Está en la página 1de 21

Felipe Pinzón Alvarado

Pontificia Universidad Javeriana

Regímenes especiales responsabilidad

Adriana García Gama

Revisión de la literatura académica y jurídica sobre que se ha dicho frente a


la Responsabilidad civil derivada de la actividad deportiva

Índice

1. Contexto.

2. Naturaleza y fundamentos de la responsabilidad deportiva.

3. Responsabilidad profesional jugador contra contrincantes y

responsabilidad del equipo del jugador que realiza el daño.

3.1 Caso Camoranesi vs Pizzo.

3.2 Caso Cotrone vs Banfield.

4. Responsabilidad de las barras bravas y equipos frente a los

espectadores.

5. Responsabilidad del organizador del evento.

6. Responsabilidad del jugador y de terceros frente al contrato de

transferencia.

6.1 Caso Elkin Soto.

7. Conclusiones.

1
1. Contexto

Este trabajo buscara hacer una revisión académica y jurídica, sobre el régimen
especial de responsabilidad civil frente a las actividades deportivas, esto con el fin
de hondear en la evolución del tema, la actualidad del presente y ejemplos sobre
la materia.

La actividad profesional deportiva se ha tornado cada vez más importante en las


relaciones humanas y jurídicas en la actualidad, actividades como el futbol entre
otros ha abierto una gama de negocios y relaciones jurídicas, por lo cual cada día
los operadores judiciales tienen que tomar decisiones jurídicas frente a las
actividades deportivas en el marco del derecho penal, civil, disciplinario o laboral
creando nueva jurisprudencia frente al tema, por lo cual es importante mirar cómo
se ha regulado la materia en el contexto internacional y local frente a la
responsabilidad civil.

Por otro lado, con el fin de delimitar una definición de la actividad deportiva, para
este trabajo se tomará el concepto de Mesa, Represas y Lopez (2008) el deporte
quienes lo a definen como:

"el conjunto de ejercicios físicos practicados lealmente y sin ánimo de lucro, con
vistas a fines de diversión, de desarrollo armónico y de endurecimiento del cuerpo,
para conseguir una victoria o para batir un récord, ejercicios cuidadosamente
reglamentados, aunque pueden comportar ciertos riesgos libremente aceptados
por quienes a ellos se dedican"

Definición que es importante resaltar el último elemento, pero no menos


importante, el riesgo consentido: “aunque pueden comportar ciertos riesgos
libremente aceptados por quienes a ellos se dedican” concepto esencial en la
academia para regular la responsabilidad deportiva, tan así, que puede llegar a
considerarse un elemento extra de este régimen especial.

2
Frente al marco normativo correspondiente a Responsabilidad Civil en el A.D 1,
Diana Silva Londoño en su tesis “LOS EFECTOS Y ALCANCES DEL DERECHO
DEL DEPORTE Y SU INFLUENCIA EN LA RESPONSABILIDAD CIVIL
COLOMBIANA”(2014), postula que el deporte como practica social comprende
dos ámbitos normativos, el primero se conforma por las reglas propias de cada
actividad deportiva, usualmente estipuladas por las federaciones internacionales
oficiales de cada deporte, por ejemplo, en el futbol esta normativa está delimitada
por el reglamento de la FIFA, que incluye las reglas que aplican en un partido de
futbol, las sanciones disciplinarias, las normas de competición, entre otros. El
segundo eje normativo se refiere a actividades directamente relacionadas con el
deporte pero que no son inherentes a la práctica de este como por ejemplo en el
ámbito del futbol; las apuestas, los contratos de pase de los jugadores, los
derechos de imagen de los jugadores, los patrocinios, entre otros. Al primer
conjunto de normas según la autora se le conoce como derecho deportivo,
mientras el segundo se le denomina el derecho del deporte.

Continuando con el artículo anterior, el mismo, menciona, que, en Colombia a


diferencia de otros países como España y Argentina, no se cuenta con una
legislación especial para el deporte, sino que el deporte es regulado según la
normativa general sea, laboral, comercial o civil, lo cual genera conflictos y
complicaciones en el contexto colombiano para resolver las practicas sociales que
existen en el deporte y en particular en el futbol donde se ha abierto una mayor
gama de relaciones jurídicas.

En concordancia con la autora antes mencionada frente al marco normativo de


las actividades deportivas en Colombia, también Sandra Liliana Echeverri
Velasquez en su artículo “Derecho deportivo: una rama especializada del derecho
para los deportistas” (2014) concuerda con que a nivel nacional existe un vacío
normativo frente a las actividades deportivas, pero además pone en contexto que
a nivel nacional existe una gran cantidad de dimensiones en las relaciones
jurídicas que se pueden encontrar dentro de la actividad deportiva, para mirar

1
De ahora en adelante actividad deportiva se denominará A.D

3
dentro de este gran bloque, el ámbito de la responsabilidad civil derivada de la
práctica deportiva.

En conclusión, el tema de llenar el vacío frente a la normativa nacional es uno de


los temas más recurrentes en los trabajos sobre la materia frente al cual
recomiendan que al igual que otras jurisdicciones como la española o la argentina
se regule de manera particular cada actividad deportiva para poder delimitar cual
es el riesgo consentido con relación a cada uno lo cual daría claridad a los jueces
a la hora de resolver una controversia frente al tema particular y así estipular si
hay o no lugar a responsabilidad.

De igual manera es importante mencionar que la actividad deportiva en


Colombia ha sido regulada con relación a su importancia dentro de la sociedad, en
resumen en las siguientes normas: artículo 52 de la constitución política donde se
establece el derecho fundamental al deporte 2, Ley 181 de 1995 donde se
consagra las disposiciones para el fomento del deporte y la recreación física, Ley
49 de 1993, “Por la cual se establece el régimen disciplinario del deporte”
(Modificada por la Ley 845 de 2003), Ley 582 de 2000, “Por medio de la cual se
define el deporte asociado de personas con limitaciones físicas, mentales o
sensoriales”, la Ley 729 de 2001, “Por medio de la cual se crean los Centros de
Acondicionamiento y Preparación Física en Colombia”; la Ley 934 de 2004, “Por
la cual se oficializa la política de desarrollo nacional de la educación física.”, la
Ley 845 de 2003, “Por la cual se dictan normas de prevención y lucha contra el
dopaje, se modifica la Ley 49 de 1993 y se dictan otras disposiciones”, Ley 912 de
2004, “Por medio de la cual se institucionaliza el tercer domingo del mes de
septiembre de cada año como Día Nacional del Deporte, la Recreación y la
Educación Física”, la Ley 1270 de 2009, “Creación de la comisión Nacional para la
Seguridad, Comodidad y Convivencia en el Fútbol”;” la Ley 1445 de 2011, "Por
medio de la cual se modifica la ley 181 de 1995, las disposiciones que resulten
contrarias y se dictan otras disposiciones en relación con el deporte profesional”.

2
“ARTICULO 52. (Modificado por el art. 1, Acto Legislativo No. 02 de 2000): El ejercicio del deporte, sus
manifestaciones recreativas, competitivas y autóctonas tienen como función la formación integral de las
personas, preservar y desarrollar una mejor salud en el ser humano”

4
En conclusión, se ha reproducido una serie de normas en relación con el deporte
como un elemento importante de las relaciones en sociedad en Colombia, pero no
existe una legislación especial frente a la responsabilidad deportiva.

Continuando con el tema que le atañe a este trabajo, en relación con los riesgos
propios de cada una de las diferentes actividades deportivas, este riesgo, que
aceptado de manera consciente por quienes participan debe ser analizado según
las características propias de cada deporte, lo que trae que dentro de la
responsabilidad civil en la actividad deportiva, no obstante de los tres elementos
propios de la responsabilidad el daño, la culpa y el nexo causal, cuando se aplica
a la actividad deportiva, es menester que a estos tres elementos se sume uno
adicional; el riesgo consentido (Londoño, 2014).

En otras palabras, dependiendo de la actividad deportiva, el riesgo asumido


puede ser mayor o menor por lo cual es de vital importancia para regular este
ámbito que se conozca el nivel de riesgo atribuible a cada deporte, ya que, al
presumirse este durante la aceptación consciente y voluntaria de un riesgo, esto
podría ser un eximente de responsabilidad por daños asociados a dicho riesgo.

En ese sentido, los daños que puedan considerarse como inherentes a un


determinado deporte o actividad física por lo cual no darían lugar a
responsabilidad civil, siempre que la acción causante del daño se ubique dentro
del espectro de un riesgo típico de dicha actividad y que el daño no sea
consecuencia de una intensificación anormal del riesgo del juego.

En síntesis, la academia plantea que, con respecto a la responsabilidad civil en la


actividad deportiva, es de gran importancia regular las reglas de cada deporte
definiendo los riesgos consentidos de sus participantes y de la misma manera el
rango de daños que deben considerarse exentos de responsabilidad en el marco
de la actividad deportiva.

2. Naturaleza y fundamentos de la responsabilidad

Con respecto a los fundamentos de la responsabilidad Cruz G. (1991) expone


como, se presenta en el deporte varias causales de responsabilidad, que más allá

5
de todo consentimiento al riesgo, traen consigo el supuesto indemnizatorio en el
caso de existir un incumplimiento o daño 1) responsabilidad de un jugador frente a
otro, 2) la responsabilidad del equipo al que pertenece un jugador, frente al equipo
de otro jugador, 3) o frente al jugador mismo del otro equipo. la responsabilidad
del equipo frente a su jugador, 4)La responsabilidad del jugador frente a terceros,
5)La responsabilidad del dueño de las instalaciones deportivas frente a los
espectadores y jugadores, 6) la responsabilidad del organizador del evento
deportivo frente a los espectadores y jugadores,7) La responsabilidad de los
espectadores frente al dueño de las instalaciones deportivas u organizador del
evento deportivo (responsabilidad colectiva), 8) la responsabilidad de las
instituciones deportivas por los hechos imputables a sus seguidores deportivos.

Con relación a la naturaleza de la R.D 3 entre contrincantes, existen diferente


miradas académicas frente al tema, en el texto de Reyna Mantilla(2017) ilustra
como diferentes sectores han debatido si la naturaleza de la responsabilidad entre
deportistas en la competencia contra su contrincante seria contractual o
extracontractual, una parte de la doctrina considera que dentro del acuerdo para
realizar una actividad deportiva, no existe de ninguna manera entre quienes se
ponen de acuerdo para disputar un partido la celebración de un contrato, por lo
cual sería de carácter extracontractual y el daño seria producto del deber de obrar
con cuidado y diligencia, infracción que traería consigo responsabilidad
extracontractual. Por otro lado, otros doctrinantes de la materia lo ven como una
convención regida por unas normativas vigentes lo que le daría una clara
naturaleza contractual, finalmente otro sector de la doctrina intermedia ha llegado
a considerar qué frente a relaciones de jugadores aficionados, estaríamos frente a
responsabilidad extracontractual y en caso de jugadores profesionales en una
responsabilidad contractual.

Desde mi perspectiva, si se dificulta al menos en la relación jugador vs


contrincante una responsabilidad contractual a tal punto de estimar que existe una
celebración de un contrato entre ambos a la hora de realizar prácticas deportivas,
en ese sentido si me inclino más hacia la perspectiva de la responsabilidad en la
3
Responsabilidad deportiva

6
actividad deportiva como una actividad peligrosa en la cual al producir un daño
desviándose de las reglas propias de cada disciplina con dolo o culpa causaría
responsabilidad extracontractual. Finalmente, con relación a una teoría intermedia
tampoco la veo factible pero si conflictiva ya que llevaría a una complejidad a un
mayor a la hora de solicitarse indemnizaciones por otro lado considero que el
objeto es la actividad deportiva más allá de si es profesional o no, el daño de esta
se deriva de desviarse de las reglas propias de cada disciplina con dolo o culpa,
más no de un contrato en el que si incumplen obligaciones pactadas por las
partes.

3. Responsabilidad profesional jugador contra contrincantes y


responsabilidad del equipo del jugador que realiza el daño

Asimismo, frente a los daños ocurridos en ocasión de la actividad deportiva entre


contrincantes, autores como Server, R. V. (2003), revela que, en la práctica, en
España, hay inexistencia de sentencias relativas a reclamaciones de daños en el
ámbito de la actividad deportiva de carácter profesional o aficionado. Entre las
razones que explican esta ausencia están que en el deporte aficionado , en el
caso de España se da una la vinculación existente entre licencia federativa y
seguro obligatorio que se establece en donde se da una clara especificidad de los
riesgos que conlleva la práctica del deporte de competición en determinadas
modalidades y la necesidad de garantizar un marco de seguridad alrededor de
dicha práctica, por otro lado, los seguros obligatorios deportivos cubren en su
mayoría los daños producto de la actividad deportiva en este sentido, puede
concluirse que en Espala, la falta de pleitos frente a la actividad deportiva obedece
a la existencia de un seguro obligatorio que asume las indemnizaciones derivadas
de los accidentes causados en este ámbito.

Por otro lado, en relación con la responsabilidad, con respecto de los


profesionales Server R.V(2003) plantea que en este ámbito también se complica
ampliamente que se empiece un litigio, primero porque dentro del ámbito
probatorio demostrar el dolo o el sobrepaso de las reglas de prudencia propias de
cada actividad complica el inicio de un litigio, en las palabras de Server:

7
“Por ello, para que prospere una reclamación de daños en el deporte profesional
parece exigible una clara demostración de la infracción de las reglas de prudencia
o de una actuación notoriamente dolosa. Y es evidente que esa prueba no resulta
en absoluto sencilla: ¿cómo demostrar que en su actuación el deportista no tuvo
intención de lesionar gravemente a su oponente (y sí sólo la intención de frenar de
cualquier modo su actuación)? Las dificultades probatorias son, en este punto,
disuasorias.”

En otras palabras el autor sugiere que la prueba de esto consiste en una


confesión en la cual el deportista confiese la intención de lesionar al otro, en
particular en el ámbito del futbol , lo cual lleva a que en conclusión para no tener
responsabilidad se debe no confesar, escenario que ejemplifica con el caso de un
jugador llamado Harry Keane quien dijo en una entrevista que en su biografía
hablaría de como ataco a un jugador con el la intención de lesionarlo por un
encontrón en otro partido, por lo que los abogados del otro jugador quedaron a la
espera de la biografía para iniciar acciones legales(con relación a este caso no se
encontró información frente a si se tomaron acciones legales o no con esta
confesión).

En segunda medida, normalmente los jugadores profesionales no tienen mayor


incentivo para demandar porque durante el tiempo que se encuentran lesionados
igual el club les sigue abonando los salarios además de pagarles los gastos
médicos lo que es un disentido para el profesional para iniciar el litigio citando a
Server R, V.(2003):

“Acaso pueda pensarse que otro factor que desincentiva los pleitos en el ámbito
de los daños en el deporte profesional se sitúa en la falta de consecuencias
negativas que económicamente para los lesionados suponen los daños causados.
Cabe sugerir en este sentido que los deportistas profesionales no tienen interés
en promover reclamaciones por cuanto, a pesar de las lesiones sufridas, los
clubes continúan abonándoles sus salarios y fichas. Desde esta perspectiva, litigar
parece una posibilidad indiferente para el que sufre el daño.”

8
Frente a estos dos puntos Server R.V(2003) postula que hay una problemática
jurídica frente a estos, por lo que es menester que sean revisados, en primera
mediad, los deportistas profesionales sí pueden sufrir un daño que sea
consecuencia directa de esa lesión en los casos en que parte de sus ingresos
depende de su participación en las actividades del club (por ejemplo, primas por
partidos jugados o ganados: para el club, sin embargo, es indiferente quien sufre
la lesión si todos los jugadores cobran con arreglo al mismo mecanismo).En
segunda medida, debe tenerse en cuenta el daño que experimenta el deportista
cuando la propia lesión o alguna de sus consecuencias se prolonga por más
tiempo del que dura su contrato actual.

En conclusión, es preciso tener en cuenta las implicaciones negativas que


conlleva la lesión para el deportista a la hora de negociar un nuevo contrato
profesional, de la misma manera no es posible tampoco desconocer la posibilidad
de que la lesión pueda llegar a generar un daño moral al deportista accidentado.
Situación que considero que dentro de un ámbito sociológico merece también un
estudio particular en cuanto qué, en ciertos presupuestos sociales un deportista
puede llegar a ser considerado como una figura inquebrantable desde ciertos
ámbitos, por lo cual, que tan dispuesto estaría un deportista a solicitar un daño
moral por una lesión y por lo mismo someterse al lente de la prensa que
usualmente no le gusta al deportista, postulado que no es tema de investigación
de este trabajo por lo que a pesar de ser un agregado con respecto a la posición
de Serve frente al daño moral, no a merita indagación dentro del paraguas de las
humanidades alejándome del tema principal como tal (la responsabilidad
deportiva).

3.1 Casos de responsabilidad jugador contra contrincante. Caso Camoranesi


vs Pizzo

En esta mismo espectro, hondeando dentro de diferentes casos que ilustren la


practicidad de una demanda de responsabilidad deportiva existe dentro de la
jurisprudencia Argentina una serie de casos que son relevantes frente a la materia,
entre los más sonados está el Caso Camoranesi Vs Pizzo en la ciudad de buenos

9
aires Argentina, en el cuál Roberto Javier Pizzo, en una jugada es embestido por
Mauro Camoranesi, lo que le provoca una lesión en su rodilla, hematomas y
desgarros, con las consecuentes intervenciones quirúrgicas, prácticas varias y
rehabilitaciones. En primera instancia se considero que el actuar del jugador había
sido excesivo brutal he imprudente por lo que condenaron tanto al jugador como al
club Aldosivi por su dependencia frente al jugador a pagar el daño indemnizable,
por lo cual apelaron tanto el jugador como el club.

En la sentencia de segunda instancia se confirmo el fallo, argumentado, que en


primera medida la lesión hacia el otro jugador no es una forma de llegar a la
victoria propia de este deporte a diferencia de otros como el boxeo o la lucha libre,
y por lo otro lado la patada la rodilla fue culpa grave arrimándose al dolo, en
cuanto que se dio por un actuar imprudente intencional ya que además la patada
no producía ninguna necesidad frente a para una jugada de gol o necesaria para
ganar, citando la sentencia:

“Más allá de que la fuerza impresa a la acción la muestra injustificada


independientemente del lugar del campo de juego donde ocurra, en este caso, la
ausencia de todo riesgo para el arco defendido por el accionado y la diferencia de
goles a favor de su equipo, resultan lapidarios para su defensa. Ese suceso podrá
ser natural en una confrontación de full contact, king boxing, o boxeo tailandés,
donde golpear violentamente al adversario para doblegarlo es la forma permitida
de obtener el triunfo, pero no en el fútbol, donde esa acción exhibe un
desmesurado desvío de las normas del juego que, unido a la fuerza puesta en su
ejecución, exterioriza ese factor de atribución de responsabilidad”

Por otro lado, la dependencia frente al club también la considero clara, en cuanto
que la dependencia se basa en que el jugador es contratado con el fin de jugar el
partido que representa el equipo y en cuanto que la institución se sirve
materialmente del asociado para enfrentar a los otros clubes, en las palabras del
tribunal:

“La dependencia se configura en razón a que la institución deportiva se sirve


materialmente del asociado para enfrentar a otros clubes y, si bien en esta

10
práctica pueden canalizarse necesidades personales del jugador, la participación
del mismo redunda en beneficio del cometido de la asociación y, eventualmente,
de su prestigio como entidad(…) La relación que se entabla entre el jugador y el
club descubre no sólo cierta subordinación jurídica, puesto que el primero podrá
representar al segundo exclusivamente en los encuentros que éste programe, sino
también técnica, dado que integrará el plantel superior conforme lo decida su
director técnico, y en su caso, recibirá por su intermedio instrucciones referentes a
la manera de cumplir las funciones que se le han confiado”

3.2 Caso Cotrone vs Banfield

Otro caso de responsabilidad en la actividad deportiva, también en la jurisdicción


argentina fue el caso “Cotrone vs Banfield y otros” en el cual a diferencia del
anterior el jugador Crotone se encontraba entrando al área a meter gol, y al no
poder cabecear uso la mano para ingresar el balón al arco, a lo cual el arbitro paro
el partido para sancionar la mano, pero sin importar el pitido el arquero del equipo
contrario golpeo en la zona renal a su contrario el jugador Crotone, golpe por el
cual perdió un riñón. Por los hechos anterior la cámara de apelaciones de
Argentina decidió condenar al jugador y al equipo del mismo el Club Almirante
Brown a pagar una indemnización al jugador, sentencia en la que se estableció
que el deber de responder por lesiones deportivas surte en los siguientes casos:
1)Cuando existe un acción excesiva o que viola groseramente los reglas de
juego.2) cuando haya intención de provocar un resultado dañoso sea durante el
desarrollo del juego o cuando se encuentre detenido (Mantilla, 2017).

Con los casos anteriores se podría decir que se acotaron dos situaciones de
responsabilidad, la de jugador contra el contrincante y la del equipo frente a las
acciones del jugador y su contrincante, por lo que, continuando con la
investigación en la siguiente parte entrare a mirar que se ha dicho o que casos se
han encontrado frente a los daños producidos las barras a los espectadores y el
daño producto del jugador al espectador y viceversa.

4. Responsabilidad de las barras bravas y equipos frente a los


espectadores

11
Frente la responsabilidad de los espectadores, Natalia Sánchez Álvarez en su
texto “La responsabilidad de las barras bravas y alternativas de seguros”(2012)
hace un resumen de lo hablado en diferentes jurisdicciones con relación a quien
es responsable por un daño del espectador realizado por las barras bravas, las
instalaciones del evento o por un jugador, con respecto esto señala que a partir de
las diferentes sucesos dañinos por parte de los barras en el 2008 en Colombia se
empezó a regular parte del tema por medio de la Ley 1356 del 23 de octubre de
2009, por la cual se expide la Ley de Seguridad en Eventos Deportivos norma en
donde ese estableció en su artículo 8° señala:

“Los clubes, las barras con personería jurídica y aquellas entidades señaladas y
definidas en la reglamentación que para el efecto expida el Instituto Colombiano
del Deporte (Coldeportes) serán solidariamente responsables por los daños y
perjuicios que ocasionen sus miembros y aficionados en los escenarios deportivos
y en las inmediaciones de estos, salvo que resultaren de fuerza mayor o hechos
totalmente ajenos al riesgo derivado del espectáculo deportivo.”

Por lo tanto, en este artículo se establece la responsabilidad solidaria de los


clubes, las barras bravas y las entidades que defina Coldeportes.

Lo anterior respondería en el ámbito nacional a la pregunta, ¿quién es


responsable por los daños realizados por un hincha (o barra brava) a un
espectador? De igual manera como lo expresa la norma anterior en su artículo 8:
“serán responsables por los perjuicios que ocasiones sus miembros y
aficionados”, por lo tanto, también, responderán solidariamente los clubes por los
daños realizados por sus miembros, en conclusión tanto por los daños realizados
por el jugador por los realizados por una barra, salvo los que resulten de fuerza
mayor o hechos totalmente ajenos al riesgo derivado del espectáculo deportivo,
serán responsables solidariamente los clubes o barras con personería jurídica.

Con relación a los presupuesto teóricos, de los que deriva esta responsabilidad
solidaria entre clubes y barras desde su colectividad como responsables del daño
desde una mirada colectiva, Sánchez(2012) postula que con esto, hay un cambio
desde lo teórico, en cuanto que en una primera medida la teoría clásica del

12
derecho de daños afirma que en el caso de presentarse la participación de dos o
más personas en la causación del daño, la responsabilidad le será imputada a
cada una individualmente, en la medida en que se constate el nexo causal.

Postulado, que se ve modificado al introducirse la noción del daño causado por


un miembro indeterminado de un grupo determinado, situación que se presenta
cuando dos o más sujetos, pertenecientes a un mismo grupo determinable, en
forma espontánea o concertada, realizan una actividad o asumen una conducta o
comportamiento que es susceptible de causar un daño, el cual se produce
efectivamente, pero es absolutamente imposible determinar cuál de esos sujetos
ha sido el causante material e individual del mismo, a pesar de que el grupo se
encuentre plenamente identificado. Lo anterior, con la finalidad de que la
reparación de la víctima se pueda llegar a dar ya qué, usualmente en estos casos
se dificultaba seleccionar un causador del daño el cual debe indemnizar por lo que
se termino dando responsabilidad colectiva tanto a la barra si tiene persona
jurídica o al club al cual representa la hinchada (Sánchez, 2012) .

5. Responsabilidad del organizador del evento

Frente a la responsabilidad del organizador, Sánchez(2012) plantea qué, el deber


más importante del organizador, es el de la incolumidad del espectador, el cual
consiste en que el espectador debe salir del evento en las mismas condiciones
psicofísicas en las que ingresó, de tal forma que el organizador debe velar porque
las condiciones de seguridad del evento sean óptimas en todo sentido, tanto
estructurales, como de higiene y en cuanto al personal capacitado para la atención
y el manejo del evento.

Este deber de protección y seguridad que tiene el organizador se sustenta en el


principio fundamental de las obligaciones, según el cual, las relaciones jurídicas
derivadas de la celebración de contratos deben desarrollarse dentro de un
comportamiento de preservación de la seguridad general, En conclusión, el
organizador debe procurar por garantizar la protección de la integridad del
espectador desde el ingreso al estadio, durante el desarrollo del encuentro y en la
salida del recinto deportivo.

13
6. Responsabilidad del jugador y de terceros frente al contrato de
transferencia

Por otro lado, existe una responsabilidad del jugador frente a su equipo y de los
equipos frente a sus rivales internacionales y nacionales con respecto de las
transferencias de los profesionales, en lo señalado en el reglamente de la FIFA
sobre estatutos y transferencia de los jugadores(2018) establece en sus artículos
14,15,16 y 17, en relación a que consecuencias trae la recisión injustificada del
contrato( o terminación del contrato sin justa causa) pero además, que sanciones
y indemnizaciones trae esta conducta si la conducta fue incentivada por otro club.

Con relación a la responsabilidad contractual, en el artículo 16 de los estatutos


de la FIFA se señala que “Un contrato no puede rescindirse unilateralmente en el
transcurso de una temporada” lo que da una expresa limitación al club y al
jugador. Posteriormente en el artículo 17 inciso 1, señala las consecuencias de la
ruptura del contrato unilateralmente:

“En todos los casos, la parte que rescinde el contrato se obliga a pagar una
indemnización. Bajo reserva de las disposiciones sobre la indemnización por
formación del art. 20 y el anexo 4, y salvo que no se estipule lo contrario en el
contrato, la indemnización por incumplimiento se calculará considerando la
legislación nacional, las características del deporte y otros criterios objetivos.
Estos criterios deberán incluir, en particular, la remuneración y otros beneficios
que se adeuden al jugador conforme al contrato vigente o al nuevo contrato, el
tiempo contractual restante, hasta un máximo de cinco años, las cuotas y los
gastos desembolsados por el club anterior (amortizados a lo largo del periodo de
vigencia del contrato), así como la cuestión de si la rescisión del contrato se
produce en un periodo protegido.”

Posteriormente en el inciso 2 establece que este derecho indemnizatorio no


podrá ser cedido a terceros, y en caso de que estemos frente al jugador que

14
acaba injustificadamente un contrato para irse a otro club influenciado 4 para irse
de su club anterior serán responsables ambos por el pago de la indemnización:

“2. El derecho a una indemnización no puede cederse a terceros. Si un jugador


profesional debe pagar una indemnización, él mismo y su nuevo club tienen la
obligación conjunta de efectuar el pago. El monto puede estipularse en el contrato
o acordarse entre las partes.”

En otra vía, estas acciones pueden repercutir en sanciones disciplinarias por


parte del jugador, como por ejemplo la prohibición de jugar durante cierto tiempo,
estipulado en el inciso 3:

“Además de la obligación de pago de una indemnización, deberán imponerse


sanciones deportivas a un jugador que rescinda un contrato durante el periodo
protegido. La sanción consistirá en una restricción de cuatro meses en su
elegibilidad para jugar en cualquier partido oficial. En el caso de circunstancias
agravantes, la restricción será de seis meses. Estas sanciones deportivas
entrarán en vigor inmediatamente después de que se haya notificado la decisión
al jugador.”

Desde la mirada, del equipo que adquiere el jugador es importante mencionar


frente al club que adquiere a un jugador durante el periodo protegido o que
contrata a un jugador que rescindió de su contrato sin justa causa se supondrá, a
menos que pruebe lo contrario, que influencio al jugador para rescindir del mismo
y por ello serán solidarios al pago de la indemnización, pero además sujetos a
sanción, articulo 18 inciso 4:

“Además de la obligación de pago de una indemnización, deberán imponerse


sanciones deportivas al club que rescinda un contrato durante el periodo
protegido, o que haya inducido a la rescisión de un contrato. Debe suponerse, a
menos que se demuestre lo contrario, que cualquier club que firma un contrato
con un jugador profesional que haya rescindido su contrato sin causa justificada
4
Inciso 5 del mismo artículo: “Se sancionará a toda persona sujeta a los Estatutos y reglamentos de la FIFA
que actúe de cualquier forma que induzca a la rescisión de un contrato entre un jugador profesional y un
club con la finalidad de facilitar la transferencia del jugador.”

15
ha inducido al jugador profesional a la rescisión del contrato. La sanción consistirá
en prohibir al club la inscripción de nuevos jugadores, tanto en el ámbito nacional
como en el internacional, durante dos periodos de inscripción completos y
consecutivos”

En pocas palabras, existe una carga de la prueba frente al club que contrata a un
jugador que ha rescindido de su contrato sin justa causa, esto les puede acarrear
indemnizaciones y sanciones disciplinarias según los estatutos de la FIFA.

Sobre el contrato de transferencia, Navarrete(2018) da luces a como dentro del


futbol se confunde constantemente el contrato de transferencia con el contrato
laboral, y hasta con el contrato de cesión laboral, señalando que lo derechos
deportivos son el objeto del contrato de transferencia, el cual, corresponde
precisamente a la compraventa de estos derechos con respecto a un jugador
determinado, estos son en otras palabras , el derecho de inscripción en un torneo
determinado de un jugador a nombre de un equipo, por lo tanto lo que adquiere
un equipo de otro, son los derechos deportivos del jugador, no el jugador en si
mismo.

Asimismo, de estos derechos deportivos se deriva un valor económico, el cual


paga el nuevo club al antiguo para perfeccionar la transacción y aunque estos
contratos pueden ser gratuitos según el estatuto del jugador, es importante
resaltar que en la actualidad en el transcurso normal de los negocios deportivos
que las transferencias sean una de las mayores fuentes de financiación de los
clubes deportivos alrededor del mundo. En las palabras de Navarrete los contratos
que se contraponen en las relaciones deportivas se pueden diferencias así:

“Una cosa es el contrato mediante el cual el jugador se vincula con el club para la
prestación del servicio deportivo que es el laboral y otra la forma como se da su
paso de un equipo a otro, que no es más que un acuerdo de voluntades entre los
equipos, para el cambio en la titularidad de los derechos deportivos del jugador, a
cambio de una remuneración pactada, con el consentimiento y participación del
futbolista. Ahora bien, acerca de la remuneración que se paga, por el paso de un
jugador de un equipo a otro, y que se traduce en el cambio de la titularidad de los

16
derechos deportivos o federativos del jugador, que significan el derecho de
inscripción del mismo, es importante aclarar que la misma se pacta de acuerdo
con las condiciones del mercado, en la que intervienen las siguientes variables: a)
edad del jugador, b) rendimiento, c) desempeño, d) valores esté pagando el
equipo que lo pretende por este concepto, e) lugar de destino, y, f) valor que hay
que pagar por la terminación anticipada del contrato laboral vigente.”

Por lo que se puede ver de la cita anterior, los derechos deportivos traen
beneficios económicos para los clubes ya que con una cláusula de rescisión alta
(terminación anticipada del contrato laboral vigente), un buen desempeño y
rendimiento es probable que su traspaso se vuelva bastante cuantitativo, lo que
traería una ganancia, que en acuerdo con el jugador podrá tomar una parte o no
de las transferencias. Además, no se debe confundir en el trafico de los negocios
los contratos que se ven involucrados en la actividad deportiva del futbol ya que
estos han variado en sus formas, por que es de vital importancia para
posteriormente solicitar la indemnización según lo establecido en el contrato.

6.1 Caso, Elkin Soto, Once Caldas vs Mainz 05

La situación anterior surgió en Colombia, tras la valorización de un jugador


colombiano de nombre Elkin Soto, quien por su victoria en el torneo internacional
de Suramérica (La Copa Libertadores), quien, teniendo aun un contrato vigente
con el Once Caldas, decidió irse para Alemania y ser contratado por el futbol club
Mainz 05 sin el consentimiento del Once Caldas, club que alegaba tener control
sobre los derechos deportivos, ya que tenía un contrato que firmado antes de irse.
El abogado del once caldas, en prensa, en el momento de la disputa, dijo que
demandaría el caso frente a la cámara de resoluciones y que en caso de fallar
existe una segunda instancia para el cobro de la indemnización establecida por la
FIFA en sus estatutos en el artículo 17 y 16 (Histórico el país, Once Caldas
peleará en el 'Caso Soto' 2007):

“Ahora el caso irá a la Cámara de Resolución de Disputa de FIFA, donde las


partes deberán aportar los elementos para que haya una determinación al
respecto. Charria dice que lo mejor es ir hasta Zúrich para argumentar mejor el

17
caso. En caso de que el fallo de la Cámara de Resolución no sea satisfactorio, el
Once Caldas podría llevar el hecho hasta el Tribunal Arbitral del Deporte, (TAS),
última instancia para resolver situaciones de este tipo que se dan en cualquier
disciplina deportiva.”

El resultado de esta disputa, termino ante el TAS donde se redujo la cuantía de la


indemnización exigida por el Once Caldas, quien había solicitado 300.000 euros,
en segunda instancia, en definitiva, el TAS revocó el laudo de la Cámara de
Resoluciones de la FIFA, y condenó a Soto y al Mainz conjuntamente al pago de
ciento cincuenta mil euros, más una sanción al jugador de no poder participar con
el club alemán en ninguna competición por cuatro meses (Lizarazo, 2017). En el
trabajo de Lizarazo (2017) citado anteriormente donde se discute lo sucedido
sobre el caso Soto el autor destaca que en todos los casos que llegaron al TAS
por apelaciones siempre se redujo el monto de la indemnización lo que es
interesante a nivel procesal ya que si a un abogado le corresponde defender al
culpable será menester apelar contra el TAS para reducir la indemnización por la
rescindir del contrato sin justa causa.

7. Conclusiones

En primera medida, con respecto a la amplia gama de negocios y relaciones


jurídicas que han surgido entre el deporte, pero además la expansión del mercado
de los deportes en disciplinas como el futbol a nivel nacional o el básquet y el
futbol americano en esferas internacionales, lleva a que según la academia cada
vez sea más importante regular sobre la materia del derecho deportivo en general
y en particular de la responsabilidad deportiva.

En segunda medida, la responsabilidad deportiva en el marco de lo teórico-


practico como se pudo ver en el trabajo, requiere de un elemento adicional como
es el riesgo consentido, lo que lleva a que el tema deba ser regulado con una
mayor profundidad con el fin poder delimitar los riesgos consentidos de cada
deporte y cuando una desviación de estos riesgos puede llevar a una
indemnización o no, materia que seria regulada por un juez que debería tener las
herramientas teóricas( sea un estatuto, una normativa, o un reglamento) para

18
resolver de la manera mas completa posible. En Colombia a diferencia de otros
países como España y Argentina no se cuenta con una legislación especial frente
a la actividad deportiva por lo que es importante que se regule de manera
particular cada actividad deportiva para poder delimitar cual es el riesgo
consentido con relación a cada uno lo cual daría claridad a los jueces colombianos
a la hora de resolver una controversia frente al tema particular.

En un tercer punto, se abordó con respecto de los fundamentos de la


responsabilidad deportiva sus fundamentos y como esta puede nacer en
diferentes relaciones como; la responsabilidad de un jugador frente a otro, la
responsabilidad del equipo al que pertenece un jugador, frente al equipo de otro
jugador, o frente al jugador mismo del otro equipo, la responsabilidad del equipo
frente a su jugador, la responsabilidad del jugador frente a terceros, la
responsabilidad del dueño de las instalaciones deportivas frente a los
espectadores y jugadores, la responsabilidad del organizador del evento deportivo
frente a los espectadores y jugadores, la responsabilidad de los espectadores
frente al dueño de las instalaciones deportivas u organizador del evento deportivo
(responsabilidad colectiva),la responsabilidad de las instituciones deportivas por
los hechos imputables a sus seguidores deportivos.

Con relación a estos supuestos, se analizó y se estudio sobre lo que ha dicho la


academia con relación a cada uno de estos tópicos, para finalmente poder ver
casos prácticos de responsabilidad deportiva, el caso Pizzo vs Camoranesi y
Crotone vs Banfield. Por otro lado, con respecto de la responsabilidad frente a las
barras bravas de cada equipo se contempló la practicidad de la responsabilidad
colectiva cuando se da un daño por parte de un sujeto indeterminado de un grupo
determinado, con el fin de indemnizar a la víctima. Y en ultima medida se miro
que se ha dicho sobre la responsabilidad del organizador del evento deportivo y
las obligaciones que este contrato conlleva frente al daño ocurrido en ocasión de
sus instalaciones o de la organización del evento.

Finalmente, se hizo un barrido de la responsabilidad dada por la FIFA frente a los


contratos de transferencias, su definición, su normativa y aristas dentro de la

19
misma, por otro lado, la responsabilidad que le acaece a los terceros de no
influenciar al jugador so pena de indemnización. Con respecto al tema se pudo
dimensionar un caso practico frente a la normativa en el caso Elkin Soto, Once
Caldas Vs Mainz 05 y ver a su vez los diferentes organismos que pueden servir
para demandar la controversia y solicitar la indemnización.

8. Bibliografía

1. Bosso, C. M. (1984). La responsabilidad civil en el deporte y en el

espectáculo deportivo. Editorial Némesis.

2. Cruz, G. F. (1991). El fundamento de la responsabilidad civil

deportiva. THĒMIS-Revista de Derecho, (19), 67-71.

3. Espinoza, J. E. (2001). Responsabilidad civil de la persona jurídica por

calificar a un árbitro de futbol como “caradura y sinvergüenza”. Ius et Praxis,

(032), 111-116.

4. Echeverri Velasquez, S. L. (2002). Derecho deportivo: una rama

especializada del derecho para los deportistas. Opinión Jurídica

5. García Lizarazo, N., & Prócel Áñez, J. P.(2017) Análisis de la cláusula de

rescisión en los contratos de trabajo de los jugadores profesionales de

fútbol.

6. Pita, E. M. J. (2014). La responsabilidad civil deportiva (Doctoral

dissertation).

7. Reyna Mantilla, R. A. (2017). Responsabilidad civil derivada de daños

sufridos por futbolistas en encuentros deportivos.

20
8. Server, R. V. (2003). Una aproximación a los riesgos del deporte. InDret.

9. Silva Londoño, D. M. Los efectos y alcances del derecho del deporte y su

influencia en la responsabilidad civil.(2014), Tesis para la Universidad

Javeriana

10. Loup Jean "Les sports et le Droit Paris 1959 pp. 29 y ss; cit. Trigo

Represas, Felix y Lopez Mesa Marcelo, L.L. TII-2008).

11. Sánchez Álvarez, N (2012). La responsabilidad de las barras bravas y

alternativas de seguro.

12. Navarrete Sepúlveda, M. El abuso del derecho en los contratos para la

transferencia de futbolistas profesionales. (2018)

13. Ley 1356 del 23 de octubre de 2009

14. http://www.planetaius.com.ar/foroderecho/pizzo-roberto-vs-camoranesi-

mauro-s-danos-y-perjuicios-7551 Adicionalmente para motivos de

exposición https://www.youtube.com/watch?v=JrxgrsD1YiY

15. https://resources.fifa.com/image/upload/regulations-on-the-status-and-

transfer-of-players201829254372925438.pdf?cloudid=yugtvcyydgtthvwj9jpv

(estatutos de la FIFA frente a las transferencias de jugadores).

16. http://historico.elpais.com.co/paisonline/deportes2003/notas/

Febrero072007/caldasoto.html . Sobre el caso Elkin Soto.

21

También podría gustarte