, 15164, 15167 y 15171,
del contribuyente Comercial Lizama Limitada, Rut 79.950.730-7); 23 (Facturas
N° 461 y 474, del contribuyente G Tres Ingeniería y Construcción Limitada, Rut
77.180.590-6); 29 (Facturas N° 31887, 31891, 31897, 31899, 31951, 31955,
31956, 31961, 31965, 31969, 31970, 31975 y 31978, del contribuyente Ferretería
Industrial Limitada, Rut 99.552.660-3); y, 32 (Facturas N° 3506, 3508, 3517,
3523, 3572, 3802, 3811, 3819, 3825, 3830, 3835, 3839, 3840, 4154, 4155, 3609,
3882, 3884, 3887 y 3888 de la contribuyente Tisa Ingeniería SA, Rut 96.607.150-
8) corresponden a las auténticas facturas que tales contribuyentes emitieron en
su oportunidad, las cuales no coinciden ni corresponden a los documentos de
igual numeración que la sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA incorporó
en su contabilidad de los años comerciales 2005 a 2008. En ninguno de los
documentos emitidos por estos contribuyentes se da cuenta de alguna operación
comercial con la sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA, por lo que puede
afirmarse, respecto de tales documentos y en tales periodos comerciales, que
jamás los referidos contribuyentes fueron proveedores de bienes o de servicios
de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA.
A su vez, con el tenor de los documentos presentados en el juicio por el
Ministerio Público, signados con los números 10 (correspondientes al
denominado “Duplicado - Servicio de Impuestos Internos” de Facturas N° 70756,
70760, 70770, 70798, 70799, 75227, 75228, 75513, 7550, 76132, 76147, 76253,
76264, 76271, 76277, 76289, 77435, 77447, 77552, 77553, 77561, 77573, 77580 y
77594; y al Original, Duplicado, Triplicado, Cuadruplicado y Quintuplicado de la
Factura N° 77423, emitidas todas ellas por la contribuyente Distribuidora de
Materiales de Construcción Dasco SA, Rut 78.095.620-8); 11 (Carta dirigida al
Servicio de Impuestos Internos, emitida por José M. Riquelme Zubelzu, Rut
7.062.219-K, representante legal de la sociedad Dasco SA., en la cual manifiesta
que la empresa Dasco SA no tiene ni ha tenido relaciones comerciales o de otro
tipo con la empresa Riward Ingeniería y Construcción SA, RUT 96.527.370-0); 26
(correspondientes al denominado “Duplicado - Servicio de Impuestos Internos”
de Facturas N° 5207, 5208, 5211, 5212, 5214, 5273, 5293, 5294, 5295, y 5296; y
al Original, Duplicado, Triplicado, Cuadruplicado y Quintuplicado de la Factura
N° 5213, emitidas todas ellas por la contribuyente Lesco SA, Rut 96.907.520-2);
27 (Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, de fecha 13 de julio de 2009, emitida por doña Paola
González, representante legal de la contribuyente Lesco SA, Rut 96.907.520-2,
en la que señala que la empresa Lesco SA que representa no presenta lazos
comerciales con Riward Ingeniería y Construcción SA, RUT 96.527.370-0); 35
(Correspondientes al denominado “Duplicado - Servicio de Impuestos Internos”, a
Triplicados, y Cuadruplicados de las Facturas N° 4954, 5053 y 5060 emitidas y
aportadas por la contribuyente Thomas y Herrera Compañía Limitada, Rut
79.893.060-5); 36 (correspondiente a Carta dirigida al Departamento de
Delitos Tributarios del Servicio de Impuestos Internos, de fecha 8 de julio de
2009, emitida por Juan Eduardo Thomas, representante legal de la contribuyente
Thomas y Herrera Compañía Limitada, Rut 79.893.060-5, quien declara que su
empresa no ha tenido ningún tipo de relación comercial con la empresa Riward
Ingeniería y Construcción SA, RUT 96.527.370-0); 38 (Correspondientes al
denominado “Duplicado - Servicio de Impuestos Internos”, de las Facturas N°
3458, 3461, 3468, 3469, 3473, 3474, 3476, 3477, 3480, 3484, 3487, 3495, 3496,
3497, 3498, 3499 y 3500 aportadas por la contribuyente María Isabel Correa
Berríos, Rut 7.973.208-7); 40 (Correspondientes al denominado “Duplicado -
Servicio de Impuestos Internos”, de las Facturas N° 9008, 9017, 9026, 9027,
9240, 9244 y 9248; y al Duplicado y Triplicado de Factura N° 9247, aportadas por
la contribuyente Ricardo Vásquez Velásquez y Compañía Limitada, Rut
78.332.150-5); 41 (Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del
Servicio de Impuestos Internos, de fecha 9 de julio de 2009, emitida por Ricardo
Hernán Vásquez Velásquez, representante legal de la contribuyente Ricardo
Vásquez Velásquez y Compañía Limitada, Rut 78.332.150-5, quien declara que no
ha tenido ni tiene ninguna relación comercial con Riward Ingeniería y
Construcción SA, RUT 96.527.370-0; por lo que si han presentado antecedentes
emitidos por su empresa ellos no corresponden); 43 (Correspondientes al
denominado “Duplicado - Servicio de Impuestos Internos”, de las Facturas N°
10244, 10248 y 10253, aportadas por la contribuyente CDC Textil Limitada, Rut
78.720.350-7); 44 (Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del
Servicio de Impuestos Internos, emitida con fecha 10 de julio de 2009, por el
representante legal de la contribuyente CDC Textil Limitada, Rut 78.720.350-7,
en la que afirma que su empresa no tiene relación comercial con la empresa
Riward Ingeniería y Construcción SA, RUT 96.527.370-0); 46 (Correspondientes
al denominado “Duplicado - Servicio de Impuestos Internos”, de las Facturas N°
3359, 3371, 3372 y 3373; aportadas por la contribuyente Ferretería y Comercial
Ausensi Limitada, Rut 76.047.490-8); 47 (Carta dirigida al Departamento de
Delitos Tributarios del Servicio de Impuestos Internos, de fecha 9 de julio de
2009, emitida por Juan Carlos Ausensi Del valle, representante legal de la
contribuyente Ferretería y Comercial Ausensi Limitada, Rut 76.047.490-8, quien
manifiesta que no tiene ni han tenido ninguna relación comercial con la empresa
Riward Ingeniería y Construcción SA, RUT 96.527.370-0, además manifiesta que
sus facturas son emitidas manualmente); 49 (Correspondientes a copias
autorizadas de formularios de Facturas en blanco, esto es, sin emitir aún, N°
861264 y 861266 aportadas por la contribuyente Sergo SA, Rut 96.659.250-8);
50 (Carta dirigida al Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de
Impuestos Internos, emitida con fecha 10 de julio de 2009 por Sergio Gómez
Yáñez, representante legal de la contribuyente Sergo SA, Rut 96.659.250-8,
quien manifiesta que su empresa no mantuvo ni mantiene relación alguna con la
empresa Riward Ingeniería y Construcción SA, RUT 96.527.370-0); documentos
todos ellos a los que también se refieren las declaraciones de la perito María
Eugenia Muñoz Frías y del testigo Oscar Retamal Méndez, se puede tener por
establecido que estos documentos corresponden a las auténticas facturas que
tales contribuyentes emitieron en su oportunidad, las cuales no coinciden ni
corresponden a las de igual numeración que la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción SA incorporó en su contabilidad de los años comerciales 2005 a
2008. En ninguno de los documentos emitidos por estos contribuyentes se da
cuenta de alguna operación comercial con la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción SA, por lo que puede afirmarse, respecto de tales documentos y en
tales periodos comerciales, que jamás los referidos contribuyentes fueron
proveedores de bienes o de servicios de la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción SA.
También se ha de tener presente que con el mérito de los documentos
presentados por la parte querellante, signados con el número 53, entre los que
se encuentra la carpeta N° 4, que contiene una declaración jurada de Ramón
Mario Lizama Cortéz, prestada personalmente, el 20 de abril de 2009, ante un
fiscalizador del Servicio de Impuestos Internos, en donde manifiesta ser el
representante de la sociedad Comercial LYN Ltda, RUT 78.304.180-4, que no
conoce a la sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA, RUT 96.527.370-0, que
las facturas que se le exhiben, supuestamente suyas, no corresponden al formato
de sus facturas, se refieren a algunos productos que no conoce, que nunca ha
vendido pino dimensionado y que, por su numeración, las originales suyas datan
de hace 18 años atrás; y al tenor de lo que se aprecia en la carpeta Nº 5 que
contiene facturas del contribuyente Mario Patricio Pinto Stewart, RUT 7.312.854-
4 y un listado de facturas y fechas de timbrajes de tal contribuyente, en el cual
aparece que la última factura por él timbrada fue la N° 600, y que luego no
registra movimientos, se puede tener por establecido que las facturas
supuestamente emitidas por estos contribuyentes (sociedad Comercial LYN Ltda y
Mario Patricio Pinto Stewart) e incorporadas en la contabilidad de la sociedad
Riward Ingeniería y Construcción SA no corresponden a operaciones reales o
existentes, efectivamente realizadas. A esta situación también se refirieron la
perito María Eugenia Muñoz Frías y el testigo Oscar Retamal Méndez, en sus
declaraciones ante el Tribunal. Cabe precisar que en lo que atañe al
contribuyente Mario Patricio Pinto Stewart sólo se admitirá esta afirmación en lo
que concierne a las facturas que se encuentran en la contabilidad de Riward
Ingeniería y Construcción SA limitará, pero que tengan una numeración superior
al número 600 –por ser esa la última factura timbrada por ese contribuyente- ya
si bien existen otras treinta facturas de tal contribuyente en la contabilidad de la
sociedad Riward, ellas se encuentran bajo la citada numeración y no se acreditó
la razón por la cual ellas también debían estimarse como correspondientes a
operaciones inexistentes.
DÉCIMO SÉPTIMO: Que, además, con el tenor de la prueba documental del
Ministerio Público consistente en aquella signada con los números 62 y 63, que
respectivamente corresponde a los Formularios 29, sobre Declaración Mensual y
Pago Simultáneo de Impuestos de los períodos mensuales de julio de 2005 a
diciembre de 2008, de la contribuyente Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut
96.527.370-0; y a los Formularios 22 sobre Declaración Anual de Impuesto a la
Renta de los años tributarios 2006 al 2009, de la contribuyente Riward Ingeniería
y Construcción SA, Rut 96.527.370-0, se ha de tener por acreditado que dicha
sociedad declaró y pagó los impuestos referidos, por los montos que en ellos se
consigna.
La perito doña María Eugenia Muñoz Frías se refirió a tales documentos,
señalando que la declaración de facturas falsas se hace en los formularios 29
sobre declaración y pago mensual de impuestos; que el sólo hecho de registrar en
la contabilidad esas facturas no constituye el delito; y que el dolo del delito se
materializa al hacer las declaraciones mensuales de impuesto en los formularios
29 de IVA. Eran 38 formularios de IVA, relativos a los años 2005 a 2008, que
Riward presentó en esta condición. En algunos de esos formularios aparecía la
firma del señor Guillermo Riveros Chacana, lo que puede afirmar ya que las
firmas allí puestas coincidían con la que personalmente él hizo ante ella cuando
le tomó declaraciones juradas a esa persona. Esos 38 Formularios 29 incluyen
facturas por servicios no prestados, que conllevan a los 237 millones de pesos de
perjuicio fiscal.
En el caso del impuesto a la renta, las declaraciones maliciosamente falsas
se configuran con la incorporación en la contabilidad de los montos netos de las
facturas falsas y su posterior incorporación en los formularios de impuestos
anuales. Ella examinó los formularios correspondientes a las declaraciones
anuales de los años tributarios 2006, 2007, 2008 y 2009.
Explicó que hay una conexión entre los formularios 22 y las facturas falsas
pues el contribuyente registró en cuentas de costos o gastos el neto de las
facturas falsas, de ese modo él aumentó sus costos y lo llevó al formulario 22 y
así disminuyó su base imponible y con ello disminuyó el impuesto a la renta que
debía pagar.
En el Formulario 29 el crédito fiscal es el componente de las compras
realizadas por el contribuyente de IVA y corresponde al 19 % del valor de los
productos adquiridos, son las facturas de compras. Si ellas documentan un
servicio no prestado se aumenta ficticiamente el crédito fiscal. Ella estableció
que en los formularios 29 de la Sociedad Riward están aumentados ficticiamente
los créditos fiscales en cada uno de los 38 formularios que ha señalado. Esto
tiene como consecuencia realizar una disminución de los débitos fiscales
originados en las ventas realizadas y así se disminuye el impuesto de IVA que esa
empresa debe pagar. En su informe determinó el monto mensual de disminución
de ese impuesto de IVA. Eso lo señaló en las hojas anexas a su informe.
Explicó, también, que las facturas se registran en el libro auxiliar de
compras; luego esa información debe ser totalizada mes a mes y debe declararse
en el formulario 29 sobre declaración mensual y pago simultáneo de impuesto.
Esas facturas también se deben anotar en el libro diario y en el de balance. Esto
implica que se puede hacer un seguimiento de cada factura en la contabilidad de
cada contribuyente. La declarante hizo este seguimiento en los libros que aportó
la sociedad y también está detallado en unos cuadros anexos que ella presentó
junto con su informe.
Durante su declaración ante el Tribunal a dicha deponente le fueron
exhibidos los Formularios 29 de Declaración Mensual y Pago Simultáneo de
Impuestos de la contribuyente Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut
96.527.370-0, refiriéndose ella a cada uno de dichos formularios de declaración
mensual de impuestos.
Del examen de tales documentos se puede apreciar por el Tribunal que –
tal como lo declaró la perito- en el formulario 29 folio 093379854, del mes de
julio de 2005, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por
la suma de $12.367.547; que en el formulario 29 folio 110356724, del mes de
agosto de 2005, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por
la suma de $11.709.627; que en el formulario folio 0993379894, del mes de
septiembre de 2005, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por
IVA por la suma de $11.255.479; que en el formulario folio 110335464, del mes
de octubre de 2005, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA
por la suma de $12.709.143; que en el formulario folio 126463744, del mes de
noviembre de 2005, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA
por la suma de $20.895.952; que en el formulario folio 138054084, del mes de
diciembre de 2005, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA
por la suma de $13.980.902; que en el formulario folio 138049714, del mes de
enero de 2006, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por
la suma de $15.356.567; que en el formulario folio 122427174, del mes de
febrero de 2006, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA
por la suma de $23.680.544 ; que en el formulario folio, 163876784, del mes de
marzo de 2006, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por
la suma de $17.973.690; que en el formulario folio 158270974, del mes de abril
de 2006, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la
suma de $24.813.773; que en el formulario folio 171127934, del mes de mayo de
2006, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $23.671.437; que en el formulario folio 168915124, del mes de julio de 2006,
se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
36.596.675; que en el formulario folio 175327784, del mes de agosto de 2006, se
declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
48.376.381; que en el formulario folio, 175319354, del mes de septiembre de
2006, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 51.999.487; que en el formulario folio 175317394, del mes de octubre de
2006, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 42.071.540; que en el formulario folio 221598624, del mes de noviembre de
2006, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 39.351.728; que en el formulario folio 221598584, del mes de diciembre de
2006, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 33.754.909; que en el formulario folio 190911484, del mes de enero de
2007, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 23.694.226; que en el formulario folio 234286574, del mes de febrero de
2007, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 34.326.484; que en el formulario folio 252660124, del mes de marzo de
2007, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 32.440.054; que en el formulario folio 252661404, del mes de abril de 2007,
se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
25.893.784; que en el formulario folio 249484764, del mes de mayo de 2007, se
declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
24.669.803; que en el formulario folio, 249606854, del mes de junio de 2007, se
declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
38.222.250; que en el formulario folio 249449454, del mes de julio de 2007, se
declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
38.113.226; que en el formulario folio 281668784, del mes de agosto de 2007, se
declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
57.712.948; que en el formulario folio 281687974, del mes de septiembre de
2007, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 40.807.595; que en el formulario folio 267549804, del mes de octubre de
2007, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 40.509.602; que en el formulario folio 302590464, del mes de noviembre de
2007, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 54.150.562; que en el formulario folio 221561554, del mes de diciembre de
2007, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 43.229.519; que en el formulario folio 314019774, del mes de enero de
2008, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 45.085.969; que en el formulario folio 318178384, del mes de febrero de
2008, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 43.846.662; que en el formulario folio 313560874, del mes de marzo de
2008, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 45.469.122; que en el formulario folio 326088124, del mes de abril de 2008,
se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
39.359.630; que en el formulario folio 348605534, del mes de mayo de 2008, se
declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
34.034.296; que en el formulario folio 348482004, del mes de junio de 2008, se
declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
38.720.400; que en el formulario folio 356125864, del mes de julio de 2008, se
declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
34.720.300; que en el formulario folio 362639684, del mes de agosto de 2008, se
declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma de $
25.383.809; que en el formulario folio 362636404, del mes de septiembre de
2008, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 29.685.589; que en el formulario folio 372752214, del mes de octubre de
2008, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 42.535.284; que en el formulario folio 372720044, del mes de noviembre de
2008, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la suma
de $ 28.091.450; y, que en el formulario folio 3808300614, del mes de diciembre
de 2008, se declaran facturas que dan derecho a crédito fiscal por IVA por la
suma de $ 47.756.143.
La perito afirmó que las facturas falsas aumentan los costos, ello aumenta
el crédito fiscal del contribuyente y por ello se paga menos impuesto de IVA. Esos
costos también se reflejan en la declaración anual de renta, pues disminuyen la
base imponible.
Tal deponente, la perito doña María Eugenia Muñoz Frías también se
refirió a los Formularios 22 sobre Declaración de Impuesto a la Renta (Nº 63 de la
documental del Ministerio Público) y respecto del primero de ellos dijo que es el
formulario del año tributario 2006, de la sociedad Riward Electricidad SA., y en
el código 630, sobre “Costo directo de bienes y servicios” se indica la suma de
$644.748.877, en la que se encuentran aumentados los costos con los valores
netos de las facturas de compras registradas por Riward, tanto de proveedores
“buenos” como de proveedores “falsos”.
En el formulario antes aludido hay una petición de devolución de
impuestos de $ 7.952.979. Esa petición de devolución se basa en la existencia de
los costos ya mencionados en el rubro 630 aludido, ya que al aumentarse ese
costo, se disminuye la base imponible para calcular el impuesto y como la
empresa había efectuado pagos provisionales mensuales, ellos se consideran y de
ahí surge la posibilidad de pedir devolución de impuestos por el menor impuesto
resultante. En este caso esas devoluciones de impuestos fueron pagadas, es
decir, se le devolvió dinero a la contribuyente.
En el caso del formulario 22 del año tributario 2007, en el rubro 630, ya
mencionado, se indica $ 1.646.805.672. Esto influye en la devolución de
impuesto solicitada, que corresponde a $30.326.844.-
En el caso del formulario 22 del año tributario 2008, en el rubro 630, ya
mencionado, se indica $ 1.668.866.121. Esto influye en la devolución de
impuesto solicitada, que corresponde a $29.022.804.-
En el caso del formulario 22 del año tributario 2009, en el rubro 630, ya
mencionado, se indica $ 1.375.427.390. Esto influye en la devolución de
impuesto solicitada, que corresponde a $ 30.825.832.-
Los valores mencionados por la perito efectivamente corresponden a
aquellos que se aprecian en los respectivos Formularios 22 tenidos a la vista por
el Tribunal.
Al igual que la perito recién citada, el testigo Oscar Retamal Méndez
manifestó que cuando le encomendaron el cobro civil de impuestos a la
contribuyente Riward Ingeniería y Construcción SA, Rut 96.527.370-0 él
determinó que al utilizarse las facturas falsas el crédito fiscal de IVA se aumentó
ficticiamente. Él examinó la contabilidad de tal contribuyente y así determinó la
existencia de perjuicio fiscal. Precisó que en la liquidación del impuesto IVA la
deuda es de $220.000.000.- (doscientos veinte millones de pesos),
aproximadamente; y por Renta son $280.000.000.- (doscientos ochenta millones
de pesos) y un poco más, totalizando como $505.000.000.- (quinientos cinco
millones), más o menos, de impuestos, sin reajustes, ni intereses, ni multas; esto
es, de impuestos netos.
Explicó que la ley le dice que del débito fiscal se puede rebajar el crédito
fiscal soportado en las compras de todos los insumos, gastos, costos del
contribuyente; entonces Riward al aumentar el crédito fiscal y rebajarlo de este
débito lo que hizo fue pagar un menor débito fiscal, un menor impuesto IVA, y
eso ocurrió en los 38 períodos. Para efectuar esta operación, del débito fiscal se
le rebaja el crédito fiscal, es una operación aritmética no más, o sea al total del
IVA soportado en las ventas que yo retuve le rebajo o resto el crédito fiscal que
en los IVAs soportado en las compras, y así se determina el IVA a pagar. Al
aumentar el crédito fiscal resto una mayor cantidad de las ventas y pago menor
impuesto, así se hizo en los 38 períodos que examinó.
En el caso del impuesto a la renta, la irregularidad detectada fue lo
siguiente: las facturas de proveedores, en general, están relacionadas con
compras de activos fijos, de insumos, de materiales, o gastos o pagos de
prestación de servicios, acá eran principalmente compras de materiales o
arriendo de maquinarias; Riward las contabilizaba en la cuenta “costo de obras”,
de tal forma que en el impuesto a la Renta el contribuyente aumentó también
ficticiamente el valor de esta cuenta, que es de gastos, y por tanto se rebaja de
los ingresos del período y se determina una utilidad según balance. Esta utilidad
siempre tiene algunos ajustes de acuerdo a los artículos 29 al 33 de la Ley de
Rentas, en los que se indica que hay gastos que la ley no los permite, son gastos
rechazados por ser ajenos al giro o sencillamente porque no son aceptados por
esta ley, por ejemplo, los impuestos de renta; entonces si bien es cierto que
financieramente ese gasto para la empresa es un gasto y, por tanto, el
contribuyente determina una utilidad que es el total de ingresos menos el total
de gastos, pero ésta debe ser ajustada para ajustarse a la renta líquida imponible
establecida en la Ley de la Renta. En este caso, al aumentar ficticiamente sus
costos disminuyó la utilidad. Ese aumento se producía porque todas las facturas
de proveedores las registraba primero en su Libro de Compras, registraba el neto
más el IVA, y el neto lo traspasaba a esta cuenta de costos, y esta cuenta es
gasto, si yo aumento ficticiamente mis gastos o mis costos me disminuye la
utilidad. A la Renta se lleva el valor neto de la mercadería o servicio recibido,
que en este caso no eran operaciones reales, y eso significó aumento de los
costos, aumentándolos ficticiamente, con eso disminuía la utilidad sobre la cual
debía pagar los impuestos correspondientes, o sea, pagaba menos impuestos. En
el caso de Riward, esta empresa notoriamente pagó menos impuestos, pues al
aumentar ficticiamente sus costos pudo determinar una menor base imponible,
una menor renta y, por tanto, pagó menos impuesto del que correspondía.
Tal testigo también afirmó que en el período revisado sí hubo pagos de
impuesto a la Renta por parte de Riward, pero mayormente lo que se le produjo
fueron devoluciones de impuestos, porque la base imponible que declaraba era
bastante baja. Sostuvo que si Riward hubiera declarado lo que realmente
correspondía en su oportunidad, no habría habido devoluciones de impuestos, el
Fisco no le habría tenido que devolver los pagos provisionales mensuales, sino
que Riward habría tenido que pagar impuestos, y eso se determinó finalmente en
las liquidaciones.
Resulta necesario hacer presente, además, que durante la exposición de la
perito doña María Eugenia Muñoz Frías, tanto la fiscalía como la parte
querellante le mostraron diferentes facturas emitidas a nombre de Riward
Ingeniería y Construcción SA, y las cotejaron con los asientos contables de dicha
sociedad, constatándose que dichas facturas por compra de bienes o pagos de
servicios, siempre se encontraron registradas en la contabilidad de la citada
sociedad, por lo que cabe tener por establecido –tal como lo sostiene la perito
Muñoz Farías y el testigo Retamal Méndez- que las facturas mencionadas en la
acusación sí fueron registradas en la contabilidad de la referida sociedad Riward
y que en base a ella se realizaron las respectivas declaraciones de impuestos
correspondientes a IVA y a la Renta.
DÉCIMO OCTAVO: Que, se ha de tener presente que la prueba rendida por
la parte acusadora resultó coherente y conteste entre sí, en cuanto a demostrar
los diferentes aspectos fácticos de la imputación formulada; es múltiple en
cuanto a que consiste tanto en declaraciones de testigos, de un perito contable y
tributario; y se ve respaldada por abundante prueba documental, toda la cual es
unívoca en cuanto a señalar como efectivas las operaciones contables y
tributarias cuestionadas por la parte acusadora.
Toda la prueba de cargo se presentó en el juicio cumpliendo las
formalidades legales respectivas, dándose oportunidad a las defensas de
contraexaminarla y de refutarla. Empero ello, las defensas no cuestionaron
sustancialmente el tenor de la prueba de cargo presentada, ni argumentaron en
pos de desacreditarla.
Las defensas no presentaron prueba propia tendiente a contradecir las
probanzas de cargo; no hay peritajes o análisis contables que desvirtúen lo
afirmado en la prueba de la parte acusadora, ni tampoco testimonios tendientes
a postular la efectiva existencia de las operaciones comerciales cuestionadas
como inexistentes. Ni siquiera se ha negado la inclusión de las facturas
cuestionadas en la contabilidad y actividad tributaria de la sociedad Riward
Ingeniería y Construcción SA.
Si bien la defensa del acusado Guillermo Riveros Chacana presentó
abundante prueba documental, ella no se refiere a los hechos materia de la
acusación, sino que a cuestiones ajenas y posteriores a ellos, relativas al término
de relaciones laborales que la sociedad Riward Ingeniería y Construcción SA.
tenía con algunos trabajadores y al modo en que les pagó todo o parte de las
sumas que –conforme a la legislación laboral- les debía, por lo que no puede
desvirtuar el mérito probatorio de la contundente prueba de cargo presentada.
En efecto, del examen de los documentos signados con los numerales 1 a 69 de la
prueba documental de esa parte, se aprecia que todos ellos fueron suscritos o
extendidos durante el segundo semestre de 2009 y principios del año 2010, salvo
uno, el N° 45, que tiene fecha del 30 de marzo de 2009, por lo que ellos no
conciernen a la época en que se dice fueron cometidos los hechos materia de la
acusación. Dicha impertinencia temporal los vuelve estériles para desvirtuar la
prueba de cargo. En todo caso, cabe hacer notar que los finiquitos de contratos
de trabajo no resultan extraños o ajenos al giro normal de cualquier empresa,
menos si ellos dan cuenta de trabajos “por obra”, como son los contratos de
trabajo aludidos en la documental de la defensa. Su solo no mérito no permite
extraer conclusiones especiales de ellos.
En el caso de los documentos de tal defensa, signados con los números
109, 112 y 113, debe dejarse asentado que sólo dan cuenta de comunicaciones
epistolares entre la sociedad Riward y un tercero, que niega tener relaciones
comerciales con la primera, por lo que tampoco pueden extraerse mayores
conclusiones de ellos.
En fin, los propios acusados no cuestionaron la existencia ni el contenido
de la prueba documental presentada por la parte acusadora, como tampoco
cuestionaron las conclusiones presentadas por la perito doña María Eugenia
Muñoz Frías, ni las referencias que al respecto formuló el testigo Oscar retamal
Méndez.
En cuanto al documento signado con el N° 128 de esa misma defensa,
relativo al acta de audiencia en una causa ante la justicia laboral, no se explicó
qué sentido o implicancia podría tener dicho documento con los hechos materia
de la acusación. Sólo puede constatarse que ella data del 13 de noviembre de
2009, fecha muy posterior a la fecha de ocurrencia de los hechos materia de la
acusación, por lo que tampoco resulta idónea para alterar las conclusiones a las
que previamente se ha arribado.
Es por todo lo anterior que el Tribunal ha estimado suficiente la prueba de
cargo para con su mérito establecer los hechos que le sirven de base para su
decisión y para, con ello, derribar la presunción de inocencia que amparaba a los
acusados.

DÉCIMO NOVENO: Que, por consiguiente, de lo expuesto precedentemente


se puede colegir que tal como se sostiene en las acusaciones, la sociedad Riward
Ingeniería y Construcción SA, RUT 96.527.370-0, en los años comerciales 2005,
2006, 2007 y 2008 que, a su vez, respectivamente, corresponden a los años
tributarios 2006, 2007, 2008 y 2009, registró en su contabilidad y en sus
declaraciones de impuestos operaciones que daban cuenta del pago de bienes y
servicios justificados con facturas por operaciones inexistentes, esto es, con
facturas mendaces en cuanto a la existencia de las operaciones mercantiles en
ellas anotadas. Ello ocurrió respecto de las facturas correspondientes a los
siguientes 19 proveedores:

1) Héctor Fernando Gaete Sagal, RUT N°3.966.128-4;


2) Comercial Lizama S.A., RUT N°79.950.730-7;
3) Antonio Saavedra Diaz E Hijos Limitada, RUT N°77.175.780-4;
4) IMEIN S.A. , RUT N° 88.279.700-7;
5) Sociedad Distribuidora y Comercializadora DASCO Limitada, RUT
N°78.095.620-8;
6) Ferretería Industrial S.A., RUT N°99.552.660-3;
7) TISA Ingeniería S.A., RUT N°96.607.150-8;
8) Thomas y Herrera Limitada, RUT N°79.893.060-5;
9) Comercial Lyn Limitada, RUT N°78.304.180-4;
10) María Isabel Correa Berrios, RUT N°7.973.208-7;
11) Sociedad LESCO S.A., RUT N°96.907.520-2;
12) Sociedad Ricardo Vásquez Velásquez y Compañía Limitada, RUT
N°78.332.150-5;
13) Sociedad en Desarrollo Construcción y Comercial Dlar Limitada, RUT
N°77.676.300-4;
14) C.D.C. Textil Limitada, RUT N°78.720.350-7;
15) G Tres Ingeniería y Construcción Limitada, RUT N°77.180.590-6;
16) Ferretería y Comercial Ausensi Limitada, RUT N°76.047.490-8;
17) SERGO S.A. , RUT N°96.659.250-8;
18) Miguel Angel Tavali Duran, RUT N°8.293.453-7; y,
19) Mario Patricio Pinto Stewart, RUT N°7.312.854-4.

El detalle de los períodos y montos en los cuales las facturas provenientes


de dichos proveedores fue incluido en la contabilidad de la sociedad Riward
Ingeniería y Construcción SA corresponde al siguiente:

AÑO
2005

Folio N° Fecha Período


Libro Com Proveedor Factura Emisión Registro Monto Neto $ Monto IVA $ Monto Total
jul-05
000187 M.I. Correa Berrios 3458 04/07/2005 jul-05 2.866.177 544.574 3.410.751

000188 M.I. Correa Berrios 3461 08/07/2005 jul-05 2.048.165 389.151 2.437.316

000188 M.I. Correa Berrios 3468 12/07/2005 jul-05 2.278.150 432.849 2.710.999

 000188 M.I. Correa Berrios 3473 18/07/2005 jul-05 2.316.451 440.125 2.756.577

190 M.I. Correa Berrios 3476 28/07/2005 jul-05 2.518.150 478.449 2.996.599
12.027.093 2.285.148
ago-05
000192 M.I. Correa Berrios 3469 05/08/2005 ago-05 2.288.175 434.753 2.722.928

000193 M.I. Correa Berrios 3474 10/08/2005 ago-05 2.874.120 546.083 3.420.203

000194 M.I. Correa Berrios 3477 12/08/2005 ago-05 2.317.121 440.253 2.757.374

194 M.I. Correa Berrios 3480 17/08/2005 ago-05 2.418.550 457.995 2.876.545

000195 M.I. Correa Berrios 3487 26/08/2005 ago-05 2.486.122 472.363 2.958.485
12.384.088 2.351.447
sep-05
000199 M.I. Correa Berrios 3484 23/08/2005 sep-05 2.922.321 555.241 3.477.562

000197 M.I. Correa Berrios 3495 02/09/2005 sep-05 1.674.128 318.084 1.992.212

198 M.I. Correa Berrios 3496 06/09/2005 sep-05 2.166.150 411.569 2.577.719

000199 M.I. Correa Berrios 3497 09/09/2005 sep-05 1.926.675 366.068 2.292.743

199 M.I. Correa Berrios 3498 15/09/2005 sep-05 2.276.820 432.596 2.709.416
000199 M.I. Correa Berrios 3499 22/09/2005 sep-05 2.503.675 475.698 2.979.373

000199 M.I. Correa Berrios 3500 27/09/2005 sep-05 2.210.875 420.066 2.630.941
15.680.644 2.979.322
oct-05
000202 Tisa Ingenieria SA 3506 12/10/2005 oct-05 2.855.300 542.507 3.397.807

000202 Tisa Ingenieria SA 3508 15/10/2005 oct-05 3.037.500 577.125 3.414.625

000201 Tisa Ingenieria SA 3517 05/10/2005 oct-05 3.428.655 651.444 4.080.099


9.321.455 1.771.076
nov-05
000211 Tisa Ingenieria SA 3523 30/11/2005 nov-05 2.744.000 521.360 3.265.360
2.744.000 521.360

TOTAL ANUAL
2005 : 52.157.280 9.908.353

AÑO
2006
Folio N° Fecha Período
Libro Com. Proveedor Factura Emisión Registro Monto Neto $ Monto IVA $ Monto Total

ene-06
Ferreteria
 000264 Industrial 31887 03/01/2006 ene-06 2.367.442 449.814 2.817.256
Ferreteria
000265 Industrial 31891 05/01/2006 ene-06 2.275.190 432.286 2.707.476
Ferreteria
000268 Industrial 31897 10/01/2006 ene-06 6.042.500 1.148.075 7.190.575
Ferreteria
000267 Industrial 31899 11/01/2006 ene-06 7.545.000 1.433.550 8.978.550

000269 Tisa Ingenieria SA 3572 31/01/2006 ene-06 4.225.000 802.750 5.027.750

22.455.132 4.266.475
feb-06
Ferreteria
000282 Industrial 31951 04/02/2006 feb-06 7.207.750 1.369.473 8.577.223
Ferreteria
283 Industrial 31956 10/02/2006 feb-06 8.772.300 1.666.737 10.439.037
Ferreteria
000285 Industrial 31965 14/02/2006 feb-06 3.514.700 667.793 4.182.493
Ferreteria
000288 Industrial 31969 18/02/2006 feb-06 5.702.745 1.083.522 6.786.267
Ferreteria
000290 Industrial 31978 25/02/2006 feb-06 3.748.500 712.215 4.460.715

000293 Tisa Ingenieria SA 3609 28/02/2006 feb-06 2.999.150 569.839 3.568.989

31.945.145 6.069.579
mar-06
Ferreteria
000299 Industrial 31955 03/03/2006 mar-06 5.031.000 955.890 5.986.890
Ferreteria
000300 Industrial 31961 08/03/2006 mar-06 6.797.100 1.291.449 8.088.549
Ferreteria
000303 Industrial 31970 13/03/2006 mar-06 2.832.500 538.175 3.370.675
Ferreteria
000304 Industrial 31975 16/03/2006 mar-06 6.663.175 1.266.003 7.929.178
21.323.775 4.051.517
abr-06
315 Lizama SA 15054 19/04/2006 abr-06 8.037.250 1.527.078 9.564.328
317 Lizama SA 15058 21/04/2006 abr-06 3.186.200 605.378 3.791.578

320 Lizama SA 15063 25/04/2006 abr-06 7.510.878 1.427.067 8.937.945

325 Lizama SA 15070 28/04/2006 abr-06 4.374.900 831.231 5.206.131

000325 Gtres Ingenieria 461 28/04/2006 abr-06 6.002.600 1.140.494 7.143.094


29.111.828 5.531.248
may-06
000336 Gtres Ingenieria 474 04/05/2006 may-06 2.963.500 563.065 3.526.565

328 Lizama SA 15076 05/05/2006 may-06 8.881.250 1.687.438 10.568.688

333 Lizama SA 15078 08/05/2006 may-06 4.768.800 906.072 5.674.872

333 Lizama SA 15083 12/05/2006 may-06 6.400.510 1.216.097 7.616.607

338 Lizama SA 15086 15/05/2006 may-06 5.325.500 1.011.845 6.337.345


28.339.560 5.384.517
jul-06

360 Lizama SA 15090 01/06/2006 jul-06 4.325.800 821.902 5.147.702

361 Lizama SA 15093 02/06/2006 jul-06 4.618.120 877.443 5.495.563

362 Lizama SA 15094 02/06/2006 jul-06 4.748.100 902.139 5.650.239

363 Lizama SA 15097 05/06/2006 jul-06 5.412.500 1.028.375 6.440.875

362 Lizama SA 15098 05/06/2006 jul-06 4.311.500 819.185 5.130.685


23.416.020 4.449.044
ago-06
389 Lizama SA 15164 15/06/2006 ago-06 3.938.500 748.315 4.686.815

389 Lizama SA 15167 17/07/2006 ago-06 7.562.540 1.436.883 8.999.423

389 Lizama SA 15171 19/07/2006 ago-06 4.550.000 864.500 5.414.500

000391 Tisa Ingenieria SA 3802 31/07/2006 ago-06 3.005.500 571.045 3.576.545

000394 Tisa Ingenieria SA 3811 11/08/2006 ago-06 3.412.650 648.404 4.061.054

 000395 Tisa Ingenieria SA 3819 17/08/2006 ago-06 3.934.000 747.460 4.681.460

 000400 Tisa Ingenieria SA 3825 25/08/2006 ago-06 2.356.750 447.783 2.804.533


Antonio Saavedra
000394 Diaz 4606 11/08/2006 ago-06 3.615.475 686.940 4.302.415
Antonio Saavedra
 000394 Diaz 4613 16/08/2006 ago-06 3.821.175 726.023 4.547.198
Antonio Saavedra
000397 Diaz 4617 18/08/2006 ago-06 4.459.000 847.210 5.306.210
Antonio Saavedra
400 Diaz 4622 21/08/2006 ago-06 5.695.914 1.082.224 6.778.138
Antonio Saavedra
 000400 Diaz 4626 23/08/2006 ago-06 5.791.100 1.100.309 6.891.409
Antonio Saavedra
 000400 Diaz 4631 27/08/2006 ago-06 3.204.800 608.912 3.813.712
55.347.404 10.516.008
sep-06
415 Tisa Ingenieria SA 3830 08/09/2006 sep-06 3.850.000 731.500 4.581.500

000416 Tisa Ingenieria SA 3835 11/09/2006 sep-06 1.760.500 334.495 2.094.995

000420 Tisa Ingenieria SA 3839 14/09/2006 sep-06 3.273.150 621.899 3.895.049

 000418 Tisa Ingenieria SA 3840 14/09/2006 sep-06 3.512.450 667.366 4.179.816


Antonio Saavedra
000412 Diaz 4635 06/09/2006 sep-06 3.817.122 725.253 4.542.375
Antonio Saavedra
000413 Diaz 4640 08/09/2006 sep-06 3.145.795 597.701 3.743.496
Antonio Saavedra
000413 Diaz 4641 08/09/2006 sep-06 3.655.500 694.545 4.350.045
Antonio Saavedra
000415 Diaz 4644 09/09/2006 sep-06 4.926.500 936.035 5.862.535
Antonio Saavedra
000416 Diaz 4646 11/09/2006 sep-06 8.651.397 1.643.765 10.295.162

000418 Antonio Saavedra 4649 12/09/2006 sep-06 5.601.800 1.064.342 6.666.142


Diaz
42.194.214 8.016.901
oct-06
Antonio Saavedra
Diaz 4710 20/10/2006 oct-06 4.695.500 892.145 5.587.645
Antonio Saavedra
Diaz 4711 20/10/2006 oct-06 8.590.801 1.632.252 10.223.053
Antonio Saavedra
000432 Diaz 4712 20/10/2006 oct-06 5.225.500 992.845 6.218.345

 000432 Dasco Ltda 70756 16/10/2006 oct-06 2.965.175 563.383 3.528.558

000432 Dasco Ltda 70760 17/10/2006 oct-06 2.418.121 459.443 2.877.564

Tisa Ingenieria SA 3882 30/10/2006 oct-06 1.843.700 350.303 2.194.003

Tisa Ingenieria SA 3884 30/10/2006 oct-06 3.370.000 640.300 4.010.300

000432 Tisa Ingenieria SA 3887 31/10/2006 oct-06 2.755.000 523.450 3.278.450

Tisa Ingenieria SA 3888 31/10/2006 oct-06 3.824.150 726.589 4.550.739


35.687.947 6.780.710
nov-06
Hector Gaete
450 Zagal 49503 24/11/2006 nov-06 4.587.000 871.530 5.458.530
Hector Gaete
452 Zagal 49504 24/11/2006 nov-06 8.513.087 1.617.487 10.130.574
Hector Gaete
452 Zagal 49505 24/11/2006 nov-06 4.728.150 898.349 5.626.499
Hector Gaete
457 Zagal 49508 25/11/2006 nov-06 2.917.500 554.325 3.471.825
Hector Gaete
457 Zagal 49514 27/11/2006 nov-06 3.085.560 586.256 3.671.816
Ricardo Vasquez y
000452 Cia 9008 27/11/2006 nov-06 1.328.600 252.434 1.581.034
Ricardo Vasquez y
000457 Cia 9017 30/11/2006 nov-06 2.548.500 484.215 3.032.715
27.708.397 5.264.596
dic-06
Hector Gaete
472 Zagal 49520 01/12/2006 dic-06 6.358.500 1.208.115 7.566.615
Hector Gaete
472 Zagal 49521 01/12/2006 dic-06 8.596.412 1.633.318 10.229.730
Hector Gaete
473 Zagal 49533 06/12/2006 dic-06 5.250.500 997.595 6.248.095
Hector Gaete
475 Zagal 49541 07/12/2006 dic-06 3.958.650 752.144 4.710.794

000473 Dasco Ltda 70798 25/12/2006 dic-06 3.816.550 725.145 4.541.695

000475 Dasco Ltda 70799 25/12/2006 dic-06 3.125.976 593.935 3.719.911


Ricardo Vasquez y
000475 Cia 9026 29/12/2006 dic-06 3.550.000 674.500 4.224.500
Ricardo Vasquez y
000473 Cia 9027 29/12/2006 dic-06 3.165.500 601.445 3.766.945
37.822.088 7.186.197

TOTAL ANUAL
2006: 355.351.510 67.516.792

AÑO
2007
Folio N° Fecha Período
Libro Com. Proveedor Factura Emisión Registro Monto Neto $ Monto IVA $ Monto Total
ene-07
Hector Gaete
727 Zagal 49546 05/01/2007 ene-07 7.745.780 1.471.698 9.217.478
Hector Gaete
727 Zagal 49547 05/01/2007 ene-07 4.300.000 817.000 5.117.000

728 Hector Gaete 49548 05/01/2007 ene-07 3.465.875 658.516 4.124.391


Zagal
Hector Gaete
728 Zagal 49549 05/01/2007 ene-07 4.480.500 851.295 5.331.795
Comercial Dlar
 000727 Ltda 1630 24/01/2007 ene-07 3.310.625 629.019 3.939.644
Comercial Dlar
000728 Ltda 1647 31/01/2007 ene-07 3.660.400 695.476 4.355.878

000728 Dasco Ltda 70770 15/01/2007 ene-07 3.385.500 643.245 4.028.745


30.348.680 5.766.249
feb-07
000742 CDC Textil Ltda 10244 16/02/2007 feb-07 6.365.120 1.209.373 7.574.493

000742 CDC Textil Ltda 10248 19/02/2007 feb-07 8.386.500 1.593.435 9.979.935

000743 CDC Textil Ltda 10253 20/02/2007 feb-07 3.573.500 678.965 4.252.465
Ricardo Vasquez y
000742 Cia 9240 22/02/2007 feb-07 2.875.620 546.368 3.421.988
Ricardo Vasquez y
000742 Cia 9244 23/02/2007 feb-07 3.465.215 658.391 4.123.606
Ricardo Vasquez y
000742 Cia 9247 28/02/2007 feb-07 3.690.340 701.165 4.391.505
Ricardo Vasquez y
000744 Cia 9248 28/02/2007 feb-07 2.644.150 502.389 3.146.539

31.000.445 5.890.086
mar-07
Hector Gaete
757 Sagal 50953 30/03/2007 mar-07 4.525.000 859.750 5.384.750
Hector Gaete
753 Sagal 50954 30/03/2007 mar-07 6.528.435 1.240.403 7.768.838
Hector Gaete
754 Sagal 50955 30/03/2007 mar-07 6.567.000 1.247.730 7.814.730
Hector Gaete
755 Zagal 50956 30/03/2007 mar-07 3.394.750 645.003 4.039.753
Hector Gaete
758 Zagal 50957 30/03/2007 mar-07 4.254.500 808.355 5.062.855
Comercial Dlar
000755 Ltda 1600 15/03/2007 mar-07 4.689.000 890.910 5.579.910
Comercial Dlar
000756 Ltda 1642 30/03/2007 mar-07 2.975.600 565.364 3.540.964
32.934.285 6.257.515
abr-07
Hector Gaete
770 Zagal 51031 30/04/2007 abr-07 7.466.592 1.418.652 8.885.244
Hector Gaete
770 Zagal 51032 30/04/2007 abr-07 7.552.150 1.434.909 8.987.059
Hector Gaete
771 Zagal 51033 30/04/2007 abr-07 3.520.000 668.800 4.188.800
Hector Gaete
772 Zagal 51034 30/04/2007 abr-07 3.808.000 723.520 4.531.520

000771 Tisa Ingenieria SA 4154 30/04/2007 abr-07 2.344.500 445.455 2.789.955

000772 Tisa Ingenieria SA 4155 30/04/2007 abr-07 2.750.500 522.595 3.273.095


Comercial Dlar
773 Ltda 1726 30/04/2007 abr-07 5.038.000 957.220 5.995.220
32.479.742 6.171.151
ago-07

Hector Gaete
861 Zagal 51915 23/08/2007 ago-07 2.246.700 426.873 2.673.573

847 Imein SA 28314 20/08/2007 ago-07 2.488.750 472.863 2.961.613

000851 Imein SA 28315 20/08/2007 ago-07 3.216.150 611.069 3.827.219

000847 Imein SA 28330 31/08/2007 ago-07 2.875.600 546.364 3.421.964

000854 Dasco Ltda 75227 31/08/2007 ago-07 2.422.200 460.218 2.882.418

000860 Dasco Ltda 75228 31/08/2007 ago-07 2.416.550 459.145 2.875.695


Thomas y Herrera
 000859 Ltda 4954 30/08/2007 ago-07 3.688.900 700.891 4.389.791
19.354.850 3.677.423
oct-07
Hector Gaete
911 Zagal 52034 10/10/2007 oct-07 2.818.500 535.515 3.354.015
Hector Gaete
911 Zagal 52039 12/10/2007 oct-07 2.779.380 528.082 3.307.462
Hector Gaete
911 Zagal 52045 16/10/2007 oct-07 2.827.675 537.258 3.364.933

000911 Dasco Ltda 75513 18/10/2007 oct-07 2.505.675 476.078 2.981.753

000911 Dasco Ltda 75550 24/10/2007 oct-07 2.844.680 540.489 3.385.169

000911 Lesco SA 5208 26/10/2007 oct-07 2.917.600 554.344 3.471.944

000911 Lesco SA 5211 31/10/2007 oct-07 2.846.550 540.845 3.387.395

000911 Lesco SA 5214 31/10/2007 oct-07 2.956.475 561.730 3.518.205


22.496.535 4.274.341
nov-07
Hector Gaete
934 Zagal 52114 16/11/2007 nov-07 3.428.655 651.444 4.080.099
Hector Gaete
930 Zagal 52127 22/11/2007 nov-07 3.628.155 689.349 4.317.504
Hector Gaete
928 Zagal 52139 26/11/2007 nov-07 3.628.155 689.349 4.317.504

000929 Dasco Ltda 76132 14/11/2007 nov-07 3.876.550 736.545 4.613.095

000937 Dasco Ltda 76147 19/11/2007 nov-07 3.678.450 698.906 4.377.356

919 Lesco SA 5212 31/10/2007 nov-07 2.217.915 421.404 2.639.319

000919 Lesco SA 5213 31/10/2007 nov-07 2.425.670 460.877 2.886.547

000932 Lesco SA 5273 22/11/2007 nov-07 3.802.620 722.498 4.525.118

000931 Lesco SA 5293 30/11/2007 nov-07 4.266.180 810.574 5.076.754

000927 Lesco SA 5294 30/11/2007 nov-07 2.965.450 563.436 3.528.886

000935 Lesco SA 5295 30/11/2007 nov-07 2.971.600 564.604 3.536.204

000939 Lesco SA 5296 30/11/2007 nov-07 3.420.150 649.829 4.069.979


40.309.550 7.658.815
dic-07
000963 Imein SA 28773 31/12/2007 dic-07 3.855.675 732.578 4.588.253

964 Imein SA 28774 31/12/2007 dic-07 4.321.500 821.085 5.142.585

 000964 Imein SA 28776 31/12/2007 dic-07 3.828.166 727.352 4.555.518

964 Imein SA 28777 31/12/2007 dic-07 3.821.560 726.096 4.547.656

000963 Dasco Ltda 76253 07/12/2007 dic-07 3.224.650 612.684 3.837.334

000964 Dasco Ltda 76264 10/12/2007 dic-07 3.467.895 658.900 4.126.795

000964 Dasco Ltda 76271 12/12/2007 dic-07 3.125.165 593.781 3.718.946

000964 Dasco Ltda 76277 13/12/2007 dic-07 3.579.450 680.096 4.259.546

000964 Dasco Ltda 76289 17/12/2007 dic-07 3.246.785 616.889 3.863.674


32.470.846 6.169.461
TOTAL ANUAL
2007: 241.394.933 45.865.041

AÑO
2008
Folio L. N° Fecha Período
C. Proveedor Factura Emisión Registro Monto Neto $ Monto IVA $ Monto Total
ene-08
Hector Gaete
1127 Zagal 53115 10/01/2008 ene-08 3.208.675 609.648 3.818.323
Hector Gaete
1124 Zagal 53123 14/01/2008 ene-08 2.986.550 567.444 3.553.994
Hector Gaete
1126 Zagal 53132 18/01/2008 ene-08 2.115.360 401.918 2.517.278
Hector Gaete
1119 Zagal 53134 22/01/2008 ene-08 2.356.175 447.673 2.803.848
Hector Gaete
1120 Zagal 53140 25/01/2008 ene-08 2.766.500 525.635 3.292.135

001120 Imein SA 28775 31/12/2007 ene-08 4.521.250 859.038 5.380.288

001125 Imein SA 28851 23/01/2008 ene-08 3.268.650 621.044 3.889.694

001128 Imein SA 28852 23/01/2008 ene-08 3.828.915 727.494 4.556.409

001127 Imein SA 28857 29/01/2008 ene-08 3.397.835 645.589 4.043.424

001126 Imein SA 28862 13/01/2008 ene-08 3.391.825 644.447 4.036.272

001120 Imein SA 28863 31/01/2008 ene-08 3.968.175 753.953 4.722.128


35.809.910 6.803.883
feb-08
Mario Pinto
1147 Stewart 606 06/02/2008 feb-08 7.505.000 1.425.950 8.930.950
Mario Pinto
1148 Stewart 614 14/02/2008 feb-08 7.400.000 1.406.000 8.806.000
14.905.000 2.831.950
mar-08
Hector Gaete
1167 Zagal 53254 19/02/2008 03-.2008 1.915.450 363.936 2.279.386
Hector Gaete
1166 Zagal 53262 22/02/2008 mar-08 3.415.685 648.980 4.064.665
Hector Gaete
1166 Zagal 53273 26/02/2008 mar-08 3.108.500 590.615 3.699.115
Hector Gaete
1167 Zagal 53347 07/03/2008 mar-08 1.936.200 367.878 2.304.078
Hector Gaete
1171 Zagal 53353 12/03/2008 mar-08 2.058.120 391.043 2.449.163
Hector Gaete
1168 Zagal 53362 17/03/2008 mar-08 1.642.198 312.018 1.954.216
Hector Gaete
1166 Zagal 53371 27/03/2008 mar-08 1.875.450 356.336 2.231.786

001167 Imein SA 29226 01/02/2008 mar-08 3.946.155 749.769 4.695.924

001166 Imein SA 29233 06/02/2008 mar-08 3.028.560 575.426 3.603.986

1166 Imein SA 29239 13/02/2008 mar-08 3.676.125 698.464 4.374.589

001166 Imein SA 29247 18/02/2008 mar-08 3.571.620 678.608 4.250.228

1166 Dasco Ltda 77423 07/02/2008 mar-08 2.877.450 546.716 3.424.166

 001166 Dasco Ltda 77435 12/02/2008 mar-08 2.895.120 550.073 3.445.193

1167 Dasco Ltda 77447 21/02/2008 mar-08 3.348.850 636.282 3.985.132

 001179 Dasco Ltda 77553 04/03/2008 mar-08 2.316.458 440.127 2.756.585

1177 Dasco Ltda 77561 10/03/2008 mar-08 1.986.185 377.375 2.363.560

001170 Dasco Ltda 77573 17/03/2008 mar-08 1.789.546 340.014 2.129.560

001174 Dasco Ltda 77594 28/03/2008 mar-08 1.770.255 336.348 2.106.603


Thomas y Herrera
001175 Ltda 5053 18/03/2008 mar-08 2.916.121 554.063 3.470.184
Thomas y Herrera
001176 Ltda 5060 20/03/2008 mar-08 2.946.555 559.845 3.506.400
Mario Pinto
1167 Stewart 603 04/02/2008 mar-08 11.595.800 2.203.202 13.799.002
Mario Pinto
1167 Stewart 609 08/02/2008 mar-08 5.921.800 1.125.142 7.046.942
Mario Pinto
1182 Stewart 624 03/03/2008 mar-08 8.424.000 1.600.560 10.024.560
Mario Pinto
1182 Stewart 629 11/03/2008 mar-08 7.776.000 1.477.440 9.253.440
86.738.203 16.480.260
abr-08
Mario Pinto
1187 Stewart 642 14/04/2008 abr-08 5.850.000 1.111.500 6.961.500
Mario Pinto
1192 Stewart 649 21/04/2008 abr-08 9.468.000 1.798.920 11.266.920
15.318.000 2.910.420
may-08
001212 Ferreteria Ausensi 3359 02/05/2008 may-08 2.022.655 384.304 2.406.959

001213 Ferreteria Ausensi 3371 07/05/2008 may-08 1.716.450 326.126 2.042.576


3.739.105 710.430
jun-08
Thomas y Herrera
001235 Ltda 5105 05/06/2008 jun-08 2.824.600 536.674 3.361.274
Thomas y Herrera
001242 Ltda 5106 09/06/2008 jun-08 2.315.190 439.886 2.755.076
Thomas y Herrera
001233 Ltda 5111 11/06/2008 jun-08 1.887.655 358.654 2.246.309
Thomas y Herrera
001236 Ltda 5112 13/06/2008 jun-08 2.421.160 460.020 2.881.180
Thomas y Herrera
001240 Ltda 5114 16/06/2008 jun-08 2.523.600 479.484 3.003.084

001249 Ferreteria Ausensi 3372 18/06/2008 jun-08 2.817.670 535.357 3.353.027

001250 Ferreteria Ausensi 3373 20/06/2008 jun-08 1.996.300 379.297 2.375.597


Mario Pinto
1254 Stewart 686 09/06/2008 jun-08 8.039.500 1.527.505 9.567.005
Mario Pinto
1251 Stewart 680 03/06/2008 jun-08 7.583.600 1.440.884 9.024.484
32.409.275 6.157.761
jul-08
Thomas y Herrera
001270 Ltda 5126 24/06/2008 jul-08 2.315.184 439.886 2.755.070
Thomas y Herrera
001265 Ltda 5127 03/07/2008 jul-08 3.128.675 594.448 3.723.123
Thomas y Herrera
001259 Ltda 5136 08/06/2008 jul-08 3.796.175 721.273 4.517.448
Thomas y Herrera
1259 Ltda 5137 15/07/2008 jul-08 4.918.725 934.558 5.853.283
Thomas y Herrera
001267 Ltda 5138 18/07/2008 jul-08 4.803.115 912.592 5.715.707
Thomas y Herrera
001258 Ltda 5139 18/07/2008 jul-08 3.757.940 714.009 4.471.949
Thomas y Herrera
001265 Ltda 5141 28/07/2008 jul-08 2.686.375 510.411 3.196.786
Mario Pinto
1270 Stewart 698 04/07/2008 jul-08 9.462.000 1.797.780 11.259.780
Mario Pinto
1270 Stewart 700 08/07/2008 jul-08 10.503.000 1.995.570 12.498.570
45.371.189 8.620.527
ago-08
Thomas y Herrera
001274 Ltda 5142 01/08/2008 ago-08 2.628.600 499.434 3.128.034
Thomas y Herrera
001282 Ltda 5147 04/08/2008 ago-08 2.315.189 439.886 2.755.075
Thomas y Herrera
001284 Ltda 5148 08/08/2008 ago-08 1.762.300 334.837 2.097.137
Thomas y Herrera
001283 Ltda 5149 11/08/2008 ago-08 2.388.190 453.756 2.841.946
Thomas y Herrera
001278 Ltda 5150 14/08/2008 ago-08 2.726.335 518.004 3.244.339

1279 Sergo SA 861264 22/08/2008 ago-08 2.475.855 470.412 2.946.267

001275 Sergo SA 861266 28/08/2008 ago-08 1.975.600 375.364 2.350.964


16.272.069 3.091.693
sep-08
 001294 Miguel Tavali 18537 22/09/2008 sep-08 2.548.600 484.234 3.032.834

001297 Miguel Tavali 18538 26/09/2008 sep-08 1.508.650 286.644 1.795.294


4.057.250 770.878
nov-08

Comercial Lyn
001324 Ltda 52 03/11/2008 nov-08 2.716.700 516.173 3.232.873
001326 Comercial Lyn 53 06/11/2008 nov-08 2.616.450 497.126 3.113.576
Ltda
Comercial Lyn
001327 Ltda 54 07/11/2008 nov-08 2.946.150 559.769 3.505.919
Comercial Lyn
001327 Ltda 55 11/11/2008 nov-08 3.417.160 649.260 4.066.420
11.696.460 2.222.328
dic-08
Hector Gaete
1355 Zagal 53354 10/12/2008 dic-08 3.126.455 594.026 3.720.481
Hector Gaete
1356 Zagal 53372 12/12/2008 dic-08 2.948.555 560.225 3.508.780

001348 Imein SA 31681 04/12/2008 dic-08 3.426.170 650.972 4.077.142

001351 Imein SA 31682 30/12/2008 dic-08 3.545.615 673.667 4.219.282

001344 Imein SA 31683 24/12/2008 dic-08 2.746.150 521.769 3.267.919

001357 Imein SA 31684 17/12/2008 dic-08 2.733.200 519.308 3.252.508

001357 Dasco Ltda 77552 15/12/2008 dic-08 2.934.815 557.615 3.492.430

001357 Dasco Ltda 77580 18/12/2008 dic-08 3.421.180 650.024 4.071.204


Comercial Lyn
001351 Ltda 56 17/11/2008 dic-08 3.146.500 597.835 3.744.335
Comercial Lyn
001356 Ltda 58 19/11/2008 dic-08 2.718.120 516.443 3.234.563
Comercial Lyn
001356 Ltda 60 24/11/2008 dic-08 2.764.560 525.266 3.289.826
Comercial Lyn
001353 Ltda 61 28/11/2008 dic-08 2.625.150 498.778 3.123.929
Comercial Lyn
1342 Ltda 72 01/12/2008 dic-08 2.821.500 536.085 3.357.585
Comercial Lyn
1350 Ltda 73 05/12/2008 dic-08 2.984.650 567.084 3.551.734
Comercial Lyn
001357 Ltda 74 16/12/2008 dic-08 3.055.600 580.564 3.636.164
Comercial Lyn
001357 Ltda 75 19/12/2008 dic-08 3.105.965 590.133 3.696.098
Comercial Lyn
001342 Ltda 76 22/12/2008 dic-08 3.205.100 608.969 3.814.069
Comercial Lyn
001349 Ltda 78 29/12/2008 dic-08 2.821.465 536.078 3.357.543
Comercial Lyn
001345 Ltda 79 31/12/2008 dic-08 3.021.178 574.024 3.595.202
57.151.928 10.858.865
TOTAL ANUAL
2008: 323.468.389 61.458.995

GRAN TOTAL FINAL AÑOS 2005 a 184.749.18


2008 972.372.112 1

VIGÉSIMO: Que, en virtud de lo expuesto en los fundamentos precedentes,


y tal como ya se anticipó en la oportunidad prevista en el artículo 343 del Código
Procesal Penal, el Tribunal arribó a una decisión condenatoria, conforme a la
valoración que ha hecho de las probanzas rendidas en el juicio oral, pues, de
acuerdo a lo previsto en el artículo 297 del Código Procesal Penal, dio por
establecidos, más allá de toda duda razonable, los siguientes hechos:
“HECHO N° 1:
El acusado Guillermo Cristian Riveros Chacana, en su calidad de
administrador de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A., RUT N°
96.527.370-0, con la cooperación del contador de la sociedad, el acusado Mario
Enrique Rojas Echeverría, quien obtuvo de terceros las facturas que luego se
detallan, incorporaron en los registros contables de la sociedad referida y en las
declaraciones mensuales de impuestos –formularios 29- de los períodos
tributarios mensuales que abarcan desde julio a noviembre de 2005, desde enero
a mayo de 2006, desde julio a diciembre de 2006, desde enero a abril de 2007,
en agosto de 2007, desde octubre a diciembre de 2007, desde enero a
septiembre de 2008, y desde noviembre a diciembre de 2008, facturas
provenientes de diecinueve supuestos proveedores de tal sociedad, por
operaciones que no se llevaron a cabo realmente, generando de esa forma, en
cada período mensual, créditos fiscales de Impuesto al Valor Agregado IVA
aparentes, y que emplearon para disminuir indebidamente el pago del referido
tributo, constituyendo la conducta descrita, maniobras maliciosas tendientes a
aumentar el verdadero monto de los créditos o imputaciones que tenían derecho
a hacer valer, en relación con las cantidades que la referida sociedad debía
pagar.
HECHO N° 2:
Los montos de las operaciones supuestas de que dan cuenta las facturas a
que se hizo referencia en el hecho N° 1, fueron también incorporados, por los
referidos acusados, en las declaraciones anuales de impuesto de la sociedad
Riward Ingeniería y Construcción S.A, ya referida, correspondiente a los años
tributarios 2006, 2007, 2008 y 2009, con la finalidad de rebajar ilegítimamente
la base imponible del Impuesto a la Renta de Primera Categoría de los referidos
períodos, a través de la imputación de gastos y costos inexistentes,
constituyendo la conducta descrita, la presentación de declaraciones
maliciosamente falsas que indujeron a la liquidación de Impuestos a la Renta de
Primera Categoría, en los años tributarios 2006, 2007, 2008 y 2009, inferiores a
los que correspondían.
El detalle de facturas y proveedores aludidos precedentemente son los
siguientes:
DETALLE DE FACTURAS Y PROVEEDORES
RIWARD Y INGENIERÍA Y CONSTRUCCIÓN S.A., RUT N° 96.527.370-0

1.- Contribuyente: HÉCTOR FERNANDO GAETE SAGAL


RUT N°: 3.966.128-4


Folio Fecha Período Monto Monto Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto $ IVA $ Total
a
000450 49503 24-11-2006 11-2006 4.587.000 871.530 5.458.530
000452 49504 24-11-2006 11-2006 8.513.087 1.617.487 10.130.574
000452 49505 24-11-2006 11-2006 4.728.150 898.349 5.626.499
000457 49508 25-11-2006 11-2006 2.917.500 554.325 3.471.825
000457 49514 27-11-2006 11-2006 3.085.560 586.256 3.671.816
000472 49520 01-12-2006 12-2006 6.358.500 1.208.115 7.566.615
000472 49521 01-12-2006 12-2006 8.596.412 1.633.318 10.229.730
000473 49533 06-12-2006 12-2006 5.250.500 997.595 6.248.095
000475 49541 07-12-2006 12-2006 3.958.650 752.144 4.710.794
000727 49546 05-01-2007 01-2007 7.745.780 1.471.698 9.217.478
000727 49547 05-01-2007 01-2007 4.300.000 817.000 5.117.000
000728 49548 05-01-2007 01-2007 3.465.875 658.516 4.124.391
000728 49549 05-01-2007 01-2007 4.480.500 851.295 5.331.795
000757 50953 30-03-2007 03-2007 4.525.000 859.750 5.384.750
000753 50954 30-03-2007 03-2007 6.528.435 1.240.403 7.768.838
000754 50955 30-03-2007 03-2007 6.567.000 1.247.730 7.814.730
000755 50956 30-03-2007 03-2007 3.394.750 645.003 4.039.753
000758 50957 30-03-2007 03-2007 4.254.500 808.355 5.062.855
000770 51031 30-04-2007 04-2007 7.466.592 1.418.652 8.885.244
000770 51032 30-04-2007 04-2007 7.552.150 1.434.909 8.987.059
000771 51033 30-04-2007 04-2007 3.520.000 668.800 4.188.800

Folio Fecha Período Monto Monto Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto $ IVA $ Total
a
000772 51034 30-04-2007 04-2007 3.808.000 723.520 4.531.520
000861 51915 23-08-2007 08-2007 2.246.700 426.873 2.673.573
000911 52034 10-10-2007 10-2007 2.818.500 535.515 3.354.015
000911 52039 12-10-2007 10-2007 2.779.380 528.082 3.307.462
000911 52045 16-10-2007 10-2007 2.827.675 537.258 3.364.933
000934 52114 16-11-2007 11-2007 3.428.655 651.444 4.080.099
000930 52127 22-11-2007 11-2007 3.628.155 689.349 4.317.504
000928 52139 26-11-2007 11-2007 3.628.155 689.349 4.317.504
001127 53115 10-01-2008 01-2008 3.208.675 609.648 3.818.323
001124 53123 14-01-2008 01-2008 2.986.550 567.444 3.553.994
001126 53132 18-01-2008 01-2008 2.115.360 401.918 2.517.278
001119 53134 22-01-2008 01-2008 2.356.175 447.673 2.803.848
001120 53140 25-01-2008 01-2008 2.766.500 525.635 3.292.135
001167 53254 19-02-2008 03-.2008 1.915.450 363.936 2.279.386
001166 53262 22-02-2008 03-2008 3.415.685 648.980 4.064.665
001166 53273 26-02-2008 03-2008 3.108.500 590.615 3.699.115
001167 53347 07-03-2008 03-2008 1.936.200 367.878 2.304.078
001171 53353 12-03-2008 03-2008 2.058.120 391.043 2.449.163
001355 53354 10-12-2008 12-2008 3.126.455 594.026 3.720.481
001168 53362 17-03-2008 03-2008 1.642.198 312.018 1.954.216
001166 53371 27-03-2008 03-2008 1.875.450 356.336 2.231.786
001356 53372 12-12-2008 12-2008 2.948.555 560.225 3.508.780
TOTALES 172.421.034 32.759.995 205.181.029

2.- Contribuyente: COMERCIAL LIZAMA S.A. RUT N°: 79.950.730-7

Folio N° Fecha Período Monto Monto Monto


L. C. Factura Emisión Registro Neto $ IVA $ Total
000315 15054 19-04-2006 04-2006 8.037.250 1.527.078 9.564.328
000317 15058 21-04-2006 04-2006 3.186.200 605.378 3.791.578
000320 15063 25-04-2006 04-2006 7.510.878 1.427.067 8.937.945
000325 15070 28-04-2006 04-2006 4.374.900 831.231 5.206.131
000328 15076 05-05-2006 05-2006 8.881.250 1.687.438 10.568.688
000333 15078 08-05-2006 05-2006 4.768.800 906.072 5.674.872
000333 15083 12-05-2006 05-2006 6.400.510 1.216.097 7.616.607
000338 15086 15-05-2006 05-2006 5.325.500 1.011.845 6.337.345
000360 15090 01-06-2006 07-2006 4.325.800 821.902 5.147.702
000361 15093 02-06-2006 07-2006 4.618.120 877.443 5.495.563
000362 15094 02-06-2006 07-2006 4.748.100 902.139 5.650.239
000363 15097 05-06-2006 07-2006 5.412.500 1.028.375 6.440.875
000362 15098 05-06-2006 07-2006 4.311.500 819.185 5.130.685
000389 15164 15-06-2006 08-2006 3.938.500 748.315 4.686.815
000389 15167 17-07-2006 08-2006 7.562.540 1.436.883 8.999.423
000389 15171 19-07-2006 08-2006 4.550.000 864.500 5.414.500
TOTALES 87.952.348 16.710.948 104.663.296

3.- Contribuyente: ANTONIO SAAVEDRA DIAZ E HIJOS LIMITADA


RUT N°: 77.175.780-4


Folio Fecha Período Monto Monto IVA Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto $ $ Total
a
000394 4606 11-08-2006 08-2006 3.615.475 686.940 4.302.415
 00039
4 4613 16-08-2006 08-2006 3.821.175 726.023 4.547.198
000397 4617 18-08-2006 08-2006 4.459.000 847.210 5.306.210
000400 4622 21-08-2006 08-2006 5.695.914 1.082.224 6.778.138
 00040
0 4626 23-08-2006 08-2006 5.791.100 1.100.309 6.891.409
 00040 4631 27-08-2006 08-2006 3.204.800 608.912 3.813.712

Folio Fecha Período Monto Monto IVA Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto $ $ Total
a
0
000412 4635 06-09-2006 09-2006 3.817.122 725.253 4.542.375
000413 4640 08-09-2006 09-2006 3.145.795 597.701 3.743.496
000413 4641 08-09-2006 09-2006 3.655.500 694.545 4.350.045
000415 4644 09-09-2006 09-2006 4.926.500 936.035 5.862.535
000416 4646 11-09-2006 09-2006 8.651.397 1.643.765 10.295.162
000418 4649 12-09-2006 09-2006 5.601.800 1.064.342 6.666.142
4710 20-10-2006 10-2006 4.695.500 892.145 5.587.645
4711 20-10-2006 10-2006 8.590.801 1.632.252 10.223.053
000432 4712 20-10-2006 10-2006 5.225.500 992.845 6.218.345
TOTALES 74.897.379 14.230.501 89.127.880

4.- Contribuyente: IMEIN S.A. RUT N°: 88.279.700-7

Folio N° Fecha Período Monto Monto IVA Monto


L. C. Factura Emisión Registro Neto $ $ Total
000847 28314 20-08-2007 08-2007 2.488.750 472.863 2.961.613
000851 28315 20-08-2007 08-2007 3.216.150 611.069 3.827.219
000847 28330 31-08-2007 08-2007 2.875.600 546.364 3.421.964
000963 28773 31-12-2007 12-2007 3.855.675 732.578 4.588.253
000964 28774 31-12-2007 12-2007 4.321.500 821.085 5.142.585
001120 28775 31-12-2007 01-2008 4.521.250 859.038 5.380.288
 00096
4 28776 31-12-2007 12-2007 3.828.166 727.352 4.555.518
000964 28777 31-12-2007 12-2007 3.821.560 726.096 4.547.656
001125 28851 23-01-2008 01-2008 3.268.650 621.044 3.889.694
001128 28852 23-01-2008 01-2008 3.828.915 727.494 4.556.409
001127 28857 29-01-2008 01-2008 3.397.835 645.589 4.043.424
001126 28862 13-01-2008 01-2008 3.391.825 644.447 4.036.272
001120 28863 31-01-2008 01-2008 3.968.175 753.953 4.722.128
001167 29226 01-02-2008 03-2008 3.946.155 749.769 4.695.924
001166 29233 06-02-2008 03-2008 3.028.560 575.426 3.603.986
001166 29239 13-02-2008 03-2008 3.676.125 698.464 4.374.589
001166 29247 18-02-2008 03-2008 3.571.620 678.608 4.250.228
001348 31681 04-12-2008 12-2008 3.426.170 650.972 4.077.142
001351 31682 30-12-2008 12-2008 3.545.615 673.667 4.219.282
001344 31683 24-12-2008 12-2008 2.746.150 521.769 3.267.919
001357 31684 17-12-2008 12-2008 2.733.200 519.308 3.252.508
TOTALES 73.457.646 13.956.955 87.414.601

5.- Contribuyente: SOCIEDAD DISTRIBUIDORA Y COMERCIALIZADORA


DASCO LIMITADA
RUT N°: 78.095.620-8

Folio N° Fecha Período Monto Monto IVA Monto


L. C. Factura Emisión Registro Neto $ $ Total
 00043
2 70756 16-10-2006 10-2006 2.965.175 563.383 3.528.558
000432 70760 17-10-2006 10-2006 2.418.121 459.443 2.877.564
000728 70770 15-01-2007 01-2007 3.385.500 643.245 4.028.745
000473 70798 25-12-2006 12-2006 3.816.550 725.145 4.541.695
000475 70799 25-12-2006 12-2006 3.125.976 593.935 3.719.911
000854 75227 31-08-2007 08-2007 2.422.200 460.218 2.882.418
000860 75228 31-08-2007 08-2007 2.416.550 459.145 2.875.695
000911 75513 18-10-2007 10-2007 2.505.675 476.078 2.981.753
000911 75550 24-10-2007 10-2007 2.844.680 540.489 3.385.169
000929 76132 14-11-2007 11-2007 3.876.550 736.545 4.613.095
000937 76147 19-11-2007 11-2007 3.678.450 698.906 4.377.356
000963 76253 07-12-2007 12-2007 3.224.650 612.684 3.837.334
Folio N° Fecha Período Monto Monto IVA Monto
L. C. Factura Emisión Registro Neto $ $ Total
000964 76264 10-12-2007 12-2007 3.467.895 658.900 4.126.795
000964 76271 12-12-2007 12-2007 3.125.165 593.781 3.718.946
000964 76277 13-12-2007 12-2007 3.579.450 680.096 4.259.546
000964 76289 17-12-2007 12-2007 3.246.785 616.889 3.863.674
001166 77423 07-02-2008 03-2008 2.877.450 546.716 3.424.166
 00116
6 77435 12-02-2008 03-2008 2.895.120 550.073 3.445.193
001167 77447 21-02-2008 03-2008 3.348.850 636.282 3.985.132
001357 77552 15-12-2008 12-2008 2.934.815 557.615 3.492.430
 00117
9 77553 04-03-2008 03-2008 2.316.458 440.127 2.756.585
001177 77561 10-03-2008 03-2008 1.986.185 377.375 2.363.560
001170 77573 17-03-2008 03-2008 1.789.546 340.014 2.129.560
001357 77580 18-12-2008 12-2008 3.421.180 650.024 4.071.204
001174 77594 28-03-2008 03-2008 1.770.255 336.348 2.106.603
TOTALES 73.439.231 13.953.456 87.392.687

6.- Contribuyente: FERRETERÍA INDUSTRIAL S.A.


RUT N°: 99.552.660-3


Folio Fecha Período Monto Monto IVA Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto $ $ Total
a
 00026
4 31887 03-01-2006 01-2006 2.367.442 449.814 2.817.256
000265 31891 05-01-2006 01-2006 2.275.190 432.286 2.707.476
000268 31897 10-01-2006 01-2006 6.042.500 1.148.075 7.190.575
000267 31899 11-01-2006 01-2006 7.545.000 1.433.550 8.978.550
000282 31951 04-02-2006 02-2006 7.207.750 1.369.473 8.577.223
000299 31955 03-03-2006 03-2006 5.031.000 955.890 5.986.890
000283 31956 10-02-2006 02-2006 8.772.300 1.666.737 10.439.037
000300 31961 08-03-2006 03-2006 6.797.100 1.291.449 8.088.549
000285 31965 14-02-2006 02-2006 3.514.700 667.793 4.182.493
000288 31969 18-02-2006 02-2006 5.702.745 1.083.522 6.786.267
000303 31970 13-03-2006 03-2006 2.832.500 538.175 3.370.675
000304 31975 16-03-2006 03-2006 6.663.175 1.266.003 7.929.178
000290 31978 25-02-2006 02-2006 3.748.500 712.215 4.460.715
TOTALES 68.499.902 13.014.982 81.514.884

7.- Contribuyente: TISA INGENIERÍA S.A. RUT N°: 96.607.150-8

Folio N° Fecha Período Monto Monto IVA Monto


L. C. Factura Emisión Registro Neto $ $ Total
000202 3506 12-10-2005 10-2005 2.855.300 542.507 3.397.807
000202 3508 15-10-2005 10-2005 3.037.500 577.125 3.414.625
000201 3517 05-10-2005 10-2005 3.428.655 651.444 4.080.099
000211 3523 30-11-2005 11-2005 2.744.000 521.360 3.265.360
000269 3572 31-01-2006 01-2006 4.225.000 802.750 5.027.750
000293 3609 28-02-2006 02-2006 2.999.150 569.839 3.568.989
000391 3802 31-07-2006 08-2006 3.005.500 571.045 3.576.545
000394 3811 11-08-2006 08-2006 3.412.650 648.404 4.061.054
 00039
5 3819 17-08-2006 08-2006 3.934.000 747.460 4.681.460
 00040
0 3825 25-08-2006 08-2006 2.356.750 447.783 2.804.533
000415 3830 08-09-2006 09-2006 3.850.000 731.500 4.581.500
000416 3835 11-09-2006 09-2006 1.760.500 334.495 2.094.995
000420 3839 14-09-2006 09-2006 3.273.150 621.899 3.895.049
 00041
8 3840 14-09-2006 09-2006 3.512.450 667.366 4.179.816
3882 30-10-2006 10-2006 1.843.700 350.303 2.194.003
Folio N° Fecha Período Monto Monto IVA Monto
L. C. Factura Emisión Registro Neto $ $ Total
3884 30-10-2006 10-2006 3.370.000 640.300 4.010.300
000432 3887 31-10-2006 10-2006 2.755.000 523.450 3.278.450
3888 31-10-2006 10-2006 3.824.150 726.589 4.550.739
000771 4154 30-04-2007 04-2007 2.344.500 445.455 2.789.955
000772 4155 30-04-2007 04-2007 2.750.500 522.595 3.273.095
TOTALES 61.282.455 11.643.669 72.726.124

8.- Contribuyente: THOMAS Y HERRERA LIMITADA


RUT N°: 79.893.060-5

Folio N° Fecha Período Monto Monto IVA Monto


L. C. Factura Emisión Registro Neto $ $ Total
 00085
9 4954 30-08-2007 08-2007 3.688.900 700.891 4.389.791
001175 5053 18-03-2008 03-2008 2.916.121 554.063 3.470.184
001176 5060 20-03-2008 03-2008 2.946.555 559.845 3.506.400
001235 5105 05-06-2008 06-2008 2.824.600 536.674 3.361.274
001242 5106 09-06-2008 06-2008 2.315.190 439.886 2.755.076
001233 5111 11-06-2008 06-2008 1.887.655 358.654 2.246.309
001236 5112 13-06-2008 06-2008 2.421.160 460.020 2.881.180
001240 5114 16-06-2008 06-2008 2.523.600 479.484 3.003.084
001270 5126 24-06-2008 07-2008 2.315.184 439.886 2.755.070
001265 5127 03-07-2008 07-2008 3.128.675 594.448 3.723.123
001259 5136 08-06-2008 07-2008 3.796.175 721.273 4.517.448
001259 5137 15-07-2008 07-2008 4.918.725 934.558 5.853.283
001267 5138 18-07-2008 07-2008 4.803.115 912.592 5.715.707
001258 5139 18-07-2008 07-2008 3.757.940 714.009 4.471.949
001265 5141 28-07-2008 07-2008 2.686.375 510.411 3.196.786
001274 5142 01-08-2008 08-2008 2.628.600 499.434 3.128.034
001282 5147 04-08-2008 08-2008 2.315.189 439.886 2.755.075
001284 5148 08-08-2008 08-2008 1.762.300 334.837 2.097.137
001283 5149 11-08-2008 08-2008 2.388.190 453.756 2.841.946
001278 5150 14-08-2008 08-2008 2.726.335 518.004 3.244.339
TOTALES 58.750.584 11.162.611 69.913.195

9.- Contribuyente: COMERCIAL LYN LIMITADA RUT N°: 78.304.180-4

Folio N° Fecha Período Monto Monto IVA Monto


L. C. Factura Emisión Registro Neto $ $ Total
001324 52 03-11-2008 11-2008 2.716.700 516.173 3.232.873
001326 53 06-11-2008 11-2008 2.616.450 497.126 3.113.576
001327 54 07-11-2008 11-2008 2.946.150 559.769 3.505.919
001327 55 11-11-2008 11-2008 3.417.160 649.260 4.066.420
001351 56 17-11-2008 12-2008 3.146.500 597.835 3.744.335
001356 58 19-11-2008 12-2008 2.718.120 516.443 3.234.563
001356 60 24-11-2008 12-2008 2.764.560 525.266 3.289.826
001353 61 28-11-2008 12-2008 2.625.150 498.778 3.123.929
001342 72 01-12-2008 12-2008 2.821.500 536.085 3.357.585
001350 73 05-12-2008 12-2008 2.984.650 567.084 3.551.734
001357 74 16-12-2008 12-2008 3.055.600 580.564 3.636.164
001357 75 19-12-2008 12-2008 3.105.965 590.133 3.696.098
001342 76 22-12-2008 12-2008 3.205.100 608.969 3.814.069
001349 78 29-12-2008 12-2008 2.821.465 536.078 3.357.543
001345 79 31-12-2008 12-2008 3.021.178 574.024 3.595.202
TOTALES 43.966.248 8.352.331 52.319.207

10.- Contribuyente: MARÍA ISABEL CORREA BERRIOS


RUT N°: 7.973.208-7
Folio N° Fecha Período Monto Neto Monto IVA
Monto Total
L. C. Factura Emisión Registro $ $
000187 3458 04-07-2005 07-2005 2.866.177 544.574 3.410.751
000188 3461 08-07-2005 07-2005 2.048.165 389.151 2.437.316
000188 3468 12-07-2005 07-2005 2.278.150 432.849 2.710.999
000192 3469 05-08-2005 08-2005 2.288.175 434.753 2.722.928
 000188 3473 18-07-2005 07-2005 2.316.451 440.125 2.756.577
000193 3474 10-08-2005 08-2005 2.874.120 546.083 3.420.203
000190 3476 28-07-2005 07-2005 2.518.150 478.449 2.996.599
000194 3477 12-08-2005 08-2005 2.317.121 440.253 2.757.374
000194 3480 17-08-2005 08-2005 2.418.550 457.995 2.876.545
000199 3484 23-08-2005 09-2005 2.922.321 555.241 3.477.562
000195 3487 26-08-2005 08-2005 2.486.122 472.363 2.958.485
000197 3495 02-09-2005 09-2005 1.674.128 318.084 1.992.212
000198 3496 06-09-2005 09-2005 2.166.150 411.569 2.577.719
000199 3497 09-09-2005 09-2005 1.926.675 366.068 2.292.743
000199 3498 15-09-2005 09-2005 2.276.820 432.596 2.709.416
000199 3499 22-09-2005 09-2005 2.503.675 475.698 2.979.373
000199 3500 27-09-2005 09-2005 2.210.875 420.066 2.630.941
TOTALES 40.091.825 7.615.917 47.707.743

11.- Contribuyente: LESCO S.A. RUT N°: 96.907.520-2

Folio N° Fecha Período Monto Monto IVA Monto


L. C. Factura Emisión Registro Neto $ $ Total
000911 5208 26-10-2007 10-2007 2.917.600 554.344 3.471.944
000911 5211 31-10-2007 10-2007 2.846.550 540.845 3.387.395
000919 5212 31-10-2007 11-2007 2.217.915 421.404 2.639.319
000919 5213 31-10-2007 11-2007 2.425.670 460.877 2.886.547
000911 5214 31-10-2007 10-2007 2.956.475 561.730 3.518.205
000932 5273 22-11-2007 11-2007 3.802.620 722.498 4.525.118
000931 5293 30-11-2007 11-2007 4.266.180 810.574 5.076.754
000927 5294 30-11-2007 11-2007 2.965.450 563.436 3.528.886
000935 5295 30-11-2007 11-2007 2.971.600 564.604 3.536.204
000939 5296 30-11-2007 11-2007 3.420.150 649.829 4.069.979
TOTALES 30.790.210 5.850.141 36.640.351

12.- Contribuyente: RICARDO VASQUEZ VELASQUEZ Y COMPAÑÍA


LIMITADA RUT N°: 78.332.150-5

Folio N° Fecha Período Monto Neto Monto IVA


Monto Total
L. C. Factura Emisión Registro $ $
000452 9008 27-11-2006 11-2006 1.328.600 252.434 1.581.034
000457 9017 30-11-2006 11-2006 2.548.500 484.215 3.032.715
000475 9026 29-12-2006 12-2006 3.550.000 674.500 4.224.500
000473 9027 29-12-2006 12-2006 3.165.500 601.445 3.766.945
000742 9240 22-02-2007 02-2007 2.875.620 546.368 3.421.988
000742 9244 23-02-2007 02-2007 3.465.215 658.391 4.123.606
000742 9247 28-02-2007 02-2007 3.690.340 701.165 4.391.505
000744 9248 28-02-2007 02-2007 2.644.150 502.389 3.146.539
TOTALES 23.267.925 4.420.907 27.688.832

13.- Contribuyente: SOCIEDAD EN DESARROLLO CONSTRUCCION Y


COMERCIAL DLAR LIMITADA
RUT N°: 77.676.300-4

Folio Fecha Período Monto Monto IVA Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto $ $ Total
a
000755 1600 15-03-2007 03-2007 4.689.000 890.910 5.579.910
 00072
7 1630 24-01-2007 01-2007 3.310.625 629.019 3.939.644
000756 1642 30-03-2007 03-2007 2.975.600 565.364 3.540.964
000728 1647 31-01-2007 01-2007 3.660.400 695.476 4.355.878
000773 1726 30-04-2007 04-2007 5.038.000 957.220 5.995.220
TOTALES 19.673.625 3.737.989 23.411.616

14.- Contribuyente: C.D.C. TEXTIL LIMITADA


RUT N°: 78.720.350-7


Folio Fecha Período Monto Monto IVA Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto $ $ Total
a
000742 10244 16-02-2007 02-2007 6.365.120 1.209.373 7.574.493
000742 10248 19-02-2007 02-2007 8.386.500 1.593.435 9.979.935
000743 10253 20-02-2007 02-2007 3.573.500 678.965 4.252.465
TOTALES 18.325.120 3.481.773 21.806.893

15.- Contribuyente: G TRES INGENIERIA Y CONSTRUCCION LIMITADA


RUT N°: 77.180.590-6


Folio Fecha Período Monto Monto IVA Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto $ $ Total
a
000325 461 28-04-2006 04-2006 6.002.600 1.140.494 7.143.094
000336 474 04-05-2006 05-2006 2.963.500 563.065 3.526.565
TOTALES 8.966.100 1.703.559 10.669.659

16.- Contribuyente: FERRETERIA Y COMERCIAL AUSENSI LIMITADA


RUT N°: 76.047.490-8

Folio N° Fecha Período Monto Monto IVA Monto


L. C. Factura Emisión Registro Neto $ $ Total
001212 3359 02-05-2008 05-2008 2.022.655 384.304 2.406.959
001213 3371 07-05-2008 05-2008 1.716.450 326.126 2.042.576
001249 3372 18-06-2008 06-2008 2.817.670 535.357 3.353.027
001250 3373 20-06-2008 06-2008 1.996.300 379.297 2.375.597
TOTALES 8.553.075 1.625.084 10.178.159

17.- Contribuyente: SERGO S.A. RUT N°: 96.659.250-8


Folio Fecha Período Monto Monto IVA Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto $ $ Total
a
001279 861264 22-08-2008 08-2008 2.475.855 470.412 2.946.267
001275 861266 28-08-2008 08-2008 1.975.600 375.364 2.350.964
TOTALES 4.451.455 845.776 5.297.231

18.- Contribuyente: MIGUEL ANGEL TAVALI DURAN


RUT N°: 8.293.453-7

Folio Fecha Período Monto Monto IVA Monto
Factur
L. C. Emisión Registro Neto $ $ Total
a
 00129
4 18537 22-09-2008 09-2008 2.548.600 484.234 3.032.834
001297 18538 26-09-2008 09-2008 1.508.650 286.644 1.795.294
TOTALES 4.057.250 770.878 4.828.128

19.- Contribuyente: MARIO PATRICIO PINTO STEWART


RUT N°: 7.312.854-4

Folio N° Fecha Período Monto Monto Monto


L. C. Factura Emisión Registro Neto $ IVA $ Total
001167 603 04-02-2008 03-2008 11.595.800 2.203.202 13.799.002
001147 606 06-02-2008 02-2008 7.505.000 1.425.950 8.930.950
001167 609 08-02-2008 03-2008 5.921.800 1.125.142 7.046.942
001148 614 14-02-2008 02-2008 7.400.000 1.406.000 8.806.000
001182 624 03-03-2008 03-2008 8.424.000 1.600.560 10.024.560
001182 629 11-03-2008 03-2008 7.776.000 1.477.440 9.253.440
001187 642 14-04-2008 04-2008 5.850.000 1.111.500 6.961.500
001192 649 21-04-2008 04-2008 9.468.000 1.798.920 11.266.920
001254 686 09-06-2008 06-2008 8.039.500 1.527.505 9.567.005
001251 680 03-06-2008 06-2008 7.583.600 1.440.884 9.024.484
001270 698 04-07-2008 07-2008 9.462.000 1.797.780 11.259.780
001270 700 08-07-2008 07-2008 10.503.000 1.995.570 12.498.570
TOTALES 99.528.700 18.910.453 118.439.153

VIGÉSIMO PRIMERO: Que, en síntesis, con el tenor de la prueba


documental ya referida, expuesta en los fundamentos Décimo cuarto, Décimo
quinto, Décimo sexto y Décimo séptimo precedentes, el mérito de los dichos de
los testigos que declararon como representantes de los contribuyentes
mencionados en el considerando Décimo sexto, la declaración de la perito doña
María Eugenia Muñoz Frías y del testigo Oscar Retamal Méndez, a los que se
suman los dichos del funcionario de la Policía de Investigaciones don Marcelo
Escobar Contreras y el propio reconocimiento hecho al respecto por ambos
acusados, se puede tener por acreditado que, como ya se asentó, efectivamente
la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A., Rol Único Tributario
96.527.370-0, presentó las declaraciones de impuestos a que se refieren los
documentos signados con los numerales 62 y 63 de la prueba documental del
Ministerio Público, correspondientes a los períodos mensuales que abarcan desde
julio a noviembre de 2005, desde enero a mayo de 2006, desde julio a diciembre
de 2006, desde enero a abril de 2007, en agosto de 2007, desde octubre a
diciembre de 2007, desde enero a septiembre de 2008, y desde noviembre a
diciembre de 2008.
Dichas declaraciones de impuestos fueron el reflejo de lo que los registros
de contabilidad de dicha sociedad contenían. Dichos registros contables –a su
vez- incluían la anotación en ellos de facturas por compras y servicios
supuestamente recibidos y pagados por la referida sociedad Riward, pero que en
realidad sólo eran asientos contables que no se ajustaban a la realidad de las
operaciones de dicha sociedad; se trataba, en definitiva, de operaciones
inexistentes, simuladas y que sólo tenían por finalidad alterar la correcta
representación de las actividades comerciales de la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A.
Tal calidad –la de ser operaciones inexistentes o simuladas- se demuestra
con el tenor de las declaraciones prestadas por los testigos María Soledad De Orte
Glaria, en cuanto representante legal de la empresa Ferretería Industrial S.A; de
José Gracian Teillery Ahumada, en cuanto gerente general de la empresa Tisa
Ingeniería S.A; de Julio Enrique Palominos González, en cuanto dueño, gerente
general y representante legal de G Tres Ingeniería; de Gastón Alberto Nef Urzúa,
en cuanto gerente general de Imein S.A.; de Miguel Ángel Tavali Durán; de
Antonio Bartolomé Saavedra Díaz, en cuanto dueño de la empresa Antonio
Saavedra Díaz e Hijos Limitada; de Luis Enrique Lizama González, en cuanto
representante legal y co dueño de una ferretería de nombre Comercial Lizama
S.A.; de Héctor Fernando Gaete Sagal; y de Juan Carlos Ahumada Ahumada, en
cuanto ex administrador de la empresa Dlar Limitada, en el período de 2005 al
2010, todos quienes refiriéndose a la respectiva situación de las empresas o
sujetos contribuyentes que ellos mencionan, señalaron desconocer todo vínculo
comercial con la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A., quien nunca fue
cliente de ellos, y ellos nunca fueron sus proveedores de bienes o servicios,
siendo ella una entidad de quien ni siquiera tenían noticia.
Respecto de otros proveedores se presentaron documentos consistentes en
cartas enviadas por los representantes de ellos, dirigidas al Servicio de Impuestos
Internos, en las que desconocían todo vínculo comercial con la sociedad Riward
Ingeniería y Construcción S.A., Rol Único Tributario 96.527.370-0; y, hubo un
caso (Comercial Lyn) en la cual se presentó el original de la declaración jurada
prestada por el representante de dicha sociedad ante un fiscalizador del Servicio
de Impuestos Internos, en la cual desconocía toda vinculación comercial con
Riward SA, además de manifestar que las facturas que le mostraban,
supuestamente emitidas por compras hechas por Riward Ingeniería y
Construcción S.A. no correspondían al formato de las facturas emitidas por su
empresa y tampoco correspondían a la fecha correcta, pues por su numeración,
su empresa había emitido las facturas verdaderas hacía más de 18 años. En fin,
en otro caso (contribuyente Mario Pinto Stewart), si bien no se contó con la
declaración del representante de la contribuyente emisora de las facturas, pero
se pudo establecer que jamás se habían timbrado en el Servicio de Impuestos
Internos las facturas con una numeración superior al 600, no obstante lo cual
varias de ellas con dicha numeración superior sí se encontraban incorporadas en
la contabilidad de la sociedad Riward.
Las aseveraciones de los testigos ya referidos fue corroborada con la
presentación de decenas de facturas, junto a las cuales se aparejaron duplicados
de ellas, en que si bien se repetía el mismo número correlativo de emisión, ellas
discrepaban en cuanto a las fechas de su emisión, a los montos consignados en
ellas, a los bienes o servicios por los cuales fueron emitidas, y en cuanto a los
compradores de dichos bienes o servicios.
Debido a la inclusión de tal documentación en la contabilidad de la
sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A. ésta última pudo disminuir
indebidamente el débito fiscal que debía declarar en sus declaraciones
mensuales de impuestos, en lo que atañe al impuesto al valor agregado; y, a su
vez, aumentó indebidamente sus costos al momento de determinar la base
imponible del impuesto a la renta que debía determinar, base imponible que al
ser menor determinó un menor impuesto a pagar, todo ello respecto de los años
tributarios 2006, 2007, 2008 y 2009.
Debe dejarse asentado, en todo caso, que pese a que los hechos materia
de las acusaciones no fueron controvertidos sustancialmente, atendiendo a la
prohibición prevista en el artículo 340 inciso final del Código Procesal Penal sólo
se ha dado por establecida la utilización de 253 facturas que dan cuenta de
operaciones inexistentes en los períodos tributarios mensuales que abarcan desde
julio a noviembre de 2005, desde enero a mayo de 2006, desde julio a diciembre
de 2006, desde enero a abril de 2007, en agosto de 2007, desde octubre a
diciembre de 2007, desde enero a septiembre de 2008, y desde noviembre a
diciembre de 2008 y en las declaraciones de impuesto a la renta de los años
tributarios 2006 a 2009, pues fue respecto de dichas facturas que se acreditó que
ellas correspondían a operaciones inexistentes, sea por la existencia de otras
facturas con igual numeración emitidas por los respectivos contribuyentes para
otras operaciones mercantiles, sea porque se contó con la declaración de los
proveedores, o de sus representantes, que desconocieron las facturas
incorporadas por la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A., sea porque se
incorporaron otros antecedentes que llevan a cuestionar la efectiva existencia de
las operaciones indicadas en las facturas incorporadas en la contabilidad de la
antedicha sociedad. Ello también llevó a determinar que el monto nominal del
crédito fiscal indebidamente rebajado, respecto del impuesto al valor agregado,
ascendió a $ 184.749.181 y que el monto nominal de las deducciones indebidas a
la base imponible del impuesto a la renta ascendió a $ 972.372.112,
considerando en ambos casos la sumatoria de las facturas y los respectivos
valores registrados en la contabilidad de la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A.
VIGÉSIMO SEGUNDO: Que, los delitos por los cuales se han deducido las
acusaciones corresponden a aquellos descritos en el artículo 97 N° 4, incisos 1º,
2º y final del Código Tributario.
Se ha dicho7 que el primer delito contenido en el inciso 1º del N° 4 del artículo 97,
consistente en la presentación de “declaraciones maliciosamente incompletas o falsas que puedan
inducir a la liquidación de un impuesto inferior al que corresponda" tiene como requisitos
copulativos del delito…:
1. Que se haya presentado una declaración.
2. Que la declaración sea falsa o incompleta.
3. Que la declaración presentada pueda inducir a la liquidación de un impuesto inferior al
que corresponda:
4. Que las falsedades u omisiones sean maliciosas.
A su vez, en el caso del delito contemplado en el inciso 2º del N° 4 del
artículo 97 del Código Tributario, se ha dicho: “ Los REQUISITOS COPULATIVOS de este
DELITO son:
1. EL SUJETO ACTIVO DEBE SER UN CONTRIBUYENTE AFECTO AL IMPUESTO A LAS
VENTAS Y SERVICIOS U OTROS IMPUESTOS SUJETOS A RETENCIÓN O RECARGO.
Como se observa en la descripción del tipo, el delito de que se trata requiere de un sujeto activo que
sea: a) Contribuyente del Impuesto a las Ventas y Servicios; o b) Contribuyente de otros impuestos sujetos a
retención o a recargo.
2. Dicho sujeto activo DEBE REALIZAR MALICIOSAMENTE LAS MANIOBRAS QUE SE
SANCIONAN…
3. LAS MANIOBRAS ejecutadas deben ser TENDIENTES A AUMENTAR EL VERDADERO
MONTO DE LOS CRÉDITOS O IMPUTACIONES QUE TENGAN DERECHO A HACER VALER, EN
RELACIÓN CON LAS CANTIDADES QUE DEBAN PAGAR.
Esto es así por cuanto la norma busca evitar la alteración del CRÉDITO FISCAL en el IVA, dado
que por dicha vía los contribuyentes del referido tributo pueden llegar a pagar menores impuestos que los
correspondientes.
El caso típico de aquello es la incorporación de FACTURAS FALSAS para abultar el crédito fiscal.
Por lo tanto, las maniobras relativas al DÉBITO FISCAL, no encuadran con este tipo penal y, por
consiguiente, deben sancionarse -si procede- de acuerdo al inciso primero de este mismo número 4.”8
En fin, el delito contemplado en el inciso final del N° 4 del artículo 97 del
Código Tributario, presenta como requisitos copulativos, los siguientes:
7
Cfr. Rodrigo UGALDE PRIETO y Jaime GARCÍA ESCOBAR en “CURSO SOBRE DELITOS E
INFRACCIONES TRIBUTARIAS”, Legal Publishing Chile, 4ª edición febrero 2011, página 19.
8
Op. Cit. Página 39.
“1. EL SUJETO ACTIVO (que puede ser cualquier persona, contribuyente o no) debe OBRAR
MALICIOSAMENTE…”
2. LAS MANIOBRAS SANCIONADAS son: el CONFECCIONAR, el VENDER O el
FACILITAR, A CUALQUIER TÍTULO, esto es, gratuito u oneroso, los documentos denominados GUÍAS
DE DESPACHO, FACTURAS, NOTAS DE DÉBITO, NOTAS DE CRÉDITO O BOLETAS, FALSAS.
CON O SIN TIMBRE DEL SERVICIO. Ello con el OBJETO de COMETER O POSIBILITAR LA
COMISIÓN DE LOS DELITOS DESCRITOS EN EL N° 4 DEL ARTÍCULO 97. Por lo tanto, en nuestra
opinión, si no se acredita que tal ha sido el objeto de las maniobras, no existe delito, pues no existió el
elemento subjetivo del delito. Lo mismo ocurrirá si la documentación que se confecciona, vende o facilita no
es falsa.”9
VIGÉSIMO TERCERO: Que, dadas las anteriores exigencias típicas resulta
necesario precisar que el DL 825 de 1974 establece –en su artículo 1º- un
impuesto sobre las ventas y servicios, definiendo qué se entiende por “venta”,
por “servicio”, por “vendedor” y por “prestador de servicios”, en el artículo 2º.
A su vez, el artículo 3°dispone: “Son contribuyentes, para los efectos de esta ley, las
personas naturales o jurídicas, incluyendo las comunidades y las sociedades de hecho, que realicen
ventas, que presten servicios o efectúen cualquier otra operación gravada con los impuestos
establecidos en ella.”
En tanto que los artículos 4°y 5º establecen, respectivamente, que “ Estarán
gravadas con el impuesto de esta ley las ventas de bienes corporales muebles e inmuebles ubicados
en territorio nacional, independientemente del lugar en que se celebre la convención respectiva. ”
“El impuesto establecido en esta ley gravará los servicios prestados o utilizados en el
territorio nacional, sea que la remuneración correspondiente se pague o perciba en Chile o en el
extranjero.”
Por otra parte, el artículo 9º precisa que “ El impuesto establecido en este Título
se devengará:
a) En las ventas de bienes corporales muebles y prestaciones de servicios, en la fecha de
emisión de la factura o boleta…”
En cuanto a la tasa y a la base imponible los artículos 14 y 15,
respectivamente, disponen que “Los contribuyentes afectos a las disposiciones del presente
Título pagarán el impuesto con una tasa de 19% sobre la base imponible. ” y que “Para los efectos
de este impuesto, la base imponible de las ventas o servicios estará constituida, salvo disposición en
contrario de la presente ley, por el valor de las operaciones respectivas… ”
El artículo 20 del citado DL 825 se refiere al débito fiscal y dispone que
“Constituye débito fiscal mensual la suma de los impuestos recargados en las ventas y servicios
efectuados en el período tributario respectivo.
El impuesto a pagarse se determinará, estableciendo la diferencia entre el débito fiscal y el
crédito fiscal, determinado según las normas del párrafo 6°… ”
En tanto, el artículo 23 señala: “Los contribuyentes afectos al pago del tributo de
este Título tendrán derecho a un crédito fiscal contra el débito fiscal determinado por el mismo
período tributario, el que se establecerá en conformidad a las normas siguientes:
1°.- Dicho crédito será equivalente al impuesto de este Título recargado en las facturas que
acrediten sus adquisiciones o la utilización de servicios, o, en el caso de las importaciones, el
pagado por la importación de las especies al territorio nacional respecto del mismo período. Por
consiguiente, dará derecho a crédito el impuesto soportado o pagado en las operaciones que
recaigan sobre especies corporales muebles o servicios destinados a formar parte de su Activo
Realizable o Activo Fijo, y aquellas relacionadas con gastos de tipo general, que digan relación con
el giro o actividad del contribuyente. Igualmente dará derecho a crédito el impuesto de este Título
recargado en las facturas emitidas con ocasión de un contrato de venta o promesa de venta de un
bien corporal inmueble y de los contratos referidos en la letra e) del artículo 8°… ”

9
Op. Cit. Página 57 y 58.
“…5°.- No darán derecho a crédito los impuestos recargados o retenidos en facturas no
fidedignas o falsas o que no cumplan con los requisitos legales o reglamentarios y en aquéllas que
hayan sido otorgadas por personas que resulten no ser contribuyentes de este impuesto.
Lo establecido en el inciso anterior no se aplicará cuando el pago de la factura se haga
dando cumplimiento a los siguientes requisitos:
a) Con un cheque nominativo, vale vista nominativo emisor de la factura, girados contra la
cuenta corriente bancaria del respectivo comprador o beneficiario del servicio.
b) Haber anotado por el librador al extender el cheque o por el banco al extender el vale
vista, en el reverso del mismo, el número del rol único tributario del emisor de la factura y el
número de ésta. En el caso de transferencias electrónicas de dinero, esta misma información,
incluyendo el monto de la operación, se deberá haber registrado en los respaldos de la transacción
electrónica del banco.
Con todo, si con posterioridad al pago de una factura ésta fuese objetada por el Servicio de
Impuestos Internos, el comprador o beneficiario del servicio perderá el derecho al crédito fiscal que
ella hubiere originado, a menos que acredite a satisfacción de dicho Servicio, lo siguiente:
a) La emisión y pago del cheque, vale vista o transferencia electrónica, mediante el
documento original o fotocopia de los primeros o certificación del banco, según corresponda, con
las especificaciones que determine el Director del Servicio de Impuestos Internos.
b) Tener registrada la respectiva cuenta corriente bancaria en la contabilidad, si está
obligado a llevarla, donde se asentarán los pagos efectuados con cheque, vale vista o transferencia
electrónica de dinero.
c) Que la factura cumple con las obligaciones formales establecidas por las leyes y
reglamentos.
d) La efectividad material de la operación y de su monto, por los medios de prueba
instrumental o pericial que la ley establece, cuando el Servicio de Impuestos Internos así lo solicite.
No obstante lo dispuesto en los incisos segundo y tercero, no se perderá el derecho a crédito
fiscal, si se acredita que el impuesto ha sido recargado y enterado efectivamente en arcas fiscales
por el vendedor.
Lo dispuesto en los incisos segundo y tercero no se aplicará en el caso que el comprador o
beneficiario del servicio haya tenido conocimiento o participación en la falsedad de la factura. ”
El artículo 25 del citado cuerpo legal continúa reglamentando el uso del
crédito fiscal y dispone que “Para hacer uso del crédito fiscal, el contribuyente deberá
acreditar que el impuesto le ha sido recargado en las respectivas facturas, o pagado según los
comprobantes de ingreso del impuesto tratándose de importaciones, y que estos documentos han
sido registrados en los libros especiales que señala el artículo 59°. En el caso de impuestos
acreditados con factura, éstos sólo podrán deducirse si se hubieren recargado separadamente en
ellas.”
En cuanto a la declaración y pago del impuesto, se dispone, en el artículo
64 que “Los contribuyentes afectos a la presente ley deberán pagar en la Tesorería Comunal
respectiva, o en las Oficinas Bancarias autorizadas por el servicio de Tesorerías, hasta el día 12 de
cada mes, los impuestos devengados en el mes anterior, con excepción del impuesto establecido en
el artículo 49°, el que se regirá por las normas de ese precepto.
En el mismo acto deberán presentar una declaración jurada del monto total de las
operaciones realizadas en el mes anterior, incluso las exentas de impuesto. No obstante, cuando se
trate de las ventas a que se refiere el artículo 41°, la declaración deberá ser presentada en el Servicio
de Impuestos Internos…”
Complementariamente a lo anterior, el artículo 47 del Reglamento de la
Ley Sobre Impuesto a las Ventas y Servicios (Decreto Supremo de Hacienda N° 55,
de 1977) dispone, en su artículo 47 que “ El impuesto a pagarse en un período tributario se
determinará de la siguiente manera:
1º. Respecto de las ventas y prestaciones de servicios, como diferencia entre el débito fiscal
fijado según normas dadas en el Título VII y el crédito fiscal determinado según las normas del
Título VIII, y…”
Para completar la referencia a las normas que se han de considerar a
efectos de examinar la situación del Impuesto a las Ventas y Servicios, resulta
útil tener en cuenta lo establecido en la Circular N°93, del Director del Servicio
de Impuestos Internos, de fecha 19 de diciembre del 2001, que se denomina
“Actualiza Instrucciones Sobre Procedimientos que deben Observarse en Caso de
Detectarse Documentos que No Dan Derecho a Crédito Fiscal”. Dicha Circular se
refiere a lo dispuesto en el artículo 23 N° 1 y 5 del DL 825, ya citado, y al
referirse a las causales de rechazo del crédito fiscal señala:
“Conforme a lo dispuesto en el inciso primero del No. 5, del artículo 23 del D. L. N° 825,
los contribuyentes del Impuesto al Valor Agregado pierden el derecho al uso del crédito fiscal
respecto a los impuestos recargados en:
1) Facturas no fidedignas;
2) Facturas falsas;
3) Facturas que no cumplan con los requisitos legales o reglamentarios, y
4) Facturas que hayan sido otorgadas por personas que resulten no ser contribuyentes del
I.V.A.”
Para, a continuación especificar qué se ha de entender por tales facturas,
diciendo:
“1.- Se entiende por "facturas no fidedignas" aquellas que, como su nombre lo indica, no
son dignas de fe, esto es, que contienen irregularidades materiales que hacen presumir con
fundamento que no se ajustan a la verdad…
2.- Se entiende por falsa una factura que falte a la verdad o realidad de los datos contenidos
en ella. La falsedad de una factura puede ser material, … o ideológica,…
3.- No cumplir con los requisitos legales o reglamentarios, significa omitir aquellos que se
encuentran establecidos en los Artículos 54 del DL No. 825 y 69 del Reglamento contenido en el
DS de Hacienda No. 55, de 1977, y otros establecidos o que establezca esta Dirección en uso de sus
facultades legales…
4.- Por último, no dan derecho a crédito fiscal los impuestos recargados o retenidos en
facturas otorgadas por personas que resulten no ser contribuyentes de este impuesto, sea por tratarse
de personas que carecen de la calidad de vendedores habituales de bienes corporales muebles o
inmuebles de su propiedad, construidos totalmente por ella o que en parte hayan sido construidos
por un tercero para ella, o del carácter de prestadores de servicios afectos al IVA, o bien, por no ser
sujetos de las demás operaciones que constituyen hechos gravados con el tributo. ”
VIGÉSIMO CUARTO: Que, ya se dejó asentado en el fundamento Undécimo
que la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A. era una persona jurídica,
una sociedad anónima cerrada, de tipo mercantil, obligada a llevar contabilidad
y a confeccionar anualmente un balance general. Su giro comercial, dedicado al
desarrollo de proyectos de ingeniería y a la construcción le habilita para ser
considerada contribuyente del impuesto a las ventas y servicios, tal como lo
dispone el citado artículo 3 del DL 825.
También se justificó, en el fundamento Duodécimo precedente, que
desde el año 2005 el acusado Guillermo Cristian Riveros Chacana tenía a su cargo
la administración de la sociedad y era su gerente general, además de tener la
calidad de socio en dicha sociedad anónima cerrada.
Se ha justificado precedentemente que la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A. incorporó en sus registros contables y en las declaraciones
mensuales de impuestos que se indicaron en el fundamento Vigésimo, de acuerdo
al detalle que se contiene en el fundamento Décimo Noveno precedente,
facturas provenientes de diecinueve supuestos proveedores, por operaciones que
no se llevaron a cabo realmente, esto es, que eran operaciones inexistentes.
Es del caso vincular tales hechos con lo dispuesto en el ya citado artículo
23 N° 5 del DL 825, y colegir así que la sociedad Riward Ingeniería y Construcción
S.A. no tenía derecho a hacer valer el crédito fiscal que invocó en las
declaraciones mensuales de impuestos ya señaladas, descritas en cuanto a sus
montos y número de folio en el fundamento Décimo séptimo de esta sentencia,
respecto de los periodos tributarios que abarcan desde julio a noviembre de
2005, desde enero a mayo de 2006, desde julio a diciembre de 2006, desde enero
a abril de 2007, en agosto de 2007, desde octubre a diciembre de 2007, desde
enero a septiembre de 2008, y desde noviembre a diciembre de 2008.
La sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A. no tenía derecho a
hacer valer el crédito fiscal que invocó pues éste se basaba en operaciones
inexistentes, en supuestas compras o pagos de bienes o prestación de servicios
que no ocurrieron, que no eran reales.
La sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A. se valió de facturas que
no se ajustaban a la verdad, que no fueron emitidas por los proveedores que se
decía que las habían emitido. La sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A.
hizo uso de lo que –razonablemente- se ha de entender que son facturas falsas.
Resulta razonable compartir el criterio expuesto en la Circular N°93, del
Director del Servicio de Impuestos Internos, ya citada, en cuanto señala “ Se
entiende por falsa una factura que falte a la verdad o realidad de los datos contenidos en ella.
La falsedad de una factura puede ser material, esto es, que altere el sentido del documento
mismo en su materialidad, o ideológica, es decir, que deje constancia de cosas falsas o mentirosas,
siendo las formas usadas aparentemente reales o auténticas.
Como ejemplos de falsedad pueden señalarse: indicar un nombre, domicilio, RUT o
actividad económica inexistente o adulterado del emisor o del receptor de la factura, el registrar una
operación inexistente o falsear los montos de ellas, falsear los timbres del Servicio, etc. ”
VIGÉSIMO QUINTO: Que, sin perjuicio de lo anterior y adicionalmente a
ello, se ha de tener en consideración que el DL 824, de 1974 establece, en su
artículo 1º un impuesto sobre la renta. El artículo 2º de dicho texto legal, junto
con precisar qué se entiende por “renta” y otros conceptos legales, define –en
sus numerales 7, 8 y 9- que: “ Por "año calendario", el período de doce meses que termina el
31 de Diciembre.
8.- Por "año comercial", el período de doce meses que termina el 31 de Diciembre o el 30
de Junio y, en los casos de término de giro, del primer ejercicio del contribuyente o de aquél en que
opere por primera vez la autorización de cambio de fecha del balance, el período que abarque el
ejercicio respectivo según las normas de los incisos séptimo y octavo del artículo 16 del Código
Tributario.
9.- Por "año tributario", el año en que deben pagarse los impuestos o la primera cuota de
ellos.”
El artículo 3º señala que “ Salvo disposición en contrario de la presente ley, toda
persona domiciliada o residente en Chile, pagará impuesto sobre sus rentas de cualquier origen, sea
que la fuente de entradas esté situada dentro del país o fuera de él… ”
El artículo 15, por su parte precisa que “Para determinar los impuestos
establecidos por esta ley, los ingresos se imputarán al ejercicio en que hayan sido devengados o
percibidos, de acuerdo con las normas pertinentes de esta ley y del Código Tributario… ”
En el párrafo 3º, en los artículos 29 a 38 del citado DL 824 se contienen las
reglas para la determinación de la base imponible que se ha de considerar para
pagar el impuesto.
VIGÉSIMO SEXTO: Que, habiéndose determinado precedentemente que la
sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A. incorporó en sus registros
contables facturas que no se ajustaban a la verdad, puesto que no fueron
emitidas por los proveedores que se decía que las habían emitido y se basaban en
operaciones comerciales inexistentes, debe también asentarse que los balances
de los años comerciales 2005, 2006, 2007 y 2008 de dicha sociedad se
sustentaron en la referida información contable, por lo que toda la información
contenida en tales balances no se ajusta a la verdad de la situación comercial de
dicha contribuyente. Dicho en otras palabras, los balances de dicha sociedad,
referidos a tales años comerciales, no se ajustan a la realidad, se sustentan en
antecedentes ficticios o mendaces. El que tales balances presenten dichas
características es relevante a los fines de examinar la situación tributaria de
dicha sociedad, pues para los efectos de la determinación y pago del impuesto a
la renta, tal persona jurídica –obligada a llevar contabilidad completa, según
antes ya se dijo- debía sustentar sus declaraciones en dichos registros contables,
para así determinar la base imponible del impuesto referido. Al determinarse la
base imponible considerando operaciones comerciales inexistentes, que
abultaban ficticiamente el total de los gastos incurridos en el periodo, se altera
indebidamente –a la baja, esto es en perjuicio de los intereses fiscales- la base
sobre la cual se ha de aplicar la tasa del impuesto pertinente.
VIGÉSIMO SÉPTIMO: Que, de conformidad a lo anterior, el análisis
reflexivo de los hechos que se han dado por acreditados, permiten al Tribunal
subsumir los mismos en las hipótesis previstas en dos de los delitos que han sido
materia de la acusación, en los descritos en los dos primeros incisos del artículo
97 del Código Tributario.
En efecto, se han satisfecho las exigencias del artículo 97 N° 4, inciso 2º,
del Código Tributario que señala: “ Artículo 97. Las siguientes infracciones a las
disposiciones tributarias serán sancionadas en la forma que a continuación se indica:…
“Los contribuyentes afectos al Impuesto a las Ventas y Servicios u otros impuestos sujetos a
retención o recargo, que realicen maliciosamente cualquiera maniobra tendiente a aumentar el
verdadero monto de los créditos o imputaciones que tengan derecho a hacer valer, en relación con
las cantidades que deban pagar, serán sancionados con la pena de presidio menor en su grado
máximo a presidio mayor en su grado mínimo y con multas del cien por ciento al trescientos por
ciento de lo defraudado.”
Lo anterior por cuanto es posible constatar lo siguiente:
1. El sujeto activo es un contribuyente afecto al impuesto a las ventas y
servicios u otros impuestos sujetos a retención o recargo. Ello es así por cuanto
la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A. era una persona jurídica, una
sociedad anónima cerrada, de tipo mercantil, cuyo giro comercial, dedicado al
desarrollo de proyectos de ingeniería y a la construcción le constituye en
contribuyente del impuesto a las ventas y servicios, tal como lo dispone el citado
artículo 3 del DL 825.
2. Dicho sujeto activo realizó maliciosamente las maniobras que se
sancionan. En efecto, las maniobras de que se trata no son consecuencia del azar
o de la mera negligencia de quienes intervinieron en la facción de los registros
contables de la sociedad Riward y en elaboración de las respectivas
declaraciones de impuestos de ella, puesto que dichas maniobras se realizaron
una y otra vez, mes a mes, prolongándose por años, durante más de una
treintena de meses.
Al respecto conveniente parece citar aquí lo dicho por Alex Van Weezel, al
analizar las expresiones “Dolosamente, maliciosamente y a sabiendas” que
emplea el legislador, al efecto señala: “ …importante en este contexto es precisar a qué se
refiere el legislador penal tributario cuando, en la caracterización de ciertas figuras delictivas, añade
las expresiones "maliciosamente" (Art. 97 N os 4, 5,22 y 23), "a sabiendas" (en una norma, el Art. 97
N° 8 sobre comercio ilegal) e incluso "dolosamente" (Art. 97 N° 4 y N° 24). La ley utiliza estas
palabras en un sentido muy poco preciso...”10
“…nos parece que la explicación más convincente es al mismo tiempo más sencilla. En
primer lugar, es posible despejar desde un comienzo el "a sabiendas" del Art. 97 N° 8 CT, que no
puede constituir sino una referencia a la exigencia general de dolo… ”11
“…Las expresiones "maliciosamente" y "dolosamente" se encuentran, por su parte, en
contextos muy determinados, en concreto, en aquellas figuras en que el elemento fraudulento en el
sentido de "engañoso con el fin de perjudicar" parece estar especialmente presente en la
representación del legislador. Tal es precisamente el caso de las figuras de los números 4, 5, 22, 23
y 24 del Art. 97 CT. En todas ellas se trata de maquinaciones o artificios engañosos para perjudicar.
Pues bien, "maliciosamente" o "dolosamente" no significa otra cosa que el reforzamiento semántico
de esta idea en las figuras en que la conducta misma, sin este trasfondo, "aparecería a la vista" como
menos grave o menos relevante. En este sentido, conviene recordar que se trata en casi todas estas
figuras de delitos de mera actividad, aspecto que la ley parece querer compensar reforzando
semánticamente el desvalor de acción.
Por eso, el Código Tributario no usa estas expresiones cuando se trata, por ejemplo, de la
adulteración de balances o inventarios, pues la voz "adulterar" introduce por sí misma la idea de un
contexto delictivo de carácter fraudulento; pero sí lo hace cuando se trata de sancionar la
presentación de balances falsos (en el sentido de "no acordes con la realidad"), donde exige que
éstos hayan sido dolosamente - en el sentido explicado- falseados. Algo semejante puede decirse
respecto de la primera figura del Art. 97 N° 4 CT: como se trata de una extensión extrema de la
punibilidad en el plano temporal (declaraciones "que puedan inducir" a la liquidación de un
impuesto menor), la ley exige que las declaraciones sean maliciosamente incompletas o falsas.
Igualmente respecto del uso de la expresión "dolosamente" en el Art. 97 N° 24 CT, que se
refiere al abuso de beneficios tributarios ligados a donaciones. Las "contraprestaciones" a las que se
refiere el tipo pueden ser de cualquier clase, directas o indirectas e incluso beneficiar a parientes del
contribuyente; por ello, la ley quiere reforzar en forma especial el carácter fraudulento que debe
tener la operación, lo que complementa con el concepto ya tratado de "reiteración". Con mayor
razón se aplica lo anterior a las normas que establecen cláusulas analógicas como el "empleo de
otros procedimientos dolosos" del Art. 97 N° 4 CT.
La interpretación propuesta significa, no obstante, que las expresiones comentadas no
establecen un requisito adicional del tipo penal en el que se encuentran. Se trata del dolo del hecho,
aunque semánticamente reforzado en los casos en que la conducta en sí misma parece no revestir
tanta gravedad (y probablemente tampoco la tenga en realidad). ”12
En el actuar de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A. hubo
dolo, no hubo culpa, ni negligencia, ni un error fortuito. No puede decirse que
hubo inadvertencias al incorporar a la contabilidad y en las respectivas
declaraciones mensuales de impuestos, durante una treintena de meses, la
información proveniente de 253 facturas falsas, esto es, de facturas que no se
ajustan a la realidad, puesto que daban cuenta de operaciones inexistentes. De
hecho, nunca los yerros o inadvertencias fueron para aumentar el débito fiscal,
sino que, por el contrario, sólo se constataron operaciones que disminuían tal
débito fiscal, ello pues sólo se encontraron facturas pertenecientes a diecinueve
supuestos proveedores, que le cobraban a Riward la venta de bienes o la
prestación de servicios, lo que generaba crédito fiscal favorable a la sociedad
Riward Ingeniería y Construcción S.A.
3. Las maniobras ejecutadas deben ser tendientes a aumentar el
verdadero monto de los créditos o imputaciones que tengan derecho a hacer
valer, en relación con las cantidades que deban pagar. Ello es así en el caso sub
judice y se ha demostrado precedentemente. Las operaciones establecidas
10
Alex VAN WEEZEL, Delitos Tributarios, Editorial Jurídica de Chile, 1ª edición, 2007. Página 64.
11
Op. Cit. Página 65.
12
Op. Cit. Páginas 66 y 67.
consistían en registrar en la contabilidad facturas que daban cuenta de
operaciones inexistentes, relativas a supuestas compras de bienes o pago de
servicios, que se pretendía había efectuado la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A. El IVA de tales operaciones mercantiles, supuestamente
pagado por Riward, se incluía entre el crédito fiscal de dicha contribuyente y así
–en las declaraciones mensuales de impuestos- se disminuía indebidamente el
monto que efectivamente ella debía pagar a título de tal impuesto; ello se hizo
por la suma de $184.749.181, en valores nominales, según ya se estableció
precedentemente.
Se satisfacen así, todas las exigencias dogmáticas del tipo penal
examinado, por lo que cabe tener por acreditada su comisión.
VIGÉSIMO OCTAVO: Que, a su vez, también se han satisfecho las
exigencias del artículo 97 N° 4, inciso 1º, del Código Tributario que señala: “4°.
Las declaraciones maliciosamente incompletas o falsas que puedan inducir a la liquidación de un
impuesto inferior al que corresponda o la omisión maliciosa en los libros de contabilidad de los
asientos relativos a las mercaderías adquiridas, enajenadas o permutadas o a las demás operaciones
gravadas, la adulteración de balances o inventarios o la presentación de éstos dolosamente
falseados, el uso de boletas, notas de débito, notas de crédito, o facturas ya utilizadas en operaciones
anteriores, o empleo de otros procedimientos dolosos encaminados a ocultar o desfigurar el
verdadero monto de las operaciones realizadas o a burlar el impuesto, con multa del cincuenta por
ciento al trescientos por ciento del valor del tributo eludido y con presidio menor en sus grado
medio a máximo.”
Lo anterior por cuanto es posible constatar lo siguiente:
1. Que se haya presentado una declaración de impuestos. En el presente
caso, se ha demostrado –con la exhibición material durante el juicio- que
efectivamente existieron declaraciones anuales de impuesto a la renta,
correspondientes a los años tributarios 2006, 2007, 2008 y 2009 de la sociedad
Riward Ingeniería y Construcción S.A. y que en base a ellas dicha sociedad
determinó el impuesto respectivo que ella debía pagar. Tales declaraciones de
impuestos se basaron en la información presente en los balances del año
comercial elaborados al 31 de diciembre del año anterior a la fecha de la
declaración de impuestos respectiva, y confeccionados en base a la contabilidad
de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A.
2. Que la declaración sea falsa o incompleta. Para precisar estos
elementos útil es citar a Ugalde y García, quienes señalan al efecto: “ -Falsa: que
contenga datos carentes de realidad o de veracidad. –Incompleta: que no contenga la totalidad de los
datos o antecedentes tributarios del contribuyente, sino solo una parte de ellos. ”13
Precedentemente ya se ha demostrado que la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A. incorporó en su contabilidad 253 facturas que daban cuenta de
operaciones inexistentes, daban cuenta de supuestas compras y pagos de bienes
y servicios a diecinueve supuestos proveedores de ella. Nada de las menciones
empleadas para llenar esas 253 facturas era verdadero, pues no eran efectivas
las supuestas compras, no era efectivo el precio anotado en ellas, no era efectivo
el haber recibido los bienes o servicios consignados en ellas, y no era efectivo
que Riward haya pagado los precios indicados en ellas. Esto demuestra que se
colman las exigencias típicas referidas en cuanto estamos ante declaraciones de
impuestos que son falsas.
3. Que la declaración presentada pueda inducir a la liquidación de un
impuesto inferior al que corresponda.
Para analizar este requisito típico, es conveniente tener en cuenta lo que
sostiene Alex Van Weezel, al señalar: “Si se atiende a los tres aspectos mencionados -

13
Curso sobre Delitos…página 19.
posibilidad de frustración, desistimiento, punibilidad-, la gran mayoría de los delitos tributarios
parecen ser en nuestro sistema delitos de mera actividad.
En efecto, condición necesaria (aunque no suficiente) para hallarse ante un delito de
resultado es que tal resultado -una cierta afectación del bien jurídico protegido- sea contenido
explícito o implícito del tipo penal. Un resultado no es contenido del tipo penal cuando la ley
castiga la sola realización de una conducta con independencia de sus consecuencias, como, por
ejemplo, cuando anticipa la punibilidad sirviéndose de un elemento de tendencia o intención. Esto
último es lo que ocurre en la mayor parte de los delitos contra la propiedad: al legislador le basta la
sustracción de la cosa con ánimo apropiatorio, sin esperar a que el sustractor disponga de ella o la
destruya. Pues bien, en la mayor parte de los delitos previstos en el Código Tributario no se hace
referencia alguna a un resultado (omisión de asientos en los libros de contabilidad, uso de
documentos ya utilizados, adulteración de balances o inventarios, etc.), se le recorta por la vía de
subrayar la imputación subjetiva (realizar maniobras "tendientes" a aumentar el monto de los
créditos o imputaciones), o incluso se le excluye expresamente como elemento configurador del
tipo (declaraciones incompletas o falsas "que puedan inducir" a la liquidación de un impuesto
inferior al que corresponda). En estos y en otros tipos penales semejantes la producción de un
resultado de perjuicio o detrimento del bien jurídico de protección -la Hacienda Pública- no forma
parte de la descripción típica.”14
“…Los delitos del Código Tributario se consuman, entonces, sin necesidad de que se
produzca un resultado en el sentido tradicional de una afectación típica del bien jurídico
protegido.”15
En el presente caso, la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A.
presentó las declaraciones de impuesto a la renta, correspondientes a los años
tributarios 2006, 2007, 2008 y 2009 y las justificó en sus balances anuales, los
que se sustentaban en los registros contables de la sociedad, los cuales incluían
las 253 facturas falsas, ya identificadas en fundamentos precedentes; estas
declaraciones daban cuenta de una situación que no se ajustaba a la realidad de
las actividades mercantiles de tal sociedad y efectivamente eran aptas para
inducir a la determinación de un impuesto menor que el que habría
correspondido pagar de haber mediado información verdadera en ellas. La perito
Muñoz Frías y el testigo Retanal Méndez fueron claros y reiterativos para explicar
dicha situación, pues –dijeron- al incluirse las 253 facturas falsas en la
contabilidad de Riward, ello permitía “crear” un balance anual que recogiera
mayores gastos que los que efectivamente correspondía considerar. Estos
mayores gastos se incluían para calcular la base imponible del impuesto,
disminuyéndola, por lo que cuando a ella se le aplicaba la tasa del impuesto,
resultaba que se debía un impuesto menor. Esas operaciones matemáticas,
basadas en esos costos inexistentes (justificados con las 253 facturas falsas), se
incluyeron en las declaraciones anuales de impuesto a la renta, de los años
tributarios 2006, 2007, 2008 y 2009 para inducir a la liquidación de un impuesto
inferior al que correspondía. El monto nominal de las deducciones indebidas a la
base imponible del impuesto a la renta ascendió a $ 972.372.112, según se dejó
asentado precedentemente.
4. Que las falsedades u omisiones sean maliciosas. Aquí cabe remitirse a la
cita de lo que sostiene Alex Van Weezel respecto de las expresiones
“Dolosamente, maliciosamente y a sabiendas”, ya señalado en el fundamento
Vigésimo séptimo precedente.
Del mismo modo, tal como ya se explicó –en el considerando anterior- al
justificar la acreditación del delito previsto en el segundo inciso del artículo 97
N° 4 del Código Tributario, las maniobras de quienes estaban a cargo de la
contabilidad de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A. y de
14
Delitos Tributarios…páginas 46 y 47.
15
Op. Cit. Página 49.
administrar a dicha sociedad no pueden sino estimarse dolosas; en efecto, no se
trata de coincidencias ni tampoco de meros yerros, de inadvertencias o de
simples equivocaciones. La sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A.
reiterada y permanentemente, durante cuatro ejercicios tributarios consecutivos
anuales presentó declaraciones de impuesto a la renta basadas en información
irreal, en contabilidad que no reflejaba el verdadero estado de las actividades
comerciales de ella, que incluyó 253 facturas falsas, pues daban cuenta de
operaciones inexistentes. Es así, como la contabilidad referida, el balance anual
y, subsecuentemente, la declaración anual del impuesto a la renta concerniente
al año tributario 2006 incrementó, indebidamente, en $52.157.280 los costos,
disminuyéndose así la base imponible sobre la cual luego se debía aplicar la tasa
del impuesto. Tal incremento indebido fue de $ 355.351.510, en el caso del año
tributario 2007; fue de $ 241.394.933 en el caso del año tributario 2008; y fue de
$ 323.468.389 en el caso del año tributario 2009. Todo ello determinó que, en
suma, en esas cuatro declaraciones de impuestos a la renta, la disminución de la
base imponible fuera de $ 972.372.112, según ya se justificó en el fundamento
Décimo noveno precedente.
VIGÉSIMO NOVENO: Que, para resolver del modo que se ha dejado
asentado se desestimó la alegación formulada por la defensa del acusado
Guillermo Riveros Chacana, la cual postuló que en el presente caso no nos
encontrábamos ante un delito tributario, sino que –en lo que concierne a su
defendido- ante un caso de fraude, pero de fraude documentario, un fraude
impropio tipificado en el artículo 470 N° 8 del Código Penal.
Para desestimar la propuesta de dicha defensa se ha de tener en
consideración que este precepto legal sanciona, con las penas del artículo 467
del citado Código, “A los que fraudulentamente obtuvieren del Fisco, de las Municipalidades,
de las Cajas de Previsión y de las instituciones centralizadas o descentralizadas del Estado,
prestaciones improcedentes, tales como remuneraciones, bonificaciones, subsidios, pensiones,
jubilaciones, asignaciones, devoluciones o imputaciones indebidas .”
De acuerdo a lo que sostiene al respecto Laura Mayer Lux 16, “La acción típica
castigada en el numeral 8 del artículo 470 CP., gira en torno a la idea de obtener fraudulentamente
una prestación estatal… por obtener hemos de entender “el alcanzar, conseguir y lograr una cosa
que se solicita o pretende”, mientras que la exigencia de que la obtención sea fraudulenta, alude a
alterar, mediante engaño, los requisitos normativamente establecidos para alcanzar el beneficio –de
ahí la improcedencia de la prestación–, lo que puede lograrse falseando datos relevantes, ocultando
antecedentes que hubieran impedido o dificultado su concesión, etc. ”17
“El Código Penal no emplea el término subvención, sino que alude a prestaciones
improcedentes, que pueden corresponder a remuneraciones, bonificaciones, subsidios, pensiones,
jubilaciones, asignaciones, devoluciones o imputaciones “indebidas”, o bien, identificarse con otro
tipo de beneficio estatal, siendo dicho listado meramente referencial... ”18
“Puesto que la descripción típica castiga, en términos amplios, a los que obtuvieren
fraudulentamente del Fisco “prestaciones improcedentes”, la conducta ha de referirse a cierta clase
de bienes o derechos valorables económicamente y que el Estado otorga al solicitante del beneficio
o ayuda. Con el término “prestaciones” el legislador ha querido dar cabida a cualquier forma de
atribución de contenido patrimonial, con independencia de la forma que adopte (dinero, otra clase
de bienes o servicios) y de su carácter directo o indirecto. Mientras que con la exigencia de que
éstas sean improcedentes, se alude a un servicio o beneficio económico al que no se tiene derecho
16
Cfr. Laura MAYER LUX, en “Obtención Fraudulenta de Prestaciones Estatales”, Revista de
Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, XXXII (Valparaíso, Chile, 1er Semestre de
2009) [pp. 283 - 325], disponible en internet en
http://www.rderecho.equipu.cl/index.php/rderecho/article/view/695/654
17
Op. Cit. Página 297.
18
Op. Cit. Páginas 297 y 298.
por no reunir los requisitos que el ordenamiento jurídico prevé, como una asistencia médica gratuita
o una jubilación sin cumplir las exigencias requeridas al efecto, o bien, una asignación familiar por
una carga inexistente...”19
“Atendido que el fraude de subvenciones es actualmente concebido como una forma
especial de estafa, tanto por el lugar en el cual se encuentra ubicado –el artículo 470 CP., dentro del
párrafo 8º dedicado a las Estafas y otros engaños–, como por el hecho de que se exija que las
prestaciones estatales sean obtenidas de manera fraudulenta, estimamos que, al igual que en la
figura básica de estafa, la conducta que se prohíbe es la de engañar al Fisco, a las municipalidades,
a las cajas de previsión o a las instituciones centralizadas o descentralizadas del Estado, con el
objetivo de inducirlos a caer en error, a fin de que realicen una disposición patrimonial que les
cause un perjuicio económico...”20
Por último, en lo que interesa en el presente asunto, Laura Mayer Lux
señala: “Además de la realización de la conducta, la consumación de la figura exige la
producción efectiva de un resultado, a saber, la obtención de la prestación indebida, lo cual, sin
embargo, no impide el castigo a título de tentativa o frustración. En otras palabras, el delito que
comentamos exige la producción de un efectivo perjuicio patrimonial, resultado que obviamente
debe estar cubierto por el dolo del agente.
Concordamos con Etcheberry, en que el delito sólo se consuma cuando se percibe la
prestación indebida, no siendo suficiente el mero reconocimiento formal del derecho a la misma, lo
que distinguiría a esta figura de aquella contenida en el inciso segundo del numeral 4 del artículo 97
CTrib., que, en tanto castiga “imputaciones indebidas”, puede estimarse consumada desde que se
efectúa por el órgano estatal el asiento contable correspondiente, pues con ello el sujeto activo habrá
obtenido el beneficio que buscaba y el Fisco o la institución correspondiente habrá sufrido el
perjuicio patrimonial correlativo…”21
“…Pues bien, cuando se obtengan devoluciones indebidas de impuestos, procederá aplicar
la norma del inciso tercero del número 4 del artículo 97 CTrib., que castiga al que “simulando una
operación tributaria o mediante cualquiera otra maniobra fraudulenta, obtuviere devoluciones de
impuesto que no le correspondan”. En cambio, si la devolución indebida la realiza el Fisco, pero
tiene un origen distinto del impositivo, procederá aplicar el delito de fraude de subvenciones.” 22
Teniendo en cuenta las anteriores precisiones doctrinales y la
circunstancia de que en el presente caso ninguna de las acusaciones presentadas
se refiere a la existencia de “devoluciones” de dinero, o de impuestos, o a la
existencia de alguna disposición patrimonial por parte del Fisco o de alguna
institución estatal, se debe concluir que los hechos materia de la imputación no
se refieren a tales devoluciones ni a la supuesta existencia de una fraudulenta
obtención de prestaciones estatales.
La vigencia del principio de congruencia obliga al Tribunal a no extenderse
más allá de los términos de la acusación 23; y es por ello que el artículo 341 del
Código Procesal Penal dispone, en su inciso 1°, “ En consecuencia, no se podrá condenar
por hechos o circunstancias no contenidos en ella. ”
En todo caso, tampoco podría aceptarse la calificación jurídica propuesta
por la defensa pues entre los hechos que se han dado por acreditados no se
encuentra la existencia de algún engaño –propio del fraude referido- ni de alguna
disposición patrimonial, por lo que no pueden tenerse por concurrentes en la
especie los supuestos de hecho propios del referido delito previsto en el artículo
citado artículo 470 del Código Penal.

19
Op. Cit. Página 299.
20
Op. Cit. Página 306.
21
Op. Cit. Página 311.
22
Op. Cit. Página 319.
23
Al respecto puede verse lo expuesto por Carlos DEL RIO FERRETI, en “Los Poderes de Decisión
del Juez Penal”, Editorial Jurídica de Chile, 1ª edición, 2009, página 93 y siguientes.
Finalmente, y a mayor abundamiento, cabe tener presente que tanto las
figuras penales de los incisos 2º, 3º y 4º del artículo 97 del Código Tributario
fueron introducidas en virtud del Decreto Ley 3443, de julio de 1980, mismo
Decreto Ley que introdujo, en el artículo 470 del Código Penal, el referido
numeral 8º relativo al fraude de subvenciones. Ello lleva al Tribunal a concluir
que se trata de figuras penales diversas, unas más especiales o específicas que
otras, y vigentes en ámbitos diferentes.
Por lo demás, el Tribunal no puede desentenderse de lo dispuesto en el
antepenúltimo inciso del artículo 27 bis del Decreto Ley 825, que contiene la Ley
Sobre Impuesto a las Ventas y Servicios, el cual dispone: “ La infracción consistente en
utilizar cualquier procedimiento doloso encaminado a efectuar imputaciones y obtener devoluciones
improcedentes o superiores a las que realmente corresponda, se sancionará en conformidad con lo
dispuesto en los incisos segundo y tercero del N° 4 del artículo 97 del Código Tributario, según se
trate de imputaciones o devoluciones.”
TRIGÉSIMO: Que, en lo que concierne al acusado Mario Rojas Echeverría,
su defensa postuló que sus conductas debían subsumirse en la figura especial
contemplada en el artículo 100 del Código Tributario, el cual dispone: “ Art. 100. El
contador que al confeccionar o firmar cualquier declaración o balance o que como encargado de la
contabilidad de un contribuyente incurriere en falsedad o actos dolosos, será sancionado con multa
de una a diez unidades tributarias anuales y podrá ser castigado con presidio menor en sus grados
medio a máximo, según la gravedad de la infracción, a menos que le correspondiere una pena
mayor como copartícipe del delito del contribuyente, en cuyo caso se aplicará esta última. Además,
se oficiará al Colegio de Contadores para los efectos de las sanciones que procedan.
Salvo prueba en contrario, no se considerará dolosa o maliciosa la intervención del
contador, si existe en los libros de contabilidad, o al término de cada ejercicio, la declaración
firmada del contribuyente, dejando constancia de que los asientos corresponden a datos que éste ha
proporcionado como fidedignos.”
Para justificarlo sostuvo que su defendido es un contador, que realizó
labores de contabilidad en la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A., las
cuales consistieron en estar a cargo de los diferentes registros contables de dicha
empresa y preparar las correspondientes declaraciones de impuestos de ella.
Argumentó que el referido delito es uno de aquellos que se conoce como delito
de sujeto especial y sucede que su representado tiene esa calidad especial, la de
ser un contador, lo que debe sumarse, al hecho que las figuras del artículo 97 N°
4 del Código Tributario también requieren de una calidad especial en el sujeto
activo, las cuales no concurren respecto de su representado.
Debe dejarse asentado que –indesmentiblemente- el referido artículo 100
contempla una figura penal especial aplicable sólo a los contadores, por lo que
tal como señalan Ugalde y García24, “Al exigirse esta calidad podemos concluir que se trata
de uno de los denominados delitos propios, pues sólo pueden ser cometidos por determinadas
personas, que reúnen los requisitos legales exigidos por el tipo penal. En este caso debe tratarse de
un CONTADOR.”
Si bien no se presentó algún certificado de título que lo demostrara, y por
ello la parte acusadora cuestionó dicha calidad personal del acusado Mario Rojas
Echeverría, debe tenerse presente que en el juicio se presentaron abundantes
antecedentes que daban cuenta de esta actividad laboral por parte de tal
acusado; de hecho, en los libros de contabilidad de la sociedad Riward Ingeniería
y Construcción S.A. expresamente se dejaba constancia que el contador era tal
acusado; y, en la declaración del fiscalizador Oscar Retamal Méndez hay
abundantes referencias a la actuación de tal acusado en cuanto persona a cargo –
como contador- de la contabilidad de la referida empresa. De hecho, en todas las

24
Ugalde y García, Op. Cit. Página 105.
Actas de Recepción de Documentos (los Formularios 3309) incorporados por la
parte querellante, se deja expresa constancia que la persona que entregaba o
que recibía, en su caso, los documentos de la sociedad Riward era Mario Rojas
Echeverría, quien además habitualmente actuaba como contador de ella ante el
Servicio de Impuestos Internos.
Lo anterior lleva a tener por acreditado dicho supuesto de hecho,
indispensable para la aplicación del referido precepto contenido en el artículo
100 citado.
Ahora bien, teniendo presente los hechos que se han dado por acreditados,
fijados en el considerando Vigésimo que antecede, corresponde evaluar cómo se
califica la participación que en ellos cabe al señalado acusado Rojas Echeverría.
Para hacerlo, se ha de tener presente que con la testimonial rendida,
particularmente con los dichos del fiscalizador don Oscar Retamal y los del
funcionario de la Policía de Investigaciones don Marcelo Escobar, a los que se
suman las declaraciones del acusado Guillermo Riveros Chacana, se demostró la
participación de Mario Rojas Echeverría al establecerse que él era el encargado
de llevar los registros contables de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción
S.A., labor en virtud de la cual también era quien preparaba las declaraciones de
impuestos de dicha sociedad, entidad a la que además estaba vinculado por el
suegro de Guillermo Riveros Chacana (por ser padre de la esposa de éste, la cual
también trabajaba en la sociedad).
A este cúmulo de antecedentes se ha de sumar la propia declaración de
Mario Rojas Echeverría quien espontáneamente relató que él tomó la decisión de
empezar a comprar facturas a un tercero –el que dijo se llamaba Jorge Niemeyer-
con la finalidad de rebajar el débito fiscal de Riward, para lo cual pagaba en
efectivo el 5% del IVA mencionado en las facturas que compraba. Luego él incluía
esas facturas en la contabilidad de Riward y las consideraba en las respectivas
declaraciones de impuestos.
TRIGÉSIMO PRIMERO: Que, a la luz de lo establecido en el fundamento
anterior, cabe colegir que Mario Rojas Echeverría estaba en conocimiento que las
declaraciones de impuestos de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A.
no se ajustaban a la verdad, se basaban en registros contables mendaces, y eran
presentadas en términos tales que pretendían inducir a la liquidación de un
impuesto inferior al que correspondía, de haberse considerado, únicamente, las
operaciones comerciales reales y efectivas efectuadas por dicha sociedad.
Como la ley contempla esta figura penal especial, prevista en el citado
artículo 100 del Código Tributario, aplicable a los contadores que al confeccionar
o firmar cualquier declaración o balance o que como encargado de la
contabilidad de un contribuyente incurriere en falsedad o actos dolosos, debe
concluirse que –tal como lo postula la defensa de tal acusado- las conductas
descritas en el denominado “Hecho N° 2” de la acusación han de subsumirse –
respecto del acusado Mario Rojas Echeverría- en la descripción típica prevista en
el citado artículo 100 del Código Tributario.
En efecto, Mario Rojas Echeverría incorporó facturas por operaciones
inexistentes en la contabilidad de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción
S.A. y conforme a ellas preparó los balances anuales de dicha sociedad, luego la
información de tales balances fue empleada para confeccionar las declaraciones
anuales de impuestos de a la renta de dicha sociedad, y ello tuvo lugar respecto
de las declaraciones de los años tributarios 2006, 2007, 2008 y 2009, todo con la
finalidad de rebajar indebidamente la base imponible del impuesto a la renta.
De no mediar la calidad de contador respecto del acusado Mario Rojas
Echeverría, dicha conducta sería punible en virtud de lo dispuesto en el artículo
97 N° 4 inciso 1º del Código Tributario, empero, dada la existencia de la referida
figura privilegiada, ella ha de ser castigada del modo que dispone el ya citado
artículo 100 de dicho cuerpo legal. Por consiguiente, se ha de tener acreditado
que la participación culpable de Mario Rojas Echeverría en el denominado
“Hecho N° 2” de la acusación se ha de estimar constitutiva de la prevista en el
artículo 100 del Código Tributario, la cual a su respecto ha de sancionarse como
la de autor de la misma, ya que Rojas Echeverría actuó personalmente, de
manera inmediata y directa en la comisión de la misma, en los términos previstos
en el artículo 15 N° 1 del Código Penal.
TRIGÉSIMO SEGUNDO: Que, en distinta situación se encuentra el mismo
Mario Rojas Echeverría en lo que atañe al otro hecho que se dio por acreditado
en el fundamento Vigésimo de este fallo. Nos referimos aquí a lo que concierne
al denominado “Hecho N° 1” de la acusación, a aquel concerniente a las
declaraciones mensuales de impuestos vinculadas al impuesto al valor agregado.
La distinta situación se explica en que el citado artículo 100 del Código
Tributario dispone que dicho precepto será aplicable al contador “ a menos que le
correspondiere una pena mayor como copartícipe del delito del contribuyente, en cuyo caso se
aplicará esta última.”
Ya antes se dijo que el delito previsto en el artículo 97 N° 4 inciso 2º del
Código Tributario era un delito de sujeto especial 25, pues sólo admite como
sujeto agente a quien sea “contribuyente”; y el artículo 3 del DL 825 dispone que
son contribuyentes, para los efectos de esa ley, las personas naturales o jurídicas
que realicen ventas, que presten servicios o efectúen cualquier otra operación
gravada con los impuestos establecidos en ella.
Según ya se dijo antes, la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A. sí
es un contribuyente para efectos de esa ley; y, por sus actos responden los
gerentes, administradores o a quienes hagan las veces de éstos, según dispone el
artículo 99 del Código Tributario. Más adelante se analizará dicha situación y por
qué el Tribunal ha estimado que por ello debe sancionarse al acusado Guillermo
Riveros Chacana.
Lo que interesa aquí es la situación de Mario Rojas Echeverría, en cuanto
copartícipe del delito del contribuyente.
Enrique Cury Urzúa26 señalaba que “Es partícipe, en general, el que interviene
dolosamente en un hecho ajeno sin concurrir a la ejecución de la conducta típica ni contar con el
dominio de ella, realizando ciertos actos descritos en forma expresa por la ley y que de ordinario
revisten un carácter preparatorio o de colaboración ulterior a la consumación. ” Él, más adelante
añade: “…la ley en vigor distingue tres formas de participación en el hecho de otro: instigación,
complicidad y encubrimiento.”27
Como el delito referido, sólo puede ser cometido por un sujeto especial (el
contribuyente) cabe preguntarse por la posibilidad de coparticipación por parte
de un tercero, que no es el contribuyente, pero que sí es un sujeto activo
especial, “el contador” al que se refiere el artículo 100 ya citado.
Como la regla de privilegio del artículo 100 expresamente admite figuras
de coparticipación en el delito del contribuyente, el Tribunal concluye que es
posible sancionar las conductas que como contador realizó Mario Rojas
Echeverría en lo que atañe al denominado “Hecho 1” de la acusación, en tanto a

25
En tal sentido véase, por ejemplo, a UGALDE y GARCÍA “Curso sobre Delitos…”, página 39; o a
María M. OSSANDÓN WIDOW, “El Sujeto Activo en los Delitos Tributarios” en Revista de Derecho de la
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, XXVIII (Valparaíso, Chile, 1er Semestre de 2007), página
181.
26
Enrique CURY URZÚA, “Derecho Penal, parte general”, Ediciones UC, 9ª edición, 2009, página
622.
27
Op. Cit. Página 624.
él se le considere cómplice del actuar punible de la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A.
Para así resolverlo se tiene en consideración que fue el acusado Mario
Enrique Rojas Echeverría quien obtuvo de terceros las facturas que daban cuenta
de operaciones inexistentes, ya antes detalladas, y que se incorporaron en los
registros contables de la sociedad referida y en base a las cuales, en las
declaraciones de impuesto al valor agregado, se agregaron créditos fiscales
tendientes a disminuir el débito fiscal respectivo.
Rojas Echeverría dijo durante el juicio que él le compraba esas facturas a
un tercero, quien se las entregaba a cambio de recibir, en dinero efectivo, un
pago equivalente al 5 % del IVA de cada factura. Sin las gestiones de Rojas
Echeverría no podrían haberse incluido las referidas facturas en la contabilidad
de Riward y, a su vez, no podrían haberse realizado las declaraciones de
impuestos sin el pertinente respaldo contable que en la información contenida en
ellas descansaba.
La obtención de tales facturas, a cambio de un pago por ellas, constituye
un acto anterior a la elaboración de las declaraciones de impuestos que luego se
presentaban basadas en las operaciones inexistentes y a las que aludían las
referidas facturas.
La intervención de Mario Rojas Echeverría constituye, entonces,
colaboración con el contribuyente tendiente a facilitar la ejecución de la
conducta típica, esto es, la dolosa declaración de impuestos tendiente a
aumentar el verdadero monto de los créditos que la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A. tenía derecho a hacer valer y satisface, así, las exigencias
propias de la complicidad, descrita en el artículo 16 del Código Penal y habilita
para que, de conformidad a lo dispuesto en el citado artículo 100 del Código
Tributario se le pueda sancionar como cómplice (un copartícipe) del
contribuyente.
Se ha de dejar asentado que la pena base prevista en el artículo 100 del
Código Tributario es inferior a aquella prevista en el artículo 97 N° 4 inciso 2º del
mismo cuerpo legal; en efecto, el primer precepto establece una pena de multa,
de una a diez unidades tributarias anuales a la que puede sumarse una pena de
presidio menor en sus grados medio a máximo, según la gravedad de la
infracción; en tanto, el segundo, dispone para el contribuyente la pena de
presidio menor en su grado máximo a presidio mayor en su grado mínimo y con
multas del cien por ciento al trescientos por ciento de lo defraudado. Respecto
de estas penas previstas para el contribuyente se ha de aplicar lo dispuesto en el
artículo 51 del Código Penal y es así como la pena para el cómplice de él consiste
en la inmediatamente inferior en grado a la señalada para el delito de que se
trate, la cual, como se ve, es una pena mayor.
Es la ley, así, quien determina la penalidad aplicable al caso específico del
contador que es copartícipe del contribuyente, resolviendo así discusiones
doctrinarias en torno a la comunicabilidad28; y a ella se estará el Tribunal.
Esta conclusión se condice con el hecho de que la conducta de dicho
acusado, tal como lo autoriza dicho precepto legal, amerita una pena mayor
como copartícipe del delito del contribuyente. En efecto, el acusado Mario Rojas
Echeverría no sólo era el contador de la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A. y, en cuanto tal, llevaba los libros contables de tal entidad y
preparaba las declaraciones de impuestos de ella; él también obtenía, mediante
el pago de un precio, las facturas que daban cuenta de operaciones inexistentes
y que luego incluía en la contabilidad de Riward Ingeniería y Construcción S.A.
28
Respecto a tal cuestión, véase, por ejemplo, a Ugalde y García en “Curso sobre Delitos e
Infracciones…”, páginas 122 a 131; o a Van Weezel en “Delitos Tributarios”, páginas 113 a 121.
Hay, pues, un mayor plus de injusto en su actuar, que no se limitaba a la facción
de registros contables, y que implicaban cooperar con Guillermo Riveros
Chacana en la comisión de los delitos de que él es responsable.
TRIGÉSIMO TERCERO: Que, es del caso examinar la responsabilidad que
cabe, en los hechos acreditados, al acusado Guillermo Riveros Chacana, quien ha
sido imputado en cuanto administrador de la sociedad Riward Ingeniería y
Construcción S.A.
Es conveniente señalar que resulta pertinente preguntarse acerca de tal
responsabilidad a partir de lo dispuesto en el artículo 99 del Código Tributario,
que dispone “Art. 99. Las sanciones corporales y los apremios, en su caso, se aplicarán a quien
debió cumplir la obligación y, tratándose de personas jurídicas, a los gerentes, administradores o a
quienes hagan las veces de éstos y a los socios a quienes corresponda dicho cumplimiento. ”
Tal posibilidad de imputación también surge al examinar lo dispuesto en el
artículo 58 del Código Procesal Penal, que dispone “ Art 58. Responsabilidad penal. La
acción penal, fuere pública o privada, no puede entablarse sino contra las personas responsables del
delito.
La responsabilidad penal sólo puede hacerse efectiva en las personas naturales. Por las
personas jurídicas responden los que hubieren intervenido en el acto punible, sin perjuicio de la
responsabilidad civil que las afectare. ”
No es que “de modo automático” el gerente, administrador o
representante de una persona jurídica sea responsable y deba asumir las
sanciones por el actuar de dicha persona ficticia 29, sino que es respecto de
quienes tienen tales calidades que resulta válido indagar si han intervenido en el
acto punible y si dicha intervención es o no culpable.
En el presente caso se ha demostrado que Guillermo Riveros Chacana,
desde el año 2005 en adelante, se desempeñó como administrador y gerente
general de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A., lo que ocurrió
después que su padre -Guillermo Riveros Vega- dejó de desempeñar tales
funciones, por motivos personales.
Según los dichos de ambos acusados, Guillermo Riveros Chacana estaba a
cargo de la sociedad Riward, él conducía sus negocios, él dirigía la empresa.
Esta actuación de Riveros Chacana también comprendía la representación
de Riward Ingeniería y Construcción S.A., según se observa de la totalidad de los
Finiquitos de trabajadores presentados por la propia defensa de tal acusado
(pruebas documentales N° 2, 6, 10, 14, 17, 20, 25, 27, 30, 35, 41, 43, 44, 45, 54,
56, 58, 61 y 64) y de la Carta que se dijo enviada por Riward Ingeniería y
Construcción S.A a Xstrata Cooper, así como de la respuesta recibida (documento
N° 109 y 110 de la prueba presentada por la defensa de Guillermo Riveros
Chacana). Todos esos documentos fueron exhibidos a tal acusado por sus
abogados defensores y éste los reconoció como auténticos.
A esta labor administrativa y gerencial se suma que Guillermo Riveros
Chacana fue la persona que firmó varias de las declaraciones de impuestos
cuestionadas en esta investigación. Así se desprende de lo declarado por la
fiscalizadora María Eugenia Muñoz Frías a quien se le exhibieron los formularios
29, folio 158270974, del mes de abril de 2006; folio 175327784, del mes de
agosto de 2006; folio 221598624, del mes de noviembre de 2006; folio
267549804, del mes de octubre de 2007; folio 221561554, del mes de diciembre
de 2007; folio 314019774, del mes de enero de 2008; folio 356125864, del mes de
julio de 2008; y folio 3808300614, del mes de diciembre de 2008, todos los cuales
se refieren a la respectiva declaración mensual de impuestos de la sociedad
Riward Ingeniería y Construcción S.A, RUT 96.527.370-0. En todos ellos tal

29
En el mismo sentido, véase a Van Weezel en “Delitos Tributarios”, páginas 121 a 125.
deponente dijo observar, además del timbre de pago en el banco, una firma que
le resulta conocida, la cual corresponde al señor Guillermo Riveros Chacana, la
que recuerda porque ella personalmente le tomó declaración jurada a él y allí él
firmó tales declaraciones.
Estas declaraciones de impuestos también le fueron exhibidas por el fiscal
al acusado Guillermo Riveros Chacana (prueba documental signada con el Nº 62
de la prueba documental del Ministerio Público, relativos a Formularios 29, de los
meses de abril, agosto, y noviembre de 2006; a octubre y diciembre de 2007; y, a
enero, julio y diciembre de 2008), quien admitió que en todas esas declaraciones
de impuestos se observa puesta su firma.
Para el Tribunal resulta inaceptable la idea, deslizada por el acusado, de
que tales firmas en dichos documentos fueran irrelevantes o intrascendentes,
casi ornamentales. Se trataba de declaraciones de impuestos, se trataba del
modo en que la contribuyente Riward Ingeniería y Construcción S.A cumplía una
obligación legal, obligación que mensualmente pesaba sobre ella. No se trata de
un trámite exótico o inusual en el ejercicio comercial de una sociedad, se trata
de un acto habitual, obligatorio y mensual; de un acto que no es repentino o
espontáneo, sino de un acto que requiere de trabajo y preparación previa, que
incluso está asociado a pagar en el banco, lo que implica preocuparse por
disponer de fondos para solventar dicho pago.
No resulta creíble para el Tribunal que quien estaba preocupado del buen
funcionamiento comercial de la empresa, del cumplimiento de todas las obras
desarrolladas, no se preocupara de los montos por los cuales se declaraban los
impuestos, ni del modo como se llegaban a dichas cantidades.
Ante una de las últimas preguntas que le planteó el fiscal, el acusado
Guillermo Riveros Chacana dijo que en su cargo hasta tenía que preocuparse de
las llamadas por celulares, pues había 30 teléfonos y debía preocuparse que la
gente no los mal use. Cabe preguntarse ¿si Riveros Chacana estaba preocupado
hasta de controlar las llamadas desde los teléfonos celulares es creíble o no que
nunca se preocupara del aumento de los costos asociados a las facturas por
operaciones inexistentes? ¿Nunca se preguntó por qué en el año comercial 2006
hubo un aumento de los costos por $ 355.351.510? ¿Qué en el año comercial 2007
los costos aumentaron en $ 241.394.933? y que en el año comercial 2008 ese
aumento fue de $ 323.468.389? ¿Nunca se preguntó cómo era posible que pese a
la –supuesta- mala situación económica de la empresa, ésta cada año declaró
tener utilidades?
El acusado Mario Rojas Echeverría dijo que él personalmente le advirtió a
Guillermo Riveros Chacana del gran aumento de los costos de la empresa, pero
Riveros niega dicha advertencia. También Rojas Echeverría dijo que él pagaba las
facturas que le proporcionaba un tercero con el dinero que la propia Sociedad
Riward le proporcionaba, equivalente al 5% del IVA de dichas facturas. El monto
de ese dinero lo anotaba a mano, en las planillas de facturas por pagar, que le
proporcionaba a Riveros Chacana. Siendo ello verosímil, pues no parece
aceptable postular que Rojas Echeverría pagara la compra de tales facturas con
dineros propios, ¿cómo es posible que Guillermo Riveros Chacana afirme que él
nunca supo de tales facturas ajenas al normal desenvolvimiento de la sociedad
que él administraba?
Si bien Riveros Chacana justificó su desconocimiento respecto del manejo
contable y tributario de la sociedad Riward, escudándose en la gran cantidad de
trabajos que él debía supervisar, con obras y oficinas funcionando en diferentes
lugares del país, ninguna prueba adicional a sus meras declaraciones se presentó
al respecto. Ningún documento se presentó, por ejemplo, para demostrar la
existencia de tantas obras, en tantos lugares del país. De hecho, la sociedad
Riward Ingeniería y Construcción S.A registra un solo domicilio, el de calle Los
Lirios 1425 de Viña del Mar; no hay sucursales, ni oficinas en otros lugares.
Ha de tenerse presente, también, que Guillermo Riveros Chacana justificó
la existencia de balances que no se ajustan a la verdad, diciendo que una
empresa debe tener una buena imagen, que es necesario tener una apariencia de
buenos y exitosos negocios, para así obtener créditos ante los bancos o lograr
nuevos contratos. De hecho dijo que en el propio banco (no dijo en cual) les
habían dicho que el capital social de Riward era muy bajo, por lo que tenían que
aumentarlo. Todo esto lleva a entender que Riveros Chacana sí estaba al tanto
de la inclusión de información mendaz en los balances de la sociedad Riward
Ingeniería y Construcción S.A, con la finalidad de lograr esa apariencia que a él
le interesaba tener, no pudiéndose olvidar que él, en cuanto gerente y
administrador de la sociedad era quien aprobaba dichos manejos contables.
El Tribunal cree que Riveros ha escamoteado la verdad en partes de su
declaración ante el Tribunal, pretendiendo evadir su personal responsabilidad.
El cargo de administrador o de gerente general que Guillermo Riveros
Chacana detentaba en la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A no era un
cargo honorífico, ni un título de nobleza, una gracia concedida por razones
hereditarias o de otra índole. Desde luego que dichas condiciones implican
deberes y obligaciones, entre los cuales se encuentra el cumplimiento de las
obligaciones legales con un mínimo de diligencia.
En el presente caso, el Tribunal estima que la reiteración de las
conductas, las cuales se prolongaron durante varios años (curiosamente desde el
mismo año en que el acusado comenzó a detentar la calidad de administrador y
de gerente general de la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A), sumado
a que efectivamente Guillermo Riveros Chacana suscribió declaraciones de
impuestos de la sociedad Riward, en las que se materializaron las conductas
consistentes en aumentar indebidamente el monto de los créditos fiscales que
válidamente podía invocar o en disminuir la base imponible del impuesto a la
renta de primera categoría de que era obligada a pagar dicha sociedad, a lo que
se añade lo manifestado por el acusado Mario Rojas, de haberle advertido
respecto del aumento de los costos de la empresa, aumento que claramente
también tenía que ver con el registro de facturas que daban cuenta de
operaciones inexistentes, que en la contabilidad se reflejaban como mayores
compras o pagos de bienes y servicios, permiten concluir que Guillermo Riveros
Chacana sabía y estuvo de acuerdo con las maniobras maliciosas descritas en los
hechos acreditados, descritos en el fundamento Vigésimo precedente, tendientes
a aumentar el verdadero monto de los créditos o imputaciones que Riward
Ingeniería y Construcción S.A tenía derecho a hacer valer en sus declaraciones
mensuales de impuestos a las ventas y servicios así como a inducir a la
liquidación de un impuesto inferior al que corresponda.
Es por todo ello que siendo doloso el comportamiento de Guillermo Riveros
Chacana, y siendo él el administrador o gerente general que personalmente ha
intervenido en los actos punibles, corresponde sancionarlo a título de autor de
los delitos que se han dado acreditados, previstos en los incisos 1º y 2º del
artículo 97 N° 4 del Código Tributario.
TRIGÉSIMO CUARTO: Que, por otra parte, se desestimará la pretensión
punitiva de la parte querellante en cuanto sostuvo la supuesta comisión del
delito previsto en el artículo 97 N° 4 inciso final del Código Tributario, por no
haberse acreditado los supuestos de hecho que lo configurarían.
Tal precepto legal sanciona al “ que maliciosamente confeccione, venda o facilite, a
cualquier título, guías de despacho, facturas, notas de débito, notas de crédito o boletas, falsas, con
o sin timbre del Servicio, con el objeto de cometer o posibilitar la comisión de los delitos descritos
en este número, será sancionado con la pena de presidio menor en sus grados medio a máximo y
con una multa de hasta 40 unidades tributarias anuales. ”
Para sí resolverlo el Tribunal tiene presente que la única prueba
presentada en el juicio, en relación al origen de las facturas utilizadas
indebidamente por la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A, fue la
espontánea declaración del acusado Mario Rojas Echeverría, quien manifestó que
un tercero se las comenzó a ofrecer y que él aceptó pagar por ellas, en efectivo,
el equivalente al 5% del IVA de cada una de ellas. Esta declaración, ausente de
otros respaldos probatorios, colisiona con lo previsto en el inciso final del
artículo 340 del Código Procesal Penal, el cual dispone “ No se podrá condenar a una
persona con el solo mérito de su propia declaración. ”
Además, ha de tenerse en consideración que dicha labor colaborativa de
Rojas Echeverría ya fue tenida en consideración para justificar con ella su
calidad de cómplice en la comisión del delito previsto en el artículo 97 N° 4
inciso 2º del Código Tributario, por lo cual ella no puede volver a considerarse
para fundar con ella la comisión de un nuevo ilícito, por así impedirlo el principio
ne bis in ídem.
Es por ello que no puede condenarse a Mario Rojas Echeverría como autor
de este delito, pues solamente su declaración lo inculpa de ello.
TRIGÉSIMO QUINTO: Que, a la luz de lo dispuesto en el artículo 112 del
Código Tributario se tendrán como cometidos en carácter de reiterado los delitos
previstos en los incisos 1º y 2º del artículo 97 N° 4 de dicho cuerpo legal.
Para así resolverlo se ha tenido en consideración que el artículo 112 citado
dispone que “Sin perjuicio de lo dispuesto en el N° 10 del artículo 97 en los demás casos de
infracciones a las leyes tributarias, sancionadas con pena corporal, se entenderá que existe
reiteración cuando se incurra en cualquiera de ellas en más de un ejercicio comercial anual. ”
En el presente caso se ha acreditado la comisión del delito previsto en el
inciso 2º del citado numeral 4º del artículo 97 en más de una treintena de
declaraciones mensuales de impuestos, que se extienden desde el mes de julio
del año 2005 hasta el mes de diciembre de 2008; ello implica la comisión de las
mismas en más de un ejercicio comercial anual.
A su vez, también se ha acreditado la comisión del delito previsto en el
inciso 1º del citado numeral 4º del artículo 97 del Código Tributario en cuatro
declaraciones anuales de impuesto a la renta, en las correspondientes a los años
tributarios 2006 a 2009, lo cual también implica la comisión de tal delito en más
de un ejercicio comercial anual.
En virtud de ello, al aplicarse la pena "hay que entender que sólo pueden aplicarse
los incisos 2º y 3º del Art. 351 del CPP, esto es, la acumulación material o bien la acumulación
ideal de delitos de especie diversa, en este último caso tomando el delito que con sus circunstancias
tiene asignada una pena mayor y aumentándola en uno o dos grados según el número de delitos. ”30
Atendido que la defensa del acusado Mario Rojas Echeverría planteó que
dicha regla del artículo 112 del Código Tributario no era aplicable a su parte, en
razón de no ser él un contribuyente, debe señalarse que dicha parte lleva la
razón en dicho tópico, y así lo ha resuelto la Excelentísima Corte Suprema en las
causas ROL 12.245-11 y ROL 1313-12, en la última de las cuales ha sostenido
“CUARTO: Que el rechazo de la solicitud de la querellante, en orden a regular la pena de la
acusada conforme al artículo 112 del Código Tributario se fundamentó en que ella sólo se aplica a
quienes tienen la calidad de contribuyentes, puesto que éstos son los presentan ejercicios

30
Van Weezel,“Delitos Tributarios”, Página 58.
comerciales anuales, lo que no se aplica al contador del contribuyente porque no le alcanza tal
deber.
Tal conclusión es correcta, de modo que no se ha incurrido por los jueces del fondo en la
infracción de ley que se les atribuye al rechazar el aumento de pena por tal motivo, desde que el
precepto en estudio claramente expresa que se aplica a quienes tienen la obligación de presentar
declaraciones para el cálculo de los tributos, la que no pesaba sobre la acusada, pues carecía de la
calidad de contribuyente. Por otra parte, dado que se trata de una norma que establece un aumento
de penalidad, su interpretación debe ser restrictiva y no es posible su aplicación por analogía.”
No obstante lo anterior, el que no se aplique a tal acusado la regla del
artículo 112 citado no impide que se concluya que su conducta sí consistió en
colaborar reiteradamente en la comisión del delito del cual es cómplice,
permitiendo la realización del respectivo hecho típico en varias oportunidades sin
que entre ellas mediara sentencia condenatoria alguna, lo que permite aplicar
las reglas generales del Derecho Penal y concluir que su participación criminal
también constituye un caso de reiteración en la comisión de delitos. En vista de
lo anterior, en lo que respecta al acusado Mario Rojas Echeverría, por su
responsabilidad en cuanto cómplice del delito reiterado previsto en el artículo 97
N° 4, inciso 2º del Código Tributario, se ha de aplicar la regla general prevista
para sancionar la reiteración de delitos, sea ella la prevista en el artículo 74 del
Código Penal o la del artículo 351 del Código Procesal Penal, según sea la más
favorable al enjuiciado, según se dirá más adelante.
TRIGÉSIMO SEXTO: Que, se desestimará la concurrencia de la agravante
prevista en el artículo 111 del Código Tributario, invocada por la parte
querellante, por no haberse acreditado la hipótesis de concierto allí aludida.
TRIGÉSIMO SÉPTIMO: Que, en la audiencia prevista en el artículo 343 del
Código Procesal Penal en representante del Ministerio Público señaló que
reconoce la concurrencia de la atenuante del artículo 11 Nº 6 del Código Penal,
respecto de cada uno de los acusados.
Para justificarla incorporó copia del extracto de filiación de Guillermo
Riveros Chacana, carente de sentencias condenatorias previas.
En el caso de Mario Rojas dijo que dicho extracto de filiación sí tiene
anotaciones condenatorias por infracción a la ley de cheques, pero considerando
su data, ellas se deben entender prescritas.
También sostuvo que concurre en favor de ambos acusados la atenuante
de colaboración sustancial al esclarecimiento de los hechos, prevista en el
artículo 11 Nº 9 del Código Penal, toda vez que ambos prestaron plena
colaboración en la entrega de antecedentes contables cuando ellos les fueron
solicitados; además, ambos prestaron declaración voluntaria ante el Tribunal y si
bien Rojas Echeverría fue más claro en admitir su responsabilidad en los hechos,
postula que a ambos acusados les favorece tal atenuante. En el caso de Riveros
Chacana, si bien su versión ante el Tribunal fue más evasiva de su
responsabilidad, él también proporcionó antecedentes valiosos, tales como
admitir su firma puesta en algunas de las declaraciones de impuesto presentadas
por la sociedad Riward que él representaba.
Dejará a criterio del tribunal la determinación de la entidad de la pena
aplicable.
En cuanto a la atenuante de colaboración sustancial pedida como muy
calificada, por la defensa de Mario Rojas, planteó que no se condice con la
alegación de infracción de garantías constitucionales y la realización de
actividades investigativas postulada por dicha defensa.
Hizo presente, en todo caso, que existe un perjuicio que supera los dos
millones de dólares.
Dejará la aplicación de penas alternativas a consideración del tribunal.
En cuanto a la atenuante del artículo 11 Nº 7 del Código Penal, planteada
por la defensa de Riveros Chacana, dijo que atendido el nivel de ingresos que se
refleja en el informe socioeconómico presentado por tal parte, que le califica
como perteneciente a una familia de clase media alta, y el monto del perjuicio
fiscal, no cree se pueda estimar como celosa la entrega de tres millones de
pesos. Sostiene que no se ha demostrado el celo necesario para configurar esa
minorante. Rechaza la concurrencia de esta tercera atenuante.
En cuanto a las penas sustitutivas, deja a criterio del tribunal el
otorgamiento respecto de tales medidas.
Por su parte, el representante de la Querellante señaló que también
estimaba del caso admitir la concurrencia de las atenuantes previstas en los
numerales 6 y 9 del artículo 11 del Código Penal.
Ambos condenados participaron en la etapa investigativa de recopilación
de antecedentes y luego prestaron declaración ante el Ministerio Público.
En cuanto a la pena aplicable, dijo que ha de aplicarse lo dispuesto en el
artículo 97 Nº 4 inciso 4º del Código Tributario que lleva a imponer la pena mayor
aplicable al delito más grave. Por ello pide una pena de presidio mayor en su
grado mínimo a la que se debe aplicar la reiteración del 112 del Código
Tributario y las dos atenuantes reconocidas; ello lleva a fijar la pena en 5 años y
un día para el acusado Riveros Chacana.
En el caso de Mario Rojas, dadas las atenuantes ya reconocidas y su
participación de cómplice, respecto del delito del artículo 97 N° 4, deja a
criterio del tribunal la determinación de la pena. En lo que concierne al delito
del artículo 100 del Código Tributario, que impone multa y pena privativa de
libertad, propone que de conformidad al artículo 68 del Código Penal el Tribunal
recorra la extensión de la pena y se imponga una multa de unas 5 Unidades
Tributarias Anuales.
Para el caso del acusado Riveros Chacana, postuló que las multas que se
le impongan han de ser a lo menos equivalentes a los perjuicios fiscales
establecidos.
También se opone a reconocer la atenuante de colaboración sustancial al
esclarecimiento de los hechos, respecto de Rojas Echeverría como muy
calificada.
Estima que el perjuicio fiscal es de quinientos millones de pesos y
fracción, dado el monto de las operaciones acreditadas. Este perjuicio no es un
elemento del tipo, pero en el caso concreto él si se produjo.
En cuanto a la supuesta reparación celosa del mal causado, sostuvo que
él no concurre, pues el celo es el interés o cuidado extremo, el esmero que se
pone en una causa. El perjuicio fiscal que –rápidamente- han estimado no
alcanza al 0,7 % del monto del dinero consignado para reparar ese perjuicio. Hizo
también presente que el artículo 111 del Código Tributario establece que el
hecho de haberse pagado el impuesto debido, sus intereses y sanciones
pecuniarias serán causales atenuantes de responsabilidad penal. Hoy la deuda
civil por los impuestos supera los dos mil millones de pesos y por eso es que el
monto señalado por la defensa es ínfimo e insuficiente.
Insistió en la aplicación de lo dispuesto en el artículo 97 Nº 4 inciso 4º del
Código Tributario.
TRIGÉSIMO OCTAVO: Que, en la referida oportunidad procesal la
Defensa del acusado Riveros también postuló la concurrencia de las atenuantes
previstas en el artículo 11 Nºs 6 y 9 del Código Penal. Estima que hubo una
colaboración efectiva de su parte, no solo ante el Servicio de Impuestos Internos
sino también ante la Policía de Investigaciones y también en la propia audiencia
de juicio oral.
Invocó, además, la reparación celosa del mal causado, ello en base a 9
depósitos de dinero hechos en la cuenta corriente del Juzgado de Garantía de
Viña del Mar, entre abril de 2011 y marzo de 2013, que, en total, asciende a
$3.680.000, según la certificación que se adjunta, emitida por el jefe de unidad
de servicios de dicho tribunal. Dijo que son consignaciones sucesivas que se
pudieron realizar debido a la disposición de bienes de su patrimonio.
Planteó, además, que de conformidad a ello, en lo que concierne al
delito previsto en el artículo 97 Nº4 inciso 1º se imponga una pena de entre 541
días a 3 años; respecto del delito previsto en el artículo 97 Nº 4, inciso 2º, pide
una pena de entre 3 años y un día y 5 años, con beneficio de libertad vigilada
intensiva. Postula la aplicación de dos penas separadas.
Proporciona, además, un informe social y sus anexos para justificar la
petición de aplicación de libertad vigilada intensiva, pues sostuvo que el acusado
cuenta con arraigo familiar y social, tiene un domicilio fijo, trabajo estable y
estas circunstancias hacen aconsejable la pena sustitutiva aludida.
Los anexos de tal informe, son los siguientes documentos: Certificado de
matrimonio de Guillermo Cristián Riveros Chacana; Información Equifax del RUT
10.195.414-7, correspondiente a Guillermo Cristian Riveros Chacana; Certificado
de nacimiento de Guillermo Andrés Riveros Báez y Macarena Ignacia Riveros
Rojas (hijos del acusado); Contrato de prestación de Servicios Educacionales
entre Guillermo Riveros Chacana y Universidad Andrés Bello para pago de
universidad año 2010 a su hija Macarena Ignacia (Ecoturismo) + anexo contrato
de prestación de servicios; Boleta de fecha 15.01.10, de pago de universidad;
Certificado de alumna regular de la carrera de Ecoturismo, en la UNAB, de
Macarena Riveros Rojas por el año 2010; Certificado de nacimiento de Bárbara
Carolina Riveros Rojas; Carta de fecha 29 de julio de 2005 de Isapre Masvida
dirigida al acusado Riveros Chacana que señala que se activa el programa GES
para su hija Bárbara; Certificado de nacimiento de Melisa Belén Riveros Rojas;
Contrato de prestación de servicios educacionales entre el Colegio Británico St.
Peter y Guillermo Riveros Chacana para la educación de Bárbara, de fecha 26 de
febrero de 2010.
Para efectos de la multa pide se aplique el mínimo de la multa
establecida y se le conceda la posibilidad de pagar en cuotas, por el máximo
tiemplo posible, solicitando expresamente que la libertad vigilada no esté
supeditada al pago de la multa.
A su turno, la Defensa de Mario Rojas Echeverría dijo que comparte la
concurrencia de la atenuante de irreprochable conducta anterior.
También postula la atenuante de colaboración sustancial al
esclarecimiento de los hechos, la cual pide sea considerada como muy calificada,
conforme lo autoriza el artículo 68 bis del Código Penal. Sostuvo que su
defendido concurrió durante la etapa de recopilación de antecedentes y prestó
toda la colaboración necesaria, declaró ante la Policía de Investigaciones y así
fue reseñado por don Marcelo Escobar, concurriendo voluntariamente sin que
estuviera previamente citado. Allí él declaró en los mismos términos que declaró
ante el Tribunal, y fue a raíz de esa declaración que se hizo una ampliación de
querella a su respecto, la cual permitió dirigir la acción penal en su contra.
Postuló que la colaboración de su representado fue de grado superlativo, no sólo
al establecimiento de los hechos, sino también de su propia participación.
Cree que la calificación de la atenuante no tiene el obstáculo de existir
también una agravante y de concurrir otras minorantes.
Propone se le imponga, en cuanto cómplice, la pena de presidio menor
grado medio; respecto del delito del artículo 100 del Código Tributario, también
una pena de presidio menor en grado medio a máximo. Al considerar las
atenuantes, invocó lo dispuesto en el artículo 68 inciso 3º del Código Penal,
pudiendo el tribunal imponer la pena rebajada en uno o dos grados.
Dijo que no puede hablarse de mal producido por el delito, pues no
consta algún impedimento de la buena administración del Estado.
Se allanó al monto de la multa propuesta por los acusadores, la que pide
sea pagada en cuotas en el mayor plazo legal. El oficio dirigido al Colegio de
contadores le impedirá, posiblemente el desempeño profesional, por ello
propone se le concedan 12 cuotas.
También solicitó que no se le condene en costas, pues no ha sido
totalmente vencido en el juicio, ya que se dictó una absolución por uno de los
cargos.
En cuanto a la sustitución de penas, incorporó un informe social y
sicológico hecho a su representado, el que justifica la imposición de ellas.
TRIGÉSIMO NOVENO: Que, en cuanto a la alegación de prescripción
formulada por la defensa del acusado Rojas Echeverría, debe señalarse que los
hechos ilícitos constitutivos del delito previsto en el artículo 97 N°4, inciso 2º del
Código Tributario, en el cual se ha estimado que Mario Rojas Echeverría tuvo
participación en calidad de cómplice, tuvieron lugar en los meses de julio a
noviembre de 2005, desde enero a mayo de 2006, desde julio a diciembre de
2006, desde enero a abril de 2007, en agosto de 2007, desde octubre a diciembre
de 2007, desde enero a septiembre de 2008, y desde noviembre a diciembre de
2008; y que dicho ilícito se ha estimado cometido en calidad de reiterado, según
antes ya se dijo. A su vez, el delito del artículo 100 del Código Tributario por el
cual se le estimó autor, tuvo su última expresión comisiva con motivo de la
presentación de la declaración de impuesto a la renta del año tributario 2009,
que data de abril de 2009.
Como la propia defensa de tal acusado señala que para resolver el asunto
ha de tenerse en consideración que su representado fue formalizado el 4 de
marzo de 2011 y la querella en su contra fue presentada por el Servicio de
Impuestos Internos el 13 de septiembre de 2010 debe concluirse que desde la
fecha de comisión del último de los ilícitos mencionados (diciembre 2008, en el
caso del delito del artículo 97 N°4, inciso 2º del Código Tributario; o abril de
2009, en el caso del delito del artículo 100) hasta la fecha de la formalización de
la investigación no alcanzó a transcurrir un plazo de cinco años.
Atendido, además, que el delito del artículo 97 N°4, inciso 2º del Código
Tributario, tiene una pena de crimen, la acción penal para perseguirlo prescribe
en 10 años, en tanto que la del delito del artículo 100 del Código Tributario
prescribe en 5 años, según se ve del artículo 94 del Código Penal.
Por consiguiente, no transcurrió el tiempo suficiente para que pueda
considerarse aplicable la prescripción de la acción penal, en el caso del delito
del artículo 97 N°4, inciso 2º del Código Tributario; ni tampoco el plazo de la
media prescripción, en el caso del delito previsto en el artículo 100 del Código
Tributario, ya que tampoco han mediado más de dos años y medio entre la
comisión del último delito y la fecha de formalización de la investigación del
acusado. En virtud de ello serán rechazadas las alegaciones formuladas al
respecto por la defensa de Mario Rojas Echeverría.
CUADRAGÉSIMO: Que, corresponde examinar la concurrencia de
circunstancias modificatorias de la responsabilidad penal de los acusados.
Al respecto debe señalarse que no existe discusión entre la parte
acusadora y la defensa del acusado Guillermo Riveros Chacana, en el sentido de
admitir como concurrente en su favor la atenuante de irreprochable conducta
anterior, prevista en el artículo 11 N° 6 del Código Penal; dicha concordancia se
justificó presentando copia de su extracto de filiación carente de anotaciones
penales pretéritas, por lo que en virtud de ello el Tribunal hará lugar a dicha
alegación estimando concurrente dicha minorante.
Del mismo modo, no existe discusión entre la parte acusadora y la
defensa del acusado Guillermo Riveros Chacana, en el sentido de admitir como
concurrente en su favor la atenuante de colaboración sustancial al
esclarecimiento de los hechos, prevista en el artículo 11 N° 9 del Código Penal,
basados en el comportamiento de tal acusado, luego del descubrimiento de los
ilícitos materia de la acusación. Respecto de ello, el Tribunal ha de dejar
asentado que, efectivamente, de los antecedentes expuestos en la audiencia de
juicio se colige que Riveros Vega colaboró con la investigación, presentándose a
declarar ante los fiscalizadores tributarios y ante la Policía de Investigaciones,
proporcionándoles toda la documentación contable de la sociedad Riward
Ingeniería y Construcción S.A; además, él prestó declaración voluntaria en el
juicio y allí admitió varios elementos importantes para el establecimiento de su
responsabilidad, tales como su calidad de administrador, de socio y de gerente
general de dicha sociedad. Todo ello lleva al Tribunal como concurrentes, en el
presente caso, los requisitos de hecho que permiten estimar como efectivamente
sustanciales sus aportes al esclarecimiento de los hechos investigados y, en
virtud de ello, de concurrente en su favor la referida circunstancia atenuante.
Diferente es la situación que se observa en torno a la concurrencia, en
favor de Guillermo Riveros Chacana, de la atenuante prevista en el artículo 11 N°
7 del Código Penal, consistente en intentar reparar con celo el mal causado. La
defensa de tal enjuiciado la funda en la existencia de diferentes depósitos de
dinero (nueve en total), realizados entre los meses de abril de 2011 y marzo de
2013, que suman la cantidad final de $ 3.680.000.- que se encuentran
consignados en la cuenta corriente del Juzgado de Garantía de Viña del Mar,
según certificación extendida por el jefe de la unidad de servicios de dicho
tribunal, de fecha 7 de julio de 2014, que fue incorporado en la audiencia.
Si bien dicho monto de dinero puede ser importante, cuando se juzga el
común de los delitos, y existen antecedentes que indican que se habría reunido
luego de la venta de bienes propios del acusado, no puede estimarse que ello sea
suficiente para satisfacer las exigencias de la minorante que se ha invocado. Tal
minorante requiere de celo, esto es, de “ Cuidado, esmero, interés que alguien pone al
hacer algo.”, según se ve de la definición que proporciona el Diccionario de la
Lengua Española 2005 Espasa-Calpe. Dados los millonarios montos involucrados
en las maniobras dolosas tendientes a no pagar impuestos, que superan los varios
cientos de millones de pesos, de los que se ha estimado responsable al acusado,
la suma depositada se torna ínfima o muy menor frente al logro patrimonial
conseguido por los autores de los delitos en estudio.
Además, se ha de tener en consideración que la parte querellante se
opuso al reconocimiento de dicha atenuante basándose en lo establecido en el
inciso 1º del artículo 111 del Código Tributario que señala “ Art. 111. En los procesos
criminales generados por infracción a las normas tributarias, la circunstancia de que el hecho
punible no haya acarreado perjuicio al interés fiscal, como también el haberse pagado el impuesto
debido, sus intereses y sanciones pecuniarias, serán causales atenuantes de responsabilidad penal. ”
En el presente caso el testigo Oscar Retamal Méndez señaló que actualmente se
encuentran impagos impuestos por más de dos mil millones de pesos, que se
encuentran en etapa de cobro civil, originados en el presente caso. Todo ello
lleva al Tribunal a desestimar la concurrencia de la minorante alegada, por
estimar que no se cumplen los requisitos de hecho para admitir su concurrencia.
CUADRAGÉSIMO PRIMERO: Que, en cuanto concierne al acusado Mario
Rojas Echeverría, no existe discusión entre la parte acusadora y su defensa en el
sentido de admitir como concurrente en su favor la atenuante de irreprochable
conducta anterior, prevista en el artículo 11 N° 6 del Código Penal; respecto de
dicha situación se presentó copia de su extracto de filiación y antecedentes, en
el cual consta la existencia de una anotación en el Registro General de Condenas,
referida a una sentencia condenatoria previa, del 2º Juzgado del Crimen de
Valparaíso, en causa ROL 52.838, que con fecha 31 de octubre de 1964 lo
condenó como autor de Giro Doloso de Cheque.
La existencia de dicha anotación, que atestigua la existencia de un
reproche penal pretérito, impide –en concepto del Tribunal- reconocer la
atenuante invocada, consistente en la irreprochable conducta anterior, pues el
establecer la concurrencia de la atenuante en examen implica constatar que sí
existe lo que, en realidad, en el presente caso, no existe. Decir que alguien tiene
una conducta anterior irreprochable es incompatible con el hecho de constatar
que dicho reproche sí ha existido. El Tribunal está obligado a respetar las reglas
de la lógica y resolver lo contrario, respecto de este punto, supone infringir el
principio lógico de la no contradicción.
En diferente situación se encuentra el acusado Mario Rojas Echeverría en
lo que atañe a la minorante de colaboración sustancial al esclarecimiento de los
hechos, prevista en el artículo 11 N° 9 del Código Penal, la cual es reconocida
tanto por la parte acusadora como por su defensa; en efecto, Rojas Echeverría
tan pronto fue citada la sociedad Riward Ingeniería y Construcción S.A por parte
de los fiscalizadores del Servicio de Impuestos Internos, comenzó a colaborar con
la investigación del asunto, y también declaró ante ellos pese a que inicialmente
no estaba citado a hacerlo. Su colaboración se extendió tanto durante la etapa
investigativa como durante la audiencia de juicio oral y él proporcionó
antecedentes que no emanaron de ninguna otra fuente (como los relativos al
origen de las facturas que fueron utilizadas por Riward), todo lo cual sumado a su
llana admisión de responsabilidad llevan no sólo a reconocer la concurrencia de
dicha minorante en su beneficio, sino que a hacer lugar, también, a la petición
de su defensa en orden a tener dicha atenuante como configurada en forma de
muy calificada.
CUADRAGÉSIMO SEGUNDO: Que, corresponde ahora precisar las penas que
han de imponerse a los sentenciados.
En cuanto al acusado Guillermo Riveros Chacana ha de considerarse que él
es responsable, a título de autor, de los delitos previstos en el artículo 97 N° 4,
inciso 1º e inciso 2º del Código Tributario; y que tales delitos se han estimado
cometidos en carácter de reiterados. Tales delitos se han de tener por cometidos
en carácter de consumado, desde que se han satisfecho las respectivas
exigencias típicas que los describen, los que no requieren la producción de un
perjuicio y que se perfeccionan desde el momento en que se presentan las
declaraciones maliciosas que los constituyen.
Atendido el rango legal de las penas previstas para tales ilícitos, y a la
aplicación de la regla de reiteración del artículo 112 del Código Tributario, ya
explicada en el fundamento Trigésimo quinto, se ha de aplicar la pena del delito
que con sus circunstancias tiene asignada una pena mayor y ella ha de
aumentarse en uno o dos grados.
Así, como la pena del delito citado en el inciso 2º es mayor a la del delito
del inciso 1º, ambos del artículo 97 N° 4 del Código Tributario, se ha de atender
a su tramo mayor (el presidio mayor en su grado mínimo) y él ha de elevarse en
un grado (al presidio mayor en su grado medio); respecto de éste grado han de
aplicarse las dos circunstancias atenuantes que se han dado por concurrentes y
conforme a ello y a lo previsto en el artículo 67 del Código Penal, que dispone
“Siendo dos o más las circunstancias atenuantes y no habiendo ninguna agravante, podrá el tribunal
imponer la inferior en uno o dos grados, según sea el número y entidad de dichas circunstancias. ”
En virtud de ello el Tribunal hará uso de la facultad referida y e impondrá
la pena inferior en un grado, la que así se fijará en el presidio mayor en su grado
mínimo, según se precisará en lo dispositivo de la sentencia, la que se impondrá
como pena única.
Atendida la extensión de la pena privativa de libertad que se debe
imponer, resulta improcedente la imposición de una pena sustitutiva de ella, por
no reunirse en el caso concreto los requisitos previstos en las disposiciones de los
artículos 4, 8, 11, 15 o 15 bis de la Ley 18.216. En virtud de ello resulta
impertinente examinar la prueba documental ofrecida por su parte para
justificar la aplicación de una pena sustitutiva.
En cuanto a la imposición de una pena de multa, debe señalarse que en el
caso del delito previsto en el inciso 1º del artículo 97 N° 4 del Código Tributario,
dicha sanción pecuniaria supone determinar “el valor del tributo eludido”, lo
cual no se estableció en el presente caso, por lo que dicha multa, vinculada a
dicho ilícito, no podrá imponerse en el presente caso.
En diferente situación se encuentra la multa prevista en el inciso 2º del
artículo 97 N° 4 del Código Tributario, pues ella se ha de imponer en base “a lo
defraudado”; y, como en este caso el delito se cometía aumentando
indebidamente el monto del crédito fiscal que se podía hacer valer, lo que en el
caso concreto se realizó imputando el IVA de las facturas referidas a operaciones
inexistentes, cuyo monto sí se determinó y se fijó en la suma de $184.749.181.-
el Tribunal se estará a dicha cantidad para imponer la multa referida.
CUADRAGÉSIMO TERCERO: Que, en el caso del acusado Mario Rojas
Echeverría, se ha de tener en consideración que él ha resultado ser autor del
delito previsto en el artículo 100 del Código Tributario y cómplice en el delito
reiterado previsto en el artículo 97 N° 4, inciso 2º, del Código Tributario. En su
favor concurre una circunstancia atenuante de responsabilidad, la que se ha
configurado en carácter de muy calificada.
Ha de tenerse presente que el delito del artículo 100 del Código Tributario
se ha de sancionar con multa de una a diez unidades tributarias anuales y “ podrá
ser castigado con presidio menor en sus grados medio a máximo, según la gravedad de la
infracción…” y “Además, se oficiará al Colegio de Contadores para los efectos de las sanciones
que procedan.”
Atendido que respecto de dicho ilícito concurre una atenuante muy
calificada el Tribunal, de conformidad al artículo 68 bis del Código Penal el
Tribunal puede imponer la pena inferior en un grado al mínimo de la señalada al
delito. Es por ello que tal pena, en el presente caso al fijará en el presidio menor
en sus grado mínimo; y, la multa la impondrá en su tramo inferior.
En lo que concierne a la pena por su responsabilidad de cómplice en el
delito reiterado del artículo 97 N° 4, inciso 2º, del Código Tributario, debido a lo
dispuesto en el artículo 51 del Código Penal, ella se rebajará en un grado del
mínimo, quedando así en el tramo del presidio menor en su grado medio. Luego,
por aplicación de la regla genérica de reiteración, siendo ello más favorable, se
aplicará la del artículo 351 inciso 1º del Código Procesal Penal y así se aumentará
en un grado la pena antes fijada, quedando ella en el tramo del presidio menor
en su grado máximo.
De conformidad a lo anterior, a la extensión temporal de las penas
privativas de libertad que ha de aplicarse al enjuiciado Mario Rojas Echeverría,
las que sumadas no exceden los cinco años de privación de libertad pero sí
superan los tres años de ella, se impondrá a su respecto la pena de libertad
vigilada intensiva, solicitada por su defensa, pues respecto de tal acusado se
cumplen las exigencias previstas en el artículo 15 bis de la Ley 18.216, fijándose
como plazo de intervención uno igual al de la sumatoria de las dos penas que se
le sustituyen.
En fin, en lo que concierne a la posibilidad de imponerle al sentenciado
Rojas Echeverría la multa a que alude el artículo 97 N° 4, inciso 2º, del Código
Tributario, ella se desestimará, por entender el Tribunal que al fijarse el monto
de la misma en base al monto de lo defraudado, se está aludiendo al beneficio
obtenido por el contribuyente, único posible autor de dicho ilícito, calidad que
no se condice con la participación que a título de cómplice se estableció
respecto del enjuiciado Rojas Echeverría.
Por estas consideraciones y visto lo dispuesto en los artículos 1, 5, 11 N °
6, y N° 9, 14 N° 1 y N° 2, 15 N° 1, 16, 18, 21, 25, 28, 30, 47, 49, 50, 51, 56, 57,
58, 67, 68, 68 bis, 70, 94 y 96 del Código Penal;1, 2, 4, 8, 16, 17, 29, 33, 97, 99,
100, 111 y 112 del Código Tributario; 1, 45, 46, 47, 266, 275, 281 y siguientes,
295, 296, 297, 309, 314, 323, 325 y siguientes, 338, 339, 340 al 346, 348, 351 y
468 del Código Procesal Penal, se declara:
I.- Que, se absuelve al acusado MARIO ENRIQUE ROJAS ECHEVERRÍA,
Cédula Nacional de Identidad N° 3.124.105-7, ya individualizado, de la acusación
particular que lo estimó autor del delito previsto en el artículo 97 N° 4 inciso
final del Código Tributario, supuestamente cometido en esta ciudad, en los
períodos tributarios que abarcan desde julio a noviembre de 2005, desde enero a
mayo de 2006, desde julio a diciembre de 2006, desde enero a abril de 2007,
desde junio a diciembre de 2007, desde enero a septiembre de 2008, noviembre
y diciembre de 2008.
II.- Que se condena, con costas, al acusado GUILLERMO CRISTIAN
RIVEROS CHACANA, Cédula Nacional de Identidad N° 10.195.413-7, ya
individualizado, a cumplir la pena única de CINCO AÑOS y UN DÍA de presidio
mayor en su grado mínimo, a las accesorias de inhabilitación absoluta perpetua
para cargos y oficios públicos y derechos políticos y de la inhabilitación absoluta
para profesiones titulares mientras dure la condena y al pago de una multa
ascendente al cien por ciento de lo defraudado, esto es, la suma de
$184.749.181.- por su participación como autor de los delitos previstos el
artículo 97 N° 4, incisos 1 y inciso 2° del Código Tributario, cometidos de
manera reiterada, en esta ciudad de Viña del Mar en los períodos de julio a
noviembre de 2005, desde enero a mayo de 2006, desde julio a diciembre de
2006, desde enero a abril de 2007, en agosto de 2007, desde octubre a diciembre
de 2007, desde enero a septiembre de 2008, y desde noviembre a diciembre de
2008 y con motivo de las declaraciones de impuesto a la renta de los años
tributarios 2006 a 2009.
Atendida la entidad de la multa aplicada y haciendo uso de la facultad
concedida en el artículo 70 del Código Penal, se concede al sentenciado RIVEROS
CHACANA un plazo de doce meses para satisfacerla, debiendo en consecuencia,
enterar en arcas fiscales durante el período de doce meses una duodécima parte
de las respectiva multa adeudada, haciéndose exigible el total de la multa
adeudada en el caso de no pago de una sola de las cuotas.
III.- El sentenciado Guillermo Cristian Riveros Chacana deberá cumplir
efectivamente la pena impuesta, por no concurrir los requisitos legales para
autorizar la imposición de alguna pena sustitutiva. Debe dejarse asentado que no
existe tiempo de privación de libertad que considerar en su favor.
IV.- Se condena, con costas, al acusado MARIO ENRIQUE ROJAS
ECHEVERRÍA, Cédula Nacional de Identidad N° 3.124.105-7, ya individualizado, a
cumplir la pena de QUINIENTOS CUARENTA DÍAS de presidio menor en su grado
mínimo, a las accesorias de suspensión de cargo u oficio público durante el
tiempo de la condena y al pago de una multa ascendente a Dos Unidades
Tributarias Anuales, en su calidad de autor del delito previsto en el artículo
100 del Código Tributario, cometido en esta ciudad de Viña del Mar, con motivo
de las declaraciones de impuesto a la renta de los años tributarios 2006 a 2009.
V.- Se condena, con costas, al acusado MARIO ENRIQUE ROJAS
ECHEVERRÍA, Cédula Nacional de Identidad N° 3.124.105-7, ya individualizado, a
cumplir la pena de TRES AÑOS y UN DÍA de presidio menor en su grado máximo,
y a las accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos y
de la inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de
la condena, en su calidad de cómplice del delito previsto en el artículo 97 N° 4,
inciso 2° del Código Tributario, cometido de manera reiterada, en esta ciudad
de Viña del Mar, en los períodos de julio a noviembre de 2005, desde enero a
mayo de 2006, desde julio a diciembre de 2006, desde enero a abril de 2007, en
agosto de 2007, desde octubre a diciembre de 2007, desde enero a septiembre
de 2008, y desde noviembre a diciembre de 2008.
Atendida la entidad de la multa impuesta y haciendo uso de la facultad
concedida en el artículo 70 del Código Penal, se concede al sentenciado Rojas
Echeverría un plazo de diez meses para satisfacerla, debiendo en consecuencia,
enterar en arcas fiscales durante el período de diez meses una décima parte de
la respectiva multa adeudada; el no pago de una sola de las cuotas hará exigible
el total de la multa adeudada.
Por reunirse respecto del sentenciado Rojas Echeverría los requisitos
legales establecidos en el artículo 15 bis de la Ley 18.216, se le sustituyen las
penas corporales impuestas por la pena sustitutiva de libertad vigilada
intensiva, fijándose como plazo de intervención la sumatoria de las dos penas
privativas de libertad que se le sustituyen.
Si la pena sustitutiva le fuere revocada, al condenado deberá cumplir el
saldo que le reste de las penas corporales impuestas, efectivamente privado de
libertad, las que se le contarán, en el orden de su gravedad, desde que se
presente o sea habido, sin que existan abonos que considerar, según se
desprende del auto de apertura del presente juicio.
Devuélvase a las partes la documentación acompañada.
Ejecutoriada la presente sentencia, dese cumplimiento a lo dispuesto en
el artículo 468 del Código Procesal Penal, en relación con los artículos 14 letra f)
y 113 inciso 2° del Código Orgánico de Tribunales.
Redactada por el juez don Juan Ángel Muñoz López.
Regístrese, comuníquese, en su oportunidad, al Juzgado de Garantía de
Viña del Mar para su cumplimiento, hecho archívese.
R.U.C. 09 10 02 55 66 - 6
R.I.T. 243 - 2014
Sentencia pronunciada por la Primera Sala del Tribunal de Juicio Oral en
lo Penal de Viña del Mar, presidida por la magistrado doña Claudia Parra
Villalobos e integrada, además, por los Jueces don Juan Ángel Muñoz López y,
doña Mónica Gutiérrez Fuentealba, titulares de este Tribunal.

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